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Frente a la enseñanza positivista y Los

anacrónica de la historia, que aún métodos Introducción a los problemas,


métodos y técnicas
de la historia demográfica,
se imparte en las universidades espa- de la historia económica y social
ñolas y latinoamericanas, la obra de
los profesores Ciro F. S. Cardoso
y Héctor Pérez Brignoli ofrece a
quienes se interesan seriamente por
el estudio de esta materia el estado
actual de la metodología más recien-
te en el campo de la historia econó- Ciro ES.Cardoso
mica, demográfica y social. Un con- H. fferez Brignoli Presentación de Josep Fontana

junto de métodos y técnicas —he-


rramientas básicas del oficio de his-
toriador— imprescindibles para ha-
cer de la historia, como quería
Gramsci, una disciplina «que se re-
fiere a los hombres, a tantos hom-
bres como sea posible, a todos Jos
hombres del mundo en cuanto se
unen entre sí en sociedad y trabajan, CRITICA
luchan y se mejoran a sí mismos». Grupo editorial
Grijalbo
CIRO FLAMARION S. CARDOSO
HÉCTOR PÉREZ BRtGNOLl

LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA


Introducción a los problemas, métodos y técnicas
de la historia demográfica, económica y social

Presentación de
JOSEP FONTANA

EDITORIAL CRíTICA
Grupo editorial Grijalbo
BARCELONA
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PRESENTACIÓN

Este libro prestará una inestimable ayuda a cuantos se interesan seria-


mente por el estudio de la historia y desean conocer los métodos actuales
de investigación del pasado. Objetivo éste que ni siempre se puede alcan-
zar en las aulas de nuestras universidades, donde ha sido frecuente hasta
hoy -las cosas, por fortuna, empiezan a cambiar- que se ignoren y
menosprecien las aportaciones metodológicas de los últimos cincuenta
a ños, ni se obtiene con la lectura de los tratados de teoria semifilosofica de
la historia que suelen prodigarse entre nosotros , caracterizados por una
pedante vaciedad que los sitúa a muchas leguas de un libro como éste,
elaborado con esfuerzo y modestia, perfeccionado en la práctica cotidiana
de la enseñanza universitaria y cuidadosamente puesto al dio.
Se escandalizarán todauia, tal vez, quienes se aferran irracionalmente
a viejos modos de concebir la historia, totalmente superados. En cuanto
vean asomar en estas páginas unos números, unas gráficas y unas sen-
cillas ecuaciones clamarán indignados que eso es •'confundir la aritmética
con la historia", como ha dicho algún aspirante a un sillón académico.
¡Com o si contar, por ejemplo, el número de los hombres, sus nacimien-
tos y sus muertes, y medir el tiempo y la esperanza de sus vidas no fuese
mil veces más trascendente que enfrascarse en el estudio documentado de
unos tratados diplomáticos que jamás se respetaron o de los movimientos
de las tropas en batallas que no decidieron nada!
Este libro nos habla de los hombres , sus vidas, sus trabajos, su subsis-
tencia, su forma de organizarse en sociedad, su pensamiento, sus luchas...
Cubierta : Alberto Corazón y de laforma en que todos estos datos, combinados, nos permiten alcan-
© 1976: Cir.o ~lamar~o~ Santan a Cardoso y H éctor Pérez Brignoli zar una visión global de las sociedades humanas y estudiar su euolucián.
© 1976: Editori al Crítica, S.A., Plaza Eguilaz 8 bis Barcelona-L?
ISBN : 84-7423.003-9 ' , " Seria dificil encontrar objetos más legttimos del trabajo del historiador.
Depósito legal: B. 47528.1976 Que en el transcurso de sus investigaciones el historiador haya de
Impreso en España formular apreciacionescuantitativas no sólo es admisible, sino que resulta
Fotocomposi~ión y mo.ntaje: Yate , S.A., Enna, 100, Barcelona-y obligado. Cuando un cultivador de los formas- más tradicionales de la , ,
1976. - Graficas Marina, Paseo Carlos 1, 142, Barcelona-U r .
"ciencia histórica", y defensor de una interpretación reaccionaria del
LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA PRESENTACI9N
8
pasado español -rasgos que no es extraño que se encuentren asocia- construir una reflexión teórica más rica; sin elconocimiento previo de
dos-«, escribe que "está comprobado el divorcio entre el pueblo y el este instrumental básico de trabajo se corre el riesgo de caer en la pura
sistema liberal", pretende decirnos, en realidad, que la mayor parte del elucubración, o de descubrir mares que han sido ya sobradamente re-
,'pueblo" era contraria al liberalismo, con lo que está haciendo historia corridos.
cuantitativa sin saberlo -como el señor [ourdain hablaba en prosa-«, La virtud fundamental que veo en este libro, sin embargo, no es de
pero la hace mal, de manera que resulta imposible verificar su afirmación. orden técnico. Nuestros estudiantes están acostumbrados a una actitud
Dado que no hay más remedio que hacer historia cuantitativa en mayor o pasiva ante la enseñanza de la historia, que conciben como un conjunto
menor proporción, aunque se ocupe uno de las vidas y amores de las de datos y noticias que se aprenden a través de la lectura de textos
princesas, mejor será hacerla conscientemente y de acuerdo con unos narrativos. La investigación, en consecuencia, se reduce a poco más que a
procedimientos metodológicos correctos, que permitan comprobar y dis- acudir a los documentos -esto es, a los depósitos brutos de tales datos y
cutir los resultados. Lo que no significa, sin embargo, que la cifra y la noticias- para, con la ayuda de unas técnicas elementales, alumbrar
medida sean el objeto final de la investigación histórica. Son, simplemen- nuevas inf ormaciones del mismo género, con las que ir aumentando sin
te, datos brutos , elementos de los que hay que partir para proceder a la descanso el caudal de conocimientos de un tipo de historia que Mably
tarea más compleja de la interpretación global. denunció ya hace doscientos anos como "un amontonamiento inmenso
Escrito por dos historiadores iberoamericanos, este libro recoge la de hechos que se procura colocar por orden de fechas' " y que se carac-
parte más viva y valiosa de la escuela fran cesa de los Annales -el legado teriza por su escaso interés y su total inutilidad. Para liberarse del conjuro
de Marc Bloch y de Lucien Febvre-, pasándolapor el tamiz marxista, en esterilizador de estos métodos librescos, que acaban matando en los estu-
laforma en que podemos apreciarlo en la obra y en la reflexión teórica de diantes la capacidadde discurrir por su cuenta -algo que nuestra cultura
Pierre Vilar, que ha sido inspirador directo de estas páginas. No es ex- académica sigue considerando con harto recelo-«, bueno será que se
traño que la obra nos resulte metodológicamente más cercana que libros comience a enseñar la historia como un sistema de investigación: como
inspirados en otras corrientes culturales, a lo que contribuye también el un conjunto de métodos cuya finalidad principal es la de ayudar a los
hecho de que los autores tomen sus ejemplos de la historia colonial his- hombres a que, a través del desciframiento de su pasado, comprendan las
panoamericana, lo que tiene la doble ventaja de referirse a algo que forma ' razones que explican su situación presente y las perspectivas de que deben
parte de nuestra propia historia, y que permite, a la vez, introducir las partir en la elaboración de su futuro. Una historia-herramienta, que enri-
dimensiones del conflicto racialy de los problemas del esclavismo. Tam- quece la capacidadde comprensión y de critica, supone una participación
poco el propósito que ha inspirado estas páginas nos resulta extraño. Del activa de todos cuantos se interesan por ella.
lado de acá del Atlántico, "el atraso cultural" y "la visión positivista y Al proponer a los editores la publicación de este libro he pensado
anacrónica de la historia " están muy lejos de haber desaparecido. Cabe sobre todo en los estudiantes, en la importancia que tiene que se acostum-
esperar que la difusión de libros como éste contribuya a su definitiva bren a pensar en su aprendizaje de la historia como en algo activo, que
superación. exige su plena colaboración, en lugar de contentarse con ser el receptor
No se piense , sin embargo, que este libro sea una especie de recetario totalmente pasivo de una enseflanza académica que no tiene nada que ver
que contiene cuanto debe saberse. Es una obra de iniciación, destinada con sus preocupaciones o sus problemas. As!, las nuevas generaciones de
especialmente "a los estudiantes de historia y otras ciencias sociales", historiadores, que no se resignarán a seguir siendo simples momijicadores
que pone a nuestro alcance las herramientas fundamentales del oficio de de hechos y palabras del pasado, adquirirán un género de conocimientos
historiador. Que nadie lo desdeñe, tampoco, por demasiado elemental. La que les permitirán vivir en su tiempo y en su mundo , colaborando a
mayor parte de los licenciados ep historia que salen de nuestras universi~ mejorar el presente y aportando su propia contribución a la tarea de hacer
dades para dedicarse a la docencia yola investigación , no conocen nt del hombre el constructor consciente de su futuro .
siquiera estos rudimentos, que nadie les ha enseñado, condenados a unos
programas recargados de contenido factual e indigentes de contenido me- JOSEP FONTANA
todológico. A partir del nivel que se nos ofrece en estas páginas se puede Barcelona, octubre de 1976 I
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A Maria Yedda L. Linbares

A Pierre Vi/ar

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PREFACIO

El texto que se presenta al lector tiene por modesta ambición la de


contribuir a llenar un vado : la falta, hasta cierto punto inexplicable, de
un manual que , en lengua española, presente el estado actual de la meto -
dología en historia demográfica, económica y social. En buena parte de
los medios académicos de Iberoamérica es todavía moneda corriente la
confusión entre metodología y filosofía de la historia. Ocurre también fre-
cuentemente que la metodología histórica enseñada en las universidades se
limita a un aparato erudito, apoyado en multitud de disciplinas auxiliares;
cuyo objetivo es establecer la autenticidad del documento, donde supues-
tamente duerme el "hecho histórico" -objeto siempre proclamado y
nunca convenientemente definido de la ciencia histórica -, esperando la
llegada reverente del historiador.
El presente manual pretende entablar un combate contra esa concep-
ción del oficio de historiador. Es cierto que en muchos países tal combate
ya no tendría sentido: sería como asediar una fortaleza que se rindió hace
tiempo... Desgraciadamente, no podemos decir 10 mismo de Iberoaméri-
ca, donde s6lo el atraso cultural sigue justificando la vigencia e incluso el
predominio de una visión positivista y anacrónica de la historia.
Es indudable, sin embargo, que en la actualidad está creciendo en
América latina una nueva manera de hacer la historia; y esto no ocurre
sólo por el lado de nuestra disciplina sino que es parte de un movimiento
más amplio que implica a todas las ciencias sociales, y muy especialmente
a la economía y la sociología. Como en el caso europeo, el combate contra
la vieja historia positivista se nutre del contacto con otras ciencias del
hombre, que contribuyen a definir una nueva problemática científica,
pero la situación histórica de dicha crítica es fundamentalmente diferente.
Mientras que en el caso europeo se trató de la influencia directa de las
ciencias sociales sobre la historia que se renovaba, en Latinoamérica se
trata de una crítica más radical, llevando a que tanto la sociología como la'
economía y la historia cuestionen las explicaciones básicas efectuadas en el'

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14 LOS MÉTODOS DE LA HISTbRIA PREFACIO

sentido de comprender nuestro pasado y nuestro presente , a partir de una Por último, agradecemos las valiosas indicaciones y correcciones que
teoría concebida para las sociedades capitalistas desarrolladas. debemos a la doctora Maria Luiza Marcílio, quien ha leído el manuscrito
Con la intención de contribuir a este esfuerzo del pensamiento latino- del capítulo IV; agradecemos igualmente las sugerencias hechas respecto
americano nos hemos esforzado en elaborar un manual adaptado a las al plan del manual por el doctor Enrique Florescano. Obviamente, somos
necesidades específicas del subcontinente, tratando de mostrar los campos los únicos responsables de los errores en el texto que se ofrece alleetor.
básicos de interés para la investigación en historia demográfica, económi-
ca y social, y la forma de elección y aplicación de los métodos y técnicas San José (Costa Rica), junio de 1976.
más recientes en nuestras condiciones específicas. Por estas razones dese-
.chamos la tentación -bastante grande por cierto- de traducir simple-
mente un manual extranjero de buena calidad, lo que hubiera sido sin
duda más sencillo.
La presente obra tiene una intención limitada. Se destina especial-
mente a los estudiantes de historia y otras ciencias sociales, que deseen
iniciarse en los métodos y técnicas de algunas de las ramas de la ciencia
histórica, aunque 110 desechemos la posibilidad de que puede también
resultar útil a profesores formados en la historia tradicional y que quieran
renovar su perspectiva metodológica. Debe quedar bien claro que no se
trata de un libro destinado a especialistas.
Queremos señalar el carácter incompleto e imperfecto de este libro.
Ello se debe sobre todo a la limitación de los autores y al carácter de
rápido cambio que presenta nuestro objeto de estudio desde unos años a
esta parte, en que los métodos y técnicas conocidos están en pleno pro-
ceso de reelaboración a la vez que hacen su aparición nuevos instrumen-
tos conceptuales y nuevos campos de estudio y aplicación . Sin duda, los
especialistas, yen general todas las personas que de algún modo utilicen
este manual, encontrarán deficiencias y errores que mucho nos gustaría
nos fuesen señalados.
La tercera parte, que fue la última en ser elaborada, surgió gracias a
las sugerencias de Pierre Vilar, quien nos comentó amablemente el plan
del libro y nos indicó los peligros de no incluir el problema de la síntesis
global. La bibliografía utilizada en esta parte final es más actualizada que
la de la primera parte. Esto se explica por el tiempo que llevó la redac-
ción, y el carácter de rápida evolución que caracteriza a nuestra dis-
ciplina . 1

1. Como los diferentes capítulos fueron redactados -y a veces revisados- a lo largo de un periodo de
cuatro aJlos (1972 ·1976) . ciertos textos importantes. de reciente publicación o traducción, no fueron
utilizadoso lo fueron insuficientemente. Entre otros . mencionemos los siguientes : Píerre Chaunu , L'bis -
toire, sciencesocia/e, S.E.D.E.S., París , 1974; Roderick Floud, Métodos cuantitativos parahistoriadores,
Alianza Editorial, Madrid, 197~; J. Le Goff y P. Nora (compiladores), Faite de l'bistoire, 3 vols.
Gallimard, París, 1974; Manuel Tullón de Lara, Metod%glo de la historiasocia/de Espafla, Siglo XXI,
Madrid, 1973; Varios autores, 'Aujourd'bui l'bistoire, Éditions Sociales, París, 1974.
PRIMERA PARTE

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2.-M ÉTODOS

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CAPÍTULO I
,
LA EVOLUCION
, RECIENTE DE LA CIENCIA
HISTORICA:
1) Etapas, corrientes y campos de estudio

A. El camino recorrido: de la historia lineal de los hechos sin-


gulares a la historia de las estructuras
A comienzos de este siglo dominaba el panorama de la historiografía
una concepción, heredada del siglo XIX, que fue llamada "historia histo-
rizante" (Henri Berr) , o "historia episódica" (événementielle: Paul
Lacombe). La misión del historiador consistiría, según esa concepción, en
establecer ..,-a partir de los documentos- los " hechos históricos", coor-
dinarlos, y finalmente exponerlos en forma coherente, "Hechos históri-
cos" serían aquellos hechos singulares, individuales, que "no se repi-
ten' '; el historiador debería recogerlos todos, objetivamente, sin elegir
entre ellos. Se los veía como la materia de la historia, que existiría ya,
latente en los documentos, antes que el historiador se ocupara de éstos.
Su ordenación en una cadena lineal de causas y consecuencias constituiría
la síntesis, la presentación de los hechos estudiados: hechos casi siempre
políticos, diplomáticos, militares o religiosos, muy raramente económicos
o sociales. Por supuesto, la realidad del funcionamiento de esa manera de
hacer historia no correspondía a la visión que de su disciplina tenían los
historiadores de entonces. Seguros de sus "ciencias auxiliares", lenta-
mente elaboradas durante siglos para servir a la crítica externa e interna
de los documentos, seguros en general del conjunto de reglas de su
método, ellos estaban lejos de percibir que los famosos' 'hechos históri-
cos' " supuestamente una realidad exterior y sustancial que se impone al
investigador, eran más bien una creación de éste; que aunque no apare- -.
dan explicitadas una teoría explicativa o hipótesis de trabajo, no dejaban .
por ello de existir, y determinaban la elección del objeto y de los docu-

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20 . LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA CIENCIA HISTÓRICA . ¡'~ !i' '.
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mentas; la elaboración de los "hechos" a partir de tales testimonios; y un primer contacto de la historia con las otras ciencias 'del hombre 'pudo" !'
su exposición ordenada. Una concepción trascendente de la historia , del realizarse. En esa primera fase de apertura de la historia a nuevas influen-
.rnovimiento histórico -desde luego implícita y jamás mencionada- , era cias, fue la psicología la ciencia que más atrajo a algunos historiadores, a
. el criterio de definición de cada hecho como histórico o no , y lo que Lucien Febvre inclusive . .
permitía ' 'saltar" de un hecho a otro , componiéndose así un texto or- El cambio decisivo de dirección ' ocurrió a partir de 1929, con la
denado.' La " imparcialidad " u " objetividad" del historiador positivista creación de los Annales por Lucien Febvre y Marc Bloch: estos historia-
era pues un mito , lo que se puede ver claramente en el pasaje siguiente de dores hicieron de dicha revista un punto de encuentro y discusión entre
un artículo de Francois Furet: 2 historiadores y científicos sociales en general. Bajo su impulso -y el de
F. Simiand, E. Labrousse, J. Meuvret, etc.- se inició la evolución que
...como el acontecimiento -irrupción súbita de lo único y de lo conduce al estado actual de la historiografía francesa, cuya influencia
nuevo en la cadena del tiempo- no puede ser comparado con ningún sobre muchos historiadores latinoamericanos siempre fue importante. En
antecedente, la única manera de integrarlo a la historia consiste en
atribuirle un sentido teleológico: si él no tiene un pasado, tendrá un una primera fase, fueron los estudios económicos de la coyuntura los que
futuro. Y como la historia se ha desarrollado, desde e! siglo XIX, más influenciaron a los historiadores , estimulando el estudio de los pre-
como un modo de interiorización y conceptualización de! sentimiento cios y salarios. Sin embargo, el gran movimiento de contacto y debate con
del progreso, el "acontecimiento" indica casi siempre la etapa de un las ciencias sociales cambió de dirección -y más de una vez- desde los
advenimiento político o filosófico: república, libertad, democracia, ra- afias 30 , bajo nuevas influencias: del estructuralismo lingüístico y antro-
zón. Tal conciencia ideológica de la historia puede asumir formas más
refinadas; puede reorganizar e! saber adquirido sobre determinado pe- pológico, de la demografía , de la escuela de Chicago. La importancia de
ríodo alrededor de esquemas unificadores menos directamente ligados a Fernand Braude1 y Ernest Labrousse fue primordial en el sentido de orien-
eleccionespolíticas o a valores (tales como el "espíritu" de una época, tar a los historiadores hacia el estudio de las estructuras, más allá de los
su " visión del mundo " ); pero ella traduce en el fondo el mismo acontecimientos y de los ciclos coyunturales. Al contacto de las otras
mecanismo de compensación : para ser inteligible, e! acontecimiento
necesita una historia global definida fuera e independientemente de él. ciencias del hombre, la historia, a partir de 1930 aproximadamente, se
De ahí viene esa concepción clásica del tiempo histórico como una interesa por los hechos recurrentes así como por los singulares, por las
serie de discontinuidades descritas de manera continua , que es natural- realidades conscientes y por aquellas de que los contemporáneos no tienen
mente la narración. necesariamente conciencia -los ciclos coyunturales de larga duración,
por ejemplo-o 3
Es evidente, sin embargo, que el método crítico -penosamente cons-
tituido desde el Renacimiento sobre todo- tuvo y tiene su utilidad. Es
necesario situar .los documentos en el tiempo y el espacio, clasificarlos, B. Las líneas de fuerza de la evolución reciente de la ciencia
criticarlos en cuanto a su autenticidad y credibilidad. Pero este trabajo histórica
erudito ya no representa la mayor parte de la actividad del historiador,
como ocurría cuando predominaba la concepción positivista de la historia. El motor de la evolución reciente de la historia fue, pues, -y sigue
Sin duda, desde las primeras décadas de este siglo , tal visión de la siendo- el contacto con las demás ciencias del hombre; menos estruc-
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historia fue criticada -sin dejar entonces de ser dominante- por los turada, la historia aparece también como más abierta, menos rígida y
pioneros de una nueva concepción histórica, como Paul Lacombe y Henri
Berr. Este último animó la Reoue de syntbese bistorique, gracias a la cual 3. La revista creada por Lucien Febvre y Macc Bloch se llamó en primer lugar Annales d 'bistoire
économ ique el sociale, en seguida Annale« d 'bistoire sociale, más tarde Mélanges d'bistoire sod ale, y
finalmente (1946) Annales. Économies, sociétés, civilisalions. Después del asesinato de Bloch por los
1. Cl. Lucien Febvre , Combates por la historia, traducción de F. J. Femández Buey -y Enrique ocupantes alemanes, L. Febvre siguió traba jando hasta su muerte en la dirección de la revista ; ésta tuvo en
Argullol, Ediciones Ariel , Barcelona , 1970 , pp. 175-181 ; Maurice Bouvier-Ajam , Essai de m étbodologie seguida como inspirador a Femand Braudel, CL Franc;ois Simiand, Le Salaire , I'évolution sociale el la
bistorique, Le Pavillon , París, 1970, pp. 28-30 . monnaie, París , 1932 , 3 vols.; Emest Labrousse , Fluctuaciones economicas e historia social, Tecnos,
2. Francois Furet, "L'histoire quantitative et la construction du fait historique" , en Annales Madrid, 1962; los principales articulas de Jean Meuvret fueron recientem ente reunidos en un libro :
E.S. e., Annand Colín , París, enero-febrero de 1971 , pp. 63-75 (cita sacada de la página 71 ). ~Iud.s d'hisloire économique, col. Cahiers des Annales n.O 32 , Annand Colin , París , 1971.
·1.
EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA CIENCIA HISTÓRIC1'~~¡'í;.!
22 LOS MÉTODOS DE LA HISTORlA
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resistente al cambio que otras disciplinas. Pero las modalidades y la inten- tarde en Francia la "econometría retrospectiva". La New Economic HiS~ ':. i

sidad del contacto fueron variables. Hubo, por una parte, una verdadera tory no limita sus ambiciones al estudio de series estadísticas y, a lo",· i

importación de técnicas y métodos, además de vocabulario y problemá- mejor, a la correlación entre ellas, sino que intenta aplicar retrospectiva-
tica, con relación a la economía política, a la econometría (con la creación mente la teoría y los métodos de la ciencia económica, y reconstruir así
de una "econometría retrospectiva"), a la demografía; por otra parte, de las economías pasadas a través de un sistema de ecuaciones. Se trata de
la sociología, por ejemplo, la historia adoptó más bien una parte de la una historia hecha por economistas de profesión, no por historiadores. En
problemática y de la terminología que sus métodos; y el estructuralismo Francia, una "historia cuantitativa" análoga -aunque mucho menos
lingüístico y antropológico actuó sobre la historia principalmente en el rica- apareció en los años 60 de este siglo, igualmente hecha por econo-
sentido de provocar la reflexión de los historiadores respecto a ciertas mistas: la escuela de jéan Marczewski. En los Estados Unidos, como en
nociones fundamentales, sin influir en forma directa en ningún punto -o Francia, los economistas historiadores que se dedican a la econometría
casi ninguno- de la investigación histórica. retrospectiva manifiestan un cierto desprecio por lo que a veces llaman la
Un cierto número de términos resume lo esencial de la nueva proble- "historia económica tradicional", escrita por historiadores-economistas,
mática y metodología que la historia vino adoptando en los últimos cua- a la que no toman en cuenta. 5
renta años: cuantificación, coyuntura, estructura, modelo. Las técnicas y métodos cuantitativos, aplicados primero a la historia
La cuantificación sistemática, inaugurada con los estudios de la co- económica, luego a la historia demográfica y social, tienden a ganar
yuntura económica a través de,series estadísticas (por eso el nombre de siempre nuevos campos de trabajo; tal evolución es facilitada y acelerada
"historia serial"), representó un cambio cualitativo, no solamente a por la difusión del uso de las computadoras. Actualmente se intenta, por
nivel de los métodos y técnicas, sino también a nivel epistemológico. ejemplo, desarrollar una semántica cuantitativa aplicada a la historia.
Toda la concepción de la historia tradicional se derrumbó, pues su objeto, La noción de estructura apareció en los estudios históricos mucho
el "hecho singular", dejó de dominar el horizonte del historiador: éste antes que se desarrollara la antropología estructuralista de Claude Lévi-
se interesaba ahora en captar las pulsaciones, los ciclos de larga y corta Strauss; el marxismo la utilizaba desde el siglo XIX, y en la primera
duración de la vida económica, sus efectos sociales u otros. La naturaleza mitad de este siglo, varios historiadores se ocuparon de las estructuras
misma de la investigación lo obligaba a plantear muy claramente su teoría sociales, aunque no siempre hayan utilizado explícitamente el término
explicativa y sus hipótesis de trabajo, a especificar los criterios de selec- estructura (Jean jaures, Georges Lefebvre). Pero no cabe duda que el
ción o elaboración de los datos, el por qué de la elección de este o aquel advenimiento del estrueturalismo obligó a los historiadores a reflexionar
procedimiento estadístico. Los acontecimientos no estaban del todo ausen- I sobre el concepto mismo de estructura, utilizado por ellos muchas veces
tes de sus preocupaciones, pues para explicar las fluctuaciones coyuntura- con insuficiente rigor. En la pasada década, las oposiciones: antropolo-
les hay que recurrir a ellos: una guerra, por ejemplo, puede tener una gía-historia, sincronía-diacronía, estructura-acontecimiento, etc. parecían
gran influencia sobre la coyuntura comercial; pero ya no se trataba de acaparar todas las atenciones. Mas se trataba de un debate frecuentemente
construir la historia saltando de hecho singular en hecho singular. Cuan- mal planteado, y por lo menos en parte falso en cuanto al f~ndo. La
do se trabaja con curvas y series estadísticas, lo que importa es, en último evolución posterior de la antropología y de la historia mostró que muchas
análisis, mucho más la tendencia, el sentido de la evolución, que tal de las supuestas incompatibilidades se ligaban al estadio de evolución de
hecho o tal dato particular. 4 una historia todavía no enteramente comprometida en el estudio de las
En los países anglosajones, la historia económica cuantificada evolu- estructuras, y de una antropología que vacilaba en abordar el difícil pro-
cionó en forma y ritmo distintos a los de Francia, aunque con puntos de blema de la génesis y evolución de las estructuras. Pero es cierto, sin
contacto e influencias recíprocas; pensemos, por ejemplo, en las polémi- embargo, que la preocupación primordial de la historia con la dinámica de
cas de Hamilton con los historiadores franceses. Fue en los Estados Uni- . 5. .1~::OO M. P~ce, "P~c,ipales tendencias de la investigación cuantitativa reciente en el campo de
dos donde, por vez primera, apareció lo que Pierre Vilar llamaría más la historia ,traducción de Cecilia Rabell, en Perspectivas de la histori4 económica cUIlntitativo en Ami-
ri~o ta,tino, ~l Colegio .de México (Comisión de Historia Económica del Consejo Latinoamericano. ele
Ciencias Sociales), México. 1970, pp. 9-33 (mimeografiado).
4. Cf. F. Furet, arto cit.
24 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA l ' . . EVOLUCIÓN RECIENTE DE LÁ CIENCIA ,;,s~~~~~''!,
la evolución, con el tiempo, la opone no solamente a la antropología a "aprehender el pasado del hombre en su totalidad, en toda su compl~ji •.:' ; 1

estructural, sino también a las otras ciencias sociales. Ciertas divergen- dad y su entera riqueza". Al lado de la historia política, diplomática· y . ' :
. cias , además, vienen-de una diferencia de óptica y de objeto : el estruc- militar, cuyo predomini,o era antes absoluto, desarrolláronse nuevos y ,
turalismo de Lévi-Strauss se ocupa prioritariamente de las estructuras fértiles campos de estudio, los cuales ocupan hoy en día la vanguardia de
mentales, que son las que más lentamente evolucionan, lo que condujo a las investigaciones históricas por sus brillantes éxitos, resultantes de los
la antropología estructural a acentuar la noción de "invariancia" de las progresos ininterrumpidos de una metodología y una problemática en
estructuras , y los factores externos de evolución de éstas." constante renovación y perfeccionamiento : historia económica, historia
. Los cambio! en la concepción de la historia condujeron pues a superar demográfica e historia social (incluyendo ésta el estudio de las mentalida-
el acontecimiento, a alcanzar, más allá de éste, las fluctuaciones coyun- des colectivas). En la actualidad, ya no aceptamos una narración histórica
turales de duraciones variables, y en fin el nivel de las estructuras, que cuyo ritmo aparezca señalado sólo o principalmente por dinastías , ba-
cambian mu y lentamente. Fernand Braudel fue el historiador que supo tallas, ministerios, tratados, etc.; el cuadro que se percibe, luego de un '
percibir y sintetizar las implicaciones de tal evolución en cuanto al proble - estudio de este tipo , nos parece ya demasiado angosto. Además de los
ma ~esencial para el historiador- del tiempo, de la duración, al distin- grandes personajes y los grandes acontecimientos políticos -más que a
guir tres niveles : el nivel de los acontecimientos, de la historia episódica, éstos, en realidad- aspiramos a conocer, para cada período y cada socie-
que se mueve en el tiempo corto ; el nivel intermedio de 1 la historia dad, el marco técnico, ' económico, social e institucional; las pulsaciones
coyuntural, con ritmos más lentos, aunque muy variables; en fin, el de la coyuntura; los movimientos de población; la vida de las grandes
nivel profundo de la historia estructural, de la más larga duración. Las masas, y no solamente de los grupos dominantes; los movimientos y
estructuras, "en el límite de lo móvil y, de lo inmóvil", son en el relaciones sociales; la psicología colectiva, y no solamente la de los "per-
movimiento histórico' 'a la vez sostén y obstáculo de la historia", como sonajes históricos". Más aún, aspiramos a comprender los mecanismos '
lo dice Albert Soboul, Así la ciencia histórica, sin dejar de preocuparse que explican las concordancias y discordancias existentes entre los distin-
prioritariamente por el cambio, por el movimiento, supo tomar concien- tos niveles de una sociedad dada, queremos tener de ésta una imagen tan
cia igualmente de las persistencias, las supervivencias, las resistencias al integrada y global como sea posible. 9
cambio . Por otra parte, los historiadores se dan cuenta de que los varios Del acontecimiento a la estructura ; de la corta a la larga duración; de
niveles estructurales presentan ritmos de evolución diferentes , debido a la lo ind ividual a lo colectivo: en todos los planos que consideremos, será
existencia de desfases en el seno de la estructura global : las estructuras fácil constatar el proceso de ampliación y profundización que caracteriza a
económicas cambian más rápidamente que las sociales, y las estructuras ' la visión actual de la historia.
mentales más lentamente que todas las otras.' ' , Pasaremos ahora a desarrollar en forma un poco más detallada algunos
En la actualidad la noción de modelo se impone en forma creciente a de los puntos tan rápidamente mencionados en los párrafos precedentes.
los historiadores. Además de los modelos econométricos de la New Eco-
nomic History yde la "historia cuantitativa" francesa , hay intentos,
más interesantes y prometedores, de construir modelos que tomen en C. La historia cuantificada y sus comentes
cuenta la especificidad de los distintos sistemas sociales y económicos: tal
es el caso del modelo del sistema feudal polaco que elaboró Witold Kula. 8 1. Una mutación fundamental; la cuantificación sistemática
Para Henri-Irénée Marrou, el rasgo más importante de las transfor-
maciones recientes de la ciencia histórica es la tendencia creciente de ésta La inclusión ocasional de cifras en el texto, en apoyo de ciertas afirma-
6. Ver Labrousse y otros, ÚJ!I estructuras y los hombres, traducción de Manuel Sacristán , Ediciones
dones , es sin duda algo muy antiguo, que encontramos ya en la obra de
Aríel, Barcelona, 1969. algunos historiadores griegos y romanos. Pero cuando, en los años 30 del
7. Idet», pp. 115-124 (ponencia de A. Soboul); d . sobre todo Femand Braudel, "La larga dura-
ción" , en La Historia y losciencias sociales, traducción de J. Gómez Mendoza, col. El Libro de Bolsillo 9. Cf. Henri-Irénée Marrou, "Qu'est-ce que I'histoire ?", en L'Histoire et ses méthodes (bajo 1.
n.O 139, Alianza Editorial, Madrid 1970, pp. 60-106 (el artículo es de 1958). dirección de Charles Samaran), col. Encyclopédie de la Pl éiade, Gallimard, París, 1961, pp, 3.33; '
8. Witold Kula, Tbéorie économique du systeme féodal, París-La Haya. 1970. Bouvier-Ajam, op. cit., pp. 30-41.

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26 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA CIENCI~ HISTÓRIC~~';Nq:~.
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siglo actual, ciertos historiadores de la economía, bajo la influencia de los tual, la teoría, los métodos y técnicas de la ciencia económica. Los dato. '
estudios de la coyuntura económica hechos por economistas, introdujeron reunidos en series podían ser manipulados según procedimientos estadís-.
en sus trabajos la cuantificación sistemática, una mutación de inmensa ticos y matemáticos de complejidad variable.
importancia se estaba haciendo presente. Dichos historiadores -durante Avanzando desde tales puntos de partida, la historia cuantificada se
mucho tiempo una pequeña minoría, aun en países como Francia- sim- diferenció poco a poco en tendencias o corrientes, organizándose alrede-
plemente transferían su centro principal de interés, del inefable "hecho dor de dos actitudes fundamentales. Por una parte, estaba la posición.
individual " de los positivistas a los datos cuya integración en series ha- ilustrada sobre todo por la escuela histórica francesa, o "escuela de los
o mogéneas es posible; del episodio, a los elementos escogidos (o construí- Annales", caracterizada por el rechazo de un corte radical entre historia
-~ ." dos) tomándose como criterio su carácter recurrente, que los hace compa- económica e historia global ; por una gran prudencia --:nacida del contac-
rables en el interior de un periodo dado de tiempo. Los cambios que en esa to con los archivos- en cuanto al valor de la documentación disponible,
forma empezaban a penetrar lentamente la conciencia de los historiadores y también a la validez de las formulaciones teóricas, vistas como algo que
-la visión que tenían de su disciplina- eran primordiales. debe resultar de la síntesis de un gran número de estudios de casos, y no
En primer lugar, la ilusión de la ingenuidad u objetividad del historia- presentarse como un dato apriori,' por un gran respeto frente a la especi-
dor frente a "hechos" reales y sustantivos que se le impondrían desde el ficidad de las distintas sociedades y épocas, acompañado de la creencia en
exterior, ya no podía ser mantenida. Una serie de datos cualquiera -so- la necesidad de formular teorías diferenciales para dar cuenta de dicha
bre precios, salarios, exportación, producción, etc.- sólo tiene sentido especifidad; por un conocimiento y manejo muchas veces insuficiente
cuando se la construye para contestar a ciertas preguntas muy precisas. (por las deficiencias de la formación académica de los histor iadores) de la
En otras palabras, la historia sistemáticamente cuantificada supone que abstracción conceptual, de la teoría económica y de las técnicas y métodos
las hipótesis de trabajo de los historiadores, antes implícitas, no confesa- estadístico-matemáticos más avanzados.
das, se vuelvan explícitas, claramente planteadas. Renunciando a su feliz Por otra parte, estaba la historia económica hecha por investigadores
inocencia , el historiador tuvo que darse cuenta de algo fundamental: la de formación económica y no histórica , tendiendo a hacer de la historia
necesidad, o mejor la inevitabilidad de seleccionar, recortar, construir su simplemente un campo de aplicación retrospectiva de la teoría económica
objeto, en función de sus hipótesis , de su marco teórico y metodológico. más actual, con sus modelos econom étricos, el manejo de la abstracción
Por otra parte, la construcción del objeto de estudio en series homo- conceptual y de una tecnología estadístico-matemática muy refinada. Este
géneas y coherentes llevaba a varias consecuencias importantes en cuanto segundo grupo se empieza a percibir más o menos claramente en la
a los métodos. Cuando se razona en términos de series de datos que se década de los cuarenta, sobre todo entre los anglosajones, y termina por
suceden en el tiempo, dibujando curvas que son la representación gráfica escindirse en dos tendencias : la que constituye a comienzos de la década
de ciclos de expansión y depresión , es decir, de las palpitaciones de la vida siguiente en los Estados Unidos, con Simon Kuznets, para aparecer un
económica, no es cada dato individual lo que más cuenta, sino justamente poco más tarde en Francia bajo el nombre de "historia cuantitativa" y la
el .dibujo de la curva, su evolución en el tiempo -de preferencia en la New Economic History , constituida en Norteamérica hacia 1957.
larga duración- ; el dato se define por el valor relativo que presenta al ser Dos puntos de vista fundamentales, pues , y tres corrientes :
comparado con los datos que lo preceden y lo siguen. La crítica interna,
antes ocupada en demostrar la veracidad o la falsedad de las afirmaciones la "historia serial " hecha por historiadores economistas ("es-
contenidas en los testimonios escritos, debe aplicarse ahora a la demostra- cuela de los Annales"): E. Labrousse , J. Meuvret, G. Imbert,
ción de la homogeneidad y la coherencia interna de las series de datos, R. Baehrel, etc.
recolectadas o construidas por el historiador, y de su pertinencia en rela- la historia económica hecha por economistas historiadores i
ción a las hipótesis de trabajo avanzadas; las extrapolaciones o interpola- 1.0 "historia cuantitativa" (S. Kuznets; J. Marczewski, J.-Cl.
ciones de datos tienen que justificarse en esta perspectiva. Toutain)
En fin, la nueva visión permitía a los historiadores de la economía la 2.° New Economic History (S. Engerman, A. Fishlow, B.F. Hose-
incorporación a su área de estudio de la problemática, el aparato concep- litz, R.W . Fogel, A.H. Conrad, J.R. Meyer, etc.), ",'

/
28 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA, EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA CIENCIA HISTÓRICA

te, como el resultado de múltiples estudios regionales, monografías,anáii~ ,;;


sis de empresas, etc. lI '
2. La historia serial Este último aspecto refleja una tendencia general de la historia en su
fase actual: la insistencia en la necesidad de controlar siempre las hipóte-
En el sentido de designar a una tendencia ya relativamente antigua, la sis explicativas globales, relativas a grandes conjuntos, a través de una
expresión "historia serial" fue creada en el calor de la polémica que, gran cantidad de estudios monográficos y regionales. Así, por ejemplo, en
durante la pasada década, opuso en Francia la "escuela de los Annales" la historia del capitalismo, solamente el estudio concreto de empresas
-heredera ya entonces de más de treinta afias de esfuerzos- a los impor- individuales puede permitir la evaluación de la validez de hipótesis gene-
/ tadores de la posición "anglosajona" (más específicamente, de la tenden- rales sobre innovación, inversión, papel del empresario, etc. Los datos
cia de Kuznets) a ese país, los cuales proclamaban su intención de escribir relativos a todo un país son agregados que se derivan de múltiples movi-
" una historia enteramente cuantificada -una "historia cuantitati- mientos más pequeños, constituyen promedios de experiencias regionales
va"-.IO o locales que pueden ser extremadamente variadas y heterogéneas en su
El rasgo distintivo más importante de la historia serial frente a las comportamiento. La monografía o estudio regional, analizando la totali-
demás formas de historia cuantificada consiste en ser una actividad ejerci- dad de las articulaciones concretas en determinada región, época y sector
da por historiadores formados en cuanto tales -o que aprendieron a de actividad, permite percibir la coexistencia, en un mismo país -o
serlo, como E. Labrousse, quien empezó por ser economista-, por 10 grupo de países- de ritmos coyunturales distintos, demostrando la exis-
tanto muy atentos a la necesidad de criticar la documentación que se tencia de procesos desfasados o, a veces, de diferencias estructurales más
utiliza -sobre todo tratándose de la constitución de series estadísticas o menos profundas. Los historiadores serialistas, fragmentando la realidad
relativas a períodos anteriores a la era plenamente estadística, que en estudiada en diversos niveles de análisis, ponen en tela de juicio la creen-
ningún caso precedió al siglo XIX-; atentos también al gran peligro de cia heredada del siglo XIX, de que en cada período y sociedad, los dife-
cometer anacronismos, es decir de no respetar debidamente el carácter rentes niveles o elementos evolucionan simultáneamente, a un ritmo por
diferencial de las diversas sociedades, de las distintas épocas. Al revés de 10 menos grosso modo idéntico. La historia serial demuestra, al revés, la
la escuela de Chicago, los historiadores de la "escuela de los Annales" existencia de importantes diferencias de ritmo entre distintos sectores
creen que las teorías económicas son tantas como los sistemas económicos económicos; entre la evolución económica y las estructuras sociales;
históricamente identificados: las leyes y constantes sólo 10 son en el entre éstas, la vida política, las mentalidades; además de las mencionadas
marco de un determinado sistema, y nada justifica la aplicaciónautomáti- y a veces profundas divergencias regionales y sectorialesY Tal consta-
ca de la teoría económica actual -elaborada en función de un sistema tación se vuelve posible en la medida en que, con el progreso de la
económico bien definido- a épocas o sociedades caracterizadas por otros computación -que permite el análisis serial de cualquier corpus de da-
sistemas. Importa, pues, construir lentamente las distintas teorías históri- tos cuya programación sea posible-, la historia serial, durante mucho
co-económicas adaptadas al funcionamiento real de los diferentes sistemas tiempo exclusivamente económica e interesada en el estudio de los ci-
económicos; de aquellos por 10 menos para cuyo estudio cuantificado los clos coyunturales a partir de diversas variables (precios, salarios, mo-
datos existen o pueden ser reconstituidos en cantidad, calidad y continui- vimiento comercial, etc.) , alcanza nuevos campos a los cuales puede
dad suficientes. La teoría económica actual influye, por cierto, sobre esta dedicarse, y sirve al estudio de la estructura y los movimientos socia-
escueia de historiadores de la economía; pero su validez para explicar
. total o parcialmente hechos económicos del pasado se ve como una hipó- 11. Marcello Carmagnani (" Metodología y técnicas para una historiografía económica latinoameri-
tesis que hace falta demostrar, no como una verdad que debe ser aceptada cana", en La Historia económica en América latina, 1: Situación y métodos, Sep/Setentas, México,
1972, pp. 253-264) se muestra escéptico respecto de la posibilidad de elaboración teórica en el contexto de
a priori. El proceso de construcción teórica se realiza sólo muy lentamen- la "escuela de los Annales". Nos parece que la mejor refutación de tal pesimismo la constituye la obra de
E. Labrousse.
10. Cl. Pierre Chaunu, "Histoire quantitative et histoire sérielle"; en Cabiers Vilfredo Pareto, 12. J. Meuvret, op. cit., p. 312; D.E.C. Eversley, "Population, Econorny and Society", enPopu/q.
Droz, Ginebra, n.? 3, 1964, pp. 165·175; del mismo autor: "L'histoire sérielle. Bilan et perspeetives" , tion in History, ed. por D.V. Glass y D.E.C. Eversley, Edward Amold, Londres, 1969 (reimpresión), pp.
23-69; F. Furet, arto cit. ',
en ReoueHistorique, Presses Universitaires de France, París, n.? 494, abril-junio de 1970, pp. 297-320.
LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA . EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA CIENCIA HISTÓRICA
30
les; de la demografía, de ciertas variables políticas o ideológicas, etc. mien~os de estand~rización, o cuando hay lagunas y es necesario extrapo-
Pero volvamos por un momento a la historia serial en el sentido que lar, ?Ichas operaciones se pueden realizar de manera relativamente fácil y
tuvo primero, es decir, vista como una cierta manera de concebir y hacer confiable.
la historia económica. En su conjunto, los estudios de la escuela histórica
francesa se caracterizan por un cierto empirismo, hipótesis de carácter . 2.~ Lasfuentes estructuralmente numéricas, más utilizadas por el
operativo y síntesis de tipo cualitativo. Los fenómenos económicos son historiador de manera sustitutiva, para encontrar respuesta a cuestio-
nes completamente extrañas a su campo original de investigación.
analizados en el marco de un determinado período, en su dimensión
diacrónica, frecuentemente a través de indicadores. Durante mucho tiem-
Así, por ejemplo, la utilización de los precios como indicadores del
po, los precios fueron tomados como indicadores o termómetros de la vida
crecimiento ~conómico; el estudio de la estructura social a partir de
económica, a veces de manera demasiado exclusiva; se estab1edan, por
do~umentos fiscales, etc. El historiador debe, en este caso, justificar la
ejemplo, identidades automáticas y burdas del tipo: baja de los precios =
vahd~z del empleo de sus fuentes con relación a su problemática; el
depresión; alza de los precios = prosperidad. En cuanto al procesamiento
manejo de los datos será más difícil y con frecuencia llevará a resultados
de los datos, raramente se iba más allá de las correlaciones simples entre
más arbitrarios que en el primer caso.
las variables consideradas. El uso que hacen de la teoría económica y de
los instrumentos de análisis estadístico-matemáticos los miembros de la . 3.o Las fu~~tes no estructuralmente numéricas, pero que el histo-
"escuela de los Annales" es relativamente moderado. Pero ya hemos n~dor busca utilizar de manera cuantitativa, a través de un procedí-
dicho que, si bien es cierto que ello puede resultar en parte de un en- ~Iefol~o d??leme,nte sustitutivo; es necesario que él les establezca una
trenamiento insuficiente, no es ésta la razón principal, sino por un s~~mf1caclon univoca CO? relación a la cuestión que plantea, pero tam-
b~en que pueda reorganizarlas en series, es decir en unidades cronoló-
lado un alto sentido crítico frente a la calidad de la documentación, Y por
gicascomparables, al precio de un trabajo de estandarización evidente-
otro lado la voluntad de preservar la plena identidad histórica específica de mente todavía más complejo que en el caso precedente.
los períodos estudiados. Este último factor conduce a la repugnancia en
abordarlos todos a partir de una misma teoría ya elaborada, que se de- Tendremos en esta categoría, por ejemplo, las fuentes notariales utili-
sarrolló en función del sistema económico capitalista a partir sobre todo zadas para estudios de historia social; la utilización serial de ciertas fuen-
del siglo XVII!..ll tes administrativas o relativas a la justicia, etc.
La historia serial está lejos, en la actualidad, de ser exclusivamente
económica, y se aplica a muy variados tipos de problemática y de docu-
mentos. En cuanto a las fuentes que pueden ser por ella utilizadas, Fran- 3. La historia cuantitativa
cois Furet distingue tres grupos según el grado creciente de dificultad
Dicha tendencia aparece alrededor de 1950 en los Estados Unidos
respecto a la constitución de las series: 14
con ciertos trabajos de S. Kuznets, y empieza a desarrollarse en Francia a
1.0 Lasfuentes estructuralmente numéricas, reunidas como tales, partir sobre todo de la pasada década. 15
y utilizadas por el historiador p.ara c~nte~~ar a preguntas directamente Preocupada más o menos exclusivamente por la problemática del
ligadas a su campo original de mvesugaoon. "crecimiento económico", la historia cuantitativa de lean Marczewski
Así, por ejemplo, los registros parroquiales para la historia demográ- se c?ncentr~ en la aplicación retroactiva de los métodos de la contabilidad
fica' las estadísticas oficiales de la producción para el historiador de la eco- nacional. Esta constituye un modelo económico, un marco en el cual se
nomía de los siglos XIX y XX; los resultados electorales para la historia busca insertar, clasificar y analizar año por año los flujos (producciones e
política, etc. Cuando tales fuentes necesitan que se les aplique procedi-
15. Cf. Jean Marczewski, "Buts el méthodes de I'histoire quantitative' en Cobie,s VilfredoPorelo
13. Carmagnani, artocit.; Jean Bouvier, "L'appareil conceptuel dans l'histoire économique contern- n.o 3, 1964, pp. 125-164; del mismo autor: "Les variables historiques" en Revue.Économ''''H< I

poraine", en RevueÉconomique, Armand Colin, París, n.? 1, 1965, pp. 1-17.


de 1%5 ,pp. 86-104', J .C. TouIam,
' "Le produit. del , agnculture
. francaise' de 1700 A 1958"',--,bllenero
d ' ., .,1 .

en los números de 1961 y 1%3 de los Cabiers de ¡'I.S.E.A. (París). ,pu ca o , {.I
14. F. Furet, arto cit., pp. 69-70. " ,!\i

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,1 ;.'" _ "'''4 ;, ,4I$41"~¡~kZ¡U."'P1

intercambios) y los stooks (inversiones, fortuna nacíonal) que resumen a Un cierto m1mero de principios metodológicos de base y caraetenl- ' ""
la actividad económica en su conjunto. Aplicarla a una época pasada tlcu de conjunto permiten describir la corriente que estamos examinando.
implica la reunión de los materiales estadísticos disponibles para dicha 1.0 La decisión de rebasar la simple descripción, de plantear de rna-
época, y su organización según el modelo de la contabilidad nacional tal Mr. precisa las cuestiones de historia económica, y de controlar la elec-
como se practica en la actualidad. La gran dificultad consiste en la escasez dén de hipótesis causales alternativas, a través de la formalización de
de datos cuantitativos o de posible cuantificación, que crece constante- dichas cuestiones. Una voluntad de cuantificación absoluta hace que se
mente según nos vamos alejando del presente. En sus estudios, Mar- dttle de lado muchos aspectos de los problemas estudiados que, a pesar de
czewski y Toutain proceden a un gran ejercicio de extrapolación, a partir HU importancia, son difícilmente cuantificables. Se busca una integración
de datos dispersos, heterogéneos y' no siempre confiables. Para Mar- global de la historia a la teoría económica actual, cuyos procedimientos y
czewski, veintidós ecuaciones son necesarias para evaluar el ingreso na- modelos son utilizados en su totalidad. El método de la New Economic
cional en cualquier período. Dichas ecuaciones desarrollan cinco igualda- History es hipotético-deductivo, y su punto de partida está constituido
des básicas de la contabilidad nacional: por los supuestos de la teoría económica, tomados como criterio de elec-
rión de las variables que integran el modelo planteado como hipótesis, el
1.° la demanda de bienes y servicios
cual se buscará comprobar lógica y empíricamente.
2. ° la producción interna
2.° Uno de los rasgos metodológicos más fundamentales -y cierta-
3.° el ingreso total de las familias (consumo privado, más imposicio-
mente el más original- de la escuela que estudiamos, es la utilización de
nes directas, más ahorro)
hipótesis alternativas como medio de control de las explicaciones causales,
4.° el ingreso total de las administraciones
lo que implica el recurso a la simulación histórica. Es decir que las
5.° el ahorro nacional bruto (inversiones públicas y privadas, más el
técnicas de comparación de series son empleadas aun cuando la verifica-
saldo del comercio exterior).
ción directa es imposible: no se vacila en imaginar cómo habría evolucio-
Se trata de una historia económica hecha por economistas, y que nado determinada situación, si las estructuras, las técnicas o las circuns-
pretende limitarse a las cifras y al razonamiento sobre tales cifras; en ella tancias hubieran sido distintas; y ello con la finalidad de verificar si
los hombres, las empresas y las fuerzas económicas casi desaparecen del ciertos factores explicativos avanzados con frecuencia fueron realmente
escenario. 16 esenciales. Así, por ejemplo, para evaluar la importancia de la construc-
ción de los ferrocarriles para la historia económica de los Estados Unidos
en el siglo pasado (más exactamente para la evolución del ingreso nacio-
4. La New Economic History nal), Fishlow y Fogel realizaron estudios econométricos partiendo de la
hipótesis de la no construcción de ferrocarriles. Como dice R. Romano, la
Se trata de una verdadera escuela, por su coherencia y unidad, mante-
escuela norteamericana nos aporta' 'una cierta concepción de lo aleatorio
nidas sobre todo a través de reuniones periódicas (Purdue Meetings);
de la historia". '
podemos situar su constitución en 1957. Aunque se trata de una tenden-
3.° La New Economic History se ha caracterizado hasta el presente
cia mucho más rica y variada que la "historia cuantitativa" de que
por el rechazo de las interpretaciones globales, por la tendencia al eclecti-
hemos hablado más arriba, presenta varios puntos en común con esta
cismo en sus explicaciones. Todos los esquemas disponibles de explicación
última, como el hecho de ser una historia económica escrita por econo-
global de la historia económica de los últimos doscientos años -revolución
mistas, y la aplicación retrospectiva de los procedimientos y modelos de la
industrial; taee-off; rol de la innovación y de ciertas industrias de base,
econometría.
etc.- han sido criticadas y rechazadas por ella, sin que alguna explicación
16. Ruggiero Romano, "Conveniencias y peligros de aplicar los métodos de la 'Nueva Historia alternativa de conjunto haya sido propuesta."
Económica' ", en La Historia económica..., 1, pp. 237-252; jean Bouvier, Initiation au uocabulaire
et aux mécanismes économiques contemporains /laXe-XXe s), S.B.D.B.S., París, 1969" pp. 279-280; 17. Cf.los artIculoscitadosde Carmagnani y Romano; Maurice Lévy-Leboyer, "La 'New Economíc
Robert Mandrou, La France aux XVIIe et XVIIIe siecles, col. Nouvelle CHo n.? 33, Presses Universi- History' ", en Anna/es ES.C., ser-oct. de 1%9, pp. 1.035-1.069; R,W. Fogel, "The New Econornle' f
taires de France, París, 1967, pp. 261-270. History: lts Findings and Metbods", en Economic History Reoieu, vol. XIX (1966), pp. 642-6'6.
3.-MÉTODOS
34 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA CIENCIA HISTÓRICA

Por otra parte, hay que reconocer que el desarrollo de las distintas
D. Conclusión: ¿qué es la ciencia histórica hoy? ramas. del saber histórico obedece a ritmos heterogéneos. La historia so-
cial, por ejemplo, se mueve con un cierto atraso en relación a la historia
La historia aparece hoy como una ciencia en plena evolución. Las económica y a la demográfica , a pesar de brillantes éxitos consecutivos al
certidumbres o verdades "definitivas" de la historiografía positivista per- impulso que le dio Emest Labrousse en el Congreso de Roma (1955), y
tenecen al pasado, y el hecho de que tal concepción de la historia se que sus discípulos llevaron adelante ; de la constitución de una historia de
mantenga en ciertos países por efecto del atraso , de la inercia o de la falta las mentalidades colectivas; de interesantes investigaciones cuantitativas
de información, no hace que esté menos superada. Como dice F. Furet, la sobre movimientos sociales. La historia política ha sido sólo marginal-
historia serial ,y lo mismo podríamos afirmar sobre las demás corrientes mente afectada, hasta ahora, por el gran movimientode renovación meto-
que tienen vigencia actual entre los historiadores, es una historia-proble- dológica. ¿Y qué decir de cierta "historia de las ideas", cronológica-
mano una historia-narración. El dinamismo indudable de nuestra disci- mente reciente en su desarrollo, pero decididamente cerrada a las in-
plin á, ilustrado en forma espectacular por los rapidísimos progresos de la novaciones del método?
historia demográfica , no debe hacer olvidar, sin embargo, que muchos Este no es un libro de teoría o filosofía de la historia. El lector intere-
problemas y conflictos importantes siguen no resueltos aún; algunos de sado en tales materias deberá dirigirse a otras fuentes. 19 Impórtanos, sin
ellos serán examinados en el próximo capítulo. embargo, señalar aquí, aunque brevemente, una cuestión teórica y epis-
Aunque no sirva de argumento para poner en duda la validez de las temológica fundamental , suscitada por la reciente evolución de la ciencia
nuevas tendencias, el peso todavía muy grande de la historia tradicional histórica; algunos otros problemas del mismo género serán tratados en el
en algunas áreas constituye seguramente un serio problema; sobre todo siguiente capítulo. La cuestión que nos ocupará ahora puede ser así for-
. cuando historiadores resistentes al cambio ocupan puestos claves en insti- mulada: ¿qué posición le corresponde en la actualidad a la historia dentro
tuciones académicas de enseñanza e investigación, oponiendo así un freno del conjunto mal definido de las ciencias del hombre? Digamos inmediata-
al progreso. En países como Francia o Inglaterra la Posición tradicional es mente que una respuesta clara y definitiva a tal pregunta quizá no sea
ya insostenible, pero en los Estados Unidos la existencia de un importante posible. Actitudes y corrientes muy distintas, en ciertos casos contradic-
sector de investigación histórica basado en una metodología muy avanza- . lorias, animan a los historiadores de hoy; ello y la rapidez de los cambios
da, no impide que predominen cuantitativamente los trabajos de corte que sufre nuestra ciencia en su conjunto hacen que no constituya una
antiguo; 18 en América latina ocurre lo mismo , pero en proporciones más tarea fácil intentar percibir sus líneas de e volución, o evaluar cuáles de
graves. Además , aun cuando existe la voluntad de trabajar según pa- ellas prevalecerán . Sólo podemos hablar de tendencias implicadas en di-
trones actuales , ciertos problemas prácticos, técnicos y de organiza- chos cambios, y de evoluciones posibles.
ción, pueden constituir un obstáculo muy real: el alto costo de las inves- En un libro reciente, 20 lean Piaget propone dividir "todos los estu -
tigaciones cuantificadas, realmente considerables, las cuales exigen gran- dios relativos a los hombres o las sociedades" en cuatro grandes grupos,
des inversiones en personal y equipos; la deficiencia del entrenamiento de de los cuales nos interesarán solamente los dos primeros:
la mayoría de los historiadores -aun en cuanto al manejo de las técnicas
más elementales de la estadística- , debido a la falta de adaptación de las 1.0 ciencias nomot éticas, que buscan descubrir " leyes" : lingüís -
estructuras universitarias a los cambios de la disciplina; el pequeño nú- tica, econom ía, sociología, demografía, antropología , psicología
. mero de instituciones nacionales o internacionales destinadas a apoyar y 2 .o ciencias históricas, que estudian la evolución temporal de todas
coordinar los esfuerzos individuales o locales, impulsar la realización de las manifestaciones de la vida social
I •
trabajos en equipo , garantizar la rápida difusión de los resultados alcanza- 3.o ciencias jurídicas
dos, etc. Tales dificultades aparecen en alguna medida en todos los países, 4. o disciplinas filosóficas.
pero su gravedad es particularmente notable en el área latinoamericana. 19. el. Carlos M. Rama. Teoria de la historia. Introduccián a los estudios históricos, TECIlOS,
Madrid, 1968 2 Ysu bibliografía (pp. 183-192).
20. Jean Piaget, Épistémologie des sciences de I'homme, col. Idées n.O260, Gallimard, París, 1972,
18, ]. M. Price, art. cit. pp. 15-\30.
EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA CIENCIA HISTÓRICA
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36 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA
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Ahora bien, aunque en el conjunto la historia todavía le aparezca ver si dicha evolución reproduce los aspectos o factores que, según Pia- .,..
como algo distinto de las ciencias nomotéticas, debido a su persistente y ¡et, dominaron el proceso constitutivo de las ciencias humanas nomotéti-
central preocupación por aprehender cada proceso concreto de evolución
cas:
en toda su complejidad, más que por abstraer de la realidad estudiada 1.o la tendencia al estudio comparativo
aquellas variables capaces de conducir al establecimiento de leyes, Piaget 2.o la tendencia a aprehender la dimensión histórica o genética
cree distinguir una posible evolución: 21 3.o la influencia de los modelos ofrecidos por las ciencias exactas o
de la naturaleza
Es necesario señalar ... toda una corriente contemporánea que bus- 4. o la tendencia a delimitar los problemas
ca hacer de la historia una ciencia basada en la cuantificación y las
estructuras ..., punto de vista seguramente fecundo, mas que consiste 5. 0 la elección de los métodos, en particular en cuanto a su función
actualmente en hacer de la historia la dimensión diacrónica de la socio- de instrumentos de verificación. •
logía o de la economía, lo que, en el futuro, podría atribuir a las dis- Dejando de lado el segundo punto, demasiado evidente y aun tautoló-
ciplinas históricas el nivel de una especie de síntesis relativa a las
dimensiones dialécticas de todas las ciencias humanas. ,l(ico si se trata de la historia, veamos si los 'demás son perceptibles en
nuestra disciplina tal como ha evolucionado durante las últimas décadas.
Creemos que tal tendencia -es decir, la asimilación progresiva de la Como veremos en su debido lugar (capitulo VIll), uno de los aspectos
historia al campo de las ciencias nomotéticas- está realmente presente en más excitantes de la historiografía más reciente -sobre todo aquella rela-
la evolución reciente de nuestra disciplina. Pero, ¿no estaremos más bien tiva a América- es justamente el desarrollo del método comparativo,
tomando nuestros deseos por la realidad? considerado ya en los años veinte por Henri Pirenne como la condición de
No discutiremos aquí el problema de cómo definir una "ley" en el la transformación de la historia en ciencia (o, como lo expresaba Henri
contexto de las ciencias sociales o humanas. En la realidad actual de éstas, Sée, de su elevación de lo descriptivo a lo explicativo). En cuanto al tercer
lo que se designa como "leyes" comprende cosas bien distintas entre sí: factor apuntado por Piaget, la influencia de los modelos ofrecidos por las
en ciertos casos, relaciones cuantitativas que pueden expresarse por me- riencias exactas es, en el caso de la historia, evidente, aunque indirecta
dio de funciones matemáticas; otras veces, hechos generales o análisis °a través de la mediación de las ciencias sociales-, y particularmente
estructurales que sólo pueden ser fijados por el lenguaje formalizado de la importante respecto a la asimilación de métodos estadísticos y probabilís-
lógica, o mismo por una expresión verbal no formalizada, etc. Como dice ticps, y de estructuras lógico-matemáticas desarrolladas por dichas cien-
E. Labrousse: 22 das. No es difícil, tampoco, darse cuenta de que los dos otros puntos
están igualmente presentes. Contra las generalizaciones totalizadoras de
No seamos demasiado exigentes a propósito de la noción de ley en una historia inspirada por la ideología del "progreso" y cuyas hipótesis
historia. Creo que existen ciertas leyes históricas, pero que éstas .no
tienen el carácter relativamente inexorable de las leyes físicas. Lo que de base se situaban en e1 terreno de la filosofía de la historia, la tendencia
caracteriza la ley en las ciencias humanas es precisamente su carácter actual de la disciplina es a una distinción analítica de niveles de estudio,
de pluralidad, La ley no es una necesidad, ~s una probabilidad."mayo- en el interior de los cuales se busca delimitar la problemática, lo que
o ritaria" , y a veces de un grado bastante bajo. La ley no permite tanto vuelve posible su apertura a técnicas y métodos elaborados por otras
o prever cuanto apostar. ciencias (economía, demografía, etc.), Discutiremos en el capítulo TI si tal
Una de las formas posibles de comprobar si hay efectivamente una tendencia elimina automáticamente la posibilidad de cualquier síntesis o
evolución de la historia -o mejor, de los sectores de ésta abiertos a la visión global. Finalmente, es imposible negar que la voluntad de volver
renovación metodológica- hacia la condición de ciencia nomotética, es verificables sus proposiciones haya sido un factor esencial en cuanto a la
evolución metodológica reciente de la ciencia histórica.
21. [bid" p. 23. Por su parte, Pierre Vilar afirma ("Probl~mes théoriques de I'histoire économi-
que", en Varios autores, Aujord'hui l'bistoire, Éditions Sociales, París, 197~, p. 122): "...la histo?a Claude Lévi-Strauss nos describe las ciencias sociales y/o humanas
deberla ser reconocidacomo la única ciencia a la vez global y dinámica de las SOCIedades, en consecuencia, como disciplinas todavía en su "prehistoria", ciencias en proceso de
como la única síntesis posible de las otras ciencias humanas". construcción, cuyo punto de referencia y modelo lo constituyen las ver-
22. Lasestructuras y los hombres, p. 102.
LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA '
38
daderas ciencias: matemática, física, etc." De manera análoga, la his-
toria nos aparece como una disciplina que, al contacto de las ciencias
sociales, se vuelve a su vez, poco a poco, una ciencia social, alejándose en
forma creciente de su pasado-filosófico y literario como de las ilusiones
cientificistas del positivismo.

CAPÍTULO II

LA EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA CIENCIA


HISTÓRICA:
2) Problemas, polémicas y precauciones

Este capítulo se ocupará de dos tipos de temas, que trataremos de


ilustrar a través de la presentación de un cierto número de ejemplos
característicos. Hablaremos en primer lugar de algunos de los problemas
más serios vinculados a los mismos cambios y opciones que marcaron la
evolución reciente de la historia. Abordaremos en seguida cuestiones
metodológicas ligadas al fenómeno de la dependencia cultural, concretán-
donos al caso latinoamericano.

A. Los límites de .la cuantificación y de la econometría retros-


pectiva
r ,
La historia serial, la historia cuantitativa y la New Economic History,
a pesar de muchas diferencias, tienen en común su deseo de generalizar el
empleo de la cuantificación sistemática en las investigaciones históricas.
Tal actitud -o tal punto de partida- fue responsable, ya lo hemos
dicho, de éxitos muy brillantes logrados en las últimas cuatro décadas;
pero implica igualmente ciertas limitaciones, e importantes problemas
teóricos. Es cierto que tal género de cuestiones y dilemas no constituye
una exclusividadde la historia, sino que afecta al conjunto de las ciencias
sociales. Se trata, entre otras cosas, "de saber si -yen qué medida- el
conocimiento histórico o sociológicoes compatible con (o agotado por) una
conceptualización matemática de tipo probabilístico" . 1
1. F. Furet, artocit., p. 63. Sobre los problemas epistemológicos y otros ligados a las técnicas y
métodos cuantitativos utilizados por las ciencias sociales, d . por ejemplo: Carlos Moya, &ciólogos JI
23. Claude Lévi-Strauss, "Criteres scientifiques daos les disciplines sociales el humaines'" , en Ale- sociología, SigloXXI , Madrid, 1971; Pablo Gonzáléz Casanova, LasCategorlas del desafTOllo económico
tbeia, París, n.o 4, mayo de 1%6, pp. 189-212. y la investigación en ciencias sociales, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1%7.
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LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA CIENCIA HISTÓRICA 41 . .;
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., Empecemos constatando que la introducción de los datos numéricos
de manera sistemática a las investigaciones históricas, además de no re-
'taciones -inclusive ciertos corpus literarios más o menos homogéneos,
como los cahiers de doléances del ancien régime francés; y aun series de
·'::,i:5.
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sultar siempre posible, no resuelve necesariamente los problemas, ni en- documentos iconográficos-. Pero podemos dudar que un enfoque entera- ~:i;:
cierra los debates; la cuantificación no es una panacea, y tampoco una mente cuantitativo de toda la problemática histórica sea un día posible. 3 .. '

solución mágica. Es frecuente, al revés, que las discusiones y controver- La historia serial plantea también problemas de otro orden. Francois ;"
sias relativas a un aspecto dado de la historia se vuelvan, a partir de la Furet muestra 4 que esa historia "privilegia la larga duración y el equili-
utilización de las técnicas cuantitativas, más agudas que antes, aunque brio de un sistema", permitiendo medir el cambio ocurrido en el marco
cambien de lenguaje. Ello ocurre sobre todo en lo que concierne a los de éste, pero no la transformación cualitativa del mismo. Las series pue-
temas referentes' a períodos anteriores a la era que podemos considerar den ocultar el punto límite a partir del cual se da una "transformación de
plenamente estadistica, la cual tiene inicio a comienzos del siglo XIX en la estructura de la temporalidad, y de los ritmos del cambio"; o sea,
el caso de Europa occidental, a veces mucho más tarde en los países pueden ocultar las transformaciones estructurales esenciales, bajo el as- ~-, } ,

latinoamericanos. Cuando se trata de la era protoestadistica, que tiene su pecto continuo de curvas ininterrumpidas. Y "la mutación histórica deci-
punto de partida en la constitución de los estados modernos centralizados siva puede'no estar inscrita en las series endógenas a un sistema dado,
y sus prolongamientos coloniales, los datos numéricos o potencialmente sino resultar, ya sea de una innovación de la que ninguna contabilidad
cuantificables existen -en cantidad y calidad muy variables-, pero la anterior dejó alguna señal, o de un factor exógeno que viene a transfor-
intervención del historiador en la construcción o reconstitución de las - mar en profundidad el equilibrio plurisecular del sistema".
series es frecuentemente importante, lo que abre el camino a la discusión Vemos las mismas limitaciones y dificultades en el caso de la historia
sobre la elección, el procesamiento y la interpretación de los documentos cuantitativa y de la New Economic History; pero muy reforzadas.
utilizados y de los datos obtenidos a través de éstos. 2 El problema de las fuentes es, en particular, muy agudo. Por ejemplo,
Además, grandes dominios de la realidad histórica permanecen cerra- Ili pensamos en las veintidós ecuaciones que, según Marczewski, per-
dos a la aplicación de cualquier tratamiento cuantitativo sistemático, sea miten evaluar el ingreso nacional, será fácil advertir que faltarán datos
por la ausencia de los datos necesarios, o debido a la naturaleza irreducti- para establecer la mayoría de ellas, si el historiador trabaja sobr~ temas
blemente cualitativa del fenómeno estudiado. La falta de datos cuantifica- anteriores al siglo pasado en Europa, o a veces a nuestro siglo en otras
bles que presenten alguna continuidad caracteriza la era preestadtstica, es áreas. Los criterios de elección de las fuentes y aplicación de la extra-
decir la mayor parte de la historia de la humanidad, y muchos temas y polación, adoptados por Toutain en su trabajo citado en el capítulo
sectores de las épocas posteriores. Es comprensible, por ejemplo, que los anterior (nota 15), fueron ya muy bien criticados bajo diversos ángulos;
historiadores de la antigüedad clásica o de las civilizaciones precolombi- tomándose en cuenta la diferencia cualitativa existente entre las estruc-
nas sean poco atraídos por las técnicas cuantitativas. En cuanto a la turas sociales y económicas francesas del ancien régime y aquellas poste-
naturaleza cualitativa de ciertos objetos de estudio, es cierto que los riores al proceso revolucionario iniciado en 1789, ¿qué sentido puede
progresos de la computación hicieron posible el estudio cuantitativo de tener la presentación que hace Toutain de una curva única para represen-
muchos nuevos tipos de fenómenos históricos y sus respectivas documen- tar la evolución del' 'producto agrícola final" de Francia desde 1700 hasta
2. Un buen ejemplo de que la cuan tificación no siempre encierra viejas polémicas es la ya antigua mediados del siglo XX? ¿Los datos de tal curva serán todos realmente
cuestión de saber si hubo o no una "revolución agrlcola" en la Francia del siglo XVIll . j .C. Toutain cree
que sí; B.H . Slicher van Bath defiende la tesis opuesta, aunque de manera más matizada y tomando en
comparables? ¿Cuáles deben ser los límites de la extrapolación? ¿Hasta qué
cuenta una evolución histórica más vasta ; los dos autores citados emplean la cuantificación, pero a partir punto es válido basarse en un único tipo de fuente, despreciando todas las
de tipos diferentes de documentos : d . Michel Morineau, Les faux-s emblants d'un d~ma1Tage économi- formas disponibles de control de los datos así obtenidos? s
qus: agriculture el d~mogra.lJhie en France au XVIIIe siecle, Cahiers des Annales n.? 30, Armand Colin ,
París, 1971, pp. 11-14. Los economistas historiadores como Toutaín, al desconocer o despreciar las 3. Furet, ano cit. Sobre este punto esencial, ver también : Roben Mandrou , "Mathématiques et
precauciones metodológicas de los historiadores profesionales frente a sus fuentes, cometen a veces errores hinoire", en Critica Storic«, Roma-Florencia, n ,? 1, 1%2, pp. 39-48.
tan primarios de interpretación que bastan para invalidar sus posiciones. Morineau (op. cit., p. 74, nota 4. Furet, id. pp. 65-66.
137) habla, al respecto, del peligro, frecuente en la obra de tales autores, de defender proposiciones fáciles 5. Cf. Pierre Vilar, " Pour une meiJIeure compréhension entre économistes et historiens , ' Histoire
pero poco aceptables, "cuando reducen la historia a un papel de arsenal, sin tomar la precaución de qusntitative' ou économétrie rétrospective?", en Reuue Historique, abril-junio de 1965, pp. 293-312; t,
verificar el buen estado de la pólvora" . Morineau, op. cit.; R. Mandrou, La Franée aux XVlle et XVIlIe siecles, pp. 265-270.

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42 LOS MhoDOS DE LA HISTORIA EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA CIENCIA HISTÓRICA

Christian Morrisson 6 señala dos hechos que limitan la posibilidad de Pero existe también una tendencia diametralmente opuesta. El desa-
aplicar los modelos econométricos a la historia económica : rrollo de la ciencia histórica exige, entre otros factores, una delimitación
del objeto, permitiendo en esa forma la introducción de conceptos y
1.0 tales modelos son válidos solamente para periodos cortos o media- métodos importados de las ciencias sociales más elaboradas que la his-
nos , mientras que la historia muy frecuentemente se interesa por toria. Según Francois Furet, la tendencia totalizadora no debe ser aban-
la larga duración donada por ello ; pero se la debe preservar como " horizonte del historia-
2.° esos modelos exigen, para que su construcción tenga sentido y sea dor", no como su punto de partida. 8 En la práctica, sin embargo, el
útil, "que todas las variables significativas sean cuantificables e movimiento hacia la atomización de la historia en disciplinas autónomas
incluidas en la ecuación; mientras que, en historia económica, ··~ historia económica, historia demográfica, historia social, historia polí-
ciertas variables no pueden ser medidas por falta de fuentes y tica, etc.-, impuesta por la creciente especialización provocada por el
sobre todo porque hechos políticos, sociales, etc. no cuantificables refinamiento técnico, actúa en contra de .la unidad de dicha ciencia ,
intervienen como variables determinantes". puesto que la síntesis entre los distintos campos de la investigación histó -
rica no siempre se hace, y con frecuencia la especialización llega a un
La historia económica no puede, por lo tanto, circunscribirse a un punto tal que los historiadores de la economía ignoran del todo lo que
simple comentario de índices y curvas, o a la construcción de modelos hacen los historiadores de la población, éstos no conocen los resultados
~'
puramente econométricos, ya que al hacerlo pierde una parte esencial de obtenidos por los historiadores sociales, etc.
su capacidad explicativa y aun de su seriedad. La sección siguiente de este Es significativo, en este sentido, el hecho de que, mientras en 1961 el
capítulo nos permitirá profundizar este punto, presentando algunos ejem- gran manual dirigido por Charles Samaran se intitulaba La Historiay sus
plos interesantes. m étodos, otro manual, publicado en 1967 -cuyas pretensiones son sin
duda más limitadas, ya que se dirige específicamente a estudiantes de los
primeros afios de las facultades francesas-, haya sido llamado Introduc-
B. ¿Ciencia histórica o ciencias históricas? El corte entre historia ción a las ciencias históricas. 9 Pero el autor de esta última obra , André
económica e historia total Nouschi, tiene conciencia de que, además de ser posible el contacto del
historiador con las demás ciencias humanas , sin usurpar por ello las
1. Dos tendencias contradictorias: totalidady atomización actividades de los especialistas de éstas, también lo es el contacto entre los
de los distintos campos de la investigación histórica. Corno afirma Bouvier-
En el capítulo anterior, hemos notado que una de las características Ajam, cada historiador es casi siempre a la vez especialista y generalista
centrales de la evolución reciente de la historia es la voluntad de englobar con relación a otros historiadores; nada impide que un historiador , aunque
en su campo a todos los aspectos de la evolución de las sociedades huma- posea su especialidad bien definida, se mantenga informado sobre lo que
nas: económicos, demográficos, sociales, técnicos, institucionales, políti- hacen otros especialistas, y trate de utilizar datos avanzados por éstos. 10
cos, intelectuales , etc.; y el intento de explicar cómo. se articulan dichos Es posible afirmar, además, que no se trata de una opción dejada al
aspectos, o niveles. Esta tendencia es muy visible en algunas de las obras lihre albedrío de cada investigador , sino de una necesidad inscrita en la
históricas más importantes del período posterior a la segunda guerra mun- misma naturaleza del objeto de cualquier investigación histórica . La expli-
dial, y responsable de buena parte de su riqueza, al proponemos "mode- cación de los movimientos o fluctuaciones económicas de larga duración
los" globales (aunque no formalizados) de las sociedades estudiadas. 7 (ciclos Kondratieff) , por ejemplo, no puede perder de vista que tales ciclos
6. Christian Morrisson, " Note sur l'application de certains concepts économiques en histoire' ", en coyunturales están ligados "a las transformaciones de las estructuras
Revue Economique, enero de 1%5. pp. 127-133.
7. Femand Braudel, El Medite"dneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe JI, traducción Ro F. Furet, arto cit., p. 72.
de W. Roces, Fondo de Cultura Económica, México, 1959 (ed. original: 1949); Pierre Goubert, Beau- 9 , L 'bistoire et ses m étbodes; André Nouschi, lnit iation aux sciences bistoriques, col. Fac, Fer-
vais et le Beauuaisis de 1600 a 1730, SEVPEN, París, 1%1 (2 vols.); Emmanuel Le Roy Ladurie, Les n.nd Nathan, París, 1967.
paysans de Languedoc, SEVPEN, París, 1966, 10. A. Nouschi, id. p. 9; M. Bouvier-Ajam, op.cit, pp,43-55.
",' 44 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA CIENCIA HISTÓRICA -Ó: ')~f'. ·~~li
geográficas, económicas, políticas también, y por consiguiente socia- . ' '' ':' )~~i
hemos preferido tomar como ejemplo el caso de la historia econ ómica, por ' /1':
les' , . 1I La mejor prueba concreta de la posibilidad de escribir una histo-
constituir el debate al respecto una polémica importante y actual. ?; ;
ria económica abierta a la formalización, al refinamiento técnico y meto-
Al considerar el panorama mundial de la historia económica hacia ' ,.'.:: I
dológico, sin abandonar al mismo tiempo los factores sociales y el recono-
1960, sería posible distinguir dos grupos principales de investigadores: 16 ,1
cimiento de la especificidad histórica de los distintos sistemas económi-
1.0 Los especialistas anglosajones y sobre todo norteamericanos ha-
cos, la encontramos en el libro en que W. Kula estudia la historia econó-
dan una historia estrechamente dependiente de la ciencia económica en
mica de Polonia a partir de un modelo del feudalismo polaco. 12 Por otra
cuanto a sus hipótesis, problemática, conceptos, métodos y técnicas. Te-
parte, Adeline Daumard, al narrar su experiencia durante la redacción de
nían una sólida formación económica y matemática: sabían manejar la
su tesis sobre la burguesía de París entre 1815 y 1848, muestra cómo los
abstracción y la construcción de modelos. Partían del principio que los
datos económicos son absolutamente necesarios a la elaboración de la
modelos conceptuales o matemáticos empleados en la actualidad en el
historia social, aunque esta última constituye un campo de investigación
análisis económico, pueden y deben ser aplicados a cualquier sociedad,
bien definido, con exigencias metodológicas especificas. 13
pasada o presente. En fin, no recurrían al análisis social: su historia
En fin, la tendencia más fecunda de la historia social, tal como se
económica era un todo autosuficiente , encerrábase sobre sí misma. La
presenta en la actualidad, es la que le reconoce un carácter de stntesis.
New Economic History, entonces de reciente creación, es el mejor ejem-
Ubicándose en el punto de encuentro de una historia de la ••civilización
plo de esta tendencia. ,
material" y una historia de la psicología o mentalidad colectiva, le toca
2.0 Los historiadores de Europa continental yen especial los france-
considerar los fenómenos históricos en distintos niveles de análisis , para
ses, no separaban el análisis económico de los factores históricos globales,
reunirlos en seguida en una visión global en cuyo interior aparezcan las
y sobre todo del análisis social. Se preocupaban por la especificidad de las
articulaciones - y las discordancias- entre ' factores económicos, estruc-
'r
distintas épocas, de los diferentes sistemas económicos. Uno de los repre-
tura social, nivel político, ideologías, etc. 14
sentantes típicos y de los principales lideres de este grupo lo tenemos en
Ernest Labrousse.
2. Historia económica e historia total Si pasamos ahora a considerar la situación actual, encontraremos to -
davía, sin duda, los dos grupos mencionados; pero la primera tendencia
Habríamos podido, sin duda, buscar ejemplos de las consecuencias parece progresar,en detrimento de la segunda. La aparición en Francia de
funestas de la hiperespecialización en cualquiera de los campos de la la historia cuantitativa de Jean Marczewski es un buen indicador en este
investigación en historia : jean Delumeau defendiendo la tesis de una sentido. Tal evolución puede parecer a primera vista estar inscrita lógi-
interpretación estrictamente teológica de la Reforma protestante; his- camente en el movimiento que, desde hace más de cuarenta años, se
toriadores demógrafos (o más exactamente, demógrafos historiadores) inició con la introducción de la cuantificación sistemática en las investiga-
muy interesados en la fecundidad, la mortalidad o las migraciones de ciones históricas sobre la coyuntura económica. Pero debemos formular
épocas pasadas, pero poco atentos a los vínculos que unen tales variables una pregunta: ¿cuáles son las consecuencias implicadas en la aceptación
demográficas a los factores económicos, sociales y otros, etc. \5 Pero de un corte radical entre historia económica e historia total?
11. Frédéric Mauro, L'Expansión européentJe, col. Nouvelle Clio n.? 27, Presses Univers itaires de
La separación estricta entre historia económica e historia total, y ~n
France, París , 1964 , p. 314 (Hay uaducción española : Labor, Barcelona. 1968). particular entre las percepciones económica y social de una época o SOCle-
12. W. Kula, op. cit. dad determinada, no constituye un progreso, sino más bien un grave
13. Adeline Daumard, "Oonnées économiques et histoir e sóciale", en RevueÉconomique, enero de
" .' 196~, pp. 62-8~. retroceso metodológico. \7 La razón es muy sencilla: al cortar la posibili-
.o,"
14. a . Georges Dub y, " Les Sociétésplédiévales: une approche d'ensemble" , en AnnaJes ES.C., 16. Jean Bouvier , "L'Appareil conceptuel daos I'histoire économique cont~poraine " , "': ci:,
I enero-febrero de 1971, pp. 1-}3.
pp, 1-17. CI. igualmente F. Mauro, NotJO Historia e Novo Mundo, col. Debates , Editora Perspectiva, Sao
U. El libro de Jean Delumeau, Naissance el afirmation de la 'Réfonne, es el volumen n.? 30 de la Piulo, 1969, pp. 79-81 : no nos parece que el compromiso entre las dos cO,tri entes ~ropuesto. por Mauro
colección Noove1IeClio (Presses Universitaires de France). Sobre el entrelazamiento de los factores demo- muelva el problema, pues éste resulta de la oposición de dos actitudes teóncas y epistemológicas profun-
gráficos con los económicos , sociales , políticos y mentales, d. el excelente artículo ya citado de D.E .e. damente diferentes frente a la historia.
Eversley ,
17. J. Bouvier , id, p. 13; del mismo autor : Initialionau uocabulaire..., pp. 21·23.
46 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA. EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA CIENCIA HISTÓRICA 47
dad de confrontar la explicación económica con los datos ofrecidos por el Dejemos de lado -pues no nos interesan en este contexto- las nume-
análisis social, el historiador economista -más bien, entonces, un econo- . IS y severas críticas hechas desde un ángulo técnico a los criterios ern-
mista historiador-, aceptando encerrarse en los limites de la ciencia pitados por tales autores en la construcción de su modelo y en sus cálcu-
económica tal como existe en la actualidad, será llevado necesariamente a la., para interesamos en la crítica propiamente metodológica formulada
aplicar los conceptos, métodos y problemática creados para el análisis por Eugene D. Genovese. 20 Este historiador muestra que el aspecto cru-
económico de ciertas sociedades actuales (las sociedades capitalistas alta- . rM del problema reside en la actitud consistente en analizar a un sis-
mente desarrolladas) al estudio de todas las sociedades. Y 10 hará, por tllmil como el esclavista desde un punto de vista exclusivamente econá-
supuesto, sin plantear el problema de la validez de tal procedimiento mle'o, lo que distorsiona la percepción que se puede tener del objeto de
teórico, ya que descartó la única manera de criticarlo o controlarlo. Dos "ludio: "Lo que importa no es el crecimiento en valor absoluto, sino un
ejemplos aclararán mejor la cuestión. erecimiento políticamente viable". La esclavitud servía de base a un sis-
En 1958, Alfred H. Conrad y John R. Meyer, miembros de la New t4tma social espedfico, y el examen de la plantación esclavista como em-
Economic History, en un importante estudio sobre el Sur esclavista de los presa, su estudio microeconómico, tiene que ser abordado en un contexto
Estados Unidos en el siglo XIX, 18 intentaron medir la rentabilidad de la m'lI amplio, tratándose de comprobar las repercusiones del sistema escla-
esclavitud empleando conceptos y métodos de la ciencia económica, a vlNtu sobre la sociedad en su conjunto, entre otras las siguientes: un bajo
través de la construcción del modelo econométrico de una plantación de nlvel de acumulación de capitales; la propensión de los amos a consumir
algodón, para el período 1830-1860; trataron de computar las ganancias objetos de lujo; el monocultivo; una economía dependiente y, por consi-
resultantes de las inversiones, con base en una fórmula keynesiana. La IUlente, la pérdida de capitales en beneficio de otras regiones del país, y
conclusión a que llegaron, después de analizar no solamente la produc- hllcill el exterior, agravando la escasez de capital líquido en consecuencia
ción y venta de algodón, sino también la crianza y venta de esclavos, fue de' la sobrecapitalización del trabajo; una economía cuyo crecimiento se
que las inversiones en el sector esclavista eran perfectamente racionales, dsba en extensión, en lugar de ser cualitativo; una ideología antiurbana y
ya que las ganancias resultantes de las mismas eran tan altas como las sntiindustrialista de los amos de plantaciones, los cuales dominaban en el
que, en otras regiones de los Estados Unidos, podían ser obtenidas invir- Clllcenario político y social; un mercado interno poco importante; el papel
tiéndose en sectores diferentes de la actividad económica. "Desde un IIt't'lIndario y accesorio de las actividades industriales, bancarias y comer-
punto de vista puramente económico, la esclavitud no era incompatible con clales. Ahora bien, si tal marco socioeconómico global, dibujado por los
el crecimiento", y tampoco con la diversificación de la economía; si chados factores, es tomado en cuenta, resulta evidente que no tiene
los amos de esclavos no empleaban los capitales disponibles en el sentido IIt'lltido la consideración del problema de la rentabilidad o de la racionali-
de industrializar o diversificar económicamente el Sur, su elección se dad, en el caso del régimen esclavista, según los criterios de una sociedad
explica por el hecho de que dichos capitales podían ser más ventajosamente capitalísta y burguesa, a través de la aplicación de fórmulas de Keynes y
invertidos en la producción agrícola y la crianza de esclavos. Después de IIn razonamiento neoclásico, La asimilación de la relación entre amo y
Conrad y Meyer, otros investigadores llegaron a conclusiones del mismo "'Rclavo a un vínculo exclusivamente económico, como el que existe entre
género, y trataron de demostrar que los amos de las plantaciones actuaron &'1 patrón y el obrero bajo el capitalismo, es absurda. La racionalidad
racionalmente al defender por las armas un sistema económico que les fConómica sólo existe socialmente condicionada, es relativa a cada siste-
aseguraba una alta rentabilidad." ma considerado: 10 que es racional en una sociedad capitalista puede no
itrio en una sociedad esclavista, y viceversa. ¿Cómo afirmar que las
18 A.F. Conrad y ].R. Meyer, "The Economics oí Slavery in the Ante Bellum South", en]oumoJ
ofPolitical Economy, t. LXVI, abril de 1958, pp. 95-130. De preferencia, consultar este artículo en el 20. E. D. Genovese, ÉCOllomie poJitique de l'esclauage, traducción de Nicole Barbier, Maspero,
libro de los mismos autores, Tbe Economics olSJovery and Dtber Econometric Studies, Chicago, 1%4, ".rlM, 1%8, pp. 139-140, 235-241 (Ed. norteamericana: New York, 1965; hay traducción española), R.
pues ahi se encuentra acompañado de las criticas de Douglas F. Dowd y John E. Moes, y de la respuesta de Rumlno (art. cit., p. 243 nota 6) dice que Genovese sólo menciona, en el libro citado, los puntos
Conrad y Meyer a dichas criticas. DI1lltldos por Conrad y Meyer; pero en otros trabajos Genovese presenta contribuciones importantes al
19. Cf, entre otros el articulo de Robert Evans jr., "The Economics oí American Negro Slavery", ....pecto (por ejemplo, Tbe WorU tbe Slauebolders Mode, Pantheon Books, Nueva York, 1%9 (Hay
National Bureau oí Econo~ic Research, Princeton (New Jersey), 1962 (en Aspects 01LaborEconomics, tr.ducción castellana parcial: Ariel, Barcelona, 1971); In Red and Black, Pantheon Books, Nueva York,
con los comentarios de T.P. Govan y ].E. Moes, pp. 183-256). 1971).
48 LOS MÉTODOS DE LA HISTOR~A EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA CIENCIA HISTÓRICA
inversiones de los amos de esclavos del Sur resultaban de una "elección" . . Ient6el ferrocarril en términos de expansión geográfica, movilidad de la
entre varias alternativas, sin considerar antes que, en un sistema esclavis- ~ . .. mano de obra, redistribución de las empresas, etc .? ¿Y qué criterios
ta , las elecciones económicas posibles aparecen condicionadas por los permiten seleccionar variables representativas de una evolución histórica
parámetros de dicho sistema? Análisis como los de Conrad y Meyer que no ocurrió tal como se supone? En esas condiciones, tanto los cálcu-
cometen el grave pecado del anacronismo, el que menos se puede perdonar los como las interpretaciones de los autores mencionados tendrían que
a un historiador; pero justamente, no se trata de historiadores , sino de provocar, como realmente provocaron, gran cantidad de críticas y polé-
economistas que aplican tranquilamente al pasado, conceptos, problemá- micas. 23 Las evoluciones alternativas que se pueden proponer a partir de
tica y metodología de la ciencia económica actual, elaborada en función de 111 suposición de que algo que realmente pasó no hubiera pasado son,
un sistema económico bien determinado. El control de la compatibilidad de rlrctivamente, demasiado numerosas , si no ilimitadas...
tales elementos con otros sistemas económicos tiene que pasar por la La New Eéonomic History aparece frecuentemente como una historia
consideración del edificio social en su conjunto, lo que es sin embargo rconómica encerrada en sí misma, cediendo muchas veces al virtuosismo,
imposible en la perspectiva de los autores citados. La voluntad de rechazar 11 111 aplicación de la técnica por la técnica misma, y no como un simple
, la imagen "tradicional" de la especificidad del Sur esclavista, exhibiendo Instrumento analítico. Ello no es, sin embargo, inevitable. Nada impide
sus altas tasas de crecimiento económico entre 1840 y 1860, no les 11 111' el perfeccionamiento metodológico se efectúe acompañado de precau-
permite explicar por qué dicha región siguió presentando niveles de ingreso dones elementales que el método crítico lentamente elaborado por los
inferiores a los del resto del país durante tantas décadas después de la guerra historiadores puede proveer, y sin romper los vínculos necesarios entre
de Secesión. La guerra y la reconstrucción no constituyen una explicación historia económica e historia total.
satisfactoria. En realidad, la existencia anterior de la esclavitud creó serios
problemas a la reconversión de la economía sureña, suscitó conflictos
sociales y dificultades económicas importantes. El Sur esclavista como un C. Los historiadores y las estructuras
mundo rural ; la enorme absorción de capital en la adquisición de la fuerza Es indudable que , en los últimos tiempos , el concepto de estructura
de trabajo; la estrechez del mercado; la mano de obra poco calificada, hu ocupado un lugar importante en la obra de los historiadores. Es igual-
incluso por razones de seguridad; ¿cómo podrían éstos y otros factores nu-nte cierto que estos últimos utilizan tal concepto en una gran variedad
dejar de influir poderosamente, más tarde, sobre la evolución posterior a la dt, uccpciones , y con frecuencia atribuyéndole un dom inio tan vasto cuan-
abolición? 21 lo mal definido. He aquí la opinión de Jean Bouvier al respecto: 24
Pasemos al segundo ejemplo. En el sentido de verificar la importancia
efectiva de los ferrocarriles para la evolución del ingreso nacional de los ~i impresión es que los historiadores, aunque utilicen con compe-
Estados Unidos en el siglo pasado, A. Fishlow y R. W . Fogel realizaron tenaa el concepto de estructura , le atr ibuyen, si es posible decirlo así,
.estu dios econométricos -el primero para 1859, el otro para 1890-, el papel de un cuadro inmenso , en el cual se puede leer un paisaje
heterogéneo donde se entrelazan la demografía, la economía las clases.
suponiendo que los ferrocarriles no se hubiesen construidoY Trataron de La etiqueta "estructuras " es al mismo tiempo indispen~ble muy
redistribuir el movimiento de los transportes a partir de tal hipótesis, sencilla y demasiado amplia. En todo caso, el concepto está de m~da , y
planteando por ejemplo la construcción de una red de canales. Su conclu- lo estará por mucho tiempo. Con la ayuda de los trabajos ya publicados,
sión fue que los resultados de una no construcción de los ferrocarriles quizá se lo debería reexaminar para, en cierta forma, reencarnarlo,
partiendo de sus diversos contenidos, y de los hechos.
representarían, en cada caso, solamente del 4 al 5 por ciento del ingreso
nacional. Pero , ¿puede un historiador aceptar la limitación del problema a E[ uso más frecuente de la noción de estructura en el marco de las
este ámbito tan estrecho? ¿Cómo no tomar en cuenta todo lo que repre- Investigaciones históricas se da en historia económica, en oposición al
roncepto de coyuntura, o movimiento. La estructura designa entonces a
21. CL Lévy-L éboyer, " La ' New Economic History ' " , art ocit., p. 1.062. la vez las permanencias económicas -o aquello que , en una economía
22. R.W. Fogel, Railroads and Economic Grouub, Essays in Econometric Hist ory , Baltirnore, 1964;
A. Fishlow, American Railroads and tbe Transformation of tbe Antebellum Eoonomy, Cambridge n Lévy-Léboyer, art, cit., pp. 1.039-1.041, 1.063-1.064 .
(Massachusetts), 1965. J4. J. Bouvier,"L'appareil conceptuel... ... p. 12.
.. MltroDos
LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA CIENCiA HISTÓRICA' ." "~
dada, sólo cambia muy 1entamente- y las proporciones que existen entre objeto de estudio (en particular la posibilidad de delimitar tal objeto), se ;",!
los fenómenos (por ejemplo , el predominio de las actividades agrícolas o, encuentren reunidas. Así , por ejemplo, es posible actualmente constituir
al revés, de las industriales ; la importancia relativa de las empresas de teorías de ese tipo aplicables a las estructuras del parentesco, o a muchos
tipo familiar frente a las sociedades anónimas, etc .). El concepto de es- aspectos de los estudios lingüísticos, ya que se puede definir y delimitar
tructura, en historia económica y en general, aparece vinculado a la toma los respectivos objetos para aplicarles instrumentos de análisis conoci- , ¡

de conciencia de los historiadores, de que el estudio de la evolución de las dos; pero el estudio de la estructura social, o de un sistema económico en ,i
sociedades demuestra la existencia de ciertos sectores y elementos de la su conjunto, no puede , al revés , conducir en las condiciones actuales, a
realidad social, caracterizados por una estabilidad y una permanencia rela- elaboraciones teóricas comparables, por tratarse del análisis de sistemas
tivas y extremadamente variables. Pero estructura y movimiento -o co- indefinidos, o sea, constituidos por un conjunto de componentes que no es
yuntura- son conceptos estrechamente vinculados . Las diversas confi- posible identificar con seguridad, y cuyo número es indefinido.
. guraciones estructurales suponen coyunturas diferenciales, características Si aplicamos la distinción de Boudon al concepto de estructura tal
. de los distintos sistemas; y el efecto acumulativo de las variaciones co- como lo utilizan los historiadores, queda claro que, en la mayoría de los
yunturales puede producir cambios estructurales, es decir, conducir a casos, se trata de la noción de estructura en el contexto de definiciones
nuevos estados de equilibrio relati vo cualitativamente diferentes . intencionales; por ejemplo -y principalmente- cuando "estructura"
Raymond Boudon tuvo el mérito de haber puesto un poco de orden en aparece en oposición a " coyuntu ra " . Estructuras comprendidas como el
la apreciación de la gran variedad de usos que , en el campo de las ciencias resultado de teorías hipotético-deductivas -o sea, en el contexto de defi-
sociales o humanas, se hace del concepto de estructura, al distinguir dos niciones efectivas- sólo aparecen, por el momento, en estudios econo-
tipos de contexto en que aparece: 25 métricos resultantes de la importación directa, al estudio histórico de
aspectos parciales de los sistemas económicos, de los métodos y modelos
1.0 En el primer caso, la noción de estructura se utiliza para indicar de la ciencia económica.
que el objeto de estudio es un sistema, es decir un conjunto de Para conduir esta sección , quisiéramos mencionar -pero mencionar
elementos interdependientes, o para mostrar que con la aplica- solamente, pues cualquier intento de profundización nos llevaría demasia-
ción de un determinado método se logra la descripción de un ' do lejos- las polémicas típicas de la pasada década, caracterizada por las
objeto como sistema : la noción aparece entonces en el contexto oposiciones: antropología estructural-historia, sincronía-diacronía, es-
de una definición intencional. tructura-acontecimiento, etc. y dominada por la personalidad científica de
2.0 Un segundo tipo de contexto se caracteriza por aparecer la no- Claude Lévi-Strauss y las distintas reacciones provocadas por sus escritos
ción de estructura insertada en una teoría hipotético-deductiva y afirmaciones. Frente a la "antropología estructural" , una especie de
que se propone explicar el carácter sitemático del objeto de es- complejo de inferioridad se apoderó entonces de muchos historiadores;
tudio : la palabra estructura aparece en este caso en el contexto comprensible solamente debido a la desventaja en que su formación profe-
de una definición efectiva. sional los dejaba en el sentido de percibir las numerosas incongruencias
Las palabras " intencional " y " efectiva" indican que, en un primer teóricas y epistemológicas contenídas en la obra de Lévi-Strauss a la par
momento, al identificarse el carácter sistemático de un objeto, ya se de hallazgos sin duda geniales. Menos fácil de comprender es la timidez
manifiesta la intención de construir una teoría que explique la interdepen- que impidió a los historiadores -salvo una pequeña minoría- demostrar
dencia de los elementos constitutivos de dicho objeto-sistema, sin que que, al hablar de la historia, dicho antropólogo trataba de un asunto que,
ésta sea a veces inmediatamente posible; cuando existe la posibilidad de con gran evidencia, desconoce profundamente; en particular, hubiera
sido importante, en 1960, criticar en profundidad la absurda "histo- -.
proceder a dicha construcción, entonces se llegará a una definición efec-
tiva. La elaboración de una teoría hipotético-deductiva supone que varias ria estructural" por él propuesta. 26 Tal indecisión -de los historiadores
condiciones relativas a los instrumentos de análisis y a la naturaleza del muestra su inseguridad en cuanto a muchos problemas teóricos y episte-: r~,~
. ;~
25. Raymond Boudon, A quoi sert la notion de " slruclure" ? Essai sur la signification de la notion de 26. el. su lección inaugural en el Col/tge de France, el 5 de enero de 1960 y, anteriormente, su .Iio
structur e dans les sciences bumaines , col. Les Essais n.? 136, GaIlimard, París, 1968. ' prdacio al libro de M. Mauss, Sociologie el antbropologie, Presses Universitaires de France, París. 1950. ' ; :;.
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LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA . EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA CIENCIA HISTÓRICA 53
lógicos fundamentales; el, advenimiento del estructuralismo tuvo el Es evid~nte que las posiciones defendidas por Lévi-Strauss no agotan el
¡ran mérito de forzarlos a razonar sobre ellos. estruc:mrahsmo contemporáneo. El modelo binario de Jakobson, ligado a
Al estudiar los 'libros de Lévi-Strauss, es muy importante distinguir, la lógica de Boole , pasó de la lingUística a la antropología estructural en
por una parte, los grandes.éxitos por él alcanzados en diversos campos de ~ cu~ fundamenta el análisis basado en la identificación de oposici~nes
• . la investigación antropológica -como el estudio de los sistemas de paren- binarias a la vez complementarias e inmóviles. El antihistoricismo ob-
tesco, de los mitos- a través de la aplicación del método científico (hipo- servable entre muchos estructuralistas se debe parcialmente a la elección
tético-deductivo), y cuya gran importancia y originalidad importa seña- del modelo lingUístico de Jakobson , pero este no es el único que existe.
lar; por otra parte, una serie de afirmaciones ambiguas, cuando no con- De todos modos, para el historiador, estructura y movimiento son insepa-
tradictorias , diseminadas en sus textos , no fundamentadas por la investi- rables. Es cie~o que la perc~pción estructural supone que sea posible
gación o por cualquier tipo de comprobación, y cuyas intenciones teóricas hacer abstracción de los cambios, en determinado contexto socio-geográ-
y normativas sorprendentemente ambiciosas muy poco tienen que ver con fico y para un período de tiempo igualmente definido; sin tal operación,
los éxitos mencionados anteriormente. De una manera tal vez un tanto no habría construcción teórica posible, ya que no se podrían definir las
cruda, pero bastante .exacta, Caio Prado Junior describe lo que serían las constantes o parámetros de un sistema dado. Pero, a diferencia de la
dificultades de los disdpulos del citado autor, si quisieran orientarse con antropología estructural, la historia no acepta "invariancias" más que
exclusividad por tales afirmaciones normativas o teóricas no apoyadas en r~lat1vas, inestables y transitorias; la visión del cambio que tiene el rusto-
comprobación: 27 nadar se basa en el autodinamismo de las estructuras. El mecanismo
dinámico-estruetural es interno, y no externo (encuentros o choques en-
En resumen , si los discípulos de Lévi-Strauss se limitasen única-
mente a los consejos y normas metodológicas del maestro, al llamado tre estructuras), como lo piensa la antropología estructural debido al
"análisis estructural" que recomienda, quedarían reducidos a la sim- cort~ ar,~itrario y radi~al que establ~ce entre lo "sincrónico'" y lo "dia-
ple adivinación. Deberían imaginar , sin ningún apoyo objetivo y con- crónico , que en realidad no son sino dos maneras necesariamente com-
creto , y sin ninguna orientación o pista ofrecida por la consideración y plementarias de percibir. el proceso histórico en su diversidad y unidad,
observación de los hechos, algún esquema, o varios esquemas, en
conformidad apenas con las "condiciones" formales dadas por el maes- pues n~ hay estru?u.ra .independíente de un proceso de evolución, y la
tro. Verificarían en seguida tales esquemas, producto de la pura imagi- ~rcep~ón del flUJO incesante de la historia incluye, a su vez, la con-
nación , confrontándolos con los hechos, en la esperanza de alguna s~dera~Ión de las permanencias, las resistencias al cambio, las super-
coincidencia que solamente podría ser dictada por el azar, considerán- vivencias. La toma en consideración de estructuras discretas , de factores
dose su origen. Finalmente , consagrarían como "modelo" a aquel de discontinuos, no impide que, en un nivel más elevado, se restablezca
los esquemas que, favorecido por la suerte en la adivinación, diera
mejor cuenta de dichos hechos. Al llegar a este punto, y según el la continu~dad fund~mental del proceso histórico (o, como lo expre-
pasaje de la Antbropologie structurale que tuviesen bajo sus ojos -ya sa Madeleme Reb érioux, que se perciba "lo continuo en lo disconti-
que los conceptos de Lévi-Strauss al respecto son, como hemos visto, nuo' '). En fin , advierte André Martinet que sincronía no significa es-
variables y vacilantes-, ya poseerían la "estructura" cuyo descubri- tática: 28
miento constituye la meta final del "análisis estructural" levistraussia-
no. O entonces les haría falta todavía, con los modelos, pasar al des-
cubrimiento de la " estructura", ya ahora sin ninguna sombra de indi- . . Por 10. que hace a la. cue:>tión de la sincronía, creo que podría ser
cación del maestro , quien -aunque mal y con todas sus ambigüeda- útil, tamb.IénJ)ara los historiadores, no identificar sincronía con está-
des, vacilaciones e inconsecuencias- dice algo respecto de los mode- tlca.!..?s ling üistas han l!am~do a.menudo l~ atención sobre este punto.
los, pero ninguna información nos ofrece en relación a su "estructu- Es posible hacer smcrorua dinámica, es decir, estudiar en sincronía los
ra" ; ni aun qué sea, en qué consiste. fenómenos tal. como evolucionan ante nuestra vista. [ ...] Se pueden
registrar [en sincron ía] hechos que revelan una tendencia a una modi-
27. Caio Prado Junior, O Estruturalismo de Lévi-Strauss. O Marxismo de Louis Althusser, Editora ficación de la estructura.
Brasiliense, S30 Paulo, 1971, pp. 30-31. El trabajo de Prado Jr. constituye un buen punto de partida para
la critica de Lévi-Strauss , aunque no se refieraa todos los aspectosde la obra de este último. Ver también:
AdolfoSánehezVázquez, " Estructuralismo e historia" , en Estructuralismo y marxismo, Editorial Grijal· ••_ 28. ÚlSutructurasylos hombres, pp. 125 ,1 49. Ver en general, sobre las cuestionesplanteadasaqul
bo, México, 1970, pp. 42·79. - Intel'e3alltes ponencias y discusionescontenidas en este pequeño libro. ~
54 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EVOLUC IÓN RECIENTE DE LA CIENCIA HISTÓRICA 55

D. Metodología y dependencia cultural ocupan de hecho una situación marginal en lo que concierne a la evolu-
ción de una ciencia dada, o cuyas posiciones han sido ya eficazmente
Los historiadores de las áreas periféricas o dependientes son llevados criticadas. Si agregamos a todo ello la formación epistemológica, metodo-
por la dinámica del fenómeno de la dependencia cultural -que no estu- lógica y técnica con frecuencia harto insuficiente del investigador, resul-
diaremos aquí- a escribir la historia de sus países utilizando la problemá- tará fácil comprender que tantos análisis y teorías aberrantes hayan sido
tica, los criterios metodológicos, las técnicas y los conceptos elaborados elaborados y ampliamente aceptados. No se puede negar, sin embargo',
en las regiones más avanzadas. Ahora bien, las realidades históricas en que una evolución positiva está en curso ; la calidad y la seriedad de las
función de las cuales esas herramientas teóricas e instrumentos de análisis investigaciones latinoamericanas en el campo de las ciencias humanas y
fueron desarrollados, son con frecuencia muy diferentes de las que deben sociales, entre ellas la historia, viene aumentando de manera nítidamente
ser estudiadas en el caso de los países del llamado " Tercer Mundo" . perceptible durante las últimas décadas.
Aunque la anulación total de los condicionamientos e imposiciones resul- Pero citemos algunos ejemplos relativos a ciertos sectores de investi-
tantes de la dependencia cultural no es posible -salvo eliminándose las gación histórica, en el sentido de indicar los peligros implícitos en la
verdaderas causas de esta última-, se puede, al precio de un esfuerzo importación indiscriminada y acrítica de metodología y conceptos.
consciente y constante, rehusar los falsos problemas y los esquemas ina- Ruggiero Romano muestra" que la aplicación de los principios y
decuados, adaptar o rechazar , según los casos, ciertas técnicas de investi- métodos de la historia cuantitativa o de la New Economic History a la
gación o de procesamiento de los datos , establecer una problemática real- historia económica de América latina se vería perjudicada, en primer
mente pertinente. lugar , por el hecho de que los datos disponibles son , en dicha región y ante-
Es preciso notar que, al hablar de "adaptación", nos estamos refi- riormente a nuestro siglo, más escasos y menos confiables que los que se
riendo a operaciones metodológicas y técnicas bien precisas, determinadas pueden recolectar en Europa o Norteamérica; en segundo lugar, debido a
por una apreciación de la naturaleza de los datos que deben ser analizados que la aplicación al área latinoamericana de concepciones que suponen un
y de las características de la documentación disponible. No se trata , por lo mercado' 'perfecto " , o la voluntad de estudiar el ingenio de azúcar brasi-
tanto , del fenómeno -bien conocido en Latinoamérica- que podríamos leño del siglo xvn, por ejemplo, según patrones capitalistas de raciona-
llamar "tendencia al sincretismo", o al eclecticismo; el cual constituye lidad, conducirían a resultados absurdos. Pierre Chaunu cree igualmente
también, a su manera, una adaptación de la cultura importada, ya sea a que son los métodos de la historia serial los que, dada la situación docu-
una realidad resistente a ciertos esquemas, o a 10 que el autor pretende mental , pueden ser empleados con mayor provecho. 30
demostrar. Dicho sincretismo consiste en la yuxtaposición o combinación La metodología de la historia demográfica según la desarrollaron los
de elementos aislados de diversas teorías o corrientes de interpretación, miembros de la escuela francesa supone una estabilidad y homogeneidad
mal y parcialmente conocidas y asimiladas, dando como resultado unas bastante grandes de la población analizada. Ahora bien , si queremos estu-
construcciones en apariencia impresionantes, pero en realidad muy frági- diar la evolución demográfica de los países latinoamericanos, nos encon-
les y poco resistentes a la acción demoledora de la crítica. Tal fenómeno, tramos con que, por una parte, las fuentes más importantes (registros
como la dependencia cultural de que es uno de los aspectos, se vincula a parroquiales, censos, padrones de población, listas nominativas, etc.) son
los mecanismos de lo que designamos, con una palabra bien poco adecua- casi siempre mucho menos ricas en informaciones que las europeas, yen
da, "subdesarrollo". A los centros culturales de los países periféricos general se conservaron en menor cantidad; por otra parte , es evidente
llegan, con atraso variable y siempre en forma incompleta, los productos que los criterios apropiados al estudio de poblaciones en cuya evolución
de la reflexión y de las investigaciones llevadas a cabo en los países las migraciones, el proceso de conquista, la esclavitud, las diferencias
"desarrollados". Es extremadamente difícil, en nuestras ciudades, seguir étnicas, fueron factores esenciales, no pueden ser los mismos que se
paso a paso y completamente la evolución de una especialidad cualquiera.
Por otra parte, factores ideológicos y políticos pueden llevar a varios tipos 29. Romano, an ocit.
30. Pierre Chaunu, Pour une bistoire s érielle du Br ésil au XV/He siecle (Ponencia presentada al
de distorsiones, por ejemplo la atribución -durante períodos largos, a Coloquio Internacional n.? 543 del C.N.R.S., "Historia cuantitativa del Brasil, 1800-1930", París,
veces- de una importancia exagerada a autores, corrientes y teorías que octubre de 1971).
56 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EVOLUCIÓN RECIENTE DE LA CIENCIA HISTÓRICA

aplican a una población como la de la Francia moderna. La reconstitución


de familias, eje del método francés, en América latina -salvo en pocos E. ConClusión
casos privilegiados- además de ser de aplicación muy difícil presenta un
valor explicativo limitado y discutible , pues la cantidad de uniones no En el capítulo anterior, después de haber hecho un resumen 'de la
institucionalizadas y nacimientos ilegítimos siempre fue mucho más im- brillante trayectoria de la ciencia histórica durante las última décadas, nos
portante allí que en Europa; la estabilidad de los apellidos, mucho me- pareció útil, al concluir, llamar la atención sobre la existencia de proble-
nor, cuando aparecen tales apellidos; y la gran movilidad de la población mas. Al terminar este capítulo, dedicado justamente a los aspectos proble-
hace casi imposible, a veces, estudios de ese tipo. Es necesario, pues, máticos y polémicos de la evolución reciente de nuestra disciplina, quizá
saber adaptar los métodos a las realidades de la demografía histórica lati- sea conveniente recordar que el balance de dicha evolución es netamente
noamericana, y los historiadores demógrafos del área tienen conciencia de positivo. La diversidad de corrientes y las polémicas constituyen, en reali-
ello. 31 dad, la mejor prueba de la vitalidad de la historia; y los problemas que se
Un ejemplo claro de los efectos de la dependencia cultural, lo tenemos plantean tienen todos posibilidades de solución satisfactoria.
en la ausencia de una verdadera teoría económica adaptada a las realidades En cuanto a las cuestiones relativas a los peligros -bien reales por
coloniales latinoamericanas. La coyuntura, por ejemplo ; es estudiada en cierto- ligados a una aplicación a la historia latinoamericana de un mar -
función de la europea, sin que se lleguen a conocer sus mecanismos co teórico y metodológico mal adaptado a las realidades que deben efecti- !

propios y consecuencias específicas en América latina ; raros son los in- vamente ser estudiadas y explicadas, tampoco en este caso sería una
tentos hechos en tal sentido , como el de Celso Furtado al estudiar las reacción correcta ceder al desánimo o al pesimismo. Pues existen, por
crisis económicas del Brasil colonial. Ocurre , también, que la evolución dicha, numerosos ejemplos de investigaciones hechas por historiadores
histórica de nuestro subcontinente sea asimilada, con atraso, a la de latinoamericanos que supieron utilizar los avances de su ciencia y perci-
Europa: los países latinoamericanos atravesarían, en el siglo XIX si no bir, a la vez, la necesidad de aplicar con vigor el espíritu crítico a la
en el actual, una fase semejante al anclen régime europeo. Tal visión selección y a veces a la adaptación de la problemática y de los instrumen-
simplista no dejó de atraer a un cierto número de historiadores latino - tos técnico-metodológicos , gracias a un buen conocimiento de las especifi-
americanos , por ejemplo los que intentaron encontrar un respaldo histó- cidades de su región y de la documentación disponible. .
rico a la tesis desarrollista (resultante de una generalización del modelo de En ningún caso se puede intentar una coartada tendiente a justificar la
la Revolución industrial europea) de la necesidad de una reforma agraria fidelidad a un marco teórico-metodológico superado, pretextando la exis-
previa al desarrollo capitalista , lo que es equivalente a la caracterización tencia de polémicas, de puntos sobre los cuales no hay acuerdo unánime,
del mundo rural latinoamericano como " feudal" o precapitalista; tam- de posibilidades de distorsión, etc. La actitud correcta consiste en la acep-
bién encontramos la aceptación de tal esquema entre los historiadores tación crítica de la evolución irreversible de la ciencia histórica, sin aban-
latinoamericanos influenciados por las "etapas" de W. W. Rostow. 32 donar las precauciones y los medios de control adecuados, los cuales no
son, felizmente, despreciables.

31. Cl. diversas ponencias presentadas por Maria Luiza M arcOio, EIsa Malvido, Katia Matt oso, y
otros , en varias reun iones cientlficas internacionales; Nicolás Sánchez-Albornoz, " Les registres parois-
siaux en Amérique latine, Quelques considérations sur leur exploitation pour la démographie historique " •
en Revue Suisse d'Histoire, xvn (1%7), pp. 60 -71.
32 . F. Mauro , L'expansion.... p. 299; del mismo autor , "Teoría económica e histori a econ ómica"
en Nova Historia.... pp. 13-40 ; Celso Furtado , Formaqíio econiimica do Brasil, Fundo de Cultura . S¡¡¿
Pauto-Río de janeiro , 1964 6 (hay traducción española); An ton io Barros de Castro , Sete ensaios sobre a
economia brasileira, vol. 1, Forense , Río de Janeiro-Sáo Paulo , 1%9 : Castro critica muy bien las interpre-
taciones tradicionales sobre la agricultura brasileña, aceptadas por histor iadores como Ne1son Wern eck
Sodré, aunque desde hace mucho criticadas por Caio Prado Jr . Como ejemplo de aplicación de los
esquemas de W.W. Rostow a la historia de un país latinoameri cano, ver Di Tena y Z ymelman, Las etapas
del desarrollo econámico argentino, Eudeba, Buenos Aires . 1%7.
'r.

CAPÍTULO III

MARXISMO E HISTORIA EN EL SIGLO XX

En otra parte de este manual (capítulo IX, C), el lector encontrará


una presentación sumaria de los principios del materialismo histórico. El
presente capítulo se ocupará de reseñar las principales fases de la evolu-
ción de la historiografía marxista en lo que va de este siglo, y también de
evaluar la influencia de dicha corriente sobre el pensamiento histórico
contemporáneo.

