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FICHAS de

FILOSOFÍA I
La filosofía antigua

CPEM 18
Cátedra de Filosofía
Prof.: Claudio Andrés Godoy
El nacimiento de la filosofía

Llamo filosofía a la visión


responsable y creo que su
símbolo podría ser el haz
de luz de un faro que se va
moviendo y explora la
realidad, variando el punto
de vista en continuidad y
coherencia ...
J . MARIAS
1. EL PASO DEL MITO AL LÓGOS
La filosofía occidental surgió en la Grecia
antigua (S. VII a. C.) en la colonia de Mileto
Anteriormente, las explicaciones del origen del
mundo se hacían gracias a μύθος (Mitos).

Los mitos eran unas cosmovisiones en las


que los dioses del Olimpo vivían una serie de
aventuras. Uno muy famoso es el rapto de
Europa.

Europa era una princesa


fenicia de la que Zeus se
enamoró. Transfom1ado
en toro se la llevó a Creta
por el mar, donde
tuvieron tres hijos.
μύθος
λογότυπα
Pero la filosofía buscaba explicaciones racionales del mundo.
Por eso se solía decir que con el nacimiento de la filosofía tuvo
lugar el "paso del mito al logos". (Polémica Burnet/ Cornford).

¿COMO OCURRIO ESTE


PASO?

LÓGOS (λογός):
palabra,
tratado, ciencia.
En realidad, no fue algo que sucediera de
repente, un "milagro griego", sino que hubo
diversas influencias.

RELIGIOSA: La religión griega,


en la que había dioses con
forma humana, no era muy
ortodoxa. Los poemas de
Homero (Ilíada y Odisea) y
Hesíodo (Trabajos y días)
hablaban de dioses no
humanos para explicar el
origen del mundo, como el
Océano o el Caos.
CIENTÍFICA: Los saberes y
tecnologías importadas de China,
India, Egipto y Mesopotamia
contribuyeron al surgimiento de la
inquietud científica y filosófica en
Grecia.

El más antiguo trabajo chino en


matemáticas es Aritmética en nueve
secciones, el cual se dice que fue escrito
bajo la dinastía de los Chou, hacia
1OOO a. C.
SOCIEDAD Y ECONOMÍA: El comercio
permitía el conocimiento de otros pueblos,
además los aristócratas griegos tenían
tiempo libre para dedicarse a filosofar.
Asimismo, la aparición de la moneda
propició el razonamiento por abstracción.

En las polis griegas surgió la


democracia, y se comenzó a
reflexionar sobre conceptos
como la ciudadanía y la
amistad.
αρχή

¿Cuál es el
principio o
arjé de todas
las cosas?

Ese principio debe estar en la naturaleza (physis), ¿cuál será?


LA FILOSOFÍA ANTIGUA
I. PERÍODO JÓNICO.
LOS
PRESOCRÁTICOS.
II. ETAPA ÉTICA.
PERÍODO
SOCRÁTICO.
III. ETAPA METAFÍSICA.
PLATÓN Y
ARISTÓTELES.
IV. ETAPA HELENÍSTICA.
1. Período jónico. Los
presocráticos
1. Escuela de Mileto
(Jonia y Asia Menor)
2. Escuela pitagórica
(Magna Grecia)
3. Heráclito de Éfeso
(Escuela de Éfeso-
Costa jónica)
4. Escuela de Elea
5. Mecanicistas
1.1 Escuela de Mileto (Jonia y Asia
Menor) 624- 546 aC
Los milesios estudian la Naturaleza y se preguntan
por el principio (Arjé de la Physis) a partir del cual Tales propone el agua, un
se forma el universo. Se trata de un principio
principio material infinito, sin
material, originario, constitutivo y dinámico. Los
tres representantes de la Escuela son: Tales,
generación ni corrupción, a
Anaximandro y Anaxímenes. diferencia de las sustancias que
son finitas Se mantiene
permanente e inalterable en
todas las sustancias, constituye
su sustrato básico y, a partir de
sus transformaciones, todo se
genera.
1.2 Escuela de Mileto (Jonia y Asia
Menor)
Anaximandro (610- 545 aC) dice que el
principio es el ápeiron, un principio
material infinito como el agua, pero
indeterminado o indefinido, sin
características cualitativas que lo
definan. De él nacen cuatro elementos
opuestos: frío-calor, sequedad-humedad
De sus oposiciones se generan las
sustancias

