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Anorexia Un Llamado de Amor
Anorexia Un Llamado de Amor
ESCUELA DE PSICOLOGÍA
Diciembre de 2010
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ÍNDICE.
Introducción 4
2.4 Diagnóstico 34
2.4.1 Clasificación 35
capitalista
Conclusión 85
Referencias 97
4
INTRODUCCIÓN.
presenta como testigo real de una compleja problemática subjetiva (Martín, 2000;
Tubert, 2007).
del ámbito de la salud pública, no sólo por ser una de las patologías de mayor índice
países de consumo del mundo occidental. Los estudios epidemiológicos señalan que
secundarios, a los primeros encuentros con el Otro sexo (Martín, 2000; Sobral, 2008;
Tubert, 2007).
del amor.
comida sino que incluye al lazo social y al cuerpo como campo de deseo (Cosenza,
2009).
abordar esta compleja problemática con una mirada que contemple lo bio-psico-
social como aspectos constitutivos del ser humano, es decir; abarcar todas las
anorexia, para luego ubicar este síntoma en relación a la historia. Partiremos del
práctica cristiana del ayuno decidieron sacrificar su vida por amor a Dios. A partir de
lo que no sólo nos permitirá ubicar la anorexia como una entidad clínica
han atribuido diferentes causas, es decir, su etiología multicausal, que dio lugar a
control del hambre, de la comida, de las calorías, del peso, del Otro; de modo tal que
que quiere el sujeto anoréxico. Desde allí podremos comprender no sólo la posición
rechazo hacia el objeto alimentario; o bien, como señala Lacan, precisar la nada que
la anoréxica come.
luego centrarnos en por qué para el sujeto anoréxico verse o sentirse gordo, aún
fálica, que se refiere al modo en que una mujer se vuelve deseable para un hombre,
desarrollo investigativo.
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CAPÍTULO 1
“ANTECEDENTES DE LA ANOREXIA NERVIOSA”
pensamos y sentimos”.
apetito, por lo que se lo traduce como “sin apetito” o “pérdida de apetito”; mientras
que el adjetivo “nerviosa” expresa su origen psicológico (Blas Erkizia, 2005; Martín,
2000).
Si nos atenemos a las raíces del término: sin apetito, la anorexia puede
es incorrecta para hacer referencia a la anorexia nerviosa, en la que hay apetito contra
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con un trastorno de la imagen corporal, siempre se ven gordas aunque así no sea. Hay
1996).
ayunaban hasta el total rechazo del alimento. Estas conductas eran consideradas
con apenas 25 kilos de peso después de pasar varios años casi en ayuno total, en su
deseo de entrega a Dios. De niña tuvo su primera visión: Jesús vestido de blanco, le
tipo: ayunos, flagelaciones, etc. Desde los 16 años hasta su muerte, sólo come pan e
Sanfeliu, 2004).
X, la hija del rey de Portugal Santa Wilgefortis (del Latín virgo fortis, “Virgen
comer hasta morir para evitar su matrimonio con el rey moro de Sicilia, hombre por
hizo fracasar los planes matrimoniales de su padre quien luego la hizo crucificar
(López Herrero, 1999). Se dice que Santa Wilgefortis ayunó y le rezó a Dios,
inanición, su rostro y su cuerpo comenzaron a cubrirse de vello. Luego esta Santa fue
adoptada en muchos países de Europa como santa patrona por aquellas mujeres que
También está documentado cómo al otro lado del Atlántico, Sor Juana Inés de
la Cruz y Santa Rosa de Lima, Patrona de Perú, América y Las Filipinas, sometían su
interés:
poco tiempo, como una de las mayores bellezas de su persona era su espléndida
Estas santas, entre otras, formaban parte de este grupo de mujeres religiosas,
que aisladas del mundo o recluidas en monasterios por imposición o voluntad propia,
que el rechazo del alimento no sólo implicaba la negación de la vida terrenal, sino
eróticas, además, de una búsqueda a privarse de todo aquello que del ser femenino
vivencias místicas. Si bien, todo ello era realizado en nombre del Ideal Divino de la
satisfacción, que las impulso a sacrificar su vida por la iglesia; en las que el cuerpo se
presentaba como testigo real de una experiencia que unificaba amor y goce.
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instrumento del pecado. Eva, perversa y tentadora, y junto a ella, como contrapunto,
del espíritu contra el cuerpo. El cuerpo debe ser purificado, y en esta operación de
expurgación, el rechazo del alimento aparece como crucial porque el mismo nutre el
ayunaban para purificarse frente a las tentaciones del mundo, la mujer lo hacía para
verdadero origen del pecado. El ayuno religioso constituía un medio para obtener la
gracia, el perdón, la iluminación mística, pero sobre todo la identificación con Dios
vinculaba con Dios Padre y con el grupo social de pertenencia. La “santa anoréxica”
fue respetada por la sociedad, ya que el ayuno se presentaba como un método que la
santo de sus prácticas era atribuido por el entorno social que, fascinado, contemplaba
obstante, hay en estas pacientes una profunda y férrea voluntad idealizada: prescindir
del cuerpo, ignorar sus necesidades, gozar con su control y sus consecuencias
ofrenda del cuerpo a un dios particular, un dios que también proviene del imaginario
(Isoletta, 2009).
sólo del objeto alimentario, sino del cuerpo como fuente de placer y atracción
responder a lo largo de este trabajo si podemos pensar la anorexia nerviosa como una
deseo del Otro, al deseo del hombre; y si el rechazo del objeto alimentario se
presenta como una maniobra del sujeto para preservar su propio deseo (Ferrero,
2009)
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2007), el ayuno místico no sólo expresaba un modo de identificación con Dios, sino
sus escritos o mediante lo que dijeron a sus confesores, una vida mística dedicada a
yo. Furst (citado en Rodríguez Peláez, 2007) expresa que estas mujeres han utilizado
nacimiento o la infancia.
maternas y familiares. Ella comparte con las jóvenes anoréxicas de hoy una voluntad
su sufrimiento, además del conflicto con su madre, del que dejó numerosas
como un medio para estar más cerca de Dios, sino también para revelarse a los
Catalina, entre otras ayunadoras, forjó un nombre propio y con él una obra personal
pobreza será invocada como principio ético fundamental para alcanzar una vida
auténticamente religiosa. Esta es la posición de la santa: ascetismo del tener para ser,
lo que produce una desposesión radical del sujeto ordenando su vida en la privación.