A. La concepción marxista de la historia, desde los años 1920 a


nuestros días

1. Caracteristicas generales de la evolución I

En los años que siguieron a la Revolución de 1917, se constituyó una


escuela de pensamiento histórico marxista en la Unión Soviética, a la vez
que en todo el mundo se amplió la influencia del materialismo histórico
sobre los intelectuales. En el contexto de los años que precedieron a la
segunda guerra mundial, es muy comprensible que las posiciones asumi-
das en la Unión Soviética y en la III Internacional tuvieran una influencia
predominante sobre los pensadores marxistas en todo el mundo.
Pese al interés temprano del gobierno soviético por el desarrollo de los
estud ios históricos, la tarea de crear una nueva escuela fundamentada en
los principios del materialismo histórico no fue fácil. Existían, por cierto,
desde antes de la Revolución, algunos historiadores marxistas (como V.P.
Volgin) e incluso verdaderos veteranos del Partido Comunista (como
1. Esta exposición se basa esencialmente en Geoffrey Barraclough, "History", capítulo III de
Main Tr ends 01 Researcb in tb e Social and H uman Sciences, 2a. parte, UNESCO, sin fecha (mimeogra-
fiado), pp. 33-46 ; Witold Kula, Problemas y métodos de la historia economica, traducción de M. Busta-
mante, Ed. Penlnsula, Barcelona, 1973, capítulo 1; Erie J Hobsbawm, " L'apport de Karl Marx a
l'hist oriographie", en Diogene , n.o 64, octubre-diciembre de 1968, pp. 44-69.
60 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MARXISMO E HISTORIA EN EL SIGLO XX . Ú""~
MN. Pokrovski), pero eran pocos; de una manera general, había una través de la participación de especialistas-soviéticos en los congresos ínter- ,J '
gran escasez de historiadores con formación profesional. Algunos de estos nacionales de historia. Pero en la medida en que las traducciones nos
últimos -KV. Tarle por ejemplo- se adhirieron a la nueva orientación. permiten seguir la evolución de los debates entre historiadores soviéticos,
Ciertos_.progr.es.Q.S-fuef9n.jom~Áª!~t~$r~~tih.leJi~ªtránsitoAe tenemos la impresión de una superación apenas parcial del dogmatismo,
un enfQgllC;:.l!reQº-ITIL1!ªgt~W~gt.~ .mMt.ifº.:~.!tu<;iº~lA~ .J~LIM!Q.lj!t.!J,11!ª_ª, que sigue detentando fuertes posiciones en el mundo académico del país.
.otro...socio.=e.cQn6111ko_... p(<K.~.~.~Len .que.. fue.gr.ande...lª..influencia,de..Eok.: . Fuera de la Unión Soviética, es necesario notar desde los años 1920 el
royski; un gran.jnt~~-PQLt!t~tº!:i!.g~ _~_l;.~_P.Qp-Q.ll»:ess_d~. aporte teórico original de A. Gramsci y G. Lukács, especialmente signifi-
.moyimientosmal~$..,_~~t.Pj.ln!4º_.C.ºm.~tª~q~_.~JJm.ó.n..SQ.v.iélkª..y..de. cativo en cuanto al estudio de las superestructuras. Este aporte es aún
Ja Revolu.ció..u._d~.J217.,..P91.~L~lavi.~mº_ª-1!tj.~.9~y_.k~oidJ.l.mP.I.e.-me.­ más notorio si se tiene en cuenta el predominio, en los círculos marxistas
dieval, por el_C,]p"@.Jj.~_J:.I]º-J~'!LPi.~i~_.al, ..YM&ª)k.~!~ e, Jm.l?Qnª_tíill1biéº.• occidentales, de la interpretación del materialismo histórico en la vertien-
notar algunos.aspectQS..llegatiy,QS..:....uDa-temk.ncia...a.in.terpte.tacione5.eCODQ: te socialdemócrata (Kautsky, Hilferding, etc.), que tendía a confundirlo
midstas .line.ak4...Yn._ª~!Jª1_t.~~9_p.rim-ª!"jº...Ji.mj!!!dQ.Jl..l~eg1a.s...del con concepciones evolucionistas y positivistas y a reducirlo , en muchos
método crítico....PQsi!i.Yi~ª;... P-QJ~.micas ..s.. .tot1!~.J;le_~-'ió..u..(sQb.r.eJa..pe1'10= casos, a un economicismo vulgar. Pero es principalmente desde fines de la
diladÓn históricªsJ!l.J1ª-turA1~~-l ..§J!l;.§iQ.1}._qd º v n9d.º s .d.e..ptvdu.~d.ón, segunda guerra mundial cuando vemos desarrollarse la historiografía mar-
por...ejemplot.-qu~_r.efl.ei~.an...~._c..Qnsider.adQnes...ideQ16.gicas...que....argu.­ xista en gran número de países. La publicación en inglés del libro de
...-
mentQSj¿asado.:!.~Rg_iI!.y~j:~c;j91t g~!!tWsªj...r:d-ª.t:iYj!.~~~~ª_.g~_l!lq!!.Q.' Maurice Dobb, Estudios sobre el desarrollo del capitalismo , en 1946,
grllffa~p.Y...~!º_. qy~JªJl.~9~~!ºl!g ..d~ ..ÍQrm.ª,-=.l;;q.ªºms. b.ª~f.ª-q.ue . el.esíuerzo.se, animó en el principio de la década siguiente una amplia discusión interna-
"
I
....
concentrara.. en..lª..elªºº-mdÓD... de..ma!J.ulll.eS..y...o bras...de.. síntesis..y.. .reínter» cional sobre la transición del feudalismo al capitalismo. 4 Dicha discu-
I
pretació.n._..P.erº..lQ.más""g(av:e..fu~.....sín.. duda.la..tendencía..al..dogmatisme, sión, sin romper del todo con las insuficiencias dogmáticas en cuanto a la
que analizaremos más adelante, y cuyo apogeo se alcanzó en los afi.os definición y al uso del concepto de modo de producción, fue muy impor-
1930 y 1940, cuando las investigaciones pioneras de la década de 1920 tante en el sentido de criticar las concepciones circulacionistas, y de
"fueron interrumpidas por las represiones políticas y por la limitación de presentar una versión del advenimiento del capitalismo mucho más rica y
la libertad de investigación científica...". 2 En el conjunto, es necesario matizada que la ofrecida por los esquemas stalinistas. La expansión del
decir que, salvo en ciertos campos como la arqueología y la prehistoria, se socialismo, ganando a numerosos países después de la segunda guerra
avanzó poco respecto del aporte de Marx, Engels y Lenin. El esfuerzo mundial -Europa centro-oriental, China, Cuba, etc.-, llevó a la crea-
tendió más que nunca a concentrarse en la publicación de fuentes y en la' ción o al fortalecimiento en esos países de escuelas marxistas de historia;
elaboración de manuales. debe destacarse muy particularmente el aporte brillante del polaco Witold
En los años 1950 empiezan a percibiese señales de cambio , que se Kula. Pero también en muchas ' naciones no socialistas -Francia (A.
aceleran después del XX Congreso del Partido Comunista de la Unión Soboul, P. Vilar, Ch. Parain, J. Bouvier, etc.), Gran Bretafi.a (E. Hobs-
Soviética (1956), cuando comienza la crítica al stalinismo. Surgen nuevas bawm, M. Dobb,C. Hill, R. Hilton, etc.), Italia (E. Sereni), Japón
revistas especializadas, se hacen presentes nuevas problemáticas y se dis- (K. Takahashi), los Estados Unidos (E. Genovese), etc.- la historiografía
cuten conceptos fundamentales antes dados por supuestos y por definitiva- marxista contemporánea es abundante y demuestra una gran vitalidad.
mente establecidos (modo de producción, formación económico-social,
carácter' 'típico" y universalidad de los modos de producción, etc.), Los 2. Dos distorsiones tenaces: dogmatismo stalinista y circulacionismo
métodos cuantitativos, en cuyo empleo fue pionero el medievalista E.A.
Kosminski, se hacen de uso más frecuente. 3 Los contactos e influencias No nos interesa estudiar aquí las circunstancias que, en la segunda
recíprocas con los historiadores occidentales se intensifican, sobre todo a mitad de los afi.os 20 y sobre todo en la década siguiente, condujeron al
• !

2. W. Kula, ibid., p. 38. 4. Maunce Dobb, Estudios sobre el desarrollo del capitalismo, traducción de L Etcheverry, Siglo
3. . Cl. Aleida Plasencia (compiladora), Lecturas escogidas de metodologia, Editorial de Ciencias XXI, Buenos Aires, 1971; M. Dobb, P.M. Sweezyy otros, La transición delfeudalismo al capitalismo,
Sociales, La Habana, 1975, principalmente el articulo de lván Kovalchenko. traducción de R. Padilla, Editoria! Ciencia Nueva, Madrid, 1967.

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62 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA . , MARXISMO E HISTORIA EN EL SIOLO XX . ."''''~
triunfo del dogmatismo y del esquematismo conceptual entre los intelec- bien o mal, en el esquema. La investigación histórica se transformaba en .";"j¡ ,
tuales soviéticos, en las posiciones de la ID Internacional y por ende en la ilustración de las " verdades" consagradas. :~>¡
gran mayoría de los escritos marxistas hasta la década de 1950. Como es Una serie de mecanismos permitía hacer coincidir la realidad c.on el ·.· 1
evidente, de hacerlo habría que fijarse no sólo en factores internos, sino esquema de los cinco estadios, aunque de manera harto imperfecta. 7 .'

también en la situación de país cercado que fue la de la Unión Soviética 1.0 En la práctica, la noción de modo de producción era vaciada de I
durante mucho tiempo. Por otra parte, sería demasiado simplista echarle su contenido dialéctico. Tal contenido se afirmaba en principio, pero
al stalinismo la culpa integral: las distorsiones venían de mucho antes , cuando se definía concretamente a un modo de producción, se lo hacía
como la tentación de transformar los esquemas de evolución de Marx y dejando de lado el problema del nivel y formas de organización de las
Engels -de cuyo carácter hipotético e inacabado sus autores estaban muy fuerzas productivas, y haciendo derivar la definición sobre todo de las re-
conscientes- no ya en guías para la investigación, sino en verdades laciones de producción. La noción de relaciones de producción era redu-
absolutas e intocables. Bajo el stalinismo, las obras de los fundadores cida, además, a la de simples relaciones de explotación, cuando se trataba
(ciertas partes de ellas más que otras), con el agregado de las de Lenin y de las sociedades de clases; esclavitud, servidumbre y trabajo asalariado
del mismo Stalin, pasaron a constituir una especie de Summa theologica constituían una lista juzgada completa de las formas de explotación, yen
situada por encima de toda crítica, y de las cuáles sólo se admitía una la práctica se asimilaba, por ejemplo, feudalismo a servidumbre. Claro
interpretación : la oficial. está que se decía, ocasionalmente, que determinado modo de producción,
En otros trabajos s hemos examinado y criticado más o menos en de- en esta o aquella fase de su evolución, "favorecía" o "frenaba" · el
talle las posiciones dogmáticas. Éstas encontraron su consagración final desarrollo de las fuerzas productivas; pero estas últimas se hallaban
en un texto de Stalin publicado en 1938, Sobre el materialismo histórico ausentes de la definición concreta que se ofrecía de cada modo de pro-
y el materialismo dialéctico, " que establecía que son cinco los estadios ducción.
característicos del desarrollo histórico: comunidad primitiva, esclavismo, 2.° Establecíase una confusión entre los conceptos de modo de pro-
feudalismo, capitalismo y socialismo. Es cierto que se les consideraba ducción y de formación económico-social, o sea, se confundía el modelo
expresamente como "tipos f undamentales de relaciones de producción" -. establecido a partir de un análisis que retiene sólo lo que de más esencial y
Fundamentales , y por consiguiente no únicos; mas en la práctica eran general existe en cierto número de sociedades consideradas de un mismo
tomados como una lista exhaustiva de las fases que en su desarrollo deben tipo (modo de producción), con la sociedad concreta, siempre caracteriza- .
atravesar todas las sociedades humanas. Admitíanse algunas excepciones, da por la coexistencia de estructuras que se explican por un modo de
pero éstas no alteraban la regla fundamental : estaban ligadas a la posibili- producción dominante con otras cuya explicación depende de otros modos
dad abierta a ciertos pueblos de "saltar" una o más etapas bajo la influen- de producción, o elementos de modos de producción (formación económi-
cia de sociedades más desarrolladas. La versión entonces aceptada del co-social).
materialismo histórico se transformó, por la universalización del esquema 3.° La idea de Marx de una sucesión de "épocas progresivas" se
unilineal de los cinco estadios, en una vulgar filosofía de la historia, una transformaba en una relación de filiación entre los modos de producción o
entidad metafísica que ordenaba desde el exterior el curso del devenir estadios sucesivos, cada uno de ellos engendrando al siguiente por el
histórico, no quedando más remedio a los datos concretos que entrar, simple juego de sus contradicciones internas, en forma lineal y casi auto-
mática de evolución. Como, además, las fuerzas productivas aparecen
5. G . Ciro F.S. Cardoso, " Severo M artin ez Peláezy el carácter del régimen colonial" y "Sobre los descartadas del plano principal de análisis de los modos de producción, la
modos de producción coloniales de ¡.:Inérica" , ambos arti culo. en Modos de producción en América dinámica interna de éstos era explicada casi exclusivamente por las luchas
latina, Cuadernos de Pasado y Present e (Córdoba, Argentina), n .o 40, mayo de 1973 , pp. 83-109 y
135 -159.
6. J. Stalin, " Sobre el materialismo histórico y el materialismo dialéctico" , en Cuestiones del 7. CL jean-jacques Goblot , "L'h istoire des 'ci vilisations ' el la conceplion marxiste de l'évolution
leninism o, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Moscú, 1946 , pp. 539 -553. Desde 19 33, los especialistas sociale" , en A. Pelletier y J.-J. Goblot , M alérialisme hisloriqu e el bistoire des cioilisations, Éditions , I,.!
soviéticos de las ciencias sociales adoptaron el "esquema de los cinco estadios" : cf. Kasimierz Majewski, Sociales , París, 1969, pp. 57-19 7 (hay tradu cción española : Grijalbo , Mé xico, 1975); je an Suret-Canale, ·. 1I
La question du "mode de production asiatique' \ dans la cioilisation égéenne á la lumiere des sources , .Problernes théoriques de l ' étude des prernieres sociét és de elasses" , en Recherches mtemationales á la
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arcbéologiques, Centre d 'études et de recherches marxistes, París , 1970, pp. 2·3 (mimeografiado). lumiere du marxisme, n.? 57-58, enero-abril de 1967 , pp. 5-16. >;0 1
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MARXISMO E HISTORIA EN EL SIGLO XX

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. LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA

.•• clases consideradas .sin vinculación efectiva al desarrollo de las fuerzas


I
temporánea. La idea de presentar a las estructuras sociales y económicas
y productivas y más particularmente a la división social del trabajo, aunque de los siglos XVI a xvm como formando un sistema específico, llamado
tal correlación podía ser indicada de una manera exterior al análisis pro-
~: . ., capitalismo comercial", "capitalismo mercantil" y a veces "mercanti-
, pi_mente dicho, o mencionada al paso. I lismo", es perfectamente extraña al pensamiento de Marx y a los princi-
4.0 Finalmente, una oscilación permanente entre lo "universal" (el pios básicos del materialismo histórico. Tal teoría influenció, sin embargo
¡~ esquema unilineal de los cinco estadios) y 10 "particular", es decir las -y profundamente-, a numerosos marxistas, como Pokrovski en la
,. "peculiaridades" de evolución, tomadas en un sentido puramente empí- Unión Soviética, miembros del grupo de la Month/y Review en los Esta-
rico, permitía hacer ciertas "correcciones" o adaptaciones, necesarias en dos Unidos (Paul Sweezy , Leo Hubermann, André Gunder Frank), y
el sentido de salvar la credibilidad del sistema. Un buen ejemplo lo cons- muchos autores latinoamericanos. Es frecuente.que.Ioa.marxistas QJle
1, tituyen las sociedades del Cercano Oriente antiguo: según el esquema, se aceptan .concepciones..Q.e.,ese .tiP-Q"j::J;"e¡¡n...encontrar... unrespaldo en la
t estaba obligado a considerarlas como' 'esclavistas", pero en realidad tales opcsícíon.ecanomía.natural/economía,mercantll....que,.se ..encuentra efeeT
¡; I I sociedades presentaban comunidades rurales que constituían la fuerza de tizamente.. en.la..ººm.. de...M.a.r~.s.de._Le.nÜl.~...p~r.QJ!hL.ªp.ar.eJ::e ...as.Rciada....a
trabajo esencial, pues la esclavitud carecía de gran desarrollo. Algunos un...análisia.en,..térmíncs.dernodc,.. de .. producci ón•...llu...como....categoria
1 historiadores soviéticos, sin dejar de afirmar el carácter esclavista de di- cin:uladQnis.ta.tQ.mad1LPQf..sí.misma ,y..fu.t:rª..de.conrextos..J:l..ist.ó.rkQS...bien
chas sociedades -en nombre del principio dialéctico que consiste en defi!!,igqs.
,", percibir "los gérmenes de lo nuevo que se desarrollan en el seno de lo Desde el punto de vista marxista , los siglos XVI a xvm constituyen
antiguo", en elaborar "lo que se está desarrollando" - , elaboraron en- el período de la coexistencia, en Europa occidental, del feudalismo todavía
tonces la noción de comunidad de vecindad (para sustituir la de "comuni- dominante con el capitalismo en ascensión (ascensión no lineal, por su-
dades aldeanas" del modo de producción asiático de Marx, concepto que puesto). Marx.consideraba .cºmº .muy... iroP.Q.rtªme.. eLp~1 de.la circula-
había sido proscrito por los orientalistas soviéticos en 1929 y 1931), Y ción..de.mercancíaa.z..de,..s.u_.e~.pªns.ión..eD .Ios.tíemros . modernos 1 en el
explicaban tal "particularidad" en la evolución de esas sociedades como sentidQ... de. la d~ºllJc.iº!Ld~Jº!U!1.QQQs..Jle.P'fQ.du.c~.¡Qn.prgc;¡¡pilalis.tas, de la
una "sobrevivencia de ¡¡i comunidad primitiva", debido a factores especí - formación..de_un_!Jler~JKlº..1Dun.dial. ,deJa .aQJmulación.previa,.de capitales
fíccs del medio geográfico: dicha sobrevivencia hada obstáculo al desarro- que_lm~pªr.a.....el_ªgvel).j.m¡~!ltQ. skLºp.it.al,i$mº_.c.QmQ.J.n-ººq .Q.e. ..1IDXlu.ro6n.
llo esclavista "normal" de las sociedades orientales. 8 i1Qm.iJJ..ª.J:Jt~¿..J.!.iy~LmJH1ºiiil ..pero jamás confundió al capital comercial,
Abordemos ahora, muy rápidamente, la cuestión de las tendencias que existe desde tiempos muy antiguos, con un capitalismo comercial
drculacionistas, resultado de la influencia, sobre muchos marxistas, de visto como un sistema específico (la expresión sólo tiene sentido para
una serie de explicaciones y teorías elaboradas desde hace mucho por el designar a un sector dentro del capitalismo ya plenamente constituido), lo
pensamiento no marxista (Escuela Histórica Alemana, Max Weber, Hen- que además hubiera constituido un contrasentido, ya que las categorías
,'.' ri Sée, casi todo el grupo de los Annales, etc.). del materialismo histórico fundamentan la precedencia del proceso de
La forma concreta bajo la cual la explicación circulacionista influenció producción con relación al de circulación, que se mueve al nivel de exce-
•' _ muchos marxistas fue sobre todo la teoría del "capitalismo comercial" , dentes ya creados.
¡;
r, que resulta de una larga evolución en el marco de la historiografía con- El capitalismo como modo de producción no dominante, en germen,
existe ya durante los siglos XVI y XVII, manifestándose en las manu-
JI·~. Cf. por ejemplo Diakov y Kovalev (organizadores), Histoire de l'antiquité, Éditions en langues
8.
facturas , en las minas, yen diversas formas ya capitalistas (o de transición
.rlllaMes,
Moscú, sin' fecha, pp. 75·77 Yen general todo lo referente al Cercano Oriente, pp. 90·2 42
" .(Hay traducción española . Grijalbo, México, tres vols.) ; más recientemente, y siempre en defensa de la al capitalismo) en el campo, y ello es lo que justifica la mención de
, . .11 "esclavista", d . V. Nikoforov, " Une discussion I'Iastitut des peuples d'Asie" , en Recbercbes dicho período como la primera fase del capitalismo. Las investigaciones
1"
á

lfúftfl4llOt1a11S ... , n.? citado , pp. 240-250; para la tesis del "feudalismo", d . Y ,M. Kobischanov , " El
• ltudaUlmo, el esclavismo y el modo de producción asiático" , en Roger Bartra (compilador), El modo de históricas contemporáneas confirman la idea de Marx, de que no todos
~~6'/Qsi4tico, Ediciones Era, México , 1969, pp. 329,334; para una posición netamente empiris ta , los sectores del comercio y de las finanzas del ancien r égime prepararon
•ba.. da lO¡ una "mescolanza " de rasgos de diferentes modos de producción, d . G.A . Melekechvili , o facilitaron el advenimiento del capitalismo como modo de producción
.,' ' ''lIclavlje, féodalisme et mode de production asiatique dans I'Orient anden", en La Pess ée, n .? 132,
>', ' llbrll de 1967, pp. 31·47 (y la critica que le hace CharlesParain, pp. 48·52). dominante, aunque tal fue el caso si consideramos al conjunto del moví-
t
5.-MÉTODos
66 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA
MARXISMO E HISTORIA EN EL SIGLO XX 67
miento de expans ión del comercio, de los mercados y de la colon ización Más que el hecho de haberse retomado la discusión sobre un concepto
que caracteriza a los tiempos modernos. ' d: Marx condenado por el dogmatismo, beneficiándose tal debate interna-
cional de conocimientos mucho más avanzados sobre las sociedades no
3. La evolución reciente euro?eas y sobre la protohistoria mediterránea que los del siglo pasado,
A partir de los años 1950 , y aún más de la década siguiente, un gran ~os interesa aquí · llamar la atención sobre las consecuencias de la discu-
debate teórico y metodológico entre marxistas de muchos países inauguró si ón, Desde el principio de ésta, quedó claro que no bastaba incluir al
una nueva fase, mucho más crítica y abierta al trabajo creador que la modo de producción asiático en el esquema de evolución anteriormente
anterior. Los factores que explican un cambio de tal magnitud son varia- admi~do, entre la comunidad primitiva y el esclavismo, para que quedara
dos : el relativo deshielo de la tensión internacional después de los prime- S?luclOnado el problema te órico. Las sociedades del Cercano Oriente an-
ros años de la década de 1960 (en el auge de la "guerra fría" el clima tiguo -caracterizadas quizás por el modo de producción asiático- no
psicológico no era favorable a una crítica en profundidad del dogmatis- engendraron por la simple lógica de su desarrollo interno a las sociedades
mo) ; la circulación amplia de textos antes desconocidos de Marx , en de la antigUedad clásica o greco-romana. La evolución de la sociedad
particular los Elementos fundamentales para la critica de la economta helénica tuvo como condición histórica previa el desarrollo de las socieda-
politica, manuscrito de 1857-1858 conocido como los .G ru.nd:ti.sse, de des orientales, pero lo que ocurrió fue que el proceso de evolución se
gran importancia teórica; las divisione s en el seno del movimiento comu- de~plaz? hacia ~n área situada al margen del desarrollo anterior , aunque
nista internacional, debilitando la posición hegemónica y doctrinaria bala la influencia de éste, donde se constituyó un nuevo punto de partida
-antes indiscutible- de la Unión Soviética , país donde la crítica y supe- c?n la ~legada de nuevos grupos caracterizados todavía por una organiza-
ración del dogmatismo stalinista, lanzadas en 1956, quedaron inconclu- ci ón tribal, a la cuenca del Egeo. De la misma manera, el feudalismo
sas; la misma expansión de la historiografía y en general de los análisis europeo no apareció como consecuencia exclusiva de las contradicciones
marxistas en países muy numerosos y diferentes, con diversas tradiciones ~nternas ~~l esclavismo romano, y su advenimiento supuso igualmente la
intelectuales y configuraciones estructurales , conduciendo a enfoques, mtervenci ón de nuevos grupos que presentaban estructuras socioeconó-
problemáticas y énfasis nuevos ; el reto constituido por el advenimiento de micas distintas de las de la mayoría de los pueblos del Imperio romano
ciertas corrientes, como el existencialismo y sobre todo el estructuralismo (los germanos , y otros más tarde) , y un desplazamiento de la evolución
lingü ístico y antropológico , obligando a los marxistas a que volvieran a del área mediterránea hacia la Europa occidental continental. Por otra
plantear y discutir muchos conceptos y principios metodológicos que en la parte, los estudios sobre el desarrollo del feudalismo en el Japón mostra-
fase del dogmatismo parecían evidentes, definitivos y sin problemas. ron que este país no conoció una fase esclavista anterior a la feudal. En
La discusión internacional sobre el " modo de producción asiático", resumen, todo el esquema lineal de evolución -la teoría de los cinco
empezada en Europa occidental a principios de la pasada década y que L'S~adios.- se resquebrajaba y mostraba su fragilidad cada vez con mayor
luego alcanzó a gran número de países (los socialistas inclusive), reviste evidencia, ya que resultaba imposible demostrar la transición de un modo
una gran importancia teórica. 10 de producción a otro apenas por el juego de las contradicciones internas
y dentro de una continuidad geográfica. 11 '

