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Tema 13 1
Dra. J. Vega
Tema 13. BARROCO. El siglo XVII en la península Ibérica. Problemática. Principales teóricos.
Cerone. Joao IV. Lorente. Nassarre. La música en España durante el siglo XVII. El teatro y
la música. La cantata. Los tonos humanos. Juan Hidalgo. La policoralidad en la música
religiosa: Joan Pau Pujol, Sebastián López de Velasco, Carlos Patiño, Juan Bautista Comes.
Otros maestros de las catedrales españolas. La música instrumental: Francisco Correa de
Arauxo, Pablo Bruna. Panorámica de la influencia musical de España en el Nuevo Mundo
durante el Renacimiento y el Barroco.
Principales teóricos.
Bermudo y otros; describe con detalle cómo puede un compositor conseguir intensidad
expresiva al escribir misas, motetes, madrigales, frottolas, canzonettas, cánticos,
himnos, salmos, lamentaciones, ricercares, tientos, y otras formas musicales de la época.
Su ideal compositivo era el estilo de Palestrina aunque, curiosamente, recomendaba que
las normas del contrapunto tenían que abandonarse tan pronto como el compositor
hubiera aprendido su oficio. Esta opinión sorprende ya que nunca ha existido, ni
siquiera en la actualidad, un estilo de composición tan rigurosamente reglamentado
como la polifonía de Palestrina.
Mientras que el tratado muestra que poseía una técnica compositiva
considerable, no nos ha llegado ninguna composición suya ni se conoce que hubiera
publicado nada.
El Melopeo y maestro le convierte en el iniciador de la nueva teoría musical
española del Barroco. Centraremos nuestra reflexión en la distinción, tan acusada en la
época, entre música teórica y música práctica, con el fin de conocer cual era más
valorada y qué función tenía cada una.
El siguiente aspecto que debemos tratar es qué entiende por música teórica y por
música práctica.
Música inspectiva o teórica es una ciencia que examina, no con el oído sino con el
ingenio y razón, las voces o sones formados con instrumentos, así naturales como
artificiales, [o también] música teórica es la que consiste en contemplar, mirar y
escudriñar las cosas de la música, contentándose con sólo conocerlas, sin oírlas.
… música práctica es aquella que canta conforme los preceptos del arte,
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Dra. J. Vega
artificiosamente y con gusto; y la que ejercita con reglas los cánticos, no haciendo caso de
contemplar, mirar, ni de escudriñar las cosas de la música, contentándose con sólo oírlas,
sin conocerlas
Del mismo modo en su libro segundo también establece otras divisiones dentro de
cada tipo de música, como recogemos en el siguiente apartado:
TEÓRICA
HARMÓNICA: «ciencia que con el sentido y con la razón pesa y tantea las diferencias
de los tonos graves y agudos; distingue y examina las diferencias de los sonidos;
considera y mira los sonidos que son buenos para la harmonía, desechando los que no
son tales».
PRÁCTICA
CANTO LLANO: establece analogía con la música harmónica y señala que «música
harmónica, canto común, canto plano, canto uniforme, canto inmensurabile, canto
fermo, canto llano y canto gregoriano es todo lo mismo».
CANTO DE ÓRGANO: establece analogía con la música rítmica y señala que «música
rítmica, canto variable, canto mensurable, canto figurato y canto de órgano es lo
mismo».
Tras definir los distintos tipos de música el siguiente paso es decidir cual es
«más digna y más noble», y afirma: «de las dos ciencias en música, la teórica es más
noble y es porque más vale la ciencia que el uso de ella y también porque es mejor el
saber obrar que la misma obra». Dice también que «la razón y especulación (que son las
que hacen al teórico) mandan como señoras y los dedos y voz, que dan el ser al práctico,
obedecen como siervos (...) y es porque una tiene su morada en el anima y la otra en el
cuerpo», a lo que añade que «el músico especulativo o teórico es antepuesto al músico
activo o práctico y tanta diferencia hay del práctico al teórico como del criado al amo».
cuanto a lo que dicen algunos, que en la música no ha de haber más que práctica, digo
que es yerro manifiesto: porque caso que la práctica sea útil, ¿quién no ve cuánto mejor
será si fuese acompañada con arte y teórica, para que sepa las cosas por sus principios y
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Dra. J. Vega
JUAN IV DE PORTUGAL (1604 - 1656). Rey de Portugal y del Algarve desde 1640
Conocido como «El rey músico» fue el primer rey de la dinastía de Braganza.
