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Resiliencia en El Ámbito Educativo
Resiliencia en El Ámbito Educativo
RESILIENCIA EN EL ÁMBITO
EDUCATIVO
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DATOS DEL CURSO
DESTINATARIOS
MODALIDAD
BIBLIOGRAFÍA.
MÓDULO I: INTRODUCCIÓN.
Resiliencia.
La resiliencia es una rama englobada dentro de la psicología positiva. Es uno
de los pilares sobre los que se fundamenta dicha psicología positiva, junto al
flow, la introspección, la creatividad y el optimismo.
La psicología tradicionalmente se centró en la psicopatología y en el dolor
emocional, y en cómo encontrar los modos de paliarlo y superarlo, pero dejó
de estudiar a aquellas personas que se sienten plenas, felices y realizadas, así
como todas esas cualidades o características que hacen que una persona se
sienta bien o los factores que hacen que valga la pena vivir la vida.
Ambos aspectos son importantes y es fundamental su equilibrio. La resiliencia
es la capacidad universal que nos permite desarrollarnos a partir de la
adversidad. Parte del dolor para llegar al bienestar y al crecimiento, no solo a
nivel personal, sino como impacto en otros o en la sociedad.
Las personas positivas y vitales afrontan mejor los acontecimientos
traumáticos, como la muerte o la enfermedad de un familiar o un ser querido.
Se sobreponen mejor y adquieren nuevos conocimientos tras la experiencia
para afrontar mejor situaciones similares en el futuro.
Esta capacidad de hacer frente a las experiencias traumáticas e incluso
obtener beneficios de ellas, permite sacar lo mejor de uno mismo en momentos
adversos. Se trata de construir desde la adversidad, de crecer con las crisis y
de desarrollarnos como seres humanos, aprovechando lo mejor que tenemos
en nosotros mismos: nuestra capacidad de aprender en momentos críticos. El
cambio de paradigma, de un modelo de daño a un modelo de crecimiento,
supone dar importancia a la adquisición y mejora de capacidades.
La resiliencia es la capacidad de recuperarse, sobreponerse y adaptarse de
forma adecuada a la adversidad y de desarrollar competencias sociales,
vocacionales, motivacionales y académicas independientemente de los
acontecimientos adversos a los que se esté expuesto. Estas situaciones
dolorosas, estresantes o negativas sirven para crecer y fortalecerse.
Resiliencia y educación coinciden en ese camino de enseñanza y aprendizaje.
Proceso de vivir y aprender. Vivir la vida de la mejor manera posible, desde el
bienestar, a pesar del sufrimiento o la pérdida. La educación actual requiere
que nos adaptemos a cambios, que seamos creativos, que superemos
limitaciones y adversidades, y adquiramos valores, al igual que la capacidad
de resiliencia.
A lo largo del proceso educativo, tanto profesores como alumnos van a pasar
por situaciones de frustración, pérdida, abandono, rechazo o dolor, tanto
personal como profesionalmente. Aprender de ello y que sirva para fortalecer
también los momentos de éxito, de cooperación o de satisfacción, forma parte
del proceso de resiliencia. De ahí su importancia en el ámbito educativo.
Psicología Positiva, Optimismo y Resiliencia.
Muchos de nosotros pensamos que la psicología busca explorar los traumas y
solucionar problemas que venimos arrastrando desde la infancia y que
condicionan nuestra vida y nuestra evolución vital; todo ello porque la
psicología, entre muchas otras cosas, se encarga de la superación de
problemas y alteraciones psicológicas y/o psicosomáticas. Gracias al trabajo y
a la influencia inicial de los psicólogos humanistas de mediados del siglo XX,
fundamentalmente de Carl Rogers y Abraham Maslow, y hasta la actualidad de
Martin Seligman, que sería el padre de la psicología positiva moderna, es más
frecuente que los psicólogos hablemos del ser humano y de las personas
desde los conceptos de fortaleza, bienestar, desarrollo, amor, gratitud,
satisfacción, calidad de vida, optimismo, resiliencia o salud.
De forma esquemática, las áreas implicadas en el concepto de psicología
positiva serían:
1. Creatividad.
2. Fluir.
3. Resiliencia.
4. Optimismo.
5. Humor.
6. Fortalezas personales.
7. Felicidad.
8. Inteligencia emocional.
Vamos a ver cada una de las áreas implicadas de forma un poco más
específica.
Creatividad.
Podría pensarse que la creatividad está reservada para las personas con
vocación y/o con habilidades artísticas, pero la creatividad es una habilidad
que se puede trabajar y mejorar en nuestro día a día y con cualquier persona
porque el ser humano, cualquiera, puede tener la capacidad de crear, de
producir cosas nuevas y valiosas.
La creatividad es la capacidad que tiene el cerebro para llegar a
conclusiones nuevas y resolver situaciones de forma original. Para que una
actividad sea creativa debe ser intencionada y apuntar hacia un objetivo
intrínseco o extrínseco.
La creatividad es el principio básico para la mejora de la inteligencia
personal y del progreso de la sociedad y es también una de las estrategias
fundamentales de la evolución natural. Toda persona a lo largo de su
evolución vital busca su identidad personal y social, y por eso la creatividad
es un proceso que se desarrolla a lo largo del tiempo y que se debe
caracterizar por la originalidad, la adaptabilidad y las posibilidades de
realización concreta.
Todos nacemos con una capacidad creativa, la cual cultural, educativa o
ambientalmente puede ser estimulada o no. De ahí que, como otras
capacidades humanas, la creatividad se puede trabajar y mejorar con
técnicas para aumentar y desarrollar nuestra capacidad creativa.
Fluir.
El concepto de fluir, del término anglosajón flow, fue elaborado por el
psicólogo Mihalyi Csikszentmihalyi, otro de los grandes «padres» de la
psicología positiva, quien lo ha definido como un estado en el que la persona
se encuentra completamente absorta en una actividad para su propio placer
y disfrute. Esa actividad hace perder la noción del tiempo y, en ese «estado»,
todos los sentidos, las acciones, pensamientos y movimientos se suceden
unas a otras sin parar y generando una gran satisfacción. Prácticamente
cualquier persona, en casi cualquier clase de actividad, puede producir un
estado de fluidez si se dan los elementos relevantes.
Es posible mejorar nuestra calidad de vida si nuestros objetivos son claros, si
obtenemos un feedback inmediato, si nuestras capacidades están a la altura
de los retos que se nos ponen por delante (ni aburrimiento ni alta exigencia) y
si estos objetivos generan disfrute.
