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Examen final de Seminario sobre Jardín Maternal

Alumna: María Isabel Díaz


Fecha de examen: 26/03/2021

El rol del educador en el jardín maternal

La función pedagógica del Jardín Maternal debe desarrollarse en una institución que provea
al niño un entorno seguro emocionalmente más allá de la diversidad socio-cultural que
converge en la institución. Para favorecer este espacio compartido, es necesario ayudar a
desarrollar una mayor comunicación entre docentes, padres, instituciones, para reflexionar,
donde se puedan compartir sus propias dificultades, expresar sus tensiones y manifestar
sus necesidades.

El Jardín Maternal como institución educativa requiere de nuevos modelos de organización


de estilos de gestión, que generan otras demandas a los agentes escolares. El contexto del
trabajo docente está experimentando transformaciones profundas, muchas de ellas como
resultado de políticas educativas específicas. Estos cambios avanzan con ritmo y
modalidades desiguales en el conjunto del Sistema Educativo, y tienen efectos significativos
en la definición del rol docente.

La tarea primordial de todo docente es enseñar. En este sentido se puede pensar en un


docente crítico y reflexivo, capaz de pensar sus propias prácticas antes, durante y después
de llevarlas a cabo y también de revisarlas tanto para darles continuidad como para
modificarlas cuando sea necesario. Se puede aludir a un maestro poseedor de ciertos
saberes que le permitan fundamentar y cuestionar reflexiva y conscientemente sus
prácticas.

En la integración del niño a la vida del jardín maternal, cobra fundamental importancia el rol
del docente como figura significativa; el maestro debe asumir su posición de adulto
profesional y articular armoniosamente sus habilidades pedagógicas teniendo en cuenta
que el ingreso al jardín maternal es un acontecimiento trascendental en la vida de los bebés
y la familia.

Una especificidad que caracteriza la función de la maestra en jardín maternal es la


intencionalidad educativa que imprime su tarea a partir de las posibilidades que tiene el
grupo de niños.

La función de la maestra de maternal también implica interrelacionar su tarea pedagógica


con la crianza de los niños, de modo que encara la crianza desde una perspectiva de
enseñanza.
Examen final de Seminario sobre Jardín Maternal
Alumna: María Isabel Díaz
Fecha de examen: 26/03/2021

Cuando la docente logra conjugar las actividades de crianza y de asistencia con las tareas
de enseñanza, puede facilitar con sus propuestas el fortalecimiento de su tarea educativa.

A su vez, debe considerar que los niños acceden al jardín con cierta cultura familiar que
establece un determinado modelo de crianza, que no necesariamente coincide con el del
personal del jardín. Por ello, a través de entrevistas iníciales, reuniones e intercambios se
debe intentar tomar contacto con las costumbres, los estilos de crianza y la singularidad de
cada grupo familiar.

La capacidad de escuchar, el interés recíproco, posibilita el buen vínculo.


La comunicación y el diálogo son cualidades de la mente y de la inteligencia que están
presentes en el niño desde muy temprana edad. Este niño potente desde el nacimiento
requiere un maestro andamiado que pueda acompañar al niño en sus exploraciones, donde
este sea el verdadero protagonista del aprendizaje y el maestro en esa escucha visible,
atenta y desde una espera paciente, vaya brindándole en el momento justo, la palabra, el
objeto, la ternura, o la mirada que sostiene, que le permitan crecer y desarrollarse.

"La existencia de los jardines maternales modifica los patrones tradicionales de cuidado
infantil; ya no se puede decir que los niños primero se desarrollan en el hogar, en el grupo
primario, y luego acceden a las instituciones escolares, porque en la actualidad muchos
niños concurren a estos, desde los primeros meses de vida.

De esta manera, tanto la familia como los miembros de la institución cuidan su salud, su
crecimiento y estimulan su desarrollo; cada uno lo hace desde un lugar diferente y
realizando acciones complementarias", alude Lucía Moreau de Linares (1993). En relación
al lugar de la familia en la institución, es necesario conocer y analizar el bagaje histórico
sociocultural de ellas, sus orígenes e historias, para integrarlas en el proyecto educativo.

