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Anécdotas sobre Varios temas

Mensajes para ti

Son mensajes que te ayudaran a expresarte

HISTORIAS, ANÉCDOTAS, RELATOS, CUENTOS PARA LEER, PENSAR, REFLEXIONAR Y ACTUAR

El caballo en el pozo

Un campesino, que luchaba con muchas dificultades, poseía algunos caballos para que lo ayudasen en
los trabajos de su pequeña hacienda. Un día, su capataz le trajo la noticia de que uno de los caballos
había caído en un viejo pozo abandonado. El pozo era muy profundo y sería extremadamente difícil
sacar el caballo de allí. El campesino fue rápidamente hasta el lugar del accidente, y evaluó la situación,
asegurándose que el animal no se había lastimado. Pero, por la dificultad y el alto precio para sacarlo del
fondo del pozo, creyó que no valía la pena invertir en la operación de rescate. Tomó entonces la difícil
decisión de decirle al capataz que sacrificase el animal tirando tierra en el pozo hasta enterrarlo, allí
mismo.

Y así se hizo. Comenzaron a lanzar tierra dentro del pozo de forma de cubrir al caballo. Pero, a medida
que la tierra caía en el animal este la sacudía y se iba acumulando en el fondo, posibilitando al caballo
para ir subiendo. Los hombres se dieron cuenta que el caballo no se dejaba enterrar, sino al contrario,
estaba subiendo hasta que finalmente consiguió salir.

Si estás "allá abajo", sintiéndote poco valorado, y otros lanzan tierra sobre ti, recuerda el caballo de esta
historia. Sacude la tierra y sube sobre ella.
La botella

Un hombre estaba perdido en el desierto, destinado a morir de sed. Por suerte, llegó a una cabaña vieja,
desmoronada sin ventanas, sin techo. El hombre anduvo por ahí y se encontró con una pequeña sombra
donde acomodarse para protegerse del calor y el sol del desierto. Mirando a su alrededor, vio una vieja
bomba de agua, toda oxidada. Se arrastró hacia allí, tomó la manivela y comenzó a bombear, a bombear
y a bombear sin parar, pero nada sucedía. Desilusionado, cayó postrado hacia atrás, y entonces notó
que a su lado había una botella vieja. La miró, la limpió de todo el polvo que la cubría, y pudo leer que
decía: "Usted necesita primero preparar la bomba con toda el agua que contiene esta botella mi amigo,
después, por favor tenga la gentileza de llenarla nuevamente antes de marchar".

El hombre desenroscó la tapa de la botella, y vio que estaba llena de agua... ¡llena de agua! De pronto,
se vio en un dilema: si bebía aquella agua, él podría sobrevivir, pero si la vertía en esa bomba vieja y
oxidada, tal vez obtendría agua fresca, bien fría, del fondo del pozo, y podría tomar toda el agua que
quisiese, o tal vez no, tal vez, la bomba no funcionaría y el agua de la botella sería desperdiciada. ¿Qué
debiera hacer? ¿Derramar el agua en la bomba y esperar a que saliese agua fresca... o beber el agua
vieja de la botella e ignorar el mensaje? ¿Debía perder toda aquella agua en la esperanza de aquellas
instrucciones poco confiables escritas no se cuánto tiempo atrás?

Al final, derramó toda el agua en la bomba, agarró la manivela y comenzó a bombear, y la bomba
comenzó a rechinar, pero ¡nada pasaba! La bomba continuaba con sus ruidos y entonces de pronto
surgió un hilo de agua, después un pequeño flujo y finalmente, el agua corrió con abundancia... Agua
fresca, cristalina. Llenó la botella y bebió ansiosa mente, la llenó otra vez y tomó aún más de su
contenido refrescante. Enseguida, la llenó de nuevo para el próximo viajante, la llenó hasta arriba, tomó
la pequeña nota y añadió otra frase: "Créame que funciona, usted tiene que dar toda el agua, antes de
obtenerla nuevamente".
¿Cuántas veces tenemos miedo de iniciar un nuevo proyecto pues éste demandará de una inversión de
tiempo, dinero, preparación y conocimiento?. ¿Cuántos se han quedado parados satisfaciéndose con los
resultados mediocres?.

Unas pocas veces en la vida se nos presentan “oportunidades bellísimas” que pueden ayudarnos a ser
mejores personas, o abrirnos nuevas puertas que nos conducen a un mundo mejor. Pero quizás siempre
tememos, en vez de entregarnos y confiar, nos frenamos a nosotros mismos quedándonos inmóviles
delante del camino porque las dudas y nuestra inseguridad nos paraliza, y tomamos así sólo un poquito
de la vida, casi insuficiente, cuando si venciéramos nuestros miedos y temores, tendríamos a nuestro
alcance toda la fuente para tomar todo lo que deseásemos.

