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permite la creatividad. Sin espontaneidad no se pue da el éxito de la conserva cultural lleva al autor a
de disponer de los recursos para producir la creativi- sentirse casi un dios y a sustituir así el valor del acto
dad. "La espontaneidad —dice— es el factor que ha creador por el poder derivado de la conserva cultu-
ce que todos los f e n ó m e n o s psíquicos parezcan ral.
nuevos, frescos y flexibles. Es el factor que les otorgl Me atrevo a afirmar que el psicodrama fue pro-
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la cuabdad de momentaneidad.' ducto de la espontaneidad de Moreno, y la falta de
Ahora bien, no todos los momentos del desarrollo sistematización de los conceptos producto de la crea-
de una persona son de espontaneidad, y lograr un al ción y la resistencia a convertirlos en conserva.
to grado de espontaneidad significará lograr también Fue precisamente, como afirma G. Boria, la expe-
la posibilidad de ser Dios-creador. riencia en la acción espontánea y creativa lo que le
"El valor m á s alto de la espontaneidad y creativi permitió a Moreno producir las ideas.
dad, el valor superior de toda escala axiológica es un Es en el espacio dramático, dice Moreno, en donde
ser totalmente espontaneo-creador, la Divinidad. " 1
es posible el descubrimiento del "hombre espontá-
Sin embargo, es necesario resaltar el contexto on Bo", es decir, de la naturaleza espontánea y creativa
el que se da la espontaneidad, la situación y el nao e la existencia, pues ese es el habitat de la esponta-
m e n t ó , pues se podría pensar con base en esto qul eidad.
cualquier acto imprevisto es e s p o n t á n e o . Pero los ai
tos impulsivos no son espontaneidad. Podrían pertl PSICODRAMA, CREATÍVIDAD Y J U E G O
necer m á s bien a lo que Moreno denomina patología" mo hemos visto, el psicodrama, espacio del encuentro y
de la espontaneidad. c In espontaneidad-creatividad, tuvo sus o r í g e n e s en el
Por otra parte, no es necesario que una personl •go, "el juego a Dios y sus ángeles".
e s t é en acción o movimiento para ser e s p o n t á n e a .
Si Moreno ubica el nacimiento del psicodrama en
puede ser e s p o n t á n e o pensando o sintiendo o aiffl I juego, y precisamente en ese juego en el cual él di-
plemente descansando. I haber descubierto por primera vez al hombre es-
La importancia que se le da al producto de la nntáneo. esto indica que le atribuye un significado
creación en vez de al acto creador tiene que ver |i uv particular al juego, al cual considera como una
g ú n Moreno, con un problema de poder. E l poder qul ivenriíi fundamental del ser humano. Afirma que el
echo de que los niños jueguen a Dios tiene un hon-
^Ibidem . p á g . 139.
1 3 0
Ibidem.. pág. 154.
124
125
do sentido, y que se sintió siempre "atraído por el raba ésta como una técnica de exploración, de ex-
131
plan misterioso del juego." pansión de sí hacia el interior de un universo conoci-
E l psicodrama es entonces un juego en donde la do, asignándole un significado muy profundo, "ya
espontaneidad se puede desarrollar al máximo y que, el hecho de que el niño trate de hacer lo que ha-.
despertar las capacidades creativas, "pasando por ce el adulto, es en realidad entrar en la madre o en
encima de las conservas culturales, a fin de permitir el padre. Jugar el rol es entrar al interior del padre o
el encuentro con el otro, y la posibilidad de desem- de la madre y se la lleva dentro de s í . " 133
transicional y el "como si" del psicodrama. E n el psi- fusión para movilizar y hacer consciente lo siniestro,
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codrama se recrea una escena del pasado o del futu- y transformarlo en un acto creativo".