9. 9. capítulo IX, apartado C, de este manual. Ver también : Horacio Ciafardini, "Capital, comer- Paralelamente a las discusiones sobre el modo de producción asiático,
cio y capitalismo : A propósito del llamado 'capitalismo comercial' ", en M odos de producción en
América latina, pp. 111-134. Ver también: Eric Hobsbawm, "La crisis general de la economía europea se ~esarrol1ó la obra de Louis Althusser -un filósofo- y su equipo; más
en el siglo XVII" , en En torno a los origenes de la reoolucion industrial. traducción de O. Castillo y E. recientemente y en la misma línea, pero interesándose más directamente
Tandeter, Siglo XXI , Buenos Aires, 1971 , pp. 7-70 ; Jean Bouvier y Henry Germain-Matin, Flnances
et .financiers de l 'ancien régime , Presses Universitaires de France , París, 1%4 , H. Lüthy, La banque
por la ciencia política, tenemos los trab ajos de Nicos Poulantzas. 12
protestante en France de la r évocation de I'MiI de Nan tes IJ la R éuolution, 2 vols., S.E.V.P.E.N., París,
1959 Y1%1.
1 J. Ver al respecto las agudas observaciones de J-J Goblot, op. cit.; Ytambién el capítulo IX C de
10. CI. principalmente: Recp erches intemationales.,., n.? cit. ; Varios autores, Sur le mode de coste manual. ' ,
production asiatique, C.E.R.M.-Editions Sociales, París, 1969 ; Gianni Sofri, 11 modo di produzione
12. el. Louis Althusser, La revolución teórica de Marx, traducción de M. Harnecker Siglo XXI
asiatico, Giulio Einaudi, Turín, 1969 (la traducción española contiene muchos errores) ; Roger Bartra
(compilador), op. cit.
~~~lCO' 1967; L. Althusser y E. Balibar, Para leer "El Capital", traducción de M. Har~ecker, Sigl~
, MéXICO, 1969 ; L. Althusser, Eléments d 'autocritique, Hachette, París, 1974; Nicos Poulantzas,
68 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MARXISMO E HISTORIA EN EL SIGLO XX 69
Personalmente no creemos en la validez de la mayoría de las soluciones ciones económico-sociales). Varios otros autores han contribuido bastante
propuestas por dichos autores, a partir de posiciones de base que juzga- a aclarar estas cuestiones fundamentales. Witold Kula, por ejemplo, al
mos estérilmente formalistas y muy discutibles; laescuela althusseriana, mostrar que, si bien un modelo bien construido debe "contener por
pese a sus pretensiones y declaraciones respecto de la "construcción" del fuerza elementos de autodestrucción", cuando analizamos casos concre-
concepto de historia, no contribuye con aportes positivos a la ciencia tos, es posible que sean "los datos externos los que se hayan modifica-
histórica, incluso porque desconoce todo o casi todo en cuanto a la histo- do", cambiando radicalmente las condiciones de funcionamiento del sis-
ria que hacen los historiadores." Tiene, sin embargo, el mérito de esti- tema estudiado, y llevando por lo tanto a la necesidad de "construir un
mular la reflexión sobre muchos temas fundamentales de epistemología nuevo modelo" . Retomando recientemente esta cuestión, Pierre Vilar
marxista, antes pasados por alto o tratados'sin rigor." . recuerda que tampoco se debe olvidar la necesidad de profundizar la elabo-
En nuestra opinión, uno de los puntos neurálgicos de los avances ración teórica de conceptos intermedios, tales como "etnia", "nación",
posteriores a 1960, es la profundización, a la vez en cuanto a la teoría y a "estado", "guerra", etc., sin los cuales es imposible pasar de la teoría a
la aplicación, de los conceptos claves de modo de producción y formación los análisis de casos. 16
económico-social. Desde 1964, Maurice Godelier insistió sobre ciertos Sin abandonar el hecho de que el autodinamismo de las estructuras es
aspectos esenciales de la cuestión: 1) la naturaleza hipotética de los es- de primordial importancia, era menester intentar plantear en términos
quemas marxistas de evolución de las sociedades, y en general de las marxistas problemas tan esenciales como el de los contactos, o de la
construcciones teóricas; 2) el carácter de modelo que tiene la noción de circulación cultural, antes rechazados sistemáticamente en nombre de la
modo de producción, abstracción construida a partir de lo real, pero que causalidad estructural interna. Las investigaciones históricas de Emilio
lo reduce a sus estructuras esenciales, y sólo permite plantear la evolu- Sereni, por ejemplo, permitieron avanzar en ese sentido. 17
ción en términos del desarrollo de las posibilidades e impotencias internas Se procedió también a criticar el estado anterior -muy poco satisfac-
de dichas estructuras; 3) la necesidad de probar la validez de los esquemas torio- de los conocimientos sobre las sociedadesprecapitalistas y la teoría
hipotéticos al nivel de la historia concreta, cuya "infinita variedad" de los modos de producción que permiten caracterizarlas. Por ejemplo,
deben Permitir descifrar. 13 En textos posteriores, trató de mostrar, en la son de gran trascendencia los esfuerzos hechos por superar la noción de
práctica, cómo aplicar las nociones de base a los análisis de casos (forma- "comunidad primitiva", demasiado elástica y poco precisa, ligada a una
etapa dejada atrás haca ya mucho tiempo de los conocimientos sobre las
sociedades sin clases, y que de hecho encubre y confunde realidades muy
POiÚr polttico y clasessociales en el Estadocapitalista. traducción de F.M. Torner, Siglo XXI, México,
1969; del mismo autor , "Las clases sociales", en Raúl Benítez Zenteno (compilador), Las clasessociales heterogéneas. Lo son también las nuevas reflexiones sobre el feudalismo,
en Am4rlco latino. Siglo XXI, México, 1973, pp. 96 -126 ; del mismo autor. Fascismo y dictadura, Siglo y aquellas alrededor de los ya mencionados Elementos fundamentales para
XXI, México 1971; Nicos Hadjinicolaou, Historio del arte y lucha de clases, traducción de A . Garzón,
. Siglo XXI, México, 1974.
la critica de la economta politica, o Grundrisse. 18
13. CE. Pierre Vilar, "Histoire marxiste, histoire en construction. Essai de dialogue avec Althus - Podríamos seguir multiplicando los ejemplos de campos de estudio del
ser", en AnnolBS. E.S.c., enero-febrero de 1973, pp. 165-198 (Hay traducción castellana : Anagrama ,
Barcelona, 1974) . Entre muchas cosas, Vilar insiste en la necesidad de retener la historia total en lugar de 16. Cf. Maurice Godelier, Horizon, trojets marxistes en onthropologie, Francois Maspero, París,
disolverla en "historias regionales" en el sentido que dan a la expresión los a1thusserianos(o sea, relativas 1973 (hay traducción española: Siglo XXI, Madrid, 1974); Witold Kula, Tbéorie tconomique...• pp.
a las "estructurO! regionales" de 10 económico, de lo político y de 10 ideológico) ; en el antihumanismo 143-146; Varios autores, El conceptode ''formación económico-sociol". Cuadernos de Posado Y Presen-
que consute en considerar a los hombres, no como sujetos , sino como " portadores " de las relaciones de te, n.o 39, abril de 1973 ; Pierre Vilar, art o cit., pp. 189, 196. Ver igualmente el capitulo IX, C, de este
producción; en que, a fuerza de querer leer entre las líneas, " escuchar los silencios" de los textos de manual
Marll. se corre el riesgo de "hacer calíar a las palabras" que si se encuentran alif, etc. 17. Por ejemplo : Emilio Sereni, "La circolazione etnica e culturale nella steppa eurasiatica. Le
14. Pln 11 critica del althusserianismo , ver, además del artículo ya citado de P. Vilar : Caip Prado tecniche e la nomenclatura del cavallo", en Studi Ssorici, n.o " 1967 .
Junior, BslruJuralismo de Lévi-Strauss, Marxismo de Louis Althusser ; José Arthur Giannotti , Origines 18. cr. Jean Suret-Canale, "Las sociedades tradicionales en el África tropical y el concepto del modo
d,1a dlttl,eI/qu, du Irovai/, Aubier-Montaigne, París , 1971 ; Fernando Henrique Cardoso, "¿Althusse- de producción asiático" , en Bartra (compilador), op. cit.• pp. 178 -203 (distinción entre "comunidad
.rilllumo O marxismo? A propósito del concepto de clases en Poulantzas", en Las clases sociales en primitiva" y "sociedad tribal o tribopatriarcal"); Emmanuel Terray, Le marxisme devont les sociéus
Am~rle.IaJ/''', pp. 137-153. primitives, Maspero , París, 1969; Jean-Oaude Willame, "Recherches sur les modes de produetion
1,. el. M.urice Godelier, "La noción de 'modo de producción asiático' y los esquemas marxistas de cynégétique el lignager" , en L'Homme et lo Société, Anthropos , París, 1).0 19, enero-marzo de 1971,
'evoluclóil de 1u socledades", en Godelier, Marx y Engels, El modo de producción asiética, Eudecor, pp. 101-119; M . Godelier, Horizon... ; Eric J. Hobsbawm, " Introducción " , en Karl Marx, Formas
Córdobl (Araentln.), 1966, pp. XU·LV!. queprecedenala produccióncapitalista, Cuadernos de Posado y Presente. n.O20, febrero de 1971, pp. 5-47.
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LA
marxismo en su ase aetu . irmt monos, sin em argo, a mencionar
.
MARXISMO E HISTORIA EN EL SIGLO XX 71

':1, . apenas dos más : 1) el problema de la racionalidad e irracionalidad econó-


l. mica en el capitalismo y en los modos de producción precapitalistas; 2) los
1. O el estímulo por los estudios de procesos económicos y sociales a
" debates e intentos de profundización sobre la teoría del imperialismo ,
largo plazo, incluyendo un análisis de las consecuencias sociales
con estudios sobre la acumulación , el "intercambio desigual " , etc. 19
! de las transformaciones tecnológicas y económicas
! 2. 0 un interés renovado de la investigación de las clases sociales y el
B. La influencia del marxismo en el pensamiento histórico con- i rol de los movimientos de masas en la historia
temporáneo !3. 0 una preocupación creciente por los problemas de interpretación,
La influencia del marxismo está lejos de reducirse a la obra de los
I yen especial por el estudio de las leyes o mecanismos de evolu-
1 ción de las sociedades y por su comparación.
autores declaradamente marxistas. Su impacto en el mundo intelectual
contemporáneo es enorme . Lucien Febvre lo expresa con toda claridad en En resumen, el influjo reside en ciertos aspectos de interpretación o
lo referente a la historia: 20 en ciertas problemáticas. Pero conviene destacar que en todos los autores
a que nos referimos la influencia del materialismo histórico se limita a
Pues es evidente que en la actualidad un historiador , por poco uno o más aspectos sectoriales, y en el conjunto ninguno de estos autores
cultivado que sea [...], está impregnado inevitablemente de la manera adopta una postura realmente marxista. Es más, en muchos de ellos habrá
marxista de pensar, de confrontar los hechos y los ejemplos ; y esto es
así aunque nunca haya leído una línea de Marx, aunque se considere un rechazo expreso de esta corriente. Así por ejemplo Charles Beard,
un ardiente "antimarxista' en todos los terrenos, salvo el científico. cuya Interpretación económica de la Constitución de los Estados Unidos,
Muchas ideas que Marx expresó con suprema maestría han penetrado publicada en 1913, refleja la influencia del marxismo, escribió en
hace ya tiempo en el fondo común que constituye el caudal intelectual 1935: 24
de nuestra generación. ...ni puedo aceptar como hecho histórico [la] ... afirmación de que
la interpretación económica de la historia o que mi tratado sobre la
Naturalmente esta influencia fue sobre todo notoria en el campo de la Constitución se ha fundado en " las teorías marxistas", tal como lo
historia económica 21 y se ejerció en los planos más diversos : las discu- señalo en el capítulo 1 de mi libro Economic Basis 01Politics; la idea
siones se dieron en el contexto de una búsqueda de alternativas (nega- original de los conflictos históricos entre clases y grupos figuraba ya en
ciones) a las teorías de Marx. En este sentido la obra de autores como los escritos de Aristóteles mucho antes de la era cristiana y era conoci-
da por los grandes escritores sobre la política de la Edad Media y los
Max Weber y Sombart constituye en los primeros años del siglo XX -y
tiempos modernos.
continuando la línea de la Escuela Histórica Alemana- , un gran esfuer-
zo por rebatir las explicaciones de Marx sobre los orígenes del capita- La posición de muchos autores .puede resumirse, esquemáticamente
lismo." dícíendo.que.consíderan.que en. el historiado.r.. ~ .~l:IDJ?,º-C;;g.",,9.~._maqjsmo e~
beneficiosQ..mientrasque. demasiado .esperjudicia]" . Y es evidente que
19. Cf. Paul A. Baran y Paul M . Sweezy, El capital monopolista , traducción de A. Chá vez de Y áñez, esta manera de ver las cosas lleva, de hecho, a disolver la herencia
Siglo XXI , México, 1969 ' ; Paul Baran, La economla polttica del crecimiento, tradu cción de N . War-
man , Fondo de Cultura Económica , México, 1967<; Maur ice Godelier , Racionalidad e irracionalidad en intelectual de Marx. Citemos de nuevo a Lucien Febvre, que lo expresa
la economla, tradu cción de N . Blanc, Siglo XXI , Mé xico , 1967 ; W. Kula, libros ya citados ; Sarnir con gran claridad: 25
Amín , L 'accum ulation ~ l' écbelle m ondiate, IFAN-A nthropos , Dakar -París, 1970 (H ay tradu cción es-
plllola) ; A . Emsnanuel , L '¿change in¿gal, Maspero , París, 1% 9 (Hay tr aducción espa ñola) : H éctor Yo, lo reconozco , no entiendo bien por qué los comu?istas realizan
Pérez Brignoli, " En tomo a un reciente debate : El intercambio desigual", en Estudi os Sociales Centro- tantos esfuerzos por volver a la pureza de los textos marxistas [... ] Leed
americanos (San José , Programa Centroamericano de Ciencias Sociales), n.? 1, enero-abril de 1972 , pp.
~.
117-154; Varios autores, Temía marxista del imperialismo, Cuadernos deP OSaM y Presente , 19712 • a Marx, leed a Lenin, pero dejad que su~ ideas se disuelvan un poco en
un anonimato que no nos va a escandahzar.
l 20. Luden Febvre, " T echn iques, sciences 'et marxisme' ", en A nnales d 'bistoire économique et
sociale, t. vn, n.? 36, 1935,' p. 621.
21. Cf. W. Kula , Problemas..., pp. 16-19. 23. Ver las observaciones de Barraclough , op. cit., p. 26 Y ss.
2 24. Citado en Taylor-ElI sworth (comp.), Historia económica, Prolam, Buenos Aires, 1974, p. 54.
22. Cf. Georg Lukács, El asalto a fa razón, traducción de W. Roces, Grijalbo, Barcelona, 1967 ,
p. 458 y ss. 25. L. Febvre, arto cit., p. 622.
LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MARXISMO E HISTORIA EN EL SIGLO XX 73
Es probable que fueran los aspectos de interpretación lo más influyen- esquemas hoy muy discutidos o ya descartados, ignorandolas importantes
.. te en cuanto a la creciente atracción del marxismo. " Eileen Power , en discusiones te óricas y metodológicas contemporáneas. Claro está que,
. su disertación inaugural de 1933, expresaba su acuerdo con el método como siempre ocurre en tales evoluciones, las viejas concepciones no
histórico de Marx , indicando que " su procedimiento es importante no desaparecieron del todo debido a la revitalización del marxismo creador en
sólo como interpretación de los hechos , sino asimismo como método para algunos grandes centros culturales. En ciertas regiones -incluso en mu-
penetrar en ellos " .27 Obras tan importantes como la de Paul Mantoux chos países de América latina- sigue predominando entre los marxistas
sobre la revolución industrial inglesa o como la de Gordori Childe sobre la la concepción esquemática y supuestamente universal de la evolución de
prehistoria se encuentran entre los mejores exponentes de este tipo de las sociedades, heredada del stalinismo, o entonces las interpretaciones
. influencia. circulacionistas que reflejan la influencia del pensamiento histórico no
Señalemos por último que, así como ciertos aspectos de la obra de marxista.
Marx desataron una respuesta de la historia burguesa (debates sobre la Los mecanismos de la dependencia cultural de que hablábamos en el
definición y los orígenes del capitalismo, etc.) , las polémicas' recientes capítulo anterior, actúan igualmente sobre el panorama de los estudios
entre historiadores marxistas también han promovido investigaciones y marxistas latinoamericanos, provocando un efecto de retraso en la difu-
debates por parte de los autores no marxistas . Podemos señalar, como sión de las tendencias recientes del pensamiento basado en el materialis-
ejemplo de lo dicho, los estudios sobre los orígenes de la revolución mo histórico, aunque por cierto se dio en los últimos años una gran
industrial , derivados en parte de las discusiones suscitadas por la obra de intensificación de las traducciones al español de textos fundamentales. En
Dobb; 28 las discusiones sobre la crisis del siglo XVII; 29 Y los debates sobre el caso del marxismo, las distorsiones debidas a factores político-ideológi-
la naturaleza del conflicto social en la Revolución francesa, en torno a las cos son muy importantes. Con frecuencia se establece una identificación
interpretaciones de Soboul. 30 entre ciertos autores y determinadas corrientes políticas, de tal modo que
la crítica a un autor es a veces tomada como un ataque a la "línea" que lo
adoptó como guía.
e. La concepción marxista y la historia de América latina Más grave es la .fu.e..rte..Jt;J1.9~t!~!ª 1l!fEs.aYÍ!t.n.~ .que todavía prevalece
entre los historiadores marxistas latinoamericanos. En efecto, es bastante
1. Generalidades raro encontrar trabajos suyos que sean más que reinterpretaciones a partir
de fuentes secundarias y, a lo sumo, de documentos impresos (viajeros,
'M uchos estudios y ensayos explicativos sobre la realidad latinoameri- antologías de fuentes, etc.). El trabajo de investigación histórica de base
cana están basados en concepciones marxistas, o por lo menos fuertemen- con frecuencia les repugna, como si fuese una actividad intelectual de
-te influenciados por el materialismo histórico: así, por ejemplo, los nu- rango inferior ..o incluso como algo sospechosamente próximo a una ac-
merosos estudios sobre dependencia y desarrollo (d. el capítulo V, e, de titud "empirista" . Hay excepciones, naturalmente. Hay también ensayos
este manual) . Demuestran a menudo , sin embargo, un gran desconoci- útiles, y mucho se puede hacer utilizando resultados de investigaciones
miento de la evolución del pensamiento marxista en los últimos años, históricas de otras personas. Pero si ello se vuelve una actitud sistemática,
pues con frecuencia siguen majejando con toda tranquilidad categorías y si en ningún caso se completa con una actividad personal de investigación
26 . Barraclough opina lo siguiente (op. cit.• p. 26) : " La razón principal para la creciente influencia de base, puede desarrollarse insuficientemente el necesario espíritu crítico
del marxismo fue la convicción de que ofreda las ún icas bases realmente satisfactorias para un ordenam iento respecto del valor de los datos utilizados y de la documentación que
racional de los hechos complejos de la historia hum ana" .
27. Citado en W. Kula, Problemas.... p. 17. permite establecerlos; y por el contrario, puede tener un desarrollo exa-
28. Cf. supra. nota 4 ; y un resumen de las aportaciones recientes en E. Hobsbawm, En lomo a los gerado la desenvoltura con relación a tales datos y su manipulación, lo
r orlgenes..., pp. 89-114 .

l:.. . . 29. Cf. Hobsbawm, id.• pp. 7-88.


que se expresará a través de generalizaciones abusivas, de extrapolaciones
, 30. Cí, Alice Gérard , Milos de la Revolución Francesa, Editorial Península, Barcelona.1973. p. 143 que nada justifica. Naturalmente, no sólo en América latina existe tal
'1 Yss.; Francois Furet, "Le catéchisme révolutíonnaire", en Annales. E.s.e.. marzo-abril de 1971, y. los problema. A veces se trata, más simplemente, de un conocimiento insufi-
do L< Roy Ladurie, '"", Vovelle y Andrews en A,..." ESe., enero-febrero do 1974, ciente incluso de los elementos más fundamentales de los períodos histó-
~
.

4 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MARXISMO 'E HISTORIA EN EL SIGLO XX

.,'ricos a los que se hace referencia, lo que por supuesto abrecamino a todas al mismo nivel que los ya citados, y tratarán de aplicar el esquema:
. las' 'audacias " de interpretación, tanto más fáciles de elaborar porque no economía natural/economía mercantil/economía capitalista. 32
se apoyan en mucha cosa, e ignoran las precauciones más básicas del Dichos modos de producción -cuyo número bastante limitado
quehacer histórico. En ciertos casos, cabría recordar la afirmación de varía sin embargo, ya lo vimos, según los autores- son los que caracteri-
Marx y Engels, hablando de "los resultados más generales, abstraídos de zan a la evolución de todas las sociedades humanas . Esto se aplica, ya sea
la consideración del desarrollo histórico de los hombres": "Estas abstrac- desde una perspectiva de evolución unilineal (obligatoriedad de la suce-
ciones de por sí, separadas de la historia real, .carecen de todo valor". 31 sión ordenada de las etapas, salvo "accidente" histórico que permita
. Mencionemos, por último, que es común que los historiadores mar- , 'saltar" uno o varios estadios), maltilineal (ninguna sucesión obligatoria
xistas rehúsen no sólo aplicar, sino hasta tomar conocimiento de métodos de etapas) o no lineal (tomando en cuenta los retrocesos y estancamien-
y técnicas como, por ejemplo, los de la cuantificación en historia , confun- tos, los traslados de los " focos" de evolución y la constitución de nuevos
diéndolos con la aplicación que de ellos hacen ciertas corrientes . Tales puntos de partida, la inexistencia de una continuidad "geográfica " de la
actitudes son, naturalmente, muy desfavorables al progreso de la investi- evolución). 33
gación, además de perfectamente injustificadas, como lo demuestra la Finalmente, en la definición de los modos de producción, el ele-
obra de historiadores marxistas como Vilar, Soboul, Bouvier , Genovese, mento esencial lo constituyen las relaciones de producción (en ciertos casos
etc. incluso reducidas a las relaciones de explotación, a su vez limitadas a sólo
Pasando a aspectos concretos de la problemática de la historia latino- tres posibilidades: esclavitud, servidumbre, salario), mientras que a las
americana vista desde un ángulo marxista, abordaremos a continuación: fuerzas productivas se les asigna un papel secundario o marginal. 34
1) las distintas opciones teórico-metodológicas respecto de los modos de Partiendo de tales posiciones de base - o sea, la desconfianza frente a
producción característicos de la época colonial; 2) algunos aspectos de lo la "inflación" de modos de producción que ocurre actualmente (expre-
que ciertos autores llaman la "transición neocolonial" , o sea el tránsito de sión empleada por el profesor Manfred Kossok durante la discusión de su
las formas coloniales al capitalismo " dependiente" o "periférico". ponencia en Roma, setiembre de 1972), la creencia que, de alguna mane-
ra, los mismos modos de producción, o algunos de ellos, son los que se
2. La posición I 'reduccionista' o "analógica " respecto de los modos encontrarán tanto en el Viejo como en el Nuevo Mundo; y una cierta
de producción en la Colonia opción en cuanto a la definición de los modos de producción y su din á-
mica- , los planteamientos que se hagan pueden seguir líneas muy diver-
En el seno de este grupo existen planteamientos muy diversos y aun sas, y apoyarse en diferentes corrientes teóricas. Por ejemplo:
irreconciliables entre sí, pero una serie de tomas de posición fundamen-
tales -aunque no siempre explícitas- les da una relativa unidad desde el posiciones "dogmáticas" (siguiendo los principios de manuales
punto de vista teórico-metodológico: como los de Stalin, Konstantinov, Nikitin, Zubritski y Kérov,
35
Existe un número limitado de modos de producción, identificados etc. )
por la mayoría de los autores con aquellos que aparecen de algún modo en
la obra de Marx , Engels y eventualmente Lenin : algunos se limitarán a 32'. Sobre la producción mercant il. el. Lenin, "A propósito del llamado problema de los mercados" ,
los "cinco estadios" sacramentados durante la década de 1930; otros rn l r nin, Obras completas, vol. 1, Cartago, Buenos Aires, 1960 , pp. 89-13 9 ; Oskar Lange, Economta
!'"llIica, 1, Fondo de Cultura Econó mica, México, 1% 6 , pp. 26-27. Para esta parte del capítulo, hemos
agregarán el modo de producción asiático, designándolo a veces por tér- rrlomado el artículo: Ciro F.S. Cardoso, "Los modos de producción coloniales: Estado de la cuestión y
minos distintos ("despótico-aldeano" , "tributario " , etc.); otros aun, 1....I.~1 iva teórica" , en M odos de pr oducción en A mérica latina, H istoria y sociedad, segunda época,
1' transformarán la "producción mercantil simple" en modo de producción 11." ~. primavera de 1975 , pp. 90- 106 .
n. Goblot, op. cit.
~ . '1>\. CI. supra la parte A , 2 de este capítulo.
r~ . 31. Marx y Engels, " Ideología Alemana" , en Obras escogidas, tres vols, 1, p. 22 ; un ejemplo de 3'. CI. supra la nota n.? 6; F.V. Konstantinov, El materialismo histórico, Ed. Grijalbo, México,
, tI1el "audacias" interpretativas elaboradas sobre una base extrem adamente frágil desde el punto de vista 19M'; P. Nikitine, Principes d ' économie politiqu e, Éditions du Progres, Moscú, 1966 ; Manual de

t:.,. . . . . '."
1

~ cItI material histórico es Samir Amin, Sobre el desarrollo desigual de las formaciones sociales, Cuadernos 'l'II,,"mll/ polttica da Academia de Ciencios da URSS, Ed. Vitória, Río de J aneiro, 1961; Mitropolski,
19. Ed. An agrama, Barcelona, 1974 (sobre wOO pp, se-77). ',Ilhrlt~kl y Kérov, Compendio de bistoria y economta, 1, Ediciones de Cultura Popular, México s.f.

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76
i

LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA

posiciones "circulacionistas", como en el caso de A. Gunder


Frank (capitalismo = producción para el mercado mundial; feu-
MARXISMO E HISTORIA EN EL SIGLO XX

África y América latina; 40 en fin, que en algunos casos se trata de


aplicar a la vez el concepto "circulacionista" de capitalismo (a España o a
77

dalismo = economía "natural" y "cerrada" o "casi cerrada", Portugal) y el concepto "dogmático" de feudalismo , o sea : feudalismo
etc .) 36 = servidumbre (a Iberoamérica).4I '
posiciones "althusserianas" o "balibarianas": los modos de Debemos mencionar aparte la posición de Ernesto Laclau, quien pro-
producción como "estructura global" constituida por tres ,.es- pone la distinción entre los conceptos de modo de producción y sistema
tructuras regionales" (económica, jurídico-política e ideológica), económico: 42
haciéndose una distinción entre "determinación en última ins-
tancia" y "dominación"; los modos de producción como resul - ...el sistema capitalista mundial --que encuentra su principio regu-
tado de una "cuasi combinatoria" de los "invariantes del análi- lador en la tasa media de ganancia producida por la interacción entre
varias empresas- incluye, al nivel de su definición, modos de produc-
sis de las formas" : trabajador, medios de producción, no-traba- ción diversos. Porque, si nuestra argumentación anterior es correcta,
. dor. 37
ja . el crecimiento del sistema depende de la acumulación de capital, el
Aunque los avatares y variantes pueden ser numerosos, creemos que, ritmo de esta acumulación depende de la tasa media de ganancia y el
en lo que más nos interesa aquí, podemos dintinguir dos grandes sub- nivel de esta tasa depende, a su vez, de la consolidación y expansión de
divisiones, de las que hablaremos a continuación. las relaciones precapitalistas en las áreas periféricas.

1.0 La vieja polémica: ¿feudalismo (y/o esclaoismo] o capitalis- El gran problema teórico reside, en este caso, en haber trasladado el
mo? - No insistiremos mucho en esta problemática, puesto que ya le n
razonamiento de Marx en el libro de El Capital (esquemas de la repro-
hemos dedicado nuestra atención en otras ocasiones." Recordemos sola- ducción ampliada), del análisis de una economía nacional a otro universo
mente que la única forma de apoyar la afirmación del "carácter capitalis- de análisis -el de una economía mundial en la que coexisten diversos
ta" de América latina desde principios de su historia, es el recurso a modos de producción-, sin demostrar la validez del procedimiento. El
concepciones del capitalismo basadas en la circulación; 39 que la posición
fundamentada en el carácter "feudal" (y/o "esclavista", viéndose el
esc1avismoamericano como modo de producción idéntico al de la antigüe- 40 . He aqul un pasaje del Programa de la Internacional Comunist«, adoptado por el VI Congreso
Mundial, reunido en .Moscú de julio a setiembre de 1928 (texto reproducido en Caío Prado Junior , A
dad clásica) de América latina colonial supone, en la actualidad, la coexis-
rtvolut;iío brasileira, Brasiliense, Sao Paulo, 1966, pp. 96-97 ; ver también los comentarios de Prado
tencia de "restos feudales" con el capitalismo, y tiene su punto de Junior, ibid. pp. 97-114 , y Boris Fausto, A revoluf/lo de 1930, Brasiliense, Sao Paulo, 1970, pp.
partida en la teoría de la "revolución por etapas" preconizada por la ID 13-19):
"Patses coloniales y semicoloniales (China , India, etc.) y paises dependientes (Argentina, Brasil y
Internacional a partir de 1928, la que reducía a un mismo modelo a Asia, ulros) que poseen un embrión de industria desarrollada , pero en la mayorla de los casos insuficiente parala
..Jlficación independiente del socialismo ; países donde predominan relaciones sociales de la Edad Media
36. A. Gunde r Frank , Ctzpit4tismo y subdesarrollo en América iati1llJ, Ed. Signos, Buenos Aires, /rudal o el ' modo asiático de producc ión' tanto en la vida económica como en su superestructura poUtica;
1970. "alses, en 'fin, donde las principales empresas industriales, comerciales, bancarias, los principales medios
37. Cf. supra, nota 12. d~ transporte, las propiedades y plantaciones más importantes, etc. se hallan entre las manos de grupos
38 . Cf. los articulos citados en la nota n.O5. Imperialistas extranjeros . La lucha contra el feudalismo y las formas precapitalistas de explotación, y la
39. El mismo Enrique Semo, bastante cauteloso en el empleo de los conceptos, no escapa del todo a tl'volución agraria promovida con esp íritu de continuidad, por una parte ; la lucha contra el imperialismo
..tranjero, por la independencia nacional, por otra parte, tienen aquí una import ancia primordial . El paso
ello, al hablar de lo que llama "form as capitalistas anómalas" : asl, por ejemplo, sobre el " capitalismo de
plantación", dice: " El capitalismo de plantación encierra una contradicción : capitalista por su relación .1. dictadura del proletariado no es posible en tales países, en regla general, sino a través de una serie de
fl.pas preparatorias, durante todo un período de desarrollo de la revolución democrático-burguesa en
con el mercado mundial, no lo es por su estructura interna. .Por eso la plantación sólo subsiste como
capitalista mientras no se rompan sus lazos con el exterior". El texto de Marx citado inmediatamente revolución socialista; el éxito de la edificación socialista aparece condicionado, en la mayorla de los casos,
antes por Semo, sólo podría probar algo para el siglo XIX, puesto que anteriormente no es posible hablar "ur el apoyo directo de los paises de dictadura proletaria ."
de "un mercado mundial basado en el trabajo libre" ; si no, tendríamos, por ejemplo, que incluir a los 41. Por ejemplo : Severo Martlnez Peláez , Lapatriadel criollo, Ed. Universitaria, Gu atemala, 1971,
países de la "segunda servidumbre" del siglo XVI al XVIII, entre los casos de "capitalismo anómalo", pp. 618-626; Luis Vitale, Interpretación marxista de la historia tk Chile, 1, Prensa Latinoamericana,
puesto que su desarrollo en términos feudales estuvo Intimamente vinculado al " mercado mundial" (d. Slntiago de Chile, 1967 , pp. 117 -124 .
Enrique Serno, Historia del capitalismo en México. Los origenes, 1521 -1763, Ed. Era, México, 1973, 42. Ernesto Laclau, "Feudalismo y capitalismo en América latina ", en Cuadernos de Pasado y
pp. 245-247). ' Pr.s.nte. n.o 40, p.42.

... : '
78 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MARXISMO E HISTORIA EN EL SIG~O XX 79
problema de la comprobación empírica, como 10 señala el mismo autor, sociales específicas en las sociedades colonizadas: el monopolio de las
reside en que ésta no ha sido hecha. 43 buenas tierras en forma de latifundio, cuya producción es comercializa-
da por el mercado capitalista, con su corolario, el minifundio, base
Esta variante de la cuestión -el "precápitalismo" periférico estable- mínima de subsistencia de la fuerza de trabajo necesaria al funciona-
cido, mantenido y expandido como factor necesario de la relación centrol miento del latifundio; y la explotación máxima de la fuerza de trabajo
periferia- ha dado origen en los últimos años a posiciones como la autóctona con modalidades variables (esclavitud, feudalismo, sala-
de Ruy Mauro Marini, basadas en la "sobreexplotación" de la fuerza de do). 47
trabajo en Latinoamérica, de gran fragilidad teórica y enorme indigencia Par:a Alberto Passos Guimariies, el modo de producción de Brasil
en 10 que concierne a la comprobación histórica. 44 Creemos que estas colonial era
posiciones de Laclau, Marini, algunos de los textos de Samir Amin, etc.,
son, en el fondo, desarrollos a partir de las de Rosa Luxemburg, cuyas quizá sui generis en la historia, ya que reunía elementos de dos regí-
insuficiencias teóricas son harto conocidas. 45 menes económicos: el régimen feudal de la propiedad y el régimen
esclavista del trabajo. 48
2. 0 La coexistencia o combinación, en América latina, de modos de De tal modo que, entre la mitad del siglo XVII y los últimos años
dlel XVIII, coexistieron en América latina colonial relaciones serviles
producción diferentes (o de rasgos de diversos modos de producción). - die producción, relaciones de producción esclavistasy relaciones pro-
También aquí conviene hacer distinciones: en ciertos casos se trata de pias de comunidadesprimitivas establecidas al margen de los territorios
posiciones empiristas, de planteamientos en términos de una' 'mezcla" o colonizados. Esta tricotomía estructural -tres tipos de relaciones de
"yuxtaposición" mal definida de rasgos y estructuras; en otros casos, producción coexistentes en una misma formación social- determinó
tenemos la aplicación del concepto de formación económico-social. De tma morfología heterogénea en la base económica de la Colonia.
Las Leyes de Indias regimentaban severamente las relaciones colo-
todos modos, se supone siempre un número fijo y reducido de modos de niales de explotación: esclavistas predominantemente, y serviles en
producción "posibles". menor grado, eran las formas coexistentes de un modo de producción
El fracaso de los intentos de reducir en forma simple la evolución de impuesto por una superestructura jurídica trasplantada de la metrópoli
las estructuras latinoamericanas a las de la historia europea, condujo con con propósito de mantener un régimen de subinfeudacián en el proceso
de extracción colonial.49
frecuencia a un reconocimiento formal del carácter sui generis de las
sociedades coloniales de América. En una primera fase (pero aún muy Con mucha frecuencia, este tipo de análisis parte del supuesto -a
recientemente podemos encontrar este tipo de estudios), ello se dio a veces implícito- de que 10 que realmente importa, es el estudio de la
través de un refugio en posiciones empiristas con muy bajo -o ningún- relación colonial de explotacióny dominación, de los mecanismos de
nivel de teorización. Así, por ejemplo, en los pasajes siguientes: extracción de excedente de las colonias, puesto que las maneras de produ-
cir en las áreas coloniales no son sino proyecciones del "capitalismo"
El régimen medieval de la colonización conciliaba, en resumen,
teórica y prácticamente, la propiedad feudal y el sistema comunita- metropolitano. Por otra parte, a veces se supone una especie de unidad
río." estructural de toda América latina o por 10 menos del conjunto de Hispa-
El modo de producción colonial -proyección de los intereses del noamérica -10 que es particularmente absurdo, pero viene del énfasis en
mercado capitalista- da paso a la formación de dos configuraciones el hecho colonial-; o bien se aplica el análisis a sociedades específicas.
43. [bid. p. 43; ver también, del mismo autor: "Modos de producción, sistemas económicos y En el último pasaje citado más arriba, se menciona la "formación
población excedente: aproximación histórica a los casos argentino y chileno" , en Revista Latinoamericana social": pero se trata de una palabra apenas, no de un concepto, puesto
de Sociologia, 1969, n.? 2.
44. Cf. Ruy Mauro Marini, Dialéctico de la dependencia, Ed. Era, México, 1973; Héctor Pérez que al definirla sencillamente en términos de una "coexistencia" de
Brignoli, "Dialéctica de la dependencia. Reseila crítica", en Estudios Sociales Centroamericanos, n.? 7,
enero-abril de 1974, pp. 149-153. 47. C. Guzmán Biickler y jean-Loup Herbert, Guatemala, Una interpretación histórico-social, Siglo
45. Rosa Luxemburg, La acumulación del capital, Grijalbo, México, 1967 (ed. original: 1913); XXI, México, 1970, p. 55.
jacques Valier, ••La teoría del imperialismo de Rosa Luxemburg", en Teoria marxista del imperialismo, 48. Alberto Passos Guimaráes, Quatro séculas de latifúndio, Editora Fulgor, Sao Paulo, 1%4.
pp. 65-89. pp. 21-42.
46. Pasaje de Mariátegui, reproducido por Sergio de Santis, "Les communautés de village chez les 49. Héctor Malavé Mata, "Reflexiones sobre el modo de producción colonial latinoamericano" , en
Incas, les Aztéques et les Mayas", en La Pensée, n.? 122, agosto de 1965, pp. 89-91. Problemas del Desarrollo. México, febrero-abril de 1972, pp. 91-92. 94-95.
80 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MARXISMO E HISTORIA EN EL SIGLO XX 81
ciertos rasgos estructurales, se trata de algo cuyo punto de referencia es Los principios teórico-metodológicos de base son, en este caso, los
sólo empírico y descriptivo. En otros escritos encontramos, sin embargo, ' slguientes :
intentos bastante más serios de utilización del concepto de formación . "La historia universal no siempre existió; la historia como histo-
económico-social, a través del análisis del ordenamiento de una sociedad ria universal es un resultado." 53 El capitalismo fue. el primer modo de
colonial alrededor de un modo de producción dominante. Los dos casos producción que se caracterizó por un efecto disolvente sobre los demás
que conocemos se refieren a México. Lo esencial del trabajo de Barbosa- modos de.producción con los que entró en contacto, y se volvió universal.
Ramírez consiste en mostrar la formación de una " estructura compleja" Por lo tanto, anteriormente a la instalación del modo de producción
que "conoce no sólo las contradicciones nacidas del pacto colonial, sino capitalista como modo de producción dominante a nivel mundial, 10 que
que pronto se generan las contradicciones nacidas en su seno, producto de
54
y
tenemos son desarrollos locales heterogéneos entre sí, o sea específi- .
la forma de existencia de la estructura, en la que las relaciones feudales COS. Si ello es así, la aceptación de la precedencia lógica de la economía
básicas dominan las otras formas de producción y relaciones de propiedad política -como "ciencia de las condiciones y de las formas en que las
subordinadas o en proceso de aparición" .50 En cuanto a Serna, nos pre- diversas sociedades humanas han producido, cambiado y repartido los
~enta a México colonial como un sistema económico "heterogéneo productos de una manera correspondiente" -':55 sobre la historia, ya que
(pluriparticu1ar)" en el que coexisten el " despotismo tributario", el provee las bases mismas para que ésta pueda existar como ciencia, no
feudalismo y " un capitalismo embrionario"; lo que unifica tal sistema es supone para nada la aceptación de la universalidad de los modos de pro-
que una misma clase dominante colonial (extensión de la metropolitana) ducción precapitalistas descubiertos por Marx y Engels a través del estu-
"se apropia del producto excedente de ambas estructuras y lo utiliza de dio de la historia mediterráneo-europea (y muy secundariamente la de
acuerdo con las posibilidades y valores vigentes en el imperio españ.ol Asia), o del capitalismo, antes de su advenimiento como modo de pro-
considerado como un todo". Las dos estructuras mencionadas son la ducción dominante a nivel mundial (siglos XVIII~XIX). Dicha vía medi-
despótico-tributaria ("República de los indios") y la feudal-capitalista ; terráneo-europea de evolución es apenas una entre muchas, y por lo tanto
("República de los espaftoles"). 5 1 Marx y Engels no nos han dejado una lista exhaustiva de todos los modos
Los dos estudios que mencionamos por último constituyen un gran de producción posibles.
paso adelante respecto de los análisis descriptivos y empiristas de que La abstracción, en el materialismo histórico, es apenas un proce-
anteriormente hablamos. Comparten con ellos, sin embargo, la creencia dimiento científico, un instrumento metodológico puesto al servicio de la
en un número reducido de modos de producción, que encontramos tanto "explicación del devenir histórico' " 56 real y concreto. Las abstracciones
en la zona mediterráneo-europea como en América, aunque por cierto en te óricas son apenas una formalización abstracta de aquellas relaciones
combinaciones o formas de estructuración y articulación muy distintas. reales consideradas como las más importantes, y de nada valen sin una
comprobación frente a la historia real.
Modo de producción es una noción eminentemente infraestructu-
J 3. La afirmación de la especificidad de los modos deproducción coloniales
ra!, y no incluye la superestructura. Un modo de producción dado no
También en este caso las variantes pueden ser numerosas. Debemos . puede ser definido sólo o principalmente a partir de las relaciones de
advertir, además, que no sólo en América latina ha surgido la idea de una producción, y menos aún de las de explotación o de propiedad tomadas en
especificidad de los modos de producción coloniales. 52 forma aislada: supone la vinculación dialéctica, históricamente dada y
50. A. René Barbosa-Ram/rez, La estructura económica de la Nueva Espaila, 1519-1810, Siglo XXI ,
México. 1971, p.250. H . K. Marx, Elem entos fundam entales para la critica de la economla polttica (borrador] 185 7-
~l. Enrique Serna, op. cit. ; del mismo autor : " Feudalismo y capitalismo en la Nu eva España IIm:¡, vol. 1, Siglo XXI , México, 1971 , p. 31. los principios teórico-metodológicos que se mencionan
(1521-1765)" , en Comercio Exterior, México, vol. XXII , n.? 5. mayo de 1972, pp. 449-4 54. "Iul serán desarrolladosen el capítulo IX, C.
52. a . Jairus Banaji, " For a Theory of Colonial Modes of Production'", en Economic and Political 54. a . "Formas que preceden a la producción capitalista" , en id. pp. 433-477 ; Maurice Godelier,
Wedly. vol. VIl, n.o 52, 23 de diciembre de 1972, pp. 2.498 -2.502 . Nos parece, sin embargo, que las llotizon.... pp. 135-173 ; Marx. id., pp. 3-4 , 4 57; Marx y Engels, Ls ltkologfa alemafllJ, en Obras
implicacionesteóricas de un análisis de los resultados de la expansión colonial de los siglos XIX y XX en , IScogidas, t. I. pp. 36-37.
paises asiáticos y africanos, son de un tipo muy distinto a las relativas a la colonización en la época del 55. F. Engels, El anti-Dubring, Ed. Claridad, Buenos Aires , 1970 3 , p. 161.
capital comercial (siglos XVI-XVl1l). . 56. Jean Bouvier, "L'appareil conceptuel dans l'hístoire ...", ano cit., p. 2 (citando a Pierre Vilar).
ft. · MÜODOS
82 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MARXISMO E HISTORIA EN EL SIGLO XX 83
específica, entre un nivel y una forma de organización definidos de las . los análisis tendientes en mayor o menor medida a reducir el desarrollo
fuerzas productivas, y las relaciones de producción que les corresponden; histórico de América latina a patrones euroc éntricos, e incluso conside-
el desarrollo de las fuerzas productivas determina en última instancia toda rándolo como algo "marginal", "atípico" o "monstruoso" con rela-
la historia humana, de la que constituye la base. ción al desarrollo histórico europeo y norteamericano tomado como punto
Los modos de producción coloniales de América , productos de un de referencia. Naturalmente.iloquese afirma no es que Latinoamérica sea
proceso histórico sui generis, no pueden ser reducidos a aquellos modos irreductible a los métodos y conceptos fundamentales del materialismo
de producción elaborados en función de la evolución mediterráneo-europea histórico; sino que la aplicación de dichos métodos y conceptos .no .tiene
y secundariamente asiática. Su definición y el análisis de una dinámica ,'Vr qué dar por sentado que ya conocemos los resultados a que conduci-
suponen el estudio, tanto de la relación colonial, como de las estructuras rán, y ello a través de una extrapolación, que nada justifica, de resultados
internas de las formaciones económico-sociales coloniales. Ellos se ubica- obtenidos en .lULambienteJilitó.rico.l;ompletamente_distinto. Por otra par-
rán en un nivel teórico distinto del de modos de producción como el te, hay también divergencias teóricas importantes entre la sociología de la
fe~dalismo y el capitalismo, por ejemplo. .En la obra de Marx no faltan dependencia y los análisis históricos de los modos de producción colonia-
ejemplos del empleo del concepto de modo de producción en niveles les: en el primer caso, el concepto de capitalismo que se maneja es
teQricos diferentes; y dicho autor admite claramente, entre los posibles. mucho más weberiano que marxista. 59
resultados de un proceso de conquista, la "acción redproca " entre los Como decíamos anteriormente, también entre los que creen en la
modos.de producción puestos en contacto, produciendo "algo nuevo.ama existencia de modos de producción coloniales específicos las divergencias
S~Wi". 57
pueden ser importantes. Así, por ejemplo, entre análisis tendientes a
Partiendo de estos principios, se hace evidente que el esclavismo colo- demostrar la existencia de un modo de producción dominante que, en
nial, por ejemplo, no puede ser identificado con el esclavismo antiguo: cada formación económico-social, organiza y subordina otros modos de
responde a un proceso genético-evolutivo muy distinto, no presenta el producción, y estudios que caracterizan a las formaciones. económico-
mismo nivel y formas de organización de las fuerzas productivas , está sociales coloniales como' 'no consolidadas", presentando modos de pro-
sometido a una relación colonial que influye en su estructuración y fun- ducción principales (y no dominantes) y subsidiarios. 60
cionamiento; la presencia en ambos casos de formas de explotación for-
malmente parecidas no basta como para justificar la pretensión a una
identidad del modo de producción. De la misma forma, el punto de vista '1. Lassociedades iberoamericanas nosonformaciones económico-sociales
que ahora exponemos excluye que se hable de " feudalismo" apenas por- diferenciadas y autónomas
que sea posible comprobar una forma cualquiera de "servidumbre" ; o de
"capitalismo' " ya sea porque exista una vinculación al mercado mun- Esta posición constituye apenas la radicalización de algo que muchos
dial, ya sea por la presencia de alguna forma de explotación basada en el uutores vienen afirmando desde hace mucho tiempo: en el conjunto, las
salario. 58 metrópolis y las colonias forman ' 'un solo sistema económico". 61
Es interesante notar que, en América latina, esta posición metodoló -
59 . Cf. Fernando Hen rique Cardoso , Cuestiones da sociologia dal desarrollo da América latina,
gica, con su insistencia en la importancia de la dialéctica interno-externa I~lilorial Universitaria, Santiago de Chile , 1%8, pp. 9-37 ; F.H. Canloso y Enzo Faletto , D ependen cia y
y en la especificidad latinoamericana, surgió paralelamente a la de los wbdesarrollo en América latina, Siglo XXI, México , 196 9 (la versión original mimeografiada es de
1%7) ; Ciro F.S. Cardoso, " Observations sur le dossier préparatoire A la discussion sur le mode de
"sociólogos de la dependencia" , más o menos a partir de 1967 , y res-
~",duction féodal" (extrac to de un informe redactado en marzo de 1% 8) , en Sude féodalisme , C.E.RM.-
pondió según creemos a solicitaciones análogas: la insatisfacción frente a (¡ditions Sociales, París, 1971 , pp. 67-69.
60 . Cf. Ciro F.S. Cardoso, artículos ya citados y también : " El modo de producción esclavista colonial
en América" , en Cuadernos de Pasadoy Presente n.? 40, pp. 19 3-24 2; Juan Carlos Garavaglia , "Intro-
57 . Cf. Ciro F.S. Cardoso , "Sobre los modos..." , pp, 135-143 ; K. Marx, Contribución a la critica
duccion ' y " Un modo de producción subsidiario : la organización económica de las comunidade s guaraní-
de la economta politica, Fondo de Cultura Popular , México, 1970, p. 254.
,..dos durante los siglos XVlI-XVIII en la formación regional altoperuana-rioplatense", en id., pp. 7-21 ,
58. Por ejemplo: F. Engels, Del socialismo utópico al socialismo cienttfico, en Obras escogidas 161-191.
(dos vols.) , Ed. Progreso, Moscú, 1971, vol. 11, p. 138 nota ; Ciro F.S. Cardoso, "Severo Mart ínez... " ,
61. Ver por ejemplo Pablo González Casanova, Soci%gia de lo explotación, Siglo XXI, México,
pp. 96-98 . 1969 . '
'· . . .

r
s .: 84 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA . MARXiSMO E HISTORIA EN EL SIGLO XX 85
I Se.parte .del.snpuesto.que. el.concepto,de.formación .económico-soci , capitalismo: pero no llevaron al triunfo de relaciones de producción capi-
. sólo es .aplicable .a.socíedades.cuzo.desarrolío.responde a .una causalidad' talistas típicas. . .
. ' Interna...autónoma :-cosa que habría que demostrar-o La tendencia de Hace bastante tiempo, por cierto, que la importancia de esta cuestión
~t ' los que defienden esta posición es a poner el énfasis en el movimiento de h. sido reconocida por muchos estudiosos. Pero las respuestas que le
~: conjunto del mundo occidental: acumulación previa, expansión del capi- dieron han cambiado positivamente, desde las pseudo-explicaciones sim-
\ . tal comercial y posteriormente de la revolución industrial, etc. Nos pare- plistas de los "restos feudales". Creemos que el mencionado cambio
ce, sin embargo, que los estudios disponibles no apuntan a mostrar las . positivo se dio en tres direcciones.
sociedades coloniales como simples "fracciones" de formaciones econó- . 1.o Un punto importante ha sido el cambio de actitud teórica hacia
mico-sociales más vastas: las clases dominantes coloniales tenían niveles hls "supervivencias " , los arcaísmos subsistentes en el seno del capitalis-
variables de acomodación respecto de las metropolitanas, pero también 1110 latinoamericano. Como lo expresa jean-jacques Goblot;" "las su-
claras contradicciones de intereses; las luchas de clases en el interior de pervivencias no designan los 'subproductos' de la evolución histórica, las
las colonias eran de tipos completamente distintos a los que podemos Impurezas que escapan a su ley, sus escorias: designan, por el contrario,
encontrar en Europa en la misma época; el argumento de la imposición los límites naturales de dicha evolución, tales como se encuentran inscri-
de una superestructura desde las áreas metropolitanas no resiste a un tos en su ley". Lo que implica analizar el punto de partida (distintas
estudio histórico concreto, más allá de formalismos, y así en adelante. "herencias coloniales") y las modalidades de los distintos procesos de
Además, estudios como los de Eugene Genovese relativos al Sur de los "transición neocolonial", poniendo atención a los fenómenos de des-
Estados Unidos o de Caio Prado Junior y otros autores en cuanto a Brasil, iHualdad o desproporción del desarrollo, ya las especificidades de la evolu-
demuestran que el esclavismo de tipo colonial actuaba , en las menciona- rión de las fuerzas productivas y de la acumulación de capital en el
das sociedades, como modo de produccion dominante, estructurando al- contexto histórico de América latina. .
rededor suyo al conjunto de la formación económico-social. Finalmente, 2.o El análisis mencionado implica a su vez la consideración de la
cabría preguntar si, en todos los casos históricos -que no se limitan a la dialéctica interna-externa de las contradicciones. Así se puede explicar
dependencia colonial- en que ciertas sociedades tuvieron su desarrollo rómo, en ciertos momentos, se da la confluencia entre las contradicciones
determinado en última instancia por factores externos (la Polonia moder- internas de los países centrales y las contradicciones internas de las zonas
na, por ejemplo), habría que negarles el status de formaciones económico- dependientes, contradicciones surgidas' 'por razones propias, diferentes
sociales,62 unas de las otras", 65 Y cuya vinculación puede explicar los cambios es-
Iructurales más importantes ocurridos en las áreas periféricas. Cabe re-
5. Problemas de la "transicion neocolonial' 63 rordar aquí lo que dice Pierre Vilar acerca de "conceptos intermedios"
corno naci án, estado, guerra, etc: (cf. supra nota 16): su rechazo por
Si dejamos ahora la época colonial para hacer una breve incursión en muchos autores en nombre de la teoría, de los conceptos globalizantes, es
el siglo XIX latinoamericano, veremos que al estudiar procesos como la estéril e impide el enfoque de las modalidades concretas en que se "encar-
abolición de la esclavitud o las reformas liberales, por ejemplo, seremos nan' las contradicciones fundamentales en la historia real; además, tiene
conducidos a lo que constituye el eje central de la problemática del sub- razón Vilar en afirmar que dichos conceptos "manejados sin cesar" pero
continente en ese período: el carácter limitado del pasaje al capitalismo. "apenas pensados" son "ni más ni menos teóricos, ni más ni menos
Los procesos mencionados, y muchos otros, significaron la disgregación históricos" que otros (modo de producción, clases sociales, etc.), Una
de estructuras de tipo colonial, y se dieron en provecho del avance del cosa es, por ejemplo, criticar nociones como "dependencia" o "econo-
mía de enclave" en cuanto por esta o aquella razón científica parezcan ser
62. Ver, por ejemplo, José Carlos Chiaramonte, " El problema del tipo histórico de sociedad: crítica Inadecuadas en el nivel de explicado» que les corresponde; otra muy
de sus supuestos" , en Historia y Sodedad, n.o 5, pp. 107·125; para la crítica de esta posición, d . Ciro
F.S. Cardoso, " Los modos de producción coloniales: Estado de la cuestión y perspectiva teórica" . 64. Goblot, op. cit., p. 105.
63. Ver, por ejemplo, Florestan Fernandes, "Problemas de conceptualización de las clases sociales ; M. Yves Benot, " Capitalisme er esclavage d'Eric WilIiams ou la philanthropie dévoilée" en La
en América latina", en Raúl Benítez Zenteno (coordinador), op. cit., pp. 191·276. . P-Nste, n.o 147, octubre de 1%9, p. 115. . ,
LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MARXISMO E HISTORIA EN EL SIGLO XX 87
diferente, querer sacrificarlas sin más a media docena de banalidades Como las de la historia positivista, las "verdades" del stalinismo pertene-
sobre el imperialismo que, dejadas en la pura abstracción, no hacen avan- cen científicamente al pasado, aun cuando a veces se mantienen por la vía
zar en lo más mínimo el conocimiento , aunque sí cumplen con ciertos administrativa en ciertos ambientes , y en otros prolongan su vigencia por
rituales consagrados. la falta de información.
3.° Entre los instrumentos teóricos utilizados para análisis de la La tarea de construir una historia marxista de América latina a partir
"transición neocolonial", sobresalen dos: 1) la noción de subsunción o de los avances logrados recientemente por la teoría del materialismo his-
subordinación formal del trabajo al capital, que permite enfocar la funcio- tórico, y tomando en cuenta la evolución de la ciencia histórica en su
nalidad de los rasgos arcaicos en un proceso netamente capitalista; 66 2) la conjunto, es sin duda excitante y no carece de interés. Pero si nos fijamos
idea de que, en determinadas circunstancias, además de adaptar y modifi- en la cantidad y el contenido de las publicaciones resultantes de intentos en
car, según las necesidades de su desarrollo, condiciones estructurales ese sentido, veremos que -pese a logros parciales de gran valor- hasta la
preexistentes, el capitalismo puede también , a su vez, crear o volver a fecha poco se ha progresado.
crear arcaísmos. 67 Este último elemento es importante, puesto que, en
reacción contra las tesis simplistas del dualismo estructural o de los' ' res-
tos feudales' , , existió la tendencia de afirmar, en forma casi tan simplista,
la necesidad de los llamados arcaísmos para el mismo desarrollo capitalista
en las condiciones latinoamericanas, 68 sin tomar en cuenta el carácter
contradictorio y conflictivo de la situación generada por un proceso de ese
tipo (aun cuando, sin ninguna duda, el "contenido" de las relaciones de
producción vistas en su conjunto es más pertinente para la explicación
que su "forma" percibida a través de taxonomías mecánicas o descrip-
tivas).

D. Conclusión

Una de las características del marxismo en su fase actual es la multi-


plicación de tendencias, de líneas de interpretación a veces profundamen-
te divergentes. Ello es el resultado del derrumbe de viejas trabas, de
opiniones rígidas, transformadas en "dogmas " intocables durante largos
años; resultado inevitable, y que contribuye eficazmente al progreso de la
teoría marxista -aunque naturalmente no todas las tendencias o inter-
pretaciones son fecundas-, a través de discusiones cada vez más amplias
sobre los conceptos fundamentales, de estudios de casos concretos, etc.

66 . Por ejemplo : Roger Bartra, "Sobre la articu lación de modos de producción en Am érica latina" .
en Historia y Sociedad, n.o cit., pp. 5-19 .
67. CI. Maria Rita Garcia Loureiro, " La aparcería en una empre sa capitalista " . de próxima publica-
ción en Estudios Sociales Centroamericanos , n.? 12 (el artíc ulo resume la tesis de idéntico títul o presenta-
da por la autora en la Universidad de Sao Paulo , Brasil).
68. CI. por ejemplo : Caio Prado Junior. "Contribuicáo para a análise da questño agrária ~o Br;'Sil" ,
en Revista Brasiliense, n.? 28, marzo-abril de 1960; Antonio Barros de Castro, Sete ensatos sobre a
economia brasileira, vol. 1, Forense, Río de jan eiro, 1969 ,. pp. 77 -144.
SEGUNDA PARTE
CAPITULO IV

HISTORIA DEMOGRÁFICA

A. La demografía

1. Definición

La demografía es una ciencia en rápida evolución. Por consiguiente,


su campo de estudio aparece insuficientemente definido y delimitado.
Adolphe Landry, en su tratado de demografía (1945), distinguía por una
parte la demografía cuantitativa, y por otra la cualitativa: '
Existe un acuerdo en el sentido de pedirle a la demografía que
considere primero a las poblaciones bajo su aspecto cuantitativo: ha-
brá, pues, una demografía cuantitativa, cuyo objeto esencial será el
estudio de los movimientos que se producen en las poblaciones, con
todo lo que un estudio de este tipo comporta en cuanto a investigacio-
nes sobre los factores causantes de estos movimientos.
... La demografía cualitativa considerará las cualidades de los hom-
bres primeramente individuo por individuo, observando las variaciones
existentes entre uno y otro, debidas a los factores necesarios como la
edad, o a razones contingentes. Fijará su atención también sobre las
transmisiones hereditarias. Buscará además si, entre las poblaciones,
pueden formarse colectividades capaces de distinguirse de los demás
grupos por un conjunto de caracteres procedentes de una ascendencia
común: se trata en este caso de lo que se ha denominado raza.
Sin embargo, el mismo tratado de Landry se ocupaba con exclusividad
de la demografía cuantitativa. Si bien es cierto que el manual más reciente
de Philippe Mouchez (1964) dedica un espacio relativamente importante
al análisis cualitativo, con sus factores hereditarios y culturales, lo que
realmente caracteriza a los estudios demográficos actuales es su concen-

1. Definiciones citadas según: Philippe Mouchez, Demografía, traducción de A. Bosch Doménech,


Ariel, Barcelona, 1966, p. 17; Fierre Guillaume y Jean-Pierre Poussou, Démographie histonque, col. U,
Arn : nd Colin, Paris, 1970, p. 8.
92 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA 93

tración en el análisis cuantitativo, aplicado de preferencia a grandes con- • conduce a la construcción de un doble histograma (o curva de frecuen-
juntos o masas de hombres. EJ estudio del individuo, que sería por lo cias) llamado pirámide de edades. La pirámide de edades de una población
menos en parte el objeto de la demografía cualitativa, no ocupa a los en determinado año se construye de la manera siguiente (ver cuadro 1 y
demógrafos, y la noción de "raza" se encuentra demasiado desacredita- figura 1):
da. La definición de "Fierre GuilLaume y Jean-Pierre Poussou parece por lo \ — los años de nacimiento se registran en la ordenada; también en la
tanto justa: 2 ordenada, a partir del eje horizontal hacia arriba, se marcan las
edades en años (1, 2, 3, etc. hasta la edad más alta verificada en
La demografía es, puesi, una descripción cuantitativa de las pobla- la población estudiada), o en grupos de años (por ejemplo: 0-4,
ciones, y un estudio matemático —estadístico en la mayoría de los
casos— de sus movimientos y variaciones diversas. Su finalidad consis- 5-9, 10-14, etc.)
te en descubrir "leyes de población", o al menos, comportamientos — en el eje horizontal —la abscisa— se registran los efectivos de
comunes de grupos humamos tan amplios como sea posible; consiste población, en números brutos o en porcentajes de la población
igualmente en explicar tales leyes o comportamientos, para mejor acla- total: los porcentajes deben preferirse cuando se quiere comparar
rar sus causas o consecuencias. diversas pirámides; la población masculina aparece a la izquierda,
la femenina a la derecha.
2. Campo de estudio y fuente^ Cuadro 1.— Distribución rectificada de la población brasileña
por sexo y edad, el 1.° de julio de
El campo de estudio de la demografía comprende los aspectos siguien-
tes: Efectivos
— estructura o estado de Has poblaciones; Edad (millares)
— dinámica poblacional, o> estudio de los movimientos que afectan a (años completos)
Hombres Mujeres
las poblaciones humanáis: movimiento natural o interno, definido
por el juego de los nacimientos y defunciones; migraciones. Oa4 4.247,3 4.147,5
5a9 3.570,4 3.465,1
1.° El estado de una pobllación; la pirámide de las edades. — El 10 a 14 3.173,2 3.153,4
estado de una población en un rtnomento dado depende de la acción con- 15 a 19 2.651,7 2.656,4
junta del movimiento natural y de las migraciones. Al estudiarlo, varios 20 a 24 2.351,9 2.360,5
elementos interesarán al demógrafo: 25 a 29 2.010,8 2.022,3
30 a 34 1.724,3 1.743,4
— el total de habitantes de la población considerada 1.485,4
35 a 39 1.457,6
— su densidad, en general representada por el número de habitantes 1.259,7 1.295,4
40 a 44
por kilómetro cuadrado i (indicador grosero) 1.024,0 1.071,7
45 a 49
— su distribución entre loss sectores rural y urbano, y su repartición 50 a 54 798,4 847,6
socio-profesional 55 a 59 618,2 669,2
— su distribución por edadi y por sexo 60 a 64 429,7 467,4
— sus tendencias de evolutción 65 a 69 295,9 330,9
— sus estructuras familiartes. 70 a 74 156,7 181,4
75 a 79 82,6 104,0
El estudio de la distribuciótn de una población por edad y por sexo 80 a 84 33,9 47,7
85 a 89 10,4 18,1
2. P. Guillaume y J.-P. Poussou, ibid., |p. 9. 90 y más 4,0 8,2
3. Esta parte y las siguientes (2 y 3) eestán basadas en las obras ya citadas de P. Mouchez, P
Guillaume y J.-P. Poussou, y en A. Nouschi, ¡nitiation ata sciences historiques, cap. 2. FUENTE: Contribuiqoes para o estado da demografía do Brasil, IBGE, Rio de Janeiro. 1961. p. 159.
94 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA 95

Añoc le nacimiento Edades Año de nacinmentó — la evolución futura, a corto o mediano plazo, de la población,
1855 90y
más
1855 indicada por la cantidad de personas en edad de procrear con rela-
1860 1860 ción al total.
1865 — 85-89
1865
1870 HOMBRES 80-84
_L MUJERES Año de nacimiento Año de nacimiento
1870
1875 75-79 1861 1861
1875
1880 70-74
1880 1871 1871
1885 65-69
1885
1890 60-64 1881 1881
1890
1895 55-59
50-54
1895 1891 1891
1900
1900
1905 45-49 1901 1901
1905
1910 40-44
35-39
1910 1911 1911
1915 I I
1915
1920 30-34 I 1921 1921
1920
1925 I 25-29 I
1925 1931 1931
20-24
1930 1930
1935 I 15-19 I 1941 1941
1935
| 10-14
1940 1940 1951 1951
I 5-9 |
1945 1945
| i I i i i i i i 0-4
I
1961 1961
4,5 4,0 3,5 3,0 2,5 2,0 1,5 1,0 0,5 O 400 350 300 250 200 150 100 50 O O 50 100 150 200 250300 350 400
O 0,5 1,0 1,5 2,0 2,5 3,0 3,5 4,0 4,5 Totales de las generaciones anuales (en millares)
Millones Millones
Figura 1.— Pirámide de edades (Brasil, 1950). Figura 2.— Pirámide de edades (Francia, 1962)
(Construida a partir de los datos del cuadro 1)
FUENTE: P. Mouchez, op. cit., p. 41.
El examen de la pirámide de edades permite darse cuenta inmediata-
mente de varios hechos esenciales:
— la historia demográfica reciente de la población estudiada; así, en
la figura 2, podemos apreciar los efectos de las dos guerras mun-
diales sobre la población francesa: pérdidas militares que afectan
sobre todo a la población masculina; déficit de la natalidad ("ge-
neraciones huecas", o vacías) debido a que la mayoría de los
hombres adultos se encontraban alejados de sus casas, etc.
— el tipo de población —joven, vieja, en proceso de rejuveneci-
miento...—, indicado por la forma de la pirámide: triangular
Población joven Población vieja Población en
(población estacionaria); lados cóncavos, cumbre en punta (po- rejuvenecimiento
blación joven); en forma de parva: base más estrecha que la parte
mediana, cumbre redondeada (población vieja); de forma inter- Figura 3.— Tipos de pirámides de edades
media entre las dos precedentes: base ancha, cumbre redondeada
(población en rejuvenecimiento) (ver figura 3) FUENTE: A. Nouschi, Initiation aux sdertces htstoriques, p. 24.
96 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA
HISTORIA DEMOGRÁFICA 97
2.° Estudio del movimiento natural de una población. — Con la
finalidad de facilitar la comparación entre los cambios y tendencias relati- menos de un año. Se debe distinguir la mortalidad infantil endógena
vos a grupos poblacionales de dimensiones muy variables, se prefiere (causas anteriores o concomitantes al parto), y la exógena (causas pos-
estudiar a los movimientos principales de las poblaciones, expresándolos teriores al nacimiento: mala alimentación, higiene deficiente, accidentes,
no en números absolutos, sino en tasas por cien, mil (las más frecuentes) o contaminación, etc.). La tasa de mortalidad infantil es uno de los mejores
diez mil habitantes, calculadas la mayoría de las veces anualmente. Con- indicadores del estado sanitario y de las condiciones socioeconómicas de
viene distinguir las tasas brutas, cuya finalidad es más bien comparativa, una población.
y no explicativa, y las tasas diferenciales, mucho más refinadas. Uno de los instrumentos de trabajo esenciales de la demografía es la
Los dos hechos básicos con que se enfrenta el demógrafo al analizar el tabla de mortalidad, gráfico destinado a mostrar la mortalidad diferencial
movimiento natural son la natalidad y la mortalidad. Para estudiarlos, se y la esperanza de vida, ambas en su variación según los sexos y las edades.
calculan en primer lugar las tasas brutas de natalidad y mortalidad, a En una columna, a izquierda, se indican las edades, en años; en seguida,
través de la división, respectivamente, del número de nacimientos y de en dos columnas, vienen, relativos al sexo masculino, el total de super-
defunciones ocurridos en una población dada durante determinado año, vivientes de cada edad durante el año estudiado (Sx) y la esperanza de
por la población media del año (o, más sencillamente, la población en la vida, igualmente para cada edad (ex); en fin, otras dos columnas ofrecen
mitad del año, es decir el 1.° de julio). Así, si llamamos N a la tasa de
Cuadro 2.— Tabla de mortalidad (Francia, 1959)
natalidad, D a la de mortalidad, y P a la población media, tendremos para
un añojv: Edad % Sexo masculino Sexo femenino
(en años)
xT número de nacimientos ocurridos (añoj/) x 1.000 sx ex Sx &x
0 10.000 67,0 10.000 73,6
número de defunciones ocurridas (año y) x l.QQQ 1 9.714 68,0 9.782 74,2
2 9.689 67,1 9.758 73,4
3 9.674 66,2 9.745 72,5
4 9.664 65,3 9.737 71,5
Es importante notar que sólo se toman en cuenta, en el primer caso, 5 9.657 64,3 9.731 70,6
los nacimientos de niños que sobrevivieron al parto —aun cuando por 10 59,5
9.631 9.709 65,7
poco tiempo—, desechándose, por tanto los abortos y los nacidos muertos. 15 9.609 54,6 9.693 60,8
Los niños nacidos en un mismo año forman lo que se llama una genera- 20 9.555 49,9 9.671 55,9
ción o cohorte. 25 9.478 45,3 9.635 51,1
Las tasas brutas de natalidad y mortalidad son insuficientes para un 30 9.391 40,7 9.591 46,4
análisis detallado, ya que los nacimientos y defunciones fluctúan: durante 35 9.290 36,1 9.536 41,6
el año (variaciones estacionales); según los sexos (nacen siempre más 40 9.155 31,6 9.454 37,0
niños que niñas; en el mundo actual, la mortalidad masculina es en 45 8.957 27,3 9.334 32,4
50 8.654 23,1 9.164 28,0
conjunto más acusada que la femenina, etc.); según los grupos de edades;
55 8.183 19,3 8.934 23,6
según otros factores (por ejemplo, la mortalidad de los adultos solteros es 60 7.497 15,8 8.556 19,5
superior a la de los casados). Se imponen, pues, análisis complementarios. 65 12,7
6.579 8.028 15,7
El estudio de las variaciones estacionales puede hacerse por el cálculo 70 5.439 9,8 7.230 12,1
de las tasas de natalidad y mortalidad por mes, o por trimestre. Es par- 75 4.026 7,3 6.031 9,0
ticularmente importante el estudio de la mortalidad diferencial: las pro- 80 2.487 5,3 4.332 6,9
babilidades de muerte varían en las distintas edades, y es sobre todo 85 1.144 3,8 2.427 4,6
esencial el análisis de la mortalidad infantil, es decir, de los niños de
FUENTE: P. Mouchez, op. di., p. 57.
7.-MÉTODOS
LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA 99

Its mismas variables para la población femenina (ver cuadro 2). El cálculo casi siempre sólo se pueden conocer los casamientos legítimos. Ahora
•del número de supervivientes de cada edad se hace por mil o diez mil bien, si no hay inconveniente en despreciar la fecundidad ilegítima en el
habitantes; para cada edad, el coeficiente de mortalidad se calcula por la caso de poblaciones como las europeas, en las que es muy baja, en el caso
relación entre el número de defunciones de personas de esa edad durante de América latina, caracterizada por un gran número de nacimientos
el año, y el número de personas vivas de la misma edad que había al ilegítimos, la nupcialidad es, pues, una variable menos representativa.
empezar el año. Conviene señalar que, en principio, la tabla de mortali- La tasa de nupcialidad (C) se calcula así, para un añojy:
dad supone la observación de cómo evoluciona la mortalidad de una mis-
ma generación, desde su inicio hasta su extinción; es posible, sin duda, r__ n.° de casamientos efectuados en el año y x 1.000
G , -
construir tablas relativas a un determinado año, pero ello implica conside-
fy
rables dificultades técnicas, razón por la cual no explicaremos aquí los
procedimientos necesarios, que se encuentran desarrollados en los ma-
nuales de demografía.4 Además de la tasa de nupcialidad, es preciso conocer la frecuencia del
No se debe confundir la esperanza de vida —espacio de tiempo que celibato definitivo, medida por la proporción de solteros de cincuenta años
cada individuo puede esperar vivir a partir de una edad x— con la vida y más en una población —ya que es difícil que una persona se case por
probable, que es la que cada individuo tiene una posibilidad sobre dos de primera vez después de los cincuenta años, edad que marca también
alcanzar. Por ejemplo, si la mitad de los individuos de una cohorte na- habitualmente el límite fisiológico de la fertilidad femenina—, y la edad
cida hace cincuenta años están vivos actualmente, es posible decir que, promedio en el momento del primer matrimonio. Según las mujeres se
si las condiciones no han cambiado, un niño nacido hoy tiene una posibi- casen más o menos jóvenes —y según la estabilidad de las uniones—,
lidad sobre dos de llegar a los cincuenta años. pasarán más o menos años fértiles casadas, lo que afectará visiblemente a la
La esperanza de vida al nacimiento (e0) se calcula según la fórmula cantidad media de hijos por pareja.
siguiente: La tasa bruta de fecundidad aparece determinada de la manera siguien-
te (llamémosla F):
2,35, + 4,55 5 + 5 ( 5 , 0 + 5 , 5 '
o =0,5 +
50 r- __ número de nacimientos del afiojy x 100 o 1.000
número medio de mujeres de 15 a 49 años durante el año y
en la que 50 es el efectivo inicial; 5,, 5 5 , 5, 0 , ... representan los
supervivientes a 1 año, 5 años, 10 años, etc. Es interesante calcular también la fecundidad según los distintos gru-
En cuanto a la natalidad, es posible distinguir los nacimientos femeni- pos de edad de las madres, y representarla por una curva.5 (ver cuadro 3 y
nos y masculinos, calculándose la relación de mascuünidad: número de figura 4).
nacimientos masculinos por cada cien nacimientos femeninos, durante un Los datos contenidos en la tabla de mortalidad permiten calcular la
año dado; dicha relación es, en general, de 105 por ciento aproximada- tasa de reposición (o tasa neta de reproducción) de una población. Para
mente. ello, hay que tomar un efectivo de mil mujeres de una misma generación,
La tasa de natalidad es una variable que depende de otras dos: las y tratar de saber si dicha generación es capaz de garantizar su reemplazo,
uniones (formaciones de parejas) y la fecundidad. En materia de uniones, suponiéndose que no habrá cambios en las condiciones de fecundidad y
mortalidad. Para cada grupo de edad entre los 15 y los 49 años, se debe
4. Cf. Roland Pressat, L'Analyse démographique, Presses Universitaires de Frahce, Parts, 1%1, verificar el número de mujeres supervivientes del efectivo inicial, y estu-
nueva ed. (hay traducción española, de la primera edición: Fondo de Cultura Económica); Louis Henry, diar la variación de su fecundidad según los grupos de edades (15-19,
Manuel de démographie historiqae, Droz, Ginebra-París, 1970* ; L Chevalier, Démographte genérale,
Sirey, París, 1951; Methodsfor Population Projections by Seje and Age, United Nations, Nueva York,
1956. 5. En el cap. VI se encontrarán indicaciones relativas a la construcción y lectura de curvas.
;
100 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA 1 HISTORIA DEMOGRÁFICA 101
? 3.° Estudio de los movimientos migratorios. — Llamamos migracio-
Cuadro 3.-- Guatemala (1969) nes a los desplazamientos de individuos, familias, o grupos humanos más
vastos. Según distintos criterios, los movimientos migratorios pueden
Fecundidad por
Grupos de Efectivos Hijos nacidos ser:
grupos de edad de
edad (años) femeninos vivos — permanentes o temporarios
las madres (%o)
— espontáneos u organizados (en este último caso, pueden ser for-
15-19 245.721 37.054 150 zados: los mitimac de los incas, la trata negrera, los traslados de
20-24 179.946 62.542 347 población llevados a cabo por los nazis, etc.)
25-29 162.821 47.047 288 — internos o externos (con relación a un país dado)
30-34 157.230 33.228 211 — ordinarios (colonizaciones agrarias internas; éxodo rural; migra-
35-39 140.879 24.452 173 ciones profesionales no permanentes: diarias o estacionales) o
40-44 . 103.960 8.513 82 extraordinarios (transcontinentales; provocados por perturbacio-
45-49 75.175 1.425 19 nes políticas o religiosas, etc.)
— migraciones propiamente dichas (desplazamientos episódicos y
FUENTE: Anuario Centroamericano de Estadísticas de Salud, 7969, ODECA, San Salvador, 1971.
duraderos) y turbulencias (desplazamientos periódicos ligados a
20-24,... 45-49), en particular la cantidad total de nacimientos femeninos un modo de vida: agricultura itinerante, trashumancia, desplaza-
(calculada por la aplicación de la relación de masculinidad, de que ya mientos estacionales o diarios de trabajadores, etc.).
hablamos, al total de los nacimientos), a que dieron lugar tales mujeres
Es muy frecuente que se estudie la incidencia de los migrantes sólo
durante su vida fértil. Tal cantidad es dividida por mil; si el índice así
con relación a su punto de llegada, olvidando el aspecto no menos funda-
obtenido es superior a la unidad, el crecimiento de la población está
mental de las repercusiones demográficas que puede tener la salida de
asegurado, suponiéndose siempre que no cambiarán las condiciones gene-
migrantes sobre sus poblaciones de origen. Ambos tipos de incidencia
rales; si es inferior, la población terminará por disminuir; si es igual a la
pueden ser medidos, en cuanto a intensidad, a través de tasas; en el caso
unidad, ello significa que las generaciones apenas se sustituyen.
de las migraciones de un país a otro, tendremos así la tasa de emigración
Tasas
(relación entre el número de migrantes y los efectivos de la población de
400-1 origen) y la tasa de inmigración (relación entre el número de migrantes y
los efectivos de la población receptora).
Sólo tomando en cuenta el efecto de las migraciones es posible conocer
300-
la tasa de crecimiento real de una población dada; si no podemos estable-
cer la tasa neta de migración, seremos capaces solamente de calcular
200- la tasa de crecimiento natural (diferencia, para determinado año, entre la
tasa bruta de natalidad y la tasa bruta de mortalidad del mismo año: si es
positiva, indica un aumento; si negativa, una disminución).
100-
Uno de los problemas para la aplicación a las poblaciones americanas
de los métodos desarrollados en Francia por los historiadores demógrafos,
15 20
viene de que tales métodos suponen con frecuencia una estabilidad bastan-
25 30 35 40 45 50
Edades de las madres te grande de la población, lo que permite estudiar sus cambios básicamen-
te a partir de su movimiento natural, mientras que las migraciones son
Figura 4.— Tasas de fecundidad por grupos de edad de las madres (%o) un dato esencial a lo largo de la historia demográfica del continente
Guatemala (1969) americano.
HISTORIA DEMOGRÁFICA 103
102 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA

4.° Fuentes. — La demografía presenta dos maneras complemen- ciones económicas; las costumbres socialmente admitidas en materia de
tarias de abordar su objeto: el estudio del estado de una población en un matrimonio y procreación; la mentalidad religiosa, por ejemplo al actuar
momento determinado, y el estudio del movimiento de la población en el respecto a los métodos anticonceptivos; los patrones de vivienda, alimen-
tiempo. A tales enfoques corresponden dos grupos de fuentes: tación, etc.; la profesión y el nivel cultural; la política del Estado en
materia de población; y otros muchos factores, actúan poderosamente
— las que permiten el análisis del estado de una población, es decir sobre el comportamiento de las variables demográficas fundamentales. La
una especie de fotografía instantánea de ésta: censos, sondeos demografía debe, pues, recurrir a las otras ciencias sociales para lograr una
(censos parciales), encuestas explicación completa de los fenómenos que estudia. Pero la dependencia es
— las que ofrecen la posibilidad de seguir el movimiento de los mutua, pues los datos relativos a la población son esenciales al economista,
componentes básicos de los fenómenos demográficos —nacimien- al sociólogo, al especialista en ciencias políticas, etc.
tos, defunciones, matrimonios, migraciones— en el tiempo: re-
gistro civil, informes administrativos.
Es importante respetar la complementaridad de los dos enfoques men- B. La historia demográfica
cionados, y confrontar las informaciones obtenidas a partir de los distintos
tipos de fuentes. 1. Su desarrollo

Sin tomar en cuenta a precursores, a veces ilustres, concentrémonos


3. Conclusión en la evolución de la historia demográfica desde 1930. En este año apare-
ce en Italia el Comité para el Estudio de los Problemas de la Población,
Las páginas anteriores constituyen poco más que una enumeración fundado por C. Gini. Entre 1930 y 1945, los historiadores franceses de la
seca y rápida de procedimientos técnicos; ello resultó inevitable, pues por economía —Jean Meuvret, E. Labrousse y otros—, a veces con gran
una parte era necesario exponer algunas nociones e instrumentos de tra- amplitud, tratan de incluir las variables demográficas en sus estudios.
bajo de la demografía, útiles a la historia demográfica, y por otra parte un Pero no es sino después de la segunda guerra mundial cuando vemos
desarrollo excesivo de esta introducción nos alejaría demasiado de nuestro constituirse la historia demográfica como disciplina autónoma en el marco
tema central, que será expuesto a partir del acápite siguiente. Antes de de la ciencia histórica. Claro está que los progresos rápidos de la demogra-
pasar a hablar de la demografía histórica, sin embargo, quisiéramos lla- fía durante el mismo período no fueron extraños a tal constitución.
mar la atención sobre dos aspectos importantes de la ciencia demográfica. Ya en 1946, aparecen dos artículos importantes, de J. Meuvret y L.
En primer lugar, el carácter prospectivo de la demografía. Esta no se Chevalier, seguidos de varios libros y ensayos de gran interés,6 culmi-
contenta con la explicación de los hechos que estudia, sino que intenta nando en 1956 con la publicación del manual de M. Fleury y L. Henry,
rendir cuenta también de la evolución futura de la población estudiada, y en el cual encontramos la sistematización de la metodología adecuada a la
servir así a una política de población que pueda influir sobre dicha evolu- investigación cuya base son los registros parroquiales.7 Desde entonces,
ción. El análisis combinado de la pirámide de edades y de la tabla de los estudios de casos, los trabajos metodológicos, las síntesis y los manua-
mortalidad es esencial en tal sentido.
En segundo lugar, mencionemos los vínculos de la demografía con 6. Jean Meuvret, "Les crises de subsistance et la démographie de la France d'ancien régime", en
otras ciencias. La variación de los factores demográficos más importantes Population, I.N.E.D., París, octubre-diciembre de 1946, pp. 643-650; Louis Chevalier, "Pour une
histoire de la population", en Population, 1946, pp. 245-256; Philippe Aries, Histoire des populations
puede y debe ser estudiada en función de los mismos hechos de población, franceses et de leurs altitudes devant la vie, Ed. Selfs, París, 1948; y varios artículos de Fierre Goubert,
que proveen muchos elementos explicativos; pero ello no basta. La fecun- M. Reinhard, L. Henry, etc.
1. Michel Fleury y Louis Henry, Des registres paroissiatoc a l'histoire de la population. Manuel de
didad y la mortalidad dependen de la acción conjunta de factores biológicos
dépouillement et d'explotathn de l'état civil ancien, I.N.E.D., París, 1956. Este libro fue reformulado por
y sociales. En cuanto a estos últimos —que actúan dentro de límites sus autores, y reeditado en 1965: Nouveau manuel de dépouillement et d'exploitation de l'état civil
definidos por los primeros—, es evidente que: las guerras; las fluctua- ancien, I.N.E.D., París, 1965.
104 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA 105
les se multiplicaron en Francia, país que presenta el más notable desarro- Reuniones internacionales recientes como el Coloquio Internacional
llo en el campo de la historia demográfica.8 n.° 543 del C.N.R.S. sobre la Historia cuantitativa de Brasil, 1800-1930
También en Inglaterra tales estudios tomaron recientemente un gran (París, octubre de 1971), o el II Simposio sobre Historia económica de
impulso, concentrado sobre todo alrededor del grupo de Cambridge (E.A. América latina (XL Congreso Internacional de los Americanistas, Roma,
Wrigley, D.C. Eversley, P. Laslett, W.A. Armstrong, L. Ovenall). Las setiembre de 1972), muestran la existencia de grupos ya importantes de
investigaciones, obras de conjunto y un interesante manual, son prueba historiadores demógrafos en por lo menos tres países latinoamericanos:
suficiente de la vitalidad de la historia demográfica inglesa.9 Bélgica Brasil, Chile y México.12 Actualmente, se llevan a cabo algunos esfuer-
dispone igualmente de un grupo importante de historiadores demógrafos: zos en el sentido de coordinar los trabajos de investigación que se hacen
el veterano padre Mols, P. Deprez, P. Harsin y otros. En España citemos en los diversos países, y hacer un inventario de los proyectos en curso y
a Jordi Nadal, en Italia a Massimo Livi-Bacci. En fin, en varios países de los recursos documentales de América latina en su conjunto que pue-
europeos, en Canadá y en los Estados Unidos, la historia demográfica dan servir a la elaboración de la historia demográfica iberoamericana;
pasó a atraer el interés de un número creciente de investigadores. 10 tales esfuerzos son organizados por el Centro Latinoamericano de Demo-
En el caso de América latina, los progresos han sido lentos. Las grafía (CELADE), con sede en Santiago de Chile.
influencias más importantes fueron las de la escuela francesa y del grupo
de especialistas de Berkeley, que realizaron estudios primordiales sobre la 2. Fuentes y métodos
historia demográfica mexicana: Woodrow Borah, Sherburne Cook, Les-
Como ocurre con cualquier estudio histórico que busca generalizar la
ley Simpson." Un esfuerzo aislado y pionero fue hecho por Nicolás
cuantificación, en el caso de la historia demográfica hay que distinguir,
Sánchez-Albornoz y su equipo en la Argentina, a comienzos de la pasada
en cuanto al tipo de documentación, y por tanto de metodología y resul-
década. Pero le tocó a María Luiza Marcílio, en su tesis sobre el pobla- tados :
miento y la población de la ciudad de Sao Paulo (1750-1850), realizar la
primera aplicación cabal del método de Louis Henry, adaptándolo a las 1.° el período pre-estadístico, para el cual no existen datos estadís-
características y especificidades de una población latinoamericana. Pode- ticos seguidos y confiables
mos decir que la historia demográfica hecha por investigadores latino- 2.° el período proto-estadístico, caracterizado por la posibilidad de
americanos sólo se volvió relativamente importante en estos últimos años. recolectar o reconstituir materiales estadísticos organizables en
series continuas más o menos largas
8. Cf. sobre todo: E. Gautier y L. Henry, La population de Crulai, paroisse normande: Etude 3.° el período plenamente estadístico.
historique, PressesUniversitaires de France, París, 1958; Pierre Goubert, Beauvais...; L. Henry, Manuel
de démographie historique; P. Guillaume y J.-P. Poussou, op. cit; Maree! Reinhard, André Armengaud y La duración y los límites de cada una de las fases mencionadas son
Jacques Dupaquier, Hisloire genérale de la population mondiale, Ed. Montchrestien, París, 19683,
(traducción española: Ariel, Barcelona, 1966). extremadamente variables según las regiones, los países y los continentes.
9. Cf. principalmente: E. A. Wrigley, "Mortality in Pre-Industrial England: The Exampte of Así, por ejemplo, la etapa proto-estadística empieza en el siglo XIII en el
Colyton, Devon, Over Three Centuries", en Daedalus, primavera de 1968, pp. 546-580; Varios auto- caso de la Provenza francesa, y en Inglaterra el catastro de 1086 (Domes-
res, bajo la dirección de D. V. Glass y D.E.C. Eversley, Population in Hisíoiy, Essays in Historical
Demography, Edward Arnold, Londres, 1969 (reimpresión); D.E.C. Eversley, Peter Laslett, E. A. Wri- day Book), los Hundred Rolls de 1279 y las listas de capitación de 1379 y
gley, W. A. Armstrong y Lynda Ovenall, bajo la dirección de E. A. Wrigley, An Introduction to the 1381, permiten, con otros tipos de fuentes, una interesante aplicación de
Nineteenth Century, Weidenfeld and Nicolson, Londres, 1966.
10. Cf. por ejemplo: R. P. Mols, Introduction a la démographie historique des villes d'Europe du métodos estadísticos, a los estudios de demografía. Sin embargo, en cuan-
XlVe au XVttle sítele, 3 vols., Lovaina, 1955; Jordi Nadal, La población española (siglos XVI a XX), to al conjunto de Europa occidental, no entramos en el período proto-
Ariel, Barcelona, 19712 ; ]. Henripin, La Population canadienne au debut du XVIIIe siecle, I.N.E.D.,
París, 1954; Y. Yasuba, "Birth Rates of the White Population in the United States, 1800-1860", en 12. En Brasil, podemos citar a los siguientes investigadores: Katia Mattoso, Maria Bárbara Lcvy,
Studies in Historical andPolitical Science, Johns Hopkins University, Baitimore, LXXXIX, n.° 2, 1962. Luis Lisanti, Maria Luiza Mardlio, Altiva P. Balhana. Cf. sobre todo Maria Luiza Marcílio, La ville de Sao
11. Cf. por ejemplo: Sherburne F. Cook y Woodrow Borah, "The Rate of Population Change in Paulo: Peuplement et population, 1750-1850, Université de Rouen, Rouen, 1968. En México: Elsa
Central México, 1550-1570", en Híspante American Historical Review, XXVTI, 1957, pp. 463-470; Malvido y Cecilia Rabell; en Chile: el grupo de Concepción. Sobre las investigaciones dirigidas por Nicolás
W. Borah, New Spain's Century of Depression, col. Ibero-Americana n.° 35, Berkeley y Los Angeles, Sánchez-Albornoz en la Argentina, cf. sus informes: "Estudio sobre la demografía histórica del Valle de
1951; Lesley B. Simpson, Exploitation of Land in Central México in the Sixíeenlh Century, col. Ibero- Santa María", en Universidad, Santa Fe, vo!. 62,1964, pp. 93-105, y "La población de un valle calchaqui
Americana n.° 36, Berkeley y Los Ángeles, 1952. en el siglo XIX", en Desarrollo Económico, Buenos Aires, vol. 13, 1964, pp. 81-83.
106 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA 107
estadístico antes del siglo XVII; y en un país como Brasil, sólo a media- Con la aparición del documento escrito, tenemos por lo menos algu-
dos del siglo siguiente.13 nos datos estadísticos aislados: pocos y escasamente confiables en el caso
La historia demográfica busca asociar el método estadístico, los concep- del Próximo Oriente antiguo; más numerosos, pero de utilización difícil
tos y la problemática de la demografía, a la crítica histórica de las fuen- —debido, por ejemplo, a la esclavitud, ya que los esclavos eran raramente
tes, y a la perspectiva del historiador, atento a la especificidad de las computados—, y de todos modos demasiado insuficientes como para in-
distintas sociedades y épocas. El peso de los procedimientos críticos de la tentar un estudio propiamente demográfico, en el caso de la Antigüedad
historia se vuelve tanto más importante cuanto más nos alejamos de la era clásica y la mayor parte de la Edad Media. Se ha intentado el estudio de la
plenamente estadística: con relación a esta última, son los métodos pura- esperanza de vida según las edades y el status social en el mundo romano
mente demográficos los que predominan. Por ello, el dominio de elección antiguo, utilizando como fuente a las relativamente numerosas inscripcio-
de la mayoría de los historiadores demógrafos ha sido la fase proto-estadís- nes funerarias. También en este caso —como en el de los cementerios
tica, que permite ya un estudio estadístico de series continuas relativas a prehistóricos—, pese a que algunos de los resultados obtenidos son vero-
la población, y un conocimiento bastante detallado de las estructuras y símiles, la incertitud es demasiado grande, la documentación ha sido
comportamientos demográficos, pero exige, a la par del manejo de los super-explotada, y todos los trabajos presentados han sido discutidos a
conceptos y métodos de la demografía, una importante labor específica de fondo en cuanto a su metodología y sus conclusiones. Más prometedores
historiador. Sólo haremos referencia, aquí, a las fases pre y proto-estadís- parecen los esfuerzos de reconstitución de familias de la Antigüedad ro-
tica. mana hechos por Robert Etienne y Paul Petit. Ya hemos mencionado
1.° Fase pre-estadística. — Por una parte, tenemos el caso de la que sólo en casos excepcionales, como la Inglaterra y la Provenza, escapa
ausencia total de estadísticas, que caracteriza a la prehistoria y a los la Edad Media a la escasez documental que impide la plena aplicación de
pueblos que no dejaron testimonios escritos. La documentación disponible métodos permitiendo un conocimiento que, más allá de cifras muy gene-
está representada, en este caso, por los esqueletos humanos, o partes de rales y discutibles, pueda llegar a las estructuras y al comportamiento
esqueletos, y por herramientas y otros vestigios culturales que nos infor- demográficos. Además, muchos problemas de explotación de las fuentes
man sobre la extensión del habitat, la forma de vida, la alimentación, se ligan a los documentos medievales disponibles, lo que impone un difícil
etc., a veces permitiendo estimaciones groseras sobre las densidades po- trabajo previo de crítica documental; por ejemplo, la extrema variabilidad
blacionales posibles. Los huesos humanos pueden ser estudiados en el del tamaño de los "hogares", base de los cómputos de población medie-
sentido de establecer los grupos de edades a que pertenecen, pero en vales (y aun durante los tiempos modernos, muchas veces), impidiendo el
realidad tales investigaciones son poco seguras en sus resultados, y muy cálculo del número de habitantes a partir del número de "hogares".15
vulnerables a la crítica, aunque algunas de sus conclusiones —la baja 2.° Período proto-estadistico. — La transición a esta fase aparece
natalidad, los 50 años como límite de longevidad— parecen plausibles,
determinada por factores ligados a la estructuración del estado moderno y
sobre todo al comparar las poblaciones prehistóricas con los actuales pue-
su aparato burocrático y fiscal, como a la historia religiosa: por ejemplo,
blos "primitivos". En el estudio de las necrópolis pre o proto-históricas, el Concilio de Trento ordenó, en el siglo XVI, que las parroquias llevaran
un método interesante es el de la construcción de modelos: compárese la registros de bautizos, casamientos y entierros. Los censos o estimaciones
distribución de las defunciones, atestiguada por los restos humanos conser-
globales, los documentos fiscales, los padrones y registros eclesiásticos,
vados, con el modelo teórico de una población cuyo comportamiento
15. Cf. M. Reinhard y otros, Histoire genérale..., pp. 23-107; L. Henry, "La mortalité d'aprés les
demográfico permite explicar dicha distribución.14 inscriptions funéraires'', en Population, 1957, pp. 149-152; del mismo autor: "L'áge au décésd'aprés les
inscriptionsfunéraires", en Population, 1959, pp. 327-329; K. Hopkins^'On the Probable Age Struc-
13. Cf. Édouard Baratier, La démographie proveníale du XlJIe au XVe síecle, SEVPEN, París, ture of the Román Population", en Population Studies, noviembre de 1966, pp. 245-264; R. Etienne,
1961; J. C. Russell, Brítish Medieval Population, Albuquerque, 1948; Luis Lisanti y María Luiza "La démographie de la famille d'Ausone", en Eludes et Chroniques de Démographie Historique, 1964,
Marcilio, Problemes d'histoire quantitative du Brésil: Métrologie et démographie (ponencia mimeografU- . J pp. 15-25; Jean Glénisson, "Débat sur les sources, bibliographie, terminologie et travaux en cours", en
da; Coloquio sobre "Historia cuantitativa de Brasil, 1800-1930", París, octubre de 1971). Actes du Colloque international de démographie historique de Liege sur la mortalité, Génin, París, 1965;
14. Cf. L. R. Nougier, "Essai sur le peuplement préhistorique de la France", en Population, 1954, ¡ P. Riché, "Problemes de démographie historique du haut moyen age (Ve-VUIe siécle)", en Anuales de
pp. 242-271 (y crítica de L. Henry, pp. 272-274); J. N. Biraben, "Durée de la vie dans la population di | démograpbie historique, 1966, pp. 37-57; A. Higounet Nadal, Les Comptes de la taille et les sources de
Columnata", en Population, 1969. pp. 487-500. l'histoire démographique de Périgueux au XVe siécle, SEVPEN, París, 1965.
108 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA
HISTORIA DEMOGRÁFICA 109
permiten en Europa y en las Américas una explotación estadística más o
lista de los burgueses de su nueva ciudad
menos profunda de los datos. Infelizmente, los factores estructurales que
— las listas de extranjeros
generan los tipos mencionados de fuentes no bastan: puede ocurrir, y
— las listas profesionales: registros de admisión a los gremios o
ocurre a menudo, que una parte importante de la documentación se haya
corporaciones, por ejemplo
perdido o destruido, prolongando así para la respectiva población el período
— las listas administrativas: de pasaportes acordados, de entrada y
pre-estadístico. De todos modos, la escuela europea de historia demográfi-
salida en los puertos, etc.
ca se desarrolló fundamentalmente en función de los tipos de documentos
— los informes públicos o privados sobre las migraciones
disponibles en la fase proto-estadística, y en particular de los registros
— los documentos notariales: contratos de matrimonio, testamentos.
parroquiales. Ello significa que sus métodos no son aplicables a la mayoría
de los países no cristianos, salvo cuando se puede localizar algún tipo de Los mejores documentos son las actas notariales, y a veces las parro-
documento que permita una explotación semejante a la que se aplica a los quiales, de matrimonio, que deben ser completadas —para los migrantes
libros parroquiales, como en el caso de los registros japoneses de religión solteros— por otros documentos. En lo que concierne a los registros de
(1671-1871), utilizados por Akira Hayami.16 entierros de los hospitales, se trata de una fuente importante, que siempre
Las categorías de fuentes características de la fase proto-estadística menciona la procedencia de los muertos, pero hay posibilidades de error:
—fase que podemos considerar concluida con la instauración del registro como normalmente las casas de salud se encuentran en las aglomeracio-
civil y de los censos llevados a cabo con métodos modernos— son sobre nes urbanas, es a veces difícil distinguir los casos de extraños a la ciudad
todo las siguientes: que emigraron hacia ésta y en ella se establecieron, de los habitantes del
— registros parroquiales: funcionan como un "registro civil anti- campo o de otras localidades que vinieron sólo a tratarse en el hospital, y
guo", permitiendo el estudio del movimiento natural de la po- allí murieron.17
blación El examen de los principales métodos de la historia demográfica, apli-
— censos primitivos, y diversos tipos de cómputos sumarios (padro- cados a los registros parroquiales y a los distintos tipos de censos o
nes eclesiásticos, por ejemplo) cómputos primitivos, será hecho en otras partes de este capítulo; pero ya
— documentos no demográficos, pero que se pueden usar estadís- desde ahora queremos señalar dos cosas de importancia al respecto.
ticamente para fines demográficos: listas de contribuyentes al El estudio del movimiento natural de ,una población —aun reduci-
impuesto (o de indios tributarios, en el caso hispanoamericano), da—, con o sin reconstrucción de las familias, implica la confección y el
genealogías, listas electorales o militares, listas de los fieles que manejo de una masa considerable de fichas. Al trabajar sobre una sola
comulgan, etc. parroquia, es posible en general elaborar una monografía basada en la
— documentos no estadísticos (explotación cualitativa): correspon- recolección y procesamiento del 100% del material disponible. Sin em-
dencia, viajeros, etc. bargo, si se quiere llevar a cabo investigaciones regionales amplias, o en
Un problema considerable lo constituyen los movimientos migrato- un marco nacional, difícilmente estarán reunidas las condiciones de tiem-
rios, cuyo estudio histórico, por la falta de fuentes tan convenientes como po, financiación y personal que permitan una recolección total de los
las que en general existen para el análisis del movimiento natural, se ha datos accesibles. Será necesario entonces proceder por sondeo, o mues-
desarrollado poco hasta la fecha. Los registros parroquiales no mencionan treo, por ejemplo tomándose un acta parroquial de cada cinco, recons-
en general el origen exterior a la parroquia de las personas registradas, tituyéndose solamente algunas de las familias de cada parroquia, etc.
salvo en el caso de extranjeros. Las fuentes más usadas para estudiar las (Sobre el muestreo, ver el capítulo VI.)
Por otra parte, es interesante notar que las fuentes de la historia
migraciones son:
— las listas de "ciudadanía": en la Europa moderna, el burgués demográfica, altamente estandarizadas y de fácil cuantificación, conducen
que se desplazaba definitivamente debía hacerse admitir en la de manera muy natural al almacenamiento y procesamiento de los datos
en computadora; lo que permite ahorrar mucho tiempo, pues en general
16. Cf.N.Sánchez-Albornoz, "LesregistresparoissiauxenAmériquelatine"; GuillaumeyPoussou,
op, cit., pp. 69-85.
17. Guillaume y Poussou, Ibtd. pp. 85-88.
110 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA 111

hay que manejar cantidades masivas de material, y someter a éste a una hogares, etc. —elementos importantes en la determinación de los niveles
serie de operaciones. Muchas de las investigaciones importantes ya reali- salariales, de los costos de producción, de los grados de sustitución del ca-
zadas recurrieron efectivamente a la computación, como los estudios de pital variable por el capital fijo, etc., si nos situamos en el terreno del
las parroquias de Crulai y Colyton, entre muchos otros.ls capitalismo contemporáneo—. El hombre-consumidor condiciona el ta-
maño y las estructuras del mercado. Existen ya en América latina algunas
3. Historia demográfica e historia total " investigaciones sensibles a la importancia de las variables demográficas
para la historia económica.20
Las relaciones de la historia demográfica con la historia global —y Los factores políticos influyen sobre los demográficos, y también sobre
muy particularmente con la historia económica y social— son múltiples, la confiabilidad de las fuentes disponibles para su estudio. Así, por ejem-
íntimas y recíprocas. Al considerarlas, el gran error posible es el de la plo, los censos hechos con fines fiscales deben ser severamente criticados,
simplificación excesiva. Por ejemplo, pretender demostrar la correspon- debido a la fuerte probabilidad de declaraciones falsas para evitar o dis-
dencia directa y obligatoria entre los movimientos vitales y las variables minuir el impuesto o tasa a pagar. Las políticas natalistas o antinatalistas;
económicas: además del hecho de que existen variables autónomas im- la represión del matrimonio en los estados alemanes del siglo XIX, bajo
portantes (biológicas, climáticas, etc.), se puede observar que las epide- la influencia de Malthus; las leyes relativas a la transmisión de la propie-
mias no se desarrollan siempre de acuerdo con la variación del empleo o dad, que podían llevar a que los hijos —en ciertas categorías sociales de
del ingreso; que las cosechas y epidemias sufren fluctuaciones, pero no determinadas sociedades— debieran esperar con frecuencia la muerte del
siempre coincidentes (en ciertos casos la epidemia encuentra la hambru- padre para tener medios de casarse; éstos son factores que influyen pode-
na, en otros la causa); que los casamientos y las concepciones reflejan los rosamente sobre el comportamiento demográfico. Al revés, los cambios
cambios ocurridos en los salarios reales, pero la relación tanto puede ser poblacionales importantes —aumento o disminución de la población, ur-
directa como inversa; en fin, que factores políticos, convenciones socia- banización, migraciones— tienen a la larga una gran influencia sobre la
les, concepciones religiosas, etc. vienen a complicar todavía más el cua- base del poder político, y sobre la legislación. Y no habría que despreciar
dro general. el juego de varios otros tipos de factores sobre el movimiento vital:
Aunque el término "demografía histórica" se haya generalizado, en biológicos (resistencia diferencial a ciertas enfermedades, hereditaria-
realidad al historiador le toca más bien estudiar la historia demográfica, mente transmitida, por ejemplo), religiosos, culturales...
evitando aislar las variables relativas a la población de todo un contexto Las relaciones entre historia demográfica e historia social son particu-
físico e histórico: clima, recursos naturales, cosechas, epidemias, ham- larmente importantes. Es frecuente que las fuentes esenciales de la histo-
brunas, guerras, empleo, salarios, precios, etc.; y sin perder de vista lo ria demográfica ofrezcan igualmente multitud de datos que interesan a la
que las distintas ramas de la investigación histórica pueden aportar a la historia social. Las actas parroquiales y notariales de matrimonio contie-
historia demográfica y viceversa. nen casi siempre informaciones sobre status social, profesiones, alfabeti-
Las relaciones entre historia económica e historia demográfica se ha- zación, movilidad social (elección de la novia y de los testigos), etc. Las
cen evidentes si pensamos en el hombre como productor y consumidor. listas normativas de habitantes y los censos primitivos son esenciales
La oferta de mano de obra depende de los efectivos poblacionales, de su para el estudio de la estructura social.21 Las variables sociales contri-
composición por edades, de la esperanza de vida, de la composición de los
18. Ver Edward Shorter, The Historian and the Computer, A Practica! Cuide, Prentice-Hall, 20. Ver, por ejemplo: María Luiza Marcllio, "Algunos aspectos de la estructura de la fuerza de
Englewood Cliffs (New Jersey) 1971, pp. 25-26; Marcel Couturier, ' 'Démographie historique et mécano- trabajo en la capitanía de Sao Paulo", en Anais de Historia (Universidad de Assis, Sao Paulo), 1971, pp.
graphieélectronique", en Annales de démographie bistorique, Sirey, París, 1966, pp. 57-68, y "Nou- 13-62; de la misma autora, Tendances et structures des méaages dans la capitainerie de Sao Paulo
veau débat sur démographie historique et mécanographie électronique", misma revista, 1967, pp. 29-55. (1765-1828) selon les listes nominatives d'habitants (ponencia mimeografiada, París, octubre de 1971);
Del mismo autor: Recherches sur les structures sociales de Chateaudun, 1525-1788, SEVPEN, París, Maria Bárbara Levy, Aspectos de historia demográfica e social do Rio de Janeiro (1808-1889) (ponencia
1969. mimeografiada, París, octubre de 1971).
19. Esta parte se basa principalmente en D.E.C. Eversley, ' 'Population, Economy and Society", art. 21. Cf. P. Laslett, "The Study of Social Structure from listings oí Inhabitants", y W. A. Arm-
cit., y Fierre Goubert, "HtMoire sociale et démographie", en L'Histoire sociale, sources et méíbodes, Itrong,' 'Social Structure from the Early Census Retums'', ambos artículos en An Introduction to English
P.U.F., París, 1967, pp. 223-237. HistoricalDemography, pp. 160-237.
HISTORIA DEMOGRÁFICA 113
112 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA

buyen, a su vez, a la explicación de las demográficas: el promedio de edad líneas generales qué es lo que se entiende por "demografía de anden
en el momento de casarse, por ejemplo, sufre variaciones según los paí- régime"', en oposición al régimen demográfico contemporáneo, iniciado
ses, épocas y regiones, y depende de las estructuras sociales y de la por la gran mutación del siglo XVIII. Lo que caracteriza a la demografía
mentalidad colectiva; la restricción voluntaria de los nacimientos varía de tipo antiguo es la existencia de crisis periódicas que anulan total o
según los grupos sociales, y así en adelante. En países como los de Améri- parcialmente los resultados de los períodos de crecmiiento natural de la
ca latina, sobre todo durante la época colonial, se debe estudiar la demo- población, mientras que la demografía contemporánea se caracteriza ante
grafía en un contexto social diferencial: los comportamientos demográfi- todo por la disminución de la importancia, y posterior desaparición, de las
cos de los europeos, de los esclavos negros, de los indios y de las "cas- crisis demográficas, lo que permite un crecimiento natural continuo. Las
tas" son muy distintos entre sí, reflejando las profundas diferencias socia- afirmaciones globales de este tipo deben ser matizadas según los países y
les, los procesos de dominación y explotación, la heterogeneidad cultural, regiones, pero en conjunto son comprobadas por la evolución y el com-
etc.
portamiento demográfico europeo durante los últimos cinco siglos.
1.° La mortalidad. — El hecho más visible del régimen demográfico
C. Demografía europea de "anden régime" e historia demográfica anterior al período de la revolución industrial es la gran importancia de la
latinoamericana mortalidad. En el caso de Francia, la tasa de mortalidad era entonces de
1. Elementos fundamentales del régimen demográfico de Europa occi- 28 a 38%o —actualmente es de 12%o—, y en épocas de crisis llegaba a
dental durante los tiempos modernos (siglos XVI al XVIII) alcanzar niveles mucho más impresionantes. La vejez era entonces, como
lo expresa Fierre Chaunu, un "feliz accidente".
¿Por qué privilegiar tal región y tal período? Las razones que lo Entre los factores de alta mortalidad, debemos considerar en primer
justifican son de dos tipos: lugar vinagran mortalidad infantil y juvenil. En el caso de la parroquia de
— en función de ellos se elaboró la metodología de la historia demo- Crulai, en el período 1688-1719 la tasa de mortalidad infantil —represen-
gráfica: son los que conocemos mejor, en el marco proto-estadís- tada por el número anual de defunciones de niños de cero a doce meses de
tico edad multiplicado por mil, dividiéndose el resultado por el número anual
— la metodología que se les aplica, basada sobre todo en la ex- de nacimientos— era de 236 %o, mientras que, para Francia en su con-
plotación de los registros parroquiales, y su misma problemática junto, era de 20,5%o solamente, en 1967. Como es evidente, dicha tasa
demográfica, son parcialmente aplicables a América latina, y ello variaba mucho según las condiciones del medio natural y socio-econó-
hasta fines del siglo XIX. mico. En todos los casos, era grande la importancia de la mortalidad
infantil endógena, responsable por lo menos de la mitad de las defuncio-
De todos modos, el examen de las características demográficas de nes infantiles. Por lo que hace al siglo XVII, dice Fierre Goubert que
Europa occidental durante los tiempos modernos se hará aquí de manera "eran necesarios dos nacimientos para producir un adulto", ya que la
muy rápida, y bajo el punto de vista del movimiento natural en sus rasgos mitad de los niños nacidos morían antes de llegar a los 15 años. Factores
más generales de funcionamiento, exclusivamente, dejando de lado los de la mortalidad infantil, juvenil y general, eran la deficiencia de la
movimiento migratorios, y sin intentar estudiar la evolución coyuntural medicina, de la higiene y de la alimentación, la miseria de la población,
de larga duración —expansión del siglo XVI, depresión del siglo XVII, las epidemias.
nueva expansión del siglo XVIII—, salvo para mencionar el advenimiento Había un ritmo diferencial de la mortalidad según las estaciones. El
de la llamada "revolución demográfica".22 máximo de decesos ocurría generalmente entre setiembre y noviembre;
Antes de pasar al análisis del comportamiento de las principales varia- otro máximo marcaba el final del invierno y el comienzo de la primavera;
bles demográficas durante los tiempos modernos, conviene definir en el mínimo caracterizaba al final de la primavera e inicio del verano. Pero
•i
22. La exposición estará basada en gran medida en Guillaume y Poussou, op. cit,, pp. 135-188. Ver ij
aún en este caso, las diferencias regionales eran grandes, y también las
también E. A. Wrigley, Historia y población, Guadarrama, Madrid, 1969. •]
variaciones según las edades. Los niños destetados y la población adulta
«, MP.TODOS
r 114 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA

morían sobre todo al empezar el otoño (infecciones en las zonas pantano-


HISTORIA DEMOGRÁFICA

Los dos grandes factores de las crisis demográficas eran las epidemias,
115

sas, disturbios digestivos); al final del invierno y principios de la primave- y las hambrunas ligadas a malas cosechas; las crisis máximas ocurrían
ra —época de mayor escasez de cereales y altos precios— los adultos de cuando los dos se asociaban, pero si se quiere indicar uno de ellos como
más de 40 años y los viejos eran los más afectados por la mortalidad más importante, se trata entonces de las epidemias. Las'guerras no eran
(complicaciones pulmonares); los niños pequeños lo eran principalmente directamente un factor esencial, pero sí indirectamente, pues sus devas-
en verano, pues las economías eran todas, en esa fase de la historia, taciones podían provocar hambrunas, y los cadáveres insepultos, epide-
fundamentalmente agrícolas, y las madres estaban entonces ocupadas en mias.23
los trabajos del campo, cuidando mal a sus hijos.
Las crisis demográficas son el aspecto más característico de la demo- 2.° Natalidad, fecundidad y nupcialidad. — La tasa de natalidad
grafía de tipo antiguo. Aparecen claramente al examinarse la curva de las —muy variable según las regiones y épocas— era generalmente doble con
defunciones: la cantidad de entierros se eleva brusca y excepcionalmente, relación a la tasa actual de los países industriales, pero menos que la de
muy por encima de la cantidad media mensual o anual de los períodos que los países "subdesarrollados" de nuestros días.
preceden y siguen a la crisis, y ello por varios meses, o aun durante uno o
dos años enteros. Es muy frecuente, además, que al mismo tiempo que 110-,
aumenta el número de decesos, disminuya el de matrimonios y concep- 100-
ciones. En caso de crisis, la pérdida de población podía llegar al 20 o 25% 90-
del total; en general, alcanzaba el 10 o 15% (ver figuras 5 y 6). 80-
70-
Nacimientos y Precio del trigo en Pontoise 60-
defunciones (en libras por "setier")
50-
40-
30-
20-
10-

1550 1560 1570 1580 1590 1600 1610 1620 1630 1640 1650 1660 1670 1680 1690

Bautismos — — — — — Entierros ' Casamientos 1x5)

Figura 6.— Parroquia de Colyton (Devon, Inglaterra): gran crisis


democrática de mediados del siglo XVII. (La expansión de larga duración
—siglo XVI-mitad siglo XVII— y la depresión de la segunda mitad del
EFMAMJJASONDEFMAMJJASONDEFMAMJJASONDEFMAMJJASOND
siglo XVII son muy visibles.)
1692 1693 1694 1695
Nacimientos Defunciones - — Trigo FUENTE: An Introducían to English Historical Demograpby, (cf. nota 9), p. 98.

23. Sobre las epidemias, cf. Varios autores, Médecins, dimat et épidémies a la fin du XVIIIe sísele,
Figura 5.— El precio del trigo y la crisis demográfica de 1693-1694 Mouton, Paris-La Haya, 1972; Bartolomé Benassar, Recherches sur les grandes épidémies dans le nord
en la región de Meulan (Francia) de l'Espagne a la fin du XVIe siecle. Problemes de documentation et de méthode, SEVPEN, París, 1969;
n.° especial de Annales E.S.C., noviembre-diciembre de 1969: Histoire biologique et sacíete; Jacques
Revel, "Autour d'une épidémie ancienne: la peste de 1666-1670", en Reme d'Histoire Moderne et
FUENTE: Guillaume y Poussou, Démographie historique (cf. nota 1), p. 150. Contempérame, A. Colin, París, 1970, pp. 953-983.
116 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA 117

En cuanto al movimiento estacional de las concepciones, las mono- Otra cuestión de interés la constituye la limitación voluntaria de naci-
grafías parroquiales muestran una tal variación regional y temporal que se mientos, practicada desde mucho más temprano de lo que se creía.
hace imposible una generalización. Pero es posible afirmar que dicho Si pasamos a examinar la nupcialidad, veremos que el celibato era algo
movimiento era mucho más importante entonces que en la actualidad. muy raro en el campo, pero más frecuente en las ciudades, en particular
Hoy día, en Europa, las concepciones son más numerosas en la primavera entre los empleados domésticos, entonces muy numerosos. El celibato
y menos en el invierno, pero el alto nivel técnico reduce la incidencia de eclesiástico no pesaba considerablemente sobre las tasas de conjunto. En
los factores climáticos, y por consiguiente las diferencias entre los meses el total, en Francia la frecuencia del celibato se puede comparar a la de
son menos nítidas. hoy en día. Por otra parte, eran sobre todo los hombres que se casaban en
Sólo con relación a las parroquias rurales alejadas de las ciudades se segundas nupcias; lo hadan, en regla general, pocos meses después de la
pueden calcular bien las tasas de nacimientos ilegítimos, pues en las pérdida de la primera esposa, casi siempre eligiendo a mujeres solteras, y
aglomeraciones urbanas, muchas mujeres solteras del campo iban a tener no a viudas. El mes en que más se casaba la gente era frecuentemente
sus hijos, y allí los abandonaban. Las concepciones prenupciales eran febrero (invierno: interrupción de la actividad agrícola), mientras que en
probablemente menos numerosas en las áreas rurales que en las ciudades. verano los matrimonios eran raros (apogeo de los trabajos del campo).
Respecto a la fecundidad, no es posible estudiar sino la fecundidad
legítima, que depende de cuatro factores: 1) la edad de las mujeres al 3.° La "revolución demográfica". — Jean Fourastié resume así el
casarse; 2) la edad en que termina su posibilidad biológica de procrear; cuadro de la demografía de tipo antiguo:24
3) los intervalos de tiempo entre los hijos sucesivos de una misma fa-
A fines del siglo XVII, la vida de un padre de familia medio, casado
milia (intervalos intergenésicos); 4) la duración de las uniones. Al con- por primera vez a los 27 años, podría ser esquematizada así: nacido en
trario de lo que muchas veces se cree, el matrimonio de adolescentes no una familia de cinco hijos, de los cuales sólo la mitad llegó a'los 15
era frecuente en los tiempos modernos, salvo en ciertos ambientes aristo- años; había tenido a su vez cinco hijos, como su padre, de los cuales
cráticos. Más bien, la gente se casaba tarde: la edad promedio en el solamente dos o tres estaban vivos a la hora de su muerte... Viviría 52
momento del primer matrimonio era, en Francia, de 24 aflos y 9 meses años en promedio... Había conocido dos o tres hambrunas, dos o tres
períodos de carestía de los granos, dos o tres epidemias... Sin hablar de
inmediatamente antes de la Revolución de 1789; por consiguiente, como las epidemias casi permanentes de tos ferina, escarlatina, difteria... La
las mujeres raramente tenían hijos después de los 40 o 45 años, el perío- muerte, la miseria, el sufrimiento físico, eran sus rudos compañeros...
do de fecundidad conyugal podía durar solamente unos 20 años, como La vejez era el coronamiento de una carrera excepcional... La edad
máximo. En cuanto a los intervalos intergenésicos, el primer nacimiento promedio de los hijos al morir su padre o su madre era de 14 años.
Todos los padres morían antes de haber completado la educación de sus
solía ocurrir entre un año y un año y medio después del casamiento, y en hijos menores.
seguida los intervalos aumentaban (dos años a dos años y medio). Por otra
parte, una gran fragilidad caracterizaba a las uniones: era frecuente la Sin embargo, las cosas cambian a partir del siglo XVHI, y tal muta-
interrupción del matrimonio mientras la esposa seguía siendo fértil, lo ción —la "revolución demográfica"— inaugura la transición al régimen
que constituía un factor de baja fecundidad. La cantidad media de hijos demográfico contemporáneo. El factor esencial del cambio fue sin duda
por familia era baja: en el Beauvaisis, región estudiada por P. Goubert, el la baja de la tasa de mortalidad, ligada a los progresos de la medicina y de la
número de nacimientos era, en promedio, de 4,85 por pareja; como las higiene, pero también a la evolución positiva de la producción agrícola y
defunciones de niños de menos de 15 años alcanzaban la mitad de los de los transportes. Aunque la tasa de natalidad empieza también a tender
nacidos, había 2,5 niños por pareja, como media, y una parte de tales hacia la baja, la mortalidad baja a un ritmo muy superior, lo que explica
niños podría todavía morir antes de alcanzar la edad promedio del matri- el crecimiento continuo y sin precedentes de la población a partir del siglo
monio. Ello explica la baja tasa de reemplazo (o tasa neta de reproducción) XVIII. Es posible que un cambio climático haya ocurrido entonces, afec-
característica del régimen demográfico de tipo antiguo, y por qué las tando favorablemente a un mundo aún masivamente campesino: según F.
disminuciones de población eran tan drásticas en sus efectos a largo plazo,
cuando las crisis afectaban el ritmo vital. 24. Jean Fourastié, "De la vie traditionalle á la vie tertiaire", en Popalation, 1959, pp. 417-432.
118 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA 119

Braudel, ello explicaría que, aunque las "revoluciones'' agrícola e indus- sistemática del aparato administrativo europeo (civil y religioso), lo que
trial hayan sido inicialmente un hecho exclusivamente europeo, la revolu- ocurrió en épocas distintas en las diferentes regiones latinoamericanas;
ción demográfica fue un hecho mundial. Pero si, por ejemplo, el siglo además, la destrucción o extravío de buena parte de la documentación
XVII aparece marcado por una depresión económica y demográfica de puede prolongarla en ciertos casos hasta el siglo XVII o XVIII, aun en
larga duración, es difícil atribuirlo al clima.25 Veremos, además, que en zonas colonizadas desde el siglo XVI.
el caso de América latina, la revolución demográfica es en realidad un El estudio de las poblaciones prehistóricas americanas plantea proble-
hecho de nuestro siglo. mas de documentación del mismo tipo de los que mencionamos anterior-
No se debe suponer que los cambios estructurales ocurridos a partir mente, hablando de la prehistoria en general. Restos humanos, vestigios
del siglo XVIII eliminaron brusca y definitivamente las crisis demográfi- técnicos y otros, permitiendo determinar el área ocupada por determinado
cas en Europa occidental: ellas se atenuaron y se volvieron cada vez
menos frecuentes; a la larga terminaron por desaparecer, pero todavía las
hubo durante el siglo pasado.
Uno de los aspectos característicos de la "revolución demográfica"
tal como afectó —con ritmos distintos— a los países industriales, fue el
cambio profundo en la estructura de las edades, reflejado en las respec-
tivas pirámides; se produjo un envejecimiento de la población, como
consecuencia de la baja combinada de las tasas de natalidad y mortalidad
(ver figuras 7 y 8).
Régimen demográfico
2. La historia demográfica de América latina: fuentes, metodología y tradicional
problemática

1.° Las fuentes 26 . — Basándonos en Woodrow Borah, podemos


distinguir las siguientes fases en lo que concierne al tipo de documenta-
ción disponible para el estudio de la historia demográfica latinoamericana:
— fase pre-estadística:
poblaciones prehistóricas
poblaciones protohistóricas (período del contacto inicial eu-
ropeo) 1550 1650 1750 1850 1950
— fase proto-estadística: poblaciones integrantes de las sociedades
coloniales; primera parte del siglo XIX
Figura 7.— La revolución demográfica: el caso británico
— fase de la recopilación sistemática de estadísticas.
Nos interesan aquí las dos primeras fases.
FUENTE: P. Salles y J. Wolff, Hommes, besoins, activités, 1.1, Dunod, París, 1968, p. 168.
La era pre-estadística .se extiende hasta el inicio de la implantación
25. Feraand Braudel, Gvilisation matérielle et capitalisme, XVe-XVIIIe síteles, t. I, A. Colín, grupo y quizás su densidad, tales son los testimonios de que se puede
París, 1967, p. 32; E. Le Roy Ladurie, "Histoire et climat", en Afínales E.S.C., enero-marzo de 1959
p. 31.
disponer. Con la llegada de los europeos, los primeros datos de tipo
26. En cuanto a las fuentes de la historia demográfica latinoamericana, nos basamos sobre todo en: numérico aparecen —muy dispersos y discontinuos, por cierto— a la par
Woodrow Borah, "La demografía histórica de América Latina: fuentes, técnicas, controversias, resulta- de descripciones; las categorías de fuentes son, para la fase del contacto
dos' ', traducción de Elsa Malvido, en Perspectivas de la historia económica cuantitativa de América
Latina, pp. 69-87; Rolando Mellafe, Descripción tipológica de los documentos útiles para la demografía inicial europeo, anterior a la conquista y colonización propiamente di-
histórica existentes en los archivos latinoamericanos, CELADE, Santiago de Chile, 1972 (mimeografiado). chas : 1) estimaciones e informes de europeos; 2) informaciones numéri-
120 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA 121

cas obtenidas de los indios; 3) primeras fuentes fiscales; 4) informes de mantenimiento parcial de las formas coloniales de registros, y por
los misioneros y otros documentos eclesiásticos; 5) recopilaciones tardías el intento de desarrollar nuevas formas de recoger y presentar las
de la tradición indígena. estadísticas relativas a la población.
EDADES 1940
Según Rolando Mellafe, los principales tipos de fuentes para la his-
1900
75
toria demográfica latinoamericana son, en la fase proto-estadística que
~l 70 .74 I I estamos considerando:
I M RKR9 H | I M
— Documentos relacionados a población total: 1) visitas de la tierra
o visitas generales; 2) visitas de desagravio o circunstanciales;
I RRR9 |
3) matrícula de encomiendas o empadronamientos de tributa-
¡ RO R4 | I
I 4R4B I
rios; 4) libros de tributos, tasas y retasas; 5) matrículas de con-
I I 4044 I j fesión y visitas parroquiales; 6) censos totales o parciales; 7) cen-
I 35.39 | sos de población infiel, informes de misiones volantes y de co-
I I 3034 I mandancias ; 8) informes de intendentes.
I ! 25.29 I — Documentos relacionados con la estructura demográfica: 1) ar-
I I 20 74 I chivos parroquiales; 2) informaciones matrimoniales; 3) testa-
I 15.13 I mentos en los archivos notariales o protocolos.
| 1014 I
— Documentos relacionados con población urbana: 1) censos de
I I 5.9 I
I I 0 4 I I
ciudades; 2) empadronamiento de indios de servicio y de castas
en las ciudades; 3) padrones de pobladores.
Figura 8.— Pirámides de edades de los Estados Unidos en 1900y 1940: — Documentos relacionados con migraciones: 1) listas de mitayos;
envejecimiento de la población 2) listas de desembarco y libros de aduanillas; 3) cartas o contra-
tos de venta de esclavos (archivos notariales).
FUENTE: Reinhard, Armengaud y Dupaquier, Histoire genérale de la population mondiale (cf.
— Documentos de información indirecta o muy fragmentaria: 1) pa-
nota 8), p. 545.
drones de milicianos; 2) registros de hospitales; 3) informes de
Con la conquista efectiva y la constitución del aparato burocrático juntas de beneficencia y proto-medicatos; 4) discensos matrimo-
estatal y eclesiástico, entramos a la era proto-estadística, que según los niales.
casos empieza más o menos temprano, en las mejores circunstancias La calidad, el grado de conservación y la continuidad de la documenta-
hacia mediados del siglo XVI. Siempre siguiendo a Borah, podemos reco- ción accesible son muy distintos según los países y épocas. Además, no
nocer tres sub-períodos en la fase proto-estadística :en los peores casos, podemos esperar encontrar por doquiera todos estos tipos de fuentes.
sólo los dos últimos estarán suficientemente representados), válidos sobre Mellafe declara dejar deliberadamente de lado, por demasiado subjetivos,
todo para Hispanoamérica: los documentos de ciertos gobernantes y administradores de la época
— desde mediados del siglo XVI hasta más o menos 1770: registros colonial sobre temas demográficos (empero, cita los informes de inten-
parroquiales, padrones eclesiásticos, registros civiles (fiscales, dentes). Sin embargo, nuestra experiencia en lo que respecta a la historia
militares), primeros recuentos burdos de las colonias francesas muestra que a veces no es posible descartar tal
— de 1770 a 1810: una administración perfeccionada mejora los tipo de información: en la Guayana francesa, por ejemplo, los archivos
registros en general, y aparecen por primera vez verdaderos parroquiales antiguos ya no existen, y las fuentes esenciales para el estu-
censos dio de la población en los siglos XVü y XVIQ son justamente los infor-
— de 1810 a la implantación del registro civil y de los censos lleva- mes de gobernadores y otros funcionarios, y los censos primitivos, ade-
dos a cabo con técnicas avanzadas: época caracterizada por el, más de varias fuentes de tipo cualitativo sobre, por ejemplo, la mortalidad
122 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA 123
diferencial (infantil, y en general) según los distintos grupos étnico-socia- muy discutibles los resultados obtenidos. Los estudios más serios e intere-
les (colonos, indios, esclavos, libertos). El comentario del ordonnateur santes respecto a esta fase son los de la escuela de Berkeley (Sauer, Cook,
Malouet al censo de 1777 permite incluso una distribución cuantitativa- Borah y Simpson) sobre la región central de México.
mente precisa de la masa esclava en dos grupos —esclavos activos y no Con el advenimiento del período proto-estadístico, se vuelve posible la
activos—, y el conocimiento minucioso de la cantidad de mano de obra realización de investigaciones relativas a aspectos mucho más variados e
esclava empleada por cada sector de actividad económica o no econó- importantes que una simple estimación de efectivos globales: 1) estudio
mica. " del movimiento vital, a partir de los registros parroquiales de bautizos,
En el conjunto, las fuentes más importantes, de cuya explotación nos casamientos y entierros, y combinación de estas fuentes con otras (cen-
ocuparemos en detalle más adelante, incluso en cuanto a las precauciones sos, por ejemplo) para establecer el estado de una población en distintos
necesarias, son los registros parroquiales y los diversos tipos de censos o momentos de su evolución; 2) estudio de las epidemias, y del contexto
recuentos primitivos. socio-económico en que se desarrollan; 3) estudio de los movimientos
migratorios: inmigración europea, trata de esclavos negros, migraciones
2.° Metodología y problemática^.— Por lo que hace a las pobla- locales (concentraciones de la población indígena, realizadas por civiles o
ciones prehistóricas de América, los especialistas que las investigan son eclesiásticos; redistribución de la población en el espacio; urbanización,
de dos tipos: 1) biogeógrafos y paleobiólogos; 2) antropólogos y arqueó- etc.); 4) estudio del mestizaje y de la composición étnico-social de la
logos. Los métodos que emplean se mueven sobre todo en torno a intentos población en varias épocas, etc.
en el sentido de determinar la cantidad de habitantes en distintas regiones Los métodos empleados son generalmente los desarrollados por los
y diferentes épocas. Tales métodos son variados: 1) estudio de las altera- historiadores demógrafos europeos, adaptados sin embargo a las especifici-
ciones causadas por los grupos humanos prehistóricos en el complejo dades de la documentación y de las estructuras sociales de América latina.
vegetal y animal (cuyas composiciones de especies de acuerdo a las condi- Volveremos sobre el asunto en las partes finales de este capítulo, aunque
ciones de suelo y clima se conocen), lo que permite hacerse una idea limitándonos solamente a algunas de las categorías posibles de inves-
sobre la densidad de las poblaciones; 2) técnicas arqueológicas: medida tigación.
del área habitada, de la cantidad y dimensiones de las casas; estudio de la
tecnología y de la alimentación; análisis estratigráficos, etc.; 3) estima- 3. Las grandes líneas de evolución de la población latinoamericana
ciones de geógrafos, basadas en el estudio de las técnicas y recursos (1492-1800)
disponibles, y en la comparación con poblaciones similares de la actua-
lidad. No intentaremos aquí describir la historia demográfica de América
También en cuanto al período del contacto inicial europeo, los esfuer- latina, sino mencionar sus lincamientos, factores y fases principales, ba-
zos se concentran en medir la población indígena en 1492, en el momen- sándonos en síntesis ya existentes."
to del descubrimiento, y su catastrófica disminución a partir de su contac- 1.° La población indígena de América en 1492. — La idea que se
to —directo, o por intermedio de otros grupos indígenas— con los ibéri- tenga sobre los efectivos poblacionales indígenas en el momento del des-
cos y otros europeos. Como los datos disponibles son poco numerosos, y cubrimiento afecta, como es evidente, toda evaluación sobre la historia
también los estudios regionales ya realizados, las técnicas usadas incluyen demográfica posterior a 1492. Ahora bien, aun en nuestros días coexisten
siempre una alta dosis de extrapolación —de un año o período a otro, a opiniones diametralmente opuestas al respecto. Si consideramos solamen-
través de proyecciones y ajustes; de una región a otras—, lo que vuelve te los estudios y estimaciones hechos durante nuestro siglo, veremos que
27. Cf. Ciro Flamarion S. Cardóse, La Guyane franjáis e (1.7D-1817): Aspects économiques et
sociaux. Contribution i l'étude des sacíeles esclavagistes d'Amengüe, I.H.E.A.L, París, y Universidad de 29. N. Sánchez-Albornoz y J. L. Moreno, La población de América Latina, Bosquejo histórico,
París X, 1971, t. II, pp. 471-497 (tesis mecanografiada). En la lista de fuentes que ofrece Mellafe, faltan Paidós, Buenos Aires, 1968; N. Sánchez-Albornoz, La población de América Latina, Alianza Editorial,
los registros de matrimonio —notariales y parroquiales—, para el estudio de las migraciones (cuando indican Madrid, 1973; Julio Morales, Notas sobre la evolución histórica de la población de América latina basta
el origen de los cónyuges). el siglo XIX, CELADE, Santiago de Chile, 1970 (mimeografiado); sobre las estimaciones de 1492, cf.
28. W. Borah, "La demografía histórica...", art. cit. también Borah, "La demografía...", art. cit., pp. 75-77.
124 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA 125
las cifras avanzadas varían entre 8,4 millones (Kró'ber, en 1939) y 90 a SS 500
112 millones (Dobyns, en 1966). Como la documentación sobre la que se J.* -N
¿400
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basan los cálculos es necesariamente insuficiente y discontinua, las posi-
ciones divergentes parecen deber mantenerse durante mucho tiempo toda-
vía. Es cierto, sin embargo, que muchos especialistas parecen decidirse,
E
c300
£200
« 100 X' \\+'1
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cada vez más, por estimaciones que ocupan una posición mediana entre .-••* — ***
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los extremos citados; es decir, que consideran el volumen de la población 900 1100 1300 1500 ^—1700 1900
en 1492 como comprendido entre 40 y 50 millones, o poco más. Esta
posición, defendida ya hace varias décadas por Spinden, Paul Rivet y Karl Figura 9 — Evolución de la población de Teotlapán (México)
Sapper, desacreditada en los 25 años que siguieron a 1930 (Alfred Kró'- entre 900 y 1940
ber, James Mooney, Ángel Rosenblatt), vuelve a tener sus defensores FUENTE: Reinhard, Armengaud y Dupáquier, of. cil., p. 142.
(como Goran Ohlin, en 1965).
El factor más importante en el sentido de provocar la crítica de las ¿Qué puede haber causado una catástrofe de tales proporciones?
posiciones "minimalistas" fue, sin duda, la actividad de los investiga- Descartando la demasiado simplista "teoría homicídica" basada en
dores de la escuela de Berkeley, ya mencionados. Las cifras avanzadas hoy Bartolomé de Las Casas (matanzas, crueldades, explotación extrema,
en día por algunos autores, más allá de 100 millones, reflejan claramente etc.), los autores actuales se orientan hacia explicaciones más elaboradas:
la influencia de las que atribuyeron Borah, Cook y Simpson al México el complejo trabajo-dieta-epidemia, de R. Mellafe; o el complejo desgano
central en 1519 (sus estimaciones variaron de 11 a 30 millones, para vital-reacondicionamiento económico y social-epidemias, de Sánchez-
Albornoz y Moreno. La quiebra de todos los valores culturales de los
fijarse en poco más de 25 millones).30
indígenas por la conquista —creando el "vacío continental" de que habla
