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Identificarlos, evitarlos, confrontarlos

1. Mente sana, cuerpo sano. Ramiro J.Álvarez.

2. La relación de ayuda. Luciano Cian.

3. Comunicarse para ser feliz. Fernando Moreno Muguruza.

4. El chamán urbano. Ramiro J.Álvarez.

5. El enfoque interno. Ramiro J.Álvarez.

6. El jardín interior. Fernando Moreno Muguruza.

7. El arte de comunicarse en familia. Rosina y Gino Costa.

8. Sólo este momento. Helena Soler y Carmelo Lezana Les.

9. Soy tierra que camina. Chamalú.

10. Ser yo mismo. Serafín Ruiz.

11. ¿Cómo hablas tú conmigo? Joachim Engl y Franz Thurmaier.

12. Guía práctica de salud mental. Alfonso López Caballero.

13. Curso práctico de autoestima. Alfonso Barreto.

14. Los desafíos del Centauro. Adrián Kertesz.

15. ¡Yo, sí quiero llevarme bien...! M' P.Berzosa y M' P.Rinconada.

16. Emociones inteligentes. Alfonso Barreto.

17. Propuestas para mejorar la autoestima. R.Mesquita y R.Alberto.

18. Siento, luego existo. Cherna Sánchez.


19. Estrategias para mejorar la vida emocional. Alfonso Barreto.

20. Dinámicas con dichos y refranes. Alfonso Barreto.

21. Tóxicos emocionales. Alfonso Barreto.

22. Dinámicas para el desarrollo personal. Alfonso Barreto.

Colección DYNAMIS

ALFONSO BARRETO
Identificarlos, evitarlos, confrontarlos

EDITORIAL CCS

Para contactar con el autor:

escriauto@yahoo.es

Página web de EDITORIAL CCS: www.editoriaiccs.com


Introducción

1. El valor de la vida emocional

2. Los conflictos inevitables de la vida

3. El papel del sufrimiento en la madurez personal

4. Los «tóxicos emocionales»

5. La crítica

6. La manipulación

7. La humillación

8. Represión/resentimiento/odio

9. La culpa

10. Injusticia

11. La susceptibilidad

12. El maltrato verbal

13. Envidia

14. Ansiedad/temor/angustia/preocupación

15. La frustración

16. La enemistad
17. Divisiones, disensiones, discusiones

18. La incomprensión

19. Desamor, engaño, traición

20. El rechazo

21. Las actitudes negativas

22. Problemas, conflictos, dificultades

23. La adicción al trabajo

24. La hipocresía

25. La rebeldía

26. La amargura

27. La intimidación

HOJAS DE TRABAJO INDIVIDUAL (PERSONAL) O GRUPAL

Hoja 1. Crítica

Hoja 2: Manipulación

Hoja 3. Humillación

Hoja 4. Represión/resentimiento/odio

Hoja 5. Culpa

Hoja 6. Injusticia

Hoja 7. Susceptibilidad
Hoja 8. Maltrato verbal

Hoja 9. Envidia

Hoja 10. Ansiedad/temor/angustia/preocupación

Hoja 11. Frustración

Hoja 12. Enemistad

Hoja 13. Divisiones, disensiones, discusiones

Hoja 14. Incomprensión

Hoja 15. Desamor/desengaño/traición

Hoja 16. Rechazo

Hoja 17. Actitudes negativas

Hoja 18. Problemas/conflictos/dificultades

Hoja 19. Adicción al trabajo

Hoja 20. Hipocresía

Hoja 21. Rebeldía

Hoja 22. Amargura

Hoja 23. Intimidación


El presente texto ofrece explicaciones y recursos interesantes para la vida
emocional, si se piensa en el concepto de tóxicos emocionales, como una
serie de vivencias, emociones y sentimientos insanos, que cargan la mente y
el corazón de la persona y, por consiguiente, le hacen vivir mal.

Son muchas las situaciones, relaciones, interacciones, eventos, que nos


pueden hacer daño en nuestra vida emocional; identificarlos, afrontarlos,
combatirlos, descargarlos, liberarlos se hace una necesidad imperiosa para
una mejor calidad de vida personal. Sabemos que el hombre está constituido
por tres componentes fundamentales: cuerpo, alma y espíritu, que lo hacen un
ser integral. Todos estos ámbitos de la persona se afectan mutuamente,
cuando uno de ellos se resiente o padece. Así mismo, funciona igual cuando
el bienestar general es disfrutado por la persona.

Es en el alma (voluntad, sentimientos y emociones) donde los tóxicos


hacen su trabajo negativo, causando malestar a la persona y generando una
serie de sentimientos negativos y paralizantes; amargura, odio, desánimo,
estrés, confusión, rencor, venganza, desprecio... están a la puerta para in
cubarse en el individuo y, de esta manera, vivir incómodo consigo mismo y
con las demás personas con quienes se interactúa.

No agoto aquí, claro está, las diferentes influencias negativas emocionales


que podemos enfrentar, pero sí se mencionan un número suficiente que día a
día nos pueden hacer vivir muy mal y pasarlo mal con los demás. Los tóxicos
emocionales manifiestan tres avenidas: somos nosotros los causantes de ellos
y afectamos a otros; o son otros quienes nos hacen daño emocional
regularmente; o de otra parte, las relaciones interpersonales se vuelven una
guerra emocional continua.

En este texto, entonces, encontrará algunos aspectos de la vida emocional


muy interesantes, aparte de su motivación a la práctica personal y las
estrategias sugeridas para enfrentar estos enemigos del carácter que tanto
daño hacen en la cotidianidad.
En la vida de toda persona se privilegian diversos eventos. Otros no tanto. La
vida valorativa y estimativa de la persona se inclina por distintos objetos o
actividades de interés. Algunos privilegian el aspecto material y logran, en
realidad, grandes fortunas; otras personas enfocan su vida en el disfrute de
innumerables deleites o placeres; acaso muchos prefieran centrarse en
diversas prácticas espirituales para sentirse muy bien consigo mismos. Para
otros, el ámbito intelectual llega a convertirse en su razón de ser. Sin
embargo, cualquiera que sea la inclinación natural que tengamos, donde
pongamos nuestro corazón, nuestro carácter, el componente emocional y
sentimental, estará allí para connotar las diversas vivencias y experiencias de
vida que podamos tener.

De esta manera, la vida emocional, que se refiere al alma propiamente del


hombre, también es un tópico muy importante en la vida diaria de la persona.
Las emociones y los sentimientos se viven y experimentan cada día; sea de
forma positiva o negativa, trátese de manera confusa o clara, las emociones
dan significación a las vivencias que nos ocurren y, en muchos casos, indican
nuestro estado de madurez como persona e incluso nos orientan hacia
decisiones que debemos tomar.

No nos caracterizamos, por lo demás, por vivir una vida emocional muy
perfecta o al menos con altos grados de autodominio. Basta mirar a nuestro
alrededor y percibir la cantidad de «desastres psicológicos o emocionales» en
las personas, en todos los lugares de interacción y convivencia, para notar
que la vida emocional trastornada o fuera de control causa innumerables
estragos en las relaciones interpersonales; asesinatos, fraudes, traiciones,
antivalores, guerras... entre muchos eventos más, indican hasta dónde puede
llevarnos un carácter carente del bien y la justicia para vivir mejor. Por
supuesto que las emociones, como parte o funcionalidad del carácter, juegan
un papel preponderante como base o sustento de toda interacción humana.
Podría decirse que gran parte de la sensación de felicidad y plenitud de una
persona depende de sus vivencias emocionales, de la interpretación que hace
de los eventos, así como también de las decisiones adecuadas que toma frente
a las múltiples situaciones de la vida. Esto no excluye o resta valor al
sufrimiento inherente de la existencia, tan cotidiano en innumerables
individuos. No se trata tampoco de pretender vivir una vida perfecta, donde
se evita todo tipo de problemas (aun cuando esto se lograra en buena medida,
el mundo y las personas ofrecerían dificultades que habría que resolver en su
momento); mucho menos de asumir una actitud impasible, indiferente e
insensible ante toda circunstancia molesta. La vida presupone un principio de
imperfección que altera el buen funcionamiento de las cosas y una armonía
perfecta entre las personas. La misma diferencia de caracteres o
temperamentos explica los constantes roces existentes entre individuos. Allí
las emociones juegan un papel fundamental y determinan las posibles
consecuencias dentro de la interacción personal.

Esto es fácil de ejemplificar cuando vemos individuos bajo ira y enojo;


cuando percibimos personas en estados de presivos; cuando atravesamos
períodos de duelo; cuando la tristeza nubla nuestro semblante; cuando el
miedo y el temor es sentido ante variadas situaciones.

Si bien uno podría pensar que la felicidad se encuentra en el manejo de la


inteligencia emocional, como proceso psicológico, cabe pensar que ella por sí
sola no trae profunda satisfacción a la persona; la vivencia de las actitudes, la
relación espiritual con Dios, una vida adscrita a los valores nobles, una
tendencia hacia el bien... son cimientos importantes para vivir mejor. Por
supuesto, no es lo mismo, por así decirlo, una persona impulsiva a un
individuo que toma con serenidad los eventos; no hay punto de comparación
entre la persona iracunda y el individuo conciliador y pacífico, por más que
se vea afectado en su propia dignidad.

Uno en realidad es consciente de la vida emocional, cuando experimenta


cierta falta de control o desborde en las emociones o cuando los sentimientos
negativos escapan de nuestro control; la ira constante nos muestra que algo
no anda bien en nuestro dominio propio; la tristeza prolongada nos motiva a
reflexionar sobre los motivos de nuestra decepción.

En consecuencia, su vida emocional tiene tanto valor como el que usted


otorgue a otras áreas más privilegiadas en su estilo de vida. De ahí que
podamos entender que existen personas muy ricas materialmente, pero pobres
emocional y espiritualmente. Cabe agregar que en este último ejemplo, las
personas se sienten muy vacías e insatisfechas consigo mismas y con la vida.
Igual podría decirse de otras situaciones: la moda, la vanidad, la adicción al
trabajo, el perfeccionismo...

En el siguiente cuadro encuentran algunas preguntas importantes para su


reflexión y mejoramiento personal. También puede resolverlas tomando
notas.

1. ¿Qué papel o importancia asigna a su vida emocional?

2. ¿Considera usted tener dominio propio sobre sus emociones y


sentimientos?

3. ¿Qué eventos o tipos de personas logran robar su paz interior?

4. Realice un pequeño balance de su vida emocional en los últimos años.


¿Qué resultados le arrojan?
«La vida, por tanto, es un proceso de desarrollo y mantenimiento de un
adecuado nivel de ajustes físico, emocional y espiritual. Cada día se pasa por
experiencias que pueden amenazar el bienestar de la persona en cada uno de
estos aspectos. El ajuste sano es el grado en que uno logra resolver bien esas
tensiones.»

Clyde Narramore
Es un deseo muy normal, incluso natural, el pretender vivir una vida sin la
menor cantidad de problemas y dificultades posibles. De hecho, cada persona
hace un esfuerzo diario por vivir cada jornada lo mejor posible, donde las
fatalidades, incomodidades o dolencias no asomen. Sin embargo, nos
encontramos con la sorpresa de distintas dificultades: un hijo nuestro
enferma, un pariente sufre un accidente, perdemos una evaluación
importante, un proyecto en el que habíamos puesto parte de nuestra esperanza
fracasa, tenemos quizá alguna contienda o diferencia con una persona
allegada, algún desastre natural toca nuestras regiones. ¡Acaso el clima no sea
como lo pretendíamos!

Así, la vida demuestra cierta impotencia, inseguridad e imposibilidad que


debemos aprender a manejar, a aceptar con paz. Así como la insistencia sana
en estar bien y llevar la existencia con paz, aceptación, optimismo y
confianza en el Creador. Son las dos caras de una misma moneda que se
llama vida. Oscilamos entre ellas y, por supuesto, la tensión casi constante se
vuelve un conflicto por resolver.

Esta es la parte de la existencia que no nos agrada, puesto que los


problemas humanos traen un gran desgaste de energía, fuerzas, ánimos... en
las personas. Aparte de poner a prueba los cimientos psicológicos, físicos y
espirituales del individuo. Los cambios vitales, las tensiones y/o las
vicisitudes traen el temor de tomar decisiones y los posibles cambios
implicados. Como en el caso de aquellas familias que lo pierden «todo» en un
momento dado en un desastre natural o en un trágico accidente.

En dichas circunstancias, la vida pareciese acabarse y no brindar salidas o


soluciones a los afectados. La imposibilidad impera, aparte de la
incertidumbre frente a lo que será en adelante la existencia. Los conflictos
aparecen, traen malestar, desesperación, cierta rabia, pero surgen para formar
y desarrollar los cimientos internos más profundos de la persona. Por
supuesto que, bajo la prueba, ninguna mirada a la realidad aparece muy
lúcida.

Así, cuando se rompe una relación afectuosa valiosa para la persona, la


ruptura trae cierto acabose emocional, moral y espiritual. El individuo se
siente rechazado, frustrado y sin esperanza en su futuro inmediato. Se crean
conflictos internos. ¿Qué pasó en realidad? ¿Cómo se llegó a tal situación?
¿Por qué no se arreglan las cosas? ¿Qué esperanza queda aún? Preguntas que
pueden ser aplicadas a la vida de pareja, la familia, amistades de largo
tiempo, sociedades entre personas, compañeros de trabajo.

En consecuencia, los conflictos son parte inevitable de la vida y es


pretencioso esquivar en todo momento sus posibles apariciones. Donde
interactúen personas, donde existan proyectos que realizar, donde haya
peligros naturales potenciales, riesgos... los conflictos asomarán. Afectarán a
nuestras vidas de cerca o con cierta distancia, pero lo harán de alguna
manera. Es necesario precisar que, cuando hablamos de conflictos, nos
referimos a la falta de perfectibilidad en la dinámica del mundo, no en
aquellos conflictos que por falta de madurez y responsabilidad moral
creamos, siendo nosotros los primeros afectados y después quienes nos
rodean.

Recuerde que el conflicto (entendido como: mínimo un par de situaciones


o eventos en contravía que nos llevan a tomar decisiones) se presenta como
modelador y forjador de mejores personas, las cuales maduran y están en
capacidad de ayudar a otros en la resolución de circunstancias similares.

Así mismo, otros términos que indican conflictos por resolver también
son: obstáculos, imposibilidades, oposiciones, antagonismos, tensiones,
equivocaciones delicadas, pecados... que precisan siempre de resolución
cuando llegan a nuestras vidas.

Piense en las siguientes preguntas. Tome apuntes de las ideas que le surjan
al respecto.
1. ¿Cuáles considera que son sus conflictos internos? ¿Qué ha hecho para
resolverlos?

2. ¿Cómo asume y actúa usted cuando se presentan conflictos creados por


otros y que logran afectarle?

3. ¿Qué situaciones incómodas en su vida actual están o debe resolver?


¿Cómo beneficiarían a su vida emocional?

«El que no aprovecha sus propias penas y aflicciones para aprender de ellas,
desperdicia las mejores enseñanzas que la vida le ofrece.»

Milo Arnold
Siguiendo el apartado anterior, si los conflictos forman parte de la vida, ¡qué
decir del sufrimiento como un capítulo mayor en la existencia! Teólogos,
filósofos, poetas, psicólogos lo han tocado en sus discursos. Tanto como se
ha disertado sobre el amor. Ha sido un tema bastante incómodo de tratar. De
hecho, se han creado sistemas y posturas teóricas, acaso prácticas para
mitigar sus embates. Otros prometen o creen poder tener las herramientas
para erradicarlo.

Podemos entender el sufrimiento como toda situación o vivencia con


características de tragedia, fatalidad, dolor, aflicción, angustia y que
constriñen la vida física, emocional y espiritual del individuo.

A nadie, dentro de los límites de lo normal, le agrada sufrir. Vivimos la


vida, bajo cualquier circunstancia, evitando sus repentinas visitas. Cuando
aparece, se revela como enfermedad, ruina, tragedia, calamidad natural,
conflictos interpersonales delicados, guerras y caos, entre otras
manifestaciones.

El sufrimiento, si bien puede tener múltiples causas, indica la imperfección


del hombre, su vulnerabilidad (fragilidad), su falta de sabiduría para vivir, su
necesidad de cambio, su necesidad de Dios. Así pues, cuando se sufre y se
superan las situaciones con la mejor actitud y voluntad posible, surgen los
mejores aprendizajes en la vida. Incorporamos a nuestra existencia integral
valiosos tesoros espirituales que nos enseñan que la vida es un compromiso
serio, que además debemos disfrutar y aprovechar de la manera más creativa
y constructiva.

Al igual que los conflictos, no hay que buscarse sufrimientos innecesarios,


que aparecen cuando tomamos decisiones inadecuadas, impulsivas; cuando
nos desviamos del camino del bien y faltamos a los valores y virtudes de por
sí deseables en todo momento y actuación.

Es quizá un misterio que el sufrimiento y el dolor que produce, se


encuentre en gran parte de la madurez como persona; que a partir de él la
vida espiritual se eleve a mayores niveles de comunión con el Creador.
Podemos postular que el sufrimiento cumple con una función purificadora,
perfeccionadora del hombre, pues allí en medio de la pena y la aflicción
surgen los mayores recursos físicos, emocionales y espirituales para crecer
como ser integral.

Por supuesto que hay cierto tipo de sufrimiento como «inmerecido»,


cuando la persona es sometida a maltrato, esclavitud, humillación, algunos
desastres naturales... sin causa justa alguna, como en el caso de los niños;
ellos no piden venir al mundo y miles cuando son traídos viven vidas
miserables y frustrantes a manos de padres y personas irresponsables, quizá
perturbados mentalmente. El sufrimiento nos asombra, nos atemoriza, nos
desarma... pero cuando es asumido con la mejor actitud posible y la mejor
disposición para superarlo, quedan en lo profundo del alma frutos preciosos y
eficaces en la vida emocional y espiritual de la persona.

Las siguientes preguntas le invitan a la reflexión con respecto al tema:

1. ¿Cuál ha sido su mayor sufrimiento en la vida? ¿Ha sido superado o no?

2. ¿Cuál es su actitud y comportamiento cuando el sufrimiento se presenta?

3. ¿De qué manera usted colabora frente al sufrimiento de los demás?


4. ¿Considera que la vida espiritual contribuye en el manejo y superación del
sufrimiento?

«Cuando uno se enfrenta con una situación inevitable, insoslayable, siempre


que uno tiene que enfrentarse a un destino que es imposible cambiar, por
ejemplo, una enfermedad incurable, un cáncer que no puede operarse,
precisamente entonces se le presenta la oportunidad de realizar el valor
supremo, de cumplir el sentido más profundo, cual es el del sufrimiento.
Porque lo que más importa de todo es la actitud que tomemos hacia el
sufrimiento, nuestra actitud al cargar con ese sufrimiento.»

Viktor Frankl
La palabra tóxico viene del latín toxicum; significa todo lo relativo o
perteneciente a un veneno o toxina. En un sentido emocional, se entiende
como aquellas influencias, afectos, interacciones, verbalizaciones,
sentimientos, actitudes, eventos... de tipo negativo, que pueden afectar a la
vida interior generando intranquilidad, zozobra, turbación, aflicción, en
general, sentimientos negativos que hacen vivir mal psicológicamente a la
persona.

Los tóxicos emocionales se producen cuando otras personas logran


afectarnos con sus modos particulares de actuar; así también nosotros
logramos causar malestar en otros con nuestros defectos de carácter e
imperfecciones humanas.

Los tóxicos emocionales hacen que la vida psicológica (el alma) se sienta
«cargada», agobiada, ofendida, carente de interés... preocupación, estrés,
angustia, irritación, cansancio... inestabilidad, desánimo, desconcierto... se
encuentran entre sus consecuencias más comunes.

Los tóxicos emocionales se presentan por la imperfección misma de las


personas; las actuaciones entran en conflicto y choque con las ideas,
comportamientos y actitudes de otras personas; de esta manera se hace daño
al otro; daño recí proco; también se causa dificultad a las demás personas y se
crean ambientes molestos para interactuar.

Los tóxicos emocionales son cotidianos, forman parte de la vida misma.


Son inevitables. Ocurren para probar la madurez de la persona, además de
indicar el desamor, el conflicto, que puede presentarse entre las personas. Por
lo general, suceden de forma voluntaria; alguien actúa con cierta
intencionalidad para crear problemas o dificultades; de otra parte, alguien
débil emocionalmente se ve afectado constantemente por ellos, por su
excesiva susceptibilidad.
El «veneno» en el alma roba la paz a la persona, le perturba, hace la vida
algo no grato y pone a las personas en una guerra constante entre sí. De modo
que su identificación, prevención y control, forman parte de nuestra madurez
emocional, psicológica y espiritual como personas. Nadie es ajeno a los
tóxicos emocionales. El hombre lleva consigo el conflicto en sí mismo; en
algún momento estará en descuerdo u oposición con algo. Renunciar a ellos
no es real, pues siempre se presentarán. Pero sí es real su control y evitación
en muchos casos. Es responsabilidad propia asumirlos, pero también evitar
ser el tropiezo y obstáculo personal para los demás.

Muchas personas avanzan por la vida con gran cantidad de «toxinas» en su


corazón, en su mente: odian, desprecian, viven amargamente, perseveran en
su pesimismo, pierden la esperanza, aprenden a incomodar y perseguir a
otros, asumen como víctimas, se niegan a perdonar... de esta manera el alma
vive mal y las manifestaciones del carácter en las acciones no son agradables;
afectan a otros y al entorno mismo; fastidio, incomodidad, enojo, división,
repudio, separación... generan estas personas en los demás, puesto que andan
aún con heridas en el alma, además de defectos de carácter en los cuales no se
trabaja.

En realidad, los tóxicos emocionales son infinitos como imperfecciones y


aflicciones humanas existen, en la medida en que dos personas con defectos
de carácter interactúan y encuentran puntos divergentes e irreconciliables.