Sólo podían comer hostias benditas, un alimento que no pertenece al registro del
tener. La hostia, como fragmento del cuerpo de cristo, es ausencia del tener, es puro
multiplicación del tener se puede alcanzar el ser (Recalcati, 2003); para ingresar en
los siglos XIX y XX, momento en que el discurso religioso pierde hegemonía frente
al discurso médico.
que evoca el mismo teatro diabólico que había presenciado Europa en siglos
siglos XVI y XVIII se cometió un holocausto contra las mujeres, acusadas de brujas,
Fendrik establece una continuidad en el “país del nuncacomer” entre santas y brujas,
demonio era muy difícil de establecer, en primer lugar, porque ambas acreditaban
poderes sobrenaturales y, sobre todo, compartían un lugar común: vivir casi sin
convulsiones y pensamientos confusos, los que eran atribuidos a los efectos nefastos
comer. Las jóvenes, exigían ser exorcizadas por el sacerdote, éste se negaba y
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dominada, alrededor de veinte años, dado que los rebrotes eran constantes; y alcanzó
En Morzine, fueron muchos los médicos que intentaron probar hasta qué
Surgieron diferentes posturas, en las que algunos emprendieron una batalla contra la
constitucional. También estaban los que adoptaron una visión más “sociológica”,
señalando, que debido a la fuerte migración masculina que había padecido la aldea,
las mujeres debían arreglárselas solas para realizar las tareas pesadas, y que ya no
tenían las mismas perspectivas que sus madres y abuelas. El objetivo, era buscar las
Diez años más tarde, Charcot, nombrado titular de la cátedra de Clínica de las
un cuadro nosológico que, para ese entonces, ya había sido reconocido y definido por
del de las santas anoréxicas, nos permite ver que el síntoma del que venimos
función de sus ideales, así durante la edad media fueron llamadas santas, hoy
podríamos pensar, que Catalina, ante los estragos a los que sometía a su cuerpo, bajo
que a su vez le plantea ciertas objeciones. Por otro lado, porque una vez más nos
permite ver y a su vez preguntarnos, por qué casi siempre son las mujeres las que
manifiestan sus síntomas mediante el rechazo del alimento, aún a riesgo de poner en
para a continuación hacer una breve reseña de las primeras descripciones médicas de
la enfermedad.
nerviosa cobró entidad clínica merced a los esfuerzos clasificatorios del s XIX
publicado durante ese año, con el título “L anorexia hystérique”; reconoció que la
histérica. Para él esta patología es una enfermedad mental: un cuadro clínico preciso,
atención a los dos métodos que los padres agotan siempre: “rogar y amenazar”. Con
(Losinno, 2001).
Por esta misma época, 1873, el médico psiquiatra inglés Sir William Gull,
nombre de “anorexia nerviosa”, término que prevalece hasta nuestros días (Raich,
1994).
efectos del agotamiento calórico sobre los signos vitales, y su incidencia en el sexo
sentido, cabe destacar a Jean Martín Charcot (1885), como el precursor del
Losinno, 2001).
desde hace tres años presenta anorexia, y durante el último dispepsia, con pérdida de
veinte kilos.
(1893-95), Freud describe dos formas de abulia: la que es consecuencia de una fobia
de una tal abulia. Si come tan poco, es porque no halla gusto ninguno
halla enlazado en ella, desde hace mucho tiempo atrás, con recuerdos
incluye los vómitos persistentes y la anorexia, llevada hasta la repulsa del alimento,
anorexia puede quedar localizada dentro del grupo de las neurosis actuales o de las
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Ventoso, 2003).
Describió a una paciente, a quien después de hacerle una autopsia, le encontró una
destrucción pituitaria. Señaló que era una enfermedad que afectaba a las mujeres con
una pérdida de peso significativa después del parto (Guillemont y Laxenaire, 1994).
Fue en el año 1938, con el doctor Otto Sheehan, que se estableció claramente
que hasta los años 50 la anorexia sea considerada de etiopatogenia endocrina, dando
Herscovici y Bay, 2000). Cabe mencionar, entre otros, los trabajos de Kart Abraham
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(1916) sobre el papel del sadismo oral en la inhibición del apetito; de Otto Fenichel
1994).
Fue a partir de los años 60, que los escritos sobre el tema no dejaron de
pureza del espíritu, hoy para alcanzar una imagen estética que se impone desde lo
social. Si bien podemos apreciar que los motivos son diferentes, no obstante,
goce por el cuerpo y la privación que no hace mas que revelar una constitución
satisfacción pulsional. Así como hoy podríamos decir, que más allá de la influencia
del discurso social, no todas las mujeres desarrollan una anorexia nerviosa, también
podríamos pensar que en la edad media no todas las mujeres resolvieron su amor por
CAPÍTULO 2
“ASPECTOS CLÍNICOS DE LA ANOREXIA NERVIOSA”
Joseph Toro en su libro “El cuerpo como delito…” (1999), define la anorexia
nerviosa como “un trastorno del comportamiento alimentario caracterizado por una
de adelgazar” (p7).
Way en “Anorexia nerviosa” (1996), señala que “es una adicción como
rasgo más característico del paciente es el temor obsesivo a engordar, el que puede
expresarse inicialmente como una preocupación específica por una parte del cuerpo,
como ser: abdomen, muslos, caderas, piernas o la redondez del rostro (Raich, 1994;
comida no es más que una lucha feroz contra el hambre, la que esta relacionada con
R.Z., 1996).
propone comenzar con un plan de adelgazamiento con dieta, la que muchas veces se
objetivo hacia la delgadez; pasando inadvertido para la familia la señal de que algo
grave se ha iniciado. Tanto la hiperactividad, que suele ser un recurso que utilizan los
paciente para intentar demostrar que no sólo no están debilitados, sino que gozan de
más energías que nunca; como los diversos recursos de engaño que utilizan para que
su familia no controle qué comen y cuánto comen, hace que sean llevados a consulta
tardíamente. Muy difícilmente estos pacientes consultan por si solos, dado que
se ven gordos incluso cuando están muy delgados (Rausch Herscovici y Bay, 2000).
Bay, 2000).
Para paliar el hambre a veces toman cantidades exageradas de agua, otras veces en
la ingesta de alimentos sino también de líquidos; esto hace que muchas veces lleguen
distorsionada por la sensación de plenitud. Esto los lleva a hacer uso de purgantes,
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los que en muchas ocasiones son usados con el objetivo de quitarse la culpa por
de una recaída y otras sufren un deterioro crónico a lo largo de los años (Caparrós y
de tratamiento y del contexto socio-familiar que rodea al paciente (Parral et al, 1996).
clínica, la que puede ser llevada a cabo por profesionales de diferentes disciplinas:
1998).
presencia de algunos de los siguientes signos: piel seca, áspera y fría, que a veces
Manos y pies fríos. Uñas quebradizas y caída de cabello. Hipertrofia parotidea. Los
autoinducen el vómito. Un signo develador de esta costumbre son las lesiones en los
nudillos de la mano, signo de Rusell (Raich, 1994; Rausch Herscovici y Bay, 2000).
paciente son: el aspecto pálido del rostro; cuerpo huesudo con coyunturas
estridentes, las mejillas y los ojos se presentan hundidos en sus cavidades, y junto
Erkizia, 2005).
