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3.

3 SISTEMAS PASIVOS DE PESCA

3.3.1 TRAMPAS

Trampas móviles

Nasas

Arte que se utiliza para la captura de de anguilas, crustáceos y cefalópodos. No es más que un
cesto de mimbre o similar que tiene una boca en forma de embudo de tal manera que el animal
puede acceder al interior pero le es imposible retroceder. Existen diferentes formas y tamaños de
acuerdo al tipo de especie a capturar.

Las nasas se calan en el fondo, con o sin cebo, solas o, lo que es más común, unidas mediante
brazoladas a un cabo madre horizontal formando una andana o palangre de nasas. El extremo de
la madre se une a un cabo vertical llamado calamento que va unido a su vez a una boya con una
pequeña señal a modo de bandera con la que se identifica la licencia y el tipo de pesca y la
identidad de su propietario.

Alcatruces

El alcatruz es un arte de tipo trampa que se usa para la captura del pulpo. Consiste en un
recipiente de barro que aprovecha el comportamiento que tiene el pulpo de esconderse y buscar
refugio en cualquier tipo de guarida. Reciben el nombre también de cadufos o cadups.

El peso del recipiente es un factor importante, ya que cuanto más pesado sea, mejor asentado
queda en el fondo, y menos movimientos de vaivén o desplazamientos por efectos de corrientes y
oleajes sufre. Según parece, los pulpos no entran a refugiarse en alcatruces que se muevan,
como los de plástico o PVC (los pescadores bromean sugiriendo que los pulpos se marean), por
lo que son mucho menos utilizados que los de barro, a pesar de que se rompen menos.
Trampas fijas

También denominadas artes fijos o artes de parada, son artes que guían a las presas hasta el
final del arte donde quedan capturadas. La mayoría mantienen pesquerías estacionales, por lo
que existen periodos durante los cuales se levantan para permitir el libre paso de los peces.

Almadrabas

La almadraba es un arte de mucha tradición histórica en las costas españolas que fue introducida
por los fenicios para la captura de atunes hace más de 3000 años, además que utilizaron la
salazón para conservar y explotar el atún. Los romanos heredaron estas técnicas de salar el
pescado e inventaron la famosa salsa “garum”, hecha de vísceras fermentadas de pescado.

Las almadrabas se calan de manera que puedan interrumpir el paso de los peces que se
desplazan paralelos a la costa. Esta pesquería aprovecha las migraciones que realizan las
especies de túnidos por motivos reproductivos y tróficos en su entrada y salida del Mediterráneo
por el estrecho de Gibraltar. Por esta razón, la almadraba se cala estratégicamente de dos
maneras distintas: las de paso, ida o del derecho, que se colocan para interceptar la migración de
tipo reproductivo del atún rojo en su paso del Atlántico al Mediterráneo; y las del revés o de
retorno, que captura las especies cuando efectúan migraciones tróficas en sentido contrario. Los
atunes de ida hacia el Mediterráneo son mucho más gruesos (25% de grasa), ya que van
cargados con las huevas, mientras que los de vuelta tienen menor peso (3% de grasa), no sólo
por la pérdida de las huevas sino también por el esfuerzo realizado durante la cópula.

Las almadrabas actúan como trampas y presentan entradas complicadas tipo laberinto o barrera,
formadas por las piezas de redes que dificultan e impiden el paso de las especies conduciéndolas
hasta el final de la trampa donde está el llamado cuadro, del cual ya no pueden retroceder.

De entre todos los tipos de almadraba, la más común es la almadraba de buche. Está constituida
por dos partes esenciales: el cuadro y las raberas. El cuadro es la parte principal de la almadraba
y en él quedan atrapados los atunes. Está dividido a su vez en cuatro partes: cámara, buche,
bordonal y copo. El cuadro no tiene red en el fondo, excepto en el copo.
La misión de las raberas es interceptar el paso de los atunes y llevarlos hacia la boca del cuadro
La rabera de tierra nace en la misma boca del cuadro y se dirige hacia la costa
perpendicularmente a la misma y su extremo se afirma a un muerto en la playa. Su longitud
puede sobrepasar la milla náutica. La rabera de fuera se dirige mar adentro formando ángulo con
la de tierra y se une al cuadro por medio de la legítima y contralegítima. En su extremo libre
adopta la forma de bichero con la misión de redirigir a los atunes hacia el cuadro.

La almadraba se controla diariamente por embarcaciones que van levantado las redes verticales,
denominadas atajos, que separan los diferentes espacios del cuadro, y así ir dirigiendo a los
atunes hacia el copo. Cuando buzos comprueban que en el interior del copo hay suficientes
ejemplares como para sacarlos se procede a la levantá. Las embarcaciones se sitúan alrededor
del copo y van subiendo la red de fondo llamada matador a mano hasta que los atunes asoman.
En este momento los marineros, sirviéndose de bicheros y garfios, enganchan uno a uno los
atunes y los van subiendo a las embarcaciones para finalmente llevarlos a puerto para su venta.

