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Derechos positivos y negativos

Los derechos positivos y negativos son derechos que obligan a una acción (derechos


positivos) o a una inacción (derechos negativos).
Estas obligaciones pueden ser de carácter legal o moral. La noción de derechos positivos y
negativos también puede aplicarse a los derechos de libertad.

Ejemplo
Para tomar un ejemplo que involucre a dos partes en un tribunal de justicia: Adrián tiene un
derecho negativo a X contra Clay si y solo si se le prohíbe a Clay actuar de alguna manera
con respecto a X. Por el contrario, Adrian tiene un derecho positivo a X contra Clay si y solo
si Clay está obligado a actuar de alguna manera con respecto a X.
Los derechos considerados negativos pueden incluir derechos civiles y políticos tales como
libertad de expresión, vida, propiedad privada, medio ambiente, libertad de religión, habeas
corpus, un juicio justo y libertad de la esclavitud.
Los derechos considerados positivos, tal como lo propuso inicialmente en 1979 el jurista
checo Karel Vašák, pueden incluir otros derechos civiles y políticos, como la protección de la
persona y la propiedad de la policía y el derecho a un abogado, así como derechos
económicos, sociales y culturales como la alimentación, vivienda, educación pública, empleo,
seguridad nacional, militar, atención médica, seguridad social, acceso a Internet y un nivel de
vida mínimo. En el concepto de las Tres generaciones de derechos humanos, los derechos
negativos a menudo se asocian con la primera generación de derechos, mientras que los
derechos positivos se asocian con la segunda y la tercera generación.
Derecho
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Para otros usos de este término, véase Derecho (desambiguación).

La representación de la diosa romana Iustitia (la Dama de la Justicia) la muestra equipada con tres


símbolos del derecho: la espada, que simboliza el poder coercitivo del Estado; la balanza simboliza el
equilibrio entre los derechos de los litigantes; y la venda sobre los ojos representa la imparcialidad.1

El derechonota 1 es un conjunto de principios y normas, generalmente inspirados en ideas


de justicia y orden, que regulan las relaciones humanas en toda sociedad y cuya observancia
es impuesta de forma coactiva por parte de un poder público.456 El conjunto de principios y
normas jurídicas de un Estado determinado constituye su ordenamiento jurídico. El derecho
también es la ciencia social que estudia, interpreta y sistematiza el ordenamiento para su
correcta aplicación. El derecho guarda una íntima conexión con la política, la economía y
la historia, y es el centro de problemas humanos complejos como la determinación de lo que
es justo.
No hay una definición del derecho generalmente aceptada o consensuada. Las cuestiones
más generales sobre el carácter y el contenido del derecho son estudiadas por la filosofía del
derecho y la teoría del derecho. Por ello, el derecho ha sido considerado simultáneamente
una ciencia y un arte.478
En el siglo III el jurista romano Ulpiano acuñó la división de la ciencia del derecho en dos
grandes ramas: el derecho público, que regula la actuación de los poderes públicos; y
el derecho privado, que regula las relaciones entre personas físicas y jurídicas. Esta división, a
grandes rasgos, persiste en la actualidad. Algunas ramas importantes del derecho público
son, entre otras, el derecho constitucional, el derecho administrativo o el derecho penal; al
derecho privado pertenecen el derecho civil, el mercantil o el derecho del trabajo. Algunas
disciplinas como el derecho internacional también obedecen a esta clasificación, dividiéndose
en derecho internacional público y privado.
Características del derecho[editar]
El derecho presenta las siguientes características: normativo, bilateral, coercible, con una
pretensión de inviolabilidad, se manifiesta como un sistema y posee una proyección de
justicia.