¡MAL CARÁCTER!

Esta es la historia de un muchachito que tenía muy mal carácter. Su padre le dio una bolsa de clavos y le
dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta.

El primer día, el muchacho clavó 37 clavos detrás de la puerta. Las semanas que siguieron, a medida que
él aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos detrás de la puerta.

Descubrió que era más fácil controlar su carácter durante todo el día.

Después de informar a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su
carácter. Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar a su padre que no quedaban más clavos
para retirar de la puerta.

Su padre lo tomó de la mano y lo llevó hasta la puerta. Le dijo: "Has trabajado duro, hijo mío, pero mira
todos esos hoyos en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que tú pierdes la paciencia, dejas
cicatrices exactamente como las que aquí ves".

Tú puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero el modo cómo se lo digas lo devastará y la cicatriz
perdurará para siempre. Una ofensa verbal es tan dañina como la ofensa física. Los amigos son joyas
preciosas. Nos hacen reír y nos animan a seguir adelante. Nos escuchan con atención y siempre están
dispuestos a abrirnos su corazón. Tenlo siempre presente.

TODOS TENEMOS GRIETAS

Un cargador de agua de la India tenía dos grandes vasijas que colgaba a los extremos de un palo y que
llevaba encima de los hombros.

Una de las vasijas tenía varias grietas, mientras que la otra era perfecta y conservaba toda el agua al
final del largo camino a pie, desde el arroyo hasta la casa de su patrón, pero cuando llegaba, la vasija
rota sólo tenía la mitad del agua.

Durante dos años completos esto fue así diariamente, desde luego la vasija perfecta estaba muy
orgullosa de sus logros, pues se sabía perfecta para los fines para los que fue creada. Pero la pobre vasija
agrietada estaba muy avergonzada de su propia imperfección y se sentía miserable porque sólo podía
hacer la mitad de todo lo que se suponía que era su obligación.

Después de dos años, la tinaja quebrada le habló al aguador diciéndole:

"Estoy avergonzada y me quiero disculpar contigo porque debido a mis grietas sólo puedes entregar la
mitad de mi carga y sólo obtienes la mitad del valor que deberías recibir”. El aguador, apesadumbrado,
le dijo compasiva mente: "Cuando regresemos a la casa quiero que notes las bellísimas flores que crecen
a lo largo del camino."

Así lo hizo la tinaja.

Y en efecto vio muchas flores hermosas a lo largo del camino, pero de todos modos se sintió apenada
porque al final, sólo quedaba dentro de sí la mitad del agua que debía llevar.

El aguador le dijo entonces "¿Te diste cuenta de que las flores sólo crecen en tu lado del camino?
Siempre he sabido de tus grietas y quise sacar el lado positivo de ello. Sembré semillas de flores a todo
lo largo del camino por donde vas y todos los días las has regado y por dos años yo he podido recoger
estas flores para decorar el altar de mi Maestro. Si no fueras exactamente como eres, con todo y tus
defectos, no hubiera sido posible crear esta belleza."

Cada uno de nosotros tiene sus propias grietas. Todos somos vasijas agrietadas, pero debemos saber
que siempre existe la posibilidad de aprovechar las grietas para obtener buenos resultados.

La joya

Un monje andariego se encontró, en uno de sus viajes, una piedra preciosa, y la guardó en su talega. Un
día se encontró con un viajero y, al abrir su talega para compartir con él sus provisiones, el viajero vio la
joya y se la pidió. El monje se la dio sin más. El viajero le dio las gracias y marchó lleno de gozo con aquel
regalo inesperado de la piedra preciosa que bastaría para darle riqueza y seguridad todo el resto de sus
días. Sin embargo, pocos días después volvió en busca del monje mendicante, lo encontró, le devolvió la
joya y le suplicó: "Ahora te ruego que me des algo de mucho más valor que esta joya, dame, por favor,
lo que te permitió dármela a mí".

Perdonar y agradecer

Dice una leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje
discutieron, y uno le dio una bofetada al otro. El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:
"Hoy, mi mejor amigo me pegó una bofetada en el rostro". Siguieron adelante y llegaron a un oasis
donde resolvieron bañarse. El que había sido abofeteado comenzó a ahogarse, y le salvó su amigo. Al
recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra: "Hoy, mi mejor amigo me salvó la vida".
Intrigado, el amigo preguntó: "¿Por qué después que te pegué escribiste en la arena y ahora en cambio
escribes en una piedra?". Sonriendo, el otro amigo respondió: "Cuando un amigo nos ofende, debemos
escribir en la arena, donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo. Pero
cuando nos ayuda, debemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón, donde ningún viento
podrá borrarlo".

