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Escuela de Bellas Artes de Texcoco 1

“Historia de la música en México”

Prof. Alejandro Orizaga González


3° de licenciatura en ejecución musical
Alumno: Alexis Martínez Díaz
-14 de enero de 2021
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Dedicatoria

Este libro esta dedicado especialmente a la Escuela de Bellas Artes


de Texcoco 1, ya que es a la institución a la cual pertenezco y la
fuente de todo mi conocimiento musical tanto teórico, practico e
histórico.

Quiero agradecer a cada profesor que me ha enseñado y que me


ha guiado en este camino musical y también a todos mis
familiares y amigos que siempre me han apoyado para seguir
adelante y concluir mi carrera.
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Índice

Concepto de historia...............................................................................................4
Concepto de Música................................................................................................5
Concepto de México................................................................................................6
Olmecas....................................................................................................................7
Teotihuacanos........................................................................................................12
Huastecas...............................................................................................................15
Mixtecos..................................................................................................................18
Tarascos.................................................................................................................22
Zapotecas...............................................................................................................25
Chichimecas...........................................................................................................28
Totonacas...............................................................................................................33
Toltecas..................................................................................................................35
Mayas......................................................................................................................39
Aztecas...................................................................................................................45
Cholultecas.............................................................................................................49
Xochimilcas............................................................................................................51
Conclusión.............................................................................................................54
Bibliografía.............................................................................................................55
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Concepto de historia

¿Qué es la historia?
Disciplina que estudia y expone, de acuerdo con determinados principios y
métodos, los acontecimientos y hechos que pertenecen al tiempo pasado y que
constituyen el desarrollo de la humanidad desde sus orígenes hasta el momento
presente.
¿Para qué sirve la historia?
Para tener elementos con los que enfrentarse críticamente a las manipulaciones
que se hacen interesadamente de la historia con la Historia, y saber separar el
mito de la Historia poniendo de manifiesto las perversiones que genera su
confusión pues los mitos no dejan de ser, al fin y al cabo, un objeto de la Historia.
¿Como es la historia?
Verdadera
¿Quién Hace la historia?
Los seres vivos
¿Dónde está la historia?
En todo lo que nos rodea
¿Cómo surge la historia?
Con la aparición de la escritura hasta la actualidad, aunque es un
convencionalismo ampliamente superado, y se considera a la prehistoria también
como parte intrínseca de la historia.
¿Dónde inicia la historia?
Se toma como fecha de inicio de la historia la de la aparición de la escritura,
cuando el hombre pudo poner por primera vez sus ideas e impresiones por escrito.
Esto ocurrió en Sumer, antigua región de la baja Mesopotamia (cerca del Golfo
Pérsico), a fines del cuarto milenio a.c. hace más de 5000 años.
¿Quién escribe la Historia?
Los que se dedican a narrar o que vivieron sucesos importantes ocurridos y
necesitan plasmar dichos sucesos
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Concepto de Música

¿Qué es la música?
Arte de combinar los sonidos en una secuencia temporal atendiendo a las leyes de
la armonía, la melodía y el ritmo.
¿Para qué sirve la música?
Para expresar sentimientos y emociones
¿Como es la música?
Expresiva
¿Quién Hace la música?
La naturaleza y el ser humano
¿Dónde está la música?
En todas partes
¿Cómo surge la música?
En la prehistoria con instrumentos percutivos
¿Quién escribe la música?
Los compositores

Concepto de México
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¿Qué es México?
Un país.
¿Dónde se ubica México?
Se ubica en la parte meridional de América del Norte
¿Qué entendemos por historia de la música en México?
Los sucesos importantes musicalmente hablando ocurridos desde las culturas
prehispánicas hasta el día de hoy, como compositores, obras, etc.
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Olmecas

Los olmecas fueron una cultura que se desarrolló durante el periodo preclásico


de Mesoamérica. Aunque se han encontrado vestigios de su presencia en amplias
zonas de Mesoamérica, se considera que el área cultural olmeca abarca la parte
sureste del estado de Veracruz y el oeste de Tabasco. En ese sentido, es
necesario hacer la aclaración de que el etnónimo olmeca les fue impuesto por los
arqueólogos del siglo XX, y no debe ser confundido con el de los olmeca-
xicalancas, que fueron un grupo que floreció en el epiclásico en sitios del centro de
México, como Cacaxtla.
Durante mucho tiempo se consideró que la olmeca era la cultura madre de la
civilización mesoamericana. Sin embargo, no está claro el proceso que dio origen
al estilo artístico identificado con esta sociedad, ni hasta qué punto los rasgos
culturales que se revelan en la evidencia arqueológica son creación de los
olmecas del área nuclear. Se sabe, por ejemplo, que algunos de los atributos
propiamente olmecas pudiesen haber aparecido, primero en Chiapas o en
los Valles Centrales de Oaxaca. Entre otras dudas que están pendientes de
respuesta definitiva, está la cuestión de los numerosos sitios asociados a esta
cultura en la Depresión del Balsas (centro de Guerrero). Sea cual haya sido el
origen de la cultura olmeca, la red de intercambios comerciales entre distintas
zonas de Mesoamérica contribuyó a la difusión de muchos elementos culturales
que son identificados con la cultura olmeca, incluidos el culto a las montañas y a
las cuevas; el culto a la Serpiente Emplumada, como deidad asociada a la
agricultura, el simbolismo religioso del jade e, incluso, el propio estilo artístico, que
fue reelaborado intensamente en los siglos posteriores a la declinación de los
principales centros de estos tiempos.
A pesar del hecho de que la cultura olmeca tuvo una difusión que alcanzó la
mayor parte de Mesoamérica —excepto en la región de Occidente, que siguió un
desarrollo cultural más o menos autónomo hasta finales del Preclásico—, una de
las regiones donde se han encontrado las evidencias más claras de la presencia
de esta cultura es la parte sur de la Llanura Costera del Golfo de México,
comprendida entre los ríos Papaloapan y Grijalva, que corresponde a la mitad
norte del Istmo de Tehuantepec. Actualmente, esta zona corresponde al sureste
del estado de Veracruz y el poniente de Tabasco. Se trata de una zona de un
clima cálido y muy húmedo, condiciones climatológicas que seguramente poseyó
también en la antigüedad precolombina en ese lugar.
El área nuclear olmeca es irrigada por caudalosos ríos que bajan de las
estribaciones de la Sierra Madre de Oaxaca y la Sierra Madre Oriental, como
el Coatzacoalcos, San Juan y Tonalá. Debido a la humedad de la zona y de las
fuentes de estos ríos, en temporada de lluvias los desbordamientos de las
corrientes son una constante. Aunque en la actualidad la vegetación de esta
región de la República Mexicana ha sido ampliamente modificada por la acción del
hombre, antiguamente estuvo recubierta por una espesa selva tropical, que era el
hábitat de numerosas especies que en la actualidad se encuentran a punto de
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desaparecer en el territorio mexicano, entre ellas el jaguar, las aves de plumajes


preciosos como guacamayas y quetzales; reptiles de diversas especies, y
mamíferos como el tapir. Este último considerado por los olmecas como un animal
difícil de cazar que solo los más valientes lo atacaban porque era necesario estar
muy cerca de él ya que era una tarea complicada penetrar su gruesa piel.
La región posee suelos ricos en humus y de espesores considerables. El petróleo
crudo brota a flor de suelo entre la vegetación. Sin embargo, carece de muchos de
los materiales que son característicos de los objetos de estilo olmeca encontrados
en esta zona y en otras partes de Mesoamérica. Entre ellos se incluye
la obsidiana, el jade, la serpentina y el cinabrio. Para obtener piedra sólida para
sus materiales, los habitantes de esta región recurrieron a las canteras de la Sierra
de los Tuxtlas —conocida también como sierra de Santa Martha o de San Andrés
—, que les proveyeron de basalto y otras rocas volcánicas que emplearon en la
construcción de templos y en la escultura. Sin embargo, estas fuentes de
materiales pétreos se encuentran a más de cien kilómetros de distancia respecto a
sitios como San Lorenzo y La Venta, lo que puede dar una idea del nivel de
organización que se requirió para trasladar —sin animales de carga y sobre un
suelo cenagoso— esos monolitos que se pesan en decenas de toneladas, hasta
los centros políticos de la cultura olmeca.
La palabra "olmeca" significa "habitantes de la región del hule" y fue utilizada por
los aztecas para nombrar a varios pueblos, étnica y lingüísticamente diversos, que
ocuparon la región de Veracruz y Tabasco a través de los siglos. Se desconoce el
nombre que se daban a sí mismos aquellos a quienes llamamos olmecas.
Bajo el término "olmeca" han sido agrupadas dos realidades: un pueblo de la
región del Golfo y un estilo artístico. El estilo olmeca puede verse plasmado en
peñas, cuevas, esculturas grandes y chicas y objetos de barro que se encuentran
diseminados por todo Mesoamérica. De Jalisco a Costa Rica, pasando por
Guerrero, Chiapas, Oaxaca, el Altiplano Central y la costa del Golfo, se han
encontrado imágenes de niños-jaguares y otros rasgos propios del arte olmeca.
Se cree que la dispersión de este estilo artístico se debe a que los pueblos del
Golfo crearon una amplia red de intercambios con otras poblaciones lejanas. De
este modo, los símbolos y formas olmecas se integraron a las expresiones
artísticas de otras zonas mesoamericanas.
Asimismo, se le considera olmeca a la "cultura madre" de Mesoamérica debido a
que en estas primeras sociedades se dio inicio a algunas prácticas culturales que
se integraron plenamente a la cultura mesoamericana, como el uso de un patrón
urbano de asentamiento, el establecimiento de una sociedad teocrática, el juego
de pelota, entre otras.
Se estima que los indicios más antiguos de la cultura olmeca son de alrededor
de 3000 a. C., y los más recientes son aproximadamente del año 400 a. C. La
civilización olmeca se constituyó principalmente alrededor de 3 centros
ceremoniales: San Lorenzo, La Venta y Tres Zapotes, además de manifestarse en
otros sitios como Laguna de los Cerros.
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San Lorenzo
El centro olmeca más antiguo es el de San Lorenzo (1150 a. C.
aproximadamente.), municipio de Texistepec, situado en la cuenca del río
Coatzacoalcos, en el estado de Veracruz. El inicio del florecimiento de la cultura
olmeca en este sitio comenzó alrededor del año 1150 a. C., época de la que datan
la mayor parte de las esculturas y elementos arquitectónicos que caracterizan a la
cultura olmeca, muchos de los cuales se conservan en el sitio. San Lorenzo fue
saqueado en el año 900 a. C., y las esculturas monumentales sufrieron un intento
de destrucción; algunas se enterraron, y otras fueron trasladadas al centro
ceremonial. La Venta
La Venta
Fue el centro ceremonial más importante de los olmecas. Esta antigua ciudad se
distingue por representar el primer trazo arquitectónico planificado en el México
antiguo, su arquitectura monumental de tierra, su gran acervo escultórico y sus
ofrendas de jade, al igual que por sus ofrendas masivas, únicas en el mundo
prehispánico. En los alrededores de La Venta se han encontrado vestigios
culturales que datan de 1750 antes de Cristo, aunque la ocupación principal se
concentra entre el 1200 y el 400 antes de Cristo. 2 Cuenta con la pirámide más
antigua de Mesoamérica y también se han encontrado cabezas colosales y tronos,
que merecen especial reconocimiento por el hecho de que para construirlas,
tuvieron que ser transportados los enormes bloques de basalto desde la Sierra de
los Tuxtlas, a decenas de kilómetros de ahí, ya que por ser una zona pantanosa y
arenosa, no había piedras. Se cree que pudo llegar a albergar hasta 20 000
habitantes en ese lugar.
Los Tres Zapotes
El centro ceremonial de Tres Zapotes fue el último en desarrollarse. Es el más
conocido porque fue el que sobrevivió hasta una época más cercana, pero la
civilización olmeca que se desarrolló aquí fue una cultura ya en decadencia, no el
esplendor que vivió en los centros ceremoniales anteriores.
Estos centros ceremoniales tenían función de ciudades, y en ellos se construyeron
edificaciones de tierra y adobe, por lo cual han perdurado pocos restos. Se
construyeron montículos con templos en la parte superior, lo que se podía
considerar como un precursor de las pirámides mesoamericanas. También
construyeron edificaciones en torno a patios centrales, característicos de las
civilizaciones posteriores en la zona. Desde el 900 a. C. existen pruebas de
bruscos cambios políticos; como muestra, el intento de destrucción de algunas de
las cabezas olmecas.
Economía
La economía de los olmecas estaba basada en los productos agrícolas, con los
que comerciaban, tanto entre ellos como con otros pueblos vecinos, sobre todo
con los pueblos nómadas, o con pueblos tan alejados geográficamente de ellos,
como pueden ser pueblos del país de Guatemala o de México central, los objetos
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de intercambio principalmente eran el cultivo del maíz, además del frijol, calabaza,
cacao, entre otros. Además de que estos formaban parte de su dieta y se incluían
la carne de pescado, tortugas, venados y perros domesticados. El comercio se
basó en lugares apartados como Guerrero, el valle de México, Oaxaca y la zona
maya. Los olmecas llevaban y traían diferentes mercancías para intercambiar con
los demás grupos mesoamericanos, entre ellos el hule de Tabasco y Veracruz.
Estas influencias no son especulaciones, sino que hoy en día tenemos
conocimiento de las mismas, por los hallazgos encontrados en los restos
arqueológicos de las distintas culturas, apareciendo en los mismos motivos típicos
de la civilización olmeca. La cual tuvo como base la agricultura llamada de Roza,
que consistía en tomar una superficie y tomarla para sembrar de manera
semiuniforme. Obtenían buenas cosechas en los márgenes de los ríos; además
practicaban la caza, la pesca y la recolección. Por la ubicación de esta cultura la
cual era muy húmeda y llena de pantanos, era muy favorable para la agricultura,
ya que las lluvias abundantes permitían la crecida de los ríos, de los cuales
fertilizaban las tierras.
Establecieron rutas de comercio y así obtuvieron materias primas de gran valor,
como el jade, el cristal de roca, la obsidiana y la magnetita; los que transformaron
en deslumbrantes máscaras, figurillas con sus características deformaciones,
ornamentos y espejos.
Por lo tanto podemos deducir que los olmecas fueron una civilización que
sobrevivía gracias a la agricultura como una base de economía muy importante.
Religión
Su religión desarrolló todos los temas importantes encontrados en los cultos
posteriores. Tenían una religión politeísta, gran número de sus dioses eran
relacionados con la agricultura y otros elementos como el sol, el agua,
los volcanes, animales, etc.
El centro de su religión y culto es el jaguar, y aparece representado en la
iconografía olmeca. Se le representaba con la característica boca olmeca, de
forma trapezoidal, con las comisuras hacia abajo y el labio superior muy
engrosado. En muchos casos con colmillos muy pronunciados, adornos
supraciliares y el cráneo hendido. Siempre aparece representado de la misma
manera. No se sabe qué tipo de dios pudo ser. Se cree que pudo ser el origen del
dios de la lluvia, que se desarrollará posteriormente en muchos puntos de
Mesoamérica.
Hay muchos animales considerados dioses, como el caimán, sapos, reptiles, todos
los animales de la zona. Normalmente, aparecen mezclados entre ellos, cabezas
de unos y cuerpos de otros, creando seres mitológicos. En ocasiones para sus
representaciones religiosas tienden a la abstracción, con lo cual no se sabe
exactamente qué pudo significar.
Se cree que pudo ser una religión dinástica, sus dioses estarían relacionados
directamente con los gobernantes, con los señores de los centros ceremoniales,
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gobernantes con poderes sobrenaturales, descendientes directos de las


