Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Quantenverschränkung
Este tema surgió accidentalmente como el producto de los intentos para
contradecir la teoría cuántica de Schrödinger, cuando se presentó ante la
Por Martín Orlando comunidad científica de la época, irónicamente hizo que ésta se fortaleciera y
Gil Cardona sentara definitivamente sus bases como una de las teorías estadísticas más
sorprendentes en la física de partículas en el nivel del micromundo. Al
considerársele una teoría incompleta en el sentido de que requeriría de un
De la serie: Un rincón conjunto de variables ocultas para justificar el desplazamiento de información
para el Cosmos instantáneo entre partículas que habían sido originalmente generadas en un
sitio común y que por algún motivo se desplazaron a diferentes distancias,
Pequeñas monografías quedando separadas, pero interrelacionadas ya que provenían de la misma
divulgativas fuente, tal que, si en una de ellas generamos una perturbación , la otra sentiría
ese mismo efecto instantáneamente, violándose así el principio de constancia
de la velocidad de la luz, el límite relativista de velocidad. Este problema fue
Medellín, Colombia
plantado en 1935 por Einstein-Podolsky-Rosen y se llamó el problema EPR, fue
estudiado a profundidad por Bell; finalmente se ha probado que no existen
Agosto de 2014
variable ocultas y que los tres físicos estaban equivocados, pero con su
planteamiento, indirectamente descubrieron este nuevo fenómeno de la
Mecánica Cuántica. Crédito de la imagen Harald Ritsch.
Resumen histórico
Luego de haberse establecido la primera versión de la mecánica cuántica, el físico teórico Werner
Heisenberg propone el denominado principio de indeterminación de Heisenberg, el cual describe
cuantitativamente la limitación de la exactitud con que pueden medirse simultáneamente variables
conjugadas tales como posición y cantidad de movimiento, o bien energía y tiempo. Lo sorprendente del
caso es que esta imposibilidad no se relaciona con la aptitud del hombre para realizar mediciones, sino
que sería una indeterminación inherente a la propia realidad física.
En la década de 1920 comienzan las discusiones sobre Mecánica Cuántica entre Albert Einstein y Niels
Böhr. El primero supone que, subyacente a las probabilidades que aparecen en las ecuaciones de la
mecánica cuántica, existen variables subcuánticas, o variables ocultas, que permitirán, de algún modo,
establecer una descripción determinista del mundo cuántico ya que la información no podía viajar más
rápido que la luz. Einstein siempre consideró que la Mecánica Cuántica era una teoría incompleta. Por el
contrario, Böhr estimaba que las probabilidades eran el aspecto predominante del último peldaño de la
escala atómica.
En 1932 aparece una publicación de John von Neumann en la que demuestra, a nivel teórico, la
imposibilidad de que existan variables ocultas como sustento del mundo atómico.
En 1935 Einstein, Podolsky y Rosen publican un artículo de que sería luego conocido como la paradoja
EPR en el cual se pretende demostrar que el principio de indeterminación de Heisenberg presenta
excepciones en su aplicación. Se supone que si tenemos dos partículas que se dispersan luego de una
colisión y viajan en direcciones opuestas, podremos hacer mediciones en una de ellas y así,
indirectamente, podremos tener información de la otra sin realizar sobre ella ninguna medición.
Se supone que existe la propiedad de la localidad, en el sentido de que algo que ocurre en un lugar no
debería afectar a cualquier cosa que suceda en un lugar lejano, a no ser que se envíe una señal de un
lugar a otro (como máximo a la velocidad de la luz) que pueda producir un cambio en este último.
La otra posibilidad, la no localidad, implica que ambas partículas siguen vinculadas, o sea, entrelazadas,
con una información que se transmitiría, posiblemente, a velocidades mayores que la de luz.
El artículo EPR fue un importante incentivo para la investigación del entrelazamiento. Respecto de este
fenómeno, Erwin Schrödinger escribe: “Cuando dos sistemas, de los que conocemos sus estados por su
respectiva representación, entran en interacción física temporal debido a fuerzas conocidas entre ellos,
en una ubicación sin interferencias externas y tras de un tiempo de influencia mutua, al separarlas de
nuevo, entonces ya no pueden describirse como antes, esto es, dotando a cada uno de ellos de una
representación propia. Yo no llamaría esto «un rasgo» sino «el rasgo» característico de la mecánica
cuántica”. Este fenómeno que es una propiedad y consecuencia de la Mecánica Cuántica,
posteriormente lo llamó El entrelazamiento cuántico, es decir, Quantenverschränkung, originariamente
en alemán.