Veremos aquí algunos de los más comunes que enfrentamos todos los días
y la manera de poderles hacer frente. Por supuesto que este es un aprendizaje
de toda la vida. La perfección no es una virtud muy nuestra, pero el Creador
nos ayuda en nuestra transformación personal siempre... porque él es
perfecto.

1. ¿Cómo define usted el concepto de tóxicos emocionales?


2. ¿Considera usted que debe desahogar algunos malestares emocionales
internos causados por otras personas?

«Una persona con heridas en su mente y corazón es alguien que pone en


riesgo lo importante de la vida, la felicidad que surge del contacto con
quienes amamos. Nuestra capacidad de apreciar y disfrutar lo que poseemos
depende de la salud del alma. La actitud que tomamos ante la vida para
responder a las circunstancias adversas también está sujeta a nuestra
voluntad. Es este potencial racional-sentimental el que nos permite tomar
conciencia de que somos seres capaces de aprender, cambiar y disfrutar.
Tenemos el poder para sanar las heridas adquiridas en el pasado. Podemos
perdonar y amar a pesar de las circunstancias.»

Rafael Ayala
Viene del lat. criticus y éste, del griego Kp.TLKÓS, y presenta diversas
acepciones. Para este caso se entiende la crítica como la murmuración,
censura o reprobación que constantemente se hacen las personas entre sí. La
crítica es una manifestación de rechazo e intolerancia por lo que otro hace,
piensa o dice. Este tóxico emocional evidencia la capacidad de algunas
personas para encontrar y precisar lo negativo en los demás y en las
situaciones. En un sentido psicológico, la crítica desvirtúa los logros,
aspiraciones y objetivos de las personas. Emocionalmente pretende hacer
sentir mal, incompetentes e ineficaces a los demás.

La crítica es muy puntual y detallista a la hora de establecer o encontrar


defectos en los otros. En sí no se justifica plenamente, puesto que la crítica
adquiere cierto nivel de enjuiciamiento por las acciones o forma de actuar del
otro. En realidad, no es fácil y adecuado criticar a otros, si no somos libres de
aquello que criticamos o ejercemos cierta autoridad y dominio al respecto. Se
dice que con la vara que medimos igualmente somos medidos.

La crítica denigra, desvirtúa. En muchos casos, calumnia a otros y niega su


individualidad. De otra parte, la crítica pue de hacer de la persona objeto de
burla, precisamente por encontrar equivocaciones, defectos, errores... tan
cotidianos en todos los seres humanos. La crítica ofende y la ofensa rebaja a
la persona, situación en la que todo ser humano merece respeto.

Debe tenerse en cuenta que no hablamos aquí de la denominada y famosa


«crítica constructiva» (aquella salida a la crítica negativa). En lo que a
tóxicos emocionales se refiere, la crítica destructiva hace daño y lesiona la
autoestima de miles de personas, que llegan a dudar de sus propias cualidades
y capacidades.

LAS PERSONAS CRITICAN PORQUE...

Crecieronen ambientes donde fueron criticadas y aprendieron a hacerlo.


Esmuy fácil encontrar los errores y lo negativo en los demás. Valorar a
otros requiere el aprendizaje del amor.

Lacrítica puede hacer sentirse superiores a algunas personas en


determinados momentos.

Esun medio fácil de establecer contiendas y desacuerdos basados en


intereses particulares.

Enun buen número de personas, la tolerancia no es un valor que sobresalga


por su práctica.

IDENTIFIQUE, EVITE Y CONFRONTE LA CRÍTICA

Las siguientes estrategias le serán de gran utilidad cuando se vea objeto de


la crítica, cualquiera que sea su forma e intensidad:

Cuandoalguien exagere ciertas apreciaciones y opiniones sobre cierta


actuación o labor suya; traiga además reiterativamente el tema en
cuestión, probablemente le está criticando sutilmente. Darle largas a un
asunto muchas veces es una forma de criticar su desarrollo y aceptación
cabal. Por ejemplo: piense en las innumerables correcciones que un jefe
hace a una carta hasta que queda perfecta, como diciéndole al
empleado que su trabajo no es muy aceptable como tal.

Unapersona que se comporte lo mejor posible en su vida integral, en sus


labores, aunque no evite la crítica, sí logra hacer perder peso a las
murmuraciones, chismes y calumnias... males perversos de la lengua.

Cuandoel individuo tiene autoridad en lo que hace, y la rectitud forma


parte de su proceder, verbalmente puede ser muy asertivo a la hora de
responder a sus detractores. El dicho popular expresa: el que nada debe,
nada teme.

Pienseen el círculo vicioso que genera la crítica; un comentario motiva a


otro, éste a otro, y así sucesivamente... cada vez con más altos niveles
de contienda y contrapunteo.

Tengaen cuenta que la crítica en su gran mayoría surge de personas que


podrían invertir su tiempo en otros procesos más productivos y
conciliadores.

Reflexione con estas preguntas:

1. ¿Cuándo fue la última vez que fue criticado? ¿Por qué? ¿Cómo reaccionó?

2. ¿Cuál ha sido la crítica más dura o fuerte que ha recibido en su vida? ¿Qué
consecuencias produjo?

3. ¿Cómo piensa asumir futuras críticas?

«Por natural inclinación, todos nos mostramos más prestos a censurar los
errores que a loar las cosas bien hechas.»

Baldassare Castiglione

«Nadie puede justamente censurar o condenar a otro, porque verdaderamente


nadie conoce perfectamente a otro.»

Thomas Browne
El término manipular viene del latín manipúlus, que significa manojo, unidad
militar. En este sentido, parece referirse a la capacidad de operar sobre algo,
maniobrar. La manipulación a nivel psicológico ha venido a tener un
significado más específico en el ámbito de la personalidad y el carácter; se
refiere al juego psicológico mediante el cual las personas obtienen sus
cometidos o fines particulares y egoístas con medios deshonestos o
envolventes. De ahí que la manipulación sea toda acción, actitud, lenguaje
que persiga sus objetivos, sin importar el daño que se pueda causar a otros.

Por lo general, la manipulación es un evento sutil de parte del «chantajista


emocional», que pretende mantener el control mediante las siguientes
estrategias negativas:

Victimismo:hace sentir al otro culpable de la situación y le conmina a una


respuesta en su propio favor.

Reiteración:de los eventos o conductas que se desean para tener al


manipulador «tranquilo».

Exigencias:repertorio de requisitos que debe cumplir el otro para satisfacer


a la persona manipuladora.

Presión:sutil opresión para hacer sentir obligada a la persona y que de esta


manera actúe o responda.

Amenazas:estrategia clásica del chantaje emocional. Mostrar los posibles


peligros o consecuencias si no se accede a la voluntad del manipulador.

Obediencia:el manipulador exige obediencia extrema de su víctima.

Patologizar:hacer sentir al otro mal, enfermo o desequilibrado.


Mentiras:las mentiras pueden ser envolventes o distorsionan a favor del
manipulador las situaciones.

Culpa:la esencia está en hacer sentir al otro culpable, de esta manera le


vulnera y obtiene así sus propósitos.

Reproches:echar en cara para debilitar al otro, cuantas veces sea necesario.

Este tóxico emocional es muy sutil y silencioso. Apenas podría


sospecharse que innumerables relaciones personales diversas, estuvieran
regidas por este tipo de juego psicológico, que mantiene en sufrimiento y
lucha diaria a una gran cantidad de personas. En aras del amor, este tóxico se
camufla y oprime a la persona, haciéndole creer que debe cumplir y acceder a
todas las peticiones del manipulador (por descabelladas y perversas que
sean), como una obligación normal dentro de la relación establecida. Así,
víctima y victimario permanecen esclavizados en un círculo vicioso que hace
especialmente de la víctima un ser indefenso y del manipulador, una persona
cada vez más enferma psicológicamente.

En el comportamiento manipulador confluyen varios factores, como son el


egoísmo, la inseguridad o la frustración, entre otros... El chantajista
emocional es una persona egoísta que no cuenta con la capacidad de mirar
más allá de sus intereses, lo que hace que reste valor a lo que su víctima o
víctimas tienen de bueno e importante. También su marcado egocentrismo le
hace buscar la realización de sus deseos, mu chas veces a como dé lugar. El
manipulador es una persona insegura que pretende el control de su víctima,
primeramente, y luego de todo lo que entre en su juego psicológico.
Probablemente el chantajista sea una persona que maneja un buen número de
frustraciones en su vida y desee descargarlas en su víctima, quien deberá
padecer sus antojos, desvíos y manipulaciones inventadas.

Como se aprecia, este tóxico envenena nuestra autoestima, nos hace dudar
de lo que somos, nos cuestiona en torno de nuestras elecciones y nos llena de
desesperanza cuando no se encuentran salidas posibles. Sentirnos débiles
emocionalmente (<pobrecitos») es una consecuencia de las personas que nos
intoxican con este comportamiento psicológico negativo.

La manipulación forma parte, lamentablemente, de la vida cotidiana. Miles


de personas cada día se ven presionadas a cumplir horarios irracionales y
obsesivos que otros les imponen so pena de entrar en pleito o ser despedido.
Otros deben dar cuentas y señales de todo cuanto hicieron en el día para no
alterar el estado de ánimo del manipulador.

Este tóxico exige de nosotros conductas en bien de otro, pero que


probablemente nos dejarán cargados, defraudados y culpables.

Así que no permita que la manipulación forme parte de su vida personal;


rechácela y combátala; así mismo, también usted debe evitar hacer sufrir a
otros con este flagelo emocional tan desagradable.

LAS PERSONAS MANIPULAN PORQUE...

Deseanganar a toda costa en una relación, situación o proceso y no les


importa cómo otros puedan verse afectados.

Sesienten frustradas y creen perder a quienes le rodean: su afecto, servicio,


compañía.

Quizápadecieron la negación en cosas que deseaban y no tuvieron tal


satisfacción exitosa. Ahora la demandan de otros de manera
inadecuada.

Carecende confianza sana en los demás y quieren «asegurar» las relaciones


a su manera.

Aprendena manipular en ambientes donde tal comportamiento es asumido


como normal.

IDENTIFIQUE, EVITE Y CONFRONTE LA MANIPULACIÓN

Los siguientes puntos le pueden ayudar a reconocer a las personas


manipuladoras y su desagradable tóxico.

Cuandose vea sometido a incesantes presiones, comportamientos,


demandas, amenazas, reproches... de parte de su pareja, de algún
familiar o ser querido, acaso compañero de trabajo o amigo, podría ya
usted estar dentro del juego de la manipulación de alguna de estas
personas.

Siusted se siente culpable, constantemente, con lo que otro le dice o le


recalca, es consciente de que su actuar es normal, sincero... y dicha
culpa le motiva a cambiar su comportamiento en beneficio de esa otra
persona, probablemente esté en el juego de la manipulación.

Siusted siente miedo, angustia, frente a las amenazas que otro le hace y no
ve la posibilidad de desprenderse de ello, quizá ha aceptado la situación
por tiempo prolongado: usted es objeto de manipulación y chantaje
emocional. Dichos sentimientos de miedo y angustia le hacen actuar de
forma distinta por satisfacer al manipulador.

Sia usted su voluntad para decidir frente a los criterios de otras personas
no le funciona y hace siempre lo que ellas deciden, por erróneo que sea,
usted está dentro del juego de la manipulación.

Noolvide practicar el diálogo con los demás siempre que sea posible. El
diálogo verdadero pone las cuentas claras en cuanto a las relaciones
humanas y de convivencia se refiere.

Seaasertivo en su manera de expresarse; la persona asertiva dice con


honestidad lo que debe decir, en el momento adecuado y con las
palabras y expresiones adecuadas. No es ningún pecado o crimen que
otros conozcan nuestra posición. De esta manera...

Establezcalímites con los demás; que ellos sepan hasta dónde pueden ir
con usted, contar con usted. Las fronteras son valiosas porque indican
respeto, tolerancia, valores que deben ser tenidos en cuenta.
Reflexione con las siguientes preguntas:

1. ¿Ha sido usted víctima del chantaje emocional? Recuerde una situación
específica, ¿cómo se sintió al respecto?

2. Quizá sea una víctima actual de este tóxico emocional, ¿qué está haciendo
para enfrentarlo?

3. ¿Manipula usted a otros emocionalmente? ¿Qué opinión le merece el


chantaje emocional?

«Desarrollamos diversas características específicas de personalidad para


protegernos e impedir que activen nuestros puntos candentes. Son tan
inseparables de nosotros que al principio no está claro que se trate de
defensas contra lo que tenemos. Si las analizamos más a fondo veremos que
se relacionan claramente con nuestros puntos candentes. Por paradójico que
parezca, estas cualidades protectoras nos vuelven vulnerables al chantaje
emocional. Son las siguientes:

-La necesidad exacerbada de aprobación.

-El profundo miedo a la cólera.

-La necesidad de que haya paz al precio que sea.

-La tendencia a asumir un exceso de responsabilidad con relación a la vida de


otros.
-Un alto nivel de dudas sobre ti mismo.»

Susan Forward
Deriva del latín humiliáre. Aunque son varias las acepciones del término, la
que nos interesa aquí como tóxico emocional es: humillar es todo acto,
lenguaje, actitud que hiera el amor propio de una persona o su propia
dignidad.

La humillación no suele ser una experiencia muy abierta, en el sentido de


que la persona que humilla se aprovecha de ciertas situaciones ventajosas
para hacer sentirse mal a los demás. De otra parte, la humillación responde a
la altivez, soberbia, privilegios o capacidades, poder, que la persona tiene y
que le hacen sentirse superior a otros o merecedora de mayores derechos y
excepciones. Pareciera que dichos privilegios en la vida le otorgaran o le
autorizaran realmente a rebajar a los demás o ponerles una distancia o barrera
inaccesible.

La humillación puede ser una sutil forma de desprecio, donde se considera


que uno solo es merecedor exclusivo de las buenas cosas de la vida y que
otros están como sentenciados a ser una clase inferior y, por tanto, así habría
que tratarles. La humillación, entonces, viene a ser como una desproporción
en la persona que se considera ser lo que en realidad no es: un ser
absolutamente privilegiado. Esto último puede demostrarse si pensamos que
todos tenemos ne cesidades diversas que satisfacer y problemas constantes
que resolver. La vida en este aspecto no tiene consideración con nadie.

Como tóxico emocional, el ser humillados nos hace dudar de nuestro


propio valor; nos hace sentir raros, diferentes, como si en verdad fuéramos
una clase distinta. Se crea un malestar e irritación cuando vemos que otro nos
ofende y es injusto con nosotros.

En realidad, ser objetivo de la altivez de otra persona se convierte en una


fuerte molestia, pues llegamos a pensar que no hacemos bien las cosas y que
contamos con una incapacidad de la que no habíamos sido conscientes, en
caso de que en verdad exista.
La humillación suele darse de los padres a los hijos, cuando les rebajan en
sus actuaciones, cuando no valoran sus logros personales. Tales actitudes
como de censura y rechazo sutiles humillan a los hijos, que buscan otras
fuentes de identificación para sentirse mejor. Lo mismo puede pasar dentro
de la relación de pareja; cuando alguno de los dos se cree más inteligente o de
mejor estirpe, ello genera un malestar en la relación que hace sentir a uno de
sus miembros realizado y al otro rezagado en la vida. De patronos a
empleados suele ocurrir y produce personas resentidas y defraudadas de las
instituciones.

La humillación va directa al alma y el espíritu haciendo sentir baja a la


persona, por eso como tóxico debe ser discernido y tenerse muy claro que el
valor del hombre delante de Dios es igual para todas las personas; sólo
algunas cosas en la periferia logran cambiar (estrato, estatus, rol, recursos...),
pero la esencia del hombre es la misma.

LAS PERSONAS HUMILLAN PORQUE...

Tienenun concepto mental errado (desmesurado) de sí mismas.

Puedencreerse que en realidad son diferentes de la raza humana.

Nohan sabido asimilar sus logros con modestia y sencillez.

Olvidan,en algunos casos, de dónde surgieron o que fueron ayudados por


otras personas, en otros aspectos.

-Así se sienten psicológicamente superiores a los demás.

Enalgunas situaciones fueron enseñados por sus padres o encargados a


despreciar a otras personas.

IDENTIFIQUE, EVITE Y CONFRONTE LA HUMILLACIÓN

Estas sugerencias pueden servirle cuando se enfrente o interactúe con


personas humillantes.
Laspersonas humillantes por lo general hablan constantemente de sus
proezas, hazañas o logros. Existe cierta arrogancia, jactancia en ellas
cuando se refieren a lo que otros hacen. Les parece de medio pelo o
insignificante.

Siusted no sienta una posición sencilla y prudente cada vez que interactúe
con estas personas, terminará contagiándose y sintiéndose superior
también a los demás. Tratar a los demás despectivamente o
rebajándoles, realmente no le hará a usted superior como pareciera ser.

Alas personas que hablan de su grandiosidad (megalomanía) hay que


dejarlas que descarguen sus ideas para que descansen un poco de su
autoengaño; luego, si existe la posibilidad, se les ubica un poco en la
realidad con respeto.

Cuandosea objeto de humillación de parte de cualquier persona, perdone y


descargue su malestar interior (una oración, compartir con alguien de
confianza), así su autoestima y el concepto que tiene de sí mismo no se
verán afectados. Recuerde que quien humilla desea hacer ver realmente
inferior a los demás.

Siusted es la persona dada a rebajar a los demás y se siente superior,


recuerde que delante del Creador todas las personas somos iguales y la
soberbia nunca ha llevado a ser humano alguno por buen camino.
Cuanto usted más sepa, más tenga, más privilegio le concedan Dios y
la vida, crezca también en sencillez y humildad.

Estas preguntas nos sirven para la reflexión personal:

1. Recuerde alguna ocasión en que quizá fue humillado. ¿Qué sentimientos


produjo en usted? ¿Cómo lo afrontó?
2. ¿Cómo trata usted a las demás personas? Piense en aquellas que pueden
estar debajo de su posición o situación personal.

3. ¿Conoce a alguna persona humillante? Realice una descripción personal de


la misma. ¿Cómo podría ayudarle usted?

«Por el encargo que Dios en su bondad me ha dado, digo a todos ustedes que
ninguno piense de sí mismo más de lo que debe pensar. Antes bien, cada uno
piense de sí con moderación, según los dones que Dios le haya dado junto
con la fe.»

Apóstol Pablo

«Podemos - cuando estamos atentos y deseamos hacerlo - elegir entre las


opiniones y sugerencias que entran en nuestra mente, o bien cerrar nuestro
cerebro como si fuese la caja fuerte de un banco para que no nos afecten las
ideas venenosas y poco deseables. A pesar de que no puede gobernar los
latidos de su corazón ni controlar la circulación de su sangre, puede, sin lugar
a dudas, dominar su mente. Incontrolada, salta en todas direcciones; pero
cuando está disciplinada y dirigida, usted es su amo.»

LeRoy Brown
Usamos aquí estas tres expresiones particulares de los tóxicos emocionales
porque mantienen una estrecha relación en algunos estados emocionales.
Represión viene del latín repressio-ónis. Y desde su discurso teórico, el
psicoanálisis sugiere cómo ideas o impulsos son enviados al inconsciente al
ser inaceptables o en extremos ansiosos o molestos para la persona. Es decir,
que las personas pueden represar o reprimir muchas sensaciones, afectos y
emociones de su cotidianidad. De otra parte, odio viene del latín odium, y se
refiere a un total desamor, manifestado en antipatía y repulsión por otra
persona al punto de desear su mal.

A su vez el resentimiento es entendido como un sentimiento de maltrato,


que la persona experimenta y del cual culpa a la sociedad o a otras personas.

Estos tóxicos emocionales pueden surgir de los tipos de relaciones que


sostenemos con otras personas, específicamente de la influencia de sus
comportamientos en nuestra vida emocional.

Por ejemplo, la represión es interpretada como un mecanismo de defensa


(defensa de la personalidad) que induce a la persona a «tragarse/guardarse»
su malestar psicológico, co mo una forma de reducir la ansiedad que le
produce la situación. Por ejemplo: si uno es maltratado por otro verbalmente,
es posible no responder para no complicar más las cosas, pero la persona
ofendida se queda con su malestar interior, reprimiéndolo. De esta forma
podemos ver que este tóxico no es algo recomendable; la persona se carga y
hasta se resiente al no poder tomar rienda de la situación. Puede llegar a
pensar que con el tiempo su malestar irá desapareciendo. Por el contrario,
sabemos que el odio puede enconarse por años, hasta que la decisión de
perdón en la persona sea una determinación y acción concreta.

El odio es, por lo demás, una abierta manifestación en contra de la


existencia del otro y el deseo de su fracaso total en la vida; es el antónimo del
amor por excelencia. El amor favorece la construcción y realización personal
del otro. El odio desea su destrucción total. El amor perdona y tiene
misericordia del prójimo. El odio es implacable en su deseo de hacer justicia
propia.

Ni qué decir de las personas resentidas, que acumulan por años ponzoña en
su corazón por lo que otros les hayan hecho. A medida que pasa el tiempo, su
sentimiento de amargura crece y giran en torno del malestar o la herida
recibida con mayor actualidad y dolor. La afectación siempre está presente,
causando malestar emocional.

En los mencionados tóxicos emocionales, el perdón opera milagros,


descargando la vida emocional de la persona, abriéndole nuevos horizontes
en la vida, así como la renovada vivencia de su tiempo presente.

LAS PERSONAS REPRIMEN, SE RESIENTEN Y ODIAN PORQUE...

Sonmuy susceptibles, hipersensibles y asumen que los eventos y demás


personas están en su contra, dejándose afectar con relativa facilidad.

Porquepiensan que el tiempo todo lo cura; si bien el tiempo es importante


en cualquier sanidad, el perdón y la toma de conciencia son
fundamentales a la hora de dar libertad al alma.

Piensanque los demás son malos, obstáculos que se interponen en su


planes, objetivos o bienestar personal.

Creenque la sociedad y los demás les deben brindar todo, sin el menor
esfuerzo de su parte.

Confíanexcesiva y patológicamente en sus planes y proyectos, sin tener en


cuenta que los eventos también pueden fallar o tomar nuevos rumbos.

