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Apunte de aprendizaje n°18:

“Estrategias de aprendizaje en el
canto”

Educación digital de calidad y a


tu alcance
Autor: Maite Solana
Validador: Mabel Angulo
Estrategias de aprendizaje del canto

El proceso de aprendizaje se realiza cuando los primeros pasos en la tarea de aprender han sido
realizados mediante estrategias específicas y de elevada precisión, las cuales a través de un
proceso de repetición e innovación acaban por automatizar dicho aprendizaje (A. Cespedes, C.
Muñoz, 2011)

En el canto el proceso de aprendizaje debe ser forma simple y gradual a modo que el alumno
pueda entender, ejecutar y cambiar patrones vocales que les permita un máximo rendimiento
vocal, es decir que con un mínimo esfuerzo logren el máximo resultado que les permita ser
capaces de cantar durante 6 noches seguidas sin ningún problema como es el caso de
cantantes profesionales en Broadway o en giras internacionales que pueden durar años o
simplemente en el caso de cantar los findes de semana durante tres noches seguidas.

Existen diversas metodologías orientadas al canto propuestas por profesores como Jo Estill, Lisa
Popeil, Catherine Fitzmaurice, Joan Melton, Jeannette Lovetri entre muchos otros, quienes han
sistematizado el trabajo de una vida entera para crear un determinado enfoque sobre cómo
entender y abordar la voz.

De manera empírica puedo hablar del trabajo de Jeannette Lovetri como metodología, pues
poseo certificación en los tren niveles , los cuales he repetido dos veces sumado a dos cursos de
post certificación, que imparte cada año en la Universidad de Shenandoah, así como también en
mi experiencia como su alumna y de otros profesores certificados en este método que han sido
un gran aporte en mi desarrollo profesional como cantante y docente.

Este es el enfoque predominantemente utilizado en mi trabajo en la Escuela Moderna de Música


de Viña del Mar, como profesora en la asignatura de canto el cual me ha permitido entender la
voz como un todo, que abarca cuerpo y mente, complementándolo a su vez con breves
conocimientos aportados por Joan Melton y Jo Estill (a través de la instructora Judith Dunlore) en
pequeños cursos realizados en los últimos 4 años en donde he podido entender mejor cómo
desarrollar el instrumento como alumna y como profesora al mismo tiempo.

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Los resultados obtenidos han sido gratificantes, pues alumnos que nunca habían estudiado de
manera sistemática canto, progresivamente aprenden a descubrir la voz, a discriminar sonidos y
a flexibilizar su instrumento evitando generar excesiva tensión en registro agudo.

El aprendizaje del canto se puede abordar a través del aprendizaje sensorio motriz y el
aprendizaje de tipo significativo a través de la Inteligencia Emocional, las condiciones
psicológicas de una sesión, el entrenamiento auditivo y cognitivo del docente para detectar y
comunicar lo que se debe desarrollar, el orden en que se entrega la información, la forma de
estructurar una sesión que nos acerquen al objetivo final, una voz libre capaz de comunicar
emociones.

1) Tipos de aprendizajes utilizados en el canto.

En la enseñanza del canto encontraremos primordialmente dos polos vitales: el aprendizaje


sensorio motor, el cual será abordado desde la perspectiva fisiológica, que será abordada en el
módulo siguiente.

La Inteligencia Emocional es un conjunto de operaciones mentales de alto orden actuando sobre


la información emocional. Estas operaciones están relacionadas con las capacidades de percibir
emoción, usar la emoción para facilitar el pensamiento, comprender la emoción y manejarla
adecuadamente. (J.Mayer,P. Salovey. 1990)

En el ámbito de la educación , un profesor con Inteligencia Emocional posee una efectividad


docente superior al profesor con talento para transmitir conocimientos, Un docente
emocionalmente competente es aquel maestro que “ve” el trasfondo emocional detrás de los
actos de sus alumnos, comprende dichas emociones y desde la comprensión construye una
relación dinámica con dichos alumnos (J. Casassus, 2011)

Es determinante en la enseñanza del canto que el profesor sea capaz de crear un ambiente de
contención en donde el alumno pueda experimentar libremente con la voz sin miedo a errores,
sin miedo a represalias ni exigencias, muy por el contrario, el espacio se debe enfocar en
potenciar las características personales y vocales del alumno a modo de desarrollar la voz de
manera integral aprendiendo a escuchar y discriminar, tanto profesor como alumno, para así
desarrollar diversas herramientas que le permitan tomar decisiones vocales sanas al momento

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de interpretar un repertorio y entregando a su vez distintas posibilidades y/o colores que ayuden
a potenciar la musicalidad.