Anaxímenes (585- 524 aC) considera que el


principio material es el aire, infinito y
determinado como el agua. Debido a su
naturaleza, se manifiesta siguiendo dos
procesos opuestos: la condensación y la
rarefacción Cuando se enfría, se
condensa y solidifica dando lugar al
viento, nubes, agua, tierra y piedras.
Cuando se calienta, se dilata y se
enrarece, generando el fuego y todos sus
derivados.
2.1 Escuela pitagórica (Magna Grecia)
572- 496 aC)
Fue iniciada por Pitágoras de Samos, que fundó la
Escuela en la ciudad de Crotona, al sur de Italia,
como una comunidad abierta, regida por
determinadas normas de vida y de conducta
necesarias para conseguir la purificación del alma.

Tenía un doble carácter: místico-religioso y científico.


Místico-religioso: recoge la influencia del
orfismo y establece una diferencia entre el
cuerpo, parte material, mortal y corruptible, y
el alma, parte inmaterial, inmortal e
incorruptible, principio de vida y animación
del cuerpo El lugar propio del alma es el
mundo de los inmortales. De ahí que sea
necesario seguir determinadas normas de
vida y de conducta para conseguir la
purificación y el retorno del alma a este
mundo. Las almas no purificadas se ven
sometidas a la trasmigración
(metempsicosis) y van a parar a cuerpos de
otros seres vivos. Siguiendo un ciclo hasta
alcanzar la purificación (finalidad ética de la
conducta).
2.2 Escuela pitagórica (Magna Grecia)
Científico: las disciplinas estudiadas fueron: matemáticas,
medicina, música, gimnasia y política. Dedicados al estudio
de las matemáticas, los pitagóricos las convirtieron en la
ciencia más importante, debido a su carácter deductivo y
racional. La aritmética era la teoría de los números, que
proporcionaba las bases para la elaboración de teoremas, y la
geometría garantizaba la certeza de las proposiciones
matemáticas. Las dos van íntimamente ligadas, porque los
números constituyen la estructura interna de las cosas
(arjé) y las figuras geométricas son la representación
figurativa de esta estructura interna (1 es el punto, 2 la línea,
3 el triángulo y 4 la pirámide): de ahí la existencia de números
cuadrados, rectangulares, triangulares... La naturaleza de los
números es doble: par e impar, el primero ilimitado y el
segundo limitado. A diferencia de los milesios, proponen un
principio formal a partir del cual se establecen los aspectos
cuantitativos y no los cualitativos de las sustancias y del
universo. La interpretación numérica del universo les lleva a
afirmar la existencia de una armonía de las esferas que
origina una música celestial, producto del movimiento de los
astros y planetas y de las distancias existentes entre ellos.

Muerto Pitágoras, los pitagóricos fueron perseguidos por motivos


políticos y la Escuela desapareció. Algunos de ellos consiguieron
huir a Grecia.
3. Heráclito de Éfeso (Costa jónica)
(544- 484 aC) De familia noble, renunció a su condición social y vivió aislado, al
margen de la sociedad. Se le llamó «el oscuro», debido al
carácter aforístico y profético de su obra Sobre la Naturaleza
(alrededor del año 490 a.C.).
Los elementos que explican la estructura de la Naturaleza son
tres: cambio, logos y fuego.
Cambio: la realidad es cambiante, está en constante
devenir. Este cambio se manifiesta por medio de la
oposición de contrarios. Se trata de un proceso
dialéctico por el cual se pasa de un elemento a su
contrario.
Logos: es la ley que regula y ordena la oposición de
contrarios. Es la unidad que se mantiene por debajo
del cambio, que subyace a él. La llama,
metafóricamente, razón universal, lo que es común a
todo, sabio y divino, sinónimo de cálculo, medida y
proporción de las cosas.
Fuego: es el constituyente cósmico originario. A partir de
sus transformaciones se genera el universo, siguiendo
dos fases: descendiente, cuando el fuego origina el
agua y ésta la tierra, y ascendiente, camino inverso,
por el cual la tierra y el agua vuelven a convertirse en
fuego.
El universo es un cosmos regulado por la razón, de la misma
manera que el ser humano es un microcosmos regido
también por la razón.
4.1 Escuela de Elea
(540- 470 aC) Parménides nació en la época de la fundación de Elea (en
torno al año 540 a.C.). Su obra, el Poema, consta de
una introducción o proemio, de carácter alegórico, en
el que la Diosa de la justicia, Dike, muestra al sabio las
vías de investigación, que son tres:
Vía de la verdad: vía del ser, que por definición es
lo que es, a diferencia del no ser, que es lo que
no es. De la definición del ser se infiere que es
uno, infinito, ingénito y sin fin, continuo, inmóvil,
indivisible y homogéneo, similar a una esfera
que comienza y acaba en si misma, completo,
acabado y perfecto. El pensar es lo que nos
lleva al ser pero, dado que no hay nada diferente
al ser. Ser y pensar se identifican (panteísmo).
Vía del no ser: que es un camino impracticable, que
debe abandonarse porque el no ser no es y por
tanto no se puede caracterizar.
Vía de la opinión de los mortales: vía del ser y el no
ser, que es la vía de los sentidos, y nos lleva a
aceptar la multiplicidad y el cambio, que las
cosas son y al mismo tiempo no son. Se trata de
un mundo de apariencias, ilusorio, donde los
opuestos sensibles, fuego y tierra. sinónimos de
calor y frío, luz y oscuridad, generan los
fenómenos.
4.2 Escuela de Elea

