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CORTESÍA: EL MODELO DE BROWN Y LEVINSON
Alicia Carrizo
Analía Kevorkian
Adriana Lorusso
0. Palabras preliminares
El siguiente texto es una versión traducida y resumida del original inglés escrito por Penélope Brown y Stephen
Levinson en su edición de 1987: Politeness. Some Universal en Language Usage. (Cambridge: Cambridge
University Press) y está destinada a los alumnos de la cátedra de Lingüística General de la Facultad de Filosofía y
Letras de la UBA.
1.00 Introducción
1.1 Prólogo
El principal objetivo de este trabajo es describir y dar cuenta de lo que, a la luz de las teorías lingüísticas actuales,
surge como un fenómeno notable. Se trata del extraordinario paralelismo observable en ciertos detalles lingüísticos
contenidos en las emisiones con las cuales las personas eligen expresarse a sí mismas en culturas y lenguajes poco
relacionados entre sí. Esta convergencia es notable porque, en apariencia, sus usos son irracionales, ya que divergen
de lo que puede considerarse un modo de comunicación altamente racional y de máxima eficiencia (Grice 1967,
1975).
En este trabajo se determina un motivo para esta divergencia - la cortesía - proponiendo que el único esquema
satisfactorio de explicación para este fenómeno debe incluir una dosis importante de racionalismo. La mayor parte
de este estudio proporciona evidencia de la existencia de tal paralelismo y demuestra sus bases racionales.
Pero, ¿por qué causa debe un lingüista preocuparse por este tipo de problemas? ¿No se trata de una cuestión que
pertenece al campo de etología o la psicología? Creemos que las pautas para construir un mensaje, o “el modo de
decir las cosas”, o simplemente, el uso del lenguaje, son parte de la materia de la cual están hechas las relaciones
sociales (o, como algunos preferirían, partes cruciales de las expresiones de las relaciones sociales). Descubrir los
principios del uso del lenguaje puede ser coincidente con el descubrimiento de los principios constructivos de las
relaciones sociales en su aspecto interaccional: dimensiones por las cuales los individuos controlan su relación con
los otros en modos particulares.
Pero lo que presentamos aquí es la herramienta más que su aplicación sociológica. Esta herramienta es capaz de
describir de una manera precisa, pero no simplista, un fenómeno que ha tenido un interés persistente para los
antropólogos: la calidad de las relaciones sociales. Y, desde el momento en que la herramienta es presentada junto a
un modelo explicatorio, esperamos que su aplicabilidad intercultural tenga un status mayor que el puramente
descriptivo.
Otros objetivos subsidiarios de este trabajo son:
(i) Identificar algunos principios de tipo “universal” y al hacerlo, destacar un posible origen social para la profunda
presión funcional de que es objeto la forma de las gramáticas en general.
(ii) Proporcionar un antídoto para la baja valoración que las ciencias sociales tienen de la complejidad del
planeamiento humano. Ciertas cuestiones investigadas por la psicología cognitiva, la lingüística o los estudios sobre
inteligencia artificial no tienen contraparte en la teoría social. En este trabajo simplemente se roza la superficie de
un área de la interacción, esperando llamar la atención de las ciencias sociales sobre la riqueza y complejidad de los
presupuestos e inferencias sobre la base de los cuales los seres humanos se entienden y cooperan los unos con los
otros. Consecuentemente, se espera demostrar el rol de la racionalidad y su mutua presunción por parte de los
participantes, observando la derivación de inferencias a partir del significado inicial de las palabras, el tono y los
gestos; ya que sólo un empleo racional o lógico de estrategias puede proveer una explicación unitaria para tan
diversos usos lingüísticos, kinésicos y prosódicos.
(iii) Identificar la construcción del mensaje como dato apropiado para el análisis del uso estratégico del lenguaje.
Considerando a la interacción como (a) la expresión de relaciones sociales que (b) se construyen a partir de un uso
estratégico del lenguaje, se identifica a la construcción estratégica del mensaje como el punto de entrecruzamiento de
lenguaje y sociedad.
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(iv) El último objetivo, tal vez innecesario en estos días, es rebatir la doctrina (alguna vez de moda) del relativismo
cultural en el terreno de la interacción. Se espera demostrar que las diversidades superficiales pueden surgir de
principios universales subyacentes.
1.2. El problema
Nuestro problema inicial deriva de la observación de que, en todas las culturas, la naturaleza de la transacción que se
lleva a cabo dentro del intercambio verbal se hace más evidente por la manera en que se desarrolla que por la obser-
vación de algún acto performativo concreto. En otras palabras, uno puede reconocer mejor lo que la gente está
haciendo dentro de un intercambio verbal (por ejemplo, pedir, ofrecer, criticar, quejarse, sugerir) a partir de la
observación de ciertos detalles lingüísticos de sus emisiones (y sus correlatos kinéticos) que en base a lo que
demuestran hacer abiertamente. Por ejemplo, es muy raro que una persona diga algo como: “Yo, a través de este
acto, estoy haciendo un pedido...”, sin embargo, tan pronto como uno escucha una frase como la siguiente: “Siento
muchísimo tener que molestarte pero, ¿habría algún inconveniente si...?” sabe perfectamente bien en qué clase de
“aprieto” interaccional va a verse involucrado. Y, aún cuando no conozcamos el idioma, si vemos que una persona
se acerca a otra con movimientos que revelan una deferencia inusual (no esperable a partir del status de los
participantes en la interacción) y le habla entrecortadamente, llenando su emisión de “umm..”, “ah..” y otras expre-
siones por el estilo, tendremos una pista certera de que esa persona está realizando un pedido o haciendo algo que
considera (o cree que el otro va a considerar) una imposición.
Sobre la base de este breve esbozo de nuestro problema inicial, podemos advertir una solución para otras cuestiones
más complejas. Por ejemplo, es posible observar que en muchos lenguajes (en circunstancias en las cuales las es-
tructuras sociales permiten tales distinciones), cuando se formula un pequeño pedido, el hablante tiende a usar
formas lingüísticas que acentúan la idea de ser miembro de un grupo y de tener similaridad social (como cuando se
usa “nosotros” con carácter inclusivo). Pero si el pedido es algo mayor, éste recurrirá al lenguaje de la cortesía
formal (actos de habla indirectos convencionalizados, disculpas por la intrusión, etc.). Finalmente, si decide
formular el tipo de pedidos que sería mejor no hacer, tenderá a usar expresiones indirectas (implicaturas). Esto
mismo vale, mutatis mutandis, para las críticas, los ofrecimientos, las quejas y muchos otros actos verbales. Lo que
estos problemas relacionados parecen compartir es una orientación estratégica hacia la “imagen” (face) de los
participantes; elemento básico (kernel) de las nociones populares de cortesía.
Nuestro problema general, entonces, es el siguiente: ¿Qué clase de presunciones y qué tipo de razonamientos utilizan
los hablantes para producir estas estrategias universales de la interacción verbal? Nuestra intención es dar cuenta de
las similaridades interculturales en los principios abstractos que subyacen al uso de la cortesía, a través de un modelo
formal que sirva también como modelo de referencia para usos culturalmente específicos, como la investigación de
la calidad de las relaciones sociales en una sociedad.