divinidades.
Es una religión compleja, que no se ha conseguido descifrar aún. Pero se cree
que pudo tener toda una doctrina aceptada por el pueblo, para justificar, explicar y
legitimar a los linajes gobernantes, las desigualdades sociales, las fuerzas
sobrenaturales y establecer vínculos entre éstas y los gobernantes. La religión
estaría institucionalizada, con un cuerpo doctrinal y su panteón. De esta forma
también los líderes gubernamentales utilizaban un símbolo de una figura de animal
para identificarse.
Lengua y escritura
Ya que la cultura olmeca fue la primera civilización en Mesoamérica, se especula
que muchos logros mesoamericanos tuvieron lugar por primera vez en el seno de
su cultura. Entre otras cosas, se acredita a los olmecas el desarrollo
del calendario, la escritura y la epigrafía.
Antes de los descubrimientos de 2002, el corpus principal de inscripciones largas
constaba de una docena de inscripciones epigráficas, todas ellas datadas
entre 300 a. C. y el 530 d. C.5 En 2002 se descubrió una inscripción que data
de 650 a. C.,6 y en 2007 otra de 900 a. C.,7 la cual supera en antigüedad a la
escritura zapoteca y convierte a la escritura olmeca en la más antigua de América.
Se han encontrado ciertas inscripciones en algunas estelas que contienen glifos.
Según algunos historiadores, una de estas estelas cuenta la vida de un
gobernante, pero todavía no obtiene la unanimidad de la comunidad internacional.
Entre 1991 y 1994 los lingüistas Terrence Kaufman y John Justeson llevaron a
cabo un trabajo de desciframiento que les llevó a identificar la lengua de las
inscripciones olmecas como una lengua mixe-zoque, en particular una lengua
antecesora del proto-zoque y por tanto emparentada algo más distantemente con
el proto-mixe. Este desciframiento muestra que los glifos son de hecho parte de un
silabario.
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Teotihuacanos

Teotihuacán o Teotihuacan (en náhuatl: Teōtihuācan, ‘‘lugar donde los hombres se


convierten en dioses)

Se habla de cultura teotihuacana o de cultura de Teotihuacán, para referirse a


los desconocidos pobladores originarios de la ciudad antigua de Teotihuacán, una
de las mayores ciudades de la Mesoamérica prehispánica. Esta ciudad fue
fundada en algún momento alrededor del 1.000 a. C

Se sabe poco respecto al carácter étnico de esta cultura precolombina, aunque


las investigaciones apuntan a los totonacos, nahuas y los otomíes. Pudo tratarse
incluso de alguna combinación cosmopolita de pueblos mesoamericanos remotos.

La cultura teotihuacana es de las más misteriosas de la era


precolombina americana, cuyos orígenes y desaparición son objeto de debate
entre los especialistas. Se sabe de su existencia sólo por las ruinas y restos de
su ciudad, Teotihuacán, equivalente de la antigua y enorme Roma imperial.

Su influencia se observa en los motivos claramente teotihuacanos hallados en las


ruinas de otros centros ceremoniales como Tikal o Chichen Itzá. La ciudad
teotihuacana es una importante zona de monumentos arqueológicos hoy en día,
con un alto interés turístico y antropológico, célebre por sus grandes pirámides.

Se sabe que los teotihuacanos fueron una influencia importante en el desarrollo de


otras culturas mesoamericanas. Por ejemplo, Teotihuacán fue un centro de
peregrinaje importante de la cultura azteca, muy posterior, quienes vieron en esta
ciudad ya abandonada un lugar propicio para las revelaciones religiosas.

La ciudad de Teotihuacán se ubica en el noroeste del valle de México, en el


Estado de México, municipios de Teotihuacán y San Martín de las Pirámides, a
unos 78 kilómetros de distancia de la Ciudad de México, en el altiplano mexicano.
Esta zona fue declarada patrimonio mundial de la humanidad por UNESCO en
1987.

Por lo tanto, la cultura teotihuacana debe haberse desarrollado en las


inmediaciones geográficas de la ciudad. Su apogeo tuvo lugar durante el Período
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Clásico, entre los siglos II y VII d. C., cuando se produjo su declive, como parte del
colapso de Mesoamérica del siglo VII d. C., producido por una combinación de
inestabilidad política y cambio climático

A juzgar por los restos de Teotihuacán, sus fundadores eran expertos


constructores con un sentido monumental de la arquitectura. Son célebres sus
pirámides del Sol y de la Luna, su templo a Quetzalcóatl y otras construcciones
similares, cuyas paredes pintaban con motivos alegóricos a su religión,
su cosmovisión, así como una fina y hermosa cerámica ritual.

Los alrededores de la ciudad servían para el desarrollo agrícola y la explotación de


la obsidiana. Por eso, esta urbe era también un importante centro comercial de la
región.

Es probable que la sociedad teotihuacana se conformara, a semejanza de otras


mesoamericanas, por sacerdotes, guerreros, comerciantes y agricultores. Se sabe
que la cultura teotihuacana poseía una fuerte impronta imperial, y conquistó otras
ciudades mayas vecinas.

Religión y dioses de la cultura teotihuacana

Los teotihuacanos cultivaron una religión politeísta y compleja. Posee muchos


puntos de contacto con las de otras culturas mesoamericanas, tanto previas como
posteriores, seguramente a través de dinámicas de herencia y de contagio
cultural.

El culto a la serpiente emplumada, Quetzalcóatl, por ejemplo, es frecuente en las


ruinas de otras culturas de la región. En Teotihuacán, Quetzalcóatl es venerado en
un impresionante templo, además de estar presente en forma de estatuillas y
murales.

Otros dioses importantes de su panteón fueron Tlaloc, dios de la siembra;


Huehuetéotl, dios del fuego; Tezcatlipoca, dios del cielo y la tierra. También
poseían un conjunto de animales míticos o sagrados: el búho, el puma, el águila y
la serpiente.

Es muy probable que sus ritos involucraran sacrificios humanos, cosa común en la
región. Los sacrificios eran llevados a cabo por una élite cerrada de sacerdotes o
chamanes.

Ciudades más importantes

La gran ciudad teotihuacana y la única que sobrevive hasta nuestros días es
Teotihuacán. Tanto así, que la ciudad le da nombre a la cultura, a pesar de que su
nombre provenga de la lengua azteca.
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La historia de esta ciudad fue objeto de interés y curiosidad no sólo para nosotros,
también en su momento los toltecas y mexicas hicieron de sus ruinas un sitio de
peregrinaje. En la actualidad, Teotihuacán es, junto al Chichén-Itzá, El Tajín y
Monte Albán, algunos de los lugares de interés turístico y antropológico más
importantes de la región.

Teotihuacán cubrió, en su momento de apogeo, una superficie de alrededor de 21


kilómetros cuadrados. Se estima que albergó a una población de entre 100.000 y
200.000 habitantes.

Son célebres su calzada de los Muertos, en eje norte-sur, atravesada en su


momento por el río San Juan, que fue desviado de su cauce. También por las
Pirámides del Sol y de la Luna, el templo a los Animales Mitológicos, el Palacio de
Quetzalpapálotl, el templo de Quetzalcóatl, o los conjuntos habitacionales de
Yayahuala, Tetitla, Xala y Zacuala.

Economía teotihuacana

La economía teotihuacana, como la de muchas otras culturas mesoamericanas, se


sustentaba en tres ejes:

 Agricultura. Se cultivaba especialmente maíz, frijoles, pimientos y cereales,


todo mediante técnicas de regadío y dispuestos en terrazas.
 Comercio. Era facilitado por las enormes dimensiones de la ciudad y su
importante influencia en la región.
 Guerras. Se sabe de las gestas épicas de conquista teotihuacana de las
ciudades mayas de Tikal, Copán y Quiriguá, durante el apogeo de
Teotihuacán entre los siglos II y IV.

Aportes de la cultura teotihuacana

A pesar de que mucho se desconoce de los pobladores originarios de


Teotihuacán, su impronta se dejó sentir en la región. Su legado permanece hasta
hoy, más que nada en las ruinas de la que fuera su gran metrópoli.

Se conserva parte de sus relatos mitológicos. Muchas de sus creencias son


compartidas total o parcialmente con otras culturas mesoamericanas, en
un melting pot cultural de suma importancia histórica.

También perdura su cerámica y mampostería, su impresionante visión de


la arquitectura e ingeniería, o las coloridas máscaras ceremoniales con que
emprendían sus ritos.
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Huastecas

La cultura huasteca es una cultura que se desarrolló en una vasta región


de México conocida como la Huasteca, compartida por los actuales estados
de Veracruz, San Luis Potosí, Hidalgo, Tamaulipas, Querétaro y Puebla. Hablaban
una lengua de origen mayense, de la que desciende el idioma huasteco actual.
El pueblo huasteco no desapareció con la Conquista española; sus descendientes
continúan viviendo en la región que históricamente habitaron sus antepasados.
El nombre huasteco se deriva del vocablo náhuatl cuextécatl, que tiene dos
posibles acepciones: de cuachalolotl "caracol pequeño o caracolillo", o de huaxitl,
"guaje", que es una pequeña leguminosa.
La región Huasteca se encuentra en el norte de Veracruz, el sur de Tamaulipas y
partes de los estados de San Luis Potosí e Hidalgo. En mucho menor medida
comprende algunas zonas de los estados de Puebla y Querétaro. Aunque es
conveniente aclarar que el máximo avance de la cultura huasteca, la constituye en
un adoratorio cerca del Rancho la Burrita, al oriente de Matamoros Tamaulipas,
según el relato de don Joaquín Meade. Incluso los huastecos llegaron a comerciar
con los pueblos nómadas del norte, entre ellos los habitantes del Complejo
Brownsville-Barril.
En la época precolonial la huasteca estaba poblada por diversos grupos:
huastecos, tepehuas, otomíes y totonacos, ubicados en el sur y suroeste. En el
norte y noroeste se hallaban los nahuas entreverados con guachichiles, pames y
diversos grupos chichimecas. La región era conocida con el nombre de Xiuhcoac,
que significa "serpiente de turquesas".
Los nahuas han sido identificados con los aztecas o mexicas, estos constituían la
sociedad dominante en Mesoamérica antes y durante la llegada de los españoles.
El náhuatl era reconocido como la lengua oficial en toda Mesoamérica. Después
de la caída de Tula la población nahua llegó en oleadas migratorias a poblar el
norte de Veracruz y el oriente de San Luis Potosí. Esta población nahua se
consolidó en el centro y sur de la Huasteca a partir de la conquista mexica en
el siglo XV.
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Grupos importantes de huastecos fueron nahuatizados durante esta invasión.


Desde entonces hasta la fecha el idioma náhuatl ha sido hablado en la Huasteca.
En la parte baja del Pánuco en Veracruz, los nahuas emigrantes establecieron
alianzas con los huastecos para defenderse de los ejércitos mexicas. Los nahuas
aztecas invadieron el territorio de los huastecos, ocupando casi todo el sur de la
región, desde Tuxpan, Temapache y Tampatel hasta Aquismón (San Luis Potosí),
con el propósito de rodear al señorío independiente de Meztitlán, al que no habían
podido derrotar, para someterlo al gobierno de la Triple Alianza.

Economía
Por medio de diferentes estudios arqueológicos se sabe que los primeros
agricultores de esta zona fueron posiblemente de filiación otomí, que se
establecieron en los márgenes del río Pánuco con una tradición cultural fechada
hacia 2500 a. C. A partir, tal vez del año 1500, llegaron los huastecos a la zona.
Esta cultura fue y sigue siendo excelente alfarera. Fabricaban numerosos
recipientes de arcilla cocida, los correspondientes al periodo temprano recibe el
nombre de fase Pavón. Ésta agrupa recipientes con un baño de color rojo o blanco
que presentan una decoración incisa y cuyas formas corresponden a ollas de
cuerpos esféricos o también a ollas con cuerpos en forma de molduras o gajos
que recuerdan de inmediato la forma de las calabazas.
Actualmente, la agricultura es una parte importante de la economía huasteca,
cultivan maíz, sorgo, café, cebada, cacahuate, naranja, aguacate, mango, papaya,
plátano, limón, piña, guayaba, caña de azúcar y frijol. Tienen criaderos de ganado
bovino, talan árboles de maderas preciosas para la venta. Acostumbran, según la
zona, la piscicultura. Extraen azúcar de la caña de azúcar. Algunos pueblos
huastecos fabrican aglomerados de madera y de algunas rocas hacen cemento.
En la Sierra de Tamaulipas es donde el arqueólogo Richard Mac Neish encontró
en unas cuevas testimonios de la evolución en la domesticación y cultivo del maíz,
lo cual parece indicar que fue en la región huasteca donde los antiguos nativos
tuvieron por primera vez el maíz tal y como hoy lo conocemos

