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Por otro lado, el paradigma fenomenológico entiende al mundo como algo no acabado, en constante

construcción en tanto los sujetos que lo viven son capaces de modificarlo y darle significado “si el
conocimiento es construido, entonces el conocedor no puede separarse totalmente de lo que es conocido
– el mundo es coconstituido” (Maykut & Morehouse, 1994, p.11). No es posible estudiar un fenómeno de
manera objetiva, porque el investigador interactúa modificando lo que estudia, y otro tanto porque los
sujetos que viven los fenómenos son quienes le dan sentido. En este paradigma no es posible analizar un
fenómeno social sin aceptar que está anclado en el significado que le dan quienes lo viven, “el enfoque
fenomenológico tiene como foco entender el significado que tienen los eventos [experiencias, actos…]
para las personas que serán estudiadas” (ibid. p.3). Los sujetos y su manera de ver el mundo, el
significado que éstos atribuyen a los fenómenos de estudio, es lo que constituye la realidad y lo que es
importante estudiar. El contexto del estudio cobra especial importancia en tanto se considera que un
fenómeno social se produce en una situación y un medio específico, con características únicas.

Además se reconoce que esta realidad es compleja, los eventos y los factores relacionados tienen
múltiples direcciones y están siempre en constante cambio. Es decir, no hay relaciones causa-efecto
unívocas, los elementos que un día se relacionan entre si pueden no estarlo en otro momento, o pueden
acompañarse de otros factores aumentando las relaciones y su complejidad. Maykut & Morehouse,
consideran que este paradigma “ve los eventos como mutuamente modelados. Relaciones
multidireccionales pueden ser descubiertas dentro de las situaciones” (ibid, p.13).

El investigador, desde este paradigma, se reconoce como intérprete de las realidades construidas por los
sujetos de estudio; acepta que no hay forma de suspender sus propios supuestos, puesto que todo lo
que vive y experimenta durante la investigación está ineludiblemente relacionado con sus intereses,
valores, y explicaciones del mundo. Los valores del investigador, por ejemplo, están presentes en toda la
investigación, desde ellos se elige el tema de estudio, la manera de abordarlo, se discrimina información,
etc. Sin embargo,
sí debe hacer un esfuerzo por no juzgar precipitadamente lo que observa, debe tener una actitud
abierta, e incluso- ingenua cuando estudie un fenómeno y pueda entonces reconocer cuando un
elemento, insignificante para la teoría, está teniendo efectos interesantes. La actitud ingenua implica
que el investigador asuma que el mundo o la realidad es incoherente, es sólo parcialmente claro en tanto
los actores no externalizan los significados y sentido de su actuar; además de ser básicamente
contradictorio (Reguillo, 1998).

Además, se reconoce la complejidad y dinamismo de la realidad, que cobra sentido cuando es construida
por las personas

La información obtenida fue analizada, desde el enfoque interpretativo-descriptivo, el cual consiste en


describir lo que se entendió, reconstruyendo los datos en una realidad reconocible; para ello es
necesario hacer una selección e interpretación de la información para producir una
“narrativa descriptiva” del fenómeno social estudiado (Maykut &Morehouse, 1994). Cabe
resaltar que el instrumento de análisis en las investigaciones cualitativas es el propio
investigador, pues él o ella tienen la responsabilidad de recolectar la información relevante y
unir los significados de cada dato.

Para analizar la información se utilizó el método de comparación constante para construir


categorías emergentes, el análisis fue inductivo; es decir, va de lo particular a lo general, a
partir de la información concreta se descubren y construyen las categorías generales que
permiten hacer interpretaciones y construir teorías. De acuerdo a Glaser & Straus y Lincoln &
Guba “el método de comparación constante es una de las maneras para conducir un análisis
inductivo de datos cualitativos” (en Maykut & Morehouse, 1998, p. 127).

repositorio.uchile.cl/.../Fenomenologia-y-psicoterapia-humanista-existencial.pdf * André
Sassenfeld Jonquera,* *Laura Moncada Arroyo Fenomenología y

psicoterapia humanista-existencial. Fenomenología y psicoterapia humanista-existencial,


Vol. XV Nº1: Pág.89-104. 2006

Gendlin (1966, 1973) indica que uno de los grandes descubrimientos de Husserl fue su

reconocimiento de que la experiencia sentida no es una mera entidad intrapsíquica, sino que

contiene al menos implícitamente situaciones o aspectos del mundo de la vida cotidiana. A

esta concepción se debe la importancia de incluir en la exploración fenomenológica tanto

los datos fenoménicos como los datos experienciales. Como habíamos dicho, la idea del

fenómeno se refiere a la apariencia en la que el objeto de estudio se presenta a la consciencia

de quien lo investiga y la experiencia hace referencia a la forma en la que el investigador

fenomenológico experimenta los fenómenos internos y externos.