La música está indisolublemente unida a las emociones; desde un punto de vista biológico, no
podía ser de otra manera ya que sus sistemas residen en gran parte en el hemisferio derecho,
cuyas conexiones con el sistema límbico son muy potentes. A nivel cerebral, las emociones
ligadas a la música activan el circuito de la gratificación, la amígdala cerebral y posiblemente las
neuronas en espejo sensible a la información melódica. La música ejerce sus efectos más allá
del cerebro: al percibirla, desde los circuitos neuronales la melodía invade todo nuestro
organismo, el cual reacciona tanto químicamente como a nivel sutil a la energía vibratoria. (A.
Cespedes, 2011)

2) Consideraciones

Los contenidos serán siempre entregados al alumno de forma ordenada y progresiva, partiendo
siempre de lo más básico a nivel vocal y musical y respetando el ritmo de avance propio del
alumno.

Para lograr un buen aprendizaje se debe tener algunas consideraciones presentes como definir
siempre el objetivo de la clase, en el mediano y corto plazo a lograr: desde solucionar un
problema de respiración en el momento de la clase como desarrollar un determinado registro y
un determinado repertorio en un plazo acordado.

Estos objetivos deben ser establecidos por el alumno al momento de la entrevista inicial como
también por el profesor, quien deberá realizar una determinada estrategia para desarrollar y
potenciar la voz de manera óptima.

Como se puede apreciar, aun siendo a una actividad que resulta inmediata y espontánea, el
canto es muy complejo. Por ello, el aprendizaje del mismo requiere constante retroalimentación
de calidad sobre los elementos que entran en juego y en este proceso, de naturaleza cognitiva y
motriz, de modo que en ocasiones no es suficiente lo que el cantante mismo elabora. Al igual
que en la práctica instrumental, este delicado mecanismo requiere de mucha práctica y ejercicio
para lograr un buen dominio y resultados de calidad. (M, Jaramillo, 2011)

Es por esto que el profesor debe asumir algunas premisas como:

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- No dar por hecho que el alumno sabe: se debe enseñar a aprender y a estudiar. Pues el
proceso de aprendizaje debe ser sistemático asumiendo que se aprende a través de la
práctica constante. Por ejemplo, aquella persona que espera ver resultados en un
gimnasio entrenando solo una hora a la semana. Los resultados en el canto se pueden
evidenciar sólo a través de la práctica constante.

El en proceso de enseñar a prender se deben considerar herramientas como discriminar sonidos


y sensaciones, es decir que si al alumno un determinado ejercicio le cuesta, le difícil de ejecutar
o si siente la voz “apretada” ese ejercicio debe dejarse a un lado hasta encontrar una solución
con el profesor en la clase o utilizar estrategias de resolución realizadas en clases. Recordemos
que menos es más y que lo que menos se espera es reforzar una conducta negativa. Para esto
pueden entregar pautas de vocalización a quienes ya estén más insertos en el proceso de
escuchar y discriminar.

Es vital a su vez poder contar con los medios tecnológicos disponibles, como grabadoras,
videos, cámaras de celular, etc. A modo que el alumno pueda transcribir las clases, escucharse
o repetir los ejercicios sobre la grabación, considerando que ésta estará a una intensidad
moderada para evitar que el alumno tenga que cantar a intensidad alta para escucharse.

Por otra parte se debe considerar siempre la edad, tipo de personalidad, estudios previos ,
objetivos personales e incluso estado emocional y físico de la clase, pues no es prudente exigir
a quien llega contando que está “aproblemado”, estresado, agotado, saliendo de un estado gripal
o que ha dormido solo 4 horas.

“Primero por amor al niño, después por el amor a enseñar al niño.

Posteriormente por el amor de enseñar música al niño.

