NOVENA EN HONOR A JESUS BUEN

PASTOR

«Alégrense conmigo porque encontré la oveja que se

me había perdido»
(Lc 15, 4-7)

Familia del Buen Pastor

Mayo de 2019
INTRODUCCIÓN
Cuando por circunstancias diversas los problemas y
tribulaciones se nos presentan en la vida diaria, Sabemos
que podemos acudir al mejor amigo, médico, padre y pastor
que puede reconducir nuestra vida.
Lo fundamental en la vida del cristiano parte de su
encuentro con la persona de Jesucristo, Palabra del Padre1.
El Papa emérito, Benedicto XVI, en el legado de sus
enseñanzas nos dijo que: «No se comienza a ser cristiano
por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro
con un acontecimiento, con una Persona, que da un nuevo
horizonte a la vida y, con ello, una orientación decisiva»2. Es
así que para expresar nuestra opción fundamental por la
vida expresamos que «Hemos conocido y hemos creído en
el amor que Dios nos tiene» (1 Jn 4,16).
Iniciamos esta jornada de gratitud, alabanza y petición en
honor a Jesús Buen Pastor, nuestro Patrono y titular de la
Familia del Buen Pastor. Es Dios quien en su Providencia y
misericordia ha querido suscitar en sus miembros e
invitarnos a compartir de la belleza de la espiritualidad del
Buen Pastor, que se cristaliza en misericordia, en amistad y
compañero de camino en la historia que juntos vamos
construyendo (cf. Lc 24, 32). Todo esto, para contribuir al
embellecimiento de la Iglesia.
El Buen Pastor es delicado con su rebaño, y cuando una
oveja se enferma, conociendo el estado de gravedad que
tiene, la cuida delicadamente. Él se acerca a nosotros para
llevarnos en sus brazos y para curar nuestras heridas, (cf.
Lc. 15,4-7).
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1
(Directrices para la Animación Bíblica de la Pastoral en México, 4).
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Deus caritas est 1.
También nos guía, y nos conduce por verdes praderas, son
los pastos del pan de la Palabra y de la Eucaristía, donde
nos alimenta con amor (cf. Sal 23; Lc 24, 30), como una
madre quiere a su hijo o a su hija y nos llama a hacerle
presente de una manera especial en la vida pastoral de la
Iglesia.
“Yo soy el Buen Pastor. El Buen Pastor da su vida por sus
ovejas”. (Jn. 10,11)

Indicaciones para la celebración de la Novena:

 Comienza el viernes de la segunda semana de
pascua y termina el sábado de la tercera semana de
pascua, víspera del domingo del Buen Pastor.
 Cada día se realizará la misma oración inicial y la
oración final.
 Se propone que las letanías que se encuentran al
final se recen el último día de la novena.

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Página
ORACIÓN INICIAL
(Para decirse cada día de la novena)

Oh Jesús Buen Pastor estamos ante ti los que te seguimos

y conocemos tu voz, somos tu pueblo y tu rebaño.
Confiamos en ti Buen Pastor, tú estarás siempre con
nosotros ahuyentando nuestros temores porque eres el
amigo, el compañero y también el jefe en quien confiamos,
Señor.
Cuando la noche sea oscura, y se presenten mil dudas, eres
siempre luz. Nosotros confiamos en ti Señor.
Cuando el cuerpo sea débil, que nuestro espíritu sea fuerte
y concédenos en nuestros hermanos que nos piden ayuda,
poder verte.
Porque confiamos en ti Señor.
Cuando la salud se pierda, que nuestra fe jamás se muera,
Señor, y en la hora de nuestra muerte, haznos sentir que tú
eres el puente, Señor nuestro.
Porque confiamos en ti Jesús.
Oh Jesús Buen Pastor que entregaste tu vida por nosotros
para darnos camino verdad y vida, ayúdanos a caminar
escuchando tu palabra en momentos oscuros, para que tu
vara y tu cayado nos guíen por caminos de luz y esperanza.
Oh Jesús Buen Pastor guíanos en nuestro caminar y
escucha nuestras súplicas.
Concédenos ¡Oh Jesús Buen Pastor, la respuesta a
nuestra plegaria.
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(Expresa en este momento tú petición, en silencio)