El elefante del circo

Cuando yo era chico me encantaban los circos, y lo que más me gustaba de los circos eran los animales.
También a mí como a otros, después me enteré, me llamaba la atención el elefante. Durante la función,
la enorme bestia hacía despliegue de peso, tamaño y fuerza descomunal... pero después de su actuación
y hasta un rato antes de volver al escenario, el elefante quedaba sujeto solamente por una cadena que
aprisionaba una de sus patas a una pequeña estaca clavada en el suelo. Sin embargo, la estaca era sólo
un minúsculo pedazo de madera apenas enterrado unos centímetros en la tierra. Y aunque la cadena era
gruesa y poderosa, me parecía obvio que ese animal capaz de arrancar un árbol de tajo con su propia
fuerza, podría, con facilidad, arrancar la estaca y huir. El misterio es evidente: ¿Qué lo mantiene
entonces? ¿Por qué no huye? Cuando tenía cinco o seis años, pregunté a algún maestro, a mi padre o a
algún tío por el misterio del elefante. Alguno de ellos me explicó que el elefante no se escapaba porque
estaba amaestrado. Hice entonces la pregunta obvia: Si está amaestrado, ¿por qué lo encadenan? No
recuerdo haber recibido ninguna respuesta coherente. Con el tiempo me olvidé del misterio del elefante
y la estaca... y sólo lo recordaba cuando me encontraba con otros que también se habían hecho la
misma pregunta.

Hace algunos años descubrí que por suerte para mí alguien había sido lo bastante sabio como para
encontrar la respuesta: "El elefante del circo no escapa porque ha estado atado a una estaca parecida
desde que era muy pequeño". Cerré los ojos y me imaginé al pequeño recién nacido sujeto a la estaca.
Estoy seguro de que en aquel momento el elefantito empujó, tiró y sudó tratando de soltarse. Y a pesar
de todo su esfuerzo no pudo. La estaca era ciertamente muy fuerte para él. Juraría que se durmió
agotado y que al día siguiente volvía a probar, y también al otro y al que seguía... hasta que un día, un
terrible día para su historia, el animal aceptó su impotencia y se resignó a su destino. Este elefante
enorme y poderoso no escapa porque cree que no puede. Él tiene registro y recuerdo de su impotencia,
de aquélla impotencia que se siente poco después de nacer. Y lo peor es que jamás se ha vuelto a
cuestionar seriamente ese registro. Jamás... Jamás... intentó poner a prueba su fuerza otra vez... Cada
uno de nosotros somos un poco como ese elefante: vamos por el mundo atados a cientos de estacas
que nos restan libertad. Vivimos creyendo que un montón de cosas "no podemos hacer" simplemente
porque alguna vez probamos y no pudimos. Grabamos en nuestro recuerdo "no puedo... no puedo y
nunca podré", perdiendo una de las mayores bendiciones con que puede contar un ser humano: la fe.
El pescador y el HOMBRE DE NEGOCIOS

Un banquero de inversión americano estaba en el muelle de un pueblito costeño mexicano cuando llegó
un botecito con un sólo pescador. Dentro del bote había varios atunes amarillos de buen tamaño. El
americano elogió al mexicano por la calidad del pescado y le preguntó cuánto tiempo le había tomado
pescarlos. El mexicano respondió que sólo un poco tiempo. El americano luego le preguntó por qué no
permanecía más tiempo y sacaba más pescado. El mexicano dijo que el tenía lo suficiente para satisfacer
las necesidades inmediatas de su familia. El americano luego preguntó: "¿pero qué hace usted con el
resto de su tiempo?" El pescador mexicano dijo: "duermo hasta tarde, pesco un poco, juego con mis
hijos, hago siesta con mi señora, María, caigo todas las noches al pueblo donde toco la guitarra con mis
amigos. Tengo una vida full chevere y ocupada." El americano replicó: "soy un HOMBRE DE NEGOCIOS
de Harvard y podría ayudarte. Deberías gastar más tiempo en la pesca y con los ingresos comprar un
bote más grande, con los ingresos del bote más grande podrías comprar varios botes, eventualmente
tendrías una flota de botes pesqueros. En vez de vender el pescado a un intermediario lo podrías hacer
directamente a un procesador y eventualmente abrir tu propia procesadora. Deberías controlar la
producción, el procesamiento y la distribución. Deberías salir de este pueblo e irte a la Ciudad de
México, luego a Los Angeles y eventualmente a Nueva York, donde manejarías tu empresa en
expansión". El pescador mexicano preguntó: "¿pero cuánto tiempo tardaría todo eso?" A lo cual
respondió el americano: "entre 15 y 20 años". "¿Y luego qué?..." El americano se río y dijo que esa era la
mejor parte. "Cuando llegue la hora deberías anunciar un IPO (Oferta inicial de acciones) y vender las
acciones de tu empresa al público. Te volverás rico, tendrás millones". "Millones... ¿y luego qué?..." Dijo
el americano: "luego te puedes retirar. Te mudas a un pueblito en la costa donde puedes dormir
tranquilo, pescar un poco, jugar con tus hijos, hacer siesta con tu mujer, caer todas las noches al pueblo
donde tocas guitarra con tus amigos". El mexicano respondió: "¿acaso eso no es lo que ya tengo?
Moraleja: Cuántas vidas desperdiciadas buscando lograr una felicidad que ya se tiene pero que muchas
veces no vemos. La verdadera felicidad consiste en amar lo que tenemos y no sentirnos tristes por
aquello que no tenemos. "Si lloras por haber perdido el Sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas".