ro "como si" estuviera sucediendo en este momento, iSi bien las aportaciones de Lemoine en cuanto al
"como si" los c o m p a ñ e r o s del grupo fueran los perso- juego son enriquecedoras, sobre todo en lo que se re-
najes de la escena: mi padre, mi madre, mi hermano, fiere al simbolismo del juego (el juego del carrete),
etc., y "como si" el espacio dramático fuera el espacio hay otros planteamientos suyos que contradicen el
en donde se desarrolla la escena del protagonista, significado del psicodrama como juego, como, por
por ejemplo, su casa. ejemplo, algunas observaciones que hace respecto a
Para Gennie y Paul Lemoine, el "juego del carre- la importancia de no caer en un acting out. Moreno
te" analizado por Freud constituye la matriz del psi- afirma precisamente que la acción y la actuación ex-
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codrama. Es un juego que permite recrear una es- ternalizadora o acting out en psicodrama —a dife-
cena: la escena de la ausencia de la madre. rencia de lo que sucede en el psicoanálisis— consti-
Arrojando y acercando el carrete, el niño representa, tuye su fundamento y su objetivo. M á s adelante
recrea, controla y elabora esta escena, aleja y acerca explicaremos esto para no confundir actuación con
así, s i m b ó l i c a m e n t e , a la madre ausente. Este juego actos impulsivos. Por otra parte, Lemoine también
puede ser divertido, pero t a m b i é n doloroso. 137
afirma que "El psicodrama consiste en retomar a la
E l espacio del juego permite elaborar lo doloroso: edad adulta, y no sólo con fines puramente lúdicos,
en el "como si" el que juega se vuelve dueño de la si- el juego de papá y m a m á y no de Dios como insiste
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tas situaciones creadas en forma ficticia se puede dar texto de la situación en la que se realiza, de otra
una plena e intensa participación emotiva, se puede forma estaríamos en presencia de un acto impulsivo.
enfrentar al padre, a la madre, al hermano, al jefe, La regla del juego del psicodrama es que en el espa-
en una acción catártica que en psicodrama no so cio de la "semireabdad" todo es posible, pero no fuera
considera como acting ya que se trata de una catar de él, ya que en ese caso se estaría frente a un acto
sis de integración en la cual se reactualiza la escena inadecuado al contexto y por tanto impulsivo, lo cual
se observa y se re-significa. E n esa recreación de la sí podría ser considerado un verdadero acting out
escena se logra una integración. Además, una ver/, impulsivo.
terminado el juego, el director conduce nuevamente Para poder entender el sentido de estas concep-
a la persona a la realidad. E l juego, además, tiene ciones y la metodología que con base en ellas fue
sus reglas y éstas no se transgreden. construyendo Moreno es importante tomar en cuenta
Siendo el juego, como dice Moreno, mitad real mi- la secuencia de su propio proceso creativo, pues es la
tad irreal, esto significa que el "como" del "como si", misma del proceso del psicodrama: parte de la acción
es la aceptación por parte de los que participan en él —"primero es la acción"— pero no se queda en ella
de ese paso a la semirealidad del juego "como si" fue- sino que pasa a la reflexión y a la integración. ¿Esto
ra una realidad, pero que no es y a la cual se pasa en qué quiere decir? Hay siempre junto a la parte acto-
un momento y un espacio determinados. ra de la persona una parte observadora (a la que G.
Es como si fuera, pero no es. Esto parece una pa Boria se refiere como "yo observador") que permite la
radoja como la del objeto transicional de Winnicotl reflexión y posibilita así la integración.
que es una cosa y otra a l mismo tiempo. Es un objelo Es importante subrayar que el juego involucra a
subjetivo, externo, dice Winnicott, el cual no puedo la persona entera. E l teatro terapéutico y el psico-
ser interno porque e s t á fuera, pero es subjetivo por- drama abren un espacio para el cuerpo, el movimien-
que es percibido subjetivamente, pero también tiene to y el contacto físico, los cuales, como he menciona-
que ser percibido objetivamente. 140 do, habían sido excluidos del psicoanálisis. Esto
Es importante reiterar, sin embargo, que no todo implica mayor posibilidad de abandono, de fluidez
acto que surge en forma improvisada es espontáneo emocional y corporal y, por lo tanto, mayor esponta-
pues se podría confundir acting out con acto impul neidad.
sivo. U n acto e s p o n t á n e o debe ser adecuado al con- El juego, dice Mario Buchbinder,
también es un encuentro con uno mismo y con el otro.
