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Dios nos ha llamado a una vocación especial de servicio en la Iglesia,

privilegiando a los más pobres, dice san Pablo que llevamos este tesoro como
vasija de barro en las manos. Seamos generosos a la invitación de Jesús de
buscar al perdido, pastores con olor a ovejas como decía el Papa Francisco.

En el pasaje del Evangelio según San Lucas 15, 1-10 Jesucristo describe
el corazón del Padre ante la conversión de cualquiera de sus hijos y pone dos
imágenes muy cercanas: la del pastor que pierde una oveja y la de la mujer que pierde

una moneda. Hay una palabra clave en estas dos parábolas: Buscar. Jesús

empieza las parábolas preguntando: “¿quién de ustedes si tiene


cien ovejas y pierde una…? o ¿qué mujer, si tiene diez dracmas y
pierde una…”. Si es cierto que estas parábolas nos colman de
esperanza para la propia vida, también nos interpelan para imitar la
comprensión de Jesús con los demás, su animo para buscar a
quien se ha alejado de Dios y su alegría al encontrarlo.

Jesús pide salir al encuentro de todos, sin juzgar a los demás


y no quedarse metidos en el propio redil. El buen pastor busca hasta que
encuentra. No se conforma con mirar si las ovejas están completas sino que conoce a
cada oveja por su nombre, retorna por el camino recorrido y busca con sumo cuidado
a la oveja perdida porque no se trata de un animal más del rebaño, sino de una oveja
concreta, con nombre, características, e historia personal e intransferible. Lo mismo
sucede con la mujer que ha perdido la moneda de diez dracmas, Sin dejarlo para
después, esta buena mujer comienza a buscar minusciosamente en toda la casa para
encontrar la moneda perdida. Busca, al igual que el pastor, con detalle; y busca para
encontrar, busca hasta que encuentra.

el pastor tiene un detalle muy hermoso. Una vez que encuentra a la oveja
perdida no la toma de mala manera, atándola a otra para que no se vuelva a perder, o
cstigandola; , quizás es lo que hubiéramos hecho nosotros, creyéndonos muy justos y
perfeccionistas cuando juzgamos a los demás. El buen pastor, no trata a sus ovejas
asi porque Busca para salvar, la busca para llevarla suavemente, con cariño, al buen
redil de la Iglesia. 
Como formando al sacerdocio ministerio de la iglesia se va logrando
paulatinamente la configuración con Jesus, buen pastor. Nos recuerda la
exhoracion postsinodal pastores dabo vobis que Jesús se presenta a sí
mismo como «el buen Pastor» (Jn 10, 11.14), no sólo de Israel, sino de todos
los hombres (cf. Jn 10, 16). Y su vida es más, una realización diaria de su
«caridad pastoral». por ello Toda la formación de los candidatos al sacerdocio
está orientada a prepararlos de una manera específica para comunicar la
caridad de Cristo, buen Pastor.

que Jesus configure con el, la vida de sminaristas y sacerdotes: que


sepamos buscar ejos de nuestra comodidades, que dejemos de contar y
corrammos al encuetro de quien s ha perdido por caminos de tormentos, que
consigamos sin miedos a las críticas a aquellos quienes se han vuelos sordos
a la dulvce voz de queie lama y trasforma toda nuestr existencia, que
busquemos para encontrar y salvar a quienes se han ido. A dios la gloria por
los siempre, amen

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