Los atunes capturados suelen pesar entre 180 y 300 kg, y una vez en las lonjas, se procede al
ronqueo, que es el despiece del atún según las diferentes categorías de su carne. Algunas de las
almadrabas actualmente operativas son las de Conil de la Frontera, Barbate, Tarifa o Zahara de
los Atunes. La pesca del derecho tiene lugar de abril a junio y el del revés de julio a septiembre y
según la normativa vigente las almadrabas no pueden calarse a más de seis millas de la costa.
Moruna

Se trata de una variante reducida de la almadraba. Consta de una red perpendicular a la costa, la
llamada travesía, rabera o coa, en cuyos extremos se sitúan sendas redes enrolladas en espiral,
los caracoles o rotlos, rematados por el copo.

Las especies migratorias suelen seguir una trayectoria paralela a la costa, de manera que al
llegar donde se ha calado la moruna, chocan con la rabera, la siguen, se meten en los caracoles
y, cuando penetran en el copo, ya no pueden salir. Lo mismo les pasa a los peces que andan
cazando cerca de la costa.

La moruna es un arte de pesca de los denominados de parada. Eso significa que una vez calado,
se deja durante toda la estación de paso de las especies buscadas. De abril a junio estarán
caladas esperando peces como serviolas, bonitos, melvas y, si hubiera suerte, algún atún.

3.3.2 REDES DE ENMALLE

Redes de fondo

Las redes de enmalle son artes pasivos, es decir, son los peces los que tienen que nadar hacia
dentro del arte para que se produzca la captura. Consisten en una pieza de red de hilo muy fino
para disimular su presencia, montada entre la relinga de flotadores y la relinga de lastres, que
consigue atrapar por las agallas a las especies que nadan entre aguas, como la merluza o la
caballa. La luz de malla de cada pieza de red depende del tamaño de la presa que se persigue.
Una vez calada adquiere forma de cortina mediante la unión de varias piezas de red que se
mantienen verticales y fijas en el fondo. No se deben dejar caladas largos periodos de tiempo, ya
que las especies atrapadas en ellos son presa fácil de otras especies oportunistas o carroñeras.
Beta

Las betas o soltes pueden calarse en superficie, en el fondo o entre aguas, a profundidades
variables según la especie objetivo, pero siempre han de permanecer fijas en el fondo durante
todo el tiempo de calado. Las especies objeto son merluzas, bogas, bonitos, lubinas, doradas...

Volanta

La volanta es otro tipo de arte agallero fijo de fondo muy parecido a la beta, pero de dimensiones
mayores. La luz de las mallas es más grande y, tanto la altura máxima como la longitud total del
arte también. La volanta tiene como principal especie objetivo la merluza, por lo que muchas
veces reciben el nombre de merluceras.

Trasmallo

Está formado por tres piezas de red montadas juntas entre la relinga de flotadores y la relinga de
plomos. Las dos redes exteriores tienen una luz de malla más clara que la del medio, la cual,
además, es de dimensiones mayores y forma bolsas entre las otras dos.

El trasmallo está destinado a especies que se mueven más cercanas al fondo, con movimientos
más cortos y entrecortados. El fundamento radica en la facilidad con que pasa inadvertido para
los peces, los cuales embisten el arte al nadar. Cuanto más se mueven para intentar escapar,
más se van enredando y enmallando hasta quedar inmóviles. Como la red tupida central va floja,
el empuje del pez la hace ceder, pasando entre las mallas de las redes exteriores. Cuando la red
central no cede más, el pez se halla ya aprisionado en una bolsa de la que no puede escapar.

El trasmallo es un arte costero que se cala a poca profundidad, hasta 50 m, en zonas de fondos
rocosos y de arena. Suele calarse por la noche para levantarlo al amanecer, y la mayoría de los
trasmallos tienen 1 o 2 m de altura, lo suficiente para interceptar el paso de los peces de fondo.

Las especies capturadas son salmonetes, cabrachos y escórporas, peces planos como lenguado
y rodaballo, crustáceos como nécora y langosta, o incluso sepias, es decir, una gran variedad de
especies típicas de fondos someros y rocosos. La estacionalidad del arte es de abril a octubre.

