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El Liderazgo Ético en Las Empresas
El Liderazgo Ético en Las Empresas
DE QUEVEDO
FACULTAD DE CIENCIAS EMPRESARIALES
ADMINISTRACIÓN EMPRESARIAL
MÓDULO V “B”
ÉTICA PROFESIONAL
AUTORA:
EL LIDERAZGO CATEDRÁTICO
2021-2022
EMPRESAS
EL LIDERAZGO ETICO EN LAS EMPRESAS.
Vivimos en un mundo en el que la gente, las organizaciones, los países y las sociedades
están cada vez más conectados. Por lo tanto, el impacto del liderazgo, tanto bueno como
malo, repercute en todo el sistema político y económico. Esta mayor conexión equivale a
una mayor influencia, y esto ha cambiado la naturaleza del liderazgo. Los líderes tienen
influencia más allá de sus organizaciones, aumentando la interconexión entre la ética y el
buen liderazgo. Este módulo está diseñado para ayudar a los ponentes a mejor entender
los fundamentos teóricos y las aplicaciones prácticas del liderazgo ético a los alumnos,
tomando en cuenta la diversidad cultural de las organizaciones actuales.
El liderazgo ético es importante por dos razones principales. En primer lugar, los líderes
tienen responsabilidades éticas porque tienen una posición especial en la que tienen una
mayor oportunidad de influir en los demás y, por lo tanto, en los resultados. La mayoría de
las personas estaría de acuerdo en que todos nosotros tenemos la responsabilidad de
actuar éticamente, pero es evidente que los líderes están sujetos a estándares éticos más
elevados que los seguidores
Cuáles son los lazos que une a la ética con el liderazgo
El primero que introdujo este vínculo fue Barnard (Barnard, 1968 en Marco,
2000), según el cual el liderazgo está compuesto por dos dimensiones, una
técnica o racionalidad interna en la toma de decisiones y otra ética o de
responsabilidad.
Sin embargo, ha sido en la actualidad cuando ha recibido mayor atención, así
Marcos (Marcos, 2000) sostiene que lo importante es saber en qué consiste un
buen liderazgo y entiende el término bueno en dos sentidos,
Existen otros muchos autores que han defendido la inclusión de este aspecto ético en
el concepto de liderazgo (Del Prado, 2009), entre ellos destacan:
Burns (Burns, 1978), según el cual el rol esencial del líder consiste en ayudar a
los seguidores a ser mejores.
Heifetz (Heifetz, 1994), propuso como rol de los líderes ayudar al grupo a
afrontar el conflicto y solucionarlo productivamente.
Greenleaf (Greenleaf, 1991), identificó el concepto de líder como servidor que
cuida, comprende y confía en sus seguidores.
Pérez López (Pérez López, 1993), mantiene que líder es la persona que actúa
movida por el valor que su acción tendrá para otras personas, es el llamado
liderazgo antropológico.
Zaleznik (Zaleznik, 1991), pone de relieve la dimensión moral del líder para
evitar la manipulación.
Estos factores se pueden sintetizar (Marcos, 2000), en el hecho de que hoy los
líderes tienen que ganarse la voluntad de los seguidores para que les sigan en
sus objetivos, pues su fuerza se basa en el respeto y no en el poder.
Este matiz no siempre fue así (Arredondo, 2011), (Kanungo et al., 2001), pues
a principios del siglo pasado, el liderazgo se ejercía de forma autoritaria y el
colaborador solo obedecía.
Todas estas teorías incluyen la ética como algo intrínseco al liderazgo e inciden en la
necesidad de que el líder influya en el grupo de forma positiva, transmitiéndoles
valores y aunando esfuerzos, haciendo que crezcan como personas y profesionales.
Son necesidades básicas que hoy se estudian en las clases teóricas que se imparten
en las facultades, pero son difíciles de aplicar en la práctica diaria, por ello hay que
desentrañar cuál es la forma de actuar y de pensar del líder para que sea ético.
1. Comunicación
4. Motivación
Un buen líder debe ser capaz de reconocer las aptitudes y habilidades especiales de
las personas que conforman su equipo y, lo que es más importante, de saber cómo
utilizarlas para el beneficio de la empresa. Cuando un empleado destaca, su
responsable debe alentarlo para que siga motivado y pueda seguir desarrollando su
talento.
6. Empatizar
Cada vez, es más común que los equipos trabajen por objetivos. Los jefes que
establecen unos plazos de entrega y definen unos objetivos claros y realistas, son los
que finalmente obtendrán buenos resultados.
9. Autorreflexión
Además de analizar las capacidades de sus equipos, los buenos líderes tienen que
ser conscientes de sus propias fortalezas y debilidades. Conocer las habilidades
destacadas de cada uno y saber los puntos de mejora es algo esencial que
caracteriza a un buen líder.
10. Autenticidad
Las personas que fingen ser algo que no son, o que intentan esconder su verdadera
personalidad bajo su rol de jefes, resultan falsos y no inspiran confianza. Encontrar un
propio estilo de liderazgo y ser consecuentes con la forma de pensar es la mejor
opción para conseguir el respeto de los empleados.