Para establecer el origen del vocablo Estado, debemos remontarnos a
la Grecia antigua, en donde esta organización que estudiamos tiene su antecedente conocido con el nombre de polis, que quiere decir ciudad, palabra que identificaba la realidad política de aquella época. Su extensión solamente comprendía los límites de la ciudad, no obstante, con el tiempo se rebasan los mismos y surge un fenómeno político diferente, más amplia al que se llamó to- koinon, palabra griega que significa comunidad.
Polis asentado en español como voz con plural, es la
denominación dada a las ciudades estado de la antigua Grecia, surgidas desde la Edad Oscura hasta la dominación romana. La polis es el marco esencial donde se desarrolló y expandió la civilización griega hasta la época helenística. La unificación entre el núcleo urbano y el campo, característica esencial de la polis arcaica y clásica, no se cumplió hasta mitad del siglo VII a.C.
Luego Roma, heredera de la política griega, presenta dicho fenómeno
político con similares características que la polis, pero con el nombre de civitas, vocablo latino que también significa ciudad. Asimismo, encontramos a la agrupación de ciudadanos con el ámbito de defender la cosa común del pueblo, a la que se llamó res publica, que no era más que una comunidad de intereses a la cual se referían los intelectuales romanos cuando escribían que se trataba del conjunto de instituciones políticas de su civitas (Es el mismo concepto de polis) Por efectos de conquista, se nos presenta otro fenómeno político que desborda los límites de la ciudad. Este fenómeno político se denominó imperirum -imperio- no tiene que ver solamente con el territorio sino que también y principalmente, con un nuevo concepto que se llamó poder, lo cual permite hablar de res imperantes en lugar de res populi.
Este vocablo -imperio. se usó en diferentes lugares durante la
Edad Media. En Alemania se llamó Reich; en España, Reino; y en Francia e Inglaterra, Empire. Aunque todas esas palabras significaban lo mismo, es decir, la idea de dominación de un rey o príncipe.
El Reich Alemán, también conocido como el Imperio alemán era el
nombre del Estado alemán entre los años 1871 y 1945 y también la denominación oficial de Alemania hasta 1945 autoproclamándose, Reich de la Gran Alemania.
En lo que se refiere a los casos inglés y francés se estructuró y
denominó por igual, Empire, Reino de Gran Bretaña, fue un país localizado en Europa Occidental, desde el año 1707 al año 1801, creado a partir de la unión de las coronas de Escocia e Inglaterra, bajo el Acta de Unión de 1707, que había sido concebido a fin de alcanzar un Estado único en la isla de Gran Bretaña, nuevo parlamento y gobierno del reino, asentado en Westminster, Londres. Los 2 antiguos reinos compartían rey desde que en 1603 Jacobo VI de Escocia pasara a ser Jacobo I de Inglaterra. En otra época, más cercana a la nuestra, como es el Renacimiento se buscó un término más adecuado para distinguir la totalidad de las diversas comunidades políticas. Así, en Italia cada reino era una civita e identificó a un Estado en particular, por ejemplo: Estado de Florencia, Estado de Venecia, Estado de Roma, etc. sin importar que posteriormente un Estado fuere de tipo monárquico o republicano, o un estado pequeño o uno grande.
Fue hasta en el siglo XVI que se utilizó la palabra Estado, con el
fin de identificar a toda la comunidad política estatal. Le corresponde pues, al Renacimiento el honor de haber implantado el nombre moderno Estado, porque es este período histórico que se estima como cuna de su nacimiento, cuando Nicolás Maquiavelo en su obra el Príncipe usó la expresión lo stato por primera vez para referirse a un nuevo status político. En relación con esta afirmación, Norberto Bobbio, denominado El filósofo de la democracia en el mundo contemporáneo, escribe lo siguiente: Esto no quiere decir que la palabra fue introducida por Nicolás Maquiavelo. Minuciosas y amplias investigaciones sobre el uso de Estado, en el lenguaje de los siglos XV y XVI muestran que el paso del significado común del término status, de situación a Estado en el sentido moderno de la palabra, ya se había dado mediante el aislamiento del primer término en la expresión clásica status rei pubblicae.
Actualmente se mantiene una terminología imprecisa para
referirse al Estado como fenómeno político que cambia constantemente, las palabras Poder, pueblo, Nación y Potencia, designan lo que propiamente es el Estado. Muchos autores las usan y más de alguno dice que son impropias porque, en todo caso, ellas identifican una parte del fenómeno que estudiamos y no en su totalidad. Al respecto, cabe mencionar que Juan Bodino, en su obra Los Seis Libros de la Historia (1576), emplea la palabra república como sinónimo de Estado, aunque la reserva para referirse a formas concretas de organización, se refiere al estado aristocrático en contraposición al estado popular democrático.
El uso imperfecto desde el siglo XIV del término Estado, se
estabiliza en la medida que se afirma y consolida como una organización de poder, unos órganos más sus funciones y un obrar autónomo. Su uso se da en forma lenta, pues en el siglo XVIII el término sólo aparece esporádicamente en la literatura política o en disposiciones legales, especialmente para nombrar la unidad política con referencia al orden externo, definiéndose en forma indiferente como Nación o como Estado. Desde el segundo tercio del siglo XIX puede decirse que Estado es un término y un concepto habituales aunque sin uso teórico definido y claro. Vicente Santamaría de Paredes (abogado y político español) lo asienta y lo fija como eje de la ciencia y su uso es genérico como forma de convivencia política.
Definir al Estado es una ardua tarea que se impusieron los
hombres desde hace mucho tiempo. Cada definición ha sido producto de la misma época que vivió aquél que lo intentó y con atinada observación se puede decir que hasta el presente la tarea no ha sido completada, considerar que la ciencia está en bastante desarrollo. Como consecuencia, encontramos en el devenir histórico diversas intenciones de encuadrar al Estado en un sector concreto de la realidad y establecer las notas que lo individualizan.
Para Platón el Estado era un ente ideal y para Aristoteles una
sociedad perfecta, los romanticistas lo consideraron como un ser espiritual, para Juan Jacobo Rousseau califica al mismo como la asociación política libremente fundada por los partícipes del contrato social. Emanuel Kant, dijo que era una reunión de hombres que viven bajo leyes jurídicas. Hans Kelsen identifica al Estado como una ordenación de la conducta humana, y René Carré de Malberg un conjunto de elementos heterogéneos.
Introducción al derecho internacional privado: Tomo III: Conflictos de jurisdicciones, arbitraje internacional y sujetos de las relaciones privadas internacionales