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Enarmémonos
Tomo 1
• MEDICINA INTERNA
2. EXPLORACIÓN CARDIOVASCULAR
Exploración física:
Inspección: en la exploración física cardiovascular la inspección aporta datos valiosos:
- Cianosis asociada a cardiopatías congénitas o hipoxemia.
- Edema asociado a insuficiencia cardíaca en zonas declives con fóvea.
- Dedos hipocráticos.
Palpación:
5. INSUFICIENCIA CARDIACA
6. BRADIARRITMIAS
Se define una bradiarritmia como las anomalías en la génesis o propagación del impulso eléctrico del
corazón.
Disfunción sinusal e hipersensibilidad del seno carotídeo: se considera disfunción sinusal a una alteración
en la función de marcapasos del nodo SA, y en la actualidad es una causa frecuente de implante de
marcapasos definitivo.
Etiología: se desconoce la etiología en la mayoría de los casos, asociada a cambios degenerativos propios
de los ancianos:
- Isquemia del nodo sinusal.
- Procesos infiltrativos del miocardio.
- Enfermedades sistémicas asociadas a bradicardia sinusal (hipofunción transitoria sinusal)
- Los fármacos “frenadores”.
Cuadro clínico: las formas leves de disfunción sinusal suelen cursar con bradicardia sinusal leve y son
asintomáticas. Cuando produce síntomas, lo más frecuente son lipotimia y síncopes asociados a fases de
bradicardia extrema, y en ocasiones, intolerancia al ejercicio.
Con cierta frecuencia, la disfunción sinusal se asocia a fases de taquiarritmia auricular (FA) que alterna con
períodos de bradicardia, denominándose síndrome de bradicardia-taquicardia.
Diagnóstico: es fundamental establecer una correlación entre los síntomas y la alteración del ritmo.
8. CARDIOPATÍA ISQUÉMICA
Las enfermedades cardiovasculares constituyen la primera causa de muerte en todo el mundo. La
cardiopatía isquémica supone hasta un tercio de las muertes prematuras (las que se producen en menores
de 65 años).
Recuerdo anatómico: el miocardio recibe sangre arterial a través de las dos arterias coronarias (ramas de
la aorta ascendente).
Coronaria izquierda: nace del seno aórtico izquierdo y se bifurca en dos ramas.
- Descendente anterior: recorre el corazón en el surco interventricular anterior, rodea la punta del corazón.
Emite las ramas septales (penetran en el tabique) y las ramas diagonales (pared ventricular
anterolateral).
- Circunfleja: recorre el surco auriculoventricular izquierdo. Emite las ramas auriculares (izquierda) y
marginales obtusas (pared libre del VI lateral y posterior).
Coronaria derecha: discurre entre la arteria pulmonar y la aurícula derecha, pasa al surco auriculoventricular
derecho. Irriga la cara inferior del ventrículo izquierdo, el ventrículo derecho y la porción posterior del tabique
interventricular.
- Marginales agudas: por cara del ventrículo derecho.
- Descendente posterior: discurre a lo largo del surco interventricular posterior. Esta arteria da lugar al
concepto de dominancia. En un 75% es rama de la coronaria derecha (dominancia derecha). Da origen
a la arteria del nodo sinusal, del nodo AV.
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El drenaje venoso del miocardio se lleva a cabo a través de las venas coronarias: seno coronario y orificios
independientes.
Definición: el concepto de cardiopatía isquémica incluye las alteraciones que tienen lugar en el miocardio
debido a un desequilibrio entre el aporte de oxígeno y la demanda del mismo.
- Síndromes coronarios crónicos: angina estable, angina microvascular e isquemia silente.
- Síndromes coronarios agudos: IAMCEST, IAMSEST, angina inestable y angina variante.
- Insuficiencia cardíaca, arritmias ventriculares y muerte súbita.
Etiología: la causa más frecuente es la aterosclerosis de las arterias epicárdicas. Otras causas son:
- Alteraciones de la microcirculación coronaria (microvascular o síndrome X).
- Vasoespasmo coronario (angina variante): generalmente ocurre en zonas cercanas a pequeñas placas
de ateroma.
- Embolias coronarias: desde aneurismas de aorta ascendente que se disecan proximalmente.
- Hipertrofia miocárdica: hay aumento de las demandas -> cardiopatía hipertensiva, estenosis aórtica,
hipertrófica.
- Disminución del aporte de oxígeno: anemia o elevaciones importantes de la carboxihemoglobina.
Ateroesclerosis: la aterosclerosis es una enfermedad inflamatoria crónica que se inicia con la disfunción del
endotelio, fenómeno que facilita el paso de colesterol LDL al espacio subendotelial, que se oxida y esterifica
y trata de ser fagocitado por macrófagos reclutados desde el torrente sanguíneo, pero al no poder digerirlo
completamente se transforman en células espumosas que acaban iniciando su apoptosis. La liberación de
citocinas atrae otras células inflamatorias que multiplican la liberación de citocinas que aumenta más la
permeabilidad y la disfunción endotelial.
- Las células musculares migran al subendotelio, sintetizan colágeno y tratan de estabilizar la placa ->
placa estable.
- Cuando el núcleo se cristaliza, se llena de células inflamatorias, músculo liso y colágeno -> placa
vulnerable.
La aparición de fisuras o fracturas de las placas vulnerables exponen el material subendotelial y esa señal
activa las plaquetas, que se adhieren y se agregan y ponen en marcha la cascada de coagulación,
produciendo la trombosis de la placa de ateroma que origina los SICA, de modo que la oclusión completa -
> SICACEST y la oclusión incompleta -> SICASEST.
Las fases en la formación de las placas de ateroma son:
1. Proliferación de la célula muscular lisa.
2. Placa pequeña, pero con gran contenido de grasa. Muy vulnerable.
3. Rotura de la placa, formación de trombo no oclusivo.
4. Rotura de la placa con trombo oclusivo.
5. Placa que ha crecido lentamente a lo largo del tiempo, que está muy avanzada y que finalmente se
ocluye.
Factores de riesgo para la aterosclerosis: ninguna intervención en el ámbito de la farmacoterapia compite
en eficiencia con la modificación de los hábitos higiénico-dietéticos y las políticas de promoción de la salud.
Las principales medidas generales son: cesar hábito tabáquico, nivel adecuado de actividad física, dieta
saludable, evitar el sobrepeso, controlar la TA (<140/90) y colesterol total < 200 mg/dl. El principal factor
de riesgo para las enfermedades cardiovasculares es la edad.
Son factores de riesgo indiscutibles: tabaquismo, dislipidemias, hipertensión y diabetes mellitus ->
coronarios mayores.
a) Dislipidemia: se observa un incremento de colesterol y triglicéridos con la edad. El colesterol sérico es
el principal predictor de cardiopatía isquémica en los varones de edad media.
Para el descenso de los niveles de colesterol se disponen de fármacos dentro de los que destacan las
estatinas. Los hábitos higiénico-dietéticos también influyen en su disminución.
b) Tabaquismo: es un potente factor de riesgo de aterosclerosis, constituyendo el más importante de los
factores de riesgo modificables. Existe un riesgo de cardiopatía isquémica de 3 o 4 veces más en un
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varón que fuma un paquete de cigarrillos al día con respecto al que no fuma. Lo recomendado es CESAR
el hábito tabáquico.
c) Hipertensión arterial: es un importante factor de riesgo, sobre todo para la cardiopatía isquémica y las
enfermedades cerebrovasculares. La reducción farmacológica de la TA se asocia ha disminución de la
incidencia de complicaciones.
d) Diabetes mellitus: el riesgo de cardiopatía isquémica está aumentado en todos los diabéticos, siendo
más propensas aún las mujeres. El tratamiento con control de la TA es más estricto (metas: <130/80
mmHg).
Son otros factores de riesgo:
e) Obesidad: estrecha relación entre la obesidad abdominal y la cardiopatía isquémica.
f) Síndrome metabólico: conjunto de factores de riesgo cardiovascular que aparecen en un individuo con
mayor frecuencia de lo que se espera por el azar. Los componentes son: hipertensión, obesidad
abdominal, hipertrigliceridemia, disminución de los niveles de colesterol HDL y glucemia basal alterada.
g) Inactividad física, estrés psíquico, factores genéticos, hipertrigliceridemia importante, antecedentes de
enfermedad coronaria, estados de hipercoagulabilidad, consumo de alcohol (efecto J; bueno en bajos
niveles y malo en altos), anomalías en el metabolismo de calcio y la contaminación ambiental).
Prevención: la meta ideal es la prevención de la aterosclerosis más que su tratamiento, siendo su
prevención equivalente a la reducción de los factores de riesgos.
- Lípidos: los objetivos para la reducción de la dislipidemia se basan en la disminución de las cifras de
colesterol total, pero sobre todo del colesterol LDL. La reducción de la hipercolesterolemia va seguida
de una disminución de la progresión de la aterosclerosis. El tratamiento inicial es la dieta baja en grasas,
pobre en colesterol y pobre en grasas trans. El ejercicio físico evita la elevación de la colesterolemia y
mantiene altos niveles de HDL.
- Hipertensión: el tratamiento no farmacológico de la HAS, también útil para relajar su aparición, incluye
disminuir la ingesta de sodio, limitar ingesta calórica, reducir peso, rebajar el consumo de alcohol y
realización de ejercicio aeróbico.
Efectos de la isquemia miocárdica:
Efectos metabólicos: al disminuir el aporte de oxígeno al miocardio se reduce su metabolismo,
disminuyendo así el pH, la producción de energía (ATP) y la actividad de la bomba sodio-potasio ATPasa,
aumentando la concentración de sodio dentro de las células y disminuyendo la de potasio. El exceso de
sodio intracelular se intercambia por calcio, cuya concentración aumenta. Se altera la relajación y la
contracción con la aparición de anomalías en ECG y dolor anginoso.
Efectos clínicos:
- Alteración de la función miocárdica: los cambios en el estado del equilibrio iónico en reposo deterioran
la función contráctil; primero se comprometa la capacidad para relajarse (es más sensible a la
isquemia). En algunos pacientes el miocardio no se necrosa, pero deja de contraerse para consumir
menor oxígeno -> miocardio hibernado. En otros pacientes el miocardio no se contrae, no está necrótico
y se produce cuando una arteria se incluye de forma aguda y tras estar un tiempo prolongado ocluida
se recanaliza -> miocardio aturdido.
- Puede existir insuficiencia mitral (isquemia y disfunción papilar), síntomas anginosos o equivalentes
anginosos (disnea).
Efectos eléctricos: durante los episodios de isquemia se producen alteraciones electrocardiográficas
(segmento ST y onda T).
Rotura del tabique interventricular: se localiza en el septo anterior o, con menos frecuencia, en el posterior.
Cursa con un deterioro brusco, con edema pulmonar y/o shock junto a la aparición de un soplo pansistólico,
a menudo acompañado de un frémito paraesternal. Se confirma por ecografía y el tratamiento es la
reparación quirúrgica del defecto.
Insuficiencia mitral postinfarto: lo más habitual es que aparezca en la primera semana de evolución. La
causa más frecuente es la disfunción del músculo papilar por isquemia del mismo, típicamente asociada a
infarto interior. Asimismo, puede aparecer insuficiencia mitral masiva con edema agudo de pulmón y shock
súbito por rotura del músculo papilar, siendo el doble de frecuente en el inferior.
En casos de rotura papilar e insuficiencia masiva el soplo no suele ser muy llamativo por la gran elevación
de presión en aurícula izquierda. La ecocardiografía permite establecer el diagnóstico y diferenciarlo de la
CIV. Para casos importantes, es prioritaria la disminución de la poscarga (vasodilatadores potentes) y el
BIAC junto al tratamiento del EAP. La disfunción isquémica papilar suele responder a la terapia de
reperfusión y el tratamiento médico.
Aneurisma ventricular: el aneurisma de ventrículo izquierdo es una zona cicatrizal del VI con discinesia, que
aparece hasta en un 15% aunque con las terapias de reperfusión urgente su incidencia ha disminuido.
Aparece como consecuencia de la presión intraventricular sistólica que causa la expansión del tejido
necrótico no contráctil.
Se puede detectar un doble impulso apical ventricular en la palpación, y en el electrocardiograma la
elevación persistente del segmento ST en la zona del aneurisma es característica. La ecocardiografía
confirma el diagnóstico y permite su diferenciación del pseudoaneurisma (en ocasiones es preciso realizar
resonancia).
El aneurisma en si no suele producir síntomas, pero la alteración en la geometría ventricular fomenta la
aparición de insuficiencia cardíaca y, además, pueden aparecer embolias por formación de trombos en su
interior o arritmias ventriculares.
El tratamiento quirúrgico puede estar indicado en pacientes que presentan insuficiencia cardíaca o
arritmias ventriculares incoercibles a pesar de tratamiento médico. La cirugía se intenta hasta 3 meses
después del infarto.
Pseudoaneurisma: rotura de la pared ventricular que es contenida por un trombo que se organiza. El
tratamiento siempre es quirúrgico, pues puede desprenderse el trombo y aparecer taponamiento cardíaco
y disociación electromecánica.
Infarto del ventrículo derecho: aparece hasta en 30% de los IAM inferiores. Es importante su sospecha, pues
puede cursar con shock, precisando un tratamiento diferente del secundario a disfunción grave del
ventrículo izquierdo.
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La tríada clínica característica es la hipotensión, ingurgitación yugular y auscultación pulmonar normal. En
el ECG, la elevación del ST en V1-V3 puede orientar, aunque las derivaciones precordiales V3R y V4R son
más útiles. La ecocardiografía muestra hipocinesia del ventrículo derecho y confirma el diagnóstico.
Como en todos los SCACEST, la reperfusión precoz está indicada y puede mejorar rápidamente la situación
del paciente. En caso de hipotensión arterial o shock es preciso optimizar la precarga del VD administrando
líquidos vía IV, evitar diuréticos y fármacos vasodilatadores (nitratos, EICA u opiáceos). Los inotrópicos
pueden ser útiles en casos graves.
Isquemia postinfarto: la angina postinfarto (primeros días tras el mismo) puede aparecer hasta en 25% de
los casos no tratados con reperfusión urgente, indica la presencia de tejido viable residual comprometido
por la isquemia, por lo que asocia mal pronóstico y es indicación de coronariografía para proceder a la
revascularización indicada según sus hallazgos.
Trombosis y embolias: ocurren en 5% de los infartos, sobre todo en los anteriores extensos con insuficiencia
cardíaca. En los de cara anterior en ocasiones se pueden detectar trombos murales adheridos a la zona
acinética de la pared que no suelen generar problemas clínicos, pero si el trombo es extenso y móvil
incrementa el riesgo de embolia y precisa de anticoagulación completa durante 6 meses o hasta confirmar
su resolución.
La TVP por encamamiento prolongado en caso de ICC grave puede prevenirse con medias compresivas en
MI y/o HBPM.
Complicaciones pericárdicas:
Pericarditis: la pericarditis metainfarto acompañando un IAM transmural en los primeros 3 días aparece en
el 5% de los casos. Su presencia no es un marcador de mayor riesgo. Las características de dolor pericárdico
no excluyen la realización de diagnóstico diferencial con reinfarto o isquemia residual. El roce pericárdico
apoya el diagnóstico y la ecocardiografía puede confirmar la presencia de derrame.
En caso de producir molestias importantes se trata de forma empírica con dosis altas de AAS (1,000 mg/día)
o con AINE (ibuprofeno). La anticoagulación podría facilitar el sangrado y taponamiento por lo que está
contraindicada salvo una indicación absoluta.
Síndrome de Dressler: fiebre + neumonitis + poliserositis por reacción autoinmunitaria.
24. MIOCARDITIS
La miocarditis son procesos inflamatorios del miocardio que pueden estar producidos por:
- Agentes infecciosos: la mitad de los casos por virus Coxsackie B, pero también otros virus (adenovirus,
echovirus, arbovirus, influenza, etc.).
- Reacciones de hipersensibilidad: fiebre reumática.
- Otros agentes: físicos (radiaciones) y químicos (fármacos y tóxicos).
Cuando no se detecta un agente etiológico responsable, se denomina miocarditis primaria, que se asume
que responde a un cuadro viral o autoinmunidad posvírica. Puede ser fulminante, aguda, subaguda o
persistente.
Miocarditis vírica: el antecedente a veces se detecta días previos, como una infección vírica inespecífica de
vías respiratorias altas o del aparato digestivo. Suele asociarse a pericarditis vírica y predomina la clínica
de la pericarditis.
En algunos casos produce signos y síntomas de insuficiencia cardíaca por disfunción ventricular secundaria
a la infiltración inflamatoria del miocardio y al daño microvascular, así como arritmias que pueden provocar
incluso muerte súbita. Puede igualmente evolucionar a miocardiopatía dilatada. La exploración física puede
ser normal o mostrar datos inespecíficos como 3R, ruidos disminuidos o soplo de insuficiencia mitral.
Pruebas complementarias:
- ECG: alteraciones inespecíficas de la repolarización o los signos de pericarditis acompañante.
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- Radiografía de tórax: suele ser normal en fases iniciales o mostrar aumento de silueta y congestión
pulmonar en formas graves.
- Ecocardiografía: puede mostrar engrosamiento difuso de la pared ventricular.
- RMN: más sensible y específica que la ecocardiografía para detección de fenómenos inflamatorios y
edema intersticial.
- Laboratorio: puede haber aumento de marcadores de necrosis como troponinas o CPK-MB.
- Biopsia endomiocárdica: patrón de referencia para el diagnóstico, aunque no suele ser necesaria.
Pronóstico: la miocarditis suele ser una enfermedad autolimitada, pero en raros casos en los que es
fulminante progresa hacia la muerte en menos de 2 semanas.
Tratamiento: se recomienda reposo relativo y se emplea tratamiento para insuficiencia cardíaca. En casos
subagudos o persistentes que no mejoran con el tratamiento habitual se pueden emplear
inmunosupresores -> esteroides, azatioprina o ciclosporina. En casos fulminantes no se recomiendan
inmunosupresores, solamente el tratamiento de insuficiencia cardíaca, incluyendo el balón de
contrapulsación y/o asistencias ventriculares.
Miocarditis bacterianas y parasitarias:
- Miocarditis bacteriana: es poco frecuente. Surge como complicación de una endocarditis, formando
abscesos cerca de anillos valvulares sobre todo por S. aureus y enterococos.
- Miocarditis diftérica: es la causa más frecuente de muerte en la difteria. Puede producir cardiomegalia
con disminución de contractilidad, arritmias y bloqueo AV. El tratamiento consiste en antitoxina y
antibióticos.
- Miocarditis por toxoplasma: aparece en pacientes inmunodeprimidos. En ella existe dilatación cardíaca
con insuficiencia cardíaca, derrame pericárdico con pericarditis y alteraciones del ritmo y la conducción.
- Miocarditis de Lyme: en esta enfermedad se producen alteraciones cardíacas hasta en 10%
principalmente como bloqueo AV que puede requerir de marcapasos.
- Enfermedad de Whipple: puede afectar a las estructuras cardíacas, detectándose el agente causal en
miocardio o arterias coronarias. Suele ser leve, aunque puede manifestarse como insuficiencia cardíaca.
- Enfermedad de Chagas: el protozoo T. cruzi se aloja en tubo digestivo de una chinche. Puede presentar
afectación cardíaca aguda en 10% como cuadro de miocarditis aguda fulminante con migración del
parásito al miocardio y respuesta intensa inflamatoria. La forma crónica tiene latencia de 20 años, se
manifiesta con trastornos del ritmo como bloqueos y arritmias. A nivel del miocardio produce
hipoquinesia de la pared del ventrículo izquierdo. Se trata similar a la ICC. La anticoagulación se usa
para disminuir la embolia.
Miocarditis de células gigantes: es una enfermedad inflamatoria del miocardio que puede cursar con IC
rápidamente mortal y arritmias, y en la que aparecen en la biopsia células gigantes multinucleadas. Es de
etiología desconocida y se puede asociar a patologías autoinmunitarias. El pronóstico es muy malo a pesar
del tratamiento inmunosupresor.
Miocarditis por radiación: ocasionalmente la radioterapia puede producir una pericarditis aguda o cuadros
leves de disfunción sistólica transitoria.
3. PATOLOGÍA VIRAL
Herpes virus:
Infección por virus del herpes simple: existen dos tipos de VHS: el tipo 1 (mayoría de formas extragenitales)
y el tipo 2 (causante de herpes genital). El contagio se produce por contacto directo, existiendo estado de
portador. Tras la primoinfección, el virus queda acantonado en la porción sensitiva de los ganglios craneales
o espinales.
Las formas clínicas son:
a. Herpes simple extragenital: el más frecuente es el orofacial recidivante. La mayoría de las
primoinfecciones son asintomáticas y solo un 5% se manifiestan como gingivoestomatitis herpética ->
úlceras orales, adenopatías cervicales y afectación del estado general. En las recidivas la clínica es más
leve con vesículas agrupadas sobre base eritematosa.
b. Herpes genital: causa más frecuente de úlceras genitales. La primoinfección suele ser sintomática, entre
los 3-14 días del contacto sexual. Produce úlceras agrupadas en el surco balano-prepucial o en el
prepucio con adenopatías inguinales dolorosas.
c. Eccema herpético: diseminación de la infección herpética sobre una dermatosis de base (sobre todo
dermatitis atópica).
d. Herpes neonatal: se debe al contagio del VHS-II, con afectación neurológica, deterioro general y
vesículas/úlceras.
e. Otras formas: herpes gladiatorum, panadizo herpético y queratoconjuntivitis.
El diagnóstico es fundamentalmente clínico. El método de confirmación más fiable es el cultivo virológico.
La extensión de un frotis de las lesiones permite ver células multinucleadas e inclusiones intranucleares ->
test de Tzanck.
En el tratamiento las formas leves no precisan, solo si: primoinfección, recidivas graves o frecuentes y
complicaciones. El tratamiento de elección es el aciclovir y sus derivados por vía oral.
Virus de la varicela zóster: la primoinfección da lugar a la varicela. Tras la varicela el virus queda acantonado
en la porción sensitiva de los ganglios neurales y cuando recidiva, da lugar al herpes zóster. El más usual
es el torácico. Se caracteriza por vesículas sobre base eritematosa con distribución metamérica unilateral.
La complicación más común es la neuralgia postherpética que puede requerir tratamiento con CMZ o
antidepresivos.
Formas clínicas especiales:
- Síndrome de Ramsay-Hunt: afectación del ganglio geniculado del facial. Produce vesículas en el pabellón
auricular, conducto auditivo externo, faringe, parálisis facial, sordera y vértigo.
- Afectación del oftálmico: puede producir queratitis grave y requiere derivación urgente a un oftalmólogo.
Se debe sospechar en pacientes que presentan lesiones herpéticas en la punta de la nariz (signo de
Hutchinson).
- Herpes zoster diseminado: se afectan varios dermatomas de forma bilateral. Es propio de
inmunodeprimidos.
El tratamiento del herpes zóster debe realizarse con antivíricos aún cuando es detectado en las primeras
48-72 horas y sean pacientes: inmunodeprimidos, edad superior a 55 años y con formas clínicas especiales.
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Los fármacos de elección orales son el aciclovir y sus derivados; aceleran la curación de las lesiones y
disminuyen la intensidad de la neuralgia postherpética.
Enterovirus: producen cuadros exantemáticos inespecíficos con gran frecuencia, especialmente el virus
Echo y Coxsackie. En ocasiones pueden asociar pericarditis (el virus coxsackie B es la causa más frecuente
de pericarditis vírica).
- Enfermedad mano-pie-boca: aparecen vesículas en esas 3 localizaciones. Causada por Coxsackie A16.
- Herpangina: producida por Coxsackie A. Aparece fiebre alta y úlceras en la faringe, amígdalas y paladar
blando (no afecta encías ni labios).
Poxvirus: el molusco contagioso son pápulas rosadas cupuliformes umbilicadas. Es típico de niños que
frecuentan piscinas. Se suele practicar el curetaje o la crioterapia de las lesiones.
Papovirus: el virus del papiloma humano puede producir verrugas vulgares, verrugas palmo-plantares,
verrugas planas y los condilomas acuminados/verrugas genitales.
Muchas de estas lesiones desaparecen espontáneamente. Su tratamiento se basa en la destrucción física
de las células parasitadas por el virus (queratolíticos, crioterapia, electrocoagulación). Existe la posibilidad
de emplear inmunomoduladores.
4. MICOSIS
Pitiriasis versicolor: causada por una levadura comensal que se transforma en su forma patógena:
Malassezia furfur. Afecta sobre todo a pacientes jóvenes (15-25 años). Se relaciona con el calor, la humedad
y la hipersecreción sebácea.
Se caracteriza por la aparición de máculas hipercrómicas o hipocrómicas que descaman al rascado (signo
de la uñada), si la infección está activa. Suelen aparecer en región centrotorácica y en la espalda, es decir,
en las zonas seborreicas.
El diagnóstico es clínico y sirven de apoyo: Luz de Wood (fluorescencia amarillo-anaranjada) y el examen
con KOH (se observan filamentos y elementos redondos; imagen en spaghetti y albóndigas).
El tratamiento se lleva a cabo con azólicos tópicos y, en casos extremos o en inmunodeprimidos, se emplea
la vía oral.
Dermatofitosis o tiñas: las dermatofitosis afectan la piel y las estructuras queratinizadas como piel y uñas.
Se diagnostican de manera clínica y mediante cultivo, siendo la luz de Wood negativa. El dermatofito más
frecuente es Trichophyton rubrum.
Tiñas no inflamatorias: no producen alopecia cicatrizal irreversible. Las tiñas se tratan con derivados
azólicos o terbinafina.
a. Tiña del cuero cabelludo (capitis): propia de la infancia, cursa como placas alopécicas con pelos rotos y
descamación. Al llegar a la pubertad, suelen curar de manera espontánea y sin dejar cicatriz.
b. Tiña del cuerpo (herpes circinado): placas eritematodescamativas circinadas (con los bordes más
activos) normalmente purirginosas. Crecen de forma excéntrica, con menor actividad en el centro y
mayor en los bordes.
c. Tiña de los pies: pie de atleta. Cursa con descamación de los espacios interdigitales.
d. Tiña incógnito: tiña que se trata erróneamente con esteroides y dificulta su diagnóstico.
e. Tiña inguinal: placas eritematodescamativas de bordes mas activos.
f. Tiña ungueal: hiperqueratosis subungueal con onicólisis, sin perionixis.
5. PATOLOGÍA BACTERIANA
Piodermitis: las infecciones producidas en los anejos cutáneos suelen estar causadas por estafilococos
aureus. En cambio, las que afectan solo a la dermis se deben con frecuencia a estreptococos.
Impétigo: infección superficial muy contagiosa, sin repercusión sistémica y de etiología mixta por cocos
grampositivos. Clásicamente se aceptaba pyogenes como la más común, actualmente predomina
estafilococo aureus.
La forma más típica es el impétigo contagioso que se caracteriza por costras melicéricas que aparecen
normalmente en la cara y en otras zonas expuestas. Es típico de niños. Puede tener como complicación
grave la glomerulonefritis.
Existe otra forma menos habitual llamada impétigo ampolloso de origen exclusivamente estafilocócico.
Cursa con aparición de ampollas y de erosiones en la piel afectada, consecuencia de toxinas
epidermolíticas.
Los impétigos se tratan con mupirocina tópica, penicilina o ácido fusídico por vía oral.
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Erisipela: la causa más frecuente es el estreptococo del grupo A. Consiste en una infección de la dermis
superficial. Se manifiesta como una placa eritematosa, bien definida, brillante y dolorosa a la presión,
habitualmente en la cara o piernas. Produce malestar general, fiebre y leucocitosis.
Celulitis: infección de la dermis profunda y el tejido subcutáneo, causada normalmente por estreptococos.
Cursa con placas eritematosas mal definidas, dolorosas y calientes. Tanto la erisipela como la celulitis se
tratan con antibióticos sistémicos frente a los grampositivos (como penicilina).
Erisipeloide: placa eritematosa en el dorso de la mano, que suele detenerse al llegar a la muñeca. Es propia
de ganaderos. El agente etiológico es un grampositivo y se trata con penicilina.
Eritrasma: infección por grampositivo corynebacterium minutissimum. Consiste en placas eritematosas en
grandes pliegues, en especial en las ingles. Es más frecuente en obesos y diabéticos. Con luz de Wood se
ve rojo coral. Se trata con eritromicina.
Infecciones de los anexos:
Foliculitis: infección e inflamación de uno o varios folículos pilosos causada por estafilococos. Se caracteriza
por pústulas con distribución folicular. La mala higiene y las depliaciones son factores predisponentes. Las
formas leves se tratan por vía tópica (antisépticos, mupirocina, ácido fusídico) y las formas graves
sistémicamente (cloxacilina).
Forúnculos: comprende toda la unidad folículo-glandular. Cuando se localiza en la cara existe peligro de que
afecta a las meninges. No se deben manipular estas lesiones.
Ántrax: el ántrax afecta varios forúnculos vecinos. Se aprecia placa eritematosa fluctuante que agrupa varios
puntos de supuración con afectación al estado general. Requiere tratamiento sistémico.
Hidrosadenitis supurativa: es una inflamación aguda o crónica de las glándulas sudoríparas apócrinas. El
lugar típico de aparición son las ingles y las axiales. Se debe a la oclusión de la glándula con infección por
estafilococo aureus. Se muestra después de la pubertad. EN formas crónicas son típicos los comedones y
las cicatrices. La forma aguda se manifiesta por nódulos dolorosos inflamatorios, eritematosos, que pueden
abscesificarse y drenar pus al exterior.
Las recidivas son muy frecuentes, con brotes sucesivos que produce cicatrices, tractos fibrosos y trayectos
fistulosos. El tratamiento consiste en antibióticos orales durante largos periodos, antiinflamatorios orales,
corticoides intralesionales y drenaje de los abscesos.
Síndrome de la piel escaldada estafilocócica: enfermedad de Von Ritterhsain. Causada por S. aureus fago
71 que produce toxina epidermolítica. Típico de la infancia que coincide con infección estafilocócica y
aparece eritrodermia que evoluciona a despegamiento generalizado de la epidermis con signo de Nikolsky.
El aspecto es similar al de una escaldadura. Histológicamente, el despegamiento es a nivel de la granulosa.
Se trata con cloxacilina.
Síndrome del shock tóxico estafilocócico: se debe al estafilococo aureus productor de exotoxina C y
enterotoxina F. Se caracteriza por fiebre e hipotensión, afectación funcional de al menos 3
órganos/sistemas, exantema escarlatiniforme y descamación palmo-plantar a las dos semanas de inicio. El
tratamiento consiste en atención del shock y antibióticos.
Infecciones por Pseudomonas: a nivel cutáneo, pseudomonas puede producir diversos cuadros, como la
sobreinfección de quemaduras, el síndrome de uñas verdes, las infecciones umbilicales del recién nacido y
la foliculitis de las piscinas.
Tuberculosis cutánea: la forma más frecuente de tuberculosis cutánea es el lupus vulgar: placa amarillenta
con color de jalea de manzana a la digitopresión, crónica y progresiva, normalmente situada en la cara
(preauricular).
Lepra: la lepra o enfermedad de Hansen es una enfermedad crónica causada por Mycobacterium leprae.
Histológicamente, es característico encontrarlo en el interior de los macrófagos, agrupados en formaciones
llamadas globi. Afecta sobre todo a la piel y al SNP. Para su transmisión se precisa contacto íntimo y
duradero.
Dependiendo de la inmunidad celular, se distinguen dos formas clínicas principales:
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a. Lepra tuberculoide: se traduce en una buena respuesta inmune al bacilo. Aparecen placas hipocrómicas
con bordes muy bien definidos, elevados y de morfología arrosariada. Es característica la pérdida precoz
de la sensibilidad de dichas zonas. En la microscopía se aprecian granulomas dérmicos perineurales.
b. Lepra lepromatosa: se presenta en pacientes con mala respuesta inmune celular y por ello abundantes
bacilos. Es típica el leproma (placa infiltrada mal definida que aparece en la cara y zonas distales de las
extremidades). La alteración de la sensibilidad es más tardía. La madarosis (pérdida de pelo en las
cejas) y las facies leoninas (lepromas faciales) son lesiones típicas.
c. Lepra borderline o dimorfa: formas clínicas inestables que combinan características de las otras dos.
El diagnóstico de lepra se hace mediante baciloscopía de una muestra de tejido ya que el bacilo de Hansen
no se puede cultivar. La intradermorreación con lepromina mide la respuesta inmune celular contra bacilos
muertos. No es diagnóstica, solo etiqueta la forma clínica, siendo positiva en la tuberculoide y negativa en
la lepromatosa. La lectura es a los 21 días (reacción de Mitsuda).
El tratamiento es prolongado:
- Lepra paucibacilar: consiste en sulfona + rifampicina durante sesis meses.
- Lepra multibacilar: sulfona + rifampicina + clofazimina durante dos años.
6. PARASITOSIS
Leishmaniasis cutánea (botón de oriente): es una enfermedad crónica de piel, mucosas o vísceras,
producida por el género Leishmania, en México predominan L. mexicana y L. braziliensis. Los cuadros
clínicos más frecuentes son la cutánea pura y la cutáneo – condral (úlcera de los chicleros) transmitida por
el mosquito Lutzomya o papalotilla. Provoca una pápula y semanas después un nódulo que se ulcera. El
lugar típico de aparición son las zonas expuestas al mosquito.
El tratamiento consiste en antiamoniales pentavalentes intralesionales.
Escabiosis: la escabiosis está ocasionada por el ácaro Sarcoptes scabiei, tiene un período de incubación de
1 mes.
Clínica: produce prurito generalizado, más intenso por las noches, suele contagiarse al paciente y sus
familiares.
Las lesiones se encuentran dentro de las líneas de Hebra (líneas imaginarias que pasan por los hombors y
las rodillas) principalmente en: dedos de las manos, muñecas, genitales, axilas, mamas, la lesión elemental
es el túnel.
a. Sarna noruega: típica de inmunodeprimidos con hiperqueratosis generalizada y costras. Produce muy
poco prurito pero es muy contagiosa, porque existen muchos ácaros.
b. Sarna nodular: persistencia de nódulos pruriginosos, pese al tratamiento. Las lesiones suelen aparecer
en las axilas y en los genitales y el prurito se debe a un fenómeno de hipersensibilidad frente al ácaro
ya muerto. Se trata con esteroides.
Tratamiento:
- Permetrina en crema al 5%: es el tratamiento tópico de elección en embarazadas y menores de dos
años.
- Ivermectina oral: muy eficaz con altos índices de curación, se calcula a 200 mcg/kg peso. Se puede dar
en monodosis o dos dosis separadas por 7 días. No en embarazadas ni menores de 2 años.
- Lindano tópico: en desuso por neurotóxico.
7. ENFERMEDADES ERITEMATODESCAMATIVAS
Dermatitis seborreica: enfermedad inflamatoria de evolución crónica caracterizada por placas
eritematodescamativas situadas en áreas sebáceas como piel cabelluda, región centro facial, axilas, ingles
y línea media del tronco.
Etiología: la etiología es desconocida, aunque se han implicado una respuesta inmune anormal al hongo
patógeno Malassezia. Es más frecuente e intensa cuando se asocia a procesos neurológicos, alcoholismo
e inmunodeficiencias.
Clínica: suele manifestarse como placas eritematodescamativas, untuosas (en la piel cabelluda del neonato
se conoce como costra láctea), en la zona central de la cara, región esternal, axilas y/o las ingles.
En el neonato puede generalizarse causando eritrodermia de Leiner y en el adulto puede asociar blefaritis.
El diferencial incluye dermatitis atópica en el niño, y en el adulto lupus subagudo, pitiriasis rosada y psoriasis
invertida.
Tratamiento: se realiza con seborreguladores, antifúngicos (imidazol o piroctonolamina) y/o con esteroides
de baja potencia. En la piel cabelluda se puede asociar a un queratolítico (ácido salicílico).
El ketoconazol champú al 2% es el imidazol más empleado en la actualidad.
Psoriasis: es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que cursa con brotes. Su máxima incidencia es
entre los 20-30 años y 1/3 de los pacientes tienen antecedentes familiares.
Etiología: aunque su etiología es desconocida se cree que es multifactorial con un componente genético y
participación de diversos factores ambientales -> síndrome metabólico, infecciones, fármacos,
traumatismos, factores psicológicos y el clima.
Patogenia: la alteración inicial es una secreción alterada de citocinas por parte de los linfocitos Th1
colaboradores. Estas citocinas estimulan la proliferación de queratinocitos con acortamiento del ciclo
celular. En consecuencia, aumenta el groso epidérmico. En la psoriasis el tránsito epidérmico se acorta de
28 días normales hasta 4.
Clínica: la lesión elemental es una placa eritematosa, con descamación gruesa y nacarada y bien delimitada.
Cuando la lesión muestra mejoría clínica, alrededor suele observarse un anillo de piel más pálida (hjalo de
Woronoff).
El raspado metódico de Brocq: consiste en raspar con un objeto romo la superficie de la lesión. Por orden
hay: desprendimiento de escamas finas (signo de la bujía), se despega una membrana fina (membrana de
Duncan-Buckley) y aparece un punteado hemorrágico en la superficie (signo de Auspitz) por la rotura de los
capilares. Este fenómeno es patognomónico.
Formas clínicas:
a. Psoriasis vulgar (en placas): es la forma más frecuente. Las placas se localizan en áreas extensoras,
codos, rodillas, glúteos y en piel cabelluda de manera limitada o extensa.
b. Eritrodermia posriásica: forma que afecta más del 90% de SC con mayor eritema y menos componente
descamativo. Requiere ingreso hospitalario y seguimiento debido a la gran tendencia a infecciones que
pueden causar sepsis.
8. ECCEMAS
Definición y clasificación de los eccemas: el eccema es un patrón clínico-patológico de inflamación cutánea
que puede ser causado por múltiples etiologías.
Clínica: la primera manifestación del eccema es casi siempre el prurito. En función del tiempo de evolución,
se distinguen:
- Eccema agudo: eritema, edema, prurito y exudación.
- Eccema subagudo: lesiones descamativas y descamación.
- Eccema crónico: liquenificación, grietas, fisuras. Respuesta a la cronicidad de rascado.
En la fase aguda predominan las lesiones líquidas, tanto clínica como histológicamente y suelen
beneficiarse de tratamientos con base líquida como lociones, soluciones y fomentos.
En fases crónicas, prevalecen las lesiones secas con hiperqueratosis y liquenificación. Se benefician del
tratamiento con preparados grasos como cremas, pomadas y ungüentos.
Los eccemas se clasifican en:
- Eccema de contacto: alérgicos o irritativos.
- Eccema atópico.
- Otros.
Eccema de contacto: en el de contacto alérgico su aparición está mediada inmunológicamente
(hipersensibilidad tipo IV) frente a agentes extraños, adquiridos por penetración percutánea.
En su clínica pueden existir formas agudas y crónicas, dependiendo de la localización y el lugar de contacto.
Un sitio frecuente es el dorso de las manos.
Las lesiones del eccema alérgico pueden aparecer en localizaciones distintas a la zona de contacto
(diferencia con el irritativo).
Los alérgenos más frecuentes son: niquel, cromo y otros como: tintes de pelo, tatuajes de henna, fragancias,
fármacos tópicos.
El diagnóstico se establece con la historia clínica y con las pruebas epicutáneas de contacto.
El de contacto irritativo es más frecuente. Consiste en una reacción inflamatoria no inmunológica por el
contacto con agentes externos. Puede ocurrir al primer contacto con dichos agentes y solo afecta la zona
que ha estado en contacto.
Los agentes pueden ser: jabones, detergentes, disolventes, calor, frío, fricción.
En su clínica se observa un eccema menos agudo. El ejemplo clásico es la del ama de casa en manos por
cloro y agua de los jabones. Se pueden complicar con sobreinfección por S. aureus o infecciones por herpes
virus.
9. URTICARIA Y ANGIOEDEMA
La urticaria se caracteriza por ronchas y prurito. Es una reacción inmunológica e inflamatoria de la piel ante
diversos factores etiológicos. Independientemente de la causa -> liberación de histamina y otros
10. TOXICODERMIAS
Definición y clasificación: las Toxicodermias son reacciones cutáneas muy variables que aparecen tras la
administración de un fármaco. Son uno de los efectos secundarios más frecuentes de los medicamentos.
