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L
a intuición dicta que, para mover una elementales del mundo. La historia completa
piedra, hay que tocarla primero, o tocar del mundo podría expresarse como la suma
un palo que toque la piedra, o dar una de las historias de los componentes.
orden que se propague mediante vibraciones La mecánica cuántica viola ese supuesto.
del aire hasta el oído de alguien que tenga Las características físicas reales y mensura-
un palo; o que, si no, alguna otra secuencia bles de una colección de partículas pueden,
tendrá que haber que acabe en que algo toque de forma perfectamente determinada, superar
la piedra. Esta intuición, una vez generalizada, o eludir la suma de las características de las
nos dice que las cosas sólo pueden afectar partículas que la formen, o no tener nada
directamente a otras que les sean contiguas. que ver con ella. Así, la mecánica cuántica
Si A afectó a B sin estar justo a su lado, es establece que se puede disponer un par de
que lo hizo de modo indirecto: algo tuvo partículas de modo que estén precisamente
que transmitirse por medio de una cadena a medio metro de distancia sin que ninguna
de eventos, cada uno de los cuales llevó di- de las dos partículas, por sí misma, tenga una
rectamente al siguiente, hasta cubrir sin res- posición definida. Además, según la mane-
quicios la distancia entre A y B. Cada vez que ra ordinaria de entender la física cuántica,
CONCEPTOS BASICOS podría parecernos que hemos encontrado una la “interpretación de Copenhague” —enun-
Q Sólo podemos influir excepción a esta intuición, el interruptor que ciada por Niels Bohr en las primeas décadas
directamente en aquellos enciende las luces de las calles de la ciudad, la del siglo pasado y transmitida de profesores
objetos del universo que radio por la que oímos las noticias, acabamos a estudiantes durante generaciones—, no es
podemos tocar; por eso por comprender que no es así, que ese efecto que no conozcamos las localizaciones exactas
mismo, el mundo nos lejano ha requerido la mediación de cables o de las partículas individuales, sino que tales
parece local. de ondas electromagnéticas que se propagan localizaciones no existen. Preguntar por la po-
por el espacio. Al menos en nuestra experiencia sición de una partícula individual tendría tan
Q La mecánica cuántica
cotidiana, no hay excepciones. poco sentido como preguntar por el estado
incluye, sin embargo,
acciones a distancia como
Llamamos a esta intuición “principio de civil del número cinco. El problema no es
consecuencia de una pro- localidad”. epistemológico (acerca de lo que sabemos),
piedad, el entrelazamien- La mecánica cuántica destruyó muchas de sino ontológico (acerca de lo que es).
to, en la que dos partículas nuestras intuiciones. La más profunda, ese De las partículas interrelacionadas de esa
se comportan de forma principio de localidad; una vez derribado, la forma se dice que están “entrelazadas” me-
sincrónica sin ningún relatividad especial, piedra angular de la física canocuánticamente. La propiedad objeto del
intermediario: el mundo del siglo xx, corre riesgo de caer tras él. El entrelazamiento no tiene por qué ser la ubica-
cuántico no es local. peligro no está conjurado todavía. ción: dos partículas podrían girar en sentidos
opuestos sin que ninguna de ellas girara de
Esta no-localidad no sólo
Q
va contra la intuición;
Visión externa manera definida en sentido horario. O una
presenta además un
Vamos a retroceder un poco. Desde los ini- de las partículas podría estar excitada sin
JEAN-FRANCOIS PODEVIN
grave problema a la teoría cios mismos de la investigación científica de que ninguna de ella, en concreto, fuese la
especial de la relatividad la naturaleza, se creía que podríamos llegar a excitada. El entrelazamiento puede conectar
de Einstein y sacude así los una descripción completa del mundo físico partículas con independencia de donde estén,
cimientos de la física. por medio de la descripción, uno por uno, de qué sean y de qué fuerzas se ejerzan en-
de los constituyentes físicos más pequeños y tre ellas; en principio, podrían perfectamente
B. SANERSON Photo Researchers, Inc. (Newton); THE GRANGER COLLECTION (aparatos de Coulomb); ALFRED T. KAMAJIAN (ilustraciones)
en direcciones opuestas, aunque ninguna tenga por sí misma una dirección definida. y radicalmente contrario a la intuición: la
Supongamos que Alicia y Benito compartan un tal par y que Alicia encuentra que la suya
tiene un espín que apunta hacia arriba (abajo). Independientemente de cuán lejos de “no-localidad”, o posibilidad de afectar a algo
Alicia estén Benito y su partícula, si Benito mide su partícula a lo largo del eje vertical, sin tocarlo, o sin que se toque a una serie de
observará que el espín apunta hacia abajo, lo contrario que Alicia. entidades que cubran de un cabo al otro. La
no-localidad implica que un puñetazo en Des
Moines pueda romper una nariz en Badajoz
Alicia Benito
Espines sin afectar a ningún otro ente físico (ni a una
entrelazados molécula de aire, ni a un electrón de un cable,
ni a un destello de luz) en ningún lugar de la
zona interpuesta.