Las partículas entrelazadas surgirían de algunas posibles maneras, tales como:
• Electrón que desciende dos niveles energéticos dentro del átomo, generando dos fotones
entrelazados.
• Colisión electrón- positrón, que genera dos fotones entrelazados.
• En cuanto a las mediciones posibles en dos partículas entrelazadas: Cantidad de movimiento y
posición de ambas (EPR)
• Los espines de ambas partículas, según David Bohm, originó el llamado problema EPRB.
El teorema de von Neumann no permite establecer verificación experimental alguna, mientras que John
S. Bell, cuando establece las “desigualdades de Bell”, vislumbra la posibilidad de una verificación
experimental. Este nuevo teorema permitiría aclarar las cosas, ya sea a favor de Einstein o a favor de
Böhr y de la no localidad. La no localidad implica la existencia del entrelazamiento de partículas y vendría
a ser un vínculo que se prolonga en el tiempo aún cuando dos o tres partículas se encuentren en
distintas posiciones en el espacio.
Varios físicos tratan de verificar las desigualdades de Bell, siendo Alain Aspect quien tiene mayor éxito,
resultando una confirmación de la existencia del entrelazamiento y de la postura de Niels Böhr.
Es importante señalar que los términos simultáneamente o instantáneamente, que acabamos de usar,
no tienen en realidad significado preciso dentro del contexto de la teoría de la relatividad especial, que
es el esquema universalmente aceptado para la representación de sucesos en el espacio-tiempo. Debe
interpretarse por lo tanto que las mediciones antes mencionadas se hacen en un intervalo temporal tan
breve que es imposible que los sistemas se comuniquen con una celeridad menor o igual que la
establecida por el límite que impone la velocidad de la luz o velocidad máxima de propagación de las
interacciones.
Imagen de goo.gl/UTR4bj
El motivo de la elección es doble, por una parte es experimentalmente más fácil preparar estados
coherentes en dos fotones o más, que se encuentren altamente correlacionados, esto se realiza
mediante técnicas de conversión paramétricas a la baja, preferible que tener que preparar estados de
coherencia entre electrones o núcleos de átomos, (en general la materia leptónica o bariónica) con
análogas propiedades cuánticas. Por otra parte es mucho más fácil hacer razonamientos teóricos sobre
un observable con un espectro discreto como el espín, que sobre uno con espectro continuo como la
posición o el momento lineal.
De acuerdo con el análisis estándar del entrelazamiento cuántico, dos fotones (bosones vectoriales
responsables de transmitir la interacción electromagnética) que nacen de una misma fuente coherente
estarán entrelazados; es decir, ambas partículas serán la superposición de dos estados que representan
un sistema compuesto de dos partículas que no se pueden expresar como el producto de estados
respectivos de una partícula.
En otras palabras, lo que le ocurra a uno de los dos fotones influirá de forma instantánea a lo que le
ocurra al otro, dado que sus distribuciones de probabilidad están indisolublemente ligadas con la
dinámica de ambas. Este hecho, que parece burlar el sentido común, ha sido comprobado
experimentalmente, e incluso se ha conseguido el entrelazamiento triple, en el cual se entrelazan tres
fotones.
Formulación física:
cualquier estado de dos partículas que se exprese como una superposición lineal de dos o más estados
que no sea factorizable como producto de estados independientes hará que las distribuciones de
probabilidad para observables de ambas partículas sean en general dependientes:
Visto así, parecería que la condición de entrelazamiento sería la más común y de hecho la factorización
de los estados la menos habitual. El motivo de que no sea así es que la mayoría de los estados que
observamos en la naturaleza son estados mezcla estrictos.