Era hijo de Teodósio II, 7º Duque de Braganza y de Ana de Velasco y Girón (tataranieta
de Alfonso de Aragón, hijo natural de Fernando II de Aragón).
Juan nació en Vila Viçosa el 18 de marzo de 1604 y sucedió a su padre Teodosio
II como el duque de Braganza, cuando éste murió loco en 1630. Se casó con Luisa de
Guzmán (1613-1666), hija mayor de Juan Manuel Pérez de Guzmán, octavo duque de
Medina Sidonia, en 1633.
Joao IV descendía por línea paterna de Manuel I de Portugal y, como duque de
Braganza, descendía de Juan I de Portugal por línea materna, por lo que poseía derechos
legítimos para aspirar al trono portugués. Felipe IV de España, que también descendía
por línea materna de Manuel I de Portugal, reinaba en Portugal, habiendo heredado el
reino de su padre y de su abuelo. El carácter religioso y pacífico del duque de Braganza
le impedía hacer prevalecer sus legítimos derechos, pero su esposa, Luisa de Guzmán, le
impulsó a ocupar el trono portugués. Fue elevado al trono de Portugal (de la que fue
considerado como el heredero legítimo) durante la revolución el 1 de diciembre de
1640, contra el rey español Felipe IV .
Este hecho condujo a una prolongada guerra (la Guerra de Restauración
portuguesa) con España, que terminó con el reconocimiento de la independencia de
Portugal en un reinado posterior (1668).
Las tropas de Portugal derrotaron a los españoles en Montijo, cerca de Badajoz,
en 1644. La Virreina Margarita de Saboya, Duquesa de Mantua logró huir, pero el
ministro Vasconcellos fue muerto, y al día siguiente fue proclamado rey por el pueblo el
Duque de Braganza con el nombre de Juan IV de Portugal, y confirmado luego por las
cortes
Además de la guerra con España, en el extranjero también tenían conflictos
armados: los neerlandeses habían conquistado Malaca (enero 1641) y el sultán de Omán
había capturado el castillo Al-Jalali (1650). Sin embargo los portugueses, a pesar de
tener que dividir sus fuerzas en tantos frentes, lograron retomar Luanda, en Angola, de
los neerlandeses en 1648 y, en 1654, habían recuperado la mayor parte de Brasil. Esto
fue contrarrestado por la pérdida de Ceilán (portugués Ceilão), hoy día Sri Lanka.
Desde el punto de vista de la cultura, un momento importante para la enseñanza
de la música en Portugal, entre los finales del siglo XVI y la primera mitad del siglo
XVII, es la fundación del Colegio de los Reyes, en Vila Viçosa, a expensas de D.
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Teodosio II (1568 - †1630), séptimo duque de Bragança y padre del futuro rey D. João
IV (1604 - †1662). A este propósito, Luís de Freitas Branco refiere que «la mayor gloria
cultural de D. João IV (...) fue (...) la organización, dotación y catalogación de la
monumental Biblioteca de Música» (Branco, 1953: 21), constituida por un valioso
legado dejado en testamento por su padre, Teodósio II. No obstante este conjunto
bibliográfico, llevado a la Biblioteca Real, en Lisboa, acabó destruido completamente
en el terremoto del día 1º de noviembre de 1755, que devastó gran parte de la ciudad de
Lisboa, habiendo destruido aproximadamente diez mil edificios y provocando
aproximadamente doce mil muertes (Saraiva, 1998: 254).
Juan fue apodado el Restaurador (o João Restaurador). En la víspera de su
muerte en 1656, el imperio portugués llegó a su cenit de expansión de casi 3 mil
millones de acres. Murió en 1656 y fue sucedido por su hijo Alfonso VI . Su hija
Catarina (Catalina de Braganza) se casó con el rey Carlos II de Inglaterra.
