APUNTES
Lo forense tiene que ver con la forma de resolver conflictos. es más que lo jurídico. Lo
jurídico queda pegado a lo judicial, con la ley escrita. Nos interesa a nosotros la relación de la
norma (sea escrita o no) con el sujeto. Las leyes son siempre un ejercicio. Por eso, si partimos
de una lectura crític no podemos hablar de el binomio sujeto/ley, porque la ley no es natural,
tiene que ver con intereses, con un poder. Para que “se cumpla la ley” está el CONTROL
SOCIAL. El control social es el conjunto de sistemas, valores, dispositivos, ciencias, orientado a
mantener el statu quo, es decir orientado a lograr que el sistema de poder no se modifique. El
control social noe s algo malo, es necesario para organizarse, el tema es quién lo ejerce, cómo
y para que.
Tenemos dos tipos de control social: PUNITIVO-REPRESIVO Y PARTICIPATIVO
COMUNITARIO. Las leyes son uno de los instrumentos del control social.
PROSCRIPTUM
Si tomamos como punto de partida el origen del término FORO encontramos que proviene
del latín Forum: plaza de Roma, centro de actividad política, religiosa, comercial y jurídica. En
un primer tiempo lógico entendemos que foro circunscribe un espacio. Pero en la conjunción de
lo espacial con la restricción a lo jurídico comienza a significar el término foro con algo de la
función. FORO COMO FUNCIÓN REPRESENTA EL ACTO DE JUZGAR Y SANCIONAR. Ya
no remite a un espacio físico sino a un qué hacer.
El concepto de foro suele asociarse con el hecho de la actividad jurídico-política en la
antigua roma, como único o principal espacio de resolución de lo público. Sin embargo, roma
constituía una enorme red de magistraturas y organos politico-juridicos de modo que el foro
está lejos de haber sido la única o principal institución donde se trataban los temas públicos.
Por otro lado, hay que considerar el supuesto carácter participativo y democrático que se le
suele atribuir al foro romano. El foro distaban bastante de ser un modelo de amplia
participacion e integracion dado que solo podian participar en el aquellos que reunían las
condiciones necesarias para ser “ciudadano”. Ellas son: hombre libre, nacido en Roma, Jefe de
familia. Todos los demás seres humanos habitantes de Roma no eran ciudadanos y por ende
no constituyen “sujetos de Derecho. No todos los seres humanos eran entonce s personas
(persona como aquel que tenía derechos y obligaciones, o sea que eran sujetos de derecho)
Cuando se plante el foro como modelo participativo del pueblo romano, se cae en una
confusión. Pueblo constituía junto con el senado y los magistrados, el tercer político de Roma,
teniendo a su cargo funciones legislativas, judiciales, electorales. Sin embargo, la participación
del pueblo tenía sus límites: podía reunirse solo cuando era convocado por los magistrados
específicos, bajo la dirección de estos. Las reuniones autoconvocadas no eran reconocidas
oficialmente y eran desestimadas. Solo conformaban el pueblo, por otro lado, aquellos que
eran considerados ciudadanos
Las democracias actuales se han organizado en función de una división de poderes
(ejecutivo, legislativo y judicial). En Roma, en cambio, no se organizaban las tareas de este
modo. Las magistraturas por ejemplo, reunían diferentes tipos de incumbencias legislativas,
judiciales y ejecutivas.
EN el texto del foro a los derechos humanos se hace hincapié en los GRUPOS
PRIMIGENIOS y en su dispositivo de control social horizontal.
Así, foro como dispositivo integra, suprime y supera al foro como lugar y como función . En
este sentido el foro implica un proceso, con un tiempo en el que el acto de juzgar se lleva a
cabo. Podríamos decir que tiene sus comienzos en estas formas primigenias. También implica
un espacio en donde desplegar una función, es decir la creación de un lugar donde poder llevar
a cabo un procedimiento de escucha, de síntesis y finalmente, de considerarse necesario, de
sanción.