Sobra la Cuantificación
Al considerarse al entrelazamiento cuántico como un recurso que puede ser aprovechado para llevar a
cabo ciertas tareas, surgió la idea de definir una magnitud para cuantificarlo. Esta no es una tarea trivial
y el resultado aún no está bien definido. Sin embargo, algunos puntos sí han sido bien establecidos. Se ha
determinado que existen estados que están máximamente entrelazados, por ejemplo, un sistema de
dos qubits en un estado de Bell como los estados siguientes por ejemplo
El estado singlete
Es el estado de espín 1/2:
1
. [|10〉 − |01〉]
√2
Estados de más de dos fotones
Es evidente que esta ecuación no puede ser relativista por simple inspección. Porque la ecuación
involucra derivadas espaciales de segundo orden y la derivada respecto al tiempo es de primer orden.
Para la relatividad el espacio y el tiempo deben tener la misma categoría, así pues para que las
expresiones matemáticas sean consistentes con la relatividad especial (entre otras muchas cosas)
tenemos que exigir que las coordenadas espaciales y temporales tengan el mismo estatus.
Al definir el Campo Escalar dentro de La ecuación de Klein-Gordon, hemos introducido la ecuación más
básica para un campo relativista. En el contexto empleado estamos intentando describir una partícula
de espín nulo bajo las leyes de la relatividad especial. En este intento, vamos a dar un argumento simple
por el cual, esta interpretación no se sostiene. Posteriormente estudiaremos esto con más detalle y
mostraremos como al introducirnos en una teoría de campos se solucionan estos problemas.
Ecuación de Klein-Gordon
Esta es una ecuación que se aplica para ver como evoluciona cuánticamente una partícula escalar, de
espín nulo, de forma relativista.
Ahora calculemos las derivadas (consideremos una sola dimensión espacial por simplicidad):
1.
2.
nótese que se ha efectuado un cambio de signo global, esto implica que ф satisface:
De donde obtenemos:
Es decir, aquí se obtienen soluciones de la ecuación con valores de energías negativas, lo que es
“inaceptable en la época”. Una partícula no puede tener energías negativas; este es el problema básico
de la ecuación de Klein-Gordon, la presencia de estados de energía negativa y esto debería tener una
explicación.
Como veremos próximamente no tenemos únicamente este problema, también tenemos la aparición de
que podemos tener probabilidades negativas (lo cual es más preocupante que lo de las energías). Esto
se puede solucionar reinterpretando la situación; se verá que la raíz del problema es la presencia de las
derivadas de segundo orden.
Al comenzar nuestro el estudio de los campos cuánticos, vamos a mirar un poco más la ecuación de
Klein-Gordon. La derivación de la misma la haremos de la forma más simple posible, dejando para más
adelante una derivación basada en un principio de acción. Nuestro objetivo sería, buscar una ecuación
que trate igual las coordenadas temporales y espaciales, es decir, que aparezcan derivadas del mismo
orden para tiempo y espacio. Esto nos asegura que la ecuación pueda ser consistente con los
requerimientos de la relatividad especial. Para ello partimos de la relación relativista entre la masa, la
energía y el momento:
Esta ecuación ha de aplicarse sobre un campo que dependerá de las coordenadas espaciales y el tiempo:
Tomando
Recordemos que:
Así que en este caso tenemos la agrupación para cuatro componentes, el llamado operador
D´Alembertiano, que denotaremos:
Esta agrupación es evidentemente invariante Lorentz, así que estamos seguros de que todos los
observadores inerciales coinciden en la forma de la misma:
Esta es la ecuación de Klein-Gordon. Sin embargo, como es bien sabido, esta ecuación da lugar a
probabilidades negativas. El origen de estas probabilidades se puede rastrear hasta la derivada segunda
del tiempo. Por lo tanto, Dirac se planteó el reto de conseguir escribir una ecuación que fuera
consistente con las reglas de la relatividad especial pero que solo tuviera derivadas de primer orden
respecto de las coordenadas espaciales y temporales
En adelante consideraremos sus características principales, lo que nos conduce a una interpretación de
ф (x,t) como un campo y no solamente como la interpretación de una función de onda de una partícula.
Fue realmente Paul Dirac quien resolvió los problemas de relativización cuántica.
Ecuación de Dirac
La idea es muy simple, para su derivación vayamos por pasos, en lo que sigue trabajaremos con las
unidades ħ=c=1:
La relación entre la energía y el momento relativista se ha de cumplir en cualquier caso:
𝐸 2 = (𝑃𝑐)2 + (𝑚𝑐 2 )2
Recordemos que
y .