2.° La catástrofe demográfica (1492-1650). — La realidad de tal Laurette Séjourné—,31 su transformación en rebaño desposeído y super-
catástrofe no deja lugar a dudas. Lo que sí se discute son las dimensiones, explotado, los cambios radicales introducidos en el sistema social y econó-
causas y duración del descenso de la población. Sobre el primer punto, mico, las enfermedades que llegaron con los europeos, para las cuales los
todo depende de la idea que se tenga sobre la magnitud de la población en
1492. Las estimaciones sobre la intensidad de la despoblación son, pues, 10-
necesariamente muy variables. Es posible que, hacia 1650, la población Población
9 indígena
latinoamericana, en su punto más bajo, se redujera a poco más de 10
millones (o menos todavía, para ciertos autores). Pero hacen falta sufi- Población
blanca ~7™í
¿L 600 S
600
cientes estudios regionales. Los que existen muestran todos descensos
realmente asombrosos: un 50% para El Salvador entre 1524 y 1551, por 500
ejemplo. En cuanto al caso de México central, Borah y Cook proponen las
300 :
cifras siguientes (en millones) (ver figuras 9 a 11):
100
1519 25,2 1580. 1,9 1520 1600 1700 1780
1532 16,8 1595 . 1,3
1548 6,3 1605 . 1,0
1568 2,6 Figura 10.— Evolución de las poblaciones blanca e indígena
del México central húmedo
30. Cí. Fierre Chaunu, "La population de l'Amérique indienne. Nouvelles recherches", en Revue 31. Laurette Séjourné, América latina, I. Antiguas culturas precolombinas, traducción de J. Oliva de
Historique, 1964. Coll, col. Historia Universal Siglo XXI, Siglo XXI, Madrid, 1971, pp. 85-91.
126 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA 127

IUU
Existen algunos estudios interesantes sobre la inmigración europea y
90
80 /
x^ 90
80
negra, aunque reine todavía gran incertitud respecto a la importancia de
tales aportes, de lo que hablaremos más adelante (ver figura 12).
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1540 1550 1560 1570 1580 1590 1600 1610 1620 1630

decenas de millares de bovinos


centenas de millares de indios
" " " " ovinos
1 blanco = 10 bovinos = 100 indios = 100 ovinos

I I Menos de 50
Figura 11.— El ganado expulsa al hombre (México central)
De 51 a 100
FUENTE: (figs. 10 y 11): Frédéric Mauro, L'Expansim européenne (1600-1870), P.U.F., París, De 101 a 250
1964, p. 337. Mauro se basa en obras de W. Borah, S. Cook y L. Simpson. De 251 a 500
De 501 a 1000
Más de 1000
indios no disponían de defensas biológicas (tifus, fiebres diversas, viruela,
peste bubónica...), bastan como para explicar la disminución drástica de
su población; la cual, durante mucho tiempo no lograron compensar la Figura 12.— Participación controlada de los diversos territorios españoles
llegada de europeos, la inmigración forzada de africanos y la creación de (provincias actuales) en la emigración a América, durante el período
una población mestiza. El factor más importante fueron las epidemias,
1509-1534
pero la superexplotación, la miseria y la subalimentación volvían las ma-
sas indígenas aún más vulnerables a la mortalidad. FUENTE: Jordi Nadal, La población espartóla, Ariel, Barcelona, 1971, p. 66.
Casi todos los autores aceptan que, hacia mediados del siglo XVII,
termina el descenso. Para ese entonces, América latina contenía tal vez 3.° Recuperación y aumento (1650-1900). — La mayoría de los
un 2,2% de la población mundial. Como resultado de la disminución de especialistas aceptan que a partir de 1650 la población latinoamericana
los efectivos indígenas, la composición étnica del conjunto de Latino- empieza a recuperarse, aumentando desde entonces con ritmos variables
américa sería en 1650, según Rosenblatt: según las épocas. Hacia 1900, si queremos saber si dicha población había
ya recuperado o rebasado los efectivos de 1492, ello dependerá, natural-
Blancos 6,4% mente, del volumen acordado a la población indígena en esta última
Negros 7,3% fecha.
Mestizos 3,5% Julio Morales resume en dos cuadros las opiniones de diversos autores
Mestizos de color 2,4% sobre la evolución absoluta y relativa de la población global latinoameri-
Indios 80,4%. cana entre 1650 y 1900 (ver cuadros 4 y 5).
128 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA 129
En realidad, el aumento observado entre 1650 y 1900 se vincula con países de la costa atlántica (Brasil, Uruguay y Argentina). En el conjunto,
exclusividad a los efectos directos e indirectos de la inmigración europea y la redistribución de la población global en el espacio latinoamericano se
negra, y al mestizaje; los indios disminuyen siempre, tanto en términos re- dio del norte y del oeste hacia el este.
lativos como absolutos. Rosenblatt estima que, hacia 1852, blancos y ne- En el caso de Latinoamérica, es fundamental el estudio de la inmigra-
gros en conjunto representaban un 40% del total de la población de ción, responsable exclusiva durante un tiempo, y en seguida siempre
América latina, los mestizos y mulatos un 30%, y los indios un 30%. Los muy importante, del aumento y composición de la población del sub-
inmigrantes europeos y sus descendientes no se acostumbraban bien, mu- continente. En cuanto a la cantidad de europeos y negros entrados en
chas veces, a los climas de los altiplanos muy elevados donde se asentaron América, las estimaciones son extremadamente variadas, lo que refleja
principalmente las altas culturas indígenas, y buscaban regiones más tem- serios problemas de documentación, sin duda, pero más aún la ausencia
pladas y menos altas. Los esclavos negros se destinaban sobre todo a las zo- de un número suficiente de sólidas investigaciones regionales. Por ejem-
nas de plantaciones tropicales. Mientras que en 1492, cualquiera que sea la plo, respecto a los africanos transportados por la trata a América durante
todo el período del tráfico negrero (grosso modo: 1500-1850), la cifra
Cuadros 4 y 5.— Evolución de la población latinoamericana en aceptada hasta hace poco —15 millones— fue rebajada en un trabajo
valores absolutos (millones)y relativos (%) reciente a aproximadamente 9,5 millones.32 En la segunda mitad del si-
glo XIX, se dio el inicio de un gran movimiento inmigratorio, sobre
Año Mellafe Rosenblatt Willcox C. Saunders Ohlin Durand todo de europeos, que afectó a varios de los países latinoamericanos; pero
1650 11,4 12 7 12 10 tal movimiento, que tuvo lugar en un período en general ya plenamente
— estadístico, puede ser mucho más fácilmente estudiado que la inmigración
1750 19,2 13 10 11 15 16
1800 — 19 23 19 — 24 colonial.
1850 37,6 33 33 33 35 38 El comportamiento de las variables relativas al movimiento interno de
1900 63,0 63 63 63 63 74 la población latinoamericana entre 1650 y 1900 es difícil de generalizar,
en primer lugar debido a la gran heterogeneidad regional, y después
porque los estudios de casos ya emprendidos no son muchos. Los intentos
En relación a población mundial En relación a áreas de cultura europea de análisis global para el conjunto de América latina tienen que basarse,
Año debido a esta escasez de monografías de base, en artificios estadísticos,
Willcox C. Saunders Ohlin Durand Willcox C. Saunders Ohlin como el de suponer una población teóricamente estacionaria (en que los
nacimientos y defunciones se equilibran).33 Entre 1650 y 1750, un aná-
1650 1,5 2,2 158 6,2 10,2 8,8
6,4 lisis de este tipo, como el que hace J. Morales, sugiere una tasa de
1750 1,4 1,5 2,1 2,0 7,0 9,5
1800 2,5 2,1 — 2,5 10,3 8,7 — natalidad anual de más o menos 50%o , una tasa de mortalidad igual o
1850 3,0 2,8 2,6 3,0 9,9 9,9 10,4 ligeramente superior, y una tasa media de inmigración del 4%o , por lo
1900 4,0 3,9 3,8 4,5 11,0 11,0 11,0 menos. En seguida, a partir de 1750, ocurre probablemente una baja de
la tasa de mortalidad y un aumento de la tasa de fecundidad, debido a
FUENTE: Julio Morales, Notas sobre la evolución histórica de la población de América latina hasta el mejores condiciones de vida. Desde entonces, el crecimiento dejó de de-
siglo XIX (cf. nota n.° 29), p. 3. pender exclusivamente de la inmigración.

estimación aceptada de la población, ésta se concentraba principalmente


en las dos áreas de las altas culturas precolombinas (Mesoamérica y área 32. Cf. Philip D. Curtin, The Atlantic Slave Trade: A Censas, Madison, 1969. Sobre el mestizaje,
andina), que contenían por lo menos un 70% del total, hacia 1900 dichas ver sobre todo Magnus Mó'rner, La mezcla de razas en la historia de América Latina, traducción de J.
Piatgorsky, Paidós, Buenos Aires, 1969.
áreas retenían solamente un 40% de los efectivos totales de América 33. te Concept de population stable: Application a I '¿tade des populations des pays ne disposant pos
latina, y el mismo porcentaje se situaba, también en 1900, en solo tres de bonnes statistiques démographiques, ONU, Nueva York, 1965.
9.-MÉTODOS
130 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA 131
4. Conclusión caracteriza principalmente por la existencia de crisis demográficas ligadas
a epidemias y hambrunas.34
Si comparamos la historia demográfica de la Europa occidental de Sin embargo, las diferencias son igualmente importantes. Tratándose
anden régime con la de América latina entre el inicio de la colonización de países latinoamericanos, es imposible hacer abstracción, en ciertas
efectiva y el final de su período documental proto-estadístico —ambas circunstancias, de los movimientos migratorios, como sí se puede en el
fechas variables de país a país—, constataremos algunas semejanzas im- caso de la Francia moderna, por ejemplo. La calidad de los registros es
portantes. En ambos casos, los registros parroquiales constituyen las fuen- casi siempre inferior a la europea; al revés, la natalidad ilegítima siempre
tes esenciales de investigación, lo que provoca una convergencia de los fue muy superior. La estructura familiar es distinta en ambos casos. La
métodos aplicables. Además, también en ambos casos el régimen vital se esclavitud y el mestizaje, las diferencias étnico-sociales en general, com-
plican el cuadro demográfico de América latina. En fin, la catástrofe
demográfica relativa a la población indígena americana es algo sin prece-
dentes y sin paralelo en la historia europea.
NUMERO DE NACIMIENTOS Y DEFUNCIONES Y TOTAL DE LA POBLACIÓN
MUNICIPIOS DE OSTUNCALCO Y PALESTINA DE LOS ALTOS. Si consideramos, para concluir, el fenómeno conocido como "revo-
GUATEMALA, 1880-1960 lución demográfica", veremos que se retrasó casi en dos siglos con rela-
Número de
nacimientos Número de
y defunciones habitantes
Tasas (%0) Natalidad

y
21.000

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POBLACIÓN Mortalidad
(Millones de habitantes) Población
18.000 50 _j

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1880 1890 1900 1910 1920 1930 1940 1950 1960

Población total X Censo oficial de Guatemala 1906-10 1921-25 1938 1946 19.65
Defunciones O Población según las Naciones Unidas
Nacimientos C Población según Collver
Figura 14.— La revolución demográfica en México.
Figura 13-— La revolución demográfica en una comunidad predominante- FUENTE: P. Salles y J. Wolff, op. cit., p. 176.
mente indígena de Guatemala, (Las últimas grandes epidemias ocurren
en 1916/1917.' viruela, influenza española.) 34. Cf. para el caso brasileño, Katia María de Queirós Mattoso y Johildo L. de Athayde, Epidemias e
flutuaqóes na Bahía no sécula XIX (ponencia mimeografiada, París, octubre de 1971); Luis Lisanti y
María Luiza Marcílio, ponencia cit.; Altiva P. Balhana y otros, Estados de demografía histórica no Paraná
(ponencia mecanografiada, Roma, setiembre de 1972). Ver también N. Sánchez-Albornoz, "Les registres
FUENTE: O. H. Horst, "El espectro de la vida y de la muerte en una comunidad de los altiplanos de
paroissiaux...".
Guatemala", en Cuadernos de Antropología, Guatemala, junio de 1966, p. 25.
132 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA
HISTORIA DEMOGRÁFICA 133,
ción a Europa occidental, ya que empezó en nuestro sub-continente hacia demás categorías de la población; otras veces hay libros aparte para los
1920-1930. Además, se presentó en Latinoamérica con características españoles, los indios, los esclavos, las "castas"; pero también puede
bastante distintas de las europeas, enmarcada por tres factores fundamen- ocurrir que toda la población esté registrada en los mismos libros. En el
tales : 1) el efecto de la inmigración; 2) el descenso brusco y radical de la caso brasileño, aun en las zonas urbanas, no hay ninguna regla al respec-
mortalidad; 3) el mantenimiento —y a veces el aumento— de la natali- to: en Salvador (Bahía), por ejemplo, toda la población está registrada en
dad.35 (Ver figuras 13 y 14). conjunto; en otras ciudades hubo registros separados (en Río de Janeiro,

D. La explotación de los registros parroquiales: 1) Generalidades;


el método de los recuentos globales (análisis agregativo)
M
1. Generalidades

El primer paso de la investigación basada en los registros parroquiales


debe ser su localización, ordenamiento (si hace falta) y catalogación, lo
que permitirá evaluar los datos disponibles para las parroquias de un país
o región: período cubierto, estado de conservación de los libros, cantidad
y calidad de información que pueden proveer, lagunas, etc. Sólo un buen
conocimiento del estado de la documentación permite la elaboración de
fichas para la recolección y el procesamiento de datos, realmente adapta-
das a las necesidades del caso específico que se va a estudiar. Resulta muy
útil la publicación de catálogos, listas y descripciones del contenido de los
archivos parroquiales, en el sentido de orientar futuras investigaciones.36
La elección de la parroquia (o de las parroquias) a investigar debe
obedecer a diversos criterios: 1) continuidad suficiente de los respectivos
registros (mínimo de lagunas); 2) representatividad en el contexto econó-
mico del país o región en la época estudiada; 3) representatividad en
cuanto a la estructura social del país o región (que estén representados
todos los grupos de la población). En América española era frecuente, en
la época colonial —sobre todo en las zonas urbanas—, la existencia de
registros separados para los grupos étnico-sociales; a veces hay sólo dos
15 %
libros de cada categoría de registros, uno para los españoles y otro para las
35. Cf. N. Sánchez-Albomoz y J. L. Moreno, La población..., pp. 132-155. Figura 15.— Pirámides de edades dejujuy (Argentina)
36. Ejemplos: Altiva P. Balhana, Arquivo daparóquia de Santa Felicidade, Universidade Federal do por grupos étnicos en 1778-1779
Paraná, Curiaba, 1971; dicha autora y otros profesores de la universidad brasileña de Paraná han llevado a
cabo un total de nueve publicaciones relativas a archivos parroquiales del Estado de Paraná; Kátia M. de
.Queirós Mattoso, fantes para a historia demográfica da cidade do Salvador, na Bahía (ponencia mecano- (Notar la mortalidad muy grande de niños entre los indígenas, grupo
grafiada, Roma, setiembre de 1972); Mana Bárbara Levy, ponencia cit. Es importante también multipli- menos favorecido de la población; la situación de los mestizos es ya mejor. En
car la publicación de tipologías de las fuentes disponibles: cf. R. Mellafe, op. cit.; Varios autores, Fuentes el caso de los españoles, la importancia de la inmigración se lee fácilmente en
para un estudio de demografía histórica de Chile en el siglo XVIII, Universidad de Concepción CELADE, la pirámide, en la faja de los 20 a los 29 años.)
s.f.; N. Sánchez-Albornoz y Susana Torrado, ' 'Perfil y proyecciones de la demografía histórica en la
Argentina", en Anuario del Instituto de Investigaciones Históricas n.° 8, Rosario, 1965, pp. 31-56. FUENTE: Guillaume y Poussou, op, cit., p. 107.
LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA
134 135

por ejemplo, hay libros aparte para libres y esclavos). Cuando la población multiplicar los sondeos bien hechos, relativos a varias parroquias
aparece registrada aparte según las categorías étnico-sociales, ello repre- de una misma región
senta una circunstancia favorable, al permitir un estudio demográfico 3.° no olvidar la gran importancia de las migraciones, que pueden
socialmente diferencial: las variaciones en el comportamiento demográfi- tener un gran peso explicativo en lo que concierne a los movi-
co de tales categorías son muy considerables (ver figura 15). También lo mientos constatados según los registros; es preciso confrontar lo
son las del grado de confiabilidad de los datos: los españoles (más urbanos que nos ofrecen éstos, con datos de otros tipos de fuentes (pa-
y más "cristianos") eran la parte mejor registrada de la población colo- drones, censos, etc.)
nial ; los esclavos eran registrados más o menos bien, en seguida venían 4.° seamos más bien historiadores-demógrafos que demógrafos-his-
los mestizos, y por último los indios (en el conjunto más rurales, fre- toriadores: las variables demográficas no deben ser estudiadas
cuentemente convertidos sólonominalmente). La calidad general de los re- exclusivamente en sí mismas o unas en relación a las otras,
gistros depende mucho, además, del grado de cultura y de interés de los sino que se las debe relacionar con todo el contexto histórico
curas encargados de llevarlos, y es muy variable. (económico, social, político, de las mentalidades, etc.); además,
La aplicación adaptada de los métodos elaborados en Europa a los sin ello la verdadera explicación se volverá imposible.
archivos parroquiales latinoamericanos es posible, pero requiere un cierto
cuidado. En el caso europeo, la iglesia rural era el punto de convergencia 2. El método de los recuentos globales (análisis agregativo o ' 'método
de una comunidad; en Latinoamérica, en las regiones de fuerte densidad inglés''): ventajas y desventajas 39
indígena, fue durante mucho tiempo el símbolo de la implantación de un
culto extranjero. Además, muchas veces la extensión de las parroquias El método de que trataremos en primer lugar se basa en la recolección
latinoamericanas era muy grande, así que sólo aparece regularmente re- anónima de los datos contenidos en los registros de bautismos, matrimo-
gistrada en los libros la población que vivía en la aglomeración donde nios y defunciones, sin que el investigador tome en cuenta la identidad de
estaba situada la iglesia parroquial; el registro de las poblaciones más las personas registradas, y en el tratamiento de ese material para los fines
alejadas —a veces superficialmente convertidas— dependía de la mayor o de la historia demográfica.
menor actividad misionera del cura. Si uno no lo sabe, puede considerar Las ventajas del método de recuentos globales son las siguientes: 1)
que un volumen más importante de actos registrados en un período dado permite realizar mucho más rápida y fácilmente las investigaciones, y por
indica obligatoriamente el aumento de la población, cuando puede también lo tanto, multiplicar los estudios de parroquias; 2) deja de lado menos
indicar libros mejor llevados debido a un cambio de cura, o a instrucciones información (en el método de reconstitución de familias, los datos que no
episcopales." pueden ser relacionados con alguna unidad familiar conocida no son to:
En fin, es importante tener siempre presentes cuatro reglas esencia- mados en cuenta); 3) permite conocer una gran cantidad de informacio-
les ; las dos primeras se encuentran indicadas en un manual ya citado:3i nes esenciales.
Las desventajas consisten en que, sin efectuar la reconstitución de
1.° Es necesario limitar modestamente los objetivos, con la finalidad familias que constituye el corazón del "método francés" (Fleury-Henry),
de sólo obtener resultados seguros (regla que vale, por supuesto, será imposible llegar a conocer algunos hechos demográficos esenciales:
para cualquier investigación) la estructura familiar, los intervalos intergenésicos, muchas veces la edad
2.° no estudiar parroquias aisladas: los resultados obtenidos así sólo en el momento del matrimonio o de la muerte, etc. Ahora bien, sin
tendrán un valor demasiado dudoso, las conclusiones serán todas conocer tales hechos, puede resultar imposible explicar muchos cambios
provisionales. Si los recursos no son abundantes, lo mejor es primordiales en el comportamiento de las tres variables fundamentales
—nacimientos, casamientos y decesos—; el investigador podrá constatar
37. Cf. N. Sánchez-Albornoz, "Les registres...'1, art. cit., y el muy lúcido artículo de María Luüa
Marcílio, "Dos registros paroquiais á Demografía Histórica no Brasil", en Anais de Historia, 1970, 39. Nuestra exposición del método de recuentos globales estará basada en D.E.C. Eversley, ' 'Exploi-
pp. 81-100. tation of Anglican Parish Registers by Aggregative Analysis", en An Introduction..., pp. 44-95; y en
38. Guillaume y Poussou, op. cit., p. 82. M. Fleury y L. Henry, Nouveau manuel..., pp. 55-70, 95-113.
136 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA 137

dichos cambios por la lectura de las curvas que elabora, pero con frecuen- BAUTIZOS
cia no sabrá qué fue lo que los produjo (ello ocurre sobre todo en las HOJA N.°:
Año: Parroquia:
evoluciones de larga duración).
Observaciones:
En fin, no es imposible combinar el estudio en extensión que consti-
tuye el análisis agregativo con el estudio en profundidad representado por 1 2 3 4 5 6
Fecha del Fecha del Sexo Legitimidad Etnia Otras informaciones u
la reconstitución de familias (siempre que este último no resulte imprac- acta nacimiento observaciones
ticable en muchos países latinoamericanos, por razones de que hablare-
mos más adelante): los recuentos globales pueden servir para localizar las
parroquias y períodos que requieren o justifican un análisis más profundo
y difícil.

3. Primera etapa: recolección de los datos en hojas especiales

Puede parecer, a primera vista, que la finalidad de esta primera etapa


—la obtención de una especie de copia o duplicado homogeneizado de los
libros de registros— es superflua. ¿Por qué no llenar de una vez las
fichas-resúmenes de que hablaremos seguidamente, efectuando los cálculos
necesarios a partir, directamente, de las actas manuscritas de bautizos,
matrimonios y entierros, como aparecen en los libros parroquiales? La
experiencia muestra que tal manera de proceder, lejos de permitir un Figura 16.— Hoja para recolección anónima de datos relativos a bautizos,
ahorro de tiempo, es una fuente de graves errores, y que el recuento elaborada por Ciro F. S. Cardoso para investigaciones en archivos parro-
hecho así es además lento e incómodo. Es frecuente que ciertas actas quiales centroamericanos
estén fuera de orden en los libros; además, hay a veces problemas de Aquí las reproducimos sólo a título indicativo, pues es necesario que,
lectura, o actas colectivas (por ejemplo: varios niños bautizados durante el investigador sepa, en cada caso, adaptarlas a las especificidades de
una visita misionera del cura a partes alejadas de su parroquia, y apuntados sus registros; por ejemplo, para la época colonial puede ser necesario
en conjunto), o aun actas mal separadas, etc. Al contrario, si ocupa el prever columnas donde se anotará la condición —libre, liberto, esclavo,
tiempo pasado en el archivo parroquial recogiendo los datos en hojas indio tributario, etc.— de las personas mencionadas en las actas, si hay
adecuadas y homogéneas, el investigador podrá después, en su casa u información al respecto. Es conveniente que las hojas de bautizos, matri-
oficina, tranquila y fácilmente, procesar los datos recogidos, con menos monios y entierros tengan colores diferentes, para evitar cualquier confu-
posibilidades de error. sión, y que estén numeradas. Además, en la parte superior de cada hoja
Es importante tener un conocimiento suficientemente completo de los deben estar apuntados datos sobre la parroquia, el año y, eventualmente,
registros antes de elaborar los modelos de las hojas en que se recogerán las condiciones del libro de registros (posibles lagunas, por ejemplo).
los datos. Por ejemplo, si al diseñarlas sólo nos fijamos en las primeras Una vez elaboradas las hojas, hay que crear un sistema de codificación
actas de los libros, bien puede suceder que en fase posterior del período para llenarlas con ahorro de tiempo. Daremos a continuación algunas
estudiado las informaciones se vuelvan más ricas, y las hojas ya no esta- indicaciones al respecto, siguiendo la mayoría de las veces a Fleury y
rán adaptadas a la nueva situación. Al revés, es inútil recargar dichas
Henry.
hojas con columnas que, para todo el período, quedarán vacías por falta
de datos. Las figuras 16 a 18 reproducen las hojas para recolección de los 1.° Observaciones generales sobre el modo de llenar las hojas para
relativos a bautizos, casamientos y defunciones que hemos elaborado para recolección de datos, — Todas las fechas deben ser transcritas con núme-
una investigación sobre parroquias de América central en el siglo XIX. ros (los meses serán indicados por números de 1 a 12). Los datos sobre
138 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA 139
edad serán igualmente transcritos en números enteros exclusivamente, que en ciertos casos se puede confundir con L en escritura manus -
cuando se trata de años; si se trata de edades indicadas en meses o días, es crita); X (imposible de determinar)
necesario agregar letras a los números: por ejemplo, "20 años aproxima- — etnia y condición: si hay datos al respecto, lo mejor será transcri-
damente" se transcribe sencillamente 20; 5 meses, 5 m.; 10 días, 10 d., birlos in extenso, salvo si se conoce lo suficientemente bien los
etc. Si las informaciones son de orden más general —ejemplos: párvulo, registros como para prever todos los casos posibles: si así ocurre, se
adulto, niño—, transcribirlas con letras (P, N, A por párvulo, niño y puede elaborar un código para tales puntos, teniendo el cuidado de
adulto). Cuando no hay en determinada acta información sobre edad, no emplear símbolos ya usados para designar a cosas distintas. Lo
poner XX en el espacio que corresponde. mismo se aplica a las hojas de casamientos y entierros igualmente.
Los datos sobre profesión, etnia, condición, o sobre la parroquia o
lugar de origen, deben ser transcritos integralmente. Es posible usar una Si la edad de la madre aparece en las actas —lo que es raro aun en Euro-
abreviatura para significar "de esta parroquia" (d.e.p.), indicando en la pa— hay que prever una columna para anotarla. Si es posible determinar
parte reservada a las observaciones las precisiones que aparezcan even- el caso de los niños nacidos muertos, de los abandonados, etc., ello se debe
tualmente (aldea, localidad, etc.). inscribir en la parte reservada a "otras informaciones u observaciones".
En fin, como lo apunta Sánchez-Albornoz, es corriente, en ciertas
2.° Hojas relativas a bautizos: parroquias latinoamericanas, que algunos niños pequeños, que murieron
— Sexo: M (masculino); F (femenino); X (no indicado, imposible de sin haber sido bautizados (salvo por un laico), no aparezcan en los registros
determinar) de bautizos, pero sí en los de entierros; se impone, por tanto, comparar
— legitimidad: L (legítimo, a); J (ilegítimo; mejor no usar la letra I, los dos tipos de registros, y si se verifica casos de este tipo, agregarlos a

MATRIMONIOS DEFUNCIONES
HOJA N.°: HOJA N.°:
Año: Parroquia: Año: Parroquia:
Observaciones: Observaciones:

1 2 3 4 5 6 7 8 1 2 3 4 5 6 7 8
Fecha Edad Estado Profesión Naturalidad Etnia Padres Otras informaciones Fecha del Fecha de Sexo Edad Estado Causa Etnia Otras informaciones
civil o residencia acta la muerte civil monis u observaciones
u observaciones

Figura 17.— Hoja para recolección anónima de datos relativos a Figura 18.— Hoja para la recolección anónima de datos relativos a
matrimonios (misma observación que en lafig. 16) defunciones (misma observación que en lafig, 16)
140 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA 141

i 'tos bautizos; no hacerlo conduciría a errores a veces considerables hasta ciones que las indicadas en el caso de las hojas relativas a casa-
de un 20%.40 mientos
— edad: para los niños pequeños, anotar los días o meses indicados;
3.° Hojas relativas a casamientos. — En estas hojas, cada acta ocu- después de un año completo de edad, indicar únicamente el nú-
pará dos líneas, una para el marido y otra para la esposa; pero sólo en la mero de años, despreciando eventuales indicaciones de meses
primera se apunta la fecha. (o, si la información está dada en meses, convertirlos en años:
— Estado civil anterior al casamiento: S (soltero, a), V (viudo, a), 15 meses = 1 año, por ejemplo). Si no hay datos, poner XX. Es
• D (divorciado, a), XX (indeterminado, se usa XX porque una X posible que sólo esté indicado que se trata de párvulos o infantes,
mal hecha se puede confundir con una V). Se consideran solteros niños y adultos (P, N, A)
los cónyuges mencionados como "hijo (o hija) de...", si no hay — causa mortis: anotarla in extenso, exactamente con las palabras
mención de su carácter, por ejemplo, de viudo (a). Esta última del registro (aparece raramente en las actas de defunción, salvo
observación se aplica igualmente a las actas de entierros en el siglo XIX; a veces hay, aparte, listas de las personas muer-
— información sobre los padres: ss (padre y madre vivos en el mo- tas durante epidemias). Si existen indicaciones sobre el lugar de
mento del casamiento); ds (padre muerto, madre viva); sd (padre residencia o de origen de los difuntos, su profesión, etnia, condi-
vivo, madre muerta); dd (ambos muertos). Estos datos solo se ción, etc. se deberá prever columnas correspondientes en las hojas.
apuntan para los que se están casando por primera vez — Anotaciones de defunción al margen de las actas de bautismo:
— edad: si hay datos sobre la edad de los cónyuges, o su fecha de puede ocurrir que el cura, en lugar de establecer un acta de
nacimiento, tales datos deben ser anotados, previéndose en la entierro, haya apuntado simplemente, al margen del acta de bau-
hoja las columnas correspondientes (la edad se transcribe sólo en tizo, la indicación y fecha de la muerte; en estos casos, hay que
número de años, aun si el registro dice, por ejemplo, "24 años y tratar tales anotaciones al margen como si fueran actas de defun-
3 meses") ción (salvo, naturalmente, si sólo duplican actas de entierros
— naturalidad (o lugar de residencia): d.e.p. (de esta parroquia); debidamente establecidas).
transcribir los nombres de los lugares (o países) de origen o resi-
5.° Las firmas. — A veces —más frecuentemente en lo que se refie-
dencia, si los cónyuges —o uno de ellos— no son de la parroquia
re a los actos de matrimonio— aparecen en los registros firmas que no
misma en la que se celebra el acta; las precisiones relativas a
son las del cura o su representante, sino de los padres y padrinos de los
localidades ubicadas en el interior de dicha parroquia se trans-
niños bautizados; de los cónyuges, sus padres y testigos, etc. Cuando ello
cribirán en la columna reservada a ' 'otras informaciones u obser-
ocurre, es posible estudiar el grado de alfabetización de la población estu-
vaciones". XX significará que no hay información respecto a la
diada, observando si hay firmas, o apenas símbolos, si las firmas son
naturalidad o lugar de residencia. Estas observaciones se aplican
igualmente a las defunciones dibujadas o no, etc. Como la recolección de tales datos toma demasiado
tiempo, sólo se anotarán para ciertos períodos (por ejemplo, cinco de
— profesiones: si tales datos existen, serán apuntados en columnas
cada cincuenta años). Fleury y Henry sugieren la codificación siguiente:
reservadas a la profesión de los cónyuges (en realidad sólo la del
marido suele aparecer), de sus padres y de los testigos. ausencia de firma, o firma sustituida por una cruz: O; firma no dibujada:
B; firma dibujada (que indica la dificultad en escribir): M; símbolo: Y (y
4.° Hojas relativas a entierros: reproducir el símbolo en la columna reservada a las observaciones).
— Estado civil de los difuntos (para las personas de más de 15 años,
salvo indicación expresa de estado civil en el caso de personas de 4. Segunda etapa: elaboración de fichas-resúmenes anuales, y ficbas-
menos edad; o si la edad se desconoce), y sexo: mismas conven- resúmenes para el período en su totalidad
Cuando tenemos ya listas las hojas en que se recolectaron los datos de
40. N. Sánchez-Albornoz, "Les registres..." los registros, podemos pasar al procesamiento inicial de tales datos, a
142 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA U)
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través de fichas-resúmenes de dos tipos, cada uno para las distintas cate- 3

gorías de actas (habrá, pues, seis fichas-resúmenes en total; usar los


mismos colores ya empleados para las tres categorías de hojas destinadas a
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Cf> en
la recolección de los datos): 1) fichas-resúmenes anuales, en las cuales se C 0 i

computarán los distintos datos mes por mes, eventualmente también por s 12 < <o
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trimestres; 2) fichas-resúmenes generales para todo el período estudiado, ID

que recogen los totales anuales indicados abajo de las fichas-resúmenes O O


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anuales, previéndose además el cálculo de totales acumulados por quin- g O Cn
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quenios, y promedios también quinquenales (los quinquenios deben em- «t
pezar, no con los años terminados en cero o cinco, sino con uno o seis; <D f o +
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ejemplos: 1761-1765, 1766-1770, etc.).
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En estas hojas se apuntan los datos que pueden ser fácilmente expre- tu r^ [
en
sados en cifras representando totales acumulados mensuales, trimestrales, -
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anuales, o quinquenales; aquellas informaciones que exigen una notación —1
o

demasiado extensa o complicada —grupos de edad, profesión, lugar de D


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origen, etnia, condición, etc.— deberán ser procesados y contados aparte ü m
(eventualmente se puede pensar en la elaboración de fichas adicionales). z
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Los modelos que reproducimos aquí son los que usamos en la investi- 3 o
gación centroamericana ya mencionada, inspirados directamente en los Í2
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modelos ingleses indicados por D. E. C. Eversley (ver figuras 19 a 24). L
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En el caso de los bautismos, es importante prever, en la ficha-resumen o
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anual, una columna relativa a los meses de concepción de los niños
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bautizados, para que sea posible trazar la curva mensual de las concep- CO
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5. Tercera etapa: utilización e interpretación de los datos E
Oí o
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Si las hojas de recolección de datos y las diferentes fichas-resúmenes 3

fueron bien concebidas y convenientemente llenadas, ello facilitará enor- 1


memente esta última fase. o o

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1.° Elaboración de las curvas brutas anuales de bautizos, matrimo-
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nios y entierros para todo el período, — Tales curvas se construyen con o 1 CD
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los datos recogidos en las fichas-resúmenes para todo el período (figuras 5 5


PARROQU

Concepción

Noviembre
Abril-Junio
22-24), y se trazan en una misma hoja de papel milimétrico: los años que

Setiembre

Diciembre
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Octubre

Febrero
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componen el período estudiado van en la abscisa (eje horizontal), los nú-
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meros de actas de bautizos, casamientos y defunciones en la ordenada (eje i -J -j O
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vertical).
Figura 19-— Ficha-resumen anual relativa a bautizos, según D.E. C.
El dibujo de las curvas permitirá la localización de los años de crisis
Eversley, con pequeñas adaptaciones
demográficas, marcados por una alta mortalidad. La explicación de tales
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Enero-Marzo

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Octubre-Dic.

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AbrU- Junio

Noviembre

Noviembre
Setiembre

Diciembre

Setiembre

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Octubre

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Figura 20.— Ficha-resumen anual relativa a los matrimonios Figura 21.— Ficha-resumen anual relativa a los entierros
(mismas observaciones que en lafig. 19) (mismas observaciones que en lafig. 19)
10.-MÉTODOS
LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA M
SSUOIO
C
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crisis, y de las curvas en general, depende de todo un contexto social y 5
económico que es preciso conocer. En particular, como esas crisis se E
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explican sobre todo por la incidencia de epidemias, hambrunas, o las dos t- £ O *~

< 2 ín
cosas a la vez, conviene recolectar todo el material posible sobre las 5 Q_
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epidemias ocurridas en el país o región durante el período estudiado, su 5S«a


cronología y extensión, y por otra parte, comparar las curvas demográfi- l-s
cas con las de los precios de los alimentos básicos, y si es posible, con las
curvas relativas a los salarios41 (ver figuras 5, 6, 25). 1-

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FICHA-RESUMEN GENERAL c jo
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PARROQUIA: PERIODO: BAUTIZOS •c ^-
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Figura 22.— Ficha-resumen general, relativa a los bautizos (mismas ob- O 0 ó


5j -j 5
servaciones que en lafig, 19)- En cada ficha cabrán los datos relativos a 15 E ¿i
años; la cantidad de fichas dependerá, naturalmente, de la extensión C o
del período estudiado
<z 11 ¡í ÍP
Figura 23.— Ficha-resumen general, relativa a los casamientos
41. Katía M. Q. Mattoso y Johildo L. de Athayde, ponencia citada.
(mismas observaciones que en lasfigs. 19y 22)
HISTORIA DEMOGRÁFICA

TIERROS
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05
I Figura 25.— Movimiento anual de los decesos en la parroquia brasileña
§
íC I**
de Nossa Senhora da Luz de Curitiba (Siglo XIX)
n ü
(Los años de gran mortalidad—1806, 1818, 1831, 1838, 1856, 1866,
PERIOD

S5 «
o ¡y 1868, 1873, 1878, 1883 y 1891— corresponden a epidemias de viruela,
§1» escarlatina y sarampión.)
2Í FUENTE: Altiva P. Balhana, A. evoluc,ao demográfica de Curitiba no século XIX (ponencia múneo-
J8 grafiada, París, octubre de 1971).
S A»
2i 2.° Elaboración de las curvas mensuales de concepciones, matrimo-
£ u-
5 nios y defunciones (movimiento estacional). — Los datos se obtienen de
¿ las fichas-resúmenes anuales, de las columnas relativas a los totales men-
8"- suales (figuras 19-21).
|5 Es particularmente importante elaborar tales curvas para los años de
crisis demográficas, comparándolas con las curvas relativas a los años
O (NI

normales que preceden y siguen, para verificar la intensidad y la crono-


logía de la crisis, y ver si los puntos máximos y mínimos de la curva de
0> Q

cada variable coinciden o no en los mismos meses en distintos años; se


II"
£8 debe relacionar el movimiento estacional observado con las variaciones
climáticas ligadas a las estaciones y con las cosechas y precios.
PARROQUIA:

Como los meses tienen números variables de días, hay que calcular el
PROMEDIO:

PROMEDIO:

PROMEDIO:

promedio de hechos demográficos —nacimientos (o concepciones), matri-


TOTAL:
TOTAL:

TOTAL:

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monios, defunciones— por día, y a partir de los resultados obtenidos,
< calcular números proporcionales por mes, que servirán justamente para
Figura 24.— Ficha-resumen general, relativa a las defunciones trazar las curvas. Se procede como sigue con los datos relativos a cada
(mismas observaciones que en lasfigs. 19y 22) variable:
150 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA 151
divídense por 31 las cifras relativas a enero, marzo, mayo, julio, octubre del mismo año y terminan en setiembre del año siguiente. Ejem-
agosto, octubre y diciembre; por 30 las de abril, junio, setiembre plo: los números proporcionales relativos a las tres variables serán calcu-
y noviembre; y por 28,25 las de febrero (si el período considera- lados para —digamos— 1830 a partir de los datos siguientes:
do contiene 1/4 de años bisiestos; si no, hay que hacer el pro-
medio de los días del mes de febrero durante todo el período) — concepciones: bautizos de octubre de 1830 a setiembre de 1831,
súmanse los 12 números así obtenidos sacados de las fichas-resúmenes anuales de 1830 y 1831 (pero en
calcúlame números proporcionales para cada mes, según la rela- la curva representarán las concepciones de enero a diciembre
ción siguiente: de 1830)
— matrimonios: casamientos de enero a diciembre de 1830
n — defunciones: entierros de enero a diciembre de 1830.
m xm xm — nm x 1.200
N 1.200 N 3.° Frecuencia de los nacimientos ilegítimos, — Podemos calcularla
para cualquier mes, año o quinquenio del período estudiado (los datos se
buscarán en las fichas-resúmenes anuales o generales de bautismos), se-
en la que nm es el resultado de la división de la cifra bruta relativa a la
gún la fórmula:
variable considerada en el mes m, por el número de días de dicho mes; N
es la suma de los 12 valores de n para los 12 meses del año; x es el número de bautizos de hijos ilegítimos x l.O'OO
número proporcional relativo al mes m, que buscábamos. Tales cálculos
número total de bautizos
se harán año por año y para cada variable (concepciones, casamientos y
decesos). Veamos un ejemplo concreto: supongamos que las defunciones En general, basta calcular tal frecuencia cada 20 o 50 años, para
ocurridas durante enero de 1746 en una parroquia dada hayan sido 100. verificar cómo varía.42
Tendremos:
4.° Frecuencia de los matrimonios en primeras y segundas nupcias;
100 edad promedio de los cónyuges que se casan en primeras nupcias. — Ela-
— 3,2 (promedio diario de defunciones en enero) borar un cuadro con datos sacados de las fichas-resúmenes generales de
31
casamientos, sobre el estado civil de los cónyuges, organizando tales
datos en cinco columnas: 1) años; 2) número total de casamientos; 3)
imaginemos que N sea, para dicho año, igual a 25,70. El número propor- casamientos en primeras nupcias para ambos cónyuges (%); 4) casamien-
cional relativo a las defunciones de enero de 1746 será entonces: tos en que el novio es viudo (%); 5) casamientos en que la novia es
viuda (7o).
3,2 •^enero 3,2 x 1.200 Calcular, según las informaciones al respecto contenidas eventual-
•*enero 7= -= 149 (despreciándose mente en las hojas de recolección de datos sobre casamientos, las medias
25,70" 1.200 25,70
los decimales) anuales de las edades de los cónyuges que se casan en primeras nupcias.

Después de calcular los números proporcionales relativos a las concep- 42. De nuevo insistimos en la gran importancia de los nacimientos ilegítimos en el caso de América
latina. He aquí, por ejemplo, las tasas de bautizos de niños ilegítimos por cien nacimientos (población
ciones, matrimonios y defunciones de un año dado, podemos trazar las libre) en Sao Paulo, según María Luiza Marcilio (La Ville de Sao Paulo.,., tesis cit., p. 183):
curvas para dicho año. Naturalmente, la curva de las concepciones —que
se deben preferir a los nacimientos porque son mucho más rápidamente 1741/1755: 10,24 1801/1815: 26,26
1756/1770: 18,28 1816/1830: 30,15
afectadas por los factores de crisis— se calcula a partir de los datos refe- 1771/1785: 20,97 1831/1845: 31,49
rentes a los bautizos realizados nueve meses más tarde: en este caso, los 1786/1800: '21,08
años empiezan, para efectos del cálculo de números proporcionales, en Conjunto: 23,20.
152 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA 153

Calcular igualmente la edad mediana, es decir, de tal modo que la mitad 7.° Otros aspectos a estudiar. — Según la riqueza de los registros,
de los casamientos esté situada antes, la otra mitad después. Ejemplo será posible aún obtener informaciones sobre varios otros aspectos : fre-
(sacado de Fleury y Henry): entre 126 matrimonios en primeras nupcias, cuencia de las firmas, frecuencia en que aparecen mencionadas las distin-
hay 57 antes de los 21 años, y 10 a los 21 años: ello significa que, como tas profesiones, datos sobre la etnia y la condición, lugar de origen y de
67 de los 126 casamientos se sitúan antes de los 22 años, la edad mediana residencia (que permite tener alguna idea sobre migraciones), etc.
estará comprendida entre los 21 y los 22 años, y será igual a: En cuanto a la frecuencia de las firmas y de las profesiones, cuando es
posible estudiarla, basta en general que se haga a través de las actas más
21 ricas en informaciones: aquellas relativas a los matrimonios.

Infelizmente, los datos relativos a la edad de los cónyuges raramente E. La explotación de los registros parroquiales: 2) El método de
aparecen indicados. reconstrucción de familias
5.° Mortalidad infantil. — Si no hay una tasa de migración neta 1. El "método francés", o método Fleury -Henr y : ventajas y desven-
demasiado fuerte, la tasa de mortalidad infantil se calcula según la fór- tajas 43
mula siguiente:
El método de reconstrucción de familias sistematizado por M. Fleury
número de decesos de niños de O a 12 meses en tal período x 1.000 y L. Henry se basa en la recolección de los datos de los registros parro-
número de nacimientos durante el mismo período quiales, llenándose fichas de bautizos, casamientos y entierros que contie-
nen los nombres y apellidos de las personas mencionadas (niños nacidos,
Los datos para el cálculo de esta tasa — por año, para todo el período, sus padres y padrinos; cónyuges, sus padres y testigos; difuntos y sus
por quinquenio, etc. — se obtendrán en las fichas-resúmenes generales de familiares), para en otra fase de la investigación, organizando tales datos a
bautizos y entierros. través de fichas de familias cuyo punto de partida lo constituyen los
casamientos efectuados en la parroquia, llegar a reconstituir, para el pe-
6.° Edad y estado civil de los difuntos. — Si las actas de defunciones ríodo analizado, las familias de dicha parroquia, con la finalidad de llevar
contienen datos exactos sobre la edad de los difuntos (lo que es raro), será a cabo su estudio demográfico en profundidad.
posible indicarla, por año de edad de O a 9 años, después por grupos Las ventajas de este método son las siguientes: 1) es el único que
quinquenales de edad (10-14, 15-19, etc.). Las cifras se obtendrán en las permite un análisis detallado de la fecundidad, sobre todo la matrimonial,
hojas de recolección de datos sobre defunciones. y de las condiciones de la nupcialidad, factores explicativos esenciales; 2)
Se calculará también, en diversos momentos del período estudiado (de más que el método de recuentos globales, conduce a un estudio que,
5 en 5 años, de 10 en 10 años, etc.) el promedio de edad de los difuntos: además de demográfico, es ampliamente social; 3) en fin, todos los resul-
súmanse las edades indicadas (O para los niños de menos de un año), tados a que se puede llegar con el "método inglés" se conocerán con
dividiéndose el resultado por el número de defunciones. Ya vimos que en mayor detalle y precisión a través de la reconstitución de familias.
ciertos casos sólo se podrán computar indicaciones burdas al respecto Las desventajas tienen que ver sobre todo con la enorme cantidad de
(párvulos, niños, adultos, etc.). recursos, tiempo y trabajo que requiere la aplicación del "método fran-
En fin, entre los difuntos adultos —de más de 15 años — , se puede cés"; es posible reducirlas reconstituyendo solamente una muestra de
calcular la proporción de solteros, casados y viudos, teniendo el cuidado familias de la parroquia. Sin embargo, en el caso de América latina, hay
de indicar también los casos imposibles de determinar. Los datos se saca- también problemas de otro tipo. El método de reconstitución de familias
rán de las fichas-resúmenes generales de defunciones. En realidad, cuando
se puede conocer las edades, lo más interesante es establecer la frecuencia 43. Expondremos el método de reconstitución de familias según M. Fleury y L. Henry, Noaveau
del celibato definitivo, entre los muertos de 50 años y más. mmael..., pp. 33-42, 117-131, 153-161; E. A. Wrigley, "Family Reconstrucción", en An Introduc-
tion..., pp. 96-159.
154 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA 155

es útil principalmente cuando se reúne un cierto número de condiciones profesor, maese, etc.). Una cruz debe ser trazada al lado del nombre de
relativas a una estabilidad y homogeneidad (étnica, religiosa, etc.) bastan- una persona muerta (por ejemplo la madre o el padre de un cónyuge).
te grandes de la población estudiada; a la presencia y estabilidad de los Sobre la transcripción de las edades, seguir las mismas reglas indicadas
apellidos; a una cierta concepción de la familia; a una fecundidad ilegíti-
BAUTISMO Fecha acta Ficha n.°_
ma relativamente pequeña. Ahora bien, en América latina el peso de la
Fecha nac. N." ord._
inmigración y de la movilidad poblacional, la heterogeneidad étnico-social Doc
que se refleja en comportamientos demográficos divergentes, la coexisten- Nombre.
cia de distintas concepciones relativas a la familia (matrilinearidad de H¡jo/a-Legft./Nat.-L¡bre/Escl. de
Etnia Adulto/párvulo.
ciertos grupos indígenas en oposición al sistema familiar europeo, por
Expósito en casa de
ejemplo), llevando a veces a la inexistencia —por ejemplo entre los escla-
Padre
vos— a una gran fluctuación en lo que se refiere a los apellidos, la gran Natural de . Viveen.
cantidad de hijos ilegítimos, son factores que permiten poner en duda Libre/liberto/escl. de.
—salvo en ciertos casos privilegiados, y en general para una parte sola- Profesión .Etnia. .Est. civ..
mente de la población— la validez y representatividad del método. Prueba Madre
de ello es que, mientras existe ya un número considerable —aunque muy Natural de . Vive en.
insuficiente todavía— de estudios de parroquias hechos según el método Libre/liberta/escl. de.
Etnia _Est. civil.
de recuentos globales, o de trabajos cuyo punto de partida son los censos,
las listas nominativas de habitantes, etc., la reconstitución de familias Abuelos paternos .
apenas da sus primeros pasos en la investigación histórico-demográfica Natural de .
latinoamericana. Ello puede deberse en parte a las dificultades inherentes a
Natural de.
tal método, por cierto; pero se debe todavía más, según creemos, a los
serios problemas ligados a su representatividad y a veces a su misma Abuelos maternos.
posibilidad de aplicación, en el caso de buen número de poblaciones de Natural de.

Latinoamérica. Natural de.


Observaciones Parroquia
2. Primera etapa: recolección de los datos en fichas
A título de ejemplo, reproducimos los modelos de fichas elaboradas Villa/ciudad
por la profesora María Luiza Marcílio, de Sao Paulo (Brasil), para inves-
tigaciones en el citado estado brasileño (figuras 26 a 28). Las fichas
Libro Página
deberán, naturalmente, adaptarse a las características específicas de los
registros de las parroquias en estudio. Como en el caso de las hojas para
recolección de datos de que hablamos al tratar del método de recuentos
globales, es posible utilizar fichas de color diferente para los bautizos,
matrimonios y defunciones, evitando así cualquier confusión. Figura 26.— Ficha de bautismo según el modelo Fleury-Henry, adaptada a
En el caso de la recolección de datos para reconstitución de familias, la documentación brasileña por María Luiza Marcilio. Como en las parro-
cada acta da lugar a que se llene una ficha. Las fechas se indican sólo con quias estudiadas son casi siempre las mismas personas importantes ("ho-
números (por ejemplo, 12 de febrero de 1713: 12.2.1713). Los apellidos mens bons'') los padrinos, no tendría sentido apuntar los datos corres-
deben transcribirse siempre en mayúsculas, y los nombres deben venir pondientes, ya que la repetición de algunos nombres —siempre los mis-
acompañados de las designaciones que les atribuyen las actas (doctor, mos— en nada ayudaría a la reconstitución de familias
HISTORIA DEMOGRÁFICA 157

anteriormente. También en este caso, se podrá abreviar la indicación 'fde


esta parroquia' ' (d.e.p.), agregando cualquier información suplementaria
que esté indicada. Es necesario proceder como antes decíamos en el caso
de las indicaciones de decesos hechas simplemente al margen de las actas de
bautismo: cada una dará lugar a una ficha de defunción. La precaución
5 O
relativa a los niños enterrados sin bautizar es igualmente necesaria.
Una vez terminada la recolección de datos, se deberá llenar un dupli-
cado de cada ficha de matrimonios que comprenda todas las indicaciones
referentes a la esposa, y sólo el nombre y apellido del marido. Tales
duplicados servirán para clasificar el casamiento bajo el nombre de la
esposa, además de hacerlo en nombre del marido.

3- Segunda etapa: reconstitución de las familias

1.° Clasificación y numeración de las fichas. — Clasificar aparte las


fichas de bautizos, casamientos (incluyendo los duplicados, clasificados de
acuerdo con el apellido de soltera de la esposa) y entierros, según el orden
alfabético de los apellidos ; para cada apellido, clasificar las fichas respec-
tivas según el orden cronológico de las actas, o el orden alfabético de los
1 nombres de pila.

Numerar las fichas, tanto para mantener fácilmente el orden así esta-
blecido cuanto para poder atribuirles un número de referencia.

2.° Constitución de los expedientes relativos a las personas que se


casaron en la parroquia estudiada, — Tomar una a una las fichas de
casamientos, agregando a cada una, en el interior de una carpeta plástica
transparente, la ficha de bautizo y de sepultura del marido — en el caso de
la ficha original—, o de la esposa, en el caso de los duplicados de las
fichas de casamiento. Tendremos así en cada carpeta, en primer lugar la
I* ¡£ o tí
O ficha de matrimonio, en seguida la de bautismo, y por fin la de entierro.
11 á a I
s ffiI
iS z s Si la persona en cuestión se casó más de una vez, colocar en su carpeta las
fichas respectivas, o los duplicados (en el orden de celebración de las
Figura 27.— Ficha de casamiento según el modelo Fleury-Henry, adaptada bodas). Si una ficha de matrimonio indica que uno de los cónyuges es
a la documentación brasileña por María Luiza Marcílio. La ausencia de viudo (a), aunque no se encuentre el acto de este matrimonio anterior,
datos relativos a los testigos se debe a las mismas consideraciones expuestas débese llenar una ficha (o un duplicado) relativa a tal casamiento.
en cuanto a los padrinos (ftg. 26). Los datos sobre los abuelos paternos y
maternos (también presentes en las actas de bautismo) no suelen aparecer 3.° Cómo llenar la parte superior de las fichas de familia (infor-
en los registros europeos; son de gran utilidad para la reconstitución de maciones relativas a los padres). — Cada casamiento — incluso los que
familias. No se apuntan datos sobre las firmas (demasiado raras) acabamos de mencionar, aunque realizados en otra parroquia— dará lugar
158 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA 159
a la constitución de una ficha de familia. Reproducimos un modelo de esta 4. Tercera etapa: explotación de las fichas de familia
ficha, según E. A. Wrigley (figura 29).
Tomemos la carpeta relativa a cada hombre casado, y aquella consti- 1.° Operaciones previas. — Calcular: 1) la edad que tenían al casar-
tuida a partir del duplicado de su ficha de casamiento (o los duplicados, si se y/o al morir los cónyuges y los hijos; 2) la edad de la madre y el
se casó más de una vez). Llenemos entonces la parte superior de la ficha tiempo de duración del matrimonio al nacer cada hijo; los intervalos
de familia correspondiente a cada unión, incluyendo eventualmente los intergenésicos; 4) el número de hijos, en total y por sexo; 5) eventual-
datos relativos a segundas nupcias de uno de los cónyuges (pero, como es mente, el intervalo entre el final de un casamiento y el nuevo matrimonio
evidente, los matrimonios en segundas nupcias son objeto igualmente de
fichas propias). Inscribir XX en los espacios que corresponden a infor- DEFUNCIÓN Ficha n.l_
maciones que no fue posible obtener. Fecha del acta N.° ord._
Fecha de la muerte . Doc
4.° Como llenar la parte inferior de las fichas de familia (informacio-
Nombre _
nes relativas a los hijos). — Para cada ficha de familia cuya parte superior Edad. . Profesión.
esté así llena, buscar en la pila de fichas de bautizos —o en las carpetas de Natural de . Etnia .
personas casadas que incluyan tales fichas— las fichas de los niños naci- Causa monis
dos de la unión. Buscar también en la pila de las carpetas de personas Libre/liberto/escl, de .
casadas que no incluyen fichas de bautizo, y en la de defunciones, si no Lugar donde murió _
Expósito en casa de _
habrá hijos de esta unión nacidos fuera de la parroquia, cuya filiación
aparecería indicada en una ficha de matrimonio o de entierro. Siguiendo el
Hijo/a De
orden de los nacimientos, llenar las líneas correspondientes a cada hijo o
Natural de -
hija a partir de los datos ofrecidos por las respectivas fichas de bautizo, Legft. Líbre/liberto/escl. de
casamiento y entierro; utilizar una codificación semejante a la indicada Etnia .
Nat.
para las hojas de recolección de datos mencionadas a propósito del "mé-
V
todo inglés": M, F, X (masculino, femenino, imposible de determinar) De
por lo que hace al sexo; S, C, V, CV, X (soltero (a); casado (a); viudo Natural de.
(a); casado (a) o viudo (a); imposible de determinar) para el estado civil al Libre/liberta/escl. de
morir. Indicar los casos de niños nacidos muertos. Cuando uno de los Etnia .
hijos se casó más de una vez, inscribir sólo la fecha de las primeras Esposo/a de
nupcias, indicando el número de la ficha relativa al matrimonio siguiente Viudo/a de _
(o de las fichas, si se casó más de dos veces). Observaciones Parroquia

5.° Otras maneras de constituir fichas de familia. — En ciertos ca- Villa/ciudad


sos, la ficha de bautismo de por lo menos un hijo bautizado en la parro-
quia permite llenar la ficha de familia relativa a un matrimonio del cual
Libro Página
no se encontró otro tipo de información (por ejemplo porque los cónyuges
en cuestión se casaron en otra parroquia —la de la novia, tal vez—, o
entraron a la parroquia estudiada como inmigrantes).
Las fichas relativas a hijos ilegítimos llevarán también a la constitu-
ción de fichas de familia; si el padre es desconocido, indicarlo en el Figura 28.— Ficha de defunción según el modelo Fleury-Henry, adaptada
espacio correspondiente. a la documentación brasileña por Maña Luiza Marcílio
160 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA 1
1
del cónyuge superviviente. Con tales cálculos se obtiene la información
necesaria para completar las fichas de familia. Las edades —salvo la de los !*
-o"w
us 0
d c
niños muertos entre O y 12 meses— y las duraciones de las uniones se ra
ai
II
O
indican en años completos; la duración del casamiento cuando ocurre el

'enterr. er
55 £ •£

MBRE(s)
LU o O eo
primer nacimiento, la duración de la viudez y los intervalos intergenési- U_ en O) en CD ü

S Q TJ §. TJ C
cos son calculados en meses, como las edades de los niños muertos antes CL (fl CD en m u
Q_ 0) Q. CU ü Oí

de completar un año (en días para los que murieron con menos de un en O
(0 Z
CD
mes).

_g
D
Calcular en seguida la tasa de fecundidad legítima, según los grupos C
£
TJ
de edad de las madres: cg
UJ
5
CD
LÍ.T c OT S
'< 0
número de niños legítimos nacidos de madres de un grupo de edad dado UJ
CD
13 CD"O
•o ^ c'c U ^
CD £ 3
-o
número de mujeres casadas del mismo grupo de edad CD
C •g
1 r -1 1 , ( D
_
O
O »j~
-D -0 c
En la práctica, el cálculo se hace dividiendo el número total de niños O LU
c
legítimamente nacidos de madres de un determinado grupo de edad, por IX r? •BC
el número total de niños de matrimonio vividos en dicho grupo de edad. 1 CO
m
ti (D

sautísmo
u
Las fichas de familia permiten tal cálculo. s. o £
CO
CO
1 |
2.° Estudios posibles. — No se pueden, en realidad, llevar a cabo los CD
r- 0

-0 cfl < C
cálculos mencionados con relación a todas las familias reconstituidas, 2
o (D — m
"O ™ M
CG tu
LU ro
pues las fichas de familia resultan muy completas en el caso de una cabal £ ü
x M 0 rp
presencia de la familia en la parroquia a través del tiempo, pero menos E w o>_
O fe-o
completas en los casos de mayor movilidad. Es necesario saber elegir a las 0 r H

familias que serán estudiadas a fondo, prefiriendo aquellas que demues- d d


tren una presencia más total en la parroquia: unión formada y concluida 0
_-D c
0) c
0) oí
llf
en ésta, con todos los hijos bautizados en ella; y entre éstas, aquellas s

ebrado
--OÍD £
cuyas fichas de familia estén más completas (pues ciertas actas pueden 1 CD — T3
SS|
haberse perdido). S (U .

Todos los puntos enunciados en la parte D.5. de este capítulo podrán °. CD


d d
ser estudiados a partir de las familias reconstituidas; además, muchas O) OJ

TOTAL
W)
8
H
D C0
1C
lagunas, serán llenadas: por ejemplo, aunque las actas de matrimonio o c
iz
IC

0
defunción no indiquen la edad de los cónyuges o difuntos, ésta podrá ser

ESPOSC

Observac
CASAM
CD
Cfl O) en

i§ 1I!
C
deducida a partir de las fichas de bautizo correspondientes. 0
Q_
O
O.
O
Q-

o
Será posible el estudio de las familias según el número de hijos; la ÍS Í2 z ÍS ¿ o> R
fecundidad legítima podrá ser examinada en todos sus detalles. Se volverá
factible el establecimiento de tablas de mortalidad relativas a los primeros Figura 29.— PZ'C¿>ÍZ de familia
10 o 15 años de vida, según los datos sobre los decesos de niños, y la
separación entre la mortalidad infantil endógena y exógena. FUENTE: E. A. Wrigley, An Introduction..., p. 126.
II.-MÉTODOS
162 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA 163

Los datos relativos a las firmas, profesiones, etnia, condición, o al 2.° Relación de masculinidad. — Para estudiar la repartición de una
lugar de origen y/o de residencia, permitirán interesantes análisis de población según el sexo, se calcula generalmente el número de hombres
historia social, y proveerán algunos conocimientos relativos a los movi- por 100 mujeres, o relación de masculinidad, que se obtiene a través de la
mientos migratorios. división del número de hombres por el de mujeres, multiplicándose por
100 el resultado. La relación de masculinidad puede ser calculada para
cada grupo de edades, y representada por una curva (grupos de edad en la
F. Explotación de las listas nominativas de habitantes y documen- abscisa; relación de masculinidad en la ordenada).
tos análogos 44
3.° Repartición por edades y sexos. — En cuanto a la división de la
1. Generalidades población según las edades, podemos clasificarla usando criterios distin-
tos:
Los registros parroquiales hacen posible el estudio del movimiento
vital de una población. Nos ocuparemos ahora de los documentos que Jóvenes: 0-19 años Niños: 0-14 años
sirven a un análisis del estado de una población en un momento dado, Adultos: 20-59 años Población activa: 15-64 años.
aunque eventualmente permitiendo también sacar algunas conclusiones Viejos: 60 años y más. Viejos: 65 años y más.
sobre su evolución posible. Tales fuentes son los diferentes tipos de censos
y recuentos primitivos de población, característicos de la fase proto- Sexo masculino Sexo femenino
Edad
estadística: listas nominativas de habitantes, censos propiamente dichos,
Solteros Casadps Viudos Total Solteras Casadas Viudas Total
censos de tributarios, padrones eclesiásticos, etc. Los criterios de elabora-
ción y presentación de los datos, el grado de confiabilidad de éstos, la frac- 0-4 años
ción de la población comprendida en los recuentos, la riqueza de la in- 5-9 "
formación, varían muchísimo de un documento a otro; en la mayoría 10-14 "
de los casos no será posible hacer todos los cálculos y análisis que trata- 15-19 "
remos de resumir aquí, sino que habrá que contentarse con aquellos 20-24 "
aspectos cuyo enfoque esté permitido por el tipo de fuente de que se puede 25-29 "
disponer. 30-34 "
35-39 "
2. Fases a seguir en la explotación 40-44 "
45-49 "
1.° Elaboración del cuadro de datos brutos. — En los mejores casos, 50-54 "
los documentos de que tratamos proveerán informaciones sobre: 1) nom- 55-59 "
bres y apellidos; 2) status o profesión; 3) sexo; 4) edad; 5) estado civil. Figura 30.— Cuadro destinado a recoger algunos de los datos brutos
Los nombres y apellidos no nos interesarán aquí. Digamos solamente de una lista nominativa o documento análogo
que pueden servir para completar la información sobre las familias recons- FUENTE: Louis Henry, Manuel de démographie bistorique, p. 33.
tituidas según el método Fleury-Henry.
Lo primero que se debe hacer es recoger algunos de los datos en un Cuando hay datos suficientes, es posible establecer una diferencia en-
cuadro, cuyo modelo, tal como lo presenta Louis Henry, reproduce la tre la población potencialmente activa, es decir, el conjunto de personas
figura 30. que podrían trabajar, y la población activa ocupada, que es el conjunto de
personas que trabajan efectivamente. Esta última es siempre inferior a la
44. Nos basaremos en Louis Henry, Manuel de démograpbie bistorique, pp. 29-48. primera, pues la tasa de actividad varía no solo con las edades, sino
164 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA 165

también según otros factores, por ejemplo el sexo. A veces es posible ros que viven en la casa de sus padres. Los documentos estadísticos an-
—como en ciertas colonias esclavistas francesas— seguir a través de los tiguos sólo incluyen los hijos que viven con sus padres. En la práctica,
censos la relación entre población activa y población total para períodos por tanto, el número de familias es igual al de parejas, más los viudos y
bastante largos (ver figuras 31 y 32). viudas (y eventualmente los divorciados y divorciadas). Es interesante
Para representar al mismo tiempo la repartición según los sexos y "las clasificar a las familias según el número de hijos vivos y según la edad (o
edades, se traza la pirámide de edades, sobre cuya construcción y lectura grupos de edad) de los jefes de familia (factor de acuerdo al cual varía
ya hemos hablado. bastante el número de hijos). A partir de tales datos, es posible calcular el
número medio de hijos vivos por familia, en el total, o por grupos de edad
4.° Repartición proporcional por edad, sexo y estado civil, — Par- de los jefes de familia.
tiendo del cuadro de datos brutos elaborados al principio, podemos cons-
truir otro en que, para cada sexo, el total por línea es igualado a 100 o a Cuadro 6.— Repartición según el sexo, la edad y el estado civil de la
1.000; se construye dejando de lado a los niños (0-14 años), y de pre- población de Sainghin-en-Melantois (Francia) en 1851
ferencia según grupos de edad decenales. Este nuevo cuadro (ver cuadro
6) permite conocer, para cada sexo, la proporción de solteros, casados y Edad Sexo masculino Sexo femenino
viudos en cada grupo de edades. (años) Solteros Casados Viudos Conjunto Solteras Casadas Viudas Conjunto

15-19 1 .000 _ — 1.000 1.000 — 1.000


20-24 972 28 — 1.000 928 72 — 1.000
25-29 750 250 — 1.000 544 427 29 1.000
30-34 516 453 31 1.000 345 655 — 1.000
35-39 373 608 19 1.000 250 750 — 1.000
40-44 170 809 21 1.000 184 790 26 1.000
45-49 98 784 118 1.000 71 810 119 1.000
50-59 102 773 125 1.000 84 769 147 1.000
60-69 74 722 204 1.000 119 610 271 1.000
70 y mas 77 577 346 1.000 34 207 759 1.000
1 I
400 300 200 100 100 200 300 (Sobre todo en el caso de una población muy pequeña conviene establecer
Efectivos por generación anual (en millares) grupos de edad solamente decenales, y no quinquenales, para disminuir las
fluctuaciones aleatorias '
Población activa: fííííí:! Población inactiva: E?
FUENTE: Louis Henry, Manuel de démographie historique, p. 39.
Figura 31.— Población total y población activa en Francia (1954)
FUENTE: P. Salles y J. Wolff, op. cit., p. 152.
En cuanto al hogar (ménage en francés), estadísticamente se trata de
un grupo de personas viviendo en común, ya sea bajo la autoridad de un
5.° Composición de las familias y hogares. — Desde el punto de mismo jefe, o en un mismo alojamiento. Un hogar puede comprender
vista estadístico, una familia se compone de la pareja de cónyuges (o del varias familias, y las personas que lo componen pueden estar ligadas por
cónyuge superviviente) y, eventualmente, de sus hijos supervivientes. vínculos de distintos tipos (parientes, amigos, domésticos, pensionarios).
Así, por ejemplo, un viudo o viuda sin hijos constituye una familia. Es interesante clasificar a los hogares según el número de jefes de familia;
Según los criterios que se adopten, pueden ser computados en una fami- los hogares sin jefe de familia comprenderán entonces los solteros que
lia: 1) todos los hijos vivos, de cualquier edad; 2) los hijos vivos de viven solos, los conventos, etc. Por otra parte, es evidente que las con-
menos de cierta edad (quince años por ejemplo); 3) los hijos vivos solte- cepciones de familia j hogar son variables según las sociedades y las
166 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA HISTORIA DEMOGRÁFICA 167

épocas. En el Brasil de los siglos coloniales y aun en el siglo XIX, por relativos solamente a la población masculina. De acuerdo con la riqueza y
ejemplo, un hogar (fogo) comprendía frecuentemente a una o más fami- la naturaleza de las informaciones, y según los criterios del investigador,
lias que vivían bajo la autoridad de un mismo jefe, más dos categorías que tales datos podrán organizarse de distintas maneras: por rama de activi-
no aparecen en Europa: los esclavos y los "agregados a las casas", dad; por profesión; por categorías socio-profesionales (ej.: profesiones
personas que vivían bajo la protección del jefe del hogar, pertenecientes a liberales, propietarios agrícolas, jornaleros, etc.). Además, la documenta-
muy variados tipos (huérfanos recogidos, parientes pobres, personas que ción puede permitir otros tipos de repartición, al distinguir, por ejemplo,
tenían profesiones y hasta esclavos, etc.). Claro está que tales peculiarida- estratos étnico-sociales (blancos, esclavos, libertos, indios, "castas",
des se reflejan en las investigaciones hechas a partir de las listas nominati- etc.). También en este caso, el estudio demográfico aparece ampliamente
vas y documentos similares de Brasil; el análisis se hace económico y vinculado a la historia económica y social.
social además de demográfico, ya que es posible separar los hogares con o
sin esclavos, con muchos o pocos esclavos, etc.45
G. Conclusión
6.° Repartición socio-profesional, — Las listas nominativas y docu-
mentos análogos contienen a veces datos sobre la profesión, en general Al concluir este capítulo, quisiéramos llamar la atención sobre ciertos
14.445 hechos que se nos podrá reprochar, de los cuales estamos plenamente
i: Población total concientes.
J: Población esclava total En primer lugar, el carácter incompleto de la presentación que hici-
J: Población esclava activa 12.362 12.355
mos de la historia demográfica. No es tarea fácil reducir a las proporcio-
nes de un capítulo los aspectos esenciales de una de las ramas más diná-
10.533 micas de la investigación histórica. Al intentar hacerlo, estábamos obliga-
dos a proceder a cortes, sacrificios y elecciones, y no son pocos los
8.366 aspectos relativos a la problemática o a los métodos que quedaron descar-
CQ tados o insuficientemente tratados. Este texto pretende ser una simple
<
6.809
o
« iniciación al asunto, y de ninguna manera sustituye la lectura de la
T3
6.181 < CD #
bibliografía citada en nuestras referencias.
o>
-o
(U
TJ
G
5.023 S
* En segundo lugar, sabemos que muchos pasajes de este capítulo son
# resúmenes —a veces hasta paráfrasis— de partes sustanciales de algunos
& ^
S

3.436 de los tratados y manuales europeos más importantes. Lo hemos mencio-


2.994
2.774 nado siempre, por cierto, en las notas. Nos parece que un manual de
< < <m < < finalidades exclusivamente didácticas como éste no necesita tener preten-
1.707 <D 03
o •o <D <U
•8 13
T3 "O "O
<OD
^p ^ #
siones de originalidad. Nuestra intención, en el presente capítulo, fue
#
35
S ?ffi o^ o^
Í8
#
£ sencillamente la de poner a la disposición de los estudiantes algunos de los
8 ^^ 00

A B C A B C A B C A B C instrumentos de trabajo más importantes elaborados por los historiadores


1752 1786 1808
1720 demógrafos en años recientes. Y nada más, a no ser la preocupación de
Figura 32.— Guayana francesa: población esclava activa con relación al insistir en las especificidades de Latinoamérica, y las consecuencias que de
total de los esclavos y a la población total (no se toma en cuenta a los ellas resultan necesariamente para la investigación.
indios libres)
FUENTE: Ciro F. S. Cardóse, tesis cit. (cf. nota 27), H, p. 496.
45. Ver las ponencias citadas de María Luiza Marcflio, Tendances et structures des ménages..., y
María Bárbara Levy.
CAPITULO V

PROBLEMÁTICA DE LA HISTORIA ECONÓMICA


DE AMÉRICA LATINA

A. Generalidades

Deseamos quede bien claro que no intentaremos hacer en el presente


capítulo una especie de resumen de la historia económica latinoamerica-
na, ni mucho menos una análisis detallado de la bibliografía reciente
—felizmente ya bastante considerable— dedicada a este campo.' Nuestro
esfuerzo se concentrará en apuntar las áreas de investigación más impor-
tantes o menos exploradas, con sus problemas específicos; la bibliografía
mencionada aparecerá como marco de referencia o para ejemplificación,
sin pretensión de exhaustividad.
De una manera general, se puede decir que conocemos mucho mejor,
desde un punto de vista propiamente histórico, la historia económica
colonial de Latinoamérica que la de los siglos XIX y XX. Durante mucho
tiempo, los historiadores tradicionales del área acumularon, en lento y
valioso trabajo de erudición, obras generales, bibliografías, publicaciones
de documentos y grandes colecciones de fuentes impresas, sobre el perío-
do que más les fascinaba, el del coloniaje; aunque raramente se carac-
terizaban por una preocupación específica hacia lo económico, de todos
modos nos legaron un acervo importantísimo también en cuanto a hechos
económicos, legislación y política económicas, etc. Si agregamos a ello
que los archivos latinoamericanos —organizados casi siempre por, o bajo
la dirección de historiadores (profesionales o no) de corte tradicional— se
1. Existen ya algunos análisis y listas bibliográficas útiles. Cf. sobre todo los dos volúmenes de
La Historia económica en América Latina; Frédéric Mauro, "La historia cuantitativa de Iberoamérica",
en Atlántida, VII, n.° 42, noviembre-diciembre de 1969, pp. 592-604; Stanley J. Stein y Shane J. Hunt,
"Principal Currents in the Economic Historiography oí Latin America", en The Journal ofEconomic
Hisiory, XXXI, marzo de 1971, pp. 222-253; la parte relativa a bibliografía y documentación del libro de
F. Mauro, L'extiansion européenne.,, resulta igualmente muy útil.
170 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA ECONÓMICA DE AMÉRICA LATINA 171
encuentran mejor catalogados para la época colonial, es fácil darle la La renovación metodológica y conceptual de la historia económica
razón a Enrique Florescano, cuando afirma que el historiador económico pasó a plantear de manera distinta, también en lo que concierne a Latino-
de la Colonia recorre su período de estudio "con mucha mayor seguridad américa, el problema documental. Fuentes de tipo nuevo fueron descu-
y rapidez que los colegas que se ocupan de otras épocas." 2 biertas y utilizadas, las que se caracterizan sobre todo por su carácter
Si bien es cierto que tanto la historia colonial como la de la fase de seriado: registros de la Casa de Contratación de Sevilla; documentos
independencia política sufrieron y sufren el impacto renovador de trabajos relativos al diezmo; libros de cuentas de conventos y hospitales; otras
hechos por economistas y sociólogos (Celso Furtado, Fernando Henrique fuentes diversas que permiten reconstituir series de precios y salarios, etc..
Cardóse y Enzo Faletto, Osvaldo Sunkel y Pedro Paz, etc.), importantes Sobre el tema de las dificultades e insuficiencias de la labor en el
por el planteamiento que hacen de una problemática nueva, los historia- campo de la historia económica latinoamericana —tema que conduce
dores de la Colonia criticaron y asimilaron a veces tales aportes, y al naturalmente al de las prioridades deseables en la investigación—, debe-
mismo tiempo la nueva metodología que les llegaba de Europa y los mos constatar en primer lugar la forma anárquica y esporádica en que se
Estados Unidos, y pasaron a utilizarlos en una producción propiamente desarrollan los trabajos, lo que dificulta su progresión lógica y la coordi-
histórica; mientras tanto, con relación a los siglos XIX y XX, poca cosa nación de esfuerzos. Los que se dedican a la historia económica en los
encontramos además de las hipótesis de trabajo propuestas, por ejemplo, países iberoamericanos tienen pocas ocasiones de reunirse para debatir
por los "sociólogos de la dependencia" y por Celso Furtado, salvo traba- los problemas de método y sus soluciones posibles, evaluar críticamente los
jos de corte tradicional o intentos burdos y acríticos de trasplante directo resultados alcanzados, y confrontar sus planes y realizaciones. Por otra
de problemáticas y técnicas de la econometría retrospectiva europea o parte, las innovaciones metodológicas no penetraron homogéneamente en
norteamericana. Lo mejor que hay sobre la historia económica contem- los ambientes académicos del subcontinente: algunos núcleos dinámicos
poránea del subcontinente es obra de extranjeros, sobre todo norteameri- de investigación existen en unos pocos países, y en los demás la historia
canos, y lo mismo se puede decir de buena parte de la historia política de tradicional sigue predominando de manera total. Pasando de la cuestión
mejor calidad. Pero es justo agregar que los historiadores norteamericanos de la organización de los trabajos a la de sus supuestos teóricos, repetimos
trabajan en condiciones privilegiadas de financiamiento, e incluso no ra- algo muy importante que ya mencionáramos en capítulo anterior: la
ras veces tienen acceso, en los países de América latina, a acervos docu- inexistencia de una verdadera teoría económica de las estructuras y co-
mentales recientes cuya consulta les es negada a los historiadores naciona- yunturas histórico-económicas específicas de América latina. En cuanto a
les; estos últimos, si quieren utilizarlos, deben encontrar una manera de la temática, finalmente, hay huecos que importa mucho llenar, como por
dirigirse a las universidades y bibliotecas norteamericanas que poseen ejemplo la insuficiencia de los estudios relativos: a las técnicas de produc-
microfilms de tales fuentes... 3 ción ; a los distintos tipos de mercados y las producciones a ellos vincula-
das; a las unidades típicas de producción —haciendas, minas, plantacio-
2, Enrique Florescano, "La historia económica de la época colonial en América Latina: desarrollo y nes, industrias...— observadas desde un punto de vista microeconómico.
resultados", en La historia económica en América Latina, II, pp. 11-81 (aquí, p. 13).
3. En el coloquio internacional de París sobre ia historia cuantitativa de Brasil (octubre de 1971),
ciertos trabajos evidenciaban el deseo de trasladar acríticamente al caso brasileño la metodología y la B. La época colonial
problemática de la ciencia económica actual, a la manera de la "historia cuantitativa" de Marczewski.
Una tendencia similar aparecida durante el coloquio de Roma sobre historia económica de América latina 1. Contexto global: expansión comercial y colonización 4
(setiembre de 1972) provocó una violenta y, según creemos, justificada reacción del profesor Ruggiero
Romano. Respecto de las interpretaciones del proceso histórico-económico latinoamericano hechas por La colonización de América estuvo condicionada por su carácter de co-
economistas y sociólogos, son frecuentes dos posiciones antagónicas: algunos de los llamados "intelectua-
les de izquierda" suelen enamorarse de dichas interpretaciones sin percatarse de que son interesantes
rolario de la expansión marítima y comercial europea. Constituyó, de
edificios de hipótesis cuya comprobación histórica no está hecha; ciertos historiadores de corte nuevo,
4. Cf. Fernando Nováis, "O Brasil nos quadros do amigo regime colonial", en Brasil em perspec-
demasiado propensos a un entusiasmo exclusivo y poco crítico por la metodología europea y norteamerica-
tiva, Difusao Européia do Livro, Sao Paulo, 1968, pp. 55-71; a pesar del título, se trata de un resumen de
na, mantienen al revés con frecuencia una actitud negativa o de desconfianza frente a algo que no saben
toda la problemática de la colonización en América, con sus distintos tipos. Para una visión de conjunto de
cómo integrar a sus marcos de referencia, y no perciben el esfuerzo que representa en el sentido de una
los sistemas económicos coloniales, recomendamos además dos síntesis recientes: Richard Konetzke,
elaboración teórica específicamente latinoamericana. En ambos casos, queda descartada la posibilidad de América Latina, II. La época colonial; Stanley J. y Barbara H. Stein, La herencia colonial de América
comprobar las hipótesis planteadas por los economistas y sociólogos a través de investigaciones históricas. latina, traducción de A. Licona, Siglo XXI, México, 19712.
LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA ECONÓMICA DE AMÉRICA LATINA 173
hecho, uno de los aspectos de este último proceso; el más complejo, sin llaman "exclusivo", y nosotros llamamos (impropiamente) "pacto colo-
duda, pero igualmente marcado por el sello de la ' 'revolución comercial'' nial' '. Éste traduce uno de los aspectos centrales de la política y de la vida
de los siglos XV al XVIII, cuya huella era muy visible en la vida econó- económica en la era del mercantilismo: el monopolio. El mecanismo
mica de las colonias. Por otra parte, para ubicar bien la cuestión, se debe monopolista del comercio colonial manejado por la metrópoli permitía el
tornar en cuenta otro elemento de gran trascendencia: los vínculos exis- ejercicio de una manipulación de los precios de los productos importados
tentes en Europa entre los mercaderes —en el amplio sentido que convie- y exportados por las colonias; los mercaderes metropolitanos —o algunos
ne a este término en la época de que se trata— y los estados centralizados de ellos— formaban con relación a las áreas coloniales, a la vez, un
de tipo moderno. Tales vínculos nos interesan aquí solamente en lo que oligopolio y un oligopsonio, ya que controlaban tanto las compras como
concierne a la expansión marítima, la colonización y la defensa de las las ventas efectuadas por las colonias, y sus posibilidades de acumulación
colonias. La inexistencia, por lo menos en un principio, de formas de de capital aumentaban por ello. Al mismo tiempo, la aplicación de la
organización de las empresas que permitieran concentrar las enormes exclusividad comercial favorecía al estado desde el punto de vista fiscal
Sumas necesarias y hacer frente a los riesgos inherentes a las actividades (aduanas, porcentajes sobre las transacciones), y sobre todo tendía a diri-
marítimas y coloniales, fue uno de los factores que condujeron a la asocia- gir las estructuras económicas coloniales hacia una complementaridad
ción del capital mercantil y financiero con los estados, para promover la respecto a las metropolitanas, evitando el desarrollo de sectores de compe-
expansión comercial y los intentos de colonización. Dicha asociación re- tencia, con mayor o menor éxito según los casos. Es cierto, sin embargo,
sultó importante aun cuando el estado no asumió directamente el control que en la práctica el rigor del pacto colonial se vio compensado o dismi-
de las operaciones, sino que lo abandonó a compañías privilegiadas, sobre nuido por un importante comercio ilícito (intérlope), la piratería y tam-
cuyas actividades y constitución disponía, de todos modos, de medios de bién la presión de los intereses coloniales, que a veces lograban hacerse
intervención. escuchar en las metrópolis; cuando no por la necesidad resultante de la
La política comercial y colonial se volvió un elemento esencial de la manifiesta incapacidad metropolitana de atender a la creciente demanda
acción de los estados modernos, hecho que debe ser enfocado en una colonial, lo que condujo a excepciones como el asiento y el navio de
perspectiva internacional de áspera competencia y de intentos de llevar a registro.5
cabo políticas de hegemonía marítima o continental. Ello quiere decir que Al estudiar la política colonial de las metrópolis, no se debe caer en la
la historia de la colonización moderna (siglos XVI al XVIfl, sobre todo) "ilusión voluntarista", antes tan frecuente entre los historiadores tradi-
CS inseparable de un contexto europeo muy complejo. Importa, pues, cionales, y que consiste en creer que las estructuras coloniales resultaron
considerar constantemente gran número de factores cuya importancia sencillamente "de las necesidades, deseos y objetivos de la potencia impe-
explicativa es primordial: contenido social de los estados; grado de evolu- rial." 6 Como apuntábamos en un artículo reciente,7 dichas estructuras
ción económica y financiera de cada país metropolitano; sucesión de fases fueron el resultado de distintos tipos de factores:
coyunturales; poderío militar —y principalmente naval— de los distintos — las características de los elementos puestos en presencia por la
países; posición social y política de la burguesía mercantil en cada caso; colonización, en cuanto a nivel técnico, organización económica
factores determinantes de las políticas coloniales, etc. Estos elementos y financiera, peso demográfico, etc.; sin perder de vista que
—y otros, en el mismo orden de ideas— no solamente definen relaciones
de fuerzas que interesan a la evolución de las áreas metropolitanas, a las 5. Sobre el mercantilismo, el libro de E. F. Heckscher, Mercantilism, 2 vols., Londres, 1955
(traducción española: Fondo de Cultura Económica, México), sigue siendo esencial como fuente de datos;
rivalidades y conflictos comerciales y coloniales entre potencias europeas, ver la pequeña síntesis de Fierre Deyon, Le mercantilisme, col. "Questions d'histoire", Flammaríon,
gino que condicionan igualmente la historia interna de las colonias y París, 1969 (traducción española: Península, Barcelona, 1970). En cuanto a la política colonial y las
pueden con frecuencia llegar a determinarla. compañías privilegiadas, hay una inmensa bibliografía, cuya indicación podrá ser encon:rada en los libros ya
citados de F. Mauro, R. Konetzke, S. y B. Stein; volveremos al asunto en este mismo capítulo. Ver también
Los rasgos mencionados se reflejan en la preocupación fiscal que do- el reciente libro de Michel Devéze, L 'Europe et le monde i> la fin du XVIIIe siécle, coi. ' 'L'évolution de
minaba el aparato administrativo colonial —más fuerte en el caso de los l'humanité", Albín Michel, París, 1970.
6. Roberto Cortés Conde, ' 'Problemas y prioridades en el estudio de la historia económica latino-
países ibéricos, pero jamás ausente—, y en el sector del mercantilismo americana", en.¿a historia económica en América Latina, II, pp. 117-133 (aquí, p. 122).
que se ocupa de las relaciones con las colonias: el que los franceses 7. Ciro F. S. Cardoso, "Sobre los modos de producción coloniales de América", art. cit.
174 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA ECONÓMICA DE AMÉRICA LATINA 175

cada uno de tales elementos —europeo, indígena y africano— era Huancavelica necesitaba grandes cantidades de leña, y pronto se agotaron
a su vez heterogéneo los parcos recursos forestales de la región (situada a gran altitud), plan-
— los factores que condicionaron el proceso genético-evolutivo de teando un serio problema, resuelto sólo al descubrirse la posibilidad
todas las sociedades coloniales de América, aunque con variantes de utilizar un combustible vegetal abundante en la región: el icho. El
y grados diversos: el hecho colonial; la conquista, vista econó- estudio de la historia minera de la América española desde el punto
micamente como formación de la base territorial de la coloniza- de vista de los recursos naturales en asociación con el nivel técnico pre-
ción, y como organización de los indígenas en cuanto fuerza de senta lagunas importantes, sobre todo en cuanto a la declinación perua-
trabajo y masa sujeta a tributos; la trata de esclavos africanos na del siglo XVIII, insuficientemente analizada en forma cuantita-
— los aspectos cuya incidencia fue extremadamente variable según tiva.
las regiones latinoamericanas: características geográficas y recur- Como la explotación de las minas importantes exigía grandes capita-
sos naturales; densidad de la población indígena en diversas les, era común al principio que, para explotar un mismo yacimiento,
épocas; períodos, formas y tipos de colonización; posición res- varias personas se asociaran. En el Perú, se desarrolló un sistema seme-
pecto de las grandes corrientes de la navegación oceánica, etc. jante a la aparcería: comerciantes de Lima que disponían de grandes
capitales (aviadores) prestaban el capital, en hipoteca, a un empresario
2. Los factores de la producción que obtenía una concesión minera y la explotaba. Pese a la enorme impor-
tancia de la minería de Hispanoamérica, se trataba de un negocio concen-
1.° Los recursos naturales y su apropiación. — Consideraremos sola- trado en muy pocas manos: hacia fines del siglo XVI, las de unas 800
mente dos de los principales recursos naturales: los yacimientos de meta- personas, entre México y Perú; en 1791, un informe virreinal muestra
les preciosos y el suelo. que había en el Perú 588 minas de plata y 69 de oro, y 728 mineros,
En el caso de América española, se dio el paso del saqueo de los pero predominaban las pequeñas minas trabajadas al azar, y los mineros
tesoros indígenas, y la extracción del oro lavado en las arenas de los ríos miserables y sin recursos. Es interesante notar que la propiedad sobre las
(que predominó hasta aproximadamente 1560), a la explotación minera minas y los molinos usados para tratar la plata estaba legalmente protegi-
de oro, y sobre todo de plata. La existencia de minas de plata en los da contra el embargo por deudas.8
virreinatos de la Nueva España y Perú, y a la vez de otras condiciones En el caso de Brasil, el "ciclo del oro" caracteriza sobre todo al siglo
necesarias para tal explotación minera —el mercurio de Huancavelica, la XVIII hasta 1770. Los yacimientos fueron descubiertos principalmente
mano de obra indígena—, fueron los factores que le dieron su aspecto entre 1695 y 1734. En la mayoría de los casos, se trataba de oro de
particular y esencial al sistema imperial hispanoamericano, volcado ante aluvión, y no de verdaderas minas, lo que permitía su explotación con
todo hacia la producción, transporte y protección de la plata. Las minas de capitales relativamente modestos. La zona aurífera comprendía partes de
Potosí fueron descubiertas en 1546, y en el año siguiente se empezó a los actuales estados de Minas Gerais, Goiás, Mato Grosso y Bahía. Los
explotar las de Zacatecas, en el norte de México. No se debe perder de terrenos auríferos eran concedidos en lotes llamados datas, de tamaño
vista la vinculación estrecha entre recursos naturales y nivel técnico: proporcional a la cantidad de esclavos de que disponía el minero; los
así, por ejemplo, las minas de Potosí, cuya explotación rendía cada vez descubridores de yacimientos tenían prioridad en la elección de sus lotes.
menos debido a la inadecuación de la técnica indígena de extracción a la Debido al carácter mismo de los yacimientos, y a técnicas muy primiti-
ley del mineral de dichos yacimientos, experimentaron un gran auge vas, el ciclo del oro fue de corta duración. También en la región de Minas
luego de la introducción del método de la amalgama de mercurio (las Gerais, se descubrieron yacimientos de diamantes en 1729; su explota-
minas de Huancavelica fueron descubiertas en 1563). Por lo tanto, la
economía hispanoamericana de la plata dependía no solamente de las 8. Sobre los asuntos tratados aquí, cf. Alvaro Jara, Tres ensayos sobre economía minera hispano-
minas de ese metal, sino también del suministro de mercurio, lo que americana, Centro de Investigaciones de Historia Americana (Universidad de Chile), Santiago de Chile,
1966,pp. 35-43; Konetzke, o/>. ctt., pp. 282-283: cita el informe virreinal; MarieHelmer, "Potosiala
planteaba serios problemas de transporte (en México se utilizó igualmente fin du XVIIIe siécle (1776-1797)", en Journal de la Sacíete des Áméricanistes, vol. 40 París 1951 DD
mercurio español y de Eslovenia). A su vez, la producción de azogue en 21-50. • 7 ,W-
176 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA ECONÓMICA DE AMÉRICA LATINA 177
ción fue al principio arrendada por la Corona a particulares, pero a partir Brasil y en las colonias francesas; proceso particularmente complicado en
de 1771 confiada a agentes suyos. Hispanoamérica, debido a la coexistencia y la relación, variable según las
Como en el caso de las minas, el suelo como recurso natural debe ser épocas y regiones, de distintos tipos de propiedad de los españoles, de los
considerado tomando en cuenta también el nivel técnico, y las ideas que indios (privada y comunal), de las ciudades (ejidos), etc." Haremos, sin
se hacían los hombres de la época sobre los distintos tipos de tierras y su embargo, algunas indicaciones que, consideradas como hipótesis de traba-
fertilidad diferencial. Por otra parte, el proceso de formación de la propie- jo, podrían según creemos orientar investigaciones útiles.
dad fundiaria se revistió de características diversas según los casos; por — De una manera general, parece haber predominado la concesión
ejemplo, fue distinto en las zonas de fuerte concentración indígena y en de tierras como propiedad libre y hereditaria, sin trabas de tipo enfitéuti-
aquellas en las que sólo había una población aborigen dispersa. Uno de los co. Ello no significa que en ciertos casos no existiesen en principio, de
temas polémicos en cuanto a la apropiación de la tierra en Hispanoaméri- derecho, limitaciones al derecho de propiedad, sino que en la práctica el
ca es si hay o no vinculación entre la encomienda y la formación de la sistema de distribución de tierras funcionó casi siempre cono proceso de
propiedad agrícola; es fácil mostrar que, en principio, la encomienda no formación de propiedades libres y hereditarias. Por ejemplo, en todas las
creaba derechos sobre la tierra, pero ello no significa que, en la realidad, colonias la tierra era acordada bajo ciertas condiciones: confirmación real
no facilitara la expoliación de los indígenas y la ocupación del suelo, como (colonias ibéricas); explotación efectiva; delimitación del predio. Mas
lo demuestran estudios recientes.9Esto refleja un hecho básico: los es- fueron muy raros, en cualquier territorio colonial, los casos en que el no
tudios sobre la tenencia de la tierra en América latina, que durante cumplimiento de tales condiciones implicó efectivamente la pérdida de la
tanto tiempo se limitaron al examen de la legislación respectiva, empiezan concesión, sanción que estaba prevista, sin embargo, en las reglamenta-
a interesarse por el proceso real de acaparación del suelo, mucho menos ciones respectivas. En América española, la presión de la Corona sobre
conocido, pero mucho más importante. La tendencia actual a la multipli- los que ocupaban mercedes no confirmadas tenía sobre todo una finalidad
cación de estudios monográficos de haciendas deberá arrojar alguna luz fiscal: la de forzar el arreglo de la situación irregular a través del pago de
sobre este aspecto.10 una composición. Cuba parece ser una excepción por lo menos parcial a
No podemos resumir aquí el complicado y multiforme proceso de nuestra hipótesis; el estatuto de indivisibilidad de las mercedes no confir-
formación y desarrollo de la propiedad rural en América española, en madas sólo fue derogado del todo en 1819, con la instauración de la
propiedad sin limitaciones sobre esas y todas las tierras ocupadas desde 40
9 Cf. para el caso mejor estudiado, el de México: Silvio Zavala, Encomiendas y propiedad territo- años antes.
rial en algunas regiones de la América Española, México, 1940; Francois Chevalier, "La formación de — En contraste con lo que ocurría en las colonias holandesas e
los grandes latifundios en México", en Problemas Agrícolas e Industríales de México, México, enero- inglesas, donde hacia fines de la época colonial la propiedad de la tierra
marzo de 1956; Charles Gibson, Los aztecas bajo el dominio español (1519-1810), Siglo XXI, Buenos
Aires, 1972; Enrique ¥[oKscmo,Estructuras y problemas agrarios de México (1500-1821), Sep/Setentas, tenía ya un carácter netamente capitalista, en las colonias de Portugal,
Secretaría de Educación Pública, México, 1971. España y Francia, dicha propiedad presentaba, todavía en el siglo XVIII,
10. Cf. Jan Bazant, ' 'Una tarea primordial de la historia económica latinoamericana: el estudio de la
economía de las haciendas en el siglo XIX (el caso de México)", en La historia económica..., u, pp.
un fuerte carácter patrimonial. Ello refleja los distintos grados de desarro-
111 -116. En cuanto a la época colonial, la tendencia al estudio de unidades de producción es relativamente llo alcanzados entonces por las diferentes metrópolis coloniales en cuanto
antigua en el caso de las Antillas francesas: cf. los trabajos de Gabriel Debien, por ejemplo: Aux debuts a sus estructuras agrarias, comerciales y financieras. Mientras los propie-
d'une grande plantation a Saint Domingue (1685-1714), Le Havre, 1953; "Comptes, profits, esclaveset
travaux de deux sucreries de Saint-Domingue, 1774-1798", en Revue de la Sacíete d'Histoire et de tarios coloniales de los dominios portugueses, españoles y franceses estu-
Geographie d'Haiti, vol. 15, n.° 55; Eludes antillaises (XVIIIe s.), Cahiers des Annales n.° 11, A. vieron siempre protegidos contra el embargo efectivo de sus bienes en
Colín, París, 1956. Más recientemente, tenemos el trabajo de Pierre León, Marchands et spéculateurs caso de deudas no pagadas, y vendían frecuentemente tierras sobre las que
dauphinois dans le monde antillais du XVIIIe siecle. Les Dolle et les Raby, Les Belles Lettres, París,
1963. En el caso de Iberoamérica, hace algunos aflos estudió Frédéric Mauro el ingenio de Sergipe do pesaban deudas e hipotecas no canceladas, en las colonias holandesas e
Conde (Brasil), en su tesis: Le Portugal et I'Atlantique au XVIIe siecle (1570-1670). Elude économique, inglesas del siglo XVIII el embargo de las propiedades era fácil y rápido
SEVPEN, París, 1960; ver también, del mismo autor: "Teoría económica e historia económica", en
Nova historia e Novo Mundo, Ed. Perspectiva, Sao Paulo, 1969, pp. 13-40. Recientemente, se multipli-
caron los estudios de haciendas y plantaciones en América colonial: cf. Enrique Florescano (coordinador), 11. Ver sobre todo: F. Chevalier, op. cit.; José da Costa Porto, Estados sobre o sistema sesmarial,
Haciendas, latifundios y plantaciones en América Latina, Siglo XXI, México, 1975. Imprensa Universitaria, Recife, 1965; G. Debien, Eludes antillaises.
I), MfiTÓDOS
178 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA ECONÓMICA DE AMÉRICA LATINA 179
cuando sus dueños no cumplían con sus obligaciones financieras; ade- los casos en que el control del agua resultaba más importante que el del
más, los plazos de pago eran en estas últimas colonias mucho más cortos suelo; las zonas en que la ganadería se practicaba sobre superficies no
que en las demás, y los deudores insolventes eran encarcelados. delimitadas, etc.
— En todas las colonias existían disposiciones en vigor que trataban
de graduar y limitar el acaparamiento de tierras y, principalmente en el 2.° Mano de obra. — Silvio Zavala señala el papel capital de la
caso de Hispanoamérica, la desposesión de los indígenas; también en toda distribución geográfica y de la densidad de la población precolombina, con
América, tales disposiciones no pudieron impedir los fraudes, la forma- relación al poblamiento y la fuerza de trabajo durante el período colo-
ción de latifundios, el avance sobre tierras comunales, etc. Pero hay que nial.12 Desde tal punto de vista importa distinguir:
estar atento a las enormes variaciones regionales. En Brasil, por ejemplo, — el área nuclear de la población indígena, donde se daban las
el tamaño de las concesiones (sesmarias) era variable —en general mucho concentraciones demográficas realmente importantes, sobre la
más importantes en la parte norte que en el sur de la colonia—, y tam- base de una agricultura sedentaria más o menos avanzada (partes
bién lo fue el tamaño de las grandes propiedades, aunque en todas partes de México y Centroamérica; América andina)
se encontraron maneras de detener más tierras de las que legalmente — todo el resto de América se caracterizaba por poblaciones indí-
estaban permitidas. El estudio de tales variaciones debe lógicamente to- genas mucho más dispersas de cazadores, pescadores y recolecto-
mar en cuenta el nivel técnico y el tipo de actividad. res, con o sin una agricultura itinerante de bajas técnicas; en
— Predominó la concesión gratuita, y no la venta de tierras por el ciertos casos, vastas zonas constituían verdaderos vados de-
estado, aunque en el caso de América española sobre todo, las ventas de mográficos.
tierras realengas por razones fiscales hayan sido muy considerables duran- En el área nuclear, la explotación colonial se apoyó en la fuerza de
te ciertos períodos. La venta sistemática de tierras coloniales por el estado trabajo representada porlas comunidades indígenas, que sufrieron drásti-
fue una novedad instituida experimentalmente por Inglaterra en las islas cas reorganizaciones, concentraciones, traslados de una a otra región,
que obtuvo en 1763 (Granada, Dominica, San Vicente y Tobago); in- etc. Como dicha área estaba situada en su totalidad en Hispanoamérica
novación admirada pero no imitada por las autoridades coloniales france- (aunque esta última era bastante más vasta), ello explica por qué los
sas. Sin embargo, sería excesivo construir toda una teoría de la historia de territorios españoles recibieron muchos menos esclavos negros de impor-
América basada de manera simplista en lo que algunos autores llaman la tación africana que Brasil o las Antillas, por ejemplo.13 La población
disponibilidad ilimitada de tierras; la disponibilidad del factor tierra, aun- colonial fue, en el área nuclear, euroindígena. En el resto del continente,
que sin duda importante, fue variable según regiones, épocas y tipos de con la conquista se dio la expulsión, destrucción y eventual asimilación
producción. La "sed de tierras" era selectiva: se buscaban las que eran parcial del indio, abriendo el camino a la formación de dos tipos de
apropiadas a este o aquel producto; las que tuvieran mejores posibilidades poblaciones: 1) euroafricanas, allí donde se podía establecer, con mano de
de aprovisionamiento de mano de obra indígena (en el caso de Hispano- obra esclava indígena y sobre todo africana, plantaciones de alimentos o
américa); las más próximas de las costas, ríos navegables, caminos, nú- materias primas tropicales de gran demanda en Europa, o explotar yaci-
cleos de población, puertos, etc. En la especulación fundiaria que tempra- mientos auríferos (Brasil, Antillas, Sur de los actuales Estados Unidos,
no se estableció en las colonias, el valor de la tierra era muy variable Guayanas, partes limitadas de América española continental); 2) euro-
según los casos, y también su "disponibilidad", sobre todo en las zonas
de asentamiento más o menos antiguo, volcadas hacia la producción de 12. Silvio Zavala, "Indigénes et colonisateurs dans l'histoire d'Amérique", en Cahiers de l'Institut
ciertas mercancías cuyas exigencias ecológicas restringieran la elección des Hautes Eludes de l'Amérique Latine, n.° 6, 1964, pp. 7-25.
de los suelos a algunos tipos bien determinados. 13. Es posible que Hispanoamérica sólo haya recibido 1/15 de todos los esclavos africanos de trata:
rf. Charles Minguet, Alexandre de Humboldt, F. Maspero, París, 1969, p. 508 nota 8; Minguet admite
— Finalmente, ciertos aspectos y casos especiales deben ser conside- un total de 15 millones de esclavos transportados a América entre los siglos XVI y XIX, 1.050.000 de los
rados : los mayorazgos y las propiedades comunales de distintos tipos, en cuales a la América española. Admitiéndose las cifras de P. Curtin, op. cit., —9,5millones en total—,
América española; la relación con la tierra en zonas no agrícolas, sino de seria necesario rebajar la cifra para Hispanoamérica; al revés, Rolando Mellafe, La esclavitud en Hispano-
américa, Eudeba, Buenos Aires, 1964, p. 59, considera que los territorios españoles recibieron un total
recolección forestal, como en vastas regiones de la Amazonia portuguesa; de 3 millones de negros de trata, lo que parece exagerado.
LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA ECONÓMICA DE AMÉRICA LATINA 181
180
americanas, como en Canadá, la Nueva Inglaterra y —ya durante el durante mucho tiempo después del inicio del tráfico negrero, y aun domi-
siglo XIX— la región pampeana. nante en ciertas áreas (Amazonia, Sao Paulo).
Dejando de lado los casos menos importantes —mano de obra libre — Si las distintas formas del trabajo forzoso de los indígenas —es-
empleada en la artesanía, como capataces y en otras actividades; engagés clavitud, repartimiento, encomienda, naborías, mita y cuatequil— em-
o indentured sen anís llevados a las colonias francesas e inglesas, etc.—, piezan a conocerse más o menos bien, por lo menos en algunas partes
haremos algunas consideraciones e indicaciones respecto a los aspectos de Hispanoamérica, no ocurre lo mismo con otras categorías de mano de
que nos parecen más esenciales investigar, en cuanto al problema de la obra dependiente: el peonaje (analizado en México por F. Chevalier) y
mano de obra en la época colonial. todas las formas de tenencia precaria, estudiadas principalmente para los
— Dos precauciones importantes: 1) no extrapolar automáticamen- siglos XIX y XX, son poco conocidas en cuanto a los siglos colonia-
te datos o evoluciones de un área a otra (así, por ejemplo, las fases les.17
características de la evolución de la mano de obra en México, mejor — Al enfocar el problema del origen y carácter de las formas de
conocidas, tendieron siempre a ser generalizadas al conjunto de Hispano- explotación de la mano de obra indígena y africana en Latinoamérica
américa); 2) no limitar —como antes solía hacerse— el estudio de la colonial, es frecuente la explicación que parte de "antecedentes medieva-
mano de obra al simple examen de la legislación respectiva, despreciando les": la esclavitud colonial mantenida por genoveses y venecianos en el
el análisis de la evolución real.'" Mediterráneo, el repartimiento ibérico, etc.; ello ocurre igualmente en
Hacen falta trabajos relativos a la mano de obra utilizada en los obra- cuanto a otros sectores de estudio (plantaciones azucareras, tipos de con-
jes; tampoco se han estudiado los salarios urbanos y rurales en América cesiones de tierras, rasgos de la administración, etc.). Es útil, sin duda,
española, salvo poquísimas excepciones (relativas a Chile y Perú). hacer tales correlaciones; pero existe también el peligro de enmascarar los
— La esclavitud negra y la trata africana se conocen, en términos caracteres específicos o nuevos del proceso colonizador latinoamericano,
generales, mejor que la mano de obra indígena, en el caso de las Antillas en provecho de analogías formales. Una institución cambia forzosamente
y de Brasil; por supuesto, queda aún mucho que hacer en este terreno, y de contenido al trasladarse a un ambiente social y económico distinto; la
subsisten, sobre numerosos aspectos, posiciones divergentes o totalmente esclavitud americana, por ejemplo, es algo muy diferente, por sus propor-
opuestas.15 Señalaremos, sin embargo, que: 1) es necesario considerar ciones, características y consecuencias, de las pequeñas colonias esclavis-
la variación de la importancia relativa de la esclavitud negra en América tas mediterráneas o las de las islas occidentales africanas. IS
española frente al movimiento demográfico de la población indígena; 16
3.° Técnicas. — El estudio comparativo permite distinguir varios
2) en el caso de Brasil, la esclavitud de los indios siguió siendo importante
niveles técnicos en lo que concierne a las colonias de América. Al exami-
nar el problema, limitándonos a las colonias esclavistas y al siglo XVIII,
14. Un ejemplo de libro concebido como estudio institucional del problema de la mano de obra es: ¡ hemos encontrado por lo menos tres categorías:
Silvio Zavala, Contribución a la historia de las instituciones coloniales erf Guatemala, Editorial Universita-
ria, Guatemala, 1967. Ya el libro de Severo Martínez Peláez, La patria del criollo. Ensayo de interpretación — colonias caracterizadas por el más bajo nivel técnico: Brasil, co-
de la realidad colonial guatemalteca, Editorial Universitaria, Guatemala, 1971, contiene un interesante
r
lonias españolas, Grandes Antillas, Guayana francesa
estudio concreto de las formas de apropiación real del trabajo indígena. Del mismo modo, para México, ¡ — colonias que presentaban un nivel técnico superior (aunque bajo
Chile y Perú, se han desarrollado tales estudios, impulsados por autores como L. B. Simpson, C. Gibson, E. í>
Florescano, Mario Gúngora, Marcello Carmagnani, Alvaro Jara, Rolando Méllate, D. A. Brading, A. ,\
Crespo Rodas, etc. ' 17. Cf. Magnus Morner, Tenant Labour in Andean South America Since the Eighteenth Century. A
15. La bibliografía al respecto es inmensa. Una buena introducción a la problemática y a las polémicas Preliminary Refori, "Nauka" Publishing House, Moscú, 1970; Mario Góngora, Origen de los "inqui-
relativas a distintos aspectos de la esclavitud en América es la antología preparada por L. Poner y E. D. linos" de Chile Central, Santiago de Chile, 1960.
Genovese, Slavery in íhe New World. A Reader in Comfarative History, Prentice-Hall, Englewood Cliffs 18. Ver Charles Verlinden, Précédents médiévaux de la Colonie en Amengüe, instituto Panamerica-
(New Jersey), 1969, que contiene además una excelente bibliografía. Un libro colectivo, Introducción a la no de Geografía e Historia, México, 1954; del mismo autor: "Esclavage medieval en Europe et esclavage
cultura africana en América Latina, UNESCO, París, 1970, contiene igualmente una bibliografía muy colonial en Amérique", en el número ya citado de Cahiers de l'I.H.E.A.L, pp. 29-45, y Les origines de
útil, y una reseña de la documentación disponible en cada país latinoamericano. la civilisation atlanüque, Albín Michel, París, 1966; H. B. Johnson Jr., "The Donatary Captaincy in
16. Cf. por ejemplo: Frederick P. Bowser, The Free Person of Color in México City and Lima: Perspective: Portuguese Background to the Settlement of Brazil", en Híspante American Histórica!
Manumtssion and Qportunity, 158Q-1630 (ponencia mecanografiada; Rochester, marzo de 1972), pp. Review (Duke University Press), vol. 52, n.° 2, mayo de 1972, pp. 203-214.
4-5. La esclavitud mexicana ha sido estudiada por Gonzalo Aguirre Beltrán. 19. Ciro F. S. Cardoso, "Sobre los modos de producción...", art. rit., pp. 75-77.
182 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA ECONÓMICA DE AMÉRICA LATINA 183

de todos modos): Pequeñas Antillas inglesas y francesas (en las elaboradas e inversiones relativamente importantes en equipos que eran
Grandes Antillas inglesas y francesas, las técnicas azucareras eran importados en gran parte.
superiores a las de Cuba o de Brasil, pero las técnicas de cultivo — Otro tema de interés lo constituye la difusión de las técnicas. La
eran muy extensivas y devastadoras) unión dinástica entre España y Portugal (1580-1640) condujo a la insta-
— caso especial: técnicas de drenaje y explotación de tierras cubier- lación de holandeses y judíos portugueses en la parte más importante de la
tas por el mar o por aguas fluviales, parcialmente introducidas en zona azucarera de Brasil. Ahí aprendieron las técnicas del azúcar, y al
la Guayana francesa a partir de las colonias holandesas vecinas expulsarlos los portugueses, las difundieron en las Guayanas y las Anti-
(Suriname, Berbice, Demerara, Esequibo). llas; pero en las islas, dichas técnicas sufrieron transformaciones que a la
Creemos en la superioridad del enfoque comparativo para aclarar las larga las hicieron bastante distintas de las brasileñas, pues éstas casi no se
cuestiones ligadas a las técnicas de producción, pero las obras escritas a alteraron. Por otra parte, se debe estudiar la constitución de las técnicas
partir de tal enfoque no son muy numerosas.20 coloniales a partir de elementos europeos, indígenas y africanos. Un terre-
He aquí algunas rápidas recomendaciones relativas a la investigación no todavía mal explorado es el análisis comparativo con respecto a las
en el sector que ahora nos ocupa. técnicas africanas o indígenas; parecería que en las colonias esclavistas
— Tratándose de las minas de metales preciosos, muchos aspectos ocurrió una regresión técnica, no solamente con relación a Europa, sino
técnicos siguen mal conocidos, y por lo tanto deberían ser investiga- también al África tropical, ya que los procedimientos agrícolas adoptados
dos.21 En la minería de oro de Brasil hubo el aprovechamiento de pro- fueron aquellos, muy primitivos, que practicaban los indígenas exteriores
cedimientos africanos de metalurgia del hierro.22 Los problemas téc- al área nuclear de población precolombina, los que sólo conocían una
nicos y sus soluciones son muy diferentes según se trate de verdaderas agricultura itinerante, basada en la roza somera y el uso de un instrumen-
minas o de yacimientos aluvionales. El estudio comparativo entre las tal extremadamente grosero.
técnicas mineras europeas y americanas y el de la formación profesional — Sin embargo, es preciso estar consciente del peligro existente en
de un personal especializado (intentada en Hispanoamérica durante la juzgar los niveles de técnica de la agricultura tropical a partir de criterios
segunda mitad del siglo XVIII) deberían ampliarse. derivados de la observación de las regiones templadas. Por ejemplo, los
— Las plantaciones de azúcar, cacao, añil, café, tabaco, etc. utiliza- suelos tropicales son frecuentemente demasiado frágiles y poco espesos
ban a la vez técnicas agrícolas e industriales (estas últimas en la fase de como para soportar el arado de ruedas; además, en ciertas regiones de
beneficio del producto), y el nivel técnico podría ser distinto en los dos África precolonial, algunos grupos de agricultores lograron una situación
sectores de la actividad productiva. La abundancia de la tierra favorecía el de equilibrio entre la producción, la población y los recursos naturales, a
empleo de técnicas agrícolas rudimentarias, pero un ingenio de azúcar través de técnicas basadas igualmente en la agricultura itinerante, la prác-
hidráulico, por ejemplo, aunque tosco, suponía técnicas un poco más tica de la roza y el uso de la azada, aunque a veces llegaron también a
asociar la ganadería a la agricultura, a utilizar el abono o la irrigación,
a perfeccionar el instrumental (gracias a una metalurgia bastante avanzada)
20. Citemos la excelente tesis, infelizmente inédita, de Alice P. Canabrava, A Industria do acucar
ñas ilhas inglesas e francesas do Mar das Antilhas, Universidade de Sao Paulo, Sao Paulo, 1946 (mimeo- y a desarrollar la división del trabajo.
grafiado), y la edición hecha por Andrée Mansuy de: André Jólo Antonil, Cultura e opulencia do Brasil — Ello nos conduce al último punto. La cuestión del nivel técnico
por suas drogas e minas, texto de la edición de 1711, traducción francesa y comentario crítico de A. sólo adquiere sentido en el contexto social y económico global de la
Mansuy, I.H.E.A.L., París, 1968. En los dos casos, se trata de una comparación sistemática de las
técnicas brasileñas del azúcar con las practicadas en otras colonias: Antillas inglesas y francesas sobre colonia y su metrópoli: 1) finalidad de la rama de producción estudiada;
todo, en el primer caso; colonias esclavistas francesas, en las notas redactadas por A. Mansuy. 2) efectos del régimen de trabajo, del nivel de vida y del grado de forma-
21. Cf. entre otros: A. Jara, op. cit.; D. A. Brading y Harry E. Cross, "Colonial Silver Mining:
México and Perú", en The Híspame American Historical Review, noviembre de 1972, pp. 545-579; ción profesional del trabajador, sobre las posibilidades técnicas (incluyendo
Charles Boxer, The Golden Age of Brazil, 1695-1750, Berkeley, 1962 (ed. brasileña, en portugués: la división del trabajo); 3 disponibilidad de capitales y formas de crédito
Companhia Editora Nacional, Sao Paulo, 1963); Sergio Buarque de Holanda, artículos en Historia Geralda a la producción; 4) inmovilización importante de capital en la compra de
Civilizacao Brasileira, Difusáo Européia do Livro, Sao Paulo, 1960 (t. I, vol. 2, pp. 228-310).
22. Cf. Caio Prado Júnior, Farmacia do Brasil contemporáneo, Colonia, Brasiliense, Sao Paulo, mano de obra, cuando se trata de una colonia esclavista; 5) organización
19575, p. 218. del aprovisionamiento de materias primas, maquinaria, etc. a las regiones
184 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA ECONÓMICA DE AMÉRICA LATINA 183
coloniales (particularmente importante en el caso de las zonas azucare- Inversiones semi-públicas: las de compañías privilegiadas, estrecha-
ras) ; 6) transferencias de capitales a las áreas metropolitanas debido a la mente controladas por la administración colonial metropolitana,
relación colonial, y sus efectos sobre la acumulación y la inversión en las y por lo tanto vinculadas a la coyuntura político-financiera del
colonias; 7) nivel técnico alcanzado en la misma metrópoli, etc. estado.
Inversiones privadas: de particulares o de sociedades por acciones.
4.° Capitales, — La instalación y el mantenimiento de empresas
mineras o agrícolas de alguna importancia exigían capitales considera- Ademas, hemos intentado examinar las consecuencias del retraso de la
bles, obtenidos con frecuencia a través de la asociación del minero o Francia de anden régime en el dominio financiero, si la comparamos con
hacendado —que podía asumir muy distintas formas— con comerciantes Holanda o Inglaterra, por lo que hace a la financiación de la producción
o financistas residentes en la colonia, en la metrópoli o en el extranjero. en sus colonias; y también los resultados de la legislación relativa al
En ciertos casos se constituyeron bancos expresamente para el financia- embargo de los bienes de los deudores insolventes, cuya aplicación en las
miento de actividades coloniales, por ejemplo el de Law en Francia, y el colonias francesas, al no ofrecer garantías suficientes a los acreedores,
Real Banco de San Carlos ligado a la minería del Alto Perú, ambos en ahuyentaba a los inversionistas extranjeros (sobre todo holandeses, ya que
el siglo XVIII. éstos se especializaron durante el siglo XVIII en el crédito a la producción
Existen algunos buenos estudios, atentos a la financiación de la pro- de sus colonias y de colonias de otros países).
ducción, por ejemplo para el Brasil azucarero, las minas de Potosí o las
Antillas; pero en otros casos dicho aspecto es frecuentemente desprecia-
do. 23 Se trata, sin embargo, de un tema primordial, que se puede dividir 3. Los sectores de la producción
en varios subtemas: 1) proporción y formas en que intervienen las orga-
nizaciones crediticias locales, metropolitanas y extranjeras; 2) coyuntura América latina colonial tenía sus áreas neurálgicas, que eran otros
favorable o desfavorable a ciertas zonas y productos coloniales; 3) endeu- tantos núcleos exportadores, mineros o agrícolas, produciendo —para el
damiento de los empresarios coloniales; 4) estudios microeconómicos gran comercio oceánico y el abastecimiento de los mercados metropolita-
volcados hacia las inversiones y su plazo de reposición, los costos de la nos— metales preciosos, azúcar, café, cacao, añil, tabaco, etc. Tales
producción, la acumulación de capitales, los beneficios y su destino (rein- núcleos exportadores generaban zonas subsidiarias de producción, que los
versión, consumo de lujo, etc.), la contabilidad de la empresa. aprovisionaban en alimentos, mano de obra indígena, materias primas
Estudiando la cuestión de las inversiones de capital en el caso de la (como el cuero) y animales de tiro. En fin, ciertas regiones se mantenían
Guayana francesa, 4 hemos distinguido las categorías siguientes: relativamente aisladas de los centros rectores coloniales y del mercado
internacional; eran poco poblados y pesaban muy secundariamente en la
Inversiones públicas: vida latinoamericana. Así, por ejemplo, en el Brasil portugués, vemos
formarse en los siglos XVI y XVII un primer núcleo exportador, el del
— financiamiento de intentos de colonización y poblamiento azúcar, cuyo centro se encontraba en el nordeste de la colonia; en fun-
— propiedades estatales (incluyendo lo que hoy llamaríamos "ha- ción del azúcar se desarrolló la zona subsidiaria ganadera del "sertab"
ciendas experimentales") (interior). En el siglo XVIII, otro núcleo exportador —los yacimientos
— obras públicas de oro— causó a su vez la constitución de economías subsidiarias: zonas de
— créditos acordados a los colonos, y a veces asistencia técnica. agricultura y crianza, y también la ganadería del sur, que proveía sobre
todo animales de tiro. La Amazonia y Sao Paulo, aunque contribuyendo
23. Por ejemplo: Alice P. Canabrava, tesis cit.; Celso Furtado, Fonnac,ao Económica do Brasil; eventualmente con esclavos indígenas al aprovisionamiento de la zona
Manuel Moreno Fraginals, El Ingenio. El complejo económico social cubano del azúcar, 1.1 (1760-1850), azucarera, se mantuvieron como áreas más o menos marginales y secun-
Comisión Nacional Cubana de la UNESCO, La Habana, 1964; los trabajos de Gabriel Debien y Fierre
León ya citados, sobre las Antillas francesas.
darias durante la mayor parte de la época colonial.
24. Ciro F. S. Cardoso, La Gayanefrancaise..., tesis cit., 1.1, pp. 222-241. Tomando como criterio de clasificación el tipo de producción y el tipo
186 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA ECONÓMICA DE AMÉRICA LATINA

de vinculación a los distintos mercados, podemos distinguir varios secto- casos, pequeños establecimientos se especializaban con exclusividad en la
res productivos: producción de aguardiente —menos complicada y más barata que la del
azúcar—; en la Guayana francesa, hubo épocas en que los ingenios se
— aquellos volcados hacia el mercado mundial: 1) minería de meta- dedicaron exclusivamente a tal producción.26
les preciosos; 2) agricultura —o agroindustria— tropical de ex- Un tema interesante lo constituye el análisis de las relaciones de las
portación (plantaciones) áreas agrícolas o ganaderas subsidiarias con los núcleos exportadores. Las
— los que producían para mercados locales o intercoloniales: 1) sec- vinculaciones agrícolas de las minas de Potosí se extendían hasta la región
tores agrícolas; 2) ganadería; 3) artesanías y manufacturas del Río de la Plata, Paraguay y aun Brasil, y las relaciones entre ambas
— los que se dedicaban a la economía de subsistencia, sin vincula- economías, al principio fáciles, se volvieron conflictivas al crecer el sector
ción permanente al mercado. agrícola y empezar la disputa por la mano de obra.27 En el caso de
Los primeros fueron los que sobre todo tuvimos en mente al hablar de Brasil, afirma Celso Furtado que las fases coyunturales depresivas de los
los factores de la producción, así que ahora nos concentraremos en los ciclos del azúcar y del oro llevaron a que las zonas subsidiarias se convir-
tieran, en gran medida, en áreas ganaderas o agrícolas de subsistencia,
demás sectores.
En cuanto a la agricultura, hemos mencionado algunos de los proble- caracterizadas por la regresión de la economía monetaria y una bajísima
mas relativos a la formación de la propiedad y otros factores de produc- productividad. Se trata de un análisis muy verosímil y de gran poder
ción. Como es evidente, al realizar una investigación sobre un caso con- explicativo con relación a grandes áreas del país, pero no se puede decir
creto (determinada colonia, región o hacienda), lo que más importa es que haya suscitado intentos de comprobación a través de estudios históri-
conocer el peso relativo de los distintos factores, sus formas específicas, cos basados en la investigación de fuentes primarias.28
su correlación y evolución. El cariz de un régimen agrícola dado depen- En lo que concierne a la ganadería, conocemos bastante bien, gracias
derá siempre: 1) del medio ambiente y los recursos naturales; 2) de las a la obra ya mencionada de F. Chevalier, la formación de los latifundios
maneras de apropiación del suelo, las características y el valor relativo ganaderos del norte de México, en función de la catástrofe demográfica y
de éste; 3) de lo que se produce; 4) de la demografía indígena y la cali- la declinación de la minería en el siglo XVII. En Hispanoamérica, los
dad de la mano de obra aborigen, condicionando el tipo de aprovisiona- tipos de explotación de los rebaños fueron muy variados según las regio-
miento de fuerza de trabajo; 5) de las vinculaciones con ciertos tipos de nes y épocas. En el caso brasileño igualmente, era importante la diferen-
mercado; 6) de las formas de financiamiento; 7) del estado de las técnicas; cia entre las tres zonas de crianza más considerables: la del nordeste y la
8) de factores institucionales, etc. Tales elementos son a la vez estructura- del sur (ganadería extensiva; pero distintas bajo muchos puntos de vista),
les —hay características, patrones y proporciones globales, válidos para y la de la región de Minas Gerais (con mejores técnicas). En toda Améri-
largos períodos— y cambiantes según las fases coyunturales. ca latina colonial, la producción de animales de tiro para el transporte y a
Los estudios realmente económicos de la agricultura colonial que pro- veces como fuerza motriz para los ingenios no hidráulicos, constituía un
ducía para mercados locales o intercoloniales no son muchos. Chile, cuya elemento económico esencial. La ganadería pudo originar una rama de
producción de trigo se destinaba al consumo peruano, es tal vez el caso exportación: cueros, charqui, etc. se destinaban frecuentemente a merca-
más estudiado; para México, tenemos excelentes trabajos de Enrique dos europeos o intercoloniales. Pero en su conjunto, se vinculaba mucho
Florescano.25 En Brasil como en todas las colonias azucareras, a la par más a la vida de las mismas colonias, originando complejos económicos y
del azúcar se-producía el aguardiente, destinado en gran parte al mercado culturales del cuero, del caballo, de la carne seca y salada ("carne de
local, y en el caso brasileño exportado también hacia África. En ciertos
26. Cf. por ejemplo: Antonil (ed. de A. Mansuy), pp. 132-133, 252-253, 266-267, 384-385,
25. Marcello Carmagnani, "La producción agropecuaria chilena (1680-1830)", en Cahiers des 394-395; Ciro F. S. Cardoso, tesis cit., H, pp. 304, 321.
Amengües Latines, Instituí des hautes études de PAmérique latine, n.° 3, París, 1969, pp. 3-21; del 27. Rolando Mellafe, "Agricultura e historia colonial hispanoamericana", en Temas de historia
mismo autor: "Formazione di un mercato coloniale: Cile, 1680-1830", en Rivista Síorica Italiana, económica hispanoamericana, Mouton, Paris-La Haya, 1965, pp. 23-32. Ver también: William H.
1969, pp. 480-500; Enrique Florescano, Precios del maíz y crisis agrícolas en México (¡708-18101, El Dusenberry, The Mixtean Mesta, Urbana, 1963.
Colegio de México, México, 1969; del mismo autor: Estructuras y problemas agrarios... 28. Celso Furtado, op. cit., pp. 83-88, 104-106 (capítulos XH y XV).
188 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA
LA HISTORIA ECONÓMICA DE AMÉRICA LATINA 189
sol", cecina, charqui, la chalona de Solivia), de las tropas de muías,
Si de las actividades volcadas hacia mercados locales o intercoloniales
caracterizados por relaciones económicas y sociales muy distintas de las pasamos a las de subsistencia, sin vinculación considerable o continua al
que predominaban en los núcleos exportadores.29 mercado, veremos que casi nada hay que decir, ya que no suscitaron
Los pueblos de indios guaraníes creados y controlados por los jesuitas
investigaciones suficientes en lo que hace a la época colonial. Es cierto
en América del Sur se especializaron en el abastecimiento en yerba mate
que la documentación disponible tiene un carácter fragmentario y casi
de varias partes del continente; el producto era comercializado por la solamente cualitativo: pasajes cortos de la correspondencia o de informes
Compañía de Jesús en los centros urbanos —Asunción, Santa Fe y Bue-
oficiales, de libros de viajeros, de obras generales contemporáneas sobre
nos Aires— y alcanzaba incluso mercados tan alejados como Lima y
economías coloniales (como la de Antonil para Brasil). En el caso de las
Quito. Después de la expulsión de los jesuitas (1768), dichos pueblos, colonias esclavistas, los amos se descargaban total o parcialmente del
durante unas dos décadasr enviaron gran cantidad de productos al merca- cuidado de alimentar y vestir sus esclavos, aun cuando ello estaba prohi-
do del Río de la Plata, pero ello reflejaba una explotación extremada de la bido por la legislación vigente, acordándoles —o a algunos de ellos— el
mano de obra indígena por los comerciantes y funcionarios españoles, y
usufructo de parcelas de tierra, el tiempo para cultivarlas y frecuentemen-
su progresiva destrucción, lo que hizo a la larga que desaparecieran las
te la posibilidad de comerciar libremente el excedente eventual. En ciertas
antiguas misiones. Sólo al desvanecerse el enfoque místico, romántico o colonias, la vinculación al mercado local de esta economía "campesina"
utópico del régimen económico de las misiones jesuíticas, antes frecuen-
de esclavos fue importante (venta de aves, yuca, granos, etc.), pero
te, empezamos a conocerlas debidamente.30 ocurría a menudo que el tiempo concedido a los cautivos para el cultivo
A pesar del "pacto colonial", hubo en Latinoamérica, además de
de su parcela era demasiado marginal e insuficiente; en las colonias azu-
artesanías variadas, verdaderas manufacturas, aunque éstas fueron a veces careras, al llegar la época de la zafra y del trabajo en los ingenios, aun los
suprimidas por intervenciones metropolitanas. Estas actividades industria-
domingos y feriados religiosos solían no respetarse.32
les se destinaban al abastecimiento de mercados locales o intercoloniales
Hemos descartado del todo, en este capítulo, el examen de la problemá-
(la seda de los obrajes mexicanos, por ejemplo, llegaba hasta el mercado
tica relativa a otros tipos de actividades: recolección forestal, pesca (la de la
filipino). Sólo existen estudios de conjunto para el caso de Brasil. En
ballena en Brasil, por ejemplo), cacerías de esclavos, búsqueda de perlas,
cuanto a la artesanía hispanoamericana, hay varios libros dedicados a los
salinas, minerías de metales no preciosos, etc., y el caso de las regiones de
gremios, pero relativos sobre todo a su aspecto jerárquico y administrati-
tránsito, vinculadas al sistema de flotas y del comercio exclusivo.33
vo. Los análisis de ciertas actividades manufactureras de la América his-
pana son a veces muy buenos, principalmente los que se ocupan de los
obrajes de México y la industria saladera argentina. Hace falta un estudio 4. Circulación y coyuntura
de conjunto de la industria colonial hispanoamericana que integre la in- Respecto al comercio, podemos sintetizar así los aspectos temáticos
vestigación económica y el examen de la política metropolitana.31 más importantes:
das manufaturas no Brasil e a política económica portuguesa no fim do século XVffl", en Revista de
29. Cf. entre otras obras: José Alípio Goulart, O Brasil do boi e do cauro, Ed. GRD, Rio de Janeiro,
Historia, n.° 67, 1966, pp. 145-166; Woodrow Borah, Silk Raising in Colonial México, University pf
1965; Alfredo Ellis Júnior, "O ciclo do muar", en Revista de Historia, Sao Paulo n.° 1, 1950, pp.
California Press, Berkeley-Los Angeles, 1943; Héctor Humberto Samayoa Guevara, Los gremios de
73-81; F. Chevalier, of. cit.; Emilio A. Coni, Historia de las vaquerías del Rio de la Plata, 1555-1750,
artesanos en la ciudad de Guatemala (1524-1821), Ed. Universitaria, Guatemala, 1962; Richard E.
Buenos Aires, 1956; Héctor José Tanzi, "La actividad agropecuaria en el Virreinato del Rio de la
Greenleaf, "The Obraje in the Late Mexican Colony", en The Americas, XXXII, enero de 1967, pp.
Plata", en Investigaciones y Ensayos, vol. 2, 1967, pp. 261-287.
227-250; Alfredo J. Montoya, Historia de los saladeros argentinos, Buenos Aires, 1956.
30. Magnus Morner, Actividades políticas y económicas de los jesuitas en el Rio de la Plata, Paidós,
32. Cf. Antonil, ed. citada, pp. 94-99, 126-127, 129; David Brion Davis, The Preblem ofSlavery
Buenos Aires, 1968; Luis Gonzaga Jaeger, "La Compañía de Jesús en el antiguo Guaira (1589-1631)",
in Western Culture, Comell University Press, Ithaca, 1966, pp. 223-243; Antoine Gisler, L'Esclavage
en Pesquisas, vol. 1, 1957, pp. 93-121; Juan Carlos Garavaglia, Las actividades ganaderas en la vida
aux Antillesfrancaises (XVIle-XIXe siecle), Ed. Universitaires, Fribourg, 1965, pp. 35-46; Jean-Claude
económica del pueblo de indios de Nuestra Señora de los Santos Reyes de Yapeyú: 1768-1806 (ponencia
Nardin, La mise en valeur de l'ile de Tabago (1763-1783), Mouton, París-La" Haya, 1969, p. 258.
presentada al coloquio de Roma, setiembre de 1972).
33. Cf. Miriam Ellis, Aspectos da pesca da baleia no Brasil colonial, Colecáo Revista de Historia, Sao
31. Heitor Ferreira Lima, Formacáo industrial do Brasil, Periodo colonial, Fundo de Cultura, Río de
Paulo, 1958; Arthur Cézar Ferreira Reis, Aspectos da experiencia portuguesa na Amazonia, Edicóes
Janeiro, 1961; Miriam Ellis,. "Primordios da industria saladeiril no Brasil colonial", en Revista do
Goverao do Estado do Amazonas, Manaus, 1966; Mane Helmer, "Cubagua, l'íle des perles", en
Instituto de Estudos Brasileiros (Sao Paulo), n.° 4, 1968, pp. 31-42; Fernando A. Nováis, "A proibicSo Annales E.S.C., 1962, pp.751-760.
190 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA ECONÓMICA DE AMÉRICA LATINA 191
Problemas técnicos y de equipo:34 (Portugal) en cuanto a la política comercial; 5) comercio intercontinental
— datos relativos a la navegación: tipos y capacidad de los barcos, e intercolonial en el Pacífico, mucho menos conocido que el comercio
rutas, técnicas de navegación atlántico; 6) comerciantes y empresas comerciales en América latina.
— puertos y caminos; sistemas de transporte; ferias; aduanas Los trabajos de Fierre Chaunu y Frédéric Mauro insisten sobre la
— circulación monetaria; créditos y empresas comerciales. unidad de la coyuntura europea y latinoamericana; esta última ha sido
estudiada principalmente en función de Europa, de las repercusiones de
Política comercial metropolitana; compañías privilegiadas y sistemas
las fluctuaciones europeas sobre el comercio exterior y la producción de
de flotas; consulados de" comercio,3S América latina, y de los efectos que tuvieron los metales preciosos o
Tipos de mercados y de comercio: productos tropicales latinoamericanos sobre la coyuntura europea (mone-
— mercados locales e intercoloniales; aprovisionamiento de las ciu- taria, de los precios, comercial, etc.). K Sin embargo, los trabajos —po-
