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El deber de denunciar del revisor fiscal

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Hernando Bermúdez Gómez
Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas
Pontificia Universidad Javeriana
Contrapartida número 1003, octubre 14 de 2014

 
Una de las funciones más conflictivas para los revisores fiscales es su deber de
comunicar irregularidades a las autoridades de supervisión (numeral 3° del artículo
207 del Código de Comercio). Como desafortunadamente, tal como lo hemos
censurado en otras Contrapartida, nuestras regulaciones han empoderado a los
administradores frente al revisor fiscal, por ejemplo mediante la normatividad
consagrada respecto de las juntas directivas y los comités de auditoría en el Código
País, las denuncias de irregularidades hacen que los administradores se comporten
como contrapartes hostiles del revisor fiscal y, en muchos casos, que promuevan su
remoción, la cual es prácticamente segura cuando el administrador es al mismo
tiempo el propietario controlador de la entidad respectiva. Adicionalmente, casos se
han presentado en los cuales las autoridades de supervisión no se inmutan con las
denuncias que les envían los revisores fiscales, o las cuestionan. Hay una gran
tensión por la exigencia de presentar denuncias sobre cualquier irregularidad, más
allá de las que deberían ser las fronteras de la auditoría encargada al revisor fiscal.
Repetidamente se propone obligarlos a denunciar hechos corruptos, como la evasión
de impuestos o el lavado de activos. Un gran número de sanciones son impuestas por
las mencionadas autoridades aduciendo la falta de denuncia, incluso sobre hechos
previamente conocidos por ellas y sobre sucesos que, por suponer evidencia
disponible fuera de la entidad fiscalizada, no está al alcance de los revisores. Al
mismo tiempo se desconocen reacciones de las autoridades encaminadas a proteger
a los revisores fiscales cuando hacen denuncias. De manera que para muchos el
resultado de este deber legal es fuente de un trato injusto, inestabilidad y pérdida de
independencia del citado funcionario.
 
Con todo, un deber similar está previsto en muchas legislaciones de otros países,
incluyendo Estados Unidos y la Unión Europea. Sobre lo consagrado en esta materia
en la República de Sur África, resulta interesante el artículo de Warren Maroun y Jill
Atkins, Section 45 of the Auditing Profession Act: Blowing the whistle for audit
quality? (The British Accounting Review 46 (2014) 248–263), en el cual se analiza si
el deber de denuncia efectivamente aumenta la calidad de la auditoría. El artículo
sostiene que “(…) Auditing is not just a technical phenomenon (Power, 1994). It is a
highly discursive practice that is both influenced by and reflects institutional,
normative, cultural, competitive and regulatory changes (Cooper & Robson, 2006;
Khalifa, Sharma, Humphrey, & Robson, 2007). (…)”. Señalan los autores que
“(…) Our findings suggest that, by failing to promote prudential professional
judgement, these regulatory efforts may do little to tackle the underlying impediments
to audit quality. (…) “
 
Sin duda este es un asunto que debe estudiarse con cuidado antes de hacer ligeras
propuestas en proyectos de ley, muchos de los cuales no logran equilibrar el interés
público con un trato justo para con los revisores.
 
Las opiniones expresadas en Contrapartida comprometen exclusivamente a sus
autores.

No procede el secreto profesional para el revisor fiscal, en relación con


los actos de corrupción que debe denunciar o poner en conocimiento
ante la autoridad competente

Revisor fiscal. «(...)Esta institución constituye además el medio para ejercer la


función pública de inspección y vigilancia de la actividad económica a cargo del
Estado y, en este caso en particular, de las sociedades del sector financiero. En
nombre del Estado, el revisor fiscal tiene el encargo de velar por el
cumplimiento de las leyes y de los estatutos de las empresas. Su actividad gira
esencialmente en torno a los dictámenes sobre los estados financieros de las
empresas y el resultado de las operaciones en cada período. Para el
cumplimiento eficiente de las funciones a su cargo está facultado para solicitar
y obtener todos los actos, libros, documentos y valores de las empresas, cuya
información debe estar a su alcance, circunstancia que le exige, a la vez que le
permite, estar al tanto de la actividad empresarial.
 
En carta dirigida al Congreso de la República, el Consejo Técnico de la Contaduría
Pública (CTCP) presentó su posición sobre el proyecto de ley anticorrupción que
surte trámite legislativo.
 
Para el Consejo, la figura del revisor fiscal debe ser tomada como un órgano de
aseguramiento y fiscalización con funciones de inspección y vigilancia pero que no
hace parte de la administración de la entidad a la que presta sus servicios, razón
por la cual el tipo de control que ejerce no es previo sino posterior. (Lea: ¿Qué
ocurre con las declaraciones tributarias firmadas por el revisor fiscal que ha sido
removido?)
 