Jenófanes de Colofón (570- 475 aC) figura como el iniciador de la Escuela al


afirmar la existencia de la unidad, que identifica con la divinidad (DIOS ES
UNO). El arjé es el barro (tierra y agua) como puede verse en las impresiones de
peces en algas y rocas.

Zenón (490- 420 aC): discípulo de Parménides, corrobora su teoría y la defensa de


la unidad, por medio de aporías, argumentos que demuestran que, si se afirma
la pluralidad, las consecuencias que se derivan son peores que las que se
derivan de afirmar la unidad. La defensa de la unidad conduce a la negación del
cambio y el movimiento.
5. Mecanicistas: pluralistas
Concilian el pensamiento de Heráclito y de
Parménides, el ser y el cambio (unidad y
multiplicidad).
Empédocles de Agrigento (495- 435 aC). Las
partículas materiales que constituyen las
sustancias son cuatro raíces: tierra, fuego,
agua y aire, con las características del ser
de Parménides, infinitas, eternas e
inmutables. Se agrupan por la acción de
dos fuerzas o principios activos: el Amor y
el Odio, sinónimos de unión y dispersión.
El universo se constituye a partir de unos
períodos de alternancia de estas dos
fuerzas.
Anaxágoras de Clazomene (500- 428 aC). La
materia está constituida por gérmenes o
partículas llamadas homeomerías. El nous
es la fuerza activa que las agrupa y origina
las sustancias
5. Mecanicistas: atomistas
Demócrito de Abdera (460- 370 aC) sigue
la teoría de Leucipo y afirma que el
universo está constituido por infinitas
partículas materiales, los átomos, una
masa compacta y sólida. Son
indestructibles, invisibles, indivisibles y
homogéneos en su contextura, aunque
se distinguen por la forma y el tamaño.
Se mueven libremente en el espacio
vacío, en todas direcciones, y su
movimiento es eterno y sin causa. Al
chocar entre si, forman los cuerpos
compuestos, ya visibles. El universo se
origina por la atracción de un torbellino
cósmico que atrae los átomos más
pesados hacia el centro, mientras que
los ligeros quedan en la periferia. Una
membrana que los envuelve los
mantiene unidos constituyendo un
cosmos.
2. Etapa ética. Período
socrático