USAR LA

IMAGINACIÓN
Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado
de haber asesinado a una mujer.

En realidad el verdadero autor era una persona muy influyente del reino y por eso desde el primer
momento se procuró un chivo expiatorio para encubrir al culpable. El hombre fue llevado a juicio ya
conociendo que tendría escasas o nulas posibilidades de escapar al terrible veredicto... la horca!!!!!

El Juez también complotado cuidó no obstante de dar todo el aspecto de un juicio justo, por ello dijo al
acusado: "Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor vamos a dejar en manos de El tu
destino, vamos a escribir en dos papeles separados las palabras culpable e inocente Tu escogerás y será
la mano del Dios la que decida tu destino."

Por supuesto el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda CULPABLE y la pobre
víctima aún sin conocer los detalles se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había
escapatoria. El Juez conminó al hombre a tomar uno de los papeles doblados. Este respiró
profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados y cuando la sala
comenzaba ya a impacientarse abrió los ojos y con una extraña sonrisa tomo uno de los papeles y
llevándolo a su boca lo engullo rápidamente.

Sorprendidos e indignados los presentes le reprocharon airadamente:

"Pero qué hizo??? Y ahora??? Cómo vamos a saber el veredicto?"

"Es muy sencillo, respondió el hombre. Es cuestión de leer el papel que queda y sabremos lo que decía
el que me tragué".

Con rezongos y bronca mal disimulada debieron liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo.

Moraleja: SEA CREATIVO. CUANDO TODO PAREZCA PERDIDO, USE LA IMAGINACION.

" En los momentos de crisis sólo la imaginación es más importante que el conocimiento." Albert Einstein

EL CARPINTERO

Un carpintero ya entrado en años estaba listo para retirarse. Le dijo a su Jefe de sus planes de dejar el
negocio de la construcción para llevar una vida mas placentera con su esposa y disfrutar de su familia. El
iba a extrañar su cheque mensual, pero necesitaba retirarse. Ellos superarían esta etapa de alguna
manera

El Jefe sentía ver que su buen empleado dejaba la compañía y le pidió que si podría construir una sola
casa mas, como un favor personal. El carpintero accedió, pero se veía fácilmente que no estaba
poniendo el corazón en su trabajo. Utilizaba materiales de inferior calidad y el trabajo era deficiente. Era
una desafortunada manera de terminar su carrera. Cuando el carpintero termino su trabajo y su Jefe fue
a inspeccionar la casa, el Jefe le extendió al carpintero, las llaves de la puerta principal.

"Esta es tu casa," - dijo, "es mi regalo para ti."

Que tragedia! Que pena! Si solamente el carpintero hubiera sabido que estaba construyendo su propia
casa, la hubiera hecho de manera totalmente diferente.

Ahora tendría que vivir en la casa que construyo "no muy bien" que digamos! Así que está en nosotros

Construimos nuestras vidas de manera distraída, reaccionando cuando deberíamos actuar, dispuestos a
poner en ello menos que lo mejor. En puntos importantes, no ponemos lo mejor de nosotros en nuestro
trabajo. Entonces con pena vemos la situación que hemos creado y encontramos que estamos viviendo
en la casa que hemos construido. Si lo hubiéramos sabido antes, la habríamos hecho diferente.

Piensen como si fueran el carpintero. Piensen en su casa. Cada día clavamos un clavo, levantamos una
pared o edificamos un techo. Construyan con sabiduría. Es la única vida que podrán construir. Inclusive
si solo la viven por un día mas, ese día merece ser vivido con gracia y dignidad.

La placa en la pared dice; "La Vida Es Un Proyecto de Hágalo-Usted-Mismo".

Quién podría decirlo más claramente?

Su vida ahora, es el resultado de sus actitudes y elecciones del pasado.

Su vida mañana será el resultado de sus actitudes y elecciones hechas HOY!