Pueden ser inmunológicas y no inmunológicas.
Formas clínicas:
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a. Exantema morbiliforme: es el más frecuente. Son erupciones generalizadas compuestas por máculas o
pápulas simétricas y confluentes, que suelen comenzar en el tronco. Es habitual con penicilinas y
pueden aparecer entre 1-2 semanas después de comenzar el tratamiento. Los fármacos más frecuentes
son: penicilinas, AINES, sulfonamidas, hemoderivados, antiepilépticos, pirazolonas.
b. Urticaria y angioedema: puede existir afectación de la mucosa respiratoria e hipotensión. Aparece
minutos-horas tras la ingestión. Los más implicados son las penicilinas y AAS.
c. Exantema fijo medicamentoso: consiste en una o varias placas eritematovioláceas en cualquier región,
aunque es bastante característica en cara, manos, oral o genital. Provocan sensación de quemazón.
Dejan hiperpigmentación residual. Cada vez que se readministra el medicamento aparece la lesión en
la misma localización. Los AINES, sulfonamidas, anticonceptivos y AAS han sido implicados.
d. Vasculitis leucocitoclástica: púrpura palpable. Puede afectar a otros órganos como el riñón. Se ha
implicado con el alopurinol, tiacidas, sales de oro y sulfonamidas.
e. Eritema multiforme de Stevens-Johnson/NET: es la erupción más grave y cursa con eritema generalizado
y formación de ampollas con afectación mucosa añadida. Se han implicado AINES, alopurinol,
sulfonamidas e hidantoínas.
f. Eritrodermia: eritema y descamación generalizada que afectan a más del 90% de la SC. Frecuente con
oro, pirazolona y litio.
g. LES fármaco inducido: hidralazina, procainamida.
h. Esclerodermia: penicilamina, bleomicina.
i. Reacciones acneiformes por Inhibidores del EGF (erlotinib, geitinib): hay toxicidad cutánea en forma de
reacción acneiforme.
Tratamiento: consiste en sustituir el medicamento potencialmente responsable, antihistamínicos para el
prurito y esteroides tópicos o sistémicos dependiendo de la gravedad.
Eritema multiforme: es una dermatosis que afecta mucosas y piel, generalmente autolimitada. Se
caracteriza por lesiones en zonas acrales constituidas por eritema, vesículas, ampollas y placas
urticarianas. Son típicas las lesones en diana o herpes de iris Bateman y se acompañan de manifestaciones
generales como fiebre y malestar. Se asocia a infecciones virales o micóticas y a medicamentos (sulfas,
penicilina, tiazidas, fenitoína, pirazolonas). Histológicamente hay necrosis de la epidermis.
Clínica: se han descrito tres grupos ->
1. Eritema multiforme menor: hay poca o nula afectación de mucosas, no hay afectación sistémica. Es el
más frecuente. La erupción es simétrica. Tiende a recurrir en cada brote herpético.
2. Síndrome de Steven-Johnson: hay afectación de al menos una mucosa, generalmente la oral, y se
acompaña de afectación sistémica. Las lesiones cutáneas con extensas. Tiene pródromo de 14 días con
fiebre, tos, cefalea, artralgias. Posteriormente aparecen placas eritematoedematosas extensas, con
ampollas y erosiones de mucosas. No tiende a la recurrencia. Los etiológicos más frecuentes son:
slufonamidas, AINES, anticonvulsivos y antibióticos, se ha implicado Mycoplasma.
3. Necrólisis epidérmica tóxica: forma más grave, se presenta por hipersensibilidad a fármacos. Aparece
rash morbiliforme que abarca casi la totalidad de la piel, sigo de Nikolsky +. Frecuentemente se afectan
varias mucosas. Cuando afecta más del 60% de SC pone en pleigro la vida. Se puede complicar con
neumonía, hemorragia digestiva, CID, sepsis.
En base a la clasificación de Bastuji-Garín se clasifica en: Steven-Johnson si afecta menos de 10%,
superposición si afecta entre 10-30% y NET si afecta más del 30%.
Histología: hay necrosis, borramiento de unión dermoepidérmica con infiltrado de linfocitos y degeneración
vacuolar de la capa basal con queratinocitos necróticos.
Tratamiento: en el EM menor -> tratamiento sintomático con esteroides tópicos y antihistamínicos orales.
En SJ se requiere tratamiento de infección subyacente o retirada del medicamento implicado.
En NET se precisa ingreso a unidad de quemados, balance hidroelectrolítico, profilaxis antibiótica y medidas
de soporte.
12. ALOPECIA
Definición y clasificación: las alopecias son un grupo de enfermedades definidas por la disminución de la
densidad del pelo o ausencia del mismo en cualquier parte de la superficie cutánea.
Se suelen dividir en:
a. Alopecias cicatrizales: causadas por malformación, daño o destrucción del folículo, por lo que son
definitivas.
b. Alopecias no cicatrizales: debidas a miniaturización del folículo o bien síndromes hereditarios o
enfermedades sistémicas.
Alopecias no cicatrizales:
a. Alopecia androgénica o calvicie común: este tipo de alopecia se debe a un efecto combinado de la
predisposición genética y de los andrógenos sobre los folículos pilosos. En varones hay receso de la
línea de implantación frontoparietal, más tarde alopecia de vértex, luego estas áreas se van uniendo.
Se divide en 8 grados por Hamilton.
En mujeres hay pérdida difusa en la región parietal y vértex. Se divide en 3 grados según Ludwig.
Para su tratamiento se utiliza en minoxidil tópico al 2-5% y el finasteride en dosis de 1 mg/d VO. En
mujeres se emplea el acetato de ciproterona como antiandrógenos.
b. Alopecia areata: la alopecia areata es una enfermedad caracterizada por placas alopécicas bien
definidas y asintomáticas, sin inflamación de la piel, en el cuero cabelludo o en otras zonas. No hay
cicatrización ni atrofia. En ocasiones, existen pelos cortos en forma de porra que son diagnósticos,
llamados pelos peládicos.
Suele darse en adultos jóvenes y se cree que se debe a una conjunción de factores hereditarios,
autoinmunes y psíquicos. Se puede asociar a vitíligo, Addison, tiroiditis de Hashimoto y anemia
perniciosa.
El tratamiento depende de la extensión, empleándose esteroides tópicos o intralesionales, y orales en
caso de extensiones mayores. Es posible la repoblación espontánea.
c. Efluvio telógeno: segunda causa más frecuente de alopecia, después de la androgénica. Por acción de
diversos factores se produce el paso de muchos folículos de manera brusca a la fase de telógeno, por
lo que, tres meses después, comienza a caer el cabello en mayor cantidad. Se recupera de manera
espontánea si se suspende la causa: dietas, estrés, fiebre alta, embarazo, fármacos.
13. DISCROMIAS
Discromías con hipopigmentación o acromía: las discromías con hipopigmentación se deben a la
disminución o a la ausencia total de melanina o de melanocitos en la epidermis.
Vitíligo: el vitíligo se caracteriza por máculas acrómicas por destrucción de los melanocitos. Afecta al 1% de
la población, suele comenzar en la infancia o juventud y tiene carácter familiar.
Etiopatogenia: se tienen tres teorías acerca de su patogenia.
1. Autoinmunitario: debido a su asociación con otras enfermedades autoinmunitarias. Se pueden
encontrar anticuerpos antimelanocitos cuyos niveles se relacionan con la actividad de la enfermedad.
2. Autocitotóxica: autodestrucción de los melanocitos por exceso de función y formación de radicales libres.
3. Neural: basada en la evidencia de vitíligos segmentarios, en áreas denervadas.
Clínica: existen manchas acrómicas de curso crónico y progresión variable. Tienen fenómeno de Köebner.
Pueden estar asociados a alopecia areata y a diabetes mellitus.
Existen diversos tipos, según la distribución de las lesiones:
- Generalizado: el más habitual, placas simétricas en superficies extensoras de cuello, extremidades,
axilas y cara (periorificiales sobre todo).
- Focal: placas únicas sin distribución en dermatomas.
- Segmentario: afecta a un dermatoma, de forma asimétrica.
- Universal: pérdida completa de pigmento.
Tratamiento: el tratamiento se hará en función del tipo de lesión.
- Lesiones localizadas: esteroides tópicos.
- Lesiones extensas o generalizadas: UVB o PUVA. Puede emplearse el Khellin con fototerapia.
14. FOTOSENSIBILIDAD
Fotosensibilidad inducida por sustancias químicas: la fotosensibilidad inducida por sustancias químicas
puede ser fototóxica o fotoalérgica.
a. Fototóxica: es de mecanismo no inmunitario, más frecuente. El brote es en la primera exposición y en
cualquier persona. Suele ser monomorfa, como cualquier quemadura, en áreas expuestas. Se asocia a
tetraciclinas (fotoonicólisis), alquitrán, psoralenos y retinoides.
16. PANICULITIS
Concepto y clasificación: la paniculitis es la inflamación del tejido celular subcutáneo, manifestada como
nódulos eritematosos o violáceos, dolorosos que aparecen, preferentemente, en las extremidades
inferiores. Su diagnóstico requiere de biopsia profunda que incluya la hipodermis.
La manifestación clínica habitual de las paniculitis es en forma de nódulos o placas subcutáneas.
Clasificación: es histológica y se basa en la localización del infiltrado inflamatorio y en la presencia o
ausencia de vasculitis asociada.
Eritema nodoso: es la paniculitis más frecuente. Aparecen nódulos y/o placas subcutáneas, eritematosas,
preferentemente en la cara anterior de las piernas, de curso autolimitado y que afecta predominantemente
a mujeres jóvenes. Cursan sin dejar cicatriz en un plazo de 4-6 semanas. Puede haber malestar general,
fiebre y artralgias.
Etiología: respuesta inmunológica asociada a múltiples estímulos diferentes.
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- Infecciones: bacterianas, fúngicas, víricas.
- Enfermedades sistémicas
- Neoplasias
- Fármacos: ACO, sulfonamidas.
Diagnóstico: el diagnóstico es confirmado mediante histología, donde se observa un infiltrado inflamatorio
de neutrófilos y más tarde de células mononucleares, sin vasculitis.
Tratamiento: reposo en cama, medias compresivas y eliminación del agente etiológico. Se pueden empelar
AINES.
Eritema indurado de Bazin: paniculitis caracterizada por nódulos eritematosos, habitualmente indoloros,
localizados en la cara posterior de las piernas, que suelen ulcerarse y dejar una cicatriz atrófica.
Etiología: su etiología es desconocida. Se cree que es por inmunocomplejos que dañan los vasos
hipodérmicos de mediano calibre, con destrucción del lobulillo. Las lesiones se deben a fenómenos de
hipersensibilidad. Cuando se relaciona con TB lleva el nombre de indurado de Bazin. Si no, es vasculitis
nodular.
Diagnóstico: es histológico con paniculitis lobulillar o mixta acompañada de una vasculitis que afecta a
arterias o venas lobulillares. En la mitad de los casos se pueden observar granulomas tuberculoides.
Tratamiento: reposo en cama y AINE o yoduro potásico. En relación a TB se debe tratar esta.
19. MISCELÁNEOS
Sarcoidosis: un 25% de los pacientes pueden mostrar manifestaciones cutáneas en forma de pápulas
infiltradas de color pardo o violáceo, eritema nodoso (forma más común, sx de Löfgren) y lupus pernio ->
placa empastada, violácea, en la nariz, mejillas o lóbulos de las orejas.
El diagnóstico se basa en cuadro clínico y radiológico compatible, evidencia histológica de granulomas
sarcoideos y negatividad de cultivos y tinciones para otras entidades.
El tratamiento consiste en esteroides orales. La cloroquina es útil en el manejo de las lesiones cutáneas
crónicas.
Amiloidosis: existen formas de afectación cutánea localizada que se muestran como pápulas, máculas o
nódulos muy pruriginosos en el tronco y en las piernas.
En las formas sistémicas, la amiloidosis primaria (AL) es la que muestra más afectación cutánea. Es típica
la triada de: síndrome de túnel del carpo, macroglosia y lesiones mucocutáneas (petequias y equimosis
espontáneas, ojos de mapache). Se deben descartar discrasias de células B o mieloma múltiple.
Deficiencias nutricionales:
- Acrodermatitis enteropática: por falta de zinc. Hay un déficit enzimático de la absorción del zinc. Se
manifiesta con dermatitis vesiculoampollosa, placas erosivas sangrantes (cara de payaso), caída de
pelo, fragilidad ungueal y diarrea.
- Pelagra: por déficit de niacina. Se da por malnutrición. Hay diarrea, demencia y dermatitis fotosensible
con pápulas eritematodescamativas (collar de Casal).
- Escorbuto: por deficiencia de vitamina C. Es por dieta pobre en frutas y verduras. Se manifiesta con
queratosis folicular en brazos, púrpura perifolicular y sangrado de encías.
Trastornos del tejido elástico:
20. FACOMATOSIS
Las facomatosis son un grupo de enfermedades genéticas, conocidas como síndromes neurocutáneos,
caracterizados por anomalías en tejidos neuroectodérmicos y por padecer una predisposición aumentada
para neoplasias neurológicas y cutáneas.
a. Síndrome de Sturge-Weber: angiomatosis encéfalo-trigeminal. Hay malformación en vino de oporto en
la primera o segunda rama del trigémino, angioma leptomeníngeo que produce convulsiones.
b. Enfermedad de Von Hippel-Lindau: angiomatosis cerebelo-retiniana. Es de herencia autosómica
dominante. Hay angiomas cutáneos, hemangioblastomas retinianos (primera manifestación) que dan
desprendimientos de retina y puede haber hemangioma cerebeloso, quistes y feocromocitoma.
c. Esclerosis tuberosa: enfermedad de Pringle-Bourneville. De herencia autosómica dominante. Se
necesita de 1 criterio patognomónico o 2 o más de los típicos. Los patognomónicos son: angiofibromas
faciales, fibromas ungueales, tuber cortical, astrocitomas retinianos múltiples, nódulo subependimario,
nódulos calcificados múltiples en TAC.
En la piel se manifiestan como: máculas hipopigmentadas lanceoladas, angiofiobromas faciales,
fibromas periungueales y placas de piel chagrén. Neurológicamente hay convulsiones, retraso mental y
hamartomas.
d. Neurofibromatosis tipo 1: enfermedad de von Recklinghausen. Es autosómica dominante del
cromosoma 17. Deben cumplirse 2 criterios o más: seis o más manchas café con leche, dos o más
neurofibromas, efélides en pliegues axilares o inguinales, dos o más hamartomas del iris, glioma óptico,
familiar de primer grado.
Puede haber pubertad precoz, feocromocitoma y predisposición para tumores malignos.
e. Neurofibromatosis tipo 2: cromosoma 22. Neurinomas bilaterales del VIII par. Mínima clínica cutánea.
22. ONCODERMATOLOGÍA
Carcinoma basocelular: es el tumor maligno más frecuente en la especie humana. Constituye el 60% de
todos los cánceres de piel y supone entre 60-75% de los carcinomas. La exposición solar crónica es su
principal factor etiológico. Son mayormente en cara y después de los 40 años, fototipos I y II son factores
de riesgo.
23. MELANOMA
Epidemiología y etiología: el melanoma es el tumor cutáneo más agresivo por su enorme capacidad
metastaziante. Suele aparecer en edades más precoces que los epiteliomas y es más frecuente en mujeres.
El melanoma es una neoplasia derivada de los melanocitos y puede aparecer en cualquier localización
donde existan estos. En la piel, lo más frecuente es que aparezcan sobre piel sana. Existen lesiones que
pueden predisponer a su desarrollo: nevo congénito gigante y nevo displásico.
26. PARANEOPLÁSICOS
Síndrome de Sweet: llamado antiguamente dermatosis neutrofílica aguda febril. Se asocia a infecciones y
en 20% a LMA. La clínica de este cuadro se caracteriza por: fiebre, artralgias, malestar general y placas
eritematoedematosas en cara, tronco y extremidades superiores, junto a neutrofilia tanto en sangre como
en lesiones. Las placas son de intenso color rojo, pseudoampollosas en el centro y de superficie ondulante.
Duelen al mínimo roce. El cuadro responde de manera espectacular a esteroides, siendo esta respuesta un
criterio diagnóstico. Es útil el yoduro de potasio.
Otras: eritema necrolítico migratorio (glucagonoma), acroqueratosis (carcinoma epidermoide de vía aérea),
eritema gyratum (carcinomas pulmonares), síndrome carcinoide (tumores neuroendocrinos), acantosis
nigricans maligna (carcinoma gástrico), dermatomiositis (ovario, mama, estómago, pulmón), hieprtricosis
lanuginosa (pulmón, colon), tromboflebitis migrans (páncreas), ictiosis adquirida (Hodgkin), alopecia
mucinosa (micosis fungoide) y paquidermoperiostosis (pulmón).
2. HIPOTÁLAMO-HIPÓFISIS
Hiperprolactinemia: etiología -> existen condiciones fisiológicas y patológicas que pueden producir una
elevación de prolactina. La macroprolactinemia es la elevación de prolactina unida a anticuerpos IgG.
a. Hipersecreción fisiológica: embarazo, lactancia, sueño, estrés.
b. Lesión del hipotálamo o tallo hipofisario.
c. Hipersecreción hipofisaria: prolactinoma, acromegalia.
d. Trastornos sistémicos.
e. Fármacos
Manifestaciones clínicas: el exceso de prolactina causa trastornos de la función sexual y reproductora.
a. Mujer: anomalías del ciclo menstrual (oligomenorrea), infertilidad por ciclos anovulatorios o amenorrea.
b. Hombre: disminución de la líbido, impotencia e infertilidad, así como alteraciones del campo visual.
El hipogonadismo debido a hiperprolactinemia se debe a una inhibición hipotalámica de la GnRH. La
galactorrea se observa en el 30-90% de las mujeres hiperprolactinémicas. El síndrome amenorrea-
galactorrea indica exceso de PRL en el 75%.
Diagnóstico: la concentración de PRL es mayor en la mujer 20-25 microgramos/l que en el varón 15-20. Se
debe sospechar una enfermedad ante cualquier hiperprolactinemia, una vez descartado embarazo y
puerperio, estados críticos, cirrosis y el consumo de algunos medicamentos.
Las concentraciones séricas de PRL se deben medir en todo paciente con hipogonadismo o galactorrea. Al
inicio se deben realizar determinaciones basales en ayunas de prolactina.
No existe prueba para diferenciar las diversas causas de hiperprolactinemia, aunque los niveles séricos >
250 son prácticamente diagnósticos de adenoma, casi siempre macroadenoma, y los niveles > 100 en
ausencia de embarazo son probable que se deban a microadenomas.
En general, a los pacientes con hiperprolactinemia se deben realizar estudios de imagen del hipotálamo y
la hipófisis mediante RMN para descartar la existencia de lesión a ese nivel. Se habla de hiperprolactinemia
idiopática cuando no se encuentran anomalías radiológicas.
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Prolactinoma: los prolactinomas son los adenomas hipofisarios secretores más frecuentes. Se dividen en
microadenomas (<10 mm) y macroadenomas (>10 mm). Los adenomas con elevación discreta (50-100)
no suelen ser prolactinomas, si no adenomas no funcionantes que producen hiperprolactinemia por
compresión del tallo.
Cuadro clínico: los prolactinomas son más frecuentes en las mujeres. La galactorrea y las alteraciones
menstruales suelen conducir a un diagnóstico precoz en la mujer. En hombres suele haber un retraso
diagnóstico con aumento de las alteraciones visuales. En las mujeres posmenopáusicas y en la infancia la
forma de presentación más frecuente al diagnóstico son los síntomas por efecto de masa.
Tratamiento: las indicaciones de tratamiento son:
1. Efecto de masa por el prolactinoma: déficit de otras hormonas, defectos visuales, cefalea, afección de
NC.
2. Efectos de la hiperprolactinemia: hipogonadismo, oligomenorrea/amenorrea, disfunción eréctil,
infertilidad, osteoporosis.
3. Indicaciones relativas: hirsutismo y galactorrea.
Los macroadenomas hipofisarios siempre deben de tratarse, mientras que los microadenomas poco
sintomáticos o asintomáticos pueden vigilarse mediante determinaciones de prolactina.
El tratamiento médico consiste en: aumentar los efectos inhibidores de PRL que ejerce la dopamina.
a. Agonistas dopaminérgicos clásicos: la bromocriptina es el más usado. Se utiliza de manera gradual y
reduce los niveles de prolactina sérica y la masa tumoral en un 50% de los casos.
b. Agonistas dopaminérgicos modernos: la cabergolina es el más usado. Presentan menos efectos
secundarios y son más modernos. Consigue normalización de las cifras de prolactina en más del 80%
de los pacientes con microadenoma y reducción del tumor en el 70% de los pacientes con
macroadenoma.
En pacientes que se normalizan niveles de prolactina se produce una desaparición del adenoma hipofisario
o una importante reducción del mismo tras al menos 2 años de tratamiento. No se produce crecimiento
tumoral tras la suspensión. Se retira siempre que: se haya normalizado los niveles, se haya reducido el
tamaño del tumor y se pueda continuar con seguimiento del paciente durante al menos 5 años.
El tratamiento quirúrgico tiene morbimortalidad mínima. La cirugía (transesfenoidal o transcraneal) rara vez
son curativas en los macroprolactinomas. Es necesaria en caso de defectos visuales persistentes y en
aquellos pacientes que no toleran los agonistas dopaminérgicos. También puede ser necesaria en los
pacientes con síntomas visuales o de HIC.
La radioterapia tiene un papel muy limitado en el tratamiento de los prolactinomas. Se indica en pacientes
resistentes a fármacos y cirugía.
La hipoprolactinemia se manifiesta como incapacidad para la lactancia. Esta es la primera manifestación
del infarto hipofisario posparto (síndrome de Sheehan). Para diagnosticarla, se necesitan pruebas de
estimulación de TRH.
Exceso de hormona de crecimiento: acromegalia y gigantismo. Etiología -> casi todos los pacientes
acromegálicos padecen adenomas hipofisarios perfectamente definidos (95% de los casos). Los niveles de
GH se correlacionan con el tamaño del tumor.
Manifestaciones clínicas: el exceso de GH produce acromegalia, enfermedad crónica debilitante asociada
a un crecimiento exagerado de los huesos y partes blandas. Cuando el exceso sucede antes del cierre de
las epífisis de crecimiento, en los niños, se produce un aumento del crecimiento lineal y gigantismo.
Los pacientes presentan un crecimiento de las manos, pies y perímetro craneal, prognatismo, desarrollo
exagerado de la lengua y rasgos faciales toscos. La hipertrofia laríngea determina una voz cavernosa, puede
haber surcos cutáneos, acantosis nigricans y piel untosa. Los pacientes muestran debilidad y cansancio.
Muchos acromegálicos presentan síntomas neurológicos y osteomusculares: cefalea, síndrome del túnel
del carpo, debilidad muscular y artralgias. Puede haber HAS, miocardiopatía, bocio y hepatoesplenomegalia.
Puede existir amenorrea, hirsutismo, pólipos nasales y aneurismas intracraneales. La acromegalia se ha
relacionado con riesgo 3 veces mayor de pólipos malignos y cáncer a nivel colorrectal.
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Se observa resistencia insulínica en el 80%, intolerancia a la glucosa en el 50% y diabetes mellitus clínica
en 10-15%. Puede asociarse a hiperparatiroidismo primario en contexto de NEM-1.
Diagnóstico: las determinaciones aleatorias de GH no deben utilizarse para el diagnóstico. Se disponen de
dos pruebas:
1. Determinación de los niveles de IGF-1: diagnostico es la elevación de niveles para sexo y edad.
2. Supresión de la secreción de GH tras sobrecarga oral de glucosa: el criterio diagnóstico es los niveles
de GH > 1 ug/l tras dos horas de una sobrecarga oral de glucosa.
Una vez diagnosticada la acromegalia, es necesario realizar estudios de imagen (RMN hipofisaria) y estudios
del campo visual. Es necesario evaluar de manera completa la hipófisis para descartar la presencia de
hipopituitarismo.
Todos los pacientes acromegálicos deben realizarse colonoscopía y despistaje de DM al momento del
diagnóstico.
Tratamiento:
a. Cirugía transesfenoidal: método potencialmente curativo y se considera como tratamiento de elección
en los microadenomas y macroadenomas potencialmente resecables. La tasa de curación es de 40%
en macro y 90% en micro.
b. Radioterapia: se utiliza para aquellos pacientes no curados tras la cirugía, cuando esta está
contraindicada o cuando el paciente la rechaza. Hoy en día, es un tratamiento de segunda o tercera
elección.
c. Tratamiento médico: el tratamiento médico de elección son los análogos de la somatostatina.
Normalizan las concentraciones de GH e IGF-1 en la mitad de los acromegálicos y producen reducción
del tamaño del tumor en un 30-50%. Los efectos colaterales más frecuentes son la esteatorrea y el dolor
abdominal que desaparecen las primeras semanas. Existen:
1. Ocreótida: análogo de la somatostatina por vía SC, dosis repetidas diariamente.
2. Ocreótida de liberación lenta: vía IM profunda, una dosis cada 28 días.
3. Lanreótida: vía IM, dosis única, cada 14 días.
El pegvisomant es un fármaco que actúa como antagonista del receptor de GH y ha demostrado normalizar
las cifras de IGF-1 en más del 95% de los pacientes. Se administra por vía subcutánea en inyecciones
diarias. Está indicada como tratamiento de segunda elección tras los análogos de la somatostatina, en caso
de no alcanzar con estos fármacos criterios de curación.
Los antagonistas dopaminérgicos, fundamentalmente la cabergolina, suele inhibir la secreción de GH en
sujetos acromegálicos.
Se consideran criterios de curación: alcanzar niveles de IGF-1 normales y reducción de GH por debajo de 1
ug/l tras la SOG.
Déficit de hormona del crecimiento y enanismo hipofisario: la hormona del crecimiento es la primera
hormona que desaparece en las enfermedades de la hipófisis y del hipotálamo cuando el proceso es
gradual.
La carencia absoluta o relativa de GH es una de las causas de retraso del crecimiento en la infancia.
Manifestaciones clínicas: los pacientes con déficit de GH presentan una velocidad de crecimiento inferior a
la normal y su curva de crecimiento se desvía progresivamente del canal normal. Si es adquirido, existe una
detención del crecimiento después de un período de crecimiento normal. Es típica la presencia de obesidad
troncular y fenotipo peculiar.
Diagnóstico: los niveles circulantes de GH son indetectables y la determinación basal no tiene ningún valor.
Se deben realizar pruebas de estimulación, bien farmacológicas (clonidina, arginina, glucagón), bien
fisiológicas (ejercicio) que valoran la capacidad de reserva de GH. La respuesta se considera normal si el
valor obtenido de Gh es igual o mayor a 10 ug/l.
La determinación de IGF-1 y de IGFBP3 son también útiles como método de detección selectiva. Una vez
confirmado el diagnóstico bioquímico de déficit de GH siempre se debe realizar una prueba de imagen
hipofisaria (RMN).
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Tratamiento: la mayoría de los niños que sufren déficit de GH responden al tratamiento sintético con una
aceleración de la velocidad de crecimiento hasta lo normal. Cuando hay alteración a la sensibilidad (Laron)
se tratan con somatomedinas.
Déficit de hormona de crecimiento en el adulto: etiología -> la causa más frecuente de disfunción en el
adulto son los tumores hipofisarios y paraselares o/y el tratamiento quirúrgico/radioterapia de los mismos.
Alrededor del 80% tienen hipopituitarismo al momento del diagnóstico. En su clínica existe evidencia
científica de que el déficit de GH en el adulto produce un conjunto de alteraciones metabólicas, corporales
y orgánicas:
a. Síntomas: aumento de grasa, disminución de maza muscular, disminución de fuerza, disminución de
sudoración, alteración psicológica y de calidad de vida.
b. Signos: sobrepeso, aumento de adiposidad abdominal hipotrofia muscular, piel fina y seca.
El diagnóstico de déficit de GH en el adulto se puede realizar por:
a) Hipoglucemia insulínica: es el test gold estándar. El déficit se define como la incapacidad de subir a 5
ug/l.
b) IGF-1 basal: no es suficientemente sensible.
c) Otros test: el más utilizado es el de estimulación arginina-GHRH (normal que se eleve > 4 ug/l).
El beneficio del tratamiento sustitutivo está claramente establecido en términos de incremento de la masa
muscular y disminución del tejido adiposo. Puede alterar masa ósea y perfil lipídico por lo que no hay
consciencia sobre a quienes tratar y a quienes no.
Alteraciones de las gonadotrofinas:
a. Tumores hipofisarios secretores de gonadotrofinas: los tumores secretores de gonadotropinas son
generalmente macroadenomas que producen habitualmente FSH o FSH + LH. En la mayoría de los casos
no producen clínica de la secreción hormonal, producen clínica por efecto de masa.
Puede haber aumento del tamaño de testículos y elevación de la testosterona. El tratamiento de loas
macroadenomas productores de gonadotropinas es similar al de los adenomas no funcionantes: cirugía,
radioterapia o ambas.
b. Hipogonadismo hipogonadotrófico (central): el hipogonadismo hipogonadotrófico o central se
caracteriza por niveles séricos bajos de testosterona o estradiol, acompañados de concentraciones
bajas de FSH y LH. Puede ser congénito o adquirido. En los hereditarios encontramos: Prader-Willi y
Laurence-Moon-Bield. El síndrome de Kallman o hipogonadismo hipogonadotrófico idiopático se debe a
un déficit aislado de gonadotropinas por defecto en síntesis o liberación de GnRH. Puede implicar
anosmia/hiposmia, criptorquidia y malformaciones renales. La administración de GnRH sintética
aumenta los niveles de LH y FSH.
Alteraciones de la tirotrofina:
a. Hipotiroidismo hipofisario (central o secundario): los pacientes con hipotiroidismo central no padecen
bocio, no elevan colesterol y suelen asociar déficit de otras hormonas hipofisarias. Se caracteriza por
niveles bajos de T4 con cifras normales o bajas de TSH. En estos pacientes la TSH no se debe emplear
como control del tratamiento, sino los niveles de T4.
b. Hipertiroidismo hipofisario: el adenoma hipofisario secretor de TSH es muy poco frecuente y
habitualmente es un macroadenoma. Clínicamente produce síntomas de efecto de masa, junto con
hipertiroidismo y bocio difuso. Hay niveles elevados de T4 con TSH inapropiadamente normal o alta. El
tratamiento de los adenomas es cirugía y/o radioterapia.
Alteraciones de la corticotropina:
a. Exceso de ACTH: el síndrome de Nelson se produce por crecimiento de tumor hipofisario, tras
suprarrenalectomía bilateral en los pacientes con síndrome de Cushing central. El otro síndrome es la
enfermedad de Cushing (adenoma hipofisario productor de ACTH).
b. Déficit de ACTH: la insuficiencia suprarrenal secundaria a déficit de ACTH se puede observar de modo
aislado o asociada a otros déficit hormonales hipofisarios. La causa más frecuente de déficit reversible
de ACTH es el tratamiento prolongado con glucocorticoides. Clínicamente se distingue de la primaria por
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ausencia de hiperpigmentación (falta de a-MSH) y ausencia de hiperpotasemia (no se altera vía de
mineralocorticoides).
Adenomas hipofisarios: los adenomas hipofisarios representan del 10-15% de las neoplasias
intracraneales. Puede producir síntomas derviados del crecimiento tumoral y síndromes de exceso
hormonal.
En su patología se clasifican según su tinción inmunohistoquímica. Macroadenomas > 10 mm y
microadenomas < 10 mm.
Clínica:
a. Manifestaciones endócrinas: los tumores hipofisarios secretores más frecuentes son los prolactinomas
(amenorrea-galactorrea). Le siguen: 2) Productores de GH (acromegalia), 3) Corticotrópicos (enfermedad
de Cushing) y 4) TSH. El 30-40% de los adenomas operados son no secretores.
b. Manifestaciones locales de los adenomas: pueden existir defectos campimétricos -> hemianopsia
bitemporal. Si se extienden de manera lateral e invaden el seno cavernoso producen parálisis
oculomotoras.
En el diferencial se debe incluir otros tumores y masas selares, realizarse determinaciones hormonales. La
apoplejía hipofisaria o infarto hemorrágico agudo de un adenoma produce un síndrome llamativo que
consiste en cefalea intensa, náuseas, vómitos, disminución del nivel de consciencia, síntomas meníngeos,
oftalmoplejía y alteraciones pupilares. Es una urgencia neuroquirúrgica que precisa de descompresión por
vía transesfenoidal + tratamiento esteroideo de estrés.
Tratamiento:
a. Médico: en prolactinomas los agonistas dopaminérgicos, en acromegalia la somatostatina.
b. Quirúrgico: la cirugía transesfenoidal de los microadenomas tiene una tasa de morbimortalidad baja.
Sus complicaciones son rinolicuorrea, parálisis del NC III y pérdida de la visión. Las alteraciones de los
campos visuales suelen revertir con la cirugía.
c. Radioterapia: la radioterapia convencional resulta eficaz para frenar el crecimiento tumoral. Las
principales complicaciones son la astenia posterapéutica y el hipopituitarismo. Se suele reservar este
tratamiento para pacientes con acromegalia con adenomas que crecen a pesar de manejo
farmacológica, en prolactinomas de poca respuesta, en pacientes con adenomas productores de ACTH
que persiste la secreción tras la cirugía.
Hipopituitarismo: etiología -> es el déficit de una o varias hormonas hipofisarias. En la forma aguda se
produce la pérdida de las hormonas ACTH – LH/FSH – TSH. En la forma progresiva (típica de los adenomas)
es GH – LH/FSH – TSH – ACTH.
a. El hipopituitarismo funcional se debe a anorexia nerviosa, estrés y enfermedades graves.
b. Por adenomas.
c. Hipofisitis linfocitaria: enfermedad de las embarazadas o del posparto. Se debe a destrucción linfocitaria
de la hipófisis. En RMN aparece una masa que, tras la biopsia, muestra infiltración linfocitaria.
d. Síndrome de Sheehan: necrosis hipofisaria que aparece cuando el parto se complica con hemorragia
intensa e hipotensión. La disminución brusca del flujo sanguíneo a la hipófisis (hipertrofiada por
gestación) produce hipoxia e infarto glandular. Su primera manifestación suele ser la incapacidad para
la lactancia.
Abordaje diagnóstico-terapéutico: las manifestaciones clínicas dependen de la etiología, tiempo de
instauración, edad del paciente y las hormonas deficitarias. Para diagnosticarse se debe realizar un estudio
morfológico y funcional de la hipófisis. Es necesario realizar oftalmológico y campimétrico completo, así
como RMN. En la mayoría de los casos, las carencias hormonales se tratan administrando las hormonas
deficitarias propias de los órganos afectados.
a. GH: determinación basal de IGF-1, prueba de hipoglucemia insulínica. Se trata con GH.
b. ACTH: determinación basal de cortisol <3.5, prueba de hipoglucemia insulínica para cortisol.
Tratamiento: hidrocortisona oral o IV en caso de crisis. DEBEN SER LOS PRIMEROS EN SUSTITUÍRSE.
c. PRL: medición basal de prolactina. No se sustituye. Lactancia artificial .
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d. TSH: medición basal de TSH y T4L. Se trata con levotiroxina. SE INICIA DESPUÉS DE LOS ESTEROIDES
(para evitar crisis suprarrenal).
e. Gonadotrofinas: medición de testosterona en hombres, estradiol en mujeres, LF/FSH basales en los dos.
Prueba de estimulación con GnRH. Se trata con esteroides gonadales si no hay deseo de fertilidad y con
LH/FSH si hay deseo.
Síndrome de la silla turca vacía: cuando la hipófisis no llena la silla turca el resto del espacio es ocupado
por LCR. Esta situación se denomina silla turca vacía.
1. Primaria: no hay evidencia de tumor preexistente. Clásicamente, se asocia a mujeres obesas, multíparas
e hipertensas. Se acompañan de aumento en la presión de LCR. La función hipofisaria suele ser normal,
puede existir hiperprolactinemia por compresión del tallo. Se realiza cirugía en caso de defectos visuales
o fístula de LCR a nariz.
2. Secundaria: se produce después de un infarto o destrucción. En estos casos es necesario el tratamiento
hormonal sustitutivo.
Diabetes insípida: la diabetes insípida se caracteriza por la liberación por el organismo de grandes
cantidades de orina diluida (poliuria hipotónica), es decir, un volumen de orina > 50 ml/kg/día y osmolaridad
urinaria < 300 mOsm/k.
Diabetes insípida central: puede aparecer por defectos en las neuronas secretoras de ADH o defectos de
los osmorreceptores. La DI central es idiopática en un 30% de los casos. El resto son secundarias a tumores
cerebrales, hipofisarios, enfermedades infiltrativas, cirugía o TCE.
Diabetes insípida nefrogénica: existe una falta de respuesta a la ADH en el riñón. La forma adquirida es más
frecuente, raramente es grave y se asocia con poliuria moderada. Las causas más frecuentes son la
hipercalcemia, administración de litio, hipocalemia y enfermedades tubulointersticiales. La forma congénita
es rara y se transmite por herencia ligada al X.
Cuadro clínico: los síntomas cardinales de la DI son poliuria persistente, sed excesiva y polidipsia. Lo más
característico es que aparezcan de forma gradual, sobre todo, en la DI central.
La orina presenta una densidad baja (<1.010) y una osmolaridad disminuida (<300 mOsm/l), junto con
osmolaridades plasmáticas elevadas (>290 mosm/l).
En la polidipsia primaria se aumenta la ingesta de agua de forma inadecuada para la osmolaridad
plasmática, aumenta el volumen, disminuye la osmolaridad y se suprime la secreción de ADH. La poliuria
crónica puede alterar la capacidad de concentración de la orina por disminución de la hipertonicidad de la
médula. Existen tres tipos de polidipsia primaria: dipsogénica (alteración en la sed), psicogénica (por
enfermedades psiquiátricas) y iatrogénica.
Diagnóstico:
1. La primera aproximación es la determinación del volumen urinario, así como la osmolaridad plasmática
y urinaria.
2. En pacientes con clínica + poliuria + osmolaridad plasmática elevada y urinaria baja no se realiza otro
test y se pasa a la prueba terapéutica con desmopresina (si responde era DI central).
3. En el resto de pacientes, una forma sencilla de diagnosticar y diferenciar la DI es la prueba de
deshidratación (test de Miller): se compara la osmolaridad urinaria después de la deshidratación y la
obtenida tras la administración de vasopresina 4 UI SC o 10 UI intranasal.
4. En casos dudosos, la confirmación diagnóstica se puede llevar a cabo mediante la determinación
plasmática de ADH en presencia de hiperosmolaridad plasmática.
Tratamiento: la DI central se trata mediante la sustitución hormonal.
a. Pérdida de agua aguda: los pacientes hipotensos o con alteraciones del SNC requiere administración de
NaCl IV.
b. Preparados hormonales: existen por vía parenteral, intranasal u oral. Una vez iniciado el tratamiento se
deben tomar precauciones para evitar un consumo excesivo de agua y prevenir intoxicación hídrica.
Existe la desmopresina, análogo de ADH, que tiene efecto antidiurético, pero no efecto vasopresor. Se
usa en spray, gotas intranasales o vía oral.
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c. Preparados no hormonales: pueden responder al tratamiento con carbamazepina, clofibrato o
clorpropamida. Pocos pacientes.
d. Diabetes insípida nefrogénica: el único tratamiento en ests pacientes es la restricción de la sal y
proteínas y la administración de diuréticos que aumenten la natriuresis.
Síndrome de secreción inadecuada de ADH (SIADH): se define como un conjunto de entidades en las que
la característica común es la presencia de hiponatremia, secundaria a la retención de agua libre debido a
una secreción inapropiadamente elevada de ADH.
Fisiopatología: la producción excesiva de ADH provoca una reabsorción de agua en el túbulo distal superior
a la normal. Como consecuencia, disminuye la diuresis, aumenta la eliminación de sodio urinario, aumenta
la osmolaridad urinaria y disminuye la osmolaridad plasmática.