Entendemos entonces el Foro como un dispositivo, que surge en función de una urgencia:
evaluar el acto realizado por un miembro del grupo, cuyo efecto puso en riesgo a la comunidad
y aplicar en consecuencia una sanción, con el fin de reparar el daño causado por el efecto de
dicho acto.
Al pensar el foro como dispositivo se resuelve la dificultad y la confusión que podría
introducir la aplicación del término a fenómenos sociales anteriores al surgimiento del término
mismo. Ha operado una nueva torsión en el significado del término foro.
Pensar al foro como dispositivo nos permite poner en cuestión el modo actual de
administración de justicia. Debido a la complejidad de las sociedades actuales es imposible
retomar aquellas primeras formas sociales de los grupos primigenios. Sin embargo, desde el
paradigma humanista se rescata el uso de los dispositivos de participación comunitaria no solo
para el acto de juzgar sino también para el tratamiento de la cosa pública en general
CAPÍTULO II
Es claro que, en la actualidad, la injusticia social depende de factores internacionales y,
especialmente, de la distribución internacional del trabajo, que va dejando un lugar cada vez
relegado a los países periféricos. El poder central también aumenta el déficit de los países
periféricos disminuyendo el precio de los productos que compran y aumentando el de los que
venden y además compromete las exportaciones de esos países para descargarse del exceso
de medio de pago que en un momento provocó la llamada “crisis del petróleo”.Además de
operar como bomba succionadora del capital productivo, la necesidad central centrípeta se
manifiesta en políticas proteccionista que casi impiden las exportaciones de los países
periféricos. Todo esto origina una contradicción cada vez más aguda entre el centro y la
periferia.
A su vez, el poder mundial ha aumentado considerablemente su potencial destructivo
directo, es decir, abiertamente bélico. La tremenda potencia de esta capacidad de destrucción
y el escasísimo tiempo en que se desarrolló su tecnología no han permitido que la humanidad
tome conciencia de lo que sucede, entre otras cosas, porque los que se llamó la “mafia
atómica” están particularmente interesados en que no se produzca esa toma de conciencia.
Muchos argumentan que la imposibilidad de la guerra es la única garantía de la paz, pero
este argumento encierra varias falacias: en primer lugar, no es posible afirmar que no hay
guerra cuando en el planeta tienen lugar más de treinta conflictos armados.
A su vez, otra cara de esto es la irresponsabilidad con que ha sido depredado el planeta. Un
grave problema de esto es el proceso de desertización progresiva
Al producirse la llamada crisis del petróleo, en los 70's se generalizó una publicidad
internacional que trato de mostrar la conveniencia de la extensión del uso de la energía
nuclear. En realidad, la energía nuclear presenta como única ventaja la de no requerir cambios
de equipos costosos . Su única ventaja es la de ser barata para el poder, lo otro es todo
negativo. En principio no es cierto que los reactores nucleares no implique ningún peligro, sino
que, por el contrario, se han registrado numerosos accidente A la vez, cuando se pone en
funcionamiento un reactor nuclear no se lo puede detener, de modo tal que siempre debe
haber personal de mantenimiento. Esto demanda que el derecho a huelga en ese ámbito nos
ea admisible. Además disponer de energía nuclear para uso pacífico, es lo mismo que
disponerla para uso bélico. Por último, esta forma de nergis produce residuos radiactivos.
Lo cierto es que un proceso de depredacion, agotamiento y degradación a nivel planetario se
halla en marcha y que en caso de no detenerse a tiempo se generará una catástrofe mundial
sin precedentes.
Uno De los problemas más graves de los países centrales es el aumento de la población en
los países periféricos y de la propia población marginada en los centrales. En lo interno de los
países centrales puede leerse esta publicidad, que se exporta también a la periferia: los
suburbios de nuestras ciudades están plagados de vagos, miles de los cuales son parados,
víctimas del descontento y de drogadicción. si continúa el ritmo actual de procreación en los
próximos años, unos cuantos millones más serán arrojados a la calle. el control de la natalidad
es una solución.”