EL HIJO MÁS SAGAZ

Una historia de Etiopía nos presenta a un anciano que, en su lecho de muerte, llamó a sus tres hijos y les
dijo:
- No puedo dividir en tres los que poseo. Eso dejaría muy pocos bienes a cada uno de vosotros. He
decidido dar todo lo que tengo, como herencia, al que se muestre más hábil, más inteligente, más
astuto, más sagaz. Dicho de otra forma, a mi mejor hijo.

He dejado encima de la mesa una moneda para cada uno de vosotros. Tomadla.

El que compre con esa moneda algo con lo que llenar la casa se quedará con todo. Se fueron.

El primer hijo compró paja, pero sólo consiguió llenar la casa hasta la mitad.

El segundo hijo compró sacos de pluma, pero no consiguió llenar la casa mucho más que el anterior.

El tercer hijo -que consiguió la herencia- sólo compro un pequeño objeto. Era una vela. Esperó hasta la
noche, encendió la vela y llenó la casa de luz.

PERSONA NON GRATA

En un vuelo de British Airways entre Johanesburgo y Londres, una señora blanca de unos cincuenta anos
se sienta al lado de un negro. Llama a la azafata para quejarse:

- Cuál es el problema, señora?

- pregunta la azafata.

- Pero no lo ve?

- responde la señora

- Me colocó al lado de un negro. No puedo quedarme al lado de estos "inmundos". Deme otro asiento.

- Por favor, cálmese. -dice la azafata- Casi todos los lugares de este vuelo están tomados. Voy a ver si
hay algún lugar en clase ejecutiva o en primera

. La azafata se apura y vuelve unos minutos después.

- Señora -explica la azafata- como yo sospechaba, no hay ningún lugar vacío en clase económica. Hablé
con el comandante y me confirmó que tampoco hay lugar en ejecutiva.
Pero sí tenemos un lugar en primera clase. Antes que la señora pudiese responder algo, la azafata
continuó.

- Es totalmente inusitado que la compañía conceda un asiento de primera clase a alguien que está en
económica, pero dadas las circunstancias, el comandante consideró que sería escandaloso que alguien
sea obligado a sentarse al lado de una persona tan execrable...

Y, diciendo eso, la azafata mira al negro y dice:

- Si el señor me hiciera el favor de tomar sus pertenencias, el asiento de primera clase ya está
preparado.

Y todos los pasajeros alrededor, que presenciaron la escena, se levantaron y aplaudieron por la actitud
de la compañía.

LA HABITACION DE LA VENTANA

Dos hombres, ambos enfermos de gravedad, compartían el mismo cuarto semi-privado del hospital. A
uno de ellos se le permitía sentarse durante una hora en la tarde, para drenar el líquido de sus
pulmones. Su cama estaba al lado de la única ventana de la habitación. El otro tenía que permanecer
acostado de espaldas todo el tiempo.

Conversaban incesantemente todo el día y todos los días, hablaban de sus esposas y familias, sus
hogares, empleos, experiencias durante sus servicios militares y sitios visitados durante sus vacaciones.

Todas las tardes cuando el compañero ubicado al lado de la ventana se sentaba, se pasaba el tiempo
relatándole a su compañero de cuarto lo que veía por la ventana.

Con el tiempo, el compañero acostado de espaldas que no podía asomarse por la ventana, se desvivía
por esos períodos de una hora durante el cual se deleitaba con los relatos de las actividades y colores
del mundo exterior.

La ventana daba a un parque con un bello lago. Los patos y cisnes se deslizaban por el agua, mientras los
niños jugaban con sus botecitos a la orilla del lago. Los enamorados se paseaban de la mano entre las
flores multicolores en un paisaje con árboles majestuosos y en la distancia, una bella vista de la ciudad.
A medida que el Señor cerca de la ventana describía todo esto con detalles exquisitos, su compañero
cerraba los ojos e imaginaba un cuadro pintoresco.
Una tarde le describió un desfile que pasaba por el hospital y aunque el no pudo escuchar la banda, lo
pudo ver a través del ojo de la mente mientras su compañero se lo describía.

Pasaron los días y las semanas y una mañana, la enfermera al entrar para el aseo matutino, se encontró
con el cuerpo sin vida del señor cerca de la ventana, quien había expirado tranquilamente, durante su
sueño. Con mucha tristeza, avisó para que trasladaran el cuerpo.

El otro día el otro señor, con mucha tristeza pidió que lo trasladaran cerca de la ventana. A la enfermera
le agrado hacer el cambio y luego de asegurarse de que estaba cómodo, lo dejó solo. El señor con
mucho esfuerzo y dolor, se apoyó de un codo para poder mirar al mundo exterior por primera vez.
Finalmente tendría la alegría de verlo por sí mismo.