Etiología:
a. Neoplasias: microcítico de pulmón, cabeza y cuello, duodenales, pancreáticas, timomas.
b. Enfermedades pulmonares: neumonía, asma, atelectasias, distrés respiratorio agudo, neumotórax,
ventilación.
c. Alteraciones del SNC: infecciones, EVC, TCE, psicosis, cirugías.
d. Fármacos: carbamazepina, tricíclicos, IMAO’s, ISRS, alcaloides de la vinca.
e. Otros: hipotiroidismo, falla suprarrenal, cirugía mayor, VIH.
Manifestaciones clínicas: dependen de la velocidad de descenso de los niveles de sodio. Si la hiponatremia
es grave (< 125 mEq/) o aguda predominan los síntomas de edema cerebral: agitación, irritabilidad,
confusión, coma y convulsiones. Si la hiponatremia es leve (130-135 mEq/l) o progresiva, los síntomas son
inespecíficos: cansancio, anorexia, náuseas, debilidad y cefalea.
Diagnóstico: el SIADH debe sospecharse siempre en todo paciente con hiponatremia (< 135 mEq/L),
hipoosmolaridad plasmática (<280 mOsm/L) y orina sin máxima dilución (> 100 mOsm/l). Se establece el
diagnóstico tras descartar otras causas de hiponatremia.
Los criterios diagnósticos de SIADH se precisan los 6 mayores y los menores son opcionales.
A) Mayores: hiponatremia, hipoosmolaridad plasmática, no edemas, no depleción de volumen (TA normal),
falta de dilución de orina (osmolaridad urinaria > 100 mOsm/L) y exclusión de hipotiroidismo e
insuficiencia suprarrenal.
B) Menores: sobrecarga hídrica patológica y niveles de AVP en plasma y orina elevados.
Tratamiento: se debe identificar y tratar correctamente la causa desencadenante de base. El manejo
sintomático es necesario y depende de:
a) Hiponatremia aguda con alteración del SNC/convulsiones/HSA o grave (< 125 mEq/L): se trata con
solución salina hipertónica en bomba de perfusión, corrigiendo el sodio 1-2 mEq/l/hora con máxima
corrección de 8 en 12 horas y 12 en 24 horas (para evitar mielinólisis pontina). Se debe añadir
furosemida en pacientes con elevada osmolaridad urinaria. Para calcular el sodio a corregir: (Na final –
Na real) x 0.6 x peso.
b) Hiponatremia crónica cuando el paciente está asintomático y sodio > 125 mEq/L: se utiliza restricción
hídrica, aportes de sal, dosis bajas de furosemida, litio/demeclociclina, antagonistas del receptor de
vasopresina (vaptanes).
3. TIROIDES
.
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Enfermedad sistémica no tiroidea: el síndrome del eutiroideo enfermo o de enfermedad sistémica no
tiroidea es un conjunto de cambios en la función tiroidea asociados a enfermedades graves, traumatismos
o estrés fisiológico.
Las anomalías detectadas consisten en alteraciones del transporte y metabolismo periférico de las
hormonas tiroideas e incluso de su regulación por TRH a nivel hipotalámico -> condicionan cambios en las
hormonas tiroideas circulantes.
Hallazgos de laboratorio: la disminución de la producción de T3 por inhibición de las desyodasas es un
hallazgo constante, lo que condiciona una disminución de T3.
La TSH puede ser normal o baja, según la gravead del proceso.
Bocio simple: el término bocio define el incremento del volumen de la glándula tiroidea de cualquier
etiología. Bocio simple define a un bocio difuso con función tiroidea normal, sin nódulos y cuya etiología no
sea inflamatoria ni tumoral. Es decir, los niveles de hormonas tiroideas, así como los de TSH están normales.
Causas: déficit de yodo, alimentos bociógenos, enfermedades inflamatorias, enfermedades infiltrativas,
alteraciones congénitas y neoplasias.
El bocio simple se debe de diferenciar del endémico (este último suele ser por deficiencia de yodo).
La fisiopatología del bocio inicia cuando uno o más factores alteran la producción normal de las hormonas
tiroideas causando un aumento de la sensibilidad de la tiroideas a la TSH.
El síndrome de Pendred se produce por defecto en la organificación del yodo causado por déficit de la
proteína pendrina, es de herencia autosómica recesiva y se caracteriza por: bocio, sordera neurosensorial
y eutiroidismo/hipotiroidismo.
Clínica: la clínica resulta de los síntomas compresivos producidos a nivel local por el aumento de la glándula:
disfagia, disnea, dolor local. Por afectación de estructuras vasculares puede aparecer el signo de Pemberton
(congestión facial al levantar los brazos). No hay clínica de hipofunción ni de disfunción tiroidea.
La afectación de los nervios laríngeos recurrentes (disfonía) es rara y su presencia debe hacer sospechar
cáncer de tiroides.
Diagnóstico: el diagnóstico se realiza al demostrar bocio difuso en la exploración y técnicas de imagen como
ultrasonido tiroideo. Las determinaciones hormonales son normales. Se deben determinar autoanticuerpos
para descartar procesos autoinmunes en fase de eutiroidismo. La radiografía de tórax o la TAC son útiles
para evaluar el grado de desplazamiento traqueal o compresión de la vía aérea.
El tratamiento es quirúrgico si existen síntomas compresivos, realizándose una tiroidectomía subtotal o casi
total. Si no existe clínica compresiva pueden valorarse:
- Tratamiento con yodo radiactivo: puede causar hipotiroidismo post yodo.
- Vigilancia clínica
- Levotiroxina oral en dosis supresoras (para disminuir TSH).
Bocio multinodular: la presencia de nódulos tiroideos múltiples es muy frecuente. Dentro de las causas, la
más importante es la existencia de un bocio simple que con el tiempo produce nódulos múltiples, y que
incluso pueden acabar en autonomía funcional (bocio multinodular tóxico).
En el diagnóstico se debe solicitar un perfil tiroideo y autoanticuerpos antitiroideos. La realización de USG
tiroideo y radiografía de tórax/TAC forman parte del protocolo de estudio de imagen.
La mayoría de los nódulos tiroideos son benignos y los nódulos múltiples de menos de 1-1.5 cm no requieren
investigación con BAAF. Sin embargo, los nódulos predominantes en un bocio multinodular si deben
investigarse.
El tratamiento es similar al del bocio simple. El yodo radiactivo ha demostrado alta eficacia. Si da clínica
compresiva debe de realizarse cirugía.
Hipotiroidismo: el hipotiroidismo es la situación que resulta de la falta de los efectos de las hormonas
tiroideas sobre los tejidos del organismo. El término mixedema se refiere a un hipotiroidismo grave con
acumulación de mucopolisacáridos en la dermis.
Etiología: las causas primarias tiroideas constituyen más del 95% de los casos y las secundarias hipofisarias
o hipotalámicas son menos del 5%.
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La causa más frecuente de hipotiroidismo a nivel mundial es el déficit de yodo. En los países desarrollados
la causa más frecuente de hipotiroidismo es la etiología autoinmunitaria.
Otros: hipotiroidismo post radioyodo, fármacos, enfermedades infiltrativas, entre otras.
Cuadro clínico:
a. Hipotiroidismo congénito: 1/3000 nacidos vivos. Se manifiesta por la presencia de ictericia fisiológica,
llanto ronco, estreñimiento, somnolencia y problemas de alimentación El diagnóstico clínico es difícil por
lo que se realiza mediante la prueba de tamizaje neonatal. El tratamiento precoz debe de instalarse para
evitar deterioro cognitivo.
b. Cretinismo: aparecen rasgos físicos del cretinismo -> talla baja, rasgos toscos, lengua prominente, nariz
chata, separación de los ojos, escases de vello, sequedad de la piel, abdomen prominente, retraso en
edad ósea, alteración del desarrollo mental y retraso de la dentición.
c. Hipotiroidismo en el adulto: fatiga, letargia, estreñimiento, intolerancia al frío, rigidez y contractura
muscular, síndrome del túnel del carpo, trastornos menstruales. Hay deterioro de las actividades
mentales con bradipsiquia, bradilalia, hay movimientos involuntarios, pérdida del apetito y pérdida de
peso.
d. Mixedema: si el cuadro evoluciona, aparece amimia, palidez y frialdad de la piel, escasez de vello, edema
periorbitario y macroglosia. Puede haber cardiomegalia y derrame pericárdico, íleo adinámico,
megacolon y obstrucción intestinal.
e. Coma mixedematoso: si el paciente con hipotiroidismo grave no se trata, puede desarrollar un cuadro
grave con estupor e hipotermia, que puede ser mortal. La causa más frecuente es la exposición al frío,
la cirugía en paciente mal tratado o un incorrecto tratamiento, también puede ser por mal apego
terapéutico (suspensión brusca).
Diagnóstico: la determinación aislada más útil es la de concentración de TSH: aumentada en el primario y
normal o baja en el hipofisario (en este último se toma en cuenta T4L).
Es característico aumento del colesterol sérico, CPK, LDH y TGO/AST.
El hipotiroidismo subclínico es una situación en la que la T4L y T3 son normales, pero la TSH en suero está
elevada. Se debe de tratar en: mujeres embarazadas/deseos de embarazo, niños y adolescentes y TSH >
10 uU/ml. NO se debe de tratar en ancianos o cardiópatas.
Tratamiento: en la actualidad se dispone de hormonas sintéticas para el tratamiento del hipotiroidismo:
levotiroxina (L-T4) y liotironina (L-T3). EL preparado más utilizado es la levotiroxina por ser uniforme y de
larga vida media.
Se debe instaurar el tratamiento de forma progresiva en pacientes con cardiopatía y ancianos para evitar
desencadenar angina.
La dosis diaria de inicio en el adulto suele ser de 50 ug/día a no ser que exista cardiopatía de base o sea
anciano, donde se recomienda iniciar con 12.5 ug/día. La dosis se aumenta 12.5-50 ug cada cuatro
semanas hasta obtener la dosis definitiva.
La determinación de TSH es el parámetro más útil para el control del tratamiento del hipotiroidismo primario.
Durante el embarazo los requerimientos diarios aumentan entre un 30-50% después de las 4-6 semanas
de gestación y el objetivo del tratamiento es mantener TSH < 2.5 uU/día
En el caso del coma mixedematoso, el hipotiroidismo requiere tratamiento inmediato. Está indicada la
utilización de L-T4 intravenosa asociada a hidrocortisona.
Hipertiroidismo: es una situación clínica y analítica que resulta del efecto de cantidades excesivas de
hormonas tiroideas. El término tirotoxicosis suele tomarse como sinónimo.
La prevalencia del hipertiroidismo en la población general es de alrededor del 1%.
Etiología: la enfermedad de Graves es la causa más frecuente de hipertiroidismo en el adulto y
especialmente en mujeres. Se trata de una enfermedad multisistémica de origen autoinmunitario que se
caracteriza por hipertiroidismo, bocio difuso y signos extratiroideos (oftalmopatía y dermopatía). Para su
diagnóstico clínico es necesario todas las características clínicas. En suero suele existir anticuerpos
Síndrome de Cushing: son un conjunto de signos y síntomas derivados de una producción excesiva de
glucocorticoides (endógeno) o a la administración mantenida de glucocorticoides (exógeno).
Etiología:
a. Síndrome de Cushing exógeno: la causa más frecuente es la administración Iatrógena de esteroides.
Los pacientes presentan fenotipo Cushing (cara de luna llena, obesidad troncular, estrías, equimosis).
Los niveles de ACTH están suprimidos y su diagnóstico se realiza con anamnesis detallada.
b. Síndrome de Cushing endógeno: comprende tres trastornos.
1. Enfermedad de Cushing (65-70%): causada por tumor hipofisario secretor de ACTH (90%
microadenoma).
2. Síndrome de Cushing ectópico (15%): consiste en una producción autónoma de ACTH/CRH a partir
de tumores no hipofisarios. Los más frecuentes son los carcinomas pulmonares de células
pequeñas, seguidos de los carcinoides de pulmón, los feocromocitomas, timomas, páncreas y de
tiroides.
3. Síndrome de Cushing suprarrenal (15-20%): está causado por un tumor suprarrenal (adenoma,
carcinoma o hiperplasia) y se asocian a niveles de ACTH suprimidos. Es el más frecuente en la
infancia.
Manifestaciones clínicas:
a. Síntomas: obesidad, irregularidad menstrual, hirsutismo, alteraciones psiquiátricas y debilidad
muscular.
b. Signos: obesidad, plétora facial, facies de luna llena, hipertensión, hematomas y fragilidad capilar,
estrías rojo-vinosas, edema de miembros inferiores, miopatía proximal e hiperpigmentación.
c. Otros: alteración del metabolismo de carbohidratos (DM e IGA), osteoporosis y nefrolitiasis.
Las características clínicas que presentan mayor especificidad son la plétora, la fragilidad capilar, la
debilidad muscular, las estrías rojo-vinosas y en los niños la ganancia de peso con retraso en la velocidad
de crecimiento.
En el Cushing ectópico las alteraciones como diabetes e HAS son más marcadas. La evidencia de virilización
es más frecuente en el carcinoma suprarrenal.
Diagnóstico:
Diagnóstico de laboratorio:
1. Aumentan los niveles plasmáticos y urinarios de cortisol de forma variable; en el ectópico están
disminuidos.
2. En el carcinoma suprarrenal es frecuente la elevación de andrógenos fundamentalmente el DHEA-S en
plasma.
3. Frecuente la leucocitosis con neutrofilia y eosinopenia y la hiperglucemia/diabetes franca.
4. La presencia de hipocalemia es típica del Cushing ectópico (carcinomas suprarrenales que producen
alto cortisol y/o aldosterona).
Diagnóstico bioquímico: es la primera etapa en la confirmación, la segunda es el etiológico de localización.
Sea cual sea la causa del exceso, siempre se encontrará una excreción aumentada de cortisol, abolición de
su ritmo circadiano y una ausencia de la inhibición de la secreción de cortisol al administrar dosis bajas de
glucocorticoides.
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Se realizan varias pruebas y el diagnóstico se confirma al presentar dos inequívocamente positivas:
1. Cortisoluria en 24 horas: se considera positiva cuando es mayor del límite normal. Se debe obtener
muestra de dos días diferentes. Tiene mayor sensibilidad en niños que en adultos.
2. Prueba de supresión con dosis baja de dexametasona (supresión nocturna con 1 mg de dexametasona
(Nugent) y prueba larga de supresión débil con 2 mg (Liddle)): en el primero se administra 1 mg de
dexametasona entre las 23-24 horas del día previo y se determina el cortisol a la mañana siguiente en
ayunas. La falta de supresión por debajo de 1.8 ug/dl hace esta prueba positiva.
La prueba larga consiste en administrar 0.5 mg cada 6 horas por 2 días con determinación de cortisol
entre las 2-6 horas de la última administración.
3. Cortisol en saliva: se realiza entre las 23-24 horas y se debe de determinar en dos días diferentes. Su
elevación por encima del límite se ha mostrado útil en el diagnóstico de Síndrome de Cushing
En los pacientes en los que existan resultados equívocos y se persista con la sospecha clínica elevada se
realizan las pruebas de segunda línea (suelen requerir hospitalización):
4. Cortisol sérico nocturno: entre las 23-24 horas debe de estar suprimido. La comprobación de este hecho
descarta el síndrome, si no hay supresión es positiva.
5. Prueba combinada de supresión con 2 mg de DXM + estímulo con CRH: se determina el cortisol tras la
administración de CRH a las dos horas del test de Liddle clásico
Diagnóstico etiológico:
1. El primer paso debe ser, en todos los casos, proceder a la separación entre Cushing ACTH-dependiente
(central o ectópico) y el Cushing ACTH-independiente (suprarrenal). Si la ACTH es < 5 pg/ml es un
Cushing independiente y se procede a realizar prueba de imagen suprarrenal. Si > 20 pg/ml es
dependiente.
2. Protocolo de Liddle: se realiza con 2 mg de DXM cada 6 horas durante 48 horas. La supresión del cortisol
en orina de 24 horas > 50% sugiere enfermedad de Cushing y una supresión > 90% es ALTAMENTE
sugerente.
3. Prueba de valoración del eje: prueba de CRH. Se basa en la administración de CRH intravenosa y
determinando ACTH y cortisol plasmático posteriormente. Una respuesta positiva (aumento de ACTH y
cortisol) ocurre en los pacientes con disfunción hipotalámica o tumor hipofisario productor de ACTH.
En caso de prueba positiva de supresión alta se debe realizar RMN hipofisaria.
4. Cateterismo de senos petrosos inferiores: nos ayuda a discernir el Cushing central del ectópico, en los
casos en los que no es posible visualizar el tumor en la RMN (microadenomas muy pequeños).
5. Pruebas de imagen: para buscar el tumor responsable de secreción de cortisol, ACTH o CRH. La RMN es
de elección en tumores hipofisarios (contrastada con gadolinio), TAC de corte fino es de elección en
Cushing ACTH-independiente para valoración de glándulas suprarrenales, RMN abdominal en casos de
Cushing adrenal, octreo-scan gammagrafía y busca en tumores ectópicos que expresan receptores para
somatostatina.
Diferenciación entre el Cushing leve y el Pseudocushing puede ser difícil. Estos pacientes presentan
ausencia de supresión de cortisol sérico. Los estados de pseudocushing mas relevantes son: obesidad
grave, depresión, alcoholismo crónico y enfermedades con gran estrés. No suelen mostrar las alteraciones
cutáneas y musculares. Para diferenciación se realiza la prueba de supresión con 2mg de DXM y
estimulación posterior con CRH donde ninguno se suprime adecuadamente.
Tratamiento:
a. Neoplasias suprarrenales: el tratamiento de elección es el quirúrgico. En el caso del adenoma, se
produce curación. Los pacientes con carcinoma tienen elevada mortalidad a pesar del tratamiento
quirúrgico y suelen hacer metástasis a hígado y pulmón.
b. Síndrome de Cushing ACTH-dependiente: los tumores productores de ACTH de origen hipofisario se trata
con extirpación quirúrgica por vía transesfenoidal. La radioterapia es útil en los casos en los que se
alcanza curación tras la cirugía transesfenoidal. En el Cushing ectópico se debe extirpar el tumor
primario si es posible.
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c. Cuando el tratamiento etiológico no es posible o no ha sido efectivo, es necesario recurrir a la
suprarrenalectomía médica (mitotano) o a los inhibidores de la síntesis de cortisol (ketoconazol,
aminoglutetimida o metopirona). El etomidato da un control al inhibir la conversión de 11-desoxicortisol
a cortisol de manera rápida en ingresados. El control de hipercortisolismo está indicado en formas
graves antes de la cirugía.
d. Ocasionalmente, se precisa de suprarrenalectomía quirúrgica bilateral cuando los tratamientos
definitivos (cirugía o radioterapia) fallan o se desarrollan efectos adversos a los fármacos anteriores.
Insuficiencia suprarrenal: la insuficiencia suprarrenal puede estar causada por ->
- Enfermedad a nivel suprarrenal que destruya >90% de la glándula (enfermedad de Addison).
- Enfermedad hipotalámica/hipofisaria que ocasione déficit de ACTH o CRH (aislada o hipopituitarismo).
- Supresión prolongada del eje hipotálamo-hipófisis-adrenal por administración exógena de esteroides.
Etiología: en la actualidad la enfermedad subyacente más común en los casos de insuficiencia suprarrenal
primaria es la adrenalitis autoinmunitaria (> 70% de los casos). Puede aparecer sola o asociada a otras
endocrinopatías, estos pacientes presentan anticuerpos antisuprarrenales (anti-21-hidroxilasa).
La tuberculosis suprarrenal era la causa más frecuente de insuficiencia en el pasado, hoy solo es
responsable del 10-20%. En pacientes con SIDA puede existir adrenalitis infecciosa por CMV, MAC,
criptococos y sarcoma de Kaposi.
Manifestaciones clínicas:
- En ambas formas existe astenia, debilidad progresiva, hipoglucemia, pérdida de peso, malestar
gastrointestinal (dolor abdominal, náuseas y vómitos).
- La enfermedad primaria incluye afectación del tejido secretor mineralocorticoide, que ocasiona
hipoaldosteronismo con pérdida de sodio, hiperkalemia, avidez por la sal, hipotensión ortostática y
acidosis metabólica leve.
- La falta de cortisol produce un aumento compensatorio de ACTH y sus péptidos, dando lugar a
hiperpigmentación mucocutánea (labios, áreas de presión, pliegues, nudillos, codos, rodillas y
cicatrices).
- Crisis suprarrenal (insuficiencia suprarrenal aguda): la causa más frecuente es la supresión brusca de
un tratamiento corticoideo prolongado. La segunda más frecuente es la aparición concomitante de una
situación de estrés en el contexto de una IS ya diagnosticada. En ocasiones, se produce destrucción
hemorrágica de las glándulas suprarrenales (por septicemia por pseudomonas o menigococemia;
síndrome de Waterhouse-Friederichsen). La clínica incluye: fiebre elevada, deshidratación, náuseas,
vómitos e hipotensión.
Diagnóstico: los niveles basales de cortisol y aldosterona en sangre y orina son inferiores a lo normal. La
concentración de ACTH se eleva en la IS primaria y está reducida o inapropiadamente normal en la IS
secundaria.
Clásicamente, se exige una prueba de estimulación para el diagnóstico.
Diagnóstico de la IS primaria: en la enfermedad de Addison existe una destrucción de todas las zonas de la
corteza suprarrenal. Esto causa disminución de glucocorticoides, andrógenos y mineralocorticoides. Se
utilizan:
- Cortisol plasmático basal: medición entre las 8-9 am en dos días diferentes. Si < 3.5 ug/dl se
diagnostica.
- Prueba de estimulación con 250 ug de ACTH: la respuesta es normal cuando el cortisol plasmático, a
los 30-60 minutos, se eleva por encima de 18 ug/dl. Es la prueba de referencia o gold estándar en la IS
primaria.
Diagnóstico de la IS secundaria:
- Cortisol plasmático basal: medición entre las 8-9 am en dos días diferentes. Si < 3.5 ug/dl se
diagnostica.
- Prueba de estimulación con ACTH: en la IS secundaria el cortisol no responde, pero la aldosterona
muestra una respuesta normal (elevación de > 5 ng/dl tras ACTH).
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- Hipoglucemia insulínica: si el panhipopituitarismo es claro y los niveles de cortisol basal no descartan IS
secundaria, la hipoglucemia insulínica está indicada.
Tratamiento: los pacientes con enfermedad de Addison requieren reposición de glucocorticoides y de
mineralocorticoides.
- Se utilizan esteroides de vida media-corta o media: cortisona, hidrocortisona o prednisona.
- Se debe agregar fludrocortisona para restituir el efecto mineralocorticoide.
- Las complicaciones del tratamiento glucocorticoide son raras a excepción de la gastritis. El tratamiento
mineralocorticoide puede presentar hipocalemia, edema, HAS, cardiomegalia e ICC.
- Educación: todos los pacientes deben recibir educación acerca de la enfermedad. Deben recibir dosis
suplementarias antes de las cirugías y de las extracciones dentales. En situaciones de estrés es
necesario elevar la administración hasta 10 veces su dosis habitual.
- Los pacientes con IS secundaria no requieren mineralocorticoides. El tratamiento glucocorticoide es
igual que en la primaria.
- Crisis suprarrenal: reposición de los niveles circulantes de glucocorticoides, déficit de sodio y de agua.
Se administra un bolo inicial de 100 mg IV de hidrocortisona seguido de infusión a 10 mg/h o bolos de
100 mg/6-8 horas. La repleción de agua se realiza con mixta o fisiológica en varios litros.
Hiperaldosteronismo: el hiperaldosteronismo primario (HAP) se produce por un exceso de secreción
autónoma de aldosterona por la glándula suprarrenal. Su prevalencia es de 10% en pacientes con
hipertensión arterial.
Etiología:
a. Hiperaldosteronismo primario: existen cinco causas -> 1) Adenoma suprarrenal productor de
aldosterona (síndrome de Conn; forma más prevalente), 2) Hiperplasia micronodular suprarrenal
bilateral, 3) Hiperplasia suprarrenal unilateral, 4) Familiar o síndrome de Sutherland, rara y 5) Carcinoma
suprarrenal productor de aldosterona (muy raro).
b. Hiperaldosteronismo secundario: el denominador común es una producción aumentada de renina por
el riñón.
c. Otras causas: con niveles de aldosterona disminuidos -> síndrome de Liddle, tumores DOCA, HSC.
Cuadro clínico: la mayoría de los cambios clínicos y analíticos del HAP son secundarios al efecto de la
aldosterona en el transporte de sodio, agua y potasio. La HAS es el hallazgo predominante y universal
(reabsorción aumentada de sodio y agua), la hipocalemia es significativa y aparecen debilidad muscular,
fatiga, calambres y en casos graves parálisis.
La HAS don daño a órgano blanco es más frecuente en pacientes con HAP.
Diagnóstico: dentro del diagnóstico del hiperaldosteronismo primero hay que determinar a quién realizar el
cribado mediante el cociente de aldosterona plasmática/actividad de renina plasmática, y luego proceder
al diagnóstico diferencial del primario con secundario y otros estados.
Diagnóstico bioquímico del HAP:
- Suspender tratamiento anti-HAS 1 mes antes. Si se precisa antihipertensivo dar: prazosina, dozasozina,
hidralazina.
- Relación aldosterona plasmática/actividad de renina plasmática: > 20 se considera prueba de
escrutinio positiva y es necesario confirmación bioquímica del hiperaldosteronismo.
Confirmación bioquímica:
- Infusión de solución salina fisiológica: la supresión correcta de aldosterona excluye el diagnóstico.
- Prueba de captopril: la inhibición de la ECA disminuye aldosterona en sanos, en HAP no se disminuye.
- Pruebas de supresión con fludrocortisona.
- Prueba con sobrecarga oral de sodio.
Diagnóstico etiológico:
- TAC abdominal: realizarla siempre tras diagnóstico bioquímico. Es superior a la RMN. Los adenomas
unilaterales secretores de aldosterona (síndrome de Conn) suelen ser de pequeño tamaño < 2 cm.
5. DIABETES MELLITUS
La diabetes mellitus es un conjunto heterogéneo de síndromes de etiopatogenia multifactorial. Es un
trastorno metabólico, fundamentalmente hiperglucemia crónica, aunque también altera metabolismo
proteico y lipídico. Tales alteraciones se deben a un déficit relativo o absoluto de insulina, junto con
alteraciones en su mecanismo de acción.
Epidemiología: es la enfermedad endocrina más frecuente y una de las principales causas de
morbimortalidad.
- La forma más frecuente es la DM tipo 2 que representa aproximadamente el 80-90% de los casos.
- La DM tipo 1 representa un 5-10% de los casos.
- Su prevalencia está aumentando de forma rápida, en parte debido a los cambios en los hábitos de vida
y a la mayor esperanza de vida de la población.
Diagnóstico: los criterios diagnósticos empleados en la actualidad son los de la OMS+FID y los de la ADA.
Son los siguientes:
1. Glucemia plasmática al azar > 200 mg/dl + clínica cardinal o crisis hiperglucémica.
2. Glucemia plasmática en ayunas > 126 mg/dl *en dos mediciones.
3. Glucemia plasmática a las 2 h de CTGO > 200 mg/dl *en dos mediciones.
4. Hemoglobina glicada > 6.5% *en dos mediciones.
Además, se han establecido dos categorías diagnósticas nuevas:
- Intolerancia a los carbohidratos: glucemia plasmática a las dos horas de la CTGO > 140 y < 200.
- Glucosa alterada en ayunas: cuando la glucemia en ayunas es entre 100-126 mg/dl.
Estas dos categorías junto con una HbA1c de 5.7-6.4 se consideran como “prediabetes” y constituyen un
factor de riesgo para el desarrollo posterior de diabetes y enfermedades cardiovasculares.
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Se debe realizar en cribado de DM tipo 2 cada tres años en asintomáticas de > 45 años e
independientemente de la edad en caso de pacientes con sobrepeso u obesidad y algún otro factor de
riesgo para el desarrollo de DMT2.
Clasificación: el comité de expertos de la ADA establece la siguiente clasificación etiopatogénica de la DM2:
- Diabetes tipo 1: resultado de un déficit absoluto en la secreción de insulina debido a la destrucción de
las células b del páncreas, que se puede demostrar objetivando niveles muy bajos de péptido C. Estos
pacientes necesitan que se administre insulina para no desarrollar cetoacidosis.
- Diabetes tipo 2: forma más frecuente y aparece en sujetos que presentan resistencia a la acción
periférica de la insulina y un déficit relativo de la misma.
- Diabetes gestacional.
- Otros tipos de diabetes:
a. Defectos genéticos de la célula beta: MODY -> formas secundarias de diabetes por mutaciones de
genes que intervienen en la secreción de insulina de la célula beta. Aproximadamente un 5% de
DMT2 la tienen. Se caracterizan por un debut en edades precoces, habitualmente antes de los 25
años. Su clasificación se realiza en función del defecto genético, se han identificado seis tipos. Los
dos más frecuentes son MODY 2 y MODY 3.
b. Defectos en el ADN mitocondrial: cursan con sordera neurosensorial y defectos en la secreción de
insulina.
c. Defectos genéticos en la acción de la insulina: son mutaciones en el gen que codifica el receptor de
insulina que pueden producir insulinorresistencia severa. Se incluyen: leprechaunismo, síndrome de
Rabson-Mendenhall y el síndrome de resistencia a insulina tipo A.
d. Enfermedades del páncreas exocrino: cualquier enfermedad difusa del páncreas puede provocar
diabetes.
e. Endocrinopatías: en acromegalia, Cushing, glucagonoma, feocromocitoma e hipertiroidismo pueden
producir hiperglucemia por efecto de hormonas contrarreguladoras.
f. Diabetes mellitus asociadas a fármacos
g. Formas poco comunes: DM causada por anticuerpos anti-receptor de insulina (síndrome de
resistencia tipo B).
Patogenia:
Diabetes mellitus tipo 1: la secuencia patogénica más aceptada incluye la predisposición genética asociada
a una agresión ambiental que implica una destrucción de las células B por mecanismo autoinmunitario que
conduce a la aparición de DM.
a. Factores genéticos: el lugar genético asociado con mayor susceptibilidad para el desarrollo de DM tipo
1 es el locus HLA del cromosoma 6. Más del 90% de diabéticos tipo 1 porta el haplotipo HLA DR3-DQ2
o HLA DR4-DQ8.
b. Factores ambientales: dada la concordancia de 30-70% en monocigotos se sabe que tiene factores
ambientales. Se han señalado múltiples factores ambientales en sujetos genéticamente predispuestos:
infecciones víricas, exposición temprana a la seroalbúmina o/y caseína de la leche de vaca, cereales
antes del 3er mes, exposición a nitratos.
La activación de la inmunidad conlleva activación tanto de la celular como la humoral. En la inmunidad
celular los linfocitos T citotóxicos activados y los macrófagos infiltran los islotes pancreáticos produciendo
una insulitis. En la inmunidad humoral se conoce la existencia de diversos anticuerpos que se utilizan como
marcadores de la diabetes tipo 1. Su determinación se realiza en individuos con sospecha de DMT1 y sus
familiares para conocer el riesgo. Son:
- Anticuerpos anti-GAD: descarboxilasa de ácido glutámico. Presentes en el 70% son los más utilizados
en la clínica.
- Anticuerpos ICA: islotes pancreáticos. Presentes en el 85% de los pacientes al diagnósticos.
- Anticuerpos IAA: insulina y proinsulina. Son de aparición temprana.
7. DISLIPIDEMIA Y OBESIDAD
Principios generales de nutrición: en condiciones normales la ingesta debe ser siempre necesaria para
cubrir las necesidades metabólicas del organismo. Además, debe de existir un equilibrio adecuado entre
los distintos principios activos de los alimentos (55% carbohidratos, 30-35% lípidos y 10-15% proteínas).
Carbohidratos y lípidos: los carbohidratos constituyen el mayor componente de la dieta y se deben aportar
preferentemente los complejos o de absorción lenta (por ej., los almidones) y evitar el exceso de los de
absorción rápida. Las grasas se dividen en saturadas (origen animal), monoinsaturadas (aceite y vegetales)
y poliinsaturadas (omega 3, 6, linoleico y linolénico; de vegetales y pescado azul).
Proteínas: la calidad de la proteína depende del tipo que se ingiere, es decir, de los aminoácidos que
contiene. El valor nutricional de una proteína depende de la presencia de aminoácidos esenciales, que se
recomiendan en un 25%. El valor biológico de una proteína depende de lo equilibrada que esté en cuanto
a su composición y su digestibilidad, medida entre la absorción y síntesis. La ovoalbúmina es la referencia
(100%).
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Vitaminas y micronutrientes: existen una serie de oligolementos que son necesarios para el buen
funcionamiento de las enzimas celulares.
Hidrosolubles:
- Vitamina B1 (tiamina): coenzima en el metabolismo de los carbohidratos, integridad del nervio, corazón
y músculo.
- Vitamina B2 (niacina): componente de las coenzimas de NAD, implicada en glucólisis.
- Vitamina B6 (piridoxina): cofactor en metabolismo de los aminoácidos.
- Vitamina B9 (ácido fólico): indispensable en síntesis de eritrocitos.
- Vitamina b12 (cobalamina): indispensable en la formación de eritrocitos.
- Vitamina C (ácido ascórbico): interviene en metabolismo de aminoácidos y síntesis de colágeno.
Liposolubles:
- Vitamina A: desarrollo de las células de la retina, diferenciación de epitelios, crecimiento óseo y
formación de esperma.
- Vitamina D: absorción de calcio y fósforo en el intestino y su utilización en la formación de hueso.
- Vitamina E: antioxidante.
- Vitamina K: formación de factores de la coagulación.
Minerales:
- Hierro: transporte de oxígeno en la hemoglobina.
- Cobre: cofactor de la ceruloplasmina.
- Flúor: protección contra caries dental.
- Magnesio: asociado a la función de más de 300 enzimas del metabolismo de carbohidratos y proteínas.
- Zinc: cofactor de enzimas.
Desnutrición: clásicamente, se describían dos síndromes: marasmo (calórica) y kwashiorkor (proteica). En
la práctica clínica, la mayoría de los estados de desnutrición son una combinación de malnutrición calórico-
proteica y el peso es el índice más importante para valorar el estado nutricional.
Evaluación de los requerimientos: para ellas, es preciso conocer el metabolismo basal y el gasto energético
añadido. Existen diversos métodos para obtener el metabolismo basal:
- Ecuación de Harris-Benedict: utiliza varios parámetros (peso, talla, edad, factor corrector).
- Ecuación de Fick: útil en pacientes en UCI. Utiliza la diferencia de saturación de oxígeno, gasto cardíaco
y hemoglobina.
- Calorimetría indirecta: método más exacto, más caro y menos disponible.
Nutrición enteral: es fundamental recordar que la vía enteral siempre es la de elección para administrar
soporte nutricional, cuando es posible. La vía preferida es la oral, reservando los accesos gástricos o
intestinales cuando lo anterior no sea posible.
Se utilizan preparados de nutrición artificial, en los que existen mezclas equilibradas de principios activos
con osmolaridades tolerables y que pueden adaptarse dependiendo de las características del paciente.
a. Indicaciones: ingesta oral no adecuada durante más de siete días, incapacidad de ingesta oral, fístula
enterocutánea de bajo gasto (<500 ml/día), pancreatitis aguda y en combinación con la NPT.
b. Contraindicaciones: obstrucción intestinal, íleo, fístula de alto gasto e intolerancia a las sondas.
c. Administración: cuando la sonda es gástrica, la administración se realiza de forma intermitente, con
bolos cada 4-6 horas o en perfusión continua en casos seleccionados.
d. Complicaciones: diarrea, aspiración, obstrucción de la sonda, residuo gástrico, esofagitis.
Nutrición parenteral: la nutrición parenteral siempre debe valorarse en función de los riesgos y beneficios
que va a obtener el paciente. Las formas de administración son a través de vías periféricas (ciclos cortos) o
a través de vías centrales.
a. Indicaciones: imposibilidad de ingesta oral o nutrición enteral más de 7-10 días, tracto GI no
funcionante, intolerancia a la NET, resección intestinal masiva o fístula enterocutánea de alto gasto (>
500 ml/día).
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b. Contraindicaciones: restitución de ingesta oral prevista en menos de 7-10 días, adecuación de vía
enteral.
c. Administración: en pacientes hospitalizados se administra en perfusión continua. En ambulatoria se
prefiere cíclica. Existen soluciones estándar de aminoácidos e hidratos de carbono, soluciones lipídicas
y soluciones 3 en 1.
d. Complicaciones: puede ser preciso aumentar los requerimientos de insulina en los diabéticos. Se debe
monitorizar la glucemia, electrolitos y pruebas de función renal y hepática.
La complicación más grave de la nutrición artificial es el síndrome de realimentación, que se produce
por una excesiva administración de calorías a pacientes gravemente desnutridos, o con importante
ayuno previo. El cuadro puede producir una insuficiencia cardiorrespiratoria y SDOM con muerte por
edema agudo de pulmón o parada cardíaca por arritmias. Asocia alteraciones electrolíticas, sobre todo
hipofosfatemia. Para evitarlo es necesario identificar a los pacientes de riesgo, administrar máximo el
50% de las calorías calculadas, tiamina IV antes de la nutrición y monitorización estrecha de los
electrolitos.
Dislipidemias y su tratamiento: las dislipidemias son anomalías en el transporte lipídico que producen un
aumento en la síntesis o retraso en la degradación de las lipoproteínas que transportan el colesterol y los
triglicéridos en el plasma.
Hiperlipoproteinemias primarias:
- Hipercolesterolemia poligénica: no afecta a todos los familiares y no aparecen xantomas tendinosos.
- Hiper-alfa-lipoproteinemia familiar: es una enfermedad caracterizada por aumento de los niveles de HDL
colesterol.
- Alfa-beta-lipoproteinemia: se caracteriza por niveles muy bajos de LDL y triglicéridos, y cursa con
afectación neurológica por malabsorción de vitaminas liposolubles, sobre todo la E.
- Hipercolesterolemia familiar monogénica: receptor de LDL con mutaciones. Hay fallo en el aclaramiento
de LDL a nivel hepático. Cursa con aumento de colesterol, xantomas tendinosos, xantelasmas y arco
corneal.
- Sistosterolemia: forma de dislipidemia familiar que se produce por alteración en los transportadores
intestinales y hepáticos de esteroles vegetales. Hay acumulación de esteroles en circulación y se
depositan en los tejidos.
Hiperlipoproteinemias secundarias: son aquellas que aparecen asociadas a trastornos metabólicos.
Algunas son: anticonceptivos orales (aumento de colesterol), embarazo (aumento de colesterol),
hipotiroidismo (colesterol), Cushing (colesterol), nefrótico (colesterol), CBP (colesterol), obesidad (colesterol
y TAG) e inhibidores de la proteasa (TAG).
En la diabetes mellitus tipo 2, el patrón más común de dislipidemia es la hipertrigliceridemia (aumento de
VLDL), con descenso de colesterol HDL y con aparición de partículas LDL pequeñas y densas, más
susceptibles a oxidación y glicación, por tanto, más aterogénicas.
Prevención primaria y secundaria: existe una asociación continua entre las concentraciones de colesterol y
el riesgo de un evento coronario. Esta asociación es cierta tanto para el incremento de LDL/TAG como para
la disminución de HDL. El tratamiento con estatinas en prevención primaria ha demostrado disminuir un
20-30% la incidencia de eventos cardiovasculares.
Tratamiento no farmacológico: la primera etapa es la dieta, si hay sobrepeso debe ser hipocalórica. Las
grasas deben ser monoinsaturadas y poliinsaturadas, y pobres en colesterol. Otras medidas son aumento
del consumo de fibra soluble, esteroles vegetales y proteínas de soja. El consumo de ácidos grasos omega-
3 se asocia con descenso de las concentraciones de triglicéridos, con efecto antiagregante y
antiarritmogénico.
Tratamiento farmacológico: debe quedar reservado para los casos donde no se ha logrado disminuir
suficientemente las cifras de colesterol y TAG después de 3-6 meses de tratamiento no farmacológico, salvo
en casos de enfermedad cardiovascular manifiesta en el que se debe iniciar precozmente si el paciente se
encuentra fuera de objetivos de LDL.
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- Resinas (colestiramina, colestipol): se unen a los ácido biliares en el intestino, bloquean su recirculación
enterohepática y disminuyen su cantidad total.
- Estatinas: son inhibidores de la HMG CoA reductasa, enzima clave en la síntesis de colesterol endógeno.