En las mujeres desaparecen las formas femeninas del cuerpo: los pechos, las
adquieren un aspecto de palillos de tambor (Blas Erkizia, 2005). Por lo general estas
pacientes utilizan mucha ropa, amplia y superpuesta, la que cumple una doble
1994).
frecuencia aumenta después de los cinco años del inicio de la enfermedad. La muerte
dilatación aguda del estómago, o por arrítmias cardíacas ya sea durante el período de
- Pacientes con un peso inferior al 25% del mínimo normal acorde para su
edad y altura
pudiendo haber riesgo para la vida del paciente ante conductas autodestructivas.
- Irritabilidad.
- Ansiedad.
- Tristeza.
- Hiperactividad
- Insomnio.
- Desinterés por todo lo que no sea trabajo y estudio. Suelen ser muy buenas
patológico de perder peso. Esto hace que las pacientes se vuelvan expertas en el
calorías, en recoger recetas light, etc. De este modo los alimentos pierdan todo su
dieta cada vez mayor número de alimentos, hasta llegar a consumir únicamente
escondidas.
- Cuentan calorías.
nunca comerán.
2000).
2-3) Diagnóstico.
crecimiento.
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2-3-1) Clasificación.
los trastornos mentales (DSM IV), se diferencian dos grupos de pacientes con
anorexia nerviosa:
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a) Tipo restrictivo:
regularmente a atracones o a purgas (p. ej., provocación del vómito o uso excesivo
saborear lo que se come. El individuo ingiere una cantidad de calorías muy superior a
lo que es de esperar en poco tiempo. Les cuesta parar de comer, sólo lo hacen por la
distensión y el dolor abdominal; porque aparece la culpa que los obliga a recuperar el
control; porque los descubren o temen ser descubiertos. Esta conducta alimentaria
siempre la llevan a cabo en forma secreta, ya que sienten gran vergüenza si son
Caparrós y Sanfeliu, 2004; Rausch Herscovici y Bay, 2000, Parral et. al,
1996, señalan que desde el punto de vista médico el diagnóstico diferencial debe
hacerse con afecciones gastrointestinales tales como: colon irritable, úlcera, síndrome
de fosa posterior. Estos dos últimos son los más proclives a hacer cometer errores en
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el diagnóstico, y para ello es necesario evaluar dos aspectos: desde el punto de vista
sintomático se deben analizar los vómitos, que en los casos de existir son
del sujeto. Este es el aspecto central para orientar la dirección de la cura, la que no se
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alimentación, sino hacia la escucha de la palabra del sujeto (Ons, 2003: Recalcati,
2004).
anima, de tal manera, que nos permita identificar el rasgo diferencial de la anorexia,
sobre todo hay sujetos cuya estructura no esta clara y podemos sospechar que se
Cuando se trata de una psicosis debemos ser muy cuidadosos, pero aún más,
cuando ésta no esta declarada, cuando no se trata de una psicosis clínica, es decir,
cuando la estructura psicótica no esta manifiesta como tal porque el síntoma hace de
estadístico de los trastornos mentales” (1995), señala que la edad promedio de inicio
[ALUBA] 2005, señala que en los últimos años, la edad de inicio de la anorexia
afectaba principalmente a las mujeres de las clases sociales más favorecidas de los
países industrializados. En este sentido, Josep Toro, opina que el ideal de delgadez
influencia de los medios de comunicación, llega a todas las clases sociales de los
libertad y éxito social, hace que comiencen a devaluarse las formas femeninas del
Este autor considera que ideal de delgadez corporal femenino, transmitido por
historia se han desarrollando diferentes teorías para intentar dar cuenta de las causas
de este trastorno; pero en la actualidad, ningún investigador sobre dicha temática cree
que exista una sola causa, la opinión más generalizada es que la anorexia nerviosa es
Los factores predisponentes son aquellos que están presentes antes del
vida de una persona y que dan lugar a cambios: mudanzas, cambio de escuela,
son las primeras relaciones con personas del sexo opuesto, y los comentarios y risas
importante la presión social ejercida a través del modelo ideal de delgadez, las
CAPÍTULO 3
“UNA DEMANDA DE AMOR”
humanización.
sentido, podemos considerar la alimentación como una actividad relacional del ser
nutritivos, pero sí simbólicos. Por ejemplo, como vimos en el primer capítulo de este
niño, y es por el estado de indefensión biológica, que el bebé durante los primeros
años de vida, depende enteramente de otro para ser alimentado. Son estas primeras
experiencias alimentarias las que van más allá de la función nutricia del cuerpo y
están ligadas al nacimiento de las relaciones del sujeto con los otros (Hernández
Ricárdez, 2009).
aceptar que en este vínculo con el niño hay dos posiciones, la propia que es activa y
Como podemos observar, la comida no solo está ligada a una necesidad vital
alimento. Como vimos en el capítulo anterior, ella no sólo come nada, sino que
además transgrede las reglas de convivencia: abandona la mesa del Otro, come sola,
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y en muchas ocasiones prepara platos para el Otro que ella nunca comerá (Broca,
hacer una breve referencia al concepto de objeto en psicoanálisis, lo que no sólo nos
Para el psicoanálisis el objeto: (fr. objet; ingl. object; al. Objekt, Gegenstand,
explícito o implícito: objeto de la pulsión, objeto del amor, objeto con el cual
identificarse. En oposición a Objekt, das Ding (la cosa) aparece más bien como el
la madre, en tanto ésta desempeña un papel en las tres dimensiones del objeto, pero
de manera diferente en cada una de ellas. Por un lado, ubica a ese Otro primordial e
inolvidable que en función del desamparo y la indefensión del ser humano, permite
el surgimiento del objeto de deseo como diferente al objeto de necesidad. Por otro
lado, articula simultáneamente a ese Otro, con la pulsión parcial, ejemplo de esto, es
juega un papel central en tanto persona amada, es decir, objeto total (Rabinovich,
1990).
satisfacción, cuyo efecto será una huella mnésica de ese objeto perdido de la
signada por la repetición de una percepción primera, del encuentro con ese Otro
primordial para siempre perdido. Acá el objeto se presenta como inalcanzable, como
orden del deseo, de ese deseo inconsciente que Freud calificó como eterno.
indestructibilidad del deseo inconsciente. Esto nos permite pensar que el deseo está
del deseo y metáfora del objeto primordial. Entonces podemos decir, que el deseo no
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Acá se organiza el campo del más allá del principio del placer, el campo del
goce. Deseo y objeto son excluyentes: si hay deseo no hay objeto, si hay objeto no
solapada en la anorexia (Ferrero, 2009). Ella sabe bien que el amor no es un objeto
comestible, y denuncia que ningún objeto del mundo vale el signo de amor. Así,
2004).