Por lo tanto nos queda:
3.- Ahora, el primer sumatorio lo podemos separar en dos partes. La primera cuando i=j y el otro
haciendo la suma para valores i>j simetrizando los productos para poder recorrer todos los términos
requeridos para la suma. Los sumatorios que contienen productos podemos renombrarlos para
agruparlos.
4.- Ahora imponemos que esto sea el Hamiltoniano de Klein-Gordon que es imponer la relación
relativista entre la energía y el tiempo:
5.- En este nivel buscaremos las relaciones que tienen que cumplir y para que se verifique:
a) (podríamos escribir 1, pero vamos a usar esta notación que adquirirá sentido en breve)
b) (podríamos escribir 1, pero vamos a usar esta notación que adquirirá sentido en breve)
c) para
d)
El anticonmutador
Podemos reescribir estas propiedades usando el anticonmutador. Dados dos objetos matemáticos, A y B,
el anticonmutador { , }, calcula:
En esta aportación sería interesante entender y seguir los pasos que hemos dado para llegar a la
ecuación de Dirac. Queda pendiente el definir qué valores contienen esas matrices ya
que ellas son la clave para llegar a la ecuación de Dirac.
Dirac demostró que no existe un conjunto de cuatro matrices 2x2 como tampoco existe un conjunto de
cuatro matrices 3x3 que puedan satisfacer los requerimientos arriba indicados. Dirac se vio entonces en
la necesidad de recurrir a matrices 4x4 para poder encontrar los coeficientes α y β que hicieran posible la
expresión obtenida. Después de estar trabajando un buen tiempo probando varias combinaciones
posibles de matrices, Dirac encontró que las siguientes matrices podían resolver el asunto:
Estas cuatro matrices son conocidas como las matrices de Dirac. Obsérvese que cada una de estas cuatro
matrices multiplicada por sí misma nos produce la matriz identidad (o matriz unitaria), cumpliéndose
uno de los requerimientos señalados arriba. Obsérvese también que las matrices anti-conmutan.
Además, una operación que emplea matrices 4x4 no puede ser efectuada a menos de que el operando,
la función de onda Ψ, sea una cantidad que conste de cuatro componentes, como en un vector columna
(una matriz 1x4):
Esta es una ecuación cuántica-relativista dependiente del tiempo. Para hacerla independiente del
tiempo, recurrimos a una técnica matemática usual en estos casos, la separación de variables, separando
la variable original Ψn en el producto de una función ψn dependiente únicamente del vector
posición r pero independiente del tiempo, multiplicada por otro factor dependiente del tiempo:
Que en nuestro caso para las cuatro componentes de la función de onda representada como un vector
columna viene siendo:
La ventaja de utilizar la función e-iEt/h radica en el hecho de que al tomar la derivada parcial de dicha
función con respecto al tiempo nos queda como factor la misma función, lo cual permite cancelarla al
aparecer en ambos lados de la ecuación matricial.
En la simplificación que se está llevando a cabo, es necesario obtener como resultado intermedio los
siguientes productos de cada matriz [αn] por el vector columna ψ en ese orden (recuérdese que el
producto de dos matrices no es conmutativo, y en este caso estamos post-multiplicando cada una de las
matrices 4x4 de Dirac por un vector columna que es en realidad una matriz 4x1, lo cual nos debe
producir en cada caso una matriz 4x1):
Es así como se llegamos a la ecuación:
Esta es la ecuación de onda relativista de Dirac, conocida simplemente como ecuación de Dirac. Puesto
que dos matrices son iguales cuando sus elementos correspondientes son iguales, la ecuación matricial
de arriba en realidad corresponde a un conjunto de cuatro ecuaciones diferenciales parciales acopladas.
En pocas palabras, la ecuación de Dirac en realidad es un conjunto de cuatro ecuaciones distintas y no
una sola ecuación.
