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céltica
En el principio era el ilimitado Lir [1], un abismo infinito, una invisible divinidad, ni oscuridad ni luz, en
quien se daban todas las cosas pasadas y por venir. Allí, al final de un día divino, completado el tiempo y
cosechadas las Nueces del Conocimiento, los dioses participan en el Festín de las Edades y beben de
una fuente secreta. Su existencia no implica ni vida ni muerte, ni descanso ni sueño, pero todos se hallan
maravillosamente juntos. Acunados por la misma paz, yacen en el seno de Lir aquellos que después se
encontrarán en el amor o pelearán en el odio. El Gran Padre y la Madre de los Dioses se funden y Cielo y
Tierra se pierden, siendo uno en el Infinito Lir. Nada puede ser afirmado ni tampoco revelado acerca de
Lir. En el trance solitario, el profeta puede intuir su ser más allá de su suprema visión. Es un aliento con
muchas voces que no puede hablar con un solo tono, sino que se expresa a través de una multitud. Se
encuentra allende los dioses y, si estos quisieran revelarlo, solo sería posible por medio de su propia ida y
vuelta a los silencios primigenios. En ello se encuentra la raíz de la existencia de la que brota el Avellano
Sagrado, cuyas ramas son los dioses; y, mientras la noche mística tiembla hacia el amanecer, sus hojas y
sus brotes y sus centelleantes frutos germinan simultáneamente, extendiéndose sobre las aguas del
espacio. Una imagen del futuro se ha creado en la imaginación divina: y Sinan –que es también Dana [2],
la Gran Madre y Espíritu de la Naturaleza– crece sedienta por recoger su señal, marcada en el seno, y
así dar a luz de nuevo a su retoño de estrellas y de seres estelares. Entonces, la primera fuente se abre y
surgen siete corrientes como siete feroces torbellinos y Sinan es arrastrada, mezclándose con el torrente.
Cuando la fuerza del torrente se rompe, también Sinan se encuentra con la muerte.
Cosmogonía griega.
En un principio solo existió el Caos. De el surgió Erebo (las tinieblas y oscuridad) y Nicte (la noche). Estos
eran los tres Entes. Del Caos surgió luego Tártaro (el infierno). De la unión de Erebo y Nicte,
nació Eros (el amor), Eter (la luz) y Hemera (el día), y de la unión de Eter y Hemera apareció Gea (la
Tierra). En lo más profundo de Gea se situó Tártaro, pero en forma independiente. Nicte, en soledad, dio
origen a Momo (el sarcasmo), Ponos (la pena), las Moiras (personificaciones del destino; Cloto, la que
hila; Láquesis, la que asigna el destino; y Antropo, la inflexible), Tánatos (la muerte), Hipnos (el
sueño), Némesis (la venganza), Apate (el engaño), Filotes (la ternura), Geras (la vejez), Eris (la discordia)
y Oizís (la angustia), y otros fenómenos que llegan hasta el hombre desde la oscuridad de la noche. Gea,
dio origen a Urano, los cielos, y a Ponto, las aguas. De la unión de Ponto y Gea nacieron Nereo (hijo
mayor, dios leal y dulce, del mar benéfico, padre de las Nereidas con la Oceánide Doris),Taumante (se
unió a la Oceánide Electra, y engendraron a Iris, diosa del arco iris, consejera y mensajera de los dioses
(generalmente de Hera); y las Arpías Aelo (viento tempestuoso), Ocípete (viento velóz) y Celeno (la
oscura), las ladronas despiadadas y crueles, que raptan a las personas, y las arrastraban por las tierras
