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¿Trastorno límite de personalidad, trastorno por inestabilidad emocional o


trastorno por desequilibrio emocional?: Una actualización para la APS Puntos
clave

Article  in  FMC - Formación Médica Continuada en Atención Primaria · November 2017


DOI: 10.1016/j.fmc.2017.03.003

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Jorge L. Tizón
Universitat Ramon Llull
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Actualizaciones
¿Trastorno límite de personalidad,
trastorno por inestabilidad emocional
o trastorno por desequilibrio emocional?:
Una actualización para la APS
Jorge L. Tizón
Profesor del Institut Universitari de Salut Mental. Universitat Ramon Llull. Barcelona. España.
Correo electrónico: jtizong@gmail.com

Puntos clave

● No existe ningún psicofármaco para el tratamiento ● En cuyo caso, la APS tendría un gran papel a desempeñar
etiológico del trastorno límite de personalidad o trastorno en su atención, fundamentalmente a nivel de prevención
por inestabilidad emocional. primaria y terciaria y como apoyo a la terapia.

● La base actualizada para un tratamiento eficaz y eficiente ● Pero la pobreza actual de los dispositivos de salud mental
de ese trastorno son diversos tipos de psicoterapias públicos (realmente una especie de “psiquiatría pública
especializadas. para pobres”) y la falta de dotación y apoyo a la APS, hacen
que el tratamiento habitual de la mayoría de los pacientes
● A ser posible, integradas dentro de un tratamiento integral con ese diagnóstico sea enormemente pobre, empobrecido
adaptado a las necesidades del paciente y su familia en la y facilitador de la “cronificación medicalizada”.
comunidad, como en todos los trastornos mentales graves.
● A menudo, se trata de situaciones interpersonales
● Se trata de un trastorno con amplia prevalencia y e intrapersonales tan complejas y cronificadas que el
frecuentación en atención primaria de salud (APS). tratamiento es, asimismo, largo y complejo: están alterados
procesos neurobiológicos tan básicos como la regulación
● Con presentaciones a menudo graves y, casi siempre, emocional, los vínculos de apego y la mentalización.
complejas de tratar: depresión, adicciones, impulsividad,
fobias complejas, manifestaciones histriónicas y ● De ahí la importancia relevante de la prevención en este
disociativas, reacciones paranoides, dependencia, campo, otra vez la “pariente pobre” dentro de una APS
“derrota social”, ideación y actos suicidas... y unos dispositivos de salud mental “pobres y
empobrecidos”.
● Su tratamiento integral debe correr a cargo,
fundamentalmente, de servicios de salud mental
adecuadamente formados, organizados y apoyados.

Palabras clave: 3FHVMBDJØOFNPDJPOBMt"QFHPt.FOUBMJ[BDJØOt&NPDJØOt5SBTUPSOPQPSJOFTUBCJMJEBEFNPDJPOBMMÓNJUFt"EWFSTJEBEFTFOMBJOGBODJB

Breve actualización histórica ciones de personas sometidas a medidas de justicia o sujetas a


procedimientos legales6-10: entre un cuarto y un tercio son diag-
El trastorno límite de personalidad (TLP) es un trastorno mental nosticados de TLP. Además, es un trastorno que posee numero-
grave cuya prevalencia-vida se estima entre el 1% y el 6% de la sas manifestaciones psiquiátricas de otros tipos: particularmen-
población general1-8. Esa prevalencia es mayor en los servicios te, trastornos por ansiedad excesiva, trastornos adictivos,
de urgencias generales y psiquiátricos, así como en las pobla- trastornos del humor y otros trastornos de personalidad1-10.

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Tizón JL. ¿Trastorno límite de personalidad, trastorno por inestabilidad emocional o trastorno por desequilibrio emocional?: Una actualización para la APS

Existe un amplio consenso en cuanto a sus características el término “borderline”: ni neuróticos ni psicóticos. Llegó
clínicas, mucho menor con respeto a su nomenclatura, etio- incluso al léxico popular y periodístico.
patogenia y tratamiento11. El cuadro clínico se refiere a per- Probablemente fue en el año 1938 cuando se utilizó por
sonas que a) padecen una desregulación emocional11,12; primera vez el término “borderline” dentro del ámbito tera-
b) altos niveles de impulsividad, que pueden llegar a las au- péutico13. Adolf Stern describió un tipo de pacientes ambu-
tolesiones y las tendencias suicidas2,5,9,10,13; c) manifiestan latorios que no obtenían provecho del psicoanálisis clásico y
graves trastornos en las relaciones interpersonales2,5,14; d) a que no encajaban en las categorías estándar de “neurótico” o
las cuales hoy caracterizamos como formas de apego o vin- “psicótico”. Durante algunos años el término fue usado de
culación ansiosas o desorganizadas, con gran intolerancia a forma coloquial por los psicoanalistas para describir pacien-
la soledad e hipersensibilidad a las relaciones sociales9,14. tes que, aun teniendo serios problemas de funcionamiento
El hoy desafortunado término con el que se designan po- relacional, no entraban dentro de las categorías diagnósticas
see un origen histórico11. En realidad, se trata de un tipo de y eran difíciles de tratar con los métodos psicoterapéuticos
trastornos mentales que han sido descritos desde los inicios convencionales. Entre otras razones, porque dentro de la psi-
de la psicopatología y la psiquiatría. Parece ser que el primer coterapia o el psicoanálisis podían mostrar características
autor que percibió la relación entre los estados de ánimo “psicóticas” que aparentemente no mostraban en su vida co-
inestables y la impulsividad fue Bonet, en 1684, proponien- tidiana.
do el termino de folie maniaco-mélancolique. Más tarde, la Más tarde, Grinker, Werble y Drye18, mediante estudios
psiquiatría francesa le aplicó los términos de folie circulare estadísticos y factoriales, demostraron de forma definitiva su
y otros similares ya a partir de Baillerger y Falret (1854). vigencia clínica y profundizaron y delimitaron su estructura
Desde entonces, la historia de la psiquiatría coincide con la psicopatológica. Según estos autores, fue Glover en 1932 el
historia del estudio de este tipo de síndromes. En una tem- que inició en nuestra época el interés por las “neurosis bor-
prana revisión, ya en 197315, pudimos encontrar hasta 40 tér- derline” considerando incorrecta esta denominación: él pre-
minos que intentaban designar el síndrome psicopatológico fería denominarlas “psicosis potenciales”.
confuso, profuso y abigarrado del que hablamos. En los trabajos previos a su inclusión por primera vez en
En efecto: este tipo de pacientes, en los que se entremez- la clasificación americana del DSM-III (1980) el consenso al
clan características patológicas que muchas veces se creían respecto del cuadro clínico era grande, aunque el mismo ten-
privativas de las psicosis (se les ha diagnosticado de “esqui- día a entenderse como un nivel de organización de la perso-
zofrenia seudoneurótica”, “esquizofrenia límite”, “psicosis nalidad global19 o un nivel de gravedad11. Con ello comenzó
latente”), con otras propias de las neurosis y de las “psicopa- a perderse el valor de uno de los significados fundamentales
tías”, “sociopatías” o “neurosis de carácter”, ha recibido las del concepto: la oscilación entre diversas formas y momen-
más variadas denominaciones. Términos tales como “neuro- tos de la relación, cotidiana o terapéutica, su psicodinamia.
sis límite” o “liminares”, “cuadros liminares”, “neurosis bor- Actualmente, el uso profuso, difuso y confuso del acróni-
derline”, etcétera, están a mi entender en íntima relación con mo TLP (en inglés, BDP) y sus supuestos “sinónimos” lo ha
otros que parten de una postura previa o una intención expli- convertido en uno de los “cajones de sastre” más socorridos
cativa o psicogenética: “síndromes de disformación de las de la psicopatología y la psiquiatría actuales. Entre otras ra-
estructuras mentales básicas”, “síndromes de disgenesia del zones porque el síndrome se basa en seudoconceptos con
yo personal” determinadas acepciones del término “prepsi- poca intensión nuclear y con gran extensión nuclear20. De
cosis”15, las “distrofias mentales” de otros autores, los cua- ahí que, como veremos a continuación, su denominación es
dros “psicoticoides” de Schelling, los “síndromes de identi- diferente en la clasificación internacional de las enfermeda-
dad difusa”16, etcétera. des4,5 y en la clasificación americana (desde el DSM-III has-
Pero hay algo que está claro: estos pacientes, bajo un tér- ta el DSM5): Trastorno de inestabilidad emocional de la
mino u otro, sin un concepto diagnóstico preciso, han sido personalidad tipo límite (en la CIE-10) o trastorno límite de
conocidos “desde siempre” por los médicos generales, inter- personalidad (en el DSM)1,2 cuando, en realidad, en ambos
nistas, neurólogos y psiquiatras, desde al menos la época de casos lo que se enfatiza es el desequilibrio emocional, al
las primeras revoluciones burguesas hasta nuestros días. que, por esas causas históricas, se sigue llamando “límite”.
Si bien la descripción del síndrome es anterior, la historia
del término “borderline” puede remontarse hasta el año
1884. En aquel momento, el psiquiatra británico C H. Hug- Cuadro clínico
hes hablaba de un “campo fronterizo” en las “enfermedades
psicológicas”. Hugues (citado en17) hablaba de “una locura” Todos los estudiosos iniciales del “síndrome” lo describen
que afecta a muchas personas que “pasan la vida cerca y basándose en esa imbricación de síntomas “neuróticos”, psi-
continuamente oscilando en esa línea que bordea y separa cóticos, caracteriales y de comportamiento, por la frecuencia
locura de cordura”. La idea se popularizó rápidamente con de los trastornos encéfalo-viscerales y de las desviaciones

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Tizón JL. ¿Trastorno límite de personalidad, trastorno por inestabilidad emocional o trastorno por desequilibrio emocional?: Una actualización para la APS

sexuales, la incapacidad de establecer relaciones afectivas,


TABLA 2. Trastorno de la personalidad límite 301.83 (F60.3)
las crisis de angustia paroxística, de despersonalización o de según el DSM-5 (simplificada)
depresión aguda, etc. En estos pacientes, la reactividad a las
1BUSØOEPNJOBOUFEFJOFTUBCJMJEBEEFMBTSFMBDJPOFT
presiones de la vida cotidiana es excesiva y permanente, lo JOUFSQFSTPOBMFT EFMBBVUPJNBHFOZEFMPTBGFDUPT F
que contrasta con la incapacidad profunda para manejar sus JNQVMTJWJEBEJOUFOTB RVFDPNJFO[BFOMBTQSJNFSBTFUBQBT
sentimientos y la superficialidad de sus adaptaciones, que no EFMBFEBEBEVMUBZFTUÈQSFTFOUFFOEJWFSTPTDPOUFYUPT 
ZRVFTFNBOJGJFTUBQPSDJODP PNÈT
EFMPTIFDIPTTJHVJFOUFT
llega a poder ocultar los trastornos profundos de las conduc-
1. Esfuerzos desesperados para evitar el desamparo real
tas relacionales y de la motivación. o imaginado.
Y, sin embargo, estamos hablando de un “trastorno” que, 1BUSØOEFSFMBDJPOFTJOUFSQFSTPOBMFTJOFTUBCMFTFJOUFOTBT
según el DSM-III-R, suponía una prevalencia del 1%, 4% o RVFTFDBSBDUFSJ[BQPSVOBBMUFSOBODJBFOUSFMPTFYUSFNPT
6% de la población general, da lugar al 10% de las consultas EFJEFBMJ[BDJØOZEFEFWBMVBDJØO
ambulatorias y determina el 20% de los ingresados en "MUFSBDJØOEFMBJEFOUJEBEJOFTUBCJMJEBEJOUFOTBZQFSTJTUFOUF
EFMBBVUPJNBHFOZEFMTFOUJEPEFMZP
EE. UU. En atención primaria de salud (APS) está enorme-
mente infradiagnosticado, si bien su prevalencia y frecuenta- *NQVMTJWJEBEFOEPTPNÈTÈSFBTRVFTPOQPUFODJBMNFOUF
autolesivas (p. ej., gastos, sexo, drogas, conducción
ción parecen relativamente altas7. temeraria, atracones alimentarios).
El cuadro clínico se resume en las tablas 1 y 2. En defini- 5. Comportamiento, actitud o amenazas recurrentes de suicidio,
tiva, ambas perspectivas insisten en que son personas en las o comportamiento de automutilación.
que predomina la inestabilidad afectiva, que se manifiesta *OFTUBCJMJEBEBGFDUJWBEFCJEBBVOBSFBDUJWJEBEOPUBCMF
por momentos de disforia, irritabilidad o ansiedad que duran EFMFTUBEPEFÈOJNP QFK FQJTPEJPTJOUFOTPTEFEJTGPSJB 
JSSJUBCJMJEBEPBOTJFEBERVFHFOFSBMNFOUFEVSBOVOBTIPSBTZ 
horas o días y pocas veces más. Se trata de fenómenos que SBSBWF[ NÈTEFVOPTEÓBT

afectan directamente a los tratamientos, en especial a través 7. Sensación crónica de vacío.
de sus manifestaciones en la transferencia y la contratransfe-
8. Enfado inapropiado e intenso, o dificultad para controlar la ira
QFK FYIJCJDJØOGSFDVFOUFEFHFOJP FOGBEPDPOTUBOUF 
peleas físicas recurrentes).