Podemos obtener una solución a la ecuación de Dirac (o mejor dicho, al conjunto de ecuaciones
diferenciales acopladas de Dirac) considerando el caso de una partícula libre viajando a lo largo de cierto
eje (lo cual nos permite ignorar los otros dos ejes). Para una partícula libre que viaja a lo largo del eje-z,
la ecuación de onda relativista de Dirac se reduce a lo siguiente:
Una onda estacionaria (en inglés: standing wave) se puede representar con cualquiera de las siguientes
dos funciones trigonométricas:
y(x) = A sen(x)
y(x) = A cos(x)
En donde A es la amplitud de la onda estacionaria. El siguiente gráfico muestra ambas con una amplitud
de A = 1, con la onda senoidal en color rojo y la onda cosenoidal en color azul:
Podemos convertir una onda estacionaria en una onda viajera con la simple adición de un término que
va cambiando con el tiempo:
En estos casos, tenemos ondas viajeras que se van desplazando de izquierda a derecha. Si queremos que
las ondas se desplacen de derecha a izquierda, todo lo que tenemos que hacer es cambiar el signo
negativo por uno positivo.
Podemos multiplicar en las ecuaciones de arriba la variable independiente por un factor de escala k sin
que esto altere la esencia de la representación gráfica de las ondas viajeras:
podemos representar una onda viajera en su forma más general del modo siguiente:
Sin embargo, esta relación nos representa una onda que se extiende con la misma amplitud hacia el
infinito en dos direcciones, hacia la derecha y hacia la izquierda. Y nosotros lo que queremos representar
matemáticamente es algo conocido como un paquete de onda(wave packet) que no se extiende hasta el
infinito en dos direcciones opuestas:
como correspondería a una partícula que es esencialmente una onda de materia. Esto lo podemos lograr
si nos damos cuenta de que la adición de dos ondas de frecuencias diferentes produce un “batido”
repetitivo cuya frecuencia de repetición dependerá de las frecuencias de las ondas originales:
En el diagrama de arriba sólo hemos agregados dos ondas con frecuencias ligeramente diferentes. Si
vamos agregando una cantidad adicional de ondas cada “paquete de onda” se irá alejando más y más de
sus paquetes de onda vecinos, hasta que en los extremos cercanos al infinito nuestro paquete de onda
se encontrará prácticamente solo. Eventualmente, la suma se convierte en una integral
representándonos a la partícula como un paquete de onda viajero. De este modo, la partícula libre,
como fue concebida por Dirac, es el resultado de una superposición de un espectro infinito de
frecuencias que por efectos de cancelación y adición adquieren una amplitud máxima precisamente en la
misma partícula. Existe una teoría matemática para justificar esta representación de una partícula en
el dominio frecuencia en lugar del dominio tiempo. Se llama análisis de Fourier, y en dicha rama de las
matemáticas (que no es más que una extensión de las series de Fourier en donde las sumatorias de las
series son reemplazadas por integrales mediante las transformadas de Fourier), se puede tomar una
función que varía con el tiempo f(t) y se puede encontrar su representación equivalente en el dominio
frecuencia g(ω). Para una partícula libre caracterizada por un momentum preciso p = hk en donde k es
el número de onda definido como k = 2π/λ (inversamente proporcional a la longitud de onda), dicha
partícula puede ser representada como el paquete de onda de una función-δ. Matemáticamente, para
una partícula viajando a lo largo del eje-z, la representación es la siguiente:
que en el caso que nos ocupa podemos escribir para cada una de las cuatro ecuaciones matriciales de
Dirac como:
Si substituimos esta última expresión en la ecuación de Dirac para una partícula viajando a lo largo del
eje-z tendremos entonces lo siguiente:
Puesto que el vector columna de las amplitudes An no es igual al vector cero, el determinante de la
matriz simétrica debe ser igual a cero. Obteniendo dicho determinante e igualándolo a cero tenemos
entonces:
Para una partícula confinada dentro de una barrera de potencial con paredes infinitamente altas (lo cual
se puede tratar como un problema en una sola dimensión) separadas por una distancia L, no presenta
mucha dificultad el determinar que la ecuación de onda relativista de Dirac predice niveles de energía
proporcionados por la siguiente relación:
W = ± {m0c² + h²k²π²/2m0L²}
Esta expresión difiere del resultado cuántico clásico (pre-relativista) por el término m0c²que representa
la masa en reposo de la partícula. Y predice niveles de energía iguales pero opuestos en signo para la
partícula y su antipartícula.