subterráneas hasta el Tártaro) a Forcis y Ceto (juntos engendraron a las Górgonas: Esteno, Euríale y
Medusa (la Górgona de excelencia, por ser la única mortal; madre de Equidna); y a las Grayas: Enio,
Pefredo y Dino, quienes tenían un único ojo y diente para las tres que los compartían por turnos) y
a Euribia (esposa de Crió). Urano se hizo esposo de Gea y se unió a ella cubriéndola completamente. De
su matrimonio surge la Primera Generación Divina. De su unión nacieron los Titanes: Océano (Titán del
río que circunda el mundo), Ceo (Titán de la inteligencia), Hiperión (Titán del fuego de los
astros), Japeto (Titán ancestro de la humanidad), Crío y Crónos (Titán del tiempo y la tierra fecunda); las
Titánides: Febe (Titánide brillante, esencia luminosa), Mnemósime (Titánide de la memoria), Rea (Titánide
madre y reina de los dioses), Temis (Titánide de las leyes de la naturaleza y el orden
divino), Tetis (Titánide del mar y de las aguas fecundas), Tea (la divina de amplio brillo);
los Cíclopes (gigantes de un ojo) Arges, Brontes y Esteropes; y los Hecatónquiros (gigantes de cien
brazos y cincuenta cabezas) Coto, Briaero y Giges. Océano se unió con Tetis y engendraron a todos los
ríos del mundo (3000) y las ninfas Oceánides, que representan, lagos, arroyos, etc. (3000). Entre las
Oceánides están Clímene (esposa de Japeto), Electra (esposa de Taumante) y Doris (esposa de Nereo).
Hiperión se unió a Tea y engendraron a Helios (el sol), Selene (la luna) y Eos (la aurora). Ceo se unió a
Febe y engendraron a Leto (quien mas tarde es madre de Apolo y Artemisa) y Asteria (madre de Hécate,
cuyo padre es Perses). Japeto se unió a Clímene (una de las 3000 Oceánidas, hijas de Océano) y
engendraron a Atlas (quien se une a la Oceánide Pleyone, y da a luz a las 7 pléyades; y se une a
Hesperis, dando a luz a las Hespérides, las ninfas del jardín del oeste), Prometeo, Epimeteo y Menecio.
Crío se unió a Euribia (hija de Ponto) y engendraron a Astreo (padre de los vientos (el veloz Bóreas del
norte, el purificador Zéfiro del oeste, elNoto y Euro), padre de la estrella de la mañana (Eósforo; padre
de Hesperis, el atardecer) y padre de los demás astros y estrellas, quienes tuvo junto a
Eos), Palante (junto a la Oceánide Estigia (laguna del infierno, la mayor de las Oceánides), tuvo a Bía, la
violencia, Crates, el poder, Nice, la victoria y a Zelo, la emulación) y a Perses (el mas sabio entre sus
hermanos y junto a Asteria, fue padre de Hécate, diosa de los terrores de la oscuridad) Urano se
avergonzó de sus hijos menores (los Cíclopes y Hecatónquiros) y los encerró en Tártaro (el infierno). Pero
Gea amaba a sus hijos de todas formas así que comenzó a conspirar contra Urano. Pidió ayuda a los
Titanes, pero solo Cronos estuvo dispuesto a ayudarla. Cronos encontró a Urano confiado en los brazos
de Nicte (la noche) y lo castró. De la sangre que salpicó de los testículos, surgieron
losGigantes (Alcioneo, Clitias, Encélado, Equión y Athos), las Erinias (deidades primitivas que habitan en
Erebo; son Alecto, la colérica; Mégara, la celosa; y Tisífone, la vengadora del crimen), y las Melias (ninfas
de los fresnos, las mas antiguas). Cronos arrojó los genitales de Urano al mar y de la espuma que se
levantó surgió Afrodita (diosa del amor). Tras ser derrotado Urano (gracias a la ayuda de los
Hecatónquiros y Cíclopes liberados por Cronos), fue encerrado en Tártaro. Luego Cronos volvió a