Juan fue mecenas de la música y las artes, teórico musical y compositor. Entre
sus escritos hay una defensa de Palestrina y una Defensa de Música Moderna (Lisboa,
1649). Su composición más famosa es un arreglo del Crux fidelis.
Defensa de la música moderna contra la errada opinion del obispo Cyrilo
Franco, escrita por este rey, incluye la Carta del obispo C. Franco sobre las
impropriedades de los músicos modernos en sus composiciones de missas y canto
ecclesiástico, que ya leímos en otra ocasión.
Don Juan IV, aunque cubriéndose con el velo del anónimo por no comprometer
la majestad real en estas polémicas, se creyó obligado a decir lo que había alcanzado en
esta materia, «así por experiencia propia, como por alguna inteligencia que tengo de la
Música Theórica, y principalmente de la Plática, por aver visto grandísima cantidad de
libros y papeles tocante a esta ciencia».
Don Juan IV se declara rotundamente partidario de la música moderna y muy
incrédulo en cuanto a los efectos de la antigua:
En aquel tiempo parecía muy bien la música de estos exemplos, ahora parece
muy mal: entonces hacían reyr, ahora son dignos de risa: entonzes consonantes,
ahora disonantes: entonces apressados, ahora vagorosos: entonces dignos de
alabanza, ahora dignos de vituperio: entonces hechos con juyzio, ahora sin juyzio
hechos... Grande loor de los compositores modernos, pues que, usando de la misma
música, con ella hacen los effectos contrarios de los exemplos que el Obispo refiere
hazían los antiguos.
Como compositor bastan sus pocas obras conservadas para acreditarlo de gran
maestro; fiel a sus cánones didácticos, inspirado, técnico en recursos y en el modo de
tratar y desarrollar un mismo tema según el sistema tradicional (ecos, progresiones,
exposiciones a la quinta), pero carente todavía de modulaciones. Particularmente atento
a la técnica barroco-musical hace uso de las notas de paso, floreos, trinos, mordentes,
quiebros y otros adornos de la melodía. Las formas preferidas son el tiento y la tocata,
que a veces se identifican; fiel expresión de una música que sirve de ligazón entre el
«antiguo y moderno estilo» trazado por José Elías.
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No obstante, durante todo el XVII se sigue utilizando lo que podríamos llamar una
polifonía clásica, conservadora, a capella, que sigue en lo esencial a los modelos del s.
XVI, aunque con las características propias de la escuela española.
- cromatismos
- acordes de 5ª disminuida en 1ª inversión
- acordes de 6ª aumentada
- uso relativamente frecuente de homorritmia
Pero va naciendo un nuevo tipo de polifonía que sigue usando las melodías
lentas y solemnes y el contrapunto imitativo pero que va incorporando elementos
nuevos: combinación solista-coro, instrumentos y, sobre todo, el empleo del continuo.
Hay un aspecto esencial en esta nueva polifonía y es la búsqueda de la
expresividad que se esfuerza por traducir en la música determinadas ideas del texto. A
veces se emplean frases entrecortadas para subrayar el dramatismo. El contrapunto no
siempre es imitativo, hay algunos pasajes homorrítmicos, de armonía vertical.
Un tercer tipo de polifonía es la que emplea esa armonía vertical y los pasajes
homorrítmicos de forma casi continua. Será la fórmula habitual en obras policorales, en
que los coros 2º y 3º solían escribirse así, pero también es muy frecuente ese estilo en
obras a 4 voces.
Hay una tendencia hacia el monotematismo, hasta el punto de que el bitematismo
de la polifonía del XVI llega a desaparecer. Esa tendencia aun es más acentuada en la
música para órgano. Para algunos autores eso es un empobrecimiento.
EL TEATRO Y LA MÚSICA
El autor que supo hacer una síntesis de la música vocal profana española del s.
XVII es José Subirá. Su importancia es tal que, dentro de la historiografía del teatro
musical español, se suele hablar de un antes y un después de Subirá. Por supuesto, su
trabajo fue posible gracias a los realizados antes por autores como Barbieri, Menéndez
Pelayo, Cotarelo y Mori, Peña y Goñi y Pedrell, por citar sólo a algunos.