En este tipo de publicidad puede verse claramente la manipulación del sentimiento de
seguridad ciudadana de las clases medias norteamericanas para justificar el control de la
natalidad.
La disminución del porcentaje de “población civilizada” en el mundo resulta alarmante para el
centro, que propone “salvar la civilización” en la medida en que sea posible, valiéndose de la
manipulación de la ayuda alimentaria, que únicamente será dirigida a países que acepten
planes del control de la natalidad. Tenemos 3 grupos: los que no requieren ayuda alimentaria,
los que la requieren y pueden controlar su población y los que ya están perdidos, siendo
aconsejables para estos dejar que el hambre dé cuenta del exceso de población. Se postula
así un GENOCIDIO POR OMISIÓN a la vez que un sometimiento colonial mediante la
manifestación de la ayuda alimentaria.
El ámbito de una manipulación genocida en ei sentido de su potencial destructor de la
especie humana es algo que la tecnología ya ha abierto. Nos referimos a lo que se llama
INGENIERÍA GENÉTICA, esto es a la posibilidad de programación genética, que permite
romper cadenas o fibras de ADN y reconstruir una nueva solando trozos de otra, lo cual quiebra
la barrera entre las especies vivas. El poder genocida mundial es tan formidable, que se
encuentra en camino de manipular el modelo biológico del hombre ideal, perfecto para el
sistema. Los mecanismos de la evolución no los conoce aún la ciencia y sin embargo,
experimenta con mutaciones genéticas sin comprender el alcance de los fenómenos que
provoca.
El poder, en vez de modificar las condiciones sociales que generan las enfermedades,
sueña hoy con manipular genéticamente células e “infectar” las células defectuosas con genes
sanos, lo cual provocaría una restauración de las células que la sociedad afectó. En una
segundo paso se pensara en la generación de células más resistentes a la enfermedad (en
sí,células más resistentes a las agresiones sociales). En definitiva lo que se plantea no es
fabricar un hombre más inteligente menos violento sino una creación condiciones de mayor
resistencia orgánica a las agresiones del sistema, un perfeccionamiento del ser humano para
que sea más resistente a la degradación del medio social.
El poder mundial tiene la posibilidad de aniquilar la vida planetaria, inicia el camino de
manipular genéticamente la evolución y persiste en un sistema de produccion y distribucion de
bienes que condena a la enfermedad y a la muerte a millones de personas. No obstante, los
hombres participan de eso y prefieren desechar las pruebas de esa realidad, incluso cuandos e
vuelve contra ellos mismo Esto noe s un producto del azar, sino de la aplicación de la
tecnología de la manipulación que es una pieza clave del sistema. Son ampliamente conocidas
las técnicas de manipulación del sentimiento de seguridad ciudadana y la totalidad de la
manipulación tiende a lo que ingenuamente se llama “universalización de la cultura”, cuandos e
trata verdaderamente de una homogeneización de los mercados para obtener una mayor
colocación de los productos elaborados centrales.
No puede transformar el mundo sin una filosofía es decir sin una “interpretación del ser” sino
una concepción antropológica del ser. Esta concepción antropológica no puede darla la ciencia
sino la filosofía, porque LA CIENCIA NI PIENSA. esto es, no se mueve en la dimensión de la
filosofía sino en la mera dimensión de los objetos.
Es demasiado claro,a su vez que la ciencia no es pura, el saber posee una intencionalidad
definida: el poder, lo cual hace que el proceso cientifico y tecnico del mundo se halle en función
del proceso productivo. Sin embargo, el curso del saber es mostrado por el poder como algo
natural, incuestionable. Es necesario entonces que tomemos conciencia de que toda el área de
la CRIMINOLOGÍA no era más que una manifestación de este formidable poder que nos
abarca, cuya perspectiva y crítica ideológica es indispensable para allanar el camino a la crítica
ideológica en cultura de sus manifestaciones.