Se esforzó para asomarse por la ventana y lo que vio fue la pared del edificio de al lado.

Le preguntó a la enfermera por qué su compañero de habitación le contaba que veía todo aquello si no
era cierto. A lo que ella respondió:

-Posiblemente fuese para darle ánimos a usted, ya que él era ciego.

PIENSA, REFLEXIONA Y ACTÚA

NO HAY NADA IMPOSIBLE

Cuenta una leyenda que había unos niños patinando sobre una laguna congelada.

Era una tarde nublada y fría, pero los niños jugaban sin preocupación; cuando de pronto, el hielo se
reventó y uno de los niños cayó al agua. Otro niño, viendo que su amiguito se ahogaba debajo del hielo,
tomó una piedra y empezó a golpear con todas sus fuerzas hasta que logró quebrarlo y así salvar a su
amigo.

Cuando llegaron los bomberos y vieron lo que había sucedido, se preguntaron: ¿Cómo lo hizo? El hielo
está muy grueso, es imposible que lo haya podido quebrar, con esa piedra y sus manos tan pequeñas!!!!

En ese instante apareció un anciano y dijo:

"Yo se cómo lo hizo".

"¿Cómo ?", le preguntaron al anciano , y él contestó:


"No había nadie a su alrededor que le dijera que no se podía hacer"...

“Como no sabían que era imposible lo hicieron” ANÓNIMO.

SOMOS ECO DE NOSOTROS MISMOS

Un hijo y su padre estaban caminando en las montañas. De pronto el hijo se cae, se lastima y grita:
"Ahhhh!!".

Para su sorpresa, oye una voz repitiendo en algún lugar de la montaña: "Ahhhh!"

Con curiosidad el niño grita: "¿Quién está ahí?"

Y escucha: " ¿Quién está ahí? ".

Enojado con la respuesta, el niño grita: "¡Cobarde!".

Y recibe de respuesta: "¡Cobarde".

El niño mira a su padre y le pregunta: "¿Qué sucede?"

El padre le contesta: "Presta atención hijo". Y grita: "¡Te admiro!".

Y la voz responde: "¡Te admiro!"

"¡Eres un campeón!"

"¡Eres un campeón!"

Y el padre le explica: "la gente lo llama ECO", pero en realidad es, la VIDA... que te devuelve todo lo que
haces...

Nuestra vida es simplemente un reflejo de nuestras acciones.

Si deseas más amor en el mundo, crea más amor a tu alrededor.

Si deseas felicidad, da felicidad a los que te rodean.

Si quieres una sonrisa en el alma, dirige una sonrisa al alma de los que conoces.
Esta relación se aplica a todos los aspectos de la vida. La vida te dará de regreso... exactamente aquello
que tú le has dado. Tu vida, no es una coincidencia, es un reflejo de ti.

Alguien dijo: "Si no te gusta lo que recibes de vuelta, revisa muy bien lo que estás dando!!".

EL ÁRBOL CONFUNDIDO

Había una vez, algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier
tiempo, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y
satisfechos.

Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste. El pobre tenía un problema:
"No sabía quién era.

""Lo que te falta es concentración", le decía el manzano, "si realmente lo intentas, podrás tener
sabrosas manzanas. ¿Ves que fácil es?"

No lo escuches, exigía el rosal. Es más sencillo tener rosas y "¿Ves que bellas son?".

Y el árbol desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se
sentía cada vez más frustrado.

Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó:

-No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te
daré la solución.

No dediques tu vida a ser como los demás quieran que seas. Sé tu mismo conócete, y para lograrlo,
escuha tu voz interior. Y dicho esto, el búho desapareció.

- ¿Mi voz interior...? ¿Ser yo mismo...? ¿Conocerme...?, se preguntaba el árbol desesperado, cuándo de
pronto, comprendió. Y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escuchar su voz
interior diciéndole: -"Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada
primavera porque no eres un rosal. Eres un roble, y tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo
a las aves, sombra a los viajeros belleza al paisaje...Tienes una misión ¡Cúmplela!".

Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba
destinado.
Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos. Y sólo entonces el jardín fue
completamente feliz.

Yo me pregunto al ver a mí alrededor:

¿Cuántos serán robles que no se permiten a sí mismos crecer?

¿Cuántos serán rosales que por miedo al reto, sólo dan espinas?

¿Cuántos, naranjos que no saben florecer?

APRENDER A VOLAR

"El rey recibió como obsequio dos pichones de halcón y los entregó al Maestro de Cetrería para que los
entrenara. Pasados unos meses, el instructor comunicó al rey que uno de ellos estaba perfectamente
educado, pero que al otro no sabía lo que le sucedía: no se había movido de la rama desde el día de su
llegada a Palacio, a tal punto que había que llevarle el alimento hasta allí.