Encuentro con la imagen corporal, con el contacto con
Donald Winnicott, op. cit., p á g . 21
130 131
el cuerpo; de esta manera, es t a m b i é n contacto con •] trastornos de la humanidad puede ser atribuida a una
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otro, con los otros cuerpos, con los otros seres humanen insuficiente e x p a n s i ó n de la espontaneidad.
y, por otro lado, contacto con el otro que e s t á dentro dt La espontaneidad se relaciona en forma directa
141
uno mismo con la ansiedad. "La ansiedad es una función de la
En el juego se desarrolla la espontaneidad, la cual espontaneidad... Con la disminución de la esponta-
neidad el ansia aumenta. Con la total pérdida de la
es "un estado interior (presente en medida variable j
espontaneidad el ansia llega al máximo, el punto de
que cambia continuamente) que pone al individuo en 144
pánico".
condición de usar sus propias dotes de crealivi
14 Ahora bien, para Moreno, en el grupo se puede
dad". *
dar plenamente la espontaneidad y por ende se pue-
E l estado de espontaneidad implica t a m b i é n un
de realizar el encuentro. "En un principio era el gru-
estado de auto-organización emotiva no sólo en un 14
po; el individuo fue al final." ''
proceso interno sino en relación con lo externo social
E l concepto encuentro es la clave de la fundamen-
lo cual favorece la posibilidad de acción e interac
tación teórica de la psicoterapia de grupo, pues es
ción.
una terapia a partir precisamente del encuentro.
Sin espontaneidad la creatividad permanece sin vida S e g ú n Moreno, el psicoanáüsis reprime al grupo
su intensidad vital aumenta o disminuye propon m respecto al individuo y, por otra parte, no posibüita
nalmente a su p a r t i c i p a c i ó n de espontaneidad, y por ti el encuentro. Esto fue lo que lo estimuló para dar un
contrario, sin creatividad la espontaneidad es vacia y paso m á s allá del psicoanálisis a través de la psicote-
e s t é r i l . L a espontaneidad y la creatividad pertenecen rapia de grupo. 146
1 4 3
J . L. Moreno, Who shall survive, citado por Boria, op. cit.,
I>ág. 125.
1 4 4
Ibidem., pág. 126.
1 4 6
1 4 1
J. L. Moreno. Psicoterapia de grupo y psicodrama, p é g . 24.
M . Buohbinder. op. cit.
1 4 6
1 4 2
Z<>rka T. Moreno y G. Boria, op cit., pág. 31.
Q. Boria, op. cit., p é g . 94.
132
133
del ligar conjuntamente., de la aspiración a u n uni- 150
cen a formar un grupo sub especies momenti.
versalismo cósmico". Moreno afirma que tanto los
"Desde la primera reunión ya opera la tele entre los
primitivos como las diferentes comunidades religio-
miembros de un grupo". Tele es el cemento que man-
sas y los griegos r e s o l v í a n en grupo sus interrogan- tiene unido el grupo. 151
nido nunca n i n g ú n tipo de relación entre sí entran grupo, como una forma primigenia de vivencia; juego
1 5 4
J . L . Moreno, op. cit, pág. 19.
Ibidem., p á g . 114.
136 137
amplio sentido que él le da de acuerdo con su con- L A TEORIA MORENIANA DEL DESARROLLO INFANTIL
cepción de Dios. EN LOS FUNDAMENTOS DEL PSICODRAMA
Sus ideas religiosas son en realidad un eje con-
ductor de toda su concepción filosófica y fundamento Como ya hemos mencionado, el psicodrama es una
de su teoría y es innegable que poseía un conoci- modalidad eminentemente relacional y basa sus con-
miento profundo no solamente del jasidismo sino de ceptos en las teorías de las relaciones objétales, en-
la religión cristiana y sobre todo de Jesucristo, uno tendidas éstas como interacción entre roles. Por en-
de sus modelos. de, podemos encontrar el origen de los conceptos
fundamentales del psicodrama y de sus técnicas en
E l psicodrama no es únicamente una metodología
la teoría moreniana del desarrollo infantil, donde
y una teoría que lo sustenta; es una filosofía y, por
adquieren sentido conceptos clave del psicodrama
tanto, una forma de concebir el mundo y la vida, pe-
como son rol-control, el encuentro, tele y transferen-
ro sobre todo una forma de vivir la vida.
cia, espontaneidad/creatividad, el yo-Dios co-creador,
Entrar en contacto con el psicodrama es descubrir
el yo auxibar, etc.
una forma diferente de vivir las relaciones con los
otros, una forma de relación más espontánea, más
El nacimiento
viva y también m á s intensa.