encerrar a los Hecatónquiros y a los Cíclopes. Cronos se casó con su hermana Rea y subieron al trono
como reyes de los dioses, formando así la Segunda Generación Divina. Junto a ella engendró varios
hijos: Hestia (diosa virgen del hogar y la familia), Démeter (diosa de la tierra y la agricultura), Hera (diosa
del matrimonio), Hades y Poseidón. Pero en cuanto nacían se los tragaba, ya que Gea y Urano habían
profetizado que sería destronado por uno de sus hijos. Rea, apenada por esto, justo cuando iba a nacer
su sexto hijo, se escondió en la isla de Creta. Ahí dio a luz a Zeus. Para engañar a Cronos, le dio una
piedra envuelta en pañales. Cronos sin desconfiar, se la tragó enseguida. Zeus, escondido en Creta, fue
criado por unas ninfas y amamantado por la leche de la cabra Amaltea. La cuna de Zeus colgaba de un
árbol, ya que así, Cronos no lo encontraría en cielo, mar, ni tierra. Alrededor de su cuna estaban los
Curetes (sacerdotes guerreros), quienes cuando Zeus lloraba, bailaban y hacían sonar sus armas para
que Cronos no escuchara su llanto. Zeus ya adulto, consigue provocar que Cronos vomite a sus
hermanos. Libera también a los Hecatónquiros y a los Cíclopes que estaban encerrados en Tártaro. Así
se forma una guerra entre los Titanes y los Dioses Olímpicos. La Titanomaquia. Los Titanes eran
comandados por Cronos y los Olímpicos eran comandados por Zeus (quien contaba con la ayuda de los
Cíclopes, quienes dieron el rayo a Zeus, un Tridente a Poseidón, y el Casco de Invisibilidad a Hades; y los
Hecatónquiros, que lanzaban cien piedras a la vez con sus cien manos cada uno). Los Olímpicos
rápidamente lograron derrotar a los Titanes. Cronos y sus aliados sobrevivientes fueron encerrados en
Tártaro, y los Hecatónquiros quedaron a cargo de vigilarlos. Zeus castigó duramente a Atlas (uno de los
cabecillas de los Titanes durante la guerra, hijo de Japeto) y fue condenado a cargar los cielos y la tierra
sobre sus hombros. Zeus se convirtió en el nuevo rey de los Dioses. Se dividió el mundo con sus
hermanos Poseidón y Hades. Se lo repartieron al azar poniendo el cielo, el mar y el inframundo en un
yelmo. A Zeus le correspondió el cielo, a Poseidón el mar (por lo que se considera dios del mar y los
océanos), y a Hades, el inframundo (por lo que se considera dios de los infiernos). La tierra y Olimpo se
consideraron territorio común a los tres. Zeus se unió entonces a Hera (diosa del Matrimonio) formando
así la Tercera Generación Divina. De su unión nacieron Ares (dios de la guerra, padre, junto a Afrodita,
de Deimos, el terror, Fobos, el temor, Harmonía, la armonía y la concordia), Hefesto (dios del fuego y de
la herrería, - fue un hijo deforme por lo que fue arrojado por su madre fuera del Olimpo, y fue criado por
unas Nereidas – padre de Erictonio, Crecops y Caco), Hebe (diosa de la juventud, encargada de servir el
néctar que impide envejecer a los dioses), e Ilitía (diosa de los partos y alumbramientos). Zeus, es padre
de Atenea, quien nació luego de que Zeus se tragase a la Oceánide Metis (quien estaba embarazada) ya
que un oráculo predijo que si ella daba a luz, nacería un niño que lo destronaría. Tiempo después de esto,
Zeus sintió un gran dolor de cabeza, por lo que Hefestos le abrió el cráneo para curarle de sus dolores, y
de la herida nació Atenea, ya adulta. Zeus se unió a Leto (Hija de Ceo y Febe). Hera, al saber que Leto