El rey mandó llamar a los curanderos y sanadores de todo tipo, pero nadie pudo hacer volar al ave.
Encargó entonces la misión a miembros de la Corte, pero nada sucedió. Por la ventana de sus
habitaciones, el Monarca podía ver que el ave continuaba inmóvil.

Publicó por fin un edicto entre sus súbditos y, a la mañana siguiente vio al halcón volando en los
jardines.

- Traedme al autor de ese milagro - dijo.

En seguida le presentaron a un campesino.

- Tú hiciste volar al halcón?, cómo lo hiciste?, eres mago acaso?.

Entre feliz e intimidado, el hombrecito sólo le explicó:

- No fue difícil Su Alteza, sólo le corté la rama. El pájaro se dio cuenta que tenía alas y se echó a volar."

Sabes que tienes alas?

Sabes que puedes volar?

A qué estás agarrado?


De qué no te puedes soltar?

Qué está esperando tu rama para romperse?

Quien o qué la puede cortar?

Cuáles son las razones que hoy te impiden levantar el vuelo?

Nadie vendrá a rescatarte.

Nadie cortará la rama.

Tú eres el mago.

VALORA LO QUE TIENES

Si te has despertado hoy con más salud que enfermedad, estás más bendito que el millón que no va a
sobrevivir esta semana.

Si nunca has conocido los peligros de la guerra, la soledad de la prisión, la agonía de la tortura, los
dolores del hambre, estás delante de 500 millones de personas en el mundo.

Si puedes ir a la iglesia o el templo sin ser perseguido, arrestado, torturado o asesinado... estás más
bendito que 3 mil millones de personas en este planeta.

Si tienes comida en tu nevera, llevas la ropa limpia, si tienes un techo encima de tu cabeza y un lugar
seguro donde dormir, estás más rico que el otro 75 %.

Si tienes dinero en el banco, en tu cartera, y unas monedas en una jarra en tu casa, eres parte del 8 % de
la población próspera del mundo entero.

Si tus padres están todavía vivos y casados, eres poco común...

Si llevas una sonrisa en tu cara, y estás agradecido por todo estás bendito, porque la mayoría de la gente
lo puede hacer pero no lo hace.
Si puedes leer este mensaje has recibido una doble bendición, ya que, primero alguien ha pensado en ti,
y segundo, tienes más suerte que 2 mil millones de personas que no saben leer.

¿COMO QUIEN ERES?

El oro para ser purificado debe pasar por el fuego y el ser humano necesita pruebas para pulir su
carácter. Pero lo más importante es como reaccionamos frente a las pruebas.

Una hija se quejaba a su padre acerca de su vida y como las cosas le resultaban tan difíciles.

No sabía como hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar.
Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.

Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre
fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo.

En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café. Las dejó hervir sin
decir palabra. La hija esperó impacientemente, preguntándose qué estaría haciendo su padre. A los
veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó las zanahorias y las colocó en un bol. Sacó los huevos y los
colocó en otro. Coló el café y lo puso en un tercer bol.

Mirando a su hija le dijo:


"Querida, ¿qué ves?"

"Zanahorias, huevos y café" fue su respuesta.

La hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas. Luego le
pidió que tomara un huevo y lo rompiera. Luego de sacarle la cáscara, observó el huevo duro. Luego le
pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.

Humildemente la hija pregunto: "¿Qué significa esto, Padre?"

El le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían
reaccionado en forma diferente. La zanahoria llegó al agua fuerte, dura. Pero después de pasar por el
agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer.

El huevo había llegado al agua frágil. Su cáscara fina protegía su interior líquido. Pero después de estar
en agua hirviendo, su interior se había endurecido.

Los granos de café sin embargo eran únicos. Después de estar en agua hirviendo, habían cambiado al
agua. "¿Cuál eres tu?", le pregunta a su hija. "Cuando la adversidad llama a tu puerta, ¿cómo
respondes?. ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?"

¿Y cómo eres tu, amigo? ¿Eres una zanahoria que parece fuerte pero que cuando la adversidad y el
dolor te tocan , te vuelves débil y pierdes tu fortaleza?

Eres un huevo, que comienza con un corazón maleable? Poseías un espíritu fluido, pero después de una
muerte, una separación, un divorcio o un despido te has vuelto duro y rígido? Por fuera te ves igual,
pero ¿eres amargado y áspero, con un espíritu y un corazón endurecido? ¿O eres como un grano de
café?

El café cambia al agua hirviente, el elemento que le causa dolor.

Cuando el agua llega al punto de ebullición el café alcanza su mejor sabor.