Cuando fluimos no es que seamos felices, porque para experimentar la
felicidad debemos centrarnos en nuestros estados internos y esto distraería
la atención de la tarea que tenemos entre manos. Solo después de haber
completado la tarea tenemos tiempo para mirar hacia atrás y considerar lo
que sucedió y es entonces cuando nos vemos inundados de gratitud por la
plenitud de esa experiencia; es cuando podemos afirmar que somos
retrospectivamente felices. Pero no se puede ser feliz sin las experiencias de
flujo.
Resiliencia.
La resiliencia es un término en gran auge en estos días que vivimos y que
está siendo de gran importancia y divulgación en diferentes foros.
Según la Real Academia Española (RAE) la definición de resiliencia sería:
f. Psicol. Capacidad humana de asumir con flexibilidad
situaciones límite y sobreponerse a ellas.
El ser humano, en términos generales, tiene una gran capacidad de
adaptación a las dificultades de la vida y nuestro instinto de supervivencia
nos hace seguir hacia adelante a pesar de catástrofes, pérdidas o
situaciones no deseadas, pero hay personas que se adaptan mejor y tienen
la capacidad de mirar al futuro con esperanza y en positivo, a pesar de que
en el momento presente estén en una situación, o varias, que les
desestabilicen, o sus condiciones de vida sean dificultosas o graves. Eso es
la resiliencia.
Muchas veces, un duro golpe vital hace que en ciertas personas afloren
recursos latentes y desconocidos que les hacen vivir su «nueva» realidad de
otra manera; al encajar y desenvolverse en esas situaciones dificultosas,
aparece una «nueva persona» que empieza a vivir la vida y a tener unos
valores vitales diferentes que le permiten disfrutarla de otra manera.
La primera vez que aparece este concepto se debe a los estudios de Kobasa
y Maddi, sobre los años 70, en relación con la personalidad resistente ante la
idea de protección de los estresores y, desde entonces, se dice que hay
personas que, ante eventos vitales negativos, tienen unas características de
personalidad que les protege.
Esas personas que tienen resiliencia tienen un gran sentido del compromiso,
una fuerte sensación de control sobre los acontecimientos y están más
abiertos a los cambios en la vida, y eso es porque interpretan las
experiencias estresantes y dolorosas como una parte más de la existencia.
Por ello, se considera que es un constructo multifactorial con tres
componentes principales: compromiso, control y reto.
Durante mucho tiempo, este desajuste «en positivo» de la realidad ante
situaciones graves era considerado por muchos «expertos» como patológico
e incluso delirante, pero la literatura científica actual demuestra con claridad
que la resiliencia es una respuesta común y sana, y que no implica patología,
sino un ajuste apropiado y deseable ante la adversidad.
Optimismo.
La psicología positiva tenía que investigar uno de los conceptos más usados
y asociados con la positividad: el optimismo.
Según la definición de la RAE, optimismo sería:
1. m. Propensión a ver y juzgar las cosas en su aspecto más
favorable.
2. m. Doctrina filosófica que atribuye al universo la mayor perfección
posible.
El optimismo es una disposición vital que media entre los acontecimientos
externos y la interpretación personal de ellos, y nos ayuda a enfrentarnos a
las dificultades con buen ánimo, constancia, viendo el lado positivo que
tienen las personas y las circunstancias que las rodean y le rodean a uno,
confiando en nosotros mismos y en nuestras capacidades, unido a la ayuda
de los demás.
El optimismo supone hacer un esfuerzo para encontrar soluciones, ventajas y
posibilidades, y eso conlleva a que las personas optimistas tengan más éxito
en la vida, tengan mayor perseverancia para conseguir los objetivos que se
propongan y tengan mejor salud física, lo que les hace salir fortalecidos y
encontrar beneficios incluso en situaciones estresantes y traumáticas.
Humor.
El humor (el buen humor) es un dispositivo del ser humano que permite
liberar tensiones, alejar las preocupaciones y «relativizar» los problemas.
La risa, se sabe científicamente, es una herramienta curativa y preventiva de
enfermedades porque incrementa las defensas inmunológicas de nuestro
organismo y reduce las hormonas que nos causan tensiones. Se
descubrieron sus beneficios en uno de los primeros estudios sobre la
influencia de la risa en la salud. Se compararon resultados de análisis de
sangre entre personas antes y después de ver vídeos cómicos con otro
grupo que no vio esos vídeos. Este estudio fue realizado y publicado por
Berk en la American Journal of Medical Science, en 1989.
A medida que evolucionamos, el ser humano pierde el beneficio fisiológico y
psicológico, ya que cuando somos niños estamos más predispuestos a
reírnos, con un promedio de trescientas veces al día, mientras que, cuando
nos hacemos adultos, lo hacemos entre quince y cien veces.
El humor y la risa incrementan la vitalidad, la energía, la actividad cerebral y
la de multitud de músculos de nuestro cuerpo; todo ello se convierte en un
antídoto eficaz contra el estrés, la depresión y la tristeza.
De ahí la aparición de la risoterapia como método de tratamiento,
intervención o terapia psicológica, y no se basa en que se reúnan diferentes
personas y se rían sin control ni fundamento, ya que hay que aprender a
reírse con todo el cuerpo. Dependiendo de cómo nos riamos, nos influye en
nuestro organismo e incluso lo podemos utilizar para ayudar a la mejora del
funcionamiento de los órganos.
Así que sería recomendable reírnos más a menudo para tener mejor salud
física y psicológica, y, como diría el pionero de la risoterapia en España José
Elías: «Que la risa te acompañe».
Fortalezas personales.
Dentro de la psicología positiva se da importancia a las fortalezas que
tenemos, que serían esos pilares personales que nos permiten disfrutar de la
vida y afrontar las dificultades. Se podrían agrupar en seis categorías:
Las 24 fortalezas personales (SELIGMAN)
Podríamos describir una fortaleza como una característica de la psicología
humana que se desarrolla desde la infancia, se condiciona con elementos
ambientales y se mantiene como un rasgo a lo largo de nuestra vida. A veces
las personas tienen que trabajar para poder descubrirlas y fomentarlas, dado
que en numerosas ocasiones se mantienen ocultas o son desconocidas por
presiones sociales, ambientales o familiares.
Martin Seligman estableció veinticuatro fortalezas en el ser humano
agrupadas en seis categorías diferentes y, para poder medirlas, desarrolló el
cuestionario VIA. Seligman señalaba que cualquier ser humano tiene, al
menos, una de cada categoría. Y serían las siguientes:
Grupo 1. Sabiduría y conocimiento: en este apartado se señalan aquellas
fortalezas relacionadas con la razón, el saber, la abstracción y el rendimiento
cognitivo; claves para el buen desarrollo personal y humano.