Lo más turbador de la no-localidad, aparte
Einstein, Podolski y Rosen sostuvieron que, debido a que Benito puede estar ciento por
ciento seguro de que su medición arrojará un espín hacia abajo, el espín de su partícula
de su enorme extrañeza intrínseca, es la grave
debía ya estar hacia abajo, incluso antes de la medición. Pero Alicia podría igualmente amenaza que supone contra la relatividad espe-
haber medido a lo largo del eje este-oeste y obtenido, por ejemplo, el espín al este, cial. En los últimos años, esta vieja inquietud
lo que implicaría que la partícula de Benito ya estaba con el espín al oeste.
—que por fin ha sido admitida como digna
de la física— se ha convertido en el centro de
debates que podrían acabar por arruinar, re-
Argumento torcer, reordenar o resquebrajar los cimientos
de EPR de la física.
do conozcamos el resultado de la medición, las condiciones en las que tiene sentido hacer
cambiaremos nuestra descripción de la pri- preguntas y sobre la naturaleza del lenguaje
mera partícula, porque entonces sabremos humano. Lo que la ciencia necesitaba, según
dónde estaba en ese momento. Sin embargo, Bohr, era una “revisión radical de nuestra ac-
el algoritmo también nos obligará a cambiar titud con respecto a la realidad física”.
la descripción de la segunda partícula, y a Bohr coincidía con EPR en un punto: no
cambiarla instantáneamente además, sin que había una verdadera no-localidad física. La
importe lo lejos que esté o qué pueda haber aparente no-localidad, sostenía, era sólo una
entre las dos partículas. razón más por la que debíamos abandonar la
Aunque el entrelazamiento era una caracterís- pintoresca y anticuada aspiración, manifiesta
tica incontrovertible de la imagen mecanocuán- en el artículo de EPR, de buscar en las ecua-
tica del mundo, apenas se había reflexionado ciones de la mecánica cuántica una imagen
sobre sus consecuencias, antes de que Einstein realista del mundo, una imagen de lo que real-
lo hiciese. Vio éste en el entrelazamiento algo mente existe ante nosotros a cada momento.
extraño y dudoso. Fantasmagórico. Le parecía Bohr venía a defender, no ya que al mundo
incompatible con el principio de localidad. lo veamos en un espejo imperfecto, sino que
Nadie en aquel momento estaba dispuesto a no hay más realidad que esa veladura.
SPL/PHOTO RESEARCHERS, INC. (ecuaciones de Maxwell)
1831: Michael Faraday introduce la 1849: Hippolyte Fizeau y Jean- 1865: las ecuacio-
idea de líneas de fuerza magnéticas. Bernard Foucault midieron la nes de James
Desde entonces, se utiliza una velocidad de la luz —298.000 kiló- Clerk Maxwell
notación basada en campos eléctricos metros por segundo—, pero no se ponen de mani-
y magnéticos que llenan el espacio. sabía qué era realmente la luz. fiesto que los
Las fuerzas sobre una partícula campos electro-
se convierten, al menos formalmente, magnéticos
en una acción local de los campos tienen por sí mismos una
sobre ella. Sin embargo, estos existencia dinámica y cruzan el espacio
campos se consideran convenientes vacío a 298.000 km/s. El electromagne-
herramientas de cálculo, no genuinas tismo es local y la luz es una onda elec-
entidades reales. tromagnética.
