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El mango de la especie Mangifera indica es una fruta jugosa (más específicamente una drupa) y tiene

numerosas variedades con formas, colores, texturas y sabores muy variables. Es redondo a oblongo y
puede tener pesos de menos de 50 g a más de 2 kg. Consta de una cáscara, una pulpa comestible (el
mesocarpio) y un endocarpio duro que contiene una semilla. Durante el desarrollo del fruto, la cáscara
es de un color verde oscuro, que cambia a tonos verdes claros, amarillos, de color naranja, rojos o de
color borra de vino al madurar el fruto. Según la variedad, la pulpa del mango maduro es dulce, de
textura suave o fibrosa y de color naranja o amarillo.1 La variedad llamada mango de hilacha es la que
mayor cantidad de fibra contiene.

Cuando no ha madurado completamente, es de sabor medianamente ácido. Cuando aún está verde, su
cáscara es de dicho color y su pulpa es de color amarillo verdoso muy pálido, consistencia dura y sabor
ácido astringente.También el sabor es muy diferente entre una variedad y otra.

Además del hombre, también algunas especies de insectos, pájaros, murciélagos y otros mamíferos
comen mangos.

Variedades

«Hay más de mil variedades del mango alrededor del mundo, con India teniendo el mayor número (más
de 500 nombradas). Las industrias comerciales del mundo se basan en un puñado de variedades
mejoradas complementadas con variedades locales menos aptos para la exportación.»1

Algunas variedades del mango:

Mango de hilacha: Se caracteriza por tener una pulpa muy fibrosa como hilos.

Mango de jardín o mango criollo: Se caracteriza por su pequeño tamaño, similar al de un huevo.

Mango boca'o: De pequeño tamaño.

Mango injerto: De piel rojiza al madurar, pulpa firme y un sabor muy dulce con un levísimo toque agrio.

Manga: Se caracteriza por su considerable tamaño.

Mango Tommy: Más resistente a manipulación y transporte, mayor resistencia a degradación.

Mango chancleta: de forma alargada.

Mango manzano: por su color rojizo y su forma, recuerda a una manzana.

Mango de azúcar: de piel amarga, pulpa firme y sabor muy dulce. muy popular en la elaboración de
jugos.
Más variedades:2

Rojas: Tommy Atkins, Haden, Irwin Red, Zill, Sunset Adams

Verdes: Kent, Carrie, Amalie

Amarillas: Ataulfo, Manila Super

Otras: Criolla, Edward, Van Dike

La variedad del mango que crece espontáneamente en la zona intertropical americana (introducida a
fines del siglo XVIII en el Brasil por los portugueses) es de color amarillo, más pequeña que las
variedades de injerto, de sabor exquisito y muy dulce, tanto el mango bocao como el de hilacha.

Una variedad de mango de gran tamaño tiene un sabor y olor similares al del melocotón en almíbar,
aunque con una textura menos hidratada (mango melocotón).

Distribución

De origen asiático (India, Birmania y las islas Andamán), Mangifera indica crece espontáneamente en la
zona intertropical1 en alturas de 0 a aproximadamente 9003 o 1200 m1 sobre el nivel del mar. La
mayoría de las variaciones del mango destinadas para el comercio se cultivan debajo de los 600
m.s.n.m.1

Crece por ejemplo en Colombia (más específicamente en la selva baja), en Ucayali (Perú), en grandes
cantidades y variedades en el centro oriente de Venezuela así como en Paraguay, donde en casi todos los
hogares con terreno se puede encontrar este árbol frutal. Debido a su gran sabor y variedad de
preparación, en los últimos siglos se ha expandido por el mundo tropical. Fue introducido en el siglo XVII
a México desde Filipinas y en el siglo XIX a Brasil por los portugueses.

Cultivo

Exigencias de la planta

Una temperatura media anual de 24 a 27 °C es óptima para la planta. Temperaturas de 0 °C o más bajas
dañan los árboles maduros y matan los jóvenes. Durante la floración la planta requiere temperaturas de
al menos 10 °C y durante la polinización, de al menos 15 °C.1 Vientos superiores a los 10 km/h arrancan
las flores y frutos pequeños del árbol. Necesita abundante luz solar y requiere una época seca algunos
meses antes de que aparezcan las flores hasta que se desarrollan las frutas y una época lluviosa a
continuación.2 La planta tolera cantidades de lluvia de entre 400 y 3 600 mm al año y puede sobrevivir
períodos secos de hasta ocho meses. Si el período seco coincide con el desarrollo de las frutas, se
perderá gran cantidad de ellas.1 La humedad relativa ideal se encuentra entre los 40 y 60 %. El suelo
debe ser bien drenado. Son aptos para el cultivo del mango suelos limosos con humus, suelos arenosos
ligeramente ácidos y suelos alcalinos que han sido tratados con fertilizantes.2 El pH ideal del suelo es de
5,5 a 7,5, mientras que suelos más ácidos causan un crecimiento retardado. La planta es polinizada por
el viento y diferentes insectos, como moscas, abejas, hormigas o avispas, con las moscas siendo los más
importantes.1

Propagación

Se puede propagar el árbol mediante semillas o asexualmente mediante el injerto.2