TABLA 1. Trastorno de inestabilidad emocional 9. Ideas paranoides transitorias relacionadas con el estrés
de la personalidad (F60.3) según la CIE-10 o síntomas disociativos graves.

A. Marcada impulsividad (sin tener en cuenta las consecuencias)


B. Falta de control de sí mismo:
t «OJNPJOFTUBCMFZDBQSJDIPTP rencia durante los mismos (pero también en APS14,19). El
t $BQBDJEBEEFQMBOJGJDBDJØONÓOJNB psicoanálisis ha proporcionado a lo largo de varias décadas
t "SSFCBUPTEFJSBDPOBDUJUVEFTWJPMFOUBTPBNBOJGFTUBDJPOFT finas descripciones de los componentes relacionales tanto
explosivas.
t 1SPWPDBEBTBMSFDJCJSDSÓUJDBTPBMTFSGSVTUSBEPTFOTVT internos como externos de estos pacientes21-46.
actos impulsivos. Para poder entender las manifestaciones interpersonales
Se diferencian dos variantes: de estos pacientes, así como su etiopatogenia, es hoy indis-
F60.30 Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad pensable una teoría integradora, biopsicosocial, de las emo-
de tipo impulsivo
-BTDBSBDUFSÓTUJDBTQSFEPNJOBOUFTTPOMBJOFTUBCJMJEBE
ciones y los sentimientos: son las manifestaciones funda-
FNPDJPOBMZMBBVTFODJBEFDPOUSPMEFJNQVMTPT mentales de estos sujetos, tanto en sus relaciones cotidianas
Son frecuentes las explosiones de violencia o un como en la relación con los profesionales. Para ello, es in-
comportamiento amenazante, en especial ante las críticas
de terceros. dispensable una comprensión de la emocionalidad como la
que ha aportado el equipo de Jaak Panksepp47,48, que consi-
Incluye: Personalidad explosiva y agresiva. Trastorno explosivo
y agresivo de la personalidad.
dera como “sistemas emocionales” aquellos que poseen una
Excluye: Trastorno disocial de la personalidad (F60.2). base etológica, relacional y neurofisiológica definida. Esas
F60.31 Trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad siete emociones o “sistemas emocionales” primigenios (in-
de tipo límite dagación, miedo, ira, cuidado-apego, pena-tristeza, deseo y
t 4FQSFTFOUBOWBSJBTEFMBTDBSBDUFSÓTUJDBTEFJOFTUBCJMJEBE
emocional. alegría-juego) son los que, con la experiencia, dan lugar a
t "EFNÈT MBJNBHFOEFTÓNJTNP MPTPCKFUJWPTZQSFGFSFODJBT las emociones secundarias, cognitivizadas, a las cuales lla-
JOUFSOBT JODMVZFOEPMBTTFYVBMFT
BNFOVEPTPODPOGVTBT
PFTUÈOBMUFSBEBT
mamos sentimientos.
t 3FMBDJPOFTJOUFOTBTFJOFTUBCMFT Para todo ello hay que partir de una definición de qué es
t RVFQVFEFODBVTBSDSJTJTFNPDJPOBMFTSFQFUJEBT la emoción (tabla 3) y de la regulación emocional (RE). Ya
t ZBDPNQB×BSTFEFBNFOB[BTPBDUPTTVJDJEBTZ
autoagresivos. Thompson en 1994 había definido la RE49 como “el proceso
extrínseco e intrínseco responsable de la monitorización,
Incluye: Personalidad “CPSEFSMJOF”. Trastorno “CPSEFSMJOF”
de la personalidad.
evaluación y modificación de las reacciones emocionales”
(tabla 4): si bien las emociones primigenias son sistemas

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menos efectivas para lograr detener el aumento de cualquie-


TABLA 3. Características de la puesta en marcha de los
“sistemas emocionales” o “emociones primigenias”. (Concepto ra de las emociones primigenias hasta niveles desagradables
sintético de la EMOCIÓN desde una perspectiva psicológica) o, simplemente, desadaptativos. Hoy se trata de asuntos que
11. Son fenómenos organísmicos, propios del organismo como
han podido ser investigados desde el punto de vista de la psi-
totalidad, preprogramados en la especie. cología y biología experimentales, la neurofisiología, los es-
12. Conllevan una vivencia de urgencia, presión, empuje, tudios de neuroimagen, el psicoanálisis, etc.14,47-50.
VOBSFQSFTFOUBDJØONFOUBMEFQSFTJØO NÈTPNFOPT La nueva perspectiva de las emociones es básica para una
DPHOJUJWJ[BEBZNÈTPNFOPTJODPOTDJFOUF

aproximación actualizada a los trastornos mentales. Resulta
13. Pero con predominio de la representación mental, visceral
ZPTFOTPSJBM
especialmente relevante para entender a estos sujetos, pues
el elemento central de la clínica es lo inapropiado y desbor-
1 &TUÈOBDPNQB×BEPTZGVOEBNFOUBEPTFOFTUBEPTZ
QBUSPOFTDPSQPSBMFTZCJPRVÓNJDPTDBSBDUFSÓTUJDPT dante de sus emociones y sentimientos, con el predominio
1 1PTFFOVOBNQMJPNBSHFODVBOUJUBUJWPEFTEFBGFDUPTZ
del miedo y la ira, los sentimientos de persecución y de una
TFOUJNJFOUPTMFWFNFOUFTFOUJEPTIBTUBBGFDUPTQSPGVOEPT  indagación o búsqueda bajo el dominio de cogniciones per-
RVFBSSBTUSBOBMDPOKVOUPEFMBQFSTPOBMJEBE MBpasión secutorias. De ahí sus dificultades para expresar y modular
o emoción primitiva no modulada).
el deseo sexual, desarrollar el cuidado y apegos secundarios,
1 $POMMFWBOVOBUFOEFODJBBMBBDDJØOUBNCJÏO
preprogramada en la especie. participar en juegos, dejarse dominar por la alegría y el
17. Dotada de persistencia a pesar de las experiencias
amor...
RVFQPESÓBOJOIJCJSFTPTQBUSPOFTEFDPNQPSUBNJFOUPZ Un segundo elemento básico para actualizar el cuadro clí-
1 %PUBEBEFVOBNQMJPQPMJNPSGJTNP RVFQSFDJTBNFOUFFTMP nico es la perspectiva de la psicopatología basada en la rela-
RVFIBDFEJGÓDJMEJGFSFODJBSVOBTFNPDJPOFTEFPUSBT MBT ción51,11,38: en definitiva, lo que entendemos como manifesta-
emociones de los sentimientos o incluso definir la emoción.
ciones psicopatológicas no son sino relaciones interpersonales
1 1VFTTVNBOJGFTUBDJØOFYUFSOB DPOEVDUVBMZNFOUBM  o intrapersonales que producen más sufrimiento del que resul-
TFIBMMBTVKFUBBNBUJ[BDJPOFT NPEJGJDBDJPOFTZ
regulaciones tanto individuales como interpersonales ta adaptativo. Desde esa perspectiva, ya Horowitz y su equipo
ZDVMUVSBMFT (1991)38 habían determinado que las manifestaciones clínicas
10. Entre otras cosas, por la experiencia personal: por eso de los sujetos diagnosticados como TIEL-TLP vienen deter-
QPEFNPTIBCMBSEFFNPDJPOFTQSJNBSJBTZTFDVOEBSJBT EF
FNPDJPOFTZBGFDUPTP NÈTDPSSFDUBNFOUF EFemociones
minadas por: 1) La confusión pulsional, con irrupciones de la
Zsentimientos MBTFNPDJPOFTTPNFUJEBTBMBFYQFSJFODJBZ psicosexualidad y la agresividad no integradas ni toleradas.
las relaciones dentro de una cultura). 2) Sin una cohesión del “self” (de la identidad), de ahí que en
diversos momentos de la vida y las relaciones parezca que hay
varias personalidades contrapuestas actuando. 3) Y con gran-
emocionales preprogramados genéticamente, el ser humano des idealizaciones y disociaciones tanto en la representación
inmaduro (el bebé y el niño) necesitan de la madre y los cui- mental de los demás como en la representación mental de uno
dadores para modular las tempestades emocionales iniciales mismo (“self”).
y para poseer modelos introyectables de esa modulación. En cualquier caso, estas personas, en diversos momentos
Las estrategias reguladoras o moduladoras pueden ser más o de la vida, pueden manifestar diversos modelos relacionales,

TABLA 4. Procesos involucrados en el desarrollo de la regulación emocional

Tipos de procesos Descripción de los objetivos de dichos procesos


Componentes neurofisiológicos $PNQPOFOUFTEFMTJTUFNBOFSWJPTPRVFIBOFWPMVDJPOBEPQBSBSFHVMBSMBFYDJUBDJØO JODMVZFOEPMB
FYDJUBDJØOFNPDJPOBM BUSBWÏTEFMBDSFBDJØOFJOUFSBDDJØOEFNFDBOJTNPTFYDJUBUPSJPTFJOIJCJUPSJPT
Procesos atencionales Para administrar la entrada de informaciones emocionalmente activantes mediante la eliminación
o reorientación de la atención
Construcción de los eventos que Alterar interpretaciones o construcciones de la información emocional para disminuir el efecto
activan el despertar emocional negativo
Codificación de las señales Reinterpretar los indicadores fisiológicos internos o marcadores de la excitación emocional
emocionales internas
Acceso a recursos de afrontamiento Mejorar el acceso a recursos de afrontamiento, tanto materiales como interpersonales
Regulación de las demandas 1SFEFDJSZDPOUSPMBSMPTSFRVFSJNJFOUPTFNPDJPOBMFTEFFODVBESFTZTJUVBDJPOFTDPNVOFT
emocionales de entornos familiares
Selección de alternativas de respuesta &YQSFTBSMBFNPDJØOEFVOBNBOFSBRVFTFBDPODPSEBOUFDPOMBTQSPQJBTNFUBTQFSTPOBMFTFOFTUB
adaptativa situación
%FSJWBEBEF5IPNQTPO49.

