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Introducción

Aproximarnos a las organizaciones en la actualidad es una reflexión que incluye de

manera inseparable el contexto donde estas desenvuelven, es decir, el radio de

acción que es impactado por su funcionamiento y de manera inversa, cómo éste

igualmente les afecta.

Las relaciones de producción son sistemas abiertos o también llamados

comunidades productivas, enfoque que va a predominar durante el presente siglo

caracterizado por la flexibilidad, la cooperación, las operaciones financieras y

comerciales transfronterizas y la Internet, las cuales se apropian del mundo de los

negocios, es la Sociedad de la Información y el Conocimiento.

Toda organización, independientemente de su naturaleza, tamaño o sector, basa o

debe basar su gestión en un enfoque estratégico que parta de conocer su entorno.

En ese escenario se encuentran los accionistas, los clientes, los proveedores, los

consumidores, la competencia, los reguladores, la banca, los entes de presión, lo

recursos naturales, entre otros actores.


Los ejercicios estratégicos se hacen imprescindible dada la complejidad y la rapidez

con la que se producen los cambios. La Globalización percibida cada vez más

cercana por la inmediatez de los medios de comunicación, hace que las

transformaciones y preferencias de los consumidores vengan dinámicamente, a

veces sin estar preparados para recibirlo. Esto es evidente en las empresas y

organizaciones de los países en desarrollo, ya que si bien el Siglo XX era economía

y política, éste que se inicia además de lo anterior, es consumo y comunicación, es

la sociedad-red. (Castells, 2000)

Por lo anterior, la empresa como parte de su estrategia tiene que realizar un serio

análisis del entorno, para ello utiliza herramientas diversas, metodologías para su

sistematización, una de las mas conocidas es la matriz en inglés SWOT - Strengths,

Weaknesses, Opportunities, Threats -, matriz DOFA, también traducida por algunos

investigadores como matriz DAFO, potente recurso que permite a la empresa

conocer sus Debilidades y Fortalezas internas, pero paralelamente las

Oportunidades y Amenazas que le depara dicho entorno. Este modelo o matriz de


análisis se le asigna a un estudioso del norteamericano del Instituto de

Investigaciones de Stanford, Albert Gamez entre los años 60 y 70.

En esta unidad curricular, por lo tanto, nos centraremos en la relación entorno

empresa; nos detendremos en conocer, analizar, interactuar y reflexionar sobre la

necesidad de integrar el entorno al enfoque de gestión empresarial. Destacaremos

actores que se benefician de los productos o servicios, aquellos que los cuestionan,

los que co-participan, así como el rol de aquellos actores vinculados al

medioambiente, que igualmente juegan un papel preponderante en el mundo de la

producción y las relaciones de negocios.

Es oportuno señalar, que este curso no es de Planificación Estratégica, es la

reflexión sobre un insumo de gran valor – como lo es el entorno- para los

ejercicios estratégicos y/o de planificación organizacional, lo cual contribuye a la

posterior toma de decisiones, de allí que se toquen temas sobre planificación, pero

con fines de contextualizar la variable “entorno”, pero reiteramos, no es una

asignatura sobre planificación organizacional como tal, la cual tendría que

profundizar en otros componentes, los cuales no son trabajados en este curso.


Así pues, el entorno puede verse como las condiciones sociales, políticas,

económicas, jurídicas, ecológicas, educativas, culturales e inclusive geográficas y

climáticas, de las cuales dependen en mayor o menor grado, las dinámicas

organizacionales.

Los Grupos Determinantes, son aquellas organizaciones o miembros del entorno,

también denominados para efectos de análisis los stakeholders cuyas conductas

afectan decisivamente la vida organizacional en un lapso específico de tiempo.

Para cualquier empresa u organización es valioso tener información sobre el

entorno local, nacional e internacional, éste ultimo marcando las grandes

tendencias y caminos o derroteros a seguir, dependiendo de los recursos con los

que cuente cada empresa en particular. Este entorno internacional bien puede

resumirse en:

· Negocios y mercados fragmentados, con una capacidad de segmentación, al

parecer sin límites. Explosión de nuevos productos o servicios que no sólo

satisfarán sino que generarán nuevas cadenas de necesidades subsidiarias.

Capacidad ilimitada de innovación por parte de las empresas a nivel internacional.


· Las organizaciones fortaleciendo su gerencia hacia un enfoque de productos o

servicios de clase mundial, sin desatender los requerimientos y exigencias de sus

mercados locales, así como las exigencias de certificaciones de calidad, patentes,

propiedad intelectual y denominaciones de origen.

· El cliente seguirá siendo el centro del negocio, será más exigente y con

capacidad de tomar decisiones en cuanto a otras alternativas que satisfagan sus

requerimientos. (Drucker, 1992)

· El factor humano seguirá considerándose el principal valor agregado, asociado al

insumo conocimiento, y a su capacidad de innovar y de adaptarse a los cambios.

· El consumidor final cada vez más informado, exigente y global, presionando e

impactando en los servicios de post venta, garantías y/o quejas sobre el servicio y

las posibles lesiones a la comunidad.

· Un empresariado que de manera incremental, cada vez más toma conciencia de

su papel en la solución de los grandes retos mundiales, como son la salud, la

educación, el medio ambiente, el trabajo decente y responsabilidad social.

En la actualidad está surgiendo cada vez más un genuino interés tanto por parte
de las empresas como de las administraciones públicas y diferentes grupos

sociales, preocupados todos en mejorar el comportamiento ético de las

organizaciones y de las relaciones transparentes entre ambos, de allí que los

valores cívicos que se les exija a las empresas sean compartidos con las

comunidades a las cuales éstas sirven. La ciudadanía corporativa es parte de la

inclusión del entorno como valor en el desarrollo empresarial, socio-económico y

ambiental.

Cuando una empresa inicia operaciones, tiene que haber realizado previamente un

estudio de su entorno sectorial, haber analizado su entorno económico, con el cual

se busca conocer la estructura del sector en el que se mueve la empresa, ya que

ello será determinante en su rentabilidad; este análisis le permite conocer la

relación que existe entre la intensidad de la competencia y la rentabilidad de la

empresa; familiarizarse con las tendencias y la cooperación sectorial, compra de

insumos, entre otros aspectos de utilidad en el mundo de los negocios. Una

empresa no es una isla sino parte de un sistema más amplio. Así, a la hora de

tomar decisiones, es necesario considerar los intereses de los distintos grupos

conectados con la organización.


Es importante indicar que durante la asignatura utilizaremos indistintamente los

términos de empresa u organización para referirnos, según cada caso, a

establecimientos del sector manufactura, comercio o servicio.

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