Normatividad[editar]
Se traduce en que el derecho se encuentra inmerso dentro de la realidad social, el marco
cultural23. El derecho pertenece a la familia de las normas y está constituido por normas, más
específicamente dentro de las reglas obligatorias de conducta.24

Bilateralidad[editar]
El derecho es bilateral porque requiere de interactividad de dos o más personas. Uno de los
rasgos distintivos de las normas jurídicas frente a las normas morales es la bilateralidad. En
efecto, la bilateralidad del derecho se hace evidente no solo por su necesidad primordial de
interrelacionar, cuando menos, dos personas, sino también en la heteronomía, condición de
la voluntad que se rige por imperativos que están fuera de ella misma, pues, una es la fuente
de la norma jurídica y la otra la persona sujeta a su cumplimiento. En la coercibilidad,
igualmente resalta la misma dicotomía: quien dispone de la fuerza y quien es compelido por
ella.25
Giorgio Del Vecchio enuncia:
Se puede decir que este concepto de la bilateralidad es el elemento fundamental del edificio jurídico.26

Eduardo García Máynez corrobora:


La diferencia esencial entre normas morales y normas jurídicas estriba en que las primeras son
unilaterales y las segundas bilaterales.27

Coercibilidad[editar]
La coercibilidad es la exigencia de amparar el derecho en la fuerza para obtener la ejecución
de la conducta prescrita, constituyendo la característica propia del derecho. Se destaca así
claramente la coercibilidad de las normas jurídicas frente a la incoercibilidad de las de trato
social.28

Pretensión de inviolabilidad[editar]
Ya que la norma es susceptible de ser violada constantemente, el derecho requiere
indefectiblemente revestirse de inviolabilidad, incluso frente al Estado, a través de
una sanción. He ahí por qué resiste, con exigencia incondicionada, la intromisión del mandato
arbitrario en las relaciones sociales.29

Sistema[editar]
El derecho es un sistema de normas, ya que ellas no están inconexas, caprichosamente
yuxtapuestas de manera arbitraria o caótica. Antes bien, las normas jurídicas vigentes en un
Estado se hallan orgánicamente correlacionadas, guardando entre sí niveles de rango y
prelación: unas son superiores, otras inferiores, y todas conforman una estructura armónica,
gradual y unitaria que evoca la imagen de una obra arquitectónica, con atinada distribución de
masas. Al conjunto de normas positivas de un país, coordinadas y distribuidas
jerárquicamente, se denomina «ordenamiento jurídico».
El ordenamiento jurídico se encuentra organizado sistemáticamente por niveles de rango y
prelación —antelación o preferencia con que algo debe ser atendido respecto de otra cosa
con la cual se compara— unas superiores otras inferiores y todas conforman una estructura
armónica.30
El sistema del derecho fue representado, en la tradición jurídica europeia, desde Hans Kelsen,
en la forma de una pirámide de normas.
Pero hay concepciones más actuales, donde la función de hierarquia no es abandonada, pero
esté en el centro de una concepción semiótico-textual, por círculos concéntricos, desde el
centro hasta la periferia del sistema.31

Justicia[editar]
Es inherente a toda norma jurídica una proyección hacia la efectividad de la justicia en las
relaciones humanas, como algo esencial y definitorio de ella
II. RAMAS DEL DERECHO
1. Las diferentes clasificaciones del Derecho
Tradicionalmente, el Derecho se ha dividido en las categorías de Derecho público y de
Derecho privado. No obstante, esta división ha sido ampliamente criticada y en la actualidad
no tiene tanta vigencia, ante la aparición de parcelas del Ordenamiento jurídico en las que las
diferencias entre lo público y lo privado no son tan evidentes. Actualmente se aprecia una
tendencia a una clasificación por sectores de la realidad social, optándose así por un enfoque
multidisciplinar.

