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Lupe está de mal humor, justo esta navidad su abuelita

no va a poder venir porque tiene que cuidarse del


COVID-19.
El papá de Lupe se de cuenta que su hija esta muy
triste.
Piensa que la mejor manera de alegrarla es convertirla
en una galleta de jengibre.
La acuesta sobre la mesa de la cocina
y empieza a amasar la masa.
Estira la masa para todos lados.
Luego le añade la harina.
(En realidad son polvos de talco.)
Después le coloca los botones de gomita.
(En realidad son bolitas de papel)
Lupe no aguanta la risa cuando mamá dice que no le
gustan los botones de gomita en la galleta de jengibre.
Muy bien-dice papá-. Sin botones de gomita, solo
botones de chocolate. (El chocolate son círculos de
colores)
Luego le pone glaseado.
(En realidad es crema para la piel)
-¿Qué te parece un poco de glaseado, Lupe?
Lupe no puede responder porque solo es una galleta
con cosas encima.
Pero cuando le hacen cosquillas a la galleta, se ríe con
locura.
¡Se supone que las galletas no se ríen!-dice su papá
¡Se supone que los que hacen galletas no les hacen
cosquillas a las galletas!- responde Lupe
-Bueno-dice papá-
Ya es hora de poner la galleta en el horno.
-¡Ah! ¡Ya está lista nuestra galleta de jengibre!
El papá de Lupe lleva la galleta de jengibre a la mesa.
Ahora hay que cortar la galleta de jengibre- dice.
Pero la galleta de jengibre se escapa y...
El cocinero la persique.
Agarra la galleta de jengibre y le da una abrazo.
Mamá le dice que pueden ir a dejarle a la abuela algunas
galletas pero que deben lavarse las manos y ponerse el
cubrebocas.
La galleta decide visitar a su abuela cuidándose y
cuidandola a la distancia.
FIN
Cuento original
“Pedro es una
pizza”
Autor
William Steig

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