septiembre de 1913, en la ciudad de Caracas, es recordado como uno de los venezolanos más universales y probablemente el científico venezolano más destacado gracias al desarrollo de la vacuna contra la lepra, la base para la vacuna contra la leishmaniasis así como otras investigaciones relacionadas con la cura de varios tipos de cáncer.
Los primeros años de Jacinto Convit García transcurren en la parroquia La
Pastora de Caracas, en 1932 inicia sus estudios de Medicina en la Universidad Central de Venezuela y en 1938 obtiene el titulo de Doctor en Ciencias Médicas, en 1946 se casa con Rafaela D’ Onofrio, matrimonio del que nacen sus cuatro hijos. Ambos compartían un apasionante gusto por los caballos.
Se desempeñó como director del laboratorio del Dr. Leopoldo Briceño
Iragorry en el Hospital Vargas de Caracas; Presidente de la Asociación Internacional de la Lepra (ILA) y Presidente de la International Journal of Lepros y Corporation; Director del Centro Panamericano de Investigación y Adiestramiento en Lepra y Enfermedades Tropicales. En 1971 la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo designa Director del Centro Cooperativo para el estudio Histológico y Clasificación de la Lepra, cargo que desempaño hasta su muerte.
En sus investigaciones acerca de la lepra logra aislar el bacilo con la
vacuna, lo que contribuyó al cierre de los centros de aislamiento de los pacientes (leproserías) garantizando un trato digno para ellos; además fue la base para la vacuna contra la leishmaniasis. Su dedicación fue reconocida con el Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica en 1987; y fue nominado al Premio Nobel de Medicina en 1988, la Organización Panamericana de la Salud le otorgó en el 2002 el título “Héroe de la Salud Pública de las Américas”. Convit es considerado uno de los más importantes científicos del mundo.
En el año 2013, la Asamblea Nacional aprobó un proyecto de
reconocimiento a sus trabajos, con motivo del centenario de su nacimiento y sus logros científicos a favor de la salud del pueblo venezolano y del mundo, y por su dedicación al ejercicio de la medicina sin fines lucrativos ni de enriquecimiento personal, también el parlamento venezolano indicó que se debía “solicitar el Premio Nobel de la Medicina al Dr. Jacinto Convit para reconocer su labor científica y los aportes que ha preservado para la salud de los pueblos del mundo”.
Luego de 100 años de una fructífera y dedicada vida falleció en Caracas el
GAPS, el síndrome psico-intestinal: Un tratamiento natural para el autismo, la dispraxia, el trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad, la dislexia, la depresión y la esquizofrenia