dades, puertos y minas 36 co numerosos— disponibles sobre las coyunturas coloniales internas de
— la trata negrera y las exportaciones hacia África " algunas regiones de América latina, estudiadas sin perder de vista el
— el comercio con Europa; importación y exportación; contrabando aspecto estructural, muestran también marcadas divergencias respecto de
y piratería.38 las fases de la coyuntura europea. Así, por ejemplo, no hubo durante el
Hace mucha falta la multiplicación de estudios sobre algunos de los siglo XVIII un alza de larga duración de los precios de 16 productos en
aspectos arriba mencionados, por ejemplo: 1) los sistemas de transportes Santiago de Chile, estudiados por Ruggiero Romano; ni de los precios del
en América colonial (más o menos bien conocidos para Brasil, México maíz en México, estudiados por Enrique Florescano. 40 La escasez de
y Argentina); 2) organización de los mercados locales e intercoloniales, y análisis de este tipo hace de su multiplicación en varias partes de Latino-
la importancia del movimiento comercial respectivo; 3) el peso de los américa algo muy necesario; tal vez así se pueda construir una verdadera
sectores monetarios y no monetarios de las economías coloniales, y las teoría de las fluctuaciones coyunturales de la economía colonial.
formas en que se relacionan; el aprovisionamiento colonial en monedas;
4) análisis de conjunto de las reformas borbónicas (España) y pombalinas
C. Los siglos XIX y XX
34. Cf. F. Mauro, L'expansion européenne..., pp. 101-124, 269-288; Miriam Ellis, "Estudo sobre
alguns tipos de transporte no Brasil colonial", en Revista de Historia, n.° 4, 1950, pp. 495-516; Carlos 1. La independencia y el lento nacimiento de las economías de expor-
Martins Filho, "Os tres caminhos para as Minas Gerais", en Anais do Congresso..., Imprensa Nacional,
Río de Janeiro, 1965, pp. 171-218; José Alípio Goulart, Tropas e tropeiros na formado do Brasil,
tación
Conquista, Río de Janeiro, 1961; Estela B. Toledo, "El comercio de muías en Salta, 1657-1698", en
Anuario del Instituto de Investigaciones Históricas, Rosario, VI, 1962-1963; Ruggiero Romano, Cues-
tiones de historia económica latinoamericana, Universidad Central de Venezuela, Caracas, 1965.
Si los años que transcurren entre 1810 y 1824 son decisivos en las
35. Eulalia Maria L. Lobo, "As frotas do Brasil", enjahrbucbfúr Geschichte von Staat, Wirtschaft luchas por la independencia de la América española, estudiando el proble-
und Gesellschaft Lateinamerikas, Colonia, 1967, pp. 465-488; de la misma autora: Aspectos da atuacao ma desde una perspectiva más amplia aparecen como un período extre-
dos consulados de Sevilha, Cádiz e da América Hispánica na evolucao económica do século XVIII, Rio de
Janeiro, 1965; la bibliografía sobre tales temas es inmensa. Cf. sobre todo: Huguette y Fierre Chaunu, madamente corto entre las crisis de la estructura colonial y el nacimiento
Séville etl'Atlantique (1504-1650), SEVPEN, París, 1955-1960 (12 vols.). de sociedades de un nuevo tipo, dentro de un también nuevo sistema
36. Enrique Florescano, "El abasto y la legislación de granos en el siglo XVI", en Historia Mexi- mundial de dominación. En verdad, el derrumbe de las viejas estructuras
cana, XIV, n.° 4, 1965, pp. 567-630; Miriam Ellis, Contribuicao ao estado do abastecimento das zonas
mineradoras do Brasil no século XVIII, Ministerio da Educacab, Rio de Janeiro, 1961; Osear Altimir y coloniales comenzó con bastante anterioridad y persistió todavía mucho
otros, "Las relaciones económicas interregionales. Metodología para su estudio en la época virreinal", en
Jornadas de historia y economía argentina en los siglos XVIII y XIX, Buenos Aires-Rosario, 1965.
37. Philip D. Curtin, op. cit.; Roger Anstey, The Volunte and Profitability of the Atlantic Slave 39. Obras citadas en la nota anterior; Fernando A. Nováis, Notas para o estado do Brasil no
Trade, 1761-1810, y Johannes Postma, Slaving Techniques and Treatment ofSlaves: The Dutch Activi- comercio internacional do fim do século XVIII e miela do século XIX (1796-1808), ponencia mecano-
grafiada (París, octubre de 1971). ™JHU
ties on the Guinea Coast (ponencias mecanografiadas: Rochester, marzo de 1972).
38. F. Mauro, Le Portugal...; H. y P. Chaunu, op. cit.; E. J. Hamilton, American Treasure and io¿t°' j ?U88Íero Roman°. Utta economía colonial: Chile en el siglo XVIII, Eudeba, Buenos Aires
the Pnce Revolution in Spain, Cambridge (Mass.), 1934 (hay traducción española: Ariel, Barcelona, 1965; del mismo autor: Cuestiones de historia...; Enrique Florescano, Precios del maíz...; H B Johnsbn
1976); A. Jara, op. cit.; Anuario de Estudios Americanos, XXV, 1968, etc. Jr., Money and Pnces in Rio de Janeiro (1760-1820), ponencia mimeografiada (París, octubre de 1971)
192 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA

tiempo después de la agitada cronología política y militar que caracteriza


al período 1810-1824.41
La comparación con el caso de Brasil es sumamente ilustrativa al
respecto, ya que allí casi no hubo guerra de la Independencia, sobre todo
debido al hecho de que Portugal, desde el tratado de Methuen (1703), era
más una dependencia comercial de Inglaterra que una verdadera metrópo-
li en el sentido colonial del término, y al traslado de la corte portuguesa a
I LA HISTORIA ECONÓMICA DE AMÉRICA LATINA

Inglaterra comienza a consumir materias primas en gran escala. Hasta


ese momento sólo tenía un interés en la periferia: vender sus textiles. n
2.° La consolidación de un estado-nación bajo la conducción de los
grupos sociales interesados en los sectores productivos volcados hacia el
mercado mundial, cuya estructuración respondiera a las necesidades de
funcionamiento del nuevo tipo de producción para la exportación. Esto
suponía asegurar una oferta adecuada de factores de producción (tierra y
Río de Janeiro en 1808, abriendo así la posibilidad de la creación de un mano de obra sobre todo), dotando además a la economía del capital social
aparato de estado en la ex-colonia. La nueva vinculación externa de Brasil básico indispensable: estructura financiera, comunicaciones, puertos, fe-
con el capitalismo industrial resultó, pues, mucho más sencilla, directa, y rrocarriles.
bastante menos sangrienta que en el caso de la América española. ¿Cuáles son los principales campos de interés para la historia econó-
Para la historia económica y social de América latina interesan menos mica de la "larga espera"?
los procesos políticos que conducen a la independencia que los mucho Por una parte, la penetración inglesa, a través de préstamos, el con-
más complejos de disgregación del viejo orden o de la estructuración del trol de los circuitos comerciales, la invasión del mercado destruyendo las
nuevo. Establecer una cronología precisa de dichas crisis y del más o artesanías locales. En lo que hace a la influencia política, dos problemas al
menos largo período de transición hacia el capitalismo periférico no es menos deben aclararse. Uno se refiere a si Gran Bretaña apoyó deliberada-
tarea fácil, sobre todo en el estado actual de los estudios. Pero sí están ya mente una política de balcanización de América latina, favoreciendo la
suficientemente establecidos una serie de problemas generales. disgregación de repúblicas federales, como es el caso de la centroameri-
En primer lugar, las formas distintas y la duración que asumió el cana.43 Otro, a los conflictos, momentáneos o de más larga duración,
pasaje al capitalismo variaron según los factores siguientes: 1) factores que a veces enfrentaron la política inglesa con los gobernantes e intereses
vinculados al pasado colonial, como el tipo y grado de cristalización de la locales: es el caso del Río de la Plata con los bloqueos anglofranceses de
economía predominante en esa época, la importancia relativa de la expor- 1838 y 1845-1848, o de Brasil con la cuestión de la abolición de la trata
tación, etc.; 2) factores vinculados al propio proceso de emancipación; de esclavos.44 De todos modos, dichos conflictos se resolvieron porque
3) factores vinculados a la forma de los nuevos lazos externos, sobre todo los intereses globales entre oligarquías locales vinculadas a la exportación
en lo que se refiere a la facilidad o no de establecerlos. Combinando estos y al comercio inglés tenían un peso considerablemente mayor.
criterios es posible formular una tipología explicativa que rinda cuenta, Por otra parte, la situación interna de los países latinoamericanos en
tanto de las formas diferentes de economía que resultan de este período de el período considerado puede resumirse en torno a los siguientes proble-
transición que Tulio Halperin Donghi llama "la larga espera", como mas: 1) las luchas y anarquías resultantes de vacíos de poder; 2) los
acerca de su duración, ya que ésta varió considerablemente según los conflictos entre proteccionistas y librecambistas, que, en verdad, con-
países. notaban profundamente las luchas por la organización del estado nacio-
En segundo lugar, la organización de una economía de bases nuevas nal. "5
no podía hacerse sin:
1.° La existencia de un mercado mundial lo suficientemente desarro- 42. Id., pp. 175-204: artículo de E. J. Hobsbawm; y del mismo autor: Las revoluciones burguesas,
llado en el cual los países industriales consumieran materias primas, y los Ediciones Guadarrama, Madrid, 1971, capítulo II.
43. Sobre esto hay opiniones divergentes. Ver por ejemplo: Mario Rodríguez, Chatfield, Cónsul
periféricos productos manufacturados, lo cual dependía básicamente del Británico en Centro América, Banco Central, Tegucigalpa, 1970.
desarrollo del capitalismo industrial, tal como se operaba en la Gran 44. Cf. Mirón Burgin, Aspectos económicos del federalismo argentino, Solar-Hachette, Buenos,
Bretaña. Ahora bien, es sólo en la segunda mitad del siglo XIX cuando Aires, 1969, pp. 308 y ss.; Alan K. Manchester, British Preeminence in Brazil, its Rise ana Decline,
Octagon Books, Nueva York, 19643; Richard Graham, "Causes for the Abolition of Negro Slavery in
Brazil: An Interpretative Essay'', en Hispanir. American Historical Review, 1966, pp. 123-137.
41. Cf. Heraclio Bonilla, Fierre Chaunu, Tulio Halperin D., Eric Hobsbawm, Spalding, Fierre 45. Cf. por ejemplo el excelente estudio de José Carlos Chiaramonte, Nacionalismo y liberalismo,
Vilar, la Independencia en el Perú, Instituto de Estudios Peruanos, Lima, 1972. Solar-Hachette, Buenos Aires, 1971.

13.-MÉTODOS
194 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA ECONÓMICA DE AMÉRICA LATINA

4<> en el control nacional o extranjero sobre la producción. En la primera es


2. El auge de la economía de exportación
usual distinguir economías de agricultura templada, economías de agri-
El desarrollo de las economías de exportación, que alcanza un auge cultura tropical y economías mineras.47 Lógicamente, el tipo de capita-
inusitado entre el fin del siglo XIX y la crisis de 1930, presentó conside- lismo periférico es diferente en los tres casos, en cuanto se trata de
rables variaciones según las diferentes situaciones históricas de la "larga producciones también diferentes. Esta tipología, aunque útil, no sale del
espera". De todos modos hubo una serie de mecanismos comunes a todos estadio descriptivo.
los países, que señalamos a continuación. Fernando Henrique Cardoso y Enzo Faletto 48 parten en cambio de la
"" La expansión de las economías de exportación suponía una estrecha distinción entre el control nacional o extranjero de la producción. Por
vinculación económica entre países industriales y países periféricos, mani- cierto, la variable elegida es mucho más relevante si se trata de lograr una
festada en: tipología explicativa. Sin embargo, resulta de una generalidad excesiva
como para que los resultados sean de utilidad a la historia económica. El
1.° Una división internacional del trabajo entre países industriales y
objetivo principal de la tipología de Cardoso y Faletto es absolutamente
países productores de materias primas. Los países industrializados de Eu-
ropa, y básicamente Inglaterra, consumen una serie de materias primas legítimo:
agrícolas y mineras que no pueden, o resulta muy costoso producir en sus
La perspectiva adoptada en este ensayo requiere analizar tanto las
propias fronteras. condiciones como las posibilidades de desarrollo y de consolidación de
2.° Una corriente de capital extranjero, más o menos considerable los estados nacionales latinoamericanos según como los grupos sociales
según los países, invertido básicamente en ferrocarriles y comunicaciones, locales lograron establecer su participación en el proceso productivo y
instalaciones portuarias, bancos y empresas comerciales de importación- consiguieron definir formas de control institucional capaces de asegu-
exportación. Las inversiones extranjeras, fueran directas o préstamos a los rarla.49
gobiernos, requerían el pago de un servicio, que implicaba un flujo de
excedente de la periferia al centro, desfavorable para la periferia toda vez Lo discutible es si esta distinción entre control nacional y control
que sobrepasaba la entrada neta de nuevas inversiones. extranjero de la producción, no es demasiado analítica como para propor-
3.° Un control total, por parte de los países industriales, de los cionar una visión adecuada de lo que se quiere estudiar. Vamos a señalar
circuitos comerciales externos bajo la forma de control de las líneas los defectos principales para sugerir de ahí nuevos campos de estudio e
navieras y por ende de los fletes, y de las grandes firmas del comercio de investigación.
exportación-importación. El control nacional del proceso productivo se define básicamente se-
4.° Una gran sensibilidad a la coyuntura metropolitana, cuyos efec- gún los siguientes criterios:
tos se hacían sentir en la totalidad de la economía exportadora. J
De todos estos mecanismos, las inversiones extranjeras cumplen el rol 1.° "Las decisiones de inversión 'pasan' por un momento de delibe-
más importante, ya que son ellas las que insertan a los países de América raciones internas de las que resulta la expansión o la retracción
latina en un nuevo sistema mundial de dominación: el del capitalismo de la producción; ello significa que el capital encuentra su punto
industrial, ya en marcha hacia su fase monopolista. Esto implica que las de partida y su punto final en el sistema económico interno."
relaciones de dependencia se establecen más allá de la esfera comercial,
afectando las estructuras mismas de la producciónj 47. Celso Furtado, La economía latinoamericana desde la conquista ibérica hasta la revolución cuba-
En lo que se refiere a las diferencias entre distintos tipos de economías na, Siglo XXI, México, 1969, p. 50.
de exportación, son bastante corrientes dos tipologías distintas: una que 48. Fernando Henrique Cardoso y Enzo Faletto, Dependencia y desarrollo en América Latina, ensa-
yo de interpretación sociológica, Siglo XXI, México, 1969. Subrayamos la importancia del ensayo de
clasifica a las economías según el tipo de producto; otra que hace énfasis Cardoso y Faletto, una interpretación en la que el historiador encontrará interesantes hipótesis y sugeren-
cias para la investigación.
46. Preferimos el término de economía de exportación al de desarrollo hacia afuera, utilizado corrien- 49. Id., p. 39.
temente en los estudios de la CEPAL. 50. Ibid., p. 46.
196 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA ECONÓMICA DE AMÉRICA LATINA 197

2.° Se observan las siguientes restricciones a dicha autonomía rela- realiza durante todo el siglo XIX considerables inversiones fijas, mientras
tiva de decisiones: que el sector de agricultores inmigrantes depende básicamente de los
— las condiciones impuestas por el mercado internacional adelantos financieros de las casas exportadoras de cereales o de sus repre-
— la capacidad de los grupos exportadores locales para instau- sentantes. "
rar un "orden nacional" en el cual desempeñan un rol Otro problema, tal vez más importante, debe agregarse al anterior.
hegemóníco. 51 Furtado se limita a analizar las "decisiones" de inversión a nivel de la
firma individual y esto es insuficiente como para poder explicar la rápida
En lo que se refiere a mecanismo de formación de capital, los autores
expansión de la economía, sobre todo en el período de iniciación.56
remiten al importante texto de Celso Furtado, "Factores estructurales Mucho más impreciso, pero considerablemente más rico en cuanto a
que impiden el desarrollo'', en el que se presenta un análisis de dicho las posibilidades de análisis, es el concepto de acumulación originaria
mecanismo en una economía exportadora, donde la moderna agricultura elaborado por Marx " para explicar los orígenes del capitalismo europeo,
capitalista se desarrolla, con una oferta ilimitada de mano de obra (que y que puede ser aplicado para estudiar el proceso de surgimiento de
proviene de la agricultura de subsistencia) y de tierra (esto al menos en la las economías exportadoras, con las salvedades del caso.58 El análisis de las
fase inicial de desarrollo), y una demanda internacional totalmente elásti- modalidades del proceso de acumulación originaria en cada sociedad con-
ca dado un cierto nivel de precios. En estas condiciones, Furtado piensa creta es tal vez mucho más explicativo del por qué puede o no aparecer
que la mayor parte de la inversión necesaria para la expansión de los una economía de exportación con la "producción nacionalmente contro-
cultivos se reduce a insumes de mano de obra: lada". Lógicamente, la orientación y la intensidad de dicho proceso de-
De esa manera, la propia expansión de la agricultura crea los penderá de los grupos sociales que sean capaces de beneficiarse de dicha
recursos que alimentan el proceso de inversión. Así se explica por qué acumulación originaria.
se duplicó en un período de cinco a seis años, en la década del cincuen- \j&j¡<wnomi^fo^
ta, la producción brasileña de café, sin que eso representara presión presentan en la visión de Cara^pj^Jetto4jAxarAX)puestajd£Jas-econo-
mayor alguna sobre los recursos o algún desvío de las inversiones
pertenecientes a otros sectores. 53 míaslrarrco^^ :
La producción es una prolongación directa de la economía central
El trabajo de Furtado tiene sin duda el mérito de atacar un problema en un doble sentido: puesto que el control de las decisiones de inver-
esencial, sugiriendo una explicación de gran interés. Pero como demos-
tración, se limita al análisis lógico de una serie de variables, mostrando 55. Cf. James R. Scobie, Revolución en las Pampas. Historia social del trigo argentino, 1860-1910,
sus interrelaciones. Ninguna prueba histórica es intentada como verifica- Solar-Hachette, Buenos Aires, 1968, pp. 115 y ss.
56. Resulta interesante recordar las observaciones de Eric Hobsbawm (En tomo a los orígenes de la
ción del modelo propuesto. Y es aquí donde comienzan los problemas. La revolución industrial, Siglo XXI, Buenos Aires, 1971, p. 49) sobre el mismo problema referido a la
idea, interesante, de que fue posible "lanzar" la producción agrícola para revolución industrial inglesa: "Se sostiene a veces que el carácter fragmentario y barato de las primitivas
la exportación con un financiamiento mínimo necesita verificarse históri- plantas industriales —por ejemplo las fábricas de algodón— permitía que fuesen financiadas con muy poco
capital inicial y reinvirtiendo los beneficios. El ejemplo es desconcertante. Debemos tener en cuenta no
camente. Ello puede discutirse en el caso de la expansión cafetalera de sólo la inversión total necesaria para poner en marcha la firma individual sino también la inversión total
Costa Rica o de Brasil;54 la expansión agrícola de la Argentina va en necesaria para dar un comienzo rápido a una economía industrial: carreteras, canales, muelles, barcos,
contra de la idea mencionada, ya que el sector terrateniente ganadero construcciones de todo tipo, inversiones agrícolas, minas, etc. En realidad, una industrialización rápida
necesita no sólo este equipo inicial sino también una continua inversión de la misma clase. Esto confiere a
la economía que tiene reservas acumuladas (digamos, por ejemplo, la Gran Bretaña del siglo XVIII), una
51. Ibíd., p. 47. amplia ventaja sobre la economía que no las tiene (por ejemplo, Austria en el siglo XVHI). Se olvida
52. Celso Furtado, Subdesarrollo y estancamiento en A menea Latina, Eudeba, Buenos Aires, 1966, también a menudo el hecho de que todos los gobiernos trataron, en los últimos tiempos del siglo XVIII, de
cap. ffl. industrializarse, pero pocos lo consiguieron".
53. Ibíd., p. 73. 57. Cf. Karl Marx, El Capital, ed. cít., I, cap. XXTV. Ver también las interesantes observaciones de
54. Cf. Carolyn Hall, El café y e! desarrollo histórico-geográfico de Costa Rica, Editorial Costa Rica y Alcxander Gerschenkron, El atraso económico en su perspectiva histórica, Ariel, Barcelona, 1968, pp.
Universidad Nacional, San José, 1976; Stanley J. Stein, Grandeza e decadencia do café, Brasiliense, SSo 97-124.
Paulo, 1961; Fierre Monbeig, Pionniers et plmteurs de Sao Paulo, Fondation nationale des sciences 58. Cf. por ejemplo Alonso Aguilar Monteverde, Dialéctica de la economía mexicana, Ed. Nuestro
politiques, París, 1952. Tiempo, México, 1968, pp. 95 y ss., donde se trata de aplicar el concepto al caso mexicano.
198 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA ECONÓMICA DE AMÉRICA LATINA 19^

sión depende directamente del exterior, y porque los beneficios genera- Colombia como economía controlada nacionalmente,62 cuando en ella
dos por el capital (impuestos y salarios) apenas "pasan" en su flujo de existen sectores de exportación que son de enclave. La comparación entre
circulación por la nación dependiente, yendo a incrementar la masa de México y Bolivia63 basándose en que los sectores medios se incorporan
capital disponible para inversiones de la economía central. 59 al poder político quebrando el poder oligárquico resulta más formal que
Ajgsto_se agrega_jljgue_lai_ConexÍQnes_ Centre _ej_en£lave_y_la_sociedad otra cosa. Mientras que la incorporación de los sectores medios a la
"prntiómiras" , manifestándose más alianza de poder es, en los casos de Argentina y Chile, bastante más
comparable que entre Chile y Perú como aparece en el texto.64 Estos son
sólo ejemplos, que aparecen a primera vista, mostrando la insuficiencia de
nómicas se establecenenel _ _ ámbito los criterios adoptados para elaborar una tipología realmente explicativa.
(, Los autores distinguen cuidadosamente dos situaciones : aquella en la Otros podrían agregarse: entre Guatemala (economía de enclave) y El
que "los sectores económicos controlados nacionalmente, por su incapa- Salvador (economía nacionalmente controlada) las similitudes son mucho
cidad para reaccionar y competir en la producción de mercancías que más significativas que las diferencias.
exigían condiciones técnicas, sistemas de comercialización y capitales de Pero consideremos otros aspectos importantes de la economía de
gran importancia fueron paulatinamente desplazados", y aquella en la exportación. Uno de especial significación es el de la formación de un
que la economía de enclave constituyó el inicio de la economía de expor- mercado interno, que se desarrolla con mayor o menor intensidad según
tación, como en Honduras y en menor medida en Ecuador, Bolivia y el tipo de economía de exportación y que será crucial para posibilitar los
Venezuela.60 1 procesos de industrialización.
Si pasamos por alto una serie de confusiones sobre el caso centro- Las explicaciones propuestas son de diferentes tipos. La más simple,
americano.61 el análisis de i • ( (>unda situación resulta absolutamente asociada generalmente al pensamiento de la CEP AL, 65 sostiene que la
justificado. Sin embargo, !<•> < ' v comienzan a plantearse en cuanto a los formación del mercado interno tiene que ver ante todo con la distribución
países en que el control r i a de la economía de exportación coexiste del ingreso. Una pauta de distribución polarizada significaría la inexisten-
con el enclave: Chile, i VMI 'í~-iro. En estos casos no es claro el por cia de sectores medios y en consecuencia la estrechez del mercado inter-
qué se piensa que la econoniía « ^ enclave determinará un tipo de desarro- no: la oligarquía exportadora tendría un consumo ostentoso de bienes
llo muy diferente al de las economías controladas nacionalmente. Es bas- importados y la gran masa de la población quedaría relegada al consumo
tante difícil decidir si el peso relativo de la influencia externa es mayor en de subsistencia, fuera del circuito mercantil. Esta visión es, sin embargo,
México que en la Argentina; no resulta claro por qué se considera a demasiado simple, y las más de las veces poco realista.
Celso Furtado piensa que lo decisivo es la elevación de la productivi-
59. Cardóse y Faletto, o/>. cit., p. 53. dad que ocurre como consecuencia de la expansión de la economía expor-
60. Ibid., pp. 48yss. tadora, diversificando la composición de la demanda global en el sentido
61. Ibid., p. 86: "La alternativa a esa situación tse refiere a los sectores medios que movilizan al de originar "un aumento más que proporcional de la demanda de pro-
campesinado para enfrentar el sistema de dominación política] estaría dada por una lenta transformación
del sector agrario nacional que permitiera la redistribución de la tierra, dando así oportunidad al surgi- ductos manufacturados".66 Así los países "vacíos" como Argentina y
miento de sectores de propietarios rurales medios y pequeños, como ocurrió, aunque en forma limitada, en Uruguay donde la extensividad de la agricultura imponía un uso intensivo
Costa Rica". En realidad, la propiedad parcelaria generada durante el coloniaje y los primeros tiempos de del factor trabajo y, por consiguiente, salarios relativamente elevados,
la independencia en Costa Rica sufrió, con el advenimiento de la expansión cafetalera, los efectos de la
concentración ; aunque las grandes propiedades no hayan absorbido a la totalidad de las pequeñas propieda- reunían condiciones óptimas para que la economía de exportación engen-
des, ni mucho menos, su monopolio del beneficio del café y del crédito les permitió someter los minifun-
distas a relaciones de dependencia, y obtener en las pequeñas fincas peones para las cosechas y carreteros
para el transporte del café al puerto de Puntarenas. Además, no se debe perder de vista los efectos que tuvo 62. Cardoso y Faletto, op. cit., pp. 76 y ss.
la aparición del enclave bananero en la costa atlántica. Cf. Rodrigo Fació, Estudio sobre economía costarri- 63. Ibid,, pp. 86-89.
cense, Ed. Costa Rica, San José, 1972, pp. 44 y ss., 60-61 ; Samuel Stone, "Los cafetaleros", en Revista 64. Ibid., pp. 94-95.
de Ciencias Jurídicas, Universidad de Costa Rica, n.° 13, junio de 1969, pp. 167-217; Ciro Flamarion 65. Pero que en la forma cruda que mencionamos aquí, caracteriza más bien los planteamientos de la
Santana Cardoso, La formación de la hacienda cafetalera costarricense en el siglo XIX, ponencia mimeo- izquierda latinoamericana "tradicional".
grafiada (u Simposio sobre historia económica de América latina, Roma, setiembre de 1972). 66. Celso Furtado, La economía latinoamericana..., p. 98.
200 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA ECONÓMICA DE AMÉRICA LATINA 201

drara, rápidamente, un importante mercado interno de manufacturas." correlativamente el equilibrio de poder entre los grupos sociales, son
Los enclaves mineros, como en el caso de Solivia, tenderían por los factores que "explican" el tipo de desarrollo alcanzado en los
la propia naturaleza de la economía exportadora a modificar únicamente la diversos países.72
demanda global de los grupos a él vinculados. En esa situación el mercado Pero si los grupos sociales surgidos en cada sociedad dan la clave de
interno generado es sumamente estrecho: se limita a los obreros de las explicación del modelo de desarrollo seguido, es evidente que el tipo de la
minas y a una reducida burocracia administrativa y comercial. En Brasil,
división social del trabajo determina estructuralmente las posibilidades de
la zona cafetalera de Sao Paulo reúne en parte las características de la
emergencia de dichos grupos.13
llanura pampeana: zona "vacía", necesidad de atraer mano de obra del
Otro aspecto que por último debemos destacar, es el que se refiere a
exterior, dada la abolición de la esclavitud en 1888. Pero en el conjunto
los ciclos económicos en las economías de exportación latinoamericanas.
de la economía brasileña el efecto diversificador sobre la demanda es
Aquí es necesario plantear los siguientes problemas:
menor que en el caso argentino.M El caso de México merece destacarse
1.° Primeramente los ciclos productivos, es decir, el estudio cifrado
de manera especial. Es el único en América latina en él cual la formación
y fechado de los distintos productos exportados al mercado mundial. En
del mercado interno no tiene que ver directamente con la expansión de la
muchos casos la localización de los productos principales ha sido ya reali-
exportación. El desarrollo logrado por la artesanía en la época colonial, y zada, especialmente a partir de las últimas décadas del siglo XLX. Este
las dificultades de comunicación de la meseta central, hacen que allí la mayor conocimiento ha sido posible, sin duda, gracias a la existencia de
industrialización se plantee más como continuación de aquel desarrollo que
estadísticas de comercio exterior, elaboradas por las oficinas gubernamen-
como "efecto diversificador" de la producción para la exportación.69
tales. Sin embargo, para las etapas anteriores no podemos decir lo mismo.
Si el análisis de Furtado es sumamente rico, resulta insuficiente como
Desde la decadencia de las exportaciones coloniales, metales preciosos y
explicación. ¿Qué es lo que explica, por ejemplo, que en Argentina haya
algunos productos de la agricultura tropical, hasta los últimos años del
habido un proceso de industrialización desde épocas relativamente tem-
siglo XIX, el conocimiento es muy parcializado o inexistente. En muchos
pranas, mientras que Uruguay siguió dependiendo siempre de la importa-
casos, la falta de estadísticas, y a veces la falta de la documentación de
ción de bienes de consumo manufacturados? El "tamaño del mercado"
base para construirlas, constituye una valla difícil de superar. Este vacío
es aparentemente similar en ambos casos.70 Cardoso y Faletto señalan él
de documentación puede superarse en gran parte utilizando la correspon-
buen camino cuando afirman que "la formación de sectores productivos
dencia diplomática, y sobre todo consular, conservada en los archivos
orientados hacia el mercado interno" es función "del avance del proceso
europeos y norteamericanos. 74
de división social del trabajo, vinculado a su vez al grado de desarrollo
2.° En segundo lugar, los ciclos económicos en vistas al estudio de
capitalista de la producción agropecuaria".71
la coyuntura. Naturalmente esto se relaciona estrechamente con los ciclos
Pero un problema más importante aún debe ser señalado; no basta
productivos. Desgraciadamente, la inexistencia de trabajos sobre tal as-
con el análisis de la estructura económica:
pecto es casi total. Existe hoy un sólido conocimiento de las fluctuaciones
...más que la diferenciación económica en sí misma, lograda duran- económicas en Europa y los Estados Unidos, lo mismo que de las reper-
te el período de expansión hacia afuera, la diferenciación social, y
cusiones de la coyuntura metropolitana en los países latinoamericanos.
67. Ibid., p. 100. Casi nada hay equivalente en cuanto estudio de las fluctuaciones econó-
68. Ibid., p. 101. micas desde la perspectiva interna de las economías periféricas." Pen-
69. Ibid., p. 102; cf. Francisco López Cámara, La estructura económica y social de México en ¡a
época de la reforma, Siglo XXI, México, 1967, pp. 52 y ss. samos que los estudios de historia económica de los años venideros,
70. Lo mismo podría plantearse comparando Brasil y Costa Rica. Celso Furtado tiende a considerar el
tamaño del mercado interno como un factor exógeno. Así por ejemplo dice (Subdesarrollo... p. 81):
"Las dos formas fse refiere a la regresión a formas precapitalistas y a la industrialización) fueron utilizadas 72. Ibid., p. 79.
en todas partes en distintos grados, pero el éxito de la industrialización fue muy desparejo, fenómeno que 73. Ibid., p. 81.
fácilmente se explica teniendo en cuenta que esa industrialización se apoyaba en mercados internos cuyas 74. Un buen ejemplo de este tipo de trabajo es la tesis de Heraclio Bonilla, Aspects de l'histoire
dimensiones eran también desparejas". économique et sacíale du Pérou au XlXe siecle, París, 1970 (mimeografiada).
71. Cardoso y Faletto, op. di., pp. 63-64. 75. Cf. infra, notas 87 y 88.
202 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA ECONÓMICA DE AMÉRICA LATINA 203

deberán esforzarse por aclarar esto. Algunos temas de investigación pue- Por otra^arte es necesario tener en
den sugerirse inmediatamente. El más sólido conocimiento de la coyuntu- industmlización fue la
ra metropolitana hace que tienda a explicarse una crisis determinada de la crisis, no fj^
economía de exportación, digamos por ejemplo en 1913 o en 1929, casi na y .Mé
exclusivamente por la acción de los factores externos. Buena parte de los
estudios de la CEP AL consideran el "desarrollo hacia afuera" como una trialización adquiere jntensidad^n
especie de edad dorada interrumpida maléficamente por la tempestad de en el restoje los,paísesJatinoamericanQs_sáJí3-apatere a finps de 1a H¿raHa,
1930. En casos como el de la Argentina, uno puede plantearse el proble- de los años cincuenta y bajo; lajonna. deJny£ESÍc^difficta_de_jenipr£sas
ma de si las condiciones internas del desarrollo agro-exportador no esta- extranjeras.
ban ya en 1929 definitivamente alteradas, y exigiendo una redefinición, En lo que hace a los típicos procesos de industrialización de sustitu-
que la gran crisis de ese año únicamente aceleró. El mismo tipo de proble- ción de importaciones, que adquieren singular intensidad desde los años
mática puede plantearse para todos los países de América latina, y esto treinta, trataremos de especificar sus principales rasgos estructurales.
sólo será posible rompiendo definitivamente con los esquemas de análisis
del liberalismo decimonónico, que veían en la división internacional del 1.° El proceso de acumulación de capital. — ¿Cuál es el origen
trabajo instaurada por la revolución industrial inglesa una fuente de pro- social de los capitales invertidos en la industria? Este asunto es particular-
greso, infinita e inagotable. mente importante, ya que su conocimiento ayuda a caracterizar a los
empresarios como grupo social, y explica en buena parte su conducta
económica y política. En el desarrollo latinoamericano, dos fuentes ali-
3. La crisis de 1929 y sus efectos posteriores mentaron básicamente la inversión industrial: el sector artesanal-urbano,
La crisis de 1929 introduce un corte necesario en cualquier conside- y el sector agroexportador. La inversión de recursos agropecuarios en
ración sobre los períodos de la historia de América latina. El derrumbe de industrias como la alimentación y la semielaboración de productos agríco-
la demanda externa significa la recesión brutal de la economía de expor- las, es típica del período del desarrollo hacia afuera, y constituye en casi
tación y en muchos casos el inicio del "desarrollo hacia adentro", es todos los casos el punto de partida del desarrollo industrial. El textil
decir en función del mercado interno. Dos precauciones se imponen in- parece provenir más bien del sector artesanal, al igual que la metalurgia y
mediatamente : la fabricación de herramientas.78 La acción del estado tiene singular im-
— La crisis de 1929 no fue la primera de la economía exportadora, portancia. Pasados los efectos de protección automática a la industria
aunque sí la más importante en cuanto a su intensidad. Habría que ver en nacional debidos a la coyuntura de los años treinta, es la intervención del
qué medida fue puramente "externa" en sus orígenes. En muchos casos estado la que provee los créditos y los aranceles que aseguran la continua-
parece que los ' 'límites'' del desarrollo hacia afuera estaban por alcanzarse. ción de dicha expansión industrial. 79 La inflación parece ser uno de los
mecanismos más importantes de redistribución del ingreso, dado el cuida-
— Los procesos de industrialización, el ' 'desarrollo hacia adentro'',
doso equilibrio mantenido entre los sectores agrarios e industriales.80
no son ni simultáneos ni resultado automático de la crisis de 1929- El
caso de México es significativo: se señaló ya la continuidad entre la
77. Detalles matizados sobre este proceso se encuentran muy bien expuestos en Celso Hurtado, la
artesanía colonial y el desarrollo industrial, y tanto Brasil como Argenti- economía latinoamericana..., cap. 11.
na conocieron un relativo e importante desarrollo industrial durante la 78. Sobre el empresariado, cf. Fernando Henrique Cardóse, Empresario industrial e desenvohimento
económico no Brasil, Difusao Européia do Livro, SaS Paulo, 1964 ; D. Cuneo, Comportamiento y crisis
guerra de 1914-1918 —o por lo menos, atribuido con frecuencia a los de la clase empresario, Pleamar, Buenos Aires, 1967; Luciano Martins, "Formacjfo do empresariado
efectos de ésta—.76 industrial no Brasil", en Revista do Instituto de Ciencias Saciáis, vol. III, n.° 1, 1966.
79. Cf. Octavio lanni, Estado e capitalismo: estrutura social e industrializac,ao do Brasil, CivilizacjSo
76. Cf. A. Dorfman, Historia de la industria argentina, Solar-Hachette, Buenos Aires, 1970; A. E. Brasileira, Rto de Janeiro, 1965.
Bunge, la industria argentina durante la guerra, Revista de Economía Argentina, 1929; Caio Prado 80. Q. Sunkel, Maynard, Seers, Olivera, Inflación y estructura económica, Paidós, Buenos Aires,
Júnior, Historia económica del Brasil, Editorial Futuro, Buenos Aires, 1960. Cf. infra la discusión sobre 1967; Denis-Clair Lamben, Les inflations sud-americaines , Instituí des hautes eludes de l'Amérique
las etapas de la industrialización brasileña. latine, París, 1959.
204 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA ECONÓMICA DE AMÉRICA LATINA 205

2.° La formación del proletariado y la expansión del mercado inter- cionalizarse. En lo político, la alianza populista tocó a su fin, y el control
no. — El rápido proceso de industrialización formó también rápidamente del estado pasó a los nuevos grupos de poder.84
un proletariado industrial urbano, que constituía, junto con los sectores
medios, el mercado de consumo de los bienes manufacturados. El creci- 4. Polémicas y orientaciones temáticas recientes: el caso de Brasil
miento del proletariado no podía efectuarse sino a expensas de la mano
de obra agrícola. En países como la Argentina, donde las posibilidades de La elección del caso brasileño para la presentación de algunas tenden-
absorción de mano de obra se encontraron rápidamente limitadas, el pro- cias recientes en la investigación histórico-económica relativa a los siglos
pio sector agroexportador comenzó a estancarse, y a decaer frente al XIX y XX, se debe sobre todo a que la realización de un coloquio
crecimiento industrial. En otros países como México y Brasil, las posibili- internacional dedicado a la historia cuantitativa de Brasil, principalmente
dades de una oferta de mano de obra prácticamente ilimitada, hicieron en el período 1800-1930 (París, octubre de 1971), permite percibir con
posible el crecimiento de ambos sectores.81 Otro problema, que se pre- mayor facilidad que en lo que concierne a otros países latinoamericanos,
senta con agudez en los años recientes, es el de la marginalidad social, es los enfoques adoptados en la actualidad por algunos de los especialistas
decir, la imposibilidad permanente de un sector de los trabajadores urba- brasileños y extranjeros que trabajan sobre la historia económica del cita-
nos para encontrar ocupación estable. Esto tiene que ver con factores do país. Como es evidente, no se puede pretender —debido a la gran
como la adopción de una pauta de desarrollo industrial con un mercado heterogeneidad de América latina— que las maneras de abordar la histo-
interno limitado y técnicas de producción del tipo labor-saving, y un ria brasileña, y las problemáticas así suscitadas, agoten las posibilidades y
sector agrícola que expulsa permanentemente población hacia las ciuda- temas planteados a la investigación en toda el área iberoamericana. Ade-
des.82 más, aun en cuanto a Brasil, señalaremos solamente ciertos problemas y
enfoques que nos parecen importantes o novedosos. Lo que presentamos
3.° Industrialización y alianzas de clase, — En lo que hace al sistema aquí tiene, por lo tanto, un valor únicamente indicativo. Y no hay que
de poder, la aparición de una clase obrera urbana movilizada política- olvidar que los autores brasileños que citaremos son una pequeña minoría
mente, introdujo variantes de sumo interés. La alianza populista, es decir en el ámbito de la investigación histórica de su país, aún muy claramente
la unión política de empresarios industriales nacionales, la clase obrera y dominada por patrones más tradicionales.
una fracción del ejército, es el ejemplo más típico de estos cambios."
La industrialización sustitutiva, que conoce un auge dorado en los 1.° Estudio cuantitativo del comercio exterior y de la coyuntura. —
años treinta y cuarenta, comienza, ya en los años cincuenta, a manifestar En el caso brasileño, como en los de los demás países latinoamericanos, el
una crisis que no haría sino agudizarse. Los problemas principales tienen estudio adecuado del comercio exterior en los siglos XIX y XX exige el
que ver con la necesidad de reequipamiento y de abastecimiento de com- recurso de documentos y fuentes impresas conservados en los archivos y
bustibles e insumes básicos como el acero y la química. Las dificultades de bibliotecas de Europa y los Estados Unidos, además de las fuentes disponi-
financiamiento y los problemas cambiarios ocasionados por la desvaloriza- bles en el mismo país.ss Los análisis cuantitativos del comercio exterior
ción de los productos primarios de exportación hicieron que tanto el brasileño son todavía harto insuficientes; en ocasión del ya mencionado
estado como los empresarios nacionales fracasaran en su empeño de ase-
gurar el desarrollo de una industria pesada. El recurso a la compra de 84. Sobre la desnacionalización, ver F. H. Cardóse, "Hegemonía burguesa e independencia económi-
patentes, y a la asociación con empresas extranjeras, empezó a ser enton- ca: raices estructurales de la crisis política brasileña", en Brasil: hoy, Siglo XXI, México, 1968, pp.
85-123. Enfoques más generales sobre el periodo de referencia se pueden consultar en: Theotonio dos
ces dominante, y los sectores claves de la industria comenzaron a desna- Santos, Dependencia y cambio social, Cuadernos de estudios socio-económicos, n.° 11, CESO (Univer-
sidad de Chile), Santiago de Chile, 1970; y J. Petras y M. Zeitlin (editores), Latín America, Refbrm or
Revolution?, Fawcett Paperback, Nueva York, 1968.
81. Ver el desarrollo de esta tesis en C. Fuñado, Subdesarrolloy estancamiento..., p. 81 en adelante. 85. Sería muy útil la multiplicación de catálogos e informes sobre los depósitos documentales situados
82. Cf. sobre el problema de la marginalidad: A. Quijano, Redefinición de la dependencia y margina- en los países latinoamericanos y en el exterior. Cf. por ejemplo: Dean Kortge, "Centro América en los
lización en América latina, CESO (Universidad de Chile), Santiago de Chile, (mimeografiado). archivos británicos (siglo XIX)", en Estudios Sociales Centroamericanos, n.° 3, setiembre-diciembre
83. Cf. Cardóse y Faletto, op. cit., p. 102 en adelante. de 1972, pp. 206-210.
206 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA ECONÓMICA DE AMÉRICA LATINA 207

coloquio, los trabajos presentados al respecto lo fueron principalmente Entre las investigaciones dedicadas a la coyuntura del comercio ex-
por autores alemanes, quienes utilizaron datos obtenidos en archivos de terior de Brasil, citemos los trabajos de Cecilia María Westphalen sobre la
algunos países europeos, además de otros provenientes de periódicos y exportación de yerba mate desde la provincia brasileña de Paraná a los
fuentes impresas.86 países del Río de la Plata por el puerto de Paranaguá, durante el siglo
En cuanto a la coyuntura económica en sus diversos aspectos —pre- pasado, mostrando como tal actividad refleja los ciclos de la economía
cios, salarios, producción, exportación, etc.—, podemos distinguir las occidental y también, por cierto, las variaciones de la política del Imperio
investigaciones dedicadas a la coyuntura interna, y aquellas que se intere- de Brasil respecto a la región del Rio de la Plata, como los cambios
san por los resultados de la inserción del país latinoamericano —en este políticos ocurridos en esta última. 8S
caso, Brasil— en el mundo económico occidental.
El primer grupo comprende trabajos hechos o en curso sobre Río 2.° Las etapas de la industrialización brasileña. — La explicación
de Janeiro, Bahía y Recife. Particularmente interesante es la investiga- frecuentemente admitida para el proceso de industrialización en Brasil y
ción de equipo en curso, dirigida por la profesora Eulalia María Lahmeyer otras áreas de América latina, de que dicho proceso se inició en función
Lobo, sobre los precios, los salarios y el costo de la alimentación en Río de de la sustitución de importaciones ligada a los dos conflictos mundiales y
Janeiro (1820-1930), con amplio recurso a métodos estadísticos y a la a la depresión de los años treinta de este siglo, ha sido recientemente
computación. Las fuentes utilizadas son de dos tipos: libros de cuentas de puesta en tela de juicio, sobre todo por autores norteamericanos: Warren
instituciones hospitalarias y religiosas (Santa Casa de Misericordia, Orden Dean, Werner Baer, Nathaniel Leff. 89 Según W. Baer y Annibal Ville-
Tercera de San Francisco de la Penitencia), y listas de precios publicadas la, las siguientes etapas pueden ser constatadas por lo que hace a la
por un periódico, él Jornal do Comercio (1840-1930). Se estudian series industrialización brasileña:
relativas a 40 tipos de salarios, y los precios de 13 artículos de consumo — en varias épocas antes de 1914, principalmente desde inicios de
local (alimentos: frijol negro, arroz, tasajo, harina de yuca, harina de la era republicana (que empieza en 1889), hubo fases de desarro-
trigo, azúcar moscabado, café, bacalao, carne de vaca, mantequilla, toci- llo de industrias livianas, ligadas a auges de la exportación, a in-
no; aceite de iluminación; tela de algodón), estableciendo índices del centivos gubernamentales, a manipulaciones cambiarías y a medi-
costo de la alimentación con distintas ponderaciones basadas en criterios das proteccionistas
sociales (tipos de consumo variables según los niveles de ingreso). En el — la primera guerra mundial estimuló la producción, pero no la in-
caso de Bahia en el siglo XIX, se ha tratado de confrontar la evolución versión: la interrupción del comercio marítimo volvió difícil la
de los precios con las curvas relativas al movimiento vital de la población de importación de bienes de capital, necesarios al incremento de
la ciudad del Salvador; las fuentes disponibles —libros de la Santa Casa
de Misericordia— permitieron establecer series de precios referentes a 18
productos, pero no series de salarios. El estudio de los precios en la ciudad M. L Lobo y otros, Évolution des prix et du coút de la vie a Rio de Janeiro (1820-1930), ponencia
mimeografiada (París, octubre de 1971); Kátia M. de Queirós Mattoso, "Caminhos estatísticos na historia
de Recife (1890-1940), basado en un muestreo de los datos publicados económica da Bahia", en Universitas (Salvador, Bahia, Brasil), enero-agosto de 1971, pp. 135-153;
por periódicos locales, se refiere a siete productos: azúcar, café, frijoles, Gadiel Perruci, Les prix a Recife (1890-1940), ponencia mimeografiada (París, octubre de 1971).
harina de yuca, arroz, carne de vaca y aguardiente.87 88. Cecilia María Westphalen, Paranaguá e o Rio da Prata no sécula XIX, ponencia mimeografiada
(París, octubre de 1971); de la misma autora: O porto de Paranaguá e as flutuacoes da economía
ocidental no sécula XIX, ponencia mimeografiada (Roma, setiembre de 1972).
86. Jürgen Schneider, Le commerce de la Frunce avec le Brésil, en consideran! spécialement la 89. Warren Dean, The Industrialization o/Sao Paulo, 1880-194), Austin (Texas), The University
position du commerce franjáis sur les divers marches du Brésil entre 1815 et 1848, y Hermann Kellen- of Texas Press, 1969; Werner Baer, A industriaüzacZo e o desenvohimento económico do Brasil,
benz, Données statistiques sur le systeme routier Hambourg-Terre Neuve-Brésil (premiere moitié du Fundacao Getülio Vargas, Río de Janeiro, 1966; Nathaniel H. Leff, "Long-Term Brazilian Economic
XlXe siecle), ponencias mimeografiadas (París, octubre de 1971). Ver también: István Jancsó y Katia Development", en The Journal of Economic History, setiembre de 1969, pp. 490 y ss.; Werner Baer,
M. de Queirós Mattoso, Como estudar a historia quantitativa da Bahia no sécalo XIX, e István Jancsó, The Development of the Brazilian Steel Industry, Vanderbilt University Press, Nashville (Tennessee),
As exporta<;Ses durante a República Velha (1889-1930), ponencias mimeografiadas (París, octubre de 1969; Werner Baer y Annibal V. Villela, Industrial Growth and Industrialization: Revisions in the
1971). Stages of Brazil's Economic Development, ponencia mimeografiada (París, octubre de 1971). Dichos
87. Eulalia María L. Lobo, "Una investigación sobre historia de los precios y salarios en Río de autores se apoyan también en obras anteriores, por ejemplo: Stanley J. Stein, The Brazilian Collón
Janeiro", en Estudios Sociales Centroamericanos, n.° 2, mayo-agosto de 1972, pp. 143-154; Eulalia Manufacture, Harvard University Press, Cambridge, 1957.
208 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA ECONÓMICA DE AMÉRICA LATINA 209

la capacidad productiva, los cuales no producía entonces Brasil; por lo tanto de la capacidad productiva, como en los cambios estructura-
en lugar de ampliar o cambiar la capacidad productiva industrial les de la industrialización. Hemos tomado las fases resumidas arriba de la
brasileña, la guerra llevó a una mayor utilización de la capacidad ponencia presentada por Baer y Villela en París (octubre de 1971, colo-
de producción de industrias de alimentos y textiles ya instaladas quio citado). Podemos preguntarnos si el hecho de haber dejado de lado
— los años veinte fueron un período de lento crecimiento de la explícitamente ciertos elementos esenciales —análisis de la política econó-
producción industrial, pero de gran importación de bienes de mica del estado en las distintas épocas; formas de financiamiento (lo que
capital, y gran consumo de cemento y acero, factores que indican incluye las formas de relacionarse con el capital y la tecnología extranje-
inversiones importantes ros); efectos: excesiva concentración regional, desequilibrios, problemas
— durante la depresión de la década siguiente, la disminución de las de distribución del ingreso y de balanza de pagos— no empobrece dema-
importaciones brasileñas condujo a una expansión de la produc- siado la explicación. Paradójicamente, el análisis de un economista como
ción industrial, pero la importación de bienes de capital dismi- Celso Furtado es mucho más abierto al contexto histórico global, y por
nuyó mucho; ello y el examen de los otros indicadores de las ello resulta más interesante y rico desde el punto de vista de la historia,
inversiones muestran que, durante la primera mitad de la década, que el citado ensayo de historia económica. *> Por otra parte, podemos
la producción aumentó a través de una mayor utilización de la dudar de la "novedad" del esquema propuesto, en cuanto interpretación
capacidad productiva existente (en gran parte instalada en los global, aunque por cierto resulta útil para aclarar y matizar ciertos aspec-
años veinte), mientras que la segunda mitad vio aumentar igual- tos. La importancia de la industrialización anterior a la primera guerra
mente la capacidad productiva: expansión de la producción de mundial es cosa hace mucho admitida en Brasil.91
acero, cemento y papel; la industria se ha vuelto ya un sector
motor de la economía de Brasil 3.° Crecimiento y desarrollo: medida, factores y desequilibrios. —
— la segunda guerra mundial se caracteriza por el aumento de la Mircea Buescu defiende el interés de una "cuantificación global de la
producción, acompañada de pequeño aumento de la capacidad economía brasileña desde la época colonial", basada en la observación de
productiva, con excepción de los sectores del acero (Volta Redon- la variación del ingreso total o per capita, e inspirada por las tendencias
da) y el cemento, los cuales sufren gran expansión; aumentan contemporáneas a una econometría retrospectiva muy poco crítica. Su
momentáneamente las exportaciones brasileñas de productos ma- intento consiste, más que en una cuantificación, en una "ponderación
nufacturados global", como dice Fierre Chaunu; sin embargo, Chaunu considera
— fase 1947-1962 (mayor intensidad en 1956-1962): desde fines "satisfactoria" tal ponderación, y con esto no estamos de acuerdo. Apar-
de los años cincuenta, la parte de la industria en la formación del te de que la documentación utilizada es aún más insuficiente, heterogénea
producto nacional es superior a la de la agricultura; la expansión y dispersa que la empleada por Toutain para su estudio cuantitativo de la
comprende tanto los bienes de consumo cuanto los bienes inter- Francia rural del siglo XVIII (cf. los capítulos I y II de este libro), ¿qué
medios y de capital, y se apoya en la política gubernamental; la sentido pueden tener, para un historiador, evaluaciones del ingreso per
industrialización se caracteriza entonces claramente por la sus- capita en Brasil desde 1600 hasta 1950, presentadas sin solución de
titución de importaciones continuidad? Las transformaciones estructurales de la sociedad brasileña
— fase 1962-1967: estancamiento, declinación drástica de la tasa hacen dudar de la validez de tal procedimiento, y las consideraciones del
de crecimiento industrial; ello refleja el hecho de que la sustitu- autor sobre el "ingreso de los esclavos" se basan en una única fuente...
ción de importaciones ya no provee una fuerza motriz suficiente
90. Celso Furtado, Análise do "modelo" brasileño, Civilizac-So Brasileira, Rio de Janeiro, 1972;
para el crecimiento, y la necesidad de hallar otras bases para el del mismo autor: Subdesarrollo y estancamiento.... Ver también la crítica que hacen al modelo de
dinamismo industrial. Furtado M. C. Tavares y J. Serra, "Más allá del estancamiento, una discusión sobre el estilo de desarrollo
reciente en Brasil", en Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO, Santiago de Chile),
junio-diciembre de 1971, pp. 2-38.
Como se puede observar, la periodización propuesta se basa en la 91. Nícia Vuela Luz, A lata pela industrializafSo do Brasil, DifusSb Européia do Livro, Sao Paulo,
distinción entre el crecimiento de la producción y el de las inversiones y 1961.
I4.-MÉTODOS
210 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA ECONÓMICA DE AMÉRICA LATINA 211
La cuantificación es un instrumento de gran utilidad; pero no cualquier campo hacia la ciudad, particularmente en el seno de las actividades
cuantificación. Cuando las investigaciones disponibles son insuficientes residuales de servicio'', presentada en un contexto en que el autor parece
(para no hablar de las fuentes utilizadas) —cosa que reconoce Buescu—, atribuirle valor explicativo, no es más que el planteamiento de lo que
es mucho más útil tratar de contribuir para que lo sean menos que habría que explicar. 95
especular sobre un marco de referencia tan precario.92
El mismo autor presentó al coloquio de París otra ponencia, dedicada 4.° Evolución de la mano de obra. — Los aspectos mejor estudiados
al problema de la inflación en Brasil de 1850 a 1870, la cual resulta más hasta la fecha del factor mano de obra en la historia económica de Brasil
interesante al abordar las posibles explicaciones monetaristas y estruc- durante los siglos XIX y XX, son la esclavitud, la trata y su abolición, y
torales del proceso inflacionario mencionado, vinculado a la expansión la transición al trabajo asalariado. Algunos de los trabajos más importan-
cafetalera y a otros factores, como el aumento del precio de los esclavos tes relativos a estos aspectos fueron elaborados por sociólogos; dichos
luego de la abolición de la trata en 1850.93 trabajos contienen en general mucho más que el simple análisis del escla-
Podemos señalar, antes y durante el coloquio, una preocupación o vo como mano de obra, y de la esclavitud como hecho meramente econó-
enfoque de moda, que ha suscitado varios estudios de geógrafos, econo- mico. %
mistas y —más recientemente— sociólogos e historiadores: el estudio del Más recientemente, el inicio de las investigaciones de demografía
crecimiento o del desarrollo económico, desde el punto de vista de los histórica ha permitido que se planteara el problema de la mano de obra
"polos" urbanos (polos de crecimiento, de desarrollo, de integración; desde otros puntos de vista: su evolución cuantitativa, la distribución de
posibilidades de planear la polarización), la expansión de la red urbana, los esclavos por los hogares, la categoría de los "agregados" y su progre-
las relaciones entre campo y ciudad, los desequilibrios regionales, etc.94 siva desaparición, etc. Sin embargo, tales enfoques son todavía muy poco
En fin, en el plano de las interpretaciones globales de la realidad utilizados; aparecen limitados a Río de Janeiro y Sao Paulo, y alcanzan
económica y social brasileña reciente, es sorprendente constatar el intento solamente los primeros años de vida independiente. "
de Denis-Clair Lambert, en el sentido de preservar las concepciones del
dualismo estructural —ya tan justamente criticadas y desacreditadas en
Brasil y en toda América latina—, desplazándolas del plano regional o de D. Conclusión
la oposición entre lo urbano moderno y lo rural arcaico, al nivel de la
diferenciación entre "integrados" y "marginales", entre "participan- La historiografía latinoamericana dedicada a los aspectos económicos,
tes" y "no participantes" en el desarrollo. El problema abordado —el de caracterizada por el uso de técnicas y métodos al día con la evolución de la
la "marginalidad"— existe y debe ser estudiado; pero resulta difícil ciencia histórica, es muy reciente: tiene a lo sumo unos veinte años de
percibir alguna utilidad en su enfoque en términos dualistas, es decir existencia; en ciertos países todavía no hizo su aparición. Son bastante
simplistas y puramente descriptivos. Una afirmación del tipo de esta que
hace Lambert: "el sector arcaico se desplazó con el éxodo rural del 95. Denis-Clair Lambert, Le degré de dualisme de l'economie brésilienne s'est-il atténué en un
demi-siecle? 1920-1970, ponencia mimeografiada (París, octubre de 1971).
96. Cf. Florestan Feraandes, A integradlo do negro a sociedade de classes, Sao Paulo, 1965; Feman-
92. Mircea Buescu, Pour une quantification globale de l'economie brisilienne depuis l'épogae colo- do Henrique Cardóse, Capitalismo e escravidáo no Brasil meridional, Difusáo Européia do Livro, Süo
niale, y Fierre Chaumi, Pour une bistoire sérielle du Brésil au XVIIIe siecle, ponencias mimeografiadas Paulo, 1962; Octavio lanni, As metamorfoses do escravo, Difusáo Européia do Livro, Sao Paulo, 1962;
(París, octubre de 1971). Ciertos problemas teóricos de la contabilidad de unidades de producción basadas Emilia Viotti da Costa, Da sémola a colonia, Difusáo Européia do Livro, Sao Paulo, 1966; Fierre Verger,
en el trabajo no libre fueron enteramente dejados de lado: d. Witold Kula, op. cit., pp. 16-28 (sobretodo Flux et reflux de la traite des negres entre le golfe de Bénin et Babia de Todos os Santos du dix-septieme au
p. 19); F. Mauro, Le Portugal..., pp. 213 y ss. dix-neuvieme siecle, Mouton, París-La Haya, 1968; Peter L. Eisenberg, "Abolishing Slavery: The
93. Mircea Buescu, Monétarisme et Structuralisme: L'inflation brisilienne de 1850 á 1870, ponen- Process on Pemambuco's Sugar Plantations", en Híspante American Historical Review, noviembre de
cia mimeografiada (París, octubre de 1971). 1972, pp. 580-597, etc.
94. Louis Jeanjean, Croissance urbaine et croissance régionale au Brésil depuis l'indépendance, y 97. Luis Lisanti, "PopulacJo e economía: bases para a industrializacáo. O caso de Campiñas", en
Jacques R. Boudevilíe, Pales de développement et peles de croissance bresiltens au XXe siecle, ponencias Anais de Historia, 1970, pp. 101-108; María Luiza Mardlio, "Algunos aspectos de la estructura de la
mimeografiadas (París, octubre de 1971). Paulo Israel Singer, Desenvolvimento económico e evolucSo fuerza de trabajo en la capitanía de Sao Paulo"; de la misma autora: Tendances et structures des ménages
urbana: Anílise da evolucZo económica de Sito Paulo, Blumenau, Porto Alegre, Belo Horizonte e Recife, dans la capitainerie de Sío Paulo (1765-1828) selon les listes nominatives d'habitants; María Bárbara
Companhia Editora Nacional-Universidade de SSo Paulo, Sao Paulo, 1968. Levy, Aspectos da historia demográfica e social do Río de Janeiro (.1808-1889).
212 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA

impresionantes los éxitos que ha logrado en tan poco tiempo, especial-


mente en lo que concierne a la época colonial. Por otra parte, es induda-
r
ble que, en términos de cantidad de la producción, las perspectivas tradi-
cionales siguen predominando en nuestros países, aun en el terreno de la
historia económica. Las fuerzas de la inercia y de la resistencia al cambio
—muchas veces entronizadas en las instituciones académicas—; la insu-
ficiencia de información y coordinación; la deficiente formación de los
historiadores en universidades que todavía confunden la metodología con CAPITULO VI
la teoría o filosofía de la historia; la inmensa dificultad de conseguir
financiamiento y apoyo institucional para garantizar la continuidad de los CONCEPTOS, MÉTODOS Y TÉCNICAS
proyectos de investigación: he aquí desventajas graves contra las que DE LA HISTORIA ECONÓMICA
estamos obligados a luchar. Su gravedad misma constituye la mejor prue-
ba de la vitalidad y fecundidad de las nuevas concepciones, ya que, a pesar
de obstáculos tan difíciles de superar, una minoría dinámica y decidida de A. Un vocabulario básico
historiadores abiertos a los progresos de su disciplina viene logrando nu-
merosos resultados de gran importancia e indiscutible valor científico. 1. Estructura y coyuntura

Antes de estudiar los métodos y técnicas de la historia económica,


será necesario hacer un breve recuento de los conceptos básicos que, en
este campo, serán manejados por el historiador-economista. La referencia
a la teoría económica es, por supuesto, obligada para el análisis de los
mecanismos de funcionamiento de la sociedad capitalista, y en este punto
será indispensable para el historiador un curso introductorio de economía
o el estudio de algún manual a ese nivel.'
Discutiremos algunos conceptos fundamentales, que vienen sin duda
de la economía, pero que tienen ya un lugar de honor en el vocabulario de
los historiadores.
Estudiemos primero el concepto de coyuntura. Por coyuntura enten-
demos antes que nada movimiento: alzas y bajas en la producción, fluc-
tuaciones en el volumen de los intercambios, oscilaciones de los precios...
Así pues, los cambios, el movimiento de los componentes esenciales de la
vida económica, son aludidos por la noción de coyuntura. En otro senti-
do, esta palabra se usa también para designar a la rama de la economía
que se dedica al estudio y previsión de las fluctuaciones llamadas, justa-
mente, coyunturales, o cíclicas. Volviendo al primer sentido del vocablo,
digamos rápidamente que no se limita a la esfera económica. Hay también
1. Lamentablemente no existe en español un manual adaptado a las necesidades del historiador,
ramo el de Jean Bouvier, Initiatioa au vocabulaire et tmx mécanismes économiques contemforains; una
excelente introducción a la economía es la de R. Lipsey, Introducción a la economía positiva, Ed. Vicens
Vives, Barcelona, 1970^, Barcelona, (con ejercicios).
214 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA

una coyuntura social —dada por las variaciones en las relaciones de fuerza
de los diferentes grupos y clases sociales—, una coyuntura política, etc. 2
Sin embargo, hasta el presente ha sido la coyuntura económica la más
estudiada, al punto de contarse, actualmente, con una minuciosa clasifi-
cación de los diferentes tipos de fluctuaciones económicas.
Observemos ahora un hecho importante: la coyuntura, el movimien-
to de la vida económica, se caracteriza por la repetición, la recurrencia. A
r MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 215

Lógicamente este equilibrio no implicará simplemente relaciones cuantita-


tivas de proporcionalidad entre los sectores de la actividad económica,
sino, y sobre todo, relaciones de interdependencia entre ellos. La estruc-
tura económica de anclen régime, estudiada brillantemente por Ernest
Labrousse para la Francia del siglo XVTJLI, y la estructura económica del
capitalismo industrial, nos ofrecen dos ejemplos que será indispensable
presentar. ¿Qué encontramos en el primer caso? Ante todo un predo-
los movimientos de alza suceden los de baja, para luego volver al alza, minio aplastante de una agricultura dominada por el problema de las sub-
etc. Esto hace que habitualmente se considere a las fluctuaciones econó- sistencias, con una débil productividad por hectárea, resultado de las
micas como cíclicas, j se hable más corrientemente de ciclos económicos. insuficiencias del desarrollo científico y técnico. La pérdida de la cosecha
Así, "la coyuntura, como fenómeno repetido, es pues, un fenómeno significa automáticamente la crisis de subsistencia. El alza brutal del pre-
estructural".3 De este modo, el movimiento no aparece como anárquico cio de los cereales implica el hambre popular. La carestía de los fletes es k
o aleatorio, sino presentando en el fondo una serie de regularidades, de consecuencia directa de la insuficiencia de los medios de transporte, las
repeticiones que hacen posible estudiarlo. Ahora bien, el movimiento, diferencias regionales en los precios son notables, y por consiguiente no
podemos decir con legitimidad, es cíclico, por comparación a algo esta- podemos hablar de un mercado nacional, sino más bien de mercados
ble: es esta permanencia lo que denominamos estructura. Definimos pues locales o a lo sumo regionales. La industria es sobre todo de bienes de
k estructura como "un conjunto de relaciones mayoritarias" (en otras consumo: los textiles y la construcción son las ramas más importantes,
palabras, una "constelación de dominantes solidarias"), la solidaridad y mientras las técnicas siguen, en lo esencial, dominadas por la artesanía y
proporción existentes entre un conjunto de componentes, la interdepen- el predominio del trabajo manual. La demanda de bienes industriales
dencia entre el todo y las partes.4 depende de la prosperidad o la crisis de la agricultura. Sólo en épocas
No debe identificarse estructura con estática. En historia como en de auge puede el campesino-productor consumir dichos bienes. La crisis de
todas las ciencias humanas, el cambio, el movimiento, es esencial, y es subsistencia será el preludio entonces del paro industrial.
parte indisoluble de las estructuras. La "permanencia", la "estabilidad Con el capitalismo industrial, la estructura económica se ha modifica-
relativa" de la estructura es simplemente una cuestión que atañe a la do sensiblemente: la producción industrial resulta dominante, y la in-
rapidez o a la velocidad del cambio. Lo que nos permite oponer estructura dustria de bienes de capital predomina sobre la de bienes de consumo. La
y coyuntura es simplemente esta diferencia de ritmos del movimiento, agricultura pierde relativamente importancia. La revolución en los trans-
que con lo dicho queda claro es igualmente esencial tanto a una como a portes (ferrocarriles, barcos de vapor, etc.) permite la constitución de un
la otra. verdadero mercado nacional y mundial, mientras que la naturaleza de las
Veamos ahora de manera más específica el problema de las estructuras crisis económicas cambia: las crisis no serán ya de subsistencia sino de
económicas. superproducción.
Las "relaciones mayoritarias" de que hablamos antes, se presentan Ahora bien, considerando los ejemplos anteriores, ¿cuál será entonces
como un cierto tipo de equilibrio o desequilibrio entre los grandes secto- la vinculación entre estructura y coyuntura? Los análisis de Ernest La-
res de la vida económica, y, en especial, entre agricultura e industria. brousse sobre el siglo XVIII en Francia, demuestran claramente que los
fenómenos coyunturales, como una crisis de subsistencia, salen a la luz y
se explican por ks contradicciones de la estructura económica del anden
2. Sobre estos aspectos, ver algunos de los estudios de F. Braudel, contenidos en la antología: La
historia y las ciencias sociales. régime. De manera similar, una crisis de superproducción como la de
3. Ernest Labrousse, "Estructura y movimiento en historia", en Las estructuras y los hombres, 1929 es un fenómeno de coyuntura; sin embargo, en cuanto crisis,
p.97.
4. Ibid.f pp. 94-95. La expresión "relaciones mayoritarias" es empleada por Labrousse para subra-
revela igualmente las contradicciones estructurales del capitalismo en una
yar que "todo es meramente mayoritario en las relaciones, en las 'leyes' estadísticas que las ciencias fase peculiar de su desarrollo. Otros ejemplos: la crisis de 1811 es cíclica,
humanas nos permiten establecer". pero también refleja el bloqueo continental impuesto a Inglaterra por
216 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 217

Napoleón; la crisis de 1847 es cíclica, pero a la vez estructural —se da la 3. Despegue (take-off)
ruina de las manufacturas rurales, lo que se refleja negativamente en el
ingreso de las masas campesinas—, y además el advenimiento de la Revo- Otra noción, vecina por cierto a la de crecimiento, es el concepto
lución de 1848 la prolonga y profundiza.5 de "despegue" (en inglés, take-off), introducido por Walter W. Rostow.9
No repetiremos aquí lo que existe de arbitrario y absurdo en la teoría de
2. Crecimiento y desarrollo las "etapas" de Rostow.10Sin embargo, será necesario reconocer que el
concepto de "despegue" alude a un problema de interés fundamental,
Otra serie de conceptos de uso corriente en el vocabulario de los que es necesario situar en una perspectiva teórica adecuada.
historiadores-economistas son los que conciernen a los problemas del ¿Cómo y por qué en un determinado momento histórico se produce el
crecimiento económico. desarrollo industrial? La respuesta es difícil," pues supone estudiar las
Crecimiento (en inglés, growth), es un término tomado de la biología, relaciones y las influencias recíprocas de un cúmulo de factores, fechando
que alude a dos características del desarrollo de los seres vivientes: las y cifrando con la máxima exactitud los cambios acontecidos. Como indica-
modificaciones cuantitativas, es decir las variaciones en las dimensiones, ción general sólo insistiremos en la necesidad absoluta de estudiar el
y las modificaciones cualitativas, o sea los cambios de estructura. Así, por "despegue" en cada caso particular, bajo la idea de "reagrupar" los
ejemplo, el crecimiento de una población tiene un aspecto cuantitativo diferentes factores: nada se ha revelado más peligroso e infructífero que la
medido básicamente a través de las tasas de natalidad y mortalidad; y otro confianza en un único factor, o en un cúmulo de factores interpretados de
cualitativo, dado por las modificaciones en la estructura de edades, de una manera mecanicista, aislándolos del contexto social global.
sexos, de población urbana y rural, activa e inactiva, etc.
Conviene notar que términos como progreso (Colín Clark), o desarro-
llo (Hoselitz, Meier, Ellis, etc.) aluden al mismo fenómeno y en el fondo 4. lotalidad
Totalidad y sectores: macroeconomía y m¡ microeconomía; modelos
no existe una gran diferencia en el uso que de ellos se hace.6 globales
rrlnhsilac yAI monografías;
winvmfvrsiff/le • lo
Jn rural
vil>rnl y1; lo
In urbano
11VÍ

El problema fundamental para el historiador será el de considerar al


crecimiento, como crecimiento —o declinación, o estancamiento— de un Se trata ahora de plantear el problema de las dimensiones del universo
determinado grupo social, o en otros términos como un fenómeno social de análisis: el mundo entero, un grupo de países, un país, una región,
que es necesario situar históricamente. Si este es el punto de partida, una ciudad, una empresa agrícola o industrial... En cada caso, habrá
"¿cómo separar, en un estudio de 'casos', crecimiento biológico, creci- problemas metodológicos específicos.
miento económico, crecimiento político, crecimiento del 'potencial' in- En general, se llama macroeconomía el estudio de las variables econó-
telectual (técnico, científico) e incluso espiritual?".7 Por esto, como micas globales, relativas a determinado conjunto (grupo de países, país,
indica Fierre Vilar, la misión del análisis histórico será más bien la de región, etc.) —producción, circulación monetaria, importación, expor-
reagrupar los diferentes factores del crecimiento para buscar una inter- tación, crédito, etc.—, y microeconomía el estudio económico de las
pretación de conjunto.8 unidades de producción, de las empresas agrícolas, mineras, comerciales,
industriales, bancarias, etc. Las variaciones macroeconómicas afectan co-
5. Debe tenerse presente que muchas crisis son de tipo "mixto", es decir, una combinación de
mo es natural a las empresas; pero existe una cierta especificidad de los
crisis de subsistencia con crisis industriales de superproducción. La última de estas crisis en la Europa
industrial fue la de 1847; cf. el análisis de.Ernest Labrousse, "Tres fechas en la historia de la Francia 9. W. W. Rostow, Las etapas del crecimiento económico, Fondo de Cultura Económica, México,
moderna", en E. Labrousse, Fluctuaciones económicas e historia social, pp. 461-478. 1962.
6. Witold Kula, "Histoire et économie: la longue durée", en Ármales E.S.C., marzo-abril de 10. Críticas y discusiones básicas de la obra de Rostow se encuentran en: La economía del despegue
1960. hacia el crecimiento autosostenido, publicado bajo la dirección de W. W. Rostow, Alianza Editorial,
7. Fierre Vilar, Crecimiento y desarrollo. Economía e historia. Reflexiones sobre el caso español, Madrid, 1967; Paul Baran y Eric Hobsbawm, "Las etapas del crecimiento económico", en El Trimestre
Ariel, Barcelona, 1964, p. 50. líconómico, n.° 118, 1963, pp. 285-295; P. Vilar, Crecimiento..., pp. 495-542.
8. Nótese la similitud de este enfoque de la historiografía francesa con el adoptado por la nueva 11. Cf. sobre el caso de la revolución industrial inglesa los estudios de E. Hobsbawm, En tomo a los
sociología latinoamericana: cf. por ejemplo, Cardoso y Faletto, of. cit., pp. 11-39. orígenes de la revolución industrial.
218 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 219

dos campos de estudio, lo que es debido: 1) a tipos diferentes de fuentes centro económico (comercial, financiero, artesanal, etc.) ya importante
(estadísticas nacionales o regionales, libros de aduanas, documentos sus- pero que existe en un contexto caracterizado por un predominio cuantita-
ceptibles de ofrecer series de precios y salarios variadas y continuas, etc., tivo indudable y masivo de la economía rural; y la ciudad bajo el capitalis-
en el caso de la macroeconomía; contabilidad y balances de empresas, mo industrial contemporáneo, concentrando la mayoría de la población y
informes y correspondencia comercial, etc., en el caso de la microecono- de la actividad económica de los países llamados "desarrollados": en
mía); 2) a problemáticas y variables distintas: así, la yuxtaposición de cada caso tenemos algo muy distinto en cuanto a sus funciones, estruc-
monografías microeconómicas no basta como para determinar la naturale- turas e importancia relativa. De manera similar, la agricultura de las
za y la importancia de los problemas macroeconómicos, aunque es útil, aldeas de África ecuatorial, extensiva y rudimentaria en sus técnicas, y la
sin duda, controlar las afirmaciones globales a través de estudios mono- agricultura capitalista altamente mecanizada de los Estados Unidos, re-
gráficos de regiones, d? empresas, etc. presentan universos rurales muy distintos. En tales condiciones, sería
El estudio hecho a distintos niveles permite obtener una idea mucho arriesgado intentar dibujar características diferenciales de la economía
más matizada y rica de una evolución histórico-económica. La historia rural y de la urbana que pretendieran a una validez general. Digamos
serial "sectorial", aplicada a espacios diferentes y de distintas dimensio- solamente —limitándonos a épocas históricas relativamente recientes—
nes, conduce al descubrimiento y análisis de los desequilibrios entre na- que la vida económica rural, caracterizada por una mayor dispersión del
ciones, regione% sectores de la economía, etc. La historia serial "glo- habitat, presenta una tendencia hacia el tradicionalismo y un carácter
bal", aunque llevada a cabo en el interior de una zona limitada, lleva al conservador en lo que respecta a las técnicas, la organización del trabajo,
análisis de los desequilibrios temporales entre los diferentes ritmos de las formas de los movimientos sociales —pensemos en el carácter "mesiá-
evolución de los distintos niveles de la actividad humana. Los dos puntos nico" de tantas insurrecciones rurales latinoamericanas—; su evolución
de vista son, por lo tanto, complementarios e indispensables. Los econo- sigue un ritmo que es generalmente más lento que el de la economía
mistas actuales construyen modelos globales: definen variables globales, urbana. Por otra parte, esta última, más diversificada y compleja, es a la
y las evalúan con el auxilio de la estadística y de la econometría. La vez más vulnerable. Metodológicamente, la problemática, las fuentes y
aplicación de tal procedimiento al pasado se puede hacer, siempre que la las técnicas de trabajo varían de manera considerable según se estudie la
documentación sea suficiente, y tomando en cuenta los peligros del ana- economía agrícola, por una parte, y por otra los variados tipos de activi-
cronismo. Sin embargo, conviene completar tal tipo de estudio con otro: dades urbanas. El historiador de la agricultura tiene que estar atento a la
la monografía, que examina, "con la masa de los documentos, todas las pulsación climática, al movimiento de las cosechas ligado a aquélla, al
conexiones concretas, en épocas determinadas", y sirve "como garantía hecho de que en muchos tipos de sociedades la propiedad de la tierra,
de validez de las construcciones ulteriores", globales. Como dice Jean además de constituir un factor económico, funge como factor de poder y
Meuvret, "la historia económica puede buscar ser global en su cumbre, de prestigio social. La industria, que habitualmente consideramos una
a condición de ser total en su base."I2 actividad urbana, no lo fue bajo todos los regímenes económicos: pense-
Otra distinción sectorial muy común es la oposición entre economía mos por ejemplo en la manufactura de los siglos XVI al XVIII, actividad
rural y economía urbana. Las estructuras económicas urbanas y rurales; rural y urbana a la vez.
el peso, la naturaleza y la proporción relativa de la población y de las
actividades económicas del campo y de la ciudad; las relaciones económi- B. Las fluctuaciones económicas
cas entre los dos sectores: todo ello es variable según los distintos siste-
mas económicos. La ciudad como centro ceremonial y administrativo, con Primero expondremos los principales tipos de fluctuaciones económi-
escasa actividad económica y poco intercambio comercial con las zonas cas desde el punto de vista descriptivo, utilizando la clasificación más co-
rurales; la ciudad de Europa occidental durante los tiempos modernos, rriente. Sobre los tipos de fluctuaciones existe hoy un acuerdo bastante gran-
de entre economistas e historiadores. La situación cambia en lo que hace a las
12. Jean Meuvret, Études d'histoire économtque, p. 312; ver también Francois Furet, "L'histoire explicaciones propuestas. Examinaremos este problema en segundo lu-
quantitative...", art. cit., y André Nouschi, op. cit., cap. 4. gar, exponiendo resumidamente las principales teorías explicativas.
220 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 221

1. Principales tipos de fluctuaciones decenal es de Francois Simiand.14 La duración de este ciclo oscila entre
7 y 10 años y en general sus efectos trascienden en consecuencias socia-
En primer lugar, es necesario clasificar aparte las variaciones acciden- les, según las variaciones en la ocupación, los precios, la distribución de
tales, del tipo de una guerra, un terremoto o una inundación, que, ingresos, etc. Su auge o su depresión son perceptibles para el público,
revistiendo a veces una gran importancia económica, no manifiestan un cosa que en general no ocurre en los ciclos Kitchin, detectados sólo a
carácter periódico o cíclico. través del análisis estadístico.15
La clasificación más usual considera dos grandes grupos de fluctuacio- Se consideran cuatro momentos diferentes del ciclo económico: "
nes: los movimientos cortos, (o de corta duración) y los movimientos — la expansión o el auge, es decir el período ascendente de pros-
largos (o de larga duración). peridad
1.° Movimientos cortos (o de corta duración): — la crisis, o sea el momento de inversión de la tendencia al alza
— la depresión o contracción
— Movimientos cotidianos, como por ejemplo el consumo de elec-
— la recuperación, o sea el momento de reinicio de la prosperidad.
tricidad o de agua
— Movimientos semanales Dichos cuatro momentos se pueden expresar gráficamente como lo
— Movimientos mensuales muestra la figura 33. Johan Akerman 17 piensa, sin embargo, que esta
— Movimientos estacionales: Son inferiores a un año y no tienen
necesariamente una causa climática, se reproducen con regularidad de un
año a otro. Las variaciones ligadas a las condiciones atmosféricas son de
Expansión
gran importancia en la economía agrícola y fundamentales para la econo- o
mía preindustrial. Otros ejemplos de fluctuaciones estacionales: las activi- auge
dades de la construcción, la oferta de productos agrícolas variando su
precio según la época de la cosecha, etc. Recuperación
— Movimiento interanual o ciclo Kitchin: Se trata de movimientos
que afectan varios años, siendo su duración menor que la del ciclo decenal Figura 33.— Partes constitutivas del ciclo Juglar
o Juglar. Fueron estudiados por Joseph Kitchin y A. H. Hansen.'3 Su
FUENTE: Marcel Gillet, Techniquesde l'histoireéconomiqae, I, C.D.U., París, 1969, p. 5 (mimeo-
duración oscila entre tres y cuatro años. Hansen encuentra, según la grafiado).
experiencia norteamericana, entre 1857 y 1937, veintitrés ciclos cortos
de una duración promedio de tres a cuatro años. Tomando como indica- distinción de cuatro fases es insuficiente y propone distinguir seis (figura
dores las compensaciones bancarias, los precios al por mayor y las tasas 34): la fase 1 es el nivel más bajo de la depresión, caracterizada por tipos
de interés, Kitchin encuentra, para los Estados Unidos y Gran Bretaña de interés, salarios y precios —todos ellos bajos y estables—; la fase 2 es
entre 1890 y 1922, una tendencia cíclica periódica de 3 1/3 años, o sea el breve momento en que se inicia la expansión; la fase 3 es el período de
40 meses. Los estudios anteriores sientan el principio de que los ciclos auge, mientras que la fase 4 es la de "equilibrio aparente que precede
largos se pueden descomponer en una serie de movimientos de duración exactamente a la crisis"; la fase 5 representa la crisis y la 6 la depresión.
más corta. La justificación de Akerman para estas seis fases consiste en sostener que
— Movimiento intradecenal o ciclo Juglar (o simplemente ciclo
económico): Estos ciclos constituyen los movimientos más típicos de las 14. C. Juglar, Des críses commerciales, París, 18892; Francois Simiand, Les fluctuations économi-
fluctuaciones económicas. La denominación Juglar corresponde al nombre i/ues i longue période et la crise mondiale, F. Alean, París, 1932.
15. J. A. Estey, Tratado sobre los ciclos económicos, Fondo de Cultura Económica, México, 1962,
del economista francés que los estudió por vez primera, y la de intra- p. 26.
16. W. C. Mitchell, "Los ciclos económicos", en Ensayos sobre el ciclo económico, publicado bajo
13. Kitchin, en Review af Economk Statistics, enero de 1923; A. Hansen, Política fiscal y ciclo In dirección de Haberler, Fondo de Cultura Económica, México, 1956.
económico, Fondo de Cultura Económica, México 1963, pp. 19 y ss. 17. J. Akerman, Estructuras y ciclos económicos, Aguilar, Madrid, 1962, p. 194.
222 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 223

la distinción de sólo cuatro momentos hace muy difícil el análisis de los 1792-1817: fase de alza o fase A
cambios de tendencia. 1817-1851: fase de baja o fase B
Los ciclos Juglar son bien conocidos para el siglo XIX; los años de 1851-1873: fase de alza o fase A
crisis según Akerman son: 1825,1836,1847,1857, 1866,1873,1882, 1873-1896: fase de baja o fase B
1890, 1900 y, ya en nuestro siglo, 1907, 1913, 1920, 1929 y 1937. 1896-1920: fase de alza o fase A
Para Estados Unidos, Mitchell fija los años de crisis en: 1812, 1818, 1820-1939: fase de baja o fase B
1825, 1837, 1847, 1857, 1873, 1884, 1890, 1893, 1903, 1907, La figura 35 ilustra la "descomposición" de los Kondratieff en ciclos
1910, 1913 y 1920, mientras que Hansen encuentra que de 1795 a Juglar.
1937 se producen 17 ciclos de una duración media de 8,35 años.

Movimiento secular
Movimiento Kondratieff

Figura 34.— Fases del ciclo Juglar según Akerman. (Cf. nota 17.) 1815 1835 1855 1875 1895

Figura 35.— Fluctuaciones económicas durante el siglo XIX


2.° Movimientos largos (o de larga duración): FUENTE: D. Furia y P.-Ch. Serré, Techniques et sociétés. Liaisons et évolutions, Col. U, Armand
Colín, París, 1970, p. 226. (Según G. Imbert, quien se basó en un análisis de los precios.)
— Movimiento interdecenal o ciclo Kondratieff: La primera deno-
minación de este movimiento pertenece a Simiand, quien además denomi- — La tendencia secular: (en inglés: trend, aunque esta palabra pue-
na fase A a la ascendente, y fase B a la descendente; Kondratieff es la de designar igualmente a movimientos largos de duración no definida).
denominación utilizada por Schumpeter y que además corresponde al nom- Este movimiento demostraría la tendencia general de más o menos un
bre del economista ruso que los estudió sistemáticamente por vez prime- siglo, hacia el alza o hacia la baja. En lo que se refiere a los precios, es
ra.18 Se trata de movimientos de larga duración que oscilan general- hoy más o menos conocida la tendencia al alza del siglo XVI, a la baja del
mente entre cincuenta y sesenta años, teniendo en cuenta ambas fases. Es siglo XVII, al alza del siglo XVIII y a la baja del siglo XIX.19 En la
de hacer notar que a veces los historiadores denominan ciclo Kondratieff a figura 35 se ilustra el caso del siglo XIX.
sólo una de las fases, sea la de alza o la de baja, lo que es inexacto. Los — El interciclo: Se trata de una fluctuación intermedia entre el ciclo
Kondratieff del siglo XIX son bien conocidos. Hasta hoy se encuentran Juglar y el movimiento Kondratieff, que abarca un ciclo intradecenal
bien estudiados los siguientes: completo y una parte de otro ciclo. Dura entre 10 y 20 años y está
18. Nikolai Kondrátieíf, "Los grandes ciclos de la vida económica", en Ensayos sobre el ciclo 19. la obra más completa sobre la tendencia secular y los movimientos Kondratieff es la de J. Imbert,
económico, pp. 35-57. Des mouvements de longue durée Kondratieff, Aix-en-Provence, 1959.
224 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA
MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 225
orientado hacia el alza o la baja. El interciclo no se repite con la periodici- Florescano y Ruggiero Romano con respecto a Latinoamérica colonial,21
dad de los otros movimientos estudiados hasta ahora. Ernest Labrousse es son en esto plenamente fundamentadas y ninguna respuesta satisfactoria
el único que, hasta el presente, ha hecho un estudio satisfactorio del puede ofrecerse todavía en este campo.
interciclo. Para el siglo XVIII francés, él ha mostrado que en una tenden-
cia secular de alza para todo el siglo, el período 1772-1787 se caracteriza 2. La explicación de las fluctuaciones económicas
por una regresión intercíclica que prepara el "mar de fondo" de la Revo-
lución de 1789, al afectar los ingresos de todos los sectores populares, los La búsqueda de una explicación de las fluctuaciones económicas está
viticultores en particular. Este interciclo de baja es el único conocido vinculada al nacimiento mismo de la economía política como ciencia. Es
bien conocida la influencia de las explicaciones sobre el alza de los precios
hasta la fecha, y parece que el capitalismo industrial no ofrece ningún
en el siglo XVI, en la formación del pensamiento mercantilista. Las
movimiento de ese tipo.
características de este manual no permiten realizar una exposición de la
3.° Las fluctuaciones en las economías preindustriales. — Con la historia de las distintas teorías formuladas para explicar los movimientos
excepción del interciclo, la presentación anterior sobre los principales económicos, ni tampoco una exposición sistemática de dichas teorías. Nos
tipos de ciclos económicos se basa exclusivamente en los numerosos es- limitaremos a una presentación somera del problema, remitiendo al lector
tudios efectuados para el capitalismo europeo y norteamericano en los interesado a una bibliografía más especializada.
siglos XIX y XX. En este sentido se trata de fluctuaciones exclusivas del La primera explicación de las fluctuaciones económicas la encontra-
capitalismo. Es más, casi diríamos, del capitalismo hasta la depresión que mos en el monetarismo del siglo XVI. Como es bien conocido, la afluen-
siguió a la gran crisis de 1929. Cualesquiera que sean las razones, lo cia de metal precioso americano aparece como la causa del aumento ver-
cierto es que la periodicidad de las crisis desaparece relativamente, mien- tiginoso de los precios a lo largo del siglo XVI. Esta idea de vincular las
tras la intensidad de las depresiones y los auges parece haberse amortigua- variaciones en la producción de metal precioso a los ciclos de la vida
do. ¿Qué ocurre con las economías preindustriales? ¿Cuál es la natura- económica tuvo, y tiene aún en nuestros días, considerable cantidad de
leza de sus fluctuaciones? adeptos. Durante el siglo XIX es el economista francés Juglar quien, al
Los estudios de historia de los precios que se vienen acumulando desde estudiar por primera vez de manera sistemática los ciclos de la economía
hace más de cuarenta años, no ofrecen dudas sobre la existencia de dichas capitalista, propone su explicación en términos monetarios. En el pensa-
fluctuaciones, aunque su conocimiento sea, todavía hoy, bastante imper- miento de Juglar, las variaciones del tipo de interés, la política de los
fecto. Tal vez la única excepción la constituye el siglo XVIII francés, bancos centrales y los cambios en el stock de metales preciosos están en el
exhaustivamente estudiado a partir de las grandes obras de Ernest La- origen de las fluctuaciones económicas. Algunos autores, como por ejem-
brousse: las variaciones cíclicas del precio del trigo tienen un período plo Akerman,22 califican a la explicación monetarista de endógena, en
aproximado de trece años. Para otras provincias francesas y otras épocas, cuanto refiere las causas del ciclo económico a factores puramente econó-
tenemos algunas monografías sólidas. Pero en el conjunto, las interrogan- micos, en este caso monetarios.
tes sin respuesta son abrumadoras y no se refieren sólo a la elección del Por la misma época del análisis de Juglar, en 1875, el economista ,
precio de tal o cual producto, a los salarios de este o aquel oficio, a inglés W. S. Jevons expuso una explicación basada en las alteraciones de
distintos tipos de fuentes, sino a problemas tales como la significación que las manchas solares que, influyendo en la actividad solar y por consi-
el precio o el salario tienen en el conjunto de la sociedad, cuando la guiente en las cosechas, regularían así todas las actividades económicas.
economía mercantil dista de ser dominante. Las preocupaciones de Rod- Por oposición a la explicación monetarista, es corriente clasificar a la
ney Hilton con respecto a la economía medieval,20 o las de Enrique teoría de Jevons como exógena, ya que hace intervenir factores que no
tienen que ver directamente con la economía. Dentro del mismo tipo
20. R. Hilton, "Y-eut-il une crise genérale de la féodalité?", en Aúnales E.S.C., enero-marzo de
1951: "...Las teorías del desarrollo económico que se basan en el estudio de las oscilaciones de la moneda
21. Enrique Florescano, "La historia de los precios en la época colonial de Hispanoamérica: tenden-
y los desplazamientos de metales preciosos sólo podrían rendir cuentas de un sector muy reducido de la cias, métodos de trabajo y objetivos", en Anuario de estudios latinoamericanos, Universidad Nacional
economía medieval. Sólo a ese sector estrictamente limitado (se refiere al sector mercantil) podemos suponer Autónoma de México, 1968, p. 121 en adelante.
influido por las sucesiones clásicas de los períodos de prosperidad y crisis." 22. Alteraran, op. di., p. 182. ,
15,-MÉTODOS
226 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 227

habría que clasificar a muchas explicaciones, hoy en desuso, que colocan buscó ante todo la formulación precisa de una teoría de la formación de
ks guerras, las epidemias, o factores cósmicos o meteorológicos como los precios de los bienes y servicios ofertados y demandados en un merca-
explicación principal del ciclo económico. do capitalista típico. Y este análisis se expresó en términos de equilibrio,
Ni la fisiocracia en el siglo XVIII, ni la economía política clásica de es decir se definió un sistema de ecuaciones que describía dicho mercado,
los siglos XVIII y XIX, manifestaron una gran preocupación teórica por planteándose luego problemas del tipo: ¿qué sucede con las otras ecuacio-
la explicación de las variaciones cíclicas de la economía capitalista. El nes del sistema cuando se altera el valor de una ecuación dada? Un ejemplo
interés se centraba en el conocimiento de las variables esenciales de la de lo anterior sería: ¿cual es la relación precio-costo de una mercancía
vida económica: la renta, la ganancia, el salario, el valor, el precio y el producida por una empresa dada, que asegura un ingreso total-neto má-
costo de una mercancía, por ejemplo. La elaboración de un modelo teóri- ximo? Lo que interesa notar en todo esto es que el análisis en términos de
co que rindiera cuenta de la producción, la distribución, el intercambio y equilibrio es por definición estático. Y es precisamente por esto que la
el consumo de bienes y servicios en la sociedad capitalista, llevó así a teoría de la coyuntura quedaba siempre al margen de la teoría general, más
forjar ante todo instrumentos conceptuales del análisis económico. Nin- que todo como una acumulación de datos empíricos y de explicaciones
gún esfuerzo se realizó con vistas a integrar en dichos modelos los datos limitadas al campo de la coyuntura. Con la crisis de 1930, el pensamiento
de la historia de la economía capitalista del siglo XIX, muchos de ellos keynesiano cambió en buena medida la problemática de la economía polí-
ampliamente conocidos por los economistas clásicos. De este modo el tica. Así, del problema del equilibrio general de un mercado de bienes y
análisis de la economía política clásica culmina, en la obra de J. S. Mili, servicios se pasó a cosas bastante más concretas, como por ejemplo el pleno
con una serie de predicciones sobre el estancamiento secular a que estaría empleo en determinadas condiciones monetarias y de utilización de los
condenado el capitalismo, que los hechos no confirmaban. Esta incapaci- factores de producción. Sin embargo, la obra de Keynes utilizó los mismos
dad para integrar las fluctuaciones cíclicas en el modelo general, resulta principios de análisis estáticos que venían predominando en la economía
significativa en cuanto autores como D. Ricardo o J. S. Mili conocieron desde los tiempos de Ricardo, pasando por Marshall, Walras y la economía
las cuestiones monetarias, por las cuales manifestaron gran preocupación marginalista. Pero también como consecuencia de la misma crisis de 1929
en múltiples escritos, y en especial la inflación de guerra (1793-1815). y depresión de los años treinta, se hace necesario el estudio de los ciclos
En cuanto a Marx, aun cuando al decir de Schumpeter su análisis de económicos con el fin de crear políticas anticíclicas. Esto hizo que los
los ciclos económicos es un "capítulo no escrito",23 en los libros II y economistas se preocuparan también por la dinamización de los modelos
ni de El Capital, en las Teorías de la plusvalía, y en la correspondencia marginalista y keynesiano. Del interés por el equilibrio estático se pasa
con Engels, el problema de las crisis aparece en infinidad de observaciones ahora a formular cuestiones como la siguiente: ¿cuál es el valor que asume
basadas en la evolución de la industria inglesa. Sin embargo, la falta de una variable determinada en el curso del tiempo? La econometrtanace con
tratamiento sistemático del problema en su obra, hace que aun cuando esta preocupación central en las obras de Ragnar Frisch y Jan Tinbergen.
en ella aparezca una teoría global del ciclo en la economía capitalista, esto La acumulación de estudios sobre el ciclo económico del capitalismo,
no haya sido puesto en relieve sino mucho tiempo después, y provocando debida a la econometría, no ha conducido sin embargo a formulaciones
más de una polémica.24 teóricas sobre las causas del ciclo económico uniformemente aceptadas. Es
A partir de la segunda mitad del siglo XIX, el estudio concreto de la co- más, parecería ser que actualmente el tema de las fluctuaciones económi-
yuntura hizo conocer con bastante evidencia empírica los ciclos de la eco- cas pertenece al pasado y su explicación interesa más bien a la historia.
nomía capitalista. Sin embargo, la teoría de las fluctuaciones coyuntu- Hsto tiene que ver, sin duda, con la atenuación, desde la postguerra, de los
rales, presente ya en los análisis de Juglar, no se integró en la teoría ciclos Juglar.
general. Resulta fácil ver las causas de esto. La economía marginalista Hasta aquí hemos tratado de presentar las teorías de las fluctuaciones
cíclicas en relación a la evolución del pensamiento económico. Pero de-
23. J. Schumpeter, History ofEconomic Aaalysis, Londres, 1954, pp. 747-748. (Hay traducción bemos mencionar todavía una serie de autores, importantes por sus estu-
española: Ariel, Barcelona, 1971).
24. Sobre esto consúltese: P. M. Sweezy, Teoría del desarrollo capitalista, Fondo de Cultura Econó- dios de la coyuntura, que se alejan considerablemente de las líneas esbo-
mica, México, 19695, parte tercera. zadas más arriba. Tales explicaciones de las fluctuaciones económicas
LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 229
228
pueden clasificarse en dos grandes tipos: explicaciones deductivas y expli- explicación de las fluctuaciones económicas ha sido considerada con es-
caciones empíricas. pecial relieve en los estudios de W. C. Mitchell, J. Schumpeter, J. Aker-
— Explicaciones deductivas: Derivan de alguna teoría, y carecen man y W. W. Rostow. 26
casi siempre de verificación empírica. Consideremos el siguiente ejemplo,
versión muy simplificada de lo que los economistas llaman el ciclo de BIBLIOGRAFÍA
stocks.
Supongamos una economía en equilibrio en la cual el ingreso total
Las diferentes teorías explicativas de la coyuntura están magníficamente
(salarios, más ganancias, más rentas, más intereses) tiene un nivel deter- expuestas, aunque a un nivel bastante elevado, en la obra de G. Haberler,
minado, en el que el ahorro total de la población es igual a la inversión Prosperidad y depresión,' Fondo de Cultura Económica, México, 1953. Una
total. Supongamos ahora que la población decide incrementar sus ahorros, exposición más sencilla se encontrará en la parte segunda de: James Estey,
por lo tanto, destina una cantidad menor de ingreso para el consumo; Tratado sobre los ciclos económicos, Fondo de Cultura Económica, México,
1962. En la recopilación de artículos de G. Haberler, Ensayos sobre el ciclo
como la cantidad destinada al consumo es menor, las ventas descienden y económico, Fondo de Cultura Económica, México, 1956, también se halla-
por consiguiente aumentan los stocks. Ante este aumento, la producción rán lecturas de interés. Para el historiador, la obra de Akerman, Estructuras
disminuye, y con ella viene la reducción de trabajadores y jornadas de y ciclos económicos, Aguilar, Madrid, 1962, contendrá sugerencias y en-
trabajo dentro de las fábricas. Esto hará descender el ingreso total, ya que señanzas interesantes, mientras que la introducción general de la obra de
Ernest Labrousse, La crisis de la economía francesa al final del antiguo régi-
las ganancias habrán descendido y habrá menos salarios a pagar. Y el men y al principio de la Revolución (en E. Labrousse, Fluctuaciones económi-
proceso continuará en forma acumulativa hasta que se alcance un nuevo cas e historia social, Tecnos, Madrid, 1962), resultará una lectura indispen-
equilibrio entre el consumo y los stocks acumulados aún sin vender. sable.
Ahí tenemos una explicación de cierto tipo de variación coyuntural,
mediante un razonamiento lógico, estableciendo algunas interrelaciones
de causa-efecto a partir de una serie de conceptos ya conocidos. La obser- C. Cuantificación y estadística en historia: 1) Las fuentes y su
elaboración
vación empírica no interviene para nada en la formulación de la explica-
ción. 1. Principales tipos de fuentes
— Explicaciones empíricas: Lo son, por ejemplo, las derivadas de
un análisis estadístico y/o cualitativo de los ciclos de la economía capita- La introducción de la cuantificación en historia, llevada a cabo, en un
lista. En este caso, la construcción de la explicación se efectúa de manera principio, únicamente en el dominio de la historia económica, ha origina-
inductiva, generalizando a partir de la observación de casos concretos. Los do una nueva respuesta a la pregunta clásica en el oficio de historiador:
estudios de W. C. Mitchell o de Clapham son un ejemplo de esta ten- ¿qué es un hecho histórico? A la contestación del positivismo, refiriéndo-
dencia. 25 lo al acontecimiento, se ofrece la alternativa de referirlo a una serie
Lógicamente, la mayor parte de las investigaciones del ciclo económi- estadística, " Fierre Chaunu ha denominado "historia serial" este nue-
co se ubican entre estas dos posiciones extremas. Es decir, combinan la vo enfoque, que en realidad ya no es muy nuevo, por cuanto tiene más de
deducción teórica con la observación estadística. La econometría se sitúa cuarenta años de vida significativa. 28
en esta perspectiva, lo mismo que la teoría de Schumpeter que coloca la ¿Cuáles son los requisitos que exigen las fuentes de la historia serial?
innovación en el centro de la explicación de los ciclos. Algo análogo Ix)s tres siguientes son sin duda esenciales:29
ocurre entre las alternativas de una explicación puramente exógena o
endógena del ciclo, en el sentido antes expresado. La presencia de aspec- 26. W. C. Mitchell, "Los ciclos económicos", cit.; Akerman, op. cit.; J. Schumpeter, Business
Cycles, 2 vols., 1939; W. W. Rostow, The Process o/Economic Growth, Oxford, 1953.
tos institucionales (factores no puramente económicos) como parte de la 27. Cf. F. Furet, "L'histoire quantitative...", art. cit., p. 65.
28. Cf. P. Chaunu, artículos citados (cap. I, nota 10).
29. F. Furet, art. cit., p. 68 en adelante; E. Florescano, "La historia de los precios...", art. cit.,
25. W. C. Mitchell, Business Cycles. The Problem and Its Setting, 1927; J. H. Clapham, An pp. 126-127.
Economk History of Modern Britain, 3 vols., 1926-1938.
L MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA ;
230 °S MÉTODOS DE LA HISTORIA

— validez o seguridad: es decir, absoluta confianza de que se trata dudable validez. En segundo lugar, porque "los precios de los bienes y
de un documento que registra realmente lo que deseamos medir salarios consignados en los libros de cuenta de la época [se trata de la
— continuidad y abundancia: necesitamos series largas y continuas, protoestadística] constituyen los datos económicos objetivos contin
para poder extraer conclusiones verdaderas más antiguos de que es posible disponer".34
— homogeneidad: la fuente debe ser de la misma naturaleza, siem- Desde el punto de vista de las fuentes, dos posibilidades difereí
pre que sea posible, para todo el período que se estudie. aparecen: los libros de cuenta por un lado, las "mercuriales" por oí
Los estudios de Labrousse se basan en las mercuriales establecidas
El objetivo es, pues, la reconstrucción de una serie —de precios, por Francia por la Oficina de Subsistencia a partir de 1667: se trata de i
ejemplo— con la mayor confiabilidad, continuidad y homogeneidad posi- estadística oficial que recoge los precios de cada región, de cada ciud
bles. Una precaución debe estar sin embargo presente: la historia serial con regularidad. Obviamente, se trata de precios elaborados, de prec
no es un objetivo en sí misma, sino un paso hacia la historia total. "La promedios, y este hecho hace que los partidarios de los libros de cuen
historia 'coyuntural', en realidad, tal como la concibieron, en Francia, pongan en duda su legitimidad, al ignorarse el proceso de elaboración
Francois Simiand y Ernest Labrousse, invita a un análisis social de lo más dichos promedios. Los libros de cuenta de hospitales, conventos, ca
complejo".30 Particularmente, los tantas veces mencionados estudios de nobles, etc. permiten conocer los precios de las transacciones que
Labrousse convierten el análisis "coyuntural" en la "más perfecta lec- repiten periódicamente. De este modo, la comparabilidad queda asegu
ción de historia total que se pueda desear". El peligro de "quedarse" da. Hamilton .utilizó estas fuentes en sus estudios clásicos sobre Espai
en la historia serial es grave: llevaría, como señala Furet, a privilegiar el Sin embargo, también presentan sus inconvenientes: es posible que
' 'equilibrio de un sistema'', en cuanto se pone el acento en el cambio, en precio registrado no refleje tan bien como la mercurial el precio de mer<
el movimiento de una variable determinada, pero se arriesga el quedar do que afecta a la mayor parte de los consumidores, pues un comprac
ciego a las mutaciones de estructura. importante puede obtener a veces un trato preferencial por parte <
Veamos ahora los principales tipos de fuentes a utilizar, en lo que vendedor. 35
concierne a la historia serial económica. Dos problemas, en realidad, se Para el caso de América latina, la situación es de ausencia casi coi
analizarán juntos: qué variables nos interesa cuantificar, y a través de qué pleta de mercuriales (o su equivalente), lo que obliga a reconstruir
tipo de fuentes. historia de precios ciudad por ciudad, región por región, a partir de 1
La cuantificación comenzó por la historia de los precios: los trabajos libros de cuenta disponibles.
de Simiand, Hamilton, Labrousse, Beveridge, entre otros, abrieron ese Otras fuentes pueden agregarse a los libros de cuenta y las mercuri
comienzo.33 En primer lugar porque el precio de ciertos artículos y sus les, y que interesan no sólo a la historia de los precios:
fluctuaciones constituyen un indicador de la actividad económica, de in-
— relaciones, memorias y otros documentos oficiales
— diarios y periódicos, en los cuales se encuentren cotizaciones
30. P. Vilar, Crecimiento y desarrollo, p. 16. determinados artículos, movimiento marítimo, etc.
31. Ibid., p. 16.
32. F, Furet, art. cit., p. 66. Furet indica con acierto que las discusiones sobre el "despegue" — documentos de aduana
industrial tienen que ver directamente con esto. Así, por ejemplo, las transformaciones tecnológicas son
un factor "exógeno" en una serie de'curvas, que seguramente las reflejan, pero las razones de la adopción crise de l'économie francaise á ¡afín de l'ancien régime et au debut de la Révolution, París, 1944 (am
de dichas técnicas, sus consecuencias económicas y sociales, no se pueden deducir de las curvas mismas. obras de Labrousse han sido publicadas fragmentariamente en español: cf. Fluctuaciones económica,
33. F. Simiand, Rechercbes anciennes et nouvelles sur le mouvement general des prix du XVIe au historia social; hay que tener en cuenta también los artículos, extremadamente importantes, de Je
XXesiecle, Domat-Montchréstien, París, 1932; del mismo autor: Le salare, l'évolutionsacíale et la mon- Meuvret, reeditados en: Eludes d'histoire économique.
naie, 3 vols., Alean, París, 1932; Earl Hamilton, Money, Pnces and Wages in Valencia, Aragón and 34. Earl Hamilton, "Uso y abuso de la historia de los precios", en Hamilton, El florecimiento i
Navarra, 1351-1650, Cambridge (Massachusetts), 1936; Sir William 'Beveridge, "The Yield and Pnce capitalismo y otros ensayos de historia económica, Revista de Occidente, Madrid, 1948, p. 233.
of Corn in the Middle Ages", en Economic History Review, 1927 (reeditado en: Carus-Wilson, Essays 35. Cf. P. Vilar, Crecimiento y desarrollo, pp. 210 y ss., 242 y ss.
in Economic History, vol. I, Arnold, Londres, 1966); del mismo autor: Pnces and Wages in England 36. La mejor presentación del problema para América latina que conocemos se encuentra en '.
from the Twelfth to the Nineteeníh Century, Longmans, Londres, 1939; Ernest Labrousse, Esquisse du trabajos de Enrique Florescano: "La historia de los precios...", art. cit., y Precios del maíz y crí,
mouvement des prix et des revenus en France au XVIIIe sítele, 2 vols., París, 1932; del mismo autor: La agrícolas en México, partes primera y segunda.
232

LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA

registros notariales (de los que se pueden extraer precios de bie-


nes raíces de gran validez).37

Las posibilidades de cuantificación no se limitan a los precios. La


historia demográfica, estudiada en otro capítulo, ofrece también datos
cuantitativos de gran significación para la historia económica, entre ellos
la oferta de mano de obra y el consumo que se infiere de una población en
r MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA

te en calcular los beneficios en base a los precios, la producción, el


volumen de los negocios, las ventas, los stocks, los costos.41
233

Por último, para los ingresos del estado las fuentes fiscales y la esta-
dística oficial aparecen como las fuentes obligadas.
Los intercambios son otro aspecto importante de la historia económica
cuantificada. Los documentos de aduana, los libros de registro de puertos,
ferrocarriles y otras empresas de transporte, ofrecen datos de gran interés,
crecimiento o en declinación. como también las recopilaciones estadísticas de los estados.
El estudio de la producción es el otro gran tema de la cuantificación. Es necesario recordar que hoy día, como ya lo decíamos en capítulo
Indudablemente es mucho más dificultoso que el estudio de los precios, anterior, la cuantificación trasciende la historia económica. La historia
sobre todo en lo que atañe a las fuentes. Desde este punto de vista, en social, aun la literaria y la de las mentalidades, ciertos sectores de la
Europa para los siglos XIX y XX y en América latina principalmente historia política, se interesan por lo numerable. Más adelante ofreceremos
para el siglo actual, las estadísticas oficiales ofrecen una guía indispensa- algunos ejemplos de estas nuevas tendencias. Pasaremos ahora a los proce-
ble, aunque debe tenerse siempre en cuenta el problema de lo que puede dimientos gráficos y estadísticos; conviene notar que, aunque lo haremos a
haber escapado al registro de la estadística oficial. Por lo que hace a la era partir de ejemplos sacados de la historia económica, tales procedimientos
protoestadística, los documentos de empresas, las fuentes fiscales y aque- son válidos para cualquier tipo de estudio serial.
llas relativas al comercio internacional son los materiales disponibles con
mayor frecuencia. Las fuentes fiscales proporcionan siempre una medida
2. La construcción de la curva
indirecta de la producción, pero valiosa, y si además se tiene en cuenta su
relativa abundancia, aparecen como un material obligado.38 Los docu-
Una vez reunidos una serie de datos, y presentados en un cuadro, se
mentos de empresa proveen datos de primera mano pero a nivel micro-
tratará de analizarlos. El primer paso a dar será su representación gráfica.
económico. Obtener agregados será imposible, salvo en el caso de empre- Dos tipos de curvas se pueden utilizar para esto: curvas aritméticas o
sas que actúen en situación de monopolio (concesionarios mineros, en-
curvas logarítmicas (en realidad, en historia se utilizan más bien las
claves de plantación, compañías privilegiadas, etc.).
curvas semilogarítmicas, como veremos).
El estudio de las fluctuaciones de los ingresos aparece casi junto con el
de los precios.39 Para los salarios y en general los ingresos del factor 1.° Curvas aritméticas. — En el caso de las curvas aritméticas, los
trabajo, libros de cuenta privados y estadísticas oficiales serán las fuentes puntos son definidos por un par de coordenadas cartesianas, cuyas divisio-
obligadas. Para las ganancias y las rentas de la tierra, dos métodos dife- nes son aritméticas:
rentes existen según las fuentes. El más directo es el cálculo por empresa,
utilizando la documentación correspondiente;40 el más indirecto consis- Y ••

37. Un inventario exhaustivo y de sumo interés para el historiador latinoamericano se encuentra en


la comunicación de Istvan Jancsó y Kátia M. de Queirós Mattoso, Como estudar a historia Cuantitativa da
Bahía no sécula XIX, París, octubre de 1971 (ponencia mimeografiada).
38. Ejemplos de utilización de las fuentes fiscales se encuentran en: Gonzalo Anes, Las crisis
agrarias en la España moderna, Taurus, Madrid, 1970; una discusión general sobre este tipo de fuentes,
en especial las relativas a los diezmos, en: J. Goy, E. Le Roy Ladurie, Les fluctuations du produit de la
díme. Conjoncture décimale et domaniale de la fin du moyen age au XVIIIe siecle, Mouton, París-La
Haya, 1972.
39. Cf. las obras citadas en la nota 33.
40. Libros de cuenta, contratos de arriendo, etc. Ejemplos de esto en Fierre Vilar, La Catalogne dans
l'Espagne modeme, t. 2. SEVPEN, París, 1962. (Hay traducción catalana: Edicions 62, Barcelona,
1964-1968.) 41. Cf. E. Labrousse, La crise de l'écoaomie..., segunda parte.
234 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 235

En la abscisa (x) se representa el tiempo (años, meses, etc.) y en la tos es igual en los dos casos. Obsérvese que el incremento porcentual es,
ordenada (y), las cantidades (producciones, precios, salarios, exportacio- sin embargo, muy distinto: 100% en 1 y 10% en 2.
nes, etc.). En ambos ejes, la escala de representación es aritmética. La
manera más sencilla de trazar una curva aritmética es utilizando el papel 2.° Curvas semilogarítmicas. — La misma curva construida en papel
milimétrico común. Para ejemplificar, representaremos con una curva de semilogarítmico —es decir, un papel milimetrado cuya ordenada tiene
este tipo el cuadro que da el valor de las exportaciones argentinas de maíz una escala logarítmica mientras que la abscisa la tiene aritmética—, pre-
entre 1884 y 1914, en miles de pesos-oro (ver cuadro 7 y figura 36). senta los datos de manera más elaborada. El papel semilogarítmico se
Algunas precauciones que hay que tener son las siguientes:
— calcular el gráfico de manera que los intervalos marcados sobre la
abscisa tengan una longitud similar a los marcados sobre la or-
denada : de este modo el gráfico resulta proporcionado y elegante
(2)
— los diferentes puntos de la curva se unen mediante una línea
continua, reservándose la línea punteada para el caso en que
falten datos; cuando se representan en un mismo gráfico dos o
más curvas, es preciso distinguirlas a través de la forma de unir 50 500
los puntos que componen cada una de ellas (una se presentará
como una línea continua, otra como una línea punteada, una vende comercialmente en hojas de dos a tres módulos, según la escala
tercera como una sucesión de pequeños trazos, etc.) logarítmica esté reproducida sobre la ordenada dos o tres veces.
— no trazar más de tres curvas en el mismo gráfico, ya que la Para trazar una curva semilogarítmica no es preciso conocer el funda-
superposición dificulta la lectura mento matemático de los logaritmos, sino simplemente tener en cuenta
— si hay necesidad de cambiar la escala de medida de la abscisa o de las siguientes reglas de utilización del papel semilogarítmico:
la ordenada, se corta la línea correspondiente con dos barras para — el cero no puede representarse (ya que el logaritmo de cero es
indicar el cambio (imaginemos, por ejemplo, una curva cuyos igual a — oo); por ello, 1 es el primer valor de la ordenada
valores estén todos comprendidos entre O y 100, menos uno que — en cada módulo sólo se pueden representar los valores compren-
es igual a 2.000: si representamos este único punto observando didos :
la misma escala, la curva tendrá dimensiones exageradas y será
entre 1 y 10
de difícil realización gráfica, lo que no ocurrirá si efectuamos la
o entre 10« y 10»+1
operación indicada)
Ejemplos:
— si se traza más de una curva, y la escala de la segunda es diferente
de 10 a 100(10' a 102)
a la de la primera, se puede trazar dicha escala en la vertical
de 10.000 a 100.000 (104 a 105), etc.
derecha del papel; (cf. por ejemplo, en el capítulo IV, la figura 5)
— de este modo, si la serie va más allá de la extensión del primer
— en todos los casos hay que indicar con precisión el título del
módulo será necesario utilizar el segundo y el tercero según las
gráfico, las unidades de medida en que se expresan los datos, y la
necesidades, para preservar la continuidad de la curva. Por ejem-
procedencia de estos últimos.
plo: de 1 a 100, se necesitan dos módulos; de 1 a 1.000, tres
El principio fundamental para la lectura de la curva es sencillo: cuan- j módulos; de 1.000 a 100.000, dos módulos; de 1.000.000 a
to más pronunciada es la pendiente, la diferencia en los valores de la] 1.000.000.000, tres módulos.
ordenada es mayor. Dos curvas paralelas indican el mismo incremento en j La lectura de la curva debe apoyarse en el principio siguiente: las
valores absolutos: diferencias de ordenadas iguales corresponden a incrementos o disminucio-
Los dos segmentos son paralelos, ya que el aumento en valores absolu-| nes porcentuales iguales, y «o a diferencias absolutas iguales. Así, por
236 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 237
ejemplo, un cambio de 50 a 100 aparecerá paralelo a uno de 300 a 600 En el primer caso observamos un movimiento ascendente, alterado
(incremento del 100% en ambos casos); pero uno de 50 a 100 no será brevemente entre 1884 y 1895, que luego conoce dos bajas significativas,
paralelo a uno de 100 a 150 (aunque el incremento en valor absoluto es una en 1907 y otra más notoria en 1911. En el segundo, observamos
igual a 50 en los dos casos). Así pues, al construir la curva en papel igualmente un movimiento ascendente, pero notamos que las caídas de
semilogarítmico, podemos leer los aumentos o disminuciones directamen- 1891 y 1894 son casi tan significativas como la de 1911, mientras que
te en términos porcentuales.n las de 1897 y 1907 son sensiblemente más atenuadas de lo que podría
La comparación de las dos curvas construidas a partir de los datos
relativos al valor de las exportaciones argentinas de maíz entre 1884 y 1 millón.
900.000.
1914 (figuras 36 y 37) nos servirá para ilustrar las diferencias entre la 800.000.
curva aritmética y la logarítmica. 700.000.
600.000.
PESOS 500.000
ORO 400.000.
110.000- 300.000.

100.000- 200.000 _
90.000- Pesos
Oro
80.000- 100.000.
70.000 - 90.000.
80.000.
60.000 -
70.000.
50.000- 60.000.
40.000 - 60.000.
30.000- 40.000.

20.000- 30.000 .
10.000- 20.000 _

AÑOS 1885 1890 1895 1900 1905 1910 1915

Figura 36.— Exportaciones argentinas de maíz (valor en pesos oro) entre


1884-1914- (Curva aritmética construida a partir de los datos del cuadro 7)
42. Esto último es posible por una propiedad de los logaritmos que se verifica fácilmente: si x j , x-¿, y
*3 son valores que tienen distancias iguales en una escala aritmética, entonces:

Aplicando logaritmos resulta: 1.000 =


log *3 — log X2 = !
1885 1890 1895 1900 1905 1910 1915
AÑOS
o sea, log _Ü_ = bg -ÍL (porque log -í— = log a - log *); es decir _!L ; -_L
X x
*2 ' V 2 \
Figura 37.— Exportaciones argentinas de maíz (valor en pesos oro) entre
Lo que indica que tenemos cambios proporcionalmente iguales en la variable. Cf. R.G.D. Alien, Análisis IH84 y 1914. (Curva semilogaritmica construida a partir de los datos
matemático para economistas, Aguilar, Madrid, 19688, pp. 214 y ss. del cuadro 1)
238 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 239

Cuadro 7.— Exportaciones argentinas de maíz entre 1884y 1914 la curva semilogarítmica es mucho más sensible a las variaciones
(valor en miles de pesos oro) pequeñas que a las grandes
cuando los porcentajes de incremento son iguales, las curvas son
Aflos Valor paralelas, como vimos, lo que puede a veces falsear la interpreta-
1884 2.274 ción: por ejemplo, el paso de una a dos toneladas tiene la misma
1885 3.957 representación que el paso de dos millones a cuatro millones de
1886 4.653 toneladas; obviamente, desde el punto de vista económico, en
1887 7.237 una producción cualquiera la significación del paso de dos millo-
1888 5.444 nes a cuatro millones es muy diferente (y mucho más difícil) que
1889 12.978 si se tratara de un salto'de una a dos toneladas.
1890 14.146
1891 1.450 Estas dos premisas deben tenerse en cuenta, aunque siempre que sea
1892 8.561 sible es preferible utilizar curvas semilogaritmicas, ya que las ventajas
1893 1.578 de lectura obtenidas con ellas son muy grandes, y el trabajo para su
1894 1.046 colaboración es relativamente sencillo.
1895 10.193
1896 15.995
1897 5.479 V Otros procedimientos gráficos
1898 9.274
1899 13.043 1.° El gráfico de bastones. — Podemos representar nuestros datos
1900 11.934 int-diante curvas aritméticas o semilogarítmicas siempre y cuando las va-
1901 18.887 riables a representar en la abscisa y la ordenada sean continuas. Una
1902 22.994 vm-iable es continua cuando puede asumir cualquier valor dentro de una
1903 33.147 «urna de valores dada. Así, por ejemplo, si una de nuestras variables es el
1904 44.391 I lempo, digamos el período 1810-1850, estaremos frente a una variable
1905 46.537 mhtinua, ya que en ese lapso de tiempo dado nuestra variable podrá
1906 53.366 rwumir cualquier valor. Según intereses de nuestra investigación, podre-
1907 29.654 mos dividir el período 1810-1850 en años, o en meses si necesitamos
1908 41.557
58.374 divisiones más pequeñas, y así sucesivamente según nuestras necesidades.
1909
1910 60.261 U> mismo ocurrirá con la variable precio. Dada la unidad monetaria, el
1911 2.767 precio de un artículo podrá fluctuar, digamos entre 10 y 20 pesos, asu-
1912 108.908 miendo cualquier valor, como 16,5 o 11,33. Lo fundamental en la medi-
1913 112.292 i Ion de una variable continua es que se pueda establecer numéricamente
1914 77.720 rl valor de la distancia entre dos puntos de una escala determinada; así,
PIII re 12,10 y 12,50 existe un intervalo de 0,40.
FUENTE: Anuarios de la Dirección General de Estadística (República Argentina).
Muchas de las variables utilizadas en las ciencias sociales y en historia
no son continuas, sino discretas (o discontinuas). Una variable es discreta
pensarse según la curva aritmética. Las ventajas de la curva semilogarít- ruando sólo puede asumir valores fijos, y por ende resulta imposible
mica sobre la aritmética son manifiestas, siempre que se trata de exami- medir numéricamente las distancias entre dichos valores. Así, por ejem-
nar ascensos o descensos de una curva. Sin embargo, es necesario tener $o, si tenemos la población de una ciudad clasificada según su nacionali-
presente los siguientes problemas: lild, nuestra variable "nacionalidad" podrá asumir valores como: es-
240 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTQDOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 241

pañol, chileno, peruano, mexicano, etc. Vamos a explicar a continuación] valos (por ejemplo, la variable edad dividida en intervalos: de 0-4, 5-9,
la representación gráfica de este tipo de variables. 10-14 años, etc.). En este caso se sigue el mismo procedimiento del
El principio es el mismo que ya vimos para la construcción de una' gráfico de bastones, con la única diferencia que, dado que la Variable es
curva aritmética. Tomamos un sistema de coordenadas cartesianas; en la continua, cada intervalo tendrá su rectángulo respetando la sucesión nu-
abscisa representamos nuestra variable (en el ejemplo recién citado, na- mérica de dichos'intervalos. Si representamos mediante rectángulos (tra-
cionalidad), denotando sus valores fijos de la forma que nos parezca más zando cada segmento vertical en los extremos del intervalo) tendremos un
elegante: un punto o un segmento. En la ordenada representaremos las histograma. Si dibujamos un punto en la mitad de cada intervalo, y
frecuencias de cada valor de nuestra variable (es decir, en el ejemplo de la unimos tales puntos mediante segmentos, tendremos un polígono de fre-
nacionalidad, las cantidades de individuos que existan de cada nacionali- cuencias. El polígono de frecuencias es equivalente al .histograma; las
dad, o bien sus porcentajes sobre el total). El resultado será lo que se superficies de ambos gráficos son iguales. En el siguiente ejemplo (figura
conoce como gráfico de bastones. Si en la abscisa elegimos un punto, 39) se muestran los dos tipos de representación, que el lector compren-
tendremos una serie de segmentos perpendiculares de distinta longitud, si derá sin ninguna dificultad.
preferimos un segmento, tendremos una serie de rectángulos también de
distinto tamaño. Un ejemplo terminará de aclarar este tipo de represen- N.° de
barcos
tación gráfica (ver figura 38).

% SOBRE
"^ -^ \
EL TOTAL / """• -^
\
50 4 - \' ' \
40 3 -
s
\ /
\
V \
30 \
\ , _.
20

10
0-4 5-9 10-14 15-19 20-24
\^-' 1
25-29 30-34
Tamaño de la tripulación
NATIVOS, NAT. UN NATIVOS EXTRANJ.
AMBOS SOLO PADRE AMBOS Figura 39.— Veinticinco barcos británicos clasificados según el tamaño
PADRES ARGENT. PADRES
ARGENT. EXTRANJ. de la tripulación (1907)
La mayoría de los habitantes han nacido en hogares con ambos padres argentinos.
(La línea de puntos representa el polígono de frecuencias; los rectángulos
Figura 38.— Origen nacional y extranjero de los habitantes de la constituyen el histograma.)
República A rgentina según los datos del censo de 1947 FUENTE: Roderick Floud, An Introduction to Quantitative Methods for Historiaos, Methuen, Lon-
dres, 1973, p. 53. (Hay traducción española: Alianza, Madrid, 1975.)
FUENTE: Gino Germani, Estructura social de la Argentina, Editorial Raigal, Buenos Aires, p.86.

2.° El histograma y el polígono de frecuencias. — Nos queda, para


terminar, otro tipo de presentación gráfica de los datos, de uso muy 4. La elaboración de índices
frecuente en las ciencias sociales. Se trata del histograma y el polígono de
frecuencias, que son dos variantes, utilizables cuando representamos en la. 1.° Curvas brutas e índices. — Hasta el momento hemos construido
abscisa una variable continua cuyos valores están categorizados en inter- las curvas utilizando directamente la serie de datos sin elaboración: valo-
I6.-MÉTODOS
242 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA

res, precios, volumen de un producto, etc. Hemos procedido a construir


lo que se denomina curva bruta, es decir una curva trazada según los
datos originales y sus unidades de medida: pesos, dólares, toneladas, etc.
Las curvas brutas presentan sus inconvenientes, cuando se quieren hacer
comparaciones, ya que resulta imposible representar en el mismo gráfico
series expresadas en unidades diferentes (por ejemplo : toneladas y litros).
Para solucionar este problema y otro que veremos en seguida, es corrien-
r MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA

como base el promedio de todo el período considerado. Esto es lo que se


hizo en el ejemplo del cuadro 10 (columna 3), en que se igualó a 100 el
valor 3838 (103 toneladas métricas), es decir el promedio de la produc-
ción argentina de maíz entre 1899 y 1918.
Cambios de base: En muchos casos, especialmente cuando se estudia
243

co, o mejor aún, un grupo de años. (En este caso el valor promedio de los
años se iguala a 100.) Tal vez la solución más objetiva es la de adoptar

te expresar las series en números índices, cuyas ventajas son las siguien- un período muy largo, resulta indispensable proceder a cambiar el año de
tes: base. Esta operación es relativamente sencilla. Sea por ejemplo la serie
— permiten percibir inmediatamente los ritmos de crecimiento o siguiente:
decrecimiento, aun cuando la curva se trace en papel que no sea 1810 100 1840 200
semilogarítmico 1820 95 1850 300
— permiten sintetizar en una curva única la evolución de series 1830 150
diferentes (por ejemplo, un índice de la producción industrial o
agrícola) En este ejemplo, 1810 constituye el año de base (índice 100). Supon-
gamos que, en 1850, debemos —por razones definidas en la investiga-
— permiten comparar la evolución de series expresadas en diferentes
ción— operar un cambio de base. Esto significará que a 1850 correspon-
unidades de medida, cómo ya se dijo.
derá el índice 100; como el valor correspondiente a 1850 es 300, para
Es posible construir tres tipos de índices: simples, compuestos y pon- convertir los índices calculados según la base original a la nueva base
derados o sintéticos. bastará con dividirlos por tres.. Así:
^ 1810 33,3 1840 66,6
2.° índices simples, — El principio de cálculo es sumamente sen- 1820 31,6 1850 100,0
cillo: dada una serie cronológica, se elige un año (o un grupo de años) 1830 50,0
de base, al cual le corresponderá el índice 100. Luego se calcula el resto de
los números índices, utilizando la fórmula siguiente: Como acabamos de ver, el cambio de base es una operación suma-
mente sencilla en el caso de los índices simples, y cuando se toma como
base un solo año. En otros casos el cálculo es bastante más complicado,
por lo que remitimos al lector interesado a alguno de los manuales o
tratados de estadística que citamos en las notas relativas a este capítulo.
Ix — número índice relativo a un año x
a — valor correspondiente al año x 3.° índices compuestos. — Si queremos manejar simultáneamente
b — valor correspondiente al año (o a los años) de base. . dos o más series cronológicas que pertenecen a la misma clase de activi-
dad, elaboraremos un índice compuesto. El procedimiento para construir-
Criterios para elegir el año de base: Para el cálculo de los índices, el lo es muy simple (ver cuadro 8). Se suman los índices y se dividen entre el
problema del año de base es importante, ya que de su elección dependerán número de índices sumados (en el ejemplo dividimos entre dos).
en gran parte las conclusiones que se saquen. La solución más sencilla es 4.° índices ponderados o sintéticos, — A menudo ocurre que se
la de igualar a 100 el índice del primer año de la serie, obteniendo así una quiere dar mayor importancia a un sector que a otro, cuando se trata de
comparación del cambio porcentual con respecto al punto de partida. Sin construir un índice compuesto. Las razones para esto son fácilmente en-
embargo, no siempre es esta una solución objetiva. Por lo general, si se tendibles. Por ejemplo, en el caso anterior es evidente que, teniendo en
trata de percibir aumentos o disminuciones, es necesario elegir un año cuenta la importancia de los cereales y el lino para la economía argentina,
normal, es decir ni excepcionalmente próspero ni excepcionalmente críti- tanto desde el punto de vista del volumen de la producción como del
244 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 245

CuadroS.— índice de la producción de cereales, lino y oleaginosas Francois Crouzet para la elaboración de un índice anual de la producción
en la Argentina. (1960 = 100) industrial francesa durante el siglo XIX.43 El objetivo del trabajo es
claro: establecer un índice anual del volumen de la producción industrial
Años Cereales y lino Oleaginosas índice compuesto francesa entre 1815 y 1913, que permita medir, no solamente el creci-
miento global de la producción industrial, sino también las diferencias
1935 157 22 89,5 entre las distintas ramas de la industria. No haremos alusión al problema
1936 117 21 69,0 de fuentes, ya que nos interesa primordialmente el aspecto metodológico de
1937 137 22 79,5 la construcción del índice,. Los pasos efectuados fueron los siguientes:
1938 97 29 63,0 — Se definieron 36 ramas industriales, significativas para todo el
1939 134 29 81,5 período considerado, y se calcularon así 36 series diferentes de índices
FUENTE: Boletín estadístico, 1962 (Banco Central de la República Argentina).
elementales.
— Estos 36 índices elementales se reunieron, para cada año, en
siete grupos distintos:
volumen de las exportaciones, es conveniente otorgarles mayor peso que
a las oleaginosas, en el índice total. Esta operación, denominada pondera- 1. Industrias mineras
ción, se efectúa multiplicando cada índice por el coeficiente de pondera- 2. Metalurgia primaria
ción elegido, y dividiendo por la suma de los coeficientes el resultado de la 3. Industria de transformación de los metales
suma de los productos así obtenidos. Por ejemplo, otorgando un coefi- 4. Industria química
ciente 5 a los cereales y al lino, y un coeficiente 2 a las oleaginosas, 5. Industrias alimenticias
resulta: 6. Un grupo de industrias diversas, agrupando a las nuevas industrias
aparecidas en el siglo XIX
Cereales y lino- Oleaginosas. índice ponderado 7. Industrias textiles.
(157 x, 5)_+ (22 x 2) Para cada grupo se calculó un índice ponderado. Los coeficientes de
157x5 22x2 = 118,4 ponderación se establecieron de manera proporcional a la importancia
relativa de cada industria, medida según el valor agregado. El valor agre-
gado por las industrias cambiaba significativamente en un período aproxi-
Lógicamente, debe justificarse en cada caso por qué se eligen determi- mado de 10 años. Esto hizo que los coeficientes de ponderación debieran
nados coeficientes de ponderación y no otros. Indiquemos, por último, cambiarse en consecuencia.
que si el período considerado es muy largo, es posible que haya que — Se reagruparon los índices ponderados en dos grupos mayores:
cambiar los coeficientes de ponderación según cambie la estructura de la uno englobando los índices de los grupos 1 a 7, otro agrupando los
variable que se esté midiendo. Si se trata, por ejemplo, de un índice de índices de los grupos 1 a 6, más un índice del textil, considerando sola-
costo de vida a lo largo de cincuenta años, ni los productos, ni las mente los índices elementales de las industrias del algodón y de la seda,
ponderaciones del principio del período serán iguales a los del final, si el ponderados según su valor agregado.
peso relativo de los distintos bienes se ha alterado (caso bastante proba- — Se construyó por último un índice de la actividad de las industrias
ble) en el presupuesto familiar total. mecánicas: producción de máquinas de vapor, de locomotoras, de barcos
comerciales de vapor y de barcos de guerra. Una vez construidos los