1. Creatividad: podría ser catalogada como originalidad o ingenio y sería
«la capacidad de pensar en nuevos caminos de forma productiva, en
nuevas soluciones para generar ideas o para actuar». Incluye la
creación artística, pero no se limita exclusivamente a ella. Es una
herramienta ante las dificultades. La capacidad de crear orden, belleza y
finalidad a partir del caos o la incertidumbre.
2. Curiosidad: esta fortaleza se daría en personas con una clara
motivación personal en descubrir novedades, en estar abiertos a nuevas
experiencias o en tener interés por lo que sucede en el mundo; en
descubrir nuevas cosas. Deseo y motivación por encontrar información
novedosa o retadora. La curiosidad fomenta el aprendizaje.
3. Apertura de mente: se incluirían capacidades como el pensamiento
crítico o la capacidad de juicio, examinar significados y matices. Evitar el
blanco y el negro en la capacidad cognitiva. Esta fortaleza nos permite
afrontar situaciones novedosas de manera efectiva, vivir con plenitud y
aprender de aquello que nos rodea.
4. Deseo de aprender: personas con capacidad de querer conocer cosas
nuevas, abrirse al conocimiento y llegar a amarlo, ponerse retos y
dominar nuevas materias y conocimientos. Las personas con esta
fortaleza tienen motivación para adquirir habilidades o involucrarse en
nuevas experiencias.
5. Perspectiva/sabiduría: capacidad de escuchar y dar consejos a las
personas que le rodean, capacidad para comprender el mundo y ayudar
a los demás a comprenderlo. Sin perspectiva, los aprendizajes serían
una base de datos; la sabiduría aporta la utilidad que mejorará nuestra
vida y la de los demás.
Grupo 2. Coraje: hace referencia a las fortalezas basadas en los campos
emocionales que implican la consecución de objetivos y metas ante
situaciones de dificultad externa o interna.
6. Valentía: capacidad para evitar las situaciones temidas, las amenazas;
capacidad para enfrentarse al miedo, la dificultad o el dolor. Capacidad
para defender un punto de vista, aunque exista una fuerte oposición por
parte de los demás. Las personas valientes actúan siguiendo sus
convicciones y valores.
7. Persistencia: marcarse un objetivo de manera perseverante y, a base de
trabajo y laboriosidad, terminar lo que uno empieza. Persistir es
mantenerse en pie aunque existan obstáculos. Obtener satisfacción por
las tareas emprendidas y que consiguen finalizarse con éxito. Incluye
visualizar el objetivo y mantener los esfuerzos hasta su consecución.
8. Integridad: es la capacidad para mostrar autenticidad y honestidad, ir
con la verdad por delante, no ser pretencioso y asumir la
responsabilidad de los propios sentimientos y acciones emprendidas.
Vivir en función de nuestros valores personales.
9. Vitalidad: engloba conceptos como pasión, vigor, energía, una forma de
afrontar la vida con entusiasmo. Hacer las cosas con convicción y dando
todo de uno mismo sintiéndose vivo y activo.
Grupo 3. Humanidad: la humanidad es uno de los valores clave. Al fin y al
cabo, somos seres humanos con nuestros defectos y nuestras virtudes; las
fortalezas englobadas en esta área serían la capacidad de cuidar y ofrecer
amistad y cariño a los demás. Está presente en la creación de relaciones.
10. Amor: el ser humano se pasa gran parte de su vida buscando el amor y,
por lo tanto, la capacidad de amar y ser amado. Implica el desarrollo de
relaciones con otras personas, en particular con aquellas en las que el
afecto y el cuidado son mutuos. Eric Fromm (1956) define cuatro
elementos básicos en todas las formas de amor: cuidado,
responsabilidad, respeto y conocimiento.
11. Amabilidad: ser amable, generoso, desarrollar la compasión, el
altruismo, el perdón o la bondad estarían incluidas en esta fortaleza.
Capacidad para hacer favores y buenas acciones para los demás.
Hacerlo por el hecho en sí, no en espera de reconocimiento o
contraprestación.
12. Inteligencia social: conceptos como la inteligencia emocional o la
personal. Analizar las emociones y sentimientos tanto de uno mismo
como de los demás, saber cómo comportarse en las diferentes
situaciones sociales, saber qué cosas son importantes para otras
personas. Implica empatía y asertividad (el respeto por uno mismo y el
otro). Es la capacidad de comprender y apreciar los matices
emocionales de las relaciones.
Grupo 4. Justicia: uno de los valores universales, siempre cuestionado,
pero necesario para valorar comportamientos y actos, y ponderar sus
consecuencias para una vida en comunidad saludable. Decidir de forma
objetiva derechos y deberes hacia los demás, desde la ética y la moral.
13. Ciudadanía: la capacidad para ser responsable, leal y fiel con uno
mismo y con las personas que le rodean. Incluye la capacidad para
trabajar en equipo y sentirse parte de él. Aquellas personas cuya
fortaleza es la ciudadanía se orientan más al fin común que al suyo
propio. Incluye optimismo, cohesión social, cooperación y sentido de la
igualdad.
14. Justicia: capacidad relacionada con la equidad y con la ponderación en
las relaciones de igualdad. No dejar que los sentimientos personales
influyan en decisiones sobre los otros, dando a todo el mundo las
mismas oportunidades. Desarrollar habilidades para llegar a acuerdos
con equidad. Supone expresar compasión hacia los demás.
15. Liderazgo: capacidad para iniciar y mantener convicciones propias y
saber transmitirlas a los demás. Reforzar las relaciones entre las
personas de dicho grupo. Organizar actividades grupales y llevarlas a
buen término. Tener capacidad para inspirar a los demás para
comportarse de forma determinada.
Grupo 5. Moderación: fortalezas que nos protegen contra los excesos.
Hacen referencia a moderar comportamientos desde el juicio.
16. Perdón y compasión [Capacidad de perdonar, misericordia]: capacidad
de perdonar a aquellas personas que han actuado mal, dándoles una
segunda oportunidad, no siendo vengativo ni rencoroso. Desde esta
fortaleza aceptamos que los demás cometen errores y aceptamos los
defectos de los otros.
17. Humildad/Modestia: dejar que sean los demás los que hablen de uno
mismo, no buscar ser el centro de atención y no creerse más especial
que los demás. Las personas humildes hacen un análisis realista de sus
capacidades, reconocen sus limitaciones y están abiertas a nuevas
ideas.
18. Prudencia [discreción, cautela]: ser cauteloso a la hora de tomar
decisiones para no asumir riesgos innecesarios ni decir o hacer nada de
lo que después uno se pueda arrepentir. Consiste en orientarse hacia
las consecuencias de nuestros actos con razonamiento práctico y
autogestión, lo que nos acerca a la consecución de objetivos.
19. Autorregulación [autocontrol]: tener capacidad para regular los propios
sentimientos y acciones, tener control sobre los impulsos y emociones.