Pero siempre el niño es primero” (S., Suzuki. 2004)

Shinichi Suzuki, conocido por desarrollar un método de aprendizaje de violín expresa algo que
los profesores, mediadores, coach, etc. Deben tener presentes: el alumno está siempre primero
y el objetivo es potenciar el talento a partir de los objetivos propios del alumno, es decir que al
momento de trabajar con alguien se debe escuchar con respeto y calma, dando tiempo a que el
ejercicio, el trabajo y el alumno se acomoden, sin intervenir demasiado, entendiendo que algunas
veces no sabemos algunas cosas que ya se aprenderán, realizando modificaciones basadas en
la función vocal y el estilo por sobre los gustos propios. Todo el trabajo está enfocado el
desarrollo integral de las personas, utilizando el desarrollo vocal y musical al servicio de éste.

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Finalmente, no se puede enseñar algo que no se ha experimentado. Es vital que el profesor
tenga estudios de canto, que sea capaz de cantar a su vez ejemplos claros para el alumno, que
haya experimentado por sí mismo los ejercicios que va a solicitar, que entienda y domine el estilo
que se está enseñando, que sepa lo atemorizante que puede ser cantar ante público o en una
sala con un profesor por primera vez. De no tener alguno de estos conocimientos es tan simple
como investigar, estudiar, buscar un profesor de canto, vocalizarse a si mismo, etc. Es decir, que
se debe mantener por parte del profesor un contante aprendizaje.

3) Comunicación:

La comunicación en el canto ha sido siempre un desafío al no tener un instrumento en donde se


pueda ver, observar el mecanismo y hacer correcciones desde la observación externa del
mismo.

Por lo mismo, desde que el canto es canto se ha enseñado a través de metáforas basadas en la
percepción de quien enseña basadas a su vez en la experiencia de su maestro quien determinó
estos parámetros según su experiencia de vida, tipo de cuerpo, percepción del cuerpo y
anatomía vocal. Estas metáforas pueden entorpecer el proceso de enseñanza y haciéndolo
menos eficiente, pues toma gran tiempo y esfuerzo al alumno entender lo que se espera en cada
ejercicio.

El lenguaje debe ser establecido de manera concreta, pues que “el sonido te salga como si
tiraran un mechón del pelo”, “cantar con un bostezo”, “levanta el paladar” o “colocar el sonido en
la máscara” son términos que se más pueden confundir al alumno que aportar.

A su vez es vital que la forma de corregir a un alumno sea a través de una explicación
constructiva y no una crítica, pues como se ha dicho anteriormente una clase es un estado de tal
vulnerabilidad que simplemente una pequeña crítica puede ser devastadora, mientras que una
explicación constructiva puede generar entendimiento y motivación ante un problema que
resolver.

Se debe tener presente que el espacio de la clase puede ser un lugar de sanación en donde una
explicación constructiva y un espacio contenido puede generar que una persona encuentre su
propia voz, cultivando una manera una de expresarse única a través de su arte y visión del
mundo.

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Dentro de la comunicación el profesor será un mediador, quien ayudará a categorizar lo que está
sucediendo, por ejemplo indicar a quien está comenzando cuál es su registro de cabeza o de
pecho, así como también reforzar alguna conducta favorable o sonido, destacando al momento
lo que está sucediendo, describiéndolo y pidiéndole al aluno que lo realice las veces que sea
necesario haya captarlo. Etiquetar es vital para discriminar y clasificar lo que se está haciendo.

Al entregar una instrucción ésta debe ser concreta y clara a través de ejemplos auditivos que el
alumno pueda escuchar e imitar, ejemplos que el instructor debe ser capaz de realizar. Estas
instrucciones de no ser ejecutadas luego de dos o tres veces deben simplemente ser
reemplazadas pues asumiremos que el alumno está haciendo su mejor esfuerzo y que existen
diversos caminos para lograr lo que se busca.

También se asume que instrucciones como “levanta el paladar”, “relájate”, “piensa menos” son
indicaciones casi imposibles de ejecutar pues no implican actos de voluntad, sino más bien una
respuesta fisiológica ante un determinado estímulos. Convengamos una vez más que si el
alumno pudiese tener la posibilidad de hacer de manera deliberada las instrucciones dadas, ya
las habría hecho.

