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Ficha de lectura

Título: Modernidad: Un proyecto incompleto


Autor: Jurgen Habermas
Programa: Filosofía
Historia de la filosofía moderna
Estudiante: Natalia Celades Estrada

El texto desarrolla el concepto de “modernidad” así como define el proyecto que


esta propone. Trata temas centrales de la definición tales como (i) la conciencia
sobre el tiempo, (ii) lo clásico y la novedad, (iii) la modernidad estética, (iv) la
modernización, (v) el desarrollo del arte y (vi) su posibilidad para llevar a cabo el
proyecto de la modernidad de vincular la cotidianidad con lo moderno.

La modernidad según el autor revela un culto hacia lo nuevo, quiere decir que se
establece una conciencia del tiempo diferenciada del pasado donde lo clásico es
superado por la novedad del tiempo actual. De lo antiguo se transita hacia el
progreso proyectando un mejoramiento en las áreas de la ciencia, el arte, la
moralidad y lo social así es también como estas áreas se secularizan para
convertirse en esferas autónomas con su racionalidad independiente.

En oposición a lo tradicional lo único fijo de la modernidad es el carácter novedoso


del estilo que va surgiendo tras otro, es por ello que el proyecto moderno parecía
estar en una constante reactualización y este movimiento constante supone una
ruptura con la cotidianidad y las identidades definidas.

El estilo de “lo nuevo” es la característica central de la “modernidad estética” que


se hizo evidente en los movimientos de vanguardias artísticas y literarias siendo el
dadaísmo y el surrealismo su punto final. Las vanguardias tomaban la rebelión
contra la norma como su punto de partida para así romper con las tradiciones
estéticas que venían predominando en las artes clásicas y los museos como único
espacio de exhibición de las artes. Sin embargo, la pretensión de reactualización
de la modernidad estética según Habermas la ha llevado a envejecer, pues esta
retorna a los años anteriores para servirse del pasado por medio de la repetición
actualizada.

Como resultado de los procesos modernizantes la cotidianidad se ha visto


afectada en un sentido existencial, la subjetividad se ha tornado en el centro de la
cultura moderna y citando al autor: “En su forma moderna, la cultura alimenta el
odio por las convenciones y virtudes de la vida cotidiana, que habían sido
racionalizadas bajo las presiones de imperativos económicos y administrativos.”
Sin embargo, desde su perspectiva la cultura no es totalmente responsable de la
modernización social, es decir, son esferas independientes que solo intervienen
directamente entre sí. Ahora bien, la modernización social tiene que ver con las
dinámicas económicas y la organización del Estado, mientras que la
modernización cultural se expresa como la escisión de la metafísica y razón.

La lectura de este texto permite entender la pretensión de la modernidad. Es así


como queda en evidencia que el proyecto modernizante buscaba que las esferas
científicas, artísticas, legislativas y morales se fundaran en la autonomía con
lógicas propias y este proyecto fue así establecido por los pensadores del
iluminismo en el siglo XVIII, pretendían que el desarrollo cultural moderno logrado
por estas esferas enriqueciera la cotidianidad. A pesar de esto, las artes no
lograron su cometido al gozar de tanta autonomía lo cual obligaba a los
consumidores a híper especializarse en él para comprenderlo, también reconoce
el autor otros intentos fallidos de la negación de la cultura y la negación de la
filosofía que desemboca en un dogmatismo y una “razón terrorista”.

Por último, el autor exhibe que la recuperación de las experiencias estéticas y la


recepción común de las artes podrían ser alternativas antes de condenar al
proyecto modernizante al fracaso.

Bibliografía
Habermas, J (1998) Modernidad: un proyecto incompleto, Revista Punto de
vista No.21, Buenos Aires

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