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El perro en el pozo

¡No te acerques al pozo! ¡No jueguen allí!”, Dijo la Madre Perro a sus
hijos. Y nunca llegaron al pozo. Pero una vez un cachorrito corrió al
pozo y se detuvo allí. Pensó: “¿Por qué no podemos ir al pozo?”
Entonces el cachorro se acercó al pozo para mirarlo. Mientras miraba
hacia el mismo, vio a otro cachorro. El cachorro meneó la cola y el otro
que estaba en el pozo hizo lo mismo. Entonces el cachorro se puso en
2 patas y el otro hizo lo mismo. Al darse cuenta que el cachorro dentro
del pozo lo imitaba, se terminó enojando y quería pelear con él, así que
saltó al pozo. Pero no había un cachorro con quien pelear, sino sólo
agua. Lloró pidiendo ayuda, pero nadie llegó al pozo. Se hundió en el
agua fría y nadie volvió a verlo.

MORALEJA: Escucha siempre lo que dicen tus mayores.


El Nido de Urraca

La urraca construye los nidos más cómodos y hermosos del mundo. Así
que un día todos los demás pájaros le pidieron que les enseñara a hacer
nidos realmente buenos. La urraca estuvo de acuerdo.

Dijo: “En primer lugar, debes tomar un poco de barro y hacer una
especie de forma redonda.” -¡Oh, eso es todo! Gritó el zorzal y se alejó
volando. Desde entonces los zorzales comenzaron a construir sus nidos
de esa manera.

Entonces la urraca continuó: -A continuación, coge unas ramitas y


arrástralas alrededor del barro. “Así que eso es” exclamó el mirlo y se
fue. De esta manera los mirlos comenzaron a construir sus nidos de
esa manera.

Cada pájaro quitaba un pedacito del conocimiento, pero ninguno de


ellos permaneció allí hasta el final. El magistrado estaba trabajando sin
levantar la vista, pero cuando vio que no había nadie, se enojó y se
alejó. Nunca más mostró a los otros cómo construir nidos.

MORALEJA: Es prudente esperar el final para llegar a saberlo todo.


El oso necio

Un día, un oso se sentía hambriento. Así que salió de su guarida para


buscar comida. El oso fue al río para coger algunos peces. Se paró
junto al río y vio a muchos de ellos para comer. Se lanzó sobre el pez
y lo atrapó. Pero entonces, el oso pensó: “Este es un pez demasiado
pequeño para llenar mi estómago. Debo coger un pez más grande”. Así
que dejó el pez pequeño y esperó un rato. Luego volvió a aparecer un
pez pequeño y lo dejó ir pensando que el pequeño pez no llenaría su
vientre. De esta manera atrapó muchos peces pequeños, pero dejó que
todos se alejaran. Al atardecer, el oso no había cogido ningún pez
grande. Lentamente comenzó a sentirse cansado. Al final se quedó con
el estómago vacío y pensó: “Todos esos pequeños peces, juntos,
llenarían mi vientre, pero ahora era demasiado tarde”. Él permaneció
hambriento ese día.

MORALEJA: Un pequeño pez en la mano vale más que un gran pez


en el agua.
El lobo y el cordero

Un día, un lobo vio un cordero bebiendo agua de la misma fuente a


cierta distancia. El astuto lobo pensó en un plan para engañar al
cordero y comérselo. Entonces él gritó al cordero, “¿Cómo te atreves a
ensuciar el agua que estoy bebiendo?” -Debe estar equivocado, señor
-dijo el cordero con suavidad-. “El agua fluye de usted a mí y no de mí
a usted. Entonces, no estoy haciendo que el agua llegue sucia a usted.”

El lobo comenzó a pensar astutamente en alguna otra charla para hacer


un problema. “¿Recuerdas haberme llamado con todo tipo de palabras
abusivas, hace apenas un año?” Dijo el lobo al cordero. El cordero
contestó: “Pero señor, yo no nací hace un año”. El lobo dijo en voz
alta: -Entonces tu padre debió de haberme maltratado hace mucho
tiempo.- El cordero dijo: -Discúlpeme en nombre de mi padre. -Usted
está discutiendo conmigo. “Te dare una lección”, diciendo esto, el lobo
saltó sobre el pobre cordero, lo mató y lo comió.

MORALEJA: Cualquier excusa servirá a una persona perversa.

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