La disminución de la síntesis aumenta el numero de receptores de LDL, que favorece la eliminación
plasmática de colesterol. La atorvastatina y la rosuvastatina son las más potentes, y además producen
disminución concomitante de los niveles de TAG.
- Ezetimiba: fármaco que inhibe la absorción intestinal de colesterol, indicado en asociación con
estatinas.
- Fibratos: fármacos que actúan uniéndose a receptores PPAR alfa inhibiendo la producción de VLDL y
aumentando su depuración (disminuyen fundamentalmente los TAG).
- Ácido nicotínico (niacina): parece que es un agente antilipolítico, que inhibe la movilización de ácidos
grasos desde el adipocito. Reduce la síntesis de VLDL y es el fármaco que aumenta la HDL en mayor
proporción.
Obesidad: la obesidad es la enfermedad metabólica más prevalente en el mundo y constituye una causa
muy importante de morbimortalidad. Se asocia a la aparición de DM, HAS, dislipidemia, enfermedad
vascular, SAOS, afectación osteoarticular, colelitiasis, hernia de hiato, aumento de cánceres, alteración en
circulación, lesiones cutáneas y anomalías endócrinas.
La distribución de la grasa corporal es importante en el riesgo cardiovascular. Una disposición abdominal
del tejido adiposo incrementa el riesgo cardiovascular.
Etiología: la mayoría de los pacientes obesos tienen una obesidad exógena, que deriva de un balance
energético positivo con un aumento de la ingesta calórica. La regulación de la ingesta no está del todo bien
conocida, aunque se han identificado gran variedad de sustancias que actúan estimulando o inhibiendo el
apetito en el hipotálamo.
El gasto energético integra tres conceptos fundamentales:
- Gasto energético basal: energía necesaria para mantener la función y estructura del individuo. 70-80%
de la TMB.
- Efecto térmico de los alimentos: energía consumida en los procesos de nutrición. 10-15% de la TMB.
- Actividad física: puede comprometer el 0-50% del gasto energético.
Solo una mayoría de pacientes presenta obesidad secundaria: lesiones hipotalámicas, endocrinopatías,
síndromes genéticos e inducida por fármacos.
Diagnóstico y clasificación: el índice de masa corporal (Quetelet) se define como el cociente entre el peso
en kg por la talla al cuadrado en metros. Permite dividir la obesidad en grados. Normal de 19-25, sobrepeso
de 25-29, obesidad grado I 30-35, obesidad grado II 35-40, obesidad mórbida > 40.
El síndrome metabólico es la asociación de varios factores de riesgo cardiovascular incluidos la obesidad
abdominal, dislipidemia, hipertensión arterial y alteración de la glucosa que pueden coexistir en un mismo
paciente.
Tratamiento: la pérdida de peso intencionada mediante la implementación de tratamientos dirigidos a este
fin ha demostrado disminuir la tensión arterial, incidencia de diabetes, mejorar perfil lipídico, disminuir
resistencia a la insulina, disminuir estado proinflamatorio asociado a la obesidad y mejorar la función
endotelial de los pacientes obesos.
a. Medidas generales: tratamiento psicológico y descartar enfermedades orgánicas.
b. Dieta y ejercicio: la dieta debe ser hipocalórica y aceptada por el paciente, y es insustituible en el
tratamiento. La importancia de la distribución de macronutrientes no es lo fundamental sino la reducción
del aporte calórico.
c. Tratamiento farmacológico: puede ser necesario en múltiples pacientes, no sólo el tratamiento de la
dislipidemias, sino en el tratamiento de la obesidad misma:
1. Inhibidores de la absorción intestinal (orlistat). Inhibe las lipasas intestinales con la disminución de
asborción de grasas. Eficaz en pérdida de peso, consigue una disminución mayor de peso que dieta
+ placebo. Puede causar diarrea por esteatorrea.
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2. Anorexígenos: fentermina (aumenta noradrenalina, corto plazo); sibutramina (retirada del mercado)
y rimonabant (receptores cannabinoides; aumenta depresión y suicidio).
3. Fármacos sin indicación pero que han demostrado efecto en pérdida ponderal: antidepresivos,
bupropión, antiepilépticos, antidiabéticos orales y agonistas del GLP-1.
d. Tratamiento quirúrgico: los criterios de selección son amplios. Existen varias técnicas quirúrgicas que se
dividen en:
1. Restrictivas puras: producen pérdida de peso al disminuir la cantidad de reservorio gástrico. La más
usada es la banda gástrica ajustable.
2. Malabsortivas puras: producen pérdida de peso al disminuir la capacidad de absorción de nutrientes.
3. Mixtas: el bypass gástrico con Y de Roux por vía laparoscópica es el de menor riesgo y
complicaciones. Se considera la técnica de referencia con la que se comparan las demás y es la más
empelada en la actualidad.
8. CALCIO
Hipercalcemia:
Etiología: las causas más comunes son el hiperparatiroidismo primario (paciente ambulatorio) y
enfermedades malignas (paciente hospitalizado) que explican el 90% de los casos. Se pueden clasificar en:
- Exceso de PTH: hiperparatiroidismo primario, tratamiento con litio e hipercalcemia hipocalciúrica.
- Exceso de vitamina D: intoxicación, enfermedades granulomatosas y síndrome de Williams.
- Tumores: osteólisis, paraneoplásico por PTHrP y paraneoplásico por vitamina D.
- Aumento en recambio óseo: hipertiroidismo, exceso de vitamina A, tiacidas.
- ERC: hiperparatiroidismo secundario grave e intoxicación por aluminio.
Clínica: la hipercalcemia produce cansancio, depresión, confusión mental, anorexia, náuseas y vómitos,
estreñimiento, hipotonía, letargia, defectos del túbulo renal, diabetes nefrogénica, acortamiento del QT y
algunas otras arritmias.
La hipercalcemia puede producir calcificación en vasos, articulaciones, córnea, riñón, etc.
La sintomatología suele aparecer con niveles de 11.5-12.5 mg/dl y la grave > 15 mg/dl se considera
urgencia médica.
Hiperparatiroidismo primario: es la causa más frecuente de hipercalcemia. Está causado por un adenoma
paratiroideo único o múltiple.
Clínica: la mayoría de los casos son asintomáticos, descubriéndose la hipocalcemia como observación
analítica. Existe HAS en 50-70% de los pacientes. Es más frecuente la úlcera péptica, gastritis y puede existir
pancreatitis y colelitiasis.
a. Enfermedad ósea: la forma más grave (osteítis fibrosa quística) es actualmente poco frecuente. Se
caracteriza por quistes óseos en los huesos largos o tumores pardos. Otros cambios son: osteopenia,
fenómeno de resorción subperióstica. Puede ser silente o producir dolor local e inclusive fracturas
patológicas.
b. Afectación renal: puede existir nefrolitiasis y nefrocalcinosis.
De manera característica la enfermedad ósea y la enfermedad renal producidas por HPP no se dan a la vez.
Diagnóstico:
10. ENDOCRINO-ONCOLOGÍA
Tumores neuroendocrinos gastroenteropancreáticos: son un grupo heterogéneo de neoplasias que derivan
de las células de los islotes pancreáticos y del sistema endocrino difuso gastrointestinal, broncopulmonar,
tímico y urogenital. Se caracterizan por baja incidencia y sus síntomas derivan de la hiperproducción
hormonal.
Insulinoma: capitulo de hipoglucemia. Triada de Whipple, diazóxido crónico, cirugía en operable.
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Gastrinoma: síndrome de Zollinger-Ellison. Los gastrinomas son tumores de las células productoras de
gastrina localizadas en duodeno y en cabeza del páncreas. Dan lugar al síndrome de Zollinger-Ellison
caracterizado por hiperclorhidria y engrosamiento de las paredes de la mucosa gástrica.
- Comportamiento maligno, metástasis ganglionares y hepáticas en 60-90% de los casos.
- Sintomatología: hipergastrinemia e hiperclorhidria que producen úlceras pépticas resistentes, ERGE,
diarrea, pérdida de peso y dolor abdominal.
- El diagnóstico se establece con la elevación de gastrina > 1,000 y pH gástrico bajo < 2. Para el
diferencial es útil la prueba estimuladora con calcio.
- El manejo de los gastrinomas ha sido conservador dado el buen control sintomático obtenido con los
IBP. En caso de manejo quirúrgico se utiliza la resección duodenal + pancreatectomía + manejo
farmacológico.
Vipoma: síndrome de Werner-Morrison. Los vipomas son tumores productores de VIP y son procedentes de
las células pancreáticas D. Suelen alcanzar gran tamaño porque tardan en manifestarse. Suelen ser
malignos y presentar metástasis en 40-70%.
- Las manifestaciones clínicas de este tumor son diarrea secretora (persistente en ayuno), hipocalemia y
deshidratación. El volumen de las heces es superior a 1 litro al día y en un 70% mayor a 3 litros (cólera
pancreática). Puede haber LRA prerrenal por hipovolemia.
- El diagnóstico se realiza demostrando aumento de la concentración de VIP en plasma y con volumen de
heces de al menos un litro diario.
- El tratamiento consiste en la extirpación quirúrgica. Es necesario tratamiento de sostén con hidratación
y reposición de electrolitos. La prednisona mejora la diarrea. Los análogos de somatostatina inhiben la
secreción del VIP.
Glucagonoma: los tumores productores de glucagón procedentes de las células alfa son raros, suelen ser
únicos, de crecimiento lento y alcanzan gran tamaño. Presentan metástasis en 50-80% de los casos.
- Su clínica fundamental es la hiperglucemia. Puede haber hipercolesterolemia e hipoaminoacidemia. La
diabetes suele ser leve, a veces, solo en forma de intolerancia a los carbohidratos. No hay cetoacidosis.
Suele existir exantema eritematoso típico. Pueden presentar síndrome de las 4 D: diabetes, depresión,
dermatitis y DEEP trombosis venosa.
- El diagnóstico se realiza demostrando niveles muy altos de glucagón, > 1000 en ayunas es diagnóstico
y > 500 muy probable.
- El tratamiento quirúrgico es curativo en pocos casos. La cirugía tiene como objetivo reducción de la
masa tumoral. La quimioterapia no es útil. El tratamiento con análogos de SS da buenos resultados.
Somatostatinoma: los tumores productores de somatostatina suelen ser únicos, grandes y metastásicos
cuando se diagnostican. El 60% derivan de las células D pancreáticas. El resto son originados en intestino
delgado. Además de somatostatina pueden secretar insulina, calcitonina, gastrina, VIP, glucagón, ACTH.
La tríada clásica es diabetes + diarrea con esteatorrea + colelitiasis. El tratamiento es quirúrgico.
Tumores carcinoides: los tumores carcinoides son los tumores endocrinos del aparato digestivo más
frecuentes. Son de crecimiento lento y de evolución indolora. La mayoría aparecen en el intestino delgado
y en segundo lugar el apéndice.
Además de producir clínica por el exceso de producción hormonal, pueden producir en el aparato digestivo
síntomas locales por crecimiento o invasión: dolor abdominal, hemorragia u obstrucción intestinal.
Los carcinoides de intestino delgado tienen comportamiento agresivo, invasión local, metástasis tempranas
y síndromes derivados de la hiperproducción hormonal.
Etiología: los síntomas del síndrome carcinoide solo aparecen en los carcinoides intestinales cuando hay
metástasis en el hígado.
Según su origen embrionario se han clasificado en:
- Derivados de intestino anterior: bronquios, timo, estómago, duodeno, yeyuno, páncreas y vías biliares.
- Derivados de intestino medio: íleon y apéndice. Frecuentemente hay síndrome carcinoide.
- Derivados del intestino posterior: colon y recto.
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El producto que los carcinoides secretan con más frecuencia es la serotonina. La serotonina induce la
secreción intestinal, la motilidad intestinal y disminuye la absorción, hechos que explicarían la diarrea.
También estimula la fibrogénesis (fibrosis retroperitoneal, enfermedad de Peyronie y fibrosis
intraabdominal).
Clínica: la secreción hormonal de las células de los tumores carcinoides puede producir un síndrome
debilitante característico.
Las manifestaciones del síndrome carcinoide son: rubefacción cutánea, diarrea y cardiopatía valvular. Las
crisis carcinoides consiste en rubefacción y diarrea intensas con dolor abdominal y alteraciones cardíacas
que incluyen taquicardia, hipotensión o hipertensión y pueden ser mortales.
Diagnóstico: si no existe clínica de síndrome carcinoide, suele aparecer clínica derivada de los efectos de
masa tumoral sobre el aparato digestivo, y dependiendo su localización se escogerán estudios de imagen.
En los tumores con síndrome carcinoide, la medición urinaria de ácido hidroxiindolacético es la prueba
diagnóstica más útil. Dado que los tumores carcinoides presentan receptores para somatostatina, se puede
utilizar ocreótida marcada para su localización (octreoscan).
Tratamiento:
a. Médico: el tratamiento quirúrgico rara vez es curativo. Los análogos de SS controlan de modo eficaz la
diarrea, rubefacción y sibilancias. Es también eficaz en el control de las crisis carcinoides. Para la diarrea
son útiles: loperamida, atropina, ciproheptadina y ketanserina. Para la rubefacción los antagonistas H1,
para las sibilancias los broncodilatadores y para los síntomas dermatológicos la niacina oral.
b. Quirúrgico: puede ser curativo en pequeños tumores de apéndice, de recto o extraintestinales <2 cm.
Anatomía del esófago: el esófago actúa como conducto en el transporte de los alimentos. Es un tubo
muscular hueco de 18-26 cm que se dirige desde la faringe al estómago. Se colapsa entre las degluciones
para permitir el paso del bolo alimentario. El extremo superior (esfínter esofágico superior) está formado
por los músculos constrictores de la faringe. El esfínter esofágico inferior está formado por el hiato
diafragmático, los ligamentos frenoesofágicos y el engrosamiento de las fibras de la capa circular.
En su histología la pared esofágica está compuesta por cuatro capas:
- Capa mucosa: es lisa y de color rosado. El epitelio es escamoso estratificado. Contiene glándulas
mucosas.
- Capa submucosa: formada por tejido conectivo, vasos, nervios -> plexo submucoso de Meissner.
- Capa muscular: contiene capa circular y capa longitudinal. Tiene el plexo mientérico o de Auerbach.
- Capa adventicia: estructura más externa.
Fisiología del esófago: la capa muscular es la responsable de la función de transporte. Las contracciones
del diafragma ayudan al EII para mantener una zona de alta presión que evite que el contenido gástrico
penetre en el esófago.
a. Peristalsis primaria: actividad motora del esófago iniciada por el acto de la deglución. Una contracción
faríngea transfiere el bolo a través del EES relajado al esófago.
b. Peristalsis secundaria: contracción gradual del cuerpo esofágico estimulada por los receptores en su
pared, atribuida a la distensión por el bolo alimentación.
c. Peristalsis terciaria: se produce a nivel local intramural como mecanismo de reserva.
Síntomas esofágicos:
- Pirosis: sensación quemante o de ardor localizado a nivel retroesternal.
- Odinofagia: dolor con la deglución.
- Dolor torácico.
- Regurgitación: aparición involuntaria del contenido gástrico o esofágico en la boca.
- Disfagia: dificultad para la deglución.
Anomalías del desarrollo:
1. Duplicación esofágica: consiste en una serie de estructuras tubulares o quísticas que no se comunican
con la luz esofágica. El 80% son quistes y por lo general son únicos, llenos de líquido. Se diagnostican
por TAC, RMN o ecoendoscopia cuando hay comunicación. Se tratan de manera quirúrgica.
2. Compresión vascular del esófago: se producen por vasos aberrantes que comprimen el esófago o el
árbol traqueobronquial. Se manifiesta con disfagia lusoria, generalmente por compresión de subclavia
derecha aberrante. Se sospechan por esofagograma y se confirma por TAC, RMN, arteriografía o
ecoendoscopia. Se trata de manera quirúrgica.
3. Estenosis congénita del esófago: es rara. El segmento estenosado varía de 220 cm de longitud y por lo
general está localizado en el 1/3 inferior o medio del esófago. Generalmente requiere de resección
quirúrgica del segmento.
Esofagitis por cáusticos: puede aparecer tras la ingestión de ácidos (clorhídrico o sulfúrico) o bases
(hidróxidos de sodio o potasio, carbonatos, hidróxido de amonio, permanganato de potasio), ya sea de
manera voluntaria o accidental.
El daño del esófago depende de la cantidad y concentración del producto cáustico ingerido, del tipo de
cáustico y del tiempo de contacto de este con el esófago.
Los ácidos producen necrosis coagulativa y las bases necrosis licuefactiva. La sintomatología depende de
la gravedad de la esofagitis y varía desde asintomáticos hasta intensa odinofagia, disfagia, hemorragia o
perforación. La asociación de estridor y disfonía suele implicar lesión de laringe y epiglotis o aspiración del
cáustico.
Exploraciones:
- Se debe realizar radiografía de tórax PA y lateral para descartar mediastinitis, neumonitis o derrame
pleural.
- Radiografía de abdomen para sospecha de perforación gástrica.
- Perforación de esófago: TAC con contraste soluble vía oral.
6. H. PYLORI
Helicobacter pylori es un bacilo gramnegativo, curvado, microaerofílico, que produce o actúa como cofactor
para distintos trastornos gastrointestinales en la minoría de los pacientes que infecta.
Epidemiología: la prevalencia varía de acuerdo con la edad, zona geográfica y nivel socioeconómica.
El modo de transmisión se acepta que es de persona a persona y que el tipo de contacto requerido debe
ser más íntimos. Determinados estudios suelen sugerir la existencia de transmisión fecal-oral u oral-oral.
Fisiopatología: los factores de virulencia de este bacilo son ->
- Coloniza la mucosa gástrica con facilidad debido a que su morfología le provee gran movilidad que le
permite penetrar la capa de moco.
- Posee una adhesina que facilita la unión de la bacteria a las células epiteliales gástricas. Posee tropismo
tisular al epitelio gástrico.
- Produce una ureasa que transforma la urea en amonio y CO2 neutralizando la acidez gástrica a su
alrededor.
- Al producir equilibrio entre agua y amonio se forman iones hidróxido que lesionan las células epiteliales
gástricas.
Cuadro clínico: la infección por H. pylori puede dar lugar a una gastritis aguda, en general asintomática, pero
la inflamación persiste mientras dure la infección. La mayoría de los infectados permanecen asintomáticos.
La infección por H. pylori se ha relacionado con gastritis crónica, enfermedad ulcerosa, dispepsia, linfoma
no Hodgkin de bajo grado tipo MALT, anemia ferropénica y trombocitopenia.
a. Gastritis crónica tipo B: es la forma más frecuente de gastritis, habitualmente inicia como gastritis
crónica superficial y puede progresar hasta gastritis atrófica. La gastritis atrófica y la metaplasia
intestinal se consideran lesiones preneoplásicas asociadas a H. pylori. La erradicación de la infección
ha demostrado disminuir el riesgo de progresión.
b. Úlcera péptica: H. pylori se considera el factor etiológico más importante para la úlcera duodenal. Se ha
demostrado que 90-95% de los pacientes con ulcera duodenal tienen colonización por esta bacteria.
c. Dispepsia: puede ser uno de los factores etiológicos de la dispepsia. Se ha demostrado que los pacientes
con dispepsia no ulcerosa tienen tasas más altas de prevalencia de la infección.
d. Linfoma gástrico: se ha asociado con la aparición de LNH de bajo grado tipo MALT.
Diagnóstico: dentro de las pruebas diagnósticas pueden utilizarse varios métodos.
Métodos invasivos: precisan de la toma de biopsias gástricas mediante endoscopia. Se deben realizar en
antro y cuerpo gástrico.
- Histología: útil para visualizar la bacteria. Se tiñe con Giemsa modificada. Es un método directo de
detección.
- Cultivo: es el método más específico, pero difícil. Tarda hasta 10 días en crecer. Se retrasa para casos
en que se necesita identificar panel de resistencia.
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- Test de la ureasa rápida: se basa en que la ureasa producida por la bacteria hidroliza la urea y cambia
de color un indicador. Al introducir el material de biopsia en el substrato, este vira a color rojo, que
significa que hay presencia de H. pylori.
Métodos no invasivos:
- Test del aliento con urea marcada con carbono isotópico.
- Pruebas serológicas: usadas en estudios epidemiológicos.
- Detección de antígenos fecales: se recomienda la prueba como alternativa a la prueba del aliento para
el diagnóstico no invasivo siempre que se realiza con ELISA monoclonal.
Para realizar las pruebas diagnósticas se precisa evitar cualquier tratamiento antibiótico al menos 1 mes
antes de la evaluación y suspender al menos 2 semanas antes los IBP.
Tratamiento: para poder realizar el tratamiento de la infección por H. pylori debe ser previamente
diagnosticada.
Las recomendaciones de tratamiento son: pacientes con úlcera gástrica/duodenal, LNH tipo MALT, atrofia
mucosa o metaplasia intestinal, familiares de primer grado con adenocarcinoma gástrico, con diagnóstico
de H. pylori por pruebas, dispepsia funcional, resección quirúrgica/endoscópica de cáncer gástrico, anemia
ferropénica de causa no explicada, PTI, déficit de vitamina B12 no explicable por otras causas y pacientes
que requerirán tratamiento prolongado con AINES/AAS.
El principal objetivo del tratamiento erradicador de H. pylori es evitar las recurrencias. También acelera la
cicatrización de las úlceras pépticas. Existen muchos regímenes, no se aconseja la monoterapia. Se
recomienda terapia triple o cuádruple.
- Tratamiento de primera línea es pauta cuádruple con IBP + claritromicina + amoxicilina + metronidazol
cada 12 horas durante al menos 10 días.
También se acepta: IBP + claritromicina + amoxicilina por 10-14 días.
- Si fracasa el de primera línea -> IBP + amoxicilina + levofloxacino durante 10 días.
- Tercera línea -> IBP + bismuto + tetraciclina + metronidazol. Se recomienda antibiograma previo.
En pacientes alérgicos a la penicilina:
- Primera línea: IBP + claritromicina + metronidazol o cuádruple con IBP + bismuto + tetraciclina +
metronidazol.
- Segunda línea: IBP + levofloxacino + claritromicina.
8. ÚLCERA PÉPTICA
Úlcera péptica: se trata de un término empleado para referirse a un grupo de trastornos ulcerativos del
tracto gastrointestinal superior afectando principalmente a la porción proximal del duodeno y del estómago.
Muy frecuentemente el agente causal es H. pylori.
Se acepta que es resultado de un desequilibrio entre los factores agresores y defensores de la mucosa
gástrica. Está bien delimitada y es profunda, llegando en ocasiones hasta la capa muscular. En su histología
9. SÍNDROME DE ZOLLINGER-ELLISON
El síndrome de Zollinger-Ellison se debe a la presencia de un gastrinoma, tumor productor de gastrina, que
a su vez causa úlcera péptica.
El tamaño del tumor es variable, pero a veces es tan pequeño que no puede demostrarse por métodos
diagnósticos de imagen o incluso en cirugía. Dos tercios de los casos son malignos y el pronóstico es malo
si aparece en contexto de MEN1.
Cuadro clínico: es más frecuente en varones y aparece sobre todo entre los 35-65 años. El síntoma más
común de presentación es el dolor abdominal por una úlcera. Se produce un aumento de la secreción de
ácido y pepsina. Las úlceras, que en ocasiones son múltiples, aparecen sobre todo en el bulbo duodenal,
pero también puede hacerlo en zona posbulbar, yeyuno, estómago y del esófago. Responden mal al
tratamiento convencional.
Es frecuente que presenten diarrea y puede preceder a la ulceración. Esta se produce por el paso al intestino
de gran cantidad de la secreción ácida. Ocasionalmente hay esteatorrea, secundaria a la intensa acidez
que inactiva la lipasa pancreática.
Diagnóstico: se debe sospechar en úlceras en localizaciones inusuales, úlceras que persistan a pesar del
tratamiento, úlceras asociadas a diarrea, pliegues gástricos grandes, enfermedad ulcerosa familiar y
recurrencia tras cirugía.
Si el nivel de gastrina es anormalmente elevado, es conveniente medir la secreción de ácido. En general los
niveles de gastrina >1,000 hacen sospechar gastrinoma.
Para la localización del tumor, así como para la valoración de existencia de metástasis hepáticas, debe
realizarse una TAC, una RMN, gammagrafía con ocreótida.
Tratamiento: el tratamiento médico es paliativo y consiste en la administración de IBP que son de elección
para el alivio sintomático. Se recomiendan a 60 mg antes del desayuno.
El tratamiento definitivo es quirúrgico.
11. DIARREA
Un paciente tiene diarrea cuando presenta una variación significativa de las características de las
deposiciones respecto a su hábito previo, tanto en cuanto a la cantidad o aumento de la frecuencia, como
a la disminución de la consistencia. La OMS define a la diarrea como la expulsión de 3 o más deposiciones
líquidas con o sin sangre en 24 horas que adopten al forma del recipiente que las contiene y un episodio
12. MALABSORCIÓN
Se entiende por maldigestión la alteración en la hidrólisis de los nutrientes. En cambio, la malabsorción se
refiere a la alteración en la absorción de los nutrientes.
Habitualmente se presenta como diarrea, disminución de peso y malnutrición. Estos junto a un variable
malestar abdominal y distensión, son los síntomas más comunes. Hay además signos y síntomas derivados
de las carencias de nutrientes específicos. Lo mismo ocurre con los datos de laboratorio, aunque es
bastante general la presencia de hipocolesterolemia e hipoalbuminemia, así como trastornos electrolíticos.
Causas:
- Maldigestión: insuficiencia exocrina pancreática, cirugía gástrica, gastrinoma.
- Disminución de la concentración de sales biliares: enfermedad hepática, sobrecrecimiento bacteriano o
resección ileal.
- Anormalidades de la mucosa intestinal.
- Disminución de la superficie de absorción: síndrome de intestino corto.
- Infección.
- Obstrucción linfática.
- Trastornos cardiovasculares.
- Inducida por fármacos.
Diagnóstico:
20. CIRROSIS
La cirrosis es un proceso difuso caracterizado por fibrosis y conversión de la arquitectura normal del hígado
en nódulos estructuralmente anormales. Es consecuencia morfológica y vía final común de diferentes
enfermedades hepáticas.
Es una de las 10 principales causas de muerte en personas adultas en México.
Etiología: existen múltiples causas de cirrosis, dentro de las cuales figuran -> alcoholismo, hepatitis víricas
crónicas (B, C y D), fármacos, enfermedades congénitas/metabólicas (Wilson, Hemocromatosis), cirrosis
biliar, falla cardíaca crónica.
2. MALFORMACIONES CONGÉNITAS
Malformaciones pulmonares:
- Agenesia: ausencia completa de un pulmón o de ambos.
- Aplasia: consiste en la existencia de un bronquio rudimentario que termina en fondo de saco.
- Hipoplasia: existe un bronquio completamente formado, aunque de tamaño reducido, que termina en
una estructura parenquimatosa no funcional.
Suelen asociar malformaciones cardiovasculares que causan la muerte. Si son aisladas los pacientes
pueden vivir hasta la edad adulta con un solo pulmón funcionante. En la radiología hay signos de atelectasia
masiva. La fibrobroncoscopia, la tomografía y la arteriografía dan el diagnóstico certero.
- Quistes broncogénicos: resultan de la ramificación anormal del árbol traqueobronquial durante su
desarrollo. Pueden localizarse en el parénquima pulmonar o en el mediastino. Generalmente no
comunican y son un hallazgo casual en la radiografía del tórax. El paciente se mantiene asintomático
hasta que el quiste se infecta, causando fístula y con aparición de hemoptisis y expectoración purulenta.
- Secuestro broncopulmonar: presencia de una masa de tejido pulmonar separada del parénquima sano,
sin comunicación con la vía aérea. El aporte sanguíneo proviene de una arteria sistémica. A menudo, el
pulmón secuestrado contiene aire que llega de minúsculas conexiones alveolares.
Existen dos tipos de secuestro: 1) secuestro intraloblar que carece de pleura propia y extralobar que
tiene su propia pleura, con drenaje venoso anormal y en relación con el hemidiafragma izquierdo.
Suelen ser asintomáticos hasta que se infectan causando hemoptisis y expectoración.
Radiológicamente, se suelen manifestar como una masa en el ángulo costofrénico posterior izquierdo.
El tratamiento es la extirpación quirúrgica, aun cuando se trate de un hallazgo casual, dada la posibilidad
de complicaciones.
- Malformación adenoide quística: es típica la imagen en queso de Gruyere, originada por la existencia de
grandes quistes. Los quistes atrapan aire de forma valvular.
- Drenaje venoso pulmonar anómalo: puede ser parcial o total. En esta enfermedad, la sangre que
proviene del parénquima pulmonar drena en la aurícula derecha o en alguna de las venas cavas.
- Síndrome de la cimitarra: hipoplasia parenquimatosa y de la arteria pulmonar, junto a un drenaje venoso
anómalo.
- Fístulas arteriovenosas: en ocasiones son asintomáticas, otras veces se manifiesta con cianosis,
poliglobulia o acropaquías.
Malformaciones de la pared torácica:
- Costilla cervical: es la causa más frecuente de compresión del estrecho torácico superior. Puede dar
clínica compresiva con ausencia de pulso y parestesias del brazo afectado.
3. FISIOLOGÍA ELEMENTAL
El aparato respiratorio está formado por el sistema nervioso central y periférico (coordinan función), los
pulmones y las vías aéreas, la vascularización pulmonar y la caja torácica.
Ventilación pulmonar:
Fisiología: los pulmones son estructuras elásticas, contienen componentes fibrilares que le confieren
resistencia a la expansión de volumen. En condiciones normales, el pulmón contiene aire en su interior
gracias a la existencia de una presión positiva en los alvéolos y una presión negativa en la pleura.
Se denomina presión transpulmonar (PTP) a la diferencia resultante de la presión alveolar menos la presión
pleural. Se denomina compliance o distensibilidad al cambio de volumen en relación con el cambio de
presión.
La pared torácica es también una estructura elástica, que a presión positiva se expande y a una negativa
se comprime. En condiciones normales, los pulmones se ajustan a la pared torácica.
La capacidad funcional residual (CFR) es la tendencia de los pulmones a contraerse y la opuesta de la pared
torácica a expandirse de manera igual, es decir, la posición de reposo del aparato respiratorio.
Para conseguir volúmenes diferentes a la CFR es necesaria la modificación de las presiones pulmonares y
de la caja torácica mediante la contracción activa de los músculos inspiratorios y/o espiratorios.
El desplazamiento del aire desde la atmósfera a los alvéolos tiene que vencer una doble resistencia:
- Resistencia aérea: se rige por leyes de la fluidodinámica. El principal determinante es el radio de la
sección transversal del conducto.
- Resistencia elástica: por la oposición a la deformidad inspiratoria que ofrecen las estructuras elásticas
del pulmón y la pared torácica. Se expresa como incremento de volumen en relación con el incremento
de presión (ese cociente volumen/presión se denomina distensibilidad o compliance).
Parámetros que evalúan la función ventilatoria: se distinguen dos tipos de volúmenes -> estáticos y
dinámicos.
Volúmenes estáticos: miden el volumen de gas que contiene el pulmón en distintas posiciones de la caja
torácica.
Se habla de cuatro volúmenes ->
1. Volumen residual (VR): volumen que contienen los pulmones tras una espiración máxima (1,200 ml).
2. Volumen corriente: volumen que se moviliza en cada respiración en reposo (tidal; 500 ml).
3. Volumen de reserva espiratorio: volumen que se puede espirar tras una espiración normal (1,100 ml).
4. Volumen de reserva inspiratoria: volumen que se puede inspirar tras una inspiración normal (3,000 ml).
Además, de cuatro capacidades:
1. Capacidad pulmonar total (CPT): es el volumen de gas que contienen los pulmones en posición de
máxima inspiración (aproximadamente 5,800 ml).
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2. Capacidad vital: volumen de gas espirado máximo tras una inspiración máxima (aproximadamente
4,600 ml).
3. Capacidad inspiratoria: es el volumen máximo inspirado (3,500 ml).
4. Capacidad funcional residual: es el volumen de gas que contienen los pulmones después de una
espiración normal (2,300 ml).
Se deben recordar:
a. Espacio muerto anatómico: consta de unos 150 ml de aire en partes de la vía aérea que no hay
intercambio gaseoso.
b. Espacio muerto alveolar: el aire contenido en los alvéolos no perfundidos.
c. Espacio muerto fisiológico: volumen que participa en la suma de los dos anteriores.
d. Ventilación alveolar: es el volumen que participa en el intercambio gaseoso por unidad de tiempo.
Volúmenes dinámicos: introducen en su definición el factor tiempo, por lo que se estudian además los flujos.
Para su medición se utiliza el espirómetro. El individuo llena de aire sus pulmones hasta la CPT y luego
realiza una espiración forzada durante un mínimo de 6 segundos.
- Capacidad vital forzada (CVF): representa el volumen total que el paciente espira durante una espiración
forzada máxima.
- Volumen espiratorio forzado en el primer segundo FEV1/VEF1.
- Flujo de aire en la parte media de la inspiración, es decir, entre el 25 y 75 % de la CVF (FEF25-75% o
MMEF; velocidad máxima del flujo mesoespiratorio). Es la medida más sensible de la obstrucción precoz
de las vías respiratorias.
- Relación VEF1/CVF (índice de Tiffeneau; patológico < 0.7).
Los valores de volúmenes estáticos y dinámicos son los normales para joven y sano, pero deben ajustarse
según edad, sexo y talla de la persona. Se considera normal si se encuentra el 80-120% del esperado.
El flujo espiratorio máximo -> durante la espiración forzada, inicialmente los flujos aumentan a medida que
aumenta la fuerza muscular, hasta alcanzar un máximo (pico de flujo espiratorio, PEF). A partir de ese
momento, por mucho que se incremente la fuerza muscular espiratoria, el flujo de aire no puede aumentar
más. Esto ocurre porque el esfuerzo eleva la presión sobre los pulmones causando su vaciado y sobre los
bronquiolos comprimiéndolos.
Patrones de función ventilatoria anormal:
a. Patrón obstructivo: se caracterizan por una dificultad para el vaciamiento pulmonar, aunque la entrada
del aire sea normal o casi normal, que se traduce en una disminución en le velocidad de flujo espiratorio
para cualquier volumen pulmonar y un aumento del volumen residual.
1. Obstrucción de vía aérea superior: la forma de la curva flujo-volumen es el método más sensible para
detectar una obstrucción de la vía aérea superior. Puede ser una obstrucción fija (afecta igual ambas
ramas), variable intratorácica (afecta espiración) y variable extratorácica (afecta espiración).
Enfermedades: asma, EPOC, bronquiolitis, bronquiectasias, histiocitosis.
b. Patrón restrictivo: se caracteriza por dificultad para el llenado de aire pulmonar, que se origina por
disminución de los volúmenes pulmonares, especialmente CPT y CV. El diagnóstico se establece por la
presencia de una CPT < 80% del valor teórico. Según el lugar donde se localice la restricción se dividen
en:
1. Parenquimatosas (en los pulmones): por ej. Fibrosis pulmonar idiopática. El pulmón le cuesta
llenarse de aire por rigidez del parénquima.
2. Extraparenquimatosas (pared torácica o neuromusculares): defectos en llenado por debilidad o
parálisis del diafragma, otros músculos, deformidades de la caja torácica, etc.
4. EPOC
Concepto: el EPOC es una enfermedad prevenible y tratable que se caracteriza por una limitación al flujo
aéreo parcialmente reversible y generalmente progresiva, causada por una reacción inflamatoria anormal
de los pulmones ante partículas nocivas y gases (fundamentalmente el humo de tabaco).
La limitación al flujo aéreo está producida por una mezcla de enfermedad de las pequeñas vías aéreas y
destrucción parenquimatosa con gran variabilidad en cuanto a la contribución relativa de cada una de ellas.
La inflamación crónica produce cambios estructurales y estrechamiento de las pequeñas vías aéreas. La
destrucción del parénquima pulmonar, también de origen inflamatorio, conduce a la ruptura de las uniones
entre los alvéolos y las pequeñas vías aéreas, y a una disminución de la retracción elástica del pulmón.
Se ha hecho mención en la definición en los dos términos:
- Enfisema: dilatación del acino y destrucción de la pared alveolar. Es concepto anatomopatológico.
- Bronquitis crónica: definida por existencia de tos y expectoración al menos 3 meses al año por al menos
2 años consecutivos. Es concepto clínico, útil desde el punto de vista epidemiológico.
Epidemiología: un 14% de hombres adultos y un 8% de mujeres adultas tienen bronquitis crónica, EPOC o
ambas. Esa diferencia de prevalencia se relaciona con mayor consumo de cigarrillos en varones y una mayor
exposición a agentes nocivos industriales.
La mortalidad varía ampliamente entre distintos países, siendo una de las principales causas de muerte
(4ta en el mundo).
Etiología:
a. Tabaco: el consumo de cigarrillos es el principal factor de riesgo de EPOC. El riesgo de desarrollar EPOC
es dosis dependiente, aumenta a medida que aumentan los paquetes por año (índice tabáquico).
Son factores predictivos para la mortalidad por EPOC la edad de comienzo del tabaquismo, el número
de paquetes-año y la situación actual en cuanto al consumo de cigarrillos. El consumo de tabaco altera
la motilidad ciliar, inhibe la función de los macrófagos y produce hiperplasia/hipertrofia de las glándulas.
b. Contaminación ambiental: los contaminantes ambientales son perjudiciales en enfermedades
respiratorias, pero no se sabe el papel en el desarrollo de EPOC.
c. Profesión: interacción entre el tabaco y ciertas exposiciones laborales con el desarrollo de EPOC.
d. Alcohol: no hay evidencias que demuestren alteración en la función pulmonar por el alcohol.
e. Hiperreactividad bronquial inespecífica: hay datos que la relacionan con caída acelerada de la función
pulmonar en fumadores.
f. Sexo, raza y nivel socioeconómico: mayor prevalencia en hombres, caucásicos y relación de mortalidad
inversa con nivel socioeconómico.
g. Infecciones: asociación entre historia de enfermedades de vías respiratorias bajas y disminución de la
función pulmonar.
h. Factores genéticos: el déficit de a-1 antitripsina es la única anormalidad genética conocida que conduce
a EPOC y justifica, al menos, el 1% de los casos. El papel de esta proteína es la inhibición de la elastasa
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de los neutrófilos. Está codificada en el cromosoma 14. La deficiencia grave de AAT conduce a enfisema
prematuro, a menudo con bronquitis crónica, y en ocasiones, bronquiectasias. El enfisema es panacinar
y comienza en las bases. El déficit de AAT también produce enfermedad hepática. El único tratamiento
eficaz de la enfermedad hepática es el trasplante. En la afectación pulmonar se puede intentar
tratamiento sustitutivo junto con medidas generales de EPOC, incluyendo el trasplante si fuese
necesario.
Patogenia: el proceso inflamatorio que ocurre en el EPOC parece ser una amplificación de la respuesta
inflamatoria que tiene lugar en el aparato respiratorio normal ante la agresión de irritantes crónicos como
el humo de tabaco.
El patrón inflamatorio incluye neutrófilos, macrófagos y linfocitos. Se atraen mediadores que amplifican el
proceso inflamatorio y conducen a cambios estructurales. Este proceso se amplifica aún más por estrés
oxidativo y un exceso de proteinasas en el pulmón.
Los cambios estructurales son muy variados y se observan:
- Vías aéreas proximales (> 2 mm de diámetro): aumento de células caliciformes, hipertrofia glandular y
metaplasia escamosa.
- Vías aéreas distales (< 2 mm de diámetro): engrosamiento de la pared, fibrosis peribronquiolar,
exudados y disminución del calibre de las vías aéreas (bronquiolitis obstructiva).
- Parénquima pulmonar (bronquiolos respiratorios y alvéolos): destrucción de la pared alveolar y apoptosis
de células endoteliales y epiteliales. Tipos de enfisema:
a. Centroacinar o centrolobulillar: dilatación y destrucción de bronquiolos. Predomina en fumadores y
es en pulmón superior.
b. Panacinar o panlobulillar: destrucción de sacos alveolares y bronquiolos respiratorios. Predomina en
déficit de AAT y es en pulmón inferior.
c. Acinoso distal o paraseptal: destrucción distal de tabiques, ductos y alvéolos. Predomina en jóvenes.
