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7.1. Tiana Ferrer
7.1. Tiana Ferrer
LAURA TRAFÍ.
vador. De igual modo que el conductor cuenta solamente a su capacidad de explicación. Los
en su tablero de instrumentos con indicadores de científicos sociales utilizan otros muchos recur-
la temperatura del agua o del aceite y que el quí- sos para conocer e interpretar la realidad que
mico dispone de indicadores que le permiten abordan. Los indicadores no son sino un instru-
apreciar la existencia de una determinada reac- mento de alcance limitado. ¿Por qué entonces su
ción, el científico social construye indicadores difusión?
que le permitan acercarse a diversos aspectos de Sin duda, el motivo principal se encuentra en
su ámbito de trabajo. dos de sus rasgos definitorios: su carácter sintéti-
Descendiendo al terreno de la educación, un co y su capacidad para orientar en la toma de de-
indicador no es sino un artificio que proporcio- cisiones. Por una parte, la selección de un con-
na información relevante acerca de algún aspec- junto limitado pero significativo de indicadores
to significativo de la realidad educativa. Lo más permite hacerse una idea sintética del funciona-
habitual es que dicho artificio consista en algún miento de una determinada realidad. No quiere
tipo de dato de carácter cuantitativo, general- decir ello, como erróneamente se piensa a veces,
mente una medida estadística. Sin embargo, hay que los indicadores expliquen las relaciones cau-
que romper con la idea de que un indicador es sales que existen en la realidad que representan
por definición un dato numérico. El uso del tér- (qué cosa produce qué efecto), ni que permitan
mino artificio no es casual, sino que responde a la extraer conclusiones unívocas (qué debe hacerse
experiencia habitual. En muchos sistemas de in- necesariamente) a partir de ellos. Su contribución
dicadores se incluyen algunos no cuantitativos, consiste más bien en iluminar dicha realidad y
recurriendo a gráficos u otras representaciones aportar elementos de juicio para interpretarla
de la realidad. (Bryk y Hermanson, 1994).
Pero es justo reconocer que la mayor parte de Por otra parte, ese carácter sintético e ilumina-
los indicadores son de carácter cuantitativo, aun- dor ha atraído la atención no sólo de los científi-
que se refieran a aspectos cualitativos de la reali- cos sino, muy especialmente, de quienes necesi-
dad. La posibilidad, adecuación y validez de los tan contar con una información manejable para
procedimientos para transformar una realidad tomar decisiones del nivel que fueren. Los res-
cualitativa en un dato numérico es precisamente ponsables políticos, los administradores públicos,
uno de los aspectos que más discusión ha genera- los equipos directivos, todos ellos se muestran in-
do entre los partidarios y los detractores de este teresados por un instrumento que les permite
tipo de instrumentos. destacar de modo sintético lo más relevante de su
campo de actuación y orientar así (o explicar) la
Los usos toma de decisiones. Esa experiencia es la que ha
Así pues, los indicadores son instrumentos que llevado a algunos a argumentar que la construc-
sirven para explicar una parcela de la realidad so- ción de un indicador no es un proceso puramen-
cial (en este caso, educativa). Sin embargo, no hay te científico o técnico, sino el resultado de una
que atribuir la clave de su éxito, de su aceptación, compleja interacción entre un proceso cognitivo
de los indicadores que expliquen todos los aspec- centros docentes y con el sistema educativo en su
tos de la realidad que abordan, ni mucho menos conjunto. Dadas las características señaladas, es
las relaciones de causalidad que se establecen en lógico que precisamente en esos ámbitos se hayan
su interior. Lo más que razonablemente cabe es- desarrollado sistemas de indicadores, con la fina-
perar, y no es poco, es que representen de mane- lidad de valorar su estado y condición. A través
ra coherente dicha parcela de la realidad, que des- de tales aportaciones, los indicadores han encon-
taquen sus puntos fuertes y débiles, y que permi- trado un lugar propio en el seno de los mecanis-
tan un cierto grado de comparación y el estudio mos de evaluación del sistema educativo puestos
de las tendencias principales. en marcha en los últimos tiempos. w
Por ese motivo, el uso de los indicadores se ha
extendido con fines de diagnóstico, por utilizar
nuevamente el símil médico. Una vez realizado Referencias bibliográficas
Bottani, N., y Tuijnman, A. (1994): «International educa-
un primer diagnóstico, será preciso realizar nue- tion indicators: framework, development and interpreta-
vas exploraciones para comprender mejor los tion», en CERI: Making Education Count. Developing and
Using International Indicators, París: OCDE, pp. 21-35.
puntos críticos detectados. Pero no se puede ne- Bryk, A., y Hermanson, K. (1994): «Observations on the
gar el valor que posee esa primera aproximación. structure, interpretation and use of education indicator sys-
En general, hoy tiende a considerarse que los in- tems», en CERI: Making Education Count. Developing and
Using International Indicators, París: OCDE, pp. 37-53.
dicadores permiten aumentar nuestro conoci- Oakes, J. (1986): Educational Indicators: a guide for policymakers,
miento de los problemas educativos, aportan Santa Monica (CA): The Rand Corporation /Center for
interpretaciones de los mismos y proporcionan Policy Research in Education.
información para discutir posibles soluciones a los
problemas detectados. Así, se convierten en ins- * Alejandro Tiana Ferrer es profesor titular de la Facul-
trumentos que pueden desempeñar un papel re- tad de Educación de la Universidad Nacional de Educación
a Distancia.
levante para la objetivación del debate educativo
en las sociedades democráticas.
De acuerdo con estas ideas, el
uso principal de los indicadores
educativos ha tenido lugar con fi-
nes de diagnóstico y en referencia
a ámbitos de una cierta entidad.
Su aplicación más habitual ha te-
nido lugar en relación con los
LAURA TRAFÍ.