Recordemos que para la síntesis (c y h igual a la unidad) la ec. que hemos resuelto se simplifica:
(∂ + m) ψ = 0
Esa es la ecuación de Dirac. Gracias a esta, se puede describir el fenómeno de entrelazamiento cuántico,
que en la práctica dice que: "Si dos sistemas interactúan uno con el otro durante un cierto período de
tiempo y luego se separan, lo podemos describir como dos sistemas separados, pero de alguna manera
sutil están convertidos en un solo sistema. Uno de ellos sigue influyendo en el otro, a pesar de kilómetros
o años luz."
Esto es el entrelazamiento cuántico o conexión cuántica. Dos partículas que, en algún momento
estuvieron unidas, siguen estando de algún modo relacionadas, estén donde estén ubicadas, cerca o
muy separadas en el universo. No importa la distancia entre ambas, aunque se hallen en extremos
opuestos del universo. La conexión entre ellas es instantánea.>>
Intercambio del Entrelazamiento Cuántico y otras perspectivas
El intercambio de entrelazamiento hace posible enredar dos partículas sin que estas hayan interactuado
previamente. Basta dejarlas un instante suficientemente adecuado para que se genere un relación
inseparable entre las dos partículas y como consecuencia, estas quedaran entrelazadas mediante ese
mecanismo de Intercambio de entrelazamiento, lo cual conduce a propiedades nuevas que se están
investigando para enviar información instantáneamente a sitios muy distantes, todo esto conduciría a
una nueva era científica en cuanto al diseño de nuevos ordenadores del tipo cuántico que no se basarían
en bits sino en qubits.
En la actualidad, se buscan aplicaciones tecnológicas para esta propiedad cuántica. Una de ellas es la
llamada teleportación de estados cuánticos, si bien parecen existir limitaciones importantes a lo que se
puede conseguir en principio con dichas técnicas, dado que la transmisión de información parece ir
ligada a la transmisión de energía, lo cual en condiciones superlumínicas implicaría la violación de la
causalidad relativista.
Es preciso entender que la teleportación de estados cuánticos está muy lejos de parecerse a cualquier
concepto de teleportación que se pueda extraer de la ciencia ficción y fuentes similares. La teleportación
cuántica sería más bien un calco exacto transmitido instantáneamente (dentro de las restricciones
impuestas por el principio de relatividad especial) del estado atómico o molecular de un grupo muy
pequeño de átomos. Piénsese que si las dificultades para obtener fuentes coherentes de materia
leptónica son grandes, aún lo serán más si se trata de obtener fuentes coherentes de muestras
macroscópicas de materia, no digamos ya un ser vivo o un chip con un estado binario definido, por poner
un ejemplo. El estudio de los estados entrelazados tiene gran relevancia en la disciplina conocida
como computación cuántica, cuyos sistemas se definirían por el entrelazamiento.
El entrelazamiento de partículas es un fenómeno esencial para desarrollar futuros ordenadores
cuánticos que sean mucho más veloces que los actuales, tales como los que se estudian y proyectan en
del Instituto de Física Experimental de la Universidad de Innsbruck. Entrelazando bits
cuánticos individuales, un ordenador cuántico podría resolver problemas mucho más velozmente que
uno de memoria digital magnética binaria. Sin embargo, afirma Thomas Monz, resulta muy difícil
comprender el entrelazamiento cuando se trata de más de dos partículas. En abril de 2011, Monz, con
sus colegas del equipo dirigido por Rainer Blatt, estaba realizando un experimento con varias partículas
entrelazadas, lo que aporta una nueva perspectiva de este fenómeno. A partir del año 2005, el equipo
dirigido por Rainer Blatt ha estado superando su propio récord de entrelazamiento de bits cuánticos; en
abril de 2011 han superado el límite de 8 bits cuánticos, casi duplicándolo: hasta esa fecha no se había
logrado controlar el entrelazamiento de ocho partículas, lo que significa un byte cuántico. Desde la fecha
citada casi han duplicado ese límite; para esto confinaron 14 átomos de calcio dirigiéndolos con haces
de láser en una trampa de iones; de este modo los estados internos de cada átomo constituyen qubits y
por este método en abril de 2011 han producido un registro cuántico de 14 qubits, lo cual bien podría
ser la base de un próximo ordenador cuántico. Por otra parte estos investigadores han descubierto que
cuando hay varias partículas entrelazadas la sensibilidad del sistema aumenta de modo significativo. Tal
proceso raramente se había observado en procesos cuánticos y resulta importante no sólo para construir
ordenadores cuánticos, sino también para hacer relojes atómicos de extrema precisión y para realizar
simulaciones cuánticas. En el año 2014 se desarrollan experimentos de teletransportación y
entrelazamiento cuántico. Este último en las Islas Canarias, se ha podido teletransportar partículas entre
dos islas distantes, algo así como el transporte instantáneo de información.