Ponensu confianza absoluta en los demás y, cuando éstos fallan, llegan los
sentimientos negativos a la vida emocional.
Ocultansus verdaderas motivaciones personales y que otros se den cuenta
de ello o puedan apreciar algo al respecto.

Supropio egoísmo no les permite comprender las razones, los defectos y la


imperfección del mundo en que viven.

-Han sido gravemente heridas, realmente.

IDENTIFIQUE, EVITE Y CONFRONTE LA REPRESIÓN, EL


RESENTIMIENTO Y EL ODIO

Las siguientes sugerencias pueden ayudarle a prevenir estos tóxicos


emocionales.

Cuandosiente que sus sentimientos hacia alguien, hacia algo, comienzan a


tornarse negativos, despreciativos, acaso injustos, es un aviso de que el
resentimiento, la incomodidad ante otros está haciendo su aparición. La
aversión por otros, por lo general, tiene motivos que pueden
identificarse y resolverse.

Nuncaolvide su propia imperfección: quizá también haya hecho daño a


otros o afectado a otros negativamente. El perdón y la compasión hacen
de la actitud mental ante el mundo algo más comprensible y tolerable.

Lapersona resentida, amargada, llena de odio sufre ella misma, muchas


veces independientemente de su agresor, al cual no le interesa la
conciliación o cambio personal (en innumerables casos).

Recuerdeque reprimir no es olvidar o sanar; en realidad, es


postergar/evadir el perdón, consigo mismo y con las demás personas.

Nuncaenvidie nada a nadie. Realice su propio proyecto de vida, con sus


objetivos claros y metas firmes. Seguramente con la ayuda de Dios
usted saldrá adelante, sin que la gente le afecte a cada momento.

Nosea tan susceptible o hipersensitivo. No todo es malo. Hay buenas


personas; hay motivos para vivir; hay metas por conquistar; hay trabajo
personal en uno mismo como para perder la perspectiva de la vida.

Practiquela oración por sus semejantes, cuando sienta que sentimientos


negativos hacia ellos surjan en su corazón; no importa que los motivos
para los sentimientos negativos estén justificados.

Estas preguntas nos sirven para la reflexión personal:

1. ¿Se resiente usted fácilmente por los eventos o personas?

2. ¿Ha odiado a algunas personas en su vida? Explique su motivación.

3. ¿Reprime usted lo desagradable que le sucede? ¿Busca medios para


descargar sus emociones y sentimientos negativos?

4. ¿Necesita usted perdonar a determinadas personas?

«Perdonar es liberar el espíritu de la carga de ira que ha venido acarreando.


Como la carga de ira y de dolor llega muy hondo, el proceso de perdonar se
convierte en una lucha interior. Si toma consciencia de esa lucha, podrá
avanzar mucho más en el camino.»

Judith Sills

«Cuida tu mente más que nada en el mundo, porque ella es fuente de vida.»

Proverbios 4.23

«Bajo la carga de las emociones no expresadas podemos vivir bajo una


tensión continuada, surgida de ocultar todo el tiempo algo que consideramos
inaceptable. Nuestra vida emocional está tan guardada que no vemos el
mundo como es. Creemos que es el mundo que nos rodea que se ha conjurado
para provocarnos tensión y nerviosidad, cuando en realidad la dificultad está
dentro de nosotros, donde, mientras permanezca sin ser reconocida, también
permanecerá irresuelta.»

David Viscott
Procede del mismo término en latín, culpa. Presenta varias acepciones. Una
de ellas es la imputación que se hace a alguien por una consecuencia
censurable de su conducta; en un sentido más sencillo, se refiere a ser
responsable de algo. A nivel psicológico, constituye el sentimiento de
responsabilidad provocado por una acción u omisión producto de daños
causados a otros o en sí mismo. En el ámbito espiritual, la culpa se presenta
como consecuencia del pecado, al poder discernir la persona entre el bien y el
mal.

En realidad, pueden distinguirse dos culpas: una llamada real, propia del
pecado del hombre al transgredir las leyes y mandatos divinos; y la culpa
ficticia, aquella que surge de dificultades de la niñez, incluso la juventud. En
el primer caso, el perdón que Dios ofrece al hombre mediante jesucristo, lo
libera de su culpabilidad como tal; en el segundo caso, se identificarán los
factores o causas que motivan el sentimiento de culpa frente a eventos que no
debieran representar problema alguno.

La culpa como tóxico emocional se refiere a la tendencia de la persona a


ver sus comportamientos y acciones, en general, como censurables y dignos
de condenación por parte de otros.

En la vida interior de esta persona quizá reposen residuos de censuras,


condenas y recriminaciones que sus padres o cuidadores le hicieron frente a
acciones que en realidad no presuponían experimentar culpa. Por ejemplo:
cuando un niño se cae, debe asumirlo como un suceso normal, pues todos los
niños tropiezan; pero ello no es motivo para hacerle sentir al niño torpe o
falto de habilidad, pues esto produce culpa innecesaria.

En su vida presente, pues, la persona vacila en sus actuaciones, pensando


si están bien o no, si serán aprobadas o reprobadas. Dentro de los límites de
lo normal, las personas actuamos con imperfección, por más educados y
correctos que seamos.

Es importante precisar que cada vez que el hombre cometa actos


denigrantes, experimentará culpa y cierto remordimiento, pues su conciencia
le recordará la violación moral o espiritual hecha. En algunos casos
patológicos, como ocurre con los psicópatas, parece la consciencia no operar
en este sentido, siendo la persona de una insensibilidad y frialdad increíbles.

La culpa sin resolver puede tomar diversas avenidas, como explica el Dr.
Narramore (1966):

Comportamientoejemplar: para ocultar su malestar y problemática interna


(culpa), el individuo se porta muy bien, correctamente.

Dolenciascorporales o somáticas: aunque son de carácter emocional,


desembocan en reacciones fisiológicas como fatiga y dolores de
cabeza.

Sentimientosdepresivos: la persona puede acusarse continuamente; uno de


los componentes en la sensación de depresión.

Hundimiento:la persona puede adentrarse más en malos actos, como un


sentimiento de derrota, lo cual agranda más su sensación de
culpabilidad.

Autocondena:ligado a los sentimientos depresivos, la persona se culpa o


condena por haber cometido algún acto malo, perverso o vergonzoso.

Autocastigo:es posible que la persona se castigue a sí misma, negándose el


alimento u otro recurso. En algunas culturas o eventos de tipo religioso
o ritualístico se infligen daño físico como medio de expiación.

Expectaciónde censura: la persona piensa que quienes le rodean la harán


objeto de censura y condenación. Se puede pensar que el mundo la
tiene por indigna.
Proyeccióny crítica: es posible que las personas critiquen y juzguen a
otros, por conductas que ellas mismas no ha superado.

Hostilidad:el malestar interior generado por la culpa puede hacer hostil a la


persona. Estar a la defensiva.

Compensación:la persona se dedica a hacer buenas obras y acciones para


aminorar su sensación de culpa y sentirse expiada, acaso en paz.

De otra parte, cabe reflexionar que ambos tipos de culpa (con respecto al
Creador y la autocensura personal) hacen vivir muy mal a la persona. Las
anteriores avenidas de la culpa, deben ser suficientes como para tratar de
disfrutar la paz interior y solucionar aquellas conductas erróneas de uno
mismo.

Cada acto «malo» traerá sus consecuencias y malestar interior. Es algo


propio de la naturaleza psicológica dada por el Creador al hombre. De
manera que las buenas actuaciones cimentadas en valores y principios nobles,
alivian y previenen a las personas de caer en comportamientos inmorales, que
a la postre sumirán a la persona en la frustración, la inconsciencia, la culpa, el
sinsentido de la vida.

LAS PERSONAS SIENTEN CULPA PORQUE...

Realizanacciones que van contra el orden natural del bien y lo bueno.

Fueronmuy censuradas, castigadas, exigidas, criticadas y condenadas en


alguna época de la vida (especialmente en la infancia) por cuanto
hacían, si bien en muchos casos no se justificaba la censura.

Posponeno evaden el cambio personal, por estar esclavizadas a


comportamientos dañinos.

Lainseguridad personal forma parte de su carácter y temen, dudan, vacilan,


frente a sus actuaciones personales.
Permitenque otros les manipulen y decidan por ellos. Luego se
autocensuran por no ejercer una voluntad firme.

IDENTIFIQUE, EVITE Y CONFRONTE LA CULPA

Las siguientes sugerencias pueden ayudarle con respecto a este tóxico


emocional.

Nuncaolvide su imperfección humana; actuamos muy acertadamente en


muchas oportunidades; en otras, no tanto. No podemos culparnos por
ser imperfectos.

Recuerdeque el perdón de Dios libera el alma y el espíritu de la carga de


culpa llevada por meses y años por haber transgredido normas divinas.

Perdonea aquellas personas que contribuyeron en algún período de su vida


en su sentimiento interiorizado de culpa.

Apuestesiempre por el bien y lo bueno, esto ahorra muchos


remordimientos en la vida.

Cultiveuna buena autoestima, que le fortalezca ante la crítica negativa, la


intolerancia, el juicio de otros.

Tengametas reales, no ideales desmedidos e irreales que le harán sentirse


incapaz, frustrado y lleno de culpa.

Estas preguntas nos sirven para la reflexión personal:

1. ¿Cuándo fue la última vez que se sintió culpable? ¿Por qué?

2. ¿Qué tanto se exige usted a sí mismo? ¿Qué sucede cuando no logra sus
propósitos?
3. Recuerde alguna experiencia con determinada persona que le hizo sentirse
culpable. ¿Cómo manejó dicha situación?

«La influencia que las críticas y las expectaciones carentes de realidad de los
padres ejercen sobre el desarrollo de la conciencia del individuo, debe
examinarse. Éste necesita comprender que esas críticas le han producido una
actitud de alto menosprecio e indignidad. Cuando descubre las influencias de
estas experiencias y desarrolla un concepto más sano de sí mismo, las
sensaciones de culpa comienzan a desaparecer.»

Clyde Narramore
Viene del latín iniustitia. Se comprende como toda acción en contra de lo
bueno, lo justo, el bien.

Sabemos bien que vivimos un mundo bastante difícil. Cada época se


enmarca en determinados logros y avances, pero también en tragedias que
sellan períodos desagradables para la humanidad (por ejemplo: cuando
evocamos la explosión de la bomba atómica con todas sus consecuencias). A
nuestro alrededor el mal pulula, se multiplica; cada vez somos testigos de
nuevas formas de perversidad y acciones que van en contra de la dignidad
humana, además de violar los derechos fundamentales de las personas.
Nuestros noticieros e informativos, en un gran porcentaje, son portadores de
más noticias negativas y trágicas (que revelan la verdadera condición humana
del hombre), que de noticias positivas o que realmente contribuyan a la
dignidad y desarrollo de las personas.

Como tóxico emocional, la injusticia de cada día puede cargar a la


persona, al verse impotente frente a tanta maldad o ante la impunidad que
reina en muchos casos; así mismo la maldad, el robo, el fraude, el soborno, la
estafa... en los mismos funcionarios que debieran cuidar-velar de las
instituciones que se les encomiendan. Aparte, claro está, del ejemplo que
debieran dar a la misma sociedad que les brinda su confianza.

No menos decepcionante es ver ejercida y aplicada la justicia en los más


pobres o necesitados y acomodada a los pudientes e influyentes.

Así mismo, de una sociedad donde la distribución de las riquezas y las


oportunidades son tan desproporcionadas, no cabe esperar sino individuos
que apuestan por los medios ilícitos (si bien el mal nunca es justificado bajo
ningún punto de vista); asalto, estafa, sedición, enriquecimiento ilícito, entre
otras modalidades, forman parte de la solución errónea que muchos optan
vivir.
La desesperanza va tomando o haciendo nido en el corazón de la persona,
que ve cómo la realidad no se modifica para bien, sino que se degrada cada
día más. Las crisis sociales van minando a las personas en sus propios
contextos, cuando no se ven soluciones justas a sus dificultades. En el fondo
de todo esto se encuentran problemas integrales que requieren soluciones
integrales y que están en el corazón mismo del hombre degradado por el
pecado y el egoísmo.

Hay injusticia pues, cuando percibimos la situación de los pobres, de los


secuestrados, de los maltratados, de los marginados, los desempleados...
prostitución, drogas, alcoholismo, tabaquismo... y miles de problemáticas
más, cargan a los individuos con angustia, ansiedad, preocupación,
desesperanza, venganza, resentimiento, fobia social... eventos nada fáciles de
superar en una sociedad cambiante a nivel científico y tecnológico, pero no a
nivel humano y espiritual.

Ahora bien, como resultado de la injusticia, muchos grupos se organizan y


hacen su propia justicia social, pero en realidad agudizando las
problemáticas, que llegan a volverse problemas estructurales de repercusión
nacional e internacional.

Ante todo esto no cabe, si no trabajar en nuestra actitud y en nuestra vida


espiritual, antes que sucumbir frente a una realidad muy plagada de eventos
indignantes, carentes de toda moral.

LAS PERSONAS NOS AFECTAMOS CON LAS INJUSTICIAS


PORQUE...

Sentimosque no hay soluciones para problemas de la realidad que se han


desbordado (delincuencia, crimen organizado, desempleo, pobreza,
hambre, sida...).

Parecieraque el Creador no estuviese tomando cartas en el asunto, en pro


de la humanidad que él mismo creó.
Vemosque muchos funcionarios que cometen delitos, salen como limpios
o resguardados por una justicia ajustada en beneficio de ellos.

Elbombardeo informativo las 24 horas del día, acumula noticias más


trágicas que benefactoras de la humanidad.

Percibimosque gente inmoral, con fama y reconocimiento, pareciera


realmente triunfar en la vida.

Desearíamostomar la justicia y la venganza en nuestras propias manos.

IDENTIFIQUE, EVITE Y CONFRONTE LA INJUSTICIA

Las siguientes sugerencias pueden ayudarle con respecto a este tóxico


emocional.

Llamea las cosas y los eventos por su connotación moral, sin juzgar a
nadie; cuando algo es bueno, afirme que es bueno (tiende al bien);
cuando algo es malo, declare que es malo (desintegra al ser humano).

Procureno participar en acciones en contra de la ley, de la moral, del buen


orden familiar. Valore lo correcto, íntegro y transparente en la vida.

Encualquier momento de la vida usted será tentado por otros y se verá


tentado por sí mismo, a realizar algún tipo de delito o acción incorrecta.
Diga no a todo ello: le reportará grandes dividendos en su tranquilidad
personal y en la de sus seres queridos.

Recuerdeque la imperfección humana implica lo negativo, lo malo... y ello


debe ser combatido, confrontado cada día, a niveles pequeños,
medianos y a gran escala. La ley existe precisamente para mostrar la
capacidad del individuo para violarla, transgredirla, pero también para
implementar mecanismos correctivos, en todos los niveles.

Elmejor modo de cambiar el mundo se da cuando cambiamos nosotros


mismos, damos ejemplo... comenzamos a notar que nuestro entorno
cambia... eso ya es algo muy valioso.

Aprendaa confiar en Dios, en su poder para no perder el control total de su


Creación. Esto le dará confianza, paz, fe y esperanza de un mundo
mejor.

Procureno tomarse la justicia por su mano (o vengarse); tenga paciencia,


sea prudente y encomiende su causa al Creador, fuente infinita de toda
sabiduría.

Nose desanime; recuerde que el mal nunca triunfará. Se anota victorias


parciales, pero al final siempre el bien, la justicia y la verdad primarán
sobre los pecados del hombre.

Estas preguntas nos sirven para la reflexión personal:

1. ¿Qué injusticias de la vida cotidiana le pueden hacer perder su control o


bienestar personal?

2. Mencione una o dos injusticias de las cuales usted haya sido víctima. ¿Qué
sintió al respecto?

3. ¿Cómo percibe usted el presente y futuro de la humanidad con los


acontecimientos negativos dados a diario?

«En una sociedad neurótica se sigue la filosofía del naufragio: cada uno a su
tarea sin mirar la del otro. En el fragor del oleaje, a través del ruido
ensordecedor de los medios de comunicación social, todo se mezcla y se
confunde, y las palabras saltan, van, vienen, se revuelven. En esta ceremonia
de la confusión todo vale, el mercado está abierto y se juega con el hombre.
Es preciso tener más espíritu crítico para no quedar narcotizado, sin
capacidad de reacción.»

Enrique Rojas

Salmos 37.7
Este término deriva del latín susceptibilis. Puede comprenderse como algo o
alguien sujeto a modificación o impresión; así como a ser, en un sentido más
psicológico, quisquilloso, ofendido, delicado en el trato.

La susceptibilidad, realmente, no es una tendencia del carácter muy


deseable, puesto que gracias a ella, las personas se ofenden por cualquier tipo
de eventos o actitudes. Al verse la persona ofendida, alterada, su círculo de
relaciones se ve afectado, aparte de vivir mal consigo misma en su vida
interior; en cuanto a las relaciones interpersonales a las personas susceptibles,
los demás no saben cómo tratarles o qué decirles porque seguramente se
molestarán o incomodarán. En la vida interior, la persona se cree objeto de
persecución o juzgamiento de parte de los demás. En realidad, el entorno y
las personas vienen a ser enemigos potenciales del individuo.

Como tóxico emocional, la susceptibilidad produce automáticamente en la


persona sentimientos de confusión, rabia, agresividad, inseguridad... también
estar a la defensiva.

La persona puede vivir con la creencia y el esquema mental de que está


siendo juzgada, o sus acciones están siendo todo el tiempo monitoreadas o
sujetas a aprobación o valoración.

Las personas susceptibles a pensar que el medio es una amenaza para su


propia vida, se apartan un poco de los demás o evitan compromisos por temor
a verse, precisamente, afectadas en alguna forma.

En verdad, no es fácil la vida para los individuos susceptibles, que en el


fondo buscan motivos para sentirse ofendidos o agredidos y así poder
justificar su actitud defensiva o de evasión.

El susceptible en algunos casos manifiesta llanto al sentirse muy ofendido


(así manipula la situación y se autojustifica); puede también responder con
cierta agresividad verbal; es posible que corte su amistad con alguien, pese a
que los motivos no justifiquen tal ruptura; en otros casos la susceptibilidad
introduce a las personas en competencias ilógicas, cuando se activa un poco
la envidia, las comparaciones interpersonales. Así mismo, la actitud de
víctima de todo puede estar fundamentada en un carácter muy susceptible.

En la susceptibilidad como tóxico emocional, puede estar subyacente la


idea de cómo debiera ser el mundo para la persona y cómo los demás
debiesen tratarla.

La sanidad en este ámbito no es nada fácil, pues la persona debe aprender


a ver el mundo, las situaciones y las personas con una actitud menos
defensiva, más tolerante, además de incorporar el amor por el prójimo como
un componente realmente sanador en las relaciones interpersonales. No
puede pensarse que todo, absolutamente todo lo que nos rodea es malo,
mucho menos las personas. Hay de todo «en la viña del Señor», pero también
encontramos cosas, eventos, detalles muy buenos en la vida a nivel general.

LAS PERSONAS SON SUSCEPTIBLES PORQUE...

Quizáfueron muy criticadas, juzgadas, reprochadas, censuradas, en alguna


época de su vida.

Piensanque los demás son malos y los eventos confabulan en su contra.

Puedentener un concepto inadecuado de sí mismas (demasiado crecidas


como los narcisos y los egocéntricos; o muy bajos de autoestima y todo
les afecta).

Quizáno recibieron afecto, aceptación, en general un amor espontáneo,


sino condicionado a que cumplieran con ciertas expectativas o no.

Permitenque emociones y sentimientos negativos, como la envidia, dañen


su percepción de los demás y su entorno.

Porqueen alguna época de su vida fueron heridos, defraudados,


abandonados... desarrollando cierto temor ante las circunstancias de la
vida, incluidas las personas.

IDENTIFIQUE, EVITE Y CONFRONTE LA SUSCEPTIBILIDAD

Las siguientes sugerencias pueden ayudarle con respecto a este tóxico


emocional.

Perdonede corazón a las personas que en alguna etapa de su vida: lo


humillaron, lo criticaron, lo desaprobaron, lo rechazaron, lo
compararon, lo golpearon, lo maldijeron...

Practiqueconscientemente valores como: tolerancia, amor, respeto,


amistad, gratitud, entre otros... que hacen de la vida algo más grato para
vivir.

Elimine/supereestos esquemas mentales: Los demás son malos «Soy la


única persona que está en la verdad», En nadie se puede confiar»,
«Todos los hombres son iguales», «Todas las mujeres son iguales»,
«Soy perseguido todo el tiempo», «Nadie me quiere y aprecia», «Estoy
en competencia con los demás», Las personas debieran ser como yo»,
«Soy el único que hace las cosas bien», Me están juzgando todo el
tiempo», etc. Ideas no literales, pero subyacentes en el pensamiento
susceptible.

Aprendaa mirar el lado positivo de las cosas. Así como somos muy
expertos en precisar y etiquetar los detalles negativos, debemos intentar
ver lo bueno, bello y agradable de la vida.

Cuidesu mente de la información que maneja o permite acceso. Vea con


una nueva mirada las actitudes de los demás, sus expresiones
verbales... no siempre están en contra nuestra.

Aprendera escuchar es muy importante, antes de contestar, defenderse u


opinar.
Consabiduría, no permita que otros roben su tranquilidad interior. Salga
adelante frente a comentarios que no aportan nada o a palabras necias.
Preocúpese por su bienestar emocional y las buenas metas que ha
decidió conquistar. Lo demás puede pasar.

Estas preguntas nos sirven para la reflexión personal:

1. ¿Se considera usted una persona susceptible?

2. ¿Qué eventos le roban la calma de forma casi automática?

3. ¿Cómo asume usted cuando otros no le aprueban o retroalimentan


favorablemente?