1. Sócrates.
2. Sofistas.
3. Socráticos
menores.
1. Sócrates

Vivió la época de esplendor de Atenas. Estudió astronomía, geometría, cálculo, música y dialéctica. De su filosofía
destaca el método, la defensa del saber universal y la moral.
El método. Entiende la filosofía como un examen de uno mismo y de los otros, y el método que lo hace
posible es el diálogo: «conversación o discusión dialéctica sobre un tema» que permitía, partiendo de
definiciones menos adecuadas, obtener una que fuese universalmente válida. Los dos momentos del
diálogo son la ironía: hacer profesión de ignorancia, pensar que no se sabe nada para estar en
disposición de saber, y la mayéutica: “dar luz a la verdad”, arte de la investigación en común que
permite que se reconozca la verdad en la propia mente.
El saber universal. El verdadero saber es el universal y necesario, de valor absoluto, idéntico para todo el
mundo y no el relativo, como defendían los sofistas. Los conceptos universales se obtienen por medio
de un proceso de abstracción que hace nuestra mente a partir de los rasgos comunes a diferentes
individuos de la misma especie.
La moral. Defiende una autarquía moral al afirmar que la bondad es innata y que la persona ha de
descubrir el bien en si mismo, siguiendo los mandatos de su propia alma y por medio de un proceso de
interiorización o intuición. Su moral es intelectualista porque dice que es el saber el que permite actuar
moralmente, actuar de acuerdo con la virtud y poseer la ciencia del bien y del mal.
2. Sofistas
Filósofos que se establecieron en Atenas procedentes de otras
ciudades en la época de la Ilustración griega, durante el reinado
de Pericles, coincidiendo con la instauración de la democracia.
El término sofista significa «profesional del saber» y designa a
aquellos que enseñan lo que saben. Cumplieron una función
social: preparar al ciudadano para participar en la vida política.
Las artes que lo hacían posible eran la oratoria y la retórica
Enseñaban la areté política, o virtud política, y el arte del
discurso, de convencer y de imponerse a los demás, en él se
procuraba que el argumento más débil apareciera como el más
fuerte.
Uno de los temas centrales es la antítesis physis-nómos (naturaleza-
convención), la oposición entre las leyes naturales, de valor
universal y necesario, inmutables y permanentes, y las leyes
sociales, relativas y convencionales, producto de un acuerdo
entre los individuos.
Protágoras defendió el relativismo afirmando que “el hombre
es la medida de todas las cosas” . Todo es relativo y
depende de los acuerdos que se establecen en función de
las necesidades sociales del momento.
Gorgias defendió el escepticismo ante la imposibilidad de
llegar a la verdad absoluta. Lo expresa diciendo: "nada
existe"; si existiera, no sería conocible y si pudiéramos
conocerlo. no podríamos expresarlo.
3. Socráticos menores
Se les llama así porque continuaron el pensamiento socrático en
una dirección determinada. Algunos de ellos habían sido
discípulos de Sócrates.
Megáricos (Euclides de Megara). Sintetizan la teoría de
Sócrates con la defensa que los eleatas hacen de la
unidad. El bien es la unidad idéntica a sí misma que
equivale a la sabiduría, a Dios, al pensamiento. La virtud
también es una, el conocimiento del bien. La forma de
conocimiento válida es la razón, ya que todo lo que
proviene de las sensaciones sólo conduce a la
aceptación de la multiplicidad y de cambio. Algunos dan
valor heurístico al lenguaje recurrente a una dialéctica
negativa que les permite refutar argumentos por la
reducción al absurdo.
Cínicos (Antístenes y Diógenes). El término designaba a los
«discípulos del perro», porque vivían sin estar sujetos a
ningún convencionalismo. La virtud es el bien y la que
determina la conducta. Actuar de acuerdo con la virtud
significa vencer los placeres, liberarse de las
necesidades y alcanzar la total independencia y fortaleza
de ánimo.
Cirenaicos u hedonistas (Aristipo). La finalidad de la
conducta moral es conseguir placer. De ahí que la
felicidad sea la suma de placeres. Los estadios emotivos
del individuo son tres: la sensación de dolor, la sensación
de placer y un estadio intermedio en el que no se siente
ni dolor ni placer. Hay que valorar el presente y vivir el
instante.
3. Etapa metafísica. Platón y
Aristóteles.
1. Platón.
A. Introducción y concepción de la filosofía.
B. Teoría del conocimiento.
C. Antropología, Ética y Política.