Idioma
El término huasteca al parecer se deriva de la palabra náhuatl huaxteco relata el
fraile Sahagún--, puesto que éste se llamaba Cuextécatl, también le decían
Pantalán o Ponotlan. Los idiomas más comúnmente hablados por los huastecos
son el Téenek o idioma Huasteco, Náhuatl y el español. La primera de ellas es
clasificada como una lengua mayense, familia de la que se separó hace varios
miles de años. En su propia lengua, los huastecos se daban el nombre de téenek,
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que probablemente sea una contracción de Te' "aquí" e Inik "hombre", significando
"hombres de aquí".
Según algunos lingüistas: se conformó el tronco lingüístico protomaya, hace varios
miles de años del cual derivarían todas las lenguas mayas y el huasteco. Algunos
consideran que quienes se establecieron primero en su actual hábitat fueron los
huastecos, seguidos por los mayas, y que el puente de unión entre ambos fue
destruido por los nahuas algunos siglos más tarde por su gran influencia
lingüística y cultural, así como también por quienes también poblaron la costa
Veracruzana: los totonacos.
Arte
La pintura huasteca generalmente se conoce gracias a la cerámica que
elaboraron. Son también muy buenos artistas trabajando la cerámica, sobre todo
en los que están involucrados dibujos café oscuro
Huapango y son huasteco
El huapango es un género musical mexicano basado en compás ternario,
interpretado en diversas formas, las más conocidas son tres variantes: el
huapango típico o son huasteco, interpretado por el trío huasteco; el huapango
norteño, interpretado por conjunto norteño y el huapango de mariachi. La
palabra huapango parece ser derivada del vocablo náhuatl 'cuauhpanco',
de cuahuitl, leño de madera o árbol,pan y co, ambos sufijos locativos que hacen
de la primera palabra un locativo. Es decir, en síntesis, sobre el tablado o sobre la
tarima. Al huapango también se conoce con el término son huasteco. En un
principio existía la diferenciación entre los términos, siendo los huapangos las
canciones con letra fija y los sones huastecos las piezas para trovar, para
componer versos. Se toca en las regiones de Veracruz, San Luis
Potosí, Hidalgo, Tamaulipas, Puebla , Guanajuato y Querétaro.
Los sones de la región Huasteca son conocidos como Huapangos o sones
Huastecos, esto para distinguirlo de ritmos españoles con canciones conocidas
en México; diferenciándose de estos en cuanto a su estructura lírica y musical,
junto a la jarana huasteca que es una guitarra de tamaño pequeño y cinco cuerdas
que se utiliza para llevar el ritmo y en la forma de las fiestas en las cuales se toca
de los otros tipos de Huapango. El conjunto tradicional de huapangueros es
llamado trío huasteco, y está formado por un ejecutante de quinta
huapanguera (una guitarra de cinco u ocho cuerdas y cajón de resonancia mayor
que el de la guitarra normal), mientras otro ejecuta la jarana huasteca (un
cordófono de cinco cuerdas distinta de la jarana jarocha). Estos dos instrumentos
llevan el ritmo y la armonía de la pieza, mientras el violín pauta la melodía. El
canto del huapango se ejecuta generalmente a dos voces, y en ocasiones los
cantores se turnan los versos de una copla. En este caso, las formas comunes son
que la primera voz cante los primeros dos versos y la segunda los repita, o bien, le
conteste con otros dos versos. Mientras los cantores hacen los versos, el violín
guarda silencio y el zapateado es menos impetuoso.
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Mixtecos

La cultura mixteca (también, civilización mixteca) fue una cultura


arqueológica prehispánica, correspondiente a los antecesores del pueblo mixteco,
que tuvo sus primeras manifestaciones en el Preclásico Medio mesoamericano
(ss.xii-xx a. C.) y que concluyó con la conquista española en las primeras décadas
del siglo XVI de la era cristiana. El territorio histórico de este pueblo es la zona
conocida como La Mixteca (Ñuu Dzahui, en mixteco antiguo), una región
montañosa que se encuentra entre los actuales estados
mexicanos de Puebla, Oaxaca y Guerrero.
La cronología de la cultura mixteca es una de las más extensas de Mesoamérica,
por su continuidad y antigüedad. Comienza como resultado de la diversificación
cultural de los pueblos de habla otomangueana, en la zona de Oaxaca. Los
mixtecos compartieron numerosos rasgos culturales con sus vecinos zapotecos.
De hecho, ambos pueblos se denominan a sí mismos «gente de la lluvia o de la
nube». La evolución divergente de los mixtecos y los zapotecos, favorecida por el
entorno ecológico, alentó la concentración urbana en las ciudades de San José
Mogote y Monte Albán, mientras que en los valles de la sierra
Mixteca la urbanización siguió un patrón de menores concentraciones humanas en
numerosas poblaciones. Las relaciones entre mixtecos y zapotecos fueron
constantes durante el Preclásico, cuando la mixteca también se incorporó
definitivamente a la red de relaciones panmesoamericanas. Algunos productos
mixtecos se encuentran entre los objetos de lujo hallados en el área nuclear
olmeca.
Durante el periodo preclásico mesoamericano preclásico, el apogeo
de Teotihuacan y Monte Albán estimuló el florecimiento de la
región ñuiñe (Mixteca Baja). En ciudades como el Cerro de las Minas se han
encontrado estelas que muestran un estilo de escritura que combina elementos de
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la escritura de Monte Albán y de Teotihuacan. La influencia de los zapotecos se


observa en las numerosas urnas halladas en los sitios de la Mixteca Baja, que
representan casi siempre al dios viejo del fuego. En ese mismo contexto, la
Mixteca Alta vio el colapso de Yucunundahua (Huamelulpan) y la balcanización de
la zona. La concentración del poder en Ñuiñe fue causa de conflictos entre las
ciudades de la región y los estados de la Mixteca Alta, lo que explica la
fortificación de las ciudades ñuiñe. El ocaso de la cultura ñuiñe coincide con el de
Teotihuacan y Monte Albán. Al terminar el Clásico mesoamericano (ss. VII y VIII)
muchos elementos de la cultura clásica de la Mixteca Baja cayeron en desuso y
fueron olvidados.
A partir del siglo xiii se dan las condiciones que permitieron el florecimiento de la
cultura mixteca. El temperamento político de Ocho Venado lo condujo a consolidar
la presencia mixteca en La Costa. Allí fundó el reino de Tututepec (Yucudzáa) y
después emprendió una campaña militar para unificar numerosos estados bajo su
poder, entre ellos sitios tan importantes como Tilantongo (Ñuu Tnoo Huahi
Andehui). Esto no habría sido posible sin la alianza con Cuatro Jaguar, señor de
filiación nahua-tolteca que gobernaba Ñuu Cohyo (Tollan-Chollollan). El reinado de
Ocho Venado concluyó con su asesinato a manos del hijo de una noble señora
que a su vez había sido asesinada antes por el propio Ocho Venado.
Durante todo el Posclásico se intensificó la red de alianzas dinásticas entre los
estados mixtecos y zapotecos, aunque paradójicamente aumentó la rivalidad entre
ambos pueblos. Sin embargo, actuaron en conjunto para defenderse de las
incursiones mexicas. México-Tenochtitlan y sus aliados se alzarían con la victoria
sobre estados tan poderosos como Coixtlahuaca (Yodzo Coo), que fue
incorporado como provincia tributaria del Imperio azteca. Sin embargo, Yucudzáa
(Tututepec) mantuvo su independencia y ayudó a los zapotecos a resistir en
el istmo de Tehuantepec. Cuando los españoles llegaron a La Mixteca, muchos
señores se sometieron voluntariamente como vasallos de España y conservaron
algunos privilegios. Otros señoríos intentaron resistir, pero fueron vencidos
militarmente.

Mitología mixteca
La mitología mixteca comparte muchos elementos con el resto de las tradiciones
mesoamericanas. Al igual que en el caso de los mexicas o los mayas, los mixtecos
también creían que vivían en la «era» de un Quinto Sol y que, antes de su tiempo,
el mundo había pasado por una serie de creaciones y destrucciones. En el
principio, la tierra era un caos, en el que todo se hallaba confundido. Los espíritus
de las fuerzas creadoras volaban en el aire. Se conocen por sus nombres
calendáricos, asentados en los códices producidos por este pueblo. Estos
espíritus eran Uno Venado-Serpiente de Jaguar y Uno Venado-Serpiente de
Puma. Son los correspondientes mixtecos de Ometecuhtli y Omecíhuatl,
los Señores Dos, que representan el principio dual de todo el universo. En el mito
mixteco, estas dos divinidades separan la luz de la oscuridad, la tierra del agua, el
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arriba del abajo, y crean a los cuatro dioses creadores que habrían de dar
nacimiento a los otros y a la humanidad, que fue creada a base de maíz.
Cuenta la leyenda que uno de los cuatro hijos de la pareja primigenia hizo un
agujero en un árbol que se encontraba en las nubes y copuló con él. Se identifica
a este personaje con el nombre calendárico Nueve Viento, uno de los nombres de
la Serpiente Emplumada. De este modo, el árbol alumbró al poco tiempo. De él
nació un hombre que habría de retar al sol, señor de la Mixteca, en un duelo a
muerte. El mito del Flechador del Sol relata que este personaje disparó sus flechas
contra el astro, mientras el sol le combatía con sus rayos. Así pasaron hasta el
atardecer, en que el sol cayó herido de muerte (y esta sería la explicación del color
encarnado de los atardeceres) y se ocultó tras las montañas. 9 Como el Flechador
del Sol temía que el astro renaciera y reclamara sus antiguos terrenos, trajo a la
gente y los hizo asentarse en la tierra que había ganado, y los apresuró a cultivar
las milpas de maíz en esa misma noche. De esta suerte, cuando el Sol renació al
día siguiente, nada pudo hacer, y de esta manera, los mixtecos se convirtieron en
dueños de la región por derecho divino y militar.

Organización política
Una de las características más acentuadas del sistema político de los mixtecos
precolombinos era la fragmentación en numerosos estados que dominaban
pequeños territorios y que en varias ocasiones se encontraban en conflicto entre
sí. Desde el Preclásico Medio aparece una estructura jerárquica entre las
poblaciones que formaban parte de un mismo Estado. El lugar que
cada comunidad ocupaba en esta estructura se manifiesta en el número de
construcciones monumentales que cada una de ellas poseía. Por otra parte, el
poder de cada pequeña urbe o pueblo no era estático, sino que se encontraba en
juego constante ante la competencia entre los diferentes centros de población. De
este modo, puede entenderse que en la transición del Preclásico al Clásico
algunas poblaciones cedieran su posición de privilegio a otras, tal como ocurrió
con Yucuita, reemplazada por Yucuñudahui.
Los ñuu (mixteco: pueblo, comunidad) eran la unidad primaria de las relaciones
políticas entre los mixtecos del posclásico. Un ñuu podía ser o no la cabecera de
un Estado. La vida política de los Estados mixtecos se desenvolvía en una red
conocida como yuhuitayu (el asiento, el petate). Esta unidad política consistía en
la unión dinástica de dos linajes locales a través del matrimonio de un yya
toniñe (noble señor) y una yya dzehe toniñe (noble señora). Las élites gobernantes
recurrían a numerosas estrategias con el propósito de mantener su poder. Una de
ellas era el establecimiento de alianzas de élite. Las alianzas se solían sellar
mediante el matrimonio entre los miembros de los linajes nobles, lo que con
frecuencia implicaba casamientos incestuosos. El establecimiento de afinidades
de parentesco solía realizarse con el propósito de relacionarse con los linajes más
prestigiosos de la nación mixteca e, incluso, con la nobleza extranjera, como
muestran los recurrentes casamientos entre miembros de la realeza mixteca y
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zapoteca a lo largo de los más de veinte siglos de historia prehispánica de estos


pueblos.

Economía
Como el resto de los pueblos de la Mesoamérica precolombina, la subsistencia de
los mixtecos estaba basada en la agricultura. Las condiciones ecológicas y
topográficas del territorio de este pueblo condicionaron el desarrollo de ciertos
cultivos adaptados a la diversidad de ambientes en la Mixteca. Desde luego, el
más importante de los cultivos de este pueblo fue el maíz, al que estaban
asociados otros cultivos de vital importancia en la dieta de los mesoamericanos.
Entre ellos hay que señalar diversas variedades de frijol, chile y calabaza. En los
lugares donde el clima lo permitía, existían cultivos de especies de uso no
necesariamente alimentario. Entre ellos, cabe destacar el algodón —adaptado a
los climas semitropicales de la Mixteca Baja, la Cañada de Cuicatlán y la Costa de
Oaxaca—, y el cacao, propio de las zonas con mayor humedad.

Lengua y escritura
Con la llegada de los españoles,los Mixteca ya hablaban numerosas variedades
del idioma mixteco, ya para ese entonces con diversos grados de inteligibilidad
mutua. De acuerdo con Spores (1967 y 2007) hacia el Preclásico la lengua
hablada en la región era el idioma protomixtecano, del que derivan no sólo todas
las lenguas mixtecas conocidas en la actualidad, sino también el triqui, que hablan
los miembros del pueblo homónimo en la parte meridional de la Mixteca Alta. Los
grados de divergencia entre las numerosas lenguas mixtecas de la actualidad son
producto de la historia de sus hablantes: por ejemplo, según análisis
glotocronológicos, la variedad costeña del mixteco se separó del mixteco nuclear
de las tierras altas hacia el siglo X u XI de la era cristiana, lo que coincide con la
tardía colonización de la Costa Chica por parte de los mixtecos. 49
Los frailes dominicos que fueron encargados de la evangelización de Oaxaca
establecieron por primera vez una escritura fonética de la lengua mixteca. A los
frailes Antonio de los Reyes y Francisco de Alvarado se debe la edición de la
primera gramática en la lengua que se hablaba en la Mixteca Alta por el tiempo de
la Conquista. La variedad recogida por los dominicos parece corresponder con la
empleada en Yucundaa (Teposcolula), que pudo haber servido como lingua
franca en la región.50 La ortografía de la variedad de Teposcolula fue adaptada
luego para escribir la lengua mixteca, cuyo nombre en la época de la Conquista
fue dzaha dzahui.51
Como otros pueblos de Mesoamérica, los mixtecos también cultivaron formas
literarias. Contaban con una escritura pictográfica, de la que se conservan
testimonios prehispánicos como los
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códices Nuttall (Tonindeye), Selden, Vindobonensis, Becker I y Colombino. Salvo


este último, que se encuentra en México, el resto de los códices precolombinos
creados por los mixtecos que sobrevivieron a la destrucción se encuentran en
museos y bibliotecas de Europa. Estos códices sirvieron como
instrumentos mnemotécnicos, de modo que las pinturas que aparecen en sus
páginas podían traducirse en un texto oral por acto de quien conoce las claves
para interpretarlos