«Luego, hay otra clase de emoción lastimada a la que vamos a llamar


supersensible o hipersensible. La persona hipersensible, en general, ha sido
herida profundamente. Trata de buscar amor, aprobación y afecto, pero en
vez de ello consigue lo opuesto, y por dentro está llena de cicatrices. Algunas
veces ve cosas que las otras personas no ven, y tienden a sentir cosas que los
otros no sienten... Las personas hipersensibles necesitan siempre que se
apruebe lo que dicen o hacen. Nunca se les puede dar bastante. Y algunas
veces parecen insensibles. Han sido heridas de mala manera, de modo que, en
vez de mostrarse sensibles, como es normal, lo cubren con una capa de
firmeza, dureza, severidad. Quieren vengarse y herir a otros. Así que, sin que
ellas mismas se den cuenta, acosan a los que le rodean, les lastiman y quieren
dominarlos.»
David Seamands
Maltratar es menoscabar a alguien, reducirlo, averiarlo, herirlo. Desde
décadas recientes se admite que el maltrato verbal es un capítulo dentro del
maltrato emocional, donde agresión física, abuso, abandono, negligencia...
han venido a configurar toda una problemática psicológica en cuanto a
heridas emocionales se refiere. De hecho, el maltrato emocional se encuentra
subyacente en diversas problemáticas psicológicas, pues las personas fueron
heridas en algún momento de su vida, con cierta, relativa o profunda
gravedad.

En el caso del maltrato verbal, se concibe que las personas pueden


afectarse negativamente (causarse mucho daño) mediante el uso del lenguaje
que emplean en su comunicación y en su diálogo interpersonal. Uso, claro
está, denigrante, grosero, manipulador, humillante o abusivo.

El abuso verbal parte de una intención dañina del corazón que pretende
controlar, rebajar, agredir, manipular, despreciar a las demás personas; busca
minar el concepto adecuado que tienen de sí mismas, lastimando su estima
propia. En las palabras que dañan el alma, el corazón, la persona
encuentra/experimenta el rechazo, el desamor, la ironía, el desprecio del
victimario o abusador verbal. Queda en la vida interior un sinsabor, como si
la sentencia de las palabras debiera cumplirse en la vida de la persona.

Por lo general, el maltrato verbal pasa un tanto inadvertido; se admite


como normal el hecho de que las personas sean groseras o incorporen en su
diálogo distinto tipo de palabras soeces o nada edificantes. En otros casos el
abusador verbal actúa dentro de su hogar o círculo familiar donde agrede a
otros con sus palabras y amenazas permanentes. Es allí donde ejerce mal su
poder o influencia, creando un ambiente de miedo y desprecio entre sus
íntimos.

Las palabras, en su contenido esencial, portan intenciones de vida o


muerte; deseos constructivos o destructivos; intenciones sanas o perversas;
actitudes de aceptación o rechazo; evidencias de amor u odio. Está en la
responsabilidad de la persona el uso que hace del lenguaje, especialmente con
los seres que dice apreciar o son el motivo de su existencia.

Como se ve, no se trata de hablar por hablar; las palabras en el uso del
lenguaje, edifican grandes familias, proyectos, naciones o, en su defecto,
destruyen los mismos. La formación personal del individuo incluye también
cómo trata a sus seres queridos y demás personas que le rodean. No en vano
las Sagradas Escrituras concedan a la lengua (uso de las palabras) la misma
vida o la muerte.

Algunas expresiones «generalizadas» que hacen mucho daño son:

-«No sirves para nada».

-Maldigo el día en que te conocí».

-«Eres un bruto».

-«Nunca saldrás adelante».

-«Ojalá la vida te pague con lo peor.

-«Te veré hundido, en el suelo».

-«Si fueras como... te iría mejor.

- Maldigo el día en que naciste».

«Sino haces lo que yo digo... no te quiero, no sigo contigo, no contarás con


mi ayuda...».

-«De ti no se puede esperar nada más... nada bueno».

Estas son otras expresiones bastante interesantes aportadas por la Dra.


Patricia Evans (1992):
-Nunca lo lograrás.

-¿Qué te hace pensar que eres inteligente?

-Tú no entenderías.

-Tú eres imbécil.

-Tú estás loca(o).

-Tú no sabes valerte sola(o).

-Tú nunca estás satisfecha(o).

-Tú eres falsa(o).

-Ya estoy harto de...

-Tú cállate...

-No pienso escucharte...

No obstante, sabemos que la gama de expresiones para dañar, agredir,


culpar, criticar, juzgar, manipular, etc. son infinitas, pues usan el lenguaje
para maltratar y obtener sus propias intenciones personales egoístas.

Como tóxico emocional, el maltrato verbal, desafortunadamente, pan de


cada día en muchos contextos (afectando principalmente a niños y mujeres),
requiere la decisión de mejorar el uso del lenguaje en el diálogo, así como el
verdadero aprecio y amor por los demás. El buen trato verbal es una
evidencia de que realmente se ama al prójimo y se desea lo mejor para él. Se
dice que a veces las malas palabras y expresiones hacen más daño que los
mismos golpes, pues éstos se sanan dentro de lo prudente, pero las heridas del
alma precisan un tiempo mayor o proceso distinto para ser libre del dolor
profundo recibido.

LAS PERSONAS MALTRATAN VERBALMENTE PORQUE...


Creenpoder tener el control, la autoridad y el poder de los demás, mediante
palabras toscas, soeces, irónicas o amenazadoras.

Fueronprobablemente criados en ambientes donde el lenguaje no


sobresalía por su cultura o educación.

Tienenmiedos y temores profundos, pues en alguna etapa o período de la


vida fueron también heridos, criticados o juzgados constantemente.
Ahora en el presente, pretenden mantener el control de los demás y de
las situaciones a toda costa.

Creenposeer el conocimiento, la verdad y la razón de todo cuanto existe y


sucede. Pareciera esto facultarles psicológicamente para destruir y
rebajar a otros con palabras humillantes, sucias, despreciativas y
amenazantes.

Serodean de un círculo de personas cuyo lenguaje es igualmente soez,


ultrajante, obsceno; luego lo reproducen donde interactúan.

Noposeen un adecuado control de sí mismas; al ser víctimas de la


intolerancia y la crítica, expresan impulsivamente lo que se les ocurre
para hacer justicia a su propia manera.

IDENTIFIQUE, EVITE Y CONFRONTE EL MALTRATO VERBAL

Las siguientes sugerencias pueden ayudarle con respecto a este tóxico


emocional.

Ladignidad y la autoestima de toda persona es fundamental. Todos


tenemos derechos por pertenecer a una sociedad regida por normas,
principios y leyes que tienden al bien y la sana convivencia.
Corresponde a cada uno de nosotros vivir, reclamar esos derechos. No
podemos estar a favor o ignorar a las personas que se inclinan por el
mal; que denigran, maltratan, menoscaban... nuestra integridad.

Nopermita que otros le traten mal. Sea asertivo. Usted tiene un nombre, no
un apodo. Diga a los demás que no es necesario ser grosero para
hacerse entender.

Siusted lleva años siendo maltratado por su pareja, y siente miedo, se


encuentra esclavizado en semejante situación, busque ayuda terapéutica
o espiritual. Usted no está obligada(o) a vivir la inmoralidad y
violencia de otra persona. Las decisiones grandes en la vida implican el
diálogo, la concertación, el arrepentimiento, la justicia... o en su
defecto, cambios radicales en beneficio de la vida.

Corrijapaulatinamente su manera de tratar a los demás; de exigir, de


reclamar, de aportar... Poco a poco se aprende el trato amable con el
prójimo y los seres queridos. Erradique de su boca palabras sucias,
obscenas, humillantes, altivas, despreciativas, comparativas... que no le
hacen a usted mejor persona, mucho menos más apreciada.

Perdonea todos aquellos que algún día le trataron mal y le hicieron grave
daño en su corazón con ciertas palabras. El perdón sincero, pleno de
convicción, le librará de los sentimientos negativos y dolorosos que le
causaron aquellas expresiones desagradables.

Nuncaaplauda, reverencie o patrocine las expresiones malévolas, obscenas,


malintencionadas, puesto que allí se perpetúan en lenguajes que la
gente con el tiempo llega a aceptar como normal.

Estas preguntas nos sirven para la reflexión personal:

1. ¿Qué expresiones de otras personas le han hecho daño en la vida?

2. ¿Perdonó a las personas que le hicieron daño con dichas expresiones?


3. ¿Cómo trata usted a los demás? ¿Qué debe corregir en cuestión?

«Proferir palabras ofensivas es la forma más obvia de abuso verbal. No es


difícil reconocer la situación si el agresor pronuncia palabras como idiota,
imbécil, perra u otro epíteto degradante. Otras formas son menos evidentes.
Por muchas razones puede ser muy dificultoso reconocerlas en una relación
de pareja adulta.

Por lo general, el abuso verbal es una actitud clandestina; usualmente sólo la


pareja del abusador lo oye. Es frecuente que esta actitud se intensifique con el
tiempo hasta que las mujeres se acostumbran y se adaptan a ella. Adopta
diferentes disfraces y rebaja sistemáticamente la percepción por parte de la
persona que sufre el maltrato.

En cierto sentido, el abuso verbal está enquistado en nuestra cultura. La


prepotencia, la anulación, la humillación, la arrogancia, la oposición, la
manipulación, la crítica, la dureza, la intimidación son aceptados por muchos
como parte de juego limpio. Cuando estos juegos de poder se establecen en
una relación y son negados por quien los perpetra, nace la confusión.»

Patricia Evans
El término deriva del latín invid"ia, y se comprende como una emoción,
incluso, un sentimiento de tristeza o pesar por lo que otros tienen, han
logrado o viven, de una parte, y el deseo de emular, competir o adquirir lo
que no se posee, de la otra.

No cabe duda de la naturaleza y esencia negativa de la envidia, como un


tóxico emocional. Se ha dicho que ella es como una carcoma del alma. La
carcoma es una serie de insectos muy diminutos (de apariencia bastante
desagradable por cierto) que se van comiendo la madera. Y no es menos,
siguiendo la analogía, el mal que la envidia hace en la persona que la incuba
o anida en su corazón. Poco a poco va minando su amor (deseo de bienestar)
por los demás, aparte de acumular frustración tras frustración en el envidioso.
Por estar pendiente de los demás.

En una sociedad donde el desenfreno por el progreso, la exigencia de ser


exitoso, el consumismo, la presión de los medios de comunicación para
adquirir o ser de tal manera, hacen que muchas personas comiencen a fijar
sus ojos en aquellas otras que parecen lograr sus objetivos y metas. Cuando
se asume que se está en competencia y que el éxito y el triunfo están en que
se logre un buen nombre, un porcenta je alto en la cuenta bancaria, ciertos
placeres de la vida, bienes materiales relucientes y llamativos... no es raro,
pues, ver aflorar el sentimiento de envidia en la vida del individuo.

También es posible que los sentimientos de envidia surjan de la


insatisfacción personal del individuo y en algunos casos de sus frustraciones
o limitaciones. Así, ver surgir a otros con cierta «facilidad» o «viabilidad»
hace que las personas se comparen, vean inalcanzables ciertos eventos y, en
un sentido negativo, aflora este sentimiento insano.

Hay gente a la que pareciera irle bien en todo. Tampoco faltan los
observadores de estas personas, quienes en algunos casos se llenan de
resentimiento y envidia porque no han corrido con la misma «buena» suerte.
La envidia puede tener una fuerte raíz subyacente en la codicia, como
aquella tendencia del ser humano a desear lo que otros tienen o desear más y
más. Cuando el individuo no logra los estándares alcanzados por otros, o
siente malestar por verse impedido al respecto, surgen los sentimientos de
envidia, la carcoma del alma.

Hay personas que envidian: el vehículo de otros, la pareja de otro; la


casa/hogar de otra familia; la actividad laboral de otras personas; los talentos
de ciertos individuos; la fama o reconocimiento adquirido por otros; como los
demás visten; etc.

Cuando se es objeto de envidia, la persona puede verse involucrada en


rivalidades, competencias, persecuciones, calumnias, chismes... que dañan las
relaciones interpersonales, el ambiente familiar, el ambiente de trabajo.
Amistades, proyectos, ideales... pueden echarse a perder cuando la envidia ha
hecho de las suyas.

La envidia daña el alma, la llena de amargura, frustración, incapacidad,


competencia desleal, odio, altivez. El envidioso siente un profundo pesar
negativo y malévolo al ver que otro logra sus objetivos o consigue los bienes
que ha deseado. Carcoma, insecto del alma que corroe inevitablemente a
quien ya posee.

LAS PERSONAS ENVIDIAN PORQUE...

Sientenmucha frustración en su vida; han tenido muchas limitaciones,


impedimentos, obstáculos, barreras diversas para lograr sus objetivos.

Nomiran su propia vida para mejorarla y potencializarla, sino que dedican


mucho tiempo a mirar a los demás; lo que hacen, lo que tienen, cómo
viven. (A menos que sea usted un investigador que hace uso de la
observación como herramienta en la adquisición de información.)

Podemoscon nuestra imprudente ostentación de ciertas cosas, experiencias


o logros, despertar en otros dichos sentimientos.
Fueroncomparadas alguna vez y ahora toman su desarrollo según otros
puntos de referencia para sentirse bien o no.

Notienen metas claras, disciplina o voluntad para lograr objetivos. Se


vuelven testigos del éxito de los demás.

IDENTIFIQUE, EVITE Y CONFRONTE LA ENVIDIA

Las siguientes sugerencias pueden ayudarle con respecto a este tóxico


emocional.

Seaprudente en su actuar, en cuanto a sus logros y conquistas materiales;


no ostente aun cuando tuviese motivo para hacerlo. A su alrededor
pulula gente muy sensible y entristecida por el progreso de los demás.

Encuanto esté a su alcance, motive a otros a salir adelante, a ser


conscientes de las propias capacidades, dones y talentos. Dios ha dado
a todos habilidades para sobresalir y ser mejores en la vida.

Siusted padece con este sentimiento negativo, es probable que tenga que
olvidar alguna circunstancia de su vida que le condujo a fijarse en los
demás (como punto de comparación) viéndose frustrado al no lograr lo
que ellos sí consiguen.

Nosuspire por lo que otros tienen o son. Construya la mejor vida posible.
Seguramente en el camino del bien usted también contribuirá con su
granito de arena a la humanidad.

Tengametas y expectativas reales de la vida. Contar con objetivos


desmedidos, irreales, exagerados... pueden frustrarle y hacerle mirar en
otras direcciones donde algunos sí parecen haberlo «aparentemente»
logrado.

Tengauna adecuada autoestima. Usted debe ser el primero en creer que


puede salir adelante y lograr el propósito de su vida. Es su plena
responsabilidad.
Practiquela oración a Dios como un medio de descargar sus frustraciones
cotidianas, las metas aún no obtenidas, las barreras que todavía
encuentra en su camino. Verá cómo en manos del Creador la vida se
hace menos pesada y molesta. De otra parte desarrollará una sabia
perseverancia para ir paso a paso acercándose a sus metas.

Agradezcaa Dios y a la vida lo que tiene. Quizá no sea lo que su mente


desee en su totalidad, pero puede ser un aliciente para mejorar su
calidad de vida y no envidiar a otros.

Estas preguntas nos ayudarán en la reflexión personal:

1. ¿Considera usted que es una persona envidiosa? Explíquese.

2. ¿Ha despertado usted envidia en otras personas? Explíquese.

3. ¿Conoce usted situaciones difíciles a causa de la envidia?

4. ¿Cómo asume usted el hecho de no lograr todo cuanto anhela?

«La envidia es una raíz ponzoñosa que está en nuestras almas y puede matar
a otros. El mismo Jesús fue víctima de este poder asesino. Está escrito:
Porque se había dado cuenta - Pilato - de que lo habían entregado por
envidia" (Mt 27.18).
La persona envidiosa no soporta el ver que sus prójimos, especialmente sus
iguales o aquellos con quienes vive, consigan algo más o mejor que ella. Esto
es especialmente cierto en los aspectos que más nos interesan, por ejemplo,
en la parte intelectual, en la belleza o en la fuerza física, en el reconocimiento
que se recibe y la popularidad, en las ventajas materiales y en otros
privilegios que se tienen en el hogar o en el trabajo. Por ejemplo, la madre
envidiosa lamenta que el hijo de su vecina sea más popular o tenga más éxito
que el suyo; le duele si ese tiene un matrimonio feliz y en cambio su hijo no
lo tiene. ¡Cuán a menudo miramos a otros de soslayo por el simple hecho de
que todo les está saliendo bien!»

Basilea Schlink
La palabra ansiedad viene del latín anxiétas, - átis, que se entiende como un
estado de agitación interior en la persona, incluyendo inquietud y cierta
zozobra en el estado de ánimo. Se precisa que la ansiedad se presenta cuando
cambios en el mismo sujeto o en su entorno ejercen cierta presión sobre él,
buscando mecanismos de adaptación, por supuesto, a las nuevas situaciones a
las que se enfrenta. En el aspecto médico se admite que la ansiedad acompaña
a una gran cantidad de enfermedades, específicamente a ciertas neurosis,
quitando la tranquilidad a los pacientes en cuestión.

Por su parte, temor viene del latín timor, - 5ris. Se refiere a un estado
afectivo que lleva a la persona a sentir cierta sospecha o recelo de un daño o
amenaza presente o futura. Así también, se asume como la emoción que
motiva la huida o o el evitar lo que se considera dañino, peligroso.

En otro aspecto, la palabra angustia viene del latín angustia, que se traduce
como angostura, dificultad y que constituye un estado del alma y del espíritu
afectado por sensaciones de congoja, ansiedad, aflicción. De otro lado se
acep ta como una opresión a veces sin causa específica, y en otros casos,
semejante o emparentado al dolor y al sufrimiento.

Preocupación viene del latín praeoccupatio, - 5nis, y sugiere el evento,


inicialmente de tipo mental, de dar excesiva importancia a alguna situación,
objeto o persona, con relativa ansiedad o afán. Es por lo general cierta
ansiedad frente a la ocurrencia de un hecho; es una anticipación negativa de
su posible desenlace.

Como tóxicos emocionales, estas vivencias, emociones, afectos o


sentimientos pueden hacernos vivir malos momentos, cuando dejamos que
tomen el control de nuestras vidas y privilegiamos su dirección en nuestros
pensamientos y acciones. Si bien no es posible vivir una vida donde la
ansiedad, el estrés, el afán, la angustia, el dolor... no nos toquen, o seamos la
excepción o estemos inmunes a ellos, un componente mínimo en nuestras
existencias puede adquirir un carácter positivo y dinamizar nuestro
comportamiento hacia acciones correctivas y productivas.

La angustia aparece cuando dejamos que los problemas y diversas


situaciones tomen el lugar de nuestra serenidad, paz y tranquilidad. El medio,
los acontecimientos, incluso las personas, pueden en un momento dado
afectarnos con altas cargas de ansiedad y preocupación. Es una situación
donde la mente debe decidir el nivel de importancia que da a cuanto sucede.
Donde el individuo requiere precisar hasta dónde se dejará afectar por las
experiencias nuevas que asume. Allí deberá esgrimir sus fortalezas
psicológicas para conservar su equilibro y percepción real del mundo.

En general, los temores, el estrés, las angustias... pueden sobrevenir por


una orientación externa hacia las cosas, es decir, una dependencia absoluta de
las señales que el medio da al individuo. Cuando se percibe el mundo como
amenazador, las personas como determinantes en el bienestar propio, o in
fluyente en su seguridad personal, se corre el riesgo de caer en temor y
sentirse indefenso frente al mundo en general.

El fundamento espiritual en Dios es importante, porque el individuo sabe


que cuenta con la ayuda del Creador en los eventos inesperados de la vida,
que exigen cambios y adaptaciones repentinas, frente a las cuales a veces las
personas no cuentan con apoyo alguno.

No olvidemos que las tensiones también nos ponen a prueba; saber de qué
estamos hechos psicológica, emocional, física y espiritualmente, y así
corregir y fortalecer lo que aún es débil e ineficaz en nosotros. Tarea en la
que se nos va la mayor parte de nuestra vida. El verdadero cambio personal.

LAS PERSONAS SIENTEN ANSIEDAD/TEMOR/


ANGUSTIA/PREOCUPACIÓN PORQUE...

Confíanexcesivamente en los eventos, señales, personas, acontecimientos


externos para sentirse seguras y confiadas.

Crecieronen ambientes donde no fueron protegidas, resguardadas, sino que


el conflicto y la tensión formaban parte de la vida cotidiana.

Notienen una relación con Dios en quien confiar sus aciertos, vicisitudes y
fatalidades.

Mentalmentepueden dar excesiva importancia a todo cuanto sucede.


Rumian cada situación al extremo hasta encontrar el punto negativo de
la cuestión.

Hantenido experiencias (en algunos casos traumáticas) que registraron un


miedo o temor frente a acontecimientos posiblemente amenazadores.

-Sienten que han perdido el control de todo.

Susceptibilidadextrema ante todo tipo de cambio. Olvidan que la vida trae


cambios inevitables e inherentes, que demandan nuestra decisión y
actuación.

Seaferran a objetos, personas, empleos, instituciones, ideologías,


proyectos... de modo que cuando los pierden o las cosas fallan...

IDENTIFIQUE, EVITE Y CONFRONTE LA ANSIEDAD/


TEMOR/ANGUSTIA/PREOCUPACIÓN

Las siguientes sugerencias pueden ayudarle con respecto a estos tóxicos


emocionales.

Admitaque el mundo trae cambios, crisis, tragedias, dificultades,


frustraciones... y que su labor es, con la mejor actitud posible, aprender
y reemprender el camino de la vida.

Precisesus actuales dificultades. Establezca qué está exagerando de las


mismas. Determine planes de acción, reales, flexibles, para resolver los
inconvenientes.

Aprendaa descansar, a experimentar la quietud, el silencio... verá que toma


nuevas fuerzas y adquiere otras perspectivas para los cambios
requeridos.

Tengamuy en claro que usted no es la única persona que tiene problemas o


situaciones por resolver. Todos los seres humanos día a día deben
solucionar aspectos diversos por más sencillos que sean.

Valorela paz del alma, el equilibrio emocional, la serenidad de espíritu...


También estos son bienes muy preciados como puedan privilegiarse
ciertos bienes materiales.