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TABLA 5. La matriz o estructura fundamental del “trastorno límite de personalidad”, de la “inestabilidad emocional límite”
o del “desequilibrio límite o borderline”

1. Formas u Pueden presentarse temporalmente con el predominio de las organizaciones melancólico-maníaca, paranoide,
organizaciones dramatizadora y actuadora o incontinente.
EFMBSFMBDJØORVF 4POMBTGPSNBTNÈTUÓQJDBTEFQSFTFOUBSTFFOMBBUFODJØOQSJNBSJBEFTBMVE
muestran en la 1FSPFTUPTDPOTVMUBOUFTQVFEFOPTDJMBSFOUSFVOBZPUSBTQSFTFOUBDJPOFTZQBVUBTEFSFMBDJØO FOEJWFSTPT
interacción momentos de su vida.
: BWFDFT DPOPUSPTNPEFMPTSFMBDJPOBMFT UBMFTDPNPFMGØCJDPFWJUBUJWP FMBEJDUJWPPFMOBSDJTJTUBQFSWFSTP
2. En cuanto a B-BJOFTUBCJMJEBESFMBDJPOBM3FMBDJPOFTIBCJUVBMNFOUFNBMNPEVMBEBTFJOFTUBCMFT DPODMBSPTJOEJDBEPSFT
características EFEFTFRVJMJCSJPFNPDJPOBM
estructurales
IBCSÓBNPT C1PSDBVTBEFMBEFTSFHVMBDJØOFNPDJPOBM UBOUPFOMBQTJDPHFOÏUJDBDPNPFOFMNPNFOUPQSFTFOUF MPRVF
de recordar: EBMVHBSBMPTEFTFRVJMJCSJPTborderline o límites.
c. SelfPJEFOUJEBEOPTVGJDJFOUFNFOUFJOUFHSBEP DPOBCVOEBOUFTNPNFOUPTEFiEJGVTJØOEFMBJEFOUJEBEw
o fragmentación de la misma.
E-BCJMJEBEZPJDBJOFTQFDÓGJDB RVFQVFEFNBOJGFTUBSTFFO
'BMUBEFUPMFSBODJBBMBTFNPDJPOFT BMBiBOTJFEBEw
2. Dificultades en el control de los impulsos.
%JGJDVMUBEFTDPOMBDVMQB MBSFQBSBDJØO MBTVCMJNBDJØO MBHSBUJUVE MBFOWJEJB
6TPEFEFGFOTBTQSJNJUJWBT ZQBSUJDVMBSNFOUF EFMBTBTÓMMBNBEBTiEFGFOTBTQTJDØUJDBTw
5FOEFODJBBMGVODJPOBNJFOUPFOQSPDFTPQSJNBSJP iQFOTBNJFOUPDPODSFUPw GPSNBTQSJNJUJWBTEF
mentalización.
e. Juicio de realidad alterado en situaciones de emociones intensas (situaciones relacionales afectivas, situaciones
BTJTUFODJBMFT USBOTGFSFODJB TJUVBDJPOFTJOFTQFSBEBT UFTUQSPZFDUJWPT TJUVBDJPOFTSFMBDJPOBMFT
o vitales agudas o graves...).
G 'BMUBEFJOUFHSBDJØOEFMTVQFSZP
#BKBBVUPFTUJNBZHSBWFTPTDJMBDJPOFTEFMFTUBEPEFÈOJNP
%JGJDVMUBEFTDPOMBNPSBMTJOPFYJTUFODPOUSPMFTFYUFSOPTFOFTPTUFNBTZÈSFBTDPODSFUPT
H1BUPMPHÓBEFMBTSFMBDJPOFTEFPCKFUPJOUFSOBTPEFMPTFTRVFNBTZNPEFMPTCÈTJDPTQBSBMBSFMBDJØOTVKFUPPUSPT
I3FMBDJPOFT selfPCKFUPNBSDBEBTQPSMBUFOEFODJBZFMUFNPSBMBSVQUVSBZ QPSMPUBOUP QPSMBQSPGVOEB
BNCJWBMFODJBi4JFMPUSPTFBMFKB NBMPTJTFBDFSDBEFNBTJBEP NBMPw
J i/BSDJTJTNPMÓNJUFw&OSFBMJEBE OPQSFEPNJOBFMOBSDJTJTNP TJOPMBBDUJUVEDPOUJOVBFOMBSFMBDJØORVFQVFEF
SFTVNJSTFDPNPi"MBCÞTRVFEBEFVOPCKFUPQPSUBOUFw
3. A nivel clínico, a. El suicidio.
MPTQFMJHSPTNÈT
graves son: C-BTDSJTJTFNPDJPOBMFTJODPFSDJCMFT RVFUJFOEFOBUSBUBSTFDPOBVNFOUPTQTJDPGBSNBDPMØHJDPTPDPOJOHSFTPT
no siempre adecuadamente cuidados desde el punto de vista relacional, al menos en nuestro país.
D-PTUSBTUPSOPTQTJDPGJTJPMØHJDPT USBTUPSOPTQPSFTUSÏTQPTUSBVNÈUJDP USBTUPSOPTDBSEJPWBTDVMBSFT USBTUPSOPT
JONVOJUBSJPTZWJTDFSBMFT

E6OQSPCMFNBJNCSJDBEPTFSÈMBEJGFSFODJBDJØOFOUSFESBNBUJ[BDJØOEFMTVGSJNJFOUPFNPDJPOBMZTVGSJNJFOUP
FNPDJPOBMiSFBMw PFOUSFMPTiEFMJSFNBTwZFMEFMJSJP
4VCUJQPT Personalidades infantiles, narcisistas, antisociales, “como si”, incontinentes, esquizoides...
4FHÞO.JMMPOZ%BWJT, el límite desanimado, el límite impulsivo, el límite petulante y el límite autodestructivo11.

diversas organizaciones psicopatológicas de la relación, tal al “self” como objeto interno (y, por tanto, al mundo de la
como hemos expuesto en otros momentos51-55. Así, tenderán empatía, la simpatía y la metacomunicación)10. De ahí las
a funcionar predominantemente con relaciones melancólico- metáforas que los describen: entre “el prisionero que ansía
maníacas, adictivo-dependientes, relaciones paranoides y/o el amor” y el “puercoespín con frío que no puede acercarse
con relaciones dramatizadoras (histriónicas) (tabla 5). a nadie” de Schopenhauer: ansían el amor, pero se defien-
En la visión que poseen de los otros, de los demás, las den de él, porque temen la fuerza destructiva del amor, se-
oscilaciones tienden ser asimismo profundas: buscan deses- gún su propia experiencia. De ahí el masoquismo, la depen-
peradamente al otro (idealizado), pero con exigencias tales dencia ávida y las manipulaciones frecuentes. Si se alejan,
que no lo encuentran o lo acaban viviendo como desvalori- sienten frío y desamor; si se acercan demasiado, dolor, su-
zado o persecutorio. Experimentan grandes temores a las frimiento34-44. De ahí también su enorme dificultad para
pérdidas relacionales, a las separaciones, con una necesidad elaborar las pérdidas y los procesos de duelo55. Probable-
desesperada de relaciones sociales, siempre vigilando no mente se pasarán toda la vida buscando a otro de quien de-
perderlas. Pero contribuyen decididamente a su pérdida a pender, con quien adherirse, que les lleve... Una tendencia
través de sus alteraciones emocionales, cambios de humor, que he resumido con la metáfora de “a la búsqueda del ob-
irritabilidad.... Naturalmente, todo ello afecta a la identidad, jeto portante”51,52.

496 FMC. 2017;24(9):492-510


Tizón JL. ¿Trastorno límite de personalidad, trastorno por inestabilidad emocional o trastorno por desequilibrio emocional?: Una actualización para la APS

Roberto es conocido por el equipo de APS desde hace al turas teóricas tales como el biologismo, el psicologismo o
menos 15 años. Entre otras cosas, porque, que se sepa, ha los sociologismos unilaterales y, mucho más, la inutilidad e
hecho dos intentos de suicidio de los que han tenido noticia ineficiencia de la psicopatología dominante (la psiquiatría
en el centro de salud. biocomercial)20,53. Entre otras razones, porque hoy ya po-
Entre los antecedentes familiares, en la historia aparece seemos suficientes pruebas de cómo coexisten e interaccio-
el dato de que madre e hijo fueron abandonados por el pa- nan en estas condiciones personales los componentes psico-
dre cuando Roberto contaba dos años... La madre pasó en- lógicos, psicosociales y biológicos, y cómo su interacción
tonces una grave depresión, por la que recibió variados y y retroalimentación tienden a hacer tan graves, persistentes y
potentes tratamientos farmacológicos unidimensionales (so- resistentes al tratamiento los sufrimientos de estas personas.
lo con psicofármacos), sin ayuda psicoterapéutica ni psico-
social que se sepa. A partir de entonces, figuran varias visi- Perspectiva psicológica
tas al pediatra por trastornos de sueño, de la alimentación y Por eso, unos autores hacen hincapié en los factores consti-
trastornos oposicionistas de Roberto. A los 14 años, la ma- tucionales: ciertos fallos en estructuras psico-neuro-endocri-
dre consulta por la “rebeldía” del hijo y por el uso por parte no-inmunitarias básicas llevarían a una particular desregula-
de Roberto de marihuana y, sospecha, de otras drogas psi- ción de los sistemas emocionales (en especial de la
coactivas. indagación, el miedo, la ira y el sistema de apego-cuidados),
El médico de cabecera conoce bien a Roberto. No es para con resultados de intolerancia a la frustración, dependencias
menos, pues ha tenido en la consulta todo tipo de presenta- patológicas, incapacidad de adquirir autonomía, etc.1-6,14.
ciones: desde la amenazante, porque se sentía postergado o Otros insisten en los factores psicogenéticos: traumatismos
mal tratado ante determinadas listas de espera o tratamien- afectivos precoces consecutivos a frustraciones maternas o a
tos, hasta la reparadora, en la que acude al profesional pi- privación de cuidados maternos, insuficiencia de gratifica-
diendo disculpas, perdón y, a menudo, portando algún rega- ciones primarias, factores de riesgo precoces, insuficiencia
lo (casi siempre inadecuado: Ha llegado a regalarle al de factores protectores56-74,47,48,55. Otros por fin invocan
Dr. Cesio un juego de mudas interiores). Al Dr. Cesio le pro- factores ecológicos, condiciones socioculturales ligadas a la
duce una mezcla de temor y conmiseración. Sobre todo, por estructura de nuestras formaciones económico-sociales68.
sus arrebatos emocionales, que le perturban gravemente en Cada uno de esos factores, interactuando, puede llevar a
la vida, y, también, más matizadamente, en la consulta: “A una detención en el psicodesarrollo, a una regresión o a una
veces viene un Roberto, pero a veces otro que no se le pare- distorsión o fragmentación en la constitución del yo y la
ce en nada”. Con frecuencia, se presenta insistente, impa- identidad (“self”). Es a lo que aluden términos como los de
ciente, desconfiado, magnificando sus dolencias y urgencias. “síndrome de disformación de las estructuras mentales bási-
En otras ocasiones, puede disculparse por la visita ante- cas”, “distrofia del yo”, “síndromes de identidad difusa”, e
rior... para volver a ponerse desconfiado ante otra espera o incluso el más moderno de “desregulación emocional”.
ante el especialista de turno (padece una dermatosis facial y En resumen: en los antecedentes de estos cuadros clínicos
del cuero cabelludo, y se queja de “palpitaciones y arrit- solemos encontrar largos períodos de negligencia en los cui-
mias” frecuentemente). dados, en particular en los cuidados emocionales, o bien
Su vida personal está en crisis: ha perdido varios traba- abusos físicos, sexuales o psicológicos por parte de familia-
jos en los que estaba mejor que en el actual, pero, sobre to- res o cuidadores. Ello ha impedido una adecuada regulación
do, ha perdido a la familia: ante sus violentas crisis de ira, o modulación emocional (RE)47-49: nadie ha ayudado eficaz
la mujer ha decidido pedir el divorcio, se ha ido con el hijo y continuamente, de forma suficientemente próxima y sufi-
de ambos y le plantean problemas con las visitas y las vaca- cientemente estable a ese niño a modular sus emociones pri-
ciones. Llevan años en litigios tras la separación y Roberto, mitivas. En consecuencia, el apego, la vinculación con la
con ira evidente en sus palabras, le ha dicho al médico “no madre y con los cuidadores más próximos ha sido grave-
voy a ceder. Me ha abandonado y va a ver...”. mente deficitaria. Y las crisis emocionales aumentan esas di-
ficultades de vinculación, produciendo grandes alteraciones
en el apego que luego van a reproducirse en la adolescencia
Etiopatogenia y factores y en la edad adulta55.
de riesgo Fonagy y otros10,14,38,69-72 ya hace años que vienen insis-
tiendo en que la base de los trastornos borderline son las al-
La actualización de nuestros conocimientos con respecto a teraciones graves en la constitución del “self”, del sí mismo
la etiopatogenia del TLP nos está proporcionando numero- (entre el año y medio y los 5 años), con las dificultades con-
sas ideas nuevas para una aproximación integradora a la sa- siguientes en la mentalización, el acceso al mundo de las
lud mental. En la comprensión y los intentos de terapia de metacogniciones. Se entiende por mentalización la posibili-
estas personas se muestra claramente lo trasnochado de pos- dad de representarse a uno mismo como sujeto de cognicio-