A partir del desarrollo de Freud, acerca del objeto perdido de deseo, Lacan
a lo largo de su obra, dado que excedería nuestro marco de trabajo; haremos una
breve referencia que nos permita ubicar al sujeto anoréxico en relación al Otro, y
deseo, que según funcione en uno u otro es causa de deseo o plus de gozar
(Rabinovich, 1990).
cuerpo para el Otro, no cuerpo fisiológico, sino cuerpo relacionado con el deseo y
significante de la demanda del Otro, aquello que el Otro quiere de él, convirtiéndose
en objeto del fantasma materno. Así, se transforma en ese objeto que le sirve a la
madre para completar su propio ser. De esta forma el sujeto nace inicialmente como
pareja maternal, como aplastamiento del deseo cuando la demanda queda reducida al
encuentra una falta en el Otro, a la que responderá con su propia falta. Así, queda
cual el sujeto responderá no sólo frente al Otro, sino a sus semejantes (Ferrero,
2009).
posee los bienes, el saber…etc.; sino que es el Otro en su condición de falta en ser,
del deseo, posibilitando al sujeto inscribirse como sujeto deseante; en tanto para
Lacan, el deseo está estructuralmente coordinado al deseo del Otro, viene del Otro
(Recalcati, 2004).
Una de las formas con las que el sujeto responde ante la falta del Otro, es con
Es un llamado para empujar al Otro a dar lo que no tiene, a hacer un signo de su falta
paradójica: rechaza todo lo que viene del Otro para preservar su deseo, pero la
supervivencia del deseo, es también aniquilación nirvánica del deseo: deseo de nada
(Recalcati, 2004).
anoréxica come; lo que además nos permitirá dar cuenta, siguiendo a Diana
posibilidad del surgimiento del objeto pulsional y del objeto de amor. Para ello
alucinatoria del deseo, en la que sitúa esa “primerísima satisfacción sexual”. En ese
momento, el objeto fuera del cuerpo: el pecho materno, aparece como ese otro
frente a la madre como objeto total de amor, hay incompatibilidad entre el objeto y la
a la pérdida de naturalidad del objeto; la pérdida del objeto real, que determina la
estructuración del autoerotismo; y la pérdida del objeto como objeto de amor, que
cualquier lugar del cuerpo puede ser o devenir zona erógena a partir del momento en
que una pulsión lo inviste. Tomó como modelo de las exteriorizaciones sexuales el
chupeteo infantil, el que no tiene por finalidad la nutrición, ya que sólo al comienzo
del bebé se consagra a la actividad repetitiva del chupar ( Imbriano, 2000; López
Herrero, 1999).
sólo se come para aplacar el hambre, no sólo se come comida, también se come para
(Recalcati, 2004).
pulsional dice: “…es aquello en o por lo cual puede alcanzar su meta. Es lo más
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también puede ser una parte del cuerpo propio. (…). Un lazo (…) de la pulsión con
el objeto se acusa como fijación de aquella” (p.118). Vemos como Freud señala la
psicoanálisis. Retomando lo que había dicho Freud acerca del objeto de la pulsión,
subrayó que ningún objeto puede satisfacer a la pulsión, dado que cuando la pulsión
consigue dar con el objeto, se entera que no es así como se satisface. De esta manera
deja claramente explícito que ningún objeto de necesidad puede satisfacer la pulsión,
de modo tal que para captar el funcionamiento pulsional hay que concebir al objeto
pequeño objeto (a). (Roudinesco, 2008). Lacan en este capítulo señala: “Aunque la
boca quede ahíta (…) no se satisface con comida sino, como se dice, con el placer de
en torno a un vacío. Su satisfacción no está en lo lleno que puede obtener del objeto,
sino en la repetición de la vuelta en torno al vacío del objeto. Por esto el “objeto
materno, es presentado por Freud como perdido desde siempre (Gómez Piñeiro de
anorexia es una verdadera pasión por el vacío, por la nada, dado que su elección no
solo es el rechazo del objeto-comida: “Como nada, sino también, quiero nada…,
sentido el objeto de la pulsión es básicamente un vacío, una nada. Aquella nada, que
Para comprender esta relación tan peculiar que el sujeto mantiene con el
que el deseo de la madre no puede soportarse tal cual, pues siempre produce
estragos. Lo grafica mediante una boca de cocodrilo, en la que un palo de piedra está
allí, solo en potencia, para trabarla, dado que en cualquier momento puede cerrarse
del Otro, una demanda de amor absoluta y mortífera, en tanto el amor devora el
deseo. El deseo de la madre (DM) se presenta como un imperativo de goce: “se todo
para mi como yo lo soy para ti”. En este sentido, la madre puede ser una figura del
54
estrago si la función DM no está coordinada al Nombre del Padre (NP) (Ons, 2003).
2003).
trata del padre muerto descripto por Freud, en “Tótem y tabú” (1912-13), si en este
Ley está referida ante todo a un significante. Es en tanto hay un significante del
Nombre-del-Padre como puede haber castración, es decir, esa operación que limita y
padre (NP), sustituye a otro significante el Deseo de la Madre (DM). Esta sustitución
Podríamos decir que el buen funcionamiento del DM, implica que la madre
consienta dividirse: como mujer al lugar de causa para el hombre, lugar de (a) para
su fantasma, mientras que como madre tiene sus propio objetos (a), que actúan como
55
causa para ella. Esta diferencia entre ser-mujer y ser-madre es la condición para que
forclusión del Nombre del Padre, sino más bien de una debilidad en el ejercicio de su
materno, es permanecer en una posición de rechazo total de todo lo que proviene del
Otro; hacerse no apetecible, hecha de huesos, para no correr el riesgo de ser devorada
(Recalcati, 2003).
preparar la comida para el Otro, para tener la garantía de no ser devorada mientras el
Otro come; por otro lado, asistimos a un tipo de relación que el psicoanálisis post-
freudiano califica de simbiosis; el sujeto anoréxico se siente nada sin el Otro, pues
superyoico” (Rauch Herscovici y Bay, 2000). Esta dependencia muchas veces asume
Podemos concluir diciendo que tanto la simbiosis como el estrago son dos
Como señala Spitz en “El primer año de vida del niño” (1965), “la
inmadurez, su indefensión, el ser de quien más depende. Por esta razón, por ser la
primer persona con la que se vincula y de la que siente que necesita todo, es vivida
(Alterman, 2001). Nos preguntamos, entonces, qué da la madre cuando alimenta, qué
mediante el grito del bebé, la madre responde interpretándolo como una demanda
porque más allá del grito, ella supone la demanda de un niño. Es así como el sujeto
poder, pasa a ser, según Lacan, real, y brinda a su respuesta un valor: los objetos de
amor. Estos signos de amor del Otro materno, son los que transforman al objeto u
el objeto que era real deviene en objeto simbólico: el don (Rabinovich, 1990).