Laoración, contacto con Dios, le permitirá desahogar, descargar, confesar


al Creador todo lo desagradable o complicado que le ocurre. Lo cual le
dará paz y consuelo a su alma, aparte de brindarle un panorama
esperanzador para resolver los problemas cotidianos.

Estas preguntas nos ayudarán en la reflexión personal:

1. ¿Se considera una persona ansiosa, preocupada, afanada o angustiada?


Explíquese.

2. ¿Qué eventos le generan ansiedad o preocupación en el presente?

3. ¿Qué estrategias usa para mitigar su ansiedad o sus preocupaciones?


«La ansiedad se vuelve patológica o enfermiza solamente cuando perjudica el
desempeño intelectual y retrae la libertad emocional. Las características más
notorias de la ansiedad son: fragilidad emocional (inestabilidad), irritabilidad,
hiperaceleración de pensamientos, dificultad de manejar la tensión, déficit de
concentración, déficit de memoria y la aparición de síntomas sicosomáticos.
Existen muchos tipos de trastornos ansiosos, como el síndrome de pánico, los
trastornos obsesivos compulsivos, la ansiedad generalizada, el estrés
postraumático, las fobias, etc. Una vacuna psicosocial preventiva se
encuentra en la producción de un ser humano seguro, estable, que sepa
interiorizarse, repensarse y que administre bien sus pensamientos y sus
emociones delante de las turbulencias de la vida.»

Augusto J.Cury
En latín es frustratio, - 5nis, término que deriva de frustrar, en latín frustráre,
que significa un intento fallido, no conseguido; privar de algo a alguien que
lo esperaba. La frustración contiene un elemento psicológico y emocional
muy profundo al punto de verse como una derrota, una imposibilidad, una
gran limitación frente a algo anhelado. El no poder cambiar ciertas
circunstancias o eventos de la realidad personal.

La frustración surge cuando el individuo opera sobre el medio, con cierta


intencionalidad, propósito o deseo y no logra afectarlo o modificarlo. Las
frustraciones tocan los distintos campos de acción en la vida. Las diversas
áreas de desarrollo integral de las personas. Por ejemplo: se puede estar
frustrado al ver que no se progresa en la vida; que nuestra familia nunca
cambia o mejora; cuando un proyecto se viene a pique; cuando ya no
contamos con ciertas personas; cuando fracasamos en los estudios; cuando no
somos admitidos en algún lugar, en alguna institución.

La frustración trae el sinsabor de sentirse incapacitado, inhabilitado,


impedido, para influir sobre lo pretendido o conseguir lo propuesto. Estar
frustrado puede acompañarse de sentimientos de desesperanza, amargura,
tristeza, decepción, resentimiento, baja autoestima o, en otro extremo, de
irritabilidad y enojo.

Como tóxico emocional, la frustración nos hace mermar en nuestra estima


personal, nos hace experimentar incapacidad, cierta confusión frente a los
hechos; el negativismo y el pesimismo pueden hacer su entrada cuando el
individuo ve como insuperables objetivos deseados. El entorno se hace
resistente, se percibe como una barrea nada fácil de sortear.

Para cada persona la profundidad del malestar en la frustración puede


darse por el grado de expectativa frente a lo pretendido; también en cuanto a
la importancia dada al objeto productor de la frustración; así como al
valor/afecto concedido a la persona/agente causante de la misma, en el
ámbito interpersonal.

Así mismo, en cuanto a diferencias individuales, todos percibimos de


forma distinta los eventos frustrantes; para alguien la pérdida del empleo
puede constituir un acabose; para otro, representar una oportunidad para el
cambio y la superación.

Es muy importante tener en cuenta que nuestro medio es especialista en


producir frustración. Si bien los mass media pretenden hacer extensivo el
progreso a todos, esto no se da de una forma real o muy honesta. Se te dice
cómo debes ser, vestir, hablar, comprar, competir, tener éxito... pero
haciéndote sentir que si no lo haces a su manera eres un frustrado o atrasado
del nuevo ritmo/moda de la sociedad. Esto no es exagerado, pues se conocen
personas que viven su vida (aparente felicidad o estatus social) por las marcas
que usan en su vestuario, vehículo, lugar de residencia, institución educativa,
club, etc. De modo que las personas incautas sufren mirando a quienes sí
pueden tener ciertos «privilegios», asumiendo una postura inconforme y
frustrante en la vida, cayendo en comparaciones innecesarias.

LAS PERSONAS SE SIENTEN FRUSTRADAS PORQUE...

Seimponen expectativas muy altas y desproporcionadas, acaso irreales,


como metas en la vida. Cuando ven que no logran dichos estándares, se
sienten frustradas.

Confíandemasiado, tienen apego enfermizo, por objetos, personas,


eventos, que cuando fallan o ya no están dejan frustración y vacío.

Secomparan con otras personas, a las cuales colocan/asumen como


estándares perfectos, que al verse inalcanzables, dejan sentimientos de
frustración.

Enmuchos casos han renunciado a un proyecto de vida y se ven cada día


más arruinadas, desprotegidas, sin futuro alguno.

Permanecenen círculos viciosos; vida familiar desintegrada; adicción a


alguna droga o mal hábito; pérdida de oportunidades; pobreza, ruina,
sin esperanzas de poder salir de allí.

Nodisfrutan lo poco, mediano o mucho que tienen, viven siempre


inconformes. Existe un sentimiento de insatisfacción personal muy
marcado en su carácter.

IDENTIFIQUE, EVITE Y CONFRONTE LA FRUSTRACIÓN

Las siguientes sugerencias pueden ayudarle con respecto a este tóxico


emocional.

Recuerdeque todos somos hechos a imagen y semejanza del Creador. Las


comparaciones con otras personas, las expectativas desmedidas, la
confianza en los modelos erróneos, la codicia de reconocimiento e
importancia, el afán por el dinero, entre otras cosas, dejan a veces más
frustración que felicidad. Es bueno ser sincero con uno mismo y
examinar cuáles son las intenciones del corazón al establecer metas o
actuar de determinada manera.

Nopermita que otros le rebajen. Mucho menos se sienta menos que otros.
Usted también cuenta con capacidades y habilidades, cuya
responsabilidad por potencializar le corresponde. Al asumirla, verá más
satisfacciones que frustraciones, seguramente.

Identifiquelos eventos que le generan sensaciones de frustración. Precise


cómo puede superar dichos obstáculos o implementar nuevas acciones
que apunten más a su realización personal y el beneficio de otras
personas.

Acepteel carácter imperfecto del mundo y la humanidad; así se llevará


menos sorpresas ante la cantidad de maldades, fatalidades e
imposibilidades que cotidianamente ocurren.

Desarrolleuna actitud positiva; mediante ella, usted disfrutará de lo poco o


lo mucho, lo lujoso o lo sencillo. Es una postura sencilla de gratitud por
las oportunidades y bendiciones con las que seguramente ya cuenta
(salud, familia, hogar, amistades, esperanza, valores, etc.).

Asímismo, perdone cuanto sea necesario, en caso de que su frustración


derive de una traición, un abandono, una fatalidad o un error personal
de cierta gravedad. El perdón libera el alma, las emociones,
sentimientos y pensamientos, de la amargura, la nostalgia, el vacío, el
sinsabor que generan las heridas y decepciones a nivel general.

Estas preguntas nos ayudarán en la reflexión personal:

1. ¿Se ha sentido alguna vez frustrado profundamente? Explique su respuesta.

2. ¿Qué frustraciones actuales pueden estar en su vida?

3. ¿Cómo percibe usted el éxito, el triunfo, el progreso en la vida?

4. ¿Qué ocurre en usted cuando siente que no avanza en la vida? Explíquese.


«Tendríamos menos obstáculos que franquear si tuviéramos menos fronteras
psicológicas. No es tanto la vida, sino nuestra forma de verla, la que
condiciona nuestra predisposición al éxito o al fracaso.»

Francois Garagnon

"Una de las fuentes más abrumadoras de tristeza humana son los fracasos. El
fracaso es un concepto relativo y subjetivo, una vez más, un producto de la
mente. Tú tenías un proyecto; calculaste que el proyecto alcanzaría, digamos
así, cien puntos, pero, realizado ya el proyecto, resulta que tan sólo alcanzó
cuarenta y cinco puntos. Te parece un resultado negativo. Pero, en realidad,
fue, simplemente, inferior a tus previsiones. Entre frustrado y humillado, tú
comienzas a rechazar mentalmente aquel resultado inferior a lo esperado y, a
partir de este momento, comienza a transformarse en fracaso, y el fracaso
comienza a presionarte o, al menos, tú sientes y en la medida en que tú
sientes esa presión, la resistes con toda el alma y, en la medida en que tú la
resistes, la presión del fracaso es aceleradamente más opresiva. Y así,
encerrado en ese círculo vicioso, puede llegar a ser víctima de profundas
perturbaciones de personalidad.»

Ignacio Larrañaga
Este término procede del latín inimicitas, por inimicitia. Se refiere al odio,
aversión, repulsión entre dos o más personas. El odio, como sentimiento
dañino, consiste en la negación total del deseo de bienestar para otras
personas. Implica la antítesis del amor y todos los sentimientos, emociones,
actitudes y acciones negativas que de él se derivan; aborrecimiento,
desprecio, maltrato, rechazo, oposición... están entre sus desagradables
avenidas y expresiones.

La enemistad, como tóxico emocional, es una manifestación o concreción


del odio. Mediante la enemistad las personas evidencian radicalmente su
oposición y diferencia. Las partes se van al extremo y crean conflictos
irresolubles que les conducen a romper con su amistad, sociedad o convenio.
Muchas amistades de años, positivas, altruistas, de un momento a otro se
derrumban cuando las diferencias radicales, el odio, toman el control. Estas
personas en algunos casos pierden todo contacto en la vida.

Ahora bien, ganarse enemigos es una eventualidad de la que ninguno está


exento. Caerle bien a todo el mundo es imposible. Nuestras ideas,
pensamientos, acciones, a veces están bajo la evaluación, supervisión,
persecución de otros, que al estar en contra, se declararán en nuestra abierta
oposición. Su actitud, su manera de hablarnos, dice mucho de sus
sentimientos internos negativos hacia nosotros.

Nuestro mundo no se caracteriza por ser un paraíso de amor, valores,


armonía, convivencia y felicidad. La realidad nos muestra la injusticia social,
la calamidad, las necesidades básicas insatisfechas, las guerras, el terrorismo,
la inmoralidad sexual... que plantean cada día desafíos a las instituciones
encargadas de regular el normal decurso de la sociedad y sus miembros.

De manera que, en medio de la maldad que asedia, la enemistad se apodera


de los hombres como el modo de hacer su propia justicia y tomar venganza
ante lo que no consideran de su agrado, conveniencia, o no va con sus
ideales, por locura que sea.

Un enemigo es alguien que desea el mal del otro, su exterminio, su


alejamiento. En el ámbito interpersonal, si bien no podemos estar de acuerdo
con todas las personas, en un sentido sano de la convivencia humana, no por
ello debe desearse la muerte del otro, su destrucción.

Los enemigos nos cargan, nos incomodan, nos ponen a la defensiva, ponen
a prueba nuestras fuerzas y recursos para no perder en la batalla que se ha
establecido. Es triste, pero es una realidad; en el ámbito intelectual, religioso,
familiar, laboral, social, los enemigos pululan, haciéndose a veces la paz y la
concordia como utopías, por las diferencias y odios tan marcados entre las
personas, los pueblos, las naciones.

LAS PERSONAS SE ODIAN Y SE ENEMISTAN PORQUE...

Considerantener la razón y la verdad absolutas y cuando perciben otras


posturas o perspectivas entran en radical oposición y contienda.

Fueronodiadas en alguna época de su vida y aprendieron dicho sentimiento


negativo.

Tienenintereses particulares y personales egoístas. Cuando éstos se ven


amenazados o confrontados, se declaran enemigos o en contra de los
demás.

Fuerondefraudados, muy heridos alguna vez en la vida, ahora vierten su


odio, rencor, resentimientos y venganza contra los demás y contra la
sociedad.

Notiene ningún tipo de contacto o relación con Dios, pues Dios es amor.

Danextremada importancia a simplezas de la vida, que les hacen pelear,


disentir y dividirse.

Sientenfrustración al ver que su vida no cambia o progresa; permiten que


la desesperanza, el odio, el rencor y la amargura formen parte de su
cotidianidad.

Hanvivido o conviven en contextos muy violentos, agresivos, ajenos a


normas sociales, donde impera la vida y la muerte según cada cual se
defienda.

IDENTIFIQUE, EVITE Y CONFRONTE EL ODIO Y LA ENEMISTAD

Las siguientes sugerencias pueden ayudarle con respecto a este tóxico


emocional.

Recuerdeque las cosas son como son y no como debieran ser. En este
último sentido el Creador tiene la última palabra.

Tenerenemigos forma parte del mundo. Habrá personas que no estarán de


acuerdo con usted y dejarán avanzar sus sentimientos negativos,
incluso llegarán a desear su mal.

Aprendacada día el amor al prójimo; esto implica: tolerar, respetar,


valorar, ayudar, demostrar, cooperar, consolar, aconsejar...

Esimportante tener en cuenta: podemos tener diferencias de ideas, de


pensamientos, de gustos, pero no hasta llegar a desear la destrucción de
los demás.

Sitiene resentimientos en su corazón contra alguien, algo, perdone; esta


decisión/actitud es un potente bálsamo en la mayoría de los tóxicos
emocionales para lograr una liberación emocional valiosa.

Asiénteseen la prudencia, la cordura, la sobriedad, la sencillez en la vida.


No es realmente necesario decirle al mundo lo grandioso que usted es.
Todo lo que ha conseguido, las oportunidades que cada día tiene. Si
bien no apartará a los enemigos, si hará que se ahorre unos cuantos
más.
Siusted va a ser un enemigo declarado, séalo de la injusticia, la
inmoralidad, los vicios, los antivalores, la pobreza, la violencia... en
este campo sí que debemos librar una batalla larga y ardua.

Recuerdeque el odio, cuando tiene riendas sueltas, da lugar a sentimientos


de venganza, de justicia personal, de crueldad e implacabilidad.

Tengaen cuenta que es imposible caerle bien a todo el mundo. Ni siquiera


jesucristo cayó bien a todos en su época y en la actual. Sea la mejor
persona que pueda, eso puede ser suficiente y beneficiar a quienes le
rodean.

Estas preguntas nos ayudarán en la reflexión personal:

1. ¿Ha tenido algún enemigo radical en su vida? ¿Qué ocurrió en cuestión?

2. ¿Ha sido usted libre del odio, los resentimientos y la amargura?

3. ¿Cuál es su actitud y su actuar cuando otros no están de acuerdo con usted


o a su favor?

«Este es el mensaje que han oído ustedes desde el principio: que nos amemos
unos a otros. No seamos como Caín, que era del maligno y mató a su
hermano. ¿Y por qué lo mató? Pues porque los hechos de Caín eran malos y
los de su hermano, buenos.

Hermanos, no se extrañen si los que son del mundo los odian. Nosotros
hemos pasado de la muerte a la vida y lo sabemos porque amamos a nuestros
hermanos. El que no ama, aún está muerto. Todo el que odia a su hermano es
un asesino y ustedes saben que ningún asesino puede tener vida eterna en sí
mismo. Conocemos lo que es el amor porque Jesucristo dio su vida por
nosotros; así también, nosotros debemos dar la vida por nuestros hermanos.
Pues si uno es rico y ve que su hermano necesita ayuda, pero no se la da,
¿cómo puede tener amor de Dios en su corazón? Hijitos míos, que nuestro
amor no sea solamente de palabra, sino que se demuestre con hechos.»

San Juan
Los términos latinos que soportan estos tres aspectos molestos de las
relaciones interpersonales y la sana convivencia, son:

Divisiónderiva de divisio, -5nis, significa: discordia, desunión de los


ánimos y opiniones.

Porsu parte la disensión, deriva de dissensio, - ónis, se entiende como:


oposición o contrariedad de varias personas en los pareceres o en los
propósitos; contienda, riña, altercación.

Asímismo, discusión, deriva de discussóo, - ónis, que significa acción y


efecto de discutir; poner opiniones, ideas, razones, posturas en
contraposición o desacuerdo.

Estas modalidades forman parte de las diferencias individuales entre las


personas en cuanto a lo que creen es verdad, en lo que esperan del actuar de
otros o con respecto a sus planes y deseos. Cuando todo esto está en contravía
(choca con otros), se genera malestar y las personas asumen posiciones
unilaterales o exclusivas que les ponen a la defensiva con los demás.

El desacuerdo forma parte de la vida, en la medida en que son imposibles


los acuerdos unánimes frente a algo; en casos afortunados, los acuerdos se
dan cuando la comprensión, el amor, la tolerancia, el respeto y la bondad
entre las personas se permiten.

Pero estar en diferencia con otros es un mal cotidiano; en su sentido


negativo separa a las personas, las aparta, hasta generar cierto malestar y odio
entre ellas. De allí surgen los grupos, los partidismos, los sectarismos. En el
ámbito positivo pudiese sugerir que la filiación es un proceso normal en la
conformación de grupos, ideologías, pensamientos, que identifican a distintos
individuos con intereses afines. Aquí la pregunta es: ¿Qué tipo de intereses
particulares-benéficos/perjudiciales guían el pensamiento del grupo en
cuestión?

Las divisiones, disensiones y discusiones causan desagrado y heridas cada


día, en distintos lugares y estamentos, al interior de la familia misma. Por lo
general, en este tipo de tóxico emocional prima el egoísmo, los prejuicios, la
oposición, el desprecio, entre otros factores, mediante los cuales las personas
buscan tener y defender su razón a como dé lugar.

Como tóxico emocional, nos desgasta, nos resiente, nos hiere o frustra,
cuando el objetivo era llegar a un buen acuerdo o convenio. Mediante los
desacuerdos con matices negativos, interpretamos que contamos con
enemigos a nivel de pensamiento, de actuación, de trabajo en equipo.

Las discusiones y diferencias acaloradas conducen a la agresividad por la


defensa de lo que se considera la verdad del asunto. Las partes se asumen
agraviadas, ofendidas, despreciadas y se van a las palabras, cuando no a los
golpes, por demostrar su razón.

Los separatismos, las disensiones, dejan el sinsabor de que algo no ha sido


resuelto; conllevan el malestar de la incertidumbre por lo que pueda
acontecer en adelante, aparte del tiempo que se pierde mientras no se logren
los acuerdos.

LAS PERSONAS SE DIVIDEN Y DISCUTEN PORQUE...

Consideranque son las únicas que tienen siempre la razón.

Establecensu propio sistema de pensamiento (ético, religioso,


intelectual...), el cual asumen como una verdad absoluta e irrefutable.

Nose desprenden de su egoísmo, el cual siempre les hace pelear por sus
propios derechos, intereses y deseos.

Vivena la defensiva y, en muchos casos, se creen objeto de persecución,


observación, crítica y reaccionan con agresividad.

Consideranque todo cuanto hacen no debe fallar o fracasar por ningún


motivo, descartando la posibilidad de que así sea.

Noescuchan activamente a otros sino que responden impulsivamente a


cuantos no estén de acuerdo.

Enalgunos casos creen que con una comunicación agresiva pueden


mantener el control de sus semejantes.

IDENTIFIQUE, EVITE Y CONFRONTE LAS DIVISIONES,


DISENSIONES Y DISCUSIONES

Las siguientes sugerencias pueden ayudarle con respecto a este tóxico


emocional.

Nopelee por razones que no dignifican la vida humana, que no construyen,


ni edifican a la familia, amigos y personas en general.

Noentre en debates innecesarios con otras personas, cuando los motivos no


son trascendentales e importantes. Para pelear se requiere siempre de
dos pugilistas; si uno de ellos desiste no habrá enfrentamiento.

Escuchelas razones y explicaciones de los demás; esto demuestra interés y


comprensión en la solución de las diferencias y desacuerdos, tanto
personales como institucionales.

Renunciea pretender tener siempre la razón de las cosas, la verdad de la


vida y las decisiones perfectas en todo. Somos seres falibles.

Piensesiempre en que la unidad, la tolerancia, el respeto y la sana


convivencia generan más alegría y satisfacción en la vida que los
enfrentamientos personales producto del egoísmo humano.

Tengaen cuenta que muchas guerras, tragedias, enfrentamientos tienen en


la lucha por la verdad, la razón y la ideología ideal, aparte de la
avaricia, deseo de poder e injusticia social, sus más grandes fracasos.

Nuncaolvide que todos nos equivocamos, en uno u otro momento;


entonces será oportuno ser tolerante con las demás personas que, al
igual que nosotros, también se equivocan.

Evitemosla tendencia a estar criticando, juzgando, quejándonos de los


demás, caldo de cultivo para las divisiones y discusiones cuando haya
oportunidad.

Laspersonas problemáticas, conflictivas, agresivas, hacen bastante daño en


las relaciones interpersonales, a todo nivel; a veces estar a su lado con
amor y tolerancia, evita confrontaciones más graves o delicadas.

Estas preguntas nos ayudarán en la reflexión personal:

1. ¿En qué desacuerdos o diferencia de opiniones de cierta gravedad me


encuentro en la actualidad?

2. Una discusión delicada en la que algún día participé fue...

3. ¿Con qué grupos, personas, ideologías, sistemas estoy en total oposición y


por qué?

«Como la envidia y la ambición egoísta nos llevan a proteger nuestros


propios intereses a expensas de los demás, debemos considerar las luces
amarillas intermitentes. Cuando aparecen en nuestras vidas, indican, al igual
que los semáforos: ¡cuidado! ¡Esté listo para detenerse! Eso no quiere decir
que todo esfuerzo por protegernos esté mal. Si no cuidáramos nuestra propia
seguridad adecuadamente moriríamos a temprana edad. Lo que debemos
hacer es asegurarnos a nosotros mismos sin tomar en cuenta los intereses y
las necesidades de los demás.»

RBC Ministries

«Siempre he considerado que las personas que no tienen problemas con nadie
son, al menos, sospechosas de no decir lo que sienten y lo que piensan.»