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Tizón JL. ¿Trastorno límite de personalidad, trastorno por inestabilidad emocional o trastorno por desequilibrio emocional?: Una actualización para la APS

nes, sentimientos, actitudes, y de representarse al otro como humano está desarrollando de forma exponencial. Entre
un sujeto con similares mentalizaciones (meta-meta-repre- otras cosas, porque la mentalización es un importante com-
sentación). De ahí la tendencia a la que antes aludíamos del ponente de la RE y de las relaciones interpersonales.
sujeto con DBL (desequilibrio borderline) como un prisio- Como han demostrado además numerosos estudios (cfr.
nero: ansía el amor, pero se defiende del amor porque teme, revisiones de diversas épocas 13,14,47,48,65-72), los niños mal
por su experiencia, el dolor que le producirá. De ahí que atendidos en las necesidades afectivas de su crianza tendrán
sean visibles los rasgos dependientes, masoquistas y las con- más problemas en la regulación y modulación emocional,
tinuas manipulaciones para evitar el desamor. con la consecuencia de alteraciones consecutivas en sus po-
El concepto de mentalización, si bien proviene del psicoa- sibilidades de mentalizar y de establecer apegos o vincula-
nálisis, ha sido incorporado hoy en las ciencias cognitivas y ciones seguras. Son candidatos a desarrollar graves trastor-
las neurociencias. Se trata de un concepto próximo al de nos mentales y de personalidad y, entre ellos, los TLP. Ello
contención emocional, tan básico para la práctica de la se ha estudiado en una y otra ocasión entre los niños que son
APS43. Mentalización, contención y simbolización son con- criados en familias gravemente disfuncionales, en niños que
ceptos inicialmente psicoanalíticos que, en ocasiones, pro- se ven obligados a cambiar de cuidadores, con niños que vi-
vienen del mismo Freud o de Klein24-26. El abandono actual ven en orfanatos, centros residenciales o instituciones de tu-
en la investigación de las posturas conductistas extremas y tela cuidados, en niños negligidos o abusados75-79: tienen
su sustitución por perspectivas más integradoras ha hecho una probabilidad mayor de desarrollar diversos trastornos
que se volvieran a tener en cuenta los procesos mentales, el mentales graves (TMG) y, entre ellos, el TLP o TIEL (tras-
“mundo interno” de los niños y sus padres, así como las in- torno por inestabilidad, desequilibrio o desregulación emo-
teracciones emocional-cognitivas entre ellos. Por eso tales cional). Precisamente, por su desregulación emocional: de
conceptos se han incorporado a la investigación y estudios ahí que, para entender el funcionamiento llamado TLP, lo
sobre el desarrollo desde al menos 198056-61. más adecuado sea pensar en términos de la CIE-10, en tér-
Mentalización a menudo es otra forma de hablar de la minos de TIEL64-78.
“Teoría de la mente” (TofM), una perspectiva básica en los El resultado común de esas adversidades en la crianza es
estudios del psicodesarrollo, tanto humanos como de la bio- una alteración en la regulación o modulación emocional
logía comparada actual, al menos desde Premack y Woo- (RE: fig. 1), con un umbral bajo para la activación del “siste-
druff74. Estos autores, desde la primatología, suelen citarse ma emocional del apego”47-50, 69-72 (tabla 6 y figs. 2 a 4).
como antecesores de la recuperación de la “teoría de la men- Pero ese apego o vinculación posee características de hipe-
te” en los seres humanos. La TofM significa la capacidad de ransioso o desorganizado, lo cual desactiva al menos parcial-
interpretar la conducta de los demás con una perspectiva mente las capacidades de la mentalización, de diferenciar los
mentalística, con el objetivo de entender cómo uno mismo y propios estados mentales de los de los demás, algo clara-
los demás pensamos, sentimos, percibimos, imaginamos, re- mente afectado en los pacientes con TLP71,79. Eso conlleva
accionamos, atribuimos, inferimos, etcétera. Es a través de alteraciones consecutivas en la consolidación del apego, una
esa capacidad como somos capaces de involucrarnos en las hipersensitividad y una susceptibilidad aumentada al “conta-
actividades más valoradas por los seres humanos, tales como gio” entre los propios estados mentales y los de los demás,
la familia, la amistad, el amor, la cooperación, el juego y la una pobre integración de los aspectos cognitivos y afectivos,
comunidad10,14,70,71, y, quizás, como tomamos ventaja en así como disfunciones en los sistemas de modulación del es-
la competición evolucionista tanto interespecífica como in- trés, en particular social (fig. 3).
traespecífica71. Se trata, por tanto, de un gran avance evolu- Por otra parte, existen pruebas de que en los pacientes con
tivo, solo al alcance de los animales superiores, y que el ser TIEL la disfunción en la mentalización tiene que ver más

Vulnerabilidad: .FDBOJTNPTEFTPDJBMJ[BDJÓOGBNJMJBSFT
Linehan et al. r4FOTJCJMJEBE JSSJUBCJMJEBEZ JOBEFDVBEPTA
5%& 5-1

1993-2009  SFBDUJWJEBECÃTJDBT UFNQFSBNFOUP


%ÊàDJUTFOMBBERVJTJDJÓOEFIFSSBNJFOUBT
r*NQVMTJWJEBE QBSBMBSFHVMBDJÓOFNPDJPOBM 3&

Heredabilidad: &YQFSJFODJBTEFBQFHPUFNQSBOBT
Fonagy et al. r"MUFSBDJPOFTJOOBUBTEFMB5PG. r%FTBSSPMMPEFMBTDPHOJDJPOFTTPDJBMFT 5%& 5-1

2000, 2009 r5FNQFSBNFOUPJSSJUBCMF ri)JQFSNFOUBMJ[BDJÓOu

Figura 1. Biopsicogenética del desarrollo del TIEL o TDE (TLP).

498 FMC. 2017;24(9):492-510


Tizón JL. ¿Trastorno límite de personalidad, trastorno por inestabilidad emocional o trastorno por desequilibrio emocional?: Una actualización para la APS

TABLA 6. Mecanismos de la consolidación del trastorno límite de personalidad. Inestabilidad emocional límite o desequilibrio borderline71,111,153

Genética Relaciones
t )FSFEBCJMJEBEEFMFOBEVMUPT Factores clave asociados con el TIEL-TLP: abuso y abandono, entorno familiar problemático
t /PTFIBBTPDJBEPOJOHÞOHFOFTQFDÓGJDP y SES (estatus económico-social) bajo.
al TLP t &MNBMUSBUPBVNFOUBMBQSPCBCJMJEBEEF5*&- odds ratio: 7,7)
t -PTBEPMFTDFOUFT B×PT
RVFMMFWBO t &M4&4CBKPFTVOQSFEJDUPSUPUBMNFOUFJOEFQFOEJFOUFEF5*&-
FMBMFMPTEFM)55-13UJFOFOOJWFMFT t -PTQBÓTFTDPONBZPSEFTJHVBMEBEEFJOHSFTPTUJFOFONBZPSQSFWBMFODJBEF5*&-
NÈTBMUPTEF5-1 ZQSPCMFNBTBTPDJBEPT
t 6OBIJTUPSJBEFNBMPTUSBUPTQSFEJDFSBTHPT t -PTQSPCMFNBTFOFMBQFHPTPOQPUFOUFTQSFEJDUPSFT
EF5-1BMPTB×PTQBSBMPTDIJDPTDPO t -BQSJWBDJØOPFMSFUSBJNJFOUPEFMBNBESFBMPTNFTFTQSFEJDFFM5*&-FOMB
antecedentes de psicopatología familiar adolescencia tardía
t -BBEWFSTJEBEUFNQSBOB FMBQFHPEFTPSHBOJ[BEPZMBIPTUJMJEBEEFMPTQBESFTQSFEJDFO
MBTDBSBDUFSÓTUJDBTEFM5*&-FOMBOJ×F[ MBBEPMFTDFODJBZMBBEVMUF[
t $ØNPDPSSFMBDJPOBDPOFMBCVTPFOUSFDPNQB×FSPT JOUJNJEBDJØO e-bullying SFDIB[P
de pares, violencia en las citas de adolescentes, exclusión crónica)...
EL TIEL en la adolescencia se halla estrechamente vinculado con un factor jerárquico supraordinado inespecífico, el llamado “factor P”
(de psicopatología).
%#-EFTFRVJMJCSJPFNPDJPOBMMÓNJUF4&4FTUBUVTFDPOØNJDPTPDJBM5*&-USBTUPSOPQSPJOFTUBCJMJEBEFNPDJPOBMMÓNJUF5-1USBTUPSOPMÓNJUFEFQFSTPOBMJEBE