UNIDAD 2
LOSTALÓ- EL POR QUÉ DE UNA PSICOLOGÍA FORENSE
En el marco internacional, hay un nuevo marco doctrinario, expresado en el ámbito de las
naciones unidas. Un marco para operar en y desde nuestra realidad latinoamericana. En este
sentido surge, por ejemplo en 1948 la Declaración de los Derechos Humanos. En 1980, se
plantea, por primera vez la cuestión del desarrollo humano y más tarde, en los 90, la cuestión
de la sustentabilidad.
Paulatinamente, el Estado empieza a parecer ya no como el garante y la promesa que se
esgrimió para acabar con el subdesarrollo, el miedo, la inseguridad y la impunidad.
En este contexto, América Latina constituye su lugaren el mundo como la mayor experiencia
inédita de integración y mestizaje de razas que, desde hace tan solo 500 años continúa
elaborando un universo étnico, cultural, simbólico y de sentido, en una geografía de peculiar
riqueza y diversidad, dando lugar a un universo cultural que, aún hoy, no ha terminado de
adquirir su fisonomía definitiva.
En los 90, surge también un panteón complementario al de los Derechos Humanos y el
Desarrollo Sustentable: el de la SEGURIDAD HUMANA. Seguridad Humana alude al
despliegue de la posibilidad concreta de alcanzar el mayor margen de libertad aquí y ahora y
para todos. Se trata de llevar adelante, a través de la participación un proceso dinámico que
reduzca y apunte a liberarnos de los imperios de la necesidad y del miedo. No hay desarrollo
humano sin participación de los habitantes en forma comunitaria.
Seguridad humana entonces pero de los HABITANTES, que incluye a todos, por el hecho de
nacer y habitar en un territorio, no solo a los que son tributarios de la condición jurídica, política
o económico-social de ciudadano. La condición de habitante hace a todas las personas sujeto
de Derecho.
La cuestión del CONTROL SOCIAL no puede ser analizada al margen de una coyuntura
socio-histórica determinada. Por ello, la justificación de por qué lo forense en lugar de lo jurídico
es un requisito para el estudio de la problemática actual del ejercicio de la psicología en
América Latina.
Según Emilio García Méndez “el concepto de control social admite, sin duda, más de una
interpretación. Se lo considera abstractamente como toda actividad que ayuda a regular las
interacciones humanas y que puede tomar la forma de la cooperación o del conflicto o en forma
más concreta como las medidas tendientes al mantenimiento y reproducción del orden
socioeconomico y politico establecido”.
No existe entonces una subjetividad que pueda aislarse de la cultura y de la vida social, ni
tampoco una cultura que pueda aislarse de la subjetividad que la sostiene. Esta mutua
determinación debe ser nuestro punto de arranque, ya que la subjetividad es cultura
singularizada tanto como la cultura es subjetividad objetivizada.
Hablar de una PSICOLOGÍA JURÍDICA nos coloca en la clásica actitud de reducir los
hechos sociales a mecanismos psicológicos, como forma de soslayar la corresponsabilidad
social del Estado en la determinación de la vulnerabilidad psicosocial de los habitantes. En
cambio, la investigación de la subjetividad, consiste en la interrogación las significaciones de
los sentidos, la ética y los valores morales que produce una determinada cultura, la forma de
apropiación del control social sobre los individuos y la orientación que produce sobre sus
acciones prácticas.
En este contexto adquiere singular relevancia, la posibilidad de brindar conocimientos que
hacen a la especificidad de LO FORENSE, desde un marco teórico que reconoce la
significación primordial del control social en la constitución de la subjetividad. El ámbito de lo
forense como tal debe incluir necesariamente la clásica visión de la psicología jurídica, pero no
se circunscribe ni se limita a ese marco, sino que lo contiene como uno más de los saberes que
incluye la disciplina, ya que el rol de la psicología no es el de ser una ciencia auxiliar del
derecho.