2. Clasificación según el papel del Estado: derecho público y derecho privado


Como se decía, la gran división tradicional del derecho distingue entre el Derecho Público y el
Derecho Privado. El primero, expuesto de manera simple, haría referencia a la estructura y
organización estatal, y a las relaciones del Estado con los particulares; en el derecho Público
las partes de la relación no están en plano de igualdad: una de ellas está subordinada al poder
de la otra.
Integran este ámbito de Derecho Público las siguientes ramas: Derecho Administrativo,
Derecho Constitucional, Derecho Penal, Derecho Procesal, Derecho Laboral y Derecho
Tributario. Por otra parte, el Derecho Privado comprende básicamente el Derecho Civil y el
Derecho Comercial.
El Derecho administrativo es el conjunto de normas jurídicas que regula la organización,
funcionamiento y atribuciones de la Administración pública en sus relaciones con los
particulares y con otras Administraciones Públicas (personificadas en una diversidad de
órganos). Por ejemplo, los requisitos para pedir una licencia de obras o de caza, los modos de
acceder a la función pública, las exigencias para solicitar una subvención, etc.
El Derecho constitucional (también denominado Derecho político) se ocupa del análisis de las
leyes fundamentales que definen un Estado. De esta manera, es materia de estudio todo lo
relativo a la forma de Estado, forma de gobierno, derechos fundamentales y la regulación de
los poderes públicos, incluyendo tanto las relaciones entre poderes públicos, como las
relaciones entre los poderes públicos y los ciudadanos.
El Derecho Penal es el conjunto de normas que recogen los delitos, las penas que el Estado
impone a los delincuentes y las medidas de seguridad que el mismo establece para la
prevención de la criminalidad. Se da el nombre de delitos a ciertas acciones antisociales
prohibidas por la ley, cuya comisión hace acreedor al delincuente a determinadas sanciones
conocidas con el nombre específico de penas.
El Derecho Procesal es la rama del Derecho que tiene por objeto regular la organización y
atribuciones de los tribunales de justicia y la actuación de las distintas personas que
intervienen en los procesos judiciales.
El Derecho laboral (también llamado Derecho del trabajo) es una rama del Derecho cuyos
principios y normas jurídicas tienen por objeto la tutela del trabajo humano, productivo, libre y
por cuenta ajena.
El Derecho Civil, regula las relaciones entre particulares, ya sean personas físicas o jurídicas.
Es la más utilizada entre las ramas del derecho ya que comprende las relaciones
patrimoniales, personales, de vecindad, de familia, de derecho sucesorio, etc.
El Derecho Comercial, o Mercantil, se encarga de regular la actividad de los comerciantes, y
sus relaciones comerciales, denominadas actos de comercio.
El Derecho Internacional Privado trata de la regulación de las relaciones entre particulares,
con domicilios en diferentes países, o hechos acaecidos en diferentes estados.
El Derecho Internacional Público, rige las relaciones entre distintos estados u organizaciones
internacionales.