HULTON-DEUTSCH (Einstein); C. HENZE/NASA (curvatura del espaciotiempo); PAUL EHRENFEST, CORTESIA DE EMILIO SEGRE VISUAL ARCHIVES, EHRENFEST COLLECTION (Einstein y Bohrs)
direcciones. Por lo tanto, la mecánica cuántica debe ser incompleta, pues no determina algoritmo manifiesta y completamente local
dichos valores, sino que se limita a garantizar que los resultados de las mediciones de que hiciera las mismas predicciones para los re-
Benito estarán correlacionados con los que obtenga Alicia al medir su partícula. sultados de los experimentos que el algoritmo
Bell se preguntó: suponiendo que las partículas entrelazadas de Alicia y Benito cuántico, Einstein y Bohr habrían tenido razón
tengan valores determinados del espín, ¿reproducirían los resultados predichos por la en considerar las violaciones de la localidad,
mecánica cuántica en todas y cada una de las maneras en que Alicia y Benito podrían
por la mecánica cuántica, un mero artefacto de
medir sus partículas? Recordemos que, con partículas con espines entrelazados, Alicia
y Benito deben elegir un eje, Alicia el suyo y Benito el suyo, respecto al que medir. Bell
un formalismo determinado. Por el contrario,
demostró matemáticamente que, si Alicia y Benito eligen medir a lo largo de ejes que si ningún algoritmo pudiera evitarlas, serían
formen un ángulo de entre 45 y 90 grados, sus mediciones en numerosas repeticiones fenómenos físicos genuinos. Bell analizó un
del experimento producirán una distribución estadística de resultados que no concorda- caso concreto de entrelazamiento y llegó a
ría con las predicciones de la mecánica cuántica, independientemente de la distribución la conclusión de que ningún algoritmo de la
de valores determinados del espín que tuvieran esas partículas. especie requerida podía ser local.
Se llevaron a cabo experimentos con fotones entrelazados, no con electrones (lo En consecuencia, el mundo físico real no
que altera los ángulos a utilizar, pero hace que el experimento sea técnicamente mucho es local.
menos difícil); los resultados se ajustaron a las predicciones de la mecánica cuántica. Esta conclusión lo vuelve todo del revés.
Por el teorema de Bell, no debe haber ningún valor determinado para dichos fotones.
Einstein y Bohr, igual que los demás sin excep-
Y debido a que esto contradice la conclusión de EPR, la hipótesis de que la naturaleza
ción, habían dado por sentado que cualquier
es local queda también refutada: el universo en que vivimos no puede ser local.
verdadera incompatibilidad entre la mecánica
cuántica y el principio de localidad sería una
Se sigue postergando esta parte crucial del mala noticia para la mecánica cuántica. Sin
legado de Einstein incluso hoy en día. La embargo, Bell había ahora demostrado que la
biografía de Einstein que Walter Isaacson pu- localidad no sólo era incompatible con el apa-
blicó y vendió muy bien en 2007 se limita a rato teórico abstracto de la mecánica cuántica,
asegurarle al lector que la crítica de Einstein sino también con algunas de sus predicciones
a la mecánica cuántica ha sido resuelta desde empíricas. Los experimentadores, en particu-
entonces. Y eso no es cierto. lar Alain Aspect y su equipo, del Instituto
de Optica en Palaiseau, en 1981 y después,
Retorno de lo reprimido no han dejado ninguna duda de que dichas
Pasaron treinta años de más o menos com- predicciones son correctas. Las malas noticias,
pleto abandono antes de que el argumento pues, no afectaban a la mecánica cuántica, sino
de EPR se abordase científicamente, en un al principio de localidad y, cabía presumir, a
famoso artículo que John S. Bell publicó en la relatividad especial, ya que ésta parece ba-
1964. Ponía de manifiesto que Bohr y Einstein sarse en ese mismo principio (véase el recuadro
se equivocaron: Bohr, al creer que nada fallaba “Relatividad especial y no-localidad”).
de un par de propuestas que escapan de las que los considerados en los argumentos basa- so puede ser “local” si copias
premisas de Bell). El artículo de Bell, al fin, se dos en los mensajes instantáneos. del experimento habitan multi-
tud de invisibles universos para-
leyó, pero reflejado en un espejo convexo. El trabajo de Maudlin tenía el telón de lelos. Este enfoque, sin embar-
Sólo una exigua minoría de físicos escapó fondo de un nuevo y profundo cambio en el go, tropieza con muchos
de este malentendido y comprendió que la ambiente intelectual. Desde comienzos de los problemas.
demostración de Bell y los experimentos de años noventa en adelante, la fuerza de convic-
Aspect significaban que se había descubierto ción de la idea de Bohr —que no podía haber ¿REALISMO?
que el mundo era no-local; pero incluso estos una descripción, pasada de moda, filosófica- Muchos creen que, debido a que
físicos, o casi todos ellos, creían que la no- mente realista, del mundo subatómico— estaba en su prueba toma como premi-
localidad en cuestión no planteaba ninguna empezando a debilitarse en todas partes. Por sa el “realismo local”, Bell
demostró que se viola o bien el
amenaza contra la relatividad especial. Esta entonces, una serie de prometedoras concep-
principio de localidad o bien
creencia surge de la idea de que la relatividad ciones científicas parecían ofrecer una buena el realismo. Así pues, el mundo
especial se encuentra inextricablemente ligada descripción del tipo negado por Bohr, al menos podría ser local si viola el “rea-
a la imposibilidad de transmitir mensajes a ma- en la aproximación que no toma en cuenta los lismo”. Sin embargo, esta idea
yor velocidad que la de la luz. Si la relatividad efectos de la relatividad especial. Entre esas pasa por alto —o entiende
especial es cierta, no se podrá acelerar ningún propuestas se incluían la mecánica de David mal— que el argumento origi-
portador material de un mensaje desde su Bohm (desarrollada a principios de los años nal de EPR descarta que la loca-
lidad cuántica sea posible sin el
estado de reposo hasta velocidades superiores cincuenta y una de las inspiraciones del trabajo “realismo” que usa Bell.