UNIDAD 3
LOSTALÓ- EL MESTIZAJE MARGINAL ORIGINARIO
Somos un continente mestizo. Este mestizaje tiene cuatro variantes: en primer lugar
contamos con una población indígena autóctona que sobrevive Además tenemos un
remanente de población negra, con muy poca incidencia actual en nuestro país pero mayor en
el resto del continente. Esta gente fue traída contra su voluntad, como esclavos. También
tuvimos DOBLE COLONIZACIÓN, nuestros conquistadores eran los marginados. La cuarta
parte proviene de Europa, los inmigrantes europeos eran personas marginadas del proceso de
industrialización europeo, por falta de capacitación laboral (origen rural) o por razones políticas
(socialistas, anarquistas).
Se intenta ocultar r este origen mestizo tratando de marcar la universalidad civilizadora por
encima de la multiversalidad real de las culturas de nuestro continente.
Estas culturas originarias y los inmigrantes, y los primeros colonizadores tenían una
característica en común: se organizaban en GRUPOS FAMILIARES EXTENDIDOS. Junto con
la adquisición de un modelo económico específico de desarrollo económico aparece la familia
nuclear, correlato necesario para las sociedades industriales. Pero debemos recordar que no
muy lejos, en cualquiera de nuestras villas de emergencia, los modelos de grupos de crianza
son distintos a la integración propuesta por el modelo universalizante. Junto con la familia
nuclear, o mejor, como parte integrante de esta concepción llega a nuestro país un modo de
tratar a los menores no productores: lo que llamamos INSTITUCIÓN TOTAL.
Lo real es que si nuestros países no son capaces de encarar un tipo de desarrollo sin
marginación, si no se modifican profundamente las formas de producción, y con ello hábitos de
consumo y de vínculo, no hay solución.
Quizás la primera pregunta es ¿Qué queremos para los menores? ¡ue destino aspiramos
para ellos?. Prevención es un término engañoso porque implica anticiparnos a algo. ¿a que
queremos anticiparnos? ¿para qué? ¿cómo?
No podemos olvidar que vivimos en un continente que sufre una desinversión creciente, lo
cual trae aparejado que las fuentes productivas del modelo tradicional no proliferan demasiado
y que produzcan un índice de marginación muy alto, situación que afecta principalmente a los
jóvenes. Si muchos individuos quedan fuera del régimen de producción , la situación se vuelve
explosiva. La magnitud del problema pone en cuestión el rol del estado como institución
organizadora de la sociedad.
Todos sabemos que la institución ha perdido su función y su credibilidad porque ya no se
ocupa de cuidar al menor, sino que trata de “domesticarlo” a fin de que sirva al trabajo
programado socialmente. Si no es apto permanece sin egresoo, cuando cumle los 18 años
debe ir afuera. Todos conocemos su destino: la cárcel o una ejecución sin proceso. No se
considera el aspecto humano, solo discutimos más o menos recursos.
Es necesario construir un modelo de atención ropio para tratar a nuestros menos. La
realidad nos muestra, por el contrario, que ahora estamos construyendo modelos alternativos
basados en principios poco claros y dependiendo por lo general de subsidios internacionales.
No se trata de desaprovechar esos recursos, sino más bien de usarlos como elementos de
transición hacia una propuesta propia en atención de menores. Acá la solución no es
solamente política sino que deben contemplarse otras variables como por ejemplo cuáles son
los canales para la participación comunitaria, se tiene acceso a los presupuestos? porque se
tiene participación cuandos e conoce que se hace con el último peso, de lo contrario existe un
ocultamiento disfrazado de formalidad pseudo participativa.