Lograr lo que buscamos se refiere a que cada instrucción debe estar a su vez orientada en un
determinado objetivo, puede ser establecido en el plan de trabajo a mediano plazo como también
ante alguna dificultad que se presente en el momento.

Por otra parte luego de dar una determinada instrucción es vital ser capaz de escuchar
tranquilamente y no realizar cambios inmediatos a menos que la voz esté generando mayor
tensión o el opuesto a nuestro objetivo, es decir que se debe entrenar la capacidad de escuchar.
La paciencia es vital pues cada persona tiene un nivel distinto de percepción del cuerpo,
discriminación auditiva, estamina, y en general: nivel de avance.

Las instrucciones serán claras, sin utilización de metáforas y si estas no se entienden hay que
cambiar el ejercicio. Pues damos por sentado que el alumno está haciendo su mejor esfuerzo y
no queremos frustrarlo. Etiquetar es una buena herramienta: lo que es y lo que no, en qué
categoría y cómo definirlo es una gran guía para el entendimiento de un alumno: si alguien dice
“lápiz” la imagen mental será clara, mientras que si se refiere a “utensilio para hacer líneas sobre
un cuaderno” la imagen es más dificultosa. Peor aún “esa sensación en donde tienes una
superficie y algo hace una línea” va a generar más confusión que otra cosa.

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Para ello los instructores deben saber sobre el aparato fonatorio, como funciona, que músculos y
cartílagos están involucrados etc, para luego entrenarse en la forma de detectar auditiva y
físicamente sobre los puntos donde hay tensión, y sea lengua, mandíbula, determinar que pasa
con el paladar blando y con las paredes mismas de la laringe y faringe, en donde músculos
constrictores generan gran tensión, etc. Es decir que los problemas vocales no subyacen sólo
sobre la respiración y la vibración de los pliegues vocales únicamente. Apretar, tensar, forzar,
controlar, contener son los sinónimos opuestos de lo que esperamos: liberar y flexibilizar.

Al dar una instrucción básicamente estamos generando un estímulo en el cerebro a la espera de


una determinada respuesta, la cual puede ser observada a nivel físico y auditivo.

Esperar que la voz este suelta no es suficiente para obtener una respuesta física del aparato
fonatorio para el desarrollo de todo su potencial a nivel funcional. Para ello se necesitan ciertos
movimientos tales como acción, interacción involucrados en la reacción ante un estímulo. (C.
Reid, 1972)

5) Que es lo que se debe entrenar y desarrollar:

Todo proceso de aprendizaje debe ser lento y progresivo, es decir, comenzar por lo más básico,
incluso cuando el alumno ya lo sepa. Algunas sugerencias prácticas son:

- Desarrollar primero el registro de cabeza, asegurándose que las vocales sean claras y
sin distorsión.
- Respecto al cuerpo se debe procurar que la postura sea la adecuada, es decir con la
columna alineada de manera orgánica, que la mandíbula se encuentre suelta y relajada
al abrir, que el cuerpo en general se encuentre activo y no flojo para así poder respirar
de manera adecuada, sin movimientos externos en la parte superior.

Luego de realizar estos ajustes y establecer un registro de cabeza sólido y estable podemos ir a
registro de pecho en las notas más graves, utilizando la voz hablada como puente, siempre
asegurándose que éste sea liviano y fácil al igual que el registro de cabeza, con una intensidad
cómodamente fuerte para comenzar así a expandir el rango de manera progresiva y lenta. Es
recomendable compensar el trabajo en registro de pecho volviendo al registro de cabeza para
asegurar que éste se mantenga firme. (J. Lovetri, 2011)

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Ante todo se debe tener paciencia y una actitud positiva en donde se entienda que el trabajo
debe ser lento y progresivo. Se debe aprender a escuchar y esperar.

6) Estructura de una clase:

Estructurar una clase es vital para el proceso de aprendizaje, ya que en él el alumno podrá tener
una pauta a seguir que le permita entender lo que se está realizando, así como también para
poder desarrollar esta secuencia solo en caso de requerirlo. Todo contenido será más fácil de
entender si se entrega de forma ordenada.

Empíricamente puedo aportar con la secuencia utilizada en mis clases considerando sólo una
hora de tiempo.