1.3 . El método
Nuestra intención es dar cuenta de algunos aspectos sistemáticos del uso del lenguaje a través de la construcción de
una Persona Modelo -en adelante, PM- (model person). Nuestra PM es un hablante intencionado de un lenguaje
natural, dotada de dos propiedades especiales: racionalidad e imagen (face). Por “racionalidad” entendemos algo
muy específico: la posibilidad de nuestra PM de utilizar una forma definible y precisa para razonar cuáles son los
medios que le permitirán alcanzar determinados fines. Por “imagen” entendemos también algo muy específico:
nuestra PM está dotada de dos deseos particulares: el deseo de no ser impedida en su acción y el deseo de ser
aprobada en ciertos aspectos.
A partir de esta figura esquemática comenzamos a especular: ¿De qué modo este ser va a usar el lenguaje? Atrapado
entre el intento de satisfacer los deseos de la imagen de otras PM y la necesidad de decir cosas que atacan esos
deseos, ¿qué puede hacer este ser racional dotado de imagen?
Por una extraña coincidencia observamos que un modelo diádico de dos PMs cooperando entre sí (potencialmente,
con una audiencia) puede dar cuenta de esas regularidades interculturales en el uso del lenguaje de las que hemos ha-
blado antes. Podemos desarrollar este modelo considerando a las estrategias lingüísticas como medios que
satisfacen fines comunicativos y orientados a la imagen (face-oriented) dentro de un estricto sistema formal de
“razonamiento práctico” racional.
Nuestro modelo predictivo está construido esencialmente sobre la presunción de la existencia de agentes racionales
con ciertas propiedades. Sin embargo, esto no implica pretender que los seres humanos sean realmente, todos y
siempre, “agentes racionales orientados a la imagen”. Estas son simplemente presunciones que le dan mayor sentido
a los datos. Otro punto importante es el siguiente: puede demostrarse que para realizar la clase de inferencias a
partir de lo que se dice que los hablantes realizan deben presuponerse tales hipótesis. Este es un punto técnico que
señaló Grice (1967, 1975) a propósito de las implicaturas conversacionales y que fue sustentado desde entonces por
el trabajo lingüístico. Si A dice: ¿Qué hora es? y B le contesta: Ya llegó el cartero, luego A asume que lo que dijo B
estuvo racionalmente orientado a lo dicho por A y, a partir de esto, A deriva de la emisión de B la inferencia de que,
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por ejemplo, son más de las 11 a.m. Esta clase de inferencias constituyen las llamadas “implicaturas
conversacionales”. La totalidad del intercambio de A y B puede considerarse coherente sólo sobre la presunción de
que B está intentando cooperar y que, por lo tanto, ha elegido racionalmente un medio para alcanzar su finalidad
cooperativa. En el uso del lenguaje, se puede demostrar que tales presunciones racionales, de hecho, se realizan.
Menor 1. directamente
(sin acción repa-
abiertamente radora)
Estimación del (on record) 2. cortesía
riesgo de pér- Haga el AAI indirectamente (con positiva
dida de imagen acción reparadora)
3. cortesía
4.encubierta- negativa
5.No haga el mente (off
AAI record)
Mayor
[Cuadro 1]
(vi) Como los puntos (i) - (v) son conocidos por todas las PMs, nuestra PM no elegirá una estrategia menos
arriesgada que lo necesario, ya que esto puede ser interpretado como una indicación de que el AAI es más
amenazante de lo que realmente es.
(i) “imagen” (face), la propia imagen pública que cada miembro reclama para sí mismo y que consiste en dos
aspectos relacionados:
(a) imagen negativa: el derecho básico a un territorio, a la preservación personal, a la no distracción; es
decir, a la libertad de acción sin imposiciones.
(b) imagen positiva: la propia imagen positiva o “personalidad” ( que incluye el deseo de que esa imagen
sea apreciada y aprobada por los demás) reivindicada por los interactuantes.
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(ii) ciertas capacidades racionales, en particular, modos consistentes de razonar los medios para alcanzar un fin.
La noción de imagen negativa, y la de cortesía de no-imposición que se deriva de ella, es tan familiar; que para la
mayoría funciona como un sinómino de la cortesía en general. En cambio, la imagen positiva y sus formas derivadas
de cortesía, son menos obvias. La reducción de la imagen o personalidad de un sujeto al deseo de que sus anhelos
sean queridos, al menos, por algunos otros puede ser justificada de este modo. El aspecto de la personalidad de un
sujeto que más sobresale durante una interacción es lo que esa personalidad requiere de los otros interactuantes (en
particular, el deseo de ser ratificado, entendido, aprobado o admirado). El próximo paso es representar ese deseo
como la necesidad de que los propios objetivos sean considerados deseables. Para comprender mejor esta noción
veamos un ejemplo. La señora B es una apasionada jardinera que dedica todo su tiempo y esfuerzo al cuidado de sus
rosas, de las cuales se siente orgullosa. Por lo tanto, le encanta que la gente las admire y se siente gratificada cuando
sus visitantes le dicen: “¡Qué maravillosas rosas!¡Quisiera que mi jardín se viera como el tuyo! ¿Cómo lo hacés?”;
con lo cual sus visitantes implican que desean exactamente lo que la señora B deseó y consiguió.
Nuestra definición de imagen positiva es adecuada sólo si tenemos en claro ciertas interpretaciones . Primero, los
deseos que un miembro de la sociedad quiere que los otros consideren deseables pueden haber sido ya satisfechos;
esto significa, que puede tratarse de deseos pasados que en la actualidad están representados por logros o posesiones.
Por otra parte, esos deseos tienen como finalidad tanto cosas materiales como no materiales: valores (amor, libertad,
piedad) o acciones (como ir a la ópera, o a las carreras o jugar al tenis).
Además, en vista de que los objetos de deseo son proposiciones como “Tengo hermosas rosas”, las expresiones de
deseo del lenguaje natural suelen dejar inespecificados el sujeto y el predicado, como en “Querer un helado”. Esto
arroja ambigüedad a la fórmula con la que explicáramos el deseo de la imagen de algún agente A: A quiere que algún
B desee sus deseos, pero ¿lo que se desea que B quiera es “B tiene un helado” o “A tiene un helado” o “Todos toman
helados”? La respuesta parece ser que en diferentes circunstancias cada una de las distintas interpretaciones puede
ser razonable. Por ejemplo, si un hombre admira el vestido de una mujer es natural interpretar que él quiere ese
vestido para ella y no para sí mismo.
Un tercer punto es que, en general, las personas no desean que sus objetivos, posesiones y logros sean considerados
deseables por cualquiera, sino por determinadas personas especialmente relevantes para ciertos objetivos
particulares. (Por ejemplo, yo puedo desear que mi estilo literario sea admirado por escritores, mis rosas por
jardineros y la ropa que uso por mis amigos).
Los otros constituyen, así, una colección de conjuntos (definidos extensional o intensionalmente) ligados, cada uno,
a un grupo de objetivos.
Por eso, nuestra fórmula debe ser interpretada a la luz de este ejemplo:
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D quiere que algunas personas (llamémoslas a1, a2, a3....) quieran el correspondiente conjunto de deseos de D
(w1,w2,w3,...).
