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DERECHO REAL

Un derecho real es el poder jurídico que permite a su titular tener poder y obtener ventajas
económicas de una cosa frente a todos. Es decir, el resto de personas no debe hacer uso ni
disfrute de esa cosa. Los derechos reales tratan, por lo tanto, las relaciones jurídicas que se crean
entre las personas y los bienes.
Estos derechos se encuentran regulados principalmente en el Libro II del Código Civil.
Un buen ejemplo de derecho real es el derecho de propiedad sobre una vivienda, puesto que
permite utilizarla, disponer de ella y percibir sus frutos.
Algunos ejemplos de derechos reales son: el derecho de propiedad (es el derecho sobre el bien
por excelencia, ya que permite usar, disponer y percibir frutos de la cosa), la posesión, el
dominio, el usufructo, el uso y la habitación, la servidumbre y la hipoteca inmobiliaria, entre
otros.
Características de un derecho real
Los derechos reales están caracterizados principalmente por dos aspectos:
1. El carácter inmediato y directo (reipersecutoriedad), que relaciona a la persona con la
cosa sin necesidad de la intervención de ninguna otra persona que haga de
intermediario.
2. El carácter absoluto y excluyente (erga omnes), debido a que puede imponerse frente a
todos.
Se produce la pérdida de los derechos reales por parte de una persona, cuando deje de ser
titular de los mismos ya sea de manera voluntaria o involuntaria.
La pérdida se diferencia de la extinción en que, cuando su titular transmite a otra persona el
derecho real, se produce la pérdida del derecho real por parte de su antiguo titular, pero no
siempre se extingue (sólo se extinguirá si la pérdida supone el vaciamiento por completo del
objeto del derecho; no puede existir un derecho real sin objeto) para que la pérdida suponga la
extinción es necesaria la pérdida o destrucción total de la cosa. Si la pérdida es parcial, ese
derecho real, sigue existiendo, pero con otro titular que lo adquiere.
Cuando un derecho real se extingue, se produce la pérdida del derecho real por parte de su
titular. Es decir, en la pérdida no tiene por qué haber extinción, pero en la extinción hay pérdida,
también, junto a la extinción.
Los derechos reales podrán extinguirse por: renuncia y abandono; no uso, prescripción y
caducidad; consolidación; adquisición originaria de otro y destrucción de los efectos del acto
creador y expropiación forzosa.
Como causas de extinción de los derechos reales se encuentran:
 Destrucción de la cosa y salida del comercio
 Renuncia y abandono
 No uso, prescripción y caducidad
 Consolidación
 Adquisición originaria de otro y destrucción de los efectos del acto creador
 Expropiación forzosa
SISTEMAS CONTEMPORÁNEOS DE TRASFERENCIA DE PROPIEDAD.
En el derecho occidental contemporáneo existen dos grandes sistemas de transferencia de
propiedad, a saber: el sistema de la unidad del contrato y el sistema de la separación del
contrato. El primer sistema se caracteriza por exigir la celebración de un solo negocio jurídico
en el cual reposan las voluntades del transferente y del adquirente dirigidas a provocar la
transferencia de la propiedad. El segundo sistema, en cambio, se caracteriza por exigir dos
negocios jurídicos, uno obligacional y otro dispositivo, en los que, con distintas características y
consecuencias, reposan las voluntades del transferente y del adquiriente dirigidas a provocar la
transferencia de la propiedad
Sistema Transmisivo de la causa única.- Que establece que el contrato es la fuente directa del
efecto traslativo de la propiedad por lo cual no requiere del modo que haga publica la
adquisición de la propiedad; es decir el solo consentimiento (simple acuerdos de voluntades) es
la causa del nacimiento del derecho del nuevo propietario; en efecto en los denominados
sistemas de causa única, al reputarse a la voluntad suficiente para -producir la mutación
jurídico-real, puede afirmarse que el contrato adicionalmente a que pueda producir efectos
obligatorios- esta en la capacidad de producir efectos reales. Dentro de este sistema
encontramos el siguiente sub. Sistema.
Sistema consensual o espiritualista.- Virtud del cual solo el consentimiento de las partes hace
propietario al comprador; es decir se expresa en su mas lato grado la autonomía de la voluntad
(hoy autonomía privada) es aquella posibilidad que tiene la persona como poder de
autorregulación o autorreglamentación, de creación de preceptos privados de conducta para
ejercer facultades y conformar relaciones jurídicas por la sola decisión del individuo, para
ejercer derechos subjetivos o actuar a través de la idea del negocio jurídico
Inspirados en este sistema ubicamos: al sistema italiano (articulo 1376 de su Código Civil), el
sistema francés (articulo 1138 de su C.C.), el sistema portugués (articulo 408 de su C.C.), el
sistema mexicano (articulo 2014 de su C.C.), el sistema venezolano (articulo 1161 de su C.C.).
Sistema Transmisivo de doble causa.- Nos indica que el contrato no es suficiente para generar
la transferencia de propiedad y que necesariamente requiere un signo o modo de
recognoscibilidad social cuya finalidad consista en publicitar a la colectividad de la adquisición
del derecho de propiedad. Los denominados sistemas transmisivos de doble causa, consideran a
la voluntad insuficiente para producir efectos reales, estos solo pueden producirse a través de
“actos de disposición”. En la teoría de la doble causa, el acto que crea la relación obligatoria se
denomina “acto de obligación”, “titulo” o “causa remota” (ej. El contrato de compraventa). El
acto que produce el efecto real es el “acto de disposición”, “modo” o “causa próxima

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