Nos ayuda a gestionar nuestros deseos, acciones y emociones.
Grupo 6. Trascendencia: fortalezas que forjan conexiones con la
inmensidad del universo y dotan de significado a la vida. Nos ayuda a
conectar con lo que nos rodea y nos provee de un sentido más profundo de
propósito en la vida.
20. Aprecio de la belleza y la excelencia [asombro, admiración, fascinación]:
saber apreciar la belleza de las cosas, del día a día, o interesarse por
aspectos de la vida como la naturaleza, el arte, la ciencia… Está
relacionada con el asombro o la sorpresa. Contemplar la excelencia o la
belleza nos proporciona una mezcla de bienestar y relajación que nos
empuja a actuar de manera positiva.
21. Gratitud: ser consciente y agradecer aquello que nos pasa. Saber dar
las gracias y reconocer el valor de aquello que nos ocurre.
22. Esperanza [optimismo, visión de futuro, orientación al futuro]: esperar lo
mejor para el futuro y trabajar para conseguirlo. Creer que un buen
futuro es algo que está en nuestras manos conseguir. Centrarnos en
posibilidades de solución, así como reconocer y aceptar un cambio de
perspectiva en caso de que la solución que encontramos no sea la más
adecuada.
23. Sentido del humor [diversión]: relativizar, poner en perspectiva. Gusto
por la risa y las bromas, hacer sonreír a otras personas, ver el lado
positivo de la vida.
24. Espiritualidad [religiosidad, fe, propósito]: pensar que existe un propósito
o un significado universal en las cosas que ocurren en el mundo y en la
propia existencia. Creer que existe algo superior que da forma y
determina nuestra conducta y nos protege. Consiste en ser coherente
con nuestras creencias.
Felicidad.
Definir el concepto de felicidad es tarea ardua. Seguramente sea una de las
definiciones que más controversia genera. Según la definición de la RAE,
felicidad es:
f. Estado de ánimo que se complace en la posesión de un bien.
f. Satisfacción, gusto, contento.
f. Suerte feliz.
El ser humano, filosófica y esencialmente, ha perseguido la felicidad como
una meta o un fin, un estado de bienestar ideal y permanente que conseguir,
pero parece que la felicidad se compone de pequeños momentos, de detalles
vividos en el día a día y, quizás, su principal característica sea la
inestabilidad y el dinamismo constante a lo largo de nuestras vidas,
posiblemente por la laboriosidad de las necesidades, motivaciones, deseos,
metas y objetivos vitales que tiene el ser humano.
De ahí que, desde el punto de la psicología positiva, sea necesario abordar el
concepto felicidad como un estudio y un trabajo individualizado de bienestar
subjetivo.
Inteligencia emocional.
La inteligencia emocional es la capacidad para reconocer sentimientos
propios y ajenos y la habilidad para manejarlos. Es un conjunto específico de
aptitudes que se hallan implícitas dentro de las capacidades abarcadas por la
inteligencia social, y que nos permiten recoger información de nuestro interior
y del mundo que nos rodea con el objetivo de emitir la respuesta más
adecuada a las demandas que la vida cotidiana nos plantea.
Puede, asimismo, considerarse como una habilidad que tienen las personas
para atender y percibir los sentimientos de forma apropiada y precisa,
asimilarlos y comprenderlos de manera adecuada.
La Inteligencia Emocional engloba una serie de cualidades emocionales que
parecen tener importancia para el éxito, como, por ejemplo: la empatía, la
expresión y comprensión de sentimientos, el control de nuestros impulsos, la
independencia y la destreza para regular y modificar nuestro estado de ánimo
o el de los demás, la automotivación, la autoestima… Sin embargo, no se
puede entender la Inteligencia Emocional como un rasgo de la personalidad,
pues no podemos diagnosticar el grado de Inteligencia Emocional de un
individuo tan solo observando algún rasgo o característica de su
personalidad.
Definiciones de Resiliencia.
A continuación, se recogen distintas definiciones de resiliencia.
Es la capacidad de los seres humanos para sobreponerse a la adversidad
y, además, construir sobre ella.
Es el resultado de adaptarse positivamente aun en situaciones adversas.
Es la capacidad humana para hacer frente a las adversidades de la vida,
superarlas y salir de ellas fortalecido o incluso transformado (Henderson y
Milstein, 2007).
El vocablo resiliencia deriva del latín, del término resilio, que significa
volver atrás, volver de un salto, resaltar, rebotar. Fue adaptado a las
ciencias sociales para caracterizar a aquellas personas que, a pesar de
nacer y vivir en situaciones de alto riesgo, se desarrollan
psicológicamente sanos y exitosos (Rutter, 1999).
Habilidad para surgir de la adversidad, adaptarse, recuperarse y acceder
a una vida significativa y productiva (ICCB, 1994).
Historia de adaptaciones exitosas en el individuo que se ha visto expuesto
a factores biológicos de riesgo o eventos de vida estresantes; además,
implica la expectativa de continuar con una baja susceptibilidad a futuros
estresores (Luthar y Zingler, 1991; Masten y Garmezy, 1985; Werner y
Smith, 1982, en Werner y Smith, 1992).
Enfrentamiento efectivo ante eventos y circunstancias de la vida
severamente estresantes y acumulativos (Lösel, Blieneser y Köferl en
Brambing et al., 1989).
Capacidad humana universal para hacer frente a las adversidades de la
vida, superarlas o incluso ser transformado por ellas.
La resiliencia es parte del proceso evolutivo y debe ser promovido desde
la niñez (Grotberg, 1995).
La capacidad de una persona o sistema social de enfrentar
adecuadamente las dificultades, de una forma socialmente aceptable
(Vanistendael, 1994).
Beneficios de la Resiliencia.
Las personas más resilientes:
Tienen una mejor autoimagen.
Se critican menos a sí mismas.
Son más optimistas.
Afrontan los retos.
Son más sanas físicamente.
Tienen más éxito en el trabajo o estudios.
Están más satisfechas con sus relaciones.
Están menos predispuestas a la depresión.
En primer lugar, está el suelo sobre el que está construida, son las
necesidades materiales elementales.
En los cimientos están también la red de relaciones sociales y la aceptación
profunda de la persona, no de su comportamiento, y su importancia es
primordial.
Esta aceptación no es unilateral; no solo el adulto acepta al niño, es preciso
que haya reciprocidad. El niño también desempeña su papel, debe consentir
que se le acepte. En la planta baja encontramos una capacidad fundamental:
encontrar un sentido a la vida, descubrirle un sentido, que puede realizarse a
través de una filosofía que consiste en apreciar plenamente la existencia. Este
nivel es el de los proyectos concretos, que debemos encontrar para cada
persona, cuidar de otro, ser generoso con otros, responsabilizarse de tareas y
cuidados, la naturaleza ofrece muchas posibilidades pedagógicas importantes.