Moreno hizo una invitación a un encuentro. Yo l'ara Moreno, el nacimiento es el acto de mayor es-
haría una invitación a jugar, a recuperar la esponta- pontaneidad. Cuando el feto no puede sobrevivir en
neidad para poder ser también m á s creativos. el útero de la madre porque su grado de madurez re-
"En el principio fue la acción, la existencia." La quiere condiciones diferentes, busca un ambiente
vida y la obra de Moreno fueron acordes con esa con- más adecuado a sus necesidades. Es entonces cuan-
cepción filosófica. E l mismo acto espontáneo creativo do, en un acto compartido por la madre, nace, esto
que lo llevó a actuar improvisadamente y, en ocasio- es: sale del útero de la madre, ayudado por ésta en
nes a los m á s disparatados arranques, le llevó tam- HU papel de yo auxibar, y se inserta en un nuevo
bién a reflexionar y producir ideas (conceptos) y a in ulero, el útero social. "Es la placenta social, el locus
tegrarlos, y en esto consiste también la metodología en el cual arraiga".
del psicodrama. A l nacer, el niño enfrenta una situación comple-
tamente nueva; pasa de una completa oscuridad a
un mundo de luz y sonido; de movimientos limitados
a los requerimientos de una ingestión pasiva, a la
138 139
1 5 5
J . Rojas B e r m ú d e z , ¿Qué es el psicodrama?, pág. 52.
1 6 8
1 5 6
J . L. Moreno, opcit,, pp. 91-103. Ibidem.
1 5 9
1 5 7
Ibidem., p á g . , 94. Ibidem.. pág. 95.
140 141
cual surge el embrión. L a concepción es el momento xima a operacionalidad y frecuencia de función casi
más importante del proceso de la creación, dice Mo- cero. Cada zona se forma en interés de una función
reno. indispensable. Las primeras son la visual, la nasal y
Cuando hay ausencia de signos de atemperación la oral. E n torno a la zona interesada se activa un
se puede concluir que hay ausencia o pérdida de es- conjunto de músculos atemperándose, por ejemplo,
pontaneidad. Los signos se pueden presentar en una en el caso de la nutrición, para el acto ya sea de ab-
zona o sector determinados, lo cual es indicativo de sorción o de eliminación. E l sistema neuromuscular
que hay un factor de espontaneidad que opera en esa de la zona en cuestión desempeña un papel primor-
zona o sector. U n excesivo proceso de atemperación dial. En la zona oral, por ejemplo, se requiere la par-
indicará que opera en una zona determinada un ex- ticipación del tejido neuromuscular de los labios y
ceso de "factores e". m á s de lo que se requiere para del interior de la boca. L a zona es el locus nascendi
una actuación equilibrada. 160
del proceso de atemperación.
" E l proceso de atemperación se manifiesta en toda Moreno afirma que las primeras regiones sensibi-
expresión del organismo vivo cuando éste se esfuerza lizadas no están ligadas literalmente a la piel del ni-
en dirección a un acto". L a expresión es somática, ño de esa zona en particular. L a zona es parte inte-
psíquica y social. " L a expresión somática de proceso grante de un área en la que intervienen todos los
de atemperación se especiabza en torno a muchas factores que participan en ese acto específico. Por
áreas focales (zonas), que sirven de iniciadores físi- ejemplo, en la ingestión participan la boca del niño,
161
cos de la atemperación". Cada proceso de atempe- el pezón de la madre, la leche, el aire que circula en-
ración tiene un foco que tiende a locabzarse en una tre ellos, etc. Cuando estos componentes coinciden
zona de locus nascendi. en un foco, la zona entra en acción. La zona es en-
E l niño al nacer, según Moreno, es un actor sin tonces, para Moreno, "el punto focal de un iniciador
palabras y con el cerebro casi sin corteza cerebral: físico en el proceso de atemperación para un estado
empieza a formar su mundo a partir de zonas muy espontáneo... Tal estado es componente de la con-
1 6 2
pequeñas distribuidas a lo largo de su cuerpo que se formación de un r o l .
relacionan entre sí en forma muy débil. Estas zonas La zona se convierte en el locus nascendi de ini-
van de operacionalidad e intensidad de función má- ciadores que atemperan hacia objetos y personas. La
zona no está separada de otras zonas; en el momento
1 6 0
Ibidem., p á g . 96.
1 6 1
Ibidem. Ibidem., p á g . 97.