Así, cualquier responsabilidad que se le exija en relación con el reporte de
operaciones sospechosas de corrupción debe estar en línea con la naturaleza y
alcance de su función, más si se considera que la corrupción a menudo se fragua
sobre transacciones de ocultamiento por fuera de la entidad.
 
El proyecto de ley de la Fiscalía General de la Nación expresa lo siguiente:
 

Artículo 4º

Adiciónese un artículo 325C a la Ley 599 del 2000, el cual quedará así: “Artículo 325
C. Omisión de reportes sobre operaciones sospechosas de corrupción. Los abogados,
contadores, revisores fiscales y jefes de control interno que estando obligados a
reportar en los términos definidos por el Ministerio de Justicia y del Derecho omitan
el cumplimiento de los reportes de operaciones inusuales o sospechosas de
corrupción a la Unidad de Información y Análisis Financiero (UIAF) incurrirá en
prisión de tres (3) a seis (6) años y multa de cien (100) a trescientos (300) salarios
mínimos legales mensuales vigentes, siempre que la conducta no constituya delito
sancionado con pena mayor” (…)

Artículo 41

Sujetos obligados a reportar operaciones sospechosas de corrupción. Los abogados,


contadores, revisores fiscales y jefes de control interno están obligados a reportar
operaciones inusuales o sospechosas de corrupción a la Unidad de Información y
Análisis Financiero (UIAF), en los términos, condiciones, actividades o sectores que
para el efecto señale el Ministerio de Justicia y del Derecho.

 
Considerada la redacción de los artículos en mención, precisa el Consejo, se partiría
del supuesto de que el revisor fiscal en ejercicio de sus funciones puede conocer los
hechos, lo que supone un riesgo para el ejercicio del profesional que preste el
servicio. (Lea: Sociedad debe cumplir lo pactado sobre honorarios del revisor fiscal)
 
En la comunicación, el CTCP recomienda que se revalúe la redacción de los
artículos 4 y 41 del proyecto para que permitan aclarar que la responsabilidad del
revisor fiscal se considere en el ámbito de sus funciones de evaluación y que la
eventual omisión en informar actividades sospechosas se evalúe considerando su
conocimiento de la situación o la negligencia manifiesta al desarrollo de sus
funciones.
 
Justificación del proyecto de ley
 
Es oportuno mencionar que la iniciativa a que hace referencia el CTCP fue
presentada en julio de este año por el Fiscal general, Néstor Humberto Martínez.
 
El texto contempla distintas modificaciones normativas para contrarrestar las
principales conductas que se han identificado como generadoras de corrupción.
Entre ellas, acciones enfocadas a combatir el fenómeno en campañas políticas,
procesos de contratación pública, el deber de denuncia de hechos asociados a
corrupción, testaferrato en detrimento de la administración pública, ocultamiento
o destrucción de pruebas, entre otros.
 
En la exposición de motivos, la Fiscalía señala que las medidas planteadas buscan
establecer una obligación legal para los profesionales que con mayor regularidad
tienen conocimiento de operaciones sospechosas de corrupción o constitutivas de
delitos contra la administración pública y, adicionalmente, precisa sanciones
penales y disciplinarias a quien omita el cumplimiento de ese deber. Agregando
que este tema en particular tiene antecedentes legislativos y jurisprudenciales en el
marco de la prevalencia del secreto profesional sobre el deber de denuncia que les
asiste a todos los ciudadanos.
 
Para el caso específico del revisor fiscal, el artículo 7º de la Ley 1474 del
2011 estableció como causal para cancelar la inscripción de un contador público la
de "no denunciar o poner en conocimiento de la autoridad disciplinaria o fiscal
correspondiente los actos de corrupción que haya encontrado en el ejercicio de su
cargo, dentro de los seis meses siguientes a que haya conocido el hecho o tuviera la
obligación legal de conocerlo, actos de corrupción. En relación con actos de
corrupción no procederá el secreto profesional", argumenta el ente investigador.
 
Chicos q les parece si debatimos sobre el deber de denunciar del revisor fiscal
Art. 207 Numeral 3 del código de comercio
Que no logran equilibrar el interés público con un trato justo para con los revisores
fiscales
Se exige q el revisor fiscal denuncie hechos irregulares, y si no lo hacen se exponen
a drásticas sanciones.
Las denuncias se hacen ante las autoridades competentes, pero éstas no brindan
protección a los revisores fiscales
Considero q la norma no es equitativa
Así como se obliga a denunciar hechos de corrupción se debe establecer la
seguridad y protección del revisor fiscal
 

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