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Precios de transferencia

La reforma tributaria introdujo en el país esta práctica que tendrá un gran impacto sobre la
planeación empresarial. Hay polémica acerca de algunos puntos.

 Consuelo Caldas, DIAN.


Un tema novedoso en el país, tanto en términos conceptuales como prácticos, es
el de los precios de transferencia. Este instrumento combate el fraude y la evasión
al hacer más transparentes las operaciones de compra o cesión de bienes y
servicios entre empresas económicamente vinculadas (capital, control y dirección).

La reforma tributaria de diciembre pasado incluyó un capítulo entero sobre el tema


y el mecanismo comenzará a ser tenido en cuenta por la Dirección de Impuestos y
Aduanas Nacionales (DIAN) para las empresas contribuyentes del impuesto a la
renta a partir del año gravable 2004.

El sector privado comienza a dimensionar el impacto que tendrá la norma. Pedro


Sarmiento, de Deloitte & Touche, afirma que "este es el tema más gordo de la
reforma tributaria y tendrá un impacto muy superior al del IVA sobre los flujos de
impuestos que pagan las empresas". Por tanto, en algunas firmas, la planeación
de las inversiones y la operación misma de las empresas tendrán que pasar por
cambios probablemente muy drásticos. La nueva legislación no está exenta de
críticas pues incrementa los costos de administración de muchas compañías.

En este primer semestre del año, la DIAN está trabajando en la reglamentación de


la normativa, en particular en el diseño de unos acuerdos anticipados de precios
en los cuales podrán entrar las empresas con la DIAN.

Empresas globales

La idea básica del nuevo instrumento es monitorear que las operaciones de venta
o cesión del uso de todo tipo de bienes y servicios tanto en el mercado nacional
como internacional, entre empresas vinculadas económicamente se hagan a
precios de mercado para combatir la evasión y el fraude tributario. El fisco
nacional puede verse lesionado por un traslado artificial de utilidades de empresas
en nuestro país a filiales en otras naciones que tengan menores tasas impositivas.
Considerando que Colombia tiene una de las tasas de renta más elevadas de la
región, este evento es bastante probable.

La introducción de los precios de transferencia en Colombia es importante en la


medida en que moderniza nuestra legislación tributaria y la lleva a estándares
internacionales. La práctica es común en los países de la OCDE para
transacciones internacionales de las firmas y, en la última década, Argentina,
Brasil, Chile, México, Perú y Venezuela desarrollaron reglas de control a los
precios de transferencia.

Los precios de transferencia, en últimas, reconocen que en un entorno cada vez


más globalizado se requiere la aplicación de ciertas reglas fiscales para gravar a
las multinacionales. De esta manera, se asegura que los tributos sí lleguen a las
arcas de cada una de las administraciones tributarias donde operan las empresas
y sus filiales. Según cifras de la OCDE, las multinacionales responden por más del
60% de las transacciones en el comercio mundial y cerca de 1.000 multinacionales
son dueñas de un 20% de los activos mundiales. Además, cerca de un 80% de los
pagos por regalías y derechos corresponden a operaciones entre empresas de las
multinacionales. Los precios de transferencia son un tema tributario que responde
a una realidad global.

Los impactos en Colombia

Las implicaciones de esta nueva práctica en nuestro país son de largo alcance. Un
primer impacto que merece destacarse tiene relación con la probabilidad de que
varíe la rentabilidad de las multinacionales en Colombia.

Las multinacionales ahora tendrán que volver a mirar la planeación de sus


inversiones e incluso replantear su operación en general para determinar cómo
distribuir sus utilidades en sus transacciones intragrupo a la luz de esta nueva
legislación. Para acatar la normativa, las empresas deben cumplir el principio de
asimilación de empresas independientes, o arm's length principle. Este principio es
la base de los precios de transferencia e implica que las relaciones comerciales y
financieras entre empresas vinculadas económicamente deben ser similares a las
de dos compañías que teniendo relaciones económicas y financieras, carecen de
un vínculo económico. En otras palabras, que las transacciones entre filiales se
hagan a precios de mercado.

En Colombia, ciertas multinacionales, como algunas farmacéuticas, han reportado


por muchos años consecutivos pérdidas operacionales. Por tanto, cabe esperar
que las utilidades de algunas empresas que operan en el país sufran importantes
modificaciones en el futuro.

Muchas multinacionales, como IBM o Wyatt, ya cuentan con políticas de precios


de transferencia para su operación global. Se trata de una política de buen
gobierno corporativo, ya que refuerza la transparencia y la necesidad de declarar
todas las transacciones a precios de mercado ante las autoridades tributarias en
cada país donde operan. Algunas multinacionales colombianas, como Carvajal y
Bavaria, también tienen políticas de precios de transferencia pues operan en
países que ya las han implementado.

Es muy probable que los precios de transferencia impliquen un aumento en los


costos de administración de las empresas. En la medida en que "la carga de la
prueba de precios de transferencia recae sobre las empresas, habrá grandes
dificultades prácticas. Las empresas tendrán que recolectar la información sobre
transacciones comparables a las que realizan, lo cual es complicado. Por tanto,
seguramente tendrán que adquirir bases de datos complejas y costosas para
sustentar los precios de sus transacciones de bienes y servicios. Así, sus costos
administrativos aumentarán", comentó a Dinero el abogado tributarista Mario
Posada.

Por último, el gobierno espera un aumento en el recaudo del impuesto a la renta.


Pero la evidencia internacional sobre el impacto fiscal en el momento en que se
introduce la legislación sobre precios de transferencia es mixta. En el caso
mexicano, el recaudo aumentó cerca de un 30% en 2000. Pero en la práctica es
difícil saber si obedeció a los precios de transferencia o a otras causas, como un
renovado ritmo de actividad empresarial.

Una polémica

Si bien los precios de transferencia normalmente son tema de transacciones


internacionales, el gobierno colombiano decidió incluir también las transacciones
entre compañías nacionales vinculadas. El debate es hoy muy intenso alrededor
de este tema entre los expertos y la DIAN. Según Andrés Parra, de Deloitte &
Touche, "no creemos que sea técnico aplicar la norma de precios de transferencia
a transacciones nacionales, pues otros mecanismos permiten a las autoridades
controlar las transacciones entre compañías vinculadas". La aplicación de los
precios de transferencia en la gran mayoría de los países se refiere únicamente a
las transacciones internacionales de empresas vinculadas.

Lo que sí está claro es que los precios de transferencia fueron ideados para que
las empresas multinacionales, en un entorno crecientemente globalizado, tributen
lo justo en cada país. Colombia comienza a modernizarse en este tema y la forma
en que quede reglamentada la norma en los próximos meses sin lugar a dudas
será crucial para el sector privado colombiano.

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