Normas de cortesía para mejorar la imagen de la organización
En el ámbito laboral ser educado ya no implica un asunto de estilo, sino una virtud en las relaciones humanas que marca la diferencia entre las organizaciones.
Por Carmen Daniela Conde Rubio
El mundo de las empresas es un lugar de trabajo. Entre hábitos, modalidades de vida, costumbres y culturas se han construido lazos comunicativos desde los altos mandos pasando por mandos medios hasta los clientes. Es allí donde se crea un verdadero espacio de comunicación, donde la prioridad es cómo se realiza el intercambio de mensajes y ocurre la transmisión de emociones cargadas de intenciones. La mayor parte del tiempo el ser humano crece en un ambiente entre palabras, significados y aptitudes en donde: “La cortesía es un sistema de comunicación que sirve para mantener el equilibrio social, abrir espacios comunicativos y evitar conflictos". Desde ese conocimiento parten las normas adecuadas de comportamiento que permite un óptimo alcance en el ámbito personal, laboral y social (1). En la actualidad con el desarrollo de una cultura cortés dentro de un panorama tan diverso hay un modelo de ser humano, en una sociedad en la que se desenvuelve en un nuevo campo organizacional y de esta manera se presenta la creación de nuevas formas de entender y de crear soluciones efectivas para afrontar un ambiente empresarial. La clave ante la nueva realidad se encuentra en las normas de cortesía, porque desde decir “gracias” o “por favor” son simples palabras envueltas en la cotidianidad que aportan un discreto encanto a quienes las aplican y de alguna manera mejora las relaciones internas y externas en una empresa. A la hora de interactuar con los públicos de una organización ser educado cuenta como un paso hacia el progreso estético de la empresa, y por otra parte la misma coherencia con los públicos internos fomenta una identidad que está detrás de la imagen y que va a ser favorecida cuando se muestre el reflejo de lo que es como compañía con lo que hace. En las empresas se realizan innumerables eventos, en donde las relaciones humanas tienen prevalencia y es allí donde una organización poseerá mayor potencia, mayor riqueza, mejor capacidad de alcanzar sus objetivos y en esa medida favorecerá a los individuos que trabajan para que crezcan como personas, donde se muestre la coherencia y la relación para el desarrollo personal y empresarial. Desde simples palabras y actos de cortesía se da a conocer lo que se es como persona, entidad u organización, ya que como canal de comunicación para una empresa es esencial tener clara la importancia de cuidar cada acción que se dice y hace. Detrás de cada pequeño detalle se encuentra la esencia, la personalidad y lo que realmente es la empresa. Los diferentes aspectos que soportan la educación dentro de la organización incluyen desde cultura general hasta formación en comportamientos de protocolo y etiqueta con énfasis en normas de cortesía básicas porque, “Constituyen un lenguaje más elaborado y son una demostración de atención, respeto, delicadeza, consideración y afecto que tiene una persona por otra expresándolas por medio de gestos, para no solo dar a conocer una excelente presentación, sino poner en evidencia la imagen que se quiere transmitir (2). El tratamiento social que se imparte en el ambiente laboral de las empresas es el respeto por los cargos, pero, no quiere decir que cambien las relaciones porque siempre debe ser equilibrado en cuanto al tono de voz, gestos y actitudes hacia quienes nos rodean, lo que significa que desde que se tenga clara su posición y la haga respetar se demostrará la percepción que se tiene como organización. Las principales máximas que aplica en el sistema organizacional son: • En el ámbito empresarial el criterio es el cargo y no el sexo. Esto tiene relevancia a la hora de determinar las jerarquías o la precedencia en las empresas, donde los cargos son los que determinan dicha superioridad, mientras que en la cortesía social una mujer se antepondría a un hombre por regla general. • A la hora del saludo será el superior quien tomará la iniciativa del saludo. De la misma manera él es presentado al subordinado. • Nunca se tuteará en un primer encuentro, y se recomienda no hacerlo nunca con los superiores delante de terceros. • La derecha es el lugar de honor y como tal debe ser cedido a la persona de mayor estatus en la situación en la que nos encontremos: caminando, estando sentados, etc. • El beso, como saludo, no se considera profesional en el ámbito de la empresa. • Ante una puerta, debe cederse el paso al superior, pero al entrar en un ascensor, es el de menor jerarquía el que entra primero. • Las mujeres son señoras, no hay ya distinción ninguna por su estado social. • Nunca debe estrecharse la mano habiendo una mesa de por medio, esto es importante cuando el directivo recibe a una visita en su despacho. Lo correcto es levantarse, rodear la mesa y saludar a su invitado (5). Referencias Bibliográficas 1. Álvarez, A. (2010). Cortesía y cultura: traducir la (des)cortesía. Venezuela: Red Universidad Central de Venezuela. 2. Sansone, G. (2016). Una mirada innovadora en ceremonial y protocolo. EUCASA. 3. ETIQUETA & PROTOCOLO BASE DE LA IMAGEN EMPRESARIAL. http://www.eumed.net/ce/2011a/lapdg.htm 4. PETER DRUCKER, INNOVADOR MAESTRO DE LA ADMINISTRACION DE EMPRESAS http://www.redalyc.org/pdf/4096/409634344005.pdf 5. Máximas en la cortesía empresarial. http://www.topsecretaria.com/maximas-en- la-cortesia-empresarial/