Después de Subirá ha surgido una nueva generación de musicólogos entre los
que hay que citar en primer lugar a don Miguel Querol y, en cabeza de sus discípulos, a
don Antonio Martín Moreno que ha conseguido recuperar y transcribir gran parte de la
obra de Sebastián Durón.
La primera manifestación de la música escénica en España la constituyen las
intervenciones musicales fragmentarias dentro de representaciones teatrales, frecuente
en el XVII pero que tenía sus precedentes en el siglo anterior.
Cotarelo y Mori establece los diversos tipos de intervenciones:
El espectáculo solía comenzar por un tono que cantaban los músicos
acompañados por sus instrumentos: guitarras, vihuela y arpa; pocas veces intervenían
las mujeres. Seguía luego la loa (sólo el día de la 1ª representación). Entre las jornadas
primera y segunda, un entremés. Después de la 2ª jornada, un baile y, tras la 3ª jornada,
el fin de fiesta o la mojiganga. Estos dos últimos no entraban en las funciones
ordinarias sino en las fiestas reales, en las zarzuelas y en los autos del Corpus. La
jácara (de «jaque», chulo, pícaro, música para cantar o bailar en escena, la danza que se
bailaba, el romance escrito en jerga) no tenía un lugar fijo y a veces se incluía en el
entremés, el baile o la mojiganga.
Esa introducción o tono se llamaba antes cuatro de empezar, como dice
Pedrell. El uso del cuatro (canto a cuatro voces) era muy antiguo en el teatro español,
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una especie de saludo dirigido al público, entonado por las mujeres de la compañía
«vestidas de corto». Generalmente eran acompañadas del arpista de la compañía.
Como el cuatro de empezar no tenía ninguna relación, literaria ni musical, con el
resto de la obra, cualquiera de ellos podía servir a cualquier obra. Hay quien piensa que
algunas composiciones de los grandes cancioneros del XVI y primera mitad del XVII
sirvieron como parte musical para varias obras teatrales.
Las funciones duraban unas dos horas y media. Las actuaciones musicales,
vocales-instrumentales, eran breves, ajenas al argumento o, al menos, no
necesariamente vinculadas a él. Pero se consideraban indispensables, según se deduce
de autores dramáticos tales como Tirso de Molina, Calderón de la Barca o Lope de
Vega.
Era costumbre en España incluir estos elementos musicales ajenos a la obra
teatral no sólo en los autos sacramentales (teatro religioso) sino en toda representación
escénica y esa costumbre se mantuvo en la 2ª mitad del XVII y en el XVIII, cuando ya
se habían introducido en la Corte las dos grandes formas de teatro musical: la ópera y la
zarzuela.
A veces había compañías teatrales muy numerosas en que los actores «cantan,
bailan y representan». Cuando las compañías salían de gira por provincias, no solían
tener tantos músicos y recurrían a la colaboración de los músicos locales,
particularmente a los de las catedrales que eran los mejor preparados. Pero los Cabildos
se oponían a esta práctica de ceder a sus músicos, incluso cuando se trataba de los
ministriles que eran seglares.
Cuando se habla de lo tarde que entró la ópera es España se olvida que cuando
Italia «inventó» la ópera a comienzos del XVII, España tenía un teatro lleno de vigor, de
una popularidad extraordinaria entre todas las clases sociales y en el que la música tenía
una parte muy importante. Por eso en España no se tenía necesidad de adoptar un
género nuevo. Pese a ello la ópera de Calderón, con música de Hidalgo, Celos aun del
aire matan, tuvo una buena acogida.
La primera ópera española es de Lope de Vega, La selva sin amor, una «égloga
pastoril» que se representó ca. 1626 en el Teatro Real de Madrid.