2. Aristóteles.
A. Introducción y concepción del saber.
B. El hilemorfismo, el cambio y el origen del
movimiento.
C. Concepto del ser humano, ética y política.
1. Platón: introducción y
concepción de la filosofía
De familia noble, recibió una de las mejores educaciones de la
época. Fue discípulo de Sócrates y conoció las teorías de los
pitagóricos y de Heráclito. Realizó tres viajes a Siracusa para
imponer su modelo de Estado, la República, sin conseguirlo.
Fundó la Academia, primer centro de investigación, donde se
impartían: filosofía, matemáticas, astronomía, zoología y
botánica. Sus obras están escritas en forma de diálogos,
cartas y apologías. Se han clasificado en cuatro períodos:
Período socrático: recoge las ideas de Sócrates (Critón,
Protágoras…)
Período de transición: incorpora algunas de sus ideas
(Gorgias, Cratilo, Menon ...)
Período de madurez: expone su propia teoría (Fedón, El
Banquete, Fedro ,La República ... )
Período de vejez: reflexiona autocríticamente sobre sus
temas (El Sofista, Timeo, Filebo, Las leyes ...)
Entiende la filosofía como dialéctica o ciencia del bien. El bien es
el objeto del conocimiento, de la ética y de la política. La
dialéctica tiene un doble sentido: es el proceso ascensional
del alma hacia el bien o idea de las ideas, cuando se guía por
la razón y deja de lado los sentidos. El bien es la idea que
está por encima de las otras ideas, les confiere la esencia y la
existencia. Es divina trascendencia. Por otro lado, la
dialéctica permite el conocimiento de las ideas, es la
disciplina suprema que da al sabio la posibilidad de conocer
la verdad: el bien y las ideas.
1.1 Platón: teoría del conocimiento
Siguiendo a Sócrates, acepta que el verdadero conocimiento es el universal y necesario, no el particular y
contingente que nos muestran los sentidos. Platón se pregunta como obtiene la mente las ideas
universales, si los conocimientos que nos proporcionan los sentidos sobre la realidad son particulares.
La única respuesta posible es postular la existencia de otro mundo diferente al mundo sensible: el
mundo inteligible, constituido por las ideas, realidades universales, idénticas a sí mismas, eternas,
inmutables, esencias puras. Hay una jerarquía de ideas y la idea máxima es la del Bien. Quien las
conoce es el alma que habita en este mundo junto con las divinidades, antes de unirse a un cuerpo del
mundo sensible. La unión se debe a un castigo de los dioses, que obliga al alma a abandonar el
mundo inteligible y a quedar unida a un cuerpo que actúa como su prisión, y de la que se tendrá que
liberar (explica la caída del alma en el mito del carro alado, del diálogo Fedro).
El sentido de la vida del ser humano es conseguir la purificación del alma para volver al mundo de los
inmortales y evitar la transmigración a otros cuerpos de seres vivos. La condición necesaria es guiarse
por la razón que nos conduce al conocimiento de las ideas y del bien dejando de lado los sentidos.
Describe el conocimiento como un proceso de reminiscencia por el cual el alma, que al unirse a un cuerpo
había olvidado momentáneamente las ideas, a medida que los sentidos le muestran los objetos de la
realidad, recuerda las ideas anteriormente contempladas, con lo cual pasa a conocer el objeto. Las
cosas no son mas que copias o imitaciones de las ideas. De ahí que, al verlas, se despierte en el
alma el recuerdo de la idea correspondiente a cada objeto.
Distingue dos grados de conocimiento: doxa y episteme, propios, respectivamente, del mundo sensible e
inteligible. La doxa (opinión) es el conocimiento sensible, particular; tiene dos modalidades: eikasia
(las imágenes de los objetos) y pistis (visión directa de los objetos). La episteme (ciencia) es el
conocimiento racional también con dos modalidades: dianoia (saber demostrativo) y noesis (intuición
pura de esencias, conocimiento inmediato de las ideas). La relación de participación entre los dos
mundos nos muestra que el mundo sensible es una copia del inteligible y la explica por medio del mito
de la caverna en el diálogo La República.
1.2 Platón: teoría del conocimiento
Interpretación:
Dentro de la caverna se encuentran unos hombres atados de manera que sólo pueden mirar hacia el fondo
de la pared interior de la cueva. Tras ellos hay un fuego; entre el fuego y los encadenados, se
encuentra un camino elevado, a lo largo del cual hay un pequeño muro. Unos hombres circulan por el
camino llevando objetos fabricados que sobresalen por encima del muro. Los prisioneros sólo ven las
sombras proyectadas de los objetos transportados y atribuyen a las mismas las voces de los hombres
que circulan por el camino.
El interior representa el mundo sensible, mundo de ignorancia y de sombras. También la doxa y sus dos
modalidades: eikasia (sombras proyectadas en la pared interior) y pistis (los objetos que transportan los