El niño se siente capaz de descubrir un sentido de vida que está sin duda
vinculado a su entorno. El descubrimiento de sentido no es una actividad
individual, puede ser activado por los adultos favoreciendo el diálogo con los
demás seres vivos y con el entorno material. En el primer piso encontramos
tres habitaciones: la autoestima, las competencias y aptitudes, el humor y otras
estrategias de adaptación.
Al igual que en una casa las habitaciones están comunicadas entre sí, es decir,
los campos están ligados, así, la autoestima, considerada como un factor
esencial de la resiliencia, está en estrecha relación con otros elementos como
la aceptación del otro.
Las aptitudes y competencias interesan de modo particular a la educación. No
solo las aptitudes cognitivas, también las relacionales, profesionales y de
supervivencia, gracias a las cuales podremos expresar sentimientos y
emociones, y mostrar la capacidad práctica de arreglárnoslas en la vida
cotidiana.
La autoestima, considerada como un componente ético, sentirse a gusto
consigo mismos, estar rodeados de personas que ratifican con su valía y los
animan. El buen equilibrio mental permite explorar sus posibilidades, las de los
demás y las del entorno, aprenden a amar la vida y a estar motivados no
sintiéndose bloqueados por obstáculos que consideran insuperables.
El sentido del humor es fundamental en las relaciones humanas, y esto lo
sabemos los profesores, aunque no se refleja en las ciencias pedagógicas. Es
difícil definir el humor, y aún más difícil aprenderlo. Gracias al humor
construimos relaciones, vínculos, asociaciones inesperadas, y eso relativiza las
relaciones y los vínculos evidentes. Constatamos que el verdadero sentido de
la vida es relativo, vinculado al contexto, y sin ese contexto se convierte en un
sinsentido.
La fuente del humor es lo insólito, si solo hay rutina, no tiene cabida el humor.
En el desván está la apertura a otras experiencias a menudo más localizadas.
Esto no es una estructura rígida y fija y no responde necesariamente a este
orden. Los contextos, los problemas, las culturas son demasiado diferentes y
variadas, por tanto, no se puede indicar qué acciones realizar en cada estancia
de la casita.
Esta propuesta puede aplicarse a la resiliencia de un niño, pero también a la
de una familia, a la de una comunidad. La casita puede servir para encontrar
puntos fuertes y débiles de un niño, y es una herramienta del enfoque de
resiliencia.
MÓDULO II: INTERVENCIÓN.
Objetivos.
El objetivo general es desarrollar un taller que facilite a los alumnos:
Fomentar la capacidad para resistir el estrés, malestar o frustración a la
que pueda enfrentarse.
Mejorar su capacidad de resiliencia.
Asimismo, se presentan los siguientes objetivos específicos:
Analizar motivos para estudiar.
Mejorar el área emocional; capacidad de gestionar emociones
relacionadas con el clima escolar (empatía, asertividad, valores…).
Poner en marcha objetivos de desarrollo personal.
Prevenir la aparición de conflictos, así como su adecuada resolución.
Desarrollo de sesiones.
Este programa se basa en las siguientes definiciones:
La resiliencia como enfrentamiento efectivo de circunstancias y eventos
de la vida severamente estresantes y acumulativos (Lösel, Blieneser y
Koferl, 1989).
Capacidad del ser humano para hacer frente a las adversidades de la
vida, superarlas y ser transformado por ellas (Grotberg, 1995).
Se toma como referencia el mandala de Wolin y Wolin para desarrollar las
diferentes áreas que componen la capacidad de resiliencia:
Introspección.
(Insight).
Independencia.
Iniciativa.
Humor.
Creatividad.
Ideología personal o moralidad.
Metodología del problema.
El programa se dirige a alumnos de Primaria y Secundaria, adaptando los
contenidos y materiales a cada edad.
Participantes.
Máximo 30 participantes.
11 sesiones de 2 horas de duración.
Periodicidad.
1 sesión semanal.
Contenido sesiones (adjuntas en anexo 1).
OBJETIVO:
Conocer el concepto de resiliencia.
Identificar factores de resiliencia.
ESTRATEGIA:
Crear un clima de bienestar y confianza entre los alumnos y profesores,
desarrollar una primera parte teórica y participativa en la que se van
planteando situaciones y solucionando las dudas que puedan ir surgiendo.
Al finalizar la explicación, se sugiere dividir a los alumnos en grupos de cuatro
personas, con el objetivo de debatir sobre derechos resilientes y la importancia
de esta capacidad en la calidad de vida.
MATERIALES:
Hoja resumen de derechos resilientes.
Vídeos resiliencia.
Papel y bolígrafos.
Frases resilientes en cartulina (puzle). En Primaria se pueden utilizar
dibujos.
Música (a elegir como fondo para diferentes actividades).
PROCEDIMIENTO:
Presentación:
o Tiempo estimado: 10 minutos.
o Disposición grupal: sentados en círculo, comienza la sesión
recibiendo a los participantes con un saludo, preguntándoles por su
estado emocional y facilitando el saludo y la comunicación entre
ellos. Se realiza una dinámica de presentación:
Ovillo de lana: se lanza el ovillo a una persona indicando nuestro
nombre y así entre todos hasta formar una tela de araña. A
continuación, se deshará el ovillo, devolviéndolo a quien nos lo lanzó
diciendo su nombre.
Se explicará el funcionamiento de las sesiones y se establece
compromiso de respeto y confidencialidad.
ACTIVIDAD 1 - Fórmalas.
o Tiempo estimado: 25 minutos.
Se eligen frases o imágenes resilientes y se recortan para crear un
puzle.
Se reparten las piezas de frases o imágenes resilientes que entre todos
los participantes tienen que unir.
Tras este trabajo, se debate sobre las capacidades y emociones puestas
en marcha mientras hacían la actividad (creatividad, trabajo en equipo,
sentido del humor, juego… cómo se han sentido).
Sirve de introducción a la parte teórica, que será la actividad 2.
OBJETIVO:
Detectar, conocer y entender las fortalezas que están presentes en
nosotros en este momento, analizar si nos ayudan o si podemos poner
en marcha otras no identificadas.
Detectar fortalezas en los demás y que esto nos sirva de apoyo.
ESTRATEGIA:
Se creará un clima que permita la autoobservación y al mismo tiempo la
participación y planteamiento de dudas y consultas.
Sentados en círculo, con el tutor formando parte de él, se trabajarán los
distintos aspectos de la sesión.
MATERIALES:
Cuestionario de fortalezas de Seligman.
Papel continuo.
