Está en la página 1de 11

República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del poder popular para la educación universitaria


Universidad de las ciencias de la salud “Hugo Chávez frías”
Programa nacional de formación en medicina integral comunitaria
Estado Apure- municipio San Fernando
Asic: 19 de abril

Generalidades
de la
psiquiatría
y semiología
psiquiátrica

Docente: Estudiante:
Dra. Migdalia González Leana Pérez

San Fernando, Julio de 2020

Que es la Psiquiatría: La psiquiatría es la rama de las ciencias médicas que


Se ocupa del estudio de las enfermedades mentales. Es una ciencia joven, pero cuenta ya
con los atributos de esta categoría: un campo, que lo constituyen las enfermedades
mentales; objetivos definidos, que son el estudio de la prevención, epidemiología,
patogenia, psicodinamia y diagnóstico de las enfermedades mentales, así como el
tratamiento y la rehabilitación de los sujetos que las padecen; y una estructura, que
incluye la propedéutica psiquiátrica la clínica psiquiátrica y la terapéutica.
La primera se ocupa de los síntomas, síndromes y Técnicas de exploración y permite el
diagnóstico sintomático y sindrómico; la segunda aborda el estudio integral de las
entidades nosográficas psiquiátricas en sus aspectos epidemiológicos, patogénicos,
evolutivos y pronósticos, destaca sus variantes de expresión y permite el diagnóstico
positivo y diferencial de las afecciones psiquiátricas; la tercera se encarga de la promoción
y protección de la salud, así como del tratamiento curativo y rehabilitatorio.
Relación con otras ciencias
Durante sus estudios el alumno ha superado 2 escalones fundamentales que viabilizan la
accesibilidad a esta ciencia. Ellos están representados por la Psicología General, que se
ocupa del estudio de la personalidad y del fenómeno psíquico en condiciones de
normalidad, y por la Psicología Médica, que estudia los aspectos psicológicos de la práctica
médica en su concepción preventivocurativoasistencial, enfatizando la valoración de la
personalidad normal y del fenómeno psíquico normal en la situación de promoción de
salud y prevención de enfermedades predominantemente somáticas o su enfrentamiento,
en tanto que la psiquiatría aborda la personalidad y el fenómeno psíquico en condiciones
de anormalidad, y pauta la atención específica de ambas categorías.

Características de la Psiquiatría como especialidad médica:


La valoración de 2 hechos relativamente recientes: la ejecución de 19 pacientes
psiquiátricas supuestamente poseídas por demonios en Salem, Massachusetts, en 1695, y
la práctica de cobrar por exhibir a los pacientes con afecciones mentales en jaulas,
costumbre que alcanzó la fecha de 1793, cuando Pinel el psiquiatra francés que pasó a la
historia por sus aportes a la humanización de la psiquiatría inició su lucha por humanizar
el trato a dichos enfermos, nos servirán como marco de referencia para destacar los
aspectos siguientes:
 La psiquiatría es una ciencia joven. La concepción científica sobre la patogenia de
Las enfermedades mentales es por tanto, relativamente reciente.
 En contraposición a la mayoría de las afecciones predominantemente somáticas, en
las que las manifestaciones fundamentales son de tipo objetivo como la fiebre, la
taquicardia o el íctero, en esta especialidad las expresiones
Clínicas predominantes son de tipo subjetivo y su comunicación al médico por el propio
paciente se dificulta notablemente en la mayoría de los casos.
Por otra parte, la valoración cuantitativocualitativa de estas manifestaciones no puede
hacerse, hasta nuestros días, con la precisión habitual lograda ante una hepatomegalia o
un leucograma con desviación a la izquierda. Estas realidades, apreciables desde las
primeras experiencias en el entrenamiento psiquiátrico, sin dudas rompen
temporalmente el marco de referencia básico del alumno, y determinan cierto
desconcierto inicial que con posterioridad cede ante la vocación por ayudar a quien sufre,
y da paso al desarrollo en el médico de sus potencialidades exploratorias de los aspectos
psicosociales, de sus habilidades en la utilización de fuentes de información ajenas al
paciente, de su espíritu investigativo y, como si ello fuera poco, incrementa sus
capacidades para el desempeño exitoso de la relación médico-paciente y desarrolla su
espiritualidad.