Walter Riso
En latín la palabra comprender, de donde deriva compresión, es
comprehénsió, comprehénsiónis, y se refiere a la capacidad de entender o
conocer algo. En contraposición está la incomprensión, con fuerte sentido
psicológico para referirse a un sentimiento que hace a la persona objeto de
confusión, indiferencia, desamor, rechazo.

La comprensión puede entenderse como una variación del sentimiento de


aceptación tan normal y común en la vida interpersonal. La persona necesita
experimentar su sentido de pertenencia, de integración, de filiación. Sin
embargo, no es suficiente sólo con ser aceptado, en un grupo, una familia o
relación interpersonal. También se requiere la comprensión, el entendimiento
de nuestras emociones, sentimientos y razones.

Cuando sentimos que no somos comprendidos o que nuestros motivos y


razones no cuentan para otros, la perspectiva de tóxico emocional aparece
para hacer sentir a la persona que no vale, que no son importantes su razones
y mucho menos sus convicciones.

Sentirse incomprendido hace que las personas busquen movimientos,


grupos, experiencias, estilos de vida, que generalmente vienen a añadir mayor
confusión a su manera de interpretar el mundo y vivir la vida.

El sentimiento de incomprensión nos hace daño en la medida en que


damos excesiva importancia a nuestro entorno, a la valoración y la
aprobación que otros nos conceden. Comenzamos a pensar que los demás y el
mundo no nos entienden y viene un sentimiento de amargura y rebeldía por lo
que nos sucede. Buscamos, entonces, escapatorias o muletas innecesarias.

Una perspectiva sana nos enseña que no necesariamente debe


aprobársenos todo o contar una apertura total de parte del mundo. Puede
pensarse esto cuando minimizamos la realidad de las diferencias individuales,
la competencia desleal, la resistencia a los cambios en distintas áreas de la
vida; los cambios y crisis sociales; los problemas y desafíos de la familia
actual... constituyen muchas variables que pueden hacer que las cosas no nos
brinden los mejores resultados.

De otra parte, nuestra intolerancia puede desembocar en que nada nos


agrade, o que no podamos soportar a muchas personas, con el consabido
sentimiento de incomprensión porque el mundo no es como uno quisiera y
mucho menos las personas actúan como lo deseamos.

Como tóxico emocional, sentirse incomprendido indica que prevalecen el


concepto y las decisiones de otros en nuestra vida, es decir, que damos
exagerada importancia al criterio de otros acerca de nosotros. No quiere decir
que los demás no importen y que su retroalimentación no sea buena en
muchos casos, pero la incomprensión asomará cada vez que nos sintamos
víctimas fatales del mundo, de las circunstancias y de las personas.

Aunque hayamos tenido experiencias desagradables de incomprensión en


algún momento de la vida, no podemos asumir una posición de víctima que
despierte en los demás otros sentimientos, simplemente porque mantenemos
cierta rebeldía y rencor por lo que nos ha sucedido. No es del todo ma lo
perdonar aquello que nos defrauda, que nos rechaza, que se nos opone,
porque así liberamos nuestra vida, y nos damos apertura a nuevas y
constructivas experiencias de vida.

LAS PERSONAS SE SIENTEN INCOMPRENDIDAS PORQUE...

Recibieronincomprensión en sus hogares; no se les prestaba real atención,


además de que sus opiniones o ideas no adquirían importancia alguna
para los demás.

-Han sido o son tratadas injustamente por otras personas.

Porsu intolerancia nunca aceptan otras razones o formas de proceder


adecuadamente en la vida. Nadie, entonces, les entendería.
Sonmuy susceptibles a lo que otros les dicen o les valoran.

IDENTIFIQUE, EVITE Y CONFRONTE EL SENTIMIENTO DE


INCOMPRENSIÓN

Las siguientes sugerencias pueden ayudarle con respecto a este tóxico


emocional.

Recuerdeque las opiniones de otros son valiosas en muchos casos, pero


usted debe decidir lo mejor para su vida.

Recuerdeque el Hijo de Dios (Jesucristo) sufrió la incomprensión de parte


de la humanidad que le rodeaba, pero siempre conservó el propósito de
su misión aquí en la tierra.

Pienseen que realmente no es necesario ni trascendental que otros hagan su


voluntad para tenerle contento o satisfecho. El trabajar en equipo, el
concertar con otros también da buenos resultados.

Nodude de su valor como persona, semejante a los demás. Esto hace que el
mundo sea un lugar donde las posibilidades de triunfar están
potencialmente dadas para todos.

Nopelee, ni discuta por tener la razón siempre y en todo. A veces nos


quedamos en las verdades a medias, las convicciones carentes de
práctica, la teoría de la vida pero no su práctica; el sentimiento de duda,
la incertidumbre de la vida o los consensos extremos ...Pero la vida
continúa enseñándonos a decidir cada vez mejor.

Siemprela mejor aceptación es la que usted se da a sí mismo, con sus


virtudes reales y sus defectos manifiestos.

Descanseen el hecho espiritual de que el Creador le conoce completamente


y comprende sus motivaciones más profundas. Esto es un maravilloso
alivio espiritual.
Practiquela oración a Dios como un medio de liberar sentimientos y
emociones negativas propias de la cotidianidad y el actuar imperfecto
del hombre.

Estas preguntas nos ayudarán en la reflexión personal:

1. ¿Cuál considero ha sido mi mayor experiencia de incomprensión en la


vida?

2. ¿Qué puedo hacer para mejorar o contribuir en la comprensión de otras


personas?

3. ¿Soy muy susceptible cuando no se aceptan mis razones, ideas o


decisiones?

«La gente sufre agudamente cuando piensa que nadie la quiere ni la


comprende. No basta decir que los seres abrumados por la soledad no se
desarrollan totalmente. La frustración que causa esta necesidad insatisfecha
es causante de varios síntomas neuróticos, muchos de los cuales pueden
llegar a ser graves. La fantasía excesiva, el tartamudeo, la pérdida del apetito,
la depresión, varias formas de obsesión, así como otros síntomas más, se
desarrollan muchas veces cuando de continuo la persona se siente rechazada
o aislada. Algunos padecen verdaderas indisposiciones gástricas,
palpitaciones cardíacas, y molestias y dolores musculares de origen
desconocido.»

Clyde Narramore
La palabra traición viene del latín traditio, -ónis, y puede entenderse como
una falta a la fidelidad, la lealtad, la honradez, que se ha prometido o se debe
a otra persona; también a un grupo, institución u organización específica. Por
su parte, engañar viene del latín ingannáre, que significa burlar, pero consiste
en «dar a la mentira apariencia de verdad» e «inducir a alguien a tener por
cierto lo que no lo es, valiéndose de palabras o de obras aparentes y
fingidas».

Traición y desengaño forman parte de las manifestaciones del desamor,


donde la persona con sus hechos, palabras, actitudes, actos en general, hace
daño a los demás, burlando la confianza y credibilidad recibida, incluso
adquirida con el paso del tiempo.

Nuestro mundo, desafortunadamente, no se caracteriza por unos altos


cánones de lealtad, integridad u honestidad. Los medios informativos cada
día dan cuenta de la traición, el fraude, la deshonestidad, el engaño y la
astucia, como medios de «salir adelante» o «triunfar». Sin embargo, la
experiencia nos enseña que las consecuencias del engaño tarde o temprano
producen heridas graves a todo nivel, cuando no problemas y consecuencias
que perduran en el tiempo.

Las personas sin escrúpulos, despreciativas, frías, calculadoras e


indiferentes en su trato con los demás, se prestan para el engaño y la traición,
en muchas ocasiones. De allí que, como tóxico emocional, el engaño burla y
frustra nuestra confianza, acaso la esperanza que hayamos depositado en
cierta persona, grupo, ideal, proyecto alguno. No porque debamos creer
absoluta y ciegamente en los demás (esto no sería muy sano), sino porque
uno nunca espera el engaño y la traición de otro. Por el contrario, deseamos
que nos valoren, aprecien y cuenten con nosotros.

La traición en la vida cotidiana trae el dolor, la amargura y el


resentimiento, por la herida y burla sufrida. El engaño quita la exclusividad y
el valor personal. Indica que se vale igual que cualquier cosa y que como tal
no importa lo que haya pasado. Como consecuencia de ello la persona se
vuelve desconfiada, aprensiva y prevenida, en adelante, porque la confianza
natural y espontánea ha sido dañada, defraudada.

A nadie, en realidad, le gusta sentirse objeto de burla o engaño. Se brinda


respeto para recibir respeto; se brinda amor para recibir amor; se confía en el
otro porque se espera tal confianza recíproca, así como el compromiso que
toda relación demanda en esencia.

El engaño y la traición rompen con los compromisos o acuerdos


establecidos; la parte que causa el daño, da a entender que no le interesan los
medios adecuados y legales para operar en la relación y recurre a actos
dañinos para obtener sus objetivos.

El engaño deja un sinsabor que a veces el paso de los años no logra borrar
o sanar perfectamente. La proporción del engaño parece influir en el dolor y
«profundidad» de la herida. En este sentido, no es lo mismo ser traicionado
por el cónyuge, que ser engañado en algún monto de dinero o proyecto. No es
lo mismo que un hijo traicione la confianza de sus padres, a que un amigo no
desee hablarnos más.

Así que, nada más sano que ser transparente, auténtico, con las demás
personas. Pensar que a nadie le agrada verse asaltado en su buena fe o
burlado en sus narices. Bajo el principio de que todos somos dignos y
merecedores de respeto, cualquiera que sea nuestra situación, posición o rol
social.

LAS PERSONAS ENGAÑAN, TRAICIONAN PORQUE...

-Probablemente tuvieron ese ejemplo en su infancia.

Fueronengañadas y traicionadas; ahora en resentimiento lo hacen con otras


personas.
Sualtivez y orgullo les hacen sentirse en la capacidad de engañar y no ser
leales con otros.

Hacenmal uso del poder y no tienen en cuenta que pueden dañar a sus
semejantes.

Loasumen como un comportamiento normal en la sociedad. «Casi todo el


mundo lo hace.»

-Piensan que así pueden conseguir cuanto se propongan.

IDENTIFIQUE, EVITE Y CONFRONTE EL ENGAÑO, LA TRAICIÓN Y


EL DESAMOR

Las siguientes sugerencias pueden ayudarle con respecto a este tóxico


emocional.

Recuerdeque usted vale mucho como persona. Esto está por encima del
egoísmo de otros, de los comportamientos inadecuados, de la violencia
y el maltrato, del odio y la falta de oportunidades. Usted es valioso y
debe enfrentarse a las anteriores manifestaciones de desamor.

Lapersona que engaña, cambia de comportamiento y rutina. Por más que


oculte la culpa, comienza a buscar salidas en comportamientos
inusuales o sospechosos.

Recuerdeque no existe nada oculto debajo del sol, al menos para Dios.
Finalmente, tarde o temprano todo se sabe.

Exijarespeto y compromiso en sus diversas y sanas relaciones


interpersonales. No entre en el juego de la doble moral, la
deshonestidad y el engaño.

Perdonecuando sea necesario. Sin embargo, esto no quiere decir que esté
obligado a someterse a cualquier cantidad de vejámenes, en detrimento
de la propia integridad personal.
Seaconsciente de que uno debe tratar a los demás así como desea que le
traten a sí mismo.

Nuncaolvide que el engaño y la traición ha dañado muchos matrimonios,


negocios, instituciones... a veces de manera irreparable.

Tengaen cuenta que se vive en un mundo donde las personas se equivocan


constantemente; algunas equivocaciones son graves: pecados, fraudes,
engaños, maltrato, violencia... deben ser combatidos cada día en los
hogares y relaciones interpersonales diversas para construir una mejor
convivencia.

Valoresu integridad personal y su dignidad; ellas no tienen precio alguno.

Preguntas para la reflexión personal:

1. ¿Cuándo fue la última vez que fui engañado o traicionado en alguna faceta
de mi vida?

2 ¿He perdonado a quienes algún día me engañaron?

3. ¿Tengo un comportamiento honesto e íntegro en todo cuanto hago? ¿Qué


debo mejorar?

«Afortunadamente, las personas están exigiendo regresar a las normas éticas.


Es algo que se está poniendo de moda en nuestra sociedad, y la verdad ya era
hora. Por desgracia, están utilizando los términos equivocados. Debemos
preocupamos por enseñar integridad, porque las personas con integridad se
comportarán de una manera ética.»

Zig Ziglar

«Usted ya ocupa un lugar importante en el mundo, si es reconocido como un


hombre de integridad cabal, si se puede confiar totalmente en usted. Si
cuando dice que algo es de cierta manera, así es; si cuando dice que hará
algo, lo hace, entonces usted lleva consigo un pasaporte al aprecio universal.»

Grenville Kleiser

«Que nadie abuse ni engañe en este asunto a su prójimo, porque el Señor


castiga duramente todo esto, como ya les hemos advertido.»

1 Tesalonicenses 4.6
Del latín dépelló, is, ere, dépuli, dépulsum, que significa echar abajo,
rechazar, detestar.

Dentro de los límites «normales» o adecuados, toda persona en pleno uso


de sus facultades precisa del aprecio, la aceptación y la estima de los demás.
No porque necesariamente debamos esperar de los demás la aceptación total
e incondicional. Tampoco porque en caso de no recibir aceptación o aprecio
nuestra vida deba trastornarse y verse profundamente afectada y carente de
sentido.

Un evento es que sea deseable y sano para la vida afectiva el afecto, el


amor, la aceptación y valoración, otro que hagamos de los demás los centros
de nuestro bienestar emocional en cuanto a aceptación y aprobación se
refiere. El equilibrio está dado en agradecer a la vida por aquellos que nos
valoran sinceramente (perdonando y comprendiendo a los que no
agradamos), y la propia aceptación que nos otorgamos para vivir más felices
con nosotros mismos.

Así que es muy agradable que otros nos acepten y brinden su empatía,
pero nos enfrentaremos con múltiples situaciones de rechazo y oposición en
las diversas relaciones interpersonales.

El rechazo es muy desagradable y desalentador. Como tóxico emocional


nos hace sentir carentes de valor, de utilidad, además de hacernos dudar de
nuestros propios dones y logros. La persona que rechaza, manifiesta
directamente su desamor y desacuerdo radical por la postura o existencia del
otro. El rechazo expresa cierto odio por lo que otro hace, es o piensa. El
rechazo aleja o mantiene una actitud crítica e intolerante constantemente.

En nuestra sociedad, por lo general, las personas nos adscribimos a grupos,


ideologías, estilos de vida, formas de pensamiento... que sirven, en caso
negativo, para filtrar qué tipo de personas nos caen bien, entran en nuestros
intereses personales o cuáles debemos rechazar porque no participan de
nuestro propio estilo de vida.

A partir de allí, hacemos acepción de personas y determinamos quiénes


son valiosas o no; por tanto, a quiénes rechazar y a quienes aceptar. Puede
verse, entonces, que el rechazo es una modalidad de egoísmo por cuanto
alguien o algo no encajan en nuestra vida.

Aunque las diferencias individuales, los gustos y las preferencias varían


notablemente de una persona a otra, y es normal que no podamos andar
juntos y en armonía todo el tiempo, no por eso debe expresarse desprecio a
los demás, dignos también de ser respetados en sus intereses.

Es claro que, se habla aquí desde el ámbito del bien y lo bueno, porque
existen grupos y subgrupos en contra de la dignidad humana y los valores y
principios morales óptimos para una convivencia mejor en sociedad.

La aceptación sana no tiene nada que ver con grupos violentos, redes de
prostitución, maltrato infantil, secuestro, drogas, terrorismo, etc., que causan
mucho daño a la sociedad cada día.

La aceptación es la posibilidad de poder valorar al otro, aparte de la


oportunidad que tiene cada día de cambiar y mejorar su camino en la vida.
Situación contraria que el rechazo manifiesta.

LAS PERSONAS RECHAZAN PORQUE...

Fueroneducadas con la idea de que son mejores que los demás (clase
social, estilo de vida, preferencias, etc.).

Norecibieron, en algunos casos, afecto de sus padres; en cambio hubo


desprecio y confusión emocional.

Seadscriben a grupos con ideologías, religiosidad, éticas, filosofías,


costumbres extremas en sus concepciones y estilo de vida.
Sonmuy críticas e intolerantes en sus concepciones personales y su visión
del mundo.

IDENTIFIQUE, EVITE Y CONFRONTE EL RECHAZO

Las siguientes sugerencias pueden ayudarle con respecto a este tóxico


emocional.

Esmuy grato y placentero sentirse muy valorado y apreciado, pero en


algunos casos no se será objeto de devoción de ciertas personas. Tener
esto muy claro evita la incomprensión, los sentimientos negativos
propios del rechazo, además de centrar a la persona en la realidad
imperfecta que vive en cuanto a relaciones interpersonales se refiere.

Cultiveuna buena autoestima sana, mediante la cual usted sea consciente


de su valor, sus talentos y habilidades, y reconozca los puntos débiles
en los cuales debe mejorar como persona. Una buena autoestima pro
tege sanamente de las influencias negativas y despreciativas del medio
social.

Prepárese,actualícese, proyéctese cada día en sus metas y proyectos, así


fortalecerá el concepto de sí mismo, como una persona valiosa ante
Dios.

Comprendaque las personas cuentan con intereses y motivaciones


diferentes. Esto también implica una educación y crianza distintas. Así,
es más fácil entender que en el mundo el amor es un ideal y práctica
por realizar, pero no algo que caracterice absolutamente a las relaciones
interpersonales.

Orea Dios y descargue aquellas impurezas y malestares emocionales que


hacen de la vida una carga de estrés, ansiedad y angustia.

Pienseen las personas que le aman con sinceridad y sin condiciones


(esposa, hijos, familia, acaso amigos). Dele gracias a Dios por ellas,
porque le aceptan como usted es y esperan lo mejor en todo cuanto
hace.

Actúecon la motivación de que desea hacer las cosas bien y con


excelencia, no para que otros, necesariamente, lo vean, lo aprueben o
determinen si usted es valioso y útil o no.

Preguntas para la reflexión personal:

1. ¿Cuál ha sido mi mayor experiencia de rechazo padecida en la vida?

2. ¿Cómo trato a las personas que quizá no estén de acuerdo con mi estilo de
vida y forma de pensar?

3. ¿Qué personas actualmente no son de mi agrado? ¿Qué puedo hacer para


mejorar mi actitud hacia ellas?

«C.S.Lewis una vez aconsejó que, si no se siente amor por otra persona, actúe
como si fuera así y la emoción a menudo va a seguir al comportamiento; se
va a encontrar a sí mismo sintiendo, si no amor, por lo menos afecto y
simpatía. Las parejas en un matrimonio en dificultades pueden lograr muchas
cosas buenas sencillamente al hacer algo atento y considerado por el otro y al
obrar de forma cariñosa y tierna. Tal acción no sólo puede producir más amor
de su pareja; también puede cambiar cómo se siente en su interior.»

Citado por Alan Loy Mc Ginnis


Del latín actitúdo, se entiende generalmente como una disposición anímica
frente a las personas, eventos, objetos y demás situaciones en general.

No es fácil explicar por qué las actitudes negativas forman parte muy
cotidiana en la vida de las personas. Si bien la actitud se define como una
tendencia valorativa, afectiva y cognitiva hacia las personas y todo cuanto
nos rodea, no siempre dicha actitud es de carácter positivo; en muchos casos
es negativa, generando rechazo, incomodidad, indiferencia, agresividad, entre
otros, en las personas.

Que no seamos del agrado de todo el mundo en general, indica que la


simpatía, el aprecio, el afecto, el amor y la empatía son carencias que a veces
se manifiestan entre las personas. Nos volvemos muy selectivos y exclusivos
con respecto a los demás, y así juzgamos y establecemos con quiénes
tenemos actitudes positivas o negativas.

Como tóxico emocional las actitudes negativas de los demás pueden


cargar nuestra afectividad e interioridad, haciéndonos sentir rechazo,
indiferencia, acaso desprecio. Cuando los demás no tienen una disposición
positiva con nosotros, sentimos que no encajamos en las relaciones con otros.
Apar te, claro está, que entendemos el desamor y los prejuicios que se dan
entre las personas, a veces sin fundamento alguno.

No sabemos realmente por qué en numerosas ocasiones no le caemos bien


a otras personas, por qué no es fácil constituirnos en sus amigos; por qué la
antipatía se genera automáticamente por otros. Lo que sí sabemos es que las
actitudes negativas indisponen a las personas, frenan u obstaculizan procesos
y decisiones grupales. Las actitudes negativas generan enemistades cuando se
hacen frecuentes entre miembros de un grupo, área o sección.

Las actitudes negativas, por su parte, desdicen del carácter bondadoso del
hombre y evidencian su falta de amor por el prójimo, aparte de ser una
actitud prepotente en cuanto a lo que otros son o hacen.

Con dichas actitudes será casi imposible llegar a acuerdos, porque las
personas se predisponen unas con otras, cayendo en un círculo vicioso donde
cada cual defiende su razón y manera de percibir el mundo, las interacciones
y decisiones.

LAS PERSONAS TIENEN ACTITUDES NEGATIVAS CON OTROS


PORQUE...

Consideranque su estilo y calidad de vida son mejores que la de los demás.


En caso afirmativo, se creen con mayores derechos y dignidad.

Hanpermitido que su mente se llene de prejuicios y pensamientos


negativos acerca de otras personas.

Quizáno fueron educadas en buenas maneras, donde el respeto y la


aceptación eran importantes para la vida.

Notoman en serio la necesidad de cambio personal hacia la obtención de


un buen carácter.

-Son intolerantes y muy críticos con los demás.

IDENTIFIQUE, EVITE Y CONFRONTE LAS ACTITUDES NEGATIVAS

Las siguientes sugerencias pueden ayudarle con respecto a este tóxico


emocional.