hombres que circulan por el camino). El fuego simboliza la luz que hace posible la visión del interior.
Platón plantea la hipótesis de la liberación de un prisionero que, para abandonar la cueva, tiene que salir
por un camino escarpado y difícil. Una vez fuera, se deslumbra y necesita acostumbrarse a la luz para
ver la realidad que se le presenta. Ve, en primer lugar, las sombras de los seres vivos reflejados en las
aguas de los ríos, después los seres mismos y, finalmente, el sol, que lo ilumina todo, haciendo posible
la visión de las cosas.
El exterior de la cueva representa el mundo inteligible de las ideas, la verdadera realidad. También la
episteme y sus dos modalidades: dianoia (las sombras de los seres naturales reflejadas en las aguas,
los inteligibles inferiores) y noesis (visión directa de los seres). El sol que ilumina y hace posible la
visión y el conocimiento representa la idea máxima, la idea de las ideas, el Bien.
El prisionero liberado y la subida al mundo inteligible equivalen a la ascensión del alma, el tránsito de la
conjetura a la creencia, de la ignorancia a la ciencia. Lo hace posible la dialéctica o filosofía (camino
difícil del mito), como método que dirige la razón hacia el conocimiento de la verdad.
El mito señala, por un lado, que el mundo sensible es una copia o imitación de mundo inteligible; por otro,
cuál es la condición de la existencia humana.
1.3 Platón: antropología, ética y
política
Antropología. Defiende un dualismo: el hombre está constituido por cuerpo (material y corruptible) y alma
(inmaterial, inmortal y simple). El alma existe antes que el cuerpo en el mundo de los inmortales; pero
debido a un castigo se une a él, manteniendo una unión accidental. Se encarga de dirigir la conducta.
Consta de 3 partes o principios de acción: razón (parte directiva), ánimo (voluntad y pasiones) y
apetito (instintos y bajas pasiones).
Ética. El sentido de la conducta moral es conseguir la purificación del alma gracias al conocimiento del
Bien, idea de las ideas. La conducta será justa y tendrá presente el Bien cuando las tres partes del
alma: razón, ánimo (parte irascible) y apetito (parte concupiscible) actúen regidas por las respectivas
virtudes: prudencia, fortaleza y templanza. De la relación armónica de las tres partes y las tres
virtudes se obtiene una cuarta virtud que es la justicia, el Bien.
Política. La estructura de la sociedad coincide con la estructura del hombre. Hay tres clases sociales:
gobernantes, guerreros y comerciantes, que se corresponden con las tres partes del alma y están
regidas también por las tres virtudes que regulan la conducta. Los gobernantes habrán de ser
prudentes. Los guerreros, tener fortaleza para defender la ciudad. Los comerciantes, templanza para
controlar sus impulsos. La educación es el medio que permite a los ciudadanos acceder de una clase
a otra, prepara al futuro gobernante, que será el más sabio, quien ha alcanzado el grado máximo de
educación, que es la dialéctica o filosofía, capaz de gobernar garantizando la justicia porque es quien
conoce el Bien. El modelo de Estado que propone es una República, constituida por estas tres clases
y dirigida por el filósofo-rey. Ésta es la única garantía de que el Estado procure el bien común. Platón
establece una relación entre los elementos que integran el carro alado, las partes del alma, las
virtudes que las rigen y las clases sociales. Por ejemplo, el auriga es el que dirige el carro y equivale a
la razón, que es la parte directiva de la conducta. La prudencia es la virtud propia de la parte racional
del alma y de los gobernantes encargados de dirigir el Estado.
2. Aristóteles: Introducción y
concepción del saber
Estudió en Atenas y fue miembro de la Academia de Platón durante unos 20
años. Muerto Platón, viajó a Asos y Mitilene. Se dedicó a los estudios de
la zoología y de la naturaleza. Fue preceptor de Alejandro Magno, quien
lo protegió y con quien mantuvo una relación de amistad. En Atenas
fundó el Liceo, escuela conocida por el nombre de perípatos. Sus obras
se han agrupado en tres períodos:
Época de las relaciones con Platón (Eudemo, Física y Protéptico).
Actividad en Asos y Mitilene (Ética a Eudemo y primitiva Política).
Actividad en el Liceo (Lógica u Organon, Metafísica, Ética a Nicómaco,
Retórica y Poética).
Clasifica los saberes en función de las dimensiones de la persona: teóricos
(ámbito del conocimiento), prácticos (ámbito de la conducta) y
poyéticos (capacidad creadora y productiva del individuo). Son ciencias
teóricas: la Metafísica, la Física y las Matemáticas; prácticas: la Ética y la
Política; y poyéticas: la Retórica y la Poética.
La ciencia más importante es la Metafísica, porque es la más general y
contiene a las demás. La define como «ciencia del ser en tanto que ser»
porque se ocupa del ser, que es el concepto más general, ya que todo se