que se pide como signo de amor, es siempre algo que sólo vale como signo y como
ninguna otra cosa. O, por ir todavía más lejos, no hay mayor don posible, mayor
signo de amor, que el don de lo que no se tiene. Pero nótese que la dimensión del
don sólo existe con la introducción de la ley. (…), el don es algo que circula, el don
que uno hace es siempre el don que ha recibido. (…), pues lo que establece la
que un sujeto da algo de forma gratuita, pues tras lo que da está todo lo que le falta,
Debemos decir que no toda demanda queda articulada en ese objeto que
sigue chupando, pide algo más, lo que demuestra que siempre habrá un resto que
decir que el bebé demanda amor, demanda intransitiva, para tratar de restituir su
58
pérdida en ser. Es decir, el sujeto afectado por una falta, que es de orden estructural y
particularidad que a ese Otro a quien le demanda, no tiene ese complemento para dar
porque también es un sujeto en falta. Pero como dice Lacan, si “amar es dar lo que
no se tiene a quien no lo es”, entonces el niño demanda ese don de amor como una
nada, como un vacío. El amor viene a ser la nada del objeto como perdido. Confundir
ese pedido de amor con la satisfacción de la necesidad, sólo conduce al peor de los
1999).
sobre todo si el Otro, que a su vez tiene sus ideas sobre sus
¿no exige acaso que la madre tenga un deseo fuera de él, porque es
confunde las necesidades del niño con el amor y trata, así, constantemente de obturar
el vacío estructural con el objeto alimento. Es una madre que atiborra toda demanda
con lo que tiene, con papilla, y no deja lugar alguno a la demanda de amor, esto es,
demanda de nada (López Herrero, 1999). Responde al amor desde el registro del
tener, ofreciendo cosas, cuidados, comida, pero no ofrece al niño el signo de su falta;
por lo tanto, no crea aquel lugar tan particular para el sujeto, que es el de valer algo
objeto nada, que no es más que el objeto oral vaciado, productor de satisfacción
convertirse en un esqueleto viviente, exhibir los estigmas del cuerpo aún a riego de la
propia muerte, con el fin de lograr la mirada de Dios y mostrar así una especial falta,
del Otro materno y dirigirle al Padre Ideal, Padre Dios, su deseo. Su demanda a Dios
en su impulso místico, era una demanda radical de amor. Soportó el hambre para que
Dios pudiera verla, sometió su cuerpo a las penitencias más inhumanas para que Dios
parecería reflejar la ausencia de deseo del otro. Tener hijos parece haber sido, para la
madre de Catalina, una tarea natural privada de deseo, a la cual su madre se doblegó
sin amor, sólo por deber. Así Dios le aseguraba a Catalina la existencia de un Otro
60
del amor que el Otro materno no había podido encarnar. Mientras rechazaba el
alimento ella solo deseaba alimentarse con la hostia consagrada, cuerpo de Cristo,
pedazo sensible del Otro del amor, puro significante del deseo del Otro, que a veces,
por el sujeto, sino que lo dio con la misma lógica que ofreció la comida, atiborra con
madre sea deseante, y no ser el sujeto el que obtura el deseo de la madre, porque en
mostrarle al Otro, que lo que se pide no es ningún objeto en particular, sino algo que
ese otro tampoco tiene porque el amor no se dirige a lo que el objeto posee sino a lo
encuentra la falta en el Otro; puede identificarse y gozar con ese objeto pulsional
nada, hasta tal punto que comiendo nada lleva la pulsión de muerte hasta su límite,
1999).
vía del alimento que el ser humano es introducido en la dimensión de la relación con
los otros. Hemos visto como el niño pequeño por su carácter prematuro depende
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completamente del Otro que lo cuida, pero más allá de esta debilidad estructural, el
futuro del niño depende de cómo y de qué es lo que el Otro le da al niño. El ser
necesidades el ser humano demanda otra cosa, demanda amor, demanda la presencia
Así, el valor del objeto no depende tanto de la necesidad que satisface sino del hecho
de ser dado por el Otro. Esto da cuenta que hay algo indispensable para la vida del
sujeto y está constituido por la inmaterialidad del deseo: “dime que soy para ti”. Este
signo de la falta, la anoréxica mediante el rechazo del alimento denuncia que ante
una madre estragante y un padre que falla en su función de anudar el goce y el amor,
anoréxica desea nada, porque nada es lo que falta para ser reconocida como sujeto
deseante. Ella arriesga su vida, se niega a toda satisfacción de objeto para obtener del
Otro un signo de amor, pero el peligro en la anorexia es que el sujeto goza de comer
CAPÍTULO 4
“IMAGEN CORPORAL E IMAGEN DEL CUERPO EN LA
ANOREXIA”
Freud, 1923.
esquelético, etc.; sino que además, presenta una fuerte referencia a la imagen
(Recalcati, 2004).
social, pero la anorexia no se detiene en evocar este ideal de cuerpo flaco, sino que es
una carrera que avanza hasta mostrar la nada del cuerpo (Recalcati, 2003).
comprender por qué en estas mujeres verse o sentirse gorda, aún teniendo un cuerpo
Fue Freud en su trabajo con las pacientes histéricas, quien tuvo la ocasión de
cuerpo de las histéricas hablaba, y sin duda, fue esta la experiencia fundamental en
son una misma cosa; pero el psicoanálisis introduce una diferencia esencial entre el
cuerpo humano y el organismo viviente. Este último está presente desde el origen, es
el cuerpo biológico, y está compuesto por una serie de órganos que desempeñan las
funciones para las que están programados. Su expresión más directa es el instinto en
cuanto brinda una respuesta a las necesidades internas. El cuerpo humano en cambio,
campo del lenguaje, es lo que Lacan ha afirmado como el cuerpo es el lugar del
Otro. El pasaje por el campo del Otro, denominado alienación significante, le dará al
sujeto una existencia simbólica, un efecto de sentido, pero sólo a cambio de una
pérdida de ser, de una pérdida de goce. Es por la acción del significante que se
cuerpo pulsional, es decir, cuerpo erótico, sexual. Un cuerpo dibujado por la pulsión
que recorta las zonas erógenas, o sea, los lugares por donde algo de goce se perdió
sólo al objeto oral, sino al cuerpo como campo de deseo. Hay un rechazo del propio
cuerpo en cuanto cuerpo sexual; y en este sentido, la anorexia puede ser un intento de
construir un cuerpo con características especiales: sin grasa, sin carne, donde el
hueso debe ser visible, palpable. Pero el cuerpo pulsional esta allí, resiste; y como
deviene una verdadera batalla por el peso, una confrontación con la pulsión (Grases,
control del hambre, de las calorías, donde la dieta se hace cada vez más inflexible,
pero siempre hay un resto de carne que le demuestra al sujeto que la batalla por el
peso continúa. Esto hace que el control por el cuerpo llegue a sus límites y se
cuerpo es la imagen, pero la imagen del cuerpo no se sostiene sin una carga libidinal
que esté regulada por la función paterna. Luego veremos qué sucede cuando falla
esta función reguladora tal como sucede en la anorexia (Burgos et. al., 2004).
1922, quien enfatizaba el aspecto visual. Este autor indicaba que cada persona
(Boschan, 2002).