El estado de bienestar ideal solo se logra cuando existe un equilibrio entre los factores
BIOLOGICOS, PSICOLOGICOS Y SOCIALES que permitan el desarrollo y crecimiento en
todas las esferas de la vida a lo que se denomina SALUD INTEGRAL que no puede
separarse de la salud mental pues forma parte de ella.
LA SALUD MENTAL: en términos generales es el estado de equilibrio entre una persona y
su entorno sociocultural lo que garantiza su participación laboral, intelectual y de
relaciones para alcanzar un bienestar y calidad de vida.
La salud mental: el ideal concreto del trabajo en salud mental es la persona
saludable integrada plenamente a su medio social, a su trabajo y su familia con alta
autoestima y rica vida espiritual. Cada persona, familia, comunidad otorga a la salud
un valor diferente ello significa estar bien, verse bien, sentirse bien, actuar bien, ser
productivos y relacionarse adecuadamente con los demás.
LA SALUD MENTAL COMUNITARIA: según la OMS es la capacidad del individuo para
establecer relaciones armónicas con otros y para participar de modo constructivo en las
modificaciones del ambiente físico y social.
El concepto de salud mental comunitaria implica:

 Autonomía.
 Bienestar subjetivo.
 Percepción de la propia eficacia donde el individuo se sienta con capacidad
para la solución de problemas.
 Dependencia intergeneracional donde se establezcan límites y comunicación
adecuada entre los distintos miembros de la familia.
 Y autorrealización de capacidades intelectuales y emocionales.

El modelo de psiquiatría y salud mental comunitaria: incluye las


Acciones de promoción y protección de la salud con enfoque de resiliencia. La determinación del
riesgo y su superación. Mantiene la atención al daño desde el propio medio social y se ocupa de la
rehabilitación psicosocial del paciente con secuelas.

HISTORIA CLÍNICA PSIQUIÁTRICA: como parte del método clínico la confección del
expediente clínico psiquiátrico o historia clínica psiquiátrica constituye el documento de mayor
importancia en la gestión médica psicosocial y en ella se plantea como requisito indispensable
que se reflejen en forma sistemática los aspectos biológicos, psicológicos y sociales del
enfermo. La estructura básica del expediente clínico convencional que se originó en la etapa de
la medicina somática y se desarrolló posteriormente en la fase psicosomática se mantiene
como esquema central en el expediente clínico psiquiátrico pero en este se recogen pero en
forma más desarrollada los aspectos psicosociales y aparece un acápite que le da su mayor
especificidad el
Examen psiquiátrico.

La entrevista psiquiátrica: sigue siendo nuestra principal arma para llegar a la comprensión y el
conocimiento de la persona que necesita ayuda psicológica por lo que el éxito de la entrevista
depende del grado de comunicación mutua. Por lo tanto en la entrevista psiquiátrica la función
principal del entrevistador es:
 Saber ubicarse en la situación del
paciente.
 Escucharle con atención y
respeto.
 Comprender su actitud ante los
síntomas.
 Disponerse afectivamente para
ayudarlo.
Es fundamental no atender únicamente a lo que el paciente nos relata sino también tener en
cuenta toda la trasmisión a través de la conducta no verbal por lo que es imprescindible una
observación detallada de los movimientos, la vestimenta, los gestos del paciente, sus
expresiones emocionales y su manera de reaccionar ante determinados temas. Por lo tanto la
entrevista psiquiátrica va destinada a:
 La elaboración del
expediente clínico.
 La realización del examen
psiquiátrico.
 La formulación de la hipótesis diagnostica.
 Y el planteamiento de una estrategia terapéutica.

Acápites de la historia clínica psiquiátrica


Antecedentes personales y familiares: Creemos innecesario resaltar la significación que
los siguientes aspectos tienen en la valoración integral del paciente psiquiátrico: datos de
identidad de los padres, características de la personalidad, relaciones con el paciente y sus
hermanos, clima emocional familiar; clima emocional hogareño; existencia de hogares
sustitutos por fallecimiento o muerte de progenitores; antecedentes psiquiátricos
familiares; nacimiento, desarrollo psicomotor, características infantiles e historia escolar
del paciente; historia sexual y laboral; intereses; integración social; rasgos de la
personalidad e historia patológica anterior.
Exploración social: Estos aspectos de la historia psiquiátrica serán investigados
fundamentalmente por el equipo de trabajo social y se tomarán de los familiares,
compañeros de trabajo, amigos u otras fuentes que en pacientes que por la severidad de
sus manifestaciones presentan serias dificultades de comunicación.
La exploración social se complementa con el estudio de terreno mediante visitas al hogar,
centro de trabajo, vecinos, organizaciones de masas u otros niveles que se consideren
necesarios según el caso específico.