Recuerdeque todos somos diferentes; algunos expresan mayor afectividad


que otros; otras personas son muy frías en su trato; las hay que
manifiestan una indiferencia y despreocupación por todo. Es bueno
saber que la madurez emocional enseña mucho gracias a todas estas
actitudes.
Laspersonas actúan dependiendo de cómo se sientan; una persona alegre
manifiesta alegría, una persona amargada esparce su amargura en su en
torno; así mismo, las actitudes negativas se exhiben en cualquier lugar;
se amparan en el estado anímico o educación de la persona. Como
aquel que tiene mala cara todo el tiempo.

Nuncaolvide que es imposible caerle bien a todo el mundo. De un


momento a otro aparecerán el rechazo, el desprecio, la antipatía, las
indiferencias... las actitudes negativas.

-No dé mayor importancia a lo que no la merece. Para que algo nos afecte
o nos llame la atención requiere que nos concentremos un poco en ello,
como en el caso de dar excesiva importancia a las actitudes
inadecuadas de otros.

Lamejor actitud es aquella disposición contenta y constante que usted


puede tener consigo mismo.

Preguntas para la reflexión personal:

1. ¿Qué actitudes negativas de otras personas hacia mí he experimentado


últimamente?

2. ¿Cuál es mi actitud frente a otras personas con las que no estoy de acuerdo
o tengo poco en común?

3. ¿Cómo evalúo mis actitudes con los demás en general?


«A menudo las personas se quejan por cómo esta o aquella persona están
poniendo expectativas en ellos, como si una expectativa fuera algo que se
pudiera colocar en el cerebro de alguien. Mientras que asimilamos las
expectativas de nuestros padres, y puesto que convertirse en adultos involucra
separarse de ellos, imaginemos cómo nuestras actitudes y expectativas son
con mayor razón diferentes de las suyas. Cuando comenzamos a aceptar
nuestra responsabilidad por nuestras propias actitudes, podemos ser libres de
las expectativas que otros ponen en nosotros.»

Henry Cloud
Estos términos proceden de las palabras latinas: conflictus, probléma (y éste
del griego TrpópXrl y difficultas, -átis.

Una dificultad, en un sentido más psicológico, es un inconveniente, una


contrariedad que impide conseguir, realizar, comprender bien algo; es una
tensión entre opciones, decisiones, interacciones, frecuentemente de tipo
personal y que, al no ser resueltas, causa malestar y sufrimiento a la persona.

Por su parte, un problema es una situación que requiere solución, por la


misma resistencia u oposición que ofrece al individuo. Los problemas se
presentan como obstáculos a lo que se desea conseguir. Cuando alguien dice
«tengo problemas», hace referencia a eventos que impiden un normal y
adecuado funcionamiento del orden de las cosas, acaso su estilo de vida.

En última instancia, los conflictos presentan una marcada connotación


emocional en el ámbito de las relaciones interpersonales. Psicológicamente se
entiende como: «Coexistencia de tendencias contradictorias en el individuo,
capaces de generar angustia y trastornos neuróticos».

Aunque en cierto sentido podría decirse que estos tres términos y procesos
de la realidad personal e interpersonal confluyen, generalmente los usamos
para indicar que algo molesto o resistente debe resolverse.

En realidad, la vida está llena de ellos y la resolución de algunos


problemas, conflictos y dificultades presupone nuevas vicisitudes por
resolver. La vida en muchos momentos parece ser la conjunción de múltiples
dificultades que deben ser enfrentadas y resueltas para dar sentido a la
existencia, madurar como persona y valorar la misma experiencia diaria.

A nadie, dentro de los límites de lo natural, le encantan los problemas,


pues demandan de nosotros diferentes recursos con los cuales a veces no
contamos o nos sorprenden con su inoportunidad.

Como tóxico emocional, los problemas, las dificultades y los conflictos,


ponen a prueba las fuerzas, los recursos psicológicos las habilidades y
competencias, la espiritualidad, las interacciones personales, etc., en los
individuos a cualquier nivel. Se presentan entonces, cuando no se asumen con
buena actitud, el agotamiento, el estrés, las diferencias personales, la angustia
y la desesperación.

Frente a lo anterior algunos han llegado a decir que la felicidad radica en


la ausencia de problemas y dificultades. Sabemos que esto no es cierto en
realidad, pues los desafíos, logros y metas en la vida, cuentan siempre con
cierta resistencia antes de ser exitosos. La oposición, el fracaso, las
imposibilidades, juegan un papel importante en la motivación del individuo
que no se rinde hasta lograr su cometido o resolver sus dificultades.

Los problemas giran en torno de las necesidades del hombre y contribuyen


a su crecimiento personal, espiritual, familiar, laboral y social. Las
dificultades hunden a algunas per sonas en la depresión y la derrota; a otras
las remontan a las alturas del éxito y el logro.

Sin embargo, cuando otros son la fuente de la mayoría de nuestros


problemas, nos cargamos y estresamos por la presión ejercida. Podemos
llegar a asumir resignadamente nuestra impotencia al respecto. También
podemos sentirnos víctimas de los demás; de sus errores, afanes o
manipulación. Las dificultades que otros nos causan nos hacen aprensivos a
situaciones similares, nos predisponen al tener que confiar en otros. Las
cargas de otros, cuando son negativas, forman parte de un círculo vicioso de
irresponsabilidad y manipulación. De esta manera, vivimos la vida al son de
los errores, defectos y cinismo de las demás personas, no dadas al cambio
personal y la calidad de vida.

Si bien no debemos ser insensibles a las necesidades y dificultades de


otros (nuestro deber es ayudar), sí es bueno discernir cuándo la situación es
producto de los defectos no mejorados de otros, de su negligencia o carácter
conflictivo y problemático.

LAS PERSONAS GENERAN PROBLEMAS, CONFLICTOS Y


DIFICULTADES PORQUE...

Sonimperfectas en su manera de actuar. Siempre existe la posibilidad de


actuar mejor y ser mejor persona. Esto no caracteriza a la mayoría de la
gente.

Encuentrandificultades en cuanto hacen o en lo que otros hacen. A partir


de ahí, plantean inconformismos, discusiones, divisiones, resistencias,
complicaciones a los demás.

Aprendierona ser conflictivas; recibieron retroalimentación emocional


muy confusa en alguna época de su vida; no saben qué elegir o cómo
actuar adecuadamente. Por ello crean dificultades.

Encuentranfácilmente los detalles negativos en las situaciones, eventos y


demás personas.

Presentandificultades emocionales que les hacen actuar mal; generan duda,


manipulación, incomprensión, oposición, antagonismo.

Sufalta de paz interior les produce comportamientos ansiosos, sin control,


acaso desmedidos.

IDENTIFIQUE, EVITE Y CONFRONTE LOS PROBLEMAS,


CONFLICTOS, DIFICULTADES

Las siguientes sugerencias pueden ayudarle con respecto a este tóxico


emocional.

Recuerdeque existen varios tipos de problemas; unos son los que surgen de
la dinámica de un mundo imperfecto con personas imperfectas; otros
son aquellos que generamos nosotros mismos por nuestros errores y
equivocaciones; y los hay que están en las manos de Dios para
enseñarnos grandes lecciones en la vida y hacernos madurar como
personas. Lo importante es que no seamos la fuente de nuestros
problemas y conflictos, mucho menos la de los demás.

Seencontrará con personas problemáticas y conflictivas; interactuar con


ellas no es muy fácil. La comprensión, el amor y la tolerancia ayudarán
mucho en la paciencia que se requiere con estas personas.

Tengaen cuenta que los problemas son inevitables (es imposible vivir una
vida sin dificultades). Lo que sí implica una responsabilidad es la
actitud, manera y acciones que realizamos para enfrentar las
adversidades de la vida. En ello radica la diferencia entre quienes
aprenden de los problemas y quienes se hunden en ellos.

Cadavez que se enfrente una dificultad, angustia, problema o adversidad,


ruegue al Creador por su signifi cado y bendición para su vida. Esto es
todo lo contrario a resentirse con la vida, con todo, procurando
respuestas meramente intelectuales al caso.

Tengaen cuenta que, aunque los problemas son inevitables, muchos de


ellos podemos sortearlos con adecuadas decisiones, una actitud sencilla
ante la vida y el valor de la experiencia en todos nuestros actos.

Aveces existirán dificultades muy grandes y quizá catastróficas en la vida,


pero es bueno recordar que para todo existe una salida o posible
solución. Es allí donde hay que concentrar las fuerzas, aparte de que
surgirán las grandes decisiones y bendiciones en la vida.

Aprendaa dar una proporción adecuada y real a lo que llamamos un


problema o dificultad; que este sea un desafío natural por resolver, no
la tragedia o el acabose en la vida personal.

Recuerdeque no es sano estar esquivando las dificultades de la vida; detrás


de ellas hay crecimiento y desarrollo personal, incluso espiritual. La
búsqueda constante del placer, la satisfacción o que todo esté bajo
control no es sano, ni adecuado, pues al final traerán mayor vacío e
insatisfacción personal.

Noolvide que los problemas tocan todas las áreas de la vida. Esto permitirá
que usted se enfrente a la decisión de su madurez personal constante y
en cualquier situación o relación interpersonal que viva.

Preguntas para la reflexión personal:

1. ¿Cuál considera que ha sido su mayor problema en la vida? ¿Qué hizo al


respecto para su solución?

2. ¿Cuáles considera que son los mayores problemas y dificultades del


mundo actual?

3. ¿Cuál es su actitud cuando se presentan problemas inevitables de la vida?


¿Cómo reacciona?

«Los problemas son la herramienta principal que Dios utiliza para llevarnos a
agotar nuestros propios recursos y colocarnos en la profunda experiencia de
todas sus riquezas.»

Michael Wells

«Si existiera un enorme tranquilizante que no nos hiciera pensar en nuestras


dificultades, pocos de nosotros lo tomaríamos, porque sabemos que a menudo
las dificultades sacan lo mejor de nosotros.»

Alan Loy Mc Ginnis


El término adicción viene del latín addictio, -5nis, que significa un hábito
fuerte que domina a la persona en cuanto al consumo de ciertas drogas
tóxicas, una dependencia de ciertos juegos o comportamientos inadecuados
con bastante implicación psicológica.

De manera que si ligamos los conceptos de adicción y trabajo,


obtendremos una tendencia actual, mediante la cual las personas hacen de su
trabajo su todo, el amo o controlador de su vida y su tiempo. Así, lo que
constituye una fuente de gratificación, sustento y progreso, desencadena en
una rutina caracterizada por el estrés laboral, la desorganización y el olvido
de otras prioridades en la vida (familia, recreación, descanso, otras
actividades).

El mundo actual implica una dinámica acelerada de los procesos, así como
el cambio constante en los avances tecnológicos y el ritmo propio del trabajo.
En ningún momento la producción de las grandes industrias cesa, así como
los distintos servicios que incrementan la producción y la productividad en
las organizaciones. Sencillamente, la actividad laboral se hace incesante.

Sin embargo, la manera en que los operarios, funcionarios o empleados


diversos responden a una jornada de trabajo, su perspectiva de la vida laboral
es distinta. Para muchos el trabajo llega a ser su orgullo y fin último,
sacrificando un tiempo valioso para compartir con otros o realizar nuevas
actividades, pues todo gira en torno a su trabajo. En otros, el trabajo es una
carga pesada cada día, donde no se ve fruto alguno o formas de salir adelante.
Se asume porque no existe otra posibilidad en la vida.

Para innumerables personas el trabajo es su refugio, donde logran sentirse


familia, donde ponen a prueba sus capacidades, con el riesgo de cerrarse en
él, sin ninguna otra perspectiva.
Cualquiera que sea nuestro trabajo (por supuesto llamamos así a una labor
digna que genera progreso a la persona en cualquier nivel), nuestra actitud
hacia él es muy importante, pues es preciso tener en cuenta que forma parte
de un tiempo de nuestra vida, pero no el todo por el cual vivimos. De esta
manera, la persona adicta al trabajo (workaholic o trabajólicos), presenta
algunos rasgos identificados, así:

-Ansiedad, irritabilidad.

-Deseo de trabajar más.

Sentimientode insuficiencia en cuanto se hace o trabaja.

-Perfeccionismo.

-Desorganización.

-Falta de manejo del tiempo.

-Depresión.

-Ambición desmedida por los logros.

Faltade control en establecimiento de prioridades (todo se vuelve


importante y urgente).

-Alejamiento de la familia.

-Ausencia de descansos y vacaciones.

-Obsesividad por los detalles.

-Llevar trabajo al hogar.

-Otros.

Como se aprecia, este es un tóxico emocional muy propio de la época


contemporánea, donde la productividad y la exigencia de progreso y logro
desmedido, hacen perder a la persona la perspectiva sana y equilibrada de la
jornada laboral, cualquiera sea su rol y nivel.

LAS PERSONAS SON ADICTAS AL TRABAJO PORQUE...

Fueronsobreexigidas en alguna época de su vida; de esta forma


aprendieron a realizar grandes esfuerzos, siempre insuficientes e
insatisfactorios.

Quizácarezcan de afecto en su hogar y encuentran en su trabajo un refugio


o fuente de calidez humana.

Cuentancon logros y metas desproporcionadas o muy exigentes en su vida;


piensan que lograrlo depende exclusivamente de su actividad laboral.

Nocontrolan su tiempo y, por tanto, no dan a cada actividad integral en la


vida su espacio correspondiente.

Nocuentan con la capacidad de decir no, asertivamente, comprometiéndose


a todo tipo de labor extra.

Danmuchas vueltas en torno de una actividad, proyecto o labor, de forma


que les absorbe todo su tiempo y fuerzas.

IDENTIFIQUE, EVITE Y CONFRONTE LA ADICCIÓN AL TRABAJO

Las siguientes sugerencias pueden ayudarle con respecto a este tóxico


emocional.

Eltrabajo es fuente de dignificación del hombre, no motivo de opresión o


frustración constante. Esta actitud es importante a la hora de dar su
lugar a la actividad laboral, como un tiempo más en la vida.

Cumplalos horarios para los cuales usted fue contratado. En dicho tiempo
debe ser necesario que usted desarrolle sus labores. Nadie se hace
realmente más rico o progresista por anclarse y prolongar su estancia
en el sitio de trabajo. No acostumbre a la empresa, organización o
entidad a que cuente con «todo» su tiempo.

Enmuchos casos, innumerables personas ven que trabajan más pero


progresan menos. Cuando se hacen las cosas con calidad y excelencia
en el tiempo adecuado, se disfruta más de lo mucho o poco que se
logra.

Programetiempos de recreación, esparcimiento y lúdicos con su familia.


Procure que esto sea constante, cada fin de semana. Si usted es soltero,
no por ello considere que su vida la deba absorber el trabajo. Descanse
y disfrute sanamente de la vida.

Pienseen que nadie está exento del estrés laboral y de los diversos
problemas físicos que genera un tiempo desmedido y absorbente en las
actividades laborales.

Tengapresente que las metas, tareas y/o desafíos laborales implican cierta
cantidad de estrés y ansiedad que es bueno manejar y no dejar
acumular. La tensión pronto hace estallar a la persona, con
consecuencias emocionales y fisiológicas.

Preguntas para la reflexión personal:

1. ¿Cuál es mi horario de trabajo? ¿Lo cumplo?

2. ¿Qué tareas de mi actividad laboral me generan mayor estrés, tensión o


ansiedad? ¿Qué hago al respecto para manejar la situación?
3. ¿Qué tiempo y lugar real ocupa el ocio en mi vida? ¿Qué tipo de
actividades recreativas realizo?

«El desafío más importante, por lo menos para mí, es anteponer mi familia a
mi profesión, mi trabajo, mi negocio, mis amigos, mis posesiones. Creo
sinceramente que cumplir con todas las demás obligaciones y
responsabilidades y descuidar a la familia sería lo mismo que dedicarse a
ordenar las sillas en la cubierta del Titanic. O, como bien se había dicho, "no
hay ninguna institución que pueda reemplazarla". La familia es la institución
fundamental que determina el futuro emocional, intelectual, espiritual, moral,
social y económico de los individuos y de toda la sociedad.»

Citado por Stephen Covey

«El mejor trabajo es aquel que nos plantea un desafío superable y utiliza al
máximo nuestras aptitudes intelectuales o físicas. Según los estudios del
psicólogo industrial de la Universidad de Chicago, Mihaly Csikszentmilhalyi,
el trabajo ideal nos estimula, nos excita, nos implica y nos plantea algún tipo
de reto sin sobrepasar nuestras posibilidades. Es el trabajo que nos absorbe,
nos concentra, nos abstrae y nos traslada a un estado de conciencia placentero
- que él llama "fluidez mental" - que permite la inmersión total en un
proyecto durante horas, sin darnos cuenta del paso del tiempo. Especialmente
afortunados son quienes logran combinar su trabajo con su afición, los que
pueden decir de verdad aquello de "me pagan por hacer lo que me gusta" o
"mi trabajo me llena tanto, que lo haría aunque no me remunerasen".»

Luis Rojas Marcos


Término derivado del griego UrroKpuYía. Se entiende como un fingimiento
o falsedad en los sentimientos, cualidades o actitudes que se tiene con otros o
con algunas cosas y eventos.

La autenticidad en una persona no es un hecho que se logre de la noche a


la mañana. Ser lo que se es; ser íntegro, singular, honesto, son valores y
virtudes que se desarrollan con el tiempo, a medida que la persona reconoce
su individualidad, como susceptible de mejorar y reflejar a los demás lo
mejor de la vida.

Las relaciones interpersonales nunca son fáciles. El acoplamiento, la


comprensión y la adaptación que las personas requieren entre sí, llega en
muchos casos después de grandes dificultades por las diferencias del carácter,
los gustos e intereses personales.

Por lo demás, es posible que las personas no exhiban realmente lo que son
y muestren actitudes y expresen sentimientos contrarios a lo que
verdaderamente desean o sienten. Así, muchas relaciones pueden basarse en
la falsedad y falta de autenticidad entre las personas.

La hipocresía es una distorsión de la verdad, la autenticidad, la honestidad


y la consideración con otros. Significa mostrar una doble cara, incluso una
doble moral frente a lo que otras personas podrían ser para uno; en el fondo la
hipocresía es una manifestación de rechazo, desprecio; es una falta de
compromiso ante la posibilidad de desarrollar relaciones comprometidas o
que respeten la integridad del otro.

Como tóxico emocional la hipocresía puede cargarnos al percibir los


comportamientos injustos, falsos, desconcertantes de los demás hacia
nosotros. Aprendemos a no fiarnos de estas personas y saber que nos pueden
afectar de una u otra manera. Hasta podemos correr peligro con ellas cuando
llegan a calumniar, murmurar o chismorrear lo incierto o falso.

Muchas veces no sabemos por qué le caemos mal a otras personas, por qué
no logramos su empatía o aceptación. Sin embargo, la vida no es un
manantial de rosas o un horizonte colorido donde todo alumbre. Se presentan
la incomprensión, el desacuerdo, la crítica, la envidia... que hacen a las
personas asumir una posición falsa con sus semejantes.

LAS PERSONAS SON HIPÓCRITAS PORQUE...

Tuvieronejemplo en su hogar de acciones, actitudes y sentimientos falsos


de sus padres, cuidadores o familia en general.

Sientenenvidia de otras personas en algunos aspectos: estilo y calidad de


vida, carácter, moda, costumbres, lenguaje, etc.

Noson auténticas y consideran que otras tampoco lo son o lo pueden ser.

Novaloran a los demás en sus cualidades, valores y habilidades.

Seadscriben a grupos sectarios, unilaterales, exclusivos, que no aceptan


otras miradas y perspectivas de la vida.

Nocreen que en la vida se puedan aprender o lograr verdades para el


beneficio de la propia existencia.

IDENTIFIQUE, EVITE Y CONFRONTE LA HIPOCRESÍA

Las siguientes sugerencias pueden ayudarle con respecto a este tóxico


emocional.

Recuerdeque la envidia forma parte de este mundo. No a todos cae bien


que progresemos o hagamos ciertas cosas bien.

Tengaen cuenta que no todas las personas están en proceso de cambio


personal; esto hace que no sean auténticas del todo, o manifiesta
muchas de sus debilidades constantemente.

Perdonea quienes usted sabe que no les cae bien. Así disminuye la
sensación incómoda de sentirse rechazado, despreciado, acaso odiado.

Aprendaa que ciertas miradas, comentarios y actitudes, no le afecten


porque usted decide estar bien y vivir bien.

Preguntas para la reflexión personal:

1. ¿Soy auténtico con los demás? ¿Cómo lo demuestro?

2. ¿Qué personas considero son hipócritas conmigo? ¿Qué razones encuentro


para ello?

3. ¿Por qué es difícil ser una persona auténtica?

«No hagan nada por orgullo o sólo por pelear. Al contrario, hagan todo con
humildad y vean a los demás como mejores a ustedes mismos. Nadie busque
el bien sólo para sí mismo, sino para todos.»

Apóstol Pablo

«Por eso, ya no deben mentirse los unos a los otros. Todos nosotros somos
miembros de un mismo cuerpo, así que digan siempre la verdad.»

Apóstol Pablo
Deriva de la palabra rebelde, que en latín es rebellis. Se refiere a todo
comportamiento que falta a una obediencia debida, lógica o deseable en
cuanto al bien se refiere. De otra parte, la rebeldía es oposición a una
autoridad, norma o ley aceptada como buena, moralmente adecuada.

La rebeldía constituye una de las actitudes, sentimiento y actuación que


manifiesta una abierta resistencia, oposición o negación de algún parámetro o
regla de juego deseable, ya preestablecida. La rebeldía, por lo general, va en
contra de algún tipo de autoridad reconocida.

De esta forma, cuando se es víctima de su manifestación, se genera un


malestar por la falta de acuerdo y la incertidumbre producto de la oposición
declarada de la otra persona. Así, lo padres sufren mucho con sus hijos
rebeldes, que constantemente violan las normas mínimas para el buen
funcionamiento de la dinámica familiar; hijos que no respetan la disciplina y
los límites dentro de su hogar; hijos que consumen sustancias nocivas,
llenando de desesperanza a sus padres, aparte de los gastos, tiempo, fuerzas
invertidas en la búsqueda otra vez del control; hijos adscritos a grupos
urbanos, movimientos e ideologías que causan más daño por su esti lo y
calidad de vida inadecuados, que por los aparentes beneficios al pertenecer a
ellos.