a la de la luz. Y se puede argumentar que un de Bell, pero ignorada en gran medida) y el
mensaje cuya transmisión fuese más rápida que modelo GRW de Giancarlo Ghirardi, Alberto
la luz llegaría, según algunos relojes, antes de Rimini y Tullio Weber [véase “Teoría alternativa
haber sido enviado, desencadenándose así to- de Bohm a la mecánica cuántica”, por David Z
das las paradojas de los viajes en el tiempo. Albert; Investigación y Ciencia, julio 1994].
En 1932, John von Neumann demostró La vieja aspiración de la física de ser una guía
que la no-localidad de la mecánica cuántica para la metafísica que nos diga, literalmente y
Atrás
o
Futuro
Fu t u r
Izquierda
Derecha Adelante
Adelante
E s te
Pasado
do
Atrás
Pa s a
Alicia y Benito, que están en distintos lugares alrededor de una mesa, Los ejes del espacio y el tiempo de Alicia (rojo) se cortan allí donde se encuentra
discrepan acerca de las direcciones espaciales “derecha”, “izquierda”, a medianoche. Benito vuela sobre Alicia en dirección este a casi la velocidad de la
“adelante” y “hacia atrás”. Según la relatividad especial, individuos en luz. Su movimiento inclina sus ejes de espacio y tiempo (azul) con respecto a los
movimiento relativo entre sí discreparán acerca del tiempo y del espacio. de Alicia. El dúo está en desacuerdo acerca de cuándo explotó una bomba a varios
kilómetros: Alicia insiste en que sucedió a medianoche, pero Benito dice que ocurrió
un segundo antes (línea discontinua azul).
de manera directa, cómo es el mundo en rea- los taquiones, para los que sería físicamente
lidad —aspiraciones que habían permanecido imposible viajar más despacio que la luz. Maud-
latentes y olvidadas durante más de 50 años— lin inventó otros ejemplos.
empezaba, lentamente, a despertar. Por lo tanto, la mera existencia de una no-
El libro de Maudlin se centraba en tres pun- localidad en la mecánica cuántica no significa,
tos importantes. En primer lugar, la teoría espe- por sí sola, que la mecánica cuántica no pueda
cial de la relatividad es una aseveración acerca coexistir con la relatividad especial. Podría,
de la estructura geométrica del espacio y del pues, haber esperanza.
tiempo. La imposibilidad de la transmisión de Sin embargo, tal como Maudlin señaló en su
masa, o de energía, o de información, o de in- tercer punto, la variedad de acción a distancia
fluencias causales, a mayor velocidad que la de que encontramos en la mecánica cuántica es
la luz, no basta de por sí, ni aun remotamente, totalmente diferente de la clase ejemplifica-
para garantizar que sea correcta esa aseveración da por los taquiones de Feinberg o por otros
de la teoría acerca de la geometría. Así pues, ejemplos de Maudlin. Si la manera en que
la demostración de Von Neumann sobre la las partículas de la mecánica cuántica pueden
transmisión de mensajes, de por sí, no nos influir no-localmente unas en otras resulta tan
ofrece ninguna garantía de que la no-localidad extraña, es porque no depende de la disposición
de la mecánica cuántica y la relatividad especial espacial de las partículas, ni de sus caracterís-
puedan coexistir pacíficamente. ticas físicas intrínsecas, como sucede en todas
En segundo lugar, la validez de la relatividad las influencias relativistas a que se alude en los
especial es perfectamente compatible con una párrafos precedentes, sino que depende sólo de
enorme variedad de hipotéticos mecanismos que las partículas en cuestión se hallen o no
para una transmisión de masa y energía, de mecanocuánticamente entrelazadas.
información y de influencia causal más veloz El tipo de no-localidad que se encuentra
ALFRED T. KAMAJIAN
que la luz. En los años sesenta, Gerald Fein- en la mecánica cuántica parece demandar una
berg, de la Universidad de Columbia, publicó simultaneidad absoluta, lo que supondría
una teoría plenamente relativista e interna- una verdadera amenaza contra la relatividad
mente coherente de una hipotética partícula, especial. Ese es el problema.