Examen psiquiátrico: Al igual que en la historia clínica utilizada en la asistencia a pacientes


con afecciones predominantemente somáticas, existe el interrogatorio y el examen físico
por aparatos, orientados a recoger los síntomas y signos que conforman el cuadro clínico
motivo de atención; en la historia clínica psiquiátrica existen, junto a estos acápites,
diversos elementos que cumplirán iguales objetivos, pero en lo referente a las
manifestaciones psicopatológicas expresivas de anormalidades en la personalidad y en el
fenómeno psicológico. Resulta fácil comprender la significación de sistematizar la
exploración de dichos trastornos, sobre todo si tomamos en cuenta que en ellos
predominan las manifestaciones subjetivas sobre las objetivas.
Como aspecto esencial de la historia psiquiátrica, este acápite pauta la exploración
sistemática de la personalidad y del fenómeno psíquico durante la entrevista psiquiátrica y
la observación institucional del enfermo por el equipo interdisciplinario, y en él se
transcriben, en forma ordenada, los hallazgos psicopatológicos observados en dichas
gestiones.
Dos variantes básicas; el examen psiquiátrico a pacientes que cooperan y el examen
psiquiátrico a pacientes que no cooperan, pueden ser encontradas en la práctica diaria y
su diferencia esencial está en la imposibilidad de desarrollar el interrogatorio en
el segundo caso. Actualmente existen 2 criterios en lo relativo a cuáles deben ser las
fuentes de información para desarrollar el examen psiquiátrico: el primero plantea que
debe limitarse al propio paciente en el momento de realizarse dicha exploración, y el
segundo
Incorpora los datos recogidos de familiares y acompañantes durante el interrogatorio o de
los miembros del equipo en la observación institucional.

Acápites del examen psiquiátrico


El presente esquema es el utilizado en pacientes Hospitalizados:
 Descripción general del enfermo.
 Funciones de síntesis o integración.
 Funciones de relación.
 Capacidades intelectuales.
 Funciones cognoscitivas.
 Funciones afectivas
 Conducta

Discusión diagnostica: El médico general valorará, en su práctica, los acápites que


podrá utilizar en su gestión asistencial. El modelo es el siguiente:
Síntesis de la identidad del paciente y motivo de ingreso.
 Antecedentes patológicos familiares.
Personalidad premórbida y escolaridad alcanzada.
Antecedentes patológicos personales.
Hallazgos del examen físico.
Contingencias ambientales significativas lejanas y recientes, otras noxas y
psicodinamia.
Hallazgos del examen psiquiátrico.
Síndromes integrados.
Diagnóstico nosográfico.
Diagnóstico diferencial.
Pronóstico.
Esquema terapéutico que se debe seguir

Esta impresión inicial, que deberá transcribirse en las primeras 72 horas de


hospitalización, se enriquecerá posteriormente con la exploración psicológica, las
gestiones de terreno; los exámenes complementarios especializados que se indiquen,
como electroencefalograma, estudios radiográficos, campimetría, etcétera, y la
observación del paciente, en sus interacciones, en una comunidad terapéutica. Entonces
se llegará a la ratificación del diagnóstico que será expresada en la evolución y en el
modelo de discusión diagnóstica en el momento del egreso institucional.

Descripción general del enfermo: Las afecciones psíquicas de mayor severidad


dificultan de manera sustancial la adaptación creadora del sujeto a su medio modificando
temporal o permanentemente sus valores, hábitos, crítica, comunicación y actitudes. La
valoración adecuada de estos aspectos permite muchas veces el diagnóstico de
enfermedades psiquiátricas deteriorantes. El objetivo fundamental de este punto es la
exploración de dichas manifestaciones y su semiotecnia básica, la observación cuidadosa
del enfermo desde las primeras etapas de la entrevista.