142 143
de funcionar implica en diferente medida a todo el En la ingestión del alimento el proceso de atem-
organismo. Hay un punto focal que atrae casi toda la peración requiere poner en movimiento dos conjun-
atención del organismo tendiendo a aislar las otras tos diferentes de iniciadores físicos: los de la madre y
zonas. los del niño. Se trata de una doble atemperación con
un solo objetivo: satisfacer el apetito del niño. Los es-
L a focalización en un proceso de atemperación especí-
fuerzos físicos de la madre se acompañan con esfuer-
fico aumenta la a t e n c i ó n dirigida al acto inmediato y
zos mentales.
de tal modo se estimula una tendencia hacia una cre-
Para ilustrar la forma en la cual una actividad
ciente e s p e c i a l i z a c i ó n de numerosas sendas para el co-
1 6 3
excluye otra actividad, un foco cualquier otro foco,
rrespondiente proceso de a t e m p e r a c i ó n .
Moreno da el ejemplo de un bebé tan embebido en su
E n un principio, algunas zonas se interrelacionan succión que no se distrae de este acto ni siquiera por
y otras se excluyen mutuamente en la realización de algo tan perturbador como un cosquilleo en su pie.
determinados actos. A medida que el n i ñ o crece se va No varía su focalización en el acto de la nutrición.
estructurando una interrelación cada vez m á s com- "Se estimula exclusivamente ante situaciones inme-
165
pleja entre las diferentes zonas, produciéndose una diatas"; vive en un tiempo inmediato.
cadena de zonas y segmentos corporales. Así, dice
Los iniciadores físicos de comportamientos tales como
Moreno, los procesos de atemperación particulares
el actuar o hablar e s p o n t á n e a m e n t e , son a c o m p a ñ a d o s
interactuarán y el resultado será que un conjunto de
por signos fisiológicos. En el proceso de atemperación
iniciadores físicos e x c i t a r á n otras zonas conduciendo
estos signos manifiestan y liberan emociones simples,
a una s e g m e n t a c i ó n no tanto corporal sino a nivel de
como el miedo o la cólera o estados m á s complejos.
realización.
Los segmentos separados superpuestos a las dife- E n el proceso de atemperación pueden aparecer o
rentes zonas del cuerpo se funden en amplias zonas no reacciones verbales, pero siempre e s t á n presentes
corporales. "Cuanto m á s amplia sea la zona corporal símbolos m í m i c o s relacionados con los procesos fi-
166
que abarca el proceso de atemperación, mayor será siológicos subyacentes y con estados p s í q u i c o s .
el numero de unidades neuromusculares estimula- Moreno comprobó que la realización de ciertas ac-
das".! 04
ciones físicas es acompañada por un proceso de
1 6 5
1 6 3
Ibidem., p á g . 98. Ibidem., p á g . 101.
1 6 6
1 6 4
Ibidem. Ibidem.. p á g . 126.
144 145
169
como una indivisible multipbcidad". E n la matriz m e n t ó del primer proceso de aprendizaje emotivo del
de identidad total los roles son fisiológicos o psicomá- niño. "Al formarse en el niño el complejo de imáge-
ticos. nes asociadas con su intensa participación en la uni-
E l "segundo universo" del n i ñ o se inicia cuando se cidad del acto, se han echado los cimientos para ac-
70
1 6 9
Ibidem.
/ « d e m . . p á g . 101.
148 149
como imitación, identificación, proyección, transfe- 174
social del niño, el locus en que arraiga". El mundo
rencia, etc. en torno a él es denominado por Moreno el primer
E n la matriz de identidad hay dos fases; la prime- universo.
ra es de identidad o unidad, como en el acto de ali- A medida que el n i ñ o va siendo m á s autónomo, la
mentarse, y la segunda es la de utilización de esa matriz de identidad se disuelve. Cuando desarrolla
experiencia para la inversión de la identidad. E n la cierto grado de autoiniciación en sus funciones bási-
172
primera fase se da el proceso de a s u n c i ó n de roles. cas disminuye la dependencia de sus yos auxilia-
E n el proceso de a s u n c i ó n de roles hay dos fun- res. 175
ciones, la del otorgador y la del receptor. E n la situa- Como ya se dijo, esta forma de experiencia con el
ción de a l i m e n t a c i ó n , por ejemplo, el yo auxiliar ma- mundo conforma el primer universo del niño, en el
dre otorga el rol al n i ñ o que recibe. E l n i ñ o asume el cual todo constituye una unidad: las personas, las
rol de ingeridor. L a madre se atempera para el acto cosas, él mismo. Todo es real, no hay diferenciación.
de la a l i m e n t a c i ó n y otros congruentes con él y el ni- Cuando empieza a diferenciar entre fantasía y reali-
ñ o para una cadena de actos t a m b i é n con cierto gra- dad, entre cosas reales y cosas imaginadas, se termi-
173
do de consistencia interna. na el primer universo.