Nos preguntamos acerca de los menos ¿Peligrosos para qué y para quienes? Es cierto que
a veces nos perturba su accionar, nos lesiona y hasta nos mata. Pero las condiciones de
vulnerabilidad para qe un chico llegue a ser peligroso fueron creadas por el grupo social y por
los propios grupos de crianza.
La institución total no es fenómeno existente desde el principio de los tiempos. Es un
subproducto del modelo de desarrollo de la revolución industrialLa intuition de este modelo
tiene una concepción de hombre como “hombre normal” 8el que produce) o del menor como
“menor que debe alcanzar el estatus de hombre productor”SE UTILIZA la institución cerrada
para devolver al hombre su condición del hombre productoR. En las culturas de sociedades
agrícolas las personas con discapacidad y alienados no son segregados.
Todo este fenómeno está enmarcado por el POSITIVISMO. El orden social n se cuestiona
en la organización positivista, porque es el más alto grado de desarrollo de la civilización. En
consecuencia todo aquello que se produzca de algún modo en cada sujeto como reacción, es
consecuencia de su propio interior. El menor, el discapacitado, el loco, etc, vienen
predeterminados desde adentro. Por lo tanto las instituciones totales funcionan como un lugar
en que el “enfermo” e permanece y esta permanencia continua hasta que se produzca algún
fenómeno externo a l sa situación. En el caso de los menores, este fenómenos en la mayoría
de edad.
La marginalidad en A. Latina es creciente. Con un agravante: no es abordable desde la
institución total. Es prácticamente imposible sustentar estas instituciones porque se requeriría
un alto grado de desarrollo en medio de procesos de desinversión creciente.
Fuimos educados con la idea de que el hombre es una entidad biopsicosocial pero en
realidad el hombre es una unidad SOCIO BIOPSÍQUICA, porque a conformación del aparato
psíquico es consecuencia de un desarrollo disposicional “bio” en un contexto social
determinado. Ese contexto social permite observar que en nuestra marginalidad, el “armado”
del aparato psíquico apto para no ser víctima del control social presenta serias dificultades
Nuestro concepto de peligrosidad es exactamente opuesto al tradicional: quienes han tenido
mayores beneficios sociales en su crianza (en el cumplimiento de sus derechos) e incurren
después a en acciones contra la organización institucional o social, son evidentemente más
peligrosos que aquellos a quienes, con carencias en esta etapa cometen transgresiones.
UNIDAD 5
CAPÍTULO I
En latinoamérica la criminología es un campo plagado de dudas. En síntesis, la
multiplicación latinoamericana de las preguntas centrales, sumada a la notoria inferioridad de
desarrollo teórico y recursos informativos disponibles y al obstáculo perceptivo provocado por la
vinculación de las cuestiones con dramáticos episodios cotidianos hace que la criminología en
América Latina ejerza la desafiante fascinación de su intensa vitalidad, pero esa misma
vitalidad impide el transito, permitiendo únicamente la “aproximación”.
En latinoamérica no necesitamos citar a ningún autor para observar la imposibilidad de
cualquier aproximación a la criminología q que no centre su atención en el PODER y que,
dentro de la estructura general del PODER MUNDIAL nuestro rincón se halla en una parte
marginal del mismo. Tampoco es menester ninguna metodología refinada para demostrar que
nuestros fenómenos, abarcados bajo lo que se llama tradicionalmente criminología son
cualitativa y cuantitativamente diferentes de los que roduran explicar los marcos teóricos de los
países centrales.
Las dificultades más notorias con la que se encuentra toda aproximación hacia una
criminología latinoamericana son:
- la notoria diversidad fenoménica del centro y de nuestro margen latinoamericano,
evidencia que todas las perspectivas centrales son, siempre parciales. Para intentar una
aproximación desde “el margen latinoamericano” es necesario en primer lugar asumir
una postura marginal, lo cual él resulta muy difícil al investigador, no solo por su
naturaleza de clase sino también porque toda la preparación y entrenamiento lo
condiciona a discurrir en formar “universal”
- Els egundo orden de dificultades proviene de la naturaleza misma de la tarea a
emprender, que siempre será limitada en varios sentidos, pero fundamentalmente en su
objetivo mismo Nuestra aproximaciones será desde tan solo uno de los márgenes
marginales, por lo tanto será también parcial.