3. Clasificación según el sector de actividad del que se ocupa: derecho médico y


sanitario, derecho farmacéutico, etc.
Pero la clasificación tradicional de las diferentes disciplinas jurídicas se revela en la sociedad
actual como insuficiente, pues una misma realidad social no puede ser abarcada únicamente
desde una única disciplina, sino que normalmente resulta necesario aplicar leyes y figuras
jurídicas propias de disciplinas diversas.
Es por ello que cada vez es más común hablar de ramas del Derecho basadas, no ya en una
determinada categoría jurídica, sino en la realidad social de la que se ocupa. Por ejemplo, el
estudio de todos los problemas jurídicos que surgen en relación con la práctica de una
actividad deportiva se integran en la disciplina jurídica conocida como derecho deportivo. De
este modo, se pasa de una superespecialización en una única rama del Derecho, a una
especialización en un ámbito de la realidad social que exige un conocimiento básico de todas
las disciplinas jurídicas anteriormente referidas, aunque sólo requerirá un conocimiento
profundo de aquellos aspectos de cada una de aquéllas que tenga incidencia en la realidad
social en cuestión.
Son muchas los ámbitos de la realidad social que han dado lugar, por su importancia, a la
formación de una disciplina jurídica en sí misma. Además del ejemplo expuesto del derecho
deportivo, podemos mencionar el derecho informático o el derecho medioambiental. E
igualmente podríamos incluir dentro de esta clasificación áreas relacionadas con las ciencias
de la vida, como el derecho médico, el derecho sanitario, el derecho farmacéutico o, más
recientemente, el Derecho biotecnológico.
Con cierta frecuencia se confunde el derecho médico con el Derecho sanitario. Si bien,
efectivamente, ambos se ocupan de un mismo ámbito de la realidad social, la Medicina, sin
embargo comprenden aspectos diferentes de la misma. Así, el Derecho médico puede
definirse como aquellas partes del ordenamiento jurídico que se ocupan del ejercicio de la
medicina, esto es, de la profesión medica y, por asimilación, de otras profesiones sanitarias y
no sanitarias vinculadas directamente de la salud. De todas formas, debido a la constante
expansión que se está produciendo en relación con el campo de intervención sobre la salud,
el Derecho médico (también conocido más modernamente como Derecho biomédico)
comprende en la actualidad las implicaciones jurídicas de la aplicación de las llamadas
ciencias biomédicas sobre el ser humano.
Por su parte, el derecho sanitario en sentido estricto comprendería el estudio del régimen
jurídico del conjunto de la organización sanitaria, en particular el sistema publico de sanidad,
las acciones de salud publica y las relaciones de los ciudadanos con el sistema sanitario y con
la autoridad sanitaria.
Sin embargo, es cierto que el contenido del derecho sanitario no es pacífico y a veces se
utiliza como sinónimo de derecho médico. Pero aunque ambas disciplinas pueden presentar
ciertamente en algunos campos un cierto solapamiento, y tienen por ello una estrecha
vinculación, éstas son diferentes, por serlo su respectivo objeto de estudio. Por lo pronto, el
objeto del Derecho sanitario no siempre requiere o compromete la intervención del médico o
de los demás profesionales sanitarios.
Finalmente, el Derecho farmacéutico comprende el conjunto normativo integrado, de un lado,
por el régimen de los medicamentos y productos farmacéuticos, su puesta en el mercado,
utilización y financiación; y de otro, la ordenación de los servicios farmacéuticos,
especialmente de las oficinas de farmacia.
Clasificaciones[editar]
Derecho objetivo y derecho subjetivo[editar]
El derecho objetivo es el conjunto de normas jurídicas (leyes, reglamentos, entre otras) de
carácter obligatorio, y que son creadas por el Estado para conservar el orden social. Siempre
teniendo en cuenta la validez, es decir, si se ha llevado a cabo el procedimiento adecuado
para su creación, independientemente de su eficacia y de su ideal axiológico (si busca
concretar un valor como la justicia, la armonía, el bien común, etcétera).
El derecho subjetivo es la facultad que ha otorgado el ordenamiento jurídico a un sujeto (por
ejemplo, derecho a la nacionalidad, derecho a la salud, derecho a demandar, derecho a
manifestarse libre y pacíficamente, derecho a la libre expresión,derecho al sindicalismo,etc.).12
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El derecho objetivo puede responder a distintas significaciones:

 El conjunto de reglas que rigen la convivencia de los hombres en sociedad.


 Norma o conjunto de normas que por una parte otorgan derechos o facultades y por la
otra, correlativamente, establecen o imponen obligaciones.
 Conjunto de normas que regulan la conducta de los hombres, con el objeto de
establecer un ordenamiento justo de convivencia humana.18
El derecho subjetivo se puede decir que es:

 La facultad que tiene un sujeto para ejecutar un acto con determinada conducta o
abstenerse de ella, o para exigir de otro sujeto el cumplimiento de su deber.
 La facultad, la potestad o autorización que conforme a la norma jurídica tiene un sujeto
frente a otro u otros sujetos, ya sea para desarrollar su propia actividad o determinar la de
aquellos.
 Es una concesión de autoridad otorgada por una norma jurídica una persona o grupo
en virtud de la cual queda legitimada para desplegar una determinada conducta sobre una
o más personas o cosas.18
El derecho subjetivo se clasifica en:

 Derechos políticos (derecho de sufragio, a ser electo, a asociarse políticamente y a ser


jurado).
 Derechos privados, que se subclasifican en:
o Derechos personales o créditos (aquellos de donde nacen las obligaciones
correlativas).
o Derechos reales (aquellos que se ejercen sobre cosas, sin respecto a
determinada persona)
IMPORTANCIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