5.° Un ejemplo de la construcción de Índices en historia: el índice índices, se procedió a estudiar el movimiento de larga duración y las varia-
anual de la producción industrial francesa en el siglo XIX, de Franjáis ciones coyunturales de la producción industrial francesa. La diversidad de
Crouzet. — Para ilustrar la construcción y aplicación de índices en histo-
43. Francois Crouzet, "Essai de construction d'un Índice annuel de la production industrielle fran-
ria económica, resumiremos a continuación la metodología aplicada por caise au XlXe siécle'', en Anuales E.S.C., enero-febrero de 1970.
246 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA

índices calculados para cada año hizo posible un análisis de considerable Así, la cuarta columna representa el ingreso per capita en aü
constantes del año 1926, es decir el ingreso en el supuesto de qu
refinamiento.
precios hubieran sido constantes en todo el período. Con este meto
6.° Deflación o corrección por cambios de precio. — Es muy fre- puede deflacionar cualquier serie cronológica expresada en valores mo
cuente en historia económica disponer de una serie de valores expresados rios, y siempre que se tenga un índice de precios adecuado.
en volumen monetario. En épocas de inflación, si el medio monetario no Debe notarse que la corrección de una serie de precios para expre
es constante, un alza en los valores del índice de producción, por ejem- en valores constantes depende siempre de las hipótesis y de las finalic
plo, no expresará necesariamente un alza de la producción, sino tal vez de la investigación. Con respecto a los precios, la discusión es bast
simplemente .un aumento de precios. En muchos casos será necesario antigua. En los años treinta, la escuela francesa debatió con la escuel
corregir nuestros valores monetarios, deflacionándolos, es decir "desin- Chicago la cuestión: precios nominales-precios metálicos. Earl Hami
flándolos' ' del efecto engañoso de la subida de los precios. Para deflacionar llegó incluso a afirmar que la cantidad de metal de una moneda no t
una serie de precios será necesario referirlos a un medio monetario cons- más importancia que el cartón contenido en un billete de autobús. Evic
tante, que podrá ser según los casos una moneda con respaldo oro o en su temente los precios nominales tienen, en cuanto efecto psicológico,
defecto un índice de precios. Para el caso de los países latinoamericanos, gran valor para el estudio de la coyuntura y sus efectos sociales.
resulta relativamente sencilla la conversión a monedas con patrón oro (la embargo, para la evaluación del movimiento de larga duración, result
libra y el dólar según los casos) hasta la crisis de 1929. A partir de ese significativa sólo una serie de precios deflaeionados. Como decíamos h¡
momento, la devaluación de las divisas metropolitanas y el abandono un momento, las finalidades de la investigación deberán presidir la el
paulatino del patrón oro, obligan a la utilización de los índices de precios. ción en este sentido.
El siguiente ejemplo, ilustra este tipo de operaciones:

Cuadro 9.— Deflación a través de índices de precios D. Cuantificación y estadística en historia: 2 ) Representación
análisis de las fluctuaciones económicas
índices de Ingreso real en
Ingreso per precios Los diferentes tipos de fluctuaciones, susceptibles de distinción anal
Años capita (dólares) dólares de 1926
1926 = 100 tica, aparecen confundidos en la curva bruta. A través de una serie d
643 100 643 artificios estadísticos, es posible disociar del movimiento general, los dis
1926
1927 657 95 691 tintos tipos de fluctuaciones. Los gráficos contenidos en la figura 40 dai
1928 658 97 678 una idea del trabajo de disociación a realizar.
1929 668 95 703
1930 555 86 645 1. El movimiento de larga duración
1931 434 73 595
1932 320 65 492 La tarea consistirá en eliminar las variaciones cíclicas (Juglar), para
representar únicamente el movimiento de larga duración ; además de mé-
FUENTE: J. A. Estey, Tratado sobre los ciclos económicos. todos gráficos más o menos burdos, tres procedimientos estadísticos son
En la segunda columna figura el ingreso per capita de los Estados en general utilizados: el método de las medias móviles, el de los mínimos
Unidos medido en dólares, en la tercera columna un índice de precios cuadrados y el del ajuste exponencial. La elección de un método u otro
(base: 1926 = 100), y en la cuarta columna el ingreso real, es decir el depende de las características de la serie de datos a elaborar y del grado de
ingreso per capita deflacionado. Este último se calcula para cada año, con la precisión que se desea obtener en el cálculo.
fórmula siguiente:
Ingreso per capita x 100 1.° Procedimientos gráficos. — Un método aproximado, pero de
índice de precios suma utilidad es el procedimiento gráfico que consiste en trazar "a ojo"
248 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA

a) Curva bruta
F MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA

una recta que pase aproximadamente por el medio de la curva, de manera


249

que quede lo más próxima posible de todos los puntos de dicha curva. Un
procedimiento gráfico un poco más preciso es el de los puntos medios (ver
figura 41).

M'

b) Movimiento de larga duración M

70
10 15 20 T

c) Movimiento cíclico Figura 41.— Determinación del movimiento de larga duración


según el procedimiento gráfico de los puntos medios:
1) Ligar entre sí los puntos máximos de la curva (M, M', M"); hacer lo
mismo en cuanto a los puntos mínimos (m, m', m", m'"); 2) de cada punto
máximo, trazar una perpendicular que vaya a encontrar la línea que une los
puntos mínimos, y de cada punto mínimo una perpendicular hacia la línea
10 15 20 25 que une los puntos máximos; 3) determinar los puntos medios de cada per-
pendicular, y unirlos: la curva Af, —M2 —M3 —M 4 —M,, representará el mo-
d) Movimiento estacional vimiento de larga duración.
110|
FUENTE: Marcel Gillet, op. cit., H, fol. 10.
100!
90
Las ventajas de ambos métodos son la sencillez y la rapidez. Con ellos
se obtiene una rápida idea del movimiento de larga duración y de los
1 5 10 15 20 25
cambios de tendencia. El inconveniente es la relativa imprecisión, y en el
Figura 40.— Trabajo de disociación a partir de una curva bruta caso del método de los puntos medios el peso relativo conferido en el
FUENTE: André Marchal, Économie politique et technique statislique, Librairie Genérale de Droit et
trazado a los máximos y los mínimos. En cierto tipo de curvas, pueden
de Jurisprudence, París, 19614, p. 191. falsear bastante la percepción del movimiento real de larga duración.
250 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 251 "•

2.° El método de las medias móviles. — Este método elimina el Cuadro 10.— Producción argentina de maíz, en 103 toneladas
movimiento de corta duración, minimizando la influencia de los valores métricas; índices efectivos (1899-1918 = 100) y medias móviles
extremos.
Dada una serie de datos —las medias móviles se pueden calcular tanto índices Medias Medias
Años 103 efectivos móviles móviles
en base a los números absolutos como en base a los índices efectivos—, lo (datos brutos) (1899-1918: 100) (5 años) (9 años)
primero que se hace es buscar el número total de ciclos, estableciendo su
duración media; hecho esto se calcularán las medias móviles, tomando 1899 1.700 44
para cada cálculo las cifras relativas a tantos años como duración tengan, 1900 1.412 37
en promedio, los ciclos que deberán ser eliminados. Imaginemos una serie 1901 2.510 65 60
1902 2.134 56 74
de 25 cifras (n\ a n js ), las cuales dibujan una curva cuyos movimientos 1903 3.738 97 85 76
/ i
cíclicos —que queremos eliminar o atenuar para hacer visible el movi- 1904 4.450 116 98 81
miento de larga duración— duran cinco años en promedio. Los cálculos 1905 3.574 93
/ J
96 90
para establecer las medias móviles serán sucesivamente los siguientes, 1906 4.951 129 95 96
entendiéndose que m, , m2, m} ...m , , , representan las medias móviles
1907 1.823 47 95 91
1908 3.456 90
s*J
100 102
obtenidas: 1909 4.500 117 78 104
1910 4.450 116 107 113
», - - »2 «3 - " »4 + «5
1911 703 18 115 123
1912 7.515 196 127 129
1913 4.995 130 147 124
1914 6.684 174 164 123
1915 8.260 215 133
«2 + n¡ -\- «4 -f- «5 -j- »6
1916 4.093 107 130
1917 1.494 39
1918 4.335 113

ni, FUENTE: Ministerio de Agricultura de la Nación; Dirección General de Estadística y Censos.

po. El argumento es que lo que interesa al historiador es sobre todo la


percepción que los contemporáneos pudieron tener de la coyuntura; en
«22 + «2.1
este sentido, los años futuros no deben incluirse en el cálculo.
El procedimiento de las medias móviles es bastante fácil de aplicar;
pero tiene dos inconvenientes básicos: primero, supone ciclos de una>
duración uniforme, lo que a veces presenta dificultades; segundo, obliga
En el ejemplo presentado en el cuadro 10 y en la figura 42 las medias a dejar sin datos los años de los extremos de la serie, lo que puede ser un
móviles fueron calculadas a partir de los índices efectivos, tomándose grave inconveniente en series cortas.
primero 5 años y luego 9 años como base de cálculo.
La atribución de la media móvil se hace, por lo general, al año media- 3.° Método de los mínimos cuadrados, — Empleado más a menudo
na de cada grupo, pero no hay inconveniente, si existen razones para ello, por los economistas, tal procedimiento permite representar el movimiento
de hacerlo a otro año. Ernest Labrousse, por ejemplo, calcula el "movi- de larga duración, sea por una recta, sea por una parábola. Aquí sólo
miento percibido", atribuyendo la media móvil al año final de cada gru- explicaremos el caso de la recta, que es el más utilizable. El problema
252 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 253

consiste en construir una recta que pase lo más cerca posible de todos los atribuimos abscisas negativas (—1, —2... —9), yendo hádala izquierda, y
puntos de la curva. Matemáticamente es necesario que la suma de los positivas 1, 2,... 9), hacia la derecha.
cuadrados de los segmentos de ordenada comprendidos entre los puntos Columna 4- Variable de cálculo y, relativa a la ordenada. En primer
de la curva y la recta sean un mínimo (figura 43), o sea que la suma de los lugar, se calcula el promedio de los datos de la serie (en este caso, los
cuadrados de CD, E], HK y MI sean un mínimo. La demostración mate-
mática de este método puede ser consultada en una obra de estadística
avanzada. Aquí nos interesará mostrar el método de cálculo y los casos en
que se pueden emplear los mínimos cuadrados. Como ocurre con las

220 índices:
Medias móviles
200_ (5 años):

180 _
160_
140_
120_
100_
80_
60_
40_
20 _ Figura 43.— Recta de los mínimos cuadrados (principiogeneral)
O
1900 1905 1910 1915 índices relativos a la producción de maíz), en el presente ejemplo 103;
dicho promedio constituye la ordenada del punto central M de la recta de
Figura 42.— Producción argentina de maíz (1899-1918): índices (1899- los mínimos cuadrados, cuya abscisa es la que corresponde al año media-
1918 — 100)y medias móviles (5y 9 años). (Datos del cuadro 10) na de la serie (1909). La variable y resultará, para cada dato de la serie,
de la operación de restar al índice efectivo del año, el índice medio (103);
medias móviles, el cálculo se puede hacer tanto utilizando las cifras ab- así, tendremos, por ejemplo: en 1900: 37—103 = —66; en 1913:
solutas, como los índices efectivos. En general, con la utilización de los 130—103 = 27, etc.
índices, los cálculos resultan más sencillos; hemos elaborado a partir de Columna 5. Resultado de la multiplicación de las variables de cálculo
índices el ejemplo presentado en el cuadro 11 y la figura 44. En cuanto al x e y, separando los resultados positivos de los negativos.
cuadro 11: Columna 6, Resultado de la elevación al cuadrado de la variable de
Columna 2. índices efectivos (cf. cuadro 10). cálculo x.
Columna 3. Variable de cálculo*, relativa a la abscisa: se afecta el Columna 7. Ordenadas de larga duración. Para su cálculo, en primer
cero al año mediana del período (dejamos de lado el dato relativo a 1899, lugar hay que obtener la pendiente de la recta de los mínimos cuadrados,
para tener un número impar de datos, lo que facilita los cálculos), es decir es decir su ángulo o inclinación respecto al eje de la abscisa: como ya
1909, cuya abscisa corresponde al punto central M de la recta de los conocemos un punto de dicha recta, el punto M (abscisa: la de 1909;
mínimos cuadrados; a partir de la abscisa O, atribuida al año 1909, ordenada: 103), si tenemos el ángulo que la recta hace con el eje hori-
254 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 255

zontal, podremos trazarla sin dificultad. La pendiente se calcula según la de 103; así, conoceremos las ordenadas de larga duración relativas a los
fórmula siguiente: puntos de la recta de mínimos cuadrados cuya abscisa es la de cada año de
la serie:
IJC.J/ 2.148 1909: 103 + O = 103
-= 3,77* 1910: 103 -j- (4 x 1) = 107
X** 570 1911: 103 -j- (4 x 2) = 111
Como sabemos que el índice medio 103 corresponde al punto central M
de la recta, cuya abscisa es la del año mediana 1909, 103 es la ordenada 1918: 103+ (4 x 9) = 139
de larga duración relativa a 1909; de dicho año en adelante, calculamos 1909: 103-0=103
las ordenadas relativas a los años siguientes, sumando 4, 4 x 2 , 4 x 3 , ... 1908: 103 —(4x1) = 99
4 x 9, a 103; y de 1909 para atrás, restamos 4, 4 x 2, 4 x 3, ... 4 x 9, 1907: 103 — (4x2) = 95

1900: 103 —(4x9) = 67


Observaciones: Respecto a lo que hemos dicho sobre la columna 3
(variable de cálculo x), cuando la serie cuenta con un número par de
cifras, el cero será afectado a la mediana de la serie, que estará compren-
dida entre dos cifras (por ejemplo, si la serie comprende 20 datos o cifras,
la mediana estará comprendida entre la 10a y la 11a cifra, y a tal punto se
afectará el cero con vistas a la variable de cálculo x). Luego se adjudica-
rán valores positivos o negativos según la serie sea ascendente o descen-
dente, pero en lugar de 1 (-)- o —) el primer valor será 0,5, el segundo
1,5, el tercero 2,5, etc. Por otra parte, cuando la curva cuyo movimiento
de larga duración buscamos determinar es descendente, la pendiente de la
recta de los mínimos cuadrados respecto del eje horizontal será negativa;
debemos, pues, marcarla en el eje de las ordenadas bajo el eje horizontal,
y después trazar la recta de los mínimos cuadrados como una paralela a la
recta así dibujada (ver figura 45). Otro método —más simple— para
1900 1905 1910 1915
trazar la recta de larga duración es calcular dos puntos de ordenada y
trazar la recta en base a ellos.
Figura 44.— Producción argentina de maíz entre 1900y 1918 Respecto a la columna 6 debe notarse que como sólo se usa en los cálcu-
índices efectivos (1899-1918 = 100) y recta de los mínimos cuadrados los la sumatoria de los cuadrados, se puede consultar el resultado directa-
(Cf. cuadro 11) mente en una tabla (ver la tabla reproducida en el apéndice). En fin,
debemos advertir que varios de los cálculos de que resulta el cuadro 11 no
Para trazar la recta: 1) determinar el punto medio M; 2) determinar un son necesarios para trazar la recta de los mínimos cuadrados, sino para
punto tal que su abscisa sea igual a una unidad, y su ordenada igual a 4 otras operaciones de que hablaremos más adelante.
(pendiente de la recta de los mínimos cuadrados): trazar la recta que pasa por
dicho punto, y por el punto de encuentro de los ejes horizontal y vertical;
3) trazar una paralela a la recta mencionada arriba, que pase por el punto M: Precauciones a tomar: Como la curva es ajustada a una recta, los
ésta será la recta de los mínimos cuadrados. cambios de sentido no aparecerán; de este modo, sólo se pueden utilizar
256 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 257

Cuadro 11.— Producción argentina de maíz entre 1900y 1918, calculada en base a las medias móviles, y obviamente sólo se aplicará a
(Cf. cuadro 10) aquellas porciones de la curva que guarden el mismo sentido. En fin, es
importante, la mayoría de las veces, hacer empezar y terminar cada recta
Método de ios mínimos cuadrados de los mínimos cuadrados —suponiéndose la construcción de varias rectas

Año: índices efectivos * y x.y x1 Ordenadas del 1


(1899-1918 - 100) movimiento de 1
larga duración
1 2 3 4 5 6
1900 37 —9 —66 594 81 67
1901 65 —8 -38 304 64 71
1902 56 —7 -Al 329 49 75
1903 97 —6 —6 36 36 79
1904 116 —5 13 65 25 83
1905 93 —4 —10 40 16 87
1906 129 —3 26 78
/0 9 91
1907 47 —2 —56 112 4 95
1908 90 —1 —13 13 1 99
1909 117 0 14 0 0 103
1910 116 1 13 13 1 107
1911 18 2 —85 170 4 111
1912 196 3 93 279 9 115
1913 130 4 27 108 16 119
1914 174 5 71 355 25 123
1915 215 6 112 672 36 127
1916 107 7 4 28 49 131
1917 39 8 —64 512 64 135
1918 113 9 10 90 81 139
TOTALES: 4-2.973 -825 570
2.148

Punto M (abscisa de 1909) = ordenada = 102,89^103 Figura 45.— Recta de los mínimos cuadrados: curva descendente

I x.y 2.148
Pendiente de la recta de larga duración: = = 3,77 '• sucesivas— en fases correspondientes del ciclo, evitando así incluir en una
1.x 570 misma recta una fase de prosperidad o de depresión de más o de menos, lo
que falsearía la interpretación.
los mínimos cuadrados cuando la curva asciende o desciende con suficien-
te claridad, de otro modo se obtendrán deformaciones de sentido en los 4.° El método del ajuste exponencial (o del interés compuesto).—
movimientos de larga duración. Hay que tener cuidado y no construir Mediante el procedimiento de los mínimos cuadrados, lográbamos ajustar
una recta de los mínimos cuadrados que se refiera a una parte ascendente una serie de valores a una recta. Como ya se explicó, este procedimiento
y otra descendente a la vez, ya que tal recta carecería de utilidad y nada supone un porcentaje de aumento o disminución anual desigual. En el
significaría. En algunos casos se pueden emplear los mínimos cuadrados ejemplo presentado (cuadro 11), el aumento entre 1900 y 1901 (ordenadas
después de haberse utilizado las medias móviles; la recta estará entonces de larga duración 67 y 71) fue de 5,97%; entre 1916 y 1917 (orde-
I 7.-METODOS
258 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 259

nadas de larga duración 131 y 135) el aumento fue de 3,05% etc. El respecto a la media móvil final, y no la inicial como en el ejemplo de la
método del ajuste exponencial permite obtener una tasa de crecimiento página anterior.
constante. Dado que este método se utiliza corrientemente para calcular El método permite igualmente una mejor evaluación de la intensidad
la tasa de crecimiento de una serie de valores, reservamos su explicación del movimiento de larga duración. Para esto se calcula la media aritmética
para el último parágrafo de esta sección, donde estudiaremos este proble- de las medias móviles, y se compara con la media móvil inicial (o final, si
ma en especial. el movimiento es decreciente):

2. Evaluación del movimiento de larga duración Media aritmética de


las medias móviles 106,5
Estudiaremos ahora los métodos para evaluar el movimiento de larga Media móvil de 1901 60,0
duración. Lógicamente, ellos variarán según el procedimiento de repre- Diferencia absoluta 46,5
sentación y cálculo adoptado.
46,5 x100
Coeficiente de intensidad: = 77,5%
1.° Utilizando las medias cíclicas reales. — Es el método más sen- 60
cillo. Consiste en calcular las medias de cada ciclo, o si se quiere abreviar,
sólo del ciclo inicial y del terminal, y se comparan, calculando sus dife- En consecuencia, la amplitud del movimiento (1 16,6%) es algo mayor
rencias en porcentajes. Este procedimiento da una medida rápida y aproxi- que la intensidad (77,5%).
mada de la intensidad del movimiento de larga duración. Con los datos del
cuadro 10, tendremos:
3.° Utilizando los mínimos cuadrados. — El procedimiento es simi-
lar al de las medias móviles. La ventaja es que ahora disponemos de datos
Ciclo inicial y ciclo terminal medias cíclicas para todo el período. Los datos de los cálculos siguientes provienen del
1899 - 1903 ........................................................................ 2.298.800 cuadro 11.
1914 - 1918 ........................................................................ 4.973.200 Amplitud del movimiento de larga duración :
Diferencia absoluta entre la ordenada de larga duración del último y
Así, entre 1899 y 1918 tenemos un alza del 116 por ciento. del primer año de la serie: 139 — 67 = 72

2.° Utilizando las medias móviles. — Este método permite una eva- 72 x 100
Diferencia en %: - == 107,4%
luación más refinada.de la amplitud del movimiento de larga duración:
67
Media móvil de 1901 ............................. 60*
Media móvil de 1916 ............................. 130* Intensidad del movimiento de larga duración :
Diferencia absoluta ............................. 70
Media de las ordenadas ..................... 103
70 x 100 Ordenada inicial ..................... 67
Diferencia en %: - = 116,6%
60 Diferencia absoluta ........ . ......... ... 36
* (Datos cuadro 10)
36 x 100
Es decir, la amplitud del movimiento de larga duración es de 116,6%. Coeficiente de intensidad: - = 53,7%
Si la serie hubiera sido decreciente, la amplitud se hubiera calculado con 67
260 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 261

Como se puede observar, utilizando los mínimos cuadrados, se obtienen Cuadro 12.— Producción argentina de maíz entre 1899y 1918.
coeficientes más bajos, aunque el sentido de los resultados es el mismo en (Cf. cuadro 10)
ambos análisis.
Desviaciones cíclicas (método de las medias móviles)
4.° Utilizando el ajuste exponencial. — Se procede de la misma forma
que para las medias móviles y los mínimos cuadrados (los datos serían los Años índices Medias Desviaciones ^ 2 Desviaciones
de la última columna del cuadro 16). efectivos móviles cíclicas cíclicas
(1899-1918 = 100) (5 años) absolutas relativas
1 2 3 4 5 6
3. El movimiento cíclico
1899 44
Para estudiar el movimiento cíclico es necesario eliminar el movi- 1900 37
miento de larga duración, dejando así manifestarse con claridad a las 1901 65 60 5 25 8,3%
variaciones cíclicas. Los métodos utilizados dependen de los previamente 1902 56 74 —18 324 —24,3%
empleados en el cálculo del movimiento de larga duración. 1903 97 85 12 144 14,1%
1904 116 98 18 324 18,4%
1.° Mediante las medias móviles. — Se calculan las desviaciones 1905 93 96 — 3 9 — 3,1%
absolutas entre los índices efectivos y las medias móviles de cada año, 1906 129 95 34 1.156 35,8%
1907 47 95 —48 2.304 —50,5%
anotando si dichas desviaciones son positivas o negativas. Por ejemplo
• 1908 90 100 —10 100 —10,0%
(datos del cuadro 12): 117
• 1909 78 39 1.521 50,0%
1911: índice efectivo: 18 • 1910 116 107 9 81 8,4%
Media móvil: 115 1 1911 18 115 -97 9.409 —84,3%
1 1912 196 127 69 4.761 54,3%
Desvío absoluto: 18 — 115 = —97
1 1913 130 147 —17 289 —11,6%
1901: índice efectivo: 65 1 1914 174 164 10 100 6,1%
Media móvil: 60 1 1915 215 133 82 6.724 61,7%
Desvío absoluto: 65 - 60 = 5
1 1916 107 130 -23 529 —17,7%
1 1917 39
Los resultados así obtenidos se anotan en una columna (columna 4 del 1 1918 113
cuadro 12); para representarlos gráficamente, se hace como indica la
figura 46 A. Una vez efectuado el cálculo para toda la serie, se construye el gráfico
La curva así resultante representa las variaciones cíclicas, eliminando
de la misma forma que para las variaciones absolutas (ver cuadro 12 y
el movimiento de larga duración.
figura 46 B).
Para lograr mayor precisión, es corriente calcular las desviaciones en
términos relativos, es decir utilizando porcentajes. La fórmula a aplicar a
cada año es la siguiente: 2.° Mediante los mínimos cuadrados. — Se sigue el mismo proce-
desviación absoluta x 100 dimiento que con las medias móviles, aplicándolo ahora a las ordenadas
de larga duración (columna 3 del cuadro 13). La ventaja principal es que
media móvil
se disponen de datos para todo el período en cuestión. Se calculan las
Por ejemplo, tendremos para 1911: —97 x 100 desviaciones absolutas y relativas y se construyen las curvas de las varia-
84>3%
~Tl5 ciones cíclicas (ver cuadro 13 y figura 47).
262 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 263
A- Desviaciones absolutas Cuadro 13.— Producción argentina de maíz entre 1900y 1918.
(Datos del cuadro 10)

Desviaciones cíclicas (método de los mínimos cuadrados)

Años índices Ordenadas Desviaciones da 2 Desviaciones


efectivos de larga cíclicas cíclicas
(1898-1918=100) duración absolutas relativas
1 2 3 4 5 6
1900 37 67 -30 900 —44,7%
1901 65 71 — 6 36 — 8,4%
1902 56 75 ^9 361 —25,3%
1903 97 79 18 324 22,7%
1904 116 83 33 1.089 39,7%
1905 93 87 6 36 6,9%
1906 129 91 38 1.444 41,7%
1907 47 95 —48 2.304 —50,5%
1908 90 99 — 9 81 — 9,1%
1909 117 103 14 196 13,6%
1910 116 107 9 81 8,4%
1911 18 111 —93 8.649 —83,8%
1912 196 115 81 6.561 70,4%
1913 130 119 11 121 9,2%
1914 174 123 51 2.601 41,5%
1915 215 127 89 7.921 70,1%
1916 107 131 —24 576 —18,3%
1917 39 135 -96 9.216 —71,1%
1918 113 139 —26 676 —18,7%

Figura 46.— Producción argentina de maíz entre 1899 y 1918. Fluc-


tuaciones cíclicas. Método de las medias móviles. (Datos del cuadro 12)
rápido examen de una de tales curvas (ver, por ejemplo, la figura 42) nos
muestra, en primer término, que el volumen de la producción argentina
4. Evaluación del movimiento cíclico
ilr maíz fluctúa con una gran amplitud, en todo el período considerado,
siendo especialmente notables las variaciones entre 1911 y 1917.
Puede efectuarse, ya a partir de los datos originales o los índices
efectivos, ya utilizando los cálculos efectuados a partir de las medias Análisis de las desviaciones cíclicas: permiten precisar tales observa-
móviles o los mínimos cuadrados. ciones (ver figuras 46 y 47). Confirmamos la impresión inicial: fluctua-
1.° Por el análisis de. curvas: ciones de gran amplitud en períodos relativamente breves (dos o tres
«nos), notándose especialmente la caída de 1911, como la más pronuncia-
Análisis de la curva bruta o de la curva de los índices efectivos: Un da tanto en términos absolutos como relativos.
264 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 265

Tomemos como ejemplo el ciclo 1907-1910:

(117 - 47) x 100


= 148,9% (datos del cuadro 10)
47

O sea, en el ciclo 1907-1910, la amplitud de la variación cíclica es del


149 por ciento. Lógicamente, el análisis debe efectuarse tomando en
cuenta todos los ciclos, y comparando la amplitud de sus variaciones. Aquí
sólo presentamos un ejemplo para ilustrar el procedimiento a aplicar.
Intensidad: Se procede de igual forma que para la amplitud, pero
tomando la fórmula siguiente:

(índice medio — mínimo) x 100


mínimo

Por ejemplo, tendremos para el ciclo 1907-1910 (datos del cuadro 10):

47+90+117+116
índice medio: = 92,5

(92,5 - 47) x 100


Intensidad: = 96,8%
47

Figura 47.— Producción argentina de maíz entre 1900 y 1918. Fluctua- 3.° Desvío anual medio. — Se trata de una medida estadística de
ciones cíclicas. Método de los mínimos cuadrados. (Datos del cuadro 13) dispersión, que puede calcularse para uno o más ciclos o para todo el
período en cuestión. Se procede de la siguiente forma: se suman los
desvíos absolutos obtenidos según el método de los mínimos cuadros
2.° Amplitud e intensidad: (Cf. cuadro 13, columna 4), considerando todos los desvíos como positi-
vos, y se dividen por el número de desvíos, por ejemplo: ciclo 1900-
Amplitud: Tomamos un ciclo, y mediante los índices efectivos (o los 1907:
datos originales), aplicamos la fórmula:
— Suma de los desvíos absolutos: 198
(Máximo — mínimo) x 100 198
— Desvío anual medio: = 24,7
mínimo 8
266 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 267

O bien, conjunto del período 1900-1918: buscamos, y mu la. media de las ordenadas de larga duración (cuadro 13,
columna 3):
— Suma de los desvíos absolutos: 695
a x 100 47,7 x 100
701 y= y= =46,3%
Desvío anual medio: = 36,9
19 m 103
Tanto el desvío medio como el desvío standard y el coeficiente de
Es posible también calcular el desvío anual medio a partir de los datos variación, son medidas sumamente útiles en cuanto se trate de comparar
obtenidos aplicando el método de las medias móviles (cuadro 12, co- diferentes ciclos entre sí. Aunque más sencillo, el cálculo de la amplitud y
lumna 4). la intensidad del movimiento cíclico en términos porcentuales es también
de gran utilidad. Y en aras de la claridad, y la facilidad de la interpreta-
4.° Desviación standard. — Al igual que el desvío medio, es una
ción, el coeficiente de variación, que también se expresa en términos
medida de dispersión, y como él, puede calcularse para uno o más ciclos, porcentuales, será, por lo general, preferible al desvío medio y a la desvia-
o para todo el período en cuestión. Se opera de la siguiente manera: se
ción standard.
calculan los desvíos absolutos —ya según el método de las medias móvi-
les, ya según los mínimos cuadrados—, y se elevan al cuadrado (Cf. los
5. £7 movimiento estacional
cuadros 12, columna 5, y 13, columna 5); se suman los resultados y se
dividen por el número de desvíos, calculándose finalmente la raíz cuadra- Como ya se indicó, el movimiento estacional es una fluctuación cíclica
da de dicho cociente. La desviación standard se designa con la letra s, o con que se presenta a lo largo de un período aproximdo de doce meses. En el
una sigma minúscula (cr). caso de los productos agrícolas, el movimiento estacional resulta funda-
Ejemplo: conjunto del período 1900-1918 (cuadro 13, columna 5): mental, relacionado directamente como está a las buenas y malas co-
sechas.
Para calcular el movimiento estacional es indispensable poseer datos
43.173 que permitan establecer medias mensuales (de precios, volumen de ven-
-=47,7 tas, volumen de producción, etc.), con las cuales se construye un cuadro
19 según el modelo presentado en el cuadro 14.
Una vez dispuestos los datos en un cuadro, se procede a calcular las
El valor del desvío standard tiene la particularidad de aumentar a desviaciones de las medias mensuales con respecto a las medias anuales.
medida que crece la dispersión, y de disminuir cuando los valores son Así obtenemos los desvíos mensuales medios. También podemos calcular
más homogéneos. los desvíos entre la media mensual más baja y la media mensual más
elevada; en este caso, tenemos el desvío estacional. Ambas diferencias
5.° Coeficiente de variación. — Se calcula a partir del desvío stan- pueden calcularse también en porcentaje:
dard, y tiene la ventaja de que indica la dispersión en términos porcen-
tuales. Consiste en multiplicar la desviación standard por cien, y dividir
por la media, sea de las medias móviles o de las ordenadas de larga (media anual — media mensual) x 100
duración, según lo que haya sido utilizado para calcular la desviación media mensual
standard.
Ejemplo: período 1900-1918; retomemos la desviación standard cal-
culada arriba según los datos obtenidos a partir del método de los míni- (media mensual máxima — media mensual mínima x 100
mos cuadrados: o- = 47,7. Llamemos V al coeficiente de variación que media mensual mínima
268 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 269
Cuadro 14.— Modelo de cuadro para el estudio del movimiento Cuadro 15.— Diferencias estacionales de los precios del maíz
estacional (precios) (años no afectados por crisis agrícolas)

Precio mensual Precio medio Precio medio Diferencia Diferencia


Mes Año 1 Año 2 Año n Años mensual más mensual más absoluta relativa
medio
bajo alto en reales %
Enero
Febrero Fluctuación estacional mínima
Marz®
1762-63 9 10.16 1.16 12
Diciembre 1765-66 8 9.33 1.33 16
1778-79 10 12 2 20
O también: Fluctuación estacional media
1767-68 9.83 12.66 2.83 28
Años Enero Febrero Marzo Diciembre 1783-84 10.16 13.33 3.17 31
1777-78 7.50 10 2.50 33
Año 1
Año 2
Fluctuación estacional máxima
Año n 1766-67 9 12.5 3.50 .38
1779-80 12 17 5 41
Precio 1775-76 11.16 18 6.84 61
mensual
FUENTE: Enrique Florescano, Precios del maíz y crisis agrícolas en México, p. 102.
medio
segundo sistema es casi siempre resultado del primer análisis "a ojo"
FUENTE: M. Gillet, op. cit., I, p. 61. (ver figura 49).
Debe tenerse en cuenta que la comparación de dos o más curvas va
Presentamos, como ejemplos, en las páginas siguientes, un cuadro y siempre precedida de una hipótesis en la que el historiador supone una
un gráfico elaborados por Enrique Florescano (cuadro 15 y figura 48). determinada relación causal entre ambas, o simplemente algún tipo de
asociación, o de covariación. Y esta suposición se efectúa en base a tes-
timonios de tipo cualitativo y a razonamientos de orden lógico, por lo que
6. La comparación de diferentes curvas la comparación gráfica, por somera que sea, da una confirmación o una
negación de la asociación supuesta en la hipótesis inicial. No se trata, en
Llegamos ahora a un aspecto de gran importancia, ya que se trata
absoluto, de superponer curvas arbitrariamente, para ver si tienen alguna
de pasar del estadio de la descripción de las fluctuaciones económicas, al de
correlación, suponiendo así que un procedimiento de la técnica de elabo-
la interpretación y el análisis causal. El principio metodológico más ge- ración de datos nos va a proporcionar un conocimiento nuevo, o el des-
neral, en esta problemática, es relativamente simple: la comparación y el cubrimiento de una relación causal inédita.
estudio de la correlación de diferentes curvas. Veamos otro ejemplo, esta vez tomado de un célebre artículo de Jean
El primer paso a efectuar será la comparación de las curvas que su- Meuvret.44 El autor correlaciona los porcentajes de muertes en relación
ponemos relacionadas, superponiendo sus gráficos al trasluz o constru-
yendo ambas curvas en un mismo sistema de coordenadas cartesianas. El 44. J. Meuvret, "Les crises de subsistance et la démographie de la France d'Ancien Régime", en
Population, n.° 4, 1946 (reimpreso en J. Meuvret, Eludes d'histoire économique,, pp. 271-278).
270 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 271

Precios del maíz: 1726-1742 = 100


18 Delincuencia: 1726-1742 = 100

17

16

O
ni
I15
(O
UJ
!14
iu
ce
13

12

U II II III lili I I
1720 1730 1740 1750 1760 1770 1780 1790 1800 1810 1815

Figura 48.— Tipos de movimiento estacional. Movimiento agitado. Figura 49.— Comparación de los precios del maíz con la delincuencia
Alzas de primavera
y las epidemias (México)

FUENTE: Enrique Florescano, Precios del maíz..,, cit., p. 168.


FUENTE: Enrique Florescano, Precios del maíz y crisis agrícolas en México, p. 102.

curvas. La principal limitación de este procedimiento reside en que sólo


a las concepciones, es decir, una curva demográfica, con los porcentajes podemos estimar la correlación, diciendo, es más o menos alta, o más o
del precio del trigo en relación a las medianas de los cinco años preceden- menos baja, pero no disponemos de una medida numérica para conocerla
tes, o sea, una curva de precios del principal cereal de subsistencia de la con mayor precisión. Para solucionar esto existen varios métodos —relati-
Francia de los siglos XVII y XVIII. La correlación de ambas curvas, vamente complicados— que permiten evaluar la correlación en términos
sumamente alta durante el siglo XVII y mucho menor durante la segunda numéricos. Las limitaciones de este manual, y el uso poco frecuente de
mitad del siglo siguiente, sirvió para definir las crisis de subsistencia del dichos métodos por los historiadores, hacen que remitamos al lector in-
anclen régime económico-demográfico, y la "revolución demográfica" teresado en su estudio a bibliografía más especializada. Una regla impor-
del siglo XVIII. A partir de este estudio pionero de Jean Meuvret, mu- tante, antes de cerrar esta sección: nunca utilizar procedimientos de
chos otros se sucedieron en la misma perspectiva (ver figura 50). cálculo numérico de la correlación sin haber procedido antes a la com-
La comparación gráfica de dos o más curvas proporciona una idea, las paración gráfica de las curvas. El ahorro de tiempo y sorpresas desagrada-
más de las veces suficiente, del grado de asociación existente entre dichas bles compensarán el recordar siempre este consejo.
272 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA
MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 273

a) Época de las grandes hambrunas (1680-1713) de crecimiento anual. Estudiaremos ahora la metodología a emplear en
estos casos, ejemplificando con el cálculo de la tasa de crecimiento; los
1709-10
mismos procedimientos se utilizarán para una tasa de decrecimiento, si la
serie tiene valores descendentes.
1693-94
400
1.° Método del interés compuesto. — El método utilizado corriente-
mente, si conocemos el dato inicial y el final de una serie, es la aplicación
de las fórmulas de cálculo del interés compuesto. Este último se calcula
así:

B.
= \ / — -1
r=
A
siendo: r, la tasa de interés; A el monto inicial; B el monto al fin del
período; n el número de años del período.
b) Época de las hambrunas atenuadas (1755-1789)
Para simplificar los cálculos, recordemos que:
1767-68
1788-89
150
1758-59 /

Ahora podemos volver al problema planteado antes : ¿cuál es la tasa


de crecimiento anual de la producción argentina de maíz entre 1899 y
1918? (cuadro 10.)

A : índice inicial : 44
Región de GIEN1 Porcentajes de las defunciones
DIJON I en relación a las concepciones. B: índice final: 113
———— ROZOY-Porcentajes del precio del trigo en relación a las n: 19 años
medianas de los 5 años precedentes.
r: ?
Figura 50.— Consecuencias de las grandes hambrunas (1680-1713) y de
las hambrunas atenuadas (1755-1789) en la región de Gieny en
Dijon (Francia) Aplicando la fórmula para calcular r:
FUENTE: Jean Meuvret. Eludes d'histoire économique, p. 274.

7. El cálculo de la tasa de crecimiento i


Dada una serie temporal, resultará de gran interés para el historiador
el cálculo de la tasa de crecimiento —o decrecimiento— anual. Así, en
nuestro ejemplo de la evolución de la producción argentina de maíz entre n i- i • u
1899 y 1918 (cuadro 10), nos preguntaremos a cuánto asciende la tasa rara aplicar logaritmos, sabemos que 1log
I8.-MÉTODOS
LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA
£274 MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 275
1 0,4096
huimos la media de los logaritmos de la columna 3 (en nuestro ejemplo:
Operando resulta: — log 2,5681 = = 0,0216 1,9435) al año mediana (en este caso, 1909); en seguida, procedemos de
19 19
manera análoga a la que ya explicamos respecto a los mínimos cuadrados;
siendo:
Calculando el antilogaritmo, hallaremos el valor de \ /TÍ3~
= 1,0509
7,9111
= 0,0139, tendremos:
Remplazando en la fórmula inicial, tendremos: 570

r = 1,0509-1 = 0,0509; o sea: 5,09%


1909: l,9435-fO=l,9435
De esta forma hemos calculado la tasa de crecimiento anual, que resulta 1910: 1,9435 -f (1 x 0,0139) = 1,9574
ser de 5,09%. 1911: 1,9435 + (2 x 0,0139) = 1,9713
Este método tiene la ventaja de la rapidez, y la desventaja de que sólo
toma en cuenta los valores extremos. En muchos casos puede resultar
bastante inexacto, sobre todo cuando hay amplias fluctuaciones en el 1918: 1,9435 -f (9 x 0,0139) = 2,0686
interior de la serie.
1909: 1,9435 - O = 1,9435
2.° Método del ajuste exponencial. — Este método hace intervenir 1908: 1,9435 - (1 x 0,0139) = 1,9296
en el cálculo a todos los valores de la serie. 1907: 1,9435 - (2 x 0,0139) = 1,9157
Consideremos la evolución de la producción argentina de maíz entre
1900 y 1918. Construiremos un nuevo cuadro (cuadro 16), cuyas carac-
terísticas son las siguientes:
Columna 2. índices efectivos. 1900: 1,9435-(9x0,0139) = 1,8184
Columna 3- Logaritmos de los índices efectivos.
Columna 4. Variable de cálculo x (afectando el O al año mediana, Columna 9. Como disponemos de los logaritmos de los índices ajus-
1909: como en el caso de los mínimos cuadrados, abandonamos el dato ludos, es fácil encontrar a estos índices, con la ayuda de una tabla de
relativo a 1899, con la finalidad de tener un número impar de datos y así untilogaritmos.
facilitar los cálculos). Ahora podemos calcular la tasa de crecimiento (r). Hemos calculado
Columna 5. Variable de cálculo y (logaritmo del año menos logarit- yu el logaritmo de (1 -f- r), que es igual a 0,0139: si log (!-(-/•) =
mo medio; este último es el promedio de los datos de la columna 3). 0,0139, entonces (1 + r) = 1,032, y r = 0,032 = 3,2%. La tasa de
Columna 6. Elevamos al cuadrado los valores de la variable de cálculo crecimiento es, pues, del 3,2%. Como los índices ajustados de la columna
x, y hacemos la suma de los x2. 9 se encuentran en progresión geométrica, su representación en coordena-
Columna 7. Multiplicárnosla variable x por la variable y, y hacemos tks aritméticas será una curva; en papel semilogarítmico, tendremos una
la suma de los productos x.y. La división de la suma de los productos x.y recta. Ya hemos dicho que, a partir de los índices obtenidos a través del
por la suma de los valores de x2, nos permite obtener el logaritmo de método del ajuste exponencial, es posible calcular y representar las des-
(1-f-f), siendo r la tasa de crecimiento anual; el número (l-|-r) corres- viaciones cíclicas (absolutas y relativas).
ponde a la pendiente de la curva exponencial en relación al eje horizontal. Si comparamos el método del ajuste exponencial con el de los mínimos
Columna 8. Cálculo de los logaritmos de los índices ajustados: atri- Cuadrados, veremos que los cálculos efectuados son los mismos, pero que
MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 277
276 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA
se efectúan con los logaritmos de las ordenadas (en este caso, los índices
'—t i / " \ G \ O O O O O
efectivos), y no con las mismas ordenadas; en lo que concierne a las
£ 3 &< abscisas, no hay diferencia.
J.§.
ss
s. E. Cuantificación y estadística en historia: 3) Utilización del
muestreo

4 Muchas veces, en el curso de una investigación, el historiador se


O4 og O4 O4 OJ enfrenta a situaciones en las que razones de tiempo y de costo hacen
imposible el estudio de la totalidad de la documentación disponible. Así
por ejemplo, el estudio de testamentos, actas notariales de matrimonio,
, J> 04
> t^ VN t-o, O ON listas nominales de tipo fiscal, electoral o simplemente censal, es bastante
' 00 00 ro. O r¿
> \O "^ ^o, \o 00 ON
ON difícil de poder realizarse exhaustivamente. Es decir, razones de costo y
-1 O 0 0 0 0 0 oo'^-T^—íO'-toiooa o" r-^ tiempo nos impiden estudiar todos los casos, debiéndonos limitar a una
parte de ellos, a tomar lo que los estadísticos llaman una muestra.
La técnica estadística del muestreo permite solucionar con gran preci-
u-\
rn
sión este problema fundamental de la investigación. Para que el estudio de
Os todo el conjunto de elementos —por ejemplo, testamentos de tal ciudad
entre tales años— pueda efectuarse sólo tomando una parte de ellos es
necesario que la muestra cumpla con una serie de requisitos:
o o o o" o" o" o" o"oo" ó"
" o" o o'
o o" o" o o ooo
— Que la extracción de la muestra se efectúe de manera probabilís-
II
8Q
t\^ -T^
tica o al azar.
— Que en la muestra se guarden ciertas proporciones que tienen
so r^ oo os que ver con el tipo de estudio a realizar. Así por ejemplo, si estudiamos
testamentos, y deseamos comparar las fortunas legadas en tres o cuatro
estratos sociales diferentes, será necesario prever algún mecanismo que
permita seleccionar una cantidad aproximadamente igual de testamentos
1 pertenecientes a los estratos a comparar. Esta condición es muy importan-
^H" rt -H" .-í <N "-H" oí .-í -T (N <N" i-í r-í oí oí oí oí .-H o
I te, ya que si no se pre^é en el momento de seleccionar la muestra,
I corremos el riesgo de no poder efectuar después las comparaciones de-
seadas.
1
— Que se defina, en el momento de establecer el tamaño de la
muestra, el grado de precisión que tendrá el estudio a efectuar. Es decir,
í M-<
v¿ V que se pueda evaluar el grado de confianza de la estimación efectuada a
partir de la muestra.
ll El primer requisito implica que todos los elementos del universo, o
U sea, del conjunto total —en nuestro ejemplo, la totalidad de los testamen-
tos de tal ciudad entre tales años—, tengan la misma probabilidad de per-
i O O O O O O O
tenecer a la muestra. Esto exige que la selección se haga por medio de
278 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 279

un sorteo al azar. Los estadísticos han diseñado dos procedimientos bási- se preferirá el muestreo sistemático a la utilización de tablas de números
cos de extracción de muestras: al azar. Sin embargo esto será posible sólo en los casos en que el ordena-
Por medio de tablas de números al azar: Se trata de tablas construidas miento del universo no presente ninguna sistematicidad.
de manera que las series de números se distribuyan aleatoriamente. Para El segundo requisito enunciado más arriba hace- alusión a lo que los
seleccionar una muestra con una tabla de números al azar se opera de la estadísticos denominan muestreo estratificado. Ya hemos indicado me-
siguiente manera (véase la tabla de números al azar al final del volumen). diante un ejemplo lo importante de este requisito. Una vez definidos los
Se selecciona aleatoriamente (sorteando la línea y la columna) una entrada estratos —por ejemplo, distintas categorías socioprofesionales, grupos de
a la tabla. Por ejemplo: quinta línea, tercera columna. Supongamos que edad de una población, etc.—, se calculan muestras para cada estrato, las
de un universo de 1.000 seleccionamos una muestra de 100 elementos. cuales integrarán luego la muestra total. Se asegura así la representación
Para extraerla consideraremos números de tres cifras, interpretando el en la muestra de los estratos que nos interesan, y en las proporciones
triple cero como 1.000, ya que numeramos el universo de 1 en adelante. debidas (ya que, al sacar la muestra de un estrato, lo haremos teniendo en
Del punto de entrada podremos leer hacia abajo o hacia la derecha o cuenta su peso o proporción en el seno del universo estudiado).
hacia la izquierda, pero una vez comenzada la lectura debe continuarse en El tercer requisito tiene que ver directamente con el tamaño de la
el mismo sentido hasta finalizar la extracción de la muestra. Entrando por muestra. De todo lo dicho se deduce fácilmente que una muestra al azar
la quinta línea y la tercera columna, y leyendo de izquierda a derecha, representa al universo del cual fue extraída con un cierto grado de proba-
seleccionaríamos: 082 - 619 - 704 - 860 - 438 - etc., hasta extraer 100 bilidad, o lo que es lo mismo, con un cierto porcentaje de error. Lo
elementos. Naturalmente se dejan de lado los números repetidos. De importante del muestreo estadístico es que podamos conocer" con toda
esta manera formarán parte de la muestra todos los elementos del univer- precisión dicho porcentaje de error, pudiendo así otorgar al estudio del
so que tengan los números extraídos de la tabla. universo, efectuado a través de la muestra, \mgrado de confianza definido
Por medio de un intervalo sistemático: Este método es más sencillo matemáticamente. La determinación del tamaño de la muestra implica
que el anterior, y en la mayor parte de los casos se obtienen resultados cierto conocimiento estadístico que sería largo desarrollar aquí. El inves-
similares. Se procede de la siguiente forma: se divide "el universo por el tigador interesado en aplicar la técnica del muestreo podrá consultar una
tamaño de la muestra, y se calcula así el intervalo. En nuestro ejemplo: bibliografía más especializada; en casos de difícil solución, el asesora-
l.OOÓ miento de un especialista en la materia resultará indispensable.
-=10
100
F. Historia de empresas
Esto quiere decir que de cada 10 elementos tomaremos uno. El número
de partida se selecciona al azar entre 1 y 10, por un procedimiento de
1. El concepto de empresa y su utilización en historia
sorteo o utilizando una tabla de números al azar. Suponiendo que el
número elegido sea 4, se seleccionan los números sumando el intervalo
En su sentido más general la palabra empresa quiere indicar unidades
(en este caso 10) al número inicial, y así sucesivamente hasta recorrer
de producción; es decir, el marco institucional de combinación de los
todo el universo. En el ejemplo considerado, seleccionaríamos: 4 - 14 -
factores de producción en una sociedad determinada.45 ¿No es forzar de-
24 - 34 - 44 -, etc.
masiado el vocabulario, peligrando en la creación de malentendidos, si
Para efectuar el muestreo al azar, es necesario disponer del número
se llama empresas a las unidades de producción precapitalista? Evidente-
total de elementos que componen el universo, y de una ordenación numé-
mente, todo dependerá de las precauciones que se tomen, y ninguna
rica de dichos elementos. El historiador encuentra satisfecha esta condi-
confusión resultará si se define claramente lo que entendemos por empre-
ción en la documentación susceptible de muestreo, como listas nomina-
tivas, testamentos, etc. y en su defecto casi siempre es posible numerar
45. Cf. Maurice Godelier, Racionalidad e irracionalidad en ¡a economía, Siglo XXI, México, 1967,
los elementos, o adaptar la numeración ya existente. Por su simplicidad p. 261.
280 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS V TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 281

sa: Witold Kula, preguntándose sobre la propiedad del término ' 'empresa ceptos utilizables para el análisis de cualquier sistema económico.4'
feudal", indica:46 ¿Cuál es la solución alternativa entonces? Maurice Godelier, viendo el
problema desde el ángulo antropológico, indica que una "teoría general"
En principio, a propósito de una empresa cualquiera es necesario utilizable sería:
formularse dos preguntas: 1) ¿'Cuáles han sido los objetivos de la
actividad de la empresa? ¿Es que los productos obtenidos representan
un valor mayor que la suma de los bienes utilizados para su produc- ...la teoría de las leyes de funcionamiento de la economía en el seno
ción? 2) ¿Cuáles son los motivos y la orientación de la actividad del de los diversos tipos de estructuras sociales posibles y de su fundamen-
sujeto económico observado (y en consecuencia, probablemente de to, y este conocimiento científico está ampliamente vinculado con los
otros sujetos homólogos)? Así concebido y formulado, el análisis de la conocimientos teóricos, desarrollados de manera muy desigual, de los
empresa puede y debe ser intentado en el marco de cualquier sistema fundamentos de las estructuras sociales, parentesco, religión y polí-
económico. Lo que sí es imposible, y vamos a probarlo, es aplicar al tica. 50
análisis de la empresa feudal los métodos elaborados para el uso de la
empresa capitalista. O, en otros términos, construir la teoría general sólo una vez estudia-
dos los casos concretos y no a la inversa. Desde una perspectiva histórica,
• Precisamente en esta última observación de Kula reside el centro del y en un trabajo anterior al de Godelier, Kula llega a las mismas conclu-
problema. Podremos hablar de empresas, por unidades de producción, a siones:.51
condición de que ello no implique generalizar un cierto tipo de racionali-
dad económica: la asociada a la empresa capitalista. Un sistema económico es pues un conjunto de dependencias econó-
Antes de continuar, insistamos sobre el programa propuesto en las micas ligadas mutuamente entre ellas, que, por el hecho de esta vincu-
dos preguntas de Kula: primero, establecer el tipo de excedente logrado lación, aparecen más o menos simultáneamente y se deshacen también
aproximadamente en el mismo momento. Fechar empíricamente su
en la producción; segundo, explicar la conducta de la institución obser- aparición y su desaparición, es fijar los límites cronológicos de un
vada, lo que obviamente sólo podrá hacerse estudiando la estructura so- sistema económico dado. Y construir la teoría económica de un sistema
cial en que se inserta. Esto último implica reconocer que ' 'lo económico económico dado, es determinar (de nuevo empíricamente) la lista más
no posee a su propio nivel la totalidad de su sentido y de su finalidad, sino completa posible de las relaciones de dependencia que él admite y
sólo una parte de ellos".47 En otras palabras, es necesario estudiar las determinar las vinculaciones recíprocas que hacen de este conjunto de
relaciones un solo sistema.
relaciones internas entre el sistema económico de una sociedad y su es-
tructura social, como único modo de evitar una generalización de la
racionalidad capitalista, en lo que a economía se refiere, a realidades Retomemos ahora el tema de la racionalidad económica. Minimizar
históricas distintas. Aceptado este punto de partida, se plantea un proble- los costos o maximizar los resultados es sin duda el signo de una actividad
ma metodológico importante. ¿Con qué conceptos es posible estudiar una económica racional, en cualquier sistema económico, y esto supondrá
empresa "precapitalista"? Evidentemente, nociones como la de ganan- que existan varias soluciones posibles para un contexto técnico dado, y que
cia, precio, salario, etc. no podrán aplicarse, ya que tienen su sentido sólo exista posibilidad de comparar dichas soluciones y elegir la variante más
en el interior de la estructura capitalista; más exactamente, no podrán económica.52 Sin embargo, maximizar la producción o minimizar los cos-
aplicarse automáticamente, sino que su empleo deberá ser justificado, y tos sólo tiene sentido dentro de la "jerarquía de las necesidades y de
las nociones redefinidas.4S Esto supone abandonar la idea de que la eco- los valores que se imponen a los individuos en el seno de una sociedad
nomía política en su estado actual provee una teoría general con con- determinada y que tienen su fundamento en la naturaleza de las estruc-

46. W. Kula, Tbéorie économique du syslkme féodal, p. 16.


47. M. Godelier, op. cit., p. 23. 49. Godelier, op. cit., p. 298.
48. Cf. los trabajos pioneros de Chayanov sobre la economía campesina, en: Chayanov, The Theory 50. Ibid,, p. 290.
o/Peasani Economy, publicado bajo la dirección de Thorner, Kerblay y Smith, The American Economic 51. Kula, op. cit., p. 140.
Association. Homewood (Illinois), 1966. 52. Ibid., p. 129.
282 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 283

turas de esta sociedad."53 De este modo, el problema de la racionalidad namiento de una empresa sólo pueden entenderse dentro de la estructura
económica está contenido en el de la racionalidad social. económica global.
Las consideraciones anteriores suponen pues que para estudiar las Veamos algunos temas de estudio. Ante todo el problema de la mano de
economías precapitalistas y sus empresas, en particular, es necesario cons- obra: repartimientos de indios, encomiendas, mitas, otras formas de tra-
truir la ' 'teoría'' de dichos sistemas económicos. En lo que hace a América bajo forzado; esclavos, peones, campesinos sujetos a algún tipo de
latina el problema se plantea con crudeza para la época colonial y persiste coacción extraeconómica; semiproletarios, es decir asalariados que no lo
tanto como el peso de las formas arcaicas en la evolución posterior. Afortu- son de manera permanente; finalmente, proletariado agrícola. La estruc-
nadamente casi todos los estudios más recientes apuntan a explicar lo que tura de la oferta de mano de obra será de gran importancia para caracteri-
de específico y propio tienen nuestras sociedades y su historia, y pronto zar al sistema económico en que se inserta la empresa estudiada; su análi-
llegará el momento de poder realizar síntesis y comparaciones útiles.54 sis no es para nada independiente de la empresa agrícola considerada en
sus aspectos políticos y sociales. La hacienda, por ejemplo, no es sólo una
2. Tipos de empresas empresa, sino que también implica un sistema de dominación particular.
La dinámica histórica del complejo latifundio-minifundio es así de particu-
Intentemos ahora establecer un programa de trabajo, un balance pro- lar interés,57 será necesario ver las transformaciones en el sistema de
visional en algunos casos. dominación, primero como constatación de una permanencia que puede
Empresas agrícolas en primer lugar, como es natural en sociedades atravesar los siglos, o por el contrario, de una fluidez extremadamente
como las latinoamericanas, centradas varios siglos en la agricultura o las sensible a la coyuntura, para, en segundo término, explicarlas. Francois
actividades extractivas: haciendas, plantaciones, estancias, tenencias pre- Chevalierss ha mostrado brillantemente, para el caso de la Nueva Es-
carias, campesinos parcelarios... Los problemas planteados variarán según paña, la correspondencia entre la expansión o la contracción minera, y la
el tipo de contexto. Convendrá reunir ante todo datos estadísticos sobre la formación y transformación de la gran propiedad terrateniente. Épocas de
producción, los rendimientos y la productividad;55 esto nos permitirá se- auge, estancamiento o declinación de la producción, fases de larga y corta
guir la evolución de la empresa en la corta y la larga duración, entender duración, vinculación ínter-regional de las economías, he aquí las varia-
sus respuestas a la coyuntura. En seguida, interesará cuantificar los in- bles decisivas para entender la conducta de la empresa históricamente.59
sumos: inversiones necesarias, gastos de mano de obra. Esto es imposible En este punto es importante destacar que hemos enfatizado hasta
de entender si no estudiamos también las técnicas de producción, la ahora los estudios de empresas que parten del análisis de casos, indivi-
tenencia de la tierra, y más ampliamente todavía, los factores naturales: dualmente. En realidad este no es el único enfoque posible. Sobre todo
tipos de suelo, climas, flora, —que proporcionan el marco físico indispen- para estudiar la inserción de un determinado tipo de empresa en la estruc-
sable—. Y pronto aparecen los problemas de mercado, cómo se utiliza el tura económica global, se recurre a menudo a tipologías, que se obtienen
excedente de la producción, a dónde es posible vender, y aquí interviene de la generalización de algunos rasgos importantes que se suponen comu-
el problema de los transportes, de los fletes. Finalmente, si existe un nes a todas las empresas del mismo tipo. Muchos de los estudios de
mercado habrá un precio, y este indicador, tan caro a la historia económi- Antonio García60sobre las empresas agrícolas en América latina utili-
ca, nos permitirá calcular la ganancia, medir la rentabilidad de la empresa zan este recurso. Desde el punto de vista del rigor de la investigación es
integrada a un circuito mercantil.56 Hasta el momento hemos propuesto
un análisis que podríamos llamar microeconómico, en el sentido de que
toma la perspectiva de la empresa individual, pero la estructura y funcio- 57. Cf. los estudios de: Antonio Garda, Reforma agraria y economía empresarial en América latina,
Editorial Universitaria, Santiago de Chile, 1967; Caio Prado Júnior, "El problema agrario en Brasil", en
Evolución política del Brasil, Editorial Palestra, Buenos Aires, 1959. Tales estudios fueron pioneros en
53. Godelier, op. cit., p. 303. este particular.
54. Ver caps. I a ffl. 58. Cf. F. Chevalier, op. cit.
55. Sobre el problema de la productividad, cf. Troisieme conférence internationale d'histoire écono- 59. Un reciente y excelente estudio es el de Peter Klaren, La formación de las haciendas azucareras y
mique (Munich, 1965), Mouton, París-La Haya, 1969 (vol. II, sección dirigida por Jean Meuvret). los orígenes del APRA, Instituto de Estudios Peruanos, Lima, 1970.
56. Lógicamente, para que esto sea posible, es necesario que todos los factores tengan un precio. 60. A. García, op. cit., especialmente cap. u.
284 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 285
necesario tener en cuenta que la utilización de este tipo de análisis, ción para la exportación, y en qué medida ofrece un respaldo financiero a
aunque pueda abrir campos de interés indudable, presenta el serio incon- la industria naciente?
veniente de generalizaciones que no siempre tienen base empírica sufi-
Evoquemos finalmente las empresas industriales. Ya hemos mencio-
ciente. Por lp demás, nunca permite la riqueza de análisis de cuando se
nado un primer tipo, aquel vinculado a la exportación (frigoríficos, mi-
parte del conocimiento de empresas tomadas individualmente. El ideal
nas, ingenios, etc.), y que se ocupa de elaborar, en diversos grados, un
sería lógicamente llegar a tipologías sólo a partir del estudio detallado de
producto primario. Las industrias típicas van a ser, en rigor, aquellas
empresas, y no a la inversa: solamente entonces serán verdaderamente vinculadas al mercado interno. Guardan sin duda un notable interés, pues
representativas.
su estudio aclararía muchos dilemas del proceso de industrialización susti-
En el caso de las empresas agrícolas, otro aspecto importante a estu- tutiva. ¿Cuál es el origen social de sus capitales? ¿Se autofinancian, o
diar es el de la "industrialización" o beneficio del producto que a veces recurren a algún tipo de crédito? ¿Cuáles son las modalidades de la acu-
puede efectuarse en la misma empresa, o en un establecimiento a ella mulación de capital? ¿Cómo se presenta el mercado de mano de obra?
vinculado. Así los ingenios de azúcar, los beneficios de café, saladeros y ¿Cuándo comienza el proceso de desnacionalización, y cuáles son sus
frigoríficos de carne vacuna, etc. constituirán un capítulo importante del características dominantes?62
estudio de empresas. Lógicamente estas actividades de elaboración de los Conviene decir unas palabras sobre los tranportes y las vías de comu-
productos agrícolas están estrechamente vinculadas a la comercialización nicación. Su rol es indispensable en el estudio de cualquier economía,
y la exportación.61
pero más aún de las economías de exportación. Ferrocarriles, puertos y
Las empresas comerciales abren un campo de estudios muy importan- carreteras: ¿cuáles son las ganancias de las empresas ferroviarias? ¿Justi-
te : desde el comercio local y de intermediarios hasta las grandes firmas de ficaban o no a la inversión? ¿Cuál es la política de fletes? ¿Hay algún
importación-exportación, juegan un rol de primer plano, sobre todo en
control nacional sobre la red de transportes? El estudio de la evolución de la
sociedades como las de América latina. Aquí será de particular importan-
red y de las técnicas de transporte y comunicación, es de primordial
cia estudiar el origen social de los capitales invertidos en el gran comer-
importancia.63
cio. La nacionalidad de los inversores y sus actividades anteriores será un
buen comienzo. ¿La nueva empresa es una prolongación de actividades
ligadas a la tierra, o de una pequeña empresa comercial que ha crecido, o 3. Las fuentes y su explotación
bien se trata del resultado de la expansión de una firma extranjera que
ahora abre una sucursal o se asocia con una nacional que la "represen- Hasta ahora hemos señalado algunos problemas metodológicos y al-
ta"? Buena parte de los ' 'secretos'' del .funcionamiento de las economías gunos temas de investigación en torno a la historia de empresas. En
de exportación van a encontrarse en las empresas de comercialización. seguida debemos reseñar los principales tipos de fuentes para tales es-
¿Cómo fluctúa la tasa de ganancia de estas empresas? ¿Sigue las varia- tudios.
ciones cíclicas de los precios de exportación? De no hacerlo, es evidente
que las bajas de precio serán soportadas por el productor. ¿Hay bases para 1.° Empresas patrimoniales. — Los libros de contabilidad son la
algún conflicto de intereses entre productores y comerciantes exportado- primera fuente obligada. De conservarse, permiten reconstruir las acti-
res? ¿Cuál es el grado de monopolio del mercado? El mismo tipo de vidades de la empresa día a día, y determinar el volumen de dichas activi-
estudio es extensivo a los bancos y a las sociedades financieras. Interesará dades, de las inversiones y ganancias. Sin embargo, no informan sobre las
conocer especialmente el peso relativo de la banca nacional (determinando intenciones del empresario y su actitud ante diferentes situaciones, sobre
a qué intereses está vinculada) frente a la extranjera. ¿Cuál es la distribu- los proyectos y las dificultades. Para esto podrá ser útil la correspondencia
ción de los créditos? ¿Qué papel juega en el fmandamiento de la produc- 62. Cf. por ejemplo: Dawn Keremitsis, La industria textil mexicana en el siglo XIX, col. Sep/Seten-
tas, Secretaría de Educación Pública, México, 1973.
61. Un estudio reciente en este sentido es el de Manuel Macchi, Urquiza, el saladerista, Ediciones 63. Citemos, entre los estudios sobre los transportes: Qaudio Veliz, Historia de la marina mercante
Macchi, Buenos Aires, 1971. de Chile, Universidad de Chile, Santiago, 1961; Raúl Scalabrini Ortiz, Historia de los ferrocarriles
argentinos, Buenos Aires, 1957 •
286 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA MÉTODOS Y TÉCNICAS DE LA HISTORIA ECONÓMICA 287

comercial y epistolar, esta última posiblemente conservada y de importan- de sociedades anónimas, generalmente publicados por las cámaras que
cia mientras la propiedad de la empresa es familiar; y, en general, todo agrupan los diferentes sectores empresariales, son en este caso las fuentes
tipo de papeles conservados en los archivos familiares y referentes a la más accesibles.
empresa. De gran interés serán los contratos de producción o de venta, a
veces conservados en los protocolos notariales.
2.° Empresas por acciones. — En este caso existen, por la estructura G. Conclusión
misma de la empresa, una serie de documentos de acceso relativamente
fácil: memorias y balances presentados a la asamblea de accionistas; actas Aún más que al cerrar la exposición relativa a la historia demográfica,
de reuniones del directorio; listas de los titulares de las acciones; corres- es importante subrayar el carácter incompleto y selectivo del presente
pondencia comercial, etc.; fuentes estas que se agregan a los documentos capítulo. Varias veces, al tratarse de procedimientos estadísticos relativa-
mencionados para las empresas patrimoniales. mente complicados, hemos optado por sugerir al lector el recurso a libros
más especializados. En efecto, existen ya sólidos manuales o tratados de
3.° Empresas públicas. — En una cierta fase del desarrollo capitalis- estadística en lengua española,65 y no es intención de esta obra sustituir-
ta, el estado comienza a realizar inversiones públicas, ya nacionalizando los; lo que además resultaría imposible, tomándose en cuenta los límites
ciertos servicios, como ferrocarriles, puertos, telecomunicaciones, etc., o que nos hemos impuesto, tanto en lo que respecta al espacio cuanto al
bien invirtiendo directamente en algún área estratégica de la industria, nivel de este libro, estrictamente de iniciación. Por otra parte, sabemos
como el petróleo, la siderurgia, la fabricación de armamentos, etc. En que algunos de los recientes manuales franceses de introducción a los
estos casos, es necesario agregar como documentación toda la legislación estudios históricos (por lo demás extremadamente útiles y bien construi-
producida en torno a la empresa estudiada. Es evidente que la actividad dos) contienen múltiples errores e inexactitudes, al intentar justamente
empresarial del estado fuera del sector industrial es también muy impor- resumir en pocas líneas ciertas nociones y procedimientos que exigen
tante a veces: en la banca, los seguros, etc. largos desarrollos para su exposición correcta; tal conocimiento nos
orientó en el sentido de limitarnos a lo esencial, es decir a lo más usual en
4.° Observaciones finales: las investigaciones históricas hechas por historiadores. No ocultaremos al
— La contabilidad de la empresa no debe asustar a nadie. En apéndi- lector que los datos contenidos en este capítulo resultarían ampliamente
ce indicamos los elementos principales del balance anual y de la cuenta de insuficientes para la realización de trabajos altamente especializados de
pérdidas y ganancias. Como verá el lector, ninguna genialidad financiera cronometría retrospectiva, por ejemplo. Pero —además de las restriccio-
es necesaria para desentrañarlo según los fines que interesan a la historia nes que en otros capítulos hemos hecho sobre tales estudios, y de nuestra
económica. preferencia claramente confesada por la escuela francesa de Ernest La-
— Un campo de estudio de gran interés, sobre todo para la sociología brousse—, es evidente que la realización de estudios de ese tipo implica el
y la ciencia política, es el de los empresarios como grupos, dentro de la dominio de vastos conocimientos económicos y matemáticos que en nin-
sociedad, analizando por ejemplo sus actitudes frente a tales o cuales gún caso podría proporcionar una obra como ésta, sino que suponen toda
una formación académica específica.
problemas.64 Para tales estudios las fuentes serán los documentos escritos
de los sindicatos patronales, y cuando es posible, entrevistas.
— Otro tipo de investigación es la que intenta establecer los víncu-
65. Por ejemplo: Frederick E. Croxton y Dudley J. Cowden, Estadística general aplicada, traducción
los entre empresas: fusiones, control de unas empresas sobre otras, fenó- de T. Ortiz y M. Bravo, Fondo de Cultura Económica, México, 19652 Y, en francés, dos obras que nos
menos vinculados a la concentración económica. Las guías y directorios Imn servido de mucho en la construcción de este capitulo: André Marchal, Écoitomie politique et
ttchnique statislique, übrairie genérale de droit et de jurisprudence, Paris, 19614; Marcel Gillet, Techni-
64. Cf. por ejemplo el estudio de Femando Henrique Cardoso, Ideologías de la burguesía industrial futsde l'histoire économique, 2 vols., Centre de Documentation Universitaire, París, Í9692. (mimeo-
en sociedades dependientes (Argentina y Brasil), Siglo XXI, Méxito, 1971. grifiado).
I
CAPITULO VII

LA HISTORIA SOCIAL

A. Los dos sentidos de la expresión "historia social"

1. La historia social como síntesis

En el año infausto de 1941, Luden Febvre, en una conferencia pro-


nunciada en la Ecole Nórmale Supéríeure, decía lo siguiente: '
Repito, por tanto: no hay historia económica y social. Hay la
historia sin más, en su unidad. La historia que es, por definición,
absolutamente social. En mi opinión, la historia es el estudio científica-
mente elaborado de las diversas actividades y de las diversas creaciones
de los hombres de otros tiempos, captadas en su fecha, en el marco de
sociedades extremadamente variadas y, sin embargo, comparables unas
a otras (el postulado es de la sociología); actividades y creaciones con
las que cubrieron la superficie de la tierra y la sucesión de las edades.

Podemos colocar estas observaciones al lado de la bien conocida de


Marc Bloch: "el historiador debe estar allí donde está la carne humana.''
Para los fundadores de los Annales j portavoces de la nueva historia, el
hombre y su actividad creadora son el objeto de la historia, el eje de las
preocupaciones del historiador. Atención sin embargo a las confusiones
del vocabulario. Cuando se dice hombre, no se quiere decir personaje, en
un sentido caro a tantos historiadores del siglo XIX, que veían la historia
como el resultado de la suma de las acciones de los héroes o de los genios,
cuyo escenario natural estaba constituido por la guerra y la política. En la
misma conferencia, Lucien Febvre agregaba:2
...el objeto de nuestros estudios no es un fragmento de lo real, uno
de los aspectos aislados de la actividad humana, sino el hombre mismo,
considerado en el seno de los grupos de que es miembro.
1. Luden Febvre, Combates por la historia, Ariel, Barcelona, 1970, pp. 39-40.
2. Ibid,, p. 41; subrayado nuestro.

I ^.-MÉTODOS
290 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA SOCIAL 291

Ahora cobra sentido pleno la frase anterior: "La historia que es, por social como síntesis que debe integrar los resultados de la historia demo-
definición, absolutamente social"; y podemos entender bien que la nueva gráfica, de la historia económica, de la historia del poder, de la historia de
historia que los fundadores de los Afínales contribuyeron decisivamente a las mentalidades?
crear, es una historia del hombre y de su grupo social, en suma, una Georges Duby, en su magnífica lección inaugural en el Collége de
"historia de la sociedad en movimiento".3 France, propone un camino fructífero, aplicándolo luego a las sociedades
Esta voluntad de no considerar a la historia social como una especiali- medievales con indiscutible maestría. La idea es de embarcar la historia
zación con el mismo status de la historia económica, demográfica, etc., social en una ruta de convergencia de una historia de la civilización
está presente por cierto en muchas de las obras importantes de la historio- material y de una historia de la mentalidad colectiva. Duby plantea tres
grafía francesa de los últimos cuarenta años. En un balance reciente, Eric principios metodológicos en el alcance de esta finalidad mayor. El primero
Hobsbawm, rindiendo cuentas de los logros y perspectivas de las inves- nos es ya conocido: ' 'el hombre en sociedad constituye el objeto final de
tigaciones de historia social en los últimos veinte años, suscribe plena- la investigación histórica". Sólo la necesidad del análisis nos lleva a diso-
mente esta posición, sugiriendo la denominación historia de la sociedad ciar los factores económicos de los políticos o los mentales:6
como una fórmula de expresión más adecuada.4
La diferencia de status entre la historia social y la historia demográ- ...la historia de las sociedades debe sin duda primero, y para la
fica, política, etc. tiene que ver, en el caso de la "Escuela de los An- comodidad de la investigación, considerar los fenómenos a distintos
nales'', de Marc Bloch y Lucien Febvre más concretamente, por un lado niveles de análisis. Que ella deje, sin embargo, de considerarse como la
seguidora de una historia de la civilización material, de una historia del
con el llamado a la colaboración entre las distintas ciencias sociales para el poder, o de una historia de las mentalidades. Su vocación propia es la
estudio del objeto común a todas ellas —el hombre en sociedad—; por de síntesis. Le toca recoger los resultados de investigaciones llevadas a
otro lado con el espíritu de síntesis que. los animaba. Lucien Febvre, al cabo simultáneamente en todos esos dominios, y reunirlos en la unidad
explicar por qué habían elegido un vocablo como "social" para titular los de una visión global.
Anuales, lo dice claramente:5 El segundo principio metodológico propuesto por Duby consiste en:
"ocuparse de descubrir, en el seno de una globalidad, las articulaciones
...estábamos de acuerdo en pensar que, precisamente, una palabra verdaderas". Aquí es donde se plantean las vinculaciones —y nadie ne-
tan vaga como "social" parecía haber sido-creada y traída al mundo
por un decreto nominal de la Providencia histórica, para servir de gará su complejidad— entre lo económico, lo político, lo mental. Tratar
bandera a una revista que no pretendía rodearse de murallas, sino de descubrir las articulaciones verdaderas quiere decir captar las vincula-
irradiar sobre todos los jardines del vecindario, ampliamente, libre- ciones relevantes, las relaciones significativas que nos hacen inteligible la
mente, indiscretamente incluso, un espíritu, su espíritu. Quiero decir totalidad de una sociedad.
un espíritu de libre crítica y de iniciativa en todos los sentidos.
Tercer principio, para terminar: 7
Si la historia social, por su naturaleza misma y por la evolución de su Pero la investigación de las articulaciones evidencia, desde un prin-
metodología, manifiesta una vocación de síntesis, resultará indispensable cipio, que cada fuerza en acción, aunque dependiente del movimiento
plantear los requisitos metodológicos necesarios para llevar a feliz término de todas las otras, se halla animada, sin embargo, de un impulso que le
dicha vocación. No podemos conformarnos ya, simplemente, con que el es propio. Aunque no estén en ningún modo yuxtapuestas, sino estre-
chamente vinculadas en un sistema de indisociable coherencia, cada
vocablo "social" es conveniente porque es lo suficientemente amplio una se desarrolla en el interior de una duración relativamente autóno-
como para llamar a la discusión interdisciplinaria, reconociendo que, ma; esta última se encuentra animada, además, en los distintos, niveles
después de todo, toda la historia es social. ¿Cómo encarar pues la historia de la temporalidad, por una efervescencia de acontecimientos, por am-
plios movimientos de coyuntura, y por ondulaciones todavía más pro-
3. Fierre Vilar, "La méthode historique", en Dialectique marxiste el peasée structurale. Tables fundas, caracterizadas por ritmos mucho más lentos.
rondes üpropos des travauxd'Atihusser, Cahiers du Centre d'Etudes Socialistes, París, 1968, pp. 35-43.
4. Eric Hobsbawm, "From Social History to History of Society", en Daedalus, invierno de 1971 6. GeorgesDuby, "Les sotiétés medievales. Une approche d'ensemble", en ÁrmalesE.S.C., enero-
(Historical Studies Today): reseña en Ármales E.S.C., mayo-junio de 1972, p. 673.
fcbrero de 1971, pp. 1-13 (aquí, p. 3).
5. Lucien Febvre, op. cit., p. 39.
7. Ibid., p. 4.
292 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA

Reconocimiento, pues, de la irreductibilidad de los distintos niveles en


el estudio de una sociedad. El problema de la duración, de los ritmos
r LA HISTORIA SOCIAL

Esta manera de definir la historia social es sin duda la que predomina


actualmente. Ello nos plantea el problema de una confusión posible entre
293

diferentes que afectan a cada nivel de la vida social, aparece como la los dos sentidos que se asocian a una misma expresión, y nos obliga por
primera justificación —no la única, seguramente— de este principio me- eso a especificar claramente cuál será el contenido de las partes restantes
todológico. Difícil sería no recordar aquí las reflexiones de Fernand Brau- de este capítulo. Digamos desde ya que la historia social en el sentido de
del sobre los diferentes tiempos de la historia, aunque ya las hayamos síntesis global constituirá el objeto del capítulo IX de este manual. Trata-
mencionado anteriormente.8 Las proposiciones de Duby son, indudable- remos a continuación los aspectos siguientes:
mente, una invitación a la investigación. No hay la pretensión de adelan- — las relaciones entre la historia social vista como una especialidad
tar una teoría sobre lo que debiera ser la historia social como síntesis. Y y los datos de la historia económica
esto no es por cierto una debilidad, sino la prudencia propia de un histo- — los dominios principales de la historia social tomada en este sen-
riador experimentado. Nada sería más temerario que construir la teoría tido restringido: el estudio de la estructura social y de las estrati-
normativa de algo que aún está en vías de constitución. ficaciones, y el análisis de los movimientos sociales
— en fin, hablaremos brevemente sobre la historia de las mentalida-
2. El sentido más usual de la expresión des colectivas, elemento necesario de una historia social vista
como síntesis; además, muchos de estos estudios forman parte del
En los años treinta la mayor influencia sufrida por los historiadores en campo de la historia social en sentido restringido.
cuanto a metodología y técnicas de investigación y elaboración de datos
vino de parte de la economía, lo que, como es lógico, provocó un fuerte
B. Historia social y datos económicos
desarrollo de la historia económica. Es recién en el Congreso de Ciencias
Históricas de Roma, en 1955, cuando se plantea por primera vez de La historia social encuentra en los datos económicos una coordenada
manera sistemática una metodología de investigación referida al estudio de referencia indispensable. Ningún historiador podría negar hoy que la
de la estructura y las relaciones sociales, comparable a lo que fue la de la estratificación social, la constitución de los grupos humanos, la estruc-
historia de los precios en la historia económica. turación de las relaciones sociales entre grupos e individuos, puedan estu-
Así, a pesar de lo que planteaban Febvre y Bloch, se constituyó una diarse, siquiera comprenderse, sin tener en cuenta las bases materiales de
"historia social" que, justamente, es una especialidad más al lado de la la producción y distribución del excedente económico. Sin embargo, es
historia demográfica, económica, política, etc. Su objeto parece estar necesario precisar en qué forma la historia social utiliza los datos econó-
delimitado al "...estudio de grandes conjuntos: las clases, los grupos micos. Tres puntos, propuestos por Jean Bouvier, resumen con bastante
sociales las categorías socio-profesionales"'.9 O, como lo expresa Albert precisión el problema enunciado; a ellos agregaremos una reflexión de
Soboul:10 Adeline Daumard relativa al tiempo, a las duraciones."
La historia social no es solamente un estado de espíritu, ella quiere 1. Historia social y coyuntura económica
ser también una disciplina particular dentro del conjunto de las ciencias
históricas. En este sentido más preciso, aparece vinculada al estudio de La coyuntura aparece, según la expresión de Ernest Labrousse, como
la sociedad y de los grupos que la constituyen, en sus estructuras como el mar de fondo del escenario social. Esto no significa que la coyuntura
desde el ángulo de la coyuntura; en los ciclos como en la larga du-
ración. determine directamente lo social. En una crisis puede haber una situación
revolucionaria, o puede no haberla.12 Lo indiscutible es que la coyun-
8. Cf. Fernand Braudel, "La larga duración", en La historia y las ciencias sociales Alianza tura aclara, contribuye a la explicación de lo social.
Editorial, Madrid, 1970, pp. 60-106.
9. Jean Bouvier, "Histoire sociale et histoire économique", en L'histoire sacióle. Sources et 11. Seguimos aquí la presentación del tema en el artículo de Jean Bouvier citado en la nota 9. Sobre
méthodes, Presses Universitaires de France, París, pp. 239-250 (aquí, p. 239). las relaciones entre historia social e historia demográfica, cf. supra el cap. IV.
10. Albert Soboul, "Description et mesure en histoire sociale", en L'histoire sociale. Sources et 12. Cf. las observaciones sobre este tema de Ernest Labrousse refiriéndose a las revoluciones de 1789,
méthodes, pp. 9-25 (aquí, p. 11). 1830 y 1848: "Tres fechas en la historia de Francia", en Fluctuaciones económicas e historia social.
294 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA SOCIAL 295

¿Cómo viven la coyuntura los distintos grupos sociales? Un alza o una ber qué opinión tenían los hombres del medioevo de las jerarquías sociales,
baja de los precios no es la misma cosa para un obrero asalariado que para cuáles eran las de los contemporáneos sobre el alza de precios del si-
un empresario industrial. Las repercusiones sociales de la coyuntura están glo XVI, etc.
asi en el centro de atención de la historia social. Así pues, el análisis económico aisla una serie de factores, proporcio-
na una serie de datos, ilumina una serie de mecanismos. La historia social
2. Jerarquías sociales y base económica utiliza todo esto como punto de partida, y lo reorganiza en función de los
distintos grupos que componen la sociedad.
Enriquecimientos y empobrecimientos se encuentran, invariablemen-
te, entre las consecuencias sociales de la coyuntura económica. Cada 3. Dinámica social y poder económico
sociedad distribuye socialmente su excedente económico según las reglas
específicas, y es esta distribución la que fundamenta las jerarquías socia- Consideramos ahora el problema de las relaciones de fuerza entre los
les. Nadie reduciría, por otra parte, el estudio de las jerarquías sociales a su distintos grupos sociales. Nuevamente debemos advertir contra el econo-
sola base económica. En el comportamiento de un grupo social hay mu- micismo. En la base de la mayor parte de los conflictos sociales se encuen-
chos otros determinantes, además del interés económico. Sin embargo, el tran razones de tipo económico; sin embargo, ellas no explican la totali-
estudio de la base económica es el punto de partida indispensable. dad del conflicto ni su desarrollo. M Enriquecimientos y empobrecimien-
Un problema difícil, que se estudiará un poco más adelante, puede tos, ascensos y descensos en la pirámide social, serán temas de gran
plantearse ya desde ahora: ¿con qué criterios definir las clases sociales o importancia. ¿Cómo reacciona la burguesía industrial frente a la organiza-
estratos en que clasificamos a una población? No está aquí en cuestión el ción y las luchas obreras del siglo XIX? ¿Cuál es su influencia y su
decidir la validez de una teoría de las clases sociales, sino la decisión de en control en el aparato de estado? ¿En qué momento un grupo social alcan-
base a qué tipo de criterios conviene efectuar la distinción de clases o za el poder económico suficiente como para ejercer el poder político? ¿Qué
categorías sociales en un estudio histórico. Las alternativas son básica- alianzas y qué acuerdos se hacen y deshacen entre los diversos grupos en
mente dos. Una, la de adoptar una teoría determinada respecto de las el curso de las luchas sociales? La historia social sólo puede responder
clases, y someterla a una suerte de verificación histórica. Otra, que po- estos interrogantes recurriendo a los datos básicos del análisis económico,
dríamos denominar empírica, prefiere buscar la definición en la propia colocándolos en su propia perspectiva de estudio.
sociedad estudiada, considerando como anacronismo toda tentativa de
encontrar clases, por ejemplo, en una sociedad medieval —considerada 4. El problema de las duraciones
más bien una sociedad de "órdenes", o estamentos—. " La elección de
una teoría, teniendo en cuenta su eficacia explicativa, parece fundamen- Sin dejar de lado el estudio de los movimientos de corta duración, los
tal. El peligro de anacronismo es real. Sin embargo, debe evitarse una historiadores de la economía tratan de construir series largas, de estudiar
confusión: que los hombres de la sociedad feudal no pensaran en términos tendencias y ciclos que se extienden sobre muchas décadas, con frecuen-
de clases sociales, no implica que para volver inteligibles las relaciones cia aun sobre varios siglos. Ello es de utilidad para la historia social, a la
sociales feudales no podamos utilizar tal concepto. Sería lo mismo que que ofrece el marco y el sentido general de una evolución. Pero en el
pretender que no podemos estudiar los ciclos Kondratieff del siglo XVI, interior de tal marco, es necesario ubicar el ritmo específico de la evolu-
por el hecho de que la metodología para su análisis se concibió sólo hace ción de las estructuras sociales. Y, como lo expresa Adeline Daumard:15
pocas décadas; o porque, al tratarse de fluctuaciones de larga duración,
los contemporáneos no tenían conciencia de su existencia... Otro problema
—y aquí es donde puede surgir la posibilidad del anacronismo— es el de sa- 14. Ver por ejemplo: Katia M. de Queirós Mattoso, "Conjoncture et société au Brésil á la fin du
XVffle siécle: Prix et salaires á la veille de la révolution des Alfaiates", en Cahiers des Amengües
latines (serie Sciences de l'Homme), n.° 5, enero-junio de 1970, pp. 33-53.
15. Adeline Daumard, "Données économiques et histoire sociale", eTíRevueÉconomiqae, Armand
13. Cf. infra la parte C de este capítulo. Colin, n.° 1, París, enero de 1965, pp. 62-85 (aquí, p. 79).
"¿96 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA

...para el estudio de los hechos sociales, por lo menos en el estadio


actual de la investigación, los límites cronológicos deben ser más res-
tringidos. Es preciso considerar siempre el espacio de tiempo suscepti-
ble de ser percibido en el curso de la vida individual; período que
corresponde, ya a la vida activa y lúcida —es decir, cuarenta a cin-
cuenta años en promedio—, ya a la duración de tres generaciones, o
sea un siglo aproximadamente, puesto que cada individuo se beneficia
r LA HISTORIA SOCIAL

— Fuentes electorales, entre las cuales figuran esos incompara-


bles catálogos de notables que constituyen las listas censitarias
— fuentes fiscales, entre las cuales las listas nominativas del im-
puesto directo; completadas, aclaradas por los archivos del
registro y litigios, como por la información capital que se pue-
de obtener de los documentos notariales, permiten, en una
circunscripción geográfica limitada —una ciudad, por ejem-
plo— reagrupar a la vez, profesionalmente, todos los elemen-
297

de la experiencia de sus padres, y participa de la de sus hijos. En los


países cuya evolución es más lenta, si las tradiciones ancestrales se tos de la burguesía; estas mismas fuentes permiten también un
perpetúan durante mucho tiempo sin cambiar, tal vez habría que elegir bosquejo, por grupos, en el interior de la profesión o en el
un lapso de tiempo más amplio, pero ello no cambia los datos del conjunto de la ciudad, del escalafón de las fortunas
problema: el cuadro normal de la historia social se vincula a un ritmo — fuentes demográficas que, más ampliamente que las preceden-
ligado al estado biológico y a la civilización que caracterizan al ambien- tes, harán descubrir la distribución profesional de la población.
te estudiado. A éstas, agregaremos la importante información, proporciona-
da por los registros de los censos militares, sobre la profesión
de los conscriptos y de sus padres; y —por ahora como fuente
C. Estructura social y estratificación complementaria—los expedientes "profesionales" de particu-
lares o de funcionarios, susceptibles de aportar, sobre la profe-
sión como sobre la sociedad, un testimonio de riqueza poco
1. Ernest Labrousse y los comienzos de la cuantificación sistemática en usual.
historia social
En la misma línea indicada por Labrousse, y utilizando los tipos men-
En una famosa ponencia presentada al X Congreso Internacional de cionados de documentos, sus discípulos Francois Furet y Adeline Dau-
las Ciencias Históricas (Roma, 1955), Ernest Labrousse lanzó las bases de mard se dedicaron al estudio de la sociedad parisiense en los siglos XVIQ
lo que sería una historia social cuantificada, aunque limitándose a uno
y XIX, perfeccionando los métodos de tratamiento cuantitativo. Las fuen-
de sus aspectos —fundamental, por cierto—: la historia de la burguesía tes que les permitieron obtener los resultados más interesantes fueron, las
occidental entre 1700 y 1850.16 Planteando el principio de que una de- de los archivos notariales (contratos de matrimonio, testamentos, etc.),
finición de la burguesía debería ser el resultado y no el punto de partida los inventarios de los bienes de personas muertas, los registros de las
de la investigación, sugirió que se la llevara a cabo en el marco de una declaraciones de sucesión. Sus esfuerzos se orientaron sobre todo a esta-
actividad internacional coordinada, estudiando los aspectos siguientes, blecer una estratificación social según las profesiones y las fortunas, a
respecto de todas las categorías que se sospechara fuesen pertenecientes a percibir el juego de las alianzas y de la movilidad geográfica (migraciones)
la burguesía: y social. En América latina, aunque existen a veces fuentes análogas a las
— recuento y clasificación por profesión indicadas por Labrousse, sólo conocemos un intento reciente de respuesta
— estudio de la jerarquía en el interior de la profesión al llamado hecho en Roma, y tal intento se frustró por razones que nada
— comparación de las profesiones, para establecer la jerarquía exis- tienen de científicas.I8
tente entre ellas En la actualidad, muchas investigaciones de historia social utilizan los
— establecimiento de jerarquías fuera de los cuadros profesionales. métodos cuantitativos y la computación, y ello no solamente para el
Para alcanzar tal resultado preliminar —es decir, esencialmente una estudio de la estratificación social. Así, Gilbert Shapiro analiza los cahiers
estratificación socio-profesional—, Labrousse indicaba tres grandes cate- de doléances de los Estados Generales de 1789; Régine Robín publico
gorías de fuentes:" 18. María Yedda Untares, Levantamento e análise de fontes para urna historia social urbana. Rio de
Janeiro (1800-1930), proyecto de investigación aprobado por el Conselho de Pesquisas da Universidade
16. Ernest Labrousse,'' Voies nouvelles vers une histoire de la bourgeoisie ocddentale aux XVIIIéme Federal do Rio de Janeiro en 1968, e interrumpido en 1969 por la oleada de represión lanzada en los
et XLXéme siécles (1700-1850)", en X Congresso Interntaionale di Scíeme Storiche (Roma, 4-11 ambientes universitarios por el gobierno militar de Brasil. La profesora ünhares trabaja actualmente en
setiembre 1955), Relazioni, rol. IV: Storía Moderna, Sansoni, Florencia, 1955, pp. 365-3%. una investigación basada en listas electorales de Rio de Janeiro, cf. " As listas eleitorais do Rio de Janeiro
17. /*«/., p. 372. no sáculo XIX, Projeto de classificacao sócio-profissional", en Caravelle, n.° 22, 1974, pp. 41-67.
298 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA SOCIAL 299
recientemente un libro basado en el mismo tipo de fuentes. Charles Tilly Las fuentes utilizadas fueron los contratos matrimoniales conservados
investiga las revoluciones y movimientos populares en Francia entre 1830 en los archivos de los notarios de París, relativos al año 1749. Este fue un
y 1960 (el 100% para 1830-1860 y 1930-1960 y muestras para 1861- año de paz, que puede ser considerado típico desde el punto de vista de la
1929), dividiéndolos en dos grupos, que comprenden respectivamente: nupcialidad; los 2.597 contratos que se conservan representan el 60,9%
1.200 movimientos, respecto a cada uno de los cuales se retienen 25 del número total de casamientos. Dos problemas previos se plantean en
variables; y 550 movimientos, estudiados mucho más a fondo. El mismo cuanto a tal tipo de fuente: 1) la frecuencia con que se establecían contra-
autor, en colaboración con Edward Shorter, investiga las huelgas en tos notariales de matrimonio, con relación al número de casamientos;
Francia (1830-1960): son 36.000 huelgas, y para cada una son examina- 2) la cantidad de contratos conservados, en comparación con el total de
das 15 variables. Podríamos citar también numerosos estudios de estruc- los contratos establecidos. La representatividad de la documentación de-
tura y estratificación social —además de los de Furet y Daumard, de los penderá de la respuesta que se pueda dar a tales preguntas. El defecto
que volveremos a hablar—, llevados a cabo con recurso a la computación, principal de los contratos matrimoniales como fuente para el estudio de
como los de H. J. Dyos, Merle Curtís, S. B. Warner, S. Thernstrom, la estructura social en su conjunto, consiste en que la parte más pobre de la
etc.19 población se casaba sin contrato notarial, ya que éste tenía como finalidad
Sin embargo, en historia social como en la historia en general, el el arreglo de las cuestiones relativas a los bienes de los cónyuges. Por ello,
método cuantitativo tiene sus límites. Dice al respecto Adeline Daumard, Robert Mandrou impugnó hasta cierto punto la elección de Daumard y
en la introducción de su tesis:20 Furet, considerando que hubieran debido tomar más bien los inventarios
post mortem, que permiten obtener una muestra más completa de la
Por una parte, todos los grupos no pesan de la misma manera en la
sociedad; los grupos dominantes, perdidos en una estadística de con- población.22 Pero se trata de una investigación pionera, cuyo valor reside
junto, deben ser estudiados de manera más profunda que la masa; si es esencialmente en la experimentación de métodos nuevos.
necesario, yendo hasta el examen del caso individual. Esto, en reali- Los datos contenidos en los contratos matrimoniales utilizados, al
dad, no contradice el método general, ya que el caso típico solo asume proveer informaciones abundantes sobre profesiones y/o posición social,
todo su valor cuando se lo compara con el conjunto. Es necesario
insistir más sobre la importancia de la "documentación cualitativa". niveles de fortuna, orígenes familiares y elección del cónyuge y de los
El conocimiento de los testimonios de toda especie es indispensable, testigos, posibilitaron un estudio de las estructuras sociales basado en la
pues solamente ellos pueden aclarar las estadísticas y datos cuantitati- profesión y/o el status social (importante en una sociedad que reconoce
vos que han sido reunidos. Además, en muchos dominios, son los estamentos jurídicamente definidos, que distingue entre nobles y no no-
únicos que pueden proveer una respuesta a las preguntas del histo- bles) como en la fortuna, y el análisis de relaciones sociales de gran impor-
riador.
tancia. El criterio fundamental para la clasificación de los datos consistió en
2. Un ejemplo de estudio consagrado a las estructuras y relaciones tomar como base, más que la profesión, el status socio-profesional. Vea-
sociales mos ahora, rápidamente, los procedimientos empleados en cada una de
ks tres partes del trabajo.
Tomaremos como ejemplo el trabajo de Adeline Daumard y Francois 1.° Estudio de la "fisonomía social". — Como paso previo, los
Furet, Estructuras y relaciones sociales en París a a mediados del siglo autores buscaron definir los niveles socio-profesionales que deberían ser-
XVIII. 2> Lo que nos interesa es principalmente el aspecto metodológico vir de marco clasificatorio; se trataba, no de reunir en una misma catego-
y técnico de ese estudio, más que los resultados y conclusiones respecto al ría a todos los elementos ligados a la misma profesión, sino de establecer
caso específico estudiado. categorías, cada una de las cuales reuniera los elementos cuyo status
social o socio-profesional fuese semejante, o relativamente homogéneo
19. Cf. Edward Shorter, The Historian and íhe Computer. A Practica! Guide, Prenticc-Hall, Engle-
wood Cliffs (New Jersey), 1971, pp. 19-25.
(nobleza, negociantes, maestros de las corporaciones, empleados, solda-
20. Adeline Daumard, Les bourgeois de París au XlXe siecle, Flammarion, París, 1970, pp. 9-10.
21. Adeline Daumard y Francois Furet, Stntctures et relations sociales a París au milieu du XVIlle 22. Robert Mandrou, La France aux XVHe et XVIlle síteles, Nouvelle Clio, n.° 33, Presses
siecle, Cahiers des Ajínales, n.° 18, Armand Colin, París, 1961. Universitaires de France, París, 1967, p. 255.
300 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA SOCIAL 301

dos y suboficiales, domésticos, etc.). Es esencial, para obtener resultados fortuna de las categorías socio-profesionales: estas últimas fueron dispues-
de algún interés, un conocimiento lo suficientemente profundo de la tas en una columna vertical, mientras que en sentido horizontal se ponían
sociedad estudiada como para saber elegir categorías adecuadas. las gradaciones de fortuna (en libras tornesas). Los datos relativos a las
En seguida fue elaborado un cuadro destinado a evaluar el nivel de fortunas provenían de las estimaciones hechas por los notarios e incluidas
en los contratos matrimoniales, o fueron calculadas según las indicaciones
Nivel de fortuna (en libras) de los contratos sobre bienes inmobiliarios, rentas, oficios, etc.; es evi-
O 200 500 2.000 10.000 20.00050.000200.000500.000 2 M. dente que tales cálculos suponen un margen de error a veces considerable.

lü^n""1
100 | 300 | 1.000 | 5.000 | 1 B.OOOJ^ __^, Los casos imposibles de evaluar fueron puestos aparte.
T
CORTE GLOBAL DE LAS FORTUNAS
El paso siguiente estuvo constituido por la elaboración de histogra-
mas: en sentido horizontal, las gradaciones numéricas relativas a los
Casos indeterminados
niveles de fortuna; en sentido vertical, el número de casos ofrecido por
los contratos. Tales histogramas fueron construidos, en primer lugar, para
el corte global de las fortunas, y en seguida para cada categoría socio-
profesional; en todos ellos, los casos cuya evaluación resultó imposible
fueron agrupados en un bastón a derecha de cada gráfico, ya que cons-
tituyen un dato importante para tener una idea del grado de representati-
vidad de las distribuciones obtenidas. Los autores trataron también de
JORNALEROS (Compagnons gagne-denier)
separar gráficamente los casos en que se conoce el aporte tanto del marido
como de la esposa, de aquellos en que sólo el aporte femenino se encuen-
tra indicado (cada bastón del histograma comprende en negro la superficie
relativa a los casos del primer tipo, y en rayas la que corresponde a los
demás casos); además, bajo la línea horizontal de cada histograma, se
computaron —en las columnas correspondientes— los casos en que fue
imposible estimar el valor de bienes inmobiliarios u oficios mencionados
en los contratos. La figura 51 reproduce algunos de los histogramas (de
un total de 18).
Los procedimientos resumidos arriba —a condición que las categorías
socio-profesionales hayan sido bien establecidas y que las fuentes sean
bastante completas y representativas— permiten un conocimiento global
de la gradación de fortunas en la sociedad estudiada, y sobre todo compa-
raciones de sumo interés entre las diversas categorías socio-profesionales.
En estudios dedicados a todo un período, y no solamente a un año
dado, será interesante comparar los histogramas relativos a la distribución
PEQUEÑOS ARTESANOS de las fortunas en épocas distintas (Cf. la figura 52).

2.° La actividad profesional y la originalidad de los barrios. — Los


autores quisieron, en esta parte de su trabajo, dar una idea de la actividad
Figura 51.— La fortuna de las familias profesional de París en su conjunto, y establecer a continuación una
FUENTE: Adeline Daumard - Francois Furet, Structure et relations sociales a París au XVIIIe siéck topografía social de la ciudad, a través del estudio comparativo de las
París, 1961, p. 21. (Reproducción parcial.) gradaciones de fortuna de los hogares según los barrios.
LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA SOCIAL 303
302
En cuanto al primer punto, elaboraron un cuadro relativo a la reparti- niveles de fortuna de los hogares (figura 53). Ello permite el estudio
ción profesional de las personas cuya profesión mencionaban los contratos comparativo de las fortunas de barrios populares, comerciales, aristocráti-
de matrimonio, organizándolo en tres columnas: 1) sectores de actividad cos, etc. El estudio hecho a partir de los histogramas mencionados fue
(a veces con subdivisiones): alimentación, construcción y muebles, fabri- complementado por algunas comparaciones de los barrios: 1) respecto a
cación y venta de telas, ejército, etc.; 2) número de casos; 3) porcentaje. las fortunas según las categorías socio-profesionales; 2) respecto a la
También en este caso, el valor del cuadro depende de que se elijan secto- cantidad de empleados domésticos que mencionan los contratos.
res de actividad que reflejen efectivamente la estructura económica y 1.000 10.000 100.000 1M.
profesional de la sociedad estudiada, como de la representatividad de la 1
documentación. Una investigadora brasileña intentó el análisis de la re- ST ROCH
LA MADELEINE
partición profesional en Río de Janeiro durante el siglo XIX, utilizando LAVILLEL'EVÉQUE
otro tipo de fuente: los almanaques publicados por ciertas empresas u
organismos en diversas ocasiones.2}
Por lo que hace a la topografía social de París en 1749, se la represen-
tó a través de histogramas —uno para cada barrio— que indicaban los
Monto de las feJrtunas
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rH 50100 200 ' 300 ' 400 500 '
51DO 4 DO 3DO 21DO 10050 D

15.000 J número de decesos de adultos número de decesos de adultos .15.000


10.000 J . 10.000
número de sucesiones número de sucesiones _ 5.000
5.000_ declaradas tt
Pl declaradas .0
0_

Figura 52.—Pirámide general de las fortunas en 1820 y 1847


FUENTE: Adeline Daumard, Les bourgeois de París au XlXe siecle. Flammarion, París, 1970. Nivel de fortuna (en libras)
pp. 370-371.
Figura 53.— fortunas de las familias según barrios
23. María Bárbara Levy, Aspectos da Historia Demográfica e Social do Rio de Janeiro, ponencia
FUENTE: A. Daumard - F. Furet, op. cit., p. 52.
mimeografiada, París, 1971.
304 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA SOCIAL 305

3.° Orígenes familiares y contactos sociales. — La última parte del que acabamos de examinar. Lo mismo ocurrirá con muchos tipos de
trabajo está dedicada al análisis de los orígenes geográficos y familiares de trabajos sobre la estructura social, así que nos conviene examinar los
los cónyuges, de la movilidad social, de los contactos sociales, de la principios fundamentales de construcción de dicha clasificación. Además,
permeabilidad de los grupos socio-profesionales, etc. ésta tiene la ventaja de que puede tomar la forma de una codificación
El primer cuadro elaborado se destina a la comparación entre el status socio-profesional, cosa necesaria si se quiere trabajar con computadora, o
socio-profesional de los hijos y el de sus padres, además de determinar si con cualquier especie de cuantificación sistemática.
estos últimos eran de París o provinciales. Para ello, se disponen tanto en La cantidad de aspectos que serán tomados en cuenta para establecer
sentido vertical (hijos) como horizontal (padres) las categorías socio- las categorías, y el detalle de las divisiones y subdivisiones adoptadas,
profesionales, y, además del dato global, se consideran dentro de cada dependerán básicamente de dos factores: 1) la riqueza de la documenta-
categoría dos subdivisiones (padres domiciliados en París — padres domi- ción disponible; 2) las finalidades de la investigación. También es preciso
ciliados fuera de la capital). El cuadro fue establecido en porcentajes. estar muy atento a las posibles variaciones entre regiones, y entre los
Permite examinar la importancia de la inmigración provincial en París, y medios urbanos y rurales; finalmente, debe recordarse que la validez de
comparar la posición social de padres e hijos, viendo en qué proporción una clasificación socio-profesional es relativa a una situación dada de las
hubo una continuidad a este nivel, u ocurrió un cambio de status de una estructuras sociales: al cambiar dichas estructuras, se hace necesario
generación a otra. construir una nueva clasificación. El cuadro 17 compara por ejemplo, para
Otro cuadro fue construido, también en porcentajes, para el análisis Francia, la codificación usada actualmente por el instituto francés de
de la elección de la esposa, que puede ser un factor de ascensión social (o estadísticas y estudios económicos (I.N.S.E.E.), con las que propuso Adeli-
la confirmación de una ascensión anterior), y un indicador de los contac- ne Daumard para los siglos XVIII y XIX.24 Estas últimas son válidas
tos entre grupos sociales. En columna vertical se dispusieron las catego- principalmente para las estructuras sociales urbanas que se han estudiado a
rías relativas al status social de los maridos, y en sentido horizontal las través de registros notariales, y más que todo para la región parisiense;
mismas categorías relativas a las esposas (o a los padres de éstas). Se por otra parte, en el cuadro no se incluyen las subdivisiones de cada
especifican los números de casos conocidos. categoría.
El último cuadro, igualmente en porcentajes, compara el status social La codificación o clasificación socio-profesional se hace para ubicar en
de los testigos de la boda (columna vertical) y el del contrayente masculi- categorías poco numerosas (aunque en su interior se puedan establecer
no (en sentido horizontal). También se toma en cuenta: en la parte subdivisiones) a los individuos para los cuales proveen datos las fuentes que
superior del cuadro, el número de contratos, y el número total y prome- se han utilizado. En su elaboración se puede o no incluir la población
dio de testigos por casamiento (el número medio de testigos por boda no activa.
aumenta según se eleva la categoría social del novio); en la parte inferior, La elaboración de clasificaciones socio-profesionales no está muy ex-
se ofrecen datos sobre la proporción de nobles en el porcentaje total, y tendida en los estudios históricos latinoamericanos. A título de ilustra-
respecto a la proporción de testigos que ejercen la misma profesión que el ción, reproducimos la que utilizó en su tesis María Luiza Marcílio, quien
contrayente. La elección de los testigos permite observar los vínculos adoptó la distinción de Colín Clark en tres sectores de actividad: prima-
sociales, el grado de cohesión y permeabilidad de las distintas categorías rias, secundarias y terciarias.25
socio-profesionales, y en ciertos casos puede constituir un indicio de ascen- Veamos, para terminar, los aspectos que deben tenerse en cuenta,
so social; en otros, puede sencillamente expresar, por ejemplo, el paterna- según Jacques Dupáquier,26 al elaborar una codificación socio-profesio-
lismo o la condescendencia de un superior respecto a sus subordinados. nal:

3. La clasificación socio-profesional 24. Cf. Jacques Duptquier, "Problémes de la codification socio-professionelle", en L'histoire so-
ciale. Sources et métbodes, pp. 157-167.
25. Maria Luiza Marcflio, La ville de SSo Paulo: Peuplement et fopulalion, 1750-1850, Université
Como ya hemos visto, la elaboración de una clasificación socio-profe- deRouen, Rouen, 1968, pp. 152-154.
sional constituyó un paso previo en la investigación de Daumard y Furet 26. Jacques Dupaquier, art. cit., pp. 164-166.
20.-MÉTODOS
306

Número de Siglo XVIII


código (A. Daumard)

0
LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA
Cuadro 17.— Francia (siglos XVIII-XX):
socio -profesionales

Agricultores
Siglo XIX
(A. Daumard)

Agricultores
tres codificaciones

Siglo XX
(I.N.S.E.E.)

Agricultores
que dirigen una
explotación
r LA HISTORIA SOCIAL 307

El sector de actividad (población activa): agrícola, industrial, y de


servicios; en el interior de cada sector, subdivisiones adecuadas a las
peculiaridades de las estructuras socioeconómicas en cuestión.
Las actividades individuales, es decir las profesiones, tomando en
cuenta la formación y la especialización individuales.

Cuadro 18.— Repartición de la población activa de SSo Paulo según


actividades productivas (1776, 1798, 1836)
Jornaleros y Trabajadores Asalariados
1 obreros de manuales y obreros agrícolas
las ciudades de las ciudades
I. Actividades primarias
Domésticos y Patronos de la
2 Domésticos personal de industria y del Agricultores (agricultores)
servicio comercio Labradores (lavradores)
Pescadores (pescadores)
Empleados al Profesiones liberales Ganaderos (criadores)
3 Empleados servicio de empresas y altos funcionarios
privadas [Públicos y privados] II. Actividades secundarias
Funcionarios de Artesanos (artistas)
Posición intermedia Posición intermedia nivel medio
4 entre el asalariado y entre el asalariado y [Públicos y Carniceros (acougueiros)
el maestro artesano el patrono privadosl Panaderos (padeiros)
Talabarteros (seleiros)
Patronos de la Patronos Empleados Ladrilleros (oleiros)
5 industria y del Sombrereros (chapeleiros)
comercio Carpinteros (carpinteiros)
Zapateros (sapateiros)
Servicio público Obreros
Costureras (costureiras)
6 Servicio del rey
Ebanistas (entalhadores)
Hojalateros (latoeiros)
Fundidores (fundidores)
-, Profesiones ligadas Profesiones liberales Personal de servicio Herreros (ferreiros)
a las artes liberales
Jardineros (jardineiros)
Fabricantes de guitarras (violeiros)
Clero secular Diversos Otras categorías Albañiles (pedreiros)
Herradores (ferradores)
Carpinteros (de banco) (marcénenos)
Diversos Sin profesión Personas no
.activas Mineros (mineiros)
Orfebres (ourives)
(Se debe notar que no hay necesariamente correspondencia horizontal entre Pintores (pintores)
las categorías de las tres codificaciones.) Aserradores (serradores)
FUENTE: L'histoire sacíale. Sources et méthodes, Presses Universitaires de France, París, 1967, Sastres (alfaiates)
p. 161. Tejedores (ieceldes)
LOS LA HISTORIA SOCIAL 309
308 MÉTODOS DE LA HISTORIA
u!. Actividades terciarias Otros servicios:

Barberos (barbeiros)
A. Profesiones liberales Peluqueros (cabelereiros)
Dependientes (caixeiros)
Abogados (advogados)
Jornaleros (jornaleiros)
Cirujanos y médicos (cirurgioes e médicos)
Arrendadores de diezmos (dizimeiros)
Músicos (músicos) [Sin profesión:]
Notarios (tabeliaes)
Farmacéuticos (boticarios) Mendigos (vadios, esmolas)
Aventureros (aventureiros)
B. Iglesia Indeterminados

Capellanes (cápeteles)
Clero regular (clero regular) (Reproducimos exclusivamente las categorías, sin incluir los datos nu-
Clero secular (clero secular) méricos.)
Monaguillos (coroinhas)
FUENTE: María Luiza Marcflio, tesis citada, pp. 152-154.
Religiosas recluidas (recolhidas)
Sacristanes (sacristdes)
Tonsurados (tonsurados)
El status social, respetando las particularidades de la sociedad estudia-
C. Administración civil da: habrá que distinguirlo según diversos criterios (grado de autonomía o
dependencia; utilización o no de empleados y categorías de éstos; even-
Escribientes (escritMes) tualmente, vínculos con el aparato estatal o con la Iglesia, etc.).
Conserjes (porteiros)
La clasificación jurídica, en aquellas sociedades que admiten tal clasifi-
Funcionarios de justicia (alcaides)
Carceleros (carcereiros) cación: sociedades esclavistas; sociedades "estamentales" de anden ré-
Escribanos (meirinhos) gime; las "castas" de Hispanoamérica, etc.
Maestros de primeras letras (professores de primeiras letras) El nivel de ingresos, conocido en general a través de las fuentes
Magistrados y funcionarios (magistrados e funcionarios) fiscales: el problema más interesante será en este caso, el criterio que
Tropa pagada (tropa paga) servirá para definir las categorías (discreto o continuo; tomando la cate-
Oficiales militares (capiiSes, sargentos, etc.) goría más baja como punto de referencia; utilizando promedios, etc.).
Profesores (lentes) El nivel de fortuna, estudiado frecuentemente a través de los testa-
mentos o de los inventarios post mortem.
D. Comercio La situación familiar: estado civil y número de hijos (todos los hijos, o
Taberneros (taverneiros, vendeiros) sólo los que siguen bajo la dependencia de los padres).
Buhoneros (máscales) La edad, codificada en número de años, de preferencia al uso del año
Comerciantes (mercaderes) de nacimiento.
Negociantes (negociantes) El origen geográfico, lo que permite evaluar la importancia social de
las migraciones internas.
E. Transporte Otros elementos de explotación posible, según la riqueza de las fuen-
tes y las finalidades de la investigación: grado de instrucción, práctica
Carreteros (carreteiros)
Muleros (tropeiros, condutores) religiosa, fidelidades políticas, etc.
310 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA SOCIAL 311

4. Un problema teórico: ¿clases, estamentos o castas? de una clase sin conciencia de sus intereses (clase en sí) y de una clase con
conciencia (clase para sí), afirmando que sólo al encontrar una clase con
Desde la antigüedad la alusión a la diferenciación social, es decir a conciencia de sus intereses podía hablarse de una clase plenamente consti-
algún ordenamiento jerárquico (de naturaleza no biológica) entre los dis- tuida; dicha conciencia, además, puede desarrollarse exclusivamente en
tintos grupos que componen una sociedad, es manifiesta. Textos como la función de la lucha de clases. En las sociedades precapitalistas sólo la clase
Odisea o el Antiguo Testamento mencionan fenómenos como "pobres y dominante aparece como una clase para sí, lo que explica que las revolu-
ricos'', ' 'gente que trabaja y gente que no trabaja'', "libres y esclavos", ciones eran entonces "revoluciones de minorías".30
etc.27 Pero será el pensamiento racionalista de los siglos XVIII y XIX el que Otra manera de enfocar el problema de las jerarquías sociales es el
sistematizará el conocimiento y la explicación de dicha jerarquización social análisis en términos de estratificación social. Para evitar confusiones debe
con el concepto de clase social. El propio Marx, al convertir el concepto en notarse que el vocablo "estratificación" se usa habitualmente en dos
pieza fundamental de su sistema teórico reconoció haberlo tomado de dos sentidos: uno, para aludir a cualquier sistema de jerarquías sociales (se
vertientes diferentes: 1) la obra de historiadores como Thierry y Guizot; hablará en este caso de "estratificaciones de castas", "de estamentos",
2) la economía política clásica, y especialmente Ricardo.28 "de clases", etc.); otro, el que explicaremos a continuación.
La concepción marxista de las clases sociales parte esencialmente de la La primera teoría importante sobre la estratificación es la de Max
situación de grandes grupos de personas con respecto a la propiedad o no Weber (1864-1920). Este autor parte de la distinción analítica de tres
de los medios de producción. Pero estas relaciones sociales (llamadas por dimensiones de la jerarquización social: el poder económico (estratifica-
Marx relaciones de producción) no se entienden en un sentido meramente ción en "clases"); el peder político (estratificación en "partidos"); y el
formal (el de propiedad jurídica), sino que aparecen vinculadas a un cierto honor social o prestigio (estratificación en "estamentos"). En una socie-
tipo de división social del trabajo y a un cierto estado de evolución de las dad dada puede que la estratificación sea resultado de las tres dimensiones
fuerzas productivas. Es decir, el concepto de clase social sólo se entiende señaladas, o que predomine alguna de ellas. De hecho, en su análisis del
en el contexto de un modo de producción dado.29 Por otra parte, al capitalismo, Weber consideró que el aspecto económico se volvía cada vez
distinguir las clases sociales de una sociedad determinada, con los crite- más relevante y que, en consecuencia, la estratificación en "clases"
rios ya mencionados, sólo se sitúan los grupos fundamentales o más tendía a desplazar a la estratificación en "estamentos". Esta idea aparecía
relevantes para explicar el funcionamiento y desarrollo de dicha sociedad. vinculada a una concepción del capitalismo heredada de las teorías circu-
Toda una serie de grupos y categorías sociales pueden escapar a la clasifi- lacionistas de la Escuela Histórica Alemana, es decir la identificación del
cación en clases. Esta última se interesa por distinguir grupos reales, es capitalismo con "economía de mercado".31
decir agrupaciones que por su posición en la estructura productiva ten- La sociología funcionalista norteamericana considera a las estratifica-
drán una conducta social de algún modo común y en cierta forma prede- ciones sociales como el resultado de la necesidad de una distribución de
cible. Como las clases sólo se entienden en el contexto de un modo de funciones en las sociedades. Aparece así frecuentemente —al menos en el
producción, es más apropiado hablar de estructura de clases. Las relacio- funcionalismo ortodoxo— una identificación entre lo necesario y lo exis-
nes entre las clases serán entonces relaciones de dependencia o de subor- tente, considerando, según un criterio tautológico de validación, que todo
dinación. Las clases poseedoras serán invariablemente clases dominantes y lo que existe es necesario.32 Vistas como el resultado de esa necesidad,
las desposeídas, clases dominadas. Otro problema importante es el de la
30. Marx no escribió ninguna obra específica desarrollando el concepto de clase social, pero en casi
conciencia de clase, es decir, la percepción de los intereses de una clase todos sus estudios hay referencias a él. La principal obra de Lenin sobre el tema es "Una gran iniciativa",
en el seno de una estructura social determinada. Marx distinguió el caso en Obras Escogidas, vol. III, Moscú, 1948, p. 612. Exposiciones sistemáticas de la teoría marxista de las
clases se encuentran en la obra de Ossowski, ya citada, y en G. Gurvitch, El concepto de clase social de
27. Cf. Stanislaw Ossowski, Estructura de clases y conciencia social, trad. de M. Bustamante Ortiz. Marx a nuestros días, Buenos Aires, 1957.
Ediciones Península, Barcelona, 1969, caps. 1, 2 y 3. 31. Cf. Max Weber, Economía y Sociedad, Fondo de Cultura Econórnica, México-Buenos Aires,
28. Karl Marx, carta a J. Weydemeyer del 5 de marzo de 1852, en Marx-Engels, Obras Escogidas, 1974, en especial el t. I, pp. 242-248; para una exposición sistemática, cf. Gurvitch, op. cit., y Julien
t. H, Ed. Progreso, Moscú, 1971, p. 453. Kreund, Sociología de Max Weber, Editorial Península, Barcelona, 1968.
29. Para las definiciones de los conceptos de fuerzas productivas, modo de producción y relaciones de 32. Cf. Sergio Bagú, Tiempo, realidad social y conocimiento. Propuesta de interpretación, Siglo
producción, cf. infra el cap. IX. XXI, Buenos Aires, 1970, pp. 120-122.
312 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA SOCIAL 313

las estratificaciones se definirán como la distribución desigual de derechos común: la de que la estratificación social es el resultado de las gradacio-
y obligaciones en una sociedad dada, y el prestigio diferencial de las nes de un continuum. No se trata, como en el caso de las clases sociales,
distintas posiciones .constituirá la base de la jerarquización.33 Así pues, de una dicotomía tajante entre propietarios y no propietarios de los me-
en la corriente funcionalista que domina en la sociología norteamericana dios de producción fundamentales, sino de gradaciones de una misma
el prestigio social atribuido a las distintas posiciones y roles de la estructura variable: quienes tienen mucho o poco ingreso; quienes tienen prestigio
social es el criterio básico de la estratificación social. alto, prestigio intermedio o prestigio bajo, etc.36
Recientemente, el sociólogo mexicano Rodolfo Stavenhagen, ha pro- Otro problema vinculado a las estratificaciones sociales es el del tipo
puesto otro enfoque del problema de la estratificación: de criterio que se toma como base para efectuarlas. Notemos desde ya que
los criterios dependerán de las hipótesis del investigador, lo mismo que la
Las estratificaciones representan, la mayoría de las veces, lo que
podríamos llamar fijaciones o proyecciones sociales, con frecuencia categorización dentro de cada criterio. De esta forma, si estamos clasifi-
incluso jurídicas y, en todo caso, psicológicas, de ciertas relaciones cando a los individuos según el ingreso, los cortes en la variable, que
sociales de producción representadas por las relaciones de clases. En determinarán qué se considera como un alto o bajo ingresó, dependerán
estas fijaciones sociales intervienen otros factores secundarios y acceso- enteramente del investigador. Existen estratificaciones basadas en crite-
rios (por ejemplo, religiosos, étnicos) que refuerzan la estratificación y rios subjetivos, es decir, evaluaciones del prestigio que tiene una posición
que tienen, al mismo tiempo, la función sociológica de "liberarla" de
sus ligas con la base económica; en otras palabras, de mantenerla en determinada, según la opinión del individuo que la ocupa, del investiga-
Vigor aunque cambie su base económica. En consecuencia, las estratifi- dor, o/y otros miembros de la sociedad estudiada; y estratificaciones
caciones pueden ser consideradas también como justificaciones o racio- basadas en criterios objetivos, es decir, datos que como el ingreso, la
nalizaciones del sistema económico establecido, es decir, como ideolo- educación, el lugar y tipo de residencia o la etnia no dependen de las
gías. Como todos los fenómenos de la superestructura social, la estra-
tificación adquiere una inercia propia que la34mantiene aunque las con- opiniones individuales. A menudo suelen combinarse criterios objetivos
diciones que la originaron hayan cambiado. y subjetivos.37
Por último, debemos notar que la unidad de análisis de las estratifica-
-La estratificación social se concibe entonces como un elemento funda- ciones es el individuo y no el grupo social (como era el caso con las clases
mentalmente ideológico, como un fenómeno de superestructura, que se sociales); o más bien los status (posiciones) de los individuos en la estruc-
origina en las relaciones de clase y que también actúa sobre ellas, pero tura social. (Los sociólogos funcionalistas hablarán a menudo del ' 'com-
que conserva una dinámica propia. Esto hace que muchas veces las estra- plejo status-TÓl".) Esto implica que si las clases apuntaban a distinguir
tificaciones aparezcan cristalizadas, o fosilizadas, sin corresponder ya a las grupos reales, las estratificaciones se manejan más bien con categorías
realidades de clase que les dieron origen.35 estadísticas o estratos, es decir, un sistema de jerarquías representado por
Tanto Weber como los sociólogos funcionalistas norteamericanos un continuum de status individuales.
consideran a las estratificaciones como una alternativa al análisis en tér- Aunque el análisis en términos de estratificación social tomando como
minos de estructura de clases según el esquema marxista. Si el análisis de criterio básico el prestigio es casi exclusivo de la sociología funcionalista,
Weber es mucho más rico y matizado que el del funcionalismo, ambas debemos notar el intento reciente, del historiador francés Roland Mous-
perspectivas tienen, en sus conceptualizaciones, una importante idea en nier, de hacer una presentación histórica del tema.38 El resultado no pue-
de ser calificado de brillante, pero es necesario tenerlo en cuenta. Mous-
33. Davis-Moore, "Some Principies of Social Stratification", en American Sociológica! Review, nier adopta la perspectiva teórica del funcionalismo norteamericano, y
febrero de 1945. decide efectuar una tipología de las sociedades de "órdenes" (o esta-
34. Rodolfo Stavenhagen, Las clases sociales en las sociedades agrarias, Siglo XXI, México, 1970,
p. 39.
35. Un ejemplo de esto son las conocidas discusiones entre Mousnier, Soboul y Labrousse, en el 36. Esta distinción de las teorías sobre clases y estratificación según modelos dicotómicos y de
Coloquio de la École Nórmale Sapérieure de Saint-Cloud (mayo de 1965), sobre la acción de las clases y gradación aparece en Ossowski, op. cit., parte I.
los estamentos en la Revolución francesa de 1789. Resulta claro que para esa época la realidad jurídica de 37. Sobre todo esto, ver un útil resumen de problemas en Rodolfo Stavenhagen, op. cit., pp. 20-26.
los estamentos está completamente desbordada por las relaciones de clase (cf. L 'histoire sociale. Sources et 38. Roland Mousnier, Las jerarquías sociales, traducción de Aida Grinspan, Amorrortu Editores,
méthodes, pp. 26-33; otro coloquio se reunió en 1967 para la discusión del tema "Estamentos y clases"). Buenos Aires, 1972.
314 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA SOCIAL 315
mentes), desde 1450 hasta nuestros días. Naturalmente, las sociedades de no nos parece correcto confundir los estratos de base étnica con "cla-
"órdenes" son estratificaciones basadas en el prestigio u honor social. ses".40
Mousnier encuentra los siguientes tipos básicos de sociedades de ' 'órde- Posiciones simplistas como las citadas arriba pueden ser aparentemen-
nes": 1) la militar, ejemplificada por Francia en los siglos XVI y XVII; te justificadas por el hecho de que las fuentes históricas disponibles utili-
2) la administrativa, ejemplificada por la China de los mandarines; 3) la cen una nomenclatura derivada de las estratificaciones de base étnica,
teocrática, ejemplificada por la Roma papal del siglo XVQI y la sociedad que en ciertos casos tuvieron sanción legal: blancs, gens de couleur Ubres
tibetana; 4) la litúrgica, ejemplificada por el estado moscovita en los (categoría que a su vez podía admitir múltiples subdivisiones) y esclaves
siglos XVI y XVII; 5) la filosófica, ejemplificada por la Francia revolu- de las colonias esclavistas francesas; las llamadas "castas" de la sociedad
cionaria de 1789, la Italia fascista, la Alemania nazi y la Unión Soviética; colonial de Hispanoamérica,41 etc. Es evidente, sin embargo, que la con-
6) y la tecnocrática, ejemplificada por el capitalismo avanzado. En las
ciencia que tenían los contemporáneos de la existencia de esas catego-
conclusiones, el autor observa que la tendencia mundial es hacia el predo-
rías, o el hecho de que ellos las tuvieron como representación aceptada de
minio del orden tecnocrático, lo que plantea una serie de incógnitas e
la realidad social, no permiten asimilarlas sin más a esta última, o preten-
incertidumbres para el futuro de la democracia.
der que ellas la agotan. La ciencia no tendría razón de ser si se limitara a
Creemos que es útil asociar, a los análisis en términos de clases,
la descripción, a los aspectos superficiales o aparentes de su objeto. Claro
aquellos que se refieren a las estratificaciones, cuando estas últimas son
está que, nacidas de relaciones de clase, las estratificaciones de base étnica
consideradas como lo hace Stavenhagen. Este mismo autor muestra las
revelan aspectos importantes de la realidad social colonial, y aun después
ventajas que existen en explorar ambos niveles: aunque las oposiciones de
de la independencia; pero sólo se pueden comprender de manera adecuada
clases son el factor explicativo y dinámico principal, las estratificaciones
considerándose las realidades de clase que les dieron origen. Por otra
de distintos tipos hacen intersección en la estructura social con dichas
parte, es cierto que existen diferencias cualitativas entre las sociedades
clases, estableciendo categorías intermedias y atenuando los conflictos:
precapitalistas y las capitalistas: en el primer caso, las categorías econó-
cumplen, pues, una función de elemento conservador del orden social
micas y las categorías jurídicas aparecen entrelazadas, de tal manera que
existente. Para ilustrar las relaciones entre la estructura de clases y las
no puede surgir la conciencia social del fundamento económico de las
estratificaciones sociales, tomaremos un ejemplo histórico concreto: el de
relaciones sociales. Lo que equivale a decir, con Lukács, que en las socie-
la estratificación social de base étnica, particularmente importante en
dades precapitalistas las clases sociales "no pueden identificarse más que
tantos países del continente americano.
por medio de la Interpretación de la historia''' inmediatamente dada. 42
La existencia de dicho tipo de estratificación lleva con frecuencia a dos
Pero si el historiador no emprende tal tarea, se le estará escapando la
posiciones simplistas:
parte más importante de la realidad social que se propone analizar.
— la consideración de las sociedades correspondientes como socieda- En las colonias esclavistas, por ejemplo, el envilecimiento de la perso-
des de castas y no de clases, en lo que atañe al período colonial y na del esclavo resultaba de la relación de clase entre señor y esclavo,
a buena parte de la fase independiente, ya que la jerarquía de implicada por la configuración específica de las relaciones esclavistas de
estratos de base étnica presenta las características de lo que la producción, y en particular por la asimilación del esclavo a un simple
sociología anglosajona llama un "sistema de castas" instrumento de producción, como las herramientas o el ganado. La justi-
— dar el nombre de "clases sociales" a los estratos de base étnica.
Otro punto importante en el que coincidimos con Stavenhagen es que 40. Cf. por ejemplo el libro de Carlos Guzmán Bó'ckler y Jean-Loup Herbert, Guatemala. Una
aceptamos plenamente sus críticas a la noción de casta cuando es .usada interpretación histórico-social, Siglo XXI, México, 1970: asimilación de las categorías "ladino" e
"indígena" a clases sociales. Ver también Ricardo Pozas e Isabel H. de Pozas, Los indios en las clases
fuera del área pan-india (India, Ceilán, Paquistán), lo que sólo conduce a sociales de México, Siglo XXI, México, 1970, libro que, a pesar de su esquematismo y de posiciones muy
ocultar las realidades de clase y los factores históricos que actuaron en el simplistas, presenta.algunas ideas interesantes.
sentido de establecer las estratificaciones en cuestión.39 Por otra parte, 41. Ver el libro de Magnus Morner, La mezcla de razas en la historia de América latina, traducción
de J. Piatigorski, Paidós, Buenos Aires, 1969.
39. R. Stavenhagen, op. cit., pp. 20-26. 42. Georg Lukács, Histeria y consciencia de clase, traducción de Manuel Sacristán, Ed. Grijalbo,
México, 1969, p. 63.
T
316 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA SOCIAL 317

ficación subjetiva del sistema condujo, sin embargo, a la percepción de D. Movimientos y luchas sociales
una diferencia étnica y cultural entre señores (casi siempre blancos, sobre
todo en los primeros tiempos) y esclavos (indios, negros o mestizos): ello 1. Las fuentes
abrió el camino a una extensión de las cualidades negativas del esclavo
—producidas por el mismo régimen esclavista— a los grupos étnicos en Otro campo principal de la historia social lo constituye el estudio de
los cuales se reclutaban los cautivos, cuya "inferioridad" socialmente los movimientos sociales. Nos enfrentamos aquí a una historia de masas:
admitida vendría a servir de argumento para justificar su esclavización, y campesinos, obreros, esclavos, indios, bandoleros sociales, etc. Historia
para mantener a los libertos en una situación social de inferioridad con que conocemos a través de los estallidos de violencia. Si la falta de fuentes
relación al grupo blanco. Que el mestizaje, al desarrollarse, constituyera hace con frecuencia imposible la reconstitución de un movimiento de
un desafío a todo el sistema de representaciones resultante, eso no impi- masas día a día, si el carácter iletrado de sus miembros nos condena a
dió que éste se mantuviera hasta nuestros días, muchas décadas después conocerlos casi exclusivamente por medio de terceros, disponemos de un
de la abolición del esclavismo colonial en toda América. Nos parece muy hecho esencial: sus actos. Y ellos son, a lo largo de la historia, una serie
interesante la caracterización que hace Sergio Bagú de la etnia como de explosiones de violencia, expresión neurálgica de una lucha cotidiana
realidad relacional:43 contra la opresión y la dominación social. Veamos con detenimiento el
problema de las fuentes. Hasta el desarrollo del movimiento obrero y del
sindicalismo, la inexistencia de documentación de primera mano es casi
A la tesis, divulgada entre los antropólogos, según la cual el grupo total. Ya hicimos alusión al carácter iletrado de las masas. Aun cuando
étnico, así como también otros grupos culturales, es un valor en sí, muchas veces sus jefes leían y escribían, casi todas las fuentes provienen,
oponemos la hipótesis histórica de que el grupo étnico y algunos gru-
pos culturales no elaboran su percepción de lo étnico ni de lo cultural invariablemente, de los sectores dominantes que encabezaron la represión,
diferencial hasta el momento en que se establece una relación conflicti- es decir del bando contrario.
va con otros grupos, y que esta modalidad de localizar líneas notorias de Estudiemos brevemente los principales tipos de fuentes para el estudio
contraste se trueca rápidamente en mecanismo lógico de justificación del de los movimientos sociales, y en especial las insurrecciones populares.
conflicto o del privilegio. En primer lugar, tenemos naturalmente los documentos militares y poli-
ciales, vinculados a la represión directa. Un material mucho más rico se
encuentra por lo general en los archivos judiciales: procesos, sentencias,
La gran influencia de Florestan Fernandes llevó a que muchos soció- confesiones... Estos papeles son tal vez la documentación más numerosa de
logos brasileños aceptaran su caracterización de la sociedad de Brasil que se puede disponer. En tercer lugar encontramos la documentación
como una "sociedad estamental" o de castas que evoluciona hacia una de tipo político, decretos, leyes, debates parlamentarios, originados por
sociedad (subdesarrollada) de clases; lo que equivale a considerar la estra- una sublevación social. En la mayoría de los casos, la documentación
tificación en estamentos y la estratificación en clases como modelos mu- oficial sobre los movimientos sociales pertenece a los tres tipos menciona-
tuamente excluyentes. Resulta menos comprensible que, más reciente- dos. Los testimonios de contemporáneos: diarios íntimos, observaciones
mente, ciertos historiadores —como Carlos Guilherme Mota— hayan
de viajes, novelas, obras artísticas, resultan también fuentes de indudable
decidido apoyarse en la autoridad de Florestan Fernandes, sin previa refe- validez. Para los períodos más recientes hay que agregar la documenta-