Considerando a
a1= el conjunto de todas las personas de cualquier clase en el mundo social de D.
a2= el conjunto de todas las personas en el estrato social de D.
a3= la esposa de D.
Y considerando a
w1= D tiene un hermoso jardín; D es responsable y observador de la ley.
w2= D tiene una poderosa motocicleta y una chaqueta de cuero.
w3= D es feliz, sano, rico y juicioso.
Estos hechos particulares son, como es obvio, específicos culturalmente, grupalmente y, en definitiva,
idiosincráticos. Sin embargo, existen, en general, áreas bien definidas de bases compartidas (common ground) entre
dos personas de una sociedad. Si se trata de extranjeros, esto puede reducirse a la presunción de un interés común en
el buen tiempo u otros tópicos seguros por el estilo; si se trata de íntimos amigos puede extenderse a una identidad
completa de intereses y deseos. Pero, no importa cuán bien definidas estén estas áreas, presumir que yo estoy en el
conjunto de personas que van a complacer a otra comentando algo acerca de su ropa, implica asumir un presupuesto
extremadamente vulnerable que puedo tener que afrontar posteriormente. Esta es una de las causas por las cuales la
atención a la imagen positiva en una sociedad es a menudo muy restringida.
3.1.3. Racionalidad
Definimos aquí “racionalidad” como la aplicación de un modo específico de razonar -lo que Aristóteles llamó
“razonamiento práctico”- que garantiza las inferencias desde los fines u objetivos a los medios que permitirán
alzanzar dichos objetivos. Del mismo modo que la lógica standard posee una relación de consecuencia que nos lleva
de una proposición a la otra preservando al mismo tiempo la verdad, un sistema de razonamiento práctico debe
permitirnos pasar del fin a los medios preservando al mismo tiempo la satisfactoriedad de esos medios (Kenny
1966).
Es importante destacar que, un aspecto de la conducta racional parece ser la habilidad para sopesar los diferentes
medios que conducen a un fin y la elección de aquel que mejor satisfaga los objetivos perseguidos.
Por eso, mientras que un sistema formal daría cuenta en gran medida del contenido de la noción intuitiva de
racionalidad, un sistema de razonamiento práctico incluiría nociones como las de maximización o asignación del
mínimo costo en la elección de los medios para alcanzar un fin. Por ejemplo, si quiero tomar un poco de agua y
puedo usar la canilla de este cuarto, la del baño o la del jardín; resultaría “irracional” ir al jardín innecesariamente (a
menos que tenga un especial deseo de estar en el jardín). Si esto es así, podemos considerar como un deseo constante
de cualquier PM, el hecho de no malgastar esfuerzos inútilmente.
(ii) Aquellos actos que predican algún acto futuro positivo de H hacia O, y al hacerlo presionan a O para aceptarlos o
rechazarlos, y, posiblemente, contraer una deuda:
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(a) ofertas (H indica que desea que O se comprometa a aceptar, quiera o no, que H haga algún acto para O,
con lo que O queda en la posición de contraer una deuda)
(b) promesas (H se compromete a realizar algún acto futuro en beneficio de O)
(iii) Actos que predican algún deseo de H hacia O o hacia las cosas de O, dando a O razón para pensar que puede
tener que realizar alguna acción con el fin de proteger el objeto de deseo de H o dar ese objeto a H:
(a) cumplidos, expresiones de envidia o admiración (H indica que le gusta o que le gustaría algo de O)
(b) expresión de fuertes (negativas) emociones hacia O-por ej. odio, ira, lujuria (H indica posibles
motivaciones para perjudicar a O o a las cosas de O).
Los actos que amenazan el deseo de la imagen positiva, indicando (potencialmente) que al hablante no le importan
los sentimientos, anhelos, etc. del destinatario -esto es, que él no desea los deseos de O- incluyen:
(i) Actos que muestran que H valora negativamente algún aspecto de la imagen positiva de O:
(a) expresiones de desaprobación, críticas, desdén o ridiculización, quejas o reprimendas, acusaciones,
insultos (H indica que no quiere o no le gustan uno o más deseos, actos, características personales, cosas,
creencias o valores de O)
(b) desacuerdos, desafíos (H indica que piensa que O está equivocado o desorientado o es poco razonable
respecto de alguna cosa, esta equivocación se señala desaprobatoriamente)
(ii) Actos que muestran que a H no le importa (o le resulta indiferente) la imagen positiva de O:
(a) expresión de emociones violentas (H da motivos a O para temerle o sentirse molesto)
(b) impertinencias, mención de tópicos tabú o inapropiados respecto del contexto (H indica que no da valor
a los valores de O y que no tiene los mismos temores que O)
(c) transmisión de malas noticias para O o buenas noticias (ostentación ) para H (H indica que desea causar
pena y/o que no le importan los sentimientos de O)
(d) tocar tópicos conflictivos o peligrosos emocionalmente, por ej.: política, raza, religión, liberación
femenina (H abre la posibilidad de que se produzcan actos de amenaza a la imagen <como los mencionados
anteriormente>; es decir, H crea un atmósfera peligrosa para la imagen)
(e) falta de cooperación escandalosa en una actividad - por ej. interrumpir agresivamente el habla de O, no
prestar atención ostensivamente (H indica que no le importan los deseos de la imagen positiva o negativa de
O)
(f) usar apelativos u otras formas de identificación que remarquen el status de los hablantes en primeros
encuentros (H puede identificar erróneamente a O de un modo ofensivo o molesto, intencional o
accidentalmente)
Podemos observar que existe una superposición en esta clasificación, porque algunos AAI amenazan intrínsecamente
tanto la imagen positiva como la negativa (por ej, las quejas, las interrupciones, las amenazas, la expresión de
emociones fuertes, los pedidos de información personal)
3.2.2. Segunda distinción: Amenazas para la imagen de O versus amenazas para la imagen de H.
En segundo lugar, podemos distinguir entre los actos que primariamente amenazan la imagen de O y los que
amenazan, primariamente, la imagen de H. Pero, desde el momento en que H y O están cooperando para mantener su
mutua imagen, estos últimos AAI, potencialmente, amenazan también la imagen de O.
Los AAI que son amenazantes para H incluyen:
(i) Actos que ofenden la imagen negativa de H:
(a) expresiones de agradecimiento (H acepta una deuda, humilla su propia imagen)
(b) aceptación de los agradecimientos o las disculpas de O (H puede sentirse obligado a minimizar la deuda
o transgresión de O, como cuando se usa la frase: “No fue nada, ni lo mencione”)
(c) excusas (H indica que piensa que tiene una buena razón para hacer, o fallar al hacer, un acto que O ha
criticado; esto puede constituirse, por otra parte, en una crítica de O o al menos causar una confrontación
entre el punto de vista de O y el de H)
(d) aceptación de ofertas (H es obligado a aceptar una deuda y a avanzar sobre la imagen negativa de O).
(e) respuesta a un “paso en falso” de O ( Si H ha notado visiblemente un “paso en falso” de O, puede causar
una molestia a O; pero si pretende no haberlo notado, el que sufrirá la molestia será él mismo).