El teletransporte cuántico
Hasta que el "haz me up, Scotty" todavía es una distante posibilidad - pero hay un pequeño paso, los
científicos de la Universidad de Ciencia y Tecnología de Shanghai posiblemente lo han realizado: Se ha
establecido un nuevo récord en la tarea de teletransportar fotones.
Experimento de entrelazamiento
Un equipo de la Universidad de Oxford, liderado por el físico Ian Walmsley, daba a conocer a principios
de diciembre que han logrado el entrelazamiento de dos láminas de diamante a temperatura ambiente.
Las láminas eran de 3 mm. de ancho por 1 mm. de grosor y estaban separadas entre sí 15 cm.
La noticia en sí debería haber dado la vuelta al mundo tal y como lo hizo aquella de los neutrinos
superlumínicos, y como también debería haberlo hecho el experimento por el que se extrajo energía del
vacío. Pero estas cosas no parecen interesar demasiado, aún cuando estamos asistiendo a un cambio
definitivo de paradigma y la realidad a la que estamos acostumbrados comienza a desmoronarse poco a
poco y sin solución de continuidad.
El entrelazamiento cuántico es considerado como un efecto en el cual los estados de dos partículas son
dependientes entre sí, es decir, si una partícula presenta un estado A, la otra adquirirá un estado B de
forma simultánea y a cualquier distancia en que se encuentre de la primera. No hay intervención posible
del espacio ni del tiempo, algo que a Albert Einstein le molestaba sobremanera, hasta el punto de
denominar a este fenómeno como el “efecto fantasma”.
Pero la física cuántica ha demostrado a lo largo de los años que el entrelazamiento es algo muy real. El
problema es que se trata de un efecto muy frágil que se consigue a niveles subatómicos y que requiere
de condiciones extremas propias de laboratorio. Entre ellas, es necesario alcanzar un estado de
temperatura cercano al cero absoluto para acabar con cualquier fluctuación térmica, ya que ésta
interfiere de tal manera que destruye la coherencia cuántica.
Del mismo modo, según va creciendo el número de elementos que intervienen en el ambiente de
experimentación, los fenómenos cuánticos van despareciendo según aumenta la interacción entre las
partículas, algo que limita sus múltiples posibilidades iniciales, y se entra en el campo de la física clásica.
Es el llamado principio de Decoherencia, por el que un objeto macroscópico ya no es afectado por la
“magia” cuántica y se comporta de acuerdo a las pautas clásicas a que estamos acostumbrados.
Pues bien, todo ello ha sido derrumbado de un plumazo por el experimento realizado en Oxford. Los
científicos han conseguido burlar la Decoherencia y han provocado que un objeto sometido a los
principios de la física clásica, de nuestra “realidad” cotidiana, actúe del mismo modo que lo hacen las
partículas cuánticas.
De este modo, varios científicos encabezados por el físico Ian Walmsley han conseguido relacionar y
hacer vibrar a dos diamantes en el proceso conocido como entrelazamiento cuántico. El misterioso
proceso, al que el propio Einstein no supo darle comprensión completa, supone el mayor avance hasta la
fecha y abre las puertas de la computación cuántica. Recordemos que en 1935 Einstein lo llegó a
denominar como la "acción fantasmal a distancia". Un efecto extraño en donde se conecta un objeto
con otro de manera que incluso si están separados por grandes distancias, una acción realizada en uno
de los objetos afecta al otro. En alemán se denominó Quantenverschränkung, el entrelazamiento
cuántico fue una propiedad predicha en 1935 entre Einstein, Podolsky y Rosen. Ese año fue introducida
por Erwain Schrödinger para describir un fenómeno de mecánica cuántica que se demuestra en los
experimentos pero que nunca se ha llegado a comprender del todo.
