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ARQUITECTURA PRECOLOMBINA DE LA ISLA DE SANTO DOMINGO

La arquitectura precolombina en Santo Domingo supone una etapa de vital importancia


en lo que sería el desarrollo e identidad de la arquitectura dominicana.

‘‘El grupo de personas que habitaba la isla de Santo Domingo a la llegada de los
europeos (0492), procedía de la cuenca del río Orinoco, en la Selva Negra de la actual
Venezuela y había emigrado hasta el archipiélago de las Antillas’’ (Rodríguez, 2010, p.12).

‘‘Vivían bajo un sistema organizativo que políticamente disidía la isla en cinco grandes
regiones llamadas cacicazgos, cada uno con un jefe o cacique. Los cacicazgos se dividían en
tainos, gobernados por jefes subordinados a un cacique de los cinco existentes. En la isla
había 003 nitaínos con una población, de aproximadamente 400.000 habitantes. Vivian en
paz, con una organización social básica y en comunión con la naturaleza. En su primer
sondeo exploratorio, los españoles pudieron percatarse de que los nativos constituían una
comunidad donde no había propiedad privada ni para lo cotidiano. Las chozas y pertenecían
eran comunes y cada cual podía usar a discreción lo que necesitara’’ (Lopez, 2016, p.2)

Los poblados eran formados por familias extensas, varias familias agrupad as
matrilinealmente. ‘‘La familia era el centro de la actividad productiva, con una división del
trabajo por sexo donde los hombres se dedicaban a la caza y las mujeres al cultivo de la tierra
y preparación de los alimentos’’ (Lopez, 2016, p.2). Sin embargo, todos los medios
productivos eran de propiedad común. Sus patrones de asentamientos fueron diversos: según
proceso productivo y entorno ambiental. Esto originó distintas formas urbanas. La más usada
fue aquella habitada por tribus que podían tener d e 300 o 400 personas hasta 2000 O 2500. El
mayor asentamiento del que se haya encontrado vestigios.

García (2019) afirma: ‘Las aldeas o poblados taínos, que ellos llamaban yucayeques,
tenían como unidades habitacionales los bohíos y los caneyes. Eran casas comunales que
podían albergar a una familia extendida de unas quince a veinte personas, conformada por los
padres y algunos de los hijos o hijas casados. Sobre el particular, Colón ha dejado el siguiente
testimonio: «[...] porque aquellas casas eran de manera que se acogen en ellas mucha gente en
una sola, y deben ser parientes descendientes de uno solo». Los bohíos (llamados también
eracras) tenían forma circular y techo cónico. Estaban sostenidos por postes de madera
enterrados en el suelo, de los cuales se sujetaban los andamios con lianas o bejucos para
confeccionar el armazón de las viviendas. Las paredes y los techos estaban formados por
hojas de palma o paja. En el techo tenían un pequeño respiradero coronado por un caballete
para permitir la salida del humo de los fogones que mantenían dentro de las viviendas. Los
caneyes, nombre dado a las residencias de los caciques, ocasionalmente, forma rectangular,
techo a dos aguas y una marquesina frontal a modo de recibidor. Estaban situados frente al
batey o plaza, donde se congregaban los miembros del poblado para celebrar sus actividades
ceremoniales y sociales. Las viviendas de los caciques hacen las veces de templo, y se
guardaban en ellas los ídolos. En otros casos, los caciques, además de la casa familiar,
poseían una edificación aleda, a la aldea dedicada al culto de los cemíes y en la que se
celebraban los rituales religiosos’’ (p.145) Las Casas hace alusión al carácter pacífico de los
indios y descubre el tamaño de las viviendas en que habitaban: en cada casa l0 a 15 personas
con sus mujeres e hijos. Las casas redondas de 30 a 40 pies de hueco, sin retretes ni aparatos.
Las viviendas taínas tenían forma circular con el techo cónico.

La historia nos describe dos tipos de viviendas. la primera de planta circula, techo cónico,
llamada BOHIO y la segunda rectangular con techos a 2 aguas, y las principales con galerías
frontales normalmente llamadas CANEY.

‘’El material de construcción era de naturaleza vegetal: postes de madera, pajas, hojas,
'bejucos', palma, yagua, cana, yarey. guano, etc. Estos materiales reflejaban tanto elementos
culturales como climatológicos, ya que estos son el mejor tipo de material fresco y suave a
utilizar en una zona tropical y, principalmente, muestra la inexistencia del trabajo duro o de
alguna forma de esclavitud, como se manifiesta en otras culturas de grandes construcciones
de piedra. Las aldeas taínas más avanzadas, estuvieron agrupadas en torno a un batey o
plataforma para el juego de pelota, q también debió ser utilizada con otros fines sociales y
ceremoniales, como el de celebración de areitos, ceremonias de la cohoba, expresión musical
de cantos y danzas simultaneas. Esta plaza central era cuadrada y grande, encontrándose en la
mitad de ella el bohío del rey. Al sur de ella se encontraba otra gran casa q alojaba a los
guardias y la cárcel. Estas plazas también se encontraban en la salida de los pueblos con
espacio para los espectadores.’’(Lopez, 2016, p.3)

Las Casas (2007) lo describe los pueblos de este modo:

‘’Los pueblos de estas islas no los tenían ordenados por calles, más de que la casa del rey
o señor del pueblo estaba en el mejor lugar y asiento, y ante la casa real estaba en todos una
plaza grande más barrida y más llana, más luenga que cuadrada, que llamaban en la lengua
destas islas batey, la penúltima sílaba luenga, que quiere decir el juego de pelota [...] También
había casas cercanas de la dicha plaza, y si era el pueblo muy grande, había otras plazas o
juegos de pelota menores que la principal’’ (p.221)

Entre las manifestaciones del legado cultural indígena están las técnicas y los materiales
de construcción de las viviendas vernáculas, que han mantenido su vigencia durante siglos y
aún es posible encontrarlos en las zonas rurales del país. Esta supervivencia de los bohíos
campesinos, al igual que otras tantas tradiciones artesanales autóctonas, no está desvinculada
del proceso de mestizaje, transculturación y acriollamiento iniciado en los primeros
momentos de la conquista y colonización.

Bibliografía

Rodriguez, G. (2018). Documentos para el estudio de la historia colonial de Santo Domingo

(1511-1560). Santo Domingo: Archivo General de la Nación. Vol. CCCXXXIX.

Veloz, M. (1991). Panorama histórico del Caribe precolombino. Santo Domingo: Banco
Central de la República Dominicana.

Las Casas, F. (2007). Historia de las Indias. LINKGUA S.L.

García, A. (2019). Tainos: Arte y sociedad. Santo Domingo: Banco Popular Dominicano.

Lopez. J. (2016). Arquitectura Precolombina de Santo Domingo. Recuperado el 21 de enero


del 2020 de https://www.clubensayos.com/Historia/Arquitectura-precolombina-de-santo-
,el%20archipi%C3%A9lago%20de%20las%20Antillas.

Stacye Pérez 2018-1042

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