El proyecto institucional debe contemplar la historia particular de cada familia, las


características organizativas y formas de comunicación que favorecen o bloquean este
vínculo. Una relación individualizada con la familia, con un adecuado intercambio
de información, realizado desde un marco profesional, podrá ir construyendo las bases de
la confianza mutua. No se puede conocer todo desde el principio, pero es importante
establecer una estrategia sobre la comunicación, tanto formal como informal, y el vínculo
familia-institución, que se llevaran a cabo a lo largo del año. "Familias e instituciones
necesitan acortar las brechas que a menudo dificultan la comunicación, la enseñanza y el
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Alumna: María Isabel Díaz
Fecha de examen: 26/03/2021

aprendizaje. Ambos ejerciendo sus deberes y derechos están en condiciones de


favorecer la educación en colaboración y solidaridad que necesitan los niños para
sentirse seguros y contenidos." (Sena, C., 1999)

Actualmente, las instituciones educativas comienzan, desde etapas tempranas, a


considerar lineamientos que acompañen las actividades del Jardín Maternal, y toman en
cuenta la importancia de la tarea docente aun cuando los grupos de niños no superen los
primeros meses de vida. Es de tener en cuenta nuestra tarea por la etapa permeable en
que ellos se encuentran. Es el momento en el que se originan ya los primeros aprendizajes.
Los docentes debemos estar preparados para comprender que "todos" los instantes son
importantes y propicios para cumplirlos con suma profesionalidad. Desde el almuerzo hasta
el "simple" cambio de pañales son actividades de gran calidad, y a partir del convencimiento
del profesional de la educación, es menester hacerlo saber a la comunidad para
aportar datos y señales de cuál es nuestro rol y a qué aludimos con ello.

La función docente en la sala de lactarios

Resulta de particular importancia que la maestra, con los pequeños de este grupo, procure
el establecimiento de ritmos en la alimentación, el sueño y los periodos de actividades. Esta
función, requiere de trabajo, esfuerzo y ya que se trata del pasaje de los ritmos individuales
a un ritmo colectivo.

La maestra tiene a su cargo un grupo cuyos integrantes proceden de hogares diferentes,


estilos de crianza diferentes, por ejemplo en algunos pueden ser muy estrictos los horarios
de alimentación y en otros no tanto.

La maestra sabe que cada uno de los pequeños tiene distintos ritmos y costumbres, en
función del pasaje de un estado a otro.

En relación con los ritmos colectivos, el hecho de propiciar la adaptación de cada pequeño
conlleva al desarrollo de un vínculo de potencia, comunicación y alegría.

La docente, debe poner en práctica actividades focalizadas: si se trata de favorecer el


control cefálico, deberá trabajarlo en forma individual, al sostener y apoyar a cada pequeño
contra su pecho, al hablarle y acariciarlo para que mueva su cabeza.
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De acuerdo con el conocimiento que la maestra tenga acerca de las de las posibilidades de
su grupo, es importante que organice momentos de actividades de atención libre y dispersa,
y de atención focalizada relacionados con juegos motores y sensoriales, juegos de ostén,
de ocultamiento, etc.

En la sala de lactarios, la maestra también deberá trabajar el desarrollo del lenguaje. A


través del tono, de la intencionalidad y del lenguaje gestual, los niños de esta edad
comprenden más que lo que pueden llegar a expresar por sí mismos.

La función docente en la sala de deambuladores

En la sala de deambuladores los momentos de vigilia son más extensos. Los niños se
desplazan por sus propios medios (caminan, corren saltan, trepan, descubren nuevos
espacios), tienen más desarrollada la coordinación de sus movimientos. Comienza el
control de esfínteres. Utilizan las palabras frase, nombran objetos y juegan con las palabras.
Se interesan por los juegos de sacar y poner.

Es necesario que la docente continúe trabajando los ritmos pero con parámetros diferentes
a los trabajados en la sala de lactarios: la maestra puede alternar actividades que
demandan mayor movimiento con otras más tranquilas, puede organizar los momentos de
las actividades individuales con otras grupales.

La docente deberá también tener en cuenta, en el momento de reposo que no todos


necesitan ni desean dormir. Su función estará abocada a la implementación de actividades
tranquilas y más relajadas como escuchar música, canciones o juegos con elementos que
no hagan ruido.

La función de la maestra en relación con el lenguaje es la de aprovechar las situaciones


cotidianas y espontáneas que se presentan en la sala y planificar momentos que apunten
a su enriquecimiento y desarrollo.

También compete a la maestra la organización de actividades que posibiliten tanto el


desarrollo cognitivo como el desarrollo motor del niño y brindar oportunidades para que
desarrollen su motricidad.
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Alumna: María Isabel Díaz
Fecha de examen: 26/03/2021

La maestra puede continuar trabajando con juegos de sostén y ocultamiento, pero en esta
sala estos juegos tendrán características diferentes a los de la sala anterior.

También es importante brindar a los pequeños consignas acerca de cómo utilizar los
elementos con los que vaya a trabajar, o bien expresar en palabras los sentimientos que
aparezcan en cada uno de ellos y en el grupo en el transcurso de las diferentes situaciones
que acontezcan en el aula.

La función de la maestra en la sala de dos años.

Con respecto al niño de dos años, se puede afirmar que ya ha dejado de ser un bebé. Se
caracteriza por su autonomía, necesita y quiere hacer las cosas por sí mismo, aspecto que
manifiesta, por lo general, con la expresión “yo solito”. Busca su independencia y al mismo
tiempo necesita depender de un adulto y lo expresa a través de sus caprichos y berrinches.