– música perdida, puede que de Mateo Romero, Patiño, Clavijo o Martínez
Verdugo
– tramoya del florentino Cosme Lotti
un «mar que marea», en el que se mueven los peces
selva que imita el Soto de Manzanares, con vista del Palacio Real
y de la Casa de Campo
– en 1630 se imprime el texto, dedicado por Lope al Almirante de Castilla. En el
prólogo le da datos de la «novedad» de la obra:
instrumentos en primera parte del teatro sin ser vistos
los actores representan cantando
expresan con la música los afectos del alma
Habla de una «cosa nueva en España» porque se «representó cantada». Treinta
años después Calderón de la Barca compuso otra nueva ópera:
– La púrpura de la rosa, 1659, estrenada en el teatro del Buen Retiro
o Música desconocida, puede que de Juan Hidalgo
o Tramoya: apariciones, ocultaciones, vuelos…
o En el texto aparece la intención de imitar la ópera italiana
o Un solo acto
o Intervinieron las compañías de los 2 corrales madrileños
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Hay que destacar ahora la labor del Dr. Martín Moreno con su recuperación de las
óperas y zarzuelas de Sebastián Durón. Pero con este autor nos adentramos ya en el s.
XVIII.
– término «ópera» aparece en España en 1698
– las dos compañías madrileñas se reúnen en una «Fiesta de Ópera» y vuelven a
actuar ante el rey en una ópera cantada. Puede que se tratase de una obra de
Sebastián Durón (Guerra de los gigantes)
Sebastián Durón (Brihuega 1660-Francia 1716).
– Músico de las catedrales de Zaragoza, Sevilla, Burgo de Osma y Palencia
– Maestro de la Real Capilla de Carlos II desde 1690
– Feijoo le acusa de haber introducido la música y violines italianos
– 1700, cambio dinástico; es desterrado a Bayona en 1706
– su entusiasmo carlista le obliga a marchar a Pau, 1710
– 1715 vuelve a Bayona como primer limosnero de la reina viuda doña Mariana de
Neoburgo
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– se conservan 8 obras teatrales suyas; sólo una lleva el título de ópera (las demás
son çarzuelas o comedias):
– Ópera Scénica deducida de la Guerra de los Gigantes
o Se representó ante Carlos II y la corte en febrero de 1700
o La partitura aquí sí está completa
o A cuatro voces (2 tiples, contralto y tenor), con clarines y violines y
acompañamiento; un solo acto ¿??
o Dedicada al «Conde de Salvatierra, mi señor».
o Trascripción de Martín Moreno
o Influencia francesa (minuetos y escritura violinística) e italiana (recitado
y ritornellos), tonadas españolas
o Tema: los gigantes quieren conquistar el Olimpo y son rechazados por
los dioses (Austrias y Borbones)
o Libreto: ni figura el autor, puede que fuera Durón
o La introducción es un auténtico 4 de empezar y por eso los personajes
no llevan nombre
– Salir el amor del mundo «Fiesta que se hizo a sus Magestades», editada por la
SEMu.
o Loa preliminar y dos jornadas
o Tema mitológico con alusiones a los monarcas
o Personajes: Amor, Diana, Apolo, Marte, Júpiter y el Sueño
o Instrumentos: violines, clarín, timbales, «bigüela de arco», bajo continuo
o Alterna coro a 4 voces (o doble coro a 8 voces) con solos
o Los solos pueden tomar forma de seguidillas 1 o de recitados
o Figura la palabra «área» en un solo
o Los coros son homófonos, como en Hidalgo
o Gran variedad que demuestra gran conocimientos de recursos teatrales
o Influencia italiana
Al tratar de la zarzuela, veremos alguna de las suyas
Hay constancia de que en España se representaron algunas óperas italianas y así
lo relata la condesa d’Aulnoy en el diario de su viaje por España, pero no se sabe cuáles
o cuántas fueron. De hecho, el cardenal Portocarrero había traído músicos italianos de
Roma.
La zarzuela en España.
1
Aire popular español. Danza que se baila con este aire; el ritmo lo marcan las castañuelas entre copla y
copla. Parece que de origen manchego, en el XVI. Cervantes las menciona en el Quijote
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Aquí introduce como personaje a La Zarzuela, que en la loa explica que no pudo
representarse en el palacete de la Zarzuela y que por eso tuvo que hacerse en el palacio
del Buen Retiro.
Sin embargo, sólo se conserva la música suficiente en la obra Los celos hacen
estrellas de Juan Hidalgo y Juan Vélez de Guevara, que se estrenó en 1672. Con esta
obra se puede tener una idea de cómo era este género en el siglo XVII.