rencia a la notoria y amplia discusión entre historiadores respecto de la ción de tipo periodístico: reportajes, artículos, publicación de petitorios,
oposición sociedad estamental/sociedad de clases aplicada a la sociedad
etc. Otro tipo de fuente de gran utilidad es la que proviene de la memoria
francesa de anden régime, cuando las implicaciones teóricas del debate colectiva: cancioneros, leyendas, tradiciones orales, etc. Con este tipo de
mencionado tienen tanto que ver con la posición que adoptaron.44
documentación habrá que prestar particular atención al problema de las
deformaciones, debidas no solamente al paso del tiempo, sino también a
43. Sergio Bagú, op. cit., p. 137. sutiles mecanismos de la dominación social. En algunos casos se han
44. Cf. Carlos Guilherme Mota, Nordeste 1817, Editora Perspectiva, S3o Paulo, 1972, pp. 20-21.
conservado fuentes provenientes de los sublevados: panfletos, proclamas
318 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA SOCIAL 319

y petitorios a las autoridades. Pero lamentablemente muchísimas revuel- miten reconocer. La distinción muy general, propuesta por George Rudé
tas no nos han dejado documentación de este último tipo. hace casi diez años, entre una multitud industrial y una preindustríal
Evoquemos ahora el problema de las lagunas, es decir, la falta com- parece conservar todavía su validez.46 Este autor considera que en la so-
pleta de documentación para un período determinado. En un artículo ciedad industrial, los disturbios, las sublevaciones populares, tienen una
reciente, Francois Furet observa que en esto el problema del historiador naturaleza distinta a la que presentan en las sociedades preindustria-
es, "más que el de las lagunas absolutas, el de las series incompletas", les. La multitud industrial tiende a componerse de obreros industriales y
que pueden ocasionar una ilusión cronológica sin fundamento. Furet asalariados urbanos, y sus formas de lucha pasan por la huelga y la
ejemplifica con la polémica Porchnev-Mousnier, sobre las revueltas cam- organización sindical y política. Sus objetivos están por lo general clara-
pesinas francesas del siglo XVII. El estudio de las incesantes sublevacio- mente definidos. En la visión de Rudé, apoyada por sus estudios sobre
nes, tanto urbanas como rurales, en la primera mitad del siglo XVII Europa occidental en los siglos XVIII y XIX, la multitud industrial
francés, condujo a plantear distintas interpretaciones de la crisis del anti- reemplaza, con el avance del capitalismo industrial, las antiguas formas
guo régimen en el momento de la construcción del estado absolutista. Sin de lucha, y el corte decisivo se produce alrededor de los años 1840.
embargo, tanto la interpretación de Mousnier como la de Porchnev, que Frente a los movimientos sociales del industrialismo, centrados en el
parten de principios teóricos completamente diferentes, dan por sentado, movimiento obrero, ¿qué se entiende por multitud preindustrial? El tér-
y no lo discuten, el que en la primera mitad del siglo XVII ocurra en mino es por cierto bastante vago, y recubre una serie de fenómenos de
Francia una particular exacerbación de las luchas sociales. Y en realidad naturaleza distinta. No podría ser de otra manera, ya que dichas multitu-
esto último debería discutirse, ya que la concentración cronológica podría des preindustriales caracterizan tanto a las jacqueries de la Edad Media
probarse sólo en el caso de disponer de una serie de documentación como a la rebelión de Tupac Amaru, o a las revueltas campesinas que
completa para un período suficientemente largo. El conocimiento profun- ponen fin, en 1644, a la dinastía de los Ming. Lo que permite hablar
do de las revueltas de la primera mitad del siglo XVII, se debe a la de movimientos sociales preindustriales es la presencia, en todos ellos, de
conservación de los riquísimos archivos del canciller Séguier. ¿Hasta qué una serie de características comunes, la más importante de las cuales es la
punto el conocimiento detallado que poseemos de dichas revueltas se de ser movimientos prepolíticos, es decir, insurrecciones que, aun cuan-
debe a una particular concentración cronológica de conflictos sociales, o a do alcanzan grados inusitados de violencia, son incapaces de articular un
una mayor atención del aparato administrativo, de la organización del proyecto político como alternativa a las formas vigentes de dominación
estado absolutista? Una revuelta que escapa a la represión, escapa tam- social.
bién a la historia. El que tengamos documentación más abundante para Sin duda la explicación de los distintos movimientos sociales debe
un período determinado puede revelar, más que la frecuencia del fenóme- referirse a los distintos tipos de estructura económica y social en que se
no estudiado, el cambio institucional, sea de aumento del aparato represi- desarrollan. Así, por ejemplo, una revuelta campesina de la Edad Media
vo, o de vigilancia particular de un administrador; o puede deberse sen- europea sólo puede explicarse en el contexto de la sociedad feudal (mu-
cillamente a los azares de la conservación de los documentos.45 chos autores de la escuela francesa preferirían decir "régimen señorial"),
y mucho más específicamente en el contexto de una región determinada,
2. Tipos de movimientos y luchas sociales con una coyuntura económica y política especial, y con un tipo de estruc-
turas mentales también particulares. Así pues, el estudio de los diferentes
Diseñar una clasificación de los distintos movimientos sociales, de los tipos de movimientos sociales en distintos contextos estructurales es una
disturbios populares que el historiador puede encontrar en sus investiga- invitación permanente a la historia comparada.
ciones, no es, por cierto, tarea fácil. Sin pretender efectuar una clasifica- ¿Cuáles serán los temas principales de la investigación, las preguntas
ción exhaustiva y teóricamente acabada, describimos a continuación los más importantes a plantear en el estudio de un movimiento social? Geor-
principales tipos de movimientos sociales que los estudios recientes per-
45. Francois Furet, "Histoire quantitative et construction du fait historique", en Ármales E.S.C., 46. Cf. George Rudé, La multitud en la historia. Estudio de los disturbios populares en Francia e
Inglaterra, 1730-1848, traducción de Ofelia Castillo, Siglo XXI, Buenos Aires, 1971.
enero-febrero de 1971, pp. 63-75 (aquí, p. 69).
320 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA

ge Rudé proporciona una guía eficaz: en primer lugar la ubicación del


estallido de violencia en su adecuado contexto histórico. Segundo proble-
ma, delimitar la composición y la dimensión de la multitud en acción;
¿qué grupos la componen, cuál es su origen social y ocupacional? ¿Cómo
varía la composición de la multitud a lo largo del movimiento, cómo
crece o disminuye cuantitativamente? En tercer lugar debe estudiarse el
F LA HISTORIA SOCIAL

un estudio mucho más detallado sobre la secuencia del conflicto, las


implicaciones políticas, etc.47 Tilly y Shorter analizan las huelgas en
Francia para el período 1830-1960, basándose en la información guber-
namental. Las variables estudiadas incluyen: fecha, ubicación, magnitud,
industria afectada, número de trabajadores, número de establecimientos
implicados, etc. Con una gran masa de información (para 40.000 movi-
tipo de actividades de la multitud, cuáles son las víctimas y los blancos de mientos de este tipo), Tilly y Shorter estudian los cambios de contenido
los ataques. Inmediatamente se plantea también el problema de los objeti- de la protesta laboral a lo largo del proceso de industrialización de Fran-
vos, de las ideas o motivos que condujeron a la sublevación. El problema cia.48 Obviamente, el número de movimientos y variables enfocados en
de las creencias colectivas está presente aquí, con toda su significación. ambos ejemplos exige la utilización del computador para el procesamiento
En seguida debemos estudiar el grado de eficacia de la represión. Esto de los datos.
tiene que ver con la efectividad de la dominación social, y la capacidad de Si se trabaja con un período relativamente corto, y un número limita-
organización de los sublevados. Una revuelta campesina puede ser el do de disturbios, es posible presentar cuadros estadísticos que no exigen
principio de unajacquerie rápidamente reprimida o de una guerra campe- un gran trabajo de elaboración y son sin embargo de gran utilidad. Un
sina que dura cien años. En los movimientos preindustriales, las perspec- ejemplo de este tipo de análisis se encuentra en la obra de E. Hobsbawm y
tivas de convertir un movimiento local en una sublevación general de G. Rudé, Captain Swing.^ Se pueden presentar los disturbios de un pe-
largo alcance, dependen casi siempre de la coyuntura y de la incorpora- ríodo determinado según la ubicación geográfica (ver cuadro 19). Tam-
ción de otros sectores sociales a la muchedumbre alzada originalmente. bién es posible el estudio de la represión a través de las sentencias que
Por último se plantea el problema de establecer una cronología precisa del proveen las fuentes judiciales o de policía, sea con relación a un movi-
estallido de violencia popular estudiado, de evaluar su significación histó- miento determinado o durante un cierto período; es importante verificar
rica, de compararla con otros fenómenos similares esbozando una inter- igualmente qué proporción de dichas sentencias se cumplieron, los casos
pretación. de perdón o amnistía, etc. (ver cuadro 20). Finalmente, es posible cons-
truir un cuadro con la distribución cronológica y geográfica de los distur-
bios (ver cuadro 21). Cuando no existen movimientos sociales organiza-
3. Un ejemplo del uso de la cuantificacion en el estudio de las luchas dos, la explotación de los datos de archivos judiciales o policiales —y
sociales también de la prensa, o cualquier otro tipo de documentación que provea
datos homogéneos y continuos— sobre conflictos, laborales o de otro
En muchos casos, la documentación permite una utilización de téc- tipo, puede efectuarse con los modelos recién indicados. En esos casos
nicas cuantitativas para el procesamiento de la información disponible. será útil observar si existe o no alguna concentración cronológica, y
Sencillamente expuesto el procedimiento consiste en situar cronológica- buscar su posible explicación (por ejemplo, estableciendo correlaciones
mente los disturbios o los conflictos estudiados, comparándolos en base a con las curvas relativas a los salarios, a la coyuntura de ciertas produc-
una serie de criterios homogéneos. Si se analiza un período más o menos ciones, a la evolución del costo de vida, etc.).
largo, en el que se presentan una gran cantidad de sublevaciones o con-
flictos, aun el procesamiento de los datos en computador será deseable. Es
el caso de las investigaciones, ya mencionadas, de Charles Tilly y de Tilly 47. Algunos resultados preliminares de esta investigación se encuentran en: "Collective Violence in
y Shorter. Tilly estudia, para el período 1830-1960, las revoluciones y European Perspective", en Hugh Davis Graham y Ted Robert Gurr (bajo la dirección de), Violence in
disturbios populares en Francia. Para un grupo de movimientos sociales America. Historical and Comparative Perspectives, Nueva York, 1969, pp. 4-45.
48. Charles Tilly y Edward Shorter. "Les vagues de gréves en France, 1890-1968", en Annales
(1.200 en total) estudia 25 variables, entre otras: ubicación geográfica, E.S.C, julio-agosto de 1973, pp. 857-887 (seguido de debate, pp. 888-894): de los mismos autores: "The
fecha, número de participantes, pérdidas humanas, objetivos y composi- Shape oí Strikes in France, 1830-1960", en Comparative Studies in Society andHistory, enero de 1971.
ción de la multitud. Para un grupo más reducido (550 disturbios) efectúa 49. Eric Hobsbawm y George Rudé, Captain S-uiing, Penguin University Books, 1973.

21.-MÉTODOS
322 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA
LA HISTORIA SOCIAL 323
Cuadro 19.— Tipos de disturbio y ubicación geográfica
4. Los movimientos sociales en la historia de América latina
Provincia, Tipos de disturbios Total de
1.° En la sociedad colonial. — Los conflictos entre indios y españoles disturbios
se encuentran entre los más característicos, desde el nacimiento de la departamento
o ciudad a b c d .. n por provincia,
sociedad colonial. En el siglo XVI, durante ía conquista, la primera etc.
actitud de los indios fue frecuentemente la de la resistencia armada. Or- A
ganizado el imperio colonial, distribuida la mano de obra en distintos B
sistemas de trabajo forzado, la resistencia asume dos formas básicas: la C
defensa de sus derechos dentro del sistema legal, exigiendo el cumpli- D (Cantidades de disturbios de
miento de las Leyes de Indias, mediante pleitos judiciales que a menudo cada tipo en cada provincia, etc.)
resultaban largos y engorrosos; o, vista la ineficacia de la vía legal, la
insurrección. La revuelta indígena mejor conocida es la de Tupac Amaru
en 1780, que amenazó seriamente el virreinato del Perú y el del Río de la
Plata. Los estudios de Rowe y de Valcárcel muestran bien que la primera N
fase del movimiento es reivindicatoría, siendo la frustración ante la pasivi-
dad de las autoridades la que ocasiona el estallido de violencia.50 Pero, si FUENTE: E. J. Hobsbawm - George Rudé, Captan Swing, Penguin University Books, 1973, apén-
la rebelión de Tupac Amaru ha sido la más estudiada, por su proximidad dice 1.
a la independencia, muchas otras rebeliones se escalonan a lo largo de los
tres siglos de dominación española. Es de notar un rasgo común de la
historiografía relativa a la conquista y a las luchas entre indios y europeos algunos sectores medios y la "plebe". Casos como la sublevación de los
en Hispanoamérica y en Brasil: la mayoría de las obras enfocan dichos comuneros de Socorro en 1781, lo ejemplifican claramente. "
temas desde el punto de vista de los conquistadores o colonos, o de las En las economías de plantación con mano de obra esclava, las revuel-
autoridades gubernamentales, y sólo muy raramente desde la perspectiva tas y las resistencias a la explotación de los plantadores fueron típicas. Por
indígena.51 un lado encontramos el cimarronaje, es decir, la huida de los esclavos a la
Los motines de mestizos tienen, por lo general, una base artesanal y selva, para vivir aislados o en agrupaciones de escapados.53 Por otro, las
un carácter urbano. Tanto indios como mestizos parecen ser particular- revueltas, seguidas de la matanza de los plantadores y de la sangrienta
mente sensibles al aumento de los impuestos indirectos, y si los indios represión final.54 En un único caso, el de Haití a fines del siglo XVIII y
aceptan sólo a la fuerza el aumento de los tributos en el siglo XVIII, los
mestizos se rebelan contra la pretensión de hacerles pagar dichos tributos. 52. Cí. Fierre Vilar, "La participación de las clases populares en los movimientos de independencia
A la preocupación anti-fiscal de los mestizos se suman muchas veces de América latina", en: Varios autores, La Independencia en el Perú, Instituto de Estudios Peruanos,
Lima, 1972.
53. Cf. por ejemplo: Decio Freitas, Palmares. La guerrilla negra, Editorial Nuestra América, Mon-
50. Cf. John Rowe, Movimiento nacional inca del siglo XVIII, Cuzco, 1955; Daniel Valcárcel la tevideo, 1971; Edison Cameiro, O quilombo dos Palmares, Companhia Editora Nacional, Sao Paulo,
rebelión de Tupac Amaru, Fondo de Cultura Económica, México, 1965; Boleslao Lewin, la rebelión de 19581; Yvan Debbasch, "Le marronnage. Essai sur la désertion de l'esclave antillais", en Annee
Tupac Amaru y los orígenes de la independencia de Hispanoamérica, Sociedad Editora Latinoamericana Sociologique, 1961 (pp. 1-112), 1962 (pp. 117-195); Gabriel Debien, "Le marronnage aux Antilles
Buenos Aires, 19673 francaises au XVffle'siécle", en Caribbean Studies (Puerto Rico), vol. VI, n.° 3, 1966; José Luciano
51. Ver, por ejemplo: Vicente Casarrubias, Rebeliones indígenas en la Nueva España, Editorial del Franco, La presencia negra en'el Nuevo Mundo, Casa de las Américas, La Habana, 1968, pp. 91-135;
Ministerio de Educación Pública, Guatemala, 1951; J. Daniel Contreras R., Una rebelión indígena en el Hubert Gerbeau, Les esclaves mires, Pour une histoire du silence, André Balland, París, 1970, pp.
Partido de Totonicapán en 1820, Editorial Universitaria, Guatemala, 1968? Severo Martínez Peláez 111-134.
' 'Los motines de indios en el periodo colonial guatemalteco1', en Estudios Sociales Centroamericanos (San 54. Pero a veces los suicidios, envenenamientos, etc. atribuidos a los esclavos resultaban de una
José, Costa Rica, Programa Centroamericano de Ciencias Sociales), n.° 5, mayo-agosto de 1973, pp. "Histeria colectiva de los amos": d. Antoine Gisler, L'esclavage'aux Antilles francaises (XVIIe-XlXe
201-228. siecle).Contribution au probleme de l'esclavage, Éditions Universitaires, Fribourg (Suiza) 1965 pp
53-54.
324 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA SOCIAL 325
Cuadro 20.— Tipos de represión y distribución geográfica tenientes y trabajadores rurales —bajo ésta u otras modalidades— domina
hasta hoy el campo latinoamericano.
Provincia, Tipos de represión
departamento Cuadro 21.— Tipos de disturbios según lugar y fecha
o ciudad a b c d.
Fecha Luear Provincia, Tipos de disturbios Objetivos Ottas
A "
departamento^
J«n.4.mwm*n
informaciones
¿rtfrt«>»«n t*t e

etc. a b c d.
B
C (Cantidades de casos en cada tipo
D
Pí o,
de represión por provincia, etc.)
E y*
F 02
y* (Número de casos de cada
tipo de disturbio según
la fecha, la ubicación
N geográfica y el
objetivo perseguido.)
FUENTE: Hobsbawm - Rudé, op. al., apéndice DI.

xn Pn
primeros años del siglo siguiente, la revuelta de esclavos se transforma en
una revuelta política y el país se independiza de Francia.55 A estas for- FUENTE: Hobsbawm - Rudé, op. cit., apéndice ffl.

mas de rebelión abierta hay que agregar la lucha cotidiana: sabotajes,


robos, enfermedades fingidas, etc. que constituían sin duda formas más Hasta principios del siglo XX, los movimientos campesinos pueden
sutiles de reacción a la violencia y opresión de los plantadores blancos.56 calificarse de prepolíticos, y siguiendo a Aníbal Quijano, agruparse en:
movimientos mesiánicos, bandolerismo social, movimientos racistas y
2.° En los siglos XIX y XX.— Con el derrumbe del sistema movimientos agraristas tradicionales.58 La expansión del capitalismo agra-
colonial y los procesos de independencia la situación de las masas ru- rio e industrial, y el desarrollo urbano influirán decisivamente en la politi-
rales y urbanas se modifica lentamente, lo mismo que sus formas de zación de los movimientos campesinos, que por lo general se inscribirán en
reacción. un proceso político de mayor envergadura. El proletariado agrícola se
En el campo, la hacienda, cada vez más dedicada a la exportación, se desarrolla paralelamente a la expansión de la agricultura de plantación,
convierte en la institución principal. Su nacimiento venía del siglo XVII mientras las actividades extractivas dan también origen a un proletariado
en el momento de la sustitución gradual de la encomienda y el reparti- minero.
miento por el peonaje.57 La expansión del sistema de la hacienda, incen- En las ciudades, los movimientos artesanales se expresaron en con-
tivada por el auge de la exportación, conduce a la expropiación paulatina ductas francamente políticas, anarquistas y socialistas. El desarrollo in-
de las comunidades indígenas en muchos países. El conflicto entre terra- dustrial más reciente ha generado en casi todos los países un proletariado
industrial, con un gran peso sindical y político.
Para terminar, mencionemos el problema de la marginalidad social.
55. Cf. P.I.R. James, Les Jacobins noirs. Toussaint-Louvertare et la révolution de Saint-Domingue,
Gajlimard, París, 1949; Emilio Cordero Michel, La revolución haitiana y Santo Domingo, Editora En las sociedades industriales el lumpenproletariado se compone de de-
Nacional, Santo Domingo, 1968; José L Franco, Historia de la Revolución de Haití, Instituto de
Historia de la Academia de Ciencias de Cuba, La Habana, 1966.
56. Cf. por ejemplo Hubert Gerbeau, op. cu.; Ciro F. S. Cardóse, tesis citada. 58. A. Quijano, "Los movimientos campesinos contemporáneos en América launa", en Revista
57. Cf. Magnus Mórner, op. cit., cap. VII. Mexicana de Sociología, n.° 3, 1966, pp. 603-664.
326 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA

lincuentes, prostitutas, etc., verdaderos marginales de la sociedad.59 En


las grandes aglomeraciones de América latina, el problema de los indivi-
r LA HISTORIA SOCIAL

populares que atribuían poderes milagrosos y curativos a los soberanos


"ungidos por Dios"; Lucien Febvre, con su biografía de Lutero (1924),
327

duos que no logran una ocupación estable se convierte en un problema ejemplo brillante de la combinación del análisis de una personalidad con el
estructural, que tiene que ver con las particularidades del crecimiento de las presiones, imposiciones y rechazos de un medio afectivo, y sobre
industrial y el atraso agrario. Su estudio interesa primordialmente a la todo con El problema de la incredulidad en el siglo XVI (1942); y
sociología y a la historia de la actualidad. Georges Lefebvre, con su magistral estudio sobre la histeria colectiva que
se manifestó en Francia en 1789 (1932). Es posible que un primer impul-
so a ese tipo de trabajos se debiera a cierto número de obras publicadas en
los últimos años del siglo pasado y a comienzos de nuestro siglo, relativas
E. Las mentalidades colectivas al comportamiento colectivo, a las fuerzas irracionales en la historia, a la
histeria colectiva (Gustave Le Bon, Graham Wallas, William Me Dou-
1. Generalidades gall, etc.); desde 1900, Henri Berr afirmaba la importancia primordial de
la psicología social para la síntesis histórica. En el caso de Lucien Febvre
La historia de las mentalidades, rama reciente y en cierta forma toda- —quien, de los precursores citados, fue el que abordó el tema en su
vía mal definida de los estudios históricos, procede de un doble cambio de dimensión propiamente metodológica—, la influencia de los psicólogos
perspectiva de parte de los historiadores. En primer lugar, reflejando la Charles Blondel y Henri Wallon fue determinante. Posteriormente, la
tendencia general de la disciplina hacia la totalidad, hacia lo social global, historia de las mentalidades sufrió un triple impacto, cuyo peso fue decisi-
el interés que manifestaban por los elementos psicológicos de explicación, vo en su advenimiento como área de estudios en creciente expansión: 1)
antes limitado a visiones impresionistas y casi siempre anacrónicas de la el de las investigaciones empíricas de la psicología social norteamericana;
"psicología de los grandes hombres", pasó a aplicarse a la problemática 2) el de varios aspectos de la historia contemporánea, en cuya explicación
de la psicología colectiva. A la vez, dicho interés dejó de limitarse, como la psicología colectiva desempeña en forma obligatoria un papel no des-
antes, a las llamadas ' 'expresiones superiores del espíritu humano'' (artes, preciable: el fascismo, el anti-semitismo, los problemas raciales norte-
teologías, filosofías, etc.), y se extendió a los aspectos cotidianos y prosai- americanos, y tantos otros; 3) por último, el de la computación, permi-
cos de la piedad popular, a los mecanismos de la formación educativa y de tiendo que se ampliara mucho el uso de la cuantificación sistemática, a
la información, a la percepción diferencial de los valores según los distin- través por ejemplo de la aplicación de las técnicas de la lexicología y la
tos grupos sociales. En suma, las mentalidades colectivas, en todos sus semántica cuantitativas, y aquellas desarrolladas para el análisis de series
matices y manifestaciones, hicieron su ingreso en el campo de trabajo de iconográficas.61
la investigación histórica. En segundo lugar, ya no se consideró a la Sería un error presumir que, tal como ocurrió con la economía o la
psicología humana como un dato invariable o constante, reflejo de lo que demografía, la psicología haya ofrecido a los historiadores un arsenal de
a veces se califica como una abstracta y universal "naturaleza humana", técnicas, de instrumentos de trabajo: su contribución se limitó a la pro-
sino que los historiadores empezaron a verla como uno de los aspectos de blemática, al planteamiento de cuestiones de nuevo tipo. El análisis histó-
un cambiante contexto histórico-social global.60 rico de las mentalidades colectivas se basa esencialmente en su ubicación
Entre los pioneros de la historia de las mentalidades están: Marc en el ambiente, el contexto histórico-social que les corresponde; los prin-
Bloch, con sus "reyes taumaturgos" (1924), un análisis de las creencias cipios de tal análisis, y los resultados que permite obtener, son mucho
más sociológicos que psicológicos: ello explica que especialistas actuales
59. Cf. Eric Hobsbawm, Rebeldes primitivos, Ariel, Barcelona, 1968; Louis Chevalier, Classes
como Robert Mandrou y Georges Duby tiendan decididamente a incluir a
laborieuses et classes dangereuses á París pendant la premien moitié du XlXe siecle, París, 1958. los estudios históricos de la psicología colectiva en el interior del campo
60. Cf. Geoffrey Barraclough, Histoty, versión final (mimeografiada) del cap. ffl de k segunda parte
de la obra de la UNESCO en preparación: Main Trends of Research in the Social and Human Sciences,
61. Barraclough, Ibid.; Duby, Ibid.; Lucien Febvre, "Psychologie et histoire", en Combáis pour
pp. 100-111; GeorgesDuby, "Histoiredes mentalités", en L'histoire et ses méthodes (bajo la dirección
l'histoire, Armand Colin, París, 1953; F. Furet, art. cit.
de Charles Samaran), Encyclopédie de la Pléiade, Gallimard, París, 1961, pp. 937-966.
328 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA SOCIAL 329

de la historia social. Como lo muestra Barraclough, la incapacidad demos- les las que más lentamente evolucionan: Braudel les llamó, por ello,
trada hasta ahora por la psicología en vincular el nivel individual al colec- "prisiones de larga duración".63
tivo es una de las causas centrales de ese estado de cosas.62
Antes de ver en qué sectores se mueve en la actualidad la historia de
2. El campo de la historia de las mentalidades colectivas
las mentalidades, conviene recordar una serie de nociones básicas. En
primer lugar, dicha historia debe, en la medida de lo posible, oscilar entre
Robert Mandrou plantea esta cuestión en términos de una doble pers-
diversos niveles: el individuo, el grupo familiar, las clases sociales, las
pectiva :
categorías socioprofesionales, y otros tipos de agrupamientos (los ambien-
tes y públicos literarios y artísticos, por ejemplo). El problema que puede — reconstitución del utillaje mental, o sea, de las estructuras men-
plantearse es el de la documentación, ya que las fuentes no son en general tales propias a las distintas clases, grupos socioprofesionales y
igualmente abundantes con relación a todos esos niveles. Por otra parte, otros, de determinada sociedad: hábitos de pensamiento, ideas
el análisis debe estar atento a factores de diversos tipos: carácter más o socialmente transmitidas y admitidas, concepciones sobre el es-
menos abierto del grupo cuya psicología colectiva nos interesa; niveles pacio, el tiempo, la naturaleza, la sociedad, el más allá, etc.
diferenciales de desarrollo económico, que pueden coexistir incluso en un — definición de los "climas de sensibilidad", lo que equivale a
espacio reducido y tienen gran influencia en las mentalidades; la dinámica decir, de las coyunturas mentales, más cambiantes.
de las ideas, corrientes de pensamientos, estilos, modas, etc.: su propaga- A esta división de base, agrega Mandrou otro objetivo: la reconstitu-
ción horizontal, geográfica, y vertical, en cuanto a las clases sociales, al es- ción de lo que serían los rasgos originales de la psicología colectiva de
pesor del cuerpo social. No hay que perder de vista el fenómeno que en el determinado conjunto histórico-social (nacional, regional, etc.), lo que
contexto de los estudios marxistas se conoce como la hegemonía, en la ac- supone el estudio de las influencias, de los contactos, de la propagación de
tualidad aceptado ampliamente también por especialistas no marxistas: es ideas y corrientes de pensamiento. En cuanto a Georges Duby, prefiere
decir, el hecho de que la ideología de la clase dominante en una sociedad plantear el tema en términos de los tres niveles de duración de que habla
dada, constituye a la vez la ideología dominante de esa sociedad en su con- Fernand Braudel. La corta duración es el tiempo breve de los tumultos,
junto; lo que, sin embargo, no le resta importancia al análisis de las dife- las agitaciones, el éxito de un sermón o una proclama revolucionaria. Las
rencias profundas de mentalidad según las distintas clases y capas sociales. relaciones entre los individuos y los grupos se establecen, se delinean a
Es particularmente interesante y esclarecedor el estudio de los mecanismos nivel de esta corta duración. Más allá, hay cambios a un ritmo más lento,
que garantizan y reproducen la hegemonía ideológica. Finalmente, se a veces perceptible de una generación a otra, o a lo largo de varias
plantea la cuestión de las relaciones existentes entre las estructuras men- generaciones. Cambios en el gusto, la moda, los hábitos alimenticios, las
tales y los demás niveles estructurales de una formación social. En reac- costumbres; diferencias de educación, alteraciones del lenguaje: todo
ción contra ciertas interpretaciones economicistas lineales y mecánicas, esto vive en una duración intermedia que, según las épocas, se extiende
ciertos historiadores, como lo expresa Duby, "han sido a veces llevados a más allá de la vida de un individuo, o bien se percibe en el lapso de una
alejarse de lo concreto, a atribuir a las estructuras mentales una autono- vida humana. Tenemos, por fin, la larga duración, resistente al tiempo.
mía demasiado amplia con relación a las estructuras materiales que las Todo lo que configura un marco mental se incluye aquí: herencias cul-
determinan, haciendo así, insensiblemente, desviarse la historia de las turales, sistemas de creencias y concepciones del mundo, algunos mode-
mentalidades hacia una evolución semejante a la de la Geisiesgescfrichte". los de comportamiento. La reunión de todo esto da la tónica mental de
Otra faceta de la cuestión la constituye el desfasaje existente en el seno
de la estructura social global, y el hecho de que son las estructuras menta- 63. G.Duby, "Histoiredesmentalités"; G. Duby, "Les sociétés medievales..."; sobre el concepto
de hegemonía, cf. Antonio Gramsci, Antología, selección y notas de Manuel Sacristán, Siglo XXI,
México, 1970, passim (ver también R. Mandrou, La France..., p. 271, e Introducción...: difusión de las
62. Barraclough, ¡bid.; G. Duby, "Les sociétés medievales. Approche d'ensemble"; Roben Man- concepciones de la nobleza sobre la sociedad y las jerarquías sociales en los medios populares); sobre el
drou, Introducción a U Francia moderna, U.T.E.H.A., México, 1964; R. Mandrou, La France aux desfasaje de las estructuras mentales, cf. Las estructuras y ¡os hombres, Ariel, Barcelona, 1969, pp.
XVIIe et XVIIle sueles, p. 270. 115-124; Braudel, "La larga duración", p. 71.
330 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA SOCIAL 331
una amplia fase, su peculiaridad más característica. Duby considera im- reflejan en la frecuencia de ciertos temas escogidos para las tesis, etc.
portante agregar un último ritmo, más lento aún: el de las modificaciones Pero tampoco hay que perder de vista el análisis de la información —tan
biológicas, condicionante final de las estructuras mentales.64 importante en la formación de lo que llamamos la "opinión pública"—,
Hablemos, en primer término, del utillaje mental, vía abierta en en sus múltiples aspectos: estudio del movimiento editorial, de la publica-
1935 por Lucien Feb'vre, y que se define como el conjunto de instrumen- ción, contenido y difusión de libros, revistas, periódicos, panfletos; análi-
tos mentales de que disponen los hombres de una época determinada, de sis del contenido de las bibliotecas; estudio de las correspondencias.65
una sociedad dada. La necesidad que se impone previamente es, entonces, Otro aspecto de la historia de las mentalidades: las creencias, los
de establecer un inventario lo más completo posible de ese utillaje. Tene- mitos, las cosmologías, los rituales, los símbolos, cambiantes según las
mos en primer lugar el lenguaje: las mutaciones lingüísticas ocurren en épocas y los medios sociales. En realidad, las representaciones colectivas,
relación con cambios en las estructuras mentales. Con frecuencia, las debido a la falta de fuentes de otros tipos, sólo se pueden conocer, muchas
palabras permanecen, pero su sentido se modifica. La lexicología, a través veces, a través de sus símbolos y formas de expresión: plegarias, peregri-
del estudio del vocabulario, su cronología y su inventario; y la semántica, naciones, rituales, recetas, cuentos, ceremonias... Pero en ciertos casos
analizando la palabra en contexto, los grupos de palabras, las palabras una documentación más abundante —correspondencia, exposición de mo-
claves, son aquí auxiliares preciosas. El problema de las fuentes se vuelve tivos en testamentos y donaciones, etc.— permite penetrar en el conteni-
más grave según retrocedemos en el tiempo, y también el peligro del do mismo de las creencias religiosas. En este sector .como en todos los
anacronismo. Integran igualmente el utillaje mental las nociones que tie- demás, el centro de interés se desplazó de lo particular hacia lo colectivo:
ne una sociedad sobre las cantidades, los números y las cifras; sobre el antes, los estudiosos se concentraban en la historia de las altas jerarquías
tiempo y el espacio: las formas de percepción aparecen influenciadas por eclesiásticas, de las teologías; en la actualidad, lo que buscan es reconsti-
la higiene, la alimentación, los modos de vida, y ello establece un puente tuir el sentimiento religioso del hombre común, la "religión vivida", las
hacia la historia económica. Además de la visión del mundo, también los supersticiones, los aspectos mágicos de la religión popular.
valores sociales admitidos por un grupo son parte integrante de su utillaje La problemática que acabamos de mencionar conduce muy natural-
o estructura mental; su estudio se basa en las fuentes ligadas a la repre- mente a plantear la cuestión de las relaciones entre la historia y el folklo-
sión (policía, justicia) y eventualmente en el análisis de la prensa. re. Desde el punto de vista de los folkloristas, tales relaciones se conside-
El inventario de los instrumentos y mecanismos mentales no basta: es raban en el pasado como muy estrechas e importantes: así en el método
preciso saber cómo se forman, se difunden y se perpetúan. En otras cronográfico de P. Saintyves y en las estratigrafías culturales de André
palabras, hay que estudiar la educación y la información. Las ideas sobre Varagnac; especialistas más recientes, como Arnold Van Gennep, pre-
los niños, la familia y el sentido de la educación variaron según los conizan relaciones más distantes, y la influencia de la antropología estruc-
diferentes contextos histórico-sociales. El término "educación" debe ser turalista quizá confirme tal orientación. 66 Desde el punto de vista del
comprendido en el sentido más amplio de los intercambios entre el indivi- historiador, el folklore aparece con frecuencia como algo intemporal,
duo y su grupo: se aprende por el ejemplo, por la palabra, por los "sin historia". Mejor dicho, es casi siempre extremadamente difícil ubi-
encuentros y contactos, como por la educación institucionalizada. Las car en el tiempo el origen y la difusión de los "hechos de tradición".
formas de poblamiento, el grado de apertura del grupo, la movilidad más Como lo mostraba Varagnac, las sociedades campesinas no cambiaron, en
o menos grande de los individuos, influyen poderosamente sobre lo que lo fundamental, su género de vida desde la "revolución neolítica" hasta
aquí nos interesa. Por supuesto, es muy fructífero el estudio de la organi- las transformaciones resultantes de la revolución industrial: esa "arqueo-
zación, el contenido y los métodos de la enseñanza; del acceso diferencial civilización" tan persistente explicaría la amplia comunidad y afinidad de
según los distintos grupos sociales a las instituciones educativas; de la
65. Sobre este último punto, cf. Daniel Roche, "Les primitifs du Rousseauisme. Une analyse sotio-
vida universitaria, la irradiación de academias prestigiosas sobre una re- logique et quantitative de la correspondance de J.-J. Rousseau", en Annaies E.S. C., enero-febrero de 1971,
gión, un país o un grupo de países, las "modas" científicas que se pp. 151-172.
66. Cf. Nicole Belmont, Mythes et croyances dans l'ancienne Frunce, coll. Questions d'histoire,
64. R. Mandrou, La Frunce..., pp. 270-290; G. Duby, "Histoire des mentalités". n.° 35, Flammarion, París, 1973, pp. 117-122.
332 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA SOCIAL 333
las tradiciones de los pueblos más distintos, aunque también existen ras- contenido) hasta el estudio del mismo discurso, de la estructura propia-
gos cuyas formación y difusión aparecen históricamente documenta- mente lingüística de los textos, en el sentido de captar la función del
das.67 discurso estudiado con relación a determinada ideología. No discutiremos
Mencionemos un último campo de investigaciones: la historia del aquí las cuestiones epistemológicas relativas a las relaciones entre historia
arte. Por una parte, el estudio de los públicos literarios y artísticos: su y lingüística: en un libro reciente, Régine Robín trata en forma que nos
contenido social, el mecenazgo, la variación de los gustos, estilos y mo- parece muy adecuada este asunto. Tampoco intentaremos entrar en el
das. Las fuentes son variadas: los escritos de la crítica, los inventarios detalle de las técnicas de análisis de contenido, lexicológicas, de análisis
post mortem (que permiten conocer las obras literarias, los cuadros y de los enunciados, de análisis sémico, o de semiología gráfica: ello exigi-
otros objetos de arte poseídos por el difunto), la correspondencia de escri- ría amplias digresiones para exponer buen número de nociones teóricas y
tores y artistas, etc. Por otra parte, el estudio de las obras mismas: como un vocabulario especializado; Nos limitaremos a una presentación muy
veremos, nuevas técnicas vinieron a renovar el análisis de los textos, de general de los problemas en sus grandes líneas, invitando al lector a
los Corpus de textos, de las series iconográficas.68 recurrir a bibliografía más específica, si le interesan los aspectos propia-
El estudio de las mentalidades colectivas constituye en América latina mente operacionales de la metodología que se mencionará.70
un campo de interés prácticamente virgen en lo que concierne a investiga- La actitud de un historiador frente a su documentación escrita ha sido,
ciones de tipo histórico. Para el período precolombino, disponemos de los tradicionalmente, la de utilizarla en el marco de un análisis temático de
interesantes análisis de Laurette Séjourné. Hechos como la conquista y la tipo cualitativo. Así, por ejemplo —en el campo de los estudios de menta-
trata negrera agregan dimensiones específicas a la temática latinoamerica- lidad colectiva que aquí nos ocupan—, en los trabajos de J.-P. Gutton y
na: desestructuraciones, aculturaciones, sincretismos, etc. Entre las de F. Lebrun." Un primer acercamiento a la lingüística, pero sin que
fuentes ya utilizadas para el período colonial tenemos los documentos de por ello se tome en cuenta la problemática del discurso en sí mismo,
la Inquisición y aquellos resultantes de las visitas episcopales.69 consiste en utilizarla en forma instrumental, en función de una investiga-
ción cuyas hipótesis explicativas se encuentran en otro nivel. Tenemos en
este caso las técnicas de análisis de contenido, que implican mayor rigor
3. Métodos y técnicas: historia y lingüística; las series iconográficas en la selección del conjunto de textos tomados como objeto del análisis
(corpas), como en su tratamiento estadístico; permiten una economía de
En lo que concierne a la documentación escrita, las formas de abordar tiempo a través de procedimientos de regulación y formalización de los
los textos seleccionados como fuentes para el estudio de las mentalidades textos utilizados, y vuelven posible además la comparación de diversos tex-
colectivas varían según la actitud del historiador frente a tales textos. En tos por intermedio del establecimiento de enunciados mínimos y clases de
la gran mayoría de los casos, sólo le interesará su contenido, explotado en equivalencia.
forma cualitativa; pero en la medida en que tenga algún conocimiento P. Guiraud ha sido uno de los pioneros del mencionado tipo de
teórico y técnico de la lingüística, nuevas posibilidades aparecerán, desde técnicas de análisis de contenido, las que permiten un enfoque lexicomé-
un análisis temático más riguroso (técnicas estadísticas de análisis de trico del texto, o sea el estudio de las ' 'relaciones numéricas y probabilís-
ticas mantenidas por los ítems mínimos de un texto'', teniendo a la vista
una "estadística de los ejemplos^ la lexicometría".72 Los procedimien-
67. Gaby et Michel Vovelle, Vision de la mort et de l'au-dela en Provence d'apres les autels des
ames dapurgatoire, XVe-XXe siécles, Cahiers des Ármales n.° 29, Armand Colin, París, 1970, p. 60;
N. Belmont, Ibid. 70. Cf. Régine Robin, Histoire et ling'útstique, Armand Colin, París, 1973.
71. J.-P. Gutton, La,société et lespaat/res: l'exemple de la généralité de Lyon, 1534-1789, Ed. Les
68. R. Mandrou, La France...; G. Duby, "Histoire des mentalités".
Belles Lettres, París, 1970; F. Lebrun, Les hommes et la mort en Anjou aux XVIJe et XVIIIe siécles,
69. Cf. Laurette Séjoumé, América ¡atina, I. Antiguas culturas precolombinas, Historia Universal
Mouton, París, 1971. Podríamos agregar muchísimas otras obras: Georges Duby, L'An Mil, coll.
Siglo XXI, n.° 21, Siglo XXI, Madrid, 1971 (sobre las consecuencias de la conquista); Colin A. Palmer,
Archives Julliard, Julliard, París, 1967; R. Mandrou, Magistrats et sorciers en France au XVlIe siecle,
Religión and Magic in Seventeenth Century Mexican Slave Society (ponencia mimeogratiada), Rochester
Pión, París, 1968, etc.
(New York), marzo de 1972; Juan José Hurtado, "Algunas ideas sobre el culto a los animales y el
nahualismo en el siglo XVIII", en Cuadernos de Antropología, Universidad de San Carlos de Guatemala, 72. P. Guiraud, Problémes et méthodes de la statistigue linguistique, Larousse, París, 1960; R.
Robin, op. cit., p. 124.
n.° 7, Guatemala, enero-junio de 1966, pp. 5-12.
334 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA LA HISTORIA SOCIAL 335

tos de la lexicometría comprenden en primer lugar, sucesivamente, la ca técnica y teórica. Citamos a Gutton y Lebrun como ejemplos de "exte-
edición del corpus en tarjetas perforadas a partir de un código, y su rioridad" en ese sentido; Michel Vovelle ocuparía una posición inter-
tratamiento en computadora según un programa de indexación, como media, en su estudio sobre las formas de considerar la muerte en Proven-
etapas previas al estudio: de la frecuencia de las formas (gramaticales o za (siglos XVTI y XVIII) a partir de un corpus bien delimitado (los
funcionales, y lexicales), para establecer en particular cuáles son las pala- testamentos), analizado tomando en cuenta la estructura propiamente
bras - claves (cuya frecuencia se aparta de la frecuencia normal), o las lingüística de los textos, aunque sin sistematicidad; por último, Dupront
palabras - temas, encontradas en casi todas las frases, alrededor de las representaría la posición extrema que R. Robin califica de ' 'euforia panlin-
cuales se ordena el pensamiento; de la repartición de las palabras en el güística", con su proyecto de una semántica histórica. Esta disciplina,
corpus; de las co-ocurrencias (estadísticas sintagmáticas). Marc Bloch directamente inspirada en los principios de la fonología estructural, apare-
puede ser considerado como un precursor de los estudios de lexicometría cía vinculada a la lingüística en forma especial (y también a otras discipli-
en el marco de los análisis de mentalidades colectivas, y aun de un estudio nas, como la antropología); la caracterizan un espíritu "cuantitativista"
lexicológico, en su trabajo sobre la sociedad feudal.73 decidido, y la influencia de Freud y el psicoanálisis (el lenguaje como
Los trabajos históricos apoyados en análisis temático o de contenido expresión del inconsciente, la noción de inconsciente colectivo, etc.).76
tienen todos en común un postulado implícito: el del carácter unívoco y No hace falta decir que los métodos inspirados por la lingüística ape-
transparente de los textos, cuyo sentido se considera entonces como algo nas empiezan a ser aplicados a la historia de América latina; lo son, en
inmediatamente perceptible, sin ningún trabajo previo sobre su estructura particular, para estudios de ideología política de periódicos, grupos y
léxica, sintáctica, semántica; en otras palabras, el nivel discursivo de movimientos, etc.77
tales textos es visto como no pertinente al análisis. Los estudios de tipo Si pasamos, para una última observación, del campo de los documen-
lexicológico —de los campos semánticos—, al partir del principio de la no tos escritos al de la iconografía estudiada para fines históricos según un
transparencia de los textos, al cerrar el camino a la intuición y al análisis enfoque cuantitativo, comprobaremos que —como ya lo mencionara Mari-
temático, al postular, en fin, el carácter sistemático (relacional) del léxi- chal en 1961, respecto de la crítica histórica aplicada a testimonios escri-
co, exigen de los historiadores que los quieran emprender, un conoci- tos y no escritos— no hay una diferencia de fondo en las metodologías
miento ya más profundo de la lingüística. Todavía estamos lejos, sin empleadas en los dos casos. Éstas se encuentran sin embargo, por lo que
embargo, del máximo grado posible de integración entre las dos discipli- hace a las fuentes iconográficas, en un estadio más incipiente de elabora-
nas : la lexicología actúa en el campo del vocabulario, y no propiamente ción y experimentación. También en este campo, Michel Vovelle ha sido
del discurso; su análisis de tipo distributional permite el conocimiento del pionero, con su análisis hasta cierto punto cuantificado de los altares de
vocabulario propio de un autor, hombre o grupo político, etc., pero no se las almas del purgatorio en Provenza (siglos XV al XX), tomados como
ocupa de otros niveles, como el de la retórica y de la enunciación.74 fuente para el estudio de las visiones de la muerte y el más allá. En estos
Los métodos más complicados y especializados que rebasan tales limitacio- últimos años, los procedimientos de la semiología gráfica, con sus matri-
nes de la lexicología, los del análisis de los enunciados y del análisis ces computables y sus ficheros-imagen, se han venido sofisticando consi-
sémico, exigen una seria información lingüística y semántica, lo que derablemente.78
hasta la fecha ha limitado su utilización por los historiadores de las men-
talidades colectivas.75 76. M. Vovelle, cit. por R. Robin, Id., pp. 93-94; pp. 68-75 sobre Alphonse Dupront; Alphonse
Dupront, "L'histoire aprés Freud", en Revae de l'enseignement supérieur, n.° 44-45, 1969; A. Du-
Hemos visto, entonces, que todas las gradaciones son posibles en las pront, "Sémantique historique et histoire", en Cahiers de Lexicologie, 1969.
formas y en la profundidad del acercamiento del historiador a la lingüísti- 77. Ver por ejemplo: C. G. Mota, Nordeste 1817; Daniel Teysseire, La lexicologie en bistoire de
l'idéologie: L'inventaire lexicométrique des "Pasquins Sediciosos" d'aoüt 1798 a Bahía, ponencia mi-
meografiada, París, octubre de 1971; Milton José de Almeida y Arnaldo D. Contier, "O campo concep-
tual de lexia 'partido' através dos artigos publicados em um jornal paulistano: O Observador Constitucio-
73. R. Robín, Ibid., pp. 124-138. Marc Bloch, La soci,íété féodale, A. Michel, París, 1968 (hay nal", en Anais de Historia, Faculdade de Filosofla, Ciencias e Letras, Assis (estado de S2o Paulo), 1972,
traducción española). pp. 53-73.
74. R. Robín, op. cit., pp. 139-158. 78. Gaby y Michel Vovelle, op. cit.; V.-L. Tapié y otros, Retables baroques de Bretagne, Presses
75. U., pp. 159-209 Universitaires de France, París, 1972; ejemplos de estudios de otros tipos son: M. Agulhon, "Esquisse
336 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA

F. Conclusión
La historia social en su sentido más restringido —el de un campo de
estudios históricos comparable a otros: historia económica, demográfica,
política, etc.— presenta contornos menos precisos, en cuanto a su objeto,
sus conceptos y su metodología, que la historia económica o la demográ-
fica. Ello se explica por su constitución relativamente reciente como rama
de investigación abierta a los métodos cuantitativos y a la renovación
conceptual, y quizás también porque la sociología tenga menos que ofre-
cer a la historia que la economía, en el área metodológica (hablamos de la
sociología que predomina en los ambientes académicos). TERCERA PARTE
Sea como fuere, el dinamismo de la historia social es indudable, y
algunos de los resultados obtenidos (a partir de 1960 sobre todo) son de
alta calidad y gran interés.
En cuanto al estudio de las mentalidades colectivas, en su aspecto
predominante en la actualidad podemos considerarla como estrechamente
vinculada a la historia social, y hasta como parte integrante de su campo
(Duby, Mandrou). Sin embargo, es muy probable que, al estrecharse sus
vínculos con la lingüistica, tome en el futuro direcciones nuevas.

pour une archéologie de la République — L'allégorie civique féminine", en Annales E.S.C., enero-febrero
de 1973, pp. 5-34; Alexandre Papadopoulo, "Esthétique de l'art musulmán. La peinture", en Annales
E.S.C., mayo-junio de 1973, pp. 681-710.
22.-MÉTODOS
CAPITULO VIII

EL MÉTODO COMPARATIVO EN HISTORIA

A. Definición, importancia y ventajas


Según Marc Bloch, "practicar el método comparativo en el marco de
las ciencias humanas consiste [...1 en buscar, para explicarlas, las similitu-
des y las diferencias que ofrecen dos series de naturaleza análoga, tomadas
de medios sociales distintos".' Mencionemos también la definición del
programa de historia comparativa de la Universidad de Brandéis, citada
por Barraclough, según la cual se trata de la "conceptualización y estudio
del pasado de acuerdo a paradigmas y categorías políticos, sociales, econó-
micos, culturales y psicológicos, más que según divisiones nacionales o
períodos artificiales".2 En el primer caso, la definición se refiere al con-
tenido mismo del método comparativo; en el segundo, se trata más bien
de las ventajas de dicho método.
La polémica entre defensores y detractores de la comparación en his-
toria puede ser considerada como la manifestación, en el campo de nues-
tra disciplina, de la oposición entre dos actitudes científicas, ambas posi-
blemente necesarias: por una parte, la búsqueda de la precisión, de lo
exacto y seguro, lo que lleva a poner el acento sobre el carácter individual
y único de cada objeto observado; por otra parte, la "carrera creadora
hacia los verdaderos descubrimientos", la cual exige el recurso a la com-
paración y a la abstracción. De todos modos, como demuestra Witold
Kula, ningún trabajo científico, por más limitado y monográfico que sea,
puede prescindir totalmente del recurso al método comparativo, puesto
que resulta imposible la introducción de fenómenos nuevos en un campo
cualquiera de conocimientos, sin compararlos con los ya conocidos; dicha
comparación, aunque a veces no aparezca explicitada, es absolutamente
1. Marc Bloch, "Comparaison", enRevuedeSynthbseHistorique, t. LXIX, 1930, boletín anexo,
pp. 31-39 (aquí, p. 34).
2. Geoffrey Barraclough, op. cit., p. 267.
LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EL MÉTODO COMPARATIVO EN HISTORIA 341
340
necesaria, ya que de otra forma no se podría atribuir un nombre a los Toynbee o Rostow, los cuales no vacilaron en incurrir en terribles ana-
mencionados fenómenos nuevos.} cronismos y faltaron del todo al respeto debido a la especificidad estruc-
Para Henri Sée y Henri Pirenne, hace medio siglo, el método compa- tural e histórica de las sociedades incluidas en sus comparaciones.6 Así
rativo constituiría el instrumento capaz de transformar la historia en una que, en los últimos tiempos, el recurso al método comparativo se hace
ciencia, al permitir el paso de la descripción a la explicación de los proce- con mayor prudencia, para preservar dichas especificidades: como dice
sos históricos. En 1970, exponiendo los factores que condujeron a algu- Marc Bloch en la definición que reproducimos al empezar, es preciso dar
nas de las ciencias del hombre del estadio precientífico al de ciencias cuenta, a través de tal método, tanto de las similitudes como de las
"nomotéticas" —es decir, que buscan establecer leyes—, Jean Piaget diferencias existentes entre los elementos comparados.
planteaba en primer lugar entre dichos factores la "tendencia comparati- Veamos ahora qué ventajas se pueden esperar de la aplicación del
vista". Esta tendencia es, en efecto, un procedimiento esencial en el método comparativo a las investigaciones históricas.
camino hacia la sistematización de los conocimientos, entre otras causas La más importante es, sin duda, la posibilidad de un control efectivo
porque posibilita al observador alejarse de su propio punto de observación, —mucho más efectivo y confiable que las dudosas técnicas de la counter-
de su sociedad particular: sin ello, no hay objetividad posible en las factual hypothesis de la New Economic History— sobre las hipótesis y
ciencias sociales. Muchos de los historiadores actuales están conscientes generalizaciones explicativas. En otras palabras, la determinación de leyes
de la importancia y del carácter insustituible del método comparativo, históricas y la construcción de modelos históricos no se pueden hacer sin
única forma —imperfecta, desde luego— de encontrar una alternativa, en el recurso al método comparativo. La verificación de las generalizaciones
el contexto de la investigación histórica, a la imposibilidad de aplicar el explicativas se hace partiendo del principio de que, si tenemos dos series de
método experimental.4 fenómenos entre las cuales consideramos que existen factores causales
Varios factores explican el impulso tomado hoy día por el método que de dependencia, la creencia en dichos factores se verá disminuida o aboli-
nos ocupa. El mismo contacto de la historia con las ciencias sociales da si comprobamos, en algunas de las sociedades comparadas, la presencia
obliga a que se lo aplique. Postan muestra que no se puede alcanzar una de una de las series y la ausencia de la otra. Ese control permite no
generalización sociológica a partir de un solo hecho o proceso; la posibili- solamente descartar ciertas hipótesis explicativas, sino también, a veces,
dad de generalizar implica pues la comparación. Además, el desarrollo enriquecer o matizar las generalizaciones admitidas, o aun plantear nue-
notable, después de la segunda guerra mundial, de la historia asiática, vas explicaciones y problemáticas antes insospechadas. 7
africana y latinoamericana provee una base mucho más amplia para la Una gran utilidad adicional del método comparativo es que conduce a
verificación, en un ámbito realmente mundial, de hipótesis explicativas la ruptura de una pesada herencia de la historiografía decimonónica: el
admitidas. También influyeron en el sentido de popularizar el método marco de las fronteras políticas como definición de unidades "naturales"
comparativo, los éxitos alcanzados por investigaciones concretas basadas de análisis; la actitud comparativa abre camino a la construcción de
en su empleo, en particular aquellas relativas a las sociedades esclavistas universos de análisis definidos según criterios conceptuales mucho mág
de Norteamérica, el Caribe y América del Sur.5 consistentes. Para dar un ejemplo, el estudio de los imperios coloniales
Es cierto, sin embargo, que otros factores actuaron en sentido opues- europeos durante los tiempos modernos, cada uno en sí mismo —como
to. Entre ellos fue particularmente importante el impacto del uso inade- se acostumbraba hasta no hace tanto tiempo—, ignora que el Brasil azu-
cuado que de la comparación histórica han hecho autores como Spengler, carero, las Guayanas y las Antillas —colonias esclavistas de plantación—
eran semejantes desde el punto de vista estructural, si bien estaban some-
3. Witold Kula, Problemas y métodos de la historia económica, traducción directa del polaco de
Melitón Bustamante, Ediciones Península, Barcelona, 1973, p. 571. 6. Para la crítica de esta forma de aplicación del método comparativo, ver por ejemplo Luden
4. Henri Sée, Science et philosopbie de l'histoire, Alean, París, 1933; Henri Pirenne, Compte Febvre, "Dos filosofías oportunistas de la historia. De Spengler a Toynbee", en Combates por la historia,
rendu du Ve Congres internacional des sciences historíques, Bruselas, 1923, p. 28; Jean Piaget, Episté- Ariel, Barcelona, 1970, pp. 183-217.
mologie des sciences de l'homme, Gallimard, París, 1972, pp. 29-33; Maurice Bouvier-Ajam, Essai de 7. Cf. Barrington Moore, Jr., Social Origins of Dictatorship and Democracy. Lord and Peasant in
methodologie historique, Le Pavillon, París, 1970, p. 87. the Making ofthe Modem World, Beacon Press, Boston, 1967, pp. XIH-XIV; Witold Kula, op, cit,, p.
5. Cf. Barraclough, op. cit., p. 270; Slavery in the New World. A Readerin Comparative History, 604; Eugene D. Genovese, '' The Comparative Focus in Latín American History ", en In Red and Black,
bajo la dirección de Laura Poner y Eugene D. Genovese, Prentice-Hall, Englewood Cliffs (New Jersey),
Pantheon Books, Nueva York, 1971, pp. 375-388.
1969.
342 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EL MÉTODO COMPARATIVO EN HISTORIA 343
tidos a la jurisdicción de diversas metrópolis; por el contrario, la Nueva sociales enfocadas, sin tomar en cuenta en forma suficiente el contexto
Inglaterra y Jamaica eran zonas coloniales muy distintas entre sí, aunque social global, Resulta claro también que el método comparativo exige una
integraban ambas el imperio colonial británico. 8 rigurosa definición de términos y conceptos, lo que permite evitar polé-
Por último, la actitud comparativa puede aplicarse con gran provecho micas inútiles o mal planteadas: es lo que demuestra E. Genovese en un
también a investigaciones de tipo monográfico. Un estudio de caso gana brillante artículo, respecto al "tratamiento de los esclavos". Todo lo
en densidad cuando se lo ubica en una tipología, tratando a la vez de dicho hasta aquí puede ser resumido en la regla siguiente: sólo resulta
mostrar cuáles son sus particularidades irreductibles. Heinrich Mitteis provechoso comparar aquello que es efectivamente comparable.10
pretende incluso que exclusivamente por intermedio de la comparación Otro peligro posible consiste en la exageración de las virtudes del
se pueden llegar a percibir los rasgos singulares y esenciales de una método comparativo, cuyas finalidades no incluyen la ilusión meta-histó-
sociedad dada, puesto que el análisis comparativo permite distinguir di- rica de una "receta", o de un pequeño número de elementos o factores
chos rasgos de aquellos que son comunes a otros casos observados, o de que permitan "descifrar" el conjunto del devenir humano."
los que son incidentales.9 Una precaución de base es la de conocer bien aquello que se pretende
comparar: antes de buscar qué es lo que tiene determinada formación
B. Trampas y peligros en la aplicación del método comparativo; social de común o distinto con otras, hay que estar atento a su individua-
precauciones necesarias lidad, a sus características específicas.12
Por fin, es frecuente que se confunda comparación con yuxtaposición,
El primer peligro que acecha al investigador armado del método com- Al acumular, unas después de otras, descripciones de casos individuales,
parativo es el de cometer anacronismos, al confundir analogías superficia- no por ello estamos procediendo a una comparación efectiva, ya que ésta
les con semejanzas profundas, sobre todo si se trata de sociedades estruc- queda implícita y como abandonada al lector. Este defecto se advierte en
turalmente muy distintas, o muy alejadas en el tiempo. La actual expan- varios trabajos recientes que se pretenden comparativos.13
sión de los estudios comparativos de sociedades esclavistas de América
ilumina mejor las trampas que puede ocultar la comparación histórica, y C. Las formas y los resultados de la aplicación del método com-
la manera de evitarlas. Así, por ejemplo, los defectos de la comparación
parativo
entre Cuba y Virginia emprendida por Herbert Klein, enseñan que la
contemporaneidad (Klein se limitó al siglo XVIII) no es garantía suficien- Podemos distinguir dos formas de aplicación del método comparativo
te de que las sociedades estudiadas sean realmente comparables, más allá a las investigaciones históricas: 1) la que limita la comparación a socieda-
de una simple constatación de diferencias. Eugene Genovese aconseja des aproximadamente contemporáneas y que compartan gran número de
tomar las sociedades que se quiera comparar, en distintas épocas si es rasgos estructurales análogos, permitiendo.así un manejo más fácil y
necesario, pero en fases comparables —a la vez estructural y coyuntural- seguro del mencionado método; 2) la que extiende la comparación a
mente— de su desarrollo, pese a la gran dificultad que resultará de consi- sociedades francamente heterogéneas, o muy alejadas en el tiempo: las
derarlas en contextos históricos globales distintos. Creemos que hay otra
solución posible: el enfoque de muy larga duración, plurisecular. Tam- 10. Herbert S. Klein, Slavery in the Americas. A Comparative Study of Cuba and Virginia, Univer-
bién es nuestra impresión que los equívocos de Klein y otros autores sity of Chicago Press, Chicago, 1967; Sidney W. Mintz, ' 'Slavery and Emergent Capitalism", en Slavery
in the New World, pp. 27-37; Eugene D. Genovese, "The Comparative Focus..."; Eugene D. Geno-
(desde Tannenbaum y Gilberto Freyre hasta investigadores más recientes, vese, ' 'Materialism and Idealism in the History of Negro Slavery in the Americas", en In Red and Black,
como Stanley Elkins) resultaron en gran medida del privilegio acordado pp. 23-52; Eugene D. Genovese, "The Treatment of Slaves in Different Countries: Problems in the
Applications of the Comparative Method", en In Red and Black, pp. 158-172; Ciro F.S. Cardoso, "El
por ellos a ciertos sectores —y no los más explicativos— de las realidades modo de producción esclavista colonial en América", en Cuadernos de Pasado y Presente, n.° 40,
Córdoba (Argentina), mayo de 1973, pp. 193-242; Social Science Research of Latín America, bajo la
8. Cf. H. Pirenne, op. cit.; Marc Bloch, "Pour une histoire comparée des sociétés européennes", dirección de Charles Wagley, Nueva York y Londres, 1964, p. 100 (observaciones de S. Stein).
en Revue de Synthése Historique, 1928, p. 15 y ss. 11. Eugene D. Genovese, "The Comparative Focus..."; Barraclough, op. cit., p. 271.
9. Cf. Barraclough, op. cit., p. 279. También: E. Genovese, "The Comparative Focus..."; Bar- 12. Barraclough, Ibid. p. 272.
rington Moore, op. cit., p. XHI. 13. Ibid. p. 277.
LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EL MÉTODO COMPARATIVO EN HISTORIA 345
dificultades serán enormes, puesto que el anacronismo acechará a cada El problema metodológico consiste en explicitar el nivel, la estruc-
paso y será fácil ceder a sus trampas (como en las obras de Spengler y turación del objeto que permita agrupar exclusivamente hechos de sufi-
ciente parentesco como para iluminarse recíprocamente, y, al mismo
Toynbee). No se puede, sin embargo, proscribir pura y sencillamente la tiempo, de la suficiente diversidad como para dar de sí una ley estruc-
segunda forma de empleo en favor de la primera, es decir de la compara- tural que no sea simple descripción de un hecho individual. Se trata de
ción entre las que Marc Bloch llamaba "sociedades sincrónicas". No lo hallar el nivel estratégico único y preciso, que no es un nivel interme-
podemos hacer, porque la experiencia muestra la fecundidad de tal en- dio cualquiera entre la extrema generalidad y lo individual, sino el
nivel que evita a la vez la abstracción del tipo de la ley de los tres esta-
foque cuando se lo emplea adecuadamente, es decir tomando en cuenta dios de Auguste Comte y la descripción monográfica del caso in-
las estructuras sociales globales y los contextos históricos diferenciales. dividual.
Así, por ejemplo, el conocimiento de sociedades prehistóricas desapareci-
Al estudiar determinado proceso histórico en el espacio y en el tiem-
das puede y debe aprovechar los conocimientos resultantes del estudio
po, será necesario descubrir los elementos: 1) comunes a todos los casos;
etnológico de los ' 'primitivos" actuales, aunque este tipo de comparación
2) típicos para las diferentes subclases de casos; 3) individuales, o sea que
exige por cierto una gran dosis de cautela e infinitas precauciones.I4 Lo
no pueden repetirse." Silvio Zavala formula algunos conceptos prácticos
.que sí podemos afirmar es que, en la mayoría de los casos, es la primera
que pueden ayudar a lograrlo: 1) "establecer cuadros comparativos
forma de aplicación la que ha dado mejores resultados, y la que permite
que incluyan los temas o asuntos paralelos"; 2) "partir de la base
conclusiones menos objetables y más confiables, al iluminar por encima
de la existencia de diversidades a compararse"; 3) "deben mediar ele-
de los casos individuales los procesos-claves de una época dada. De todos
mentos generales o de posible acercamiento para que el paralelo permita
modos, es importante no olvidar los dos aspectos del método comparativo
un resultado apreciable". '8
tal como lo define Marc Bloch: se trata a la vez de ubicar las diferencias y
Para terminar, veamos cuáles son, según Marc Bloch, los resultados
buscar los factores que las ocasionan, y de fijar las regularidades que se
que podemos esperar de la aplicación del método comparativo; sus plan-
manifiestan entre dos o más procesos observados.ls
teamientos al respecto sintetizan buena parte de la problemática discutida
Antes de examinar algunas reglas prácticas que pueden ser útiles en
hasta aquí: 19
ese sentido, vamos a reproducir las observaciones muy oportunas de Lu-
cien Goldmann respecto del "nivel estratégico" que importa descubrir
para plantear en él comparaciones efectivas y fructíferas: l6 — sugerencias de nuevas observaciones e investigaciones: ciertos
fenómenos o procesos, más documentados o más visibles en cier-
No es verdad que las investigaciones histórico-sociológicas se pue- ta sociedad, pueden haber sido igualmente importantes —aunque
dan situar en un lugar cualquiera de una línea continua que fuera desde menos visibles o menos documentados— en otra sociedad, vecina
la generalidad sociológica extrema hasta la extrema individualización o no de la primera en el tiempo y en el espacio
histórica. En esa linea se encuentra un preciso nivel que permite a la — explicación de los fenómenos de supervivencia (es decir que se
investigación explicitar una tipología estudiando un cierto número de
escándalos o de regímenes dictatoriales diferentes [el autor se refiere explican por un estadio anterior de evolución de la sociedad en
aquí a ejemplos que mencionó con anterioridad], pero dotados, sin cuestión), "interpolación de las curvas" de desarrollo de distin-
embargo, de estructuras emparentadas y cuyo estudio común permite tas sociedades. Pero, advierte Bloch, la comparación tomada en
comprenderlos mejor que si se hubiera estudiado uno solo de ellos, este último sentido "sugiere más que explica del todo"
mientras que todo estudio que fuera más allá de eso, englobando he-
chos heterógenos, no podría sino contribuir a la confusión de la inves- — investigación de las influencias o de la filiación entre sociedades,
tigación. con las precauciones que imponen la posibilidad de una evolu-

14. Marc Bloch,' 'Comparaison'', y "Pour une histoire comparée des sociétés européennes", artícu-
• los ya'citados. 17. W. Kula, op. cit., pp. 592-593.
15. Cf. Barraclough, op. dt., p. 277. 18. Silvio Zavala, Hispanoamérica Septentrional y media. Periodo colonial, citado por Carlos M.
16. Luden Goldmann, ' 'Estructura social y consciencia colectiva de las estructuras", en las estruc- Rama, Teoría de la historia, Ed. Tecnos, Madrid, 19682, pp. 88-89.
turas y los hombres, pp. 104-113 (aquí, pp. 105-106). 19. Marc Bloch, "Comparaison"'.
LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA

ción paralela debido, no al contacto, sino a la analogía o similitud


de las circunstancias.
— estudio de las semejanzas y diferencias existentes entre la evolu-
ción de las sociedades consideradas.

D. Conclusión
CAPÍTULO IX
Barraclough resume bien el estado actual de las preocupaciones relati-
vas a la historia comparada, al decir que esta última tiene como postulado EL PROBLEMA DE LA SÍNTESIS EN HISTORIA
implícito la creencia en el carácter prematuro que presentarían grandes
síntesis meta-históricas sobre los grandes problemas, instituciones, etc. A. Planteamiento de la cuestión
que estudia el historiador. Se prefiere, por lo tanto, el planteamiento en
profundidad —en términos de comparación— de un cierto número de Cuando hablamos de "síntesis histórica",'debemos precisar bien de
cuestiones precisas, bien delimitadas. Dicho autor no parece exagerar al qué se trata, puesto que dicha expresión puede referirse a problemáticas
afirmar que la historia comparativa así definida, atenta a las especificida- bastante distintas entre sí:
des estructurales, representa quizás el nivel en el que resulta posible, en — En primer lugar, la dimensión del universo de análisis, el nivel
la actualidad, proceder a la síntesis histórica sin sacrificio de las exigen- en el que el investigador debe ubicarse: ¿una región?, ¿un estado?, ¿un
cias académicas en cuanto al proceso de investigación, y sin caer en la grupo de estados?, ¿el mundo entero?, ¿cómo se relacionan tales niveles?
superficialidad o la sistematización abstracta. 20 — En segundo lugar, el planteamiento (implícito o explícito) de la
Es preciso reconocer, sin embargo, que el método comparativo pade- cuestión de cómo funcionan y cambian las sociedades humanas, y por lo
ce, en el contexto de los estudios históricos, de una insuficiente elabora- tanto, el intento de descubrir en qué forma lo económico, lo sodal, lo
ción teórica como método razonado. Poco se ha avanzado en ese sentido, político, lo ideológico, actúan e interactúan en la estructura social global.
en efecto, desde los tempranos esfuerzos de Fustel de Coulanges, Henri — En tercer lugar, la cuestión de la integración del conocimiento,
Berr, Henri Sée, Henri Pirenne, y en particular Marc Bloch. La impor- debido a la fuerte tendencia a la especialización y la consiguiente multipli-
tancia misma del citado método impone el esfuerzo hacia su perfecciona- cación de disciplinas históricas que evolucionan frecuentemente en forma
miento teórico y operacional. Sea como fuere, creemos —como ya lo paralela, sin mantener suficiente contacto entre sí; y a causa de la expan-
creían Sée y Pirenne— que una de las condiciones esenciales del perfec- sión espacial y el carácter masivo de la producción de obras de historia,
cionamiento científico de nuestra disciplina consiste en que los historiado- volviendo difícil mantenerse informado de lo que se está haciendo (incluso
res dejen de ver en el método comparativo un procedimiento entre otros, en campos bien delimitados), e integrar de alguna manera tales conoci-
que pueden usar o no según les plazca, y se den cuenta de la necesidad de mientos.
usarlo siempre y sistemáticamente. — Por fin, "síntesis" es una palabra que posee connotaciones lógi-
cas amplias, que trascienden el dominio de los estudios históricos y tienen
que ver con la epistemología en general: ya sea en el sentido de una de las
etapas lógicas de cualquier proceso de investigación (al "análisis" sucede
la "síntesis"), o como el resultado de la resolución de una contradicción
dialéctica (tesis/antítesis/síntesis).
Este último aspecto de la cuestión será tratado más adelante en este
capítulo, y por ello lo dejaremos de lado ahora. En cuanto al dilema
20. Barraclough, op. cit., pp. 268-269, 279-281. especialización-complementaridad, por lo que hace a las distintas ramas
348 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EL PROBLEMA DE LA SÍNTESIS EN HISTORIA 349
de investigación histórica, creemos haber ya tratado suficientemente este hoy día las posiciones más variadas: el evolucionismo organicista hereda-
tema en algunos de los capítulos precedentes. do del siglo XIX, o el evolucionismo multilineal de los discípulos de
La dimensión del universo de análisis ha evolucionado en función del Julián Steward; el escepticismo total de Popper; la actitud "comparati-
contexto histórico de los siglos XIX y XX, y de la concepción predomi- vista"; el "relativismo cultural" de los estructuralistas, etc. 2 Podemos
nante respecto al objeto de la historia. La creencia en el marco nacional advertir de todos modos, entre los historiadores, dos tendencias predomi-
como límite ' 'natural" del objeto de estudio del historiador estuvo vincu- nantes al respecto en la actualidad: 1) la creencia en la necesidad de una
lado al nacionalismo del siglo pasado y al enfoque predominantemente visión universal de la historia, en el sentido de ir más allá de las fronteras
político-institucional entonces practicado, a partir del cual la historia apa- nacionales y continentales, y de comprender al mundo entero en el campo
rece, en efecto, como historia de los estados y sus relaciones. Por otra de estudio; 2) el rechazo de las interpretaciones globales "meta-históri-
parte, el eurocentrismo estuvo ligado a la expansión colonial y al predo- cas", de base filosófica (aun cuando basadas en una aplicación —no
minio europeo en el mundo. La descolonización, el desarrollo de los científica, por lo demás— de la comparación histórica, como en el caso de
estudios históricos fuera de Europa, la pérdida de terreno por parte de esta Spengler o de Toynbee).3
última en el escenario mundial, el carácter crecientemente integrado y Debemos evitar, sin embargo, la confusión entre dos cosas: por una
universal de la vida contemporánea, y por fin la expansión del campo de parte, la ruptura del eurocentrismo y la ampliación de los horizontes, con
intereses de los historiadores más allá de lo político-institucional, son el consiguiente interés por culturas anteriormente despreciadas; y por
factores que plantean en nuestros días la necesidad de superar un marco otra parte, la afirmación dogmática de la unilinearidad de la historia
estrictamente nacional y un horizonte casi solamente europeo para los humana. La gestación de la historia del mundo como una historia globali-
estudios históricos. Se multiplican los estudios regionales —puesto que la zante o integrada es algo que tuvo sus inicios con la progresiva formación
experiencia ha mostrado que el marco nacional ocultaba con frecuencia de un mercado mundial dominado por Europa, a partir del siglo XV;
arritmias y contrastes notables entre regiones de un mismo país—, y pero aun en nuestros días, pese a haber avanzado más que nunca (y en
también aquellos que van más allá de lo nacional, hacia grandes ' 'zonas" ritmo cada vez más acelerado) en los doscientos últimos años, tal proceso
(Sudeste asiático, África negra, países islámicos, etc.) definidas con fre- no puede considerarse como acabado. Anteriormente a la entrada de las
cuencia en función no de criterios científicos, sino de intereses políticos zonas no europeas en la esfera de la llamada "civilización occidental",
muy visibles e inmediatos (intereses a veces locales, pero sobre todo los no tendría sentido pretender escribir una "historia común" o unilineal
de las potencias neocoloniales), o hacia una historia propiamente mundial. del mundo: la única forma de hacerlo sería postular apriori una filosofía
El énfasis puesto en la historia económica durante las últimas décadas de la historia, lo que, como es evidente, escapa al terreno de la investiga-
debe haber contribuido a esa ampliación de los horizontes, puesto que, ción científica. La hipótesis "difusionista" es apenas una variante más de
como lo expresa Tawney: ' las explicaciones idealistas y filosóficas, y se encuentra fuertemente desa-
El historiador economista debe encerrarse menos que cualquier otro creditada en la actualidad. Las afirmaciones precedentes no significan,
en un marco nacional, pues la civilización económica es una creación desde luego, que sea un esfuerzo inútil el de tratar de comprender los
internacional. En lugar de historias económicas nacionales con referen- vínculos, contactos e influencias entre diferentes sociedades, o el de apli-
cia a la historia económica universal, necesitamos un estudio compa- car el método comparativo en el sentido de evidenciar qué hubo de común
rativo de los movimientos y problemas comunes a varios países.
o de distinto, por ejemplo, entre los diferentes focos del conjunto de
Pero, ¿cómo abordar la historia, más allá del marco tradicional del transformaciones que llamamos "revolución neolítica". Por el contrario,
estado-nación? Hablaremos más adelante de la respuesta marxista a tal tales procedimientos constituyen, en realidad, algunos de los aspectos
pregunta, y también de la tendencia ' 'regionalista'' de la escuela francesa esenciales de la preocupación actual por una síntesis histórica global.4
contemporánea. Lo que ahora nos ocupará es la cuestión de la ' 'historia Si las examinamos en función de lo expuesto, las numerosas "grandes
universal", o "mundial". Respecto de su posibilidad o no, coexisten 2. Cf. G. Barraclough, of. cií., pp. 241-258: "The Prospects of World History".
3. Ibid.
1. R. H. Tawney, "The Study of Economic History", en Económica, 1933, pp. 1-21. 4. Cf. ittfra la parte C de este capítulo; Barraclough, Ibid.
350 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EL PROBLEMA DE LA SÍNTESIS EN HISTORIA 351
colecciones" de historia mundial que se sucedieron en nuestro siglo terial y no material) en el sentido antropológico del término, en una
—"L'évolution de l'humanité"; "Peuples et civilisations"; "Clio"; configuración específica; 2) expresa la noción de patrimonio cultural co-
"Nouvelle Clio"; "Historia Universal Siglo XXI"; diversas coleccio- lectivo de los miembros de la civilización considerada; 3) supone la per-
nes históricas de Cambridge, y tantas otras— resultan invariablemente manencia, la muy larga duración, las continuidades estructurales; y 4) se
deficientes, pese a su utilidad (muy variable, además): a veces por mante- inscribe en el espacio, en un área característica que en general incluye a
ner una dosis elevada de eurocentrismo u "occidentalismo", en todos los varias formaciones sociales. Es frecuente, además, la visión de cada "civi-
casos por tratarse de yuxtaposiciones de textos heterogéneos de diversos lización" así definida como una entelequia, una entidad metafísica perso-
autores cuyos puntos de vista interpretativos pueden llegar a ser muy nalizada, que atraviesa impertérrita los siglos sin perder sus característi-
alejados u opuestos, y de yuxtaposiciones de historias nacionales o de cas básicas. Y si bien muchos historiadores niegan que haya sectores más
grandes zonas, sin verdadera actitud comparativa o visión global. La mis- importantes que otros en él edificio de la "civilización" (como en la
ma "Historia General de las Civilizaciones" (dirigida por Maurice Crou- estructura social) —lo que la transforma en una pura yuxtaposición de
zet), a pesar de que presenta una concepción de conjunto más coherente, elementos—, en la práctica predomina una concepción fundamentalmente
no escapa del todo a los defectos apuntados; por lo demás, existen gran- idealista: la civilización se define, en última instancia, por una "mentali-
des diferencias de nivel entre sus varios tomos. Dicha colección introduce dad' ', una' 'psicología colectiva'', un ' 'estado de espíritu'', etc. La conti-
aquí la noción de civilización, por intermedio de la cual haremos la nuidad y la singularidad históricas de los ' 'hechos de civilización'' plan-
transición a la problemática de la síntesis en el segundo sentido que tean un problema real y de gran importancia; pero la noción misma de
citamos al empezar (es decir, la cuestión de cómo explicar k organización civilización, tal como se la define y maneja corrientemente, no permite
de los distintos niveles de la estructura social). sino una descripción empírica de la historia. Sin embargo, esa forma
¿Qué es una "civilización"? No haremos la historia del término, de enfocar la cuestión, aunque tal vez siga predominando, no lo hace de
pero aun en nuestros días sus usos son variados. Creemos que existen dos manera absoluta, como en el pasado: bajo la influencia del marxismo, y
maneras principales de definirla. La primera es la de la antropología desde de la boga creciente de la historia económica, varios de los mejores histo-
Morgan, y de la arqueología: la civilización se define en este caso por riadores occidentales estarán de acuerdo con Georges Duby en que hay
oposición a otras etapas, consideradas lógicamente anteriores, de la evolu- sectores del cuerpo social más determinantes que otros.5
ción humana (hoy se evita, y por buenas razones, el empleo de los El rechazo de la posibilidad de ir más allá de una descripción, de una
términos "salvajismo" y "barbarie", que V. Gordon Childe usaba toda- yuxtaposición de sectores o factores, es una pesada herencia de la historia
vía para designar dichas etapas anteriores). La línea divisoria separa en- tradicional que la evolución reciente de los estudios históricos va poco a
tonces las sociedades de recolectores, cazadores y agricultores incipientes, poco eliminando.
de las sociedades "civilizadas", aquellas caracterizadas por la urbaniza- Antes de la segunda guerra mundial, el mundo de la historiografía
ción, un estado organizado, una cultura material y no material sofisticada, aparecía dominado por cierto número de principios cuya aceptación era
el conocimiento de la escritura, etc. Así considerada, la noción tiene poco menos que universal, y que consagraban numerosos manuales: así
virtudes heurísticas limitadas, puesto que aparte de diferenciarlas de fijados, dichos principios pasaban casi inalterados de una generación de
formas menos complicadas de organización social, no avanzamos mucho historiadores a la siguiente. Tales fundamentos tan ampliamente acepta-
en el terreno de la explicación histórica al clasificar en una misma categoría dos reposaban, no obstante, en una base muy frágil: la síntesis contra
a sociedades tan distintas como por ejemplo el Egipto faraónico, la Europa natura de dos corrientes heredadas del siglo XIX, el positivismo y el
occidental medieval y, digamos, los Estados Unidos actuales. Pero hay otra idealismo. En el primer capítulo de esta obra nos hemos ocupado ya de la
forma de definir y utilizar el concepto de civilización. historia positivista, así que no hace falta desarrollar aquí ese tema.
Según Antoine Pelletier, la idea más corriente al respecto entre los Como el positivismo, la concepción idealista de la historia, con su
historiadores contiene los elementos esenciales siguientes: 1) se trata de estricta distinción entre "historia" y "ciencia" y su insistencia en la
un conjunto de ideas, instituciones, técnicas, formas de la vida material y 5. Antoine Pelletier, "La notipn de civilisation", en A. Pelletier y J.-J. Goblot, Matérialisme
hislorique et histoire des civilisations, Editions Sociales, París, 1969, pp. 9-56.
de las relaciones sociales, etc., en suma, del conjunto de la cultura (ma-
352 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EL PROBLEMA DE LA SÍNTESIS EN HISTORIA 353

"intuición" como forma privilegiada de comprensión del pasado, es una tales estudios). Podemos advertir, igualmente, diferentes "dosis" en la
herencia del siglo XIX. Pero su influencia —con la de Dilthey y Croce— mezcla según los países: predominio absoluto del historicismo en Alema-
se extendió a partir de los años veinte de nuestro siglo. Su forma más nia, mayor fuerza del positivismo en Francia, etc. De todos modos, las
prestigiosa fue el llamado "historicismo alemán" (Simmel, Dilthey, pos- reglas metodológicas del positivismo —cristalizadas en el manual de Lan-
teriormente Troeltsch, Meinecke, etc.). Es probable que el único aspecto glois y Seignobos (1898)— y el relativismo historicista estaban siempre
útil del historicismo haya sido el de llamar la atención sobre las falacias presentes; este último contó con nombres prestigiosos: Collingwood,
del positivismo, ocultas bajo una espesa capa de optimismo beato, de Henri-Irénée Marrou, Raymond Aron; sirvió de base a Ortega y Gasset
suficiencia; sin embargo, resultó en el conjunto una influencia negativa y y a Maravall, y por intermedio de éstos pasó a los ambientes universita-
esterilizante, pero cada vez más poderosa en la medida en que la primera rios latinoamericanos.6
guerra mundial, las dificultades de la postguerra y sus secuelas (como por El positivismo rechazaba, en nombre de la objetividad, la jerarquiza -
ejemplo la proliferación de las dictaduras, fascistas o de otros tipos, y la ción de los hechos históricos: la exhaustividad sería la condición del
creciente declinación de Europa en el escenario mundial), y la depresión conocimiento objetivo; la explicación, en ese caso, más que una verdade-
consecutiva a la crisis de 1929 iban destruyendo poco a poco las certezas, ra síntesis, se volvía un catálogo, una descripción empírica. Además, la
principios y visión del mundo que venían del siglo pasado. Su rasgo preocupación obsesiva por los aspectos político-institucionales y el mundo
principal era el subjetivismo relativista: ¿cómo creer en la posibilidad de de las ideas, característica de los historiadores tradicionales, impedía una
una historia objetiva y científica, si el historiador es incapaz de despren- visión realmente global del funcionamiento de las sociedades y de su
derse de sus valores, su afectividad, en suma, su subjetividad? Mientras evolución. La posición idealista del historicismo, su negación de la posibi-
que las ciencias naturales constituyen el dominio de las cosas seguras, lidad de establecer leyes, su relativismo cuyo resultado es rehusar la
recurrentes, la historia se mueve al nivel de lo que es único, cambiante, intersubjetividad sin la cual no hay ciencia posible, son factores que iban
huidizo. Como la naturaleza se opone al "espíritu", también el "mundo en contra de cualquier intento de síntesis explicativa con pretensiones
de la naturaleza" y el "mundo de la historia" se oponen; por consi- científicas. En fin, positivismo e idealismo historicista coincidían como
guiente, las abstracciones y clasificaciones a las que proceden las ciencias vimos en el culto del detalle y de la monografía: la síntesis era pospuesta
naturales —su carácter "nomotético"— son de imposible aplicación a los indefinidamente; se consideraba que ella se cumpliría en el futuro, en
estudios históricos, cuyo carácter es "ideográfico" (es decir, basado en lo forma automática, por la acumulación misma de conocimientos particu-
particular). El historiador sólo puede aspirar a una "comprensión intuiti- lares y precisos.
va' ' de los hombres del pasado. Ya hemos visto (capítulo I) que es posible tomar la fecha de fundación
Resulta algo difícil explicar cómo pudo operarse el compromiso, la de los Annales —1929— como símbolo del inicio de la evolución reciente
síntesis entre dos tendencias tan excluyentes como lo son el positivismo y que, muy acelerada desde la segunda guerra mundial, desbarató en forma
el idealismo. Por una parte, dicha síntesis era más bien una yuxtaposi- creciente las posiciones de la historia tradicional, marcada a la vez por el
ción, y su resultado, algo extremadamente inconsistente desde el punto positivismo y el idealismo. Dicha evolución, y la ampliación de horizontes
de vista epistemológico: la separación entre dos fases en la investigación, de ella resultante, abrieron paso a la posibilidad de verdaderas síntesis
aceptándose las reglas positivistas en cuanto se trataba de recoger y criti- explicativas: numerosas tesis y libros recientes lo demuestran.' Pero aun
car el material documental, mientras que la "intuición" y el marco en la actualidad, la síntesis histórica vista como explicación global de lo
individual de valores del historiador se manifestaban en la etapa de la social se ve amenazada; esta vez, por la influencia de la contemporánea
interpretación (elaboración de la síntesis, presentación escrita de la inves- escuela norteamericana, en la que, más que una utilización en la labor
tigación). Por otra parte, ambas corrientes coincidían en muchos aspec- histórica (y en marcos definidos por ésta) del instrumental de las ciencias
tos por lo que hace a sus resultados prácticos, concretos: preocupación sociales, ocurre una subordinación acrítica y servil de la historia a estas
exagerada por la problemática de la causalidad y de la objetividad; culto del
detalle y de lo individual; creencia, por fin, en el carácter gratuito de los 6. Cf. Barraclough, op. cit., pp. 1-25.
estudios históricos (el "pasado por el pasado" como finalidad única de 7. Cf. infra la parte D de este capítulo.

i). MÉTODOS
354 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA
EL PROBLEMA DE LA SÍNTESIS EN HISTORIA 355
últimas, y por consiguiente, la fragmentación del campo de la ciencia del objeto analizado en el conjunto más amplio que permite expli-
histórica en "especialidades" totalmente autónomas. La tentación del carlo.
empirismo en su nueva versión "cuantitativista", y la del positivismo
lógico, se hacen sentir incluso en el mismo seno de la escuela francesa El análisis exigirá, por lo tanto, la referencia a una teoría y por esto se
que nos diera antes a Labrousse, con su rechazo radical de los cortes hablará a veces de análisis teórico.
arbitrarios entre los sectores de la investigación histórica. Cuando uno de El planteamiento de problemas comprende, por lo general, tres mo-
los discípulos de Labrousse, Francois Furet, plantea sus dudas de que una mentos principales: 1) la descripción; 2) el análisis (en el sentido de
síntesis histórica global sea algo posible en la actualidad, y empuja dicha análisis molecular y funcional); 3) la interpretación (en el sentido de análi-
síntesis hacia un lejano "horizonte", exactamente como lo hicieron en sis global), que busca formular alguna hipótesis explicativa del fenómeno
otro contexto los positivistas a principios de este siglo, vemos claramente estudiado.
que la batalla por la síntesis histórica no está ganada aún.8 Como lo esencial en el planteamiento de un problema científico es la
referencia a una teoría, convendrá definir dicho concepto. Se entiende por
teoría "un conjunto de hipótesis estructurado por la relación de impli-
cación o deductibilidad'VLas hipótesis de una teoría científica deben
B. Algunos problemas de método y epistemología '
reunir dos requisitos básicos: 1) ser confirmadas o verificadas; 2) ser
deductibles, es decir formar parte de un sistema deductivo. Por esto es
La investigación científica es, ante todo, una búsqueda de respuestas a por lo que se dice, corrientemente, que el método de la ciencia es hipoté-
determinados problemas. Obviamente, y valga la redundancia, la inves- tico deductivo.
tigación científica sólo puede resolver problemas científicos, es decir,
Debe notarse que la existencia de teorías depende de la acumulación
cuestiones que planteadas con una base teórica puedan someterse a algún
de conocimientos, del grado de desarrollo de una ciencia. En los primeros
tipo de prueba o verificación. Los problemas científicos pueden ser de dos estadios, y la mayoría de las ciencias sociales son un buen ejemplo de ello,
tipos básicos: 1) problemas sustantivos, o sea cuestiones referidas a fenó- muchas hipótesis son generalizaciones, confirmadas por una serie de he-
menos reales; y 2) problemas de estrategia o procedimiento, que se refie-
chos particulares, pero no cumplen todavía con el requisito de deducti-
ran a nuestros modos de conocimiento e investigación. Naturalmente, bilidad.
esta distinción sobre los problemas científicos es sólo analítica. En una
Es necesario distinguir entre teoría y modelo. Se entiende por modelo
investigación concreta se plantearán ambos tipos.
a una "representación idealizada üe una clase de objetos reales".11
El análisis es uno de los requisitos básicos del planteamiento de pro- Aunque muchas Veces se identifiquen teoría y modelo, es conveniente
blemas en la investigación científica. Con la misma palabra se designa, tener claro que las teorías no son modelos, sino que incluyen modelos. La
corrientemente, a varias operaciones lógicas:
teoría no es una representación esquemática de la realidad, en el sentido
del modelo. Es más, un mismo modelo puede explicarse según teorías
—la identificación de los distintos elementos o componentes de un diferentes. El modelo del mercado de competencia perfecta, por ejemplo, se
todo (a veces denominada análisis molecular o microanálisis) define por las siguientes características:
— la identificación de las relaciones entre los distintos elementos o
componentes (a veces denominada análisis funcional o relacional) — las empresas producen un bien homogéneo, y no hay ventajas o
— la formulación de una explicación (a veces denominada análisis desventajas asociadas al hecho de vender a un consumidor par-
ticular
global) que implica también una síntesis, es decir, la reubicación
— existe un número suficientemente grande de vendedores y con-
8. Francois Furet, "L'histoire quantitative et la construction du fait historique", en Anuales sumidores, de tal modo que las transacciones individuales son
E.S.C., enero-febrero de 1971, pp. 63-75 (especialmente p. 72).
9. Para la redacción de este parágrafo hemos utilizado ampliamente la obra de Mario Bunge, La 10. JohanGaltung, Theory mdMethodsof'SocialResearch, Alien & Unwin, Londres, 1967, p. 451.
investigación científica. Su estrategia y su filosofía, traducción de M. Sacristán, Ariel, Barcelona, 1969. (Hay traducción española: Eudeba, Buenos Aires).
11. M. Bunge, of. di., p. 420.
356 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EL PROBLEMA DE LA SÍNTESIS EN HISTORIA 357

pequeñas en comparación con el total de las transacciones Volviendo a la definición de teoría será necesario aclarar el concepto
— empresas y consumidores poseen información perfecta acerca del de hipótesis. Se entiende por hipótesis un enunciado o proposición que
precio dominante y sacan provecho de cada oportunidad para reúne los siguientes requisitos: 1) es corroborable o verificable, empírica-
aumentar, respectivamente, los beneficios y la utilidad mente ; 2) es general, en cuanto se aplica a un conjunto de observaciones.
— la entrada y salida del mercado es libre para ambos.12 La hipótesis no se confunde con un enunciado de contenido empírico en
cuanto que, además de verificable, debe ser general. Por ejemplo, una
La formación de los precios en este modelo de mercado puede explicar- hipótesis científica es la siguiente: la tendencia de los precios, en la
se en términos de la teoría de la utilidad marginal o de la teoría del valor Francia del siglo XVEI, es al alza secular. Este enunciado general sólo
trabajo. Conviene notar que muchas veces se habla de modelo teórico. En puede ser verificado mediante una serie de enunciados particulares de
este caso se puede querer significar: modelo que incluye una explicación contenido empírico: el precio del trigo en tal o cual ciudad, el precio de la
recurriendo a una teoría, o bien modelo que es una representación esque- carne en tal o cual región, etc. A su vez, la hipótesis acerca del movi-
mática de fenómenos o procesos reales. En el segundo caso se trata de una miento de los precios franceses podrá integrarse en un modelo más gene-
redundancia de vocabulario que debería abandonarse. ral: la tendencia de los precios europeos, etc. Importa subrayar entonces
Una teoría científica es por definición incompleta, aproximada, y rela- que cualquier hipótesis es una abstracción, una construcción mental, que
tiva. De la forma más simple, estas características pueden resumirse di- se verifica o no con datos o evidencia empírica, pero que de ningún modo
ciendo que la ciencia no busca, no puede proporcionar, conocimientos puede identificarse con ellos.
absolutos y definitivos. Por otra parte, la epistemología es de escasa utili- Si una hipótesis, además de los requisitos enunciados, forma parte (ha
dad en la construcción de teorías, en cuanto se trata de una reflexión post sido deducida) de una teoría científica ya sometida a algún grado de
facto. Por esto, "no hay técnicas normadas y listas para la construcción contrastación empírica, podrá hablarse de hipótesis explicativa o de ley
de teorías: el teórico puede usar cualesquiera medios conceptuales, siem- científica. Lo que permite a la investigación científica trascender la mera
pre que los claramente erróneos no se presenten en el producto final o descripción de los objetos que estudia y explicar su comportamiento es
puedan al menos eliminarse de él".13 La formalización, es decir, la precisamente el referir dichos comportamientos a un conjunto de condi-
reconstrucción lógica de una teoría, utilizando un lenguaje no verbal y ciones antecedentes y a un conjunto de leyes generales.15
explicitando los supuestos, axiomas, fórmulas primitivas y reglas, puede La discusión sobre si es posible aplicar el concepto de ley en las ciencias
llegar a efectuarse o no, pero la historia de la ciencia muestra que ocupa sociales tiene dos aspectos básicos:
un lugar muy reducido en la práctica científica y que interesa poco a los
hombres de ciencia. Sin embargo, conviene notar que entre la formula- — implica decidir si los comportamientos humanos son susceptibles
de estudio científico, utilizando la lógica de la explicación de las
ción verbal y la formulación matemática existe toda una gama de situacio-
ciencias naturales, ya que si se rechaza la posibilidad de estable-
nes intermedias. Si es raro que las teorías científicas alcancen una forma-
lización matemática completa, casi todas incluyen algún grado de for- cer leyes generales se rechaza automáticamente la posibilidad de
malización. explicación científica
— puede aceptarse la existencia de leyes en algunas ciencias huma-
En las ciencias sociales, la construcción de teorías tropieza con dificul-
nas, como la sociología o la economía, pero rechazarse para el
tades de diversa índole. Una de las principales es que objetos de estudio
como la estructura social son, en realidad, sistemas indefinidos, en el caso de la historia.
sentido de que sus componentes no siempre pueden ser identificados y El primer aspecto ha dado lugar a posiciones como la de que las
delimitados de manera precisa y completa.14 ciencias sociales son "ciencias del espíritu", cualitativamente distintas
de las ciencias naturales, y usan por lo tanto una metodología especial: la
12. J.M. Henderson y R.E. Quandt, Teoría microeconómica, traducción de J.R. Lasuén, Ariel, comprensión (Verstehen) y no la explicación. Esta posición epistemoló-
1962, Barcelona, p. 100.
13. Bunge, op. cit., p. 486. 15. C. Hempel y P. Oppenheim, "The Logic of Explanation", en Philosophy of Science, 15,
14. Cf. Raymond Boudon, Á quoi sen la notion de "structure"?, Gallimard, París, 1968, p. 99. 1948, pp. 135-175.
358 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EL PROBLEMA DE LA SÍNTESIS EN HISTORIA 359

gica, en boga a principios de siglo, está hoy superada. La comprensión no clásico ejemplo de axioma en este sentido es el principio marxista de la
constituye ningún método y las argumentaciones sobre la imposibilidad determinación "en última instancia" de la base económica sobre la su-
de aplicar el método científico a hechos sociales son insostenibles.16 perestructura.
Más interés tiene para nosotros el segundo aspecto. La unicidad e Otro problema de gran importancia es la exigencia de contrastación de
irrepetibilidad de los acontecimientos históricos es sin duda incuestiona- las teorías e hipótesis. La verificación científica no sólo deberá tener bases
ble y ¿cómo hablar entonces de leyes de lo que no se repite, de lo que empíricas, sino que, además, debe ser intersubjetiva. Es decir, la verifica-
supuestamente no presenta ninguna regularidad? Si la historia se concibe ción debe poder ser efectuada por cualquier otro investigador que, natu-
como una sucesión de acontecimientos, especialmente políticos y milita- ralmente, reproduzca el experimento o la prueba realizada. En el caso de
res, resultará clara la imposibilidad de formular leyes; pero si la historia la historia esto hace deseable la publicación íntegra de las fuentes utili-
se concibe como una historia de las estructuras, de las "sociedades en zadas.
movimiento", se podrán establecer leyes con la única restricción de limi- En las ciencias sociales se habla a menudo de replicadón. Con esto se
tar su validez a un universo espacial y temporal definido. Las leyes cientí- alude a un procedimiento destinado a posibilitar la verificación de los
ficas se refieren a propiedades o características de fenómenos o procesos, y enunciados generales: corroborado un enunciado para un conjunto de
de ningún modo a los fenómenos o procesos en sí mismos. Los procesos unidades de análisis se tratará de repetir la prueba en un conjunto diferen-
fisiológicos de un organismo humano determinado, por ejemplo, son es- te ; o con las mismas unidades de análisis se tratará de repetir la verifica-
trictamente tan irrepetibles como cualquier acontecimiento histórico. Ca- ción del enunciado utilizando indicadores diferentes. Los dos casos son
da crisis de anden régime, para volver a la historia, es irrepetible y única, corrientes en la historia económica. Si estudiamos el movimiento de pre-
pero manifiesta una serie de aspectos que son comunes a todas las crisis de cios en un período y región determinados será indispensable compararlo,
anden régime. Lo que permite establecer proposiciones legales acerca tanto en el espacio como en el tiempo. Por otra parte, si utilizamos los
de ellas es precisamente la existencia de esa serie de características o precios como indicadores de la coyuntura económica general, será necesa-
rasgos comunes. La ley científica, en consecuencia, se aplica a propieda- rio considerar precios de distintos artículos, o sea utilizar distintos indica-
des o características de un conjunto de fenómenos y no a los fenómenos dores. Evidentemente, la replicación en historia sólo es posible utilizando
mismos. el método comparativo. Como se explicó en los capítulos n y VIH sólo la
En las ciencias sociales, y en la historia en particular, la ley será una comparación permite acercarse al modelo lógico del experimento, recurso
proposición de tipo estadístico, es decir un enunciado general que se típico de verificación en las ciencias naturales. En consecuencia, la única
aplica a un gran conjunto, pero no con carácter de necesidad, sino en el posibilidad de verificar las hipótesis explicativas más generales en la histo-
sentido de una "probabilidad mayoritaria".17 ria es mediante el método comparativo.
Por otra parte, en la teoría existen enunciados legales de distintos El problema básico de la verificación en historia es sin duda la existen-
niveles de generalidad, según la extensión de la clase de objetos a que se cia o no de una documentación suficiente. El carácter de los testimonios
apliquen y existen también postulados o axiomas, es decir fórmulas sin conservados decide, en todos los casos, el tipo de verificación posible.
demostrar que sirven para deducir otros enunciados que sí son convalida- Cuando existen lagunas el peligro inmediato es la tentación a la extra-
dos, de alguna manera, por la experiencia. Estos postulados o axiomas polación, es decir, la generalización a partir de un número reducido de
son en consecuencia supuestos, sin demostrar, pero que se justifican en documentos o de una documentación inadecuada para lo que se quiere
función de la relevancia de los enunciados deducidos a partir de ellos. Un probar. Son ejemplos clásicos de esto las estimaciones de la esperanza de
vida en el mundo romano antiguo, extrapoladas a partir de las inscrip-
ciones funerarias conservadas. Para probar la validez del método, Louis
16. Cf. T. Abel, "The Operation Called 'Verstehen' ", en The American Journal ofSociology,
LTV, 3, 1946; reproducido en I.L. Horowitz (ed.), Historia y elementos de la sociología del conocimiento, Henry lo aplicó a un cementerio de Lyon en la primera mitad del siglo
t. 1, Eudeba, Buenos Aires, 1964; Hempel y Oppenheim, art. cit.; M. Bunge, Causalidad, Eudeba, XIX, controlando los resultados con los de la estadística demográfica
Buenos Aires, 1961, pp. 267-278.
17. E. Labrousse y otros, Las estructuras y los hombres, p. 102; cf. también Oskar Lange, Economía corriente (no disponible por supuesto para la antigüedad romana). La
Política, t. 1, Fondo de Cultura Económica, México, 1966, cap. III. conclusión demostró la arbitrariedad del procedimiento: en el caso de
360 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EL PROBLEMA DE LA SÍNTESIS EN HISTORIA 361

Lyon los resultados estaban en total contradicción con los de la estadística histórica única) que tiene por finalidad la comparación con el curso efecti-
demográfica.18 vo de los acontecimientos y permite, según Weber, extraer conclusiones
Otro problema importante en cuanto a la verificación es el de que en causales. En la medida en que haya diferencias entre el curso ideal y el
muchos casos no existe una delimitación precisa del objeto de estudio. curso efectivo, se la atribuye a los factores abstraídos o ausentes.22 Se
Antes se hizo referencia a ello al hablar de los sistemas indefinidos, y percibirá fácilmente la similitud entre la solución de Weber y la propuesta
resulta claro que sólo una cierta especialización permite delimitar clara- de la New Economic History de utilizar hipótesis alternativas (counter-
mente los problemas y los instrumentos metodológicos adecuados para factual hypothesis). Los problemas implícitos en esta posición fueron ya
estudiarlos." ampliamente discutidos en los capítulos u y VIII.
Debemos plantear ahora la cuestión de la causalidad. Desde el raciona- La reflexión epistemológica reciente, en lo que concierne al principio
lismo del siglo XVII la ciencia es definida como el conocimiento preciso de causalidad en la ciencia, se orienta a distinguir entre causalidad y
de los efectos por sus causas, y la pasión de los historiadores positivistas determinación, encuadrando el principio causal clásico como un tipo más
era, luego de establecer rigurosamente los "hechos", conocer sus causas. entre muchas determinaciones posibles.23 El marxismo, por otra parte,
Pero, dada la complejidad de la realidad social, se insistía inmediatamente sostuvo desde el siglo XIX una determinación de tipo dialéctico en los
en la necesidad de tener en cuenta ' 'todos los órdenes de hechos suscep- aspectos fundamentales de la vida social y económica: la relación base-
tibles de haber influido los unos sobre los otros".2C Este principio meto- superestructura y la relación fuerzas productivas-relaciones de produc-
dológico es por cierto una tautología: en último término todo influye ción. Recientemente, y de algún modo bajo la influencia del marxismo,
sobre todo; y nada permitirá explicar si no se dispone de una teoría. Esta han aparecido planteamientos señalando la necesidad de 'adoptar, en la
concepción de la causalidad oculta la idea de la historia como el resultado historia y en general en las ciencias sociales, el principio que podríamos
de una multitud de acciones individuales, entre las que sobresalían las de denominar de la causalidad estructural. La idea básica es que en la reali-
los grandes personajes. Su insuficiencia llevó, con la crítica del historicis- dad social hay niveles o estructuras irreductibles que además se ordenan
mo alemán al positivismo, a disolver la idea de causalidad histórica en la en una cierta jerarquía. La determinación no es postulada entonces entre
negación total de su posibilidad y a recurrir a explicaciones en base a factores aislados, sino entre estructuras.24 Pero aun dentro de la idea de
filosofías de la historia: el "espíritu", la "intuición", un modelo orga- causalidad estructural hay una variedad de enfoques diferentes: los más o
nicista, etc. En algunos casos se llegará a una solución de compromiso: la menos vinculados al estructuralismo (Lévi-Strauss, Godelier, Althusser,
causalidad en historia se presentará como la armonía de un ramo de Goldmann, etc.) y aquellos como el de Georges Duby que provienen de
flores, si quitamos un hecho o agregamos otro, el conjunto se desequili-
bra y carece de sentido.21 La concepción de Max Weber sobre el cono- 22. Cf. Max Weber, Essais sur la théorie de la science, traducción de J. Freund, Pión, París, 1965.
La concepción sobre el tipo ideal está resumida en Max Weber, Economía y Sociedad, 1.1, F.C.E. México,
cimiento en historia y sociología encuentra su lugar aquí. La categoría 19642, pp. 16-18, aunque el texto no es a veces muy ckro. Dos excelentes exposiciones sistemáticas se
fundamental es la de tipo ideal: una construcción conceptual que acentúa encuentran en: J. Freund, La sociología de Max Weber, Península, Madrid, 19682, cap. u; T. Parsons,
uno o varios aspectos de un conjunto de fenómenos, combinando dichos La estructura de la acción social, Guadarrama, Madrid, 1968, t. II, pp. 739-753.
23. M. Bunge da una lista, que señala como incompleta, de las categorías de determinación que
rasgos o aspectos de modo que tengan sentido. El tipo ideal implica pues aparecen en la ciencia moderna: 1) autodeterminación cuantitativa: determinación del consecuente por el
una simplificación y exageración ficticios de ciertos rasgos de los fenóme- antecedente (se trata de un continuo desarrollo de estados que difieren entre sí sólo en sus aspectos
cuantitativos); 2) determinación causal o causación: determinación del efecto por la causa eficiente
nos en cuestión. Ahora bien, el tipo ideal es la construcción de un curso (externa), por ej.: si se dispara un tiro contra una ventana el vidrio se romperá; 3) interacción: causación
hipotético de acontecimientos (que puede ser general y aplicarse entonces recíproca o interdependencia funcional; 4) determinación mecánica: del consecuente por el antecedente,
a situaciones históricas muy variadas, o bien restringido a una situación adicionando causas eficientes y acciones mutuas; 5) determinación estadística: del resultado final por la
acción conjunta de entidades independientes o semi-independientes; 6) determinación estructural o tota-
lista: de las partes por el todo; 7) determinación teleológica: de los medios por los fines u objetivos; 8)
18. Cf. P. Guillaume y J.-P. Poussou, Démographie historique, Armand Colín, París. 1970 pp determinación dialéctica: de la totalidad del proceso por el conflicto interno y la eventual síntesis siguiente
39-40 y 56-57. de sus componentes esenciales contradictorios (Cf. M. Bunge, Causalidad, El principio de causalidad en la
19. J. Piaget, Epistémologie des sciences de l'homme, Gallimard, París, 1970, pp. 38-41. ciencia moderna, Eudeba, Buenos Aires, 19652, pp. 29-31).
20. H.I. Marrou, enL'histoire et ses méthodes, Gallimard, París, 1961, p. 1.530. 24. Cf. M. Godelier, Racionalidad e irracionalidad en la economía, traducción de N. Blanc, Siglo
21. Cf. J. Huizinga, El coacepto de historia y otros ensayos, F.C.E., México, 1940. XXI, México, 1967, pp. 90-100.
362 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EL PROBLEMA DE LA SÍNTESIS EN HISTORIA 365

una profunda experiencia de historiador y la incorporación de diferentes tencia, etc. Otro fracaso ejemplar en la predicción es el célebre barómetro
influencias (el marxismo, la escuela de los Annales, etc.)." de Harvard para la predicción del ciclo económico, que en 1929 propor-
En conclusión, y volviendo al problema de la construcción de teorías, cionaba los cálculos más optimistas sobre el futuro inmediato del capitalis-
podríamos resumir los problemas en los puntos siguientes: mo norteamericano. Hoy la predicción que se formula en las ciencias
sociales es a menudo menos ambiciosa, también mucho menos significa-
— la búsqueda de articulaciones entre los diferentes niveles del
tiva, pero asimismo más acorde con el estado de desarrollo de las teorías.
mundo socio-cultural
— la búsqueda de la delimitación precisa de cada nivel
— la necesidad de formular leyes con una definición espacio.-tempo-
ral estricta
C. La respuesta marxistai el materialismo histórico
— la necesidad de construir la teoría como resultado de un proceso
de investigación, lo que implica rechazar posiciones como la de la
1. Consideraciones preliminares
New Economic History o el marxismo stalinista (cf. los capítulos
II y Ifl) o teorías generales del comportamiento humano como la
Antes de exponer en forma sumaria los principios e ideas centrales de
teoría general de la acción de T. Parsons o la praxeología de
los fundadores del marxismo acerca de la historia, conviene examinar el
Ludwig von Mises.
contenido, las circunstancias de su elaboración.
Todo esto indica claramente que en el estado actual de las ciencias Como Marx lo proclamó diversas veces, y como lo confirma el con-
sociales la construcción de teorías está muy lejos de alcanzar la compleji- junto de su obra, el objeto central de los estudios que emprendió estuvo
dad que posee en las ciencias naturales. En los puntos mencionados arriba siempre constituido por el modo capitalista de producción, la sociedad
en primero y segundo lugar, hay una serie de hipótesis pero nada parecido burguesa contemporánea, sus leyes de evolución y superación. Este hecho
a una teoría; y los dos últimos son objeto de cerradas polémicas. Estas central debe ser examinado por lo menos desde dos puntos de vista:
incapacidades influyen en que predicción y explicación no sean, en las 1) en primer lugar, la consideración de que, en el conjunto de la obra de
ciencias humanas, sinónimos, como sí lo son en las ciencias naturales. Marx y Engels (del primero sobre todo), las sociedades precapitalistas
Para poner un ejemplo clásico, se dice a menudo que Marx equivocó sus constituyen algo secundario: aparecen frecuentemente en función del (o
predicciones sobre la revolución socialista en Inglaterra y los países indus- más bien en oposición al) capitalismo, ofreciendo contrastes e ilustracio-
trializados. Si consideramos los problemas mencionados sobre las articula- nes que permiten comprender mejor la originalidad y el funcionamiento
ciones y la delimitación de niveles, es hasta cierto punto normal la equi- del modo de producción capitalista; además, el interés de Marx por los
vocación: no hay todavía ninguna teoría acerca de las articulaciones entre modos de producción precapitalistas era selectivo, preocupándole más que
los niveles sino sólo unas cuantas indicaciones generales, y predecir acon- todo rastrear la génesis y la evolución de ciertos elementos y categorías,
tecimientos implica poseerla. Sin embargo, el mismo Marx tuvo más necesarios al eje de su actividad científica que era, ya lo vimos, la elabora-
éxito en predecir tendencias del sistema económico capitalista (explicables ción de la teoría del capitalismo; 2) en segundo lugar, importa tomar en
casi íntegramente en este nivel): la concentración de los medios de pro- cuenta una serie de problemas metodológicos de gran importancia.
ducción, la baja de la tasa de ganancia en el capitalismo de libre compe- Concentrémonos en el segundo aspecto, el más esencial. En un ar-
tículo escrito en 1859, Engels aborda la cuestión del método seguido por
25. Lucien Goldmann considera que la "comprensión" y la "explicación" constituyen un mismo
Marx en la Contribución a la crítica de la economía política. Muestra el
procedimiento de investigación, pero aplicado a cortes diferentes del objeto: la comprensión consiste en carácter primordial de la concepción materialista y dialéctica de la historia
aprehender la estructura inmanente del objeto, mientras que para explicarlo hay que insertarlo en la y la economía política, y agrega: 26
estructura inmediatamente englobante; se pueden establecer, por lo tanto, secuencias sucesivas de com-
prensión-explicación a niveles cada vez más amplios (cf. L. Goldmann, Marxisme et sciences bumames,
Gallimard, París, 1970, passim). En cuanto a las vinculaciones que establece G. Duby entre la civilización 26. F. Engels, "La 'Contribución a la crítica de la economía política' de Carlos Marx", en Marx y
material, el poder y las mentalidades colectivas, cf. la parte A del cap. VH de esta obra. Engels, Escritos económicos varios, traducción de W. Roces, Grijalbo, México, 1966, pp. 188, 190.
364 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EL PROBLEMA DE LA SÍNTESIS EN HISTORIA 365
Aun después de descubierto el método, y de acuerdo con él, la dos a la prueba de los hechos concretos. Examinemos cada uno de estos
crítica de la economía política podía acometerse de dos modos: el histó- puntos.
rico o el lógico. Como en la historia, al igual que en su reflejo literario,
las cosas se desarrollan también, a grandes rasgos, desde lo más simple Pese al revuelo que provocó en los ambientes marxistas convencio-
hasta lo más complejo, el desarrollo histórico de la literatura sobre nales la afirmación hecha por Maurice Godelier de la prioridad, en
economía política brinda un hilo natural de engarce para la crítica, El Capital, del estudio de las estructuras sobre el de su génesis y evolu-
pues, en términos generales, las categorías económicas aparecían aquí ción,28 creemos que se trata de una constatación correcta. Como es evi-
por el mismo orden que en su desarrollo lógico. Esta forma presenta,
.aparentemente, la ventaja de una mayor claridad, puesto que en ella se dente, un razonamiento anti-historicista no significa, en absoluto, un
sigue el'desarrollo real de las cosas, pero en la práctica lo único que se razonamiento anti-histórico: para el marxismo la estructura, cualquier
conseguiría, en el mejor de los casos, sería popularizarla. La-historia se estructura (vista como totalidad contradictoria y por lo tanto esencial-
desmeolla,con frecuencia a saltos y en zigzags, y habría que seguirla así mente dinámica) es inseparable de su génesis, evolución y superación.
..en. toda su trayectoria, con lo, cual no sólo se recogerían muchos mate-
riales de escasa importancia, sino que habría que romper muchas veces Pero la "historia" considerada desde un punto de vista empirista, como
la ilación lógica,. Además, la historia de la economía política no podría simple sucesión lineal de eventos, separada de la teoría, o a partir de una
escribirse sin la de la sociedad burguesa, con lo cual la tarea se haría concepción idealista o filosófica, es insuficiente en el sentido de permitir
interminable, ya que faltan todos los trabajos preparatorios. Por tanto, el la percepción de la estructura:29
único .método indicado era el lógico. Pero éste no es, en realidad, otra,
QQsa que el método histórico, despojado únicamente de su forma historia
ca y de las contingencias perturbadoras. [...] En efecto, ¿cómo la fórmula lógica del movimiento, de la sucesión,
Vemos, pues, cómo con es.te método el desenvolvimiento lógicono del tiempo, podría explicarnos por sí sola el organismo social, en el que
.se ve obligado, ni mucho menos, a moverse en el reino de lo pura- todas las relaciones existen simultáneamente y se sostienen las unas en
mente abstracto. Por el contrario, necesita ilustrarse con ejemplos his- las otras?
tóricos, .mantenerse jen contacto constante con la realidad. Por eso,
estos ejemplos se aducen en gran variedad...
* Podemos afirmar, entonces, que la economía política, tomada en el
Como nos muestra este texto, la elección del' 'modo lógico'' obedeció sentido de "ciencia de las condiciones y de las formas en que las diversas
entre otras razones a que, en la época de Marx y Engels, no existían sociedades humanas han producido, cambiado y repartido los productos
elementos suficientes como para construir la teoría acabada de los modos de una manera correspondiente'' (cf. el pasaje reproducido en la nota 27),
de producción precapitalistas (necesaria si se quiere abordar históricamen- tiene precedencia o prioridad lógica sobre la historia, puesto que provee
te la sociedad burguesa en su génesis y evolución): en un trabajo poste- las bases mismas para que esta última pueda existir como ciencia. Ahora
bien, si para Engels la economía política así comprendida (es decir, inclu-
rior, Engels lo afirma, además, expresamente.27 Pero ello no es todo; el
yendo la teoría de los modos de producción precapitalistas como la del
texto reproducido, y muchos otros pasajes de Marx y del mismo Engels,
capitalismo) estaba en su época —y así sigue en general en la nuestra—
plantean igualmente una serie de tomas de posición teórico-metodológicas
' 'aún por hacer'', salvo en lo que concierne a la génesis y evolución de la
muy importantes: 1) el antihistoricismo y el primado del razonamiento
' 'forma de producción capitalista'', ¿cómo puede servir de base al estudio
de tipo estructural; 2) la condenación irremisible de cualquier "filoso-
de la historia? Ello es posible porque, en la visión de Marx, la sociedad
fía", y en especial de la ' 'filosofía de la historia'' en sus múltiples varian-
burguesa, como "la más compleja y desarrollada organización histórica
tes; 3) un método que utiliza la abstracción como instrumento científico,
de la producción'', nos da la clave para la explicación de las formas de
a través de la elaboración de "abstractos reales" constantemente someti-

27. F. Engek, El Anti-Dühring, traducción de J.V. Montenegro y Montero, Ed. Claridad, Buenos 28. Cf. M. Godelier, "Systéme, structure et contradiction dans 'Le Capital' " y "Logique dialec-
Aires, 1970} p. 161: "La economía política, concebida como ciencia de las condiciones y de las formas tique et analyse des structures. Réponse á Lucien Séve", en M. Godelier, Horizon, trujéis marxistes en
en que las diversas sociedades humanas han producido, cambiado y repartido los productos de una manera anthropologie, F. Maspero, París, 1973, pp. 187-255 (artículos publicados por primera vez respectiva-
correspondiente, es decir, en toda su extensión, está aún por hacer. Lo que poseemos hasta el presente de mente en 1966 y en 1970).
ciencia económica, se reduce, casi exclusivamente, a la génesis y evolución de la forma de producción 29. Karl Marx, Miseria de la filosofía, Ed. Signos, Buenos Aires, 1970, p. 92: cf. también Carlos
capitalista" Marx, El Capital, traducción de W. Roces, F.C.E., México, 19664, t. ffl, pp. 304, 757.
366 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EL PROBLEMA DE LA SÍNTESIS EN HISTORIA 367

organización anteriores: lo complejo y diversificado permite la compren- mejor limitarse a sistematizar la lógica y la epistemología, como lo dice
sión de lo simple, por consistir en la síntesis de elementos más simples. claramente Engels:32
Sin embargo, en ninguna manera ello significa que las leyes económicas
capitalistas tengan un valor universal y eterno:3U En uno y otro caso, [es decir, tanto en el caso de las ciencias
naturales como de la historia] tal materialismo, esencialmente dialéc-
La sociedad burguesa es la más compleja y desarrollada organiza- tico, no implica ninguna filosofía superpuesta a las demás ciencias.
ción histórica de la producción. Las categorías que expresan sus con- Desde el momento que se pide a cada ciencia se dé cuenta de su
diciones y la comprensión de su organización permiten al mismo tiem- posición en el conjunto total de las cosas y del conocimiento de las cosas,
po comprender la organización y las relaciones de producción de todas tórnase superflua una ciencia especial del conjunto; lo que subsiste de
las formas de sociedad pasadas, sobre cuyas ruinas y elementos ella fue toda la antigua filosofía y conserva una existencia propia es la teoría del
edificada y cuyos vestigios, aún no superados, continúa arrastrando, a pensamiento y sus leyes —la lógica formal y la dialéctica—. Todo lo
la vez que meros indicios previos han desarrollado en ella su significa- demás se resuelve en la ciencia positiva de la naturaleza y de la historia.
ción plena, etc. La anatomía del hombre es una clave para la anatomía
del mono. Por el contrario, los indicios de las formas superiores en las
especies animales inferiores pueden ser comprendidos sólo cuando se La toma de posición contra las "filosofías de la historia" se encontra-
conoce la forma superior. La economía burguesa suministra así la clave ba implícita en el texto mencionado al principio, en la afirmación de que
de la economía antigua, etc. Pero no ciertamente al modo de los econo- "el desenvolvimiento lógico" no se mueve en el "reino de lo puramente
mistas, que cancelan todas las diferencias históricas y ven la forma abstracto'', sino que, por el contrario, debe apoyarse en ''ejemplos histó-
burguesa en todas las formas de sociedad.
ricos" concretos y abundantes. A la diferencia de las "filosQfías._deJa
En suma, la explicación del pasado depende de la clara visión de la historia'', que tratan de encontrar fuera (o por encima) del mismo proce-
estructuración actual, la más compleja de todas; esta última tiene sin so histórico las leyes universales que lo rigerjt, el materialismo histórico
duda supuestos históricos, su formación tiene una historia, pero como se no reconoce sino leyes específicas a modos de^producción^hisjóricamente,.
trata justamente de un todo orgánico integrado, sus diversos elementos .dadQs^x.critica,en..lo.s, economistas clásicos la tendencia opuesta,33 Los
son interdependientes y co-presentes, y por ello el análisis de la estructura textos más claros en lo que concierne a la superación de la filosofía de la
capitalista no supone la exposición exhaustiva de la formación histórica de historia por el marxismo son, quizás, un pasaje de la Ideología alemana
cada uno de sus elementos, aunque sí la conciencia del carácter histórico (1845-1846) y la llamada "carta a Mijailovsky" (1877).34
(y por lo tanto transitorio) del modo de producción capitalista.31 Los hechos concretos constituyen, en suma, la prueba de validez de
Pese a todo, no debemos olvidar que Marx y Engels trataron de las abstracciones teóricas, las que, a su vez, son apenas abstractos reales,
utilizar toda la documentación histórica de que pudieron disponer. Y ello
32. Engels, El Anti-Dúhring, p. 33 (cf. también p. 34).
nos conduce al segundo punto que señalábamos más arriba. La superación 33. Marx, Elementos esenciales..., pp. 5, 7; ver también Marx, El Capital, I, pp. XXn-XXin.
progresiva de la filosofía por el avance de la ciencia alcanza, con el mate- 34. ( C. Marx y F. Engels, ' 'Feuerbach. Oposición entre las concepciones materialista e idealista
(capítulo I de la Ideología alemana)", en C.Marx y F. Engels, Obras escogidas en tres tomos (de ahora en •
rialismo histórico, "el último asidero" del idealismo, es decir la historia adelante: OEIII), 1.1, p. 22, Editorial Progreso, Moscú, 1973): "La filosofía independiente pierde, con la
misma. La vieja filosofía debe desaparecer con el desarrollo científico, o exposición de la realidad, el medio en que puede existir. En lugar de ella, puede aparecer, a lo sumo, un
compendio de los resultados más generales, abstraídos de la consideración del desarrollo histórico de los
hombres. Estas abstracciones de por sí, separadas de la historia real, carecen de todo valor. Sólo pueden
30. Karl Marx, Elementos fundamentales para la critica de la economía política (Borrador) 1857- servir para facilitar la ordenación del material histórico, para indicar la sucesión de sus diferentes estratos.
1858, vol. 1, traducción de J. Aricó, M. Murmis y P. Scarón, Siglo XXI, México, 1971, p. 26. Pero no ofrecen en modo alguno, como la filosofía, receta o patrón con arreglo al cual puedan enderezarse
31. Id. p. 422: "Para analizar las leyes de la economía burguesa no es necesario, pues, escribir la las épocas históricas". Carta de Marx al director del Otyecestvenniye Zapiski, en C. Marx y F. Engels,
historia real de las relaciones de producción. Pero la correcta concepción y deducción de las mismas, en Epistolario, Grijalbo, México, 1971, p. 57: "Esto es todo. Pero no lo es para mi critico. Se siente
cuanto relaciones originadas históricamente, conduce siempre a primeras ecuaciones —como los números obligado a metamorfosear mi esbozo histórico de la génesis del capitalismo en el occidente europeo en una
empíricos por ejemplo en las ciencias naturales— que apuntan a un pasado que yace por detrás de este teoría historicofilosófica de la marcha general que el destino le impone a todo pueblo, cualesquiera sean las
sistema. Tales indicios, conjuntamente con la concepción certera del presente, brindan también la clave circunstancias históricas en que se encuentre, a fin de que pueda terminar por llegar a la forma de la
para la comprensión del pasado; un trabajo aparte, que confiamos en poder abordar alguna ver. Este economía que le asegure, junto con la mayor expansión de las potencias productivas del trabajo social, el
análisis correcto lleva asimismo a puntos en los cuales, prefigurando el movimiento naciente del futuro, se desarrollo más completo del hombre. Pero le pido a mi critico que me dispense. (Me honra y me aver-
insinúa la abolición de la forma presente de las relaciones de producción". güenza a la vez demasiado)".
368 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EL PROBLEMA DE LA SÍNTESIS EN HISTORIA 369

o sea, una formalización abstracta de aquellas relaciones reales considera- condiciones inorgánicas, naturales, de su metabolismo con la naturale-
das como las más importantes.35 El método de trabajo de Marx consiste za, por el otro, y, por lo tanto, su apropiación de la naturaleza, sino la
separación entre estas condiciones inorgánicas de la existencia humana
en una especie de oscilación permanente entre dos niveles: la exposición y esta existencia activa, una separación que por primera vez es puesta
teórica y abstracta sólo puede recibir su confirmación, sus argumentos, plenamente en la relación entre trabajo asalariado y capital.
sus ejemplos, a través de la referencia constante a sociedades concretas,
históricamente ubicadas en el tiempo y el espacio. Existe, además, una Por lo tanto, sólo bajo el capitalismo se completa el proceso histórico
diferencia de forma entre el método de investigación —que debe consistir —iniciado según Marx con la aparición de la ganadería asociada a la
en la apropiación, por el investigador, de la materia de estudio en sus agricultura esporádica, mientras que los pueblos exclusivamente cazado-
detalles, sus formas de desarrollo, sus vinculaciones— y el método de res y pescadores quedarían fuera de dicho "proceso de desarrollo"— "'
exposición, que, al tratar de presentar al movimiento real en su conjunto, que efectúa la mencionada separación y por consiguiente el advenimiento
debe basarse en la búsqueda de las articulaciones y precedencias lógicas del hombre en cuanto individuo. En otro pasaje, Marx afirma que el
entre los elementos de la estructura.36 advenimiento del nuevo estado de cosas, preparado desde el siglo XVI,
Otro aspecto que conviene apuntar aquí es la diferencia que hace maduró a partir del siglo XVIII:42
Marx entre lo ' 'natural'' y lo ' 'histórico'', y de una manera más general
entre los modos de producción precapitalistas (desarrollos locales y limita- En esta sociedad de libre competencia cada individuo aparece como
dos) y el capitalismo (ligado a la lenta constitución de una historia que se desprendido de los lazos naturales, etc., que en las épocas históricas
vuelve mundial, universal). El texto que ilustra en forma más cabal tal precedentes hacen de él una parte integrante de un conglomerado
humano determinado y circunscrito.
oposición es el capítulo "Formas que preceden a la producción capitalis-
ta". 37 Aunque reconociendo la existencia de diversos modos de producción
Para Marx, "el desarrollo de la formación económica de la sociedad precapitalistas, Marx les encuentra una serie de características comunes,
puede ser asimilado a la marcha de la naturaleza y a su historia".38 cuando se los compara al capitalismo. Por una parte, como se desprende
Además, varios de los textos suyos y de Engels sugieren la existencia a la de la última cita, la naturaleza "circunscrita" de las comunidades huma-
vez de una continuidad y de una gradual ruptura entre la historia natural nas precapitalistas, el carácter local de su desarrollo: la "historia univer-
y la historia humana.39 El proceso propiamente histórico sería aquel que sal" sólo empieza a existir a partir de la formación de ,un mercado
"produce" históricamente el individuo, al separar poco a poco el hombre mundial, proceso iniciado en el siglo XVI, y sólo se completa con el adve-
de un conjunto de circunstancias consideradas como "naturales": la nimiento del capitalismo como modo de producción mundialmente domi-
pertenencia a grupos más vastos (familia, tribu, comunidad) y la unión nante, puesto que el capitalismo es el primer modo de producción que se
con las condiciones a través de las cuales actuaba sobre la naturaleza vuelve universal, a través de la disolución de los modos de producción
(objetos e instrumentos de producción):40 distintos que entran en su órbita, y debido a las características de sus
Lo que necesita explicación, o es resultado de un proceso histórico, fuerzas productivas. 43 Antes del siglo XVI —y en ciertos casos hasta el
no es la unidad del hombre viviente y actuante, por un lado, con las mismo siglo XIX— 16 que tenemos son, por lo tanto, desarrollos históri-

35. Marx no confunde la abstracción conceptual, necesaria como instrumento de exploración, "con 41. Id., p. 28. Naturalmente, hay que tomar en cuenta el estado de los conocimientos sobre las
la finalidad real de la investigación, que es la explicación del devenir histórico'' (Jean Bouvier, "L'appareil sociedades sin clases en la época en que escribe Marx (cf. Godelier, "Préface", cit.).
conceptuel dans l'histoire économique contemporaine", en Revue Economique, enero de 1965, p. 2, 42. Marx, U. p. 3; también pp. 4, 457.
citando a Fierre Vilar). 43. Marx, El Capital, u, p. 37: "De otra parte, las mismas circunstancias que determinan la
36. Cf. Marx, Elementos fundamentales..., pp. 20-30; El Capital, I, p. XXIII. condición fundamental de la producción capitalista —la existencia de una clase obrera asalariada— exigen
37. En Elementos fundamentales..., pp. 433-477. que toda la producción de mercancías adquiera forma capitalista. A medida que ésta se desarrolla, descom-
38. Marx, El Capital, I, p. XV. Volveremos más adelante sobre el sentido de esta expresión. pone y disuelve todas las formas anteriores de producción que, encaminadas preferentemente al consumo
39. Cf. MauriceGodelier, "Préface", en Sur les sociétés précapitalistes (textos escogidos de Marx, directo del productor, sólo convierten en mercancía el sobrante de lo producido. La producción capitalista
Engels y Lenin), Éditions Sociales, París, 1970, pp. 52-55. de mercancías hace de la venta del producto el interés primordial, sin que, al principio, esto afecte
40. Marx, Elementos fundamentales..., p. 449. aparentemente al mismo modo de producción, que es, por ejemplo, el primer efecto que el comercio

24.-MÉTODOS