Durante este periodo suele aparecer el juego paralelo, a partir del que los niños juegan uno
junto al otro sin que se manifieste todavía un intercambio real.

Los niños que concurren a esta sala se caracterizan por presentar la evocación
representativa de un objeto o un acontecimiento ausente, aspecto que pueden expresar
verbalmente mediante el uso de frases cortas; su lenguaje se enriquece notablemente y
pueden reconocer ritmos en la sucesión de hechos cotidianos.

Es importante que la maestra organice una secuencia determinada en las actividades


diarias, en las cuales aparezcan definidos los diferentes momentos del día, de forma tal que
dicha secuencia no sea rígida.

La función de la maestra maternal es plantear algunas actividades que los niños puedan
realizar solos o con poca ayuda.

En relación con el uso del espacio, los niños de esta edad suelen usar todos los espacios
disponibles de la institución.

En cuanto al desarrollo cognitivo y motor, los niños ya pueden caminar, correr, saltar,
balancearse, trepar, la maestra además de ofrecerles actividades acordes con estas
posibilidades con estas posibilidades, debe transformarlas en situaciones de juego grupal
con la intencionalidad de que los niños puedan comenzar a jugar juntos.
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Así también, a la docente le compete el trabajo con las relaciones temporales y espaciales
como categorías relativas.

En cuanto al control de esfínteres, es importante la continuidad respecto de lo que ya se ha


planteado para la sala de deambuladores y, en el caso de esta sala, la maestra debe
considerar que se trata de un logro esencial. Es posible que los pequeños cuenten con una
madurez biológica que les permite tener el control de sus esfínteres.

Al finalizar la sala de dos años, en los niños suelen aparecer una sensación de curiosidad
por su propio cuerpo y lo demuestran con los juegos con su cuerpo, por espiar a otros niños
cuando están en el baño, etc.

Resulta fundamental que tanto los padres como la maestra puedan dar respuestas a estos
interrogantes con el propósito de rescatar la importancia que se le debe atribuir al hecho de
generar un vínculo en relación con el aprendizaje y la indagación.

En cuanto a la expresividad del niño, se manifiesta tanto con el lenguaje verbal como con
la música y el movimiento. La función de la maestra se relaciona con generar situaciones
que contemplen, a partir de las posibilidades expresivas de los niños, propuestas de
dramatizaciones con las cuales se inventen historias y se disfracen, mediante la narración
de cuentos, al recitar poesías bien rítmicas, con el uso de instrumentos de percusión para
acompañar actividades musicales, al trabajar técnicas que los pongan en contacto con la
producción de imágenes, al aprovechar todos los momentos del día para ampliar el
lenguaje, entre otras.

La función docente consiste en generar las mejores condiciones posibles de enseñanza


para todos los pequeños, a fin de que se apropien de los conocimientos y desarrollen sus
posibilidades en un ámbito de confianza que a la vez, les permita encontrarse, descubrirse,
expresarse y comunicarse en un marco de afecto, compromiso y creatividad.
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Alumna: María Isabel Díaz
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Bibliografía

CONTI, A., GERTENHABER, C. (2001) “Rol docente y comunicación con la familia: la


entrevista inicial”. En La tarea de educar. Sobre el rol, la formación y el trabajo. 0-5 La
educación en los primeros años. Nº 39. Setiembre de 2001. Buenos Aires. México.
Ediciones Novedades Educativas, pp. 82-93.

GERSTENHABER, C. (1998). “Educar y cuidar, dos términos inseparables”. En Jardín


maternal. Hacia una institución respetuosa de la infancia. 0-5 La educación en los primeros
años. Nº 5. Octubre de 1998. Buenos Aires. México. Ediciones Novedades Educativas, pp.
17-31.

MOREAU DE LINARES, Lucía (1993). "El Jardín Maternal. Entre la institución y el saber.
Buenos Aires". Editorial Paidós. Buenos Aires.

PULPEIRO, Sylvia. (2001). “Maestra Jardinera hoy: nuevos paradigmas y realidad


cotidiana”. En La tarea de educar. Sobre el rol, la formación y el trabajo. 0-5 La educación
en los primeros años. Nº 39. Setiembre de 2001.Buenos Aires. México. Ediciones
Novedades Educativas, pp. 64-81.

PULPEIRO, Sylvia. "Vínculos con la familia". En La escuela y los padres: encuentros y


desencuentros. Novedades Educativas de 0 a 5 años, Nº 15. Buenos Aires.

SENA, C. (1999) "Interacción familia y escuela. Educación colaborativa en jardín maternal".


En La educación en los primeros años. 0 a 5 años, Nº 15. Novedades Educativas. Buenos
Aires.

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