Durón, por muchas de sus características pertenece más al siglo XVIII. Entre sus
zarzuelas podemos mencionar Las nuevas armas del Amor, Selva encantada de amor,
Apolo y Dafne.
El siglo XVIII da entrada a la dinastía de los Borbones y con ellos se pusieron
de moda los estilos italianos en diversas manifestaciones artísticas, incluida la música.
Las zarzuelas del siglo XVIII se convirtieron en obras estilísticamente parecidas a las
óperas italianas: por ejemplo, las obras de Antonio de Literes. Pero al llegar el
reinado de Carlos III, también Borbón, los problemas políticos provocaron una serie de
revueltas contra los ministros italianos, hecho que repercutió en las representaciones
teatrales y de nuevo imperó la tradición popular española representada, en esta
ocasión, por los sainetes de don Ramón de la Cruz. La primera obra de este autor
representada en este género fue Las segadoras de Vallecas (1768), con música de
Rodríguez de Hita. El auge de la zarzuela llegó, en el siglo XIX, a partir de 1839, con
los músicos Francisco Barbieri y Emilio Arrieta.
La cantata
En el s. XVII, dentro de la música vocal para solistas, la forma que finalmente se
impuso en Italia fue la cantata (pieza para ser cantada, como contrapuesta a la sonata,
pieza para ser sonada instrumentalmente) pero con este nombre se han designado
muchos tipos de composición.
Podemos definirla como una composición vocal barroca que aúna diversos
movimientos basados en un texto común. La mayor parte de ellas se distinguen por su
carácter lírico, su estilo concertante y su forma compuesta en que alternan recitativos,
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tanto en el estilo antiguo como en el moderno. Las principales diferencias de este nuevo
estilo son:
1) Predilección por el compás y ritmo ternario (antes, el preferido era el
compasillo)
2) Monodia o empleo de muy pocas voces
El acompañamiento suele estar a cargo de un solo instrumento. La partitura,
habitualmente, no especifica cuál. La forma empleada es similar a la de la época
precedente: estribillo-coplas o introducción-estribillo-coplas. Se duda si el estribillo se
repetía siempre después de cada copla (lo que alargaría considerablemente su
interpretación) o si sólo se cantaba al comienzo o al final.
La más rica de estas colecciones se encuentra en la Biblioteca Nacional de
Madrid, recogida por Barbieri.
acompañados cada uno por uno de los dos órganos que había en todas las catedrales o
por instrumentos bajos (bajones o violines).
Fue práctica frecuente en España durante el XVII que los instrumentos
sustituyesen alguna de las voces o incluso alguno de los coros.
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La misa de Josquin Malheur me bat ilustra un procedimiento que se hizo común en el XVI. La misa se
basa en una chanson de Ockeghen pero en lugar de utilizar una línea melódica, utiliza todas las voces de
forma libre. Una misa que emplea varias voces de una chanson, misa o motete preexistentes, incluyendo
sus motivos característicos y hasta su estructura general, es lo que se denomina misa de imitación o misa
de parodia. El nombre de misa parodia se lo dio el compositor Jacob Paix en 1587 y se refería al método
de composición sin que implicara ningún significado peyorativo.
Se habla de misa de imitación, misa parodia cuando el modelo escogido no es una sola línea
melódica sino toda una textura de voces contrapuntísticas. Ya en el s. XIV habían aparecido algunos
ejemplos aislados pero es en el s. XVI cuando la tendencia se acelera. En la misa parodia totalmente
madura no sólo se toma prestado material musical sino que se elabora con él algo totalmente nuevo
mediante la combinación de los motivos prestados en una estructura original con imitación sistemática en
todas las voces. Sustituye a la misa de cantus firmus y es la forma dominante a partir de 1520.
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La tonada a solo o para pocas voces. La responsión para el coro a 6 o más voces.
Las coplas casi siempre a solo. Lo más notable es que la responsión utiliza el tema
musical de la tonada, convirtiéndose en un comentario de ésta con más amplio
desarrollo; también utiliza el mismo texto que la tonada.
A veces introduce una «entrada en diálogo» que adoptarán los compositores de
las generaciones posteriores.