en la tabla 6 y las figuras 2 a 4: ciertos polimorfismos gené-


Factores de riesgo ticos (5-HTTLPR, DAT-1)79,70,71,, unidos a factores relacio-
en el embarazo nales tanto tempranos como posteriores (el abuso y las negli-
y perinatales
gencias afectivas en la infancia, las formas de crianza
Exclusión social, inadecuadas, la separación temprana de la madre, afectiva o
Polimorfismos funciones real, el bullying, la exclusión social...: tabla 6).
genéticos mar-parentales El resultado es una serie de repercusiones neurológicas,
(5-HTTLPR, DAT-1) gravemente
alteradas
hoy ampliamente estudiadas mediante neuroimagen funcio-
nal50,71,79-83: volúmenes reducidos o hipometabolismo en
ciertas regiones del córtex frontal, asimetrías del hipocampo,
anisotropía del fórnix y del fascículo longitudinal inferior,
reducciones en el volumen de determinadas regiones de la
Abusos, amígdala y del hipocampo50,71,79 y, además, alteraciones en
Graves alteraciones negligencias,
del APEGO y la crianza no adaptativa, el eje HPA (hipotálamo-hipofisario-suprarrenal)71,79. En ge-
MENTALIZAZIÓN acoso por neral, todos los elementos fundamentales de la vida emocio-
los pares… nal y de la regulación emocional. La figura 1 mostraba dos
formas de explicarse ese ciclo de dos de los grupos de inves-
Figura 2. Interacción genético-relacional en los TIEL (TLP)71,91. tigación dominantes en el tema. Sin embargo, estos hallaz-
gos neurológicos a menudo se ha mostrado que son comunes
en todos los TMG76-81.
con la “hipermentalización” (una excesiva activación del sis- Perspectivas recientes mantienen que, específicamente, lo
tema emocional de la indagación, así como de la alerta neu- que pierden los pacientes con TIEL o TLP es la capacidad
rológica47,48,50,70,72), lo que da lugar a estrategias relaciona- de resiliencia. La resiliencia aquí ha de entenderse como la
les erróneas y que aumentan el sufrimiento. No se trata pues capacidad de un sistema para resistir dinámicamente pertur-
de una ausencia de mentalización o una “infra-mentaliza- baciones o condiciones adversas que amenazan su integridad
ción”, a diferencia de los sujetos con TEA (trastornos del es- y homeostasis y para preservar su funcionamiento teleonó-
pectro autístico), en los que comúnmente se observa una in- mico, relacionado con sus estándares iniciales.
fra-mentalización 54,72. Los individuos con cuadros graves de TIEL o DEL (des-
equilibrio emocional “límite”) son, por definición, no resi-
Perspectiva biológica lientes71,79: se muestran hiperreactivos a las interacciones
Hoy existen numerosos estudios y revisiones sobre la apoya- sociales problemáticas, no pueden mentalizar sus propias ex-
tura biológica del síndrome. En general, se postula una inte- periencias pasadas en situaciones similares, no pueden ima-
racción compleja entre el “factor P”, de psicopatología gene- ginar correctamente las intenciones y deseos de los otros,
ral (en realidad, una incapacidad para la resiliencia por desconfían continuamente de las intenciones de los demás,
dificultades psico-neuro-endocrino-inmunitarias y errores en así como de la propia capacidad para modular esas situacio-
la mentalización)71,72 y el resto de los factores representados nes. Para colmo, no pueden cambiar porque no pueden acep-

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Tizón JL. ¿Trastorno límite de personalidad, trastorno por inestabilidad emocional o trastorno por desequilibrio emocional?: Una actualización para la APS

$BSBDUFSÓTUJDBT
Factores distales 'BDUPSFTQSPYJNBMFT
DMÓOJDBTCÈTJDBT

Factores $VJEBEPTNBSQBSFOUBMFT  4JUVBDJPOFTEFFTUSÏT  t3FMBDJPOFT


DPOTUJUVDJPOBMFT DSJBO[B IJQFSWJHJMBODJB EJTGVODJPOBMFT
t%FTSFHVMBDJØO
FNPDJPOBM
t*NQVMTJWJEBE
)JQFSSFBDUJWJEBE
a los estados 6NCSBM
NFOUBMFT CBKPQBSBMB
1PCSFT .PEPTQSJNJUJWPT 
"MUFSBDJPOFT BDUJWBDJØO QSFNFOUBMJ[BOUFT
EJGFSFODJBDJPOFT EFTBDUJWBDJØO
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FOUSFFMself del sistema
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$0(/*5*70 t4ÓOESPNFEFEJGVTJØO
"'&$5*7" EFMBJEFOUJEBE
t%JTPDJBDJPOFTFYDFTJWBT
t4FOUJNJFOUPTEF
TVGSJNJFOUPZWBDÓP

Figura 3."OUFDFEFOUFTZDVBESPDMÓOJDPEFM5*&- 5-1


71,79,91.
%FSJWBEBEF'POBHZFUBM  

Procesos de mentalización
Factores Vulnerabilidad a la
Negligencias neuroinflamación
connatales
y traumas
en la crianza Alteraciones
Disfunción en la regulación
del eje HPA emocional Graves
alteraciones Alteraciones
Desregu- en los en la integración
Estrés procesamientos del sí-mismo (self)
crónico/ lación
dopami- emocionales
disfunción Alteraciones en los
Disposiciones nérgica
del eje HPA procesamientos
genéticas
Tipo de sensoriales
apego y cognitivos
Reducción
Daños de la
por estrés oxitocina
oxidativo

Figura 4."QFHP OFVSPCJPMPHÓBZNFOUBMJ[BDJØOFOMPTUSBTUPSOPTNFOUBMFTHSBWFT79.


%FSJWBEBEF%FCCBOÏFUBM, 2016.
)1"FKFIJQPUÈMBNPIJQPGJTBSJPTVQSBSSFOBM

tar nuevas informaciones relevantes procedentes de otros embargo, al mismo tiempo, sabemos que hay niños que na-
contextos sociales (generalización cognitiva) y, por lo tanto, cen con tendencias predeterminadas hacia a una reactividad
las claves de la comunicación relacional y social les resultan emocional muy masiva (figs. 3 y 4), lo que les conduce pos-
progresivamente inaccesibles81-83. teriormente bien a altos niveles sostenidos de reactividad
A menudo, estas circunstancias son difícilmente diferen- emocional e hiperresponsividad, bien a la inhibición progre-
ciables de los resultados de un TPET (trastorno por estrés siva de la expresión emocional. Estas disposiciones “tempe-
postraumático) grave y/o crónico81. Es otro apoyo más a la ramentales” probablemente tienen que ver con determinadas
perspectiva que vincula el TIEL con la traumatización en concentraciones de conexiones neurales y neurotransmisores
la infancia, una de las vías de producción del mismo. Y, sin en zonas determinadas del sistema límbico y el córtex pre-

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Tizón JL. ¿Trastorno límite de personalidad, trastorno por inestabilidad emocional o trastorno por desequilibrio emocional?: Una actualización para la APS

frontal94. En estos casos, las capacidades marentales y pa- Perspectiva psicosocial


rentales han de tener un papel aún mayor, para modular esas En 1973 intenté aproximarme a los componentes psicosocia-
tendencias hiperreactivas, hiperemocionales, hipermentali- les y asistenciales de tales cuadros13, como han vuelto a ha-
zantes. Esos niños de temperamento hiperreactivo, irritable, cer más recientemente Rendueles y Caparrós96,97 o Shaw y
necesitarán de unas mayores capacidades y flexibilidad de Proctor desde una perspectiva feminista98. Por falta de espa-
los cuidadores, que han de ser más precisos y creativos en cio no podemos ampliar aquí los elementos que apoyan la
sus capacidades emocionales y moduladoras de las emocio- importancia de los factores de riesgo sociales y psicosociales
nes48,49,84. en el desarrollo y cronificación de tales síndromes... Pero
Por eso hay que asumir que existen varias vías para desa- hay numerosas pruebas, desde hace decenios, a favor de los
rrollar el TIEL-TLP. En unas, los factores constitucionales mismos, ya desde los estudios psicoanalíticos iniciales y,
predominan y no son adecuadamente contrarrestados por po- después, por estudios de epidemiología y sociología de los
tentes capacidades mar-parentales. En otras, niños normales trastornos mentales y “psicosomáticos”68,99-107. En tal senti-
o incluso hiporreactivos padecen graves negligencias, abusos do, se piensa hoy que los errores y desviaciones iniciales en
o errores en la crianza por parte de padres y/o cuidadores. las relaciones personales y sociales conducen al aumento de
Y todo ello se complica porque, como muestra la figura 4, tal psicopatología en los miembros de familias gravemente
la neurobiología del apego tiene varias vías para resultar re- disfuncionales, en los niños que viven catástrofes, en los su-
forzada, en un sentido positivo, protector, o en un sentido jetos sometidos a medidas procesales, en los niños y adoles-
desintegrador; y por múltiples caminos biológicos. La figura centes sujetos a medidas judiciales, en los que luego serán
muestra tan solo cinco de los ellos70,71,79: en efecto, el sufri- los penados en las cárceles...1-9,11,14,15,70,71,102-114..
miento emocional agudo no modulado modifica las respues- Todo ello puede entenderse como el resultado de un grado
tas del eje HPA, provocando asimismo una desregulación de paranoidismo aumentado en estos sujetos, combinado
dopaminérgica y un aumento de la vulnerabilidad a la neu- con la hipervigilancia y la “hipermentalización”. Desde
roinflamación80-82, así como daños por estrés oxidativo y re- otras perspectivas, se ha llamado a esta actitud social “des-
ducción en la oxitocina circulante. Y recordemos que la oxi- confianza epistémica”, y se expresará después regularmente
tocina circulante es uno de los mediadores fundamentales en con respecto a los maestros, las parejas, los terapeu-
la obtención y expresión de la emoción del placer-alegría tas...70,71,92: atribuye erróneamente intenciones y actitudes
en las relaciones sociales y, por lo tanto, para modular las malevolentes, que son procesadas mediante la “hipervigilan-
emociones y favorecer la mentalización48,85... siempre que el cia”. El resultado: a menudo las personas con TIEL asumen
sistema nervioso central no haya sido previamente dañado en las relaciones sociales que las intenciones del otro son di-
por el displacer y el sufrimiento crónico, con sus correlatos ferentes que las que declara. La desconfianza epistémica71,92
de neuroinflamación y procesos oxidativos provocados por es una consecuencia habitual de experiencias de maltrato,
el estrés81-83,86-89. negligencia o abusos y lleva a una abigarrada combinación
Por ejemplo, desde las primeras experiencias de los Har- de hambre de conocimiento y relación social, combinadas
low90 conocemos que las madres con historias de apego in- con desconfianza. Además, sus dificultades de mentalización
seguro o rechazante se muestran poco capaces de ser ma- les impiden comprobar el acierto o el error de sus inferen-
dres: Hoy sabemos que en animales superiores, un motivo es cias71,92. En este sentido, el trastorno de personalidad es un
su dificultad para modular la emoción de la pena-tristeza trastorno de comunicación (fig. 3). No proviene de un fallo
que les evoca la tristeza de sus hijos, posiblemente porque aislado, un trauma, un estrés, una alteración genética, sino de
en esos momentos se sienten superadas por las memorias una debacle en el aprendizaje de las relaciones emocionales.
tristes de su propio pasado91. Como muestran diferentes es- Hasta aquí un resumen esquemático de las múltiples ac-
tudios con resonancia magnética funcional (RMF), las ex- tualizaciones sobre la etiopatogenia del cuadro. Si nos he-
presiones de tristeza en el rostro de sus hijos producen una mos extendido en ellas más que en otras actualizaciones se
activación en la ínsula tan potente que no pueden proporcio- debe a una serie de motivos:
nar una respuesta adecuada, contingente y congruente (espe-
cular), ante los hijos. Pero el hijo necesita esa congruencia 1. Se trata de un síndrome en revisión profunda. Los mo-
afectiva para internalizar la expresión de la madre como re- delos explicativos están cambiando radicalmente.
presentación de su propia experiencia de tristeza y, por lo 2. Parece altamente prevalente en APS y genera una ele-
tanto, para modular sus propias respuestas emocionales. vada frecuentación en los servicios de APS y salud mental.
Además, otras investigaciones han hallado una respuesta de 3. Queríamos mostrar la complejidad biopsicosocial del
“recompensa” reducida en esas madres con apego inseguro/ cuadro para prevenir a los profesionales respecto a las fre-
rechazante, lo cual es consistente con recientes estudios de cuentes propuestas megalomaníacas de tratamiento: espera-
las respuestas a las caras de adultos sonrientes y la respuesta mos que con lo anterior quede claro que alteraciones psico-
a tareas o actividades positivas71,79,50,91-95. patológicas tan tempranas, profundas, initersistémicas y