Funciones de síntesis o integración: La exploración de estas funciones, cuyo


carácter
Indemne es fundamental para que el sujeto pueda percatarse de lo que ocurre tanto en sí
mismo como a su alrededor y viabilizar su adaptación creadora al medio, puede evidenciar
trastornos expresivos de graves alteraciones encefálicas que implican a veces riesgo de
muerte o deterioro si evolucionan espontáneamente sin tratamiento adecuado. Deben
considerarse los siguientes subacápites:

Nivel de vigilia: Se refiere al grado de funcionamiento de los órganos de los sentidos o


analizadores, y es equivalente al denominado sensorio en el examen neurológico. Se
explora mediante la observación de la capacidad adaptativa y tiene grados cuantitativos:
alto o aumentado, como el producido por la ingestión de anfetamina; normal, que se
considera como el habitual cuando no existe afección; y bajo o disminuido, de gran valor
semiológico, pues puede ser expresivo de perturbaciones metabólicas importantes del
cerebro, provocados por factores tóxicos, infecciosos, endocrinometabólicos, traumáticos,
neoplásicos y degenerativos, entre otros.

Atención: La capacidad receptora y la seleccionadora de los estímulos que inciden sobre


nuestros órganos de los sentidos, relacionadas respectivamente con la atención pasiva y la
activa, pueden verse alteradas por múltiples causas, fundamentalmente aquéllas capa-
ces de comprometer seriamente la función cerebral. La semiotecnia es la observación
durante el diálogo, la lectura de algún párrafo y explicación de su contenido, o la
producción de algún ruido accesorio durante el interrogatorio para valorar la capacidad
del paciente de continuar sin interrupción el curso de la entrevista.

Memoria: Esta función, cuya esencia es la fijación, almacenamiento y evocación de


experiencias, se explora durante el diálogo preguntando sobre sucesos y fechas
significativas para el enfermo, preguntando su criterio sobre el estado de dicha función o
solicitando referencias cotidianas de olvidos que permitan valorar si está afectada la
memoria inmediata, la reciente, o la lejana. Finalmente, existen pruebas más específicas
como la evocación de un cuento recién referido por el entrevistador, la repetición de
dígitos expresados fuera de orden, o la conocida prueba donde el explorador entrega al
paciente 3 papeles de diferentes tamaños luego de orientarle dónde ubicar cada uno de
ellos. Como puede inferirse, muchas de estas pruebas exploran simultáneamente
memoria inmediata y atención activa. Las afectaciones de la memoria pueden ser
cuantitativas o cualitativas; la primera categoría incluye tanto el aumento anormal de
esta, hipermnesia, como la disminución, hipomnesia, o abolición, amnesia.

Orientación: La capacidad de ubicarse en relación con el tiempo, el espacio y las personas


circundantes, así como la conciencia de la propia identidad, pueden afectarse en casos de
estrechamiento psicógeno de la conciencia o en serias perturbaciones del metabolismo
cerebral, y cuando ello ocurre hablamos de desorientación en tiempo, espacio o personas,
que expresan daño en la orientación alopsíquica de un prefijo que significa alrededor- en
tanto que la desorientación respecto a la propia identidad se denomina autopsíquica.
La exploración de estas funciones es muy sencilla y de extraordinario valor diagnóstico: se
efectúa mediante preguntas tales como: ¿qué lugar es éste? ¿Puede decirme en qué
ciudad estamos? ¿Recuerda usted la fecha de hoy? ¿Cuántos días hace que está aquí?
¿Puede decirme qué hacen aquí estas personas con batas blancas? ¿Cuál es su nombre,
dirección, estado civil y ocupación?

Funciones de relación: La interacción sujeto-medio es, a la vez, determinante de las


características de la personalidad y escenario donde éstas se manifiestan. La exploración
de esta función aporta, por lo tanto, valiosos elementos acerca de la personalidad del
paciente. Su técnica de exploración es el interrogatorio y la observación del enfermo,
sobre todo en su interacción en un grupo o en el seno de una comunidad terapéutica. Los
familiares deben ser interrogados con este objetivo, ya que su versión es de gran valor.
Las funciones de relación se exploran en 3 proyecciones fundamentales que aparecen a
continuación:
1-. Relación consigo mismo
Es aquí donde se valora la autoapreciación de cualidades positivas y negativas, el grado de
conciencia de enfermedad y el nivel de conocimiento del sujeto explorado acerca de la
figura que ha fungido como patrón de identificación en el desarrollo de su personalidad.
Preguntas muy elementales aportan datos de gran utilidad. ¿Qué piensa usted de sí
mismo? ¿Cómo lo valoran otras personas generalmente? ¿Qué persona significativa se
parece a usted en su manera de ser?