En sus villancicos escribe acompañamiento en las partes a solo, o sea, en las
«tonadas» o «entradas» y en las «coplas», mientras que las partes del coro, las
«responsiones», no suelen llevarlo. En sus acompañamientos no especifica qué
instrumento debe realizarlo salvo contadas ocasiones en que habla de bajón o arpa.
Como ya es habitual en la época, introduce en sus villancicos ciertos personajes
populares, de carácter cómico o grotesco, que empleaban una jerga peculiar: Bato,
Pascuaza, Gil, Blas, el Asturiano, el Gallego, el Portugués, el Negro, etc.
LA MÚSICA INSTRUMENTAL.
El órgano
El órgano hispánico tenía elementos propios, diversos de los demás órganos
europeos, gracias a innovaciones radicales que habían ido apareciendo a lo largo del s.
XVI: los tubos habían ido creciendo en dimensiones y en número, los registros habían
experimentado un crecimiento espectacular y los mecanismos de soporte (secretos,
fuelles, teclado, tirantes, etc.) se perfeccionaron a medida que se iban necesitando.
Es cierto que los expertos en organería eran extranjeros (alemanes, franceses y
flamencos) y que incluso una innovación como la del medio registro parece ser obra del
francés Guillermo de Lupe, pero sus obras respondían a exigencias de los organistas
hispanos: en la catedral de Granada, el organista Gregorio Silvestre es el que pone en
1567 las condiciones que ha de tener el órgano al flamenco Liger de Sanforte, con la
asesoría del entonces organero y afinador de órganos de la catedral Francisco Vázquez.
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Formas organísticas.
El tiento es la más importante, por el largo periodo en que se practicó, por su
elevado número y por la calidad de muchos de ellos.
A fines del XVI, ya había en España dos tipos de tientos, de origen distinto y
con características diversas.
1)Tiento vihuelístico andaluz
- Origen: vihuelistas (Milán, composiciones independientes extensas; Mudarra, breves
preludios de las fantasías que toman motivos musicales del tiento)
- Pasa a los compositores de órgano andaluces: Correa de Araujo, que aumentan el
virtuosismo
- Características
Obras politemáticas
Muy ornamentadas (glosas)
Divididas en secciones:
- Consonancias: fragmentos lentos, de acordes verticales
- Redobles: carácter virtuosístico, figuraciones rápidas
capilla en la Colegiata de San Salvador del Cid en Sevilla. Su obra Libro de tientos y
discursos de música práctica y teórica de órgano de órgano, intitulado Facultad
orgánica (Alcalá, 1626) contiene 69 composiciones suyas para órgano (62 son tientos y
el resto son canciones glosadas, diferencias y armonizaciones de temas de canto llano)
donde aparecen muchas innovaciones en la escritura para este instrumento.
Otra obra importante es su tratado Casos morales de música. Obtuvo el cargo de
organista de la catedral de Jaén y, después, por oposición, el de la catedral de Segovia,
cargo en que lo sucedería Antonio Brocarte, uno de los organistas más famosos de la 2ª
mitad del XVII.
Utilizó para interpretar sus tientos órganos de registro partido o medio registro
de los que habla al comenzar una de sus obras como de una «célebre invención y muy
versada en los reinos de Castilla, aunque en otros no conocida».
En su Facultad Orgánica, concebida en plan didáctico, tiene un «Prólogo en
alabanza de la cifra» en que explica qué es para el un tiento.
– contrapunto imitativo de un tema que se debe exponer varias veces (en esto
coincide con Cerone)
– libertad absoluta de composición (en esto difiere de Cerone)
Sus tientos son pluritemáticos, con imitaciones a la 4ª o 5ª, en imitación directa o
con el tema invertido (imitación passive, le llama él). Se diferencian de los de sus
contemporáneos en la variedad de secciones en que los divide, puede que inspirado por
los vihuelistas. La tendencia representada por Correa, desgraciadamente no fue seguida
en España y, según López Calo, por eso no se alcanzó la técnica del desarrollo temático
de la fuga alemana
2) Tiento castellano.
- No están claros sus orígenes
- En los autores de la época el término significa, examen, prueba, ejercicio,
demostración. En Mudarra son el estudio y la demostración de un nuevo sistema de
escritura, de una nueva tabulatura.