A nivel subpleural en campos pulmonares.
- Vasos sanguíneos: hay engrosamiento de la íntima, disfunción endotelial y aumento de la capa
muscular, que conduce a hipertensión pulmonar.
Fisiopatología:
1. Limitación al flujo aéreo y atrapamiento aéreo: la inflamación, fibrosis y exudados endoluminales en las
pequeñas vías aéreas causan reducción del FEV1 y de la relación FEV1/FVC. Producen además un
progresivo atrapamiento aéreo durante la espiración que conduce a hiperinsuflación pulmonar y reduce
la capacidad inspiratoria.
2. Alteraciones en el intercambio gaseoso: son secundarias a diferentes circunstancias -> enfisema,
alteraciones en relación V/Q por obstrucción y alteración de función muscular: causan hipoxemia e
hipercapnia.
3. Hipertensión pulmonar: es una complicación tardía en la EPOC. Su causa es la vasoconstricción
pulmonar hipóxica de las arterias pulmonares de pequeño calibre a lo que puede sumarse hiperplasia
de la íntima e hipertrofia de la muscular con pérdida del lecho capilar pulmonar.
Cuadro clínico: los síntomas más frecuentes en el EPOC son la tos, la expectoración y la disnea. Es muy
común evidenciar tabaquismo de por lo menos 20 cigarrillos diarios por al menos 20 años. La disnea suele
aparecer en la 6ta década y es de desarrollo progresivo.
Casi siempre existe historia de tos, expectoración. En la BC puede haber hemoptisis. En las exacerbaciones
hay aumento de la tos y la disnea, esputo purulento e incluso sibilancias.
El porcentaje de la FEV1 (post-broncodilatador) en relación con el teórico se utiliza para clasificar la
gravedad:
- Grado 1: leve. FEV1 > 80%.
- Grado 2: moderada. > 50% y < 80%.
- Grado 3: grave. >30 % y < 50%.
- Grado 4: muy grave: < 30% o > 30% con cor pulmonale y/o insuficiencia respiratoria.
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La CPT está aumentada en los pacientes con obstrucción grave. Por alteraciones en V/Q hay hipoxemia y, a
veces, sobre todo si predomina la BC, hipercapnia.
El síndrome de overlap o solapamiento se denomina a los pacientes que presentan asociación de dos
síndromes respiratorios. Lo más frecuente es EPOC con SAOS -> pacientes desarrollar hipertensión
pulmonar, cor pulmonale, poliglobulia y alteraciones diurnas de gases arteriales de manera más precoz y
grave que EPOC aislada.
Diferencias entre las principales formas clínicas:
a. Enfisema (soplador rosado): se ve asténico, con disnea grave, la tos es después de la disnea, escaso
esputo, infecciones poco frecuentes, raramente tienen poliglobulia.
b. Bronquitis crónica (azul abotargado): se ve pícnico, la disnea es leve, suelen presentar primero la tos,
abundante esputo purulento, infecciones más frecuentes, suelen desarrollar HTP antes.
Diagnóstico: está basado en la clínica y las pruebas funcionales. Para el diagnóstico es necesario confirmar
la existencia de flujo aéreo no completamente reversible (implica FEV1/FVC < 0.7).
Tratamiento:
Tratamiento no farmacológico:
a. Abandono del hábito tabáquico: medida terapéutica más importante y eficaz para tratar la EPOC.
b. Rehabilitación: mejora tolerancia al ejercicio y calidad de vida.
c. Oxigenoterapia domiciliaria: administrada durante mínimo 15 horas al día, aumenta supervivencia. Su
principal efecto es enlentecer la progresión de la hipertensión pulmonar. Se debe plantear en paciente
estable, que realice tratamiento broncodilatador completo y correcto y cumpla: 1) PaO2 en reposo < 55
o 2) PaO2 55-59 junto con poliglobulia/hipertensión pulmonar/cor pulmonale/arritmias/alteraciones
intelectuales.
d. Tratamiento quirúrgico: bullectomía (puede mejorar disnea y función pulmonar), cirugía de reducción
de volumen pulmonar y trasplante pulmonar (indicación más frecuente; FEV 1 < 25%, PaO2 < 55 mmHg
O pAco2 > 50 mmHg e HTP secundaria.
Tratamiento farmacológico:
a. Vacunación antigripal: indicada en todos los pacientes.
b. Vacunación antineumocócica: en pacientes con EPOC y mayores de 65 años o FEV1 < 40%.
c. Mucolíticos, inmunorreguladores y antioxidantes: no hay evidencia que apoye su uso.
d. Inhibidores de la fosfodiesterasa: el roflumilast ha demostrado que puede mejorar la función pulmonar
y síntomas en pacientes con EPOC moderada-grave, añadido a anticolinérgicos o beta-agonistas.
e. Esteroides inhalados: se recomienda añadirlos cuando se presenta hiperreactividad bronquial o se trate
de EPOC grave-muy grave con agudizaciones frecuentes.
f. Broncodilatadores: son el pilar fundamental.
Broncodilatadores:
Agonistas beta-adrenérgicos: producen broncodilatación por acción directa en receptores B2 del músculo
liso que existe desde la tráquea hasta los bronquiolos terminales. Revierten la broncoconstricción. Otros
efectos son: previenen liberación de mediadores desde las células cebadas y disminuyen la extravasación
tras exposición a mediadores, aumentan aclaramiento mucociliar y mejoran la resistencia de los músculos
fatigados.
Existen de acción corta y prolongada; 1) Acción corta (4-6 horas, comienzo rápido) son el salbutamol,
terbutalina y fenoterol. 2) Acción prolongada son salmeterol y formoterol (12 horas) y el indacaterol (24
horas).
En todos es de elección la vía inhalatoria. Por vía sistémica aparecen mayores efectos secundarios: temblor
muscular es el más frecuente.
Anticolinérgicos: son antagonistas muscarínicos. En EPOC son igual o más eficaces que los agonistas B2
por lo que se consideran de elección. Producen broncodilatación, que parece mayor a más gravedad de la
obstrucción. Su efecto parece ocurrir en las vías más grandes.
5. ASMA
Concepto: el asma es una enfermedad inflamatoria crónica de la vía aérea, en cuya patogenia intervienen
diferentes células y mediadores inflamatorios, condicionada parcialmente por factores genéticos, que cursa
con hiperreactividad de la vía aérea a una gran variedad de estímulos y una obstrucción reversible al flujo
aéreo.
Esta inflamación causa episodios recurrentes de sibilancias, disnea, opresión torácica y tos. La
reversibilidad consiste en un aumento del FEV1 de al menos un 12% su valor basal tras la administración
de un B2-adrenérgico de acción corta. La hiperreactividad consiste en disminución del FEV1 de al menos
un 20% sobre su valor basal tras la realización de una prueba de bronco provocación inespecífica
(histamina, metacolina, ejercicio físico).
Epidemiología: la prevalencia global del asma varía entre el 1-18% según países. En la edad infantil, es más
frecuente en varones. En todo el mundo se producen unas 250,000 muertes al año por asma.
Patogenia: el asma es un trastorno inflamatorio crónico de las vías aéreas. La inflamación crónica se asocia
con hiperreactividad bronquial y a obstrucción reversible. El proceso inflamatorio es bastante consistente
entre todos los fenotipos de asma. La inflamación en el asma es similar a la de otros procesos alérgicos.
Células inflamatorias:
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a. Linfocitos T: está aumentados en la vía aérea, sobre todo los TH2 y aumento de NK.
b. Mastocitos: aumentados tanto en la vía aérea como en el músculo liso bronquial, se relaciona con
hiperreactividad bronquial. Su activación da lugar a liberación de broncoconstrictores y proinflamatorios.
c. Eosinófilos: están elevados en la vía aérea de la mayoría de los asmáticos.
d. Neutrófilos: aparecen en cantidad aumentada en la vía aérea.
e. Células dendríticas: son CPA que estimulan el desarrollo de linfocitos a Th2.
f. Macrófagos: contienen receptores de baja afinidad para la IgE cuando son estimulados por alérgenos
liberan mediadores que amplifican la respuesta inflamatoria.
Células y elementos estructurales de la vía aérea:
a. Epitelio bronquial: el daño en la vía aérea es una característica del asma no controlada, con pérdida de
células ciliadas y secretoras. El proceso de reparación de las lesiones es anómalo, dando lugar a un
componente de obstrucción irreversible, que en ocasiones aparece en el asma, en un proceso conocido
como remodelado de la vía aérea.
b. Músculo liso bronquial: contribuye a la obstrucción al flujo aéreo por su hipertrofia, contracción
aumentada e incluso liberación de mediadores inflamatorios.
c. Células endoteliales: aumenta la expresión de moléculas de adhesión.
d. Fibroblastos: estimulados por factores inflamatorios y de crecimiento contribuyen al remodelado de la
vía aérea.
Moléculas solubles:
a. Quimiocinas: expresadas por las células epiteliales, actúan reclutando células inflamatorias en la vía
aérea.
b. Leucotrienos: sustancias liberadas por mastocitos y eosinófilos con fuerte efecto broncoconstrictor.
c. Citocinas: producidas por linfocitos y macrófagos, controlan el proceso inflamatorio en el asma y
probablemente determinan su gravedad. Las más importantes son las derivadas de los linfocitos Th2:
IL-5, IL-4 e IL-3.
d. IgE: anticuerpo responsable de los fenómenos alérgicos, se une a receptores de alta afinidad en
mastocitos, basófilos, eosinófilos y células dendríticas.
e. Óxido nítrico: vasodilatador producido en el epitelio bronquial por la NO-sintetasa. Su determinación en
el aire espirado puede servir de prueba diagnóstica.
Factores etiológicos:
Factores del huésped:
a. Genéticos: el asma tiene un componente hereditario complejo. En el que múltiples genes están
implicados e interactúan entre ellos y con fenómenos ambientales. Los genes implicados en el desarrollo
de atopia y de hiperreactividad bronquial no están bien identificados, pero se sabe que se ubican en el
cromosoma 5, por lo que tienden a heredarse de manera conjunta. El asma se divide en intrínseca (no
atopia) y extrínseca (si atopia). Los genes también tienen importancia en la respuesta al tratamiento.
b. Obesidad: se ha demostrado que es un factor de riesgo para el desarrollo de asma.
c. Sexo: en la edad infantil es de mayor predominio en varones, se iguala en pubertad y en adultos es
mayor en mujeres.
Factores ambientales:
a. Alérgenos: su papel como factor causante del asma no está definitivamente aclarado. Se ha indicado
que la exposición a ácaros, epitelio de perro/gato y aspergillus se asocia a desarrollo de asma en sujetos
susceptibles.
b. Infecciones: el virus sincitial respiratorio y parainfluenza causan un patrón similar al fenotipo asmático.
La infección por VSR se asocia con diagnóstico de asma en la niñez.
La teoría de la higiene sugiere que la exposición temprana a infecciones virales protege del desarrollo
de asma, modulando la maduración del sistema inmunitario hacia un perfil Th1.
6. BRONQUIECTASIAS
Concepto: las bronquiectasias son dilataciones anormales e irreversibles de los bronquios proximales de
mediano calibre (> 2 mm de diámetro) debidas a la destrucción de los componentes elástico y muscular de
la pared. En la actualidad los principales causantes son el adenovirus y el virus de la influenza.
Anatomía patológica: la inflamación de las paredes bronquiales conduce a la destrucción de los
componentes elástico y muscular, que son reemplazados por tejido fibroso. EL tejido pulmonar circundante
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ejerce tracción que ocasiona distensión bronquial crónica, provocando una contracción del tejido muscular
que se hipertrofia e hiperplasia.
Todo esto conduce a un deterioro del aclaramiento mucociliar, que predisponen a colonización e infecciones
bacterianas. La inflamación causa hipervascularización que conlleva la aparición de anastomosis entre
arterias bronquiales y pulmonares.
La clasificación anatómica más utilizada es la de Reid:
a. Bronquiectasias cilíndricas o fusiformes: la dilatación es uniforme. Son consecuencia de taponamiento
por secreciones de los bronquiolos y bronquios de menor tamaño.
b. Bronquiectasias varicosas: la dilatación es irregular, como un rosario.
c. Bronquiectasias saculares o quísticas: la dilatación se acentúa distalmente, terminan en fondo de saco.
Patogenia: la teoría más aceptada es la de la inflamación que sigue a la colonización bacteriana. Los
microorganismos producen sustancias como proteasas y otras toxinas que ocasionan lesión tisular
y alteran aclaramiento mucociliar.
La infección persistente causa una inflamación crónica con migración de neutrófilos que liberan enzimas
proteolíticas; se produce así un circulo vicioso que lleva a mayor deterioro del aclaramiento mucociliar y
mayor colonización.
Etiología:
Bronquiectasias localizadas:
a. Infecciones: los virus implicados son adenovirus, influenza, sarampión y rubéola. Las bacterias destacan
estafilococos, klebsiella, anaerobios y tuberculosis.
b. Obstrucción endobronquial: la causa más frecuente en adultos es el carcinoma pulmonar. Los tumores
benignos como carcinoides se asocian mayormente a bronquiectasias.
c. Otras causas: pulmón hipertrasparente unilateral (síndrome de McLeod-Swyer).
Bronquiectasias difusas:
a. De origen pulmonar: algunas sustancias tóxicas producen respuesta inflamatoria intensa que puede
originar bronquiectasias. Como inhalación de amoniáco, contenido gástrico o la heroína.
b. De origen extrapulmonar:
1. Aspergilosis broncopulmonar alérgica: si aparecen bronquiectasias centrales en asma refractaria.
2. Inmunodeficiencias congénitas/adquiridas.
3. Infección por VIH.
4. Fibrosis quística: por la colonización crónica y persistente por Pseudomona, Burkholderia, S. aureus,
etc.
5. Discinesia ciliar primaria: entidades en las que se produce una alteración en la estructura y función
de los cilios. Los pacientes suelen tener sinusitis, bronquiectasias e incluso otitis. La mitad de los
pacientes presentan situs inversus -> Síndrome de Kartagener.
6. Otros como síndrome de Young, déficit de AAT, síndrome de uñas amarillas y defectos del cartílago.
Clínica y diagnóstico: la característica clínica por excelencia es la tos productiva crónica o la broncorrea
purulenta.
Algunos pacientes expectoran más de 150 ml/día (la secreción bronquial normal es < 100 ml/día). La tos
es intermitente y empeora al levantarse por la mañana. A veces, la tos no es productiva, generalmente por
bronquiectasias secas en lóbulos superiores.
La hemoptisis aparece en más del 50% de los pacientes y predomina en bronquiectasias secas. A veces es
masiva por sangrado de arterias bronquiales hipertróficas.
Las complicaciones más frecuentes son la neumonía recurrente, empiema, neumotórax y absceso de
pulmón. Si hay enfermedad grave y difusa puede aparecer hipoxemia y cor pulmonale.
A la exploración hay crepitantes inspiratorios y espiratorios en bases y puede haber roncus y sibilancias. El
paciente suele tener sinusitis crónica y pólipos nasales. SI es grave puede haber acropaquias.
9. EOSINOFILIAS PULMONARES
Son procesos caracterizados por infiltrados pulmonares con eosinófilos, pudiendo existir también eosinofilia
en sangre.
Aspergilosis broncopulmonar alérgica (ABPA): se estima que complica 1-2% del asma crónica, sobre todo
corticodependiente, y un 10-15% de la fibrosis quística. Los pacientes suelen tener historia de atopia con
alergia a fármacos, asma, rinitis y conjuntivitis.
El agente responsable suele ser aspergillus fumigatus, aunque hay descritas reacciones similares con otras
especies. Parece que se produce una reacción inmunológica a la colonización crónica de la vía aérea por el
hongo, tanto con un mecanismo de hipersensibilidad tipo I, tipo III y tipo IV.
En la anatomía patológica hay infiltración eosinófila de los pulmones y tapones de moco. Los tapones están
ocupados por hifas de Aspergiullus.
Clínica: la presentación típica incluye asma de difícil control, tos productiva con tapones mucosos gruesos
marrones, disnea y sibilancias, malestar, febrícula y hemoptisis. En la radiografía puede aparecer infiltrados
transitorios recurrentes y bronquiectasias.
Diagnóstico:
a. Criterios mayores: asma, eosinofilia sanguínea, precipitinas IgG contra aspergillus, test cutáneo de
hipersensibilidad inmediata para aspergillus positivo, IgE sérica elevada, historia de infiltrados
pulmonares transitorios e IgG/IgE para aspergillus elevadas.
b. Criterios menores: tapones mucosos marrones, identificación de aspergillus en esputo y reacción
cutánea retardada.
Tratamiento: esteroides por vía sistémica.
Eosinofilias pulmonares de etiología conocida:
a. Eosinofilia pulmonar por parásitos: varios parásitos pueden producir infiltrados con eosinofilia, como
ascariasis, ancylostoma, toxocara y strongyloides.
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b. Eosinofilia pulmonar por fármacos: se han asociado con infiltrados y eosinofilias diversos fármacos, el
principal es la nitrofurantoína, que puede producir reacción aguda, subaguda o crónica. En la forma
aguda hay fiebre, escalofríos, tos y disnea.
Radiológicamente hay infiltrados, de predominio en bases y derrame pleural eosinófilo.
c. Síndrome eosinofilia-mialgia: administración de suplementos dietéticos con L-triptófano.
Eosinofilias pulmonares de etiología desconocida:
a. Neumonía eosinófila aguda: forma grave de neumonía idiopática. Se presenta en forma aguda fiebre,
tos, disnea, estertores, mialgias e hipoxemia grave. La radiografía es igual al SDRA con derrame pleural
en ocasiones. En el LBA hay eosinofilia. Tiene buen pronóstico y responde a esteroides.
b. Síndrome de Löeffler (eosinofilia pulmonar simple): se trata de una neumonía eosinófila aguda benigna,
idiopática o por hipersensibilidad a Ascaris lumbricoides, fármacos u otros parásitos. La sintomatología
es leve o nula, suele ser hallazgo casual, y se autolimita en 1-2 semanas. Si se confirma áscaris se trata
con mebendazol.
c. Neumonía eosinófila crónica: predomina en mujeres. La mitad tiene atopia, rinitis o pólipos nasales, y
hasta 2/3 asma de reciente inicio. La presentación es subaguda con fiebre, sudores nocturnos, pérdida
de peso, tos con escaso esputo de varios meses. Posteriormente aparece disnea.
La función pulmonar revela patrón restrictivo grave. Es frecuente la eosinofilia periférica. Se puede
realizar biopsia transbronquial. El diagnóstico se basa en la clínica + radiología + LBA. El tratamiento
son los esteroides sistémicos.
d. Síndrome hipereosinófilo: hay eosinofilia periférica e infiltración difusa de órganos por eosinófilos, con
gravedad muy variable, desde la enfermedad limitada a órganos no críticos como la piel, hasta
afectación multiorgánica. La enfermedad cardíaca es la mayor causa de mortalidad.
El diagnóstico se establece por existencia de eosinofilia > 1,5000 durante seis meses, disfunción
multiorgánica y ausencia de otras causas.
11. SARCOIDOSIS
Enfermedad granulomatosa sistémica, de etiología desconocida, en la que existe una respuesta exagerada
de la inmunidad celular.
Epidemiología: es relativamente frecuente. Afecta más a mujeres entre los 20-40 años.
Inmunopatogenia: se produce una respuesta exagerada de los linfocitos T colaboradores en respuesta a
antígenos desconocidos en sujetos genéticamente predispuestos. Proporcionan el sustrato para la
formación del granuloma.
Anatomía patológica: el dato característico de sarcoidosis activa es el granuloma no necrotizante. Está
formado por una zona central ocupada por macrófagos, células epitelioides y células gigantes
multinucleadas. Las células gigantes pueden tener inclusiones (cuerpos de Schaumann), cuerpos
asteroides y cuerpos residuales. El depósito progresivo de colágeno induce hialinización.
En casos de enfermedad crónica, la inflamación mononuclear persiste durante años. La coalescencia de
granulomas altera la arquitectura pulmonar, produciendo fibrosis, quistes aéreos, bronquiectasias y
cambios vasculares.
Cuadro clínico: la sarcoidosis es una enfermedad sistémica que afecta al pulmón prácticamente siempre. A
veces constituye un hallazgo en al radiografía de tórax de un paciente asintomático. En 1/3 se presenta de
forma aguda con síntomas constitucionales asociados o no a síntomas respiratorios como tos, disnea y
molestias retroesternales. Se describen dos síndromes en la forma aguda:
1. Síndrome de Löfgren: fiebre, artralgias, uveítis, eritema nodos y adenopatías hiliares bilaterales.
2. Síndrome de Heerford-Waldenström: fiebre uveoparotídea con fiebre, uveítis, parotiditis y parálisis facial.
Las principales manifestaciones clínicas son:
a. Pulmón: mayor causa de morbimortalidad. La sarcoidosis produce una enfermedad intersticial que
evoluciona a fibrosis progresiva. Los síntomas típicos son la disnea y la tos seca. El 90% presentan
anomalías en la radiografía de tórax. Un 5% presenta HTP en su evolución.
b. Vías respiratorias superiores: la mucosa nasal se afecta en 20% con congestión y pólipos. Pueden
aparecer granulomas laríngeos.
c. Ganglios linfáticos: hay adenopatías intratorácicas en el 80-90% de los pacientes. Las más frecuentes
son las hiliares, típicamente bilaterales.
d. Piel: la lesión mas característica es el lupus pernio y una de las más frecuentes el eritema nodoso.
e. Ojos: puede afectarse cualquier estructura del ojo y producir ceguera. Lo más frecuente es la uveítis
anterior.
f. Hígado: hay afectación histológica en territorio periportal en 60-90% de los pacientes. Su expresión
clínica es rara.
g. Médula ósea: hay alteración anatomopatológica en 20-40% de los casos, pero clínicamente sólo suele
producir anemia leve, neutropenia y/o trombocitopenia (mieloptisis).
h. Bazo: alteración histológica en 50-60%.
i. Sistema nervioso: lo más frecuente es la parálisis de nervios craneales (principalmente el facial).
2. ANTIBIÓTICOS
Generalidades: en la elección de un antibiótico para el tratamiento de una infección, hay que tener en
cuenta varios factores:
- Factores microbiológicos: siempre que sea posible se debe obtener material para la identificación y
estudio de la sensibilidad del germen. En caso de tratamiento empírico, hay que cubrir los
microorganismos más probables o emplear antibióticos de mayor espectro.
- Factores farmacológicos: hay que asegurarse que el fármaco utilizado llega al lugar de infección y
alcanza una concentración suficiente para inhibir el crecimiento bacteriano. Se debe de tener en cuenta
la vía de administración y los factores que pueden afectar determinadas vías. Se debe tomar en cuenta
si la bacteria es intracelular o extracelular.
- Factores dependientes del hospedero: se debe tomar en cuenta la función inmunitaria, si la paciente
está embarazada, la localización de la infección, las comorbilidades (falla renal o hepática).
Una combinación de antibióticos se denomina sinérgica cuando uno de ellos aumenta la actividad del otro,
con un efecto superior al meramente aditivo. Se denomina antagónica cuando el efecto antibiótico
combinado es menos efectivo que el de cada uno por separado.
Mecanismo de acción: se denomina antibióticos bacteriostáticos aquellos que inhiben el crecimiento
bacteriano, siendo la muerte de la bacteria dependiente de los mecanismos de defensa del huésped. Actúan
mediante:
4. BACTEREMIA Y SEPASIS
Definiciones:
a. Bacteriemia: se define por la presencia de bacterias viables en sangre. Se puede aplicar igualmente a
la presencia de otros microorganismos (viremia, fungemia o parasitemia).
b. Síndrome de respuesta inflamatoria sistémica (SRIS): respuesta inflamatoria desencadenada por
diversos procesos. Se caracteriza por la presencia de 2 o más de los siguientes datos: T> 38 o <36, FC
> 90, FR > 20 y leucocitos > 12 mil o < 4 mil con 10% de formas inmaduras.
c. Sepsis: SRIS desencadenado por un proceso infeccioso. La definición moderna (SEPIS 3) la define como
una disfunción orgánica que pone en riesgo la vida desencadenada por una respuesta mal regulada a
una infección.
d. Sepsis grave: sepsis asociada a disfunción de algún órgano u hipotensión que responde a volumen. En
la definición moderan se elimina este termino considerando a toda sepsis como una situación grave.
e. Choque séptico: sepsis en la que a pesar de un correcto aporte de fluidos persiste la hipotensión y la
hipoperfusión periférica, requiriendo maneo con inotrópicos y/o vasopresores, además de presencia de
disfunción orgánica.
f. Choque tóxico: llamado así porque no suele asociar bacteriemia, sino un efecto de una toxina. El
prototipo es el choque tóxico estafilocócico mediado por la TSST-1 de S. aureus. El cuadro está mediado
por la acción de superantígenos que desencadenan la liberación descontrolada de citocinas
proinflamatorias.
Epidemiología y etiología:
- Las bacterias gramnegativas han sido clásicamente los agentes productores de bacteriemia y sepsis
más comunes.
- Actualmente, ha aumentado la frecuencia de sepsis y bacteriemia por grampositivos, sobre todo por su
asociación a dispositivos intravasculares (sobre todo por S. epidermidis).
- De forma general, los gérmenes más frecuentemente aislados son: E. coli, S. aureus, S. pneumoniae y
S. epidermidis.
- Los focos más frecuentes son: vía urinaria, vías respiratorias, abdomen, heridas quirúrgicas y catéteres
intravasculares.
Fisiopatología: la sepsis se produce como consecuencia de la respuesta del hospedador ante la liberación
de ciertos productos de los microorganismos invasivos (endotoxina, ácido teicoico). Estas sustancias activan
a los mediadores celulares (macrófagos, neutrófilos, endotelio) que liberan de forma descontrolada diversos
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mediadores humorales (TNF, IL-1, IL-6, derivados del AA, GM-CSF, NO) responsables del daño endotelial y,
finalmente, del fracaso multiorgánico.
Las mismas citocinas inflamatorias son las asociadas a la disfunción de la coagulación y la inhibición de la
fibrinólisis que ocurren en la sepsis.
Cuadro clínico: la clínica es inespecífica.
- Síntomas generales como fiebre con escalofríos, taquicardia y taquipnea (suelen formar parte de las
manifestaciones precoces), alteraciones del SNC e hipotensión.
- En algunos casos pueden aparecer estigmas cutáneos que hacen sospechar etiologías: como púrpura,
ectima gangrenoso o eritrodermia generalizada.
- En 50% se puede desarrollar un SDRA con infiltrado alveolares, hipoxemia con (PaO2/FiO2 < 200) y PCP
< 18 mmHg.
- Entre los datos de laboratorio destacan elevación de reactantes de fase aguda (PCR y PCT) y
particularmente la presencia de hiperlactacidemia (> 4 mmol/l o 2 mg/dl) en relación con la
hipoperfusión tisular.
Diagnóstico: ante un paciente que presenta fiebre elevada con o sin escalofríos acompañantes hay que
sospechar una bacteriemia. El diagnóstico de bacteriemia se realiza mediante la técnica de hemocultivo. El
diagnóstico de sepsis es clínico. Según la nueva definición, se debe tomar en cuenta el qSOFA (taquipnea,
hipotensión y alteración del estado mental) para investigar de forma más extensa con el SOFA (evaluación
secuencial del fallo orgánico) y diagnosticar la sepsis y evaluar su morbimortalidad.
Tratamiento: el tratamiento de la sepsis y el choque tiene tres objetivos:
1. Tratamiento antimicrobiano: posterior a la toma de cultivos, es preciso instaurar un tratamiento
antibiótico empírico, que a su vez dependerá de las condiciones del hospedador y del sitio de sospecha
de infección.
Son pautas antibióticas iniciales la utilización de cefalosporina de 3era generación + aminoglucósido o
un carbapenémico.
2. Soporte respiratorio y hemodinámico: con finalidad de mantener una adecuada perfusión tisular y ritmo
de diuresis, administrar adecuada fluidoterapia y en algunos casos aminas vasoactivas.
3. Bloqueadores de la respuesta inflamatoria: actualmente son terapias en experimentación. Aunque las
dosis elevadas no han demostrado mejorar la supervivencia, estudios recientes sugieren que en muchos
pacientes con sepsis existe una insuficiencia suprarrenal, al menos parcial, por lo que el tratamiento
con mineralocorticoides y dosis bajas de glucocorticoides beneficiaría a estos pacientes.
Infección nosocomial: se consideran infecciones nosocomiales aquellas adquiridas durante la permanencia
en el hospital, es decir, ni existían ni se estaban incubando en el momento del ingreso. Se consideran como
tal aquellas que se manifiestan desde las 48 horas después del ingreso y que se presentan después de
hasta 10 días del alta.
Las causas más frecuentes en orden son: urinaria, herida quirúrgica, bacteriemia y neumonía.
- La IVU supone entre 35-45% de todas las infecciones nosocomiales. Los factores de riesgo son el
sondaje urinario, sexo femenino, cuidado inadecuado de la sonda y falta de antibioticoterapia sistémica.
El agente más frecuente es E. coli.
- La infección de herida quirúrgica representa del 25-30% de las infecciones nosocomiales; son factores
de riesgo para desarrollarla el tipo de cirugía, la duración de la intervención, las enfermedades asociadas
y si fue o no cirugía de urgencia. El agente más frecuente es S. aureus.
- Los catéteres y dispositivos endovasculares están implicados hasta en 50% de las bacteriemias
nosocomiales. Los microorganismos más frecuentemente asociados a este tipo de infecciones son los
estafilococos coagulasa negativos (S. epidermidis), Candida, S. aureus y algunos gramnegativos.
5. ENDOCARDITIS INFECCIOSA
Epidemiología: la endocarditis bacteriana es una patología de países en vías de desarrollo. Se caracteriza
por afección valvular debida a fiebre reumática. Existe la aparición de grupos especiales, los cuales
presentan unas características diferentes.
Etiología: la mayoría de los casos son estafilococos, estreptococos y enterococos los responsables de la
endocarditis.
- En la actualidad, S. aureus corresponde la etiología más frecuente de endocarditis.
- S. epidermidis corresponde el germen más frecuente en endocarditis protésica precoz (primer año post
cirugía).
- En usuarios de drogas parenterales (UDVP) el germen más frecuente S. aureus. También pueden ser
etiología Pseudomonas y Serratia en algunos usuarios de drogas.
- El S. viridans es el causante más común de endocarditis subaguda.
- Los enterococos representan del 5-10% de todas las endocarditis.
- Los microorganismos del grupo HACEK son causa de endocarditis infecciosa con hemocultivo negativo,
ya que precisan medios de cultivo enriquecidos e incubación prolongada.
- Coxiella y Brucella son causantes de endocarditis con hemocultivos negativos sobre todo en válvula
aórtica.
- Los hongos son causa de endocarditis en 1% sobre todo en UDVP, NPT prolongada, antibióticos de
amplio espectro y dispositivos intravasculares; el más frecuente es C. albicans y C. parapsilosis.
- La endocarditis trombótica no bacteriana (Libman-Sacks) constituye una causa poco frecuente de
embolismo sistémico que suele asociarse a enfermedades malignas y estados de hipercoagulabilidad
(SAF o LES). Consiste en la presencia de un trombo estéril adherido al endocardio valvular.
Patogenia: en el desarrollo de endocarditis infecciosa intervienen los siguientes mecanismos ->
1. Presencia de daño endocárdico, bien en forma de valvulopatía previa o bien de lesión directa en un
endocardio previamente sano por un microorganismo.
2. Agregado fibrinoplaquetario depositado sobre el endocardio dañado. Este agregado sirve de anclaje de
los microorganismos.
3. Invasión bacteriana del agregado endocárdico en el curso de una bacteriemia.
Las situaciones en las que se producen insuficiencias valvulares o comunicaciones entre cámaras de
presión elevada y baja (CIV) son situaciones ideales para la producción de endocarditis, puesto que el bajo
flujo facilita el depósito de gérmenes sobre la cámara de baja presión.
Cuadro clínico: según la intensidad de las manifestaciones y su duración, se puede hablar de endocarditis
aguda y subaguda.
6. INFECCIONES RESPIRATORIAS
7. TUBERCULOSIS
Etiología: las especies integradas en el complejo de Mycobacterium tuberculosis incluyen diversos bacilos
ácido-alcohol resistentes, aerobios estrictos, no esporulados, inmóviles y no productores de toxinas. En su
estructura presentan gran cantidad de lípidos, ácidos micólicos y un factor de virulencia denominado cord-
factor.
Las especies más importantes en la clínica humana son M. tuberculosis (la mayoría de los casos de
enfermedad tuberculosa) y M. bovis (responsable de algunos casos de tuberculosis intestinal tras ingesta
de productos lácteos).
Patogenia: en la historia natural de la tuberculosis, podemos distinguir tres posibles situaciones,
condicionadas por las diversas formas de relación entre el microorganismo y el hospedero:
1. Exposición: la exposición a M. tuberculosis se produce tras su diseminación mediante partículas de
aerosol al toser un enfermo bacilífero que, una vez inhaladas, vehiculizan al patógeno hasta el espacio
alveolar donde inicia una replicación bacteriana lenta. En el mejor de los casos, los macrófagos
alveolares eliminan al bacilo tuberculoso, sin intervención de linfocitos T, de forma que no llega a
producirse infección.
2. Infección: la infección por M. tuberculosis tiene lugar cuando los macrófagos alveolares no son capaces
de contener y eliminar al bacilo. Se produce una replicación a nivel alveolar con posterior diseminación
mediante los vasos linfáticos hasta ganglios regionales. La expresión radiológica de este proceso origina
el denominado “complejo primario de Gohn” (neumonitis más linfangitis más adenitis). Tras el drenaje
linfático, el germen alcanza la sangre diseminándose al resto de los órganos. Esta diseminación
hematógena suele ser silente y se acompaña de una hipersensibilidad celular al microorganismo en la
que participan los linfocitos T (Mantoux). Una vez activados los linfocitos T segregan diversas citocinas
(IFN-Y) que favorecen la migración y activación de macrófagos, dando lugar así a la formación de
granulomas que mantienen contenido al bacilo -> permaneciendo así meses, años o en la mayor parte
de los casos (90%) toda la vida.
3. Enfermedad: la enfermedad por M. tuberculosis (tuberculosis activa) tiene lugar cuando los
microorganismos latentes se reactivan, coincidiendo normalmente con una disminución de las defensas
inmunológicas. Esta reactivación puede tener lugar en órganos distintos del pulmón y, si la disminución
8. INFECCIONES DE ABDOMEN
Características generales de las enterobacterias: el término enterobacteria hace referencia a aquellas
bacterias cuyo principal hábitat es el tubo digestivo distal. Las bacterias pertenecientes a esta familia son
bacilos gramnegativos no esporulados, aerobios, anaerobios facultativos; la mayoría son móviles con
flagelos. Son huéspedes habituales del tubo digestivo.
Incluye numerosos géneros: Klebsiella, Enterobacter, Serratia, Proteus, Morgagnella, Citrobacter,
Escerichia, Salmonella, Shigella, Yersinia, entre otras.
Diarrea: la diarrea de causa infecciosa suele estar causada por virus o bacterias, y con menos frecuencia,
protozoos.
- Las diarreas de origen viral son de tipo acuoso, sin productos patológicos, normalmente autolimitadas.
Los rotavirus son la causa más frecuente en niños y el virus Norwalk en adultos.
- Las diarreas de origen bacteriano se pueden clasificar según el mecanismo fisiopatológico de
producción de la diarrea.
a. Bacterias productoras de neurotoxinas: se denominan neurotoxina porque predomina su acción a nivel
del hipotálamo, sobre el área del vomito, de modo que su clínica incluye náuseas y vómitos. Se suele
adquirir la toxina preformada con los alimentos por lo que la clínica es precoz tras la intesta. Los agentes
que mayormente se asocian son Bacillus cereus y S. aureus.
b. Bacterias productoras de enterotoxinas: este tipo de toxinas actúan a nivel de la superficie de los
enterocitos sin destrucción de la mucosa; alteran el intercambio iónico y favorecen el paso de agua libre
hacia la luz intestinal. Provocan diarrea acuosa, sin productos patológicos. La toxina se produce
habitualmente in vivió. Este tipo de diarrea suele ser por V. cholerae (cólera; agua de arroz), también B.
cereus, C. perfingens y E. coli enterotóxica (etiología más frecuente de la diarrea del viajero).
c. Bacterias productoras de citotoxinas: estas toxinas reciben su nombre porque destruyen las células, lo
que causa una mayor inflamación a nivel local y provocan diarrea de tipo disentería (moco, sangre y
leucocitos en las heces). Pueden cursar con fiebre. Son ejemplos: Shigella, E. coli enterohemorrágico y
C. difficile.
Las bacterias Shigella y E. coli 0157:H7 suelen asociar como complicación un síndrome urémico
hemolítico.
13. INMUNODEFICIENCIAS
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.
Déficit de inmunidad humoral:
- Déficit de IgA: el cuadro característico es la infección intestinal por Giardia lamblia.
- Producción deficiente de diversas clases de inmunoglobulinas: puede ser congénita o adquirida. Las
infecciones características son por bacterias encapsuladas (neumococo, meningococo y Haemophilus).
También son frecuentes las infecciones por Pneumocystis jiroveci. Los pacientes esplenectomizados
tienen una mayor incidencia.
Déficit inmunológico celular:
- Síndrome de DiGeorge, ataxia-telangiectasia y déficit congénito de linfocitos T. Son frecuentes las
infecciones de gérmenes de crecimiento intracelular, como micobacterias, virus, hongos y parásitos.
- En el linfoma de Hodgkin la infección típica es la producida por Listeria monocytogenes.
Déficit del sistema del complemento:
- Déficit en las vías iniciales: infecciones por bacterias piógenas, sobre todo neumococo.
- Déficit de la vía común: aumenta las recurrentes y crónicas por gonococo y meningococo.
Alteración de la fagocitosis:
- Síndrome de Job: aumento de neumonías por S. aureus y candidiasis mucocutánea.
- Síndrome de Chediak-Higashi: aumento de infecciones por S. aureus.
- Enfermedad granulomatosa crónica: infección por S. aureus, Serratia, Nocardia o Aspergillus.
Neutropenia: es una entidad cada vez más frecuente, en relación con los tratamientos quimioterápicos
intensivos. Las infecciones graves aparecen con recuentos de neutrófilos < 500. La reacción inflamatoria
es escasa al no haber neutrófilos, los síntomas clínicos son mínimos o inexistentes.
Las situaciones que se asocian a mayor riesgo de infección son los tratamientos de inducción de la LMA y
los pacientes con trasplantes alogénicos de precursores hematopoyéticos.
En el paciente con neutropenia profunda y fiebre, las bacterias que típicamente producen la infección son
los bacilos gramnegativos en particular Pseudomonas.
La cobertura contra cocos grampositivos resistentes se debe realizar en pacientes con dispositivos
intravasculares o mucositis intensa, que hayan recibido profilaxis previa con quinolonas o que presenten
cuadros de gravedad.
El proceso intestinal más frecuente en pacientes neutropénicos es el absceso perirectal.
El tratamiento se debe mantener hasta que desaparezca la fiebre o el paciente se recupere de la
neutropenia.
Infecciones en receptores de trasplante:
- Primer mes: infecciones nosocomiales y de neutropénicos.
- Segundo-sexto mes: CMV causa más frecuente.
- Más allá del sexto mes: infecciones adquiridas en la comunidad.
Infecciones en UDVP: globalmente el usuario de drogas se infecta mayormente por S. aureus, en forma de
bacteriemias, endocarditis, Espondilodiscitis, artritis, flebitis o celulitis. Se debe tratar con penicilina
antiestafilocócica.
15. RICKETTSIOSIS
Fiebres manchadas y tifus: las principales rickettsiosis en México son el tifo epidémico, tifo murino y la fiebre
manchada de las montañas rocosas (R. ricketsii transmitida por Rhipicephalus sanguineus).
Dentro de las rickettsiosis del grupo del tifus hay tres enfermedades:
1. Tifo endémico o murino: pulga de la rata. Rickettsia typhi.
2. Tifo epidémico: piojo humano. Rickettsia prowazekii.
3. Enfermedad de Brill-Zinsser: reactivación tardía del tifo epidémico.
El cuadro clínico es muy similar en todas las enfermedades: fiebre, malestar general, mialgias, cefalea
intensa y característicamente lesiones cutáneas eritematosas que afectan a palmas y plantas. Se
diagnostica por serología. Se tratan con doxiciclina y se asocian esteroides en las formas graves.