65
Roudinesco, 2008). Al respecto dice: “La imagen del cuerpo es la figura de nuestro
propio cuerpo que formamos en nuestra mente, es decir, la forma en la cual nuestro
2002).
del cuerpo humano a partir del conocimiento biomédico. La base está en el cuerpo
conciente; mientras que la imagen corporal es la imagen inconsciente del cuerpo, está
Freud en “Introducción del narcisismo” (1914), dice: “…el yo tiene que ser
desarrollado. Ahora bien, las pulsiones autoeróticas son iniciales, primordiales; por
lo tanto, algo tiene que agregarse al autoerotismo, una nueva acción psíquica, para
con una nueva acción psíquica, a la que llama identificación primaria y la define,
66
como el primer enlace afectivo con otro investido como modelo o ideal. El niño toma
como modelo una imagen sobreestimada de sí que le devuelven sus padres, y bien
como señala Freud podría llamarse His Majesty the Baby o Su Majestad el yo. Así, el
del niño. Es por vía del narcisismo que el yo se toma como objeto libidinal,
Freud en “El yo y el ello” (1923), va más lejos y afirma que los afectos de
tales identificaciones serán duraderos y universales. En este mismo texto señala que:
Lacan formaliza esto en el estadio del espejo, donde muestra que el niño
imagen especular, su unidad, su Gestalt. De ahí que Lacan afirma, que la imagen en
esbozo del yo (yo ideal), tronco de las identificaciones secundarias (ideal del yo).En
este primer momento el niño es sostenido por la mirada de la madre, y allí reside
todo el campo de narcisización como fundadora de la imagen del cuerpo del niño
espejo se refleja en el júbilo y en su rostro de alegría, pero para que el niño pueda
apropiarse de esta imagen, para que pueda interiorizarla, necesita tener un lugar en el
en que el niño ocupa el lugar de objeto que cubre la falta en el Otro materno;
este lugar, en la medida en que lo que organiza la relación con la imagen especular es
la falta del Otro, la castración. Sabemos que en la madre de la anoréxica hay cierta
del niño no va a estar cubierta por el brillo fálico, más que de un cuerpo libidinizado,
constitución del narcisismo y del yo, la que además tiene gran valor como elemento
propio cuerpo.
68
psicoanalíticos de Hilde Bruch, durante la década de los años 60, para quien la
imagen corporal. Es decir, ella considera que en el sujeto existe una dificultad para
dificultad para discriminar los estímulos internos, como efecto de una interacción
Massimo Recalcati en el libro “La Clínica del Vacío…” (2003), sostiene que
un defecto primario en la constitución narcisista del cuerpo es lo que daría lugar a las
del yo para discriminar los propios estados internos, sino a la imposibilidad del
decir, entonces, que el cuerpo no es algo dado sino algo que el lenguaje y el deseo
del Otro moldean; luego la voz y la mirada son cortes significantes, cortes de goce
(Argüelles, 2007).
reconocimiento de su propio ser a través del Otro; hace que algo de lo fragmentado
extraño. Esto significa que existe un goce de la imagen, que para Recalcati sería el
cuerpo del sujeto, entonces nos encontramos con la dificultad que tienen estas
pacientes, para integrar entre sí el cuerpo como imagen narcisista y el cuerpo como
ser pulsional. Es decir, la imagen narcisista no forma el cuerpo, y hace que aparezca
aquello que en el cuerpo no pudo reducirse a imagen, el objeto (a) como ser del
sujeto (Recalcati, 2003). Se trata del retorno de un objeto libidinal, que mientras esta
regulado por la función paterna funciona como velo de la castración, pero a la vez
elidido del campo imaginario, sostenido por detrás. En cambio, cuando se hace
70
visible en el espejo, su goce ya no se deja regular por aquella función y deberá ser
tramitado con ayuda de otros recursos, por ejemplo, mediante dietas estrictas
(Argüelles, 2007).
pulsión de muerte (Meyer, Sobral, 2010). En este sentido, lo que el sujeto anoréxico
quería borrar de sí, la dimensión pulsional del cuerpo, retorna del exterior como
imagen imperfecta. Recalcati, aclara, que este retorno de aquello que no ha sido
colapso psicótico, hasta trastornos perceptivos más sutiles que dan lugar a
exterioridad es más constituyente que constituida con respecto al ser del sujeto; cabe
decir que en la anorexia, al contrario, nos encontramos con un sujeto que quiere
sacrificio superyoico (Recalcati, 2004). La imagen debe obedecer al ideal del yo, que
acceso a una sólida institución del ideal del yo. Por ello, en la anorexia, toda llamada
por parte del Otro tiende a ser asumida por el sujeto de manera superyoica, tanto en
el sentido de un sí indiscriminado, como a menudo sucede con los estudios; como del
71
(Cosenza, 2009).
deformación son dos constantes clínicas, sino que al mismo tiempo, tal como lo
propio cuerpo, en la medida en que pensamos que a partir de allí, podemos comenzar
a delinear una posible respuesta de por qué el discurso anoréxico encuentra una
importancia que las mujeres le atribuyen a su propio cuerpo es una compensación por
Recalcati en el texto “La clínica del Vacío...” (2003), señala que la doctrina
ofrece un punto de sostén visible y representable, que lo protege del encuentro con el
sobre un trasfondo de ausencia, que viene a cubrir un vacío y, por lo tanto, se presta a
funciona de por sí como una máscara que recubre su no tener fálico. De acá la
distinta intensidad libidinal del investimiento ante el espejo, y el valor que la imagen
estética del cuerpo adquiere en la mujer respecto al hombre (Recalcati 2003, 2004).
ausencia simbólica?
como aquello que viene a cubrir la falta. Al respecto dice: “(…) al estar presente la
cortina, lo que se encuentra más allá como falta tiende a realizarse como imagen.
(p.157).
Es decir, una vez colocado el velo, sobre él se dibuja algo que dice que el
objeto está más allá. El objeto que se imagina sobre el velo o cortina viene a colmar
la falta que fue introducida por la castración, entendida como falta fálica.
73
podemos decir, que la mascarada femenina se dibuja sobre el velo, se vuelve velo.
campo del deseo sino en el campo del goce, entonces, ¿qué goce se pone en juego
allí? Por otro lado, si la anorexia da a ver la nada del cuerpo, es decir, desaparecen
respuesta.