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PRIMER DÍA

«El Pastor y el rebaño»

Yo soy el Buen Pastor, el Buen Pastor da su vida por sus
ovejas, no así el asalariado, que no es su Pastor, ni las
ovejas son suyas. Cuando ve venir al lobo huye
abandonando las ovejas, y el lobo las mata y las dispersa. A
él solo le interesa su salario y no le importan nada las
ovejas.
Yo Soy el Buen Pastor y conozco a los míos, como los míos
me conocen a mí, lo mismo que el Padre me conoce a mí, y
Yo conozco al Padre y doy mi vida por las ovejas.
Tengo otras ovejas que no son de este corral, a esas
también las llevaré, escucharan mi voz y habrá un solo
rebaño con un solo pastor. El Padre me ama porque Yo doy
mi vida para retomarla de nuevo, nadie me la quita sino que
yo mismo la entrego.
Este es el mandato que recibí de mi Padre, mis ovejas
escuchan mi voz y yo las conozco, ellas me siguen y yo les
doy vida eterna, nunca perecerá, y nadie las arrebatará
jamás de mi mano, porque el Padre y Yo somos una misma
cosa (cf. Jn. 10,1-16).
Palabra del Señor. R: Gloria a Ti Señor Jesús
Reflexión: Las ovejas se asustan fácilmente: asustarse, las
puede llevar a actos que ponen en peligro su vida. Así que,
su pastor trata de mantenerlas en calma, cantando y
estando cerca de ellas. Nosotros, también nos asustamos o
caemos bajo el pánico, ante el más mínimo peligro que nos
asecha. Si creemos, podemos tener la misma relación
protectora con nuestro Pastor Amado, siendo dóciles a su
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Página

llamado.
Al finalizar: tres Padre nuestros y tres Ave Marías.
¡Jesús Buen Pastor!: guíanos en nuestro caminar.

Oración final: ir a la página 18

Ejercicio: hoy no te quejes de los sacrificios, vívelos.

SEGUNDO DÍA

«El Buen Pastor, da la vida por las ovejas»

La imagen del Buen Pastor está presente en la Historia de la
Salvación, en los Patriarcas, en los Profetas y en los
Salmos; por eso cuando llega Jesús y se presenta ante el
pueblo de Israel, les dice:
“Yo Soy el Buen Pastor, que da la vida por sus ovejas”. "Mis
ovejas escuchan mi voz y yo las conozco. Ellas me siguen, y
yo les doy vida eterna.” Jn 10, 27-28.
Palabra del Señor. R: Gloria a Ti Señor Jesús
Reflexión: “El Buen Pastor ofrece la vida por las ovejas”:
estas palabras se realizan plenamente cuando Cristo,
obedeciendo libremente la voluntad del Padre, se ha
inmolado en la Cruz. Entonces queda claro, qué significa
que Él es “el Buen Pastor”: que ha ofrecido su vida en
sacrificio por nosotros”. (cf. Mensaje del Papa Francisco).
Jesús como Buen Pastor no vino a buscar dinero, ni
honores ni altos puestos ni la vida cómoda, sino a dar su
vida para librar a su rebaño, de los lobos que lo acosan
tarde y mañana, todos los días.
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Jesucristo Buen Pastor, ama a cada una de sus ovejas, me

ama a mí, oveja suya, tal vez rebelde, perezosa para las
cosas espirituales, ansiosa de libertad. Pero también quiere
que yo ame a sus ovejas, que ame a mi prójimo. Cristo,
Buen Pastor, quiere que yo también sea buen pastor. Esto
significa que debo cuidar de las ovejas que hay a mi
alrededor, en mi familia, en el apostolado, en el trabajo,
entre los amigos… ¡Cuántos detalles de caridad puedo tener
con estas ovejas que me rodean!, una palabra de aliento, un
buen ejemplo, una atención, un saberles escuchar… Basta
tener los ojos un poco abiertos, y las ocasiones para alegrar
a los demás saltan a la vista.