2-.Relación con los demás


Es el acápite que enfoca directamente las relaciones interpersonales del sujeto explorado:
la sociabilidad, la timidez, la dependencia, la sobreprotección, el autoritarismo, el
retraimiento, la reticencia, la pasividad, la hostilidad, la exigencia y la tolerancia, son
patrones que surgen como respuestas a las siguientes preguntas: ¿cómo son sus
relaciones con la familia? ¿Le resulta fácil establecer conversación con extraños? ¿Cree ser
de las personas muy apegadas a las amistades? ¿Se considera usted autoritario o más bien
persuasivo?

3-. Relación con las cosas


Este tópico aborda los intereses fundamentales del explorado, tanto en el sentido
recreativo, como en el laboral, político, ideológico y artístico. Aquí surgen también
respuestas que aportan elementos de significación para definir patrones obsesivos en el
sentido de meticulosidad, perfeccionismo, rigidez y preocupación excesiva por el orden.
La actitud ante los patrones y normas de convivencia es también explorada.

Capacidades intelectuales: El dato más útil para su valoración clínica es la historia


escolar, en efecto, la referencia del grado escolar alcanzado, la historia de repetición de
grados, las dificultades en Física y Matemáticas, la imposibilidad de avanzar pese a la
dedicación al estudio, arrojan elementos de mucha significación que se complementarán
con preguntas elementales como: ¿si una bandera flota hacia el norte, de dónde viene el aire?
¿de qué materiales se hacen las casas? ¿Por qué la Luna, aunque es más pequeña que las
estrellas, se ve más grande?, y con la valoración del desarrollo del pensamiento abstracto
cuando se piden definiciones de una linterna, una bicicleta, un sillón, o cuando se pide la
característica común entre un automóvil y una bicicleta, o entre un banco y una mesa. Estas
preguntas nos permitirán valorar si el sujeto explorado es capaz de captar la esencia de los
objetos o fenómenos.

Funciones cognoscitivas: Estas funciones, cuya denominación procede de la raíz griega


cognoscere que significa conocer, permiten al hombre informarse de las características
externas, modificables, de los objetos y fenómenos del medio por la vía de las
sensopercepciones, así como de las características internas esenciales e inmodificables
que se captan mediante el pensamiento.

Sensopercepciones: Antes de describir las alteraciones más frecuentes


de estas funciones psíquicas, que se exploran mediante el interrogatorio no inductor y la
observación, nos detendremos brevemente en la valoración de algunos aspectos
conceptuales fundamentales. Las diferentes cualidades de los objetos y fenómenos actúan
como estímulos específicos y suficientes sobre los órganos de los sentidos y producen su
excitación. Esta respuesta excitatoria deviene fenómeno consciente rudimentario y
constituye la sensación.

Trastornos de las sensaciones: La hiperestesia es la consecuencia de la reducción


patológica del umbral de excitación de los analizadores y se expresa clínicamente por
sensaciones exageradas en relación con el estímulo. La intolerancia a los ruidos, típica de los
neurasténicos, es un ejemplo de hiperestesia auditiva.
La hipoestesia es el fenómeno contrapuesto y se manifiesta en el enfermo obnubilado. La
anestesia es la abolición de las sensaciones en 1 o varios analizadores y su causa puede ser
orgánica o sustentarse en mecanismos psicopatógenos, como ocurre en la anestesia histérica del
analizador visual, el auditivo o el táctil. La típica anestesia termoanalgésica y táctil en "bota" o
"guante", fácilmente diagnosticable por no corresponderse con la inervación de las
extremidades, es la forma más común.
La cenestopatía, manifestación frecuente en los cuadros depresivos e hipocondríacos, se
expresa en la clínica por sensaciones imprecisas y desagradables en diferentes partes del
cuerpo, que muchas veces devienen objeto de autoobservación mantenida.