74
CAPÍTULO 5
consumo, sociedad donde la anorexia se presenta como uno de sus síntomas más
imperativo de consumo; el sujeto anoréxico dando a ver la nada del cuerpo parece
Feminidad” (1933), expone que la vida sexual de la mujer se divide en dos fases, la
decisiva para el futuro de la mujer, ya que la ligazón madre preedípica deja fijaciones
salida de esta primitiva vinculación con la madre, que excluye al padre como un
molesto rival.
ser asesinada (¿devorada?) por la madre” (p.229). Es decir, la niña toma como
“La pulsión sexual era hasta entonces predominantemente autoerótica, ahora halla
Aquí nos interesa ubicar qué pasa con el cuerpo femenino en la pubertad,
cuando ellas se encuentran con su cuerpo como extranjero, como Otro, un cuerpo que
les perturba, ya sea por la mirada de los hombres, o por el cambio de su talla, o
porque el espejo les devuelve una imagen extraña; y sitúan allí lo no reconocido en la
La mujer, al hacer que su cuerpo opere como falo, como compensación por la
envidia del pene, el penisneid, se ubica en una posición narcisista donde ese
Lacan va a desplegar esto en su texto “La significación del falo”, donde dirá que en
las mujeres todo el cuerpo suple al falo faltante, es decir que el cuerpo mismo toma
valor fálico.
operaba como defensa. Así, en este período, lo que irrumpe en la imagen es el exceso
fálico del cuerpo femenino que estaba supliendo por entero al falo que falta (Ons,
desaparición de las curvas del cuerpo (Recalcati, 2003; Ruesgas y Solíz, 2005).
como aquél que eligen los sujetos que toman la posición anoréxica (Soria, 2000).
inhibición es una restricción funcional del yo que evita la represión. Lacan, por su
77
imaginaria; esto implica que cuando está operando este mecanismo, el sujeto se
como un objeto en función de desecho (Buendía, 2002; Soria, 2000). En este sentido,
ella intenta nominarse recurriendo a la imagen: “soy anoréxica”; de ahí que podamos
doble vertiente: rechazo del propio cuerpo en cuanto cuerpo sexual, y rechazo del
cuerpo del Otro en cuanto sede de goce y de deseo (Recalcati, 2010; Ruesgas y Solíz,
2005). Esto último, nos permite retomar el interrogante que habíamos planteado en el
primer capítulo, a saber, si podemos pensar la anorexia como una defensa frente a la
angustia que experimenta el sujeto, al verse confrontado con el deseo del Otro, el
objeto (a). Es el afecto que captura a un sujeto cuando se ve confrontado con el deseo
del Otro.
goce del Otro. Si adquirir formas femeninas ubica a la mujer ante la mirada deseante
anudamiento fundamental para que la mujer consienta en ubicarse como objeto causa
78
anoréxica al encuentro con el Otro sexo? Si ante la mirada deseante del Otro, la
anoréxica queda reducida a objeto de goce, en tanto el goce está desanudado del
amor; ella tiene una sola respuesta: sustraerse de ser objeto de goce mostrando la
nada del cuerpo. Es decir, se nombra a partir del cuerpo, de una imagen magra y
asexual: “soy anoréxica”. Su actuar sobre el cuerpo impide la aparición de todos los
negativizar todo aquello que vino a agregarse a la imagen del cuerpo: no bastará con
da a ver la nada del cuerpo; sino también una posición que sostiene al cuerpo en la
formas de falta de objeto, una de ellas es la privación a la que va a definir como una
decimos que falta un objeto es porque mediante una ley se define que debería estar
allí. En lo real nada le falta a la mujer, sólo puede faltarle el falo en la medida en que
éste es un objeto simbólico. El término privación nos permite pensar en algo por
fuera del registro del tener y como la mujer, en términos de Freud, no sufre de la
amenaza de castración puesto que ha sido efectuada, ella puede constituir su ser
Indios de America del Norte, para designar las ceremonias de lucha por el
reconocimiento, donde cada uno busca sacrificar más bienes que el otro. A diferencia
anhelan destruir más, en función de obtener más prestigio social (Laurent, 1993).
En las mujeres, hay algo que puede ubicarse en esta dirección; así como en el
hombre va por el lado del tener; lo esencial de la posición femenina no va por la vía
del tener, y por ello les es posible sacrificar el tener (Ventoso, 2009). Este es el
llamado goce de la privación: fabricarse ese plus a partir de la sustracción del tener
(Laurent, 1993).
las mujeres, sino por el contrario, lo que hay de suplementario en ellas como goce, es
decir, marca un más de goce en lugar del menos fálico de Freud. El concepto de
privación que introduce Lacan, permite pensar la feminidad por el lado del goce,
80
ser, lo que vemos en la anorexia es que el sujeto lleva al extremo este sustraerse del
tener formas femeninas, y de todo aquello que suele suponerse que sería del ser
que se presenta en las experiencias místicas, pues estas mujeres, como vimos en el
goce que esta más allá del ordenamiento fálico (Recalcati, 2004).
2009).
consumo.
producción de objetos tecnológicos a gran escala, de gadgets, como decía Lacan; que
abastecen incansablemente nuestro medio social. Sin embargo, bajo esta oferta
superyó del capitalismo que ordena: “Como quieran, ¡gocen! Siempre y cuando estén
dentro del sistema, siempre y cuando el plus de gozar esté encarnado en algún objeto
caracteriza por el rechazo de la castración y del amor (Ons, 2003). En efecto, en este
discurso, no hay objeto perdido, sino reciclaje constante del goce en un sistema
aparentemente sin pérdida; es decir, en lugar de pérdida hay recuperación del objeto
tecnológico que funciona como un objeto plus de gozar. El rasgo de este discurso
consiste en cubrir la pérdida de la Cosa a través de la oferta ilimitada del objeto; pero
la otra cara de este discurso es que ningún objeto debe ser verdaderamente
falta y perpetuar la constante insatisfacción”, porque la falta del sujeto es falta en ser
Recalcati, 2004).
objeto más buscado que encontrado, es un objeto prometido que nos hace andar por
la vida, que nos hace vivir. Pero hemos pasado de un mundo que estaba orientado por
la dialéctica del deseo y la palabra a otro en el que la caída de los ideales, del Otro de
circuitos integrados por el propio cuerpo y los objetos, donde el propio cuerpo
imaginario. Hoy la palabra y el deseo han sido desplazados por la imagen, se trata de
Hay ideales que son aspiraciones o modelos a los que referirse y se coordinan
muy bien con el deseo, cuyo objeto se define por ser siempre inalcanzable; pero hay
capitalista, en tanto hay estrago cuando falta la falta, cuando falta el amor, pero
83
también cuando el amor no contempla la falta. Agnes Aflalo plantea que el matema
del amor puede escribirse como significante del Otro barrado (Berkkof et al., 2002).
Y esto se vincula con lo que señala Lacan acerca de la madre de la anoréxica: aquella
consumo que ofrece el Otro social, podrían equipararse a la “papilla asfixiante” que
dominante del discurso capitalista, la del consumo, que vende la ilusión de que
consumo, manifiesta que una montaña de regalos, toda la abundancia del tener, no
papilla asfixiante; y cuando caracteriza el discurso capitalista por el rechazo del amor
y de la castración.
Esto quizás explique la anorexia como epidemia social. Acá también se trata
de una oposición a la lógica del tener, rechaza la serialidad de objetos para mantener
vivo el deseo, pero paradójicamente ella se consume mostrando la nada del cuerpo.