Al finalizar: tres Padre nuestros y tres Ave Marías.

¡Jesús Buen Pastor!: guíanos en nuestro caminar.

Oración final: ir a la página 18

Ejercicio: ocúpate de Jesús Buen Pastor, haciendo su

sabia y divina voluntad.

TERCER DÍA

«Yo soy el Buen Pastor»

Leer Ez 34, 1-12a
Jesús se presenta como el verdadero y único pastor del
pueblo: el mal pastor piensa en sí mismo y explota a las
ovejas; el pastor bueno piensa en sus ovejas y se dona a sí
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mismo. En la figura de Jesús, Buen Pastor, nosotros

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contemplamos la Providencia de Dios, su preocupación

Paterna por cada uno de nosotros.
Nos dice: Yo soy la puerta, el que entra por mí se salvará.
Podrá entrar y salir y encontrará su alimento. El ladrón no
viene sino a robar, matar y destruir. Pero yo he venido para
que las ovejas tengan vida y la tengan en abundancia (cf. Jn
10, 7-9).
Para un Buen Pastor, lo más natural del mundo era
arriesgar su vida por su rebaño. A veces el Pastor tenía que
hacer algo más que arriesgar su vida por sus ovejas, tenía
que dar su vida por ellas.
Esto sucedía cuando los ladrones y salteadores, se
acercaban a atacar el rebaño y se encontraban al Pastor
auténtico, que jamás duda en arriesgar y hasta ofrecer su
vida por su rebaño.
Reflexión: Las ovejas no tienen defensas: Casi toda la
creación animal, cuenta con alguna clase de mecanismo de
defensa, ya sean garras, dientes, color especial o velocidad,
fuerza o sentidos agudos. Pero las ovejas no tienen nada de
eso. Son débiles y lentas. No pueden ni gruñir. Las ovejas
están siempre sujetas a peligro y siempre deben estar bajo
la atenta mirada del pastor mientras pastan. La única
protección, como nos ocurre a nosotros, viene de su Pastor.
Cantamos juntos el salmo 121

Al finalizar: tres Padre nuestros y tres Ave Marías.

¡Jesús Buen Pastor!: guíanos en nuestro caminar.

Oración final: ir a la página 18

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Ejercicio: repite esta idea hoy:

Mi sufrimiento tiene un profundo significado y el Buen Pastor
hará lo que sea mejor para mí.

CUARTO DÍA

«La Oveja perdida»

Jesús les dijo entonces esta parábola: “Si alguien tiene cien
ovejas y pierde una, ¿no deja acaso las noventa y nueve en
el campo y va a buscar la que se había perdido, hasta
encontrarla?
Y cuando la encuentra, la carga sobre sus hombros lleno de
alegría.
Al llegar a su casa llama a sus amigos y vecinos, y les dice:
“Alégrense conmigo porque encontré la oveja que se me
había perdido. Les aseguro que, de la misma manera, habrá
más alegría en el cielo por un solo pecador que se
convierta, que por los noventa y nueve justos que no
necesitan convertirse”. (cf. Lc. 15, 4-6)
Reflexión: Las ovejas tienen mal sentido de dirección: Se
extravían fácilmente aún en su propio territorio. Nosotros
actuamos de manera similar, no podemos ser nuestro propio
guía; necesitamos confiar en nuestro Pastor Amado,
necesitamos oír su voz y obedecerle para transitar por sus
caminos, y no perdernos por los oscuros atajos del mundo.
En la visión de Jesús no existen ovejas definitivamente
perdidas esto debemos entenderlo bien, para Dios ninguno
está definitivamente perdido. ¡Jamás! Hasta el último
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momento, Dios nos busca. Encontrar a quien se ha perdido

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es la alegría del Buen Pastor, pero es también la alegría de

todo el rebaño! ¡Somos todos nosotros ovejas encontradas y
reunidas por la misericordia del Señor, llamados a
congregar junto a Él a toda la grey!.