De otra parte, la resistencia y oposición, mediante una constante actitud


rebelde, causa día a día estragos en las relaciones de pareja, cuando alguna de
las partes persiste en una oposición constante a la forma de ser, proceder,
pensar y sentir de la pareja, convirtiéndose la situación en una guerra
continua. La insujeción juega malas pasadas cada día a miles de personas,
que podrían lograr mejores procesos de adaptación, comprensión e
interacción con sus semejantes, si no resistieran todo cuanto llegan a percibir
como una amenaza en su contra.

Gobiernos, reinos, autoridades diversas, batallan día a día contra la


rebeldía manifiesta de grupos disidentes y fuerzas negativas que causan
grandes estragos en la sociedad.

Como tóxico emocional, la rebeldía, cuando somos sus víctimas, nos hace
sentir que hemos perdido el control de los eventos que en lo mínimo podrían
tener un curso normal en la convivencia. Nos hace sentir la desesperanza de
que algunas cosas no van a cambiar debido a su presión y constante
insubordinación.

En suma, la rebeldía plantea una actitud agresiva, en realidad de guerra,


pues uno de los extremos ha decidido desobedecer y establecer su propia
voluntad.

Si somos nosotros la fuente de la rebeldía haremos sufrir a otros,


tendremos constantes roces, desacuerdos, habrá heridas emocionales ante la
susceptibilidad que nos rodea; la rebeldía frustrará algunos buenos planes y
abrirá la puerta a dificultades en la sana convivencia a todo nivel. No se trata
de asumir una actitud sumisa ante todo (arriesgando nuestra integridad y
dignidad) sino de tener la conciencia de que las normas, reglas de juego, la
autoridad, fueron establecidos para una regulación sana de muchos procesos e
interacciones en la vida, en contra de todo el mal (rebeldía... como medio de
hacer la propia voluntad) que cotidianamente deja tragedias en todos los
rincones de la tierra.

LAS PERSONAS SON REBELDES PORQUE...

Nocontaron con normas claras, congruentes y consistentes en su hogar. No


hubo un ejemplo de parte de los modelos allí en el hogar.

Aprendenideologías que se oponen a todo sistema de pensamiento sano y


se declaran enemigas de aquello que no sirva a sus propios intereses.

Recibieronconsentimiento (mimos) excesivo; nunca recibieron una


negativa o aplazamiento en sus deseos o caprichos. Ahora se rebelan
cuando no los obtienen.
Estánajenas a la voluntad de Dios y los comportamientos que realizan van
en contra de la moral y principios sagrados establecidos por el Creador.

Asumenmodas, estilos de vida, jergas, que son inadecuados y manifiestan


oposición a quienes no son como ellas; el trasfondo es poder sentirse
diferente y exclusivo.

Losmedios masivos de comunicación refuerzan modelos sociales erróneos


para imitar; y lo peor, muchos los imitan.

Nopractican los valores mínimos para un comportamiento adecuado y


pleno de humanidad.

Experimentaronalguna situación de rechazo profundo en su vida.

IDENTIFIQUE, EVITE Y CONFRONTE LA REBELDÍA

Las siguientes sugerencias pueden ayudarle con respecto a este tóxico


emocional.

Sisu rol es el de hijo, tenga en cuenta que la disciplina, los valores


morales, son necesarios para una vida con menos complicaciones.
Situación contraria a cuando se desea hacer lo que se quiere sin mirar
las posibles consecuencias.

Brindesu mejor comportamiento como modelo valioso para otros.

Respetelas normas, reglamentos, reglas de juego, familiares,


organizacionales, institucionales, aunque usted considere que no rayen
en la perfección. Igual son establecidas para un mejor desarrollo de las
cosas.

Nuncapierda la esperanza de que los eventos puedan cambiar para bien;


los hijos pueden aprender a respetar y obedecer, por ejemplo.

Corrijay exhorte con amor el comportamiento rebelde siempre que sea


necesario. Deje claridad de su carácter perjudicial.

Entiendaque los rebeldes llevan una profunda insatisfacción en su alma y


precisamente por ese vacío buscan hacer su propia voluntad, incluso
causando daño a otros.

Estos interrogantes nos guían en la reflexión personal.

1. ¿Soy una persona rebelde? ¿Acepto que la obediencia ayuda a la formación


de mi carácter?

2. ¿Padezco la rebeldía de personas que me rodean? ¿Qué estoy haciendo al


respecto?

3. ¿Ante qué situaciones me rebelaría de manera justa?

«El autorrechazo, cualquiera que sea su origen, avivará el fuego de la


rebelión de nuestros corazones, contra Dios y contra nuestros semejantes,
sean los padres, el jefe, el socio de toda la vida o cualquiera que tenga
autoridad sobre nosotros. Vivimos en una sociedad rebelde. No es de
sorprender que vivamos en una sociedad desdichada. ¡Meditemos un
instante! A pesar de que nadamos en la abundancia y en el lujo, gozando de
comodidades que nos hubieran parecido imposibles 25 años atrás, nuestro
pueblo es amargo, hostil y, en su mayor parte, desdichado. Es el resultado
típico de gente que se rechaza, pues tienden a desenfrenarse contra todo y
contra todos los que los rodean.»
Tim LaHaye
Procede del latín amárus, que significa algo amargo; así mismo, se dice de
aquello que causa aflicción o disgusto o se encuentra en el mismo estado.

La vida no es fácil para ninguna persona. La vida es realmente difícil.


Ofrece complicaciones diversas. Calamidades, heridas, frustraciones,
diferencias, accidentes, cambios drásticos, entre otros eventos, afectan y
marcan la vida de las personas con contenido afectivo positivo o negativo;
positivo cuando aquello que nos sucede se ve con una perspectiva optimista
de la vida y el aprendizaje emocional correspondiente.

Sin embargo, cuando los eventos de la vida nos marcan negativamente y


no tendemos a superarlos, además de poder extraer su valor para la
existencia, la amargura puede tomar el corazón y la vida afectiva con una
connotación negativa y hacer de la persona alguien resentido, lleno de rencor
y con una actitud negativa y triste ante los demás y cuanto nos rodea.

Componentes presentes en la amargura: tristeza, rabia, negativismo,


prevención, nostalgia, desasosiego.

De esta manera, el tóxico emocional se manifiesta cuando, inicialmente,


estamos amargados porque alguien nos hirió, un proyecto fracasó, nos vimos
afectados laboralmente... enton ces decidimos adoptar una actitud negativa,
triste y rabiosa ante la vida. Pensamos que aquellos no debieron sucedernos;
requerimos compensación, justicia, ajuste de cuentas, por cuanto fueron
injustos con nosotros, nos causaron mucho daño.

En otro extremo, el tóxico emocional nos afecta cuando interactuamos


constante y cercanamente con personas amargadas (familiares, pareja, hijos,
amistades), que nos logran afectar y cargar con sus manifestaciones de
amargura y actitud derrotada y rabiosa con la vida y las demás personas. Por
lo general la persona amargada es inconformista en todo. Poco le agrada.
Encuentra conflicto en la mayoría de las cosas; tiende a hallarse indispuesta
frente a los cambios de la vida; desarrolla intolerancia con cuanto acontece a
su alrededor.

Así, la amargura «contamina» el ambiente de las relaciones


interpersonales; produce cierta tendencia a la manipulación, pues el amargado
desearía que el mundo le entendiera su dolor y con respecto a él, se
organizara todo para las reparaciones necesarias.

La amargura es un estado afectivo negativo muy contagioso, pues quien la


posee filtra y vive su vida bajo la etiqueta y el significado del dolor y el
resentimiento. En últimas las personas amargadas generan conmiseración en
los demás, quienes los ven hundirse cada día en su propio dolor emocional.

Vale recordar y precisar el valor fundamental y curativo del perdón para el


problema emocional y espiritual de la amargura. Sólo allí encuentra la
persona liberación del dolor, odio, resentimientos, tristeza y negativismo
arraigado en el corazón.

LAS PERSONAS SON AMARGADAS PORQUE...

Fueronheridas, defraudadas, maltratadas, en alguna época de su vida y


sienten que debe la vida hacerles justicia con el ofensor.

Sientenmucha frustración por logros, metas, proyectos no conquistados o


que siempre han salido mal o fallado.

Noven solución a muchos problemas personales, familiares e incluso de


índole social.

Sefallaron a sí mismas en algún momento de su vida y no han podido


perdonarse.

Culpana Dios de los problemas graves del mundo; basado en esto no


conciben su existencia.
Quizáson muy susceptibles, hipersensibles a todo... cualquier evento puede
perturbarles y robarles la paz interior (en caso de tenerla).

IDENTIFIQUE, EVITE Y CONFRONTE LA AMARGURA

Las siguientes sugerencias pueden ayudarle con respecto a este tóxico


emocional.

Laspersonas amargadas precisan de mucho amor y comprensión, mientras


no perdonen arrastrarán su visión negativa de los que les sucede.

Laamargura contamina cualquier ambiente. Piense bien cómo llevar a este


tipo de personas en distintos contextos; en casos extremos, deben
dejarse puestas en su lugar para no arruinar las interacciones.

Silogra la confianza de una persona amargada, explíquese que


perdonándose a sí misma o perdonando a los demás logrará una nueva
vida.

Aprendaa perdonar cuantas veces sea necesario, por más injustos que sean
con usted, así no dará lugar a ninguna raíz de amargura en su vida.

Evitecompararse con otros; evite la envidia; evite la codicia... caldo de


cultivo para amargarse en la vida.

Elperdón constante de Dios en la vida es importante, cada vez que se falla


como ser imperfecto. Tener consciencia de las propias debilidades,
como de los valiosos talentos, hace de la persona un ser más humano,
que no encontrará en las vías de la amargura su ruta única en la vida.

Preguntas para la reflexión personal:

1. ¿Tiendo a amargarme? Dado el caso. ¿bajo qué circunstancias?


2. ¿Conozco personas amargadas? ¿Cómo es su vida?

3. ¿Se me facilita perdonar verdaderamente cuando me hieren?

«Si en la vida diaria el corazón decide que puede decidir para el bien y puede
decidir para el mal, para la alegría o la tristeza, para la irradiación benéfica o
para la estrechez tenebrosa de nuestra vida. Por eso es urgente la educación
de las emociones.»

A.Ortega Gaisán

«¿Con qué parte de mi vida no me siento feliz? ¿Qué parte de mi


personalidad o de mi conducta me disgusta? ¿Espero que otro resuelva mis
problemas? ¿O estoy preparado para aceptar mi propia responsabilidad y
cambiar? ¿Qué es lo que sí puedo cambiar? ¿Qué es lo que estoy haciendo
que debería dejar de hacer? ¿Qué es lo que no estoy haciendo que debería
comenzar a hacer?»

Penélope Russianoff
Término derivado del latín intimidáre y se refiere al hecho de causar o
infundir miedo, también generarlo.

En cuanto a esta distorsión de las relaciones interpersonales, muy


desagradable por cierto, cabe resaltar que hace mucho daño en las relaciones
interpersonales a todo nivel, y diferentes estudios han identificado su carácter
perjudicial en el ámbito organizacional.

En un sentido concreto, la intimidación es la forma negativa y perniciosa


como una persona hace sentir a otra que tiene el control de las situaciones y
que puede disponer del curso de un proceso o decisión. En este sentido, el
intimidador indica a su víctima que su bienestar, estabilidad o permanencia
dependen exclusivamente de él.

Las personas que manejan la intimidación o cuya manera de interactuar y


ejercer control apela a dicha actitud negativa, inspiran miedo, desconfianza,
inseguridad, confusión, intranquilidad, perfeccionismo. También son
personas difíciles de complacer; en el ámbito laboral nada les convence y
preferirían ellos hacer las cosas. Pueden hacer que un proceso pase por mil
vueltas o rodeos antes de ser aprobado.

Como tóxico emocional, la intimidación en sus víctimas puede generar


problemas de salud y alteraciones psicológicas (estrés, ansiedad, irritabilidad,
indefensión, sentimientos de confusión, dificultades estomacales, úlceras,
etc.).

La persona intimidadora - se han identificado algunas tipologías que no


son objeto de este texto - pretende un control absoluto de las situaciones,
aparte de cuidar su imagen, posición y poder, que están en sus manos. La
intimidación es malévola por el miedo e incertidumbre que produce en la
víctima que muchas veces no encuentra salida a la encrucijada en la que se ve
envuelta.
No es deseable la vivencia y el padecimiento de esta acción, actitud y
sentimiento negativo, que deja resentimientos y profundas heridas en las
relaciones interpersonales. Así mismo, la formación verdadera en la persona
implica el amor, la tolerancia, la ayuda para lograr metas comunes y no
solamente la conveniencia de un individuo en particular. La intimidación
precisamente refleja el egoísmo y la inmadurez arraigados en el intimidador,
que pretende falsamente tener el control de su mundo y su entorno.

LAS PERSONAS INTIMIDAN A OTROS PORQUE...

-Así creen exhibir su superioridad y control de los demás.

Tienenun concepto inadecuado de sí mismas que les llevan a manipular a


otros.

Sabenque existen personas nobles y sencillas que muchas veces no


presentan resistencia alguna.

Tienenmiedo en su interior y mediante esta forma de agresividad tomarían


el control de las situaciones.

Sientenque otros no darían la talla o nivel desproporcionado que se


proponen y manipulan al respecto.

Esposible que en alguna época de sus vidas hayan sido sobreexigidas.

IDENTIFIQUE, EVITE Y CONFRONTE LA INTIMIDACIÓN

Las siguientes sugerencias pueden ayudarle con respecto a este tóxico


emocional.

Valoresu paz y tranquilidad interior por encima de los conflictos,


amenazas e incomodidades de la vida, muchas veces generados por
otras personas. A veces no hay precio, dinero o valor que puedan pagar
por ello.
Establezcasus prioridades en la vida. ¿Es usted una persona creada para
trabajar bajo presión o altos niveles de estrés? O por el contrario, ¿se
enferma al soportar personas y ambientes intimidantes?

Procureel diálogo sincero, aunque le cueste, con el intimidador para


expresar sus impresiones de la situación y cómo ésta le viene
afectando.

Diríjaseal conducto regular indicado (en el ámbito organizacional e


institucional) para la respectiva denuncia o evidencia de la situación.
No tema, su vida es más valiosa de lo que usted piensa. Debe hacerla
valer cada día.

Pienseen usted mismo, su propio bienestar interior; usted es igual de


importante al intimidador que desea tener el control y manipular las
situaciones. Decida lo mejor para su vida, incluso en el ámbito de las
relaciones interpersonales laborales.

Estos interrogantes nos guían en la reflexión personal:

1. ¿Alguna vez ha sido intimidado o es víctima actual de una persona


intimidante? ¿Qué ha hecho o está haciendo al respecto?

2. ¿Cómo describiría a las personas intimidantes?

3. ¿Qué control o dominio tengo sobre la intimidación?


«Cuando se da cuenta de que es intimidado, es normal que se pregunte por
qué se convirtió en blanco. No espere encontrar una causa analizándose a sí
mismo. Puede resultar autodestructivo. Ya sea que es la víctima de una
intimidación o que esté ayudando a alguien que lo sea, concéntrese más bien
en establecer los hechos y demuestre que está tomando la cuestión con
seriedad. Si es jefe de la víctima, hágale saber que puede confiar en que usted
no tomará partido y que hará por resolver la situación...

Si no le busca y enfrenta con energía, la intimidación será usada como una


forma de control y fuente de poder. Un comportamiento opresivo y
humillante tiene un efecto fuertemente negativo sobre la salud y la moral del
personal.»

Lorenza Clifford
HOJA DE TRABAJO 1
CRÍTICA

Reflexione y conteste a las preguntas que se encuentran a continuación. Le


serán de gran provecho para desarrollar estrategias emocionales frente a
tóxicos emocionales cotidianos y relaciones interpersonales difíciles.
HOJA DE TRABAJO 2
MANIPULACIÓN
Reflexione y conteste a las preguntas que se encuentran a continuación. Le
serán de gran provecho para desarrollar estrategias emocionales frente a
tóxicos emocionales cotidianos y relaciones interpersonales difíciles.
HOJA DE TRABAJO 3
HUMILLACIÓN

Reflexione y conteste a las preguntas que se encuentran a continuación. Le


serán de gran provecho para desarrollar estrategias emocionales frente a
tóxicos emocionales cotidianos y relaciones interpersonales difíciles.
HOJA DE TRABAJO 4
REPRESIÓN/RESENTIMIENTO/ODIO

Reflexione y conteste a las preguntas que se encuentran a continuación. Le


serán de gran provecho para desarrollar estrategias emocionales frente a
tóxicos emocionales cotidianos y relaciones interpersonales difíciles.
HOJA DE TRABAJO 5
CULPA

Reflexione y conteste a las preguntas que se encuentran a continuación. Le


serán de gran provecho para desarrollar estrategias emocionales frente a
tóxicos emocionales cotidianos y relaciones interpersonales difíciles.
HOJA DE TRABAJO 6
INJUSTICIA

Reflexione y conteste a las preguntas que se encuentran a continuación. Le


serán de gran provecho para desarrollar estrategias emocionales frente a
tóxicos emocionales cotidianos y relaciones interpersonales difíciles.
HOJA DE TRABAJO 7
SUSCEPTIBILIDAD

Reflexione y conteste a las preguntas que se encuentran a continuación. Le


serán de gran provecho para desarrollar estrategias emocionales frente a
tóxicos emocionales cotidianos y relaciones interpersonales difíciles.
HOJA DE TRABAJO 8
MALTRATO VERBAL

Reflexione y conteste a las preguntas que se encuentran a continuación. Le


serán de gran provecho para desarrollar estrategias emocionales frente a
tóxicos emocionales cotidianos y relaciones interpersonales difíciles.
HOJA DE TRABAJO 9
ENVIDIA

Reflexione y conteste a las preguntas que se encuentran a continuación. Le


serán de gran provecho para desarrollar estrategias emocionales frente a
tóxicos emocionales cotidianos y relaciones interpersonales difíciles.
HOJA DE TRABAJO 10
ANSIEDAD/TEMOR/ANGUSTIA/PREOCUPACIÓN

Reflexione y conteste a las preguntas que se encuentran a continuación. Le


serán de gran provecho para desarrollar estrategias emocionales frente a
tóxicos emocionales cotidianos y relaciones interpersonales difíciles.
HOJA DE TRABAJO 11
FRUSTRACIÓN

Reflexione y conteste a las preguntas que se encuentran a continuación. Le


serán de gran provecho para desarrollar estrategias emocionales frente a
tóxicos emocionales cotidianos y relaciones interpersonales difíciles.
HOJA DE TRABAJO 12
ENEMISTAD

Reflexione y conteste a las preguntas que se encuentran a continuación. Le


serán de gran provecho para desarrollar estrategias emocionales frente a
tóxicos emocionales cotidianos y relaciones interpersonales difíciles.
HOJA DE TRABAJO 13
DIVISIONES, DISENSIONES, DISCUSIONES

Reflexione y conteste a las preguntas que se encuentran a continuación. Le


serán de gran provecho para desarrollar estrategias emocionales frente a
tóxicos emocionales cotidianos y relaciones interpersonales difíciles.
HOJA DE TRABAJO 14
INCOMPRENSIÓN

Reflexione y conteste a las preguntas que se encuentran a continuación. Le


serán de gran provecho para desarrollar estrategias emocionales frente a
tóxicos emocionales cotidianos y relaciones interpersonales difíciles.
HOJA DE TRABAJO 15
DESAMOR/DESENGAÑO/TRAICIÓN

Reflexione y conteste a las preguntas que se encuentran a continuación. Le


serán de gran provecho para desarrollar estrategias emocionales frente a
tóxicos emocionales cotidianos y relaciones interpersonales difíciles.
HOJA DE TRABAJO 16
RECHAZO

Reflexione y conteste a las preguntas que se encuentran a continuación. Le


serán de gran provecho para desarrollar estrategias emocionales frente a
tóxicos emocionales cotidianos y relaciones interpersonales difíciles.
HOJA DE TRABAJO 17
ACTITUDES NEGATIVAS

Reflexione y conteste a las preguntas que se encuentran a continuación. Le


serán de gran provecho para desarrollar estrategias emocionales frente a
tóxicos emocionales cotidianos y relaciones interpersonales difíciles.
HOJA DE TRABAJO 18
PROBLEMAS/CONFLICTOS/DIFICULTADES

Reflexione y conteste a las preguntas que se encuentran a continuación. Le


serán de gran provecho para desarrollar estrategias emocionales frente a
tóxicos emocionales cotidianos y relaciones interpersonales difíciles.
HOJA DE TRABAJO 19
ADICCIÓN AL TRABAJO

Reflexione y conteste a las preguntas que se encuentran a continuación. Le


serán de gran provecho para desarrollar estrategias emocionales frente a
tóxicos emocionales cotidianos y relaciones interpersonales difíciles.
HOJA DE TRABAJO 20
HIPOCRESÍA

Reflexione y conteste a las preguntas que se encuentran a continuación. Le


serán de gran provecho para desarrollar estrategias emocionales frente a
tóxicos emocionales cotidianos y relaciones interpersonales difíciles.
HOJA DE TRABAJO 21
REBELDÍA

Reflexione y conteste a las preguntas que se encuentran a continuación. Le


serán de gran provecho para desarrollar estrategias emocionales frente a
tóxicos emocionales cotidianos y relaciones interpersonales difíciles.
HOJA DE TRABAJO 22
AMARGURA

Reflexione y conteste a las preguntas que se encuentran a continuación. Le


serán de gran provecho para desarrollar estrategias emocionales frente a
tóxicos emocionales cotidianos y relaciones interpersonales difíciles.
HOJA DE TRABAJO 23
INTIMIDACIÓN

Reflexione y conteste a las preguntas que se encuentran a continuación. Le


serán de gran provecho para desarrollar estrategias emocionales frente a
tóxicos emocionales cotidianos y relaciones interpersonales difíciles.

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