estaba embarazada, pidió a Gea que engendrara a un monstruo que la persiguiera y mortificara. Así Gea
da a luz a la serpiente Pitón. Leto huía de Pitón por todo el continente, hasta que llego a una desolada isla
y ahí dio a luz a Apolo (dios de la luz solar, las artes y símbolo de la belleza masculina) y
a Artemisa (diosa de la luz lunar, la caza y el reino animal). Zeus se unió a Maia (la mayor de las 7
Pléyades, hijas de Atlas y Pleyone). Juntos engendraron a Hermes (el mensajero de los dioses, símbolo
de la astucia y la movilidad; padre de Pan, el dios de los pastores y de los rebaños, a quien engendró
junto a una ninfa). Zeus se unió a la titánide Temis, y juntos engendraron a las Horas (representantes del
orden de la naturaleza y del orden social; Eunomia (el orden), Diké (la justicia) e Irene (la paz). Zeus se
unió a la Oceánide Eurínome, y juntos engendraron a las Gracias (diosas de la elegancia y la alegría;
Aglaya, Eufrósine y Talía). Zeus se unió a la titánide Mnemósime, y juntos dieron a luz a
las Musas (deidades de las artes y ciencias; son nueve, Euterpe (de la música y el canto), Calíope (de la
poesía épica y la elocuencia), Clío (de la historia), Erato (de la poesía lírica y amorosa), Melpómene (de la
tragedia), Polimnia (de los cantos sagrados o himnos, retórica y pantomima),Terpsícore (de la danza y el
baile), Talía (de la comedia) y Urania (de la astronomía). Deméter dio a luz a Perséfone, que un día se
encontraba recogiendo flores en una pradera cuando se abre el suelo y Hades la rapta. Deméter busca a
su hija perdida, y Helios (el sol, que todo lo ve) le cuenta lo que ha sucedido). Zeus envió a Hermes a
buscar a Perséfone. Perséfone fue liberada, pero Hades le dio seis semillas de granada, lo cual la obliga
a regresar seis meses de cada año al inframundo con su esposo Hades. En estos seis meses, el suelo es
estéril, pero cuando regresa a su madre, el suelo florece de vegetación. Hades no tuvo descendencia con
Perséfone, pero su poderío no era menor ya que es el soberano rey del mundo subterráneo. Cuando un
muerto es sepultado, Hermes (el mensajero de los dioses) lleva las almas y las deja a cargo del
barquero Caronte (viejo inmortal hijo de Erebo y Nicte) el que transporta a los fallecidos por los ríos
subterráneos del infierno y por ese viaje pide un pago, por lo que se solía dejar una moneda bajo la
lengua de los cadáveres. En el mundo subterráneo es circundado por el río Estige, que está compuesto
por varios ramales; el río Aqueronte (río de la tristeza y del dolor, en cuyas orillas vagan los que no
recibieron sepultura), río Cocitos (río de los lamentos, formado por las lágrimas de los malvados; afluente
del Aqueronte), río Flegetonte (río del fuego, que llega hasta el Tártaro), río Lete (río del olvido, del que al
beber de sus aguas perdías la memoria y todo recuerdo era olvidado). Caronte lleva las almas por el
Estige, el que vierte sus aguas en la laguna Estigia (Oceánide). Al atravesar la laguna, llega a las puertas
del Infierno, las que guarda el monstruoso canino Cerbero. Al cruzar las puertas, está la llanura de
Asfódelos, lugar gris y nebuloso con árboles de ramas inclinadas hacia el suelo. Más allá se encuentra
situado el Erebo, las tinieblas y la oscuridad, en donde se encuentra el palacio de Hades y Perséfone.