Tarascos

El Imperio purépecha o tarasco fue un imperio del México precolombino, que


abarcaba parte tanto de la región mesoamericana como de la aridoamericana y
una extensa área geográfica del actual estado mexicano de Michoacán, partes
de Jalisco, sur de Guanajuato, Guerrero, Querétaro, Colima y Estado de México.
En el momento de la conquista española fue el segundo estado más grande de
Mesoamérica. Su gobierno era monárquico y teocrático. Como la mayoría de las
culturas prehispánicas, los purépechas eran politeístas.
El estado purépecha fue fundado cerca del inicio del siglo XIV y perdió su
independencia ante los españoles en 1521. Los habitantes del imperio eran en su
mayoría purépechas, pero también se incluían otros grupos étnicos como los
nahuas, otomíes, matlatzincas y chichimecas. Estos grupos étnicos fueron
asimilados gradualmente por el grupo mayoritario.
El estado estaba constituido por una red de sistemas tributarios y poco a poco se
fue centralizando bajo el control del gobernador del estado al que se
llamó cazonci. La capital tarasca se encontraba en Tzintzuntzan a orillas del lago
de Pátzcuaro, Michoacán; según la tradición oral tarasca fue fundada por el primer
cazonci Tariácuri y dominado por su linaje, los Uacúsecha ('águilas').
El estado purépecha fue contemporáneo y enemigo del Imperio Mexica, contra el
que luchó muchas veces; bloqueó la expansión de aquella nación hacia el oeste y
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suroeste, y, a través de una serie de fortificaciones, protegían sus fronteras; lo que


dio lugar, posiblemente, al desarrollo del primer estado verdaderamente territorial
de Mesoamérica y Aridoamérica. Entre 1470 y 1480 los Tarascos derrotaron a
los mexicas comandados por el Tlatoani Axayacatl y lograron invadir su territorio
en numerosas ocasiones, teniendo éxito en varias de ellas, conquistando
importantes ciudades como Xicotitlán, Tollocan y Oztuma.
Después de escuchar acerca de la caída del imperio mexica, el
cazonci Tangaxoán II envió emisarios a los vencedores españoles. Algunos
españoles se fueron con ellos a Tzintzuntzan, donde se presentaron y se
intercambiaron regalos. Ellos regresaron con muestras de oro y el interés de
Cortés en el estado tarasco se despertó. En 1522 un grupo de españoles bajo el
mando de Cristóbal de Olid fueron enviados al territorio tarasco y llegaron a
Tzintzuntzan en cuestión de días. El ejército tarasco contaba con muchos miles,
tal vez hasta 100 000 guerreros, pero en el momento crucial decidieron no luchar.
Tangaxuán no solo se rindió a la administración española, sino que también por su
cooperación le permitieron un alto grado de autonomía. Esto dio lugar a una
extraña disposición en la que tanto Cortés como Tangaxuán eran considerados
propios gobernantes de Michoacán en los años siguientes: la población de la zona
rendía homenaje a los dos. Años después, en 1529, Cortés fue despojado de la
gobernación de la Nueva España y viajó a España a resolver el asunto. En
tanto, Nuño de Guzmán, presidente de la Primera Audiencia de México, se había
hecho del poder. En 1531, ante la noticia de que Cortés volvía a México, Nuño de
Guzmán partió hacia occidente, lo que lo llevaría a pasar por Michoacán y realizar
su conquista definitiva. Allí Nuño de Guzmán se alió con un noble tarasco Don
Pedro Panza Cuinierángari, el resultado fue la muerte de Tangaxuán. Se inició un
período de violencia e inestabilidad. Durante las próximas décadas, los
gobernantes títeres tarascos fueron instalados por el gobierno español,
cuando Nuño de Guzmán había caído en desgracia el obispo Vasco de
Quiroga fue enviado a la zona a evangelizarlos. Se ganó rápidamente el respeto y
la amistad de los nativos que dejaron las hostilidades contra la hegemonía
española.

Economía
Se dedicaban a la alfarería, escultura, arquitectura, pintura, orfebrería y
notablemente la pesca fue y sigue siendo una actividad primordial para los
purépechas. También eran los únicos que manejaban el bronce por lo que era uno
de sus secretos.

Ciudades principales
Ciudad sagrada: Pátzcuaro, que significa "La puerta del cielo".
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Centro de poder: Tzintzuntzan, Pátzcuaro e Ihuatzio.
Cuna mítica: Zacapu
Bosque sagrado: Uruapan lugar donde se ocultó el último emperador Tarasco

Dioses
Los tarascos eran politeístas, su dios principal era Curicaveri (el que surge del
fuego), sin embargo también era la deidad principal de recolectores, cazadores y
de la guerra. También destacan:

 Curicaveri (el gran fuego): Dios del fuego. Se le considera la deidad más


antigua de los tarascos.

 Cuerauáperi o Kuerajperi: La que desata el viento, es esposa de Curicaveri,


representa a la Luna, es a la vez madre y padre de todos los dioses. Deidad
relacionada con la tierra y la lluvia, pues se le consideraba como la productora
de las nubes, la auxiliaban cuatro deidades más, que eran sus hijas: Nube
Roja, Nube Blanca, Nube Amarilla y Nube Negra.

 Xarátanga: La que aparece en todas y diversas partes, es una advocación


de la Luna o Cuerauáperi, señora o madre luna o luna nueva.

 Pehuame: La parturienta, es otra advocación de Cuerauáperi o de la Luna


madre. Es la deidad del parto y esposa del Sol. Su principal centro de culto
estaba en Tzacapu.

 Nana Cutzi: La madre encorvada, actualmente los tarascos o purépechas


siguen utilizando el nombre para referirse a la Luna.

 Tata Jurhiata: El padre sol, nombre que en la actualidad los indígenas


michoacanos dan al sol como elemento natural y no deidad.
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Zapotecas

La cultura zapoteca es la cultura mesoamericana que habitó en los actuales


estados mexicanos de Oaxaca, Guerrero, Puebla y México. La principal fuente
económica era la agricultura, el maíz, frijoles
Los primeros zapotecos eran sedentarios, vivían en asentamientos agrícolas,
adoraban un panteón de dioses encabezados por el dios de la lluvia, Cocijo
-representado por un símbolo de la fertilidad que combinaba los símbolos de la
tierra-jaguar y del cielo-serpiente, símbolos comunes en las culturas
mesoamericanas.
La palabra zapoteca proviene del náhuatl, que significa pueblo del Zapote. Sin
embargo, cada región tenía su propia autodenominación. Por ejemplo, los
zapotecos de la región Istmo, una de las cuatro regiones reconocidas, se
autodenominaban "ben´zaa" o "binizá" que significa en idioma zapoteco "gente de
las nubes". Entre los mitos que existen se dice que son descendientes de la roca,
la arena y las nubes. Según algunas de sus pocas leyendas, poco se sabe sobre
el origen de los zapotecas. A diferencia de la mayoría de los indígenas
de Mesoamérica, no tenían ninguna tradición o leyenda sobre su migración, sino
que ellos sabían que nacieron directamente de los robles, tal y como son hijos
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legítimos de los dioses. De ahí el nombre que ellos mismos se atribuían: be


´neza (gente del roble).
Dejaron evidencias arqueológicas en la antigua ciudad de Monte Albán; en forma
de edificios, estadios para el juego de pelota, de tumbas magníficas y de valiosas
mercancías, incluyendo la orfebrería. Monte Albán era la ciudad principal del
hemisferio occidental y el centro de un estado zapoteca que dominó una gran
parte de lo que ahora conocemos como el estado actual de Oaxaca.
Los zapotecas desarrollaron una agricultura muy variada. Ellos cultivaron varias
especies de chile, fresa, calabaza, cacao y, el más importante de todos:
el maíz que a principios del periodo clásico daba sustento a numerosas aldeas.
Para tener buenas cosechas rendían culto al sol, la lluvia, la tierra y el maíz.
Las mujeres y hombres del pueblo, que vivían en las aldeas, estaban obligados a
entregar como tributo: el maíz, los guajolotes, la miel y el frijol. Además de
agricultores los zapotecos destacaron como tejedores y alfareros. Son famosas las
urnas funerarias zapotecas que eran vasijas de barro que se colocaban en las
tumbas. Los zapotecos alcanzaron un elevado nivel cultural y fueron, junto con los
mayas, el único pueblo de la época que desarrolló un sistema completo de
escritura. Por medio de jeroglíficos y otros símbolos grabados en piedra o pintados
en los edificios y tumbas, combinan la representación de ideas y sonidos.
Las grandes ciudades que construyeron los pueblos agrícolas de Mesoamérica,
crecieron y estuvieron habitadas durante varios siglos. Sin embargo, entre los
años 700 y 800 d. C., casi todas ellas fueron abandonadas. Primero
en Teotihuacan, después en la zona maya y luego en Monte Albán. A pesar de
eso, florecieron nuevos centros ceremoniales como Cacaxtla y El Tajín. Durante
este periodo también subsistieron señoríos avanzados en el Altiplano, como los de
Cholula y Xochicalco; y en los estados de Guerrero, Michoacán, Colima, Jalisco,
Nayarit, Sinaloa, Guanajuato, Aguascalientes y Querétaro, se desarrollaron las
culturas de Occidente.La mayor parte del tiempo, se dedicaban a la agricultura.
Monte Albán dominó los valles hasta fines del Período Clásico mesoamericano y,
al igual que otras ciudades mesoamericanas, entre los años 700 y 1200 d. C.
terminó su esplendor; pese a ello, la cultura zapoteca continuó en los valles
de Oaxaca, Tabasco y Veracruz.
Viniendo del norte, los mixtecas sustituyeron a los zapotecas en Monte Albán y
posteriormente en Mitla; los zapotecas capturaron Tehuantepec de los zoques y
los huaves del golfo de Tehuantepec. Para la mitad de siglo XV, los zapotecas y
mixtecas lucharon para evitar que los mexicas ganaran el control de las rutas
comerciales hacia Chiapas, Veracruz y Guatemala. Bajo el mando de Cosijoeza,
los zapotecas soportaron un largo sitio en la montaña rocosa de Guiengola,
manteniendo la vista sobre Tehuantepec. Finalmente, para conservar su
autonomía política, establecieron una alianza con los mexicas, misma que se vería
rota con la llegada de los españoles y la posterior caída de Tenochtitlan.

Religión
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Como todas las civilizaciones mesoamericanas, los zapotecas eran politeístas. Su


dios principal se llamaba Xipe Totec, y se le conocía por cuatro nombres:

 Totec: es el Dios mayor, el que los regía.


 Xipe : es el Dios creador, aquel que hizo todo como es ahora.
 Tlatlauhaqui: El dios del sol.
 Quetzalcóatl: La serpiente emplumada

Otros de los dioses principales eran:

 Pitao Cocijo: El dios del trueno y de la lluvia.


 Pitao Cozobi: Maíz tierno.
 Coqui Xee: El increado.
 Xonaxi Quecuya: dios de los terremotos.
 Coqui Bezelao: dios de los muertos.
También compartían creencias de la tradición mesoamericana de la que eran y
son parte, como el "tonal". Esta consistía en que cada vez que una madre
esperaba una cría, el día del nacimiento se ponían cenizas en la choza donde
vivía el recién nacido y al siguiente día la huella del animal que se formara sería el
"tótem" del niño: aquel animal que lo representa y le da su personalidad.
Otra creencia llamada "nahualismo" consistía en que los magos oscuros
aprovechaban su "tótem" y se convertían en animales para hacer maldades o
bondades en la noche.
Dentro del pensamiento abstracto y ontológico del pueblo zapoteco encontramos
en el vocablo "guenda" la noción total y absoluta, la más profunda y universal, la
más abstracta y general que encontramos dentro del pensamiento de la cultura
zapoteca.
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Chichimecas

Los Chichimecas eran los pobladores originarios del norte y bajío-occidente


de México, región conocida como La Gran Chichimeca. Estas naciones originarias
eran los Caxcanes, Tecuexes, Guamares, Zacatecos, Guachichiles, Pames. Los
asentamientos estaban en los actuales estados
de Jalisco, Aguascalientes, Zacatecas, Guanajuato, San Luis Potosí y Querétaro.
Chichimeca era el nombre genérico que los pueblos mexicas y nahuas del Centro-
Sur de México les habían puesto a estos habitantes del norte y occidente.
Chichimeca tenía el mismo sentido que el término romano "bárbaro" para describir
las tribus germánicas. El nombre, con su sentido peyorativo, fue adoptado por los
españoles. Para los españoles, en palabras de la erudita Charlotte M. Gradie, "los
chichimecas eran un pueblo salvaje y nómada que vivía al norte del Valle de
México. No tenían viviendas fijas, vivían cazando, vestían ropas pequeñas y
resistían ferozmente a los extranjeros la intrusión en su territorio, que por
casualidad contenía minas de plata que los españoles deseaban explotar".
Según una tradición en la fuentes del siglo XVI, 2 se habla de grupos chichimecas
que invadieron la ciudad de Tollan Xicocotitlan en el siglo XIII, a partir de este
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periodo se considera que comenzaron a moverse hacia el norte y establecerse


hasta el valle de México. Los chichimecas que llegaron al valle de México fueron
los que comandó Xólotl, los cuales posteriormente abandonarían su nomadismo
para absorberse en la cultura mesoamericana sedentaria. Su historia pasa a ser
parte del grupo acolhua.
Ya establecidos, los castellanos designaron como "pueblos chichimecas" a todos
los habitantes al norte y centro de México y por ende a todo el septentrión arriba
de la "frontera mesoamericana". A la hora del contacto español, según Powell,
«las cuatro naciones principales de chichimecas eran
los pames, guamares, zacatecos y guachichiles», estos dos últimos a diferencia
de los tecuexe, caxcanes, Tezol, cocas, sauzas y guaxabanes, tenían un grado
cultural inferior, porque los demás tenían adoratorios y conocían la agricultura,
aunque cabe resaltar que la mayoría de los chichimecas eran cazadores-
recolectores y los que conocían la agricultura eran los que vivían cerca de ríos o
en áreas donde había fuentes de agua, manantiales, ríos, etc.