Entendemos por derecho al sistema de leyes, regulaciones y normas


que una región, país o territorio se da a sí mismo con el objetivo de
mantener bajo control ciertos comportamientos y actos sociales que
puedan ser considerados peligrosos o dignos de interés. El derecho es
un elemento puramente social que el ser humano creó desde el mismo
momento en que se organizó en comunidades o sociedades y es por
esto que la importancia del derecho es vital si buscamos comprender
el funcionamiento de una sociedad.
Cuando hablamos de derecho, podemos decir que hay dos tipos principales.
En primer lugar encontramos el derecho consuetudinario, o aquel que no se
establece de manera oficial o por escrito pero que está en la conciencia
social de las personas y que marca a través del sentido común qué cosas
se pueden hacer y qué cosas no, por ejemplo, lastimar a alguien. Este tipo
de derecho es el derecho característico de las sociedades más antiguas.
Luego, cuando las sociedades se complejizaron, surgió la necesidad de
establecer por escrito todas aquellas reglas, leyes, normas y regulaciones
que controlaran y que dictarán de manera clara y concisa los posibles
castigos, sanciones o perjuicios que determinadas acciones podían
conllevar. Así, actos como crímenes o delitos se volvieron regulados, del
mismo modo que también surgieron con el derecho escrito un sinfín de
regulaciones para diferentes esferas de la vida social (regulaciones
laborales, familiares, penales, civiles, etc.).
A través de esto observamos que la importancia del derecho reside
entonces en imponer cierto orden y control sobre sociedades que, de otro
manera, actuarían de modo caótico y desordenado. El derecho tiene como
objetivo principal actuar como un conjunto de leyes máximas y supremas
que deben ser respetadas por todos los miembros de la sociedad por el bien
de la misma sociedad. Es aquí entonces cuando aparece la idea de bien
común y pierde lugar la idea de bien individual que sería aquel que
permitiría a los individuos actuar como quisieran sin tener en cuenta el
perjuicio o daño que se puede causar a otros.
Por derecho civil debemos entender a las diversas normativas que
hacen referencia a los derechos y obligaciones de las personas,
regulando en este sentido las relaciones que las mismas tienen, como
asimismo las relaciones existentes con los bienes patrimoniales.
Ejemplos de esta circunstancia pueden ofrecerlo el casamiento, la sucesión
de bienes, etc. El derecho civil, por lo tanto, se orienta a al hombre en
tanto ser social y desde esta perspectiva debe entenderse su importancia;
dado lo expuesto, se considera al mismo como parte del denominado
derecho privado, derecho relativo a las personas y a las relacionas que
establecen entre sí.
Las raíces del concepto del derecho civil deben buscarse obviamente en el
derecho romano. En el mismo, la referencia al código civil hacía referencia a
las normas que regulaban las relaciones entre romanos, dejando de lado a
los demás individuos. De esta manera, existía un código que referenciaba a
los ciudadanos romanos y otro a los ciudadanos extranjeros. En el primer
caso, se hacía referencia a muchos temas que hoy en día tienen vigencia,
como por ejemplo la familia, las posesiones, etc.
Estas características del derecho civil serán en buena medida
traspasadas a la sociedad propia de la Edad Media y luego a la Edad
Moderna.
Son muchos los aspectos que el derecho civil trata, pero como ha se ha
esbozado, los mismos se orientan a considerar a la persona en sus
características básicas y en su relación con otras personas y con los
objetos. Por poner un ejemplo, el ámbito de las relaciones familiares está
regido por el mentado derecho, regulando por ejemplo las condiciones para
establecer un matrimonio o un divorcio. También atañe al derecho civil las
consideraciones en torno al comienzo de la vida humana, definiendo en este
sentido el momento de la aparición de un sujeto jurídico. Las referencias a
los derechos patrimoniales también están contempladas en el derecho
civil, estableciéndose en este sentido las relaciones entre las personas y
las cosas y la manera en que estas relaciones comienzan y terminan.
Finalmente, las responsabilidades existentes entre los individuos son otro
punto más a encontrarse dentro un código civil.
Todo lo expuesto nos lleva a plantearnos la importancia del derecho civil;
en la medida en que atraviesa las actividades más básicas que atañen a un
individuo se puede afirmar que esta relevancia es extraordinaria. El código
civil de los distintos países pueden tener diferencias entre sí, pero los temas
fundamentales que se han tratado permanecen vigentes en todos ellos.

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