Papel y bolígrafos.
Pintura de dedos.
Post-its.
Música (a elegir como fondo para diferentes actividades).
PROCEDIMIENTO:
Presentación:
o Tiempo estimado: 15 minutos.
o Disposición grupal: sentados en círculo, comienza la sesión
recibiendo a los participantes. Se comenta la actividad para casa y
las conclusiones obtenidas.
ACTIVIDAD 2 - El trébol.
o Tiempo estimado: 20 minutos.
Cada participante dibuja un trébol con cuatro hojas. En cada hoja anota un
logro que haya tenido a lo largo de su vida y, junto a este logro, las
principales fortalezas que puso en marcha para alcanzarlo.
SESIÓN 3: Introspección.
OBJETIVO:
Desarrollar la capacidad de preguntarse a sí mismo y darse una
respuesta honesta.
Detectar, conocer y entender las emociones que están presentes en
nosotros en este momento, analizar si nos ayudan o limitan.
Clarificar las razones de cuidado, los motivos para cuidar y adaptar la
forma de cuidado a las razones por las que se hace.
ESTRATEGIA:
Se creará un clima que permita expresar emociones sentidas y analizar las
razones por las que cuidamos. No se juzgará ni a otros ni a nosotros mismos.
Sentados en círculo, con el tutor formando parte de él, se trabajarán los
distintos aspectos de la sesión.
MATERIALES:
Hoja con frases para identificación de emociones.
Cuadro de emociones.
Papel y bolígrafos.
Cordones con diferentes nudos.
Hoja para recogida de datos de auto-instrucciones.
Hoja para recogida de momentos vividos.
Hoja de registro 24 horas.
Música (a elegir como fondo para diferentes actividades).
PROCEDIMIENTO:
Tiempo estimado: 15 minutos.
o Disposición grupal: sentados en círculo, comienza la sesión
recibiendo a los participantes. Se comentan las conclusiones
obtenidas tras el cuestionario de fortalezas. Se resuelven dudas y
cuestiones que pudieran plantearse.
ACTIVIDAD 1 - Reconocimiento de emociones.
Tiempo estimado: 50 minutos.
Se facilita a los participantes un listado de frases/palabras y tienen que escribir
tras cada una de ellas qué emoción les genera (son frases que habitualmente
se dirigen a los estudiantes por parte de familiares, amigos, profesores…). Las
puntuarán de 0-10 en función del malestar que genera su escucha.
Anota a lo largo del día todas las actividades que realizas por tu aprendizaje y
desarrollo. Junto a cada actividad, indica si lo has hecho bien o mal. Añade a
qué has tenido que renunciar por hacer lo que has hecho en ese momento.
Calcula el número de actividades que haces bien y multiplícalo por los siete
días de la semana. Detente a valorar todo aquello que haces bien, el volumen
positivo frente a los aspectos para mejorar y analiza las renuncias.
SESIÓN 4: Independencia.
OBJETIVO:
ESTRATEGIA:
MATERIALES:
Hoja de recogida de cambios.
Hoja de balanza.
Papel y bolígrafos.
Caja pequeña para «vales recompensa».
Tarjetas pequeñas.
Música (a elegir como fondo para diferentes actividades).
PROCEDIMIENTO:
Tiempo estimado: 15 minutos.
Disposición grupal: sentados en círculo, comienza la sesión recibiendo a los
participantes.
Se comentan las conclusiones obtenidas tras realizar el cuaderno de
actividades.
Se resuelven dudas y cuestiones que pudieran plantearse.
ACTIVIDAD 3 - Balanza.
Tiempo estimado: 25 minutos.
Poner sobre una balanza las reflexiones que hemos visto en las actividades
anteriores. En un lado, aquellas situaciones en las que hemos perdido
independencia, capacidad de hacer cosas que haríamos sin estudiar, y en el
otro, aquellas en las que la conservamos.
Analizar de forma visual dónde hay mayor peso.
ACTIVIDAD 4 - Puesta en común.
Tiempo estimado: 10 minutos.
Se comparten las emociones sentidas, niveles de dependencia y detección
de las áreas de mejora.
OBJETIVO:
Conocer los propios círculos de confianza.
Detectar recursos en las relaciones interpersonales y áreas de mejora.
Analizar el estado de las relaciones interpersonales.
ESTRATEGIA:
Se mantendrá un ambiente que favorezca la confianza y el bienestar.
En esta sesión es fundamental la interacción con el grupo y participar
planteando dudas y comentando lo que les sugieren los demás sin juzgar.
MATERIALES:
Hoja de círculos de confianza.
Tarjetas de colores con una cualidad por tarjeta.
Papel y bolígrafos.
Hoja de recogida de interacción con otros.
Música.
PROCEDIMIENTO.
Tiempo estimado: 15 minutos.
Disposición grupal: sentados en círculo, comienza la sesión recibiendo a los
participantes.
Se comentan las conclusiones obtenidas tras realizar las «actividades
respiro».
Se resuelven dudas y cuestiones que pudieran plantearse.
Personas
de apoyo
Personas de
total confianza
ACTIVIDAD 2 - El espejo.
Tiempo estimado: 10 minutos.
Nos colocamos en dos filas, uno frente a otro, hablamos con la persona que
haya quedado frente a nosotros presentándonos, contando lo que nos gusta
hacer y lo que no, cómo estamos y preguntamos también a nuestra pareja,
escuchando sus respuestas. Cuando el monitor lo indica, damos un paso a la
izquierda para cambiar de pareja y de nuevo nos presentamos y conocemos a
la otra persona. De esta forma todos los participantes podrán hablar entre sí.
Una vez terminada la rotación, analizamos cómo nos hemos sentido y qué
hemos aprendido.
OBJETIVO:
Establecer objetivos a corto plazo.
Establecer objetivos a medio plazo.
Aprender a definir objetivos/metas.
Valorar su puesta en marcha.
ESTRATEGIA:
Se mantendrá un ambiente que favorezca la participación y la relación de
apoyo mutuo entre los alumnos.
Como en las anteriores sesiones, se trabajará de forma dinámica y en equipo.
MATERIALES:
Sábana.
Listado de preguntas para objetivo.
Plantilla definición de objetivo.
Papel y bolígrafos.
Cartulinas.
Rotuladores.
Música (a elegir como fondo para diferentes actividades).
PROCEDIMIENTO.
Tiempo estimado: 15 minutos.
Disposición grupal: sentados en círculo, comienza la sesión recibiendo a los
participantes.
Se comentan las conclusiones obtenidas tras analizar el estado de las
relaciones interpersonales.
Se resuelven dudas y cuestiones que pudieran plantearse.
ACTIVIDAD 3 - Yo quiero…
Tiempo estimado: 40 minutos.