Si eres como el grano de café, cuando las cosas se ponen peor tú reaccionas mejor y haces que las cosas
a tu alrededor mejoren.

SABER DAR
El hombre que estaba tras el mostrador, miraba la calle distraídamente. Una niñita se aproximó al
negocio y apretó la naricita contra el vidrio de la vitrina. Los ojos de color del cielo brillaban cuando vio
un determinado objeto. Entró en el negocio y pidió para ver el collar de turquesa azul

"Es para mi hermana. ¿Puede hacer un paquete bien", -Dice ella.

El dueño del negocio miró desconfiado a la niñita y le preguntó:

-¿Cuánto dinero tienes?

Sin dudar, ella sacó del bolsillo de su ropa un pañuelo todo atadito y fue deshaciendo los nudos. Los
colocó sobre el mostrador y dijo feliz:

"¿Eso alcanza?"

Eran apenas algunas monedas que ella exhibía orgullosa. "Sabe, quiero dar este regalo a mi hermana
mayor. Desde que murió nuestra madre, ella cuida de nosotros y no tiene tiempo para ella. Es su
cumpleaños y tengo el convencimiento que quedará feliz con el collar, que es del color de sus ojos".

El hombre fue para la trastienda, colocó el collar en un estuche, envolvió con un vistoso papel rojo e hizo
un trabajado lazo con una cinta verde.

"Toma, dijo a la niña. Llévalo con cuidado".

Ella salió feliz corriendo y saltando calle abajo.

Aún no acababa el día, cuando una linda joven de cabellos rubios y maravillosos ojos azules entró en el
negocio. Colocó sobre el mostrador el ya conocido envoltorio deshecho e indagó:

"¿Este collar fue comprado aquí?

"Sí señora".

"¿Y cuanto costó?

"Ah!", - habló el dueño del negocio-, "El precio de cualquier producto de mi tienda es siempre un asunto
confidencial entre el vendedor y el cliente".

La joven continuó:

"Pero mi hermana tenía solamente algunas monedas. El collar es verdadero ¿No?. Ella no tendría dinero
para pagarlo".
El hombre tomó el estuche, rehizo el envoltorio con extremo cariño, colocó la cinta y lo devolvió a la
joven.

"Ella pagó el precio mas alto que cualquier persona puede pagar.

ELLA DIO TODO LO QUE TENIA"

El silencio llenó la pequeña tienda y dos lágrimas rodaron por la faz emocionada de la joven en cuanto
sus manos tomaban el pequeño envoltorio.

La verdadera donación es darse por entero, sin restricciones.

La gratitud de quien ama no coloca límites para los gestos de ternura.

Sé siempre agradecido pero no esperes el reconocimiento de nadie.

Gratitud con amor no solo reanima a quien recibe, sino que reconforta a quien ofrece.

La vida mejora con cada día que pasa siempre y cuando demuestres una actitud positiva

Piedras

Un experto asesor de empresas en Gestión del Tiempo quiso sorprender a los

asistentes a su conferencia.

Sacó de debajo del escritorio un frasco grande de boca ancha. Lo colocó sobre

la mesa, junto a una bandeja con piedras del tamaño de un puño y preguntó:

¿Cuantas piedras piensan que caben en el frasco?.

Después de que los asistentes hicieran sus conjeturas, empezó a meter piedras

hasta que llenó el frasco. Luego preguntó:

¿Está lleno? Todo el mundo lo miró y asintió. Entonces sacó de debajo de la mesa

un cubo con gravilla. Metió parte de la gravilla en el frasco y lo agitó. Las


piedrecillas penetraron por los espacios que dejaban las piedras grandes. El

experto sonrió con ironía y repitió:

¿Está lleno? Esta vez los oyentes dudaron: Tal vez no. ¡Bien!. Y puso en la mesa

un cubo con arena que comenzó a volcar en el frasco. La arena se filtraba en los

pequeños recovecos que dejaban las piedras y la grava. ¿Está lleno? preguntó de nuevo.

¡No!, exclamaron los asistentes. Bien, dijo, y cogió una jarra de agua de un litro

que comenzó a verter en el frasco. El frasco aún no rebosaba. Bueno, ¿qué hemos

demostrado?, preguntó.

Un alumno respondió: Que no importa lo llena que esté tu agenda, si lo intentas,

siempre puedes hacer que quepan más cosas. ¡No!, concluyó el experto:

lo que esta lección nos enseña es que si no colocas las piedras grandes primero,

nunca podrás colocarlas después.

¿Cuales son las grandes piedras en tu vida?. ¿Tus hijos, tus amigos, tus sueños,

tu salud, la persona amada?.

Recuerda, ponlas primero. El resto encontrará su lugar.

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