L a co-aeción en la a s u n c i ó n de los primeros roles Mientras todas las partes del sujeto están inclui-
instaura la parte del aprendizaje emotivo en esta ac- das en el acto, el sujeto es actor pero no hay una par-
ción compartida. Los f e n ó m e n o s se explican, así, in- te que pueda observar. Mientras no exista esa parte
cluyendo los procesos de otra persona que interactúa del observador interno que registra, el niño no puede
con el niño; por lo tanto, s e g ú n Moreno, no se puede registrar y recordar; recuerda en el momento pero
hablar de imitación o proyección, por ejemplo, pues olvida fácilmente.
son exphcaciones en un solo sentido, es decir, unila- E l n i ñ o se atempera para actos espontáneos con
terales. tal intensidad que cada partícula de su ser participa
Ix>s procesos de intercomunicación entre el n i ñ o y en ellos, por lo cual ni el menor fragmento se puede
su yo auxiliar madre constituyen la matriz que nutre apartar con fines de registro. Si no hay registro no
la primera a s u n c i ó n independiente de roles del niño. 176
puede haber recuerdo. Esto significa que el yo del
"La matriz de identidad, dice Moreno, es la placenta
1 7 4
Ibidem., p á g . 105.
1 7 2
Ibidem. 1 7 5
Ibidem.
1 7 3
Ibidem.,pág. 103. 1 7 6
Ibidem., pág. 106.
150 151
n i ñ o es ú n i c a m e n t e el yo actor, no hay a ú n un yo re- vista por una persona sustituta. L a madre como yo
flexivo, una parte observadora del yo. auxiliar tiene dos funciones, actuar adecuadamente
S e g ú n Moreno, hay una memoria de actos y otra en el papel de madre e identificar las necesidades y
de contenidos, los cuales se mueven por diferentes ritmos del n i ñ o para atemperarse a sus exigencias y
ayudarle a funcionar adecuadamente. L a madre co-
caminos en el sistema nervioso.
mo yo auxibar ayuda al niño a dar forma a sus pro-
E l n i ñ o se absorbe completamente en los actos,
pios roles y le permite gradualmente una mayor in-
tiene un hambre de actos tan intensa que le absorbe 178
dependencia.
toda su e n e r g í a y no le sobra para el recuerdo, ya
que, a d e m á s , no lo necesita porque el yo auxibar lo Para Moreno, el n i ñ o posee una personalidad del
hace por él. U n n i ñ o grande o un adulto difícilmente acto, por lo que para él no tienen ningún sentido
recuerdan los primeros tres a ñ o s de vida. E l tiempo conceptos como regresión o inconsciente.
en esos primeros tres a ñ o s es el presente; el pasado y E l espacio psicológico del niño se desarrolla en
el futuro no adquieren a ú n significado ni formas es- forma paralela al telencéfalo, y los receptores de dis-
pecíficas. 177
E l tiempo i n f a n t ü tiene, así, una sola tancia física —como los visuales y los auditivos— le
d i m e n s i ó n : el presente. Se atempera para actos in- permiten desarrollar los contornos físicos del espacio.
mediatos como el de la nutrición. A esta situación co- Sin embargo, en un primer momento el n i ñ o ex-
rresponde la categoría del presente, del momento. perimenta lo que le rodea como una cosa múltiple (la
matriz de identidad) y por tanto no distingue entre
El yo auxiliar la proximidad y la lejanía.
Poco a poco empieza a distinguir la cercanía o le-
El n i ñ o necesita auxiliares para sobrevivir, pues es toda-
janía; é s t e es, para Moreno, el primer reflejo social,
v í a inmaduro para reahzar con su propio esfuerzo accio-
indica la emergencia del factor tele y constituye el
nes como comer, dormir, moverse en el espacio, etc. Los
núcleo de las pautas posteriores de atracción y re-
cuidados le son proporcionados por el mundo exterior; el
pulsión, así como de las emociones especiabzadas, es-
padre, la madre o quien hace las veces. Estos a u x ü i a r e s
to es, de las fuerzas sociales que rodean al individuo.
son percibidos por el n i ñ o como una e x t e n s i ó n de su propio
En esta forma, paralelamente al desarrollo de los
cuerpo.
receptores visuales y auditivos en la corteza cerebral
Moreno la llama yo auxiliar a esta extensión del se desarrolla también el factor tele.
propio yo necesaria para vivir adecuadamente y pro-
1 7 8
Ibidem., pág. 99.