(f) promesas y ofertas renuentes (H se compromete a realizar alguna acción futura que no desea llevar a
cabo; luego, si hace visible su renuencia, puede ofender también la imagen positiva de O).
1. directamente
(sin acción repa-
abiertamente radora)
(on record) 2. cortesía
Haga el AAI indirectamente positiva
(con acción repa-
radora) 3. cortesía
4.encubiertamente negativa
5.No haga el (off record)
AAI
[Cuadro 2]
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Beneficios de un actuación abierta sin acción reparadora:
eficiencia (H puede alegar que hay cosas más importantes que la imagen o que el acto no constituye de
ningún modo un AAI)
Beneficios de una actuación abierta con acción reparadora: H tiene la oportunidad de cuidar la imagen
(a) cortesía positiva - satisfacer, de algún modo, la imagen positiva de O.
(b) cortesía negativa - satisfacer, en cierto grado, la imagen negativa de O.
Debemos notar que cuanto más peligroso considera el hablante a un AAI más alto será el número de la estrategia
elegida (la estrategia 4 por sobre la 3, la 2 o la 1, por ejemplo).
Por otra parte, es importante observar que la cortesía positiva precede a la negativa sobre un hipotético continuum de
riesgo de un AAI. Esto sucede porque la cortesía positiva repara satisfaciendo la necesidad de O de que los otros
deseen algún deseo particular propio. Y, para llevar adelante esta estrategia, H debe asumir que forma parte del
conjunto de esos “otros”. Por lo tanto, la eficacia de su reparación dependerá de que O coincida con ese
presupuesto. La cortesía negativa, en cambio, está dirigida a satisfacer el deseo generalizado de libertad de acción.
Al satisfacer a O en este sentido, H no parte de presupuestos vulnerables ya que, en este caso, cualquier acción
reparadora es absolutamente relevante.
Cabe ahora preguntarse por qué, dado el peligro asociado a los AAI, los actores no toman siempre los máximos
recaudos optando por estrategias encubiertas. Una de las razones es que las estrategias encubiertas producen
ambigüedad y falta de claridad. Otra de las razones parece ser la tensión inherente entre los deseos de la imagen
negativa de un actor y los de su imagen positiva; ya que alguien puede desear, simultáneamente, no ser molestado y
ser halagado con frases de admiración. De todos modos, en general, es más seguro asumir que O prefiere el respeto
a su autodeterminación por sobre las expresiones de consideración; a menos que uno esté convencido de lo
contrario.
Pero lo más importante es que, desde el momento en que los participantes saben (mutuamente) cuál es la naturaleza
de la imagen, cuáles son las estrategias a las que pueden recurrir y cuál es el tipo de razonamiento práctico necesario
para hacer uso de ellas; pueden estimar el nivel de riesgo que corre la imagen bajo ciertas circunstancias y frente a
determinados AAI. Si un actor, frente a un AAI de bajo riesgo, usa una estrategia apropiada para un AAI de alto
riesgo; sus interlocutores presumirán que el AAI es más amenazante de lo que realmente es (cuando generalmente la
intención de H es minimizar más que sobreestimar la amenaza a la imagen de O). Por lo que, habitualmente, ningún
actor hará uso de una estrategia que proporcione mayor oportunidad de minimización del riesgo que la que es
requerida para mantener la cooperación de O.
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P es una dimensión social asimétrica de poder relativo. Esto quiere decir que P(O,H) representa el grado hasta el
cual O puede imponer sus propios planes y su propia autoevaluación a expensas de los planes y la autoevaluación de
H. En general, las dos fuentes de P (cada una de las cuales puede estar autorizada o no) son:
-control material (sobre la distribución económica y la fuerza física)
-control metafísico (sobre la acciones de otros, por virtud de fuerzas metafísicas consensuadas por esos otros).
En la mayoría de los casos el poder individual tiene elementos de ambas fuentes.
G es el grado de imposición que representa un acto, grado que se define cultural y situacionalmente por el modo en
que ese acto interfiere con los deseos de autodeterminación y aprobación de un agente. En general, existen dos
escalas de imposiciones identificables para los AAI a la imagen negativa:
(a) una escala de imposiciones relacionada con la prestación de servicios (incluyendo el tiempo)
(b) una escala de imposiciones relacionada con mercancías (incluyendo mercancía inmaterial como información o
expresiones amistosas).
Para un AAI a la imagen positiva, el grado de imposición implica la asignación de un “monto” de molestia para la
imagen de O, calculado sobre la base de la discrepancia entre la imagen deseada para sí por O y aquella que supone
tácitamente el AAI.
Anteriormente dijimos que cada una de estas variables (P, D y G) tenía asociado un valor de 1 a n asignado por un
actor en circunstancias particulares. Esta valuación indica simplemente que (por ejemplo) al crecer el poder de H
sobre O, el peso del AAI disminuye. Un efecto lateral de esta representación numérica es que nos da la posibilidad
de describir hechos como estos: el valor de riesgo que impulsa a la elección de otra estrategia es una costante,
independientemente del modo en que se componga ese valor o de la forma en que sea asignado . Esto quiere decir
que una persona puede actuar encubiertamente tanto en el caso en que la imposición es pequeña pero la distancia y la
diferencia de poder a favor de O son muy grandes; como cuando O es un igual pero la imposición tiene mucho peso.
3.4.3. Integración de una evaluación de los beneficios y de los riesgos en la elección de estrategias
Acabamos de explicar por qué, cuando Rx crece, un agente racional tiende a elegir estrategias con un número
superior (según los cuadros reproducidos anteriormente). El motivo es que las estrategias más altas son las que
mejor minimizan el peligro para la imagen.
Cualquier PM (persona modelo) con las propiedades que le hemos atribuido (habilidad para usar un razonamiento
práctico que le permita determinar los medios a partir de los cuales logrará alcanzar ciertos fines y posesión de
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ciertos deseos específicos -lo que llamamos “imagen”-) tenderá a emplear aquellas estrategias cuyos beneficios sean
más apropiados de acuerdo a las circunstancias (las que mejor satisfagan los deseos de su imagen).
Ahora, si el peligro de un AAI se calcula sobre la base de una estimación de los valores de P, D y G; nuestra PM
tratará de correr la menor cantidad de riesgos posibles con desconocidos (valor de D alto), con „miembros
dominantes‟ (valor de P alto) y cuando realiza imposiciones serias (valor de Gx alto).
En resumen, nuestra postulación original que define a PM como un “agente racional con imagen” predice que los
agentes racionales orientados a la imagen optarán por modos particulares de realizar actos amenazantes que
minimicen el grado de amenaza, para ello elegirán estrategias con una numeración cada vez más alta a medida que la
amenaza crece.
Finalmente, ya que algunas generalizaciones sociológicas universales parecen posibles (como que el peligro de un
AAI sea asignado en términos de factores como P, D y G) y dado que nuestra PM es una aproximación razonable a
un presupuesto universal; podemos dar cuenta del hecho de que un espectador, en una cultura extraña, viendo a un
hablante y a un oyente interactuar, estará en condiciones de intuir que H no es un amigo íntimo de O ( o de pensar
que O es más poderoso que H o que x es una gran imposición) solamente observando la realización lingüística de un
AAI de H. Esta observación puede ser hecha en Chiapas, en Tamilnad o en California.