Podemos afirmar que desde el punto de vista de la fenomenología, los dos

hechos básicos que guían la investigación y que, dado el énfasis en el concepto de

intencionalidad, se implican uno al otro, son la experiencia y el fenómeno. Un fenómeno

es la apariencia o la forma específica en la que el objeto de estudio se presenta a sí

mismo de modo inmediato a la consciencia del observador (May, 1969; Tageson,

1982). En tal sentido, la fenomenología supone que los fenómenos -en cuanto constituyen

uno de los dos aspectos centrales de la relación intencional entre individuo y

mundo- son lo único que al ser humano le es accesible y cognoscible directamente. Por

lo tanto, la concepción fenomenológica de lo real, tal como ha indicado insistentemente

Yontef (1993, 1998, 2004), es relacional, ya que asume que la realidad debe ser

entendida como una co-construcción que se produce entre el observador y lo observado.


Así, surge la necesidad de reconocer la existencia de innumerables realidades válidas.

Por otro lado, lo real siempre se nos presenta como un tejido sólido que está dado

de antemano y en el cual nos encontramos. Debido a esto, la realidad fenoménica es un

a priori en nuestra experiencia (Moreira, 2001) (PAG 95)

El otro aspecto complementario de la relación intencional que une al observador

y a lo observado, es la experiencia, es decir, nuestra forma personal de experimentar

el hecho de nuestra existencia en el mundo y de los fenómenos internos y externos de

momento a momento. Puesto que Husserl pensaba que la experiencia inmediata es lo

único que podemos llegar a conocer con certeza, estaba interesado en entenderla siéndole tan
fiel como fuera posible. En consecuencia, desechó teorías y especulaciones

abstractas y buscó que los conceptos emergieran directamente de las vivencias inmediatas

y concretas de las personas (Gendlin, 1973; Tageson, 1982). Deseaba alcanzar una

comprensión exacta del ámbito de la experiencia que existe con anterioridad al mundo

abstracto descrito por la ciencia, el mundo de la vida (Lebenswelt) tal como es experimentado,

en efecto, por los individuos (Halling & Carroll, 1999; Tageson, 1982).

Ahora bien, lo dicho no significa que la fenomenología, tal como a veces se ha sostenido,

rechace la formulación de teorías que den cuenta de los fenómenos investigados.

Más bien, tal como señala Moreira (2001), la investigación fenomenológica busca

permitir que la teoría emerja a partir del encuentro -que es, de hecho, una unión

inseparable- entre la experiencia y el fenómeno. La teoría nace en el entrelazamiento de

la universalidad del conocimiento y la singularidad de la vivencia del investigador, por

lo que es, en consecuencia, inevitablemente relativa, inacabada y modificable.

Como hemos visto, fenómeno y experiencia representan los pilares que sostienen

el método fenomenológico. También ha quedado al descubierto que el objetivo

cardinal de la investigación fenomenológica es la comprensión de los fenómenos tal

como se muestran a la consciencia de quien los experimenta y observa2 . Halling y

Carroll (1999) definen la fenomenología como “el estudio metodológicamente riguroso

y no sesgado de las cosas tal como aparecen, de manera que se pueda llegar a un

entendimiento esencial de la consciencia humana y su relación con los objetos de la

experiencia” (p. 96). Ahora bien, en la tradición fenomenológica, la comprensión de un

fenómeno es diferenciada con claridad de una explicación que dé cuenta de él; la


fenomenología está dedicada a comprender la experiencia que el observador tiene del

fenómeno en sus propios términos y asume que esto sólo se puede lograr mediante la

descripción comprehensiva y detallada de ésta, rechazando el análisis causal explicativo

o los juicios de valor como herramientas útiles para arribar a un entendimiento genuino

del objeto de investigación involucrado (Brazier, 1993; Ginger & Ginger, 1987;

