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EL PODER DADO A MERCADOS Y ESPECULADORES LLEVARON AL BORDE DE

LA CRISIS A TODA UNA ECONOMÍA.

Por Salomé Méndez López.


La crisis financiera ocurrida en el 2008 desatada por la burbuja inmobiliaria que se
produjo en Estados Unidos fue el resultado de una liberación financiera gestada desde
el gobierno de Ronald Reagan quien en su mandato presidencial en los años 80
permitió la desregulación de los mercados argumentando que la intervención
gubernamental solo entorpecería los procesos y que los mercados por sí mismos eran
capaces de encontrar el equilibrio, incluso el mercado financiero, siendo este de los
más sensibles dado su volumen de negociación y la volatilidad que en él existe; el día
de hoy es posible tachar esta decisión como errada dadas las graves repercusiones
que trajo a la economía pero en su momento esto permitió que los siguientes gobiernos
conservaran la misma premisa y se negaran a expandir sus políticas regulatorias,
dando así vía libre a los mercados junto con sus participantes.
Posteriormente en el gobierno de George W. Bush (2001-2009) se solicitó al sector
privado facilitar el financiamiento hipotecario esto debido a que el llamado “sueño
americano” debía incluir el adquirir vivienda propia,“la Reserva Federal redujo
rápidamente las tasas de interés: de 6% a solo 1% en unos cuantos meses. El dinero
estaba tan barato que los 8.000 bancos y agentes hipotecarios iniciaron una agresiva
expansión del crédito hipotecario” (Gestión, 2013) incentivando así la participación de
la población en este mercado, sumado a esto se encontraba el nuevo sistema de
préstamo conocido como la “titulización” en donde los prestatarios recurrían a un banco
comercial y una vez generada la deuda esta entidad comercial se dirigía a los bancos
de inversión, quienes reagrupaban los activos resultantes de las deudas hipotecarias,
automotrices, estudiantiles y de tarjetas de crédito y los renegociaban como derivados
financieros en el mercado con los inversionistas, a su vez los bancos de inversión
pagaban a las calificadoras de riesgo con el fin de evaluar las CDO (Collateralized Debt
Obligation) y los inversionistas aseguraban sus títulos (CDO) con permutas de
incumplimiento crediticio, lo cual les permitía recuperar cualquier pérdida que estos
títulos conllevaran, toda esta cadena y la nula regulación permitieron que no importara
la calidad del prestatario pues entre entidades se iban pasando la obligación y su
principal motivación recaía en aumentar los volúmenes de operación para así mismo
generar utilidades, esto conllevó al nacimiento de las denominadas “hipotecas
subprime” consideradas activos tóxicos puesto que los titulares de la deuda realmente
no contaban con una garantía de pago que la respaldara, lo cual las hacía mucho más
vistosas ante las entidades financieras ya que ofrecían dichos préstamos a una tasa de
interés más alta dado el riesgo; debido a que cualquiera podía adquirir vivienda a
través de préstamos fue entonces cuando se dio inicio a la especulación en los precios
de los inmuebles y el costo de las hipotecas generando así la burbuja inmobiliaria.
El sector financiero se había fortalecido de tal manera que estaba compuesto por unas
pocas compañías que representaban gran porcentaje de la economía nacional, por lo
tanto el fracaso de alguna dejaría al resto del sistema totalmente desestabilizado,
Nouriel Roubini Profesor de NYU Bussines School argumenta que la crisis causó una
destrucción de riqueza de capital y de riqueza de vivienda, cuando la burbuja estalló, el
precio de la vivienda se desplomó y con él la cadena de la titulización, los prestamistas
(bancos comerciales) ya no tenían cómo vender las deudas a los bancos de inversión y
a medida que se perdían las hipotecas estos quebraban, lo que conllevaba a un
aumento en la tasa de desempleo, casi 30 millones de personas perdieron su trabajo a
raíz de la crisis, la economía entró en una gran recesión cuya recuperación costaría
miles de billones, el gobierno norteamericano por el afán de cubrir la crisis duplicó su
deuda nacional generando un déficit pues las supuestas ganancias que se habían
generado a lo largo de los años no eran reales, el mismo sistema se encargaba de
crear el dinero para después registrarlo como ingreso; por otro lado las familias tuvieron
que dejar perder sus viviendas ya que no tenían cómo responder por los pagos de las
cuotas, adicionalmente les era más rentable entregar la vivienda que seguir pagando
un préstamo cuando ahora el activo adquirido había pasado a desvalorizarse en hasta
un 80% del precio establecido inicialmente.
Como respuesta a la crisis el gobierno tomó la decisión de hacer sus veces de
prestamista de última instancia y con ello decidió rescatar y nacionalizar American
International Group (AIG), aseguradora que se encargaba de negociar con las
permutas de incumplimiento crediticio ya que no solo los inversionistas recurrían a ellas
sino que también era un escenario posible para los especuladores y a esas alturas la
compañía no tenía los fondos necesarios para responder por todas las obligaciones,
pero esta no era la única compañía que se encontraba en la cuerda floja, los
principales bancos comerciales y de inversión estaban colapsando y en quiebra por lo
que el gobierno tuvo que acudir a un plan de rescate, el cual contó con 700.000
millones USD, destinados a salvar a las principales instituciones (y autoras de la crisis),
“a los bancos les gusta el poder monopólico, porque los bancos saben que cuando son
muy grandes serán rescatados” (Buiter, 2010).
Suponiendo que la crisis hubiese ocurrido en una economía cerrada y dada la
necesidad de inyectar dinero con el fin de restablecer el flujo e intentar estabilizar un
poco los mercados y la confianza del público en general, se debería entonces optar
bien sea por una política fiscal expansiva a través del aumento del gasto público, este
aumento de demanda monetaria se traduce en un desplazamiento de la curva IS hacia
la derecha permitiendo crecer la producción y generando un nuevo equilibrio respecto a
la curva LM, pero esto a su vez genera un alza en los tipos de interés que disminuye el
atractivo respecto a la inversión, lo cual deja una segunda opción, optar por una política
monetaria de aumento de oferta, para este caso la curva LM se desplaza a la derecha y
permite que exista un aumento en el consumo y dada la reducción de tasas de interés
se incrementa la inversión, permitiendo recuperar la producción en la economía.
REFERENCIAS
- ¿Cómo se originó la peor crisis financiera de la historia? (2013, Septiembre 15)
Recuperado de: https://gestion.pe/economia/origino-peor-crisis-financiera-historia-
48101-noticia/?ref=gesr
- Ferguson, C., Lurie, J., Marrs, A. (productores) y Ferguson, C. (director). (2010).
Inside Job (documental). EEUU.: Sony Pictures Classics.
- Steinberg, F. (2008). La crisis financiera mundial: causas y respuesta política.
Recuperado de: https://n9.cl/np05r

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