Naciones chichimecas
Caxcanes
Eran los más numerosos y merodeaban por El
Teúl, Tlaltenango, Juchipila, Teocaltiche, Nochistlán, Aguascalientes y Jalisco dent
ro de la tribu había un subgrupo llamado “los tezoles”. Se cree que descienden de
las 7 tribus que salieron de Aztlán hacía la tierra prometida por Huitzilopochtli; esto
se conoce por la Crónica miscelánea del padre Antonio Tello, quien dice que los
caxcanes tienen cierta similitud de lenguaje a la de los mexicas; hace referencia a
que «los pueblos de caxcanes son gente que casi habla el lenguaje mexica y se
precian de descender de los mexicas pero no hablan el lenguaje mexica tan culto
y refinadamente como ellos». También se piensa que a partir del colapso de la
cultura de los Chalchihuites hubo un «desplazamiento hacia el sur de algunos
elementos de los grupos que más tarde serían conocidos como caxcanes”»; el
significado de la palabra caxcan traducido al español es “no hay”, y este nombre
se les quedó porque «cuando llegaron los españoles a esta provincia les
preguntaban por comida u otras cosa, a lo que respondían en su lengua '¿de
dónde lo he de tomar?'»
Los caxcanes fueron conquistadores, pues a lo largo de su recorrido conquistaron
y fundaron pueblos como Ameca, Tuitlán, Juchipila, El Teul, Nochistlán y
Teocaltiche, «un centro de belicosos tecuexes que estaban aliados con sus
vecinos los zacatecos y guachichiles para resistir la invasión». Una de sus últimas
guerras fue la ocasionada «por la comercialización de la sal (condimento) que
involucró a una extensa zona y que se le conoce como la guerra regional de
1513». Después los mismos caxcanes intervendrían en la guerra contra los
españoles, conocida como la guerra del Mixtón (diciembre de 1541).
Los caxcanes contaban con «un sistema de vida político social de nivel aldeano,
con una aldea mayor a manera de cabecera, la cual tenía varios barrios más
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pequeños dependientes de ella». A diferencia de otros grupos chichimecas, los


caxcanes llegaron a alcanzar el sedentarismo, debido al contacto
con otomíes y tarascos.
Guachichiles
Eran los más belicosos, merodeaban desde Saltillo hasta San Felipe (Torres
Mochas). Su centro de operaciones fue el Tunal Grande, el cual, aparte de
servirles como refugio, era una importante fuente de alimento. El nombre de
guachichil (del náhuatl kwačīčīl-) significa 'cabezas [pintadas] de rojo'. Este nombre
se les dio porque se pintaban la cabeza y el cuerpo de color rojo con el colorante
de yerbas o de la misma tuna y de las minas de colorante encontradas en  San
Luis Potosí. También se adornaban el cabello con plumas de color rojo. Hay
informes de canibalismo entre los guachichiles; esto lo dieron a conocer los
zacatecos con quienes guerreaban constantemente; «estos afirman que los otros
que son guachichiles comen carne humana y cuando los prenden en la guerra se
los comen...». Sin embargo a decir de Santamarina (2014) de la Universidad
Complutense de Madrid, en su artículo "Salvajes y chichimecas: mitos de alteridad
en las fuentes novohispanas" 4 afirmaciones extremas en torno a los chichimecas
hay que tomarlas con reserva ya que, resultado de sus análisis de las crónicas
desde el enfoque de Roger Bartra, encontró que la mayoría de las crónicas a partir
de las cuales se reconstruye la historia durante la conquista, se ven influenciadas
por los mitos de alteridad de la tradición europea, creando un mundo mítico para
describir al salvaje. Dentro de la misma tribu guachichil había subgrupos, unos
eran llamados “los de Mazapil”, los de “las Salinas” y los que eran simplemente
llamados “chichimecas”.
Guamares
Se concentraban en la región de Guanajuato y hacían incursiones
hasta Aguascalientes y Lagos. «Eran los más valientes, más aguerridos, más
traidores y más destructores, así como los más astutos». Tenían subgrupos, unos
eran los de la “Comanja de Jaso”, los llamados “chichimecas blancos” (por la
blancura de su piel o por la blancura alcalina de las tierras donde habitaban), y los
“copuces”.
Pames y Chichimecas-Jonaces
«Eran los menos belicosos de todas la naciones chichimecas», esto se entiende
porque se encontraban cerca de la ciudad de México y Querétaro; estaban
influenciados por los otomíes en cuestiones religiosas y sociales. Algunas de las
características de los pames son: «culto de ídolos; ofrendas de papel; ceremonias
de plantación y cosecha, en que un jefe religioso rociaba las milpas con sangre de
sus piernas (pantorrilla); templos (cues) en los cerros...». Gonzalo de las Casas
dice que la palabra “pame” significa “no” en su idioma, y se les dio dicho nombre
porque lo decían muy frecuentemente. Los pames hablarían presuntamente
una lengua otomangueana del grupo oto-pame.
31 | P a g e

Tecuexes
Se encontraban al este de la actual Guadalajara, se cree que provienen por la
dispersión de grupos de Zacatecas probablemente de La Quemada; esto se
supone porque en la zona que habitaban junto con los caxcanes se han
encontrado vestigios arquitectónicos: en el cerro de Támara, en el Bolón, en
Teocaltitán, en Corona, Cerrito y en algunos otros lugares que están al suroeste
de Aguascalientes. Al igual que el grupo caxcán, los tecuexes alcanzaron el
sedentarismo, sobre todo los que vivían en la parte sur de los estados
de Aguascalientes y Jalisco; estos se establecían en los márgenes de los ríos, los
cuales aprovechaban para cultivar frijol, calabaza, maíz, semilla de chía etc.
Los zacatecos
Se extendían desde Zacatecas hasta Durango, «eran guerreros valientes y
denodados, y célebres tiradores». 5 Se distinguían de las demás naciones porque
llevaban «medias calzas y vendas en la frente». Los primeros conquistadores de
Zacatecas hacen referencia a que andaban desnudos, pero «con medias calzas
de perro», de la rodilla al tobillo para defenderse de la aspereza de la vegetación.
Cabe hacer mención que una de las características de los chichimecas fue la
desnudez, aunque algunos se cubrían con pieles. También se clasifica a los
zacatecos como «los mayores flecheros del mundo», eran excelentes tiradores,
«si apuntan al ojo y dan en la ceja, lo tienen por mal tiro». Los cronistas españoles
decían –aunque exageradamente–: «en una ocasión vi tirar a lo alto una naranja, y
le tiraron tantas flechas, que habiéndola tenido en el aire mucho tiempo, cayó al
cabo hecha minutísimos pedazos». Algunos los consideran más civilizados que los
guachichiles. Aunque no se sabe de cierto, se cree que su lenguaje perteneció a
la familia lingüística uto-azteca.
Cocas
Habitaban en la antigüedad los alrededores del lago de Chapala, son citados por
Powell como un pueblo menor ya que no representaron problema para los
españoles. Fundaron Chapala, Mezcala, Cocula, entre otros pueblos. Actualmente
sobreviven únicamente en Mezcala. Eran grandes pintores.
Lengua
Debido a que el término chichimeca se refiere a un conjunto de pueblos, que si
bien tenían rasgos culturales similares, no mantenían una unidad étnica ni
lingüística propiamente. Presumiblemente los chichimecas hablan lenguas
utoaztecas (probablemente: Caxcanes, Tecuexes, Zacatecos y Guachichiles)
y otomangueanas (con seguridad: Pames) principalmente aunque es difícil debido
a la escasez de testimonios lingüísticos de los diferentes grupos. Entre los grupos
con lenguas no clasificadas estarían los Guamares. Además dentro de cada grupo
habría existido diversidad de dialectos.
La fragmentación lingüística ocasionó serios problemas a los frailes en su
“conquista espiritual”, porque había una gran cantidad de lenguas que a veces los
frailes se les oía decir: “¡a quien no admirará ver que en estas provincias hay en
cada pueblo o poco menos un lenguaje diferente, tanto que los vecinos no lo
32 | P a g e

entienden! Y cierto que hay por aquí pueblos de quince vecinos que hablan en
ellos dos o tres diferentes lenguas”.
Religión
La religión de esta cultura fue practicada en centros cívico-religiosos por medio de
sacerdotes, brujos o hechiceros “que llaman madai cojoo, que quiere decir
hechicero grande”; por lo general estos centros ceremoniales o adoratorios (cues)
se encontraban en las laderas de las montañas o en lugares altos. Los Caxcanes
y tecuexes usaban los templos como fortalezas en tiempo de guerra, y aún
quedan algunas ruinas “en el cerro de la Corona, en el Bolón, en Teocaltitán, en
Támara y en algunos otros lugares... El centro ceremonial más importante de los
tecuexes y caxcanes fue Teocaltitán, “distante 12 km al oriente de Jalostotitlán:
Teocaltitán: lugar donde abundan los templos o teocallis”.
Según Powell, rendían culto a cuerpos celestiales como el sol y la luna, también
tenían cierta adoración por algunos animales. Sin embargo, los cronistas opinaban
así de sus dioses: “creen como descreen y no adoran ni aun [han] adorado a Dios
conocido, sino hoy una piedra que hallan o hacen, y mañana otra diferente figura y
ordinariamente de animales, sin permanecer en ninguna”.
Acostumbraban a quemar a sus muertos y guardar sus cenizas. También
realizaban entierros, que por lo regular eran en los montes donde se ponían
ofrendas con alimentos y figurillas.
Las danzas que realizaban alrededor de sus enemigos tenían un concepto
religioso. Asociada con la religión estaba la cosecha, porque “después de bailar
muchas danzas, se sienta [el jefe de la tribu] en un banquillo y con una espina se
pica en una pantorrilla, y con aquella sangre que sale rocía la milpa, a modo de
bendición”. En sus ritos religiosos utilizaban mucho la bebida (alcohol de tuna o
maguey) y alucinógenos (peyote).
Como se pudo apreciar, algunos grupos chichimecas no eran tan incivilizados
como normalmente se supone, pues si bien es cierto que su condición cultural fue
baja, tampoco carecían de una cultura, lo que los hace aún más destacables, pues
a pesar de tener condiciones adversas lograron sobrevivir, incluso ellos fueron
quienes pusieron mayor resistencia a la conquista tanto espiritual como material.
Arte
La cerámica que desarrollaron fue poca; lo que se conoce es por las excavaciones
de tumbas, donde se han encontrado figurillas –a modo de ofrendas– cuando
mucho de 30 y hasta de 50 cm de largo, las hay pertenecientes a mujeres que
muestran marcas en el cuerpo –escarificación o pintura–, y ojos rasgados. Estas
figurillas fueron localizadas en San Luis Potosí (zona guachichil); también se
encontraron vasijas de barro cocido que tienen como decoraciones curvas muy
simples que tal vez pudieron estar pintadas de color rojo o de cualquier tipo de
color que parezca rojo.
Las artesanías que produjeron fueron escasas, pues se redujeron a simples
carpinteros, tejedores y lapidarios, porque conocían y labraban los pedernales y
navajas para las puntas de las flechas.
33 | P a g e

Totonacas

La civilización totonaca o totoneca fue un pueblo indígena mesoamericano que


habitó principalmente en el Estado de Veracruz y el norte de Puebla y la región de
la costa. Su ubicación temporal se refiere al año 800 d. C. en el clásico tardío.
Originalmente, formaron una confederación de ciudades, pero, en épocas
posteriores, parece que se organizaron en tres señoríos: norte, sur y serrano. 1 Su
economía era agrícola y comercial. Tuvieron grandes centros urbanos como: El
Tajín (300-1200), máximo exponente del esplendor de la cultura
totonaca, Papantla (900-1519) y Cempoala (900-1519).
Los tres centros o tres corazones de su cultura destacan por la cerámica muy
variada, la escultura en piedra, la arquitectura
Los antiguos totonacas se desarrollaron en la parte central de Veracruz y hacia
el clásico tardío, su área ocupacional llegaba al sur hasta la cuenca del río
Papaloapan, al oeste a los municipios de Acatlán estado
de Oaxaca, Chalchicomula estado de Puebla, el Valle de Perote, las sierras de
Puebla y de Papantla y las tierras bajas del río Cazones. Lo más relevante de la
cultura totonaca se alcanzó durante el clásico tardío cuando construyeron centros
34 | P a g e

ceremoniales como El Tajín, Yohualichán, Nepatecuhtlán, Las Higueras, Nopiloa y


el Zapotal. Esta zona es conocida como el totonacapan, el sufijo nahuatl -pan
(sobre) refiere "lugar" o "tierra".
En 1519 tuvo lugar una reunión entre 30 pueblos totonacas en la Ciudad de
Cempoala. Ello sellaría para siempre su futuro y el de todas las naciones
mesoamericanas. Se trata de la alianza que establecieron con el conquistador
español Hernán Cortés para marchar juntos a la conquista de Tenochtitlan. Los
totonacas voluntariamente aportaron 1300 guerreros al poder de Cortés, 2 que por
su parte, en ese momento se hacía acompañar de unos 500 españoles. 3 Las
razones de la alianza eran liberarse del yugo mexica. Una vez lograda la derrota
del imperio mexica, los totonacas, incluidos los de Cempoala, quedaron al mando
de la Corona de Castilla, y a continuación evangelizados y en parte aculturizados
por las autoridades virreinales primero y mexicanas después.
Fueron convertidos en siervos de los españoles bajo el sistema de encomiendas,
convirtiéndose en siervos de los colonos y caciques indígenas, particularmente en
el naciente cultivo de caña de azúcar, durante la gobernación de Nuño de
Guzmán.4 Poco tiempo después, Cempoala fue deshabitada y su cultura
extinguida y olvidada. La antigua cultura totonaca volvió a ser descubierta a fines
del siglo XIX por el arqueólogo e historiador mexicano Francisco del Paso y
Troncoso.5
Al parecer, los totonacas formaron parte del imperio de Tula y a partir
de 1450 fueron conquistados por los nahuas de la Triple Alianza y se unieron a las
tropas.
Actualmente, habitan en 26 municipios del norte del Estado de Puebla y 14
municipios del norte del Estado de Veracruz, en México, y conservan su idioma y
costumbres ancestrales.

Religión

Los Totonacas, como todas las civilizaciones de Mesoamérica, eran politeístas. El


culto principal se rindió al Sol, con sacrificios humanos; además, adoraban a la
Diosa del Maíz, que era la esposa del Sol, sus sacrificios no eran humanos, ya
que "Ella los detestaba", en su lugar, le ofrecían sacrificios animales y ofrendas de
hierbas y flores. Otra divinidad importante era "Trueno Viejo", el "Dueño de todas
las aguas, pero no de la lluvia", deseaba inundar el mundo, porque las personas
que morían ahogadas se convertían en sus servidores.

Vida diaria
Elaboraban su ropa con fibras textiles naturales. La prenda tradicional de las
mujeres totonacas era el "quechquémetl", un vestido bordado, amplio y largo, que
todavía se usa entre las mujeres totonacas actuales. Los hombres usaban solo un
taparrabos y penachos.
35 | P a g e

Sus casas constaban de sólo una habitación rectangular, en la que, sin divisiones,
se encontraban sencillos y escasos muebles de madera. El cuarto tenía techo de
paja u hojas de palma y las estructuras de las paredes eran de palos gruesos.