- El tercer orden de dificultades proviene de nuestra inevitable limitación instrumental.
- Por último, es inevitable que al centrar el hilo conductor de la criminología en las
relaciones de poder, vincular ésta con los sistemas ideológicos generales (filosofía),
encuadrar dentro de estas las diversas corrientes criminológicas y poner de manifiesto la
funcionalidad de estas en las relaciones del poder mundial y las de nuestro margen, nos
impiden pretender una objetividad inexistente
La criminología, entonces, no es un saber privado de valoraciones, sino que está pletórico
de valoración política y siempre lo ha estado. la existencia de la criminología puede afirmarse o
negarse tanto desde posiciones que cuestionan el poder, como desde otras que no lo
cuestionan o lo legitiman. entonces, la afirmación o negación de la criminología por sí mismo no
sirven para cuestionar ni para legitimar el poder.
RESPUESTAS QUE NO CUESTIONAN EL PODER: todas ellas dejan fuera del ámbito de la
criminología el estudio del sistema penal y mucho más la crítica ideológica al sistema penal. En
general, entienden que este es un ámbito reservado a la sociología del derecho y que la
criminología debe ocuparse de los datos fácticos acerca de las conductas criminales. la
característica principal de estas teorías es la de centrar la atención en las CONDUCTAS
CRIMINALES (abarcadas con relativa independencia del concepto jurídico del delito) y
procurar las explicaciones.
Los argumentos afirmativos (que dicen que sí existe la criminología como ciencia) pueden
clasificarse dentro de 4 CORRIENTES FUNDAMENTALES. Para la primera, la criminología
sería la ciencia que se ocupa de las conductas criminales consideradas como producto
patológico. la criminología era la ciencia que estudia la conducta de hombres “diferentes”Otra
corriente centra su atención y lo social y, partiendo de una idea de “integración” distingue las
conductas que se separan socialmente de las partes culturales y por ende la criminología sería
la ciencia se ocupa de las conductas “desviadas” La tercera corriente postula que la
criminología sería la ciencia natural del delito, que se ocupa de los datos fácticos de las
conductas que la ley define como delito. En este sentido, se ha hablado de criminología como
ciencia causal explicativa del delito. En definitiva, la criminología sería una ciencia porque su
objeto lo delimita otra ciencia. La cuarta corriente sería la expresión de la tradición
neopositivista
Ninguno de estos cuatro modelos de respuestas que afirman la existencia de la criminología
como ciencia, pone en cuestión el poder, por diferentes cuestiones En tanto que para la
afirmación científica sobre la base patológica el delito es un elemento de patología individual,
es necesario que el estado lo controle. Para la teoría de la desviación, es claro que hay un
“modelo” social que no se cuestiona. El tercer modelo hace de la criminología una ciencia
auxiliar del derecho penal.
RESPUESTAS QUE CUESTIONAN EL PODER:En cierto momento, la criminología extiende
su ámbito al “sistema penal” y con ello pone de manifiesto el funcionamiento selectivo del
sistema penal, el clasismo, el racismo, su irracionalidad en cuanto a los fines que le asigna el
discurso jurídico y en definitiva, la íntima relación con el poder. De la criminología sentada en la
conducta criminal se pasó a la llamada “criminología de la reacción social”. Dentro de esta
perspectiva encontramos la criminología “liberal”, la criminología “crítica” y la criminología
“radical”.