Ibidem., p á g . 107.
152 153
E n su primera forma ^diferenciada es un tele de tanto, jugar con eUos los papeles de dominador y es-
matriz de identidad. M á s adelante se van separando clavo. Sería más conveniente que los m u ñ e c o s fueran
un tele para objetos y un tele para personas, un tele sustituidos de vez en cuando por yos auxiliares que
para objetos reales y un tele para objetos imagina- d e s e m p e ñ e n el papel de los m u ñ e c o s pero que pue-
dos, un tele negativo y un tele positivo. dan defenderse. Dejar al n i ñ o solo con los m u ñ e c o s
E n el período de la identidad total todo lo que ro- equivale a dejar al niño con el biberón, que es un
180
1 8 3
Ibidem., pág. 124.
1 8 4
1 8 2
Ibidem., pág. 126.
Ibidem., p á g . 116.
157
156
que inician reacciones en cadena preparatorias de un
un s e n t i m i e n t o p r o y e c t a d o a d i s t a n c i a : la u n i d a d m á s acto. Constituyen el primum moveos del caldeamien-
s i m p l e de s e n t i m i e n t o t r a n s m i t i d a desde u n i n d i v i d u o to. Se dividen en físicos, mentales, sociales y psico-
186
a otro... E s el factor s o c i o g r a v i t a c i o n a l que opera entre químicos."
i n d i v i d u o s , i n d u c i é n d o l o s a establecer relaciones m á s De acuerdo con el planteamiento de Rojas Ber-
p o s i t i v a s o n e g a t i v a s que s i f u e r a n p o r a z a r . 1 8 6
m ú d e z , la memoria corporal corresponde a la histo-
ria de cada individuo y de la especie registrada en
los actos y actitudes corporales. De este modo, a tra-
L O S INICIADORES F Í S I C O S . E L C U E R P O
v é s de la actitud postura! se puede llegar a conteni-
Y S U SIGNIFICADO E N E L GRUPO D E PSICODRAMA
dos actuales no presentes en la conciencia. Las imá-
Como hemos visto, s e g ú n Moreno, la preparación de genes s o m á t i c a s movilizadas van desbloqueando las
un acto requiere de iniciadores. Expliquemos ahora i m á g e n e s mentales.
este concepto. Los iniciadores físicos se activan en el recién na-
Los primeros iniciadores son los físicos, los cuales cido. Moreno los llama iniciadores de auxilio porque
se encuentran a nivel corporal y se pueden activar e s t á n presentes toda la vida y entran en acción en
con el movimiento desencadenando actos que pueden los momentos de urgencia cuando, por ejemplo, la si-
incluso carecer de contenido mental manifiesto, pero tuación que se presenta no da tiempo a una elabora-
al actuarse, evocan emociones y representaciones del ción mental.
pasado.
Rojas B e r m ú d e z , ampliando los planteamientos La relación mente-cuerpo
de Moreno, afirma que al dramatizar una escena y
Desde los orígenes de la historia se han configurado
llevar a la actuación las i m á g e n e s internas, las pos
los polos de las diferentes contradicciones que carac-
turas o los movimientos pueden facilitar la moviliza
terizan a la condición humana y las relaciones so-
ción de i m á g e n e s vinculadas con dichos actos y acl i
ciales: vida-muerte, amor-odio, hombre-mujer, men-
tudes corporales. En esta forma se activan emocione',
te-cuerpo, etc.
y aparecen contenidos inesperados.
E l racionabsmo, al privilegiar la razón como ca-
Para Moreno, los iniciadores físicos e s t á n presen
racterística fundamental del ser humano, contribuyó
tes desde el nacimiento y perduran durante toda 1|
a la separación de la mente y el cuerpo en el campo
vida. "Los iniciadores, dice, son focos de estimulación
1 8 6
Jaime Rojas B e r m ú d e z , op. cit., p á g . 61.
1 8 5
Ibidem., pág. 130.