La fiebre manchada de las montañas rocosas es una zoonosis producida por Rickettsia rickettsii. El género
de Rickettsia tiene tropismo por el endotelio vascular; esto justifica manifestaciones graves como edemas,
hemorragias, LRA por hipovolemia, edema pulmonar no cardiogénico o encefalopatía por edema cerebral.
Después de un período de incubación de 3-12 días posteriores a la mordedura de la garrapata inicia un
cuadro clínico de fiebre súbita, mialgias, cefalea y malestar general, asociados a dolor abdominal. La fase
exantemática aparece entre el 3er-5to día de evolución. Los signos y síntomas tardíos (posterior al 3 días
del inicio del cuadro) son el exantema, dolor abdominal y articular y el edema de manos y tobillos. El
exantema inicialmente es centrípeto, macular, pequeño, no pruriginoso, palidece a la digitopresión, inicia
en muñecas y tobillos e involucra palmas y plantas. Se torna papular y pueden aparecer petequias,
hemorragia franca en la piel y grandes áreas de necrosis e inclusive gangrena.
El diagnóstico se basa empíricamente en el examen físico del paciente y los datos epidemiológicos. El
diagnóstico clínico es difícil por la inespecificidad de los síntomas iniciales. Las pruebas serológicas tienen
valor diagnóstico limitado ya que los anticuerpos son detectables hasta 7-10 días de inicio del cuadro (IFI
es técnica estándar de oro). Los hallazgos de laboratorio incluyen: anemia, trombocitopenia,
hiperbilirrubinemia, aumento de transaminasas, elevación de CPK e hiponatremia. El tratamiento inmediato
debe iniciarse ante la sospecha y los datos clínicos y de laboratorio. Es empírico y no debe sustentarse en
la confirmación por laboratorio. La doxiciclina es el fármaco de elección para adultos y niños. En mayores
de 45 kg se utilizan 100 mg Vo cada 12 horas y en < 45 kg 2.2 mg/kg. Se puede administrar VO en pacientes
que no vomiten o no estén deteriorados. En casos severos se pueden administrar hasta 4.4 mg/kg hasta
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máximo de 200 cada 12 horas. La fiebre debe ceder las primeras 48 horas y se debe continuar el
tratamiento por 7-10 días.
Fiebre Q: el agente causal es Coxiella brunetii, que se transmite al ser humano por contacto directo con su
hospedador habitual (vacas, ovejas o cabras) o por inhalación de esporas. Clínicamente se pueden distinguir
dos fases:
a. Fase aguda: fiebre, astenia, cefalea y trombocitopenia y afectación pulmonar en forma de neumonía y
lesión hepática con granulomas en forma de rosquilla.
b. Fase crónica: endocarditis que afecta de manera preferente a válvula aórtica con cultivos negativos.
El diagnóstico es serológico con la peculiaridad de que la Coxiella tiene dos formas antigénicas, fase I y fase
II, que varían según el estadio de la enfermedad. El diagnóstico se confirma con la detección de anticuerpos
de la fase II, mientras que en la crónica se detectan en la fase I. El tratamiento de elección es la doxiciclina.
Se debe asociar levofloxacino o cotrimoxazol en la endocarditis.
3. TRASTORNOS PSICÓTICOS
Las psicosis son aquellos trastornos mentales en los que el paciente pierde en algún momento el correcto
juicio de la realidad (saber que lo que le sucede es extraño, anormal). Se restringe el término a aquellas
enfermedades en las que los clásicos síntomas psicóticos son el componente más llamativo de la clínica,
quedando así categorizadas en ellos las esquizofrenias, los trastornos delirantes crónicos.
Psicopatología: aunque los delirios o las alucinaciones no son los únicos síntomas de estas enfermedades,
si son los que de una forma más clara se reconocen y los que más alarma causan en el entorno del paciente.
Las alucinaciones son trastornos de la percepción. Existen varios tipos de alucinaciones:
4. ABUSO DE SUSTANCIAS
La drogodependencia es un estado psíquico y físico resultante de la interacción de una droga con el
organismo, caracterizado por una conducta que incluye la tendencia a consumir la sustancia para
experimentar sus efectos o para evitar las sensaciones desagradables que produce su falta. Una droga es
toda sustancia farmacológicamente activa sobre el SNC que puede llegar a producir alteraciones de la
conducta.
Los trastornos por consumo de sustancias siguen un patrón desadaptativo prolongado (al menos 1 año) de
consumo de una sustancia que produzca tres o más de las siguientes consecuencias:
1. Tolerancia: necesidad de aumentar la dosis para conseguir el efecto deseado.
2. Abstinencia: aparición de síntomas físicos o psíquicos al dejar de consumir la sustancia.
3. Consumo durante mayor tiempo o en mayor cantidad de lo deseado.
4. Incapacidad para controlar o para interrumpir el consumo, pese a intentarlo.
5. Empleo de mucho tiempo para conseguir la sustancia o recuperarse de sus efectos.
6. Reducción de las actividades sociales, laborales o de ocio durante el consumo.
El consumo perjudicial (abuso) es un consumo prolongado de una sustancia a pesar de que impone el
abandono de la vida sociolaboral y provoca deterioro de las relaciones personales.
Alcohol: el alcohol de consumo es el alcohol etílico (etanol). Cada gramo de etanol supone 7.1 kcal
calificadas como calorías vacías al carecer de nutrientes o de vitaminas. Se elimina principalmente por vía
hepática: oxidación no microsomal citosólica (principal, por alcohol deshidrogenasa), oxidación microsomal
y por catalasa.
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El alcohol actúa como un depresor inespecífico del SNC existiendo un claro riesgo de potenciación con otros
depresores. El consumo agudo produce una depresión funcional en primer lugar de las funciones cortical
cerebral y cerebelosa (desinhibición social, excitación, euforia), en cantidades más elevadas induce sueño
y a dosis mayores induce depresión del centro respiratorio, vasomotor, hipotermia e inclusive coma.
Etiología del alcoholismo: es una enfermedad multifactorial causada por factores sociales, factores
genéticos, factores psíquicos y factores relacionados con el consumo.
Los problemas relacionados con el consumo de alcohol son:
a. Consumo excesivo de alcohol: consumo por encima de 25 g al día en mujeres y 40 g al día en hombres.
Produce tolerancia al alcohol que es la base para producir una abstinencia.
b. Alcoholismo: consumo de alcohol en cualquier cantidad para producir problemas familiares laborales,
legales o físicos (incluyendo síndrome de abstinencia alcohólica).
Los trastornos asociados al consumo agudo de alcohol son:
- Intoxicación aguda: sus efectos dependen de la alcoholemia y de la tolerancia del paciente. Se da
tratamiento sintomático (ventilación + glucosa) si hay agitación se usan antipsicóticos o BZD.
Hemodiálisis en alcoholes no etílicos.
- Intoxicación idiosincrásica (borrachera patológica): alteración conductual tras inferir dosis mínimas de
alcohol.
- Amnesia lacunar (black-out o palimpsesto): no se acuerda lo sucedido durante la borrachera.
Los trastornos asociados al consumo crónico de alcohol son:
- Encefalopatía de Wernicke: neuropatía que se produce en el 5-15% de los alcohólicos; causa múltiple
(déficit de B1-tiamina, toxicidad del alcohol); provoca polineuropatía.
- Degeneración cerebelosa
- Enfermedad Marchiafava-Bignami: degeneración alcohólica del cuerpo calloso y comisura blanca
anterior que cursa con demencia y trastornos motores.
- Temblor postural: temblor fino distal de manos y lengua.
- Demencia alcohólica: es la primera causa tóxica de demencia.
Otros efectos:
a. Psiquiátricos: psicosis de Korsakoff (trastorno amnésico): complicación de la encefalopatía de Wernicke.
También hay trastornos psicóticos inducidos por alcohol (alucinosis alcohólica y celotipia alcohólica).
b. Teratógeno: síndrome alcohólico fetal -> malformaciones faciales, cardíacas, de los pliegues,
microcefalia, retraso mental, entre otros.
c. Gastrointestinales: varices esofágicas por hipertensión portal, esofagitis y Mallory-Weiss por vómitos. En
estómago gastritis aguda erosiva, intestinalmente pueden causar diarrea, en hígado causan esteatosis,
cirrosis, hepatitis (aumenta más AST que ALT), encefalopatía hepática y pancreatitis.
d. Cardiovasculares: miocardiopatía (principal causa de dilatada), arritmias e hipertensión).
Desintoxicación y síndrome de abstinencia: la abstinencia aparece al cesar o al disminuir el consumo de
alcohol y puede suponer un riesgo vital.
La clínica se inicia entre las 5-10 horas después de interrumpir la ingesta. Se observa temblor, hipertermia,
hiperactividad autonómica, insomnio, ansiedad, alteraciones digestiva e inclusive crisis convulsivas. En el
5% de los pacientes se produce el cuadro más grave, delirium tremens que cursa con síndrome confusional
con desorientación, alteraciones perceptivas (típicas microzoopsias).
Para evaluar la gravedad del síndrome de abstinencia al alcohol se puede emplear la escala CIWA-Ar
(importante reevaluarla cada hora).
El tratamiento de las formas leves se puede realizar ambulatoriamente: benzodiacepinas. En casos de
formas graves: las convulsiones benzodiacepinas, antipsicóticos para disminuir el umbral de los síntomas.
Deshabituación y rehabilitación: las terapias psicosociales son la base del tratamiento a largo plazo. El
apoyo farmacológico se ha basado en los fármacos inhibidores de la aldehído-deshidrogenasa que tiene
como objetivo producir un aprendizaje basado en la disuasión.
5. TRASTORNOS COGNITIVOS
Delirium: también conocido como síndrome confusional agudo. Es un deterioro agudo y global de las
funciones mentales superiores. Los datos más característicos son el deterioro del nivel de conciencia y las
alteraciones de la atención/concentración. Su pronóstico depende de la causa subyacente. Existe una
disfunción cerebral generalizada. La causa más frecuente es extracerebral. Es el trastorno mental más
frecuente en las personas ingresadas en un hospital.
Etiología: suele ser multifactorial, en ancianos destaca la poli-farmacia. Obliga a hacer un estudio somático
exhaustivo para detectar y tratar anomalías somáticas graves.
a. Causas intracraneales: epilepsia, traumatismos, neuroinfecciones, neoplasias, EVC.
b. Fármacos: anticolinérgicos, anticomiciales, antihistamínicos son los principales.
c. Drogas de abuso y tóxicos
d. Enfermedades sistémicas: enfermedades endócrinas, encefalopatía hepática, uremia, sepsis,
insuficiencia cardíaca, desequilibrios hidroelectrolíticos.
Clínica: se inicia con un descenso del estado de conciencia e inatención. Al principio, sólo se detectan
dificultades de atención, de concentración y desorientación. Conforme se agrava, se desestructura el
pensamiento, se vuelve incoherente, enlentecido, de contenidos delirantes y se modifica la percepción.
Es típica la inversión del ciclo sueño/vigilia. El estado de ánimo oscila entre lo ansioso y lo depresivo. Es
frecuente el déficit e memoria y amnesia lacunar. Se diferencian tres patrones según la alteración de la
conducta:
1. Agitado: hiperactividad, irritabilidad, agitación, inquietud, hiperreactivo, síntomas psicóticos,
hiperactividad simpática.
2. Estuporoso: letargo, inhibición, inactividad, lentitud, lenguaje escaso.
3. Mixto: es el más frecuente: agitado en el día y estuporoso en la noche.
Tratamiento: el abordaje del delirium debe ser etiológico, por lo que se estudia su posible causa y se aplica
un tratamiento específico.
- Sujeción: para prevención de posibles lesiones auto o hetero infringidas.
- Medicamento: se prefiere el haloperidol intravenoso.
Demencia: es el síndrome caracterizado por el deterioro crónico y global de las funciones superiores. El dato
típico es el deterioro intelectual, pero suele acompañarse de deterioro de la conducta y del estado de ánimo.
Su prevalencia aumenta con la edad Es adquirida y cursa con un buen nivel de conciencia.
Clínica: el DSM-V la diferencia entre trastornos neurocognitivos mayores o menores en función de las
alteraciones que produzcan las distintas enfermedades.
La demencia suele iniciarse con el deterioro de la memoria y los cambios de personalidad, sin que el
paciente tenga consciencia de esos cambios. La conducta se vuelve desorganizada, inapropiada,
descuidada o inquieta. El pensamiento se vuelve empobrecido, concreto, perseverante. En fases iniciales
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el estado de ánimo es depresivo, ansioso o irritable. Cognitivamente lo primero que aparecen son los
olvidos, las dificultades del pensamiento abstracto y para los nuevos aprendizajes, posteriormente falla la
memoria reciente.
Pronóstico: apenas un 10% de demencias es reversible si se actúa a tiempo. El resto es irreversible y
degenerativo y no hay tratamiento más allá del sintomático.
Tratamiento: los inhibidores de la acetilcolinesterasa (donazepilo, rivastigmina, galantamina) y los
antagonistas del receptor NMDA (memantina) son útiles en el tratamiento de los síntomas cognitivos y no
cognitivos de demencias como Alzheimer y quizá en otras demencias, aunque su eficacia es limitada (no
retrasan la evolución de la enfermedad).
6. TRASTORNOS ALIMENTICIOS
Anorexia nerviosa: grave pérdida de peso (que alcanza grados de desnutrición grave) derivada de una
restricción voluntaria de la ingesta de alimentos.
Esta restricción está motivada por una preocupación excesiva y patológica por mantener un determinado
peso y aspecto físico.
Epidemiología: 95% de los casos son mujeres. Más frecuente de los 14-20 años. Es más frecuente en los
países desarrollados.
Etiología:
a. Factores psicológicos: son personas con miedo a la pérdida del control, suelen ser responsables y
estudiosos.
b. Factores culturales: el principal es la búsqueda del estereotipo social del sexo femenino.
Clínica: la anorexia se inicia en la pubertad, en la época de los cambios físicos sexualmente diferenciadores.
Primero se reduce la ingesta de alimentos calóricos y, posteriormente, de alimentos de cualquier tipo.
Tienen una conducta inusual respecto a los alimentos (esconden la comida, alteran sus horarios, etc).
Pierden peso y disminuyen IMC. En ocasiones pueden padecer dismorfofobia.
Se provocan el vómito tras cualquier exceso y no es raro que presenten episodios bulímicos.
En mujeres puede haber amenorrea secundaria y en hombres disminución de la lívido.
Curso y pronóstico: el curso es muy variable y el pronóstico a largo plazo en general no es bueno. La mitad
de los casos recuperan su peso y 20% mejoran parcialmente, suelen persistir preocupaciones mentales.
Cerca de un 20% se cronifica y un 5-10% muere como consecuencia de la desnutrición grave o por suicidio.
Son datos de mal pronóstico inicio tardío, curso prolongado antes de buscar tratamiento, conductas
purgantes, pérdida de peso extrema y coexistencia de depresión.
Tratamiento: el tratamiento tiene como objetivo asegurar estado nutricional adecuado, vigilar el riesgo de
osteopenia/osteoporosis, aceptar por parte del paciente un compromiso con el peso y mejorar las
alteraciones psicopatológicas.
El tratamiento al inicio debe ser ambulatorio con un régimen normocalórico y disminución de la actividad
física. La psicoterapia cognitivo-conductual y las terapias familiares son las más eficaces.
Se hospitaliza en caso de: IMC <13, pérdida de peso de 1 kg por semana, vómitos diarios, T° <34°C, uso
excesivo de laxantes, QT prolongado, debilidad muscular severa, FC <40 lpm, alteraciones en BH e ideación
suicida.
Bulimia nerviosa: en este trastorno destaca la impulsividad respecto a la comida con atracones que se
seguirán de estrategias diversas para evitar el aumento de peso.
7. TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
Se caracterizan por patrones permanentes e inflexibles de comportamiento y de experiencia interna que
aparecen en la adolescencia, son estables a lo largo del tiempo y conllevan malestar o perjuicios en el
sujeto. Estos trastornos se dividen en tres grupos:
Grupo A (extraños o extravagantes): son sujetos reacios a las relaciones sociales. Existe asociación
genética/familiar con los trastornos psicóticos. Son frecuentes las alteraciones cognitivo-perceptuales.
Son introvertidos, mal socializados, independientes, desajustados emocionalmente: fríos e inexpresivos.
a. Paranoide: más frecuente en varones. Sujetos desconfiados, suspicaces, interpretan todo como una
agresión, rígidos, radicales e hipersensibles.
b. Esquizoide: socialmente aislados, introvertidos, con gran frialdad emocional, tienen dificultad para
establecer relaciones íntimas y manifiestan desinterés por el entorno.
c. Esquizotípico: tiene alteraciones del pensamiento (mágico), la percepción, el lenguaje y la conducta no
alcanza criterios de esquizofrenia. Pueden presentar episodios psicóticos breves y tienden a la
marginación.
Grupo B (inmaduros): son sujetos inmaduros o emocionalmente inestables. Presentan asociación con
trastornos afectivos, somatomorfos y con el abuso de sustancias. Suelen ser extrovertidos, mal socializados,
dependientes, desajustados y emocionalmente inestables.
a. Disocial (antisocial, psicópata, sociópata): generalmente varones. Inicia con su conducta en la
adolescencia. Presentan gran riesgo de abuso de sustancias, carecen de sentimientos de culpa o de
respeto por los derechos, gran impulsividad y violencia brutal. Frialdad, falta de miedo.
Psicópata -> origen esta en su condición innata. Estudios demuestran que tienen un 60% de
probabilidad de ser heredado. Buena educación y carrera profesional. Controlados, manipuladores,
incapaces de crear vínculos personales o afectivos.
Sociópata: el origen de la enfermedad está en su entorno, investigaciones demuestran asociación entre
institucionalización temprana y el comportamiento sociopático. Carecer de vida profesional y empleos.
Impulsivos y espontáneos.
-
- 8. TRASTORNOS DEL SUEÑO
- Tiempo de sueño: 7-8 horas por noche (si son menos de 4 o más de 9, hay mayor tasa de mortalidad).
- Ciclo sueño/vigilia: 25 horas (sincronizado por el ritmo luz-oscuridad.
- Ciclo intrínseco del sueño: 70-100 (4-5 ciclos/noche). Fases del ciclo intrínseco: no-REM (sueño
superficial fases 1-2, sueño profundo fase 3) y REM.
Insomnio: se presenta hasta en una tercera parte de la población, y es más frecuente en ancianos, mujeres
y pacientes psiquiátricos. Según el momento en el que aparece, se divide en insomnio de conciliación, de
mantenimiento y terminal.
Según su duración se divide en: transitorio y de corto plazo (insomnio reactivo, extrínseco, secundario a
cambios crono-biológicos y psicofisiológico) y el insomnio prolongado o crónico (secundario a tóxicos y a
enfermedades psiquiátricas).
Hipersomnias: SAOS y Narcolepsia. Tiene una tétrada sintomática: ataques de sueño incoercible de breve
duración (minutos) que aparece en todos los pacientes y puede dar lugar a accidentes, cataplejía (pérdida
de tono muscular con las emociones o con los movimientos bruscos que varía desde ptosis mandibular
hasta parálisis), parálisis del sueño (fenómeno del sueño REM similar a la cataplejía) y alucinaciones
(hipnagógicas e hipnopómpicas).
El diagnóstico se realiza por estudios polisomnográficos. Se tratan con fármacos estimulantes
anfetamínicos (metilfenidato) para hipersomnia y antidepresivos para los fenómenos REM. El modafinilo
adrenérgico alfa-1 para los dos síntomas.
Parasomnias: paciente se queja de fenómenos extraños que suceden cuando está dormido.
a. Sonambulismo: es más frecuente en los niños varones. Se levantan, caminan o realizan actividades
para establecer contacto con el ambiente.
b. Terrores nocturnos: aparecen en el sueño profundo 3, típicos de las primeras horas de sueño. Se agita
y se muestra descarga vegetativa intensa, sensación de pánico y es difícil despertarlo. Suele no recordar
nada al despertar.
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c. Pesadillas: aparecen en sueño REM siendo más comunes en las últimas horas del sueño. El niño lo
recuerda y tiene miedo volver a dormirse.
d. Bruxismo: aparece en la fase 2 no-REM, produce movimientos masticatorios y trismo, con riesgo de daño
a los dientes.
9. TRASTORNOS MISCELÁNEOS
Trastornos del neurodesarrollo:
Retraso mental: una persona con retraso mental tiene una capacidad intelectual significativamente inferior
al promedio (que se sitúa en un CI menor de 70), que se inicia antes de los 18 años que produce dificultad
de adaptación a las exigencias del medio. Prevalencia de 1% y más frecuente en hombres.
Causas: 30-40% no se conoce la causa.
- Alteraciones del desarrollo embrionario: aberraciones cromosómicas y exposición prenatal a
tóxicos/infecciones
- Influencias ambientales y trastornos mentales: privación ambiental y autismo.
- Problemas del embarazo y perinatales: mal nutrición fetal y prematuridad, hipoxia y lesiones del parto.
- Enfermedades hereditarias
- Enfermedades adquiridas durante la infancia.
Clínica: los déficits afectan a la capacidad de comunicación, al cuidado personal, las habilidades sociales,
rendimiento académico y laboral o a la capacidad de autocontrol. Presentan trastornos mentales con mayor
frecuencia que la población en general -> comunes TDAH, del estado de ánimo y estereotipias motoras.
Diagnóstico: se usan escalas de inteligencia (Weschier, Stanford-Binet) y escalas comportamentales.
Trastornos del espectro autístico: se incluyen el autismo clásico infantil (síndrome de Kanner) y otras
formas:
a. Síndrome de Asperger: similar al autismo clásico, pero sin afectación del leguaje, ni de las funciones
intelectuales o de la capacidad de autocuidado.
b. Trastorno desintegrativo infantil (Síndrome de Heller): desarrollo adecuado hasta los 2 años con
posterior pérdida de lo adquirido (demencia infantil).
c. Síndrome de Rett: detención del desarrollo cognitivo tras un perído de normalidad de 5 meses.
Epidemiología y etiología: muestra prevalencia de 2-5 por cada 10,000. Se desconocen las causas
específicas de los trastornos autísticos. Tienen problemas para procesar la información y numerosas
anomalías psicofisiológicas.
Clínica: debuta antes de los 3 años, aunque las manifestaciones se pueden detectar al poco del nacimiento.
Lo fundamental es el déficit de interacción social (autismo), con ausencia de reciprocidad social o
emocional, escasez de contacto visual, falta de sonrisa social y tendencia al aislamiento.
Alteración de la comunicación, retraso del desarrollo de lenguaje, dificultades para conversar, lenguaje
estereotipado.
La conducta es repetitiva, sin fantasía ni juego creativo, manipulan objetos de forma simple, son frecuentes
las esterotipias y los manierismos.
Curso y pronóstico: el curso es continúo alcanzado poco grado de independencia. El tratamiento consiste
en manejar los síntomas: antipsicóticos para la agitación.
Trastornos por Tics:
2. INMUNOGLOBULINAS
Estructura y función de las inmunoglobulinas: son glucoproteínas sintetizadas por los linfocitos B (en las
que pueden ser receptores de membrana) y células plasmáticas (que las secretan en forma soluble).
Su característica fundamental es que tienen la propiedad de unirse específicamente al antígeno que indujo
su formación. También son llamadas gammaglobulinas por su migración electroforética en un
proteinograma. Existen cinco clases básicas o isotipos de inmunoglobulinas: IgG, IgA, IgM, IgD e IgE.
Estructura de las inmunoglobulinas: se trata de un tetrámero formado por dos cadenas H idénticas
(pesadas) y dos cadenas L (ligeras), también idénticas, que se ensamblan adaptando una forma de Y.
La secuencia de aminoácidos de la cadena pesada determina la clase y subclase. Existen 5 tipos de cadena
pesada.
Únicamente existen dos tipos de cadenas ligeras: kappa y lambda. Cada cadena ligera está unida a las
pesadas mediante enlaces disulfuro.
Las cadenas tanto pesadas como ligeras presentan una región variable en el extremo aminoterminal y otra
constante en la porción carboxiterminal. Esta región variable es la que determina la especificidad de la
inmunoglobulina.
Digestión enzimática: si se realiza con papaína se obtienen dos fragmentos:
a. Fab: contiene la zona responsable de la unión al antígeno.
b. Fc: fragmento cristalizable. Ejerce las funciones efectoras de las inmunoglobulinas.
Funciones de las inmunoglobulinas: funcionan como enlace entre el antígeno que reconocen (porción Fab)
y la respuesta inmunitaria que desencadenan (porción Fc) que puede reaccionar con diferentes
componentes solubles y celulares.
a. Unión específica al antígeno: reside en el gragmento Fab, en las hendiduras que se forman por las
regiones variables. Dentro de estas regiones existen tres regiones hipervariables que determinan la
complementariedad con antígeno.
b. Funciones efectoras: mediadas por los dominios constantes de las cadenas pesadas.
1. Activación del complemento
2. Opsonización: unión a receptores Fc de las células fagocíticas.
3. Unión a los receptores Fc de mastocitos, basófilos y eosinófilos para inducir su degranulación.
4. Unión a los receptores para Fc de la membrana celular de los NK: citotoxicidad celular dependiente
de anticuerpos.
5. Capacidad de atravesar membranas del organismo, como la placenta (sólo la IgG).
Clases de inmunoglobulinas:
5. RESPUESTA INMUNE
Abarca todo el conjunto de procesos que desarrollan las células del sistema inmunitario cuando penetra
una sustancia inmunogénica en el organismo. En esta hay una serie de fases:
1. Reconocimiento del antígeno
2. Identificación, activación y expansión de los escasos linfocitos específicos para dicho antígeno
(expansión clonal).
3. Diferenciación efectora de las células del sistema inmunitario.
4. Desarrollo de la respuesta: acción de las células o sus productos sobre el antígeno.
Clásicamente, se distinguen dos grandes tipos de respuesta efectora ->
a. Respuesta humoral: desarrollada por los linfocitos B y coordinada por los Th2.
b. Respuesta celular: desarrollada por linfocitos T citotóxicos y coordinada por los Th1.
Respuesta de anticuerpos: la respuesta de anticuerpos juega un papel importante frente a bacterias,
antígenos solubles, virus, protozoos y helmintos. Puede ser de dos tipos:
1. Respuesta primaria: ocurre cuando es la primera vez que el sistema inmunitario entra en contacto con
el antígeno en cuestión. Consta de una fase de latencia, una de incremento y una de mesta.
En la respuesta primaria los anticuerpos son siempre de clase IgM -> la presencia de IgM específica
para un microorganismo sospechado permite detectar primoinfecciones agudas.
2. Respuesta secundaria: tiene lugar cuando el sistema inmunitario encuentra por segunda vez o en
subsiguientes ocasiones a un antígeno. Es de mayor rapidez, los anticuerpos duran más tiempo en el
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suero, el título alcanza valor mucho más alto, los antígenos tienen mayor afinidad y suele ocurrir el
cambio de clase de la inmunoglobulina.
Los anticuerpos tienen mayor afinidad por haber desarrollado hipermutación somática puntual en la
zona de unión al antígeno que les confiere mayor afinidad.
Antígenos T-dependientes: la mayoría de los linfocitos B necesitan la ayuda de linfocitos T colaboradores
para activarse, proliferar y diferenciarse hacia células secretoras de anticuerpos. Se localizan en los folículos
linfoides de ganglios y médula ósea. Los linfocitos T colaboradores 2 (Th2) transmiten señales de activación
al linfocito B que promueven la diferenciación, el cambio de isotipo y otras respuestas.
Antígenos T-independientes: hay un pequeño número de sustancias, conocidas como antígenos-T
independientes, que son capaces de inducir la respuesta de anticuerpos sin necesidad de la cooperación
de los linfocitos T: LPS, falgelina, polisacáridos, polímeros D-aminoácidos. Son estructuras poliméricas en
las que los determinantes antigénicos están repetidos muchas veces.
Respuesta de las células T (cooperación y citotoxicidad): tras la activación específica de linfocito T se pueden
presentar diferentes mecanismos efectores.
Respuesta citotóxica: este tipo de respuesta es esencial en la respuesta contra virus y en la eliminación de
microorganismos intracelulares.
En la respuesta de citotoxicidad específica, los linfocitos Th1 juegan un papel fundamental como células
cooperadoras. La liberación de interleucinas que actúan sobre las células efectoras es su función.
Reconocen al antígeno asociado al MHC de clase I y, una vez activados, lisan esas células. El principal papel
biológico es intervenir en la eliminación de las células infectadas por virus y no infectadas, pero que son
detectadas como extrañas (tumorales, trasplantes, etc.). La respuesta citotóxica se desarrolla en 3 etapas:
1. Reconocimiento del antígeno
2. Activación.
3. Destrucción de las células diana.
Respuesta colaboradora: modulan la respuesta inmunitaria ofreciendo su colaboración, en forma de
citocinas, a otras células del sistema inmunitario. Se clasifican en varias categorías en función del patrón
de citocinas que son capaces de producir.
a. Th1: producen IL-2 e IFN-y. Controla las reacciones de inmunidad celular. Activan CD8, NK y macrófagos.
b. Th2: producen IL-4, IL-5 e IL-6. Colaboran en reacciones de inmunidad humoral. Actúan sobre linfocitos
B y células plasmáticas.
c. Th3: producen IL-10 e TGF-B. Tienen función reguladora o supresora.
d. Th17: producen IL-17. Actúan sobre hongos.
Alorreactividad: la Alorreactividad es el hecho de que una gran proporción de los linfocitos T de un individuo
reconocen, sin necesidad de inmunización previa, las moléculas HLA alogénicas distintas a las propias (de
otro individuo). Es importante comprenden este concepto para el estudio de los fenómenos de rechazo en
el trasplante de órganos y la enfermedad de injerto contra huésped.
Tolerancia: se trata de un estado de ausencia de reactividad específica frente antígenos concretos que se
adquiere de forma activa. La más importante es la autotolerancia que permite que un individuo no ataque
a las células de su propio organismo.
Los mecanismos de tolerancia pueden establecerse centralmente (durante la génesis y diferenciación de
las células en órganos centrales; timo y médula ósea) y periféricamente sobre las células adultas.
Se conocen varios mecanismos para establecer la tolerancia:
a. Deleción clonal: principal mecanismo de tolerancia central por el que se eliminan células autorreactivas.
b. Anergia clonal: pérdida de la capacidad de respuesta a su antígeno de células concretas. Hay ausencia
de 2da señal.
c. Supresión activa: inhibición de la actividad celular por interacción con otras células y secreción de
citocinas inhibidoras (TGF-B e IL-10; Th3).
d. Desviación de la respuesta.
7. INMUNOLOGÍA CLÍNICA
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Trasplante de órganos: antes de realizar un trasplante, se deben de tener en cuenta tres elementos en la
evaluación de la compatibilidad donante-receptor: 1) Grupo ABO, 2) Grado de semejanza entre los fenotipos
MHC entre donante y receptor y 3) La posible existencia de anticuerpos en el receptor que puedan estar
dirigidos contra los antígenos MHC del donante (prueba cruzada).
- En los órganos sólidos, lo primero que hay que comprobar es la compatibilidad ABO.
- En el trasplante de médula ósea, la compatibilidad HLA debe ser del 100%, pero no se toma en cuenta
la ABO.
Tipos de trasplantes:
Según la pareja donante-receptor:
a. Xenotrasplante: el donante y el receptor son de especies distintas.
b. Alogénico: donante y receptor son de la misma especie, pero distintos genéticamente.
c. Sisgénico: donante y receptor son genéticamente idénticos.
d. Autólogo: de células o tejidos procedentes del propio receptor.
Según la topología del trasplante:
a. Ortotópico: el injerto se coloca en el receptor en su lugar anatómico original.
b. Heterotópico: la localziación del injerto en el receptor es diferente a su lugar anatómico original.
Tipos de rechazo:
a. Rechazo hiperagudo: aparece a las pocas horas. Está causado por la existencia de anticuerpos
preformados en la sangre del receptor contra el MHC del donante que fijan complemento sobre las
células del injerto, destruyéndolas rápida y masivamente. Se puede prevenir realizando prueba cruzada
pretrasplante.
b. Rechazo agudo: aparece a las pocas semanas. La causa es la Alorreactividad de los linfocitos T a través
de una respuesta primaria de los linfocitos T CD8 contra las moléculas MHC clase I del injerto.
c. Rechazo crónico: aparece años después del trasplante y se ve bajo la forma de una arteriosclerosis
acelerada en el órgano injertado.
Prevención del rechazo: el órgano ideal para ser trasplantado es aquél que comparte todas las moléculas
MHC presentes en el receptor. Esto es raro y lo que se hace es buscar la mayor compatibilidad posible.
Trasplante de progenitores hematopoyéticos: consiste en administrar al receptor del trasplante la infusión
intravenosa de los progenitores del donante. La pareja donante-receptor idónea es la formada por dos
hermanos HLA-idénticos o el autotrasplante o trasplante autólogo siempre que sea posible.
El mejor test funcional disponible para evidenciar si existe compatibilidad entre donante y receptor es el
cultivo mixto de linfocitos, donde se cultivan linfocitos de ambos.
Enfermedad del injerto contra el huésped (EICH): se desarrolla cuando se trasplantan células
inmunocompetentes procedentes del donante a un individuo inmunodeprimido HLA-incompatible. El
donante reconoce al receptor como extrañas y atacan al endotelio vascular, tejidos y órganos.
Constituye una complicación grave -> si un paciente presenta un déficit inmunitario celular grave y precisa
una transfusión, la sangre que se le vaya a administrar debe ser previamente irradiada con el fin de impedir
que los linfocitos T alorreactivos proliferen y desarrollen enfermedad.
El cuadro clínico se caracteriza por alteraciones cutáneas (rash maculopapular hasta aparición de NET),
hepáticas (colangitis con colestasis), gastrointestinales (malabsorción), artritis y bronquiolitis obliterante.
a. EICH aguda: se desarrolla en los primeros tres meses (entre los primeros 15-30 días es más típica).
b. EICH crónica: se considera a la que aparece después del tercer mes del trasplante.
Reacciones de hipersensibilidad: se denomina reacción de hipersensibilidad cuando se desarrolla una
respuesta inmunitaria dirigida contra elementos que no deberían ser considerados como extraños, o hacia
elementos patógenos, pero de una forma inadecuada. Se clasifican en cuatro tipos según Gell y Coombs:
- Tipo 1: hipersensibilidad mediada por IgE.
- Tipo 2: mediada por anticuerpos. Existen anticuerpos circulantes que se unen a células blanco.
Producen lisis por fijación del complemento o por citotoxicidad mediada por anticuerpos. Ejemplos:
enfermedad hemolítica del RN y el rechazo hiperagudo del trasplante.
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- Tipo 3: inmunocomplejos. Los inmunocomplejos son agregados de antígeno, anticuerpo y complemento
que normalmente son retirados de la circulación por fagocitosis directa o por el sistema monocito
macrofágico. Ejemplo: enfermedad del suero y algunas formas de LES.
- Tipo 4: reacciones tardías mediadas por células.
Hipersensibilidad inmediata o alergia atópica: los individuos atópicos tienen una predisposición genética a
desarrollar respuestas de IgE frente a moléculas antigénicas presentes en material usualmente no
infeccioso ni patógeno (pólenes, ácaros, etcétera).
Respuesta IgE: la IgE tiene la propiedad de unirse a la membrana de basófilos y mastocitos a través de
receptores de alta afinidad para el Fc de la IgE. Si un individuo sensibilizado entra de nuevo en contacto
con el mismo alérgeno, este interaccionará contra las IgE fijadas en la membrana de los mastocitos y
basófilos.
Los mediadores inflamatorios preformados (histamina) y los de síntesis de novo (PG y LT) son los que
determinan la sintomatología clínica, al inducir en los tejidos: vasodilatación, aumento de la permeabilidad
vascular, contracción de la musculatura lisa, hipersecreción mucosa y acumulación de infiltrados
inflamatorios.
La sintomatología aparece de forma brusca en cuestión de 2-20 minutos tras la exposición al alérgeno.
Pueden ser circunscritas a un órgano o territorio o bien dar lugar a una reacción sistémica.
Alérgenos: los antígenos que estimulan la formación de respuestas de anticuerpos IgE causantes de las
enfermedades atópicas se denominan alérgenos. Pueden ser proteínas o glucoproteínas que forman parte
de productos naturales o de sustancias químicas de naturaleza hapténica (haptenos son que aquellos que
al unirse a una proteína portadora se convierten en material inmunogénico).
Según la vía de contacto con el organismo se dividen en: inhalables, alérgenos por ingestión o por
inoculación.
Los aeroalérgenos son los que provocan con mayor frecuencia alergia atópica de las vías respiratorias
(asma y rinitis). Entre ellos destacan: pólenes, material desprendido o producido por animales, partículas
fecales de ácaros microscópicos del polvo doméstico, esporas fúngicas o productos de polvo industrial.
Genética de la síntesis de IgE: cuando los dos padres tienen antecedentes de atopia, hay un 50% de
probabilidades de que los hijos desarrollen enfermedades atópicas. Cuando es sólo uno de ellos, la
posibilidad baja al 30%.
Ciertas condiciones ambientales actúan como promotores de la respuesta de anticuerpos IgE frente a
alérgenos en individuos genéticamente predispuestos: polutos atmosféricos, exposición infantil, higiene,
etc.
Basófilos y mastocitos:
a. Mediadores preformados contenidos en los gránulos: los gránulos citoplásmicos de basófilos y
mastocitos contienen numerosos mediadores preformados, como aminas vasoactivas, proteolgicanos,
etc. La principal amina vasoactiva es la histamina -> acción H1 (contracción de músculo liso,
vasodilatación y aumento de permeabilidad vascular) y acción H2 (secreción de ácido, permeabilidad
epitelial y aumento de secreción de moco) y H3 (regulación de la misma).
La heparina es el principal proteoglicano, dentro de las proteasas neutras las más conocidas son la
triptasa y la quimasa.
b. Fijación de la IgE a eosinófilos, basófilos y mastocitos: la IgE se fija en la membrana de estas células a
través de receptores de alta afinidad para el Fc de la IgE. Una sola célula cebada o mastocito puede unir
cientos de moléculas de IgE con especificidades distintas.
c. Activación de basófilos y mastocitos mediada por IgE: la unión del alérgeno con los anticuerpos IgE
fijados en los basófilos y mastocitos desencadena la activación de estas células, lo que condiciona dos
respuestas: degranulación al cabo de 30-40 segundos con liberación de los productos preformados y
formación de productos: metabolitos del ácido araquidónico -> leucotrienos “sustancia de reacción lenta
de la anafilaxia” que inducen vasodilatación, broncoconstricción e hiperpermeabilidad vascular e
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hipersecreción mucosa y quimiotaxis de neutrófilos. Otro mediador liberado es el PAF causa agregación
plaquetaria con formación de microtrombos y secreción de mediadores contenidos en las plaquetas.
Anafilaxia generalizada o shock anafilático: se trata de una reacción sistémica, a menudo de carácter
explosivo, que refleja la liberación masiva de mediadores, principalmente histamina y leucotrienos, por los
basófilos sanguíneos y mastocitos de múltiples territorios. Las manifestaciones clínicas aparecen con
rapidez tras la exposición al alérgeno.
Los primeros síntomas suelen ser angustia, malestar, rinitis y conjuntivitis (estornudos, rinorrea, congestión
nasal, lagrimeo y escozor conjuntival), prurito y eritema generalizados, seguidos de urticaria y angioedema,
es frecuente el edema laríngeo. En los casos más graves aparece broncoespasmo, taquicardia, arritmias e
hipotensión.
Los principales alérgenos implicados en este tipo de respuesta son medicamentos, venenos de insectos,
alimentos y con menor frecuencia animales.
Inmunidad antitumoral:
Inmunovigilancia: el principio de inmunovigilancia sostiene que cuando surgen células aberrantes, son
reconocidas y eliminadas por las células del sistema inmunitario (células T y NK).
Al existir reconocimiento por parte del sistema inmunitario, implica que deben existir antígenos en las
células malignas que no existen en las células del organismo.