Partiendo de la definición de objetivo como META (medible, específico,
temporal y alcanzable), se trabajará por parejas.
Cada miembro de la pareja anota su objetivo; el otro participante le hará las
siguientes preguntas:
¿Para qué lo quieres?
¿Qué te ha impedido hacerlo hasta ahora?
¿Cómo lo puedes hacer?
¿Qué cosas a favor tienes?
¿Qué necesitas?
¿Dónde puedes encontrar eso que necesitas?
¿Estás dispuesto a hacerlo?
¿Cuándo lo vas a hacer? Especificar día…
Se cambia de turno una vez contestada.
A continuación, en una cartulina, cada persona anotará su objetivo junto con
aquellas claves que le ayudarán a conseguirlo. Con quién va a contar, si lo
va a hacer solo o con ayuda, qué necesita…
OBJETIVO:
Generar soluciones alternativas ante problemas.
Poder ver las situaciones que se nos presentan desde diferentes
perspectivas.
ESTRATEGIA:
Se mantendrá un ambiente que favorezca la interacción entre los participantes.
Como en las anteriores sesiones, se trabajará de forma dinámica y en equipo.
MATERIALES:
Imágenes para perspectiva.
Vasos de plástico. Folios.
Listado de preguntas para generador de soluciones.
Papel y bolígrafos.
Cuestionario momentos flow.
Música (a elegir como fondo para diferentes actividades).
PROCEDIMIENTO.
Tiempo estimado: 15 minutos.
Disposición grupal: sentados en círculo, comienza la sesión recibiendo a los
participantes.
Se comenta cómo ha ido la puesta en marcha del objetivo definido en la
sesión anterior: si se ha podido, si se ha establecido una fecha para hacerlo,
dificultades encontradas o sensaciones al realizarlo.
Se resuelven dudas y cuestiones que pudieran plantearse.
ACTIVIDAD 2 - Créalo.
Tiempo estimado: 30 minutos.
Con las letras que forman la palabra aprendizaje, los participantes escriben
palabras, un poema, frases… partiendo de cada letra. Se hacen cuatro grupos
de personas para elegir una de las creaciones por equipo. De los cuatro
finalistas se eligen dos y, por último, se elige el ganador. Se dejarán todos
expuestos en la sala.
ACTIVIDAD 3 - Resuélvelo.
Tiempo estimado: 40 minutos.
Primero se definirá un problema y mediante la técnica de «los cinco porqués»
se tratará de comprender el problema desde otra profundidad (cada
participante se preguntará qué pasaría si no se resuelve, a su respuesta vuelve
a preguntarle por qué. De esta forma llegará al motivo último de la necesidad
de resolverlo). A partir de ahí, explorará varias formas de afrontamiento. Una
vez llegada a la quinta explicación, creará posibles soluciones. Valorar si la
solución es viable, ecológica y preventiva.
A continuación, elegimos uno de los problemas para trabajar de forma grupal.
Aplicaremos para él la técnica de «grupo nominal» (Delbecq y Gustafson).
Pasos para seguir para aplicar técnica de «grupo nominal».
El problema deberá ser claramente definido y entendido al principio de la
sesión. Se escribe en una pizarra utilizando una frase corta pero completa.
Libre generación de ideas: cada integrante del grupo deberá escribir sus
ideas de manera silenciosa e independiente en el tiempo determinado (entre 5
y 10 minutos). Las ideas deberán ser unas pocas palabras o una frase corta.
Recolección de ideas: en esta fase, cada miembro va expresando sus ideas,
una cada vez, utilizando la ronda en orden. Una vez que se termina la primera
ronda de ideas, se continúa con una segunda y así hasta que los participantes
expresen todas sus ideas. Se anotan en la pizarra, sin repetir ideas iguales. En
esta fase no se opina si las propuestas son correctas o no, solo se recopilan
Clarificación de las ideas: se lee en voz alta cada idea y se pregunta al grupo
si se entiende. Si alguien desconoce el significado de alguna idea, se pide al
resto del grupo si alguien puede explicarla. Una vez clarificada la idea, se
procede con la siguiente y así hasta completar la lista. El objetivo de esta fase
es clarificar cualquier duda sobre el significado de una idea, no consiste en
convencer o imponer algún punto de vista. Es aquí cuando el grupo puede
decidir eliminar o añadir alguna idea.
OBJETIVO:
Definir nuestra propia escala de valores.
Encontrar el sentido a la situación actual de estudio, aprendizaje y buen
clima escolar.
ESTRATEGIA:
Se mantendrá un ambiente que favorezca la interacción entre los participantes.
Durante la sesión se generará un clima de confianza que facilite la escucha
activa de todos los miembros del grupo.
MATERIALES:
Listado de valores.
Papel y bolígrafos.
Música (a elegir como fondo para diferentes actividades).
PROCEDIMIENTO.
Tiempo estimado: 15 minutos.
Disposición grupal: sentados en círculo, comienza la sesión recibiendo a los
participantes.
Se revisan las conclusiones del cuestionario de momentos flow de forma que
cada uno identifique cuáles son los momentos que le beneficia crear.
Se resuelven dudas y cuestiones que pudieran plantearse.
ACTIVIDAD 1 - Mi para qué.
Tiempo estimado: 25 minutos.
Se introduce brevemente el concepto de valores y creencias personales y la
importancia de que estos vayan en línea con nuestras conductas.
Se debatirá entre los participantes la diferencia entre preguntarnos el por qué y
el para qué.
SESIÓN 9: Humor.
OBJETIVO:
Estimular el pensamiento positivo.
Desarrollar el sentido del humor ante situaciones de estrés, soledad…
como atenuante del dolor, la frustración y la ansiedad.
Facilitar las relaciones interpersonales y la comunicación.
ESTRATEGIA:
Se trabajará en grupo en una sala amplia y sin elementos que interrumpan, ya
que en esta sesión se promoverá el movimiento.
Durante la sesión se generará un clima de bienestar y diversión facilitando la
participación activa de todos los miembros del grupo.
MATERIALES:
Tabla de anécdotas.
Papel y bolígrafos.
Globos.
Música (a elegir como fondo para diferentes actividades).
PROCEDIMIENTO:
Tiempo estimado: 15 minutos.
Disposición grupal: Sentados en círculo, comienza la sesión recibiendo a los
participantes.
Se revisan las conclusiones de la biografía escrita durante la semana.
Se resuelven dudas y cuestiones que pudieran plantearse.
ACTIVIDAD 1 - Diario de anécdotas.
Tiempo estimado: 30 minutos.
Escribir aquellas anécdotas que me han ocurrido en el colegio. Recogerlas en
una tabla.
Yo me llamo…
Alta mar
Cada vez las instrucciones se dan de forma más rápida de forma que al final la
risa es espontánea.