Trastornos de las percepciones: La ilusión es la percepción deformada, en su cualidad


esencial, de un objeto o fenómeno presente en el campo sensorial del sujeto en el
momento de producirse la vivencia. Una silla, realmente presente, se percibe como un
animal peligroso, y las palabras habituales de una conversación entre vecinos se perciben
deformadas como ofensas o amenazas. Este síntoma es frecuente en los cuadros
orgánicos con toma de conciencia. En la alucinación se produce una falsa percepción,
pues no existe realmente objeto o fenómeno alguno que actúe como estímulo en el
momento de producirse la vivencia. En este caso, el enfermo refiere la vivencia
patológica dentro de su campo sensorial normal. Es decir, oye una voz que le habla en la
habitación contigua o ve el rostro de su enemigo que se asoma en la ventana. Las
alucinaciones de tipo verbal son las más frecuentes en los esquizofrénicos, las más
características son aquéllas donde 2 supuestas personas hablan del enfermo en tercera
persona. Las alucinaciones visuales y táctiles son, sin embargo, más típicas de los cuadros
orgánicos con toma de conciencia. Huelga decir que existen también alucinaciones
olfativas, gustativas, interoceptivas y propioceptivas.
El trastorno del esquema corporal, síntoma extraordinariamente significativo para el
diagnóstico de esquizofrenia, es una apreciación distorsionada del propio cuerpo, el cual
se percibe deformado en lo relativo a tamaño o forma, en su totalidad, o en cuanto a
alguna de sus partes. El enfermo siente sus brazos más gruesos por momentos o nota que
sus manos han crecido. En su forma más típica se trata de un trastorno perceptivo con
punto de partida en el analizador propioceptivo, y en algunos casos el enfermo reconoce
la deformación perceptual cuando utiliza el analizador visual para comprobarlo. La
desrealización es la extrañeza ante los objetos y fenómenos del medio y, a veces, del
propio cuerpo (como objeto). Aquí el enfermo percibe normalmente, pero tiene la
apreciación de que sus vivencias no son naturales. Este síntoma puede verse en la
esquizofrenia y también en la epilepsia, así como en algunos cuadros neuróticos. La
despersonalización es la extrañeza ante los fenómenos subjetivos. El enfermo ahora nota
extraña su risa, le parece que no es él quien habla y también que su comportamiento le es
inducido como si él fuese un autómata. Este síntoma, cuando se expresa en la última
forma, es muy característico de la esquizofrenia. La transformación es el grado mayor de
despersonalización y se expresa por la percepción de haber cambiado de identidad o,
incluso, de haberse convertido en un animal inferior o en un vegetal.
Pensamiento: Esta función (que se explora mediante el interrogatorio del paciente y
otras fuentes, así como durante el diálogo espontáneo, en el cual el entrevistador debe
permitir ocasionalmente el libre fluir asociativo del sujeto en estudio) debe valorarse en lo
relativo a origen, curso, contenido, capacidad de abstracción y operaciones.

Trastornos del origen: El aspecto práctico más relevante es precisar si las ideas se originan
teniendo como punto de partida los estímulos reales que actúan en un momento dado
sobre el sujeto o se vinculan asociativamente con aquéllos, y entonces hablamos de
pensamiento de origen real para contraponerlo a los casos en los que la ideación surge de
falsas percepciones o de experiencias muy alejadas de las estimulaciones actuales o sus
asociaciones, en los cuales decimos que el pensamiento es de origen autista.
Debe distinguirse el fenómeno normal, propio de personas que momentáneamente se
abstraen de la realidad actual, pero son capaces de regresar a ella con facilidad, del
fenómeno patológico, de gran valor diagnóstico en la esquizofrenia, en la que la mayor
parte de las ideas, juicios y conclusiones se desvinculan de las situaciones inmediatas o de las
Evocaciones relacionadas asociativamente con ellas.

Trastornos del curso: Una vez creada la idea como fruto del proceso del pensamiento
mediante el análisis, la abstracción, síntesis, generalización y concretización de las
informaciones recogidas por los órganos de los sentidos en el nivel perceptivo, comienza la
asociación de éstas, la cual permite la comunicación, los razonamientos, los juicios y las
conclusiones, que son el resultado final de las operaciones del pensamiento.
Los trastornos del curso son, en su esencia, trastornos de las asociaciones de ideas y se
expresan clínicamente por: la lenificación del pensamiento o retardo asociativo, típica de los
deprimidos en niveles profundos y los obnubilados; la aceleración del pensamiento,
consecuencia de una facilidad asociativa anormal, característica del maníaco y el ansioso; y el
bloqueo del pensamiento, síntoma de alto valor diagnóstico en el esquizofrénico,
caracterizado por la interrupción brusca de las asociaciones sin que se afecte la conciencia, hecho
que lo diferencia de la ausencia epiléptica.

También podría gustarte