Toltecas

La cultura tolteca es una de las culturas


precolombinas de Mesoamérica del Periodo Posclásico. Su lengua era el náhuatl,
la misma lengua que domina en el norte del altiplano mexicano entre los siglos X y
XII. Algunos de sus principales centros fueron Huapalcalco en Tulancingo y la
ciudad de Tollan-Xicocotitlan, localizada en lo que actualmente se conoce
como Tula de Allende (estado de Hidalgo, México). Esta ciudad es célebre por sus
singulares estatuas de piedra, llamada atlantes.
Tolteca es una palabra de origen náhuatl; en náhuatl los Toltecas eran
llamados Tōltēcah (en plural; en singular Tōltēcatl). entonces tolteca
significa Morador de Tula', desde Tōllān ('Tula' o 'Lugar de Tula')
y Tēcatl ('morador de...')
Los toltecas inician su peregrinación desde un sitio que llaman Huehuetlapallan
(Vieja tierra azul), país del reino de la antigua Tollan, en el año de Técpatl
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511 d. C. y vagan durante 104 años, guiados por siete señores: Zacatl, Chalcatzin,
Ehecatzin, Cohualtzin, Tzihuacoatl, Metzotzin y Tlapalmetzotzin. Finalmente llegan
a Tollantzinco, pero lo abandonan 17 años después, retirándose catorce leguas al
poniente donde fundan Tollan (Tollan-Xicocotitlan) o Tula, del nombre de su patria.
Su monarquía inició en el año 7 acatl 667 d. C. y duró 384 años,1 teniendo 8
gobernantes o tlahtoques.
Lista de Gobernantes
Chalchiutlanetzin 667-719 d. C.
Ixtlicuechahuac 719-771 d. C.
Huetzin 771-823 d. C.
Totepeuh 823-875 d. C.
Nacaxxoc 875-927 d. C.
Mitl 927-976 d. C.
Xiuhtzatzin (reina) 976-980 d. C.
Tecpancaltzin 980-1031 d. C.
Tōpīltzin 1031-1052 murió el año 2 Tecpatl.1
Los toltecas alcanzaron su apogeo durante este periodo, entre los años 900 y
1200 d. C. Fueron el grupo dominante de un estado cuya influencia se extendía
hasta el actual estado de Zacatecas, y al sureste en la península de Yucatán. La
relación entre los toltecas y los mayas del período posclásico ha sido objeto de
controversias. Mucho tiempo después de la caída de Teotihuacan, hacia el año
700, hubo en Mesoamérica varios siglos de tinieblas y confusión, cambió la índole
de su civilización, las ciudades sin fortificaciones y gobernadas por élites religiosas
se desmoronaron, y dieron lugar a ciudades guerreras y a religiones más
belicosas.
Si bien es cierto que los toltecas tuvieron una gran influencia entre los mayas, no
está comprobado que hubiera una presencia militar en la península de Yucatán. Ni
viceversa, aunque algunos autores pensaron que Tula había sido fundada por
mayas de Yucatán. Se puede hablar de una gran influencia comercial y político-
religiosa de los toltecas en Chichén Itzá, influencia que se refleja básicamente en
la arquitectura de muchas estructuras como son el Castillo, el Templo de los
Guerreros (que muestra una fusión del estilo Puuc (seguramente influida por
Uxmal) con diseño tolteca, así como en la presencia del llamado chac-mool típico
de Tula. La incursión de Quetzalcóatl como deidad es otro elemento tolteca
importante reflejado en Kukulkán entre los mayas: Tuvieron mucho talento para
construir, y su influencia se extendió a gran parte de Mesoamérica en el período
Posclásico. Entre los pueblos nahuas de la época de la conquista, la palabra
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tolteca significaba alguien sabio que dominaba las artes y artesanías. Y la palabra


"toltequidad" equivalía a lo que llamaríamos, alta cultura.
En 1941 un grupo de antropólogos mexicanos designó a la ciudad de Tula, en el
estado de Hidalgo, como Tollan, la mítica capital de los Toltecas, pero algunos
arqueólogos, como Laurette Séjourné criticaron la decisión, señalando que
después de varias etapas de excavación no se había revelado una ciudad
suficiente para justificar la leyenda de los toltecas, señalando que el origen de
Tollan y de la leyenda debería ubicarse en Teotihuacán, siendo el pueblo de Tula
uno de los refugios de los sobrevivientes de Teotihuacán, que por ello se
ostentaban como Toltecas.
El historiador mexicano Enrique Florescano, del Instituto Nacional de Antropología
e Historia ha retomado esta interpretación, basándose en la mención de textos
mayas anteriores a Tula, que se refieren a Teotihuacan como Tollan. Algunos
afirman que la ciudad de Tula es un mapa de la traslación de Venus, es decir, de
su recorrido alrededor del sol. Cerca de la ciudad está una montaña llamada
Xicuco (Shicuco) que en náhuatl significa "ombligo".
Estos ciclos hacen referencia a las etapas de Quetzalcóatl para poder ser hombre
– dios, que representan las etapas de los humanos (en el catolicismo, nacimiento
– vida – resurrección). Esta cultura fue muy especial, ya que en el traje de los
Atlantes se encuentran representadas todas estas etapas, como el espejo negro
que hace que Quetzalcóatl vea sus errores para purificarse. Otra pieza importante
es el Chacmool, que representa al mismo Quetzalcóatl saliendo de la etapa del
fuego, escondido debajo de la tierra. Aparece representado mientras entrega él
mismo el fuego a la superficie, que es cuando Venus no aparece en el horizonte
para luego resurgir en el horizonte.
Esta ciudad era envidiada por los aztecas que en contraste con los toltecas tenían
otra visión de Quetzalcóatl les había enseñado.
Arte
Su arte, plasmado en estatuas y relieves murales, está muy ligado a la
arquitectura. Representaban a sus dioses y personajes en esculturas de piedra,
murales, cerámicas, pinturas y en trabajos de artesanía.
Arquitectura
Es indudable que los toltecas aportaron cambios importantes en cuanto a las
normas arquitectónicas que existían en Mesoamérica en el siglo IX; uno de ellos
es el empleo de esculturas antropomorfas que sostenían con la cabeza el techo de
una habitación, logrando así un gran espacio interior, como se aprecia en el
templo de Tlahuizcalpantecuhtli El Señor del Alba.
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Se estima que Tula albergó alrededor de 30 000 habitantes, los cuales vivían en
grandes complejos de una planta con techos planos básicamente de piedra y tierra
y acabados en adobe. Excluyendo la zona habitables de Tula refleja una planta
cuadriculada que definía claramente los diferentes barrios. De los elementos
arquitectónicos más significativos destaca la pirámide B, con sus mal
llamados atlantes, figuras de 4,6 m de altura que alguna vez sostuvieron el techo
de un templo. Según los estudios, estos atlantes estaban decorados con mosaicos
enjoyados y plumas. Restos de pintura indican que probablemente fueron pintados
para representar al guerrero tolteca-chichimeca de Mixcóatl (padre
de Quetzalcóatl) o al dios estrella de la mañana Tlahuizcalpantecuhtli. También
construyeron columnas en forma de serpiente emplumada, con la cabeza al suelo
y la cola hacia arriba, sosteniendo el dintel que formaba parte de la entrada a la
gran habitación.
En el ámbito doméstico poseían tres distintas clases de conjuntos habitacionales,
el grupo de casas, las unidades residenciales y las residencias palaciegas.
Gastronomía
De acuerdo a investigaciones realizadas en Tepatitlán, área rural de Tula, Hidalgo,
los especialistas Guadalupe Mastache y Robert Cobean descubrieron que
el amaranto era esencial en la alimentación de la cultura tolteca, ya que evitó que
estas tribus pasaran hambrunas durante las épocas de sequías. Actualmente el
amaranto produce "alegrías", mezcla de este producto con la miel, el cacahuate y
las pasas; el amaranto, huautli o alegría, nombre con el que se le conoce en la
actualidad, fue en época prehispánica un cultivo básico en diversas culturas del
país, entre ellas la que se asentó en Tula, Hidalgo, como lo refieren evidencias
arqueológicas y datos etno-históricos sobre su cultivo. Por su parte, Nadia Vélez
Saldaña, arqueóloga especialista en paleobotánica y miembro del equipo de
investigadores de la Zona Arqueológica de Tula, explicó que esta semilla no solo
fue importante para esta población de Hidalgo, sino también en toda
Mesoamérica, debido a que era una planta fácil de cultivar, además de tener un
alto grado de resistencia a las temporadas de sequías y heladas:
La sociedad tolteca se dividió en dos clases:
El grupo privilegiado: integrado por jerarcas, militares, funcionarios, el supremo
gobernante y los sacerdotes, quienes estuvieron al servicio de la casta militar y se
encargaban de atender el culto, los calendarios y la cuenta del tiempo.
La clase servil: integrada por los trabajadores agrícolas y artesanos: albañiles,
alfareros, carpinteros, hilanderos, ovejeros, agrícolas, lapidarios, pintores y
tejedores, entre otros.
Economía
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La economía se basaba en la agricultura de extensos campos de cultivo irrigados


por complejos sistemas de canales, donde el maíz, el frijol, el arroz y
el amaranto eran el principal cultivo. Al igual que en otros estados
mesoamericanos, el comercio jugaba un papel fundamental para la obtención de
materias primas y bienes de lugares muy distantes.

Mayas

La cultura maya se refiere a una civilización mesoamericana que destacó a lo


largo de más de dos milenios en numerosos aspectos socioculturales como
su escritura jeroglífica, uno de los pocos sistemas de escritura plenamente
desarrollados del continente americano precolombino, su arte, la arquitectura, su
mitología y sus notables sistemas de numeración, así como en astronomía y
matemáticas. Se desarrolló en el sureste de México (en los estados
de Yucatán, Campeche, Quintana Roo, Chiapas y Tabasco), prácticamente
todo Guatemala y también en Belice, la parte occidental de Honduras y en El
Salvador, abarcando más de 300,000 km².
40 | P a g e

Durante el periodo formativo, antes de 2000 a. C., se inició el desarrollo de


la agricultura y la población se hizo sedentaria estableciéndose en las primeras
aldeas. En el período Preclásico (c. 2000 a. C. hasta 250 d. C.) se desarrollaron
las primeras sociedades complejas y se cultivaron los alimentos básicos de
la dieta maya: el maíz, el frijol, la calabaza y el chile. Las primeras ciudades mayas
se desarrollaron en torno a 750 a. C. Alrededor de 500 a. C. estas ciudades
poseían una arquitectura monumental, incluyendo grandes templos con fachadas
de estuco. La escritura glífica se utilizó desde el siglo III a. C. En el preclásico
tardío se desarrollaron grandes ciudades en la Cuenca del Petén,
y Kaminaljuyú alcanzó prominencia en el altiplano guatemalteco. Desde alrededor
de 250 d. C., el período clásico se define en gran medida por el levantamiento de
monumentos esculpidos empleando las fechas de Cuenta Larga. En este período
se desarrolló un gran número de ciudades-Estado vinculadas entre sí por una
compleja red de comercio. En las tierras bajas mayas surgieron dos grandes
poderes rivales, Tikal y Calakmul. Se vio también la intervención extranjera en la
política dinástica maya de la ciudad de Teotihuacan del centro de México. En el
siglo IX, se produjo un colapso político general en la región central maya, que
originó guerras internas, el abandono de las ciudades, y un desplazamiento
poblacional hacia el norte. Durante el período Posclásico surgió Chichén Itzá en el
norte, y se produjo la expansión del reino quiché en el altiplano de Guatemala. En
el siglo XVI el Imperio español conquistó la región mesoamericana, y tras una larga
serie de campañas militares la última ciudad maya cayó en 1697.
El poder político durante el periodo clásico se centró en el concepto del «rey
divino», que actuaba como mediador entre los mortales y el ámbito sobrenatural.
La monarquía era usualmente hereditaria y patrilineal, y el poder pasaba al hijo
mayor, aunque en más de un caso mujeres ostentaron el poder como regentes de
sus hijos menores de edad o por derecho propio. La política maya estaba
dominada por un sistema de patrocinio, aunque la exacta composición política de
un reino variaba de una ciudad-Estado a otra. Generalmente cada aldea tenía un
líder tribal, que respondía a un señor regional (Ajaw) supereditado por un señor
divino (Kuhul Ajaw) y en algunos casos como el de Tikal, había un gobernante
superior (rey de reyes) denominado Kalomté. Hacia el Clásico Tardío, la
aristocracia había aumentado considerablemente y se había reducido el poder
exclusivo del rey divino.
La civilización maya desarrolló formas de arte sofisticadas utilizando tanto
materiales perecederos como durables, incluyendo madera, jade, obsidiana,
cerámica, monumentos de piedra tallada, estucos y murales finamente pintados.
En las ciudades mayas el centro de la ciudad era ocupado por complejos
ceremoniales y administrativos, rodeado por una irregular expansión de barrios
residenciales. A menudo las diferentes partes de una ciudad eran conectadas
por calzadas. La arquitectura principal de la ciudad se componía de
palacios, templos piramidales, juegos de pelota ceremoniales, y estructuras
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alineadas para la observación astronómica. La élite maya sabía leer y escribir, y


desarrolló un complejo sistema de escritura glífica, una de las más avanzadas en
América precolombina. Los mayas grabaron su historia y conocimiento ritual en
libros en forma de biombo, de los que solo permanecieron tres ejemplares con
incuestionable autenticidad, el resto fue destruido por los conquistadores
españoles. También existe un gran número de ejemplos de inscripciones mayas
en las estelas y la cerámica. Los mayas desarrollaron una compleja serie de
calendarios rituales entrelazados, emplearon la matemática y fueron uno de los
primeros pueblos en utilizar el cero explícito en el mundo. Los mayas practicaban
el sacrificio humano como parte de su religión.
La historia de la cultura maya tiene una duración de casi 3500 años. Sus primeros
pueblos surgieron hace casi 4.000 años, y su desaparición como cultura
independiente ocurre por su encuentro con los conquistadores europeos. Todo ello
se suele organizar en tres grandes períodos, que son:
 Período preclásico (2000 a.C. a 250 d. C.). Se dan los primeros vestigios
del pueblo maya y sus primeros asentamientos a lo largo de la franja del
Pacífico y luego del Atlántico. Lentamente éstos se convierten en las
primeras grandes ciudades de la región: Nakbé, Tikal, Dzibilchaltún,
Xicalango, entre otras. Este período se divide en tres subperíodos:
Preclásico temprano (2.000-1.000 a. C.), Preclásico medio (1.000-350 a. C.)
y Preclásico tardío (350 a. C.-250 d. C.); en este último se produjo el primer
florecimiento cultural de los mayas, y hacia el siglo I d. C., su primer
colapso. Muchas de sus grandes ciudades fueron entonces abandonadas,
por motivos hasta hoy desconocidos.
 Período Clásico (250-900 d.C.). En este período se produce un
renacimiento de la cultura maya, únicamente equiparable al que
vivió Europa luego de la Edad Media, o quizá al florecimiento de la Grecia
de la Antigüedad. En ese sentido, surgieron grandes centros ceremoniales
como Chichen-Itzá y Uxmal. Es también un período de grandes y
sangrientas guerras, que permitieron el ascenso y la caída de diversos
sistemas monárquicos. Eventualmente, ello condujo a un nuevo y gran
colapso político, al abandono de las ciudades en favor de las regiones del
norte de México, y a un empobrecimiento que aún hoy resulta difícil de
explicar. Este período, a su vez, contiene tres subperíodos: Clásico
temprano (250-550 d. C.), Clásico tardío (550-830 d. C.) y Clásico terminal
(830-950 d. C.).
 Período Posclásico (950 a 1539 d. C.). Vestigios significativos de la
antiguamente vasta cultura maya perduraron luego de la caída en ciudades
ubicadas en territorios elevados, o cerca de fuentes de agua, con una
organización que reconocía distintos estados mayas regidos por un consejo
de reyes. Eso hasta la llegada de los invasores españoles, pues estando
42 | P a g e

tan debilitados por sus pugnas intestinas, los pueblos mayas no pudieron
hacer frente a la conquista y fueron colonizados por la cultura europea.

