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Características:
Esta habilidad de manipular conceptos a través de la improvisación en lugar
de repetir información memorizando, lleva a la verdadera comprensión.
Además, la observación de la improvisación permite al profesor ver qué es lo
que el niño ha interiorizado y qué debe seguir trabajando.
Ireneu Segarra
Características:
La canción es la base del método, como en el método Kodály. Se empieza
por canciones populares sencillas, pero se llega a canciones extranjeras más
complicadas o de otras épocas de la historia de la música.
Método Kodály
Se enseña música a través de las canciones por una razón: las canciones
infantiles acostumbran a utilizar las mismas notas, los mismos ritmos, etc. Así,
el niño se acostumbra a escuchar esas notas, esos ritmos y, en consecuencia,
parte de la práctica para llegar después a la teoría.
El inconveniente que tiene este método es que las canciones con las que se
aprende son muy básicas y sencillas. Por eso, si nos decidimos por este
método, es muy importante que el niño empiece a estudiar música de bien
pequeñito. Si nuestro hijo ya tiene 11 años no querrá cantar "Cinco lobitos",
pero si se lo podemos pedir a un niño de 3 años, estará encantado
Método Orff
Características:
Con el método de Carl Orff se pretende enseñar los elementos musicales en
su estado más primitivo. Los instrumentos utilizados en este método no
requieren una técnica especial (como el violín o el piano). Así, hablamos de
pies, manos, etc., o instrumentos básicos como el tambor o el triángulo. Se
basa en los juegos de los niños y en aquello que el niño comprende y utiliza
normalmente.
El método está muy relacionado con el lenguaje, ya que los ritmos se trabajan
muchas veces con palabras. De ahí se deduce que también las palabras se
pueden trabajar con los ritmos, y por lo tanto encontramos en este método una
gran ayuda para el habla de nuestro hijo.
Método Suzuki
Con este método, los niños empiezan a hacer música con 2-3 años. Se les
pone música para escuchar, se les da un instrumento para investigar, para
descubrir y cuando consiguen hacer un pequeño paso para imitar un sonido,
se les motiva a continuar por ese camino.
Este método nos pide una dedicación continua y sistemática. Un alumno que
empieza debería tocar cada día acompañado de uno de sus padres durante 10
minutos aproximadamente.
Las canciones y obras que los niños aprenden con el método Suzuki son muy
atractivas, de forma que motivan al niño a aprender otras nuevas y así avanzar
hacia obras más difíciles.
El método Suzuki fue creado por Shinichi Suzuki con un lema muy
concreto:
¡Todos los niños tienen talento!
El Sr. Suzuki se dio cuenta de que todos los niños del mundo, aunque no
sacaran buenas notas en la escuela, hablaban su lengua materna con gran
fluidez. Hablar y expresarse requiere una gran habilidad.
Por lo tanto, ¿por qué un niño que habla correctamente su lengua no es capaz
de seguir ciertas asignaturas de la escuela? La respuesta para él es muy
sencilla: porque su capacidad no ha sido desarrollada a pleno rendimiento.
Los niños empiezan a hacer música con 2-3 años. Desde muy pequeño, el
niño está rodeado de estímulos musicales que le van motivando a hacer
música. Se le ofrece música para escuchar, se le da un instrumento para
investigar, para descubrir y cuando consigue hacer un pequeño paso para
imitar un sonido o un ritmo, se le motiva a continuar por este camino. De esta
manera le vamos animando, igual que cuando está aprendiendo a hablar, para
que siga mejorando cada día un poco más.
• Las canciones y obras que los niños aprenden con el método Suzuki son
muy atractivas, de forma que motivan al niño a aprender otras nuevas
y así avanzar hacia obras más difíciles
Desde que tu hijo era muy pequeño observas que reacciona a los ritmos
alegres, melancólicos o machacones de la música. Y, por increíble que
parezca, esta forma de expresión puede mejorar la salud física y mental
de los niños con problemas. ¿Has oído hablar de la musicoterapia?