puede decir que es. El ser es un concepto trascendental a partir del cual
se obtienen las 10 categorías o géneros supremos del ser que permiten
clasificar todo lo existente. Éstas categorías dan lugar a los
correspondientes géneros y especies. También la define como «ciencia
de los primeros principios y primeras causas», porque contiene los
primeros principios lógicos que sirven de fundamento al conocimiento y a
las otras ciencias: el principio de no contradicción, el de identidad y el del
tercio excluso.
2. Aristóteles: el hilemorfismo, el
cambio y el origen del movimiento
El hilemorfismo. El término sustancia designa, en el ámbito lógico, una de las 10 categorías del ser. Es la
más importante porque es la única que hace de sujeto: las otras actúan como predicado. En el ámbito
real (ontológico), la sustancia primera es el ser concreto y singular de la realidad constituido por la
materia (hilé) y la forma (morfé). La materia es el sustrato básico, el material que la constituye y los
accidentes que la individualizan; la forma es la esencia que hace que la sustancia sea lo que es, el
elemento que informa la materia haciendo nacer en ella accidentes, caracterizándola. Actúa como
principio de inteligibilidad, gracias al cual conocemos la sustancia. La llama sustancia segunda.
Materia y forma son dos principios constitutivos de la sustancia que no se pueden dar por separado
El cambio. Distingue cuatro tipos de cambio: cuantitativo (aumento y disminución), cualitativo (variación
o alteración de cualidades), local (cambio de lugar o traslación) y sustancial. El cambio sustancial es
el que padece una sustancia desde su generación hasta su corrupción. Lo define como el «paso de la
potencia al acto» o «la actualización de la potencia», indicando que se hacen realidad las diferentes
posibilidades de ser que tiene la sustancia. La potencia son las posibilidades de ser que contiene; y el
acto, la realización de cada una de ellas. De ahí que una sustancia sea en acto y, al mismo tiempo,
contenga en potencia otra manera de ser. Los tres elementos que intervienen en el proceso son la
materia (potencia), la forma (acto) y la privación, que es lo que la sustancia no tiene, lo que le falta y
explica que necesite adquirir una nueva configuración. Los principios o causas del movimiento son
cuatro: causa material (la materia), causa formal (forma o esencia), causa eficiente (el principio del
cambio o impulso interno que la hace cambiar) y causa final (el fin, la máxima realización posible).
Las dos primeras son internas y las dos segundas, externas.
Origen del movimiento. Admite que, si todo es movido por un elemento anterior, habrá una causa primera
del movimiento. Y éste es el primer motor inmóvil, que mueve sin ser movido por nada anterior, es
acto puro, sin potencia porque es inmóvil, perfecto y no cambia. Es inmaterial y divino, actúa como
causa final porque mueve atrayendo todas las cosas hacia la perfección (concepción teleológica del
universo: todo tiende a un fin, la máxima realización posible o la perfección). En la cosmología el
primer motor es la inteligencia de la primera esfera que inicia el movimiento y lo confiere a la esfera
siguiente.
2. Aristóteles: concepto de ser
humano, ética y política
Concepto de ser humano. Coincidiendo con Platón, admite el dualismo de la persona, ser
constituido por cuerpo (materia) y alma (forma). El alma es principio de vida y de movimiento
del cuerpo, y ambos mantienen una unión sustancial, ya que no se pueden dar por separado.
La forma es la que informa la materia. Distingue tres tipos de alma que determinan las
diferentes especies existentes: vegetativa (cumple las funciones de nutrición y de
reproducción), sensitiva (regula el sistema nervioso: percepción sensible, imaginación y
memoria) y racional (exclusiva del hombre). Esta última es inmortal.
La ética tiene un sentido teleológico, ya que la conducta moral es la tendencia a un fin, que es un
medio para otro fin, de manera que la cadena de fines culmina en un fin último: la felicidad.
Para conseguirla, se tiene que actuar de acuerdo con la virtud, que es el punto medio entre
dos extremos: el defecto y el exceso. Hay dos tipos de virtudes: dianoéticas o intelectuales
(ciencia y sabiduría de la razón teórica y técnica y prudencia de la razón práctica) y éticas o
morales (la más importante es la justicia).
El origen de la sociedad es biológico. El ser humano se agrupa formando familias, éstas forman
«barrios» y, a su vez, éstos constituyen la polis o ciudad, que es autárquica y vela por los
intereses morales (el bien común). En la sociedad, cada individuo ocupa el lugar que le
corresponde en función de su capacidad natural y los más preparados de los guerreros serán
los gobernantes. Propone como forma de gobierno la politeia donde gobiernan los más
preparados de la clase media (equilibrio entre dos extremos).
4. Etapa helenística