Moreira, 2001; Peñarrubia, 1998).( PAG 96)

https://lcmetodologiainvestigacion.wordpress.com/2017/03/06/principios-de-la-
fenomenologia/

Principios

1.            Intuición

Es la clara aceptación de la investigación de atenerse a lo dado, en la originariedad que es


propia de todo tener conciencia en la intuición, pero también, en la limitación y determinación
en la que subsecuentemente se encuentra el contenido esencial o material dado como una
experiencia de vivencia en la totalidad de esta intuición.

2.            Ausencia de presupuestos

Si la investigación ha de ser auténticamente radical, y si lo que se pretende es buscar un nuevo


punto de reflexión filosófica con seguridad, es necesario prescindir de cualquier supuesto.

No se debe ir hacia una investigación con ideas preconcebidas o presupuestas.

3.            Conciencia

Conciencia hace referencia a la presencia o manifestación patente de la totalidad de los


fenómenos en la singularidad de sus actos. Cada conciencia está en el modo singular  del acto
en un constante abrirse intencional a la evidencia de las cosas que se ofrecen escorzadamente
de manera eterna, dándose como un fenómeno aprehensible de manera originaria en la
intuición.

4.            La reducción fenomenológica

Si el objetivo último que Husserl busca es la clarificación y fundamentación de todo


conocimiento y si la filosofía es concebida como una ciencia fundada absolutamente, este
comienzo tiene que ser absolutamente evidente, indubitable, claro. Por tanto, es necesario un
método que permita buscar un conocimiento o evidencia absolutos.

El primer paso para buscar este punto es la “desconexión” de la creencia en la existencia del
mundo que constituye la tesis general de la actitud natural.

A esta desconexión es a lo que Husserl denomina epoché o reducción fenomenológica.

Esta se constituye en el «primer y fundamental componente del método de la teoría del


conocimiento», en el «método para efectuar la purificación radical del campo fenomenológico
de la conciencia de todas las intromisiones de las realidades objetivas».

5.            La reducción eidética


La reducción fenomenológica constituye la puerta de acceso a un nuevo modo —el
fenomenológico— de estudio de la conciencia. No se trata de un estudio empírico como el que
lleva a cabo una ciencia empírica, fáctica, como la psicología. Se trata de otro tipo de
investigación. Husserl denomina a ésta “investigación eidética”, “ciencia de esencias”, “ciencia
pura”. El objetivo de ésta es permitir que las estructuras esenciales a priorio eide de nuestra
conciencia y de sus contenidos intencionales se manifiesten ellos mismos. La ciencia
perseguida es, por consiguiente, una eidética de la conciencia pura.

6.            La intencionalidad

Una vez que, con la ayuda de la reducción fenomenológica y de la reducción eidética, hemos
ingresado al vasto campo de la conciencia y de sus vivencias, Husserl se encuentra con que
ésta está formada por una serie de momentos denominados vivencias. Son estos momentos
los que la fenomenología describe en términos de sus estructuras eidéticas. Una de las
características fundamentales de estas vivencias es su dirección intencional, esto es, su
referirse a “algos” diferentes de ellas mismas. La intencionalidad de la conciencia constituye,
pues, uno de sus rasgos fundamentales.

7.            Constitución

Para referirse a la cuestión central del surgimiento de los objetos ante la conciencia, Husserl
utiliza el término técnico constitución. El hilo conductor de la fenomenología no es sino la idea
de que para iluminar la esencia de una cosa es necesario remontarse al origen de su
significación en la conciencia y a la descripción de este origen. Esto pone de manifiesto, que no
sólo pensamos sobre las cosas que nos son dadas en la experiencia, sino también en nosotros
mismos como pensándolas.

https://kupdf.com/queue/husserl-edmund-invitaci-oacute-n-a-la-fenomenolog-iacute-
a_58c2e139dc0d609442d276fb_pdf?queue_id=-
1&x=1526857074&z=MTkwLjE5NC4xNjguMTEy DE ACA SAQUE EL LIBRO DE HUSSERL

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