Las semillas del mango pueden ser monoembriónicas o poliembriónicas, según la variedad. Con las
semillas poliembriónicas (igual que por la propagación asexual) se pueden obtener plantas con las
mismas características que la planta madre.2 De las semillas poliembriónicas se pueden obtener entre
tres a diez plantas de semillero, la mayoría de ellas idénticas a la planta madre, sin embargo de cada
semilla poliembriónica germinará al menos una planta genéticamente distinta de la planta madre. De las
semillas monoembriónicas solo germinará una planta, que siempre es genéticamente distinta de las
plantas madres. Por eso, para las variedades monoembriónicas del mango se emplea el injerto para
propagarlas.1

La propagación mediante injerto

Muchas de las mejores variedades comerciales de mango son monoembriónicas y se propagan mediante
el injerto. Para eso se injerta la variedad con las frutas deseadas en un tallo con raíces de otra variedad.
La parte injertada de la planta será genéticamente idéntica a la planta de la que se la ha cortada.
Generalmente el injerto se realiza cuando las plantas aún se encuentran en un recipiente con tierra y aún
no se han trasplantado al campo del cultivo.1

El mejor momento de realizar el injerto es cuando durante la noche las temperaturas son de entre los 18
y 21 °C, y el lugar ideal para guardar las plantas recientemente injertadas tiene una sombra de más de un
50 %. Se corta un extremo de un renuevo con un brote final justo antes de abrirse y con el mismo
diámetro que el tallo al que se quiere injertar el renuevo. El renuevo cortado debe tener una longitud de
unos 100 a 200 mm. Normalmente el renuevo injertado empezará a crecer después de diez a catorce
días.1
Después de uno a dos años normalmente se ha formado una conexión dura y el árbol injertado tiene una
altura de unos 60 a 120 cm. Entonces puede ser trasplantado al campo del cultivo. Al menos una semana
antes de hacerlo se lo pone en un lugar con luz directa del sol para acostumbrarlo a la luz plena.1

La propagación con semillas

A ser posible se seleccionan semillas de mangos grandes porque generalmente generarán plantas de
semillero más fuertes. Además las frutas han de ser maduras sin que hayan empezado a pudrirse. Un
mango cuya semilla se usa para la propagación no se debería refrigerar para no disminuir su capacidad
de germinar.1 Se quita la pulpa para liberar el endocarpio (la envoltura dura alrededor de la semilla) y se
lo deja secar. Después del secado se quita el endocarpio.2 Es importante no dañar la semilla al hacerlo.1
El endocarpio con la semilla se puede guardar dos o tres semanas después de la cosecha de la fruta
(Después de ese periodo la semilla ya no germinará.),2 pero cuando se ha liberado la semilla del
endocarpio hay que plantarla inmediatamente o ponerla en agua durante no más de 24 horas antes de
plantar. Después de unos días de almacenamiento, la semilla liberada del endocarpio perdará gran parte
de su capacidad de germinar.1

La semilla se siembra en un recipiente a una profundidad de 2 cm. Para plantas monoembriónicas se usa
tierra suelta u otro medio suelto para plantar. Para plantas polyembriónicas se usa arena. De las varias
plantas germinadas de una semilla polyembriónica se escogen solamente las tres o cuatro más fuertes
para continuar el cultivo. De este modo también se evita escoger la planta genéticamente distinta que
germina junta con las plantas genéticamente idénticas de una semilla polyembriónica.1

Para las plantas de semillero se escoge un lugar con un 50 a 80 % de sombra, pero no bajo árboles de
mango para evitar una infección con hongos. Al menos una semana antes de plantarlas a su lugar final,
se las pone en un lugar con luz directa del sol para acostumbrarlas a la luz plena.1 Cuando la planta tiene
el tamaño suficiente (un metro de altura, un tallo de 15 mm de diámetro y una edad de alrededor de 12
meses)1 se la trasplanta al campo de cultivo en un hueco con tierra superficial y cal.

El mango está reconocido como uno de los 3 ó 4 frutos tropicales más finos. Es una fruta que se obtiene
del árbol del mismo nombre.

Tiene forma ovalada, con la piel no comestible y color variable de amarillo pálido a rojo intenso. La pulpa
es pegajosa y su coloración también varía, desde amarillo a anaranjado. El sabor del mango maduro es
dulce, y bastante ácido cuando aún está verde. Es una fruta jugosa y fibrosa, y poseen un hueso interior.
Su tamaño varía entre 5-20 cm de longitud, con un peso de 300-400 g, llegando algunas piezas a alcanzar
más de un kilo.

Alimentación y nutrición
El mango es una fruta con un elevado contenido en glúcidos. Su contenido en fibra no soluble es bajo, al
igual que su valor calórico. El mango puede reducir el riesgo de contraer enfermedades en general por
intensificar las funciones inmunológicas.

El mango (Mangifera indica L.) está reconocido como uno de los 3 ó 4 frutos tropicales más finos. Es una
fruta que se obtiene del árbol del mismo nombre.

Tiene forma ovalada o esferoidal, con la piel no comestible y color variable de amarillo pálido a rojo
intenso. La pulpa es pegajosa y su coloración también varía desde amarillo a anaranjado. El sabor del
mango maduro es dulce, y bastante ácido cuando aún está verde. Es una fruta jugosa y fibrosa, siendo
menso fibrosas las variedades mejoradas. Todas ellas, ya sean variedades mejoradas o no, poseen un
hueso interior. Su tamaño varía entre 5-20 cm de longitud, con un peso de 300-400 g, llegando algunas
piezas a alcanzar más de un kilo.

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