En este punto, cabe reflexionar acerca del anudamiento entre el goce de la privación,
84
CONCLUSIONES.
este apartado haciendo una síntesis de los puntos más relevantes de nuestro
todos los placeres de la vida terrenal, sino también la pérdida de cualquier rastro de
feminidad.
religioso, también fue el modo como estas místicas pudieron rebelarse y oponerse a
creciente interés por indagar acerca de sus causas, dio lugar a numerosas
melancolía, etc.
domina cada época y de sus instrumentos de conocimiento. Así, las místicas del
como sujetos: ambas alcanzan el ser mediante ser nada. Esta predominancia del
El cuadro suele comenzar con una serie de ideas relacionadas con el cuerpo y
los diversos recursos de engaño que utilizan para no ser controlados sobre qué comen
y cuanto comen, hace que sean llevados a consulta tardíamente; muy difícilmente
orgánicas, que en muchas ocasiones generan graves complicaciones clínicas, las que
anorexia son los propuestos por los manuales de psiquiatría; desde esta concepción la
en sí misma.
tarea preliminar, que nos orientará respecto a las estrategias clínicas a implementar
huesudo y esquelético. Se trata de un cuerpo que más que hacer enigma ante la
reconocer los límites de la palabra además de sus poderes. Con un sujeto al borde de
constitutiva del ser humano; porque cuando se presenta una urgencia hay que
psíquica; dado que es por vía del alimento que el ser humano es introducido en la
dimensión de las relaciones, primeramente con el Otro materno y luego con sus
semejantes.
Hemos señalado que no toda demanda del niño queda articulada en el objeto
que calma la necesidad, porque precisamente es por la presencia del Otro materno,
89
dones de su amor.
como sujeto.
intercambia cuando se ama es la nada; el niño demanda ese don de amor como una
nada, como un vacío, porque el amor viene a ser la nada del objeto como perdido.
Esto da cuenta que hay algo indispensable para la vida del sujeto y está constituido
por la inmaterialidad del deseo: “dime quien soy para ti”. Este reconocimiento
La madre de la anoréxica no es que no haya tenido amor por el niño, sino que
con una madre toda madre, una madre que no ha podido articular en su vida su ser
madre con su ser mujer, entonces; cuando el padre queda fuera del deseo de la
madre, es cuando ella hará del niño su único objeto de satisfacción. En estos casos la
como lo soy yo para ti”. Así, ante una madre estragante y un padre que falla en su
todo lo que viene de él para preservar su deseo; pero esa repulsión se configura de
manera fallida y paradójica, en tanto el rechazo que ejecuta de todo lo que viene del
pulsional con el objeto nada, que no es más que el objeto oral vaciado, productor de
anorexia, el sujeto lleva la pulsión de muerte hasta su límite; goza de comer nada, la
como una enfermedad del amor, en la medida que consideramos que los problemas
que el sujeto manifiesta con la comida, ya sea mediante el rechazo o comiendo nada,
por la función paterna, que se experimenta en el cuerpo como algo intolerable porque
sujeto erige un riguroso método de control por el cuerpo, el hambre, el peso, las
calorías, no obstante; siempre hay un resto de carne que le demuestra al sujeto que la
cuerpo, para a partir de allí delinear una posible respuesta de por qué la anorexia
de mascarada fálica, que es el modo en que una mujer se vuelve deseable para un
hombre; para luego ubicar que en la anorexia la mascarada falla, porque el cuerpo
modo particular de tratar lo femenino, en tanto da a ver la nada del cuerpo; sino
anorexia como una defensa frente a la angustia que experimenta el sujeto al verse
confrontada con el deseo del Otro, al deseo del hombre. Luego hicimos referencia al
las sociedades de consumo, dado que es en este medio social donde la anorexia ha
infancia, ante el goce del Otro. Si adquirir formas femeninas ubica a la mujer ante la
anudamiento fundamental para que la mujer consienta en ubicarse como objeto causa
anoréxica al encuentro con el Otro sexo? Si ante la mirada deseante del Otro, la
anoréxica queda reducida a objeto de goce, en tanto el goce esta desanudado del
amor; ella tiene una sola respuesta: sustraerse a ser objeto de goce mostrando la nada
del cuerpo. Es decir, se nombra a partir del cuerpo, de una imagen magra y asexual
“soy anoréxica”.
93
aquello que vino a agregarse a la imagen del cuerpo: no bastará con adelgazar, sino
sintomatiza vía el rechazo del cuerpo en su doble vertiente: rechazo del propio
cuerpo en cuanto a cuerpo sexual, y rechazo del cuerpo del Otro en cuanto sede de
goce y de deseo; sino también como una posición que sostiene al cuerpo en la
sujeto puede alcanzar ese plus de satisfacción mediante la sustracción del tener.
privación del tener, y lleva al extremo este sustraerse del tener, puesto en su propio
aquello que suele suponerse que sería parte del ser femenino. En las experiencias
místicas, las mujeres logran constituir su ser, despojándose de los bienes mundanos,
son expresiones de un goce que esta más allá del ordenamiento fálico.
y desde allí hemos señalado, que la anorexia, como síntoma social, cuestiona al
Para dar cuenta de ello, hicimos referencia a una primera relación que
cuando falta la falta, cuando falta el amor, pero también cuando el amor no
contempla la falta. Articulamos esto con lo que señala Lacan acerca de la madre de la
anoréxica: aquella que confunde el don de su amor con el don de sus cuidados.
consumo que ofrece el Otro social, podrían equipararse a la “papilla asfixiante” que
dominante del discurso capitalista, que es la del consumo, aquella que vende la
ilusión que mediante el tener se puede alcanzar el ser. El sujeto anoréxico diciendo
no al consumo, manifiesta que una montaña de regalos, toda la abundancia del tener,
no hacen al amor.
como una enfermedad del amor. Dado que en una sociedad de abundancia en la que
nada puede faltar, donde tener todo no da lugar a la falta ni al deseo del sujeto; la
anoréxica eligiendo comer nada rechaza el mundo del tener y reclama su derecho a
ser, su derecho al amor. De este modo denuncia que ningún objeto del mundo vale el
Así, ante un Otro familiar y social que atiborra con lo que tiene, la respuesta
del sujeto se concentra a nivel del ser: “soy anoréxica”. Esto quizás explique la
anorexia como epidemia social. Acá también se trata de una oposición a la lógica del
nada, de la nada puesta en su propio cuerpo. Así en la anorexia nos encontramos con
un sujeto en una posición masoquista, que no hace más que develar una economía
Otro materno, es así que en la pubertad frente a los cambios corporales, se actualizan
las fantasías de devoración con el Otro materno. De hecho, no es casual, que sea en
desarrolla una anorexia. Así, como no todas las mujeres místicas resolvieron su amor
por Dios mediante el ayuno religioso, hoy no todas las mujeres son anoréxicas.
atormentándose con dietas para tener un cuerpo delgado o que sufren por no tenerlo,
Pero aun así, es muy importante reflexionar de qué manera los ideales
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