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Técnicas para resolver y corregir la conducta inapropiada

Regla 1. Ser consistentes

Se refiere a que las consecuencias no dependan de


nuestro estado de ánimo, por lo que siempre que tu hijo
presente una conducta no deseada, debes aplicar una
consecuencia o pérdida. Puede suceder que apliques
consecuencias acordes con lo que te ha ocurrido en el día.

Además, generalmente solemos entregar ganancias aunque


el niño haya realizado conductas no deseadas. Por ejemplo:
"El sábado deseamos salir a distraernos aunque el niño no
haya realizado sus tareas de la semana."

¿Para qué sirve la corrección?

Otorgar pérdidas

Promover que la conducta no se repita

Dar infomación al niño sobre lo que se espera de él

Por ejemplo, si se distrae demasiado durante la tarea, no podrá jugar hasta que la
termine, y con ello tal vez pierda tiempo de juego.

¿Qué puedes hacer si en la escuela te dicen que ese día el niño no trabajo? ¿Cuál
es la corrección pertinente?

Que el niño haga en la casa la actividad que no hizo en la


escuela. Observa cómo, con ello, se aplica una pérdida, que
busca que la conducta NO se repita en el futuro, pero que
además corrige la conducta no deseada y los efectos que con
ella se pueden generar.
¿Por qué debemos elogiar la conducta deseada?

Para provocar que la conducta deseada se repita en el futuro.


Cuando el niño trabaje en la escuela debemos otorgar ganancias: en particular mayor
tiempo de juego fuera de la escuela. Además, debemos ser consistentes: siempre que el
niño trabaje, deberá ganar tiempo de juego fuera de la escuela.

(s. a.). (s. f.). Tomada de http://3.bp.blogspot.com/-fDvE1_nB9Cg/UVc-


uf_WgWI/AAAAAAAAAEQ/FTlo16JNv8U/s1600/patio2.JPG

Ser consistentes implicará siempre aplicar


una pérdida para esta conducta.

Regla 2. Usar consecuencias naturales

La segunda regla para el uso adecuado de pérdidas


es usar consecuencias naturales relacionadas con la
conducta. La mejor forma de corregir conducta es
arreglando todo aquello que se dañó con la conducta
no deseada. Restituir los daños, proporcionar una
perdida y al mismo tiempo información sobre lo que
se espera del niño. Por ejemplo la mejor corrección, si
tiramos el agua sobre el mantel, a la hora de la
comida, será limpiar y volver a dejar la mesa como
estaba antes del incidente. Si un niño raya la pared, la
mejor restitución de los daños será limpiarla y dejarla
como estaba antes.
¿Estaremos enseñando al niño habilidades de solución de problemas?

Cuando aplicamos consecuencias naturales evitamos etiquetar al niño y regañarlo o


castigarlo con dichas etiquetas.

Estaremos solicitando entonces con una instrucción clara que corrija el daño, dándole así
información básica sobre cómo se solucionan los problemas que se van viviendo.

Le diríamos al niño:

“Debido a que no trabajaste en la escuela, tendrás que realizar ahora mismo dichos
ejercicios. Hoy no saldremos a jugar, tendremos que realizar las actividades que faltaron
en la escuela, además de la tarea que te dejaron. Vamos a sentarnos. Saca tu cuaderno,
por favor.”

En la corrección no utilizamos etiquetas, sino


que sólo damos información sobre la conducta
no deseada, además de en qué consistirá la
corrección y la instrucción clara.

Regla 3. Ser inmediatos

Ser inmediatos significa que no debemos esperar


mucho para aplicar la corrección, sino que en cuanto se
presente la conducta, debemos aplicar una pérdida.
En ocasiones sucede que le decimos a nuestro hijo:

“¡Pero ya verás cuando lleguemos a la casa!” o “¡ahora que llegue tu papá verás cómo te
va!”.

Y cuando llega la consecuencia negativa el niño ya no sabe por qué lo estamos


castigando.

Regla 4. Dar correcciones cortas y efectivas

Las consecuencias negativas también deberán


ser cortas y efectivas.

A veces aplicamos consecuencias muy largas, por lo que después de cierto tiempo ya no
tienen el mismo efecto y el niño ya no sabe a qué se debe esa consecuencia.

Castigarlo toda la semana provoca que la


corrección pierda su efecto y el niño olvide a qué
se debía el castigo originalmente.
Regla 5. Dar oportunidad de presentar otras conductas

La última regla para aplicar las correcciones de forma


exitosa consiste en dar a los niños la oportunidad
de presentar otras conductas apropiadas, después
de cumplir sus pérdidas o consecuencias negativas.

Por ejemplo, si el niño llegara tarde de la escuela a la casa, la consecuencia podría ser
no ver su programa favorito de las 4:00 p. m.; sin embargo, si realiza su tarea, entonces
podemos jugar con él un juego de mesa.

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