Rasco

El rasco también forma parte de este grupo de artes de fondo fijos, pero presenta como
característica propia el adoptar una posición casi tendida en el fondo del mar. La forma con que
se arman las piezas de red entre la relinga de flotadores y la de lastres le confiere el grado de un
equilibrio necesario para mantener el arte más o menos inclinado sobre el lecho marino. Se dirige
fundamentalmente a la captura de rape, langosta, buey de mar...
Redes de deriva

Se caracterizan porque ninguno de sus elementos componentes entran en contacto con el fondo.
y por lo tanto. una vez caladas, pueden ser desplazadas por acción del viento. corrientes y
mareas. No obstante, a pesar de sus desplazamientos. son consideradas como artes pasivas.

Para mantenerse verticales, además del efecto conseguido por la flotación de la relinga superior y
del lastrado de la inferior, presentan a intervalos concretos boyas de flotación. Las redes se calan
cerca de la superficie y pueden calarse dejando los dos extremos del arte libres a la deriva, o uno
de ellos se puede dejar amarrado a la embarcación durante todo el tiempo que esté calado.

La captura de los artes de deriva se centra básicamente en especies pelágicas, y según la


especie objetivo adquiere un nombre u otro. Así tendríamos las boniteras para el bonito, los
sardinales destinadas a la captura de la sardina y las anchoveras o xeito destinadas a la anchoa.
Actualmente los artes de cerco han dejado en el olvido este tipo de redes de deriva.

Las redes de deriva siempre han motivado duras críticas en relación a su impacto sobre especies
no objetivo (bycatch). El problema principal se centra en las redes que se utilizan en alta mar, y
que provocan un fuerte impacto negativo sobre las especies migratorias y sobre las que viven
entre aguas: focas, tortugas, tiburones o aves marinas... Todas ellas, en sus desplazamientos,
pueden quedar atrapadas en estas cortinas invisibles muriendo al no poder desenredarse.

Es por ello que este arte está prohibido mundialmente por la ONU desde 1992 y por la UE desde
2002. En aguas del caladero nacional también está prohibido. Sin embargo, en aguas
internacionales, en la zona del Cantábrico y del Mediterráneo, se sigue realizando una pesca
ilegal de pez espada y atún rojo por las flotas italiana y francesa, que calan redes de deriva de 12
km de longitud, a modo de interminable muralla, con alturas de 6-8 m desde la superficie del mar.
3.3.3 LÍNEAS CON ANZUELO

En este tipo de pesca se suele incitar al cardumen para que pique, atrayendo a los peces
colocando cebo natural o artificial (señuelo) en un anzuelo fijado al final de un sedal, en el cual
quedan enganchados. Es uno de los aparejos de pesca utilizado desde muy antiguamente y se
caracteriza por su alta selectividad sobre la especie objetivo. La numeración de los anzuelos es
en orden inverso a su tamaño, cuanto más grande es el anzuelo, más pequeña es su numeración.

Líneas verticales

Son aquellas en las que el cabo madre trabaja en dirección más o menos perpendicular al fondo.
Por lo general, se trata de un hilo o sedal, amarrado a un flotador, cuyo extremo libre va provisto
de un lastre de plomo y un anzuelo. La línea se deja sostenida por el flotador, con el anzuelo
cebado y el lastre tocando al fondo.

Cuando se utilizan desde tierra es frecuente el uso de la caña para dirigir el lanzamiento, en
cambio, a bordo de las pequeñas embarcaciones pueden ser sostenidas a mano. La mordida del
pez es apreciada por la presión que el hilo ejerce en la mano o por el movimiento del corcho o
flotador cuando lo lleva. Este es el momento oportuno para virar hasta recoger la pieza.
Dependiendo del montaje, numero de anzuelos y profundidad en que se cale el aparejo, reciben
diferentes nombres: liña, volantín, chambel, espinel...

Saltillo

El saltillo o pesca con cebo vivo es una modalidad de pesca muy practicada en el Cantábrico,
mediante el cual la línea se arma a una caña para facilitar la rápida maniobra de lanzar y subir el
anzuelo para atrapar a la presa. La especie objetivo es el llamado bonito del norte o atún blanco.

Para pescar al saltillo se ha de conseguir primero el cebo vivo, por lo que se localiza un banco de
boquerones y, mediante una red de cerco, se captura y se saca con salabres de modo que no se
estropee y se depositar en viveros a bordo para que se mantengan vivos. Al avistar los bonitos,
se lanza un poco de cebo por la borda y se procede con los chorros de agua de las mangueras.
Ello produce un efecto de burbujeo en la superficie que simula una gran concentración de
pequeños pelágicos, además que oculta a los pescadores. Seguidamente se lanzan las cañas
con el cebo vivo para atrapar al pez y subirlo rápido a bordo sin dejar que muera en el anzuelo.

Esta pesca también se puede practicar sin cebo vivo, con anzuelos desprovistos de agallas, en el
que los bonitos están tan excitados que pican directamente los anzuelos al verlos brillar.
Poteras

Este sistema aprovecha la curiosidad de los cefalópodos por los estímulos visuales, por lo que no
es necesario utilizar cebo. Consta de un plomo o base al que se sueldan o amarran varios
anzuelos con su punta dirigida hacia arriba, formando una especie de corona. El plomo se pinta o
adorna con cintas de colores muy vivos.