Como muchas otras civilizaciones humanas, la maya se estableció a partir del


abandono del nomadismo y el desarrollo de la agricultura, cuyos productos
constituyeron durante siglos el fundamento de la dieta maya: maíz, frijoles,
calabaza y el chile.
Sus primeras ciudades surgieron alrededor del año 750 a. C., y hacia el 500 a. C.
ya habían alcanzado proporciones arquitectónicas monumentales, especialmente
en sus grandes templos y centros ceremoniales. Durante su florecimiento, sus
ciudades-Estado abarcaban enormes áreas de influencia y se conectaban entre sí
mediante complejas redes de comercio.
Sus formas artísticas fueron sofisticadas y dejaron rastros duraderos, en los que
se usaba abundantemente el jade, madera, obsidiana, cerámica y la piedra
tallada.
Los mayas hablaban un idioma diverso, derivado del protomaya ancestral en
un conjunto de lenguas mayas, cada una distinta dependiendo del reino en que se
hablaba. Así, había una lengua huastecana, quicheana, mameana, etc. La
mayoría de los textos mayas, no obstante, provenientes del periodo clásico,
estaban escritos en choltí clásico.
Religión de los mayas
La religión de los mayas compartió rasgos con mucho del resto de Mesoamérica.
Creían en un plano espiritual habitado por deidades poderosas. Sus dioses debían
ser aplacados mediante prácticas rituales, sacrificios humanos y ofrendas
ceremoniales.
Ante ellos, los propios antepasados difuntos y los chamanes servían de
intermediarios. Por eso los mayas enterraban a sus muertos debajo de los pisos
de sus casas, en medio de las correspondientes ofrendas, acordes a su estatus
social.
La cosmovisión maya era altamente elaborada: contemplaba 13 niveles en el cielo
y nueve en el inframundo, y entre los dos se hallaba el mundo de los vivos. A su
vez, cada nivel constaba de cuatro puntos cardinales, cada uno asociado a
un color distintivo, y a los cuales estaban asociados ciertos aspectos de las
deidades principales de su panteón.
Por lo demás, la religión estaba en manos de los sacerdotes, un grupo cerrado
cuyos miembros provenían de la élite de la sociedad. Durante el Período Clásico,
comenzó a surgir entre ellos el sumo sacerdote y conductor de la sociedad, que
hacía las veces también de gobernante.
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Economía maya
Si bien la base del sustento maya era agrícola, el comercio jugó un rol
fundamental en su civilización, y en su contacto con los demás pueblos alrededor.
Las ciudades más grandes e importantes controlaban el acceso a recursos clave,
como las minas de obsidiana, las fuentes de sal, e incluso el tráfico de esclavos en
la región mesoamericana.
De hecho, los mayas de Tabasco construyeron una extensa red de intercambio
fluvial, que hizo de ellos lo más grandes comerciantes de su región y su período.
Elementos de típica factura maya pudieron encontrarse en ciudades lejanas de
Nicaragua y Honduras, por lo que fueron transportadas y comercializadas de
alguna manera.
Esta actividad era tan fundamental para la economía maya, que incluso luego de
la conquista siguió llevándose a cabo marginalmente.
Organización social y política de la cultura maya
La sociedad maya se dividía, en sus inicios, entre una élite dominante y una masa
de plebeyos. Este orden se sostenía mediante la fuerza militar y
la tradición religiosa. Pero el crecimiento sostenido de los estados mayas propició
la aparición de clases económicas y políticas más complejas.
Por eso, posteriormente se distinguió entre sacerdotes de bajo rango, soldados,
artesanos, funcionarios, campesinado y la servidumbre, o los esclavos capturados
de otras culturas vecinas.
A diferencia de los aztecas o los incas, los mayas no conformaron un sistema
político central, es decir, un estado o reino único. En su lugar, preferían la
convivencia de Estados y cacicazgos diversos, que alcanzaban eventualmente un
dominio regional temporario.
Sin embargo, sus gobiernos consistían siempre en variantes de la monarquía
teocrática, es decir, de un rey impuesto por voluntad divina, elegido entre una élite
política. Por ende, las intrigas y alianzas entre castas eran un asunto frecuente y
polémico.
Además, los mayas fueron guerreros asiduos y enfrentaron
numerosos conflictos políticos y militares a lo largo de su historia. En parte porque
los distintos reinos mayas competían entre sí por predominancia regional.
Por otro lado, la cultura bélica era central en la concepción del mundo maya: eran
prácticas comunes la humillación o el sacrificio físico de los guerreros vencidos,
así como recompensar a los guerreros victoriosos con partes del cuerpo de los
caídos. Sus armas predilectas fueron siempre las cerbatanas, las espadas de
obsidiana y sobre todo los atlatl, una suerte de lanzas largas.
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Vestimenta maya
El vestuario maya era simple, con predominancia del algodón y de las telas largas,
como faldas, para las mujeres. Por su parte, los hombres llevaban una suerte de
calzón llamado “pati”, que dejaba el torso descubierto.
La nobleza adornaba sus atuendos con bordados de piedras y plumas vistosas.
Además, llevaban tocados, cinturones y otros aditamentos lujosos que servían
para diferenciarlos de las clases sociales inferiores.
Arquitectura maya
Los mayas dejaron tras de sí una importante obra arquitectónica, de las más
grandes del mundo premoderno. Construyeron palacios, templos piramidales,
espacios ceremoniales y deportivos. Además, desarrollaron estructuras alineadas
expresamente para la observación astronómica.
Sin embargo, en sus ciudades no había ningún tipo de diseño urbano formal. De
hecho, las poblaciones crecían irregularmente, desde el exterior hacia el
Interior. En el centro de las ciudades se hallaban los edificios administrativos y
ceremoniales, rodeados de edificaciones residenciales.
Sus construcciones empleaban tecnología neolítica, con piedra y materiales
perecederos. A través de técnicas de mampostería podrían aprovechar los
elementos disponibles alrededor.
Escritura maya
La escritura maya fue un sistema completo de escritura jeroglífica, el único de toda
la América precolombina, cuyos primeros indicios se estiman entre los siglos I y II
d. C., en la región costara de la actual Guatemala.
Es muy semejante a la escritura ístmica mesoamericana (que consiste en
logogramas), por lo que es posible que surgieran en paralelo. Los mayas
empleaban esta grafía para rotular vasijas, murales y estelas, con fines tanto
prácticos, como rituales o religiosos.

Astronomía en la cultura maya


Otro importante legado maya tiene que ver con su meticulosidad a la hora de
contemplar el firmamento y registrar sus observaciones astronómicas en torno
al Sol, la Luna, Venus y las estrellas.
Según su creencia, del firmamento podían obtenerse herramientas
adivinatorias. Es decir que los sacerdotes contemplaban los ciclos astronómicos
pasados y los vinculaban con eventos que podrían repetirse, formulando así
profecías.
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A pesar de que no tenían una intención científica clara, los mayas lograron medir
el ciclo de Venus de 584 días con un margen de error de apenas dos horas, dado
que tenían también un portentoso agarre de las matemáticas.

Aztecas

El Imperio azteca —también llamado, de forma más precisa Triple alianza, Imperio


mexica o Imperio tenochca—fue una entidad de control territorial, político y
económico que existió en la zona central de Mesoamérica, durante el Posclásico
Tardío, antes de la Conquista española.
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Formalmente, estaba integrada por los dominios de la Triple Alianza (Ēxcān


Tlahtolōyān, «los tres lugares donde se dan órdenes»). conformada
por Texcoco, Tlacopan y México-Tenochtitlan. En los hechos, la mayor parte de
los territorios bajo el dominio de los altépetl coaligados pertenecían a los mexicas.
Cuando los españoles llegaron en 1519, las tierras de la Alianza se gobernaron
efectivamente desde Tenochtitlan, mientras que los otros socios en la alianza
habían asumido roles subsidiarios. El culto imperial, específicamente, fue el
de Huitzilopochtli, el dios patrono guerrero distintivo de los mexicas.
La fundación y posterior expansión de la Triple Alianza tuvo lugar una vez fue
derrotado Azcapotzalco, hasta entonces capital del imperio tepaneca, dominante
en el valle de México. Esta ciudad fue vencida por la alianza de mexicas y
acolhuas, hasta entonces ellos mismos vasallos de los tepanecas, en 1430. A
partir de entonces, los territorios del Imperio azteca se fueron ampliando hasta
llegar a ocupar el centro de México, la zona central de Oaxaca, la costa del golfo
de México, Guerrero y el Soconusco. El fin del Imperio azteca ocurrió el 13 de
agosto de 1521, cuando los españoles —en alianza con
los tlaxcaltecas y totonacas, entre otros pueblos indígenas- derrotaron la
resistencia mexica en Tenochtitlan.
Se conoce como los aztecas, tenochcas o mexicas a uno de los más conocidos
pueblos mesoamericanos de la época precolombina. Fueron los fundadores de la
entidad político-territorial más grande y poderosa de la región hasta la llegada de
los conquistadores españoles en el siglo XV: el Imperio azteca, ubicado en la
región centro-sur del actual territorio mexicano.
El Imperio azteca surgió en apenas 200 años, gobernó y colonizó la región central
mesoamericana en una triple alianza entre los pueblos de Texcoco (acolhuas),
Tlacopan (tepanecas) y México-Tenochtitlán. De hecho, Tenochtitlán fue la capital
del Imperio completo.
Cada una de estas poblaciones era un altépetl distinto, es decir, una instancia
política, social y religiosa organizada. En su conjunto conformaban un
mismo Estado que invadió, esclavizó y controló a los pueblos vecinos,
imponiéndoles entre otras cosas su lengua (el náhuatl) y su religión (el culto al
dios solar y guerrero Huitzilopochtli).
Por eso, una vez llegados los ejércitos conquistadores en el siglo XV, fue muy
sencillo convencer a las poblaciones rivales de aliarse con los europeos en la
guerra contra los aztecas. Esta fue la decisión tanto de tlaxcaltecas como
totonacas, a pesar de que después ellos mismos compartieran el destino de
sometimiento y exterminio que puso fin a la cultura mexica.
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Se estima que, para el momento de su caída, el Imperio azteca contaba con unos
22 millones de personas y con una densidad poblacional de 72,3 habitantes por
kilómetro cuadrado (a lo largo de 304.325 kilómetros de superficie).
Ubicación geográfica de los aztecas
Los mexicas provenían de una tribu nómada mesoamericana que se asentó hacia
el año 1325 en México-Tenochtitlán, en el centro del actual territorio de México, en
donde actualmente se halla la Ciudad de México, capital del país.
Desde allí se expandieron hacia afuera, se adueñaron de los actuales estados de
México, Veracruz, Puebla, Oaxaca, Guerrero, Chiapas (la costa), Hidalgo y parte
del territorio actual de Guatemala. En dicha región contaban con
diversos ecosistemas, distintas regiones climáticas y por lo tanto distintos recursos
naturales que aprovechar.
Así, a inicios del siglo XVI ya los aztecas, gobernados por Moctezuma II, ejercían
el control imperial de la región y habían convertido el náhuatl en lingua franca en
prácticamente toda Mesoamérica.
Los aztecas eran un pueblo fundamentalmente guerrero y religioso, cuyo patrono
principal era el dios Sol, Huitzilopochtli. A su nombre hacían sacrificios humanos,
con los guerreros de las etnias conquistadas, a las que además imponían un
sistema de impuestos que centralizaba en Tenochtitlán la mayor cantidad de
riquezas posible.
Su carácter belicista se reflejaba en sus vestimentas, adornadas con plumas y
otros adornos que mostraban además la jerarquía del individuo dentro de la
sociedad. Dominaban un tipo de metalurgia prehispánica basada en bronce, oro,
plata y obsidiana, con el que confeccionaban ornamentos y armas para la guerra.
Poseían también una escritura pictográfica que cumplía fines de documentación,
un sistema métrico propio con el que desarrollaron numerosas
obras arquitectónicas, y un sistema astronómico basado en la observación del Sol,
la Luna y Venus.
Su imperio heredó tendencias culturales de culturas precedentes, como
los teotihuacanos. De hecho, hicieron de Teotihuacán, ya abandonada y en ruinas,
un lugar de peregrinaje religioso en el que llevar a cabo ritos y ofrendas humanas:
varones al dios Sol, mujeres a la diosa Luna.
Organización política y social de los aztecas
La sociedad mexica se dividía en veinte clanes o calpullis, vinculados entre sí por
parentesco, división territorial y la práctica religiosa, esta última inseparable del
arte de la guerra. Cada clan tenía una autoridad o calpullec, un territorio asignado
y un templo propio. Incluía personas de las tres clases sociales:
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Nobles guerreros (pipiltin). Controlaban el gobierno y la religión, dado el carácter


teocrático de la sociedad mexica.
Plebeyos (macehualtin). Comprendían artesanos, campesinos y comerciantes del
pueblo llano.
Esclavos (tlatlacohtin). Generalmente eran prisioneros de guerra, criminales
o ciudadanos que pagaban mediante la servidumbre grandes deudas a terceros.
En cada altépetl se ejercía la justicia local y
administrativa mediante instituciones designadas para ello. Por otro lado, los
problemas irresolubles podían elevarse a tribunales judiciales en México-
Tenochtitlán y Texcoco.
Allí, la justicia era impartida en el propio palacio real por parte de las autoridades.
Sin embargo, entre el pueblo llano la impartía un tecutli o juez de elección popular,
que estaba en funciones durante un año.
Por encima del tecutli estaba un tribunal de tres jueces vitalicios, designados por el
asesor encargado del ejecutivo o cihuacóatl, quien servía de consejero a la
autoridad política máxima del Imperio, el huey-tlatoani. Este último era electo, a su
vez, de entre la nobleza de los clanes de la sociedad, por un concejo integrado por
representantes de cada clan.
Economía azteca
La economía azteca fue, especialmente durante el apogeo imperial, sumamente
próspera. En particular porque el dominio de los pueblos vecinos brindaba la
oportunidad de mano de obra barata y abundante.
Además, el cultivo de las tierras se asignaba a los clanes o calpulli, repartiendo la
producción entre el Estado, los sacerdotes, las familias del clan y su jefe. Gracias
a sus avanzadas técnicas agrícolas, se aprovecharon las aguas del lago Texcoco
mediante un sistema de cultivo llamado chinampas, que empleaba el lodo del lago
como abono y pudiendo sembrar varias veces al año.
Además, conocieron el comercio, principalmente el trueque, así como el tráfico de
esclavos, y las industrias de la minería (especialmente obsidiana para elaborar
utensilios y armas) y la textil (empleando algodón y fibras de magüey).
Religión de los aztecas
Como otras tribus mesoamericanas, los mexicas poseían una cosmovisión fruto de
la herencia e hibridación de culturas anteriores, organizada en torno a
la veneración de un dios solar. Sin embargo, es posible y frecuente hallar
evidencia de veneración de dioses toltecas como Tláloc, Tezcatlipoca o
Quetzalcóatl.
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Incluso, a medida que el Imperio crecía nuevas deidades eran veneradas. Esto se
debía a que nuevas poblaciones eran asimiladas y el panteón mexica se
expandía. Para ello, se enlazaban sus relatos mitológicos con los de los dioses
existentes.
Esto arrojó como resultado una religión llena de intrincadas y complejas historias
de parentesco entre los dioses, fruto del sincretismo entre civilizaciones. Sin
embargo, conforme el Imperio se establecía, surgió cierta concepción monista
sobre lo divino, abandonando el politeísmo tradicional. En esto los estudiosos no
llegan a un consenso definitivo.
En todo caso, la religión de los aztecas era un elemento central en su cultura. Los
ritos de ofrenda a los dioses y sacrificios humanos (generalmente de prisioneros
de guerra) era común e importante en la consolidación de las castas militares.
Organización militar de los aztecas
Los aztecas poseían una formidable organización militar, que les garantizó el
dominio de la región durante su etapa imperial. Contaban con la labor de
inteligencia de los comerciantes y mercaderes, que brindaban información clave
previo a las invasiones, que generalmente duraban hasta que sus enemigos
cedieran al vasallaje.
Es posible también (aunque no se ha comprobado) que el matrimonio les otorgara
también la posibilidad de asimilar al Imperio castas nobles particularmente
resistentes al vasallaje.
El ejército mexica estaba integrado por numerosos plebeyos (yaoquizqueh),
apenas con una instrucción militar básica, y un número menor pero considerable
de guerreros profesionales provenientes de la nobleza, organizados en distintas
sociedades guerreras, de acuerdo a sus desempeños y su tradición bélica.
La guerra era fundamental en el modo de vida azteca. Por ejemplo, era el único
factor de ascenso social para los plebeyos, por lo que los hombres recibían
instrucción militar desde edades tempranas.
Sus armas preferidas de combate eran las espadas de obsidiana (macuahuitls),
lanzas (tepoztopillis) y escudos (chimallis). Se dice que Moctezuma poseía una
lujosa armería cuyos instrumentos estaban adornados con piedras preciosas.
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Cholultecas