Sin embargo, esto no significa que los enunciados respeten con razonable frecuencia estas condiciones como lo
sostienen algunos críticos de Grice. En verdad, la mayoría de los intercambios comunicativos no se llevan a cabo de
acuerdo con ellas. En este trabajo consideramos que un motivo poderoso y persuasivo para no respetar las Máximas
es el deseo de prestar atención a la imagen del Otro. La Cortesía, entonces, se constituye en la fuente principal de
transgresión de esa eficacia racional y se comunica precisamente por ella. Pero, aún en los casos extremos de
violación, las Máximas están presentes a nivel profundo. Esto hace que resulte necesario inferir el mensaje implícito.
La razón principal para usar la superestrategia de AAI abierto directo es la eficacia. Siempre que H quiera realizar un
AAI con máxima eficacia en desmedro de la imagen de O, aún en cualquier grado, elegirá un AAI Abierto directo
(Bald on record). Los imperativos directos se presentan como el recurso lingüístico más común. Existen dos tipos de
estrategias según las circunstancias. Por un lado, las que se realizan cuando la amenaza a la imagen no se minimiza
en absoluto; la imagen del otro resulta irrelevante e incluso es ignorada. Las otras, cuando haciendo un AAI Abierto
directo (Bald on record), H minimiza la amenaza de la imagen implícita.
4.3.CORTESIA POSITIVA
4.3.1. Reivindicar Convenir en que 1. Prestar atención a O
supuestos "X es admirable (sus intereses,necesidades y
compartidos interesante" objetivos)
(common ground) 2. Exagerar (interés, simpatía
aprobación por O)
3. Intensificar el interés por O
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Afirmar puntos de 5.Buscar acuerdo
vista opiniones 6. Evitar desacuerdos
actitudes, cono- 7. Presuponer, afirmar y
Cortesía Positiva cimientos y simpa reforzar los supuestos
Haga el AAI tías comunes compartidos
abiertamente 8. Chistes
en forma indirecta
(con acción
reparadora) 4.3.2.Convenir en que Indica que H conoce 9. Aseverar o presuponer
H desea los H y O son cooperativos los deseos del O el conocimiento del H de los
deseos de O y los tiene en cuenta deseos de O
Cuadro 3.
La Cortesía Positiva está orientada hacia la imagen positiva de O, a su deseo constante de que sus deseos (o
acciones, adquisiciones y valores resultantes de ellos) sean concebidos como deseables. La reparación consiste en
satisfacerlos parcialmente comunicando que los propios deseos son de alguna manera similares a los suyos.
A diferencia de la Cortesía Negativa, la Cortesía Positiva no necesariamente repara la imagen particular o el deseo
amenazado por un AAI. En la Cortesía Positiva la esfera de lo relevante se extiende a la apreciación de los deseos
del otro o bien a la expresión de similitud entre los deseos del Ego y los del Otro. Como se muestra en el esquema
anterior, las realizaciones lingüísticas de la Cortesía Positiva son, en muchos casos, sólo representaciones de la
conducta lingüística normal entre íntimos, donde siempre se intercambian el interés y aprobación de la personalidad
de los otros, presuposiciones que aluden a deseos y conocimientos comunes que implícitamente requieren la
reciprocidad de las obligaciones o la reflexividad de los deseos, etc.
Quizás la única característica que distingue la reparación en la Cortesía Positiva de la conducta lingüística íntima
normal de todos los días es la exageración. Esta actúa como marca de aspectos reparadores de imagen en la
expresión de la Cortesía Positiva, indicando que aun si H no puede decir con total sinceridad: Deseo tus deseos
puede al menos indicar con sinceridad: Deseo que tu imagen positiva se satisfaga. Así, el elemento de insinceridad
en expresiones exageradas de aprobación o interés como en: ¡Es absolutamente maravilloso! Simplemente no me
imagino cómo hace para mantener sus rosas tan exquisitas, Sr.Pérez, se compensan por la implicación de que H en
verdad desea sinceramente que la imagen positiva del Sr. Pérez se vea realzada.
Es precisamente esta asociación con un uso íntimo del lenguaje la que otorga fuerza a la Cortesía Positiva. Los
enunciados de Cortesía Positiva se usan como una clase de extensión metafórica de intimidad, para implicar
supuestos compartidos. Esto da como resultado que extraños se perciban a sí mismos, en virtud de la interacción,
como similares de alguna manera. Por la misma razón, las estrategias de Cortesía Positiva se usan no sólo para
reparar un AAI, sino en general, como una clase de potenciador social por el cual H indica que él quiere o desea
estar cerca de O.
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USO DE JERGA O SLANG: relacionado con el uso de un lenguaje propio de un grupo o dialecto, se halla el uso de
cierta terminología. Refiriéndose a un objeto con un término de la jerga, H puede evocar todas las asociaciones y
actitudes compartidas con O respecto del objeto. Se usa entonces para reparar un acto, por ejemplo, cuando se
invoca el nombre o la marca del producto ¿Me das un Marlboro?
CONTRACCION Y ELIPSIS: hay una inevitable asociación entre el uso de la elipsis y la existencia de
conocimientos o creencias compartidas de grupo (contexto, valor de un término, etc.). La confianza en el
conocimiento mutuo compartido hace comprensible una elipsis. Esta es quizás la razón por la cual el uso de la elipsis
y la contracción se asocia con la Cortesía Positiva. La presencia de elipsis, entonces, puede marcar un enunciado
como de Cortesía Positiva; también las preguntas indirectas convencionalizadas (usualmente, de Cortesía Negativa)
si se realizan con una elipsis pueden resultar de Cortesía Positiva: ¿Importa si fumo? o ¿Qué tal un café?
Estrategia 5. Buscar acuerdo
TÓPICOS SEGUROS: otra forma característica de afirmar los supuestos compartidos con O es buscar formas en las
que es posible acordar con él. Hablar sobre un "tópico seguro" le permite H acentuar su acuerdo con O y satisfacer
así el deseo de O de ser corroborado en su opinión.
El estado del tiempo es un tópico seguro para virtualmente casi todo el mundo, como así también la belleza de los
parques, la incompetencia de la burocracia y la irritación de tener que esperar en la cola del teléfono. Cuanto más
conozca H acerca de O, más seguro estará al invocar un tópico seguro. Por ejemplo, en un mismo grupo de gente, en
general, se suele hablar de temas similares al "iniciar" una conversación con un extraño. En muchas culturas, el AAI
de hacer un pedido, normalmente es precedido por pequeñas charlas sobre tópicos seguros como una manera de
garantizarle a O que no se lo explotará con un pedido, sino que H tiene sincero interés en mantener una relación con
él.
Otro aspecto involucrado en esta estrategia es el hecho de buscar aquellos aspectos de un tópico sobre el cual es
posible acordar y desarrollarlo, por ejemplo si un vecino viene a mostrarnos su auto nuevo, podemos alabarlo,
preguntarle dónde lo compró, etc.
REPETICION: el acuerdo también se logra repitiendo parte o todo lo que H acaba de decir; se demuestra además
que uno ha escuchado correctamente lo que se dijo (satisface también la estrategia 1). La repetición se usa para
acentuar un acuerdo emocional con el enunciado (interés o sorpresa) y puede abarcar más de un turno de habla.