Esta pesquería está muy desarrollada en el mar Argentino donde se usan los jiggers, carretes
automatizados, que efectúan en continuo, el recorrido de baja-sube de las poteras. Los buques
poteros ofrecen un espectáculo lumínico al llevar una gran cantidad de focos para atraer a los
cefalópodos que se juntan en grandes bancos durante la época de reproducción. Estas flotas
pesqueras son fácilmente visibles en imágenes aéreas de satélite.

Para mantener la posición en zonas donde no sería posible el fondeo, estos buques se valen en
grandes anclas de deriva y de una vela a popa que hace las veces de timón de viento.

Curricán

El curricán se utiliza en todos los océanos en las zonas tropicales para capturar peces veloces
que se desplazan cercanos a la superficie, como los túnidos. Consiste en desplegar cañas en las
bandas de los buques y líneas que pueden llevar un anzuelo en su extremo o varios en su
longitud y remolcarlos desde una embarcación en movimiento con la velocidad adecuada a cada
especie objetivo. Esta especialidad de ir arrastrado o remolcado por una embarcación se conoce
con el nombre de trabajar a la cacea, por eso muchas veces al curricán se le denomina cacea.

Se emplea principalmente para capturar atunes y pez espada, haciendo uso de anzuelos de gran
tamaño cebados con cebo fresco de sardina, caballa, o jurel, aunque en según qué zonas
también se utiliza con cebo artificial o señuelos muy coloridos con el fin de que sean atractivos
para los peces. Esta pesca es estacional y se practica en primavera y otoño principalmente.

Una variante de esta pesca a la cacea es la que se practica sin utilizar ni cañas ni tangones, y
que incluso puede efectuarse con el barco parado. Las líneas con el anzuelo se sujetan a las
bandas de la embarcación, o también a popa. Con esta modalidad se capturan principalmente
atunes pequeños y bonitos. Es frecuente su uso en zonas del Mediterráneo, donde recibe los
nombres de fluixa y llença.

Palangre

Es uno de los sistemas de pesca más importantes. Actúa de forma pasiva, es decir, el arte está
estacionario y son los peces los que van hacia su encuentro. Consiste fundamentalmente en una
línea madre con muchos anzuelos unidos a ella mediante otras líneas más delgadas, llamadas
brazoladas.
Los anzuelos se ceban y la atracción que ejerce esa carnada sobre los órganos del olfato y el
gusto de los peces provoca que ataquen el anzuelo encarnado. El éxito de la captura no sólo
depende de la habilidad del anzuelo para capturar al pez, sino también de la capacidad para
retenerlo hasta que suba a bordo del buque.

Los palangres llevan los elementos necesarios para su flotabilidad (flotadores), fondeo (piedras) y
balizamiento (boyas), y pescan a una altura determinada con respecto al fondo dependiendo de
cómo se distribuyan éstos elementos.

El palangre se divide en unidades básicas llamadas canastos, donde se estiban ordenadamente


100, 500 o 1000 brazoladas con sus anzuelos listas para ser cebadas y posteriormente
engrilletadas a la madre a la vez que se va largando el palangre. La separación entre brazoladas
debe ser, por lo menos, superior al doble de su longitud para evitar que se enreden entre sí.

El aspecto y el estado de conservación de los ejemplares pescados con palangre son de los
mejores, ya que no estropea ni daña sus capturas, manteniéndolas en inmejorables condiciones.
El precio de primera venta de los productos procedentes de la pesca de siempre alcanza unos
valores muy altos en las lonjas de pescado.
Palangre de superficie

Se cala en o cerca de la superficie y está dedicado a pesca de especies pelágicas como el pez
espada, atún, marrajo, etc.

Se calan sin ningún elemento en contacto con el fondo, quedando a la deriva, es decir, a la acción
de las corrientes. Los extremos van balizados con los correspondientes boyas dotadas de luz,
reflector radar e incluso en los de gran tamaño de radiobalizas electrónicas para su localización.

Palangre de fondo

Se cala en el fondo marino y se dedica a la pesca de especies demersales como la merluza,


bacalao, etc. Este a su vez se puede dividir en:

 Palangre bentónico tipo: el cabo madre se cala en contacto con el fondo.


 Palangre “piedra bola”: se intercalan flotadores y plomadas, de modo que se puede actuar
sobre la zona demersal.

Los palangres de fondo son de menor extensión que los de deriva, y son estáticos, es decir, una
vez calados no se mueven del sitio mediante el empleo de gallos y pedrales o anclotes.

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