Cholultecas: Se deriva del Cholollan, gentilicio correspondiente al nombre


geográfico Cholollan ("agua que cae en el lugar de huida") y de la
desinencia tecatl, que quiere decir "alguien" o "gente"; que se traduce
como: Gente de Cholollan. En el idioma español toma la forma plural de
Cholultecas (gente de Cholula).
Tuvieron un desarrollo cultural aproximado de 2121 años (entre el 600 a. C. y
el 1521).
El gobierno de los cholultecas fue teocrático, el sacerdocio ocupó un prominente
lugar en la administración pública. Ejercía el poder principal dos sacerdotes de
máxima investidura, eran ellos Aquiach y Tlaquiach; el primero usaba por divisa
una águila "Cuauhtli", como símbolo de dominio sobre las aves y animales; y el
segundo, un jaguar "Ocelotl", por emblema, que significaba el mando de los
hombres.
Los sumos sacerdotes Aquiach y Tlaquiach, gobernaron en sus inicios a la ciudad,
gobernando en forma compartida con 6 consultores o asesores que eran:
El Teopixque: sumo sacerdote encargado de mantener en constante fervor el culto
gentilicio, que vestía ropas en negro con un corte talar.
El Teopixhazique: era el agorero encargado del oráculo divino; este personaje es
descrito con una faja distintiva, cuajada de jeroglíficos que se ponía sobre los
hombros y por pectoral, un sol de oro.
El Maculteotlaloque: expedía las leyes y decretos para el gobierno de la nación.
El Teopixcatlatolanque: administraba la justicia y en su atuendo figuraba el
melitztlequihuac, que era una piedra esculpida, la cual colgaba de una vara.
El Teopixtlalanque: gran conocedor de astronomía cuyo distintivo era el
Metzteocuitlatl o luna de plata.
El Teopixcapatique: que profesaba la medicina usaba el huipilquemetl, que era
una especie de túnica negra con dobladillos rojos en las mangas.
En ocasiones solemnes de sínodo, se ceñían la frente con una cinta de oro a
guisa de diadema, y calzaban cactles del preciado metal.
Sacerdocio Los sacerdotes, según la historia, eran escogidos de la clase noble y
no plebeya, procedían de un barrio distinguido que llamaban Tlanquiznahuac; los
que profesaban entregaban su fortuna a Quétzalcoatl, y los teópix (sacerdotes) de
alta investidura, no salían del templo, excepto los casados a quienes se les
permitía dormir en sus casas; pero, al siguiente día, al sonar los caracoles que
servían de trompetas, o las calabazas largas (acocotes) con que también llamaba
a los fieles, tenían que acudir al teocalli, para orar e incensar a su dios
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Quétzalcoatl, para implorar su protección, agua para sus siembras, salud para sus
habitantes, éxito en su comercio y paz y sosiego en la república. Comían en el
templo lo que de sus casas les llevaban, y cada veinte días lo hacían todos juntos
en el templo.
Usaban por hábito una capa negra; los recién entrados debían llevarla por cuatro
años; después de este tiempo, les daban otra del mismo color
con cenefa colorada, que llevaban el mismo tiempo de cuatro años; después, les
daban otra labrada de negro y rojo. Concluido el tiempo, les proporcionaban de
nuevo las capas negras, con las que pasaban el resto de su vida; pero había una
honrosa distinción para los más antiguos de la Orden, que andaban vestidos de
colorado, y les era dable usar el cintillo o diadema de oro.
Topiltzin o sacrificador El sacrificador o Topiltzin era hereditario en su empleo, y en
cada caso usaba el nombre de la divinidad que aceptaba. Vestía traje de algodón
rojo floreado, en la cabeza ostentaba adornos, y en las orejas y labio superior
agujerados, pendientes de oro y piedras preciosas. Tenía cinco auxiliares que
vestían de blanco e iban con adornos y bien trajeados de finos géneros de
algodón. Ellos conducían a la víctima hasta el adoratorio, donde la colocaban de
espalda sobre la piedra de sacrificio sujetándolo por las cuatro extremidades, y
con la cabeza mantenida cual si fuese a un yugo.
En esta supina y forzada posición el topiltzin hundía el agudo pedernal en el
pecho, arrancaba el corazón y lo ofrecía sangrante en holocausto a su deidad.
Con la sangre que goteaba humedecía los labios sedientos del dios, y
las cornisas del templo. El cuerpo decapitado y sin el corazón se echaba a rodar
por las escaleras de piedra, y en la plataforma era recogido por el soldado que lo
había apresado.
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Xochimilcas

Xochimilco es una de las 16 demarcaciones de la Ciudad de México. Se localiza


en el sureste de la capital mexicana, y posee una superficie de 122 km².La
palabra Xochimilco es náhuatl; xōchi- 'flor', mīl- 'tierra de labranza' y -
co postposición de lugar, comúnmente traducido como "la cementera de flores"
aunque la traducción más cercana es “Chinampas de Flores”.
Los orígenes de Xochimilco se remontan al Período Preclásico
mesoamericano cuando sus riberas e islas fueron el hogar de diversos pueblos. Al
inicio del Posclásico, Xochimilco era un importante altépetl que fue sometido por
los mexicas en el siglo XV. Desde entonces y hasta los años 60 del siglo XX, el
territorio de Xochimilco se convirtió en uno de los proveedores de alimentos para
la capital mexicana.
En el territorio de Xochimilco se encuentran 14 pueblos originarios que conservan
muchos rasgos de su cultura tradicional y herencia indígena, a pesar del avance
de la urbanización.7 Además, las montañas del sur y la zona lacustre del centro
forman parte de la mayor reserva natural del Distrito Federal. En contraste, la zona
norte de Xochimilco está plenamente integrada a la mancha urbana de la ciudad
de México, y en ella se asientan algunas zonas industriales y de servicios que
constituyen parte importante de la vida económica de la delegación.
Xochimilco tiene particular importancia por la existencia de las chinampas. Tienen
origen en una técnica agrícola mesoamericana que fue desarrollada y compartida
por varios pueblos del Valle de México. Tras la desecación de los lagos
del Anáhuac, solo Xochimilco y Tláhuac conservan la chinampería. Por ello, es uno
de los principales destinos turísticos de Ciudad de México que atrae tanto a
visitantes mexicanos como a extranjeros. Con el propósito de contribuir a la
conservación del entorno lacustre, la Unesco proclamó las chinampas de
Xochimilco como patrimonio cultural de la Humanidad en 1987. La declaratoria ha
estado en dos ocasiones en peligro de perderse debido al deterioro ecológico ante
el avance de la urbanización.
Las evidencias más antiguas de la ocupación humana en el territorio del actual
Xochimilco datan del período preclásico superior. Sus habitantes estaban
relacionados con la cultura de Cuicuilco, como lo muestran los hallazgos
arqueológicos de Cuemanco. Al final del Preclásico una parte importante de la
población del valle de México se concentró en Teotihuacan, de modo que solo
permanecieron en la ribera xochimilca algunas pequeñas aldeas. Después del
colapso teotihuacano, la población de la metrópoli se dispersó por el valle y
algunos de esos grupos llegaron a Xochimilco. Como resultado de la mezcla entre
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los grupos teotihuacanos y los migrantes chichimecas del siglo X se estableció el


pueblo xochimilca en la ribera sur de los lagos del Anáhuac. 6
Procedente de Chicomoztoc, la tribu de los xochimilcas fue la primera de las 7
tribus nahuatlacas en llegar al valle del Anáhuac, se asentaron en Cuahuilama,
cerro sagrado ubicado en el pueblo de Santa Cruz Acalpixca.
Los xochimilcas establecieron su altépetl en el siglo X y extendieron su dominio
hacia zonas aledañas como Tlayacapan, Xumiltepec, Chinameca, Mixquic,
Tláhuac, Tepoztlán y Hueyapan, donde ejercieron poder político y económico
Por esa época, los xochimilcas construyeron el centro ceremonial de Cuauhilama,
cerca del actual pueblo de Santa Cruz Acalpixca. De acuerdo con
la crónica de Diego Durán, los xochimilcas ocupaban toda la serranía al sur de los
lagos, incluyendo entre sus posesiones los pueblos
de Míxquic, Temoac, Yautepec, Zacualpan, Tepoztlán, Tlayacapan y Hueyapan;
así como Chimalhuacán en la ribera oriental del lago de Texcoco. Los dominios
xochimilcas llegaban hasta Tochimilco, en el valle Poblano-Tlaxcalteca. Eduardo
Noguera decía que estos y otros pueblos fueron fundados por los xochimilcas
antes de establecerse definitivamente en la costa sur del sistema lacustre del
Anáhuac, en los pueblos de Tepepan, Xochitepec, Xochimanca, Tepalcatlalpan, y
finalmente Xochimilco y Acalpixcan. A los xochimilcas se atribuye la invención de
las chinampas, aunque se ha propuesto que se trata de una técnica desarrollada
con mucha anterioridad y cuya mejor expresión se alcanzó entre los siglos XI y
XIV gracias a los pueblos nahuatlacas recién llegados.
Los mexicas reconocían a varios de los pueblos ribereños de los lagos del valle de
México como parientes suyos, que compartían el mismo origen en la
mítica Chicomóztoc. La Tira de la Peregrinación señala que a la salida de Aztlán,
los mexicas eran acompañados por una tribu cuyo glifo era el mismo que identifica
a Xochimilco. Pero cuando los mexicas llegaron al valle de México, los xochimilcas
ya se hallaban bien instalados y consolidados en el sur. Como mercenarios de
Coxcox, señor de Culhuacán, los mexicas emprendieron una guerra contra los
pueblos chinamperos de Xochimilco y Tláhuac. En 1323 derrotaron a Acatonalli,
señor de Xochimilco, que de esta manera quedó incorporado a la órbita política de
Culhuacán.
En 1376, el señorío de Xochimilco fue conquistado nuevamente por los mexicas —
ya establecidos en la isla de Tenochtitlan, bajo dominio tepaneca—, aunque en
esta ocasión para incorporarlo al territorio de Azcapotzalco. A pesar de la alianza
establecida entre tecpanecas y mexicas, estos se aliaron con Texcoco para
emprender la guerra contra el gobierno del usurpador Maxtla de Azcapotzalco. Los
aliados vencieron en 1428. Dos años más tarde, Xochimilco fue el objetivo de una
tercera campaña mexica, que logró el sometimiento definitivo de ese señorío al
gobierno de Tenochtitlan. Como consecuencia de ello, los xochimilcas fueron
obligados a aportar mano de obra para la construcción de la capital mexica y de
numerosas obras urbanísticas, especialmente el acueducto de Chapultepec, la
calzada de Iztapalapa y el albarradón de Nezahualcóyotl.
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Durante la Conquista de México, Xochimilco tuvo un lugar destacado. Fue


conquistada por Hernán Cortés y sus ejércitos aliados el 16 de abril de 1521.
Según las leyendas, Cuauhtémoc viajó a Xochimilco para conseguir ayuda para la
defensa de Tenochtitlan. A su paso, se dice, plantó el sabino que aún existe en el
actual Barrio de San Juan. Las crónicas indígenas señalan que todos los pueblos
de la ribera se aliaron a los españoles con el propósito de derrotar y liberarse de
los tenochcas.34 De cualquier manera, Xochimilco fue arrasado por los españoles
durante la tercera fase de la conquista de Tenochtitlan, que los llevó a ocupar
también Churubusco, Coyoacán, Oaxtepec y Cuernavaca.
Una vez consumada la conquista de Tenochtitlan, el tlatoani Apochquiyauhtzin,
último gobernante xochimilca, se convirtió al cristianismo (no queda claro si
voluntariamente u obligado) y fue bautizado como Luis Cortés Cerón de Alvarado
el 6 de junio de 1522, adquiriendo los apellidos de los conquistadores Cortés y
Alvarado. A este tlatoani se le permitió seguir gobernando a Xochimilco como un
títere político de los conquistadores. De hecho, Hernán Cortés entregó Xochimilco,
sus tierras y población a Pedro de Alvarado inmediatamente después de la
conquista militar y permaneció como tal hasta su muerte, en 1541.
La evangelización de los habitantes de Xochimilco y sus pueblos corrió a cargo de
los misioneros franciscanos Martín de Valencia, Alfonso Paz, Juan de
Nozarmendia y Bernardino de Sahagún, entre otros. Entre 1534 y 1579 fue
construido un convento franciscano, que actualmente está asociado a la catedral
de Xochimilco.
Felipe II de España elevó a la categoría de ciudad al pueblo de Xochimilco
en 1559. De esta forma, Xochimilco fue llamada Noble ciudad de Xochimilco.
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Conclusión

Cada uno de los temas incluidos en este libro virtual son temas vistos en la clase
de Historia de la música en México, podemos concluir que cada una de las
culturas tiene sus propios rasgos y particularidades, y aunque hay cosas en
común, cada una de estas culturas busco la manera de ser original. Cabe destacar
que algunas culturas se vieron influenciadas por algunas otras, por eso es que
guardan cosas en común, lo importante es hacer el recorrido a lo largo de cada
cultura para comprender la historia que vivimos hoy en día.
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Bibliografía

https://ffyh.unc.edu.ar/ciffyh/la-musica-
en-la-america-precolombina/
https://concepto.de/cultura-
https://arqueologiamexicana.mx/mexico-
antiguo
https://es.wikipedia.org/
https://www.inah.gob.mx/

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