Ocurre generalmente con las partículas subatómicas, pero el hallazgo podría cambiar la concepción de
que la mecánica cuántica se limita a una escala microscópica, ya que el entrelazamiento se ha
conseguido entre dos diamantes macroscópicos y en un estado de temperatura ambiente, algo que
parecía imposible por la decoherencia cuántica. Según expresó Walmsley:
“Creo que es un paso importante hacia un nuevo régimen para pensar acerca de los fenómenos
cuánticos. De pensar en un régimen del mundo más grande, bajo temperatura ambiente. Es emocionante
poder verlo”
En efecto, lo que estaban viendo se trataba de la primera observación de este proceso a temperatura
ambiente entre los fonones de dos piezas de cristal de diamante de unos pocos milímetros y tan sólo
separados en 15 centímetros. Todo ello a una temperatura ambiente, donde lo normal es que las
cambios térmicos rompan cualquier coherencia de sistema cuántico. Habían logrado un entrelazamiento
cuántico durante 7 picosegundos.
El entrelazamiento ha tenido lugar entre los fonones de dos láminas de diamante. Recodemos que
un fonón es un estado básico de vibración de una red cristalina y su comportamiento equivale al de un
fotón, de ahí la semejanza fonética, de modo que, las dos láminas compartían un mismo estado de
vibración de manera interdependiente.
El mayor logro ha sido, según Walmsley, demostrar que la tecnología cuántica es factible en el “mundo
real”, en situaciones cotidianas propias de cualquier ambiente y sin necesidad de crear unas condiciones
limitadas y ajenas a la realidad a que estamos acostumbrados.
El físico Vladko Vedral, a partir de estos resultados, considera que se ha dejado clara una obviedad hasta
ahora difícil de asumir, y es que no puede ser que el entrelazamiento sea una realidad a niveles
microscópicos y no a niveles macroscópicos, ya que ambos mundos están interconectados:
“It can’t be that entanglement exists at the micro level (say of photons) but not at the macro level (say of
diamonds),” because those worlds interact, Vedral wrote in an email. “Schrödinger used atoms instead of
photons and cats instead of diamonds, but the point is the same.” (Fuente: Live Science)
El ejemplo del “gato de Schrödinger” es un experimento imaginario por el que se postula la paradoja, por
imposible, de una acción cuántica sobre un objeto macroscópico. Quién sabe, se puede ver que ahora tal
absurdo se está empezando a considerar desde otra perspectiva, la información instantánea, la
nanotecnología, la teletransportación y los nuevos Ordenadores Cuánticos.
El equivalente en Binario: con los bits convencionales, si teníamos un registro de tres bits, había ocho
valores posibles y el registro sólo podía tomar uno de esos valores. En cambio, si tenemos un vector de
tres qubits, la partícula puede tomar ocho valores distintos a la vez gracias a la superposición cuántica.
Así, un vector de tres qubits permitiría un total de ocho operaciones paralelas. El número de operaciones
aumenta exponencialmente. Para hacerse una idea del gran avance, un computador cuántico de 30
qubits equivaldría a un procesador convencional de 10 teraflops (millones de millones de operaciones
por segundo). Los ordenadores actuales trabajan en el orden de Gigaflops (miles de millones de
operaciones por segundo).
Imagen y artículo enviado a goo.gl/mh1WXQ
En computación cuántica, un qubit o bit cuántico (quantum bit) es una unidad de información cuántica
(la versión cuántica del tradicional bit)
Referencias:
• "Quantum entanglement in macroscopic diamonds".
• Martin B. Plenio and Shashank Virmani (2007). «An introduction to entanglement
measures». Quant. Inf. Comput.7: pp. 1-51.
• “Lo decible y lo indecible en mecánica cuántica” de John S. Bell – Alianza Editorial.
• “En busca de lo real” de Bernard d`Espagnat – Alianza Editorial.
• Copyleft: atribuir con enlace a http://neofronteras.com/?p=3674
• “Entrelazamiento” de Amir D. Aczel - Editorial Drakontos y Editorial Crítica SA.
• “Causalidad y azar en la física moderna” de David Bohm – UNAM.
• "Deformación cuántica en Bajas Temperaturas de Arquímedes Arguinzon-UCV.
Webs recomendadas:
• http://minilink.es/2oe6, Published by Roftell Ramírez
• http://preview.minilink.es/2oe5, Publicado por Armando Martínez Téllez.
• http://minilink.es/2oe7.
• http://xurl.es/o6fbq
• http://goo.gl/mh1WXQ