Mecanismos de escape a al respuesta inmunitaria: el crecimiento de un tumor implica que las células
malignas consiguen eludir la respuesta inmunitaria frente a ellas o, al menos, la modulan para que sea
menos intensa que la capacidad proliferativa del tumor.
Existen varios mecanismos que utilizan las células tumorales para evitar su destrucción:
- Modulación antigénica: dejan de expresar antígenos reconocibles.
- Selección de células que no expresan los antígenos.
- Producción de factores bloqueadores: inmunosupresores como histamina y citocinas como IL-10 y TGF-
B.
- Tolerancia forzada: ausencia de moléculas de segunda señal para causar anergia por falta de
coestimulación.
- Expresión de moléculas protectoras en la superficie celular.
- Expresión de fas-ligando: que induce la apoptosis de linfocitos que se acerquen a destruirlas.
Antígenos oncofetales: algunos tumores expresan antígenos que, si bien no son específicos, no es normal
que se expresen en células adultas diferenciadas:
- Alfa-feto proteína: primera globulina en suero embrionario. Niveles altos en adulto implican
desdiferenciación del tejido hepático hacia formas embrionarias.
- ACE: proteína de superficie de las células del intestino fetal. Los niveles altos indican desdiferenciación
de tejidos endodérmico.
8. INMUNODEFICIENCIAS
Concepto de inmunodeficiencia: las alteraciones cuantitativas o cualitativas en uno o más de los
componentes de la respuesta inmunitaria producen una descoordinación que se manifiesta clínicamente,
por lo general, como una mayor susceptibilidad a infecciones.
Estas anomalías (congénitas o adquiridas) son la causa del grupo de síndromes y enfermedades
denominadas inmunodeficiencias primarias.
Inmunodeficiencias primarias humorales: son las IDP más frecuentes. Engloban entidades cuyo cuadro
clínico evidencia un fallo en la formación de anticuerpos específicos. La sintomatología más habitual
consiste en infecciones de repetición causadas por bacterias. Suelen afectar tracto respiratorio seguido del
digestivo.
1. Agammaglobulinemia ligada al sexo (Sx de Burton): Su etiología se debe a deleciones en el gen BTK del
cromosoma X. En su clínica las infecciones suelen comenzar entre el 6to-12vo mes de vida (cuando
desaparecen anticuerpos maternos). Pueden aparecer artritis por Mycoplasma, meningoencefalitis por
echovirus y diarreas por giardia. Para su diagnóstico se requiere: sexo masculino, edad infantil, IgG
menor a 200, IgA e IgM casi indetectables. Hay ausencia de linfocitos B circulantes y ausencia de células
plasmáticas en los tejidos. El tratamiento es la administración de gammaglobulina vía parenteral de
forma periódica.
2. Inmunodeficiencia variable común: se considera que es un síndrome que agrupa varias enfermedades
que aparecen después de la infancia y cuya expresión primaria es una producción de anticuerpos
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alterada. Aparece en adolescencia, siendo la edad más frecuente entre los 20-30 años. Afecta a ambos
sexos. Su etiología se caracteriza por un defecto intrínseco del linfocito B que es incapaz de madurar
hacia célula plasmática o, si lo hace, no segregan los anticuerpos. Su cuadro clínico se caracteriza por
infecciones -> las más frecuentes son las de senos paranasales y pulmonares, seguidas por intestinales.
Tiene alta incidencia de autoinmunidad asociada con anemia perniciosa y aclorhidria gástrica (por eso
la alta incidencia de carcinoma gástrico). El pronóstico es relativamente bueno pudiendo llegar hasta la
8va década de la vida.
3. Síndrome hiper-IgM: en su clínica los pacientes presentan un cuadro de déficit de inmunidad humoral
(neumonía, sinusitis, otitis). Los niveles de IgM están elevados mientras que las otras Ig están muy bajas.
Su etiología consiste en mutaciones en los genes de las moléculas que median el cambio de clase de la
inmunoglobulina: CD40 y C40L.
4. Deficiencia de IgA: en su clínica la mayoría de los pacientes están asintomáticos, pero algunos presentan
infecciones respiratorias o digestivas de repetición, de origen bacteriano. En estos pacientes hay mayor
incidencia de trastornos inmunitarios, especialmente diabetes tipo 1, atopia y enfermedad celíaca. La
enfermedad suele pasar desapercibida. El diagnóstico diferencial debe ser con la administración de
anticonvulsivos que pueden disminuir IgA (hidantoínas). Las infecciones se tratarán con antibióticos. Se
debe vacunar en pacientes con infecciones de repetición.
5. Deficiencia de subclases de IgG: se define como la existencia de valores inferiores normales de una o
más subclases de IgG, con normalidad de la totalidad de la IgG sérica. La más frecuente es la deficiencia
de IgG2 e IgG4. El tratamiento se realiza con gammaglobulina en caso de existir clínica infecciosa grave.
6. Hipogammaglobulinemia transitoria de la infancia: entre los 3-6 meses de vida existe una
hipogammaglobulinemia fisiológica, con valores de IgG bajos. En algunos niños, este déficit fisiológico
se prolonga hasta los 3-4 años, en cuyo caso se dice que padecen una hipogammaglobulinemia
transitoria de la infancia. Se considera una variante de la normalidad. Rara vez produce sintomatología,
se trata solo en caso de producir infecciones muy graves.
Inmunodeficiencias primarias combinadas: representan cerca del 25% de las IDP. Todas son hereditarias y
están causadas por la ausencia o por una alteración funcional grave de los linfocitos T y B.
La ausencia o alteración grave de inmunidad humoral y celular ocasiona cuadros clínicos de extrema
gravedad, que, en ausencia de tratamiento correctivo, suelen conducir a la muerte. Las más frecuentes
suelen ser víricas, así como por hongos y bacterias intracelulares.
Se debe sospechar ID combinada en: aparición temprana de infecciones graves, repetidas y de difícil
control, anorexia intensa con paro/retraso pondoestatural, candidiasis oral resistente al tratamiento tópico,
neumonías intersticiales e historia familiar de fallecimientos tempranos.
1. Inmunodeficiencia combinada severa: es un síndrome que agrupa varias enfermedades congénitas con
ausencia virtual tanto de inmunidad mediada por células T como la alteración en respuesta humoral. Su
patogenia es múltiple, en la mayoría de los casos los linfocitos T están ausente o muy disminuidos.
Suelen tener un timo pequeño que no se ve en la radiografía de tórax. El diagnóstico se establece ante
la historia sugerente y datos de laboratorio que destacan: hipogammaglobulinemia intensa,
linfocitopenia y ausencia de linfocitos funcionantes. El tratamiento consiste en trasplante de médula
ósea: la ID combinada severa ligada al sexo es la más frecuente, la autosómica recesiva es menos
frecuente.
2. Deficiencia de adenosina desaminasa (ADA): el cuadro clínico de esta enfermedad es como el de la
inmunodeficiencia combinada severa. La ausencia de esta enzima del metabolismo de las purinas
origina acumulación, en los linfocitos T y B, de metabolitos, por lo que se bloquea la síntesis de ADN y
los linfocitos pierden su capacidad de proliferar. Se suele asociar a anomalías de los cartílagos.
3. Disgenesia reticular: es la más infrecuente y grave de las ID combinadas. Estos pacientes presentan
pancitopenia e infecciones extraordinariamente graves desde los primeros días. Sin trasplante de MO
fallecen.
4. MUATCIONES
Una mutación es una alteración en la secuencia de ADN. Las mutaciones se clasifican de diferentes
maneras en función de cómo se origina y de qué cambios producen:
- Mutaciones espontáneas: se producen de manera natural generalmente durante la replicación.
- Mutaciones inducidas: se producen por acción de agentes externos.
- Mutaciones somáticas: afecta a cualquier célula menos a los gametos.
- Mutaciones germinales: afectan a los gametos, se transmiten a la descendencia.
- Mutaciones puntuales: afectan a un único nucleótido. Si no cambia el aminoácido es mutación silente,
si se produce cambio es cambio de sentido, si produce codón de paro es mutación si sentido.
- Otros tipos: ganancias (inserciones) o pérdidas (deleciones) de más de un nucleótido y el cambio de
sentido de orientación.
- Mutación por expansión de tripletes: zonas de repetición de un triplete. Estas regiones son inestables,
pudiendo en el proceso de replicación aumentar el número de repeticiones dando lugar a enfermedades.
Ejemplos son el síndrome del X frágil, corea de Huntington, ataxia de Friederich y distrofia miotónica.
- Mutaciones de splicing: afectan a nucleótidos situados en las regiones flanqueantes con intrones o
exones.
5. AVANCES EN GENÉTICA
Citogenética: engloba el estudio de los cromosomas. Esta tecnología ha evolucionado desde el clásico
cariotipo, hasta las modernas técnicas de FISH (inmunofluorescencia de hibridación in situ). Se usan para
el estudio de aneuploidías y para la determinación de traslocaciones cromosómicas.
6. GENÉTICA Y CÁNCER
La totalidad de las células malignas presentan algún tipo de alteración genética que transmiten a sus
células hijas y que es la responsable del fenotipo maligno. Esta alteración puede ser tan sutil como una
simple mutación en un único gen o ser tan evidente como una poliploidía.
Características de las células de los tumores malignos:
a. Crecimiento exagerado: estas células no envejecen, por lo que proliferan continuamente. Es debida,
entre otras causas, a la sobreexpresión de telomerasa, lo que impide que se acorten los telómeros.
b. Alteraciones celulares: pérdida de la inhibición por contacto, alteraciones de la membrana, alteración
en la relación núcleo-citoplasma, citoesqueleto desagregado, síntesis de colágeno anormal y
resurgimiento del fenotipo fetal (desdiferenciación).
c. Alteraciones genéticas: la mayoría de las veces, la alteración es tan grande que puede evidenciarse por
citogenética. En ocasiones se debe recurrir a biología molecular.
d. Angiogénesis: las células malignas y transformadas son capaces de producir el factor de angiogénesis
tumoral. Induce la formación de vasos sanguíneos, lo que permite que el tumor esté bien vascularizado
y sus células no se necrosen por falta de nutrientes.
e. Invasividad: las metástasis son la capacidad que adquiere la célula tumoral para desprenderse del
tumor primario y migrar a través de circulación, sanguínea o linfática, dando lugar a tumores
secundarios.
Oncogenes y transformación: se denomina oncogén a un gen que, como consecuencia de una alteración en
su código o regulación, codifica una proteína capaz de desencadenar la transformación maligna en la célula
protadora de ese gen.
Se pueden clasificar los oncogenes en 4 grupos:
- Control de la entrada al ciclo celular: hacen que la célula entre en ciclo sin que nadie le de la orden
originando células hijas que vuelven entrar a ciclo y así sucesivamente. Ejemplos: SRC, RAS, HER2 y
MYC.
- Control de la salida del ciclo celular: son capaces de inducir la salida del ciclo celular, manteniéndose
por ello activa la maquinaria de división celular. Ejemplos p53 y Rb.
- Control de la apoptosis: al alterar esos genes la célula no entra en apoptosis. Ejemplos: BCL-2 y FAS.
- Sistema de reparación de ADN: si se alteran, es fácil que surjan mutaciones.
3. DEMENCIAS
4. ENFERMEDADES CEREBROVASCULARES
Territorios vasculares cerebrales:
a. Arteria cerebral anterior: origen en la carótida interna en la parte anterior del polígono de Willis. Irriga el
córtex motor y sensitivo de las piernas y pies, córtex frontal motor suplementario, centrocs corticales de
la micción en los lóbulos parietales, brazo anterior de cápsula interna.
b. Arteria coroidea anterior: se origina de la porción supraclinoidea de la arteria carótida interna. Irriga
hipocampo, uncus, amígdala, globo pálido, cola del núcleo caudado, tálamo lateral y cuerpo geniculado,
brazo posterior de la cápsula interna.
6. ENFERMEDADES DESMIELINIZANTES
Las enfermedades desmielinizantes son un conjunto de enfermedades neurológicas que tienden a afectar
a adultos jóvenes. Se caracterizan por inflamación y destrucción selectiva de la mielina del sistema nervioso
central.
Esclerosis múltiple: enfermedad de etiología desconocida y patogenia autoinmunitaria con un curso
ondulante con exacerbaciones y remisiones en su sintomatología. Después de los traumatismos es causa
frecuente de discapacidad y la forma más frecuente de enfermedad por alteración de la mielina del SNC.
Epidemiología: aparece entre pacientes entre 20-45 años, fundamentalmente mujeres. Predomina en la
raza blanca.
Genética: existe susceptibilidad genética para su desarrollo. Los alelos HLA-DR2 y DQ son de riesgo.
Anatomía patológica: la alteración más característica es la aparición de áreas o placas de desmielinización
bien delimitadas a nivel del SNC, localizadas preferentemente a nivel periventricular y subpial, así como en
tronco encefálico, médula espinal y nervio óptico. En ellas hay un infiltrado de células T y macrófagos.
Cuando la placa se cronifica, la población linfocitaria pasa a ser la predominante.
Estas lesiones son típicamente más numerosas de lo que pudiera anticiparse por criterios clínicos, y no hay
ninguna correlación entre el número de placas y su tamaño con los síntomas clínicos.
El fenómeno patogénico primario podría ser la lesión de los oligodendrocitos, células formadoras de mielina
en el SNC.
Inmunología: hasta en un 95% de los pacientes existen bandas oligoclonales de IgG en el LCR, que no están
presentes en suero, y que se traducen en la activación de un número reducido de clones de linfocitos B con
aumento de la síntesis intratecal de anticuerpos. También en el LCR es posible objetivar una respuesta
inespecífica contra distintos virus.
Curso clínico: las manifestaciones clínicas son muy variables y se han distinguido 4 formas evolutivas:
a. Forma remitente en brotes: el 85% de los pacientes presentan episodios de brotes de disfunción
neurológica, más o menos reversibles, que recurren en el tiempo y, que a medida que se repiten van
dejando secuelas neurológicas. Se considera un brote a la aparición de síntomas o signos de déficit
neurológico de más de 24 horas de evolución.
7. EPILEPSIA
Una convulsión o crisis convulsiva es un fenómeno paroxístico originado por una actividad anormal, excesiva
y sincrónica de un grupo de neuronas del sistema nervioso central.
La epilepsia es la existencia de crisis convulsivas recurrentes debidas a un proceso crónico subyacente. Un
síndrome epiléptico es una epilepsia con un conjunto de signos y síntomas que habitualmente se presentan
juntos. Se habla de estatus epiléptico cuando una crisis dura más de 30 minutos o cuando existen crisis
repetidas, entre las cuales el paciente no recupera la consciencia.
Clasificación:
a. Las convulsiones parciales (focales) son aquellas en las que la actividad queda circunscrita a un área
de la corteza cerebral, con independencia de que durante la crisis la consciencia esté conservada
(simples) o alterada (complejas):
1. Crisis parciales simples: pueden producir síntomas motores, sensitivos, autónomos, visuales,
auditivos, olfativos o psíquicos. Las crisis motoras pueden comenzar en áreas pequeñas y
extenderse gradualmente a un área hemicorporal más extensa (progresión jacksoniana). Tras una
crisis motora puede haber debilidad del área afectada (parálisis de Todd).
2. Crisis parciales complejas: el paciente tiene dificultad para mantener un contacto normal con el
medio, junto con alteración del comportamiento que puede ir desde la inmovilidad o automatismos
básicos.
b. Las crisis generalizadas se originan simultáneamente en ambos hemisferios. En ocasiones es
reconocible por la existencia de síntomas focales previos a la pérdida de la consciencia (aura).
1. Crisis de ausencia (pequeño mal): se comportan como breves episodios de pérdida brusca del nivel
de consciencia, sin alteración del control postural, duran segundos y pueden repetirse muchas veces
al día. Suelen acompañarse de signos motores y se recupera la consciencia de forma igualmente
brusca. La edad de comienzo suele estar entre los 4 años y el inicio de la adolescencia, siendo la
causa más frecuente de crisis en este rango de edad.
8. ENFERMEDADES DEGENERATIVAS
Se trata de enfermedades caracterizadas por:
a. Etiología desconocida.
b. Muerte neuronal de evolución gradual y progresiva.
c. Afectación selectiva de un sistema neuronal concreto.
d. Signos y síntomas bilaterales y simétricos.
e. Evolucionan sin responder a las medidas terapéuticas.
Las principales son las ataxias hereditarias y las enfermedades de motoneurona
Ataxias hereditarias degenerativas: grupo de enfermedades, muchas de las cuales están genéticamente
determinadas. Se clasifican en:
A. Ataxias congénitas
B. Ataxias hereditarias con defecto metabólico conocido: intermitentes y progresivas.
9. VIRUS Y PRIONES
Encefalitis herpética y otras encefalitis virales: en la encefalitis existe un proceso inflamatorio del
parénquima cerebral +/- afectación de las meninges.
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Etiología: la causa más frecuente de encefalitis esporádica es el virus del herpes simple tipo I. Las causas
de encefalitis epidémicas son los abrovirus y enterovirus.
Clínica: cursa con fiebre, cefalea y signos meníngeos y, lo que es más característico de la encefalitis,
deterioro del nivel de consciencia, que puede oscilar desde el estado confusional hasta el coma profundo y
signos y síntomas de focalidad neurológica. Los signos más frecuentes de focalidad son: afasia, ataxia,
hemiparesia espástica, trastornos del movimiento y paresia de pares craneales.
Puede haber alucinaciones, agitación, cambios en la personalidad e incluso, clínica psicótica. Hasta un 50%
presentan crisis convulsivas focales o generalizadas.
Pruebas complementarias:
a. LCR: en todo paciente con sospecha de encefalitis se debe realizar punción lumbar (una vez descartada
la existencia de proceso expansivo intracraneal). Típicamente hay pleocitosis linfocitaria (>95% de los
casos) con hiperproteinorraquia y glucosa normal. La celularidad puede ser normal en fases muy
iniciales. Pueden existir linfocitos atípicos en encefalitis por VEB. En algunos casos hay aumentos de las
cifras de hematíes (herpética).
b. Cultivo de LCR: algunos virus son fáciles de cultivar como coxsackie, echovirus y paperas. En los casos
de VHS-1 los cultivos son invariablemente negativos.
c. Estudios serológicos: el diagnóstico definitivo en la mayoría de los casos requiere de la documentación
de una seroconversión en la titulación de anticuerpos frente a un determinado virus, entre el momento
inicial y la fase de convalecencia 2-4 semanas después.
d. Neuroimagen y EEG: se utilizan para intentar establecer la existencia de encefalitis focal o difusa, y
descartar otros diagnósticos. La existencia de focalidad a nivel frontotemporal en el EEG es sugestiva
de encefalitis herpética. En la TAC pueden existir zonas hipodensas y efecto de masa. La RMN es de
elección para detectar cambios de señal.
e. Biopsia cerebral: sensibilidad >95% y especificidad del 100%. Su necesidad ha disminuido desde la
introducción del aciclovir como agente terapéutico.
f. PCR: la PCR del ADN del VHS-1 ha sustituido a la biopsia cerebral como diagnóstico de elección de
encefalitis herpética.
El diagnóstico diferencial debe incluir causas no virales, EVC, tumores y encefalopatías tóxico-metabólicas.
Se acepta que en pacientes con: alteraciones focales en pruebas de imagen, pleocitosis linfocitaria en LCR
y clínica compatible son suficientes para el diagnóstico.
Tratamiento: el aciclovir es la medicación de elección en la encefalitis por VHS-1 y también es útil en VEB y
VVZ. Debe ser administrado ante la sospecha clínica y sin demora, diluido por vía IV y en infusión lenta para
evitar la LRA.
Pronóstico: la mortalidad de la encefalitis herpética alcanza un 20% y de los que sobreviven el 40% presenta
secuelas graves.
Paraparesia espástica tropical: es multifactorial, incluyéndose factores tóxicos y nutricionales. El virus HTLV-
1 resulta estar implicado en un gran número de estos pacientes (presentan anticuerpos en LCR y bandas
oligoclonales).
Esta enfermedad debuta en la 3-4ta década y es más frecuente en mujeres. Cursa con paraparesia
espástica lentamente progresiva, con signos de neurona motora superior y escasa clínica sensitiva
(parestesias/disestesias/hipoestesias). En la RMN puede existir desmielinización medular y de sustancia
blanca hemisférica periventricular. Los estudios neurofisiológicos pueden indicar disfunción de cordones
posteriores y neuropatía periférica desmielinizante.
No tiene tratamiento efectivo. Algunos pacientes pueden beneficiarse del tratamiento esteroideo.
Leucoencefalopatía multifocal progresiva: aparece habitualmente en pacientes con trastornos
inmunológicos. En la actualidad, más del 60% de los pacientes con LMP tienen SIDA. Otras causas:
neoplasias, infecciones crónicas y granulomatosas.
11. NEUROPATÍAS
Se utiliza el término neuropatía periférica para referirse a aquellos trastornos de los nervios periféricos, sea
cual sea su causa. Se habla de:
13. MIOPATÍAS
Distrofias musculares: las distrofias musculares se dividen en distrofinopatías y otras formas.
Distrofinopatías: la distrofina es una proteína codificada por un gen ubicado en Xp21. Se localiza en la cara
interna de la membrana plasmática de distintos tejidos y es necesaria para asegurar un buen
funcionamiento de la contractibilidad muscular. En el grupo de distrofinopatías está la distrofia muscular
progresiva de Duchenne y la tipo Becker. Ambas afectan casi siempre a varones. Se transmiten como
herencia recesiva ligada al X.
a. Distrofia muscular de Duchenne: la clínica comienza a los 3-5 años con trastornos de la marcha y
debilidad progresiva de la musculatura proximal de los miembros y flexora del cuello, estando los
miembros inferiores más gravemente afectados. Es característica la pseudohipertrofia de pantorrillas.
Si el paciente intenta elevarse desde el suelo, desarrolla la maniobra de Gowers. Se asocia a deterioro
intelectual no progresivo y escoliosis progresiva. Suelen fallecer por infecciones pulmonares
interecurrentes. La causa de muerte por cardiopatía es poco común pero la mayoría de los pacientes
presentan esta complicación. Hay aumento importante de la CPK sérica, incluso desde el nacimiento.
La EMG muestra hallazgos miopáticos. La biopsia muscular establece el diagnóstico definitivo; muestra
ausencia total de distrofina, que puede detectarse por inmunohistoquímica, western-blot o microscopía
electrónica. El tratamiento con prednisona puede alterar el curso de la enfermedad.
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b. Distrofia muscular de Becker: variante alélica de la DMD, comienzo más tardío, evolución más benigna
y menos frecuente. Hay pesudohupertrofia muscular. La expectativa de vida se sitúa entre 4-5 década.
Hay poca distrofina.
Distrofia facioescapulohumeral: autosómica dominante en cromosoma 4. Suele debutar en jóvenes con
afectación facial (incapacidad para reír o cerrar completamente los ojos), debilidad de cintura escapular y
bicipital + tricipital.
Distrofia miotónica de Steinert: autosómica dominante en cromosoma 19 por defecto en miotonina
proteincinasa. Aparece en la 2da-3era década con debilidad en musculatura facial, flexora del cuello y distal
de los miembros. Hay atrofia facial, de maseteros y músculo temporal. Puede haber voz nasal y disfagia.
Hay cataratas, atrofia gonadal, resistencia a la insulina y cardiopatía con bloqueo AV. La CPK suele ser
normal y la EMG muestra descargas miotónicas. El tratamiento es con fenitoína y puede requerir
marcapasos.
Distrofia muscular de las cinturas: son de herencia autosómica dominante. Afectan a ambos sexos y hay
debilidad de musculatura proximal en miembros superiores e inferiores.
Miopatías congénitas: se caracterizan por presencia de alteraciones anatomopatológicas e histoquímicas
en el músculo. Su evolución suele ser benigna:
a. Miopatía central-core: asocia cifoescoliosis, lordosis, pie cavo y LCC.
b. Miopatía nemalínica: asocia facies elongada, paladar ojival, tendencia al prognatismo, pectum
excavatum y escoliosis.
c. Miopatía tubular: ptosis y grados variables de oftalmoplejía.
Miopatías metabólicas:
- Enfermedad de Pompe (glucogenosis tipo II): deficiencia de maltasa ácida. La maltasa es una enzima
que degrada el glucógeno para dar glucosa. Se da por falla en el gen en el17q. Es la forma más grave
de glucogenosis. Tiene una forma infantil que es la más común y grave debutando a los 3 meses con
debilidad, cardiomegalia, hepatomegalia e insuficiencia respiratoria, está la forma juvenil que tiene la
clínica de distrofia muscular y al forma del adulto que debuta en 3-4 década con insuficiencia
respiratoria y afectación proximal de miembros.
- Enfermedad de McArdle (glucogenosis tipo V): autosómica recesiva 11p. Hay intolerancia al ejercicio,
calambres musculares y fatiga. Los pacientes están asintomáticos en reposo. Puede haber rabdomiólisis
y mioglobinuria.
Miopatías mitocondriales: en la patología se caracterizan por fibras ragged-red, que resultan de acúmulo de
mitocondrias anormales y se tiñen con tricrómico de Gomori. Presentan herencia mitocondrial.
- Síndrome de Kearn-Sayre: hay oftalmoplejía, degeneración de la retina y bloqueos de conducción
cardíaca.
- MERFF: epilepsia mioclónica y fibras ragged-red. Hay convulsiones, mioclonías y deterioro intelectual.
- MELAS: miopatía, encefalopatía, acidosis láctica y stroke/EVC.
14. CEFALEAS
La cefalea es uno de los motivos de consulta más frecuentes. La cefalea es generalmente un síntoma
benigno. El primer objetivo ante un paciente con cefalea es descartar patologías graves. Se debe tomar en
cuenta para el diagnóstico la edad, sexo, ocupación laboral, edad de comienzo, antecedentes, frecuencia
de los episodios, intensidad, duración, modo de instauración, cualidad del dolor, localización, moduladores,
etc. Características de algunas cefaleas:
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a. Hemorragia subaracnoidea: cefalea intensa, súbita, con rigidez de nuca, náuseas y vómitos.
b. Meningitis: cefalea, fiebre + signos meníngeos.
c. Tumores: cefalea de carácter progresivo, de días o semanas de evolución. La cefalea por HIC empeora
por la mañana y puede despertar al paciente del sueño, aumenta con la tos y los vómitos.
d. Arteritis de la temporal: sospecharla en cefalea hemicraneal en mayores de 6 5 años. Se puede asociar
a polimialgia, claudicación mandibular, dolor y tensión a la palpación del trayecto arterial y ausencia de
pulso.
Cefalea tensional: es el tipo de cefalea más frecuente y predomina en la mujer. Se distinguen tres formas:
episódica, episódica frecuente, y crónica. Son episodios de cefalea que duran entre 30 minutos y 7 días,
progresivos, intensidad leve-moderada, bilaterales, no agravado por esfuerzos.
El tratamiento del dolor se realiza con AINES, paracetamol o analgésicos comunes. El tratamiento preventivo
se basa en el uso de antidepresivos tricíclicos e ISRS.
Migraña: la mayoría de los pacientes presentan el primer episodio de migraña entre los 10-30 años. La
patogénesis de la migraña puede ser considerada en tres fases:
1. Génesis troncoencefálica con participación de los núcleos del rafe medio (serotoninérgicos).
2. Activación vasomotora con contracción vascular inicial seguida de una fase de vasodilatación.
3. Activación de neuronas del núcleo trigeminal a nivel bulbar, con posterior liberación de neuropéptidos
vasoactivos en las terminaciones vasculares del nervio trigémino. Esta fase condiciona la tumefacción
tisular y tensión de los vasos sanguíneos.
Durante el episodio de migraña se ha demostrado hipoperfusión cortical que comienza en el córtex visual.
La serotonina parece jugar un papel primordial en la patogenia de la migraña.
Formas clínicas:
a. Migraña con aura o migraña clásica: es una cefalea recurrente, de predominio hemicraneal y carácter
pulsátil, que puede acompañarse de náuseas, vómitos, fotofobia y sonofobia, que dura entre 4-72 horas.
Se precede de clínica de focalidad neurológica (aura; siendo las manifestaciones visuales más
frecuentes) aunque también puede haber síntomas motores o sensitivos.
b. Migraña sin aura o migraña común: consiste en cefaleas de análogas características a las descritas en
migraña con aura, pero sin clínica de focalidad neurológica precediendo a la clínica.
Entre los episodios de migraña el paciente puede tener cefaleas tensionales. Se puede desencadenar por
diferentes factores: dietéticos, ambientales, psicológicos, hormonales y farmacológicos.
c. Migraña basilar: los síntomas neurológicos que preceden a la cefalea son característicos de disfunción
troncoencefálica: vértigo, disartria, diplopía, ataxia o síndrome confusional, persisten durante 20-30
minutos y se siguen de cefalea occipital pulsátil. Aparece en adultos jóvenes.
d. Migraña hemipléjica: migraña con aura que incluye hemiparesia. Puede ser familiar.
Complicaciones de la migraña:
a. Migraña crónica: más de 15 episodios al mes por más de 3 meses.
b. Estado de mal migrañoso: más de 72 horas de duración, a pesar del tratamiento.
c. Infarto migrañoso: cuando los síntomas de aura migrañosa persisten más allá de la duración de la
cefalea, y se asocian a una lesión isquémica cerebral del mismo territorio vascular, demostrado por
imagen.
Tratamiento:
a. Ataques leves – moderados: AINES (AAS, naproxeno o ibuprofeno). Se deben administrar
inmediatamente después del inicio dando la dosis cada 4-6 horas. Se asocian a metoclopramida o
domperidona para mejorar náuseas/vómitos y aumentar absorción de los analgésicos. Se debe
descansar en lugar oscuro y silencioso.
b. Ataques moderados – graves: triptanos (sumatriptán, nartriptán, zolmitriptán, rizatriptán, almotriptán,
eletriptán y frovatriptán). Son agonistas de los receptores de serotonina con acción vasoconstrictora y
reductora de la inflamación alrededor de los vasos.
c. Preventivo: si la frecuencia es superior a dos episodios al mes.
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1. B-bloqueadores (propranolol).
2. Calcioantagonistas (verapamilo, flunaricina, cinaricina).
3. Antidepresivos tricíclicos: especialmente indicados en pacientes con migraña asociada a cefalea
tensional.
4. Antagonistas de la serotonina (ciproheptadina, pizotifen): muy eficaces.
Cefalea en cluster (histamínica o de Horton): predomina en varones y debuta a cualquier edad. Se distingue
una forma episódica y otra crónica.
Se caracteriza por presentar episodios diarios de cefalea unilateral localizada preferentemente pericoular y
con irradiación a la frente o a la mandíbula, de gran gravedad, y cuya duración puede variar entre 15 minutos
y 3 horas. Aparece característicamente en la noche.
Se puede acompañar de: rinorrea, lagrimeo, congestión ocular y obstrucción nasal ipsilateral al dolor,
sudoración frontal y facial, edema palpebral ipsilateral, miosis, ptosis e inquietud motora y desasosiego.
La cefalea aparece diariamente durante períodos (cluster) que oscilan entre 1-4 meses, quedando
posteriormente asintomático durante largos periodos de tiempo (1-2 años).
a. Tratamiento preventivo: evitar factores desencadenatnes (alcohol y vasodilatadores).
b. Tratamiento sintomático: el sumatriptán subcutáneo es de elección. La segunda opción es inhalación
de oxígeno a flujo elevado.
c. Tratamiento profiláctico: se considera el verapamilo como el fármaco de elección.
Otras cefaleas primarias:
a. Hemicránea paroxística: predomina en mujer. Se trata de una cefalea trigémino-autonómica con
episodios de dolor similares a la cefalea en racimos, pero con una duración más breve (2-30 minutos) y
frecuencia mayor (5-30 veces al día). La buena respuesta a indometacina es criterio diagnóstico.
b. SUNCT: crisis breves de dolor neuralgiforme unilateral, acompañado de inyección conjuntival y lagrimeo.
Ocurren entre 3-200 crisis al día, en ocasiones desencadenadas por estímulos orofaciales.
c. Neuralgia del trigémino.
2. INTRODUCCIÓN
Los pacientes con sintomatología musculoesquelética se deben estudiar mediante historia clínica,
exploración física y pruebas de laboratorio. Muchas de estas enfermedades son similares en las primeras
fases. Es importante el conocimiento de la zona anatómica afectada, determinar si el proceso es
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inflamatorio o de características mecánicas, las posibles manifestaciones sistémicas y los datos de
laboratorio.
Historia clínica y exploración física:
Historia clínica: se debe de tomar en cuenta la edad, el sexo, la raza y los antecedentes familiares.
Se debe de tomar en cuenta el patrón del dolor: se denomina dolor mecánico al que disminuye con el reposo
e inflamatorio al que no se atenúa con el cese de la actividad.
Es importante identificar el número de articulaciones afectadas y su distribución.
Otros datos que se deben de tomar en cuenta son: forma de comienzo del cuadro, distribución de la
afectación, localización en cuanto a extremidades, si afecta o no el esqueleto axial y el tiempo de evolución.
También se deben investigar datos no relacionados al sistema musculoesquelético: fiebre, erupción
cutánea, rigidez matutina, afectación ocular, digestiva, genitourinaria o al SNC.
Exámenes de laboratorio: los laboratorios nos pueden permitir detectar la presencia o no de inflamación, la
afectación de diferentes órganos, la toxicidad derivada de los tratamientos o la frecuente comorbilidad que
presentan los pacientes.
a. Examen de líquido sinovial: técnica sencilla que permite diferenciar el derrame causado por procesos
inflamatorios de aquel provocado por procesos no inflamatorios o mecánicos. Según sus características
puede ser inflamatorio, no inflamatorio, infeccioso o hemorrágico.
b. Pruebas serológicas: existen múltiples pruebas que se deben de realizar cuando existen datos clínicos
que sugieran un diagnóstico específico.
1. Factor reumatoide: anticuerpos dirigidos contra determinantes del fragmento Fc de la IgG. El
convencional es IgM contra la fracción Fc de la IgG. No son específicos de la AR y pueden estar
elevados en múltiples enfermedades e inclusive en personas sanas.
2. Anticuerpos antinucleares: el método más utilizado para su detección es la inmunofluorescencia
indirecta. La positividad en títulos bajos es inespecífica pudiendo aparecer en múltiples
enfermedades. La positividad en títulos altos es propia de LES, lupus por fármacos, EMTC y
esclerodermia.
3. Anticuerpos anticitoplasmáticos: los antipeptido citrulinado son muy específicos de la AR. Los
anticitoplasma de los neutrófilos: patrón citoplasmático (c-ANCA) son comunes en vasculitis de
pequeño vaso y los de patrón perinculear (p-ANCA) en vasculitis y otras enfermedades inflamatorias.
Métodos de imagen en el diagnóstico de las enfermedades articulares:
a. Radiología convencional: es la técnica más accesible. Carece de sensibilidad y especificidad.
b. Ecografía: técnica no invasiva, rápida, barata y permite la exploración dinámica de las estructuras. Es
útil para confirmar la presencia de artritis en articulaciones profundas en las que la semiología no es
muy expresiva.
c. Gammagrafía isotópica: técnica sensible, detecta alteraciones funcionales antes de que aparezca una
lesión estructural.
d. TAC: de elección para visualizar el hueso.
e. RMN: excelente para visualizar las partes blandas.
3. VASCULITIS
Las vasculitis constituyen un amplio y heterogéneo grupo de enfermedades cuyo denominador común es la
inflamación de la pared vascular.
6. ARTRITIS REUMATOIDE
.
La artritis reumatoide es una enfermedad crónica, sistémica, inflamatoria y de etiología desconocida que
afecta de forma predominante a las articulaciones periféricas produciendo una sinovitis inflamatoria
simétrica que provoca destrucción del cartílago, con erosiones óseas y deformidades articulares en fases
tardías.
Su evolución es variable, desde un proceso oligoarticular breve y con lesiones mínimas, hasta una poliartritis
progresiva. Es más habitual su debut en la 4-5ta década de la vida, y su afectación es más común en
mujeres.
Etiopatogenia: su etiología aún permanece desconocida. La teoría más aceptada es la existencia de un
agente infeccioso como desencadenante de la enfermedad sobre un individuo genéticamente predispuesto.
Tiene asociación con HLA-DR4.
A grandes rasgos, el antígeno desataría una respuesta inmunitaria en el hospedador, provocándose una
reacción inflamatoria. Se activan linfocitos T en el infiltrado sinovial, predominantemente CD4 con actividad
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TH1 que producen IFN-Y e IL-4. El IFN-Y activa a los macrófagos que producen TNF e IL-1. Estas citocinas
favorecen la neovascularización, el reclutamiento de células proinflamatorias, la activación de osteoclastos
y la producción de proteasas.
Además, se forma tejido de granulación por activación de fibroblastos (pannus). Las manifestaciones
sistémicas vienen derivadas de la producción de citocinas y de la formación de inmunocomplejos.
Histología: se aprecia un aumento de células de revestimiento, junto con inflamación perivascular por
células mononucleares. La sinovial aparece edematosa y sobresale en la cavidad articular con proyecciones
vellosas (pannus). Este pannus produce una gran cantidad de enzimas de degradación que dañan los
tejidos.
La célula inflamatoria predominante es el linfocito T.
Los nódulos reumatoides tienen histología característica -> una zona central necrótica, intermedia con
macrófagos en empalizada y externa con tejido de granulación.
Manifestaciones clínicas: la artritis reumatoide es una poliartritis simétrica. En muchos casos inicia de forma
insidiosa con anorexia, astenia, sintomatología musculoesquelética imprecisa.
Afectación articular: en la distribución lo más característico es la simetría y la afectación de las manos,
aunque puede dañar prácticamente cualquier articulación diartrodial. Las articulaciones que más
habitualmente se afectan son las MCP, los carpos, IFP y MTF.
Puede afectarse la articulación cricoaritenoidea con ronquera, dolor e incluso obstrucción. A nivel axial se
puede afectar la articulación atloaxoidea (puede luxarse manifestándose con dolor occipital).
La clínica suele comenzar con dolor e inflamación (con derrame y/o hipertrofia sinovial) en las articulaciones
afectadas. La rigidez matutina prolongada (> 1 hora) es típica de la enfermedad. Los pacientes pueden
presentar tenosinovitis, bursitis, roturas tendinosas y problemas musculares.
En la rodilla puede existir aumento de volumen y dolor en la zona posterior por un quiste de Baker.
Si la enfermedad progresa, aparecen deformidades articulares que son muy habituales: la desviación en
ráfaga cubital por subluxación de las MCP, la flexión de la IFD (dedo en martillo) y el primer dedo en
hiperextensión de la MCF con flexión de IF (deformidad en Z). En los pies es común el hundimiento del
antepié y el Hallux valgus.
NO AFECTA A LAS SACROILÍACAS NI LAS INTERFALÁNGICAS DISTALES.
Manifestaciones extraarticulares: a veces, estas son el signo principal de la enfermedad. Aparecen más
frecuentemente en pacientes con títulos altos de factor reumatoide. Son:
a. Nódulos reumatoides: pueden aparecer en cualquier órgano, pero habitualmente se localizan en zonas
de presión como codo, tendón de Aquiles, rodilla, occipucio, etc. Son de consistencia firme, adheridos a
planos profundos y son indoloros.
b. Manifestaciones oculares: la queratoconjuntivits seca derivada de un síndrome de Sjögren secundario
es la manifestación ocular más común. Puede producir Epiescleritis.
c. Manifestaciones pleuropulmonares: son más frecuentes en hombres y pueden ser -> pleuritis,
neumonitis intersticial (en formas graves), nódulos pulmonares (únicos o múltiples), bronquiolitis
obliterante e hipertensión pulmonar.
d. Vasculitis reumatoide: puede afectar cualquier órgano. Es más frecuente en AR grave de larga evolución
con alto FR. Puede producir desde lesiones digitales aisladas hasta cuadros sistémicos con implicación
de SNP, afectación cutánea y visceral (pulmón, intestino, hígado y bazo).
e. Manifestaciones cardíacas: la pericarditis es la manifestación cardíaca más frecuente y suele ser
asintomática.
f. Manifestaciones neurológicas: la compresión de nervios periféricos es la manifestación más habitual.
