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SALUD: CONCEPCIONES Y RELACIÓN MÉDICO-PACIENTE

Nombre: Trishna Vaswani Bustamante

La salud es un concepto que ha ido evolucionando con el paso del tiempo y el


transcurso de la humanidad, así como lo señala la FLACSO, la salud es una
‘‘construcción histórica, social, cultural y subjetiva, de carácter multi-determinado,
que ha variado a lo largo del tiempo y que, a la vez, varía y adquiere diferentes
connotaciones y significados según distintos contextos y grupos sociales’’. En este
ensayo se pretende dar un recorrido por cada una de estas concepciones,
explicando cómo definen los conceptos de ‘‘salud’’ y ‘‘enfermedad’’, y a su vez,
estableciendo como es la relación médico-paciente en cada una de ellas.

Durante las sociedades primitivas, la salud era vista como un estado natural,
basándose en fenómenos sobrenaturales para explicar las enfermedades. Durante
la pre-historia se encontraron cráneos con agujeros que se creían eran hechos por
líderes religiosos para eliminar a los espíritus malignos que era, según esta visión,
los causantes de la enfermedad.

Posterior a esto, en la Edad Media se sigue con esta creencia de que lo divino rige
la salud, sin embargo se plantea, ya no desde una visión mágica o cósmica, sino
como una manifestación de la gracia divina, es decir, se creía que la salud era un
regalo de Dios, mientras que la enfermedad era un castigo por malos
comportamientos o espíritus malignos. Los sacerdotes eran los únicos capacitados
para poder curar a los enfermos, pues se creía que los hombres y mujeres no
tenían poder sobre sus cuerpos.

Llegado el Renacimiento, estas concepciones de salud-enfermedad comienzan a


transformarse completamente. Se comienza a separar delo religioso, pasando a
ser la ciencia del saber el conocimiento válido, aparece así Descartes quien
plantea una visión mecanicista de la salud. El señala que cuerpo y mente están
completamente separados entre sí pese a que existen interrelaciones, para él la
mente es algo inmaterial, mientras el cuerpo es algo material y funcionaría como
una máquina, por tanto las enfermedades son vistas como un desperfecto o mal
funcionamiento de dicha máquina. Plantea también, basándose en estos
conceptos de material-inmaterial, que los médicos serían los guardianes del
cuerpo, mientras que los teólogos del alma. ‘‘En efecto, esta concepción
mecanicista, naturalista del proceso salud enfermedad, ha obtenido muchos logros
en la mejora de la salud del hombre, pero no es suficiente para interpretar las
interacciones entre mente, cuerpo, ambiente, como sistemas complejos e
históricos, además de que dificulta o limita el dialogo entre las diferentes
disciplinas, con lo cual se podría comprender mucho mejor los acontecimientos del
ser humano en función de todas sus dimensiones biofisiológicas, psicológicas,
socio ambientales y espirituales’’(Libreros, 2012).

Si bien el modelo mecanicista funcionaba, no era suficiente pues dejaba muchas


cosas fuera. Además, en la Edad Contemporánea, comienzan a aparecer nuevas
enfermedades producto de las nuevas formas de producción y las condiciones de
las mismas, apareciendo así el sistema de salud público, con lo cual se hizo
necesaria buscar nuevas formas de concebir y tratar la salud.

Es así como durante la Edad Contemporánea aparece el Modelo Biomédico, que


hasta el día de hoy es utilizado por algunos médicos. Este modelo ‘‘se basa
centralmente en hallazgos clínicos, con datos obtenidos en experiencias de
laboratorio y en el predomino de la anatomía patológica’’ (FLACSO), es decir, se
basa puramente en el método científico. Se cree que la enfermedad tiene una
causa específica y el objetivo es buscar dicha causa para cortar la transmisión por
lo cual el médico tiene la responsabilidad total bajo esta concepción, es decir, esta
concepción promueve la pasividad del paciente, mientras que el médico es el
experto absoluto del tema. Este modelo plantea que el cuerpo funciona bajo
ciertas normas que son universales para todos, por lo que ‘‘el individuo se
considera ahistórico y asocial’’ (FLACSO). La salud está basada en aspectos,
solamente, biológicos y fisiológicos. Lamentablemente, existen situaciones en
donde no se han encontrado agentes biofisiológicas que explique ciertas
enfermedades, por lo que ‘‘la incapacidad del paradigma biomédico de explicar
esta variabilidad, tiene como consecuencia la necesidad de buscar otros
elementos que puedan entregar luces sobre este hecho, así surge el interés de
indagar otros factores que intervienen en el fenómeno de la enfermedad, tales
como los culturales, sociales e históricos que el paradigma biomédico se ha
empeñado en excluir’’ (Muena, 2007).