370 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EL PROBLEMA DE LA SÍNTESIS EN HISTORIA 371

eos múltiples y paralelos; ello demuestra lo absurdo de una concepción dad histórica" de la sociedad clasista. En esas condiciones, las revolucio-
"unilineal" de la evolución humana que se pretenda marxista. Por el nes sociales consistían principalmente en la sustitución de una minoría
contrario, Marx siempre llamó la atención sobre la gran diversidad de las dominante por otra minoría dominante, y aunque la mayoría, es decir las
formas de desarrollo en el contexto de las sociedades precapitalistas: el clases explotadas, participaron en dichas revoluciones, lo hicieron en
bajo nivel de desarrollo de las fuerzas productivas hacía que dichas socie- provecho de la minoría que pasaría a dominar, la cual se presentaba, por
dades fueran en extremo dependientes de múltiples condiciones loca- lo menos durante un determinado período, como representante de "todo
les. 44 Por otra parte, en las condiciones de las sociedades precapitalistas el pueblo". Pensaban Marx y Engels que, bajo el capitalismo, las formas
de clases tomadas en su conjunto, "la dominación de los propietarios mediatizadas e "impuras" de la lucha de clases, ligadas a dichas caracte-
sobre los no poseedores puede reposar sobre relaciones personales, sobre rísticas de la fase precapitalista, desaparecen debido a que tanto la clase
una especie de comunidad", mientras que bajo el capitalismo, dicha dominante como la clase explotada tienen condiciones que les permiten
dominación "debe haber adquirido una forma material, encarnarse en un presentarse como clases plenamente constituidas, coherentes, conscientes,
tercer término, el dinero".4S Ello explica que, anteriormente al capitalis- y que se enfrentan de una manera clara y organizada.47
mo, las formas de la alienación no fuesen las mismas que bajo este últi- Algunos de los problemas que cabría tratar aquí fueron ya menciona-
mo: las relaciones de producción no asumían la forma de relaciones entre dos en el capítulo III, así que no volveremos a ellos; en particular, la
cosas, como en el caso del capitalismo, sino que la alienación tomaba una cuestión del carácter "inacabado" y "abierto" del marxismo, y la de la
forma religiosa,46 Las luchas de clases, en fin, aparecen en una forma noción de "vía típica" de evolución aplicada a la zona mediterráneo-
muy distinta de la que presentan bajo el capitalismo, pues sólo las clases europea tomada en su conjunto.
dominantes llegaban a alcanzar la cohesión, la solidaridad de intereses y el
grado de conciencia que hacía de ellas clases plenamente constituidas;
mientras que las clases dominadas no tenían condiciones objetivas para 2. La producción y reproducción de la vida real: la base económica
desarrollar convenientemente tales características, lo que explica su inca-
pacidad —aun cuando llegaban a vencer en la lucha social— de plantear Decía Engels en 1884:48
una solución alternativa al orden vigente; lo que se puede comprender
considerándose el nivel insuficiente de las fuerzas productivas y de la Según la teoría materialista, el factor decisivo en la historia es, en
fin de cuentas, la producción y la reproducción de la vida inmediata.
división del trabajo, el carácter masivamente agrario de la economía. Eso Pero esta producción y reproducción son de dos clases. De una parte,
es lo que muestra un interesante texto de Engels acerca de la ' 'legitimi- la producción de medios de existencia, de productos alimenticios, de
ropa, de vivienda y de los instrumentos que para producir todo eso se
necesitan; de otra parte, la producción del nombre mismo, la conti-
capitalista mundial ejerce en pueblos como China, India, Arabia, etc. Pero allí donde echa raíces, destruye nuación de la especie. El orden social en que viven los hombres en una
todas las formas de la producción de mercancías basadas en el trabajo del propio productor o concebidas
simplemente a base de vender como mercancías los productos sobrantes. Empieza generalizando la produc- 47. Engels, El Anti-Dühring, pp. 294-295: "La división de la sociedad en una clase explotadora y
ción de mercancías y luego va convirtiendo, poco a poco, toda la producción de mercancías en producción una clase explotada, en una clase dominante y una clase oprimida, ha sido la consecuencia necesaria del
capitalista". escaso desarrollo de la producción en el pasado. Mientras el trabajo total de la sociedad no da sino un
Marx y Engels, OEIII, I, pp. 36-37 (Ideología alemana); Marx, Elementos fundamentales..., p. 31: producto que supera muy poco lo estrictamente necesario para la vida de todos, mientras el trabajo
"La historia universal no siempre existió; la historia como historia universal es un resultado". requiere todo o"casi todo el tiempo de la gran mayoría de los miembros de la sociedad, ésta necesariamente
44. Marx, El Capital, ffl, p. 172: "...la misma base económica —la misma, en cuanto a sus se divide en clases... Mas si la división en clases tiene, por consecuencia, alguna legitimidad histórica, no
condiciones fundamentales— pueda mostrar en su modo de manifestarse infinitas variaciones y gradaciones posee, sin embargo, esa legitimidad sino por un tiempo dado, para condiciones sociales determinadas:
debidas a distintas e innumerables circunstancias empíricas, condiciones naturales, factores étnicos, in- pues, fundada en la insuficiencia de la producción será eliminada por la plena expansión de las fuerzas
fluencias históricas que actúan desde el exterior, etc., variaciones y gradaciones que sólo pueden compren- productivas modernas...". Ver: Sur le ffodalisme, Éditions Sociales, París, 1971, pp. 158, 261-262.
derse mediante el análisis de estas circunstancias empíricamente dadas". Ver también Gianni Sofri, // Acerca de las "revoluciones de minorías", cf. la introducción de F. Engels a la edición de 1895 de Las
modo di produzione asiático. Storia di una controversia marxista, Einaudi, Turín, 1969, pp. 47-54 (hay hcbas de clases en Francia de 1848 a 1850, en OEIII, I, pp. 194-1%.
traducción española). 48. F. Engels, "El origen de la familia, la propiedad privada y el Estado", en C. Marx y F. Engels,
45. Marx y Engels, OEIII, I, p. 49. Obras escogidas en dos tomos (de ahora en adelante: OEIf), t. u, Editorial Progreso, Moscú, 1971,
46. Marx, El Capital, 1, p. 44 (entre muchos otros textos). pp. 168-169.
372 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EL PROBLEMA DE LA SÍNTESIS EN HISTORIA 373
época o en un país dados, está condicionado por esas dos especies de abstracciones, de "momentos abstractos que no permiten comprender
producción: por el grado de desarrollo del trabajo, de una parte, y de ningún nivel histórico concreto de la producción", cuyo sentido es exclu-
la familia, de la otra. Cuanto menos desarrollado está el trabajo, sivamente el de evidenciar lo común y evitar las repeticiones.51 Antes de
más restringida es la cantidad de sus productos y, por consi-
guiente, la riqueza de la sociedad, con tanta mayor fuerza se mani- hablar de los conceptos claves de modo de producción y formación econó-
fiesta la influencia dominante de los lazos de parentesco sobre el mico-social, concentrémonos pues un momento en algunas de esas deter-
régimen social. minaciones más generales.
Hablemos en primer término del proceso de trabajo tomado en sus
La continuación del texto muestra que, con el desarrollo de la socie- elementos abstractos. Se trata de: 52
dad de clases y del estado, en función del crecimiento de las fuerzas
...la actividad racional encaminada a la producción de valores de
productivas, las relaciones de parentesco se ven sometidas "a las relacio- uso, la asimilación de las materias naturales al servicio de las necesida-
nes de propiedad". Así que, en las sociedades de clases, el factor deter- des humanas, la condición general del intercambio de materias entre la
minante en última instancia de la estructura social global es, en forma naturaleza y el hombre, la condición natural eterna de la vida humana,
más clara que en las sociedades sin clases, "el modo de producción de k y, por tanto, independiente de las formas y modalidades de esta vida y
vida material", la economía.49 común a todas las formas sociales por igual.
La economía consiste en la articulación, en una totalidad integrada, de
Dicho proceso comprende tres factores simples: 1) el propio trabajo;
diversos "momentos" o elementos: producción, distribución, intercam-
2) el objeto de trabajo; 3) el medio de trabajo. El trabajo se define como
bio, consumo; justamente porque se trata de un sistema estructurado,
"la actividad adecuada a un fin". Aquello sobre lo que versa esta acti-
sus elementos actúan los unos sobre los otros, pero es la producción el
vidad es el objeto de trabajo. La naturaleza (tierra, aguas, maderas, ani-
elemento determinante y estructurante: 50
males, etc.) constituye el "objeto general" de trabajo. Pero también hay
objetos de trabajo ya transformados por un trabajo anterior: se trata de las
Una producción determinada, por lo tanto, determina un consumo, materias primas. Éstas pueden "formar la sustancia principal de un pro-
una distribución, un intercambio determinados y relaciones recíprocas
determinadas de estos diferentes momentos. A decir verdad, también ducto", o funcionar como materias auxiliares para su producción: así,
la producción, bajo su forma unilateral, está a su vez determinada por ejemplo y respectivamente, el hilo de algodón en la industria textil y
por los otros momentos. !..J Entre los diferentes momentos tiene lu- el combustible consumido por una máquina aplicada a la producción. El
gar una acción recíproca. Esto ocurre siempre en todos los conjuntos medio de trabajo constituye ' 'aquel objeto o conjunto de objetos que el
orgánicos. obrero el trabajador ] interpone entre él y el objeto que trabaja y que le
sirve para encauzar su actividad sobre este objeto". La naturaleza es el
Ya hemos visto que, para el marxismo, las leyes económicas son medio general de trabajo, un arsenal de medios de trabajo en sí misma,
válidas sólo en un contexto histórico-estructural dado, para cada modo de pero desde muy temprano aparecen instrumentos de trabajo fabricados
gmduccjónjíspecíiico. Por ello no es posible construir una verdadera teoría por el hombre: en realidad, el rasgo distintivo del hombre, de su proceso
de lo que sería' 'la producción en general''. Pero como ' 'todos los estadios de trabajo, es "el uso y la fabricación de medios de trabajo". En el
de la producción tienen caracteres comunes que el pensamiento fija como sentido amplio, son medios de trabajo todas las condiciones materiales
determinaciones generales", es útil de todos modos tratar de percibir que contribuyen a que se cumpla el proceso de trabajo: así, por ejemplo,
dichas determinaciones generales de toda producción, o aquellas comunes el sitio en que se efectúa, las carreteras, canales, etc. El resultado del
a algunos de sus estadios (como, por ejemplo, la moneda): se tratará de proceso de trabajo es A producto, es decir un valor de uso, "una materia

51. Ibid., pp. 5, 8. Marx, El Capital, II, p. 200: "No se trata de las definiciones bajo las que
49. C. Marx, "Prólogo de la Contribución a k crítica de la economía política", en OEIII, I, p.
puedan ser englobadas las cosas. Se trata de determinadas funciones, expresadas en determinadas ca-
518.!.
tegorías".
50. Mam, Elementos fundamentales..,, p. 20.
52. Marx, El Capital, I, p. 136; para todo lo referente al proceso de trabajo, pp. 130-136.
374 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EL PROBLEMA DE LA SÍNTESIS EN HISTORIA 375

dispuesta por la naturaleza y adaptada a las necesidades humanas median- esenciales que comparten varias sociedades concretas consideradas de un
te un cambio de forma". Los medios y objetos de trabajo constituyen, en mismo tipo. Como en la práctica cada formación económico-social presenta
conjunto, los medios de producción. La configuración de la propiedad más de un modo de producción (o elementos de modos de producción), no
sobre estos últimos es el elemento estructurante de las relaciones de existe empíricamente el modo de producción en estado puro, autique haya
producción. casos que se le aproximen más, y otros menos.54 Fuerzas productivas son
Las determinaciones mencionadas hasta aquí son generales, se aplican "el conjunto de los factores de producción, recursos, herramientas, hom-
a cualquier forma o modo de producción. También existen factores que, bres, que caracterizan a una sociedad determinada en una época determina-
sin tener el mismo grado de generalidad, son comunes a diversos modos de da y que es preciso combinar de manera específica para producir los bienes
producción: intercambio de mercancías y la moneda, por ejemplo. El materiales de que dicha sociedad tiene necesidad".55 Las relaciones de
pasaje siguiente de Engels resume todo lo que precede: " producción son "determinadas relaciones necesarias e independientes de
su voluntad" en las que entran los hombres entre sí "en la producción
social de su vida", y que "corresponden a una determinada fase de
La economía política, fundamentalmente, es una ciencia histórica; desarrollo de sus fuerzas productivas".56 El desarrollo de las fuerzas
su materia es histórica, es decir, perpetuamente sometida al mudar y
estudia, desde luego, las leyes particulares de cada fase de la evolución productivas determina en última instancia toda la historia humana, de la
de la producción y el cambio, y sólo al término de su indagación podrá que constituye la base." £1 conjunto de las relaciones de producción,
formular un reducido número de leyes enteramente generales, verdade- constituye la estructura económica de la sociedad.58
ras para la producción y el cambio como tales. Dicho queda, de otra Si el concepto de modo de producción designa un tipo de sociedad,
parte, que las leyes válidas para formas de producción y de cambio _
determinados, valen igualmente para todos los períodos históricos que una forma de estructuración social históricamente dada, la noción de
tienen en común esas formas de producción y cambio. Por ejemplo, la formación económico-social conviene "al análisis de realidades históricas
introducción de la moneda metálica pone en juego una serie de leyes concretas, singulares, aprehendidas en el tiempo real, irreversible, de
igualmente verdaderas para todos los países y épocas en que la moneda un período determinado de la historia".59 El concepto de formación eco-
metálica sirve de medio para el cambio.
nómico-social se encuentra todavía mal elaborado; en el marxismo con-
temporáneo coexisten por lo menos tres formas principales de consi-
Pasemos ahora a definir los dos conceptos esenciales del materialismo derarlo: 60
histórico: modo de producción y formación económico-social (siendo el
primero el más importante). Se trata, a la vez, de nociones altamente 54. Podemos decir, por ejemplo, que el gran peso de las estructuras campesinas en Francia hacía de
ésta, en el siglo XIX, un país capitalista menos típico que Inglaterra, puesto que en la última el modo de
polémicas en el seno de los estudios marxistas contemporáneos. Ello se producción capitalista predominaba de manera mucho más total respecto al conjunto de las estructuras
debe a la ausencia de textos normativos o metodológicos de los fundadores económicas y sociales.
del marxismo, lo que obliga a extraer los conceptos teóricos del cuerpo de 55. M. Godelier, Horizon, trujéis..., p. 188.
56. Marx, "Prólogo de la Contribución...", en OEÍII, I, p. 517.
su obra, lo que alienta diferentes interpretaciones; en la medida en que 57. Marx, Carta a Pavel Vasilievich Annenkov (Bruselas, 28 de diciembre de 1846), en OEIII, I,
hubo cambios y evoluciones en el pensamiento de Marx y Engels, dicha p. 532; también Engels, Carta a H. Starkenburg (Londres, 25 de enero de 1894), en OEII, II, p. 507:
"Por relaciones económicas, en las que nosotros vemos la base determinante de la historia de la sociedad,
obra permite encontrar un respaldo para concepciones a veces muy di- entendemos el modo cómo los hombres de una determinada sociedad producen el sustento para su vida y
vergentes. cambian entre sí los productos (en la medida en que rige la división del trabajo). Por tanto, toda la técnica
de la producción y del transporte va incluida aquí. Esta técnica determina también, según nuestro modo de
Modo de producción es una articulación específica e históricamente ver, el régimen de cambio, así como la distribución de los productos, y por tanto, después de la disolución
dada entre un nivel y un tipo de organización definidos de las fuerzas de la sociedad gentilicia, la división en clases también, y por consiguiente, las relaciones de dominación y
productivas, y las relaciones de producción que les corresponden. Se trata sojurgamiento, y con ello, el Estado, La Política, el Derecho, etc.".
58. Marx, "Prólogo de la Contribución...", en OEIII, I, p. 517.
de un concepto abstracto, o mejor de un "abstracto real'', en el sentido de 59. M. Godelier, Horizon, trujéis..., p. 83.
que se lo construye a través de la percepción de los elementos comunes y 60. Cf. Ibid. pp. 83-84; H concepto de "formación económico-social". Cuadernas de Pasado y
Presente (Córdoba, Argentina), n.° 39, abril de 1973; O. Lange, op. cit., p. 32; Étienne Balibar, "Sur
les concepts fondamentaux du matérialisme historique", en L. Atthusser y E. Balibar, Lire le Capital,
E, Francois Maspero, París, 1968, pp. 87-88 (nota).
53. Engels, El Anli-Dübring, pp. 158-159.
LOS
376 MÉTODOS DE LA HISTORIA EL PROBLEMA DE LA SÍNTESIS EN HISTORIA 377
(
! — como noción empírica equivalente a la idea corriente de "socie- El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura
: dad" económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la super-
estructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas
:— como concepto referido a una sociedad concreta, pero con con- formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material
tenido teórico: se trata de definir y explicar la articulación de condiciona el proceso de la vida social, política y espiritual en general.
diversos modos de producción en el seno de la base económica de No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino, por el
dicha sociedad contrario, el ser social es lo que determina su conciencia.
... Según la concepción materialista de la historia, el factor que en
— como el modo de producción acompañado de la superestructura última instancia determina la historia es la producción y la reproduc-
que le corresponde. ción de la vida real. Ni Marx ni yo hemos afirmado nunca más que
esto. Si alguien lo tergiversa diciendo que el factor económico es el
La segunda y tercera acepciones a veces se combinan. Así, por ejem- único determinante, convertirá aquella tesis en una frase vacua, abs-
plo, M. Godelier considera que la definición de una formación económico- tracta, absurda.
social consiste en la identificación de los modos de producción y de los En cartas escritas en los últimos años de su vida, Engels reconoció
elementos superestructurales correspondientes, en descubrir "la forma
que, debido al contexto de su elaboración —la lucha contra las concepcio-
y el contenido exactos de la articulación" de dichos modos de producción y
nes idealistas—, muchos de los textos anteriores de Marx y suyos habían
su jerarquía, y las funciones propias de los elementos superestructurales
subrayado en forma demasidado exclusiva, unilateral, la determinación de
combinados específicamente según la articulación de los modos de pro-
los elementos superestructurales por la base económica. En esas cartas
ducción. Ello permitiría alcanzar una ' 'definición sintética de la naturale-
que escribió entre 1890 y 1894, trató de corregir el "economicismo"
za exacta de la diversidad y de la unidad específicas de las relaciones
resultante, haciendo hincapié sobre todo en tres aspectos: 1) la distinción
económicas y sociales que caracterizan a una sociedad en una época deter-
entre forma y contenido de la superestructura; 2) el carácter dialéctico de
minada." 61
la relación base-superestructura, que conlleva la noción de autonomía
La jerarquía y articulación de los diferentes modos de producción en el
relativa de las superestructuras; 3) la naturaleza de la determinación en
seno de una formación económico-social dependen de aquel de ellos que es
última instancia por lo económico.
dominante:62
En cuanto al primer punto, el contenido de los diversos niveles su-
En todas las formas de sociedad existe una determinada producción perestructurales se deriva de la base económica, pero no así su forma,
que asigna a todas las otras su correspondiente rango e influencia, y puesto que ésta depende de un largo proceso de génesis y evolución
cuyas relaciones por lo tanto asignan a todas las otras el rango y la iniciado en la misma prehistoria; o sea, la base económica, al cambiar,
influencia. Es una iluminación general en la que se bañan todos los reorganiza, en función, de sus propias necesidades, el material super-
colores y que modifica las particularidades de éstos. Es como un éter
particular que determina el peso específico de todas las formas de exis- estructural pre-existerite:M
tencia que allí toman relieve. Para mí, la supremacía final del desarrollo económico, incluso so-
bre estos campos, es incuestionable, pero se opera 'dentro de las condi-
3. Base y superestructura: el problema de la determinación en última ciones impuestas por el campo concreto: en la filosofía, por ejemplo,
instancia por la acción de influencias económicas (que a su vez, en la mayoría de
los casos, sólo operan bajo su disfraz político, etc.) sobre el material
filosófico existente, suministrado por los predecesores. Aquí, la econo-
Partiremos de un pasaje del prólogo de Marx (1859) a su Contribu- mía no crea nada a novo, pero determina el modo cómo se modifica y
ción a la crítica de la economía política, y de otro de la carta de Engels a desarrolla el material de ideas preexistente, y aun esto casi siempre de
J. Bloch (21-22 de septiembre de 1890): " un modo indirecto, ya que son los reflejos políticos, jurídicos, morales,
los que en mayor gradó ejercen una influencia directa sobre la filosofía.
61. Godelier, Ibid. pp. 83-84.
62. Marx, Elementos fundamentales..., pp. 27-28. 64. Engels, Carta a K. Schmidt (Londres, 27 de octubre de 1890), en OEII, II, p. 498. Ver
63. Marx, "Prólogo de la Contribución..:', en OEIII, I, pp. 517-518; Engels, Carta a J. Bloch también, en el mismo tomo, la carta a Mehring (p. 500), del 14 de julio de 1893 (Londres). Para un
(Londres, 21-22 de septiembre de 1890), en OEII, u, p. 490. ejemplo concreto: M. Godelier, Horizon, trajets..., pp. 83-92, 343-355.
378 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EL PROBLEMA DE LA SÍNTESIS EN HISTORIA 379

Sobre el carácter dialéctico de las relaciones entre base y superestruc- Otro tanto acontece con las demás casualidades y aparentes casuali-
tura, Engels es muy explícito:6S dades de la historia. Y cuanto más alejado esté de lo económico el
campo concreto que investigamos y más se acerque a lo ideológico
El desarrollo político, jurídico, filosófico, religioso, literario, artís- puramente abstracto, más casualidades advertiremos en su desarrollo,
tico, etc., descansa en el desarrollo económico. Pero todos ellos reper- más zigzaguees presentará su curva. Pero si traza usted el eje medio de
cuten también los unos sobre los otros y sobre su base económica. No la curva, verá que, cuanto más largo sea el período en cuestión y más
es que la situación económica sea la causa, lo único activo, y todo lo extenso el campo que se estudia, más paralelamente discurre este eje al
demás efectos puramente pasivos. Hay un juego de acciones y reaccio- eje del desarrollo económico.
nes, sobre la base de la necesidad económica, que se impone siempre,
en última instancia. Este último pasaje también nos muestra algo que aparecía ya en el
texto correspondiente a la nota 64: la determinación de los distintos
niveles superestructurales por la base es tanto más indirecta, aleatoria y
Es evidente que el reconocimiento del carácter dialéctico de las rela-
menos visible, cuanto más nos alejamos de dicha base, hacia "las esferas
ciones base-superestructura significa que esta última goza de una autono-
ideológicas que flotan aún más alto en el aire: la religión, la filosofía,
mía relativa, o en otras palabras que no se la puede deducir sencillamente
de la base económica, o reducirla a ésta: tiene su propia evolución,
La noción de superestructura, la determinación de los elementos y
basada en leyes específicas y que se lleva a cabo según un ritmo propio.M
niveles que la componen, la definición de sus relaciones con la base, son
Por fin, debemos ver en qué consiste la determinación en última
aspectos altamente polémicos del marxismo. Mencionemos apenas algu-
instancia por lo económico. Las ideas claramente expuestas por Engels al
nos de los problemas principales: 1) la existencia de elementos plurifun-
respecto no respaldan la interpretación propuesta por la escuela althusse-
cionales; 2) el hecho de saber si la noción de modo de producción incluye
riana a esta cuestión, y de la que hablaremos más adelante. La concepción
o no la superestructura; 3) la interpretación dada por la escuela althusse-
de Engels al respecto puede ser llamada macro-histórica, en el sentido de
que la percepción de la determinación en última instancia se da en la larga riana a la "determinación en última instancia".
duración:61 Existen elementos de la estructura social global que funcionan a la vez
como infra y superestructurales. Como ejemplos de tal pluri o multifun-
La situación económica es la base, pero los diversos factores de la cionalidad, tenemos las relaciones de parentesco en las sociedades llama-
superestructura que sobre ella se levanta —las formas políticas de la das "tribales", y la ciencia en el contexto del capitalismo avanzado.,69
lucha de clases y sus resultados, las Constituciones que, después de Según la interpretación de Althusser y su escuela, la noción de modo
ganada una batalla, redacta la clase triunfante, etc., las formas jurídi-
cas, e incluso los reflejos de todas estas luchas reales en el cerebro de de producción abarca la estructura social global, o sea a la vez la base y la
los participantes, las teorías políticas, jurídicas, filosóficas, las ideas superestructura; hablan, entonces, de una "estructura global" del modo
religiosas y el desarrollo ulterior de éstas hasta convertirlas en un de producción constituida por tres "estructuras regionales" (la económi-
sistema de dogmas— ejercen también su influencia sobre el curso de ca, la jurídico-política y la ideológica). Creemos que los textos de Marx y
las luchas históricas y determinan, predominantemente en muchos Engels no confirman tal posición. El hecho de que, al echar mano a varios
casos, su forma. Es un juego mutuo de acciones y reacciones entre
todos estos factores, en el que, a través de toda la muchedumbre textos para apoyarla, dichos autores afirmen la necesidad de ciertos ele-
infinita de casualidades (es decir, de cosas y acaecimientos cuya traba- mentos superestructurales en el sentido de permitir el funcionamiento y
zón interna es tan remota o tan difícil de probar que podemos consi- la reproducción de los modos de producción, demuestra apenas que para
derarla como inexistente, no hacer caso de ella), acaba siempre impo- Marx y Engels las sociedades humanas constituyen totalidades estruc-
niéndose como necesidad el movimiento económico.
turadas cuyos niveles son solidarios e interactuantes entre sí. Pero en los
65. OEII, II, pp. 507-508 (carta ya citada a Starkenburg). Ver en el mismo tomo la carta a Schmidt,
p.498.
98.
68. OEII, H, p. 497 (carta a Schmidt).
66. Cf. Engels, "Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana", en OEII, -u, pp.
i ar»n 69. Cf. Godelier, Horizon, tajéis..., pp. 89, 93-131; L. Althusser, "El objeto de El Capital", en
393-399. Para leer El Capital, Siglo XXI, México, p. 145, cit. por Marta Harnecker, Los conceptos elementales del
67. OEII, II, p. 490 (carta a Bloch); y p. 509 (carta a Starkenburg).
materialismo histórico, Siglo XXI, México, 19716, p. 89.
380 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EL PROBLEMA DE LA SÍNTESIS EN HISTORIA 381

textos de los fundadores del marxismo, la noción de modo de producción ... Este periódico decía que mi tesis según la cual el régimen de
es siempre y exclusivamente infraestructural, y nada permite afirmar, en producción vigente en una época dada y las relaciones de producción
nombre del "sentido implícito" que tendría tal noción en El Capital, que propias de este régimen, en una palabra "la estructura económica de la
sociedad, es la base real sobre la que se alza la supraestructura jurídica
deba incluir igualmente los diversos niveles de la superestructura. Por y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia
cierto que cada modo de producción determima el contenido de los ele- social'' y de que ' 'el régimen de producción de la vida material condi-
mentos superestructurales compatibles con él y les asigna límites; pero, ciona todo el proceso de la vidal social, política y espiritual", era
como ya vimos, la forma de las superestructuras no puede ser deducida en indudablemente exacta respecto al mundo moderno, en que predomi-
la base, y su evolución sigue un ritmo y leyes propios. Según las forma- nan los intereses materiales, pero no podía ser aplicada a la Edad
Media, en que reinaba el catolicismo, ni a Atenas y Roma, donde
ciones económico-sociales, a un mismo modo de producción pueden co- imperaba la política. En primer lugar, resulta peregrino que haya toda-
rresponder superestructuras muy distintas. Por ejemplo, el modo de pro- vía quien piense que todos esos tópicos vulgarísimos que corren por ahí
ducción asiático, en el seno de la formación económico-social inca, utilizó acerca de la Edad Media y del mundo antiguo son ignorados de nadie.
en su propio provecho, cambiándoles el contenido, elementos superes- Es indudable que ni la Edad Media pudo vivir del catolicismo ni el
mundo antiguo de la política. Lejos de ello, lo que explica por qué en
tructurales ligados al pasado comunitario de las sociedades andinas (el una era fundamental la política y en la otra el catolicismo es precisa-
principio de la reciprocidad, de la ayuda mutua, con sus específicas for- mente el modo como una y otra se ganaban la vida. Por lo demás, no
mas andinas), pero no es necesario que así sea en todas las formaciones hace falta ser muy versado en la historia de la república romana para
económico-sociales en las que dicho modo de producción llegue a ser saber que su historia secreta la forma la historia de la propiedad terri-
torial. Ya Don Quijote pagó caro el error de creer que la caballería
dominante. El modo de producción capitalista exige, sin duda, que la andante era una institución compatible con todas las formas económi-
propiedad privada sea un principio jurídicamente establecido, pero ello se cas de la sociedad.
puede conseguir, aquí recurriendo al viejo derecho romano, allá "reinter-
pretando'' instituciones locales (como hicieron los británicos en la India, Ahora bien, creemos que este pasaje no apoya en lo más mínimo la tesis
todos los colonizadores en África, etc.). En suma, es a nivel del concepto de los althusserianos. Es evidente que, en el contexto de la nota, la
de formación económico-social donde conviene plantear la cuestión de la expresión ' 'en una era fundamental la política y en la otra el catolicismo''
articulación concreta entre la base y los diferentes niveles superestruc- se refiere —y no puede referirse sino— a la conciencia social de los
turales.70 hombres de la Antigüedad y de la Edad Media. El texto en su conjunto es
Finalmente, partiendo de la mencionada concepción del modo de pro- sólo una reafirmación de puntos centrales del marxismo: 1) el de que la
ducción como estructura global con tres niveles o "regiones", los althus- ciencia no puede contentarse con las apariencias, debe buscar las estruc-
serianos dan de la determinación en última instancia por la base una turas subyacentes, la "historia secreta"; 2) y el de que la realidad social
interpretación sui generis: la estructura económica es determinante en de una época dada no coincide con su conciencia en sí misma (reflejo
última instancia porque determina cuál de las tres "estructuras regiona- "invertido" o distorsionado de dicha realidad), ya que esta conciencia
les" —la económica, la jurídico-política o la ideológica— será dominante debe ser explicada "por las contradicciones de la vida material, por el
en cada modo de producción...71 ¡He ahí algo muy distinto del concepto conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de
de determinación en última instancia que aparece tan claramente en los producción" 73
textos de Engels que hemos reproducido! El pasaje principal que aducen
en apoyo de esta extraña concepción es una nota del tomo I de El Capi- 4. La explicación de la dinámica de la historia
tal:'12 Al llegar a una determinada fase de desarrollo, las fuerzas produc-
70. Por ejemplo: M. Hamecker, Id., pp. 136-142; Nicos Poulantzas, Poder político y clases tivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relacio-
sociales en el Estado capitalista, traducción de F.M. Torner, Siglo XXI, México, 19713-
71. L. Althusser, "L'immense révolution théorique de Marx"; E. Balibar, "Sur les concepts...", 73. Marx, "Prólogo de la Contribución,.,", en OM1, I, p. 518. Cf. además (OEII, U, pp. 393-
enljre le Capital, II, pp. 56 y ss... 100-111. Cf. también la crítica a Engels en: L. Althusser, La revolución 394: "Ludwig Feuerbach...") un texto de Engels sobre el estado en la época moderna y en "todas las
teórica de Marx, traducción de M. Harnecker, Siglo XXI, México, 1967, pp. 96-106. épocas anteriores", difícilmente conciliable con la concepción althusseriana de la "determinación en
72. Marx, 0 Capital, I, p. 46, nota 36. última instancia".
382 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EL PROBLEMA DE LA SÍNTESIS EN HISTORIA 383

nes de producción existentes, o, lo qué no es más que la expresión rico, representada por la relación dialéctica entre las fuerzas productivas y
jurídica de esto, con las relaciones de. propiedad dentro de las cuales se las relaciones de producción; 2) la concepción famosa de la lucha de clases
han desenvuelto hasta alH. De formas de desarrollo de las fuerzas pro- como "motor" de la historia (en el contexto de las sociedades de clases);
ductivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas. Y se abre así 3) el papel del individuo en la dinámica histórica.
una época de revolución social. Al cambiar la base económica, se revolu-
ciona, más o menos rápidamente, toda la inmensa superestructura La ciencia sería superflua si la apariencia y la esencia de las cosas
erigida sobre ella. [...] Ninguna formación social desaparece antes de coincidieran: su rol consiste justamente en "reducir los movimientos
que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro de visibles y puramente aparentes a los movimientos reales e interiores",77
ella, y jamás aparecen nuevas y más altas relaciones de producción A primera vista la historia puede parecer resultar de las acciones o deci-
antes de que las condiciones materiales para su existencia hayan madu-
rado en el seno de la propia sociedad antigua. Por eso, la humanidad se siones de individuos —los "grandes hombres"—, o el efecto de elemen-
propone siempre únicamente los objetivos que puede alcanzar, pues, tos extra o suprahistóricos; el marxismo afirma que, si bien la sociedad en
bien miradas las cosas, vemos siempre que estos objetivos sólo brotan que viven es el "producto de la acción recíproca de los hombres",
cuando ya se dan o, por lo menos, se están gestando, las condiciones éstos no son libres de elegir la forma social que les plazca, puesto que
materiales para su realización.74 "no son libres arbitros de sus fuerzas productivas —base de toda su
...las contradicciones de clase y la lucha de clases ... constituyen el historia—, pues toda fuerza productiva es una fuerza adquirida, producto
contenido de toda la historia escrita hasta nuestros días.75 de una actividad anterior".78 La relación entre las fuerzas productivas y
las relaciones de producción que les corresponden es de tipo dialéctico:
Los hombres hacen su historia, cualesquiera que sean los rumbos aunque, en última instancia, aparecen determinadas por lo que Lange ha
de ésta, al perseguir cada cual sus fines propios propuestos consciente-
mente ; y la resultante de estas numerosas voluntades, proyectadas en llamado la "ley del desarrollo progresivo de las fuerzas productivas",
diversas direcciones, y de su múltiple influencia sobre el mundo exte- también las relaciones de producción —cuya configuración depende de la
rior, es precisamente la historia. [...] por una parte, ya veíamos que forma que presente la propiedad sobre los medios de producción— influ-
las muchas voluntades individuales que actúan en la historia producen yen poderosamente sobre las fuerzas productivas. Pese a lo que podemos
casi siempre resultados muy distintos de los propuestos —a veces, llamar, siempre en las palabras de Lange, "el carácter conservador de las
incluso contrarios—, y, por tanto, sus móviles tienen también una
importancia puramente secundaria en cuanto al resultado total. [•••] relaciones sociales", el dinamismo de las fuerzas productivas termina por
Por tanto, si se quiere investigar las fuerzas motrices que —cons- forzar su cambio en el sentido de restablecer la armonía en las relaciones
ciente o inconscientemente, y con harta frecuencia inconscientemen- entre los dos elementos del modo.de producción: esta "ley de la necesaria
te— están detrás de estos móviles por los que actúan los hombres en la correspondencia entre las relaciones de producción y el carácter de las
historia y que constituyen los verdaderos resortes supremos de la histo-
ria, no habría que fijarse tanto en los móviles de hombres aislados, por fuerzas productivas" es por ello, en último análisis, el elemento central
muy relevantes que ellos sean, como en aquellos que mueven a grandes de las transformaciones sociales, de la sucesiva estructuración y deses-
masas, a pueblos en bloque, y, dentro de cada pueblo, a clases enteras; tructuración de los modos de producción. ™
y no momentáneamente, en explosiones rápidas, como fugaces hogue- Ya hemos abordado la cuestión de las clases y de la lucha de clases en
ras de paja, sino en acciones continuadas que se traducen en grandes
los capítulos u! y VII. Lo que aquí nos interesará recordar es que, en el
cambios históricos.76
marxismo, el concepto de clase social establece una especie de ' 'puente''
Los textos reproducidos arriba nos permiten plantear un cierto núme- entre el campo del análisis "económico" y el del análisis "sociológico",
ro de cuestiones centrales: 1) la causalidad última del movimiento histó- tal como suele entenderse hoy día esta división de actividades. Schum-
peter fue uno de los pocos en ver claramente el significado de esta integra-
74. Marx, Ibid. p. 518.
75.
también
Cía. Ger.^... „ „ , 77. Cf. Marx, El Capital, ffl, pp. 304, 757.
es una historia de luchas de clases". (En 1890, Engels adicionó una nota precisando: ' 'Es decir, hablando
78. Marx, carta a Annenkov, en OEIIl, I, pp. 532-533.
en términos precisos, toda la historia escrita".) 79. O. Lange, op. cit., pp. 23-48.
76. Engels, "Ludwig Feuerbach...", en OEII, II, pp. 390-391.
384 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EL PROBLEMA DE LA SÍNTESIS EN HISTORIA 385
80
ción teórica. No ocurre una "reducción" o "subsunción" del nivel unidos en la lucha de clases, ' 'de otro modo ellos mismos se enfrentan los
social al económico, sino una interdependencia (implícita o explícita), unos con los otros, hostilmente, en el plano de la competencia". Lo que,
presente ya en las hipótesis más generales de la teoría. Ello tiene que ver justamente, enmascarando la realidad de la situación de clase, es uno de
directamente con la concepción de la economía como ciencia social, pre- los factores que les permite considerarse subjetivamente muy por encima
sente en la economía política clásica, y que Marx lleva hasta sus últimas de las relaciones sociales. 83
consecuencias. En el seno del pensamiento no marxista, tal integración o La historia aparece como un "proceso natural" asimilable a "la mar-
interdependencia entre los niveles de análisis se rompió con el estableci- cha de la naturaleza y a su historia" (cf. el pasaje que corresponde a la
miento de sucesivos cortes académicos estrictos entre economía, socio- nota 38), justamente porque no la hacen los hombres "con una voluntad
logía, antropología, demografía, etc. Particularmente importantes en tal colectiva y con arreglo a un plan colectivo". "Las colisiones entre las
sentido han resultado el advenimiento de la economía marginalista y el de innumerables voluntades y actos individuales crean en el campo de la
una sociología volcada hacia la interpretación de la "acción social": en historia un estado de cosas muy análogo al que impera en la naturaleza
ambos casos, en último análisis el acento queda puesto en la conducta inconsciente."84 Los llamados "grandes hombres" de la historia actúan,
individual, en la sociedad como un "agregado de individuos". 81 por lo tanto, en un contexto enmarcado a la vez por las determinaciones
El materialismo histórico no niega el papel del individuo en la marcha profundas de la base económica, por la lucha de clases y por la "casuali-
de la historia. Pero de la misma manera que el rol' 'motor'' de la lucha de dad" o el "azar" (es decir, ya lo vimos, aquellos elementos "cuya
clases sólo adquiere sentido cuando es examinado en función del desarro- trabazón interna es tan remota o tan difícil de probar, que podemos
llo de las fuerzas productivas, de la división social del trabajo resultante, considerarla como inexistente, no hacer caso de ella"):85
de la configuración de la propiedad sobre los medios de producción esen-
ciales, de las relaciones de producción en todos sus aspectos, la acción Y aquí es donde debemos hablar de los llamados grandes hombres.
individual sólo se puede comprender en el contexto de determinaciones El hecho de que surja uno de éstos, precisamente éste y en un momen-
to y un país determinados, es, naturalmente, una pura casualidad.
más vastas: la familia, la tribu o la comunidad en las sociedades primiti- Pero si lo suprimimos, se planteará la necesidad de reemplazarlo, y
vas; las clases sociales y la lucha de clases en las sociedades clasistas.82 aparecerá un sustituto, más o menos bueno, pero a la larga aparecerá.
El individuo es la criatura de las relaciones de clase, aunque no tenga
obligatoriamente conciencia de ello. Sus condiciones de vida, su ideolo- Marx y Engels consideraban el estudio de la dinámica de la historia
gía, se encuentran profundamente influenciadas, y hasta cierto punto algo mucho más difícil en el marco de los modos de producción preca-
determinadas por los intereses y relaciones de clase. Por otra parte, si los pitalistas que en el del capitalismo:
individuos aislados forman una clase, en la medida en que deben defender — porque la investigación de las ' 'causas propulsoras de la historia''
sus intereses comunes contra otra clase, eso no quiere decir que a otro es, en el precapitalismo, "poco menos que imposible —por lo compleja y
nivel no pueda haber conflictos entre los integrantes de una misma clase: velada que era la trabazón de aquellas causas con sus efectos—;...". Bajo
el capitalismo, dicha trabazón se encuentra muy simplificada: como lo
80. Joseph A. Schumpeter, Capitalisme, socialisme et démocratie, Payot, París, 1969, p. 40:
"Marx define el capitalismo sociológicamente, es decir, a partir de la institución de un control privado hemos mencionado, el capitalismo hace más sencillas la estructura y la.
sobre los medios de producción, pero el mecanismo de la sociedad capitalista sale de su teoría económica". lucha de clases,86
Existe un texto de Engels que presenta a la estructura social expresamente como parte integrante de la
base; se trata de su prefacio a la edición alemana del Manifiesto de 1883 (OEIII, I, p. 102): "... "la 83. ^Marx y Engels, Ideología alemana, en OEIII, 1, pp. 62-68; Marx, Miseria de la filosofía,
producción económica y la estmctura social que de ella se deriva necesariamente en cada época histórica, p. 106: "Por otra parte, si todos los miembros de la burguesía moderna tienen un mismo interés por
constituyen la base sobre la cual descansa la historia política e intelectual de esa época...". cuanto forman una sola clase frente a otra clase, tienen intereses opuestos y antagónicos por cuanto se
"81. Cf. Max Weber. Economíay sociedad, 1, pp. 5-46; Joseph Schumpeter, History ofEconomic contraponen los unos a los otros". Marx, El Capital, I, p. XV: "Quien como yo concibe al desarrollo de
Analysis, Alien & Unwin, Londres, 1967, pp. 534-535; T. Parsons, "An Outline of the Social Sys- la formación económica de ¡a sociedad como un proceso histórico-natural, no puede hacer al individuo
tem", en Theories o/Society, I, The Free Press of Glencoe, 1961. responsable de la existencia de relaciones de que él es socialmente criatura, aunque subjetivamente se
82. C. Marx, "Prólogo del autor a la segunda edición de 1869'' (del Dieciocho Brumario de Luis lonsidere muy por encima de ellas".
Bonaparte), en OEIII, I, p. 405: "Yo... demuestro cómo la lucha de clases creó en Francia las circuns- 84. Engels, "Ludwig Feuerbach...", en OEII, II, p. 389.
tancias y las condiciones que permitieron a un personaje mediocre y grotesco representar el papel de ¿ 85. OEII, pp. 490, 508 (cartas a Bloch y a Starkenburg).
héroe". 86. Engels, "Ludwig Feuerbach...", en OEII, II, p. 391; cf. sufra, y también el cap. VII.
», -MÉTODOS
386 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EL PROBLEMA DE LA SÍNTESIS EN HISTORIA 387

— porque, antes de la aparición de una "historia mundial" en el sociales concretas, hay que estar constantemente atento a la relación
sentido exacto del término, lo que tenemos es una infinidad de desarrollos dialéctica entre factores "internos" y "externos". 88
locales, caracterizados por una progresión extremadamente lenta: 1) debi-
do a la insuficiente circulación cultural, no era algo poco común que todo 5. Conclusión
un patrimonio local de fuerzas productivas se perdiera al ser destruido por
la guerra u otro cataclismo, atrasando el' 'desarrollo ulterior''; 2) debido Las páginas que preceden no constituyen, ni mucho menos, una expo-
al carácter inacabado, limitado, de las transiciones a nuevos estados de sición exhaustiva de la concepción marxista de la historia. Hemos sola-
cosas a través de "revoluciones de minorías" (cf. supra): "las diferentes mente seleccionado los principios y temas que nos parecen los más impor-
fases y los diversos intereses no se superan nunca del todo, sino que sólo tantes, sin entrar a considerar gran número de cuestiones. Así, por ejem-
se subordinan al interés victorioso y van arrastrándose siglo tras siglo al plo, la sucesión de modos de producción podría discutirse mucho más
lado de éste".87 ampliamente de lo que se hizo en el capítulo III, y en general los temas de
Recordemos, para terminar, algo que ya habíamos abordado en el la transición de un modo de producción a otro. También la problemática
capítulo ni: la cuestión de la dinámica de la historia se plantea de manera de la nación, muy poco desarrollada en el marxismo, y la de la formación
distinta a nivel del modo de producción y de una formación económico- y fases de evolución de las clases sociales, han sido descartadas aquí,
social concreta. En el primer caso, como lo afirma Godelier en un pasaje como muchísimos otros aspectos, puesto que nuestra intención ha sido
resumido en otra parte de este manual (cf. el capítulo III, nota 15), lo que sencillamente presentar los lineamientos más generales del materialismo
tenemos son "realidades reducidas a sus estructuras esenciales", y "la histórico, apoyándonos siempre que ha sido posible en textos de Marx y
razón de ser de su evolución" se limita entonces a las "posibilidades e Engels, y haciendo muy escasa referencia a las polémicas actuales.
impotencias internas" de evolución de sus estructuras. Ahora bien, en el
caso de una formación económico-social concreta, aunque en principio
sea casi siempre el movimiento interno de las estructuras el elemente D. La "escuela francesa" o "escuela de los 'Aúnales' "
esencial de los cambios, hay que tomar en consideración una multitud de
factores que complican la cuestión: 1) la co-presencia en su base econó- 1. Generalidades
mica de más de un modo de producción, con los efectos resultantes de
ello en la configuración de la estructura de clases y de la superestructura; En los primeros capítulos hemos hablado largamente sobre la signifi-
2) los contactos con otras formaciones económico-sociales (intercambios cación de la obra de Marc Bloch y Lucien Febvre en torno a la revista
comerciales y culturales, importación de modelos de organización, gue- Annales, fundada en 1929. Hemos insistido sobre la importancia de estos
rras, conquistas, etc.). El segundo punto puede cambiar totalmente los historiadores en la renovación del concepto de historia, en la apertura de
datos del problema. Así, por ejemplo, cualesquiera sean las conclusiones nuevos horizontes, en el llamado a la colaboración entre las distintas
que saquemos, a partir del examen de la formación económico-social inca ciencias del hombre. Interesará plantear ahora algunos problemas acerca
hacia principios del siglo XVI, sobre sus posibilidades infernas de evolu- de la concepción de la historia en los fundadores de los Annales y sus
ción, el hecho es que, con la conquista española a partir de 1532 se da un principales seguidores.
nuevo punto departida, una serie de procesos desestructurantes y estruc- 88. Goblot, Ibid. pp. 120-126; W. Kula, Théorie économique du systeme féodal, Mouton, París-
turantes de que resultará una formación económico-social radicalmente La Haya, 1970, pp. 143-146; Charles Parain, "La protohistoria mediterránea y el modo de producción
asiático", en Roger Bartra, El modo de producción asiático, Ed. Era, México, 1969, pp. 204-225. Marx
distinta de la anterior, cuyo desarrollo propio, interno, fue brutalmente y Engels, Ideología alemana, en OEIII, I, p. 62: "Todas las colisiones de la historia nacen, pues,
interrumpido. Por lo tanto, en el plano de las formaciones económico- según nuestra concepción, de la contradicción entre las fuerzas productivas y la forma de relación. Por lo
demás, no es necesario que esta contradicción, para provocar colisiones en un país, se agudice precisa-
mente en este país mismo. La competencia con países industríalmente mas desarrollados, provocada por un
87. Marx y Engels, Ideología alemana, en OEIII, I, pp. 70,.68, 53-54; Jean-Jacques Goblot, mayor intercambio internacional, basta para engendrar también una contradicción semejante en países de
"L'histoire des 'civilisations' et la conception marxiste de l'évolution sociale", en A. Pelletier y Jean- industria menos desarrollada (así, por ejemplo, el proletariado latente en Alemania se ha puesto de mani-
Jacques Goblot, op. cit., pp. 101-112. fiesto por la competencia de la industria inglesa)".
388 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EL PROBLEMA DE LA SÍNTESIS EN HISTORIA 389
Bloch y Febvre bregaron incesantemente por una historia total, es debe buscarse en ambos autores una teoría elaborada acerca de la socie-
decir, una historia centrada en la actividad humana, en la vida de los dad.93 Por esto es hasta cierto punto incorrecto hablar de ' 'escuela de los
grupos y las sociedades. Plantearon esencialmente una historia-proble- Annales", en el sentido de una escuela que provee respuestas a una serie
ma,89 una historia que no debía caer en el refugio positivista de la mo- de cuestiones sustantivas. La actitud de Bloch y Febvre fue esencialmente
nografía exclusiva o la absurda pretensión de la filosofía de la historia, la metodológica, volcada hacia la práctica de la historia.
de una síntesis a ultranza:90
2. Orientaciones básicas
Aquí hablo como práctico de la historia. ¿Especialista o sintetista?
Las dos cosas a la vez, porque hay que ser las dos cosas. Generalizar en
lo concreto, sin preocuparse por abstracciones hechas en serie; ésa es En la nueva historia hubo tres campos de interés delimitados: 1) los
la cumbre última a coronar por el historiador, la más alta y la más estudios de estructura; 2) los estudios de coyuntura; 3) los estudios
difícil. regionales.
Es importante reconocer como uno de los méritos de Bloch y Febvre su Las grandes obras de Ernest Labrousse94 sacaron a luz, en los años
amplitud de visión, su incansable curiosidad, su apertura a las otras 1930, la estructura y coyuntura de la economía de anden régime, inte-
ciencias del hombre. Los Annales se convirtieron desde el principio en un grando al análisis de las crisis los aspectos demográficos y sociales. Jean
lugar de diálogo, y las ambiciones de sus fundadores dieron resultados Meuvret, en 1946,95 analizó explícitamente el rol de los factores demo-
enormemente positivos. Al explicar por qué habían elegido una palabra gráficos, abriendo el camino a un estudio más profundo de las crisis de
tan vaga como "social" para titular los Annales en su primera fase, subsistencia que el advenimiento de la demografía histórica confirmó ple-
Febvre indicó que era precisamente para no "rodearse de murallas". " namente, completando así lo que podríamos llamar un modelo de la
En realidad las ideas de Bloch y Febvre no eran nuevas. Desde princi- economía de anden régime, comúnmente opuesto al de la economía in-
pios de siglo, Henri Berr había esbozado la crítica a la historia positivista. dustrial capitalista.
El gran mérito de Bloch y Febvre es no sólo haber retomado dicha crítica, Desde los años 1920, obras como la de Gastón Roupnel sobre la
llevándola hasta sus últimas consecuencias, sino y sobre todo haber desa- campaña de Dijon, o la admirable síntesis de Marc Bloch,% prestaron
rrollado un nuevo tipo de historia; haber mostrado que era posible una gran atención a la evolución a krgo plazo de las estructuras rurales, las
alternativa práctica a la historia positivista. Como el acento fue puesto en condiciones técnicas, los sistemas agrarios, las relaciones entre el hombre
los problemas metodológicos, la obra de Bloch y Febvre fue continuada y el medio natural. En los años 1940, la obra de Fernand Braudel 97
por sus discípulos en una gama muy variada de direcciones. Como lo eligió un horizonte aún más amplio, integrando los aspectos geográficos y
indica Barraclough: 92 la permanente interacción entre el grupo social y el medio natural al
mayor legado de Labrousse: el estudio de las consecuencias sociales de la
El punto esencial acerca de la nueva historia, la característica que la coyuntura económica. El medio natural, la geografía, una aburrida cons-
hizo tan ampliamente aceptable, fue que no buscó dar fuerza a un
nuevo dogma o filosofía sino que suscitó una nueva actitud y nuevos tante en los estudios históricos, se convirtió desde entonces en un punto
métodos; no ató el historiador a un rígido lecho de teoría, sino que
abrió nuevos horizontes. 93. Marcello Carmagnani considera insuficiente la construcción teórica en el marco de la ' 'escuela
de los Annales": cf. La historia económica en América Latina, I, Sep/Setentas, México, 1972, pp.
Bloch y Febvre creían mucho más en la práctica que en el discurso 254-255.
94. Ernest Labrousse, Esquisse du mouvement des prix et des revenas en France au XVIIIe suele,
teórico como elemento renovador de la historia. Así, por ejemplo, no París, 1933; La crise de l'économie francaise a la fin de I'Anden Régime et au debut de la Révolution,
París, 1944.
95. Jean Meuvret, "Les crises de subsistance et la déniographie de la France d'Ancien Régime",
89. Luden Febvre, Combates por la historia, Ariel, Barcelona, 1970 (sólo se reproducen quince en Jean Meuvret, Eludes d'histoire économique, Armand Colin, París, 1971, pp. 271-278 (publicado por
ensayos del original francés). Ver especialmente pp. 37 y 59.
primera vez en 1946).
90. Id., p. 214.
96. M. Bloch, Les caracteres originaux de l'histoire rurale francaise, París, 19562.
91. Id., p. 39.
97. Fernand Braudel, El Mediterráneo y el mundo mediterráneo en la época de Felipe U, traducción
92. Barraclough, op. cit., p. 65.
de W. Roces, Fondo de Cultura Económica, México 1959.
LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EL PROBLEMA DE LA SÍNTESIS EN HISTORIA 391
390
100
de reflexión, cuando nuevos estudios mostraron sus variaciones en el Jeannin, entre otros. Es de notar que esta historia de puertos, rutas y
tiempo largo. La mutua interrelación entre las estructuras geográficas, tráficos, que en ciertos casos incluye también la historia de empresas,
económicas, sociales y políticas, planteadas en sus dimensiones tempora- utiliza por lo general el marco teórico del "capitalismo comercial", idea
les, pasó a ser el centro de atención de los historiadores. bien conocida en Francia por las obras de Henri Pirenne y Henri Sée.101
Fue muy marcado también el interés por los estudios regionales. La La novedad más reciente ha sido sin duda los estudios regionales que
limitación del marco de análisis a la región se justifica por diversas ra- analizan la coyuntura de un período comparando sistemáticamente la
zones : evolución a largo plazo de diferentes variables: población, producción,
— es una unidad de análisis apropiada en cuanto hasta el siglo XVIII precios y salarios, construyendo a partir de ahí un modelo dinámico. Es el
la vida cotidiana de los hombres está mucho más marcada por el caso de las grandes tesis de Baehrel, Vilar y Le Roy Ladurie.102
peso de la región que por el de la nación o marcos aún más No podemos dejar de mencionar también los campos de interés de
amplios estos últimos años: las mentalidades colectivas, el estudio de las estructu-
— el estudio regional permite un trabajo artesanal de historiador, ras sociales con métodos cuantitativos (cf. el capítulo VII), finalmente
recurriendo prácticamente a la totalidad de la documentación dis- la historia climática, en los límites de la preocupación del historiador.1M
ponible Bloch y Febvre fueron precursores en casi todos los aspectos y campos
— el estudio regional permite seguir la evolución de un grupo social de investigación que acabamos de mencionar.
' en la larga duración, analizando distintos niveles estructurales:
geográfico, demográfico, económico, social, y más recientemente 4. La construcción de modelos
también mental e ideológico. En muchos casos el estudio de una
familia de negociantes o de un estrato o clase social es concebido Bajo la influencia manifiesta de la economía, algunos historiadores se
como complemento del estudio regional.98 han preocupado por la construcción de modelos históricos. Resulta impor-
tante mencionar aquí, por sus vinculaciones estrechas con la escuela de
3. La historia serial y sus diversas dimensiones los Aúnales, la obra de Witold Kula, de reciente traducción francesa y
próxima española, en que se intenta construir un modelo económico
A partir de la segunda guerra mundial la escuela francesa se ha mo- global para explicar el funcionamiento de la economía polaca en los siglos
vido, sin abandonar las tres direcciones básicas ya mencionadas, en cam- XVI a XVIII. 104
pos de interés cada vez más amplios. Kula considera que la construcción de modelos de sistemas económi-
Una primera apertura es la continuación de la obra de Labrousse sobre cos debe efectuarse según los siguientes criterios:
el anden régime francés. La tesis de Fierre Goubert, publicada en — las leyes que rigen el volumen del excedente económico y su
1956, " confirmó ampliamente los aspectos demográficos de las crisis de apropiación
subsistencia y reveló la riqueza de los archivos parroquiales. Por la misma
época, los estudios de demografía histórica de Louis Henry y sus discí- 100. Fierre et Huguette Chaunu, Séville et l'Atlaatique de 1504 á 1650, SEVPEN, París, 1955-
1959 (11 vols.); Fierre Chaunu, Les Philippines et le Tarifique des ¡les ibériques (XVIe-XVIle-XVIIIe
pulos agregaban nuevos instrumentos metodológicos al ya considerable siécle), SEVPEN, París, 1960. P. Jeannin, "Les comptes du Sund comme source pour la construction
bagaje del historiador. d'indices généraux de l'activité économique en Europe", en Revue Historiqüe, 1964; Frédéric Mauro,
Los estudios de historia serial se ampliaron considerablemente y supe- Le Portugal et l'Atlantique au XVIIe siécle (1570-1670), SEVPEN, París, 1960.
101. Frédéric Mauro, "Teoría económica e historia económica", en Nova historia e novo mundo,
raron pronto la mera historia de precios. Se pasó a estudiar también el Ed. Perspectiva, S3o Paulo, 1969.
movimiento de los puertos, las rutas y en general el tráfico comercial. 102. R. Baehrel, Une croissance: la Basse-Provence (fia XVIe siécle-l 789), SEVPEN, París, 1961;
P. Vilar, La Catalogne dans l'Espagne moderne, 3 vols., SEVPEN, París, 1962; E. Le Roy Ladurie, Les
Deben destacarse las obras de Fierre Chaunu, Frédéric Mauro, Fierre paysans de Languedoc, SEVPEN, París, 1966.
103. E. Le Roy Ladurie, L'histoire du climat depuis l'an mil, Flammarion, París, 1966; del mismo
98. Cf. Fierre Goubert, "Local History", enDaedatus, invierno de 1971, vol. 100, n.° 1, pp. autor: Le territoire de ¡'historien, Gallimard, París, 1973 (cuarta parte).
113-127. 104. W. Kula, ap. cit.
99. Fierre Goubert, Beauvais et le Beauvaisis au XVIIe siécle, SEVPEN, París, 1960.
392 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA EL PROBLEMA DE LA SÍNTESIS EN HISTORIA 393

— las leyes que rigen la distribución de las fuerzas y los medios de En sus trabajos sustantivos resolvieron satisfactoriamente el problema,
producción, y ante todo, la distribución del excedente económico pero no legaron ninguna receta sobre cómo hacerlo. Hubiera ido contra
— las leyes que rigen la adaptación de la economía a los cambios de sus principios más caros.
las condiciones sociales, si se quiere, la dinámica de corto plazo Finalmente, es necesario notar que para Bloch y Febvre el oficio de
— las leyes de la dinámica de larga duración, y especialmente, las historiador implicaba una responsabilidad social, muy típica de quienes
fuentes internas de la disgregación de un sistema dado y de la vivieron las crisis profundas de las dos guerras mundiales, pero que sus
evolución que lo hará transformarse en otro sistema discípulos no siempre siguieron. Para Bloch y Febvre la historia debía de
— el lugar que ocupan los fenómenos del mercado (interno e inter- plantear problemas, respondiendo a las inquietudes del presente. En
nacional) en el funcionamiento del sistema, y su rol en el con- 1946, en el manifiesto de los nuevos Aúnales, Luden Febvre indicaba
junto de la vida económica, cuyo análisis deberá integrarse al de que una historia problemática es una forma de conciencia que ' 'permitirá
los elementos anteriormente citados. a sus contemporáneos [los del historiador], a sus conciudadanos compren-
Sin llegar a explicitar su modelo como lo hace Kula, en las recientes der mejor los dramas de que van a ser, de que ya son, todos juntos, actores
tesis de historia regional francesa encontramos muchas veces lo que po- y espectadores".107 La historia aparece entonces como iluminación del
dríamos llamar modelos implícitos que nos dan el funcionamiento de las presente y "deja de aparecer como una necrópolis dormida por la que sólo
sociedades estudiadas en todos sus niveles, o por lo menos gran parte de pasan sombras despojadas de sustancia".108
ellos: tal es el caso de las obras ya mencionadas de Goubert, Vilar y Le
Roy Ladurie.

5. Conclusión E. Conclusión

Hemos subrayado la riqueza y variedad de la aportación de la escuela Pese a diferencias importantes, podemos señalar algunos puntos co-
de los Aúnales. Conviene reflexionar ahora sobre algunos aspectos, posi- munes de gran trascendencia entre las distintas corrientes que alientan los
blemente menos positivos. En primer lugar, la historia política quedó, estudios históricos actuales, y de una manera más general, las ciencias
frente a la historia económica y social, relegada a un plano demasiado humanas.
secundario. Parece hoy indispensable emprender una renovación de la Mencionemos en primer término, en las palabras de Labrousse, ' 'una
concepción y la manera de hacer la historia política; no cabe duda de que noción interdisciplinaria de estructura", que "es para nosotros, y ya
el enfoque seguirá siendo esencialmente estructural y planteará entonces desde el comienzo, una ventaja considerable, una posibilidad magnífica de
la historia política en términos de una historia de las estructuras del diálogo, de comunicación".109 Dicha noción de estructura reposa en la
poder. m idea —común al marxismo y a todos los "estructuralismos"— de que lo
Por otra parte, el énfasis en los estudios de estructura acostumbró a esencial no es aparente y que sólo el análisis científico puede revelar las
los historiadores a moverse en un cierto marco de referencia que hacía relaciones significativas subyacentes, las que, además, no son conscientes
difícil reflexionar sobre el pasaje de una estructura a otra. Como lo ha para los hombres de una sociedad dada. "°
notado Le Roy Ladurie esto lleva a recurrir, de una forma inesperada, al Por otra parte, si confrontamos las dos vertientes de la historiografía
acontecimiento como factor explicativo para dar cuenta del problema del contemporánea que hemos elegido abordar en este capítulo —el marxis-
cambio de estructura.106 Evidentemente ello ocurre por carecerse de una
teoría adecuada. Sin embargo no seamos injustos con Bloch y Febvre. 107. Febvre, op. cit., p. 71.
108. U., p. 57.
105. Cf. Blandine Barret-Kriegel, "Histoire et politique, ou l'histoire science des effets", en Anna- 109. Labrousse y otros, Las estructuras y los hombres, p. 94.
lesE.S.C., noviembre-diciembre de 1973, pp. 1.437-1.462 (artículo que contiene aspectos altamente discu- 110. Para el marxismo, tí. las notas 29 y 73 de este capitulo. En cuanto al estructuralismo, cf. el
tibles); Jacques Le Goff, "IsPoliticsStilltheBackboneofHistory?",en.Dize<&/Bí, n.° ya citado, pp. 1-19. primer principio fundamental de Trubetzkoy, comentado por Mariano Pefialver Simó, La lingüistica
106. Le Roy Ladurie menciona el problema, en Le temtoire..., pp. 169-186. estructural'} las ciencias del hombre, Ed. Nueva Visión, Buenos Aires, 1972, pp. 12-14.
394 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA

m o n ' y la "escuela francesa"—, hallaremos también diversos puntos


de acuerdo, todos de gran importancia; algunos son comunes a la totali-
dad de los miembros de esta última, mientras que en otros la concordan-
cia es menos extendida. Sin embargo, tal concordancia caracteriza a sus
mejores exponentes: Labrousse, Mandrou, Duby, etc.
La importancia fundamental y, para algunos de ellos, incluso deter-
minante de lo económico es algo ampliamente aceptado por los historia-
dores franceses contemporáneos. Éstos coinciden también con el marxis-
mo en afirmar la especificidad y la diferencia rítmica de evolución de los
distintos niveles de las estructuraciones histórico-sociales globales; y en
creer que las leyes económicas son sólo válidas en el contexto de la época
o sistema para el cual se las formula. "2
Tal vez la coincidencia más significativa sea la idea de una necesaria
historia total, que dé cuenta de las articulaciones entre niveles que hacen
de la sociedad humana una totalidad estructurada, aunque respetando las
ya mencionadas especificidades de cada nivel. "3
Finalmente, conviene mencionar la confluencia de las dos corrientes
en cuanto a ciertas opciones o actitudes centrales. Así en cuanto al com-
promiso del historiador con su tiempo, en oposición a la visión del inves-
tigador que busca el pasado por el pasado mismo. Tanto Marx como
Febvre y Bloch creían que no se puede comprender el pasado si uno se
cierra a su propio tiempo. Tanto el marxismo como la escuela de los
Anuales son partidarios de la estrecha colaboración entre la historia y las
ciencias humanas (aunque por cierto el materialismo histórico sea mucho
más radical en cuanto a la unidad de éstas). ''"

111. Barraclough, op. cit,, p. 26, al abordar la evolución de la concepción de la historia desde fines
del siglo XIX a la segunda guerra mundial, afirma: "La principal razón para la creciente influencia del
marxismo fue la convicción de que ofrecía la única base realmente satisfactoria para un ordenamiento
racional de los complejos hechos de la historia humana". La evolución más reciente, como lo dice el
mismo autor en otras partes de su trabajo, sólo confirma tal aseveración.
112. G. Duby (cf. cap. VII de este libro); ver también el prólogo de E. Labrousse a: E. Labrousse y F.
Braudel (bajo la dirección de), Histoire économigm et sacíale de la France, t. u, Presses Universitaires de
France, París, 1970.
113. Cf. F. Braudel, "La larga duración", en La historia y las ciencias sociales, Alianza Editorial,
Madrid, 1968, pp. 60-106; P. Vilar, "Histoire marxiste, histoire en construction", en Aúnales E.S.C.,
enero-febrero de 1973, pp- 165-198 (sobre todo pp. 179-191).
114. Febvre, op. cit., especialmente los artículos: "Vivir la historia" y "De cara al viento. Manifiesto
de los nuevos Ármales".
COMO ORGANIZAR Y LLEVAR A CABO
UNA INVESTIGACIÓN HISTÓRICA

1. Elección del tema y su justificación

Los criterios que pueden orientar la selección de un tema de investigación


histórica son de varios tipos:

a) el interés personal por el tema


b) la relevancia del mismo: los criterios al respecto varían con la evolu-
ción misma de la ciencia histórica
c) la originalidad: debe evitarse tratar temas ya trabajados por otros
investigadores, salvo si se lo hace con métodos renovados o para
refutar opiniones anteriormente admitidas
d) la documentación: presencia y disponibilidad de las fuentes necesa-
rias para abordar el tema escogido
e) los recursos disponibles: el equipo humano y su formación, el finan -
ciamiento, el tiempo, los recursos materiales, etc. Este es un criterio
de selección y a la vez de limitación del proyecto de investigación.

2. Establecimiento de las hipótesis de trabajo; elección de la metodología y


de las técnicas

No hay investigación sin hipótesis de trabajo, pero éstas pueden estar


implícitas o explícitas: desde luego, conviene que estén claramente formula-
das. En el caso de una investigación cuantificada, las hipótesis de trabajo
tienen que ser explicitadas, puesto que es del todo inútil construir curvas,
gráficos, series, etc. si no es para contestar a preguntas bien precisas. Marc
Bloch decía que el documento es como un testigo: habla cuando le plantea-
mos cuestiones. Por ello, la relevancia del trabajo del historiador está directa-
mente relacionada con la cualidad de las preguntas que formula.
La hipótesis de trabajo es una proposición que da una respuesta tentativa a
un problema, en la fase de planteamiento de la investigación. Beveridge afir-
ma que la hipótesis constituye la más importante de las técnicas mentales en
398 LOS MÉTODOS .DE LA HISTORIA ANEXOS 399
la investigación, destinada a sugerir nuevas observaciones y lo experimentos. de base del libro o artículo (nombre del autor, título subrayado, lugar de
En realidad, orienta todo el proceso de investigación. Su uso debe hacerse edición, editorial, año de publicación; en el caso de los artículos: nombre del
respetando ciertas precauciones básicas: autor, título del artículo entre comillas, título de la revista o periódico subra-
a) no aferrarse a ideas probadamente inútiles yado, año, tomo, número, fecha y páginas); en el caso de los manuscritos,
b) la disciplina intelectual de subordinar las ideas a los hechos contienen los datos que permiten identificar y hallar el documento en el
c) examinar las ideas críticamente archivo (nombre del archivo, serie, número de clasificación, folio o folios,
d) rehuir los conceptos erróneos. etc.). Este tipo de fichas permite elaborar con facilidad la lista de fuentes y la
bibliografía general del trabajo.
La elección de la metodología y de las técnicas que serán empleadas en la
investigación depende estrechamente del tema escogido —cada rama de estu- b) Fichas analíticas o de contenido, en hojas de carpeta movibles (esto
dios históricos presenta especificidades técnico-metodológicas— y de las hipó- permite manipular fácilmente el material, cambiar si es necesario su dispo-
tesis de trabajo planteadas. Depende también del estado de la documentación sición, etc.): resumen del libro, artículo o manuscrito, parcial o totalmente.
accesible (por ejemplo, la posibilidad o no de construir series numéricas bas- Entre los grandes peligros que acechan al investigador están la dispersión
tante completas, homogéneas y confiables de datos a partir de dicha documen- o pérdida de tiempo y la mala organización del trabajo de recolección de da-
tación) y de las disponibilidades humanas (número y tipo de formación de los tos , haciendo que se sienta '' ahogado'' por la masa de fichas y papeles. He aquí
investigadores), de recursos, de tiempo, de equipo, etc. Un peligro o ten- algunos consejos prácticos para evitarlos:
tación que se debe evitar es la elección de técnicas "de moda" (el uso de la
computación, por ejemplo) por pura sofisticación, y no porque se adapten a) hacer una cosa a la vez
efectivamente al tema elegido. b) saber resumir: sólo copiar textualmente cuando se justifique
c) utilizar en la medida de lo posible los recursos más modernos de
reproducción: fotocopia, microfilm, etc.
3. La fase de documentación: recolección de los datos d) tener un plan —aun burdo— ya en la fase de documentación para
clasificar el material; dentro de cada división temática del plan, es útil
Para empezar, hay que utilizar todos los instrumentos de trabajo dispo- clasificar cronológicamente. Así, un mismo libro, artículo o manus-
nibles: listas bibliográficas, ficheros de bibliotecas y archivos, bibliografías de crito, podrá eventualmente encontrarse clasificado y resumido (partes
obras anteriores sobre asuntos relacionados con la investigación, catálogos de diferentes de él, por supuesto) en distintas divisiones temáticas del plan.
documentos elaborados por archivistas, etc.
Normalmente, en una investigación de historia, dos tipos de fuentes pro- Otra cuestión es saber cuándo conviene concluir la fase de recolección de
veerán los datos necesarios: datos. Siempre es posible conseguir material adicional, pero si los datos de los
que se dispone permiten ya contestar suficientemente a las hipótesis de traba-
documentos manuscritos de archivos jo, se debe finalizar la fase de documentación, concentrándose a partir de
entonces en el procesamiento de los datos y la redacción (aunque por supues-
a) Fuentes fuentes impresas (redactadas en el período mismo to, estas fases, lógicamente posteriores a la primera, puedan haber ya empe-
primarias que se investiga, aunque a veces publicadas mucho zado paralelamente al trabajo de documentación).
después)
4. El procesamiento de los datos y la redacción
documentación bibliográfica: libros o artículos

I
b) Fuentes versando sobre el tema estudiado o asuntos en al- La historia demográfica, económica y social, exige la elaboración, a partir
secundarias guna forma relacionados con él. de los datos brutos, de series, curvas, cuadros, gráficos, etc. El procesamien-
to de los datos con tal finalidad exige la aplicación de métodos estadísticos
Tanto en el caso de los documentos manuscritos como de los diversos generales, además de técnicas que son específicas para cada sector de la inves-
tipos de documentos publicados, conviene elaborar dos tipos de fichas: tigación histórica.
Al llegar a la fase en que se debe presentar por escrito los resultados de la
a) Fichas bibliográficas o documentales de identificación, en tarjetas de investigación, el primer problema que se presenta es la necesidad de elaborar
cartón: en el caso de los documentos impresos, contienen los diversos datos un plan. Este podrá ser histórico-cronológico (lo que permitirá percibir la
402 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA ANEXOS 403
aquellas que pueden asumir cualquier valor, dentro de un intervalo numérico
determinado. Ejemplos: altura, peso, salario, etc. Cuadro 2
1 2 3
Frecuencia.— Número de observaciones que se tiene para cada valor o Edad Número de Puntos medios
intervalo de la variable estudiada. Así por ejemplo si estamos clasificando una (años) estudiantes de la variable
población estudiantil según la edad (variable a estudiar), categorizamos la X be y íx.y
Variable edad según nuestra conveniencia, digamos de 18 a 21 años, de 22 a 18-21
25 años y de 26 a 29 años, y luego procedemos a contar cuantos individuos 30 19,5 585
22-25 60 23,5 1.410
de nuestra población se ubican en cada categoría. Supongamos que el resul-
tado sea el siguiente:
26-29 40 27,5 1.100
Total de
estudiantes 130 3.095
Cuadro 1 Columna 1. — Frecuencias.
Edad Número de (Frecuencias Columna 2. — Puntos medios de los intervalos de la variable edad.
(años) observadas) Columna 3. — Multiplicación de las columnas 1 y 2.
estudiantes
18-21 30 La media, simbolizada habitualmente por x es igual a la sumatoria del
(variable 22-25 producto de las columnas 1 y 2 dividida por el total de frecuencias:
categorizada) 60
26-29 40 3.095
x= =23,8
Total de 130
estudiantes 130 Otros métodos de cálculo, y consideraciones teóricas sobre el significado e
interpretación de la media aritmética, pueden consultarse en las obras de esta-
dística mencionadas al final.
30, 60 y 40 son las frecuencias de cada grupo de .edad, y 130 el total de
c) Mediana, —Dada una serie de valores, 1784, 1785, 1786, 1787,
frecuencias observadas. Cuando la variable está categorizada en intervalos
1788; se denomina mediana al valor central de dicha serie, es decir, 1786. La
(como en el ejemplo anterior, que es el caso más corriente) se habla habitual- mediana se calcula mediante la siguiente fórmula:
mente de distribución de frecuencias.
N-\- 1
Medidas de tendencia central. — Por lo general, las frecuencias tienden a (donde N es el número de elementos de la serie)
concentrarse en un sector de la variable más que en otros. Las medidas de
tendencia central permiten estudiar esas concentraciones de frecuencias. En el caso de tener datos agrupados, la mediana indica el valor de la
a) Modo. — El modo se define como aquel valor o categoría de la variable que corta la distribución en dos partes perfectamente iguales.
variable que presenta las mayores frecuencias en una distribución determina-
da. En otras palabras, se trata del valor de la variable que aparece más fre- Cuadro 3
cuentemente en la distribución. Por ejemplo en la serie 1, 2, 2, 3, 4, 4, 4, Edad Número de Frecuencias
4, 4, 5, 6, 7 y 8, el modo es igual a 4, ya que hay cinco frecuencias en ese (años) estudiantes acumuladas
número. En el ejemplo del cuadro 1, el modo es 23 años y medio, punto
medio del intervalo con la frecuencia más alta. 18-21 30 30
b) Media aritmética. — Es la división de la suma de los términos de una 22-25 60 90
serie por el número de términos de dicha serie. Por ejemplo, en la serie 1 , 2 , 26-29 40 130
3, 4, 4, 4, 4, 4, 5, 6, 7, y 8 igual a 54 : 13 = 4,15, que es la media
aritmética de toda la serie. Si los datos están agrupados, como en el cuadro 1, Total 130
se procede de la siguiente forma:
404 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA ANEXOS 405

Calculemos por ejemplo la mediana de los datos del cuadro 3. Dividimos el \X - X


total de frecuencias por dos: 130 : 2 = 65. La mediana será la edad que
acumule los primeros 65 de los estudiantes en cuestión. Acumulando las fre- N
cuencias vemos fácilmente que la mediana se encontrará en el intervalo 22-25
años. Para determinar exactamente en qué punto del intervalo se encuentra, x = valor de cada intervalo o punto de la variable
utilizamos la fórmula: x = media aritmética
N = total de frecuencias.
En el caso de datos agrupados, los desvíos en valor absoluto se calculan
restando el punto medio del intervalo de la media. El resultado se multiplica
Md=L por las frecuencias de cada intervalo y se divide por el total de casos. Ejemplo :

Cuadro 4
Md = mediana
L = limite inferior del intervalo en que está comprendida la mediana Edad N.°de Puntos
N = total de casos (años)
x
estudiantes
íx
medios m-*\ f x IPM — x\
F = número de frecuencias acumuladas inmediatamente inferiores al
intervalo en que se halla la mediana 18-21 30 19,5 4,3 129,0
/ = número de frecuencias del intervalo de la mediana 22-25 60 23,5 0,3 18,0
i = amplitud del intervalo en que se encuentra la mediana. 26-29 40 27,5 3,7 148,0

En nuestro ejemplo: Total 130 8,3 295,0

x = 23,8
130
-30 \PM-x íx\ _295
= 2,27
Md = 22 Ñ 130
60
b) Desvío standard. — Es la raíz cuadrada de la media de los cuadrados
Md = 24 de los desvíos a la media aritmética. Se indica con una a o una í. Es la
medida de dispersión usada con más frecuencia.
Veinticuatro es la edad mediana del grupo en cuestión. Ejemplo para datos agrupados:
Media, modo y mediana son las principales medidas de tendencia central.
Nos informan de ciertas características de la distribución que estudiamos:
aquellas que se refieren a la forma en que las frecuencias tienden a concen- Cuadro 5
trarse en algún intervalo de la variable. Edad
Medidas de dispersión. — Las medidas de dispersión nos permiten tener (años) tx PM \PM~x\ \PM — -c|2 \PM — xY lx
x
una idea precisa de la homogeneidad o el grado de variabilidad de la distri-
bución en estudio. Las medidas de dispersión se pueden calcular con respecto 18-21 30 19,5 4,3 18,49 554,7
a cualquier valor de la distribución. Sin embargo, lo usual es calcularlas con 22-25 60 23,5 0,3 0,09 5,4
respecto a la media aritmética. 26-29 40 27,5 3,7 13,69 547,6
a) Desvío medio. — El desvío medio se define como el promedio de todas
las desviaciones con respecto a la media, sin tener en cuenta los signos, es Total 130 1.107,7
decir, tornando las desviaciones a la media en valor absoluto.
406 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA ANEXOS 407

Es decir, se multiplica el desvío standard por cien y se divide por la media


•(PM— xf aritmética de la distribución. Este coeficiente se expresa en porcentajes, lo que
constituye una gran ventaja para su comparación e interpretación.
N
BIBLIOGRAFÍA
. , /Tl07.7
Una iniciación a la estadística se encuentra en los libros siguientes:
V 130 Kohan, N.C. de y J.M. Carro: Estadística Aplicada, Eudeba, Buenos Aires, 1968.
Hoel, Paul: Estadística elemental, Compañía Editorial Continental S.A., México, 1961.
Neter, John y William Wasserman: Fundamentos de estadística aplicada a los negocios y la economía,
Compañía Editorial Continental S.A.,México, 1962.
s = Me Cormick, Thomas: Técnica de la estadística social, F.C.E., México, 1954.
Un panorama mucho más completo se encontrará en las obras:
Blalock, H.M.: Estadística Social, F.C.E., México, 1966.
5= 2,92 Croxton-Cowden: Estadística general aplicada, F.C.E., México, 1957.
Mills, F.C.: Métodos estadísticos aplicados a la economía y a los negocios, Aguilar, Madrid, 1967 \
En estas dos últimas obras se podrá ampliar además todo lo referido a números índices y al análisis de
La desviación standard es siempre mayor que la desviación media, ya que las series temporales.
los cuadrados de las diferencias dan magnitudes mayores en los valores ex-
tremos.
Para calcular ambas medidas, existen métodos cortos, de gran utilidad en
el caso de datos agrupados. Para su estudio remitirnos a los manuales de
estadística de la bibliografía.
Tanto el desvío medio como el desvío standard se expresan en las mismas
unidades que la variable. Cuanto mayor es el valor del desvío, mayor es la
variabilidad de la distribución.
Así por ejemplo, si la distribución del cuadro 5 fuera:

Edad Número de
(años) estudiantes
18-21 10
22-25 110
26-29 10
Total 130

El desvío standard es igual a Ij57, lo que indica que esta nueva distri-
bución tiene mucha menos dispersión que la primera.
c) Coeficiente de variación. — Para posibilitar la comparación de la va-
riabilidad de series expresadas en diferentes unidades de medida y de distinto
número de casos se usa el coeficiente de variación, definido por la fórmula

xlOO
CV=-
410 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA ANEXOS 411

El beneficio neto, que aparece en el balance, corrientemente, es dividido! 1) Muchas "reservas" del pasivo aparecen disfrazadas en otros ren-
en dos partes: glones.
— las reservas, es decir el beneficio acumulado (se anotará en el pasivo) 2) Puede haber una subestimación sistemática de muchos valores del
— los dividendos, distribuidos a los accionistas. activo (inmuebles, stocks, etc.), lo que conduce, disminuyendo el
activo, a bajar el saldo de beneficio.
Cuenta de pérdidas y ganancias. 3) La amortización del equipo suele aparecer en muchos menos años
que en la utilización real de las máquinas. Con esto se disminuye
Ésta presenta la estructura siguiente: considerablemente el beneficio que aparece declarado.
4) La práctica del autofinanciamiento, es decir el pago inmediato del
equipo nuevo, también disminuye considerablemente el beneficio de-
Pérdidas Ganancias clarado.
(salidas de dinero (entradas de dinero
en el ejercicio) en el ejercicio) Así, para reconstituir el beneficio real de una empresa es necesario utilizar
una documentación más amplia que la del balance y la cuenta de pérdidas y
1. En un banco 1. En un banco ganancias.
— intereses pagados — intereses y comisiones per-
— gastos de gestión cibidos sobre todas sus ope-
— deudores dudosos raciones de créditos y servi-
cios
2. En la industria — entradas sobre deudores du-
— gastos de gestión dosos
— intereses pagados a los
acreedores 2. En la industria
— amortización de los créditos — cifra de negocios (total de
dudosos ventas)
— amortización del equipo — beneficios no industriales
(ej. dividendos, etc.)
— entradas sobre deudores du-
Total 100 dosos
Beneficio 30
130 Total 130

El beneficio se anota como pérdida, ya que va a ser utilizado o bien como


reserva, o bien como dividendo. Si hubiera una pérdida se anota en la colum-
na de ganancias, simplemente con la finalidad de equilibrar el balance.
La cuenta de pérdidas y ganancias, lo mismo que el balance, son una
presentación resumida de la situación de la empresa en un momento dado. El
historiador economista dedicado a la historia de empresas los usará Como
punto de partida, pero difícilmente se contentará con ello. Si es posible obte-
ner la documentación que sirve de base para la elaboración del balance y de la
cuenta de pérdidas y ganancias se podrá realizar un estudio más detallado y
significativo.
Por una serie de factores, el beneficio suele aparecer, en el balance o en la
cuenta de pérdidas y ganancias, bastante disminuido:
EL USO DE LA COMPUTACIÓN EN HISTORIA

El historiador de la economía, la demografía o la sociedad, que trabaja bá-


sicamente con información cuantitativa o susceptible de cuantificación, en-
cuentra en los procedimientos electrónicos de procesamiento de datos un
auxiliar invalorable: se ahorra tiempo y se gana en precisión, siendo posible el
procesamiento de una enorme cantidad de información.
El computador es pues, para el historiador, como para cualquier científico
social, un auxiliar, lo mismo que una máquina de calcular o una tabla de
logaritmos. Debe desecharse desde ahora mismo la idea de que el computador
piensa, a veces difundida por periodistas ignorantes o diletantes. El computa-
dor-solo opera según las instrucciones del investigador, clasificando y orde-
nando los datos según dichas instrucciones.
En las notas siguientes pretendemos solamente dar una idea de las posibi-
lidades de utilización de la computación en historia, sin ninguna intención de
enseñar a hacerlo. Para esto, el historiador interesado deberá remitirse a las
obras citadas al final de este apartado. Pero convendrá aclarar que de ningún
modo se trata de que el historiador debe aprender a manejar el computador, o
tan siquiera a programar el procesamiento de la información; para estas tareas
existe personal especializado mucho más capacitado que cualquier científico
social para programar o manejar el computador. Lo que sí debe conocer el
historiador es la manera de presentar los datos para poder procesarlos electró-
nicamente, qué tipo de precauciones se deben tomar para asegurar la confia -
bilidad de la información y qué tipo de clasificación u ordenamiento desea para
sus datos, lo que obviamente depende de sus hipótesis. El historiador debe,
pues, presentar sus datos al programador de manera conveniente, y éste se
ocupará de elaborar instrucciones en un lenguaje que la máquina entienda,
posibilitando así el procesamiento.

a) La codificación de los datos — El primer paso en el tratamiento de la


información, para posibilitar su procesamiento, consiste en la codificación. Se
trata de atribuir un símbolo numérico a cada valor de cada variable de nues-
tros datos. Normalmente se utilizan uno o más números para identificar la
variable y uno o más números para los valores de la variable.
LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA ANEXOS 415
414
algunos caracteres especiales. En la tarjeta de la página siguiente se reproducen
Por ejemplo: Código las perforaciones standard.
1 Obsérvense, en el ejemplo siguiente (se trata de un padrón, para un
Variable: sexo estudio demográfico), los pasos a seguir desde la hoja original en que se reco-
1
Valores: masculino gieron los datos, hasta la tarjeta perforada.
femenino 2
no contesta, no hay HOJA DE DATOS
información O1
Código
Variables
Valores
Así: 1.1 indica sexo masculino (Columnas de la
(Hileras 0-9)
1.0 indica sexo desconocido por falta de información tarjeta 1 -80)
1.2 indica sexo femenino. Número de orden : 130 1 a4 0130
Ciudad: Cedros 5-6-7 010
Padrón : 1860 8 2
En el caso de tratarse de variables continuas, se categorizan los valores Nombre: Pedro Chávez
que la variable puede asumir según criterios definidos por el investigador de Edad: 32 años 9-10 32
Estado civil : casado 11 2
acuerdo a las necesidades de su investigación. Sexo: masculino 12 1
Etnia: mestizo 13 2
Profesión : labrador 14-15-16-17 012
Ejemplo: Grado de instrucción : analfabeto 18 1

Código Nótese que en la perforación del código numérico, la tarjeta admite sólo
capital nominal de la empresa 5 una perforación por columna. En el caso del alfabeto y de los caracteres
Variable: especiales sí puede efectuarse más de una perforación.
de 10.000 a 50.000 ptas. 1
Valores:
de 50.001 a 100.000 ptas. 2
3 HOJA DE CODIFICACIÓN
de 100.001 a 200.000 ptas.
más de 200.001 ptas. 4
no hay información. O 1 6 11 16
0 1 2 1
Toda la información que el historiador desea procesar debe ser codificada
en esta forma. 2 7 12 17
Debe notarse que la codificación se efectúa teniendo en cuenta el medio 1 0 1 2
que se utilizará para introducir la información en el computador. Si utilizamos
una tarjeta perforada, el caso más común, será necesario adjudicar a la varia-
ble: un número si sus valores no son más de diez, dos números si no son más
3 8 13 18
3 2 3 1
de veinte, etc.
Veamos ahora la manera de entrar los datos al computador.
4 9 14 19
b) La entrada de los datos — El computador admite diversas formas de 0 3 0
entrada de la información. La más corriente es la tarjeta perforada.
La tarjeta posee 80 columnas y 10 hileras (O al 9) que se amplían a 12 con 5 10 15 20
la posibilidad de efectuar dos perforaciones más arriba del cero. 0 2 0
En esta tarjeta, podemos, mediante perforaciones, representar números
(el casó más corriente), letras del alfabeto, y por consiguiente nombres, y
El número de la esquina superior izquierda indica el número de la varia-
1. En todos los casos se deberá prever un número para indicar la falta de información. ble. El valor se escribe en el casillero.
416 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA ANEXOS 417

En el ejemplo de la página siguiente hemos indicado el nombre de la persona


con el fin de mostrar la manera en que aparecería en la tarjeta perforada,
aunque en la mayoría de los casos el historiador utilizará mucho más las
perforaciones que indican números que las del abecedario.
Cada tarjeta perforada (en rigor pueden ser una o más), representa una
unidad de análisis (personas, empresas, familias, instituciones, etc.), y en ella
perforamos la información que tenemos disponible. Las primeras columnas
(en nuestro ejemplo 1 a 4) se dejan siempre para el número de orden y
eventualmente la identificación de la investigación.

c) El procesamiento de datos. —Perforadas todas las tarjetas, se procede


a procesar la información en el computador. Para esto será necesario efectuar
un programa, es decir un conjunto de indicaciones que el computador recibirá
para proceder a la clasificación de los datos.
Como no es el historiador quien diseñará el programa, indicaremos a
continuación lo que el historiador debe decir al programador para que éste
pueda efectuar su trabajo.
Será necesario efectuar dos tipos de operaciones. La primera será de "lim-
pieza" o "control" de los datos. Para esto se diseñará algún tipo de verifi-
cación de la coherencia de los datos. En el ejemplo presentado sería necesario
controlar la edad con el estado civil y la profesión, ya que habrá grupos de
v edad 'excluidos de cualquier profesión y estado civil que no sea soltero; tam-
bién se puede controlar sexo y profesión. Este tipo de prueba tiene por objeto
reducir al mínimo los errores posibles, deslizados en la codificación y la
perforación. El computador colocará aparte, en el ejemplo mencionado, las
tarjetas incoherentes, que serán entonces revisadas y corregidas.
Controlados los datos de esta forma se hará un plan de distribuciones y
cruces de las variables. En el ejemplo señalado será de interés solicitar las
CJ
a. distribuciones en términos absolutos y porcentuales de las variables sexo,
o
estado civil, etnia, profesión, grado de instrucción. Un cierto número de
tabulaciones cruzadas será también indispensable:

edad/sexo edad/profesión
edad/etnia estado civil/etnia
edad/estado civil etnia/profesión
edad/grado de instrucción etnia/grado de instrucción/sexo
etc.
CO
r--,.
'•£' Según el tipo de datos disponibles se podrán hacer distintos tipos de tabula-
U"'
ciones y calcular medidas de tendencia central, dispersión, correlación, etc.
Casi todos los computadores presentan los resultados impresos en grandes
hojas de papel. Su lectura debe realizarse con ayuda de un código.
27.-MÉTODOS
418 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA
ANEXOS 419

El historiador interesado en la utilización del computador deberá estudiar


los procedimientos, aquí brevemente enunciados, mucho más ampliamente.
Para esto puede consultar la obra Sistema Moderno de Procesamientos de
Datos, de Robert R. Amolds, Harold C. Hill y Aylmer V. Nichols, Ed.
Limusa-Willey S.A., México, 1971. Una obra de lectura obligada, escrita por
un historiador, y recomendable aun para quienes no trabajan con este tipo de
procesamiento de datos es la de Edward Shorter, The Historian and the
Computer. A practical guide, Prentice Hall, Nueva Jersey, 1971.

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CD
üs'
ANEXOS 421

la forma de la ecuación o de la función; esto iguala a aquello o determina lo


de más allá. El modelo establecido con sumo cuidado permitirá, pues, encau-
sar, además del medio social observado —a partir del cual ha sido, en definiti-
va, creado— otros medios sociales de la misma naturaleza, a través del
tiempo y del espacio. En ello reside su valor recurrente".4
Tratándose de la historia, es normal que en los modelos por ella utilizados
el tiempo figure como una dimensión esencial. Esto impone un límite serio y
preciso a la aplicabilidad y a la generalización de los modelos históricos. De
LOS MODELOS ECONOMÉTRICOS nuevo el problema de la comparación y sus alcances está en el centro del
Y SU UTILIZACIÓN EN HISTORIA debate. En una metáfora feliz, Braudel ha puntualizado la cuestión diciendo que
los modelos son como "barcos que hay que echar al agua para hacerlos
Introducción seguir o remontar, si ello es posible, la corriente del tiempo. ¿Hasta dónde
van río arriba, hasta dónde descienden río abajo?". s
Dentro de las ciencias humanas, y la historia no es por cierto una excep- Este problema de la validez temporal de un modelo histórico es concomi-
ción, la construcción de modelos tiene como fin principal el obtener una tante del que podríamos denominar de la "validez espacial".
representación simplificada pero completa de un comportamiento típico. Com- ¿A qué sociedades, fuera de la que le dio origen, es posible aplicar un
pleta en el sentido de que incluye todos los aspectos relevantes y por lo tanto, modelo determinado? Pensemos, por ejemplo, en la vieja teoría cuantitativa
al menos idealmente, será capaz de proporcionar una previsión; y típico en de la moneda, elaborada por Jean Bodin en el siglo XVI, para explicarse el
cuanto tendrá sentido sólo hacer modelos de comportamientos que ofrezcan alza vertiginosa de los precios que sucede al descubrimiento y las conquistas
una cierta repetibilidad o recurrencia. ¿Qué relación hay entre estructura y en el mar océano. Cuántos,, después de Bodin, pasando por Earl Hamilton,,o
modelo? ' la sapiencia económica de Keynes, han pretendido explicar con este "mode-
Tengamos en cuenta ante todo que el acuerdo no es general en la utiliza- lo" tan sencillo de la teoría cuantitativa, fenómenos como la acumulación de
ción de estos conceptos, sin embargo, sin entrar en ninguna discusión teórica capital industrial, o la causa de las fluctuaciones económicas. Algo similar
creemos útil hacer la siguiente distinción: "La estructura se encuentra en los ocurre por ejemplo con la teoría de Marx sobre los modelos de producción y
hechos mismos. No es, ella sola, toda la realidad observable, pero está incluida la evolución de las sociedades. ¿Cuántos "feudalismos" o "esclavismos" no
en esa realidad. En el caso de las ciencias del hombre, la estructura no es todo han sido descubiertos aquí y allá, a costa de forzar la tipología original,
el comportamiento, tal como éste puede registrarse, pero está incluida en el vaciándola. completamente de significado? Citamos estos ejemplos no para
comportamiento. sostener que la especificidad de los hechos históricos hace imposible la compa-
El modelo es otra cosa. El modelo es, en el sentido en que lo entiendo, lo ración, o exige construir un modelo para cada realidad social, sino para
que realiza el investigador para dar a entender a los demás lo que es la subrayar la necesidad de proceder con prudencia, poniendo en claro, cada vez
estructura. Puede, pues, haber tantos modelos cuantos investigadores".2 que se efectúa una operación de este tipo, todos los supuestos, estudiando
En otras palabras, la estructura como conjunto de relaciones significativas todas las dimensiones relevantes, formulando con meridiana claridad todas las
pertenece a la realidad, mientras que el modelo es una abstracción formulada hipótesis en juego.
para interpretar dicha realidad "estructurada".3 Más que "tantos modelos Ahora conviene insistir en otro aspecto de los modelos históricos. El
cuantos investigadores", convendrá decir tantos modelos cuanto teorías exis- lector podrá pensar que en el caso de los modos de producción más que de
tan para interpretar algo. Como indica Fernand Braudel: "Los modelos no modelo convendría hablar de tipología. En verdad que de la manera amplia
son más que hipótesis, sistemas de explicación sólidamente vinculados según como hemos definido el concepto de modelo no hay dificultad en hacerlo. El
problema es más bien de hábito, ya que estamos acostumbrados a hablar de mo-
1. Nótese que no hay univocidad de criterios para definir y distinguir entre estructura, modelo y delo sólo cuando se trata de un modelo ya formalizado. El estado actual de evo-
sistema. Conviene entonces prestar atención a lo que cada autor entiende por estos conceptos. lución de las ciencias humanas, el problema del lenguaje adecuado para la
2. André Martinet, ponencia sobre "Las ciencias del lenguaje y las ciencias humanas" en E.
Labrousse, R. Razzo y otros, Las estructuras y los hombres, traducción de M. Sacristán. Barcelona, Ariel, formalización, hacen que en realidad la mayor parte de los modelos realmente
1969, p. 12. 4. Fernand Braudel, La historia y ¡as ciencias sociales, traducción de Josefina Gómez Mendoza.
3. En este sentido cabe distinguir dos posiciones diferentes: una que considera que la estructura se
. encuentra en la propia realidad (sería el caso de Marx o de Maurice Godelier); otra que sostiene que la Alianza Editorial, Madrid, 19702, p. 85. Traducción ligeramente modificada según el original francés.
estructura es puramente una construcción del investigador (sería el caso de Lévi-Strauss). 5. Ibid, p. 93..
LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA ANEXOS 423
422
relevantes para las ciencias sociales, y en particular la historia, estén aún sin
formalizar o con un grado muy rudimentario de formalización. Esta voluntad 1. Elección de las variables
de formalización que encuentra en la econometría su expresión por hoy más
acabada, viene en verdad de los economistas y su influencia notable sobre la El primer paso en la construcción de un modelo es la elección de las varia-
historia, y la antropología y la sociología en los últimos cuarenta años han bles. Naturalmente esto depende de lo que se quiere explicar y de los alcances
hecho pasar esta preocupación a esos campos. Por ahora los modelos formali- pensados para el modelo. De todos modos la elección de las variables debe
zados o formalizables ponen la cuantificación de sus variables en el centro de responder a la siguiente pregunta: ¿Qué fenómenos influyen sobre el fenó-
las preocupaciones, aun cuando también haya a veces cabida indirecta para meno a explicar? " Del estudio de Cairncross sobre las fluctuaciones de la
conceptos cualitativos.6 industria de la construcción en Glasgow entre 1856 y 1914 podemos tomar
Veamos pues los modelos históricos que nos propone la econometría, un ejemplo ilustrativo. Nuestro autor consideró que la demanda de construc-
modelos formalizados y cuantificables, como ya expresamos. ciones dependía de las siguientes variables: a) los cambios en la población; b)
las variaciones de los ingresos y c) los hábitos (exigencias de confort, etc.). La
Los modelos econométrícos oferta de construcciones, por otra parte, dependía básicamente: a) de la rela-
ción entre la rentabilidad de los inmuebles nuevos alquilados y la tasa de
Unas palabras ante todo sobre esta rama de la economía. Los estudios interés a largo plazo; y b) del número de alojamientos vacíos en cada mo-
econométricos, que buscan "la observación estadística de conceptos basados mento.12
en la teoría económica", 7 la verificación estadística de una serie de concep- Por otra parte, podemos distinguir dos tipos diferentes de variables: a)
tos e hipótesis formulados en términos cuantificables, se ocupan por lo gene- endógenas, cuando su valor es proporcionado por el modelo mismo. Por
ral de tres campos diferentes: 8 ejemplo: en un modelo muy simple, suponiendo que las cantidades deman-
a) la investigación y previsión del ciclo económico dadas y ofertadas de un bien sólo dependen de su precio, tendríamos dos
b) la investigación de mercado ecuaciones:
c) la programación económica.
=f(P) (Oferta)
El primer campo fue el que en la década de los treinta tuvo un gran desarro- (Demanda)
llo gracias a los estudios pioneros de Tinbergen y Frisch entre otros, desem-
bocando luego de la segunda guerra en una serie de conceptos que sentaron En el punto de equilibrio :
las bases de las políticas anticíclicas y de estabilización en las economías
capitalistas desarrolladas.' El segundo tiene que ver con los clásicos problemas
de la elasticidad de la oferta y la demanda y el estudio del mercado de tal La cantidad y el precio de equilibrio están determinados, en consecuencia,
o cual producto. Los estudios de Schultz y Wold I0 son los ejemplos obligados sólo por la forma de las funciones de oferta y de demanda (que según el
a citar aquí. Finalmente, el problema de la programación, que se cuenta entre modelo seguido pueden ser una función lineal, parabólica, etc.). Ambas varia-
los recién llegados a la econometría, se refiere a la planeación de la conducta bles (precio y cantidad en el punto de equilibrio), dependen únicamente de la
económica de una empresa, en base a una serie de datos conocidos, con el forma de la función, es decir, están definidas por el modelo mismo. En otros
objetivo de asegurar la maximización de las ganancias. Veamos, antes de términos, son variables endógenas. Si ampliamos el modelo, agregando el
analizar un ejemplo de modelo econométrico utilizado en historia, los requi- ingreso (r), esta nueva variable será exógena, ya que su definición no depen-
sitos metodológicos de los modelos construidos por la econometría. Dichos derá del modelo en sí mismo, b) exógenas, cuando su valor está dado fuera del
requisitos son, por supuesto, comunes a todo modelo econométrico. modelo. Es el caso de las cinco variables utilizadas por Cairncross.
El que las variables elegidas sean cuantificables, por lo menos en su mayo-
6. ; Christian Morrison. "Note sur l'application de quelques concepts économiques en Histoire" en ría, es un requisito indispensable para la formalización en primer término, y
Revue Economique, enero 1965. pp. 128-129. para la verificación estadística en segundo lugar. No se descarta, claro está, la
7. Jan Tinbergen, L'économitrie, traducción de M. Verhuls, París, 1954, p. 8.
8. Oskar Lange, Introducción a U econometría, traducción de F. Rostro, Fondo de Cultura Econó- posibilidad de utilizar también algunas variables cualitativas, lo mismo que
mica, México, 1964, pp. 15-17. coeficientes de probabilidad.
9. Cf. Jan Tinbergen, Política Económica, versión castellana, Fondo de Cultura Económica, Mé-
xico, 1961. 11. Jan Tinbergen, L'économétrie, p. 14.
10. Cf. H.. Wold, Demand Analysis. A Study in Econometrics, Upsala, 1952. H. Schultz, The
12. Citado por C. Morrison, "Note sur...", p. 128.
Theory and Measurement of Demand, Chicago, 1938.
424 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA ANEXOS 425

2. La formulación de las relaciones entre las variables 4. La verificación estadística


El paso siguiente consiste en vincular las distintas variables, lo que supone Construido el modelo será necesario verificarlo estadísticamente. Se trata-
dar forma matemática a las relaciones. En otros términos, decidir el tipo de rá, pues, de ver si las relaciones supuestas entre las diferentes variables
función (lineal, exponencial, etc.) matemática que se supone adecuado para estudiadas concuerdan con los hechos, o si por el contrario es necesario
"representar" el comportamiento a que se refiere la relación en cuestión. modificarlas. Por otra parte, aun en el caso de confirmarse la relación, la
Este problema es particularmente complejo y diremos solamente que en la prueba estadística ofrecerá informaciones adicionales sobre ella, mucho más
mayoría de las veces se llega a determinar la función después de un estudio concretas y precisas.
estadístico cuidadoso.13 También se recurre a menudo a un teorema mate- El problema central de la verificación estadística del modelo residirá en el
mático que indica que en un pequeño intervalo de variación, cualquier fun- hecho de que, al tratarse de una representación simplificada de la realidad, las
ción puede asimilarse a una función lineal, lo que simplifica considerablemen- previsiones efectuadas a partir de él no coincidirán con los valores observados.
te la tarea de buscar el tipo de función adecuada para lo que describe la Más precisamente, si se trata de verificar una ecuación de la forma:
relación.
y = ax -\- b
3. Determinación de las variables
siendoyf, valor observado deje; x¡, valor observado de x:
Una vez formuladas las relaciones será necesario determinar las variables,
o, en otros términos, construir un sistema de ecuaciones en el que figuren las
vinculaciones entre las distintas relaciones. Los modelos econométricos inclu-
yen, por lo general, ecuaciones del siguiente tipo: 14
no serán rigurosamente idénticos al valor observado y¡ de y. Podemos escri-
a) Ecuaciones de comportamiento: es decir, relaciones que describen y bir , en consecuencia:
explican la conducta de los agentes, por ejemplo las decisiones de inversión, o
el gasto del ingreso del consumidor entre consumo y ahorro, etc. yi —yf = E
b) Ecuaciones técnicas: o sea relaciones que describen el estado de la
tecnología, como las clásicas funciones de producción. Este término E es llamado error o residuo; en consecuencia, la relación
debe escribirse:
c) Ecuaciones institucionales: que revelan aspectos de la estructura ins-
titucional en que se desenvuelve el modelo, como por ejemplo la política fiscal y = ax + b -j- E
o de créditos.
d) Ecuaciones contables, que proporcionan la definición de una variable Si E no puede eliminarse completamente, ya que su origen viene del
en función de otras, o expresan igualdades que se deben verificar ex post, hecho de que ciertas variables que ejercen un efecto no están contenidas en el
como la célebre ecuación de la teoría cuantitativa de la moneda: p x q = modelo, y de que es posible que la forma, lineal en este caso, no sea aproxi-
= M x V (donde/) es el nivel de precios, q, la cantidad de bienes, M, la masa mada, el modelo sólo será útil si este residuo puede reducirse a un mínimo. La
monetaria y V, la velocidad de circulación). estadística matemática proporciona una serie de métodos que permiten salvar
estas dificultades, y que pueden consultarse en las obras especializadas de
Construido el sistema de ecuaciones, las variables quedan determinadas cronometría.
endógenamente, si el número de ecuaciones es igual al número de variables (o
incógnitas), requisito de cualquier sistema de ecuaciones para resolverse. (En Clasificación de los modelos econométricos. — Según criterios diferentes,
este caso, se dice que el sistema es completo. Si el número de incógnitas es es usual clasificar los modelos econométricos en tipos. Veremos ahora las
clasificaciones más corrientes:
mayor que el de ecuaciones, es posible resolver el sistema estableciendo hipó-
tesis alternativas sobre el valor de las "incógnitas sobrantes".) a) Desde el punto de vista de las ecuaciones:
13. Cf. Jan Tinbergen, L'économétrie, pp. 74 y s., para ejemplos.
— uniecuacional, si contiene solo una ecuación, como el caso de la
14. Fierre Mailiet, L'économétrie. Col. "Que sais-je?", Presses Universitaires de France, París, función de producción de Cobb-Douglas
1971. p. 17. — pluriecuacional, si contiene más de una ecuación.
426 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA ANEXOS 427

b) Desde el punto de vista temporal: cionados, al lado, claro está, de otros factores como los demográficos, que para
— estático, si las variables no se refieren a cambios en el tiempo de los fines de la investigación se dejan de lado."
los elementos, como por ejemplo, la citada función de produc- Antes de presentar el modelo bajo la forma de ecuaciones se procede a su
ción de Cobb-Douglas o la ley de Engel de utilización del ingreso exposición de manera literaria. Van der Wee y Peeters señalan los siguientes
del consumidor aspectos:
— dinámicos, si el tiempo afecta a las variables relevantes, como
por ejemplo el modelo del ciclo económico de Tinbergen.15 a) El nivel del ingreso depende de tres factores de producción esenciales:
los recursos naturales, el trabajo y el capital. La distribución desigual
c) Desde el punto de vista de los objetivos: de estos factores hace que el comercio se convierta en un factor de
— descriptivos, si sólo observan variaciones entre distintas variables optimización del ingreso, ya que la especialización regional permite, a
vinculadas través del intercambio, el incremento del ingreso global.
— explicativos, si incluyen la explicación de unas variables en fun-
ción de otras b) La economía europea entre estos siglos se caracterizaba por la existen-
— de previsión, si realizan una predicción de los valores que asumi- cia de dos sectores bien diferenciados. Por un lado el sector agrícola
rán determinadas variables al variar otras tradicional, de baja productividad, estático, casi autosuficiente; por
— de decisión, si el modelo se utiliza para tomar decisiones de polí- otro un sector dominado "estratégicamente" por el comercio y la in-
tica económica (ya a nivel de la empresa o del gobierno). dustria, dinámico, basado en las posibilidades de intercambio.
d) Desde el punto de vista del campo de aplicación: c) El sector tradicional está superpoblado, asegurando de este modo una
— parciales, cuando se refieren a fenómenos económicos parciales, oferta de mano de obra excedentaria al sector moderno.
como la producción o el consumo de determinados bienes, o d) La productividad marginal del trabajo del sector tradicional oscila en
como el equilibrio parcial en un mercado o entre flujos de bienes torno a cero (nada puede agregar al producto total, dependiente del
y servicios. Las funciones de producción, la cronometría de la clima y una técnica de bajísimo nivel de productividad, el empleo de
demanda, el análisis input-output, participan de este tipo
un trabajador más); por esto, basta con que la productividad marginal
— generales, cuando se refieren al funcionamiento del sistema eco- del trabajador que se emplea para el sector moderno sea apenas supe-
nómico en su totalidad. A veces denominados modelos macroeco-
rior a cero para que el producto global aumente.
nómicos; el modelo Klein-Goldberger elaborado en 1955 para la
economía norteamericana, es un ejemplo.16 e) Si el traslado de mano de obra del sector atrasado al moderno hace
escasear la mano de obra en el sector atrasado, de tal modo que la
Luego de esta breve introducción, necesariamente incompleta, vamos a productividad marginal del trabajador rural aumente, la situación pue-
proceder a analizar un modelo econométrico aplicado a la historia. Se trata de
una aportación reciente de Van der Wee y Peeters, denominada Un modelo de invertirse y la mano de obra sobrante abandonar el sector moderno
para regresar al campo.
del crecimiento intersecular del comercio mundial, siglos XH-XVIII.17
Nuestros autores comienzan por constatar que entre el siglo XII y el Nos hemos limitado a exponer sólo los conceptos fundamentales del aná-
XV1H ha habido un crecimiento intersecular de la economía mundial, que sin lisis de Van der Wee y Peeters, que interesan para comprender el modelo
embargo no se ha producido de manera lineal. Mientras que los siglos XII, propuesto. Hemos omitido las referencias históricas que son de gran interés y
XHI y XVI conocen una fuerte expansión económica, los siglos XIV, XV y constituyen la parte más lograda del artículo, como veremos más adelante.
XVII son de "trágica contracción!8 Inmediatamente después encuentran una Ahora expondremos el modelo, que utiliza básicamente ecuaciones de
correlación evidente entre las etapas de expansión económica y el desarrollo identidad.
comercial. Para los autores del comercio aparecerá pues como una suerte de Las variables son las siguientes:
"motor" del desarrollo económico de Europa occidental entre los siglos men- Y ingreso total
n población activa
15. Cf. Tinbergen, obras citadas en notas 7 y 9. subíndice 1 sector tradicional
16. Klein-Goldberger, An Econometric Model ofthe United States, 1929-1952, Amsterdam, 1955. subíndice 2 sector moderno.
17. En Ánades E.S.C., enero-febrero, 1970.
18. Ibidp.lOl. 19. Ibid p. 104.
428 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA ANEXOS 429
El ingreso total de la economía será igual al ingreso de los sectores Si una parte de la población activa pasa del sector 1 al 2, la influencia del
tradicional y moderno: incremento del porcentaje de la población activa en el sector 2 sobre el cambio
del ingreso total estará representada por la relación A Y
F=F, (1)
Asimilando a 100 el total de la población activa, n¡ y n2 expresarán Reemplazando los términos en (8) obtenemos:
porcentualmente la cantidad de gente ocupada en los sectores 1 y 2, o sea: AF AF, + AF2 AF, 4F,
A «2 A«?
100 = = » ] «2 (2)
que por medio de la ecuación (7) se puede transformar en:
El cambio del ingresto total será determinado por la diferencia entre el
ingreso total en el momento t, y en el momento ¿o o sea: A Y AF, AF,
(10)
AF=F(í,) (3) A n2 A »2

De la ecuación (10) deducimos que la relación entre un cambio de Y y un


La variación de A F podrá expresar un incremento ( A F > 0), un es- cambio de «2 debe ser igual a la relación entre un cambio de Y¡ y un cambio
tancamiento ( A F = 0) o una contracción ( A F < 0). de n, (es decir la productividad marginal del trabajo en el sector 1) más la
Seguidamente podemos escribir las ecuaciones de cambio del ingreso en relación del cambio de F2 con respecto al cambio de » 2 (es decir, la produc-
los sectores 1 y 2: tividad marginal del trabajo en el sector 2).
A F , =F, ( * , ) — F , (¿o) (4)
Como anteriormente, si
A F es positivo, nulo o negativo, habrá una
AF 2 —Y2 (ti)— F2 (¿ 0 ) (5) A «2 A V
expansión, estancamiento o contracción del ingreso total. Si: ^ >Q
Igualmente podemos representar los cambios en la población activa. Como reemplazando por el primer miembro de (10) resulta:
n, y «2 expresan porcentajes, la suma de los cambios será igual a cero:
AF, AF 2
A » , -|- A «2 == O (6)
>o (U)
A n2 = — A n\ (7) A n\ A
En otros términos, el incremento de población activa en el sector 2 produ- o bien AF, AF 2
ce una disminución en la población activa del sector 1 , es decir : (12)
A TZ, < O o — A «i > O A «2
O sea que el modelo de Van der Wee y Peeters supone una población Así pues, siempre que la productividad marginal del trabajo en el sector 2
estacionaria. sea superior a la productividad marginal del trabajo en el sector 1, podrá
Ahora podemos reescribir la ecuación (1) en función de los cambios del hablarse de un crecimiento del ingreso total real, o, en otros términos, de un
ingreso : crecimiento de la prosperidad per capita. Cuando se igualan las productivida-
A Y= A F, + A F 2 (8) des marginales:
AF, AF 2
También podemos expresar la ecuación (8) refiriendo los cambios del
ingreso al ingreso total: A«i A» 2
AF_ AF, AF2 el ingreso total deja de aumentar: AF = O
—-
(9)
~— y F~
L
430 °S MÉTODOS DE LA HISTORIA ANEXOS 431

Finalmente es posible que se produzca la situación: disponiendo de medios de control, de variables relacionadas con la estudiada y
con alto grado de correlación con relación a la curva en cuestión que permitan
justificarla. De otro modo los riesgos de inexactitud son demasiado consi-
(14)
An derables.
Otro problema importante es el del muestreo?1 Cuando se trata de medir
en cuyo caso aumentará la desocupación en el sector 2 y la mano de obra una variable macroeconómica, por ejemplo, es difícil que antes de la era
comenzará a migrar al sector 1. Tal situación ocurre en la economía conti- estadística encontremos datos representativos del conjunto de una economía
nental europea en los siglos XIV-XV y XVII. nacional. Encontraremos seguramente datos parciales, digamos por ejemplo
Siendo el objetivo principal presentar el modelo de Van der Wee y Peeters que se refieran a un 30 por ciento de las empresas agrícolas que queremos
no haremos de él una crítica extensa.20 Sus limitaciones son bastante eviden- estudiar. ¿Podemos tomarlos como una muestra válida y representativa del
tes y nos restringiremos a señalar los aspectos fundamentales: total? Evidentemente que no, ya que dichos datos no se han conservado por
resultado de una selección al azar del conjunto global. Así pues, el respeto de
a) La ausencia del aspecto demográfico es sumamente limitativa. No las reglas del muestreo probabilístico impiden toda extrapolación. En todo este
permite rendir cuentas, por ejemplo, de las "catástrofes" demográ- problema de la verificación histórica de los modelos hay sin embargo un
ficas de los siglos XIV y XVII en sus efectos económicos. aspecto positivo esencial: aun cuando las dificultades de verificación sean muy
b) No resulta claro el rol del comercio, presentado como causa del de- grandes, dicho proceso lleva siempre a interrogar las fuentes desde un punto
sarrollo. Bien se puede sostener lo contrario, que es el desarrollo de la de vista nuevo.
producción lo que lleva a incentivar el comercio.
La validez histórica de los modelos econométricos. — Si el problema de las
c) La idea de que un aumento del ingreso total es similar a un incremen-
to de la prosperidad per capita no tiene en cuenta la distribución de los fuentes, de hecho cuando no de principio, impone una restricción al uso de mo-
delos econométricos en historia, hay otra limitación más seria que atañe al
beneficios del comercio que estaba lejos de ser favorable a toda la
hecho de que los modelos econométricos han sido en general concebidos como
población.
válidos a corto y mediano plazo, escapando, en cierto modo, a la duración más
d) Es dudoso que deba considerarse al aumento del ingreso global como
típica de la historia como sería el largo plazo. Así, por ejemplo, variables como
único criterio de optimización.
e) Finalmente, si bien el modelo tiene la virtud de presentar de manera la tecnología, los patrones de consumo o la política fiscal cambian muy poco
mucho más precisa las ideas expuestas antes de manera literaria, no a corto plazo, considerándose constantes o variables explicativas en la mayor
parte de los modelos econométricos, mientras que a largo plazo es necesario
está a la vista ninguna utilidad en dicha formalización. Ninguna hipó-
explicar también los cambios que afectan a dichas variables. Así pues, en la
tesis nueva se extrajo de él, ni tampoco se enriqueció la demostración
explicación de largo plazo será necesario utilizar una cantidad muy grande de
lógica. La limitación de este modelo, para lo que pretende explicar,
variables, a riesgo de que la explicación sea insatisfactoria. Por otra parte, si en
resulta pues bastante notoria.
el corto término es posible considerar los aspectos sociales y políticos como
Problemas de la verificación histórica de los modelos econométricos. — Al constantes, de ningún modo es así para el largo período. Desde el punto de vista
someter un modelo econométrico del tipo del presentado a verificación histó- de la historia sería totalmente absurdo considerar a las guerras, por ejemplo, o
rica se presentan una serie de problemas que es necesario tener en cuenta. En a los múltiples factores que pueden afectar un modelo ideal de crecimiento
primer lugar: ¿cómo cuantificar las variables en cuestión, si, por ejemplo, no económico como factores aleatorios, o exógenos. Su explicación debe integrarse
se dispone de fuentes con el grado de homogeneidad, validez y continuidad en el modelo global.22
deseados? Todo esto ha llevado a que muchos historiadores planteen la necesidad de
No digamos del caso en que no existan ningún tipo de datos para lo que se construir modelos históricos donde se integren, junto con las variables econó-
desea verificar. La prudencia será aquí esencial, y deberá evitar ante todo la micas cuantificables, otras de tipo cualitativo donde se rinda cuenta no sola-
tentación de extrapolar, es decir, conociendo sólo unos puntos de una serie mente de los fenómenos puramente económicos, sino también de los aspectos
deducir de ellos los restantes. La única manera de legitimar la extrapolación es institucionales y de sus modificaciones.

20. Una crítica amplia se encuentra en el curso de Fierre Vilar: "Agriculture, Industrie, 21. Cf. C. Morrison art. cit., pp. 130-131.
Commerce Extérieur comme facteurs de démarrage économique", Sorbonne, U.V.A. K 240, 1969-1970. 22. Cf. caps. 1 y 2 de esta obra.
432 LOS MÉTODOS DE LA HISTORIA
TABLA DE NÚMEROS AL AZAR
SUMATORIA DE CUADRADOS
N N 2 00 49487 52802 28667 62058 87822 14704 18519 17889 45869 14454
, IX 01 29480 91539 46317 84803 86056 62812 33584 70391 77749 64906
N 2XJ N 1 02 25252 97738 23901 11106 86864 55808 22557 23214 15021 54268
03 02431 42193 96960 19620 29188 05863 92900 06836 13433 21709
-1 1 0,5 0,25 04 69414 89353 70724 67893 23218 72452 03095 68333 13751 37260
1
n 5 1,5 2,50
¿. 8,75 05 77285 35179 92042 67581 67673 68374 71115 98166 43352 06414
3 14 2,5 06 52852 11444 71868 84534 69124 02760 06406 95234 87995 78560
30 3,5 21,00
4 41,25 07 98740 98054 30195 09891 18453 79464 01156 95522 06884 55073
5 55 4,5 08 85022 58736 12138 35146 62085 36170 25433 80787 96496 40579
09 17778 03840 21636 56269 08149 19001 67367 13138 02400 89515
5,5 71,50
6 91 113,75 10 93449 94621
140 6,5 81833 57781 90998 37561 59688 93299 27726 82167
7 170,00 11 63789 54958 33167 10909 40343 81023 61590 44474 39810 10305
8 204 7,5 12 61840 81740 60986 12498 71546
8,5 242,25 42249 13812 59902 27864 21809
9 285 332,50 13 42243 10153 20891 90883 15782 98167 86837 99166 92143 82441
10 385 9,5 14 45236 09129 53031 12260 01278 14404 40969 33419 14188 69557
10,5 442,75 15 40338 42477 78804 36272 72053 07958 67158
11 506 575,00 60979 79891 92409
650 11,5 16 54040 71253 88789 98203 54999 96564 00789 68879 47134 83941
12 731,25 17 49158 20908 44859 29089 76130 51442 61137
13 819 12,5 34453 98590 37353
13,5 913,50 18 80958 03808 83655 18415 96563 43582 82207 53322 30419 64435
14 1015 1123,75 19 07636 04876 61063 57571 69434 14965 20911 73162 33576 52839
15 1240 14,5
20 37227 80750 08261 97048 60438 75053 05939 34414 16685 32103
16 1496 15,5 1364,00 21 99460 45915 45637 41353 35335 69087 57536 68418 10247 93253
17 1785 16,5 1636,25 22 60248 75845 37296 33783 42393 28185 31880 00241 31642 37526
2109 17,5 1942,50 23 95076 79089 87380 28982 97750 82221 35584 27444 85793 69755
18 24 20944 97852 '26586 32796 51513 47475 48621 20067 88975 39506
19 2470 18,5 2284,75
20 2870 19,5 2665,00 , 25 30458 49207 62358 41532 30057 53017 10375 97204 98675 77634
26 38905 91282 79309 49022 17405 18830 09186 07629 01785 78317
21 3311 20,5 3085,25 27 96545 15638 90114 93730 13741 70177 49175 42113 21600 69625
22 3795 21,5- 3547,50 28 21944 28328 00692 89164 96025 01383 50252 67044 70596 58266
4324 22,5 4053,75 29 36910 71928 63327 00980 32154 46006 62289 28079 03076 15619
23
24 4900 23,5 4606,00 30 28382
24,5 5206,25 48745 47626 28856 60639 51370 70091 58261 70135 88259
25 5525 31 32519 91993 59374 83994 59873 51217 62806 20028 26545 16820
32 75757 12965 29285 11481 31744 41754 24428 81819 02354 37895
26 6201 25,5 5856,50 33 07911 97756 89561 27464 25133 50026 16436 75846 83718 08533
27 6930 26,5 6558,75 34 89887 03328 76911 93168 56236 39056 67905 94933 05456 52347
28 7714 27,5 7315,00
8555 28,5 8127,25 35 30543 99488 75363 94187 32885 23887 10872 22793 26232 87356
29 36 68442 55201 33946 42495 28384 89889 50278 91985 19124
30 9455 29,5 8997,50 58185
37 22403 56698 88524 13692 55012 25343 76391 48029 72278 58586
30,5 9927,75 38 70701 36907 51242 52083 43126 90379 60380 98513 85596 16528
39 69804 96122 42342 28467 79037 13218 63510 09071 52438 25840
Las tablas de sumatorias de cuadrados se usarán de la siguiente forma:
1) Se usarán las columnas 1 y 2 si se trata de una serie impar de cifras, 40 65806 22398 19470 63653 27055 02606 43347 65384 02613 81668
41 43902 53070 54319 19347 59506 75440 90826 53652 92382 67623
las columnas 3 y 4 si se trata de una serie par. 42 49145 71587 14273 62440 15770 03281 58124 09533 43722 03856
2) Ejemplo: si tenemos una serie de 21 valores, nuestra variable de 43 47363 36295 62126 42358 20322 82000 52830 93540 13284 96496
44 26244 87033 90247 79131 38773 67687 45541 54976 17508 18367
cálculo x irá desde O hasta -f- 10 y desde O hasta — 10. La tabla nos da la
sumatoria de cuadrados para N = 10; bastará multiplicar por dos esa cifra 45 72875 39496 06385 48458 30545 74383 22814 36752 10707 48774
46 21816
para obtener la sumatoria de los x2, es decir el denominador de la fórmula de 47
09065
68256
16283
51225
61398
92645
08288
77747
00708
33104 81206
39615
00112
03102
53445
02834
04212
04116
58476
cálculo de la pendiente de la recta de mínimos cuadrados. Con las columnas 3 48 38744 81018 41909 70458 72459 66136 97266 26490 10877 45022
y 4 se procede de igual forma. 49 44375 19619 35750 59924 82429 90288 61064 26489 87001 84273

«. M ATOÓOS
ÍNDICE

Presentación 7
Prefacio 13

PRIMERA PARTE

Capítulo I. —La evolución reciente de la ciencia histórica: 1) Etapas,


corrientes y campos de estudio 19
A. El camino recorrido: de la historia lineal de los hechos singulares
a la historia de las estructuras 19
B. Las líneas de fuerza de la evolución reciente de la ciencia histórica 21
C. La historia cuantificada y sus corrientes 25
1. Una mutación fundamental: la cuantificación sistemática 25
2. La historia serial 28
3. La historia cuantitativa 31
4. LaNewEconomicHistory 32
D. Conclusión: ¿ qué es la ciencia histórica hoy ? 34

Capítulo E. — La evolución reciente de la ciencia histórica: 2) Proble-


mas, polémicas, precauciones 39
A. Los límites de la cuantificación y de la cronometría retrospectiva 39
B. ¿ Ciencia histórica o ciencias históricas ? El corte entre la historia
económica e historia total 42
1. Dos tendencias contradictorias: totalidad y atomización 42*-
2. Historia económica e historia total 44¿~
C. Los historiadores y las estructuras 49
D. Metodología y dependencia cultural 54
E. Conclusión 57

Capítulo III. —Marxismo e historia en el siglo XX 59


A. La concepción marxista de la historia, desde los años 1920 a
nuestros días 59
1. Características generales de la evolución 59
2. Dos distorsiones tenaces: dogmatismo stalinista y circula-
cionismo 61
3. La evolución reciente 66 E. La explotación de los registros parroquiales: 2) El método de la
B. La influencia del marxismo en el pensamiento histórico con- reconstrucción de familias 153
temporáneo 70 1. El "método francés", o método Fleury-Henry: ventajas y
C. La concepción marxista y la historia de América latina 72 desventajas 153
1. Generalidades 72 2. Primera etapa: recolección de los datos en fichas 154
2. La posición "reduccionista" o "analógica" respecto de 3. Segunda etapa: reconstitución de las familias 157
los modos de producción en la Colonia 74 4. Tercera etapa: explotación de las fichas de familia 159
3. La afirmación de la especificidad de los modos de produc- F. Explotación de las listas nominativas de habitantes y documen-
ción coloniales 80 tos análogos 162
4. Las sociedades iberoamericanas no son formaciones econó- 1. Generalidades 162
mico-sociales diferenciadas y autónomas 83 2. Fases a seguir en la explotación 162
5. Problemas de la "transición neocolonial" 84 G. Conclusión 167
D. Conclusión 86
Capítulo V. — Problemática de la historia económica de América latina 169
SEGUNDA PARTE A. Generalidades 169
B. La época colonial 171
Capítulo IV. — Historia demográfica 91 1. Contexto global: expansión comercial y colonización 171
A. La demografía 91 2. Los factores de la producción 174
1. Definición 91 3. Los sectores de la producción 185
2. Campo de estudio y fuentes 92 4. Circulación y coyuntura 189
3. Conclusión 102 C. Los siglos XIX y XX 191
B. La historia demográfica 103 1. La independencia y el lento nacimiento de las economías de
1. Su desarrollo 103 exportación 191
2. Fuentes y métodos 105 2. El auge de la economía de exportación 194
3. Historia demográfica e historia total 110 3. La crisis de 1929 y sus efectos posteriores 202
C. Demografía europea de ' 'anden régime'' e historia demográfica 4. Polémicas y orientaciones temáticas recientes: el caso de
latinoamericana 112 Brasil 205
1. Elementos fundamentales del régimen demográfico de Eu- D. Conclusión 211
ropa occidental durante los tiempos modernos (siglos XVI
alXVni) 112 Capítulo VI. — Conceptos, métodos y técnicas de la historia económica 213
2. La historia demográfica de América latina: fuentes, meto- A. Un vocabulario básico 213
dología y problemática 118 1. Estructura y coyuntura 213
3. Las grandes líneas de evolución de la población latino- 2. Crecimiento y desarrollo 216
americana (1492-1800) 123 3. Despegue (take-off) 217
4. Conclusión 130 4. Totalidad y sectores: macroeconomía y microeconomía;
D. La explotación de los registros parroquiales: 1) Generalidades; modelos globales y monografías; lo rural y lo urbano 217
el método de los recuentos globales (análisis agregativo) 132 B. Las fluctuaciones económicas 219
1. Generalidades 132 1. Principales tipos de fluctuaciones 220
2. El método de los recuentos globales (análisis agregativo o 2. La explicación de las fluctuaciones económicas . 225
' 'método inglés''): ventajas y desventajas 135 Bibliografía 229
3. Primera etapa: recolección de los datos en hojas especiales 136 C. Cuantificación y estadística en historia: 1) Las fuentes y su ela-
4. Segunda etapa: elaboración de fichas-resúmenes para el pe- boración 229
ríodo en su totalidad 141 1. Principales tipos de fuentes 229
5. Tercera etapa: utilización e interpretación de los datos 142 2. La construcción de la curva 233
2. El campo de la historia de las mentalidades colectivas 329
3. Otros procedimientos gráficos 239 3. Métodos y técnicas: historia y lingüística; las series icono-
4. La elaboración de índices 241 gráficas 332
D. Cuantificación y estadística en historia: 2) Representación y F. Conclusión 336
análisis de las fluctuaciones económicas 247
1. El movimiento de larga duración 247
2. Evaluación del movimiento de larga duración 258 TERCERA PARTE
3. El movimiento cíclico 260
4. Evaluación del movimiento cíclico 262 Capítulo VIII. — El método comparativo en historia 339
5. El movimiento estacional 267 A. Definición, importancia y ventajas 339
6. La comparación de diferentes curvas 268 B. Trampas y peligros en la aplicación del método comparativo;
7. El cálculo de la tasa de crecimiento 272 precauciones necesarias 342
E. Cuantificación y estadística en historia: 3) Utilización del C. Las formas y los resultados de la aplicación del método compa-
muestreo 277 rativo 343
F. Historia de empresas 279 D. Conclusión 346
1. El concepto de empresa y su utilización en historia 279
2. Tipos de empresas 282 Capítulo IX. — El problema de la síntesis en historia 347
3. Las fuentes y su explotación 285 A. Planteamiento de la cuestión 347
G. Conclusión 287 B. Algunos problemas de método y epistemología 354
C. La respuesta marxista: el materialismo histórico 363
1. Consideraciones preliminares 363
Capítulo VIL — La historia social 289 2. La producción y reproducción de la vida real: la base eco-
A. Los dos sentidos de la expresión ' 'historia social'' 289 nómica 371
1. La historia social como síntesis 289 3. Base y superestructura: el problema de la determinación en
2. El sentido más usual de la expresión 292 última instancia 376
B. Historia social y datos económicos 293 4. La explicación de la dinámica de la historia 381
1. Historia social y coyuntura económica 293 5. Conclusión 387
2. Jerarquías sociales y base económica 294 D. La ''escuela francesa'' o ''escuela de los Annales" 387
3. Dinámica social y poder económico 295 1. Generalidades 387
4. El problema de las duraciones 295 2. Orientaciones básicas 389
C. Estructura social y estratificación 296 3. La historia serial y sus diversas dimensiones 390
1. Ernest Labrousse y los comienzos de la Cuantificación sis- 4. La construcción de modelos 391
temática en historia social 296 5. Conclusión 392
2. Un ejemplo de estudio consagrado a las estructuras y rela- E. Conclusión 393
ciones sociales 298
3. La clasificación socio-profesional 304
4. Un problema teórico: ¿clases, estamentos o castas? 310 ANEXOS
D. Movimientos y luchas sociales 317
Cómo organizar y llevar a cabo una investigación histórica 397
1. Las fuentes 317
2. Tipos de movimientos y luchas sociales 318 Vocabulario estadístico básico 401
La contabilidad de las empresas 408
3. Un ejemplo del uso de la Cuantificación en el estudio de las
El uso de la computación en historia 412
luchas sociales 320
Los modelos econométricos y su utilización en historia 420
4. Los movimientos sociales en la historia de América latina 322
Sumatoria de cuadrados 432
E. Las mentalidades colectivas 326
1. Generalidades 326 Tabla de números al azar 433
í

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