Al finalizar: tres Padre nuestros y tres Ave Marías.

¡Jesús Buen Pastor!: guíanos en nuestro caminar.

Oración final: ir a la página 18

Ejercicio de hoy: trata de ser alegre y amigable hoy;

preocúpate por acercar a Dios a los más alejados.

QUINTO DÍA

«El Señor es mi Pastor, nada me falta»

Él es mi Pastor, nada me puede faltar. Ante mi ha dispuesto
la mesa del banquete de su palabra y de su Eucaristía. Mi
cabeza la unge con el óleo de sus sacramentos y derrama
abundante sobre mí, la copa de sus gracias.
Él es mi pastor, nada me puede faltar.
El me hace descansar en verdes praderas,
Me conduce a las aguas tranquilas y repara mis fuerzas;
Me guía por el recto sendero, por amor de su nombre.
Aunque cruce por oscuras quebradas, no temeré ningún
mal,
Porque tú estás conmigo, tu vara y tu bastón me infunden
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confianza.
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Tu preparas ante mí una mesa, frente a mis enemigos;

unges con oleo mi cabeza y mi copa rebosa. Tu bondad y tu
gracia me acompañan a lo largo de mi vida; y habitaré en la
casa del Señor, por muy largo tiempo. (Sal. 23)
Reflexión:
A qué se refería el Salmista cuando decía “El Señor es mi
Pastor, nada me faltará”. En los tiempos bíblicos un Pastor
de ovejas, inspeccionaba las áreas de descanso y pastos
para su rebaño, antes de llevarlas ahí. Por lo que no les
llevaría ahí a menos que fuera un lugar seguro.
Si el Señor es nuestro Pastor, por qué angustiarnos cuando
nos lleva a nuevos lugares, siendo que él cómo Pastor ya
estuvo previamente en ese lugar y se cercioró de que no
existen peligros.
En este mundo agitado por el activismo y la masificación,
solo el Señor, nos da la paz y tranquilidad que necesitamos,
para vivir con esperanza, de acuerdo a su enseñanza;
abramos nuestro corazón, para que con su gracia podamos
experimentar su consuelo.
¿Por qué este Salmo ha llegado a ser tan conocido? porque,
en lo profundo de nuestro corazón, todos sabemos que
somos como las ovejas. Y el consuelo que podemos derivar
de sus expresiones, es tan consolador como si nuestro
propio Pastor Jesucristo, nos llevara en sus brazos.
Al finalizar: tres Padre nuestros y tres Ave Marías.
¡Jesús Buen Pastor!: guíanos en nuestro caminar.

Oración final: ir a la página 18

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Ejercicio de hoy: practica la confianza en el Buen Pastor.

Página
SEXTO DÍA

«El Buen Pastor, sana todas nuestras heridas»