1) Inicio de la clase: Saludar y consultar sobre el estado de la voz desde la última sesión,
consultar si hay alguna pregunta pendiente, si existe algún cambio favorable o no en la
voz, si se ha realizado estudio o lo que el alumno quiera aportar.
En este momento se puede percibir el estado emocional, vocal y de salud en que se
encuentra el alumno.
(10 minutos)

2) Elongar y despertar el cuerpo:


En este momento se realizan ejercicios de relajación de tobillos, rodillas, cintura
hombros y cabeza con movimientos circulares, luego se pueden realizar estiramientos
de columna bajando y subiendo el torso de manera lenta para activar la circulación del
cuerpo y chequear la alineación de la columna. Todo ejercicio que implique movimiento,
respiración y elongación es sugerible 5 minutos.

3) Ejercicios de respiración:
Los ejercicios de respiración pueden ser los que quiera, a modo de recordar al cerebro
sobre la existencia de músculos intercostales, abdominales y como coordinarlos a través
de una exhalación activa que puede ser cuantificada en segundos mientras se utiliza
alguna consonante como S, CH, F, R, etc.
(5 minutos)

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4) Vocalizar:
Para ello comenzaremos en un rango medio a modo de “precalentar” y detectar el
estado de la voz.
Luego separaremos registros, comenzando de cabeza y siguiendo por pecho.

En medio de los ejercicios de aislamiento de registro se buscará desarrollar la flexibilidad


del aparato fonatorio con ejercicios que abarquen un rango de octava o novena, de
manera rápida o lenta dependiendo del contexto para chequear como va reaccionando
la voz y adquiriendo los elementos que se van aportando; flexibilidad y fuerza. (este
módulo se puede extender dependiendo si se abordará un repertorio o no, puede ir
desde los 15, 20 0 35 minutos)

5) Repertorio :
En él se abordará la musicalidad a través de un breve análisis musical de la forma o
estructura del tema, armonía , afinación, fraseo, dinámicas, corporalidad, emotividad,
etc. (este módulo puede variar dependiendo del tiempo que tome la vocalización)

6) Cierre de la clase:

En ella se comentará sobre el trabajo realizado, tareas, objetivos logrados y por lograr,
enfriamiento vocal, etc. (5 minutos)

7) Plano Musical:

En plano musical se puede abordar a través de la afinación, fraseo, dinámicas, articulación,


modulación del texto, estilo del tema y características musicales propias del estilo, expresividad y
lenguaje corporal. También se debe abordar la forma de solucionar los pasajes que presenten
alguna dificultad en particular: determinar qué es lo que falta para que el tema este perfecto, si
hay que ajustar las notas mas graves o más agudas, si se está modulando e incluso si el tema
suena según el estilo. Además actualmente por la influencia en la música pop como baladas o
soul, se debe poner énfasis en los melismas o adornos utilizados los cuales deben ser
trabajados de manera muy lenta, articulando nota por nota y subiendo la velocidad
progresivamente para evitar desafinaciones e imprecisiones que pudiesen estropear la canción.

CIERRE:

La pedagogía es lo que va a permitir el aprendizaje a través de la comunicación entre el profesor


y el alumno. La forma de abordar y enfocar la enseñanza será determinante al potenciar las
capacidades de un cantante, ya que se debe trabajar de manera prudente y progresiva pero
también eficiente, pues el desarrollo profesional presenta diversos desafío en donde las

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correcciones deben ser inmediatas por parte del profesor o incluso del propio alumno, quién
deberá enfrentar situaciones como presentaciones en vivo o grabaciones en estudio, así como
también resolver constantemente problemas de afinación, las cuales pueden ser desde la
carencia absoluta de la tonalidad en caso de principiantes, como también pequeñas
desafinaciones en cantantes más avanzados.

A continuación se verá cómo entender y abordar las situaciones de afinación y grabación, así
como también el uso de tecnología, ya sea para enfrentar un estudio, como equiparse para un
ensayo o presentación pequeña.

Referencias Bibliográficas:

- Revista Calpe & Abyla: Revista de educación y neurociencias, edición diciembre 2011.
- Revista Calpe & Abyla: Revista de educación y neurociencias, edición junio 2011.
http://faculty.lawrence.edu/bozemank/wp-content/uploads/sites/10/2014/03/Bozeman_JOS-
2007_JanFeb.pdf

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