Abrazos.
Con música de fondo para bailar comenzamos a movernos por toda la sala,
bailando, cantando… Para la música y nos abrazamos con la persona que
tenemos enfrente, como si fuera alguien a quien queremos mucho y hace
tiempo que no vemos, nos dejamos llevar por la emoción y la alegría del
encuentro. Sigue la música y seguimos bailando; al parar la música, hacemos
grupos de abrazos de tres, nueva ronda y de nuevo al parar la música grupos
de cinco… Seguimos así sucesivamente hasta formar un abrazo grupal.
Alfombra roja.
Imitando a las estrellas de cine, se organiza un pase por la «alfombra roja».
Una persona se coloca frente al resto (que pasan a ser fans, paparazis…) y se
presenta diciendo soy (su nombre) y soy… (una cualidad). En ese momento
todos aplauden, gritan, animan… como si estuvieran frente a su ídolo. La
persona que ha dicho su cualidad da un paseo por la «alfombra» mientras
todos le aplauden y disfruta de esa sensación.
Yoga de la risa.
Tumbados en el suelo, cabeza sobre la tripa de la persona que tenemos
detrás, formando un tren empezaremos a reír con JA, JE, JI, JO, JU, sintiendo
las diferentes vibraciones que se producen y generando carcajadas.
En el bosque.
Todos los participantes se sitúan separados por la sala, se realiza una
visualización en la que se sientan árboles, balanceándose por el viento,
creciendo, perdiendo sus hojas, escuchando sonidos del bosque… Se realiza
respiración y relajación como cierre de la sesión.
ACTIVIDAD 3 - Puesta en común.
Tiempo estimado: 10 minutos.
Puesta en común de las emociones que han sentido y de las conclusiones que
han obtenido.
Resumen de qué les aporta la risa y el sentido del humor.
ESTRATEGIA:
Durante la sesión, se generará un clima de bienestar y confianza facilitando la
participación activa de todos los miembros del grupo.
MATERIALES:
Papel y bolígrafos.
Música (a elegir como fondo para diferentes actividades).
PROCEDIMIENTOS.
Tiempo estimado: 15 minutos.
Disposición grupal: sentados en círculo, comienza la sesión recibiendo a los
participantes.
Se revisan las conclusiones obtenidas al hacer la caja de recuerdos. Se
comparte con los demás los objetos escogidos y su significado. Se resuelven
dudas y cuestiones que pudieran plantearse.
ACTIVIDAD 1 - Agradezco.
Tiempo estimado: 50 minutos.
Se elaborará un listado de personas que te hayan ayudado a lo largo de tu
vida y se decidirá cómo darles las gracias.
Se escogerá una a la que se llamará de forma privada durante la sesión.
A lo largo de las próximas semanas, nos pondremos en contacto con el resto
de personas y lo agradeceremos. Si no fuera posible porque ya no vivan, se
les puede escribir una carta o hacer algún gesto para agradecerles lo que
hicieron.
¿Cómo te has sentido al dar las gracias?
Compartiremos las emociones sentidas.
ACTIVIDAD 2 - Me agradezco.
Tiempo estimado: 45 minutos.
Cada alumno elaborará una carta para sí mismo en la que se dará las gracias
por su actuación y participación en el colegio.
Recogerán todo aquello que hacen y sienten desde que son estudiantes, qué
cambios ha supuesto.
¿Qué has hecho? ¿Cómo te lo agradeces?
Se comparte con el grupo y se debate sobre distintas formas de
agradecimiento.
OBJETIVO:
«Siente más, piensa menos: lo racional genera conclusiones;
lo emocional, acciones».
Analizar qué les ha aportado el taller.
Describir si se sienten más resilientes y de qué capacidades son
conscientes después de realizarlo.
ESTRATEGIA:
Durante la sesión se generará un clima de confianza, seguridad y bienestar,
facilitando la participación activa de todos los miembros del grupo.
MATERIALES:
Papel y bolígrafos.
Cartulinas.
Pinturas.
Música (a elegir como fondo para diferentes actividades).
PROCEDIMIENTO.
Tiempo estimado: 15 minutos.
Disposición grupal: sentados en círculo, comienza la sesión recibiendo a los
participantes.
Se revisan las conclusiones obtenidas al hacer el cesto de buenas noticias. Se
comparte con los demás qué ha pasado positivo esta última semana.
Se resuelven dudas y cuestiones que pudieran plantearse.
http://www.authentichappiness.sas.upenn.edu.
Cuestionario de consecución de objetivos específicos
Un test de resiliencia indica qué capacidad tenemos para reponernos ante
situaciones adversas.
Desacuerdo
desacuerdo
desacuerdo
De acuerdo
Totalmente
Totalmente
de acuerdo
de acuerdo
Neutral
Cuestión
Muy
Muy
Normalmente enfrento mis problemas 1 2 3 4 5 6 7
Es importante mantener interés por las cosas 1 2 3 4 5 6 7
Siento orgullo por las cosas que he conseguido 1 2 3 4 5 6 7
Normalmente logro mis objetivos sin gran 1 2 3 4 5 6 7
preocupación
Me quiero a mí mismo/a 1 2 3 4 5 6 7
Puedo ocuparme de varias cosas al mismo 1 2 3 4 5 6 7
tiempo
Normalmente encuentro un motivo para reír 1 2 3 4 5 6 7
A veces me obligo a hacer cosas aunque no 1 2 3 4 5 6 7
quiera hacerlas
Es normal que existan personas a las quienes 1 2 3 4 5 6 7
no les caigo bien
Capacidad de resiliencia:
Baja: 1 – 2.59 puntos
Media: 2.6 – 4.69 puntos
Media-Alta: 4.7 – 5.59 puntos
Alta: 5.6 – 7 puntos
BIBLIOGRAFÍA.
Artículos
Vera, B., Carbelo Baquero, B, Vecina, M. (2006): “La experiencia
traumática desde la psicología positiva: resiliencia y crecimiento
postraumático”. Papeles del Psicólogo, vol. 27.
Vera, B. (2004): “Resistir y rehacerse: Una reconceptualización de la
experiencia traumática desde la psicología positiva”. Revista de
Psicología Positiva, vol. 1.
Moreno Jiménez, B., González Gutiérrez, J. L. y Garrosa Hernández, E.
(2001): “Variables de personalidad y proceso del burnout: Personalidad
Resistente y Sentido de la coherencia”. Revista Interamericana de
Psicología Ocupacional de Colombia, 20: 1-18.
Peñacoba C. y Moreno, B. (1998): “El concepto de personalidad
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Vázquez, C. y Pérez-Sales, P. (2003): “Emociones positivas, trauma y
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