¿En qué consiste ser sanado por él? ¿De qué nos cura?
“En los Hechos de los Apóstoles, Pedro declara
abiertamente que la curación de los lisiados, realizada por él
y de la que habla todo Jerusalén, tuvo lugar en el nombre de
Jesús, porque no hay salvación en ningún otro" (4,12), en
este hombre sanado está cada uno de nosotros, y cada una
de nuestras comunidades; porque “cada uno puede
recuperarse de las muchas formas de debilidad espiritual:
ambición, pereza, orgullo... si acepta depositar con
confianza su existencia en las manos del Señor resucitado”.
Reflexión:
“Jesús le dice a cada uno: tu vida es tan valiosa para mí,
que para salvarla yo doy todo de mí mismo. Es
precisamente esta ofrenda de vida lo que lo hace el Buen
Pastor, el que sana, el que nos permite vivir una vida bella y
fructífera”, Nos invita a anunciar el mensaje de
reconciliación a través de un ministerio de caridad y
evangelización, dirigido a las personas heridas por el
pecado y sus consecuencias. Estamos profundamente
comprometidos en su sanación humana y espiritual y en su
desarrollo integral.
No te canses de buscar donde dar respuesta a la llamada
de servicio que Dios te hace. Nuestra vida es un don para
ser donada a otros/as que anhelan recibir la Vida en
Abundancia que Jesucristo, ofrece a la humanidad. ¡Se
valiente y arriésgate!
12
Página

Al finalizar: tres Padre nuestros y tres Ave Marías.

¡Jesús Buen Pastor!: guíanos en nuestro caminar.

Oración final: ir a la página 18

Ejercicio de hoy: pronuncia un sí de corazón a Jesús Buen

Pastor y dile: Señor, tú sabes que te amo.

SÉPTIMO DÍA

«Conozco a mis ovejas y ellas me conocen a

mí»
San Juan, presenta a la persona de Jesús, a través de una
serie de símbolos y alegorías, y hoy nos lo presenta como el
Buen Pastor.
La metáfora de Jesús como Pastor y su rebaño ayuda a
conocer el rostro de Jesús, su ser y sus funciones. Además,
este Pastor conoce a sus ovejas y es conocido por ellas.
La solemne declaración de Jesús: Yo soy el Buen Pastor,
El Buen Pastor, conoce las ovejas y las ovejas lo conocen a
él, más que de una comparación se trata de una motivación,
identidad de pensamientos de intenciones y de acción.
Cuantas veces me he sentido débil, en medio de oscuras
cañadas; Él me conoce y me protege de los falsos profetas,
del pecado, de los ladrones y salteadores, de las angustias
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y tristezas.
Página

Reflexión:
«Dejar que el rostro de Dios Buen Pastor nos ilumine, nos
purifique, nos transforme y nos restituya plenamente
renovados a nuestra misión. Que también en nuestros
ambientes de trabajo podamos sentir, cultivar y practicar un
fuerte sentido pastoral, sobre todo hacia las personas con
las que nos encontramos todos los días. Que nadie se
sienta ignorado o maltratado, sino que cada uno pueda
experimentar, sobre todo aquí, el cuidado atento del Buen
Pastor. Detrás de los papeles hay personas.» (Discurso de
S.S. Francisco, 22 de diciembre de 2016).

Que hacer de Iglesia misionera, danos el don de fortaleza

para no apartarnos del buen camino y poder ser así, testigos
fieles de tu Evangelio extendiendo tu Reino en esta tierra,
Señor, te damos gracias por tu grande amor hacia nosotros.
Danos tu Espíritu para caminar siempre contigo.

Al finalizar: tres Padre nuestros y tres Ave Marías.

¡Jesús Buen Pastor!: guíanos en nuestro caminar.
Oración final: ir a la página 18
Ejercicio: persevera en tus oraciones.

OCTAVO DIA

«Las ovejas aman y siguen a su Pastor»

San Gregorio Magno; sobre los Evangelios.
Yo soy el Buen Pastor, y conozco a mis ovejas, es decir, las
amo, y ellas me conocen a mí. Es como si dijese con toda
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claridad: “Los que me aman me obedecen”. Pues el que no

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ama la verdad, es que todavía no lo conoce.