A: Juan se fue a Londres
B: ¿A Londres?
Estrategia 6. Evitar desacuerdos
SEÑAL DE ACUERDO: el deseo de acordar o aparentar acuerdo con O lleva al uso de mecanismos para dar a
entender que se comparten instancias de la conversación. Sacks (1973) ha recolectado muchos ejemplos en inglés en
los cuales se muestra como los H cambian sus enunciados para aparentar que están de acuerdo con O cuando en
realidad no lo están, como sucede por ejemplo cuando se responde a un enunciado anterior con “Sí, pero” en vez de
un llamativo “No”. Tomando los datos de Sacks (1973), hablaremos de "Regla del acuerdo" en los siguientes casos:
(i)A: ¿Puedes escucharme?
B: Poco
(ii)A: Tu odias a tus padres.
B: Oh, a veces.
(iii)A: Entonces, ¿esto es permanente?
B: Sí, es "permanente", permanente hasta que me case de nuevo.
Una estrategia paralela se da en la "Regla de Continuidad" (Sacks 1973) que establece que a veces se desplazan las
respuestas para suavizar un desacuerdo, como por ejemplo en:
A: Uy, ¿vienen temprano?
B: Bueno, tengo muchas cosas para hacer. No lo sé, no quiero estar muy
temprano.
(Nótese que la ironía también puede ser usada como una forma superficial de acuerdo con el enunciado precedente.)
SEUDO ACUERDO: otro ejemplo de aparente o seudo acuerdo se encuentra en el uso de "entonces" como una
marca de conclusión, una indicación de que H articula como conclusión una línea de razonamiento llevada a cabo
cooperativamente con O. Esto puede referir a un acuerdo genuino. Por ejemplo: Bueno, te encuentro frente al teatro
a las 8, entonces, donde entonces marca una conclusión en un acuerdo anterior entre H y O. Además se usan a
menudo cuando de hecho no hay acuerdo previo, puntualizando un falso acuerdo que a pesar de ello, se considera
cooperativo como en Te veré entonces.
MENTIRAS BLANCAS: cuando H, sintiéndose obligado a dar su opinión, prefiere mentir: Sí, me gusta tu nuevo
peinado, en lugar de dañar la imagen positiva de O. A veces ambos saben que no es verdad, pero igual se mantiene a
salvo la imagen de O.
OPINIONES INDIRECTAS (HEDGING): alternativamente, H puede elegir ser vago acerca de sus opiniones para
no estar o parecer estar en desacuerdo. Vimos que la estrategia 2 llevaba a H a exagerar y que esto se manifiestaba
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por la elección de palabras en el extremo de la escala de valores relevante en cada caso. Así, palabras como las
siguientes pueden abundar en una conversación como ejemplo de Cortesía Positiva: divino-ridículo; increíble
(bueno)-increíble (malo); fantástico-espantoso; extraordinario-devastador, al igual que modificadores de intensidad
como absolutamente o completamente. Pero a veces, el uso de tales extremos para expresar la propia opinión (como
en la estrategia 2) resulta riesgoso. Por esta razón, un mecanismo característico en la Cortesía Positiva es minimizar
estas expresiones extremas para darle a la propia opinión una forma vaga. Normalmente las indirectas son una
característica de la Cortesía Negativa, pero algunas veces pueden tener una función en la Cortesía Positiva, por
ejemplo Es lindo, desde cierto punto de vista; No lo sé, pero pienso que quizás la gente tiene derecho a sus propias
opiniones.
También se usan para reparar un AAI de sugerencia o crítica, entorpeciendo con expresiones vagas el intento de H:
A: ¿Cuál es el problema?
B: Bueno,mi mujer /vos sabés que nunca hace demasiado
/como siempre, me parece, vos sabés
La indirecta en este enunciado le evita a H decir en forma precisa lo que piensa. Quizás esto deriva del hecho de que
estas indirectas también funcionan como metáforas, porque obligan a O a interpretarlas de algún modo.
Estrategia 7. Presuponer, afirmar, reforzar los supuestos compartidos
CHISMES, CHARLAS: el tiempo y el esfuerzo que gasta H en remarcar su relación de amistad o camaradería con O
sustenta la estrategia de reparar un AAI charlando acerca de temas sin importancia. Así H puede acentuar su interés
general en O e indicar que no ha venido a ver a O sólo para pedirle algo, aún cuando intente hacerlo de manera
obvia.
OPERACIONES CON PUNTOS DE VISTA: casi todas las oraciones de los lenguajes naturales codifican puntos de
vista por medio de la deixis, entre otros. La deixis tiene que ver con la manera en que las oraciones se anclan a
ciertos aspectos de su contexto de emisión, incluyendo el rol de los participantes en el acto de habla y su locación
espacio-temporal. Por ejemplo el pronombre YO normalmente refiere al participante que tiene el rol de hablante,
mientras que AHORA refiere al tiempo que incluye al tiempo del enunciado y ALLA refiere al lugar más distante
desde el H que el indicado por AQUI, etc.
Fillmore (1976, 1974, 1975) ha desarrollado dos distinciones que caracterizan la manera en que las oraciones se
anclan deícticamente y nosotros lo tomaremos en esta sección. Parece ser una hipótesis segura que el centro deíctico
no marcado normal es el que tiene a H como persona central, el tiempo de habla (o tiempo codificado) como el
tiempo central y el lugar donde H está como el lugar central. Así la oración Juan vino de Londres codifica que Juan
se dirige al lugar adonde está H, como indica el verbo venir y que el evento tuvo lugar en un momento anterior al
tiempo del habla, como indica el tiempo pasado. Esto significa que las descripciones temporales y espaciales son
comprendidas como relativas al tiempo y lugar del habla, punto de referencia central. Esta locación central provee el
punto de anclaje no marcado, desde el cual parten todos los otros usos y significados. Sin embargo, muchas
oraciones tienen deícticos centrales que no son estos. LLamaremos a estas modificaciones operaciones con puntos
de vista, como sucede por ejemplo cuando H habla como si el tiempo codificado (esto es, el tiempo central)
estuviera localizado en un evento pasado; o como si el lugar central fuera el lugar del oyente más que el de H; o
como si la persona central fuera el oyente. Estas operaciones o metáforas sirven a diferentes propósitos, entre ellos:
estilísticos, como el "presente absoluto" y conceptuales.
Estas operaciones con puntos de vista también actúan en las funciones básicas de la cortesía (como Fillmore, 1971b),
especialmente por medio del cambio en el punto de vista para tomar el lugar del destinatario. A continuación se
describen casos en que se abandona el uso normal, para reducir la distancia entre los puntos de vista de los
participantes.
Cambio de la persona. H habla como si O fuera H o el conocimiento de O fuera igual o equivalente al conocimiento
de H. Por ejemplo: Me tomó en verdad mucho tiempo aprender a manejar, ¿no es cierto?; donde O posiblemente
pueda no saberlo con certeza.
Otra forma de cambio ocurre en casos cuando en que por simpatía se defiende lo que sólo e H puede saber:
A: Oh, este cuchillo corta maravillosamente.