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Tizón JL. ¿Trastorno límite de personalidad, trastorno por inestabilidad emocional o trastorno por desequilibrio emocional?: Una actualización para la APS

crónicas no van a “curarse” con ningún maravilloso fármaco sonality Disorder Examination) y la versión de infancia del
existente en el mercado ni con no menos altisonantes psico- TLP del DSM-IV (CI-BPD).
terapias “ultrabreves” de las que cada día se proponen para Existen también autoinformes suficientemente discrimi-
“tratarlo”. nativos tales como los ítems del TLP del SCID-II Personali-
4. Lo cual pone el énfasis en la prevención, tanto primaria ty Questionnaire (SCID-II-PQ) (Area Under Curve: 0,84), el
como terciaria. Y en ella, la APS podría desempeñar un pa- Borderline Personality Questionnaire (BPQ) (especificidad:
pel determinante, como luego veremos. Al menos, contribu- 0,90; sensitividad: 0,68), el McLean Screening Instrument
yendo a aplicar estrategias de “reducción del daño”, tanto for BPD (MSI-BPD) (especificidad: 0,66; sensitividad:
psicológico como sanitario. 0,69), las escalas para niños y para padres Borderline Perso-
nality Features (BPFS-C y BPFS-P) (especificidad: 0,84;
sensitividad: 0,85). Pueden ayudar en el diagnóstico escalas
Diagnóstico menos específicas, tales como el YSR (The Youth Self-Re-
port) y la escala DERS (Difficulties in Emotion Regulation
El diagnóstico se realiza, fundamentalmente, a través de la Strategies Scale) o, entre nosotros, la entrevista semiestruc-
clínica, mediante los elementos que aparecen en las tablas 1 turada de factores de riesgo en salud mental LISMEN115.
a 31-12, 21,35. Pero, como puede imaginarse a partir de ellas, Se están desarrollando métodos más avanzados de diag-
el diagnóstico se basa en una perspectiva diacrónica, y ahí es nóstico basados, precisamente, en la mentalización: desde
donde una APS suficientemente apoyada y valorada podría filmes como la MASC (Movie for the Assessment of Social
tener un gran papel: la inestabilidad emocional, los momen- Cognition92), a los que debe responder el sujeto, hasta diver-
tos de irritabilidad y los problemas relacionales aparecen sos procedimientos de imágenes cerebrales funcionales, así
también en la APS. Las manifestaciones más graves del des- como procesamientos computarizados de gestos y reaccio-
equilibrio emocional, tales como la depresión, las crisis de nes faciales71,92 (tabla 7).
ansiedad, los problemas adictivos o el suicidio tienden a Sin embargo, como ya hemos dicho, aunque se recomien-
aparecer en la APS. De hecho, los pacientes con TIEL-TLP da usar varias fuentes para el diagnóstico, este no debe reali-
son uno de los grupos de pacientes que más ideas de y/o ten- zarse nunca sin el diagnóstico clínico ni sin tener en cuenta
tativas de suicidio comunican en la APS8,13,102,105. la evolución diacrónica. Y este es un campo en el que la APS
En comparación con una atención clínica cuidadosa y dia- debería ser de máxima ayuda, a pesar de tratarse de un cua-
crónica, los cuestionarios y entrevistas semiestructuradas dro necesitado de enfoque y tratamiento específicos de salud
poseen un valor muy relativo11,17,70,71,92. Tanto para adultos mental y de múltiples replanteamientos, incluso diagnósti-
como para adolescentes pueden utilizarse las entrevistas del cos116-124.
SCID-II (Structured Clinical Interview for DSM-IV Axis II En cuanto al diagnóstico diferencial, el principal motivo
Personality Disorders), el IPDE (ICD-10 International Per- de confusión es el TEPT120,121,72. Otra vez la evolución y la

TABLA 7. Cognición social en los trastornos límite de personalidad (TIEL) y nuevas orientaciones para el diagnóstico71,91,129

Alta sensibilidad a la
Reconocimiento de emociones faciales Empatía cognitiva Empatía afectiva
confianza y al rechazo
Reconocimiento de la emoción facial t -BTDBSBTOFVUSBMFTTPO t Deterioro de la TofM (teoría t *NJUBDJØOBVUPNÈUJDB
NFOPTDPOGJBCMFT de la mente) (inconsciente) de
t )JQFSTFOTJCJMJEBEBTF×BMFTGBDJBMFTTVUJMFT t :FTUBSFBDDJØO/0 t Mejor rendimiento en RME expresiones negativas
de emociones negativas se reduce mediante test (Reading the Mind in t "VNFOUPEFMBBDUJWJEBE
t "VNFOUPEFMBFYDJUBDJØORVFJNQJEFFM la administración the Eyes) de la ínsula medial
reconocimiento de las emociones manifiestas de oxitocina t /PSFRVJFSF EFSFDIB BVUPPSJHFOEF
t .PWJNJFOUPTPDVMBSFTNÈTSÈQJEPTBOUF metarrepresentación explícita las emociones)
la visión de los ojos de las caras con de la mente del otro t 3FEVDDJØOEFMUBNB×P
emociones negativas t .FOPSBDUJWBDJØOEFMDJSDVJUP de la ínsula anterior (otro
t "VNFOUPEFBDUJWBDJØOEFMBBNÓHEBMB DFSFCSBMEFMB5PG. origen de las emociones)
t 3FEVDJEPQPSMBBENJOJTUSBDJØOEFPYJUPDJOB t Incluso durante la mejora
del RME test
Con nuevas metodologías, tales como:
t &OUSFWJTUBTFTUSVDUVSBEBTWJEFPGJMNBEBT
t 3FDPOPDJNJFOUPDPNQVUBSJ[BEPEF
expresiones faciales
t 3FTPOBODJBFODFGÈMJDBGVODJPOBM
t 1SVFCBTWJEFPGJMNBEBTZDPNQVUBSJ[BEBT UBMFT
como la MASC (Movie for the Assessment of
Social Cognition)92,111

502 FMC. 2017;24(9):492-510


Tizón JL. ¿Trastorno límite de personalidad, trastorno por inestabilidad emocional o trastorno por desequilibrio emocional?: Una actualización para la APS

repetición de cuadros psicopatológicos diversos a lo largo Ello es aún más visible en el campo de los “rasgos” o “vul-
del tiempo será la clave de tal diagnóstico diferencial. Igual nerabilidad al TLP” en la adolescencia: el joven puede haber
ocurre con el diagnóstico diferencial con respecto a otras manifestado trastornos oposicionistas, trastornos por uso de
formas de presentarse en sujetos con DEL-TLP. Recordemos sustancias, trastorno por déficit de atención (TDAH), trastor-
que puede pasar períodos depresivos, períodos o momentos nos del estado de ánimo, TEPT, “ansiedades ante la separa-
fóbico-evitativos, presentaciones histriónicas, mostrarse in- ción”, fobia social, etc. Hasta al 60% de los adolescentes
cluso como un perverso narcisista53... Los cambios entre una “diagnosticados” como TIEL-TLP puede “caerles encima” el
y otras manifestaciones, entre una y otra forma de relacio- seudodiagnóstico de alguna de esas “comorbilidades”125-128.
narse, nos darán la pista en la APS. Además, otro problema del diagnóstico de TLP (BPD) es
El profesional ha de procurar diferenciar los TIEL-TLP, su excesiva tendencia “categorial” y la dificultad de las cla-
además, de determinados duelos complicados que cursan sificaciones biocomerciales de tener en cuenta perspectivas
con expresiones de TEPT, de los desequilibrios emocionales dimensionales y polidimensionales de los trastornos menta-
propios de la adolescencia y de los trastornos narcisista y di- les (tener en cuenta rasgos combinados idiosincráticamente,
social de la personalidad (aunque manifestaciones disociales más que categorías seudocientíficas). Ello complica las co-
son frecuentes en las personas con TIEL pertenecientes a las sas en el ámbito de la adolescencia, tanto a nivel de diagnós-
clases sociales oprimidas). Nuevamente, tres criterios bási- tico como a nivel de prevención primaria y secundaria del
cos: la clínica tomada como conjunto, la predominancia de TIEL119,122-127.
las alteraciones emocionales y relacionales, y la variabilidad En efecto, si bien la prevención primaria en la infancia es,
de las manifestaciones a lo largo del tiempo. sobre todo, inespecífica, y de poblaciones indicadas (familias
con determinados factores de riesgo), en la pubertad y adoles-
cencia es muy discutido si pueden diferenciarse indicadores
Evolución de TLP o de “vulnerabilidad al TLP” suficientemente discri-
minativos: desde luego, la coincidencia de varios tipos de tras-
La evolución de este trastorno, si es acusado, suele ser grave torno a lo largo de la infancia unida a un funcionamiento psi-
y crónica, con tendencia a la tríada de la marginalidad, la cosocial deficitario es uno de ellos. Otros muchos, aportados
marginación y la derrota social, mayor aún en las personas por la investigación, vienen resumidos en la tabla 8: la coexis-
de las clases bajas68,99-107. Como ya hemos dicho, adoles- tencia de trastornos del humor con trastornos impulsivos, de
centes y adultos graves con este diagnóstico, si pertenecen a trastornos internalizantes y externalizantes, de los trastornos
las clases oprimidas de nuestra sociedad, acaban a menudo disociales con síntomas depresivos en la infancia71-92,127-128.
en procesos penales, instituciones penitenciarias, centros so- Pero, como decíamos, la estabilidad categorial del diagnós-
ciosanitarios, centros de acogida para adolescentes sujetos a tico de TIEL-TLP es modesta, tanto en adolescentes como en
medidas judiciales, etc.102-114. adultos, como lo es su estabilidad dimensional79,71,92,124.
El error epistemológico de la psiquiatría y la psicopatolo- En general, los síntomas de TLP usualmente aparecen en
gía dominante, una psicopatología más biocomercial que la adolescencia, aumentan en la edad adulta y declinan des-
científica, se muestra en estos casos en toda su torpeza. Por pués, aunque hay individuos que no sufren ese declive de los
ejemplo, cuando se habla de comorbilidad del TLP. Recor- síntomas. Además, los síntomas de impulsividad pueden dis-
demos que comorbilidad significa la coexistencia de dos o minuir con el tiempo, pero los relacionados con la inestabili-
más “entidades morbosas”: eso supone que cada “enferme- dad afectiva pueden persistir y, desde luego, agravarse con el
dad psiquiátrica” es una “entidad morbosa”. Por eso, si el envejecimiento si no ha habido una estabilización anterior.
sujeto con un TIEL se entristece o deprime, es que tiene otra En toda la evolución, pero particularmente en la adolescen-
“entidad morbosa”: la depresión. Si tiene miedo, está angus- cia, será necesario diferenciar entre estados mentales agudos o
tiado o muy evitativo, puede tener otras dos: trastorno por pasajeros de inestabilidad emocional “normal”, fisiológica,
ansiedad o trastorno fóbico. Si tiende a dramatizar es que con respecto a rasgos (“síntomas”) que indican un patrón más
puede padecer “otra enfermedad” del rango de la disocia- general, disfuncional y mal adaptativo de relacionarse116-123.
ción o una personalidad histriónica...6,15,20,52,121,124. Y así
podríamos repasar todo el DSM o la CIE-SM.
En realidad, por su labilidad emocional, lo que ocurre es Actualizaciones sobre la
que, en sus manifestaciones clínicas, el sujeto con DEL pue- terapia de las personas
de aparecer con cualquiera de esas formas de relacionarse y diagnosticadas con TIEL-TLP
comunicarse (que no son “enfermedades”). La visión cosifi-
cada y seudocientífica de la psicopatología biocomercial lo Dada la complejidad del cuadro, y su tendencia a la cronici-
que hace es impedir que veamos a la persona, al sujeto en dad, en APS hemos de partir de las premisas que resumimos
sus diversas manifestaciones relacionales. en la tabla 970,71,91,129,130,.

