Control de calidad:

Proceso:

Ya a nivel interno, se debe contar con sistemas que permitan vigilar eficientemente todos los
procesos de transformación. Hay que tener en cuenta desde el estado de de salud e higiene de los
colaboradores hasta el estado de la tecnología usada en los procesos de transformación. Sobre
todo en el caso de las empresas que se encargan de producir alimentos, dónde hay una gran
responsabilidad y los entes regulatorios están muy pendientes de todo lo que sucede al interior de
la planta.

SALIDAS: En este caso hay que llevar la gestión de calidad desde en el almacenamiento de los
productos terminados hasta su transporte al punto de venta. De nada sirve tener rigurosos
sistemas de control de gestión de calidad en el proceso de producción si en el transporte no se
tiene el debido cuidado. Sobre todo en el caso de una empresa como Alpina que distribuye sus
productos a nivel internacional.

De enseñanza queda a todos los futuros empresarios que esto de la gestión de la calidad es una
estrategia que asegura el éxito en el largo plazo. Claro que es un proceso largo, complicado y
costoso, pero asegura la diferenciación frente a la competencia y va a lograr una huella en la
memoria de los clientes; no sólo en las empresas de alimentos como Alpina