B: Sí, querido, corta bárbaro lo sé.
El cambio en este caso puede ser llevado a la prosodia también; más aún se puede unir el YO y el VOS en un
NOSOTROS aunque sólo es a O a quien se refiere: ¿perdimos nuestra pelota verdad, Juancito? o Bueno, ahora
tomamos nuestra medicina.
También se ejecuta en el uso de la expresión Vos sabés cuando en verdad no se quiere implicar que O conozca
detalles de la situación a la que se alude, sino que se reclama el conocimiento de O acerca de hechos similares o de
situaciones en general.
Cambio del tiempo. El uso del presente histórico, un tiempo que nos lleva desde el pasado al presente, parece ser un
mecanismo de Cortesía Positiva: Y Marta le dice a Juan "Oh cielos" y Yo digo..., Juan dice que él en verdad ama tus
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rosas. En realidad es una forma de hacer un acto de habla a través de un mensajero como en Juan dice (si) querés
venir también. Se usa también para incrementar el interés en la historia como ya vimos en la estrategia 3.
Cambio del lugar. Se prefiere un demostrativo de proximidad cuando otra expresión se consideraría más aceptable:
Este tipo se me acerca (versus) Había un tipo que; o En ese tipo se puede confiar (versus) Ése era un tipo confible.
Otro tanto ocurre con los verbos de movimiento, por ejemplo: tomar vs. dar, ir vs. venir (ver Fillmore 1972, 7975).
Venir parece codificar una forma de Cortesía Positiva básica: "tomar el lugar del otro". Esto se torna más complejo
cuando tanto H como O se encuentran lejos del centro espacial que actúa como deíctico, por ejemplo, Vení y
encontrame en el bar. El uso del verbo está autorizado por la asociación de H u O con el lugar y en este caso el uso
del verbo ir podría resultar distante o descortés. Por razones similares, el verbo venir a menudo tiene una
connotación de participación, en lugar de ir que resultaría más distante: ¿Tenés ganas de ir/venir conmigo al cine?
En este caso, cuando la oposición deíctica se neutraliza porque ambos son aceptables, venir indica participación y
cooperación e ir indica distancia y menos participación.
Evitar el estilo indirecto. Cuando H trata de reforzar los supuestos compartidos con O, esperamos que realice un
mínimo ajuste en el punto de vista cuando reproduce el discurso del otro; esto es, se espera que asuma el punto de
vista de O como propio. H prefiere el uso del estilo directo con expresiones referenciales sin modificación alguna,
aún cuando la expresión pueda resultar poco clara.
MANIPULACIONES DE LA PRESUPOSICIÓN: usamos "presuposición" sólo en el siguiente sentido: H presupone
algo cuando presume que está mutuamente aceptado por la mayoría. La manipulación de la presuposición consiste en
utilizarla cuando algo no está presupuesto por todos pero H habla como si lo estuviera. Esto lo convierte en una
reparación de la imagen positiva:
Presuponer conocimiento de los deseos y actitudes de O: preguntas negativas que presumen Sí como respuesta se
usan extensamente para indicar que H conoce los deseos, gustos, hábitos, etc. de O y así reparar parcialmente la
imposición del AAI. Por ejemplo: ¿No quieren un jugo? (ofrecimiento) o ¿No pensas que es bárbaro? (opinión).
Presuponer que los valores de O son los mismos que los de H : El uso de predicados escalares como alto, por
ejemplo, implica que tanto H como O comparten el criterio para ubicar a la gente y a las cosas en esa escala. Como
puntualizó G. Lakoff (1972), un hombre se ubica dentro del conjunto de "hombres altos" de acuerdo a su grado de
altura, que depende de todos los otros hombres con los que se compara. Así cada uno define lo que es "ser alto" para
uno mismo. Esto sucede con los juicios de valor en general como bueno-malo, lindo-feo, que no sólo marcan que el
criterio de predicación es contextualmente relativo sino que los criterios mismos son relativos. La preferencia por los
extremos de la escala de valor (característica de la Cortesía Positiva) deriva en parte de la afirmación de que H y O
tienen los mismos valores para predicar, la misma definición de lo que es la belleza o la bondad.
Presuponer familiaridad en la relación H-O. El uso de formas de vocativo familiares como querida presupone que
O es "familiar". El uso de formas genéricas a extraños (loco, flaco, compañero, etc) puede suavizar o reparar la
amenaza del AAI. Pero en adición, puede también ser explícitamente afirmado como atenuación del AAI.
Presuponer el conocimiento del O. El uso de cualquier término presupone (en algún sentido) que el referente es
conocido por el destinatario. De este modo el uso de códigos de grupo (lenguaje, dialecto, jerga o terminología
local) dan a entender que O comprende y comparte la asociación de ese código. Esta asunción puede ser explotada
como un mecanismo de Cortesía Positiva. En: Estaba viendo Video Match ayer se asume que O conoce el programa
de TV.
También el uso de pronombres con el referente no explícito es típicamente un rasgo de Cortesía Positiva, por
ejemplo: Esto es divino, cuando está entrando a una casa. H puede además afirmar el conocimiento de O, respecto de
sus necesidades, por ejemplo: Sabés que tengo el examen, así que ¿me podés prestar el libro?
Estrategia 8. Chiste
Como los chistes se basan en un conjunto de creencias y valores mutuamente compartidos, explotan esos
conocimientos y valores. El chiste es una estrategia básica de Cortesía Positiva y se usa para distender o aliviar e
incluso minimizar un AAI: ¿Qué tal si me prestás tu cascajo? (en referencia al nuevo auto de O).
4. 4. Cortesía Negativa
La cortesía negativa es una acción reparadora dirigida a la imagen negativa: los deseos de tener libertad de acción,
de no ser invadidos territorialmente, etc. Es el meollo del comportamiento respetable, tal como la cortesía positiva
es el núcleo del comportamiento “familiar” o “burlón”. La cortesía negativa corresponde a lo que Durkheim
denominó “rituales negativos” o rituales de fuga.
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A diferencia de la positiva, la cortesía negativa es específica y focal; tiene la función de minimizar la imposición
particular que inevitablemente efectúa el acto que amenaza la imagen (AAI). Cuando pensamos en cortesía
occidental, en realidad estamos pensando en el comportamiento relacionado con la cortesía negativa. En nuestras
culturas, la cortesía negativa es el conjunto de estrategias lingüísticas para atenuar los AAI más elaboradas y
convencionalizadas.
Sus realizaciones lingüísticas (indirectas, pesimismo cortés, énfasis del poder relativo del oyente), nos son muy
familiares.
La figura que sigue a continuación resume un conjunto de estrategias relacionadas con la cortesía negativa, aunque
no las agota:
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4.4.5. Repare otros 10. Actúe
deseos de O abiertamente como
derivados de su si estuviera en
Imagen Negativa. deuda o como si O
no estuviera
endeudado.
Cuadro 4
Esto predice la siguiente distribución entre pedidos corteses y descorteses (donde (d)= descortés, (c)= cortés y (*)=
agramatical):
Preguntas:
(6) (c)¿Podés pasarme la sal?
(7) (c)¿Podría pasarme la sal?
(8) (c)¿Te sería posible pasarme la sal (por favor)?