FMC. 2017;24(9):492-510 503


Tizón JL. ¿Trastorno límite de personalidad, trastorno por inestabilidad emocional o trastorno por desequilibrio emocional?: Una actualización para la APS

TABLA 8. Síntomas de TIEL-TLP predominantes en adolescentes y adultos

Adolescentes Comunes a adultos y adolescentes Adultos


Más probable que se presente con síntomas “agudos” de TLP: t "MUBTFOTJCJMJEBEBMSFDIB[P Es más probable que se
t Autolesiones recurrentes t %JGJDVMUBEFTDPOMBDPOGJBO[B presenten con los síntomas
t Comportamientos suicidas ZMBDPPQFSBDJØO característicos duraderos:
t Otros comportamientos dañinos e impulsivos t 5FOEFODJBBMBWFSHàFO[B
t Ira inapropiada t "VUPQFSDFQDJØODPSQPSBMOFHBUJWB t 3FMBDJPOFTJOFTUBCMFT
t )PTUJMJEBEJOUFSNJUFOUF t 5SBTUPSOPTEFMBJEFOUJEBE

Criterio A Criterio B
Gravedad de los problemas en: Cuatro o más ítems de los siguientes:
t Identidad t Labilidad emocional
t Autocontrol t Ansiedad
t Empatía t Inseguridad en la separación
t Intimidad t Depresividad
t Impulsividad
t Asunción de riesgos excesivos
t Hostilidad
Continuidad heterotópica: VOQSPDFTPEFDPOUJOVPZNBSDBEPEFUFSJPSPDPONBOJGFTUBDJPOFTDBNCJBOUFT

En cuanto a tratamientos especializados, hay un amplísi-


TABLA 9. Premisas para la colaboración en el tratamiento
de los TIEL-TLP en atención primaria de salud mo número de investigaciones, ensayos clínicos aleatoriza-
dos (ECA) y metaanálisis sobre la eficacia, eficiencia y efec-
/PIBZVOQTJDPGÈSNBDPPVOBDPNCJOBDJØOEFMPTNJTNPT tividad de varios tratamientos131-138,70,71. Particularmente,
QBSBFM5-1:FTEJGÓDJMRVFFYJTUBFOFMGVUVSP{'ÈSNBDPT
para reconstruir la modulación emocional, la mentalización en estas personas serán necesarias ayudas del tipo de las que
ZFMBQFHPOPMPHSBEPTFOMBJOGBODJB aparecen la tabla 10133: psicoterapia individual de base psi-
coanalítica, cognitivo-conductual u otras, terapias de grupo,
6OUSBUBNJFOUPFGJDB[IBEFTFSQSPMPOHBEP EJHBOMPRVF
EJHBOMPTiWFOEFEPSFTEFTVF×PTw acompañantes terapéuticos, tratamientos psicoterapéuticos
intensivos en hospitales de día o centros para crisis, ingresos
)BEFTFSVOUSBUBNJFOUPJOUFHSBM UJQP5*"/$ USBUBNJFOUP
JOUFHSBMBEBQUBEPBMBTOFDFTJEBEFTEFMQBDJFOUFZTVGBNJMJB hospitalarios ocasionales... Todos esos recursos y otros mu-
en la comunidad)114. chos han sido investigados en miles de estudios, con resulta-
dos levemente favorables a todos ellos (si no se organiza un
%FBIÓRVF TBMWPQBSBBDDFTPTBHVEPT FOMPTRVFQVFEFO
IBDFSTFBZVEBTQTJDPMØHJDBTPUSBUBNJFOUPT auténtico TIANC de larga duración)71,132-138.
QTJDPGBSNBDPMØHJDPTCSFWFTDPOPCKFUJWPTTJOUPNÈUJDPT  Como es habitual, las terapias más estudiadas y con ma-
MPT5*"/$EFCFOTFSSFBMJ[BEPTZTVQFSWJTBEPTFOMPT
FRVJQBNJFOUPTFTQFDÓGJDPTEFTBMVENFOUBM
yores resultados positivos a corto, pero no largo plazo, son
las cognitivo-conductuales136-141, sobre todo si van acompa-
-PDVBMOPTJHOJGJDBRVFMB"14OPUFOHBZQVFEBUFOFSVO ñadas de “grupos psicoeducativos” y orientación a las fami-
importante papel en estos tratamientos:
B
 &OQSJNFSMVHBS FOMBQSFWFODJØOQSJNBSJB TPCSFUPEP lias. La terapia dialéctico-comportamental ha mostrado ser
inespecífica. eficaz para disminuir los índices de suicidio139-141, como la
C
&OTFHVOEPMVHBS QBSBPSJFOUBSBMQBDJFOUFZBTVGBNJMJB
TPCSFMPTEJTQPTJUJWPTRVF FOMBiQTJRVJBUSÓBQÞCMJDBQBSB
terapia multisistémica, la psicoterapia de base psicoanalíti-
QPCSFTwRVFBDUVBMNFOUFEPNJOBFOOVFTUSPQBÓT TF ca133,134 y las terapias focalizadas en la transferencia142-146.
BQSPYJNFONÈTBMUSBUBNJFOUPFTQFDÓGJDPFJOUFHSBM También hay un cuerpo creciente de trabajos a favor de la
D
 1BSBUSBCBKBSDPOFMMPTFOMBQSFWFODJØOUFSDJBSJB
QBSUJDVMBSNFOUF FOMBUFOEFODJBBMBNBSHJOBMJEBEZ eficacia y efectividad de las terapias basadas en la mentali-
NBSHJOBDJØOEFMPTQBDJFOUFTEFDMBTFTCBKBTDPOFTF zación, tanto en adultos como en adolescentes147-149,70,71 así
diagnóstico. Una de las vías fundamentales para la misma como de su aplicación en terapias para disminuir la violen-
FTMPRVFZBIBDFB×PTMMBNBNPTiDSPOJGJDBDJØO
NFEJDBMJ[BEBw166. cia escolar14,17,147
Como puede observarse:
-B"14QVFEFBZVEBSBFTFUSBUBNJFOUPJOUFHSBMNFEJBOUF
FMVTPQVOUVBMEFQTJDPGÈSNBDPTTJOUPNÈUJDPT TJFNQSFEF
acuerdo con el terapeuta principal del paciente), mediante 1. Los tratamientos psicoterapéuticos son los básicos en
NFEJEBTEFPSJFOUBDJØODPHOJUJWPDPOEVDUVBMFTZQBSBMBT este tipo de trastorno. Sin embargo, los psicoterapeutas han
SFMBDJPOFTBGFDUJWBTEFMTVKFUPZ TPCSFUPEP DPOTUJUVZÏOEPTF
FOi"DPNQB×BOUFUFSBQÏVUJDPQSPGFTJPOBMwBMPMBSHPEFM de afrontar durante su largo desarrollo una serie de proble-
UJFNQP4FUSBUBEFVOBMBCPSQPDPWBMPSBEBFJOWFTUJHBEB  mas y cuidados que resumimos en la tabla 11.
QFSPBMBRVF DPOSB[POFT QVFEFOBUSJCVJSTFMBTWFOUBKBTEF Nuestra idea al incluirla es facilitar que los profesionales
PUSPTiBDPNQB×BNJFOUPTUFSBQÏVUJDPTw UBOOFDFTBSJPTFO
FTUPTTVKFUPTZ FOHFOFSBM FOMPTUSBTUPSOPTNFOUBMFTHSBWFT de APS tengan ideas científicamente basadas70,71,129,130,135
para aproximarse y ayudar a estas personas a lo largo de su

504 FMC. 2017;24(9):492-510


Tizón JL. ¿Trastorno límite de personalidad, trastorno por inestabilidad emocional o trastorno por desequilibrio emocional?: Una actualización para la APS

TABLA 10. Componentes de un TIANC (tratamiento integral adaptado a las necesidades del paciente y su familia en la comunidad)
en los casos de TIEL-TLP

Componentes del tratamiento integral (TIANC) de las personas diagnosticadas de TIEL-TLP (TIANC) Base para su realización (si se
contara con una APS
t Combinación definida de una parte o conjunto de los siguientes elementos (teniendo en cuenta la edad, suficientemente dotada,
las manifestaciones clínicas, las capacidades del equipo y las características del paciente y la familia): apoyada, integrada y ayudada
a nivel psicosocial)
1 1TJDPUFSBQJBJOEJWJEVBM BTFSQPTJCMF FTQFDÓGJDBQBSBFM%&-DPHOJUJWPDPOEVDUVBM DPHOJUJWPEJBMÏDUJDB  SM
QTJDPBOBMÓUJDB iDFOUSBEBFOMBUSBOTGFSFODJBw CBTBEBFOMBNFOUBMJ[BDJØO
1 &OUSFWJTUBTGBNJMJBSFT BQFUJDJØOEFMBGBNJMJBZPEFMFRVJQP
ZiBZVEBGBNJMJBSQFSJØEJDBw 4.Z"14
1 1TJDPGBSNBDPMPHÓBJOUFHSBEBFOMBiUFSBQJBDPNCJOBEBw DVJEBOEPMBTUFOEFODJBTBEJDUJWBT MBUFOEFODJB 4.Z"14
BMBCVTPZMBJEFBDJØOTVJDJEB
1 1SPUPDPMPEFTFHVJNJFOUPTPDJBMZQTJDPTPDJBMZPSJFOUBDJØOTPDJPMBCPSBM SM
1 "QPZPTFNJQSPGFTJPOBMBDBSHPEFVOiDMÓOJDPSFGFSFOUFwPiBDPNQB×BOUFUFSBQÏVUJDPwFTUBCMF "14Z4.
e integrador de las diversas terapias (puede ser el médico de familia).
1 (SVQPTiQTJDPFEVDBUJWPTw SM
1 (SVQPTNVMUJGBNJMJBSFTPiQBSBMFMPTw HSVQPTEFQBDJFOUFTZHSVQPTEFGBNJMJBT
 SM
18. Psicoterapia de grupo con los pacientes. SM
1 5FSBQJBEFSFTPMVDJØOEFQSPCMFNBTZUFSBQJBTEFIBCJMJEBEFTTPDJBMFT UFSBQJBTEFIBCJMJEBEFT SM (APS)
emocionales...
 %JTQPTJUJWPEFiBUFODJØOBCJFSUBwQBSBRVFMBQFSTPOBDPOTJUVBDJPOFTBHVEBTPTVCBHVEBTPTVT "144.IPTQJUBMEFEÓB
GBNJMJBSFTQVFEBODPOTVMUBSFODVBMRVJFSNPNFOUP
 3FTJEFODJBTQBSBDSJTJTTFHÞOMPTNPEFMPTFTDBOEJOBWPT IPZ FOUSFOPTPUSPT DBTJTPMPFYJTUFOMPT SM
IPTQJUBMFTEFEÓB

 (SVQPTEFBZVEBNVUVB 4.Z"14
13. Acompañante terapéutico, si es preciso. "14Z4.
 1SPHSBNBi)JKPTEFw QBSBMBQSFWFODJØOQSJNBSJBZTFDVOEBSJBEFMBTBMVENFOUBMEFMPTEFTDFOEJFOUFT "14Z4.
ZNFOPSFTDVJEBEPTQPSFTUFUJQPEFQBDJFOUFT
 1VFTUBFONBSDIBPBQPZPEFMBTDBQBDJEBEFTDVJEBOUFTEFMPTPUSPTiTFJTOJWFMFTQBSBMBDPOUFODJØOw SM (APS)
no profesionalizados114: 1) mundo interno, 2) capacidades yoicas, 3) cuerpo y psicomotricidad,
4) familia, 5) red profana, 6) inserción sociolaboral y de los servicios sociales de base.
16. Conexión directa con un dispositivo de ingreso SM (APS)
APS: atención primaria de salud; SM: salud mental.