Ya que han oído, hermanos, cual es nuestro peligro,
piensen también por estas palabras del Señor, cuál es el de
ustedes.
Miren si son verdaderas ovejas suyas, vean si de verdad lo
conocen, vean si perciben la luz de la verdad.
Me refiero a la percepción no por la fe, sino por el amor y
por las obras. Pues el mismo evangelista Juan afirma: Quien
dice: “Yo conozco a Dios” y no guarda sus mandamientos,
miente. Por esto el Señor añade en este mismo texto: Como
el Padre me conoce a mí. Yo conozco al Padre y doy mi
vida por mis ovejas, lo que equivale decir: “en esto consiste
mi conocimiento del Padre y el conocimiento que el Padre
tiene de mí, en que doy mi vida por mis ovejas; esto es el
amor que me hace morir por mis ovejas demuestra hasta
qué punto amo al Padre.
En cuanto a sus ovejas dice también: mis ovejas oyen mi
voz, yo las conozco y ellas me siguen, y yo les doy la vida
eterna… sus ovejas encontraran pastos, porqué todo aquel
que lo sigue con un corazón sencillo es alimentado con un
pasto siempre verde. ¿” Y cuál es el pasto de estas ovejas,
sino el gozo íntimo de un paraíso siempre lozano?”
Reflexión: Las ovejas tienen dificultad en encontrar pasto y
agua: Dependen totalmente de su pastor para alimentarse.
Si no lo consiguen, comen hierbas venenosas y mueren.
Nosotros igualmente, debemos depender del Señor, para no
alimentarnos de todo aquello que nos contamina y nos lleva
a la muerte.

¡Jesús Buen Pastor!: guíanos en nuestro caminar.

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Al finalizar: tres Padre nuestros y tres Ave Marías.

Oración final: ir a la página 18
Ejercicio: practica la decisión de dejar lo que no es
importante o le que te perturba, para ser de Jesús Buen
Pastor

NOVENO DIA

«Os daré pastores según mi corazón»

(Jer 3,15)
La promesa del Señor suscita en el corazón de la Iglesia la
oración, la petición confiada y ardiente en el amor del Padre
que, igual que ha enviado a Jesús el Buen Pastor, a los
Apóstoles, a sus sucesores y a una multitud de presbíteros,
siga así manifestando a los hombres de hoy su fidelidad y
su bondad.
-Y la Iglesia está dispuesta a responder a esta
gracia. Siente que el don de Dios exige una respuesta
comunitaria y generosa: todo el Pueblo de Dios debe orar
intensamente y trabajar por las vocaciones sacerdotales; los
candidatos al sacerdocio, deben prepararse con gran
seriedad a acoger y vivir el don de Dios, conscientes de que
la Iglesia y el mundo tienen absoluta necesidad de ellos;
deben enamorarse de Cristo Buen Pastor; modelar el propio
corazón a imagen del suyo; estar dispuestos a salir por los
caminos del mundo como imagen suya para proclamar a
todos a Cristo, que es Camino, Verdad y Vida.
-La promesa de Dios asegura a la Iglesia no unos pastores
cualesquiera, sino unos pastores «según su corazón». El
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«corazón» de Dios se ha revelado plenamente a nosotros

en el Corazón de Cristo buen Pastor. Y el Corazón de
Página

Cristo sigue hoy teniendo compasión de las muchedumbres

y dándoles el pan de la verdad, del amor y de la vida (cf. Mc
6, 30 ss.), y desea palpitar en otros corazones -los de los
sacerdotes-: «Dadles vosotros de comer» (Mc 6, 37). La
gente necesita salir del anonimato y del miedo; ser conocida
y llamada por su nombre; caminar segura por los caminos
de la vida; ser encontrada si se pierde; ser amada; recibir la
salvación como don supremo del amor de Dios;
precisamente esto es lo que hace Jesús, el Buen Pastor; Él
y sus presbíteros con El».

LETANÍAS:
Jesucristo, Buen Pastor, escucha con amor las súplicas de
tu pueblo.
Respondemos: Te rogamos, óyenos.
- Para que te dignes proporcionar al pueblo Pastores según
tu corazón. R.
- Para que te dignes llenarlos con el Espíritu de tu
Sacerdocio. R.
- Para que te dignes enviar operarios fieles a tu mies. R.
- Para que te dignes concederles paciencia en el ministerio,
perseverancia en la acción y constancia en la oración. R.