Muchos profesionales se han decidido por este tratamiento para ayudar a
niños con retrasos u otro tipo de dificultades.
Pero esto no quiere decir que cuando el niño consigue expresar una emoción
en la terapia ya puede expresarla a todo el mundo. Quizá con nosotros todavía
es reacio a hablar de ciertos temas, y en consecuencia debemos dejar tiempo
a que la terapia haga su efecto y nuestro hijo sea capaz de llevar aquellos
sentimientos fuera de la sesión. Preguntarle por lo que ha pasado dentro del
aula puede resultarle incómodo y ser contraproducente en el proceso
terapéutico. En cambio, nosotros podemos ser muy útiles comentando nuestras
inquietudes con el musicoterapeuta y dándole información de los cambios que
vemos en el niño.
Aprender cantando
Todos recordamos canciones de nuestra infancia, aquélla que nos
cantaba nuestra madre o la que aprendimos en el colegio. Nuestros hijos
también necesitan aprender canciones, y no sólo porque sean bonitas o
divertidas, sino también para mejorar intelectual, emocional y físicamente.
A veces utilizamos las canciones para que nuestro hijo no se aburra, pero
seguramente ni nos damos cuenta de todo lo que estamos aportando.
La canción, además de ser uno de los recursos lúdicos que tenemos más
a mano y disponible en cualquier momento, es un importante instrumento
educativo. Puede utilizarse para conseguir distintos objetivos, pero siempre,
siempre, hace que el camino para llegar hasta ellos sea un camino fácil y
divertido de andar
• Facilita las relaciones sociales con los demás. Gracias al canto coral,
es decir, a cantar con otros niños, nuestro hijo aprende a relacionarse
con sus compañeros. En ocasiones podemos ver cómo los niños cantan
juntos una canción o se enseñan las estrofas que se saben, etc. ¿Qué
decir de las innumerables canciones que llegamos a cantar a coro en
cada excursión?
No debemos olvidar que las canciones populares son una valiosa fuente
de aspectos culturales. Con ello queremos decir que enseñar una canción a
un niño es mostrarle un elemento más de la sociedad en la que vive, y por lo
tanto le ayuda a integrarse mejor en ella. Hay muchas canciones que
pertenecen a una fiesta o tradición concreta del año, por ejemplo los villancicos
de Navidad. Cantar estas canciones se convierte en un referente cultural
muy importante para el niño.
Son muchos los grandes métodos de enseñanza musical que se han creado
en el siglo XX, que pueden aportarnos numerosos elementos positivos al
aprendizaje musical de los niños de Educación Primaria, pero adscribirnos a
uno de ellos con exclusividad puede traernos efectos contrarios.
En mi método de trabajo con los niños y niñas, incluyo aquellos elementos,
propuestas, formas de trabajar, técnicas…, que yo crea puedan adaptarse
mejor a mi realidad, y aquellos que mejor respondan a los objetivos que quiero
conseguir y desarrollar. De esta forma, para mí, todas estas metodologías son
válidas para enseñar Música (Dalcroze, Kodály, Willems, Martenot, Orff,
Ireneu Segarra, Luis Elizalde, Chevais, Ward…).
• Del método Dalcroze cojo ideas que me sirvan para que mis discípulos
vayan interiorizando el ritmo a través del movimiento por medio de
actividades como marchar a un tempo determinado marcado en el
pandero y a un golpe fuerte pararse, para luego retomar el mismo pulso
al volver a escuchar el golpe; seguir un tempo determinado
desplazándose por el espacio y a una determinada indicación hacerlo al
doble de velocidad, y ante otra indicación sonora hacerlo a la mitad;
caminar libres por el aula y al sonar una música adaptar sus pasos a
ella; para interiorizar los matices, al escuchar una música fuerte andar
con pisadas fuertes y al escuchar la música piano andar de cuclillas.