Puede producirse síndrome del túnel del carpo. La vasculitis puede ocasionar neuropatía periférica. Es
raro que afecte SNC.
g. Manifestaciones óseas: osteopenia yuxtaarticular y osteoporosis generalizada multifactorial
(inmovilidad, esteroides, actividad de la enfermedad).
h. Manifestaciones renales: generalmente son consecuencia del tratamiento farmacológico.
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i. Manifestaciones hepáticas: suele existir hipertransaminasemia como consecuencia de la actividad de
la enfermedad.
j. Síndrome de Felty: aparición de esplenomegalia + neutropenia en pacientes con artritis reumatoide. Es
más frecuente en AR de larga evolución con alto FR.
k. Amiloidosis: es una complicación infrecuente.
l. Manifestaciones hematológicas: anemia de trastornos crónicos. En casos de enfermedad activa puede
haber trombocitosis reactiva. Se ha asociado con mayor probabilidad de desarrollar linfoma de células
B grandes.
Evolución y pronóstico: la mayoría de los pacientes tiene actividad mantenida, fluctuante, con un grado
variable de deformidad articular.
La esperanza de vida se acorta. La mortalidad está ligada a la afectación articular más grave, y se atribuye
a la infección, hemorragia gastrointestinal y los efectos secundarios de los fármacos. También existe un
aumento del riesgo cardiovascular que contribuye a la morbimortalidad.
Diagnóstico: no existe una prueba específica para el diagnóstico de AR. Los hallazgos analíticos
característicos son:
a. Factor reumatoide: son anticuerpos que reaccionan con la porción Fc de la IgG. Generalmente suelen
ser tipo IgM. El FR aparece en 2/3 de los pacientes, aunque no es específico de esta enfermedad. Su
positividad no es diagnóstica, pero tiene importancia pronóstica.
b. Anticuerpos antipéptido citrulinado: estos anticuerpos son más específicos, resultan muy útiles en el
diagnóstico precoz y tienen un papel pronóstico ya que identifican formas más agresivas.
c. ANA: en un 15-40% se encuentran ANA en títbulos bajos con patrón homogéneo.
d. Existe con frecuencia anemia de trastornos crónicos que se relacionan con el grado de actividad de la
enfermedad.
e. La VSG, PCR y otros reactantes de fase aguda suelen estar elevados y se relacionan con la actividad.
En la radiología en fases iniciales solamente existe tumefacción de partes blandas. Cuando avanza la
enfermedad hay un patrón característico con afectación articular simétrica, osteopenia yuxtaarticular y
erosiones óseas. El seguimiento del daño estructural debe evaluarse con radiografías de manos, pies,
cadera y columna cervical.
Los criterios diagnósticos muestran alta sensibilidad y especificidad y están siendo evaluados para mejorar
el diagnóstico precoz. Son:
Afectación articular:
- 1 articulación grande afectada: 0 puntos.
- 2-10 articulaciones pequeñas afectadas: 1 punto.
- 1-3 articulaciones pequeñas afectadas: 2 puntos.
- 4-10 articulaciones pequeñas afectadas: 3 puntos.
- > 10 articulaciones pequeñas afectadas: 5 puntos.
Serología:
- FR y anti-CCP negativos: 0 puntos.
- FR y anti-CCP positivos bajos: 2 puntos.
- FR y anti-CCP positivos altos: 3 puntos.
Reactantes de fase aguda:
- VSG y PCR normales: 0 puntos.
- VSG y PCR elevadas: 1 punto.
Duración:
- <6 semanas: 0 puntos.
- >6 semanas: 1 punto.
Tratamiento: el tratamiento de la artritis reumatoide tiene un enfoque global y persigue fundamentalmente
el control del dolor y de la inflamación articular, para conseguir evitar las deformidades y conservar buena
capacidad fundamental.
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Debe ser un tratamiento farmacológico apoyado de buena fisioterapia y medidas generales (cesar
tabaquismo).
El ejercicio adecuado es necesario para mantener la movilidad articular y evitar la atrofia muscular.
Los fármacos son:
a. Analgésicos y AINES: son precisos en todos los pacientes durante muchos períodos de la enfermedad.
Su misión es disminuir la inflamación y el dolor, pero no alteral el curso de la enfermedad, por lo que se
usan de forma concomitante con tratamientos modificadores. El problema son sus efectos adversos
gastrointestinales y renales.
b. Corticoesteroides: se usan a dosis bajas (inferiores a 15 mg de prednisona) como fármaco
antiinflamatorio y, en la mayoría de los casos, mejoran los síntomas. Incluso han mostrado retrasar la
progresión radiológica. Se pueden utilizar también en infiltraciones locales intraarticulares.
c. Fármacos modificadores de la enfermedad: se incluyen dentro de este grupo los fármacos que frenan o
retrasan la destrucción articular. Su uso debe iniciarse en el primer momento que se diagnostica la
enfermedad, ya que ha demostrado que su uso temprano modifica la progresión de la enfermedad. Se
usan de manera conjunta con AINES y/o corticoesteroides. Son:
Metotrexato: actualmente es el fármaco de elección. Se utiliza semanal a dosis de 7.2-25 mg. Su uso
concomitante con ácido fólico reduce su toxicidad. Sus efectos secundarios incluyen molestias
gastrointestinales, mucositis, úlceras orales, toxicidad hematológica, hepática y desarrollo de
neumonitis (fibrosis pulmonar).
Sulfazalasina: es un fármaco eficaz, aunque con efectos secundarios GI. Suele utilizarse combinado con
otros tratamientos.
Antipalúdicos: actualmente se emplea más la hidroxicloroquina por sus menores efectos secundarias
(retinopatía).
Leflunomida: inhibe la proliferación de linfocitos T impidiendo la síntesis de pirimidinas. Su principal
efecto secundario es la hepatotoxicidad.
Sales de oro y D-penicilamina: apenas se utilizan actualmente por su toxicidad hematológica y renal.
d. Agentes biológicos: son anticuerpos monoclonales dirigidos contra las citocinas implicadas en al
fisiopatología de la AR. Han demostrado eficacia en pacientes en los que la terapia convencional no ha
resultado efectiva y también al principio de la enfermedad. Disminuyen la incapacidad y deterioro
articular.
Anti-TNF: infliximab, adalimumab y etanercept -> se utilizan con frecuencia. Sus efectos secundarios
incluyen el aumento de posibilidad de padecer infecciones y, sobre todo, de reactivar una tuberculosis
latente, puede inducir la formación de anticuerpos antinucleares, reacciones locales en lugar de
inyección, empeorar insuficiencia cardíaca y rara vez ocasionan enfermedad desmielinizante.
Otros biológicos: anakinra (antagonista del receptor IL-1), rituximab (anti-CD20), tocilizumab (anti-IL-6) y
abatacept.
e. Inmunosupresores: la azatioprina, la ciclofosfamida y la ciclosporina se han utilizado en los pacientes
con enfermedad grave y en los que los tratamientos habituales no ocasionan respuesta o que presentan
manifestaciones graves extraarticulares.
f. Cirugía: en articulaciones gravemente lesionadas se realiza artroplastia (rodilla, cadera).
Artritis idiopática juvenil: se engloba bajo este término todas las artritis de causa desconocida de más de 6
semanas de duración en pacientes menores de 16 años. Se habla de inicio poliarticular cuando se afectan
cinco o más articulaciones en los primeros 6 meses de enfermedad.
Se clasifica en ocho grupos según su evolución durante los primeros 6 meses: artritis sistémica, poliartritis
seropositiva, poliartritis seronegativa, oligoartritis persistente, oligoartritis extendida, artritis con entesitis,
artritis psoriásica y artritis indiferenciadas.
a. Forma sistémica (enfermedad de Still): afecta sobre todo a menores de 5 años. Cursa con fiebre, rash y
artralgias o artritis, además de otras manifestaciones sistémicas. Tiene mal pronóstico. Los pacientes
presentan fiebre con uno-dos picos diarios, rash maculopapular en tronco y extremidades, evanescente
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y migratorio, la artritis afecta rodillas, tobillos, muñecas y columna cervical y puede ser muy destructiva.
Suele haber linfadenopatías generalizadas, en ocasiones esplenomegalia y hepatomegalia y pueden
presentar manifestaciones pleuropulmonares.
Durante los periodos de actividad de la enfermedad, se produce retraso del crecimiento. El FR y los ANA
son negativos.
b. Forma oligoarticular: es la forma más frecuente. Predomina en niñas menores de 6 años. Afecta sobre
todo a grandes articulaciones (rodillas, tobillos y codos) y respeta habitualmente la cadera. El FR es
negativo y la mayoría tiene ANA positivos. El mayor riesgo es desarrollar uveítis crónica que puede
evolucionar a ceguera. El pronóstico oftalmológico depende del diagnóstico y del tratamiento precoz,
por lo que se deben realizar controles oftalmológicos. El tratamiento de esta artritis es similar al del
adulto.
7. ESPONDILOARTROPATIAS SERONEGATIVAS
Consiste en un grupo de enfermedades que comparten características clínicas, radiológicas, patológicas y
especialmente de predisposición genética. El prototipo es la espondilitis anquilosante.
Las entidades que se incluyen dentro de las espondiloartropatías son: espondilitis anquilosante, artritis
psoriásica, artritis reactiva, artritis de EII, espondilitis juvenil y formas indiferenciadas.
Las características en común que comparten son: ausencia de factor reumatoide, ausencia de nódulos
reumatoideos, artritis asimétrica de predominio en miembros inferiores, sacroileítis y afectación axial,
asociación a HLA-B27, agregación familiar y presencia de entesitis.
Actualmente existe la clasificación ASA para homogenizar grupos y tratamiento, en la que se identifican dos
formas clínicas:
a. Espondiloartropatías con afectación axial: pacientes con dolor inflamatorio lumbar con presencia de
datos de inflamación en RMN/radiografía.
b. Espondiloartropatías con afectación periférica: engloba a todos los pacientes con afectación periférica.
Espondilitis anquilosante: la espondilitis anquilosante es una enfermedad crónica, inflamatoria y sistémica
que afecta de manera predominante al esqueleto axial. Su hallazgo distintivo es la afectación de las
sacroilíacas.
Epidemiología: es más frecuente en varones y suele comenzar entre los 15-30 años. Su incidencia es
paralela a la prevalencia del antígeno HLA-B27 (más del 90% de los pacientes la presentan). Existe un
aumento de concordancia de la enfermedad en gemelos monocigóticos.
Manifestaciones clínicas: las principales manifestaciones clínicas son las referidas al esqueleto axial. El
dolor lumbar es el síntoma inicial que es de forma insidiosa, duración superior a tres meses y carácter
inflamatorio (no mejora en reposo). Puede haber dolor glúteo secundario a la afectación de las sacroilíacas,
que habitualmente es bilateral.
Puede aparecer dolor producido por entesopatía en crestas ilíacas, trocánter mayor, tuberosidad isquiática
y talones.
Puede haber dolor torácico por afectación de la columna dorsal, incluyendo articulaciones costovertebrales
o costoesternales. Su evolución es variable, y el desarrollo de anquilosis se produce solamente en algunos
casos.
Cuando ocurre anquilosis, los pacientes adoptan una postura con pérdida de la lordosis lumbar,
aplanamiento torácico y cifosis cervical.
9. ESCLEROSIS SISTÉMICA
Esclerosis sistémica:
La esclerosis sistémica es una enfermedad multisistémica, de etiología desconocida, una de sus
manifestaciones más constantes es el engrosamiento cutáneo por lo que se le denomina esclerodermia.
Clasificación: la principal distinción que se debe de realizar es entre aquella que muestra únicamente
afectación cutánea (esclerodermia localizada) de aquellas que muestran afectación visceral (esclerosis
sistémica).
Dentro de la esclerosis sistémica, a su vez, se distinguen dos formas clínicas:
a. Esclerosis sistémica con afectación cutánea difusa: tanto distal como proximal, suele ser rápidamente
progresiva y acompañarse de afectación visceral extensa. Su marcador visceral son los anticuerpos
antitopoisomerasa 1 (asociados a afectación pulmonar grave):
b. Esclerosis sistémica con afectación cutánea limitada: que puede presentarse como síndrome de CREST
(calcinosis, Raynaud, dismotilidad esofágica, esclerodactilia y telangiectasias) que tiene un pronóstico
más favorable. Su pronóstico empeora cuando se asocian sus dos complicaciones viscerales:
hipertensión pulmonar y cirrosis biliar. Su marcador visceral son los anticuerpos anticentrómero.
La esclerosis sistémica en ocasiones se asocia a manifestaciones propias de otras alteraciones del tejido
conjuntivo formando parte de la enfermedad mixta del tejido conjuntivo.
Esclerodermias exclusivamente cutáneas:
a. Morfea en placas: es la forma más frecuente. Son placas nacaradas, escleróticas de tamaño variable,
que afectan fundamentalmente al tronco. Alrededor de ellas pueden presentar un halo violáceo. Se
resuelven dejando atrofia, alteraciones de la pigmentación y ausencia de anejos.
b. Esclerodermia lineal: es la más frecuente en pediatría. Puede afectar al cuero cabelludo y frente o bien
a las extremidades, como una banda lineal unilateral que ocupa toda la longitud del miembro. Puede
limitar la movilidad y causar atrofia muscular y lesiones en hueso.
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c. Morfea en gotas: múltiples lesiones de tamaño pequeño que afectan al cuello y tronco.
d. Morfea generalizada: placas diseminadas por toda la superficie cutánea.
Epidemiología: suele aparecer en la edad media de la vida y es más frecuente en mujeres, especialmente
en edad fértil. La enfermedad tiene una distribución mundial. Es más agresiva en la raza negra.
Etiopatogenia: al igual que otras enfermedades reumáticas intervienen varios factores:
a. Factores genéticos: se asocia a diversos haplotipos del sistema HLA (dr1, dr2, dr3 y dr5).
b. Factores ambientales: se basa en el hecho de que la exposición a diferentes agentes puede generar
manifestaciones clínicas parecidas a la esclerodermia. Por ejemplo, el síndrome del aceite tóxico y el
síndrome eosinofilia-mialgia.
c. Factores inmunológicas: se asocia a defecto en la inmunidad humoral comprobada por la presencia de
anticuerpos en los pacientes, incluyendo los dirigidos contra componentes habituales de la membrana
basal del endotelio (laminina, colágeno 4).
En su patogenia, los tres procesos fundamentales son el daño vascular, la síntesis exagerada de colágeno
y la alteración inmunitaria -> el factor desencadenante activaría la respuesta inmunitaria en el endotelio,
manteniendo fibroblastos en activación permanente, produciendo colágeno de características normales,
pero en cantidades exageradas.
Manifestaciones clínico-patológicas:
a. Fenómeno de Raynaud: es una manifestación habitual que ya está presente años antes de que se
desarrollen el resto de las manifestaciones. Se caracteriza por el desarrollo de palidez, cianosis y rubor
de forma consecutiva. Suele desencadenarse ante estímulos emocionales y, sobre todo, en la exposición
al frío.
b. Alteraciones cutáneas: la afectación cutánea es constante en la mayoría de los casos. Tiene lugar
inicialmente una fase edematosa en la que hay tumefacción de las manos (puffy fingers) que se
acompaña de eritema y progresa en sentido proximal. El edema evoluciona a una fase indurativa, en la
que la piel, además de engrosada, se vuelve tirante. Después de algunos años, la piel se adelgaza
conformando la fase atrófica. La rapidez de los cambios cutáneos se correlaciona con la gravedad de la
afectación visceral.
Estas alteraciones hacen que las extremidades se limiten de movilidad, apareciendo contracturas y
úlceras digitales. Estas últimas son una manifestación cardinal de la enfermedad. Suelen aparecer en
pulpejos de los dedos o sobre las prominencias óseas, son dolorosas y tienen una evolución tórpida.
También puede haber alteraciones de la pigmentación y telangiectasias. La calcinosis se manifiesta en
forma de depósitos cálcicos localizados en tejido subcutáneo, que pueden romperse y permitir la salida
de material cálcico.
c. Alteraciones musculoesqueléticas: más de la mitad presentan dolor, tumefacción y rigidez, e incluso
algunos desarrollan poliartritis simétrica. En fases relativamente precoces se pueden producir
engrosamientos tendinosos, lo que se manifiesta con crepitación y dolor con el movimiento, e inclusive
síndrome del túnel del carpo. En fases avanzadas puede existir atrofia muscular. Radiológicamente son
comunes las calcificaciones de partes blandas y la acroosteólisis (reabsorción de los penachos de las
falanges distales).
d. Alteraciones gastrointestinales: son las manifestaciones viscerales más comunes. En esófago la mayoría
de los pacientes presentan disfunción del esfínter esofágico inferior y dismotilidad lo que se traduce en
esofagitis por reflujo, que puede producir metaplasia y estenosis esofágica. Se manifiesta con disfagia,
pirosis, plenitud epigástrica y dolor retroesternal. En intestino delgado se puede producir una
obstrucción intestinal o íleo (náuseas, vómitos, distensión y dolor abdominal) que se pueden asociar a
la aparición de malabsorción por sobrecrecimiento bacteriano. La presencia de ectasias puede dar lugar
a sangrados (estómago en sandía). En intestino grueso se manifiesta con estreñimiento. La afectación
hepática no es común, está limitada a la CBP (CBP + ES = síndrome de Reynolds).
e. Afectación pulmonar: es la principal causa de muerte en la ES. La EPID que evoluciona a fibrosis
pulmonar en lóbulos inferiores es la alteración característica. La hipertensión pulmonar primaria se
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produce en 20% de los pacientes. Hay aumento de frecuencia de carcinoma bronquial. Se pueden
producir neumonías aspirativas por dismotilidad esofágica.
f. Alteraciones cardíacas: cuando aparecen se asocian a mal pronóstico. Puede existir pericarditis,
insuficiencia cardíaca y distintos tipos de arritmias. Puede existir angina de pecho por vasoespasmo
(que da lugar a necrosis en banda).
g. Afectación renal: se produce una HAS maligna con repercusión visceral correspondiente a “crisis renal”
con encefalopatía, cefalea, convulsiones, retinopatía e insuficiencia cardíaca. Se produce por activación
del eje RAA, por lo que el uso de IECAS a disminuido esta complicación.
Diagnóstico:
a. Alteraciones analíticas: habitual elevación de VSG, anemia de trastornos crónicos,
hipergammaglobulinemia y aumento de factor reumatoide en 25%.
b. Casi todos los pacientes presentan ANA (95%) con diferentes especificidades en función del cuadro
asociado:
1. Antitopoisomerasa 1 (anti-SCL-70): aparecen en el 40%, especialmente en formas con afectación
cutánea difusa, EPID o participación visceral extensa.
2. Anticentrómero: marcador de formas cutáneas limitadas. No se manifiesta en otras conectivopatías.
3. Anticuerpos antinucleares: anti-ARN Pol I, II y III (difusa con afección renal y cardíaca), anti-Th
ribonucleoproteína (afectación cutánea limitada) y antifibrilarina muy específica y se asocia a formas
intestinales, HTP y musculares.
4. Anticuerpos anti-PM: propios de las formas con polimositis.
c. Actualmente no existe una prueba diagnóstica específica para la ES. Pero en fase avanzada, el
diagnóstico es obvio. El diagnóstico precoz, resultan muy útiles los datos de la capilaroscopía que
estudia la microcirculación del hecho ungueal: en afectación cutánea limitada muestran asas dilatadas
sin pérdida de capilares, las formas difusas muestran cambios llamativos con pérdida de capilares y
presencia de megacapilares.
d. Se denomina pre-esclerodermia a la asociación de Raynaud, capilaroscopía patológica y presencia de
ANA.
e. El colegio americano de Reumatología propuso criterios de esclerosis que reconocen a pacientes con
daño orgánico crónico o establecido. Requiere la presencia de un criterio mayor o dos o más menores,
tienen especificidad de 98%. El criterio mayor es esclerodermia proximal a MCF o MTF. Los menores son
esclerodactilia, cicatrices digitales puntiformes o fibrosis pulmonar basal bilateral.
f. Diferencial: se debe diferenciar de esclerederma (cuadro infantil limitado en meses con edema indurado
proximal asociado a infección estreptócocica) y el escleromixedema (raro, pápulas amarillas-rojizas y
engrosamiento cutáneo).
Evaluación y pronóstico: la evolución es variable en las diferentes formas clínicas. Es favorable para las
cutáneas limitadas, exceptuando casos donde presenten HTP o CBP. Es malo en las formas con afectación
difusa, visceral.
Tratamiento: se trata de una enfermedad crónica debilitante sin tratamiento curativo. El objetivo de las
medidas terapéuticas va encaminado a aliviar los síntomas, atenuar la disfunción orgánica e intentar
retrasar la progresión.
Los fármacos antifibróticos (relaxina, D-penicilamina e interferón) NO ESTÁN INDICADOS, NO HAN
MOSTRADO UTILIDAD.
Las medidas encaminadas para el tratamiento de la afectación de cada órgano ofrecen eficacia mayor,
aunque no modifican la progresión de forma global:
a. Fenómeno de Raynaud: evitar factores desencadenantes (frío y b-bloqueadores), uso de vasodilatadores
como losartán y nifedipino es eficaz, al igual que el iloprost y el sildenafilo.
b. Afectación cutánea: se trata con medidas higiénicas como la hidratación frecuente, ejercicio suave y
continuado que favorezca la flexibilidad de los miembros y la elasticidad de la piel. En las formas
extensas y rápidamente progresivas se emplea metotrexato, colchicina e hidroxicloroquina.
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c. Úlceras digitales: limpieza, desbridamiento quirúrgico y antibióticos en caso de sobreinfección.
d. Afectación esofágica: antiácidos y omeprazol en caso de esofagitis, los procinéticos (metoclopramida y
cisaprida) están indicados para aumentar tono del EEI. Las medidas no farmacológicas como elevación
de cabecera, tumbarse hasta horas después de 2-3 horas de ingesta, hacer comidas frecuentes y no
copiosas y evitar alimentos que disminuyan el tono del EEI.
e. Malabsorción: se trata con antibióticos, para controlar el sobrecrecimiento bacteriano, y con
suplementos nutricionales. En caso de estreñimiento se deben utilizar laxantes suaves.
f. Afectación articular: con AINES (usarlos con cautela). En caso de daño orgánico marcado se prefieren
esteroides.
g. EPID: requiere tratamiento cuando conlleva alteración en la espirometría. La medida más habitual es
corticoesteroides a dosis bajas junto con inmunosupresores como ciclofosfamida, azatioprina o
micofenolato.
h. Hipertensión pulmonar: revolucionario el empleo de vasodilatadores -> bosentán (antagonista de
endotelina 1), sildenafilo (inhibidores de PDE).
i. Renal: IECAS.
Enfermedad mixta del tejido conjuntivo: algunos pacientes con enfermedades del tejido conjuntivo
presentan rasgos provios de varias enfermedades, sin que se pueda definir como una entidad nosológica
concreta. Estos pacientes presentan una enfermedad indiferenciada del tejido conjuntivo.
Algunos pacientes presentan un cuadro que comparte rasgos con AR, LES, esclerosis, Sjögren o
dermatomiosits, presentan un perfil más definido y cuentan con un marcador serológico específico, los
anticuerpos anti-RNP (TH antiribonucleoproteína) llamándose entonces enfermedad mixta del tejido
conjuntivo.
Las manifestaciones clínicas características de la EMTC son:
- Fenómeno de Raynaud
- Cambios cutáneos esclerodermiformes similares a ES en forma limitada.
- Miopatía inflamatoria
- Artritis de IFP, MCF, rodillas y codos.
- Alteración esofágica.
- Daño pulmonar similar a la ES, con formas graves con HTP.
- Puede haber úlceras orales, rash malar, lupus discoide, fotosensibilidad (similar a LES) pero sin tanto
daño renal.
- Neurológicamente: neuralgia del trigémino, neruopatía periférica y menigitis aséptica.
El hallazgo característico imprescindible es la presencia de anticuerpos anti-RNP en títulos elevados (1,600
o más).
Criterios:
- Serológicos: anticuerpos anti-RNP > 1,600.
- Clínicos: edema de manos, esclerodactilia, Raynaud, miositis y sinovitis.
- Diagnóstico: serológico + 3 clínicos.
No tiene tratamiento específico. El control de cada síntoma se realiza similar a la patología del tejido
conjuntivo asociada de manera normal.
12. AMILOIDOSIS
La amiloidosis agrupa un conjunto de entidades que tienen en común la misma fisiopatología, esto es, el
depósito en el espacio extracelular de proteínas de estructura fibrilar. El amiloide se compone de una
proteína fibrilar amiloidea, distinta según cada tipo, y de un componente P que es común en todas las
variedades.
Amiloidosis sistémicas:
- Asociada a discrasia de células plasmáticas (tipo AL), primaria o asociada a mieloma múltiple.
- Amiloidosis secundaria o reactiva (tipo AA), asociada con enfermedades crónicas y procesos
inflamatorios crónicos.
- Amiloidosis heredofamiliar
- Amiloidosis secundaria a hemodiálisis crónica
Amiloidosis localizadas:
- Amiloidosis endocrinológica (calcitonina).
- Amiloidosis senil
- Amiloidosis cerebral
Manifestaciones clínicas: la edad media de presentación es los 65 años en las formas primarias y 50 años
en las formas secundarias. La manifestación más habitual en ambas formas es el edema maleolar, ya que
el órgano más frecuentemente afectado es el riñón (90%).
a. Riñón: la afección suele iniciar en forma de proteinuria leve que empeora hasta producir síndrome
nefrótico. La lesión renal finalmente produce ERC que constituye la principal causa de muerte en
amiloidosis secundaria.
b. Corazón: las manifestaciones cardíacas aparecen habitualmente en amiloidosis primaria en forma de
miocardiopatía infiltrativa, que da lugar a una insuficiencia cardíaca por disfunción diastólica,
refractaria, con arritmias y a veces angor. En el ecocardiograma es característica la imagen de centelleo
granular.
c. Aparato digestivo: la infiltración del tubo digestivo es común (por eso el recto es uno de los lugares que
se puede elegir para la biopsia). Puede causar obstrucción, sangrado, malabsorción, diarrea y pérdida
de proteínas. Es característica la infiltración de la lengua que puede producir macroglosia.
d. Aparato locomotor: puede dañar de forma directa las estructuras articulares produciendo artralgias y
artritis. Las más afectadas son hombros, rodillas, carpos, MCP e IF.
14. OSTEOARTROSIS
La artrosis es la enfermedad articular con mayor prevalencia en la edad adulta y una incidencia que
aumenta con la edad. Se divide en una forma primaria o idiopática, que es la más frecuente, no existe
ningún factor predisponente identificable. La artrosis secundaria es indistinguible de la primaria, pero con
una causa subyacente.
- Primarias: localizada en manos (Heberden y Bouchard), pie (Hallux valgus, Hallux rigidus), rodilla, cadera,
de columna y otras formas raras.
- Secundarias: a causas traumatológicas o congénitas, metabólicas, endocrinológicas, depósito de
cristales de calcio, enfermedades óseas o neuropáticas.
La artrosis afecta a más del 50% de los pacientes con edad superior a 65 y la artrosis de rodilla es la
principal causa de discapacidad crónica en ancianos. El factor de riesgo más importante es la edad por la
degeneración del cartílago con el envejecimiento. Otros factores son los traumatismos y el uso repetido de
la articulación.
Patología: se producen en las áreas de sobrecarga del cartílago articular. Aparece un reblandecimiento
focal, aumenta el contenido de agua y disminuye el de proteoglicanos -> proliferan condrocitos con gran
actividad. Seguidamente fisuras superficiales, tangenciales o perpendiculares que proporcionan un aspecto
fibrilar al cartílago.
15. MISCELÁNEOS
Policondritis recidivante: enfermedad inflamatoria crónica de etiología desconocida caracteirzada por
afectación del cartílago, especialmente el articular, y que, en ocasiones, se acompaña de manifestaciones
viscerales tipo vasculitis.
a. Patología: la alteración fundamental es la pérdida de proteoglucanos. Se produce un infiltrado PMN en
fases iniciales y mononuclear posteriormente. El tejido cartilaginoso afectado se sustituye por tejido de
granulación, y finalmente, por fibrosis y calcificación.
3. ANEMIA MIELOPTÍSICA
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Se denomina mieloptisis a la ocupación de la médula ósea por cualquier proceso patológico que distorsione
la arquitectura normal de dicha médula.
Este trastorno produce la salida hacia la sangre periférica de células inmaduras (normoblastos,
reticulocitos, cayados, metamielocitos, mielocitos y plaquetas gigantes). La presencia de estas células
inmaduras en sangre periférica se conoce con el nombre de reacción leucoeritroblástica.
Lo característico de la mieloptisis es la asociación de reacción leucoeritroblástica y dacriocitos o células en
lágrima. También puede haber poiquilocitosis y punteado basófilo.
Etiología:
- La causa más habitual suele ser las micrometástasis de carcinoma en la médula ósea.
- Otras causas: neoplasias hematológicas, mielofibrosis primaria o secundaria, vasculitis,
Granulomatosis, enfermedades de almacenamiento y osteoporosis.
4. ANEMIA FERROPÉNICA
Se entiende por anemia ferropénica aquella en la que existen pruebas evidentes de déficit de hierro. La
ferropenia es la causa más frecuente de anemia.
Metabolismo del hierro: el contenido total de hierro en el organismo es de unos 50-55 mg/kg en el varón y
35-40 mg/kg en la mujer. El hierro forma parte de la hemoglobina, mioglobina y otras hemoproteínas.
La pérdida diaria de hierro es alrededor de 1 mg, como consecuencia de la descamación de las células
gastrointestinales, genitourinarias y piel. En menstruación, embarazo y lactancia aumenta esta pérdida.
La ingesta diaria de hierro es de 10-30 mg que se absorben 1 mg en duodeno y yeyuno proximal/medio. La
absorción de hierro se incrementa por ácido gástrico, ascórbico y citrato (en forma hémica).
Una vez absorbido, el hierro es transportado en la sangre a través de la transferrina en forma férrica (la
absorción se realiza en forma ferrosa o reducida) -> la capacidad ligadora de la transferrina es de 33%.
El hierro llega a los precursores eritroides, pasando posteriormente a las mitocondrias para unirse a la
protoporfirina y formar el pigmento hemo. El hierro que no se utiliza se queda en depósitos en macrófagos
en forma de ferritina y hemosiderina.
Etiología:
- Disminución de aporte de hierro: dieta inadecuada.
- Disminución de absorción: aclorhidria, cirugía gástrica, enfermedad celíaca.
- Incremento de pérdidas de hierro: gastrointestinal con sangrado crónico (es la causa más frecuente en
el varón). Menstruación y pérdidas ginecológicas (causa más habitual en mujeres).
Clínica:
- Síndrome anémico general: astenia, irritabilidad, palpitaciones, mareos, cefalea disnea.
- Consecuencia de la ferropenia: estomatitis angular, glositis, ocena (atrofia crónica de la mucosa nasal),
coiloniquia o uñas en cuchara, disfagia, neuralgias y parestesias, pica.
Diagnóstico:
- La anemia ferropénica es una anemia característicamente microcítica e hipocrómica. Hay RDW
incrementado.
- Perfil de hierro: disminución de la sideremia, incremento de la concentración de transferrina del suero
(capacidad ligadora de hierro) y disminución de la saturación de transferrina, hay disminución de
ferritina sérica.
7. ANEMIAS HEMOLÍTICAS
Se denomina hemólisis a la destrucción de hematíes. Si la destrucción de hematíes es superior a la
velocidad de regeneración medular, sobreviene la anemia.
8. SÍNDROMES MIELODISPLÁSICOS
Los síndromes mielodisplásicos son un grupo de enfermedades clonales de célula madre hematopoyética,
caracterizados por citopenias, displasias (anomalías morfológicas) en una o más líneas celulares,
hematopoyesis ineficaz y un riesgo elevado de desarrollar una LMA.
Se trata de procesos que son más frecuentes en varones y edades avanzadas (media de 70 años).
Etiología:
a. Primarios o de novo: el 90% de los casos. No presentan factores conocidos, siendo idiopáticos.
b. Secundarios (de mal pronóstico): pueden ser secundarios a factores adquiridos como alquilantes e
inhibidores de topoisomerasa (antraciclinas, mitoxantrona, etopósido), radiaciones o tóxicos. También
pueden ser hereditarios como anemia de Fanconi, disqueratosis congénita, entre otros.
Cuadro clínico: generalmente son enfermedades que comienzan con curso clínico indolente y progresivo.
Típicamente aparece en personas de edad avanzada. Hay VCM normal o aumentado, anemia progresiva
que es refractaria.
En fases avanzadas hay síntomas relacionados con las otras citopenias como infecciones y trastornos de la
hemostasia.
Puede haber sintomatología relacionada con un acúmulo excesivo de hierro (hemosiderosis).
Hasta en 1/3 de los pacientes la clínica final es una LMA (metamorfosis blástica) que habitualmente es
mieloblástica.
Diagnóstico: debe sospecharse en aquellos casos de anemias u otras citopenias inexplicadas que no
responden al tratamiento.
a. Sangre periférica: en la serie roja hay anemia normocítica o macrocítica con disminución de reticulocitos
junto con alteración funcional de los mismos. En serie blanca puede haber leucopenia y en plaquetas
trombocitopenia con alteración funcional y morfológica de las mismas.
b. Médula ósea: la médula puede ser normocelular, hipercelular o hipocelular. Puede haber displasia de
las tres series. Es típico el hallazgo de micro-megacariocitos.
En anemia refractaria sideroblástica se producen trastornos en la biosíntesis de hemo y porfirinas
ocasionando incremento de la captación celular de hierro y dando lugar a precursores eritroides
anormales de médula ósea -> sideroblastos en anillo que se obseran con tinción de Perls.
Clasificación de los síndromes mielodisplásicos:
La clasificación de la FAB los divide en:
- Anemia refractaria simple: afecta exclusivamente la biosíntesis del hemo. Blastos <5%.
- Anemia refractaria con sideroblastos en anillo: más de 15% de precursores en médula con hierro de
deposito en forma anular alrededor del núcleo (sideroblastos en anillo). Es el SMD más benigno.
- Anemia refractaria con exceso de blastos: en MO hay blastos del 5-20% (lo normal es menos de 5).
- Anemia refractaria con exceso de blastos en transformación: porcentaje de blastos entre 20-25%.
- Leucemia mielomonocítica crónica: proliferación de serie mieloide y monocitoide.
En la clasificación de la OMS los cambios son:
- Desaparece AREBt (por que LMA según OMS es >20% de blastos).
9. ERITROCITOSIS
5. SÍNDROME NEFRÍTICO
El síndrome nefrítico se define por la presencia de hematuria, proteinuria y reducción aguda del filtrado
glomerular con oliguria, insuficiencia renal progresiva y retención de agua y sal. Los edemas y la
hipertensión son frecuentes, pero no constantes. Este síndrome se caracteriza por:
- Ser producido por una inflamación aguda de los glomérulos: generalmente autolimitada.
- La hematuria y la proteinuria se deben a un daño de la pared glomerular (mesangio y barrera de
permeabilidad) que permite el paso de hematíes y proteínas al espacio urinario.
- La proteinuria aparece, casi constantemente, en rango no nefrótico.
- La enfermedad que típicamente cursa con este cuadro es la glomerulonefritis aguda postestreptocócica.
Etiología y fisiopatología:
- En niños y jóvenes se asocia a glomerulonefritis endocapilares (postestreptocócica).
- En adultos y ancianos se asocia a glomerulonefritis extracapilares.
a. Causas postinfecciosas: bacterianas (S. pyogenes, S. viridans), virales, parasitarias.
b. Glomerulonefritis primarias: endocapilar, extracapilar y en raras ocasiones la mesangio capilar.
c. Enfermedades sistémicas: LES, púrpura de SH, crioglobulinemia, vasculitis, Goodpasture, SUH, PTT,
microangiopatía trombótica.
d. Otras enfermedades renales: nefritis tubulointersticial aguda, postradiación, nefropatía asociada a
SXGB.
- En la fisiopatología de este síndrome la lesión glomerular que provoca inflamación del glomérulo tiene
varios efectos: proteinuria por alteración en la barrera de permeabilidad, hematuria por lesión mesangial
con aparición o no de cilindros hemáticos y una disminución del filtrado glomerular que causa
hiperazoemia y oligoanuria. La oligoanuria lleva a retención de sodio y agua que causa edemas e
hipertensión que pueden complicarse con ICC y encefalopatía hipertensiva.
Cuadro clínico: se corresponde con la clínica de glomerulonefritis aguda, y consiste en:
6. SÍNDROME NEFRÓTICO
La proteinuria normal en una persona es 150 mg/24 horas. La proteinuria fisiológica es tubular y está
compuesta por proteína de Tamm-Horsfall (B-globulina) y albúmina en pequeñas cantidades (<30 mg/día).
La proteinuria puede ser:
- Glomerular: por alteraciones en la permeabilidad de la membrana basal. Predomina la albúmina y se
denomina “selectiva” si son proteínas de baso peso molecular y no selectiva cuando permite el filtrado
de todo tipo de proteínas.
- Tubular: debida a secreción de proteinuria de origen tubular como, las B2 microglobulinas y lisozima.
El síndrome nefrótico es la consecuencia clínica de la pérdida de proteínas de origen glomerular por la orina.
Se considera proteinuria en rango nefrótico cuando es superior a 3-3.5 gr/24 horas en adultos y 40
mg/h/m2 en niños.
El síndrome nefrótico se denomina bioquímica hasta que aparecen edemas, entonces se habla de síndrome
nefrótico.
Etiología: múltiples enfermedades pueden causar un síndrome nefrótico.
- En niños: enfermedad de cambios mínimos.
- Biopsiado en el adulto: glomerulonefritis membranosa.
- No biopsiado en el adulto: nefropatía diabética. No se realiza biopsia porque se diagnostica en el
contexto clínico del paciente.
- Ancianos: amiloidosis.
Fisiopatología: se debe a un aumento anormal en la permeabilidad de la membrana basal glomerular a las
proteínas. Puede ser debido a alteración de la electronegatividad de la barrera de filtración, o bien a una
alteración estructural de la misma.
La proteinuria conlleva hipoproteinemia varios efectos principales:
- Estimulación de síntesis hepática: hiperlipidemia y lipiduria.
- Hipogammaglobulinemia: mayor infecciones.
- Hipocomplementemia: déficit de opsonización.
- Disminución de antitrombina III y otros factores de coagulación: estado protrombótico.
- Disminución de proteínas de transporte: transferrina, cobre, zinc, TBG, vitamina D.
8. GLOMERULONEFRITIS
.
9. ENFERMEDADES SISTÉMICAS
Vasculitis: las vasculitis son un conjunto de procesos caracterizados por la existencia de inflamación en las
paredes de los vasos sanguíneos de distintos órganos. Existen varias clasificaciones de las vasculitis, pero
la más utilizada es la de Chapel-Hill que las divide en función del vaso afectado:
a. Vasculitis de gran vaso: arteritis de células gigantes (temporal) y arteritis de Takayasu.
b. Vasculitis de maso medio: panarteritis nodosa y enfermedad de Kawasaki.
c. Vasculitis de vaso pequeño: Wegener, Churg-Strauss, poliangeítis microscópica, púrpura de Schönlein-
Henoch.
Las vasculitis de vaso pequeño son las que pueden producir enfermedad glomerular. Clínicamente, todas
ellas comparten muchos síntomas, principalmente el síndrome constitucional; también fiebre, artralgias o
neuropatía en distinta proporción según cada tipo.
Panarteritis nodosa: es una vasculitis necrotizante sistémica que afecta a arterias de mediano y pequeño
calibre. Puede producir afectación de la arteria renal, sin afectación del glomérulo. Puede aparecer en el
contexto de infección por VHB. Produce clínica sistémica (fiebre, neuropatía, mialgias, dolor abdominal,
pérdida de peso) y, en la mayoría de los casos debuta con síntomas constitucionales. El riñón es el órgano
más frecuentemente afectado y suele producir dolor en flanco y hematuria. Hasta en 1/3 de los pacientes
hay hipertensión renovascular por afectación de la arteria renal.
El tratamiento consiste en corticoesteroides asociado a inmunosupresores en las formas moderadas –
graves.
Poliangeítis microscópica (PAM): es una vasculitis de pequeño vaso con afectación glomerular hasta en el
90% de los casos. Su clínica es similar al resto de las vasculitis, aunque en el cuadro clínico predominan los
síntomas constitucionales. Puede producir afectación pulmonar con hemorragia alveolar.