TABLA 11. Los cuidados técnicos necesarios para una intervención basada en la afectividad y la mentalización a las personas
con TIEL-TLP19,70,71,92,142

Elementos particulares de la psicoterapia Actitud y cualidades del terapeuta


B
 &MUFSBQFVUBIBEFJEFOUJGJDBSMBTSVQUVSBTFOMBNFOUBMJ[BDJØOEFM t )VNJMEBE EFSJWBEBEFMBDPHOJDJØOTFOUJNJFOUPEFiOPTBCFSw
sujeto (momentos de pensamiento concreto, defensas primitivas,
OFHBDJØO QSPZFDDJØO EJTPDJBDJØO FUD

C
&MUFSBQFVUBZFMQBDJFOUFSFUSPDFEFOIBDJBMPTNPNFOUPTFO t %BSTFUJFNQPQBSBJEFOUJGJDBSEJGFSFODJBTFOQFSTQFDUJWBT
los cuales se rompió esa continuidad personal (o relacional).
c) Se intenta identificar los diversos elementos del contexto en el t -FHJUJNBOEPZBDFQUBOEPRVFIBZWBSJBTQFSTQFDUJWBT2VFUBOUP
DVBMPDVSSJØFTFEFTFODVFOUSPBGFDUJWPFOUSFQBDJFOUFZ las del paciente como las del terapeuta pueden ser erróneas, pero
terapeuta. UBNCJÏODPOUSBQVFTUBT BMUFSOBUJWBT EFTBKVTUBEBT
t 4FMFQSFHVOUBBDUJWBNFOUFBMQBDJFOUFQPSTVTFYQFSJFODJBT USBUBOEP
E
&MUFSBQFVUBSFDPOPDFZIBDFFYQMÓDJUBTVQSPQJBDPOUSJCVDJØO
EFRVFMBTEFUBMMF NÈTFMiDØNPwRVFFMiRVÏwPFMiQPSRVÏw

a esa ruptura de la mentalización.


t 5SBUBOEPEFBDMBSBSMPTFMFNFOUPTDPOGVTPTPTJOTFOUJEP 
F
 5SBUBOEPEFRVFFMQBDJFOUFDPNQSFOEBMPTFTUBEPTNFOUBMFT NBOJGFTUBOEPDMBSBNFOUFMPRVFFMUFSBQFVUBOPFOUJFOEF
(sentimientos, pensamientos, deseos...) implícitos en esos t 6ODPNQPOFOUFJNQPSUBOUFDPOTJTUFFONPOJUPSJ[BSMPTQSPQJPT
NPNFOUPT FOSFBMJEBE TFUSBUBEFIBDFSFYQMÓDJUBZWJWJEB FSSPSFTZiBDUVBDJPOFTwJOBEFDVBEBTEFMUFSBQFVUBBOUFTEFRVF
la transferencia). TFDPOWJFSUBOFOiBDUVBDJPOFTwOPUBCMFTPHSBWFT iFOBDUNFOUTw

de la pareja terapeuta-paciente.
G
 &MUFSBQFVUBEFCFFTUBSBUFOUPTJFNQSFBMBQPTJCJMJEBEEFRVF t &TBQPTJCJMJEBEEFCFTFSFYQMJDJUBEBBMQSJODJQJPEFMBUFSBQJB DPNP
ÏMNJTNPQVFEBQFSEFSDBQBDJEBEFTEFiNFOUBMJ[BDJØOwBOUFFM DPNQPOFOUFJOFMVEJCMFEFMBiBMJBO[BUFSBQÏVUJDBw NÈYJNFQPSRVF
QBDJFOUFDPOQSPCMFNBTFOMBNJTNB MPTQBDJFOUFTTVFMFOBDVEJSBMUFSBQFVUBDPOJEFBTNÈHJDBTZ
NFHBMPNBOÓBDBTTPCSFMPTQPEFSFTZTBCFSFTEFMBQTJRVJBUSÓB
H
 6ONPUJWPNÈTQBSBFOUFOEFSMBQTJDPUFSBQJBDPNPiVOUSBCBKP
ZMPTUFSBQFVUBT
EFEPTw QPSFYQFSJNFOUBEPZFTQFDJBMJ[BEPRVFFTUÏFMUFSBQFVUB

FMC. 2017;24(9):492-510 505


Tizón JL. ¿Trastorno límite de personalidad, trastorno por inestabilidad emocional o trastorno por desequilibrio emocional?: Una actualización para la APS

TABLA 12. El profesional de atención primaria y las personas con TIEL-TLP

Actitud recomendada en APS151 Elementos a añadir según esta revisión


B
 .BOUFOFSTFSFDFQUJWP FNQÈUJDP + Prevención primaria inespecífica
C
"DFQUBSMBTEFNBOEBTEFMQBDJFOUFTJTPOBDFQUBCMFT  "QPZPDPOUJOVBEPUBOUPBMBQFSTPOBDPNPBMPTUSBUBNJFOUPT
D
 &WJUBSBDUJUVEFTBVUPEFGFOTJWBTZSFDIB[BOUFT  'JMUSBSUSBUBNJFOUPTZMPTFRVJQPTUSBUBOUFT
E
$VBOEPTFFTUBCMFDFOOPSNBT IBDFSMPDPOFNQBUÓB + Atención a la familia
 "QSPWFDIBSMPTEJWFSTPTOJWFMFTQBSBMBDPOUFODJØO QSPUFDDJØOZSFTJMJFODJB
+ Prevención terciaria
 5FOJFOEPFODVFOUBMPFYQVFTUPFOMBTUBCMBTB

TABLA 13. Los programas del PAPPS-SM como apoyos para la prevención primaria del TIEL (y de otros trastornos mentales graves)163-165

Programa de prevención en salud mental de la SEMFYC


4VCQSPHSBNBTQBSBMBJOGBODJBZMBBEPMFTDFODJB 4VCQSPHSBNBTQBSBBEVMUPTZBODJBOPT
1. Atención de la mujer y el niño durante el embarazo y el puerperio. 1. Pérdida de funciones psicofísicas importantes.
2. Embarazo en la adolescencia. 2. "UFODJØOEFMQBDJFOUFUFSNJOBMZEFTVGBNJMJB
3. Hijos de familias monoparentales. 3. Pérdida de un familiar o allegado.
4. Retraso escolar. 4. Jubilación.
5. Trastorno en el desarrollo del lenguaje. 5. Cambios frecuentes de domicilio en el anciano.
6. Antecedentes de patología psiquiátrica en los padres. 6. Malos tratos a los ancianos.
7. Maltrato infantil.
8. Trastornos del comportamiento alimentario.
$PNVOFTBBNCBTFEBEFT
1. Diagnóstico precoz de la depresión y de los trastornos por ansiedad.
2. Prevención del suicidio.
3. Violencia doméstica.
&OOFHSJUB MPTRVFQVFEFOTJHOJGJDBSVOBQSFWFODJØOQSJNBSJBJOFTQFDÓGJDBEFM5*&-5-1

TABLA 14. Otros programas preventivos basados en la infancia que pueden suponer una prevención primaria inespecífica del TIEL-TLP
desde la atención primaria de salud

RED EUROPEA DE PROMOCIÓN EN SALUD MENTAL: Promoción 12 Programas preventivos prioritarios definidos en el Plan Director
en Salud Mental de niños menores de 6 años de Salud Mental y Adicciones de la Generalitat de Cataluña
Recomendaciones: “la salud mental de los niños es lo primero” (2006-2010)*
y “prestar particular atención a”
t Niños vulnerables, tales como: 1 (SBOQSFNBUVSJEBEZDPNQMJDBDJPOFTPCTUÏUSJDBT
– niños en riesgo psicosocial; 12. Padres o madres con trastornos mentales graves
oPDPOTBMVEWVMOFSBCMF 13. Madres en situación de riesgo psicosocial
– prematuros; 1 .BMPTUSBUPTZBCVTPTFOMBJOGBODJB
– discapacitados o niños con enfermedades crónicas; 1 'SBDBTPFTDPMBSSFDJFOUFPBCBOEPOPEFMBFTDPMBSJEBE
oOJ×PTDPOQSPCMFNBTQSFDPDFTEFEFTBSSPMMPZEFDPOEVDUB 1 "EJDDJPOFTFOMBJOGBODJBZPMBQVCFSUBE
17. Trastornos generalizados del desarrollo
t niños con un entorno familiar vulnerable 18. Trastorno disocial
oOJ×PTWÓDUJNBTEFBCVTPTPOFHMJHFODJBT 19. Retraso mental
oIJKPTEFGBNJMJBTNPOPQBSFOUBMFTPEFQBESFTBEPMFTDFOUFT 10. Trastorno por déficit de atención
– niños adoptados o en acogimiento;  %FQSFTJØOPUSBTUPSOPPCTFTJWPDPNQVMTJWPFOMBJOGBODJB
– familias conflictivas; 12. Programa Formativo para la Promoción de la Salud Mental Infanto-
oIJKPTEFQBESFTDPOUSBTUPSOPTEFTBMVENFOUBMPUPYJDØNBOPT
 Juvenil desde Pediatría (PF-PSMIP)

t niños en riesgo por sus condiciones socioculturales (refugiados,


inmigrantes, padres en paro).
*Varios ni siquiera se pusieron en marcha, y todos ellos han sido mal
dotados desde el punto de vista presupuestario, a pesar de que el
plan era previo a la famosa “crisis político-económica” que se usa
como justificación de todos los recortes en prevención.

relación con ellas150,153,13, algo que ya habíamos intentado pueden orientar al médico de cabecera y al pediatra de aten-
hace años para los trastornos de personalidad en gene- ción primaria en su difícil y prolongado trabajo con los pa-
ral150,151 (tabla 12). Gran parte de esos cuidados y actitudes cientes con este tipo de problemas65,71,149, 153.

506 FMC. 2017;24(9):492-510


Tizón JL. ¿Trastorno límite de personalidad, trastorno por inestabilidad emocional o trastorno por desequilibrio emocional?: Una actualización para la APS

2. Los tratamientos, si se quiere que sean eficaces, han de 9. Bateman A, Fonagy P. Randomized controlled trial of outpatient menta-
lization-based treatment versus structured clinical management for bor-
ser integrales, tipo TIANC114, y suficientemente sostenidos derline personality disorder. Am J Psychiatry. 2009;166:1355-64.
a lo largo del tiempo (meses o años)149, 153,71,114. 10. Fonagy P, Higgitt A. A developmental perspective on borderline perso-
nality disorder. Revue Int Psychopathologie. 1990;1:125-59.
Prevención 11. Millon T, Davis R. Trastornos de la personalidad. Más allá del DSM-
IV. Barcelona: Masson; 1998.
Una APS adecuadamente formada, apoyada y supervisada es 12. Linehan M. Cognitive-behavioral treatment of borderline personality
indispensable en la prevención, tanto primaria como tercia- disorder. London: Guilford Press; 1993.
ria del TIEL-TLP. El médico de familia y el pediatra de AP 13. Tizón JL. Aspectos clínicos del paciente con riesgo de suicidio: ¿Aten-
der como “enfermedad” o atender como comunicación? FMC.
podrían ser puntales básicos en las ayudas preventivas, fun- 2016;23:61-76.
damentalmente inespecíficas, y en que estas fueran solicita- 14. Fonagy P, Luyten P. A developmental, mentalization-based approach to
das, coordinadas y monitorizadas desde el equipo de APS. the understanding and treatment of borderline personality disorder. Dev
Psychopathol. 2009;21:1355-81.
Para ello, el “Programa del niño sano”, en su apartado de sa- 15. Tizón JL. Los pacientes “liminares” y algunos aspectos de la problemá-
lud mental154,155 proporciona indicaciones para la detección tica epistemológica de la psiquiatría. Actas Luso-esp. neurol. psiquiatr.
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