En la actualidad, el modelo mayormente usado es aquel que integra todos o la


mayoría de los elementos antes mencionados y se denomina Modelo
BioPsicoSocial. Esta concepción del proceso salud-enfermedad plantea que los
aspectos biológicos, psicológicos y sociales de una persona desempeñan un papel
importante en la experiencia de la enfermedad, es decir, no se trataría de algo
puramente físico, sino que habrían subjetividades, emociones, sentires que se
relacionan directamente con la enfermedad. Desde esta visión, la relación médico-
paciente es mucho menos jerarquizada, es decir, el médico es experto en su área,
mientras que el paciente es experto en su historia y sintomatología, tanto física
como psicológica, por tanto existe una co-responsabilidad al momento de curación
y mantención de la salud.

Teniendo en cuenta todo lo anteriormente mencionado, a mi juicio la concepción


del proceso salud-enfermedad ha tenido una evolución enorme pasando de ser un
concepto reduccionista y negativo a ser visto como un proceso holístico, continuo
y positivo, donde no existe ni salud ni enfermedad en sí, sino que vamos
transitando diferentes momentos y sentires a través del tiempo.

El enfoque negativo y reduccionista al que me refiero es el que sucede entre la


Pre-Historia y la Edad Media, donde la enfermedad era vista como un castigo
divino o una desviación y la salud como un regalo, dejando en manos de
sacerdotes y curas las intervenciones para sanar, pues las personas no contaban
con control sobre sus cuerpos. A mi parecer, durante este tiempo cobraba
muchísima importancia la religión, por lo cual esta era la base de todas las
cuestiones de la vida, además de que no habían atisbos de desarrollo de
investigaciones ligadas a la ciencia, por lo tanto era la única forma de darle
explicación a ciertos fenómenos que ocurrían en las personas. Sin embargo, creo
que pasaba el límite y más que ser divino, rozaba lo mágico e inexplicable, lo que
hizo que muchas personas murieran creyendo que estaban poseídas o siendo
castigadas, cuando no era así, simplemente no había suficientes conocimientos
para dilucidar qué era lo que estaba sucediendo.

Por otra parte, tenemos lo que denomino como enfoque positivo y holístico del
proceso de salud-enfermedad que dio sus primeros frutos en el Renacimiento con
Descartes, que si bien seguía siendo reduccionista pues nos asemejaba a
máquinas, ya estábamos dejando de lado esa visión cosmocéntrica y teocéntrica
de estas concepciones, hasta llegar al modelo biomédico y biopsicosocial, los
cuales reinan hasta el día de hoy. El modelo biomédico, por un lado, es un buen
modelo pero totalmente incompleto a mi parecer, sirve como base teórica para dar
explicación a las enfermedad, sin embargo en la práctica con seres humanos
resulta ser un tanto frio y distante en el trato, e inexacto en lo que supone el
diagnostico, mientras que el modelo biopsicosocial es todo lo contrario, pues
combina el modelo biomédico con aspectos sociales y psicológicos, dándole así
un diagnostico integral a las personas, pues eso somos, cuerpo pero también
mente y no debemos olvidar que estos se interrelacionan en todo momento.

No obstante todo esto, creo que aún nos falta mucho como país para lograr llegar
a un modelo biopsicosocial completo y que funcione a la perfección, tanto en la
salud pública como en la privada. Necesitamos que la salud sea vista como un
aspecto transversal en el diario vivir de las personas y eso aún no lo logramos.
Muchos médicos siguen con la noción de enfermedad desde el modelo biomédico,
lo cual les da sustento económico (dinero gastado en pastillas, exámenes, citas
medicas, etc.), sin embargo no les dan respuestas claras a las personas,
dejándolas en la incertidumbre y sin soluciones.
Referencias

FLACSO. El concepto de Salud. Evolución histórica. Acepciones actuales. Modulo


1/parte 1. 17-24. Recuperado de
https://saludpublica1.files.wordpress.com/2015/01/el-concepto-de-salud
evolucic3b3n-histc3b3rica-acepciones-actuales.pdf.

Muena, C. (2007). “El Paradigma Biomédico y la Formación de Pre-grado de los


Estudiantes de Medicina de las Universidades Chilenas”. Universidad de Chile.
Recuperado de
http://www.tesis.uchile.cl/tesis/uchile/2007/muena_c/sources/muena_c.pdf.

Libreros, L. (2012). ‘‘El proceso salud enfermedad y la transdisciplinariedad’’.


Revista Cubana de Salud Pública 2012; 38(4): 622-628. Recuperado de
https://www.scielosp.org/pdf/rcsp/2012.v38n4/622-628/es

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