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El desarrollo de la lingüística se enfocó hasta la década del ’60 en al abordaje de los fenómenos
sintácticos, morfológicos y léxicos. Se tomaba como límite de análisis la oración, dado que se
interpretaba que, en una muestra de habla determinada, luego de una oración solo se encontraba una
nueva oración (es decir, no se reconocía alguna otra unidad de análisis, tales el párrafo, el parágrafo, el
texto, etc.).
A partir de los años ’60 comenzó a perfilarse lo que se conoció como la gramática textual, que tomó
como unidad de análisis los fenómenos que solo son reconocibles en el objeto de estudio denominado
texto. Asimismo, la semiótica y la filosofía del lenguaje hicieron aportes que obligaron a replantear, poco
a poco, el estudio del lenguaje.
Para Saussure, la lengua es una virtualidad regular que se encuentra en la mente de todos los hablantes sin
materializarse, un sistema que todos poseemos en forma idéntica, si bien luego hablamos (lo usamos) de
modo particular. El habla es algo contingente, accidental, puramente material, que está atravesado por
factores emocionales, psicológicos, sociales, culturales, etc. a los cuales la lingüística no le interesa
abordar.
Benveniste planteó, que lengua y habla no pueden separarse tajantemente. Para ello desarrolló, los
conceptos de enunciación y enunciado que, en una primera lectura, ingenua y equivocada, podrían ser
paralelos a lengua y habla, pero en realidad suponen la resolución de dicha dicotomía.
Una primera definición asume que la enunciación es el acto de producir enunciados, y que un enunciado
presenta los rasgos de su enunciación en huellas lingüísticas concretas. Esto implica entonces, entender
que la enunciación es el acto de apropiación de esas formas lingüísticas en un proceso que es, para los
hablantes, también regular y sistemático: no existe “libertad” ni “accidente” en él.
Queda claro, entonces, que la relación dicotómica lengua/habla no puede ser sino dialéctica, en el sentido
de que una no puede ser concebida sin la otra y ambas ser resueltas en un tercer término: en nuestro caso,
la enunciación.
Aquí de esquema explicativo que reintegre lo extralingüístico en el estudio lingüístico, sino como factores
(filtros) que permiten la codificación o decodificación del mensaje, entendidos como procesos
interactivos. El esquema original de Roman Jakobson pierde, en la óptica de Catherine Kerbrat‐
Orecchioni, el componente “código”, que pasa a formar dos procesos (codificación/decodificación) e
incorpora cinco filtros:
Competencias Competencias
lingüística y REFERENTE lingüística y
paralingüística paralingüística
Competencia Competencia
ideológica y cultural ideológica y cultural
Determinaciones Determinaciones
“psi” “psi”
Restricciones del
Restricciones del universo del discurso
universo del discurso
Modelo de
Modelo de interpretación
producción