(9) (d)¿No te sería posible pasarme la sal, no? (esto sería correcto como suge rencia, es decir, si O está
interesado).
Aserciones:
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(10) (d) Podés pasarme la sal.
(11) (¿d?) Podrías pasarme la sal.
(12) (¿?*) No podrías pasarme la sal, por favor.
(13) (c) Podrías {supongo/quizá/probablemente} pasarme la sal (por favor), ¿no? No todos los AAI tienen
el mismo grado de cortesía. Compárense los siguientes ejemplos:
(14) ¿Sería posible pedirte una taza de harina?
(15) Quisiera pedirte una taza de harina, ¿puedo, no?
(14) es más cortés que (15).
Los siguientes ejemplos están ordenados de mayor a menor grado de cortesía:
(16) Supongo que no habrá ninguna chance de que te sea posible prestarme tu auto por unos pocos
minutos, ¿no?
(17) ¿Habría alguna posibilidad de que me prestes tu auto por unos pocos minu tos?
(18) ¿Harías alguna objeción a mi pedido de tu auto por unos minutos?
(19) Quisiera pedirte tu auto, si no te oponés.
(20) ¿Puedo pedirte el auto, por favor?
(21) Prestáme tu auto.
(Nótese que en algunos de estos ejemplos se combinan otras estrategias - por ejemplo, Sea pesimista - para lograr
mayor efectividad.)
Estos ejemplos muestran que cuanto más se esfuerza H en preservar la imagen, más evidente será su intención de
satisfacer los deseos de O respecto de la misma.
c.2. Cantidad:
c.2.1. Hay expresiones arquetípicas que indican que la información que se brinda no es tanta o tan
precisa como se espera:
más o menos
aproximadamente
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algo así
groseramente
en resumen
básicamente
por así decirlo
c.2.2. Otro tipo de expresiones, con funciones claramente corteses:
Bueno, hace mucho que no lo veo.
Digo, si no te molesta.
Es un poco tarde, sabés.
c.3. Relevancia:
c.3.1. Muchas veces, para preservar la imagen de O, es necesario cambiar de tópico de manera no ostensiva:
Esto puede no ser {relevante/apropiado/importante}, pero...
Probablemente éste sea el momento apropiado para decir...
Debo mencionar en este punto que ...
{Perdón/ Eh}, justo estaba pensando en que...
Por ejemplo...
De cualquier manera...
No obstante...
Cuando pienso en eso...
Discúlpeme si menciono esto mientras lo pienso...
Bien, ahora...
c.3.2. El uso de la partícula “ahora” interactúa con la deixis temporal, como “llamando la atención” sobre
un hecho relevante (porque es un marcador deíctico próximo, como “ahora”), de manera tal que puede poner en
foco hechos del pasado:
Ahora, me sorprendió que ...
c.3.3. Algunas expresiones ponen de manifiesto el punto o propósito respecto del cual el AAI es relevante:
(29) Si la puerta está cerrada, yo tengo una llave.
(30) No sé si estás interesado, pero yo lo tengo.
(31) Juan fue al cine, en el caso de que quieras saberlo.
(32) Si me preguntás dónde están tus vendas, están sobre la silla.
(33) Sí, {ya que preguntás/ si te interesa saberlo}.
(34) Juan fue al cine, ¿sabías?
(35) Definitivamente lo haré, si querés.
(36) Lo lamento, si querés conocer mis sentimientos.
(37) Estoy furioso, si te interesa saber cómo me siento al respec
to.
(38) {Si me lo permiten/ Si están de acuerdo, entonces}, declaro
diferida la reunión.
c.3.4. Hay algunas cláusulas que modifican el verbo realizativo dando las razones por las cuales H realizó la
emisión, haciendo así un reclamo explícito de relevancia:
(39) Juan está en casa, ya que su auto está afuera.
(40) ¿Querés llevarte mi paraguas?, está lloviendo.
(41) ¿Tenés fuego?, se me acabaron los fósforos.
c.4. Modo:
c.4.1. Expresiones del tipo:
para ser breve
para hacerlo más simple
Ahora, para ser absolutamente claro, quiero...
más claramente
c.4.2. Expresiones que intentan asegurar que O está siguiendo el discurso de H:
¿sí?
¿me seguís?
¿OK?
¿es claro?
¿ves?
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Todas estas expresiones tienen un uso muy frecuente en el habla cotidiana, en muchos casos como estrategias de
cortesía. Por ejemplo, las relacionadas con la Máxima de Calidad son usadas para evitar sorpresa o críticas (“Creo
que quizás podrías...”); las relacionadas con la de Cantidad atenúan quejas o pedidos (“¿Podrías hacer esta copia
más o menos bien?”); las relacionadas con la de Relevancia, atenúan ofertas o sugerencias (“Esto puede ser
desagradable, pero ¿podrías considerar...?”); y las relacionadas con la Máxima de Modo pueden ser usadas para
atenuar cualquier AAI, por ejemplo, insultos (“No sos exactamente económico, si entendés lo que quiero decir.”).
d) Expresiones modales dirigidas a las estrategias de cortesía: algunas expresiones funcionan directamente como
indicadores de violaciones a los deseos relacionados con la imagen: francamente; para ser honesto; odio decir esto,
pero... . Todas ellas parecen significar que lo que se dice ostensiblemente podría haber sido dicho más
apropiadamente de manera no ostensiva, o directamente podría haber sido omitido.
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(49) Al dar un regalo:
No es mucho, es algo pequeño, pero creí que le gustaría.
(50) Al pedir ayuda:
Creo que soy un completo estúpido, pero no puedo entender este mapa.
(51) Al aceptar un elogio:
Dios, ¡creí que no aprobaría ese examen!
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(105) No es problema para mí, de todos modos voy para ese lado.
Motivos para
hacer A
1. Sugiera
4.5.1. Produzca una Implicatura Viole la Máxima de Condiciones
Conversacional por medio Relevancia para A
de la violación de una 2. Dé indicios asociados
máxima conversacional 3. Presuponga
Cuadro 5
5. Conclusiones
Resumamos brevemente algunas de las propuestas establecidas en este trabajo.
En primer lugar, quisimos dar cuenta de la interpretabilidad pan-cultural del fenómeno de la cortesía. Para ello,
hemos argumentado que esta interpretabilidad se deriva de las presunciones basadas en el conocimiento mutuo que
universalmente poseen los interactuantes; que los seres humanos son “racionales” y que tienen “imagen”. Sobre
estas ideas construímos una teoría completa de la cortesía integrando las nociones de la cortesía amistosa y la
cortesía formal en un único esquema.
La idea esencial de esta investigación es: el sistema interaccional está basado en gran medida en principios
universales. Pero la aplicación de estos principios difiere sistemáticamente en las diferentes culturas, y aún en
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distintas subculturas y grupos. Desde un punto de vista interaccional, principios como los que hemos descripto son
algunas de las dimensiones sobre las que se construyen diversas relaciones sociales.
Cualquiera sea el valor que se le asigne a nuestra contribución teórica, queremos dejar sentado que el fenómeno que
hemos descripto y el método usado para esta descripción proporciona una herramienta etnográfica útil para un
análisis refinado de la calidad de las relaciones sociales.
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