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Reporte del museo Dolores Olmedo

El museo Dolores Olmedo que esta situado en Xochimilco donde se encuentra


muchas de las riquezas naturales, durante mi llegada al museo me percate que
había una enorme puerta de madera, un poco gastada por sus años, a sus
costados se encontraba una paredes de piedra como de unos cuatro metros de
altura, las cuales era los limites del terreno del museo, cuando atraviesas la
puerta a la derecha de la entrada se encuentra la taquilla, el guarda ropa y un
poco más adelante la tienda de regalos, lo que sobre sale son sus grandes y
hermosas áreas verdes del museo, a lo lejos ves que sigue un camino de
piedra, más adelante de donde se encuentra una reja, a sus lados hay
columnas de cemento con piedra de baja estatura, teniendo en las puntas de
las columnas unas ranas de fierro.

Al seguir avanzando por el camino de piedra encontré de mi lado izquierdo una


estatua de Dolores Olmedo, durante el camino encontré los esplendorosos
jardines, donde prevalecen especies de árboles mexicanos y habitan bellos
animales como los pavo reales y los perros xoloitzcuintle que están en peligro
de extinción.

Al llegar a la primera sala encontré las habitaciones privadas Dolores Olmedo,


ahí es en donde hay una serie de objetos que formaban parte de la decoración
de la casa, al entrar muestra fotografías de sus viajes por el mundo, habían
dientes y esculturas de marfil, dibujos, retratos, caricaturas y documentos que
permiten apreciar su trayectoria de la señora Olmedo. Más adentro observé
porcelanas, la mayoría era de la cultura china que ella iba adquiriendo, además
de muebles y pinturas.

Dentro de las habitaciones Dolores Olmedo encontraremos una sala de


exposición dedicada de Angelina Beloff en donde se muestra dibujos que ella
elaboró e ilustraciones de cuentos que realizó para las obras de Hans Christian
Andersen como El soldadito de plomo y Los cien salvajes.

En la siguiente sala se exponían obras de Diego Rivera, ahí es en donde


encontré el cuadro que se llama Fondos congelados, me encantó desde que lo
observe, la perspectiva es de un punto de fuga o también llamado perspectiva
lineal porque lo primero que observas en la pintura es un punto en la parte
superior del primer plano, si estas demasiado cerca se puede observar el
detalle de las pinceladas, pero si te alejas al otro lado de la sala se puede
apreciar mejor, ya que los reflectores que apuntan hacia la pintura no permiten
que se aprecie, en el primer plano se observa un tipo de bodega en donde en
la parte alta hay personas durmiendo vigiladas por un policía dando un efecto
de luminosidad hacia la parte alta de este primer plano, posteriormente en la
parte baja se muestra una bóveda de banco y una especie de estación de
suburbano, en el segundo plano se observa algunas construcciones,
demasiada gente caminado hacia un solo sentido y en el tercer plano se
observa una gran cantidad de rascacielos con un poco de contaminación. Cada
sala se mantenía en buenas condiciones por alguna institución que la
patrocina, como Televisa, Telmex, cementeras, entre otras; en esta misma sala
se mostraban las obras mas representativas de Rivera como La familia, El
matemático, el Picador, Retrato de doña Dolores Olmedo, La canoa enflorada,
Autorretrato, entre otras.

En la sala de Frida Kahlo solo se mostraban diez obras, estaba amplia pero se
veía muy vacía por que no había obras suficientes para llenar el espacio, las
obras mostraban la perdida de sus hijos mostrándose a ella con fetos, triste,
con el corazón vacío, enferma o trataba de reflejar lo que sentía con respecto a
las perdidas de sus hijos y su accidente que tuvo en la adolescencia.

Al finalizar mi recorrido por todo el museo me percate que la vida de Frida


Kahlo era muy triste, ya que sus obras se percibe ideas obsesivas con
respecto a la muerte, al hecho de no poder tener hijos, la persistencia con que
pinta autorretratos resaltando sus grandes y tupidas cejas, su bigote, pelo color
negro adornado con flores rosas, chapitas en sus mejillas, usando vestidos
mexicanos y al mismo Diego.

Fondos congelados, 1931


Diego Rivera
Fresco

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