1. Estoicismo.
2. Epicureismo.
3. Escepticismo.
4.1. Estoicismo
Estoicismo. Presenta tres etapas. El estoicismo antiguo:
Zenón de Citio, Cleantes y Crisipo; el estoicismo
medio: Panecio y Posidonio, y el estoicismo posterior:
Séneca, Epicteto y Marco Aurelio.
La física de los estoicos es una recuperación de la
teoría de Heráclito. El cosmos está constituido
por la materia (el agua y la tierra), que es pasiva,
y por el pneuma (aire y fuego), principio activo,
también material, que vivifica la materia actuando
como germen a partir del cual se generan las
sustancias. El pneuma es la manifestación del
logos, la unidad cósmica que todo lo rige, el alma
del mundo que corresponde a Dios. El mundo
sigue un proceso de evolución cíclico que se va
repitiendo de manera idéntica, regido por el Hado
o el Destino. Defienden, así, el panteísmo y el
determinismo.
La ética que defienden es naturalista. El ser humano
es un microcosmos y su conducta está regida por
la razón. De aquí que la felicidad se consiga
actuando de acuerdo con la naturaleza, de
acuerdo con la razón. El ideal del sabio es llegar
a la apatheia (autodominio), propio de la vida
ascética.
4.2. Epicureismo
Iniciado por Epicuro de Samos (años 341-270 a.C.), que
fundó una Escuela llamada El Jardín.
Defiende una física materialista que recoge el atomismo de
Demócrito. El universo está constituido por átomos y
vacío. Los átomos se mueven en sentido vertical,
pero tienen la capacidad de desviarse de la trayectoria
inicial (declinatio), chocando entre sí y originando las
sustancias. Los choques se producen por azar, sin
que una causa los determine, aceptando así la
libertad en el universo.
La finalidad de la conducta moral es la felicidad, la cual
reside en el placer que es «principio y fin de una vida
feliz». La persona busca el placer y huye del dolor,
pero placer y dolor mantienen una relación dialéctica
porque uno sigue al otro. De ahí que el ideal del sabio
consista no en perseguir el placer más grande, porque
comportará un dolor mayor, sino en alcanzar un
equilibrio de placeres, un estado de ataraxia, de
tranquilidad de ánimo o ausencia de turbación.
En la obra Carta a Meneceo, Epicuro expone cuáles son
las causas de la infelicidad humana: el miedo a los
dioses, al destino, al dolor y a la muerte, y justifica por
qué no hemos de dejar que nos angustien.
4.3. Escepticismo
Iniciado por Pirrón de Elis (años 360-270 a.C.),
se extiende hasta el siglo 11 d.C.,
recogiendo la herencia del atomismo de
Demócrito y el relativismo de los sofistas.
En el ámbito teórico, los escépticos defienden
que la razón no puede conocer la esencia
de las cosas y sólo sabemos cómo se nos
presentan. La percepción no es tampoco
garantía de validez objetiva; por tanto, no
existe un saber seguro. Si esta actitud se
aplica al ámbito práctico, la única manera de
llegar a la felicidad y a la tranquilidad o paz
interior es absteniéndose de juzgar o emitir
juicios de valor, realizar una epokhé
(abstención de juicio), no adherirse a
ninguna opinión ni adoptar decisiones,
porque nunca se puede estar seguro de
nada.

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