Antes de los límites del palacio real, se encuentra el Palacio de justicia, donde los espíritus son juzgados
por un tribunal formado por Eaco, Minos y Radamantis. Según su juicio, los espíritus seguían uno de los
tres caminos. Si no son juzgados como bondadosos ni como malvados, permanecen vagando en los
campos de Asfódelos. Si son considerados como bondadosos, son enviados, a través del río Aqueronte, a
los campos Eliseos, un lugar apacible donde habitan las buenas almas y las de los héroes, y los espíritus
pueden vivir en felicidad. Si son considerados como malvados, son enviados a través del río Flegetonte
hasta el Tártaro, un lugar de penas y condenación eterna. Poseidón se unió a la Nereida Anfitrite (su
esposa), y tuvieron a Tritón (fiel acompañante de su padre; con cuerpo de hombre y cola de pez; quien
hace sonar la caracola marina anunciando la llegad de Poseidón). Poseidón fue padre también, junto a
Gea, de Caribdis (monstruo que vivía bajo unas rocas y tres veces al día tragaba enormes cantidades de
agua). Fue padre también del cíclope Polifemo, con una ninfa; padre del gigante Orión, junto a la górgona
Euríale; y fue también padre de Pegaso y Crisaor, junto a la górgona medusa. Ellos se unieron (cuando
Medusa era antes una bella mujer) en un templo dedicado a Atenea, quien al descubrirlo, encolerizada la
convirtió en un monstruo con cabellos de serpientes y que al mirarla te convertía en piedra. Perseo al
cortarle la cabeza, de la sangre brotaron Pegaso (el caballo blanco alado) y Crisaor (el guerrero de la
espada de oro). Poseidón es también padre de Teseo, quien posee doble paternidad ya que su madre
Etra se unió a Poseidón y a Egeo (rey de Atenas). Teseo, amigo de Heracles, se ofreció a ir a Creta, que
cada año pedía tributo a Atenas (siete jóvenes y siete doncellas) para alimentar al Minotauro que ahí se
encontraba encerrado en un laberinto. Teseo propuso al rey Minos (quien al morir se convierte en juez del
Palacio de Justicia del mundo subterráneo) que si lograba acabar con el monstruo, los jóvenes quedarían
libres y Atenas exenta del tributo. Minos aceptó. La principal preocupación de Teseo era la forma de salir
del laberinto, pero fue ayudado por la hija de Minos, Ariadna, quien le dio un ovillo de hilo para que no se
perdiese en el interior de ese lugar, gracias a lo cual logró matar al monstruo. A pesar de la victoria de
Zeus contra los Titanes, aún no podía sentirse seguro. Gea entristecida por la derrota y prisión de los
Titanes, sus hijos, sublevó a sus otros hijos, los Gigantes, y los incitó a que se vengaran y conquistaran el
monte Olimpo, produciéndose así otra guerra, la Gigantomaquia. Esta guerra fue muy extensa, y habría
durado más si los dioses no hubieran contado con la ayuda de Heracles (hijo de Zeus y la mortal
Alcmena). Finalmente, gracias a la ayuda de Heracles, los dioses Olímpicos lograron obtener la victoria
contra los Gigantes. Gea, entristecida por no haber podido disfrutar de la infancia de sus hijos, dio a luz
a Tifón, su último hijo, a quien tuvo junto a Tártaro. Tifón es un ser monstruoso, más alto que cualquier
montaña, que en vez de dedos tenía cabezas de dragón, de cintura hacia abajo estaba formado por
serpientes, poseía alas y sus ojos despedían fuego y víboras. Tifón se unió a Equidna (hija de Medusa) y
dieron a luz Cerbero (perro de tres cabezas y cola de serpiente, guardián de las puertas del Infierno),
la Hidra de Lerna (monstruo con cuerpo de perro y nueve cabezas de serpiente), la Quimera (monstruo
con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de serpiente) y a Ortro. A su vez, Ortro se unió a su madre
Equidna y fue padre de Esfinge (monstruo con cara de mujer, cuerpo de león y alas de rapaz) y al León
de Nemea (bestia de piel invulnerable a las armas y al fuego). Zeus se vio forzado a hacerle frente a Tifón
y así comenzó otra guerra, la Tifonomaquia. Zeus concentró todas sus fuerzas en uno de sus rayos y se
lo lanzo al monstruo. Ardieron todas sus cabezas, y Zeus logró vencerlo lanzando infinitos golpes, y luego
fue enterrado en Sicilia. A partir de ese entonces quedó definitivamente consolidado el poder y la
autoridad de Zeus sobre los dioses del Olimpo.