- Muchas veces es una demostración del modo de la obra que va a tener una función de
preludio.
- El primer compositor de tientos fue Cabezón (1510-1566) pero, después de este autor,
entra en una fase academicista que avanza poco en el XVII y no adopta las novedades
de la música «moderna»
Aguilera de Heredia es el primer representante de la llamada escuela aragonesa
de órgano pero, por su formación musical, pertenece al s. XVI aunque ya esté orientado
hacia el barroco. Sus tientos son monotemáticos aunque, una vez expuesto el tema, lo
puede presentar invertido, aumentado, cambiando de compás binario a ternario, etc.
Nunca aparecen divididos en consonancias y redobles como ocurría en el tiento
vihuelístico andaluz ni tienen la brillantez de los de Correa.
en la segunda; a veces la obra termina con una tercera parte en compás binario con un
tema nuevo. Son, en general, politemáticos, aunque en alguno llega a repetir el mismo
tema 16 veces, sin modular siquiera. Utiliza esquemas rítmicos regulares y sencillos,
según la tradición castellano aragonesa, muy distintos de los empleados por Correa.
Para conocer otros instrumentos utilizados en la España del XVII y cuál fue su
uso en la música sagrada y en la profana hay que tener en cuenta tres apartados:
Los archivos de las catedrales atesoraban las composiciones de los más notables
polifonistas españoles, italianos y flamencos. Aunque en parte se han perdido esos
fondos, por el paso del tiempo, las guerras e incluso por la costumbre de desechar lo que
se consideraba obsoleto, conservan un rico patrimonio musical. Desde el 1er. concilio
de Lima (1551-1552) era obligado cantar todos los sábados la Salve Regina con la
mayor solemnidad posible. La catedral de Charcas que, como la de Méjico, dependía
litúrgicamente de Sevilla, pronto adquirió un desarrollo musical importantísimo, como
demuestra su archivo musical; a principios del XVIII tenía una orquesta de más de 50
músicos y contaba con un castrato, Francisco de Otal, que asombraba con su arte a toda
la ciudad.
Hasta hace sólo unas décadas no ha comenzado la ingente tarea de investigación,
catalogación y difusión de toda la riqueza musical que hubo en la América virreinal.
Actualmente hay un laborioso trabajo de documentación, trascripción e interpretación
por parte de musicólogos americanos y europeos, en un serio intento de difundir este
rico patrimonio musical.
Uno de los primeros intentos americanos de dar a conocer su patrimonio fue la
publicación en 1952 del Tesoro de la Música Polifónica de México, realizado por el
Instituto de Bellas Artes de Méjico, con prólogo de Carlos Chaves. Es una edición de
uno de los primeros códices encontrados en Nueva España en el archivo del Convento
del Carmen de Méjico, trascrito por Jesús Bal y Gay, con obras a capella de los ss XVI
y XVII.
Entre los fondos encontrados en los archivos de las catedrales americanas se han
encontrado obras, entre otros, de Juan Gutiérrez de Padilla. Padilla se formó en la
catedral de Málaga, fue MC de Jerez de la Frontera y de Cádiz; partió a las Indias
dejando su puesto en la catedral de Cádiz y, aunque regresó de nuevo a esta ciudad, dejó
muchas de sus obras en el Nuevo Mundo pues desempeñó el cargo de MC en la catedral
de Puebla de los Ángeles (Méjico) durante 41 años.
Mary Carmen Gómez, hablando de una grabación musical con obras de Carlos
Patiño, afirmó que «los archivos de Latinoamérica suponen para el musicólogo algo así
como la gran reserva mundial de la música clásica, tanto por la cantidad de obras de
autores autóctonos que atesoran como porque en ellos se han preservado importantes
copias del repertorio musical europeo. Catalogar todo ese repertorio y ponerlo a
disposición del público es una tarea ingente que necesita del esfuerzo tanto de los
especialistas como de sus patrocinadores, muy necesarios dada la dificultad de acceder a
HISTORIA Y PENSAMIENTO MUSICAL II: RENACIMIENTO Y BARROCO. Tema 13 24
Dra. J. Vega
las fuentes».