Al finalizar: tres Padre nuestros y tres Ave Marías.

Oración final: ir a la página 18
Ejercicio: hoy practica la paciencia, para que no falte nunca
en tus obras el amor del Buen Pastor.
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 (ORACION FINAL PARA CADA DIA)

ORACION DEL BUEN PASTOR

¡Oh! Jesús, mi Buen Pastor, Hijo del Padre, Fuente de luz,
presencia plena en fe que nos traes la paz y animas
nuestra esperanza.
Tú que nos envías a Tu Madre para enamorar nuestros fríos
corazones; que luchas con amor para conquistar los
espíritus inquietos por las angustias del mundo.
Óyenos Señor, escucha a tus hermanos aquí, Juntos
queremos seguirte, donde tú quieras que nuestros pasos se
dirijan.
Nuestros corazones quieren ser pertenecidos a ti por
siempre.
Nuestras almas sedientas de tu luz solo quieren verte
sonreír junto a tu Madre.
Envíanos tus ángeles y tus Santos, consuélanos con su
presencia celestial.
Danos el consuelo infinito de saber que tu misericordia ve
con ojos agradables nuestro arrepentimiento por tanto error
cometido.
No permitas que retrocedamos en la lucha contra el maligno
y sus tentaciones.
Haznos fuertes, Señor, viviendo entregados a ti, nuestro
Dios.
Haznos pequeños y dóciles para que dejemos actuar a tu
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Santo Espíritu en nosotros, para que gobierne nuestra vida.

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Haznos confiados corderos de tu rebaño. Danos el abrazo
de tu voluntad. Que seas tú quien nos guie. Que sea tu
Madre Santísima quien nos proteja y acompañe.
No te olvides de nosotros, Señor; perdona nuestros
pecados, y nuestra falta de fe. … Amen.
¡Oh Jesús buen pastor!: guíanos en nuestro caminar.

Letanías al Buen Pastor

(Para el último día de la novena)
Pastor amoroso de las almas, defiende, buen pastor
a tu rebaño.
Pastor que das la vida por tu grey.
Pastor que das tu vida por mi vida.
Pastor que de perdido me has ganado.
Pastor que me reduces al camino.
Pastor que en vuestros hombros me cargaste.
Pastor que siempre velas por guardarme.
Pastor que dulcemente me apacientas.
Pastor que a mi sed das agua pura.
Pastor que eres el pastor y el pasto.
Pastor que me das silvos amorosos.
Pastor en cuyo báculo descanso.
Pastor que aun ofendido me buscaste.
Pastor que también eres cordero manso.
Pastor peregrino desde el cielo.
Pastor que a tu grey llevas a la gloria.
Pastor que por mí dejas a otras noventa y nueve.
Pastor que como guía vas adelante.
Pastor divino en hábito humano.
Pastor de cuya voz los lobos tiemblan.
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Pastor por quien vivo y por quien muero.

Pastor que ni una de tus ovejas pierdes.
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Pastor más valeroso que David.

Pastor más inocente que Abel.
Pastor más amante que Jacob.
Pastor más discreto que José
Pastor más compasivo que Jonás.
Pastor más vigilante que Amós.
Pastor más sublimado que Isaac.
Pastor que no tienes semejante.
Pastor el mejor de los pastores.

Oración: Dios que sublimaste al mundo con la

humildad de tu Hijo, concede perpetua alegría a tus
fieles, para que logren los gozos eternos aquellos a
quienes libraste de la muerte eterna; por el mismo
Jesucristo nuestro Señor que contigo y con el
Espíritu Santo vive y reina por todos los siglos de los
siglos. Amén.

Mayo del 2019.

Familia del Buen Pastor.

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