Toda esta criminología parte de la diea de que la criminología convencional sigue un
discurso que, al no cuestionar el sistema penal, lo legitima, esto es, lo consagra
“científicamente”
una disolución radical de la criminología o una “anti criminología”desemboca en una
esterilidad práctica, ya que n nos ofrece ninguna alternativa a la realidad presente. por
supuesto que puede darse una respuesta: la única alternativa es una nueva sociedad, en la
cual las relaciones de poder sean completamente distintas. En tanto la nueva sociedad no
advenga, no tendremos otra alternativa que la lucha política general
1.
2. A nivel transnacional, los medios masivos se ocupan de la temprana
introyección del modelo penal como pretendido modelo de solución de los
conflictos, esto se lleva a cabo mediante la “comunicación de entretenimientos”,
es decir, justamente mediante la que parece más inofensiva.
La “solución” del conflicto mediante la supresión del “malo” es el modelo que se hace
introyectar en planos psíquicos muy profundos, pues son receptados en etapas muy tempranas
de la vida psíquica de las personas.
El sentimiento de falta de seguridad que experimenta la población por la simple duda acerca
de la ineficacia tutelar de todo este aparato es enorme, puesto que conmueve un plano muy
profundo de su equipo psicológico.
1.
2. Al nivel de las coyunturas nacionales, los medios masivos de
comunicación son los encargados de generar la ilusión de eficacia del sistema,
haciendo que se perciba sólo como peligro la amenaza de muerte violenta por
ladrones o de violación por pandillas integradas por jóvenes expulsados de la
producción industrial por la recesión.
En lo más concreto, son los que desatan las campañas de “ley y orden” cuando el poder de
las agencias está amenazado. Estas campañas tienen lugar mediante “invención de la
realidad”, “profecías que se autorealizan”, “producción de indignación moral”.
Las campañas de “ley y orden” sólo pueden tener lugar con gobiernos constitucionales,
puesto que en las dictaduras militares la censura periodística las impide.
Otra importante función a nivel nacional es la fabricación de los “estereotipos del criminal”. El
sistema penal opera siempre selectivamente y selecciona conforme a estereotipos que fabrican
los medios masivos.
A los estereotipados es a quienes encontramos prisionizados. Prácticamente, observando
los rasgos comunes de los prisionizados describimos los estereotipos con que los selecciona el
sistema penal, a cada estereotipo se le requieren roles.
En América Latina, el estereotipo siempre se nutre con los caracteres de hombres jóvenes
de las clases más carenciadas, salvo en los momentos de violencia política o abierto terrorismo
de estado, en que es estereotipo se desvía hacia varones jóvenes de las clases medias (el
joven subversivo al que se le opone el joven deportista.
El mero enunciado de las principales funciones que cumplen los medios masivos como
aparato de propaganda del sistema penal y su dedicación casi exclusiva a la misma, pone de
manifiesto el altísimo grado de empeño de la civilización tecno-científica por preservar la ilusión
y fabricar la realidad del sistema penal y, por ende, resulta indicativo de la función clave que
éste cumple en el sostenimiento de su poder planetario.
5-Las usinas ideológicas.
La reproducción ideológica de los discursos de los sistemas penales tiene lugar en las
universidades. En América Latina no existe un esfuerzo de racionalización legitimante original
del sistema penal, sino que directamente se copian las elaboradas para los sistemas centrales
y se combinan en forma bastante antojadiza.
6-El condicionamiento, la estigmatización y la muerte: la criminalización.
Nuestros sistemas penales reproducen su clientela mediante un proceso de selección y
condicionamiento criminalizante. Este proceso de condicionamiento para el delito se orienta por
estereotipos que son proporcionados por los medios masivos.
Hay estereotipos míticos –que no pueden realizarse- y estereotipos realizables. Ambos son
creados por los medios masivos, pero a los segundos se les asignan como requerimientos de
rol comportamientos más o menos violentos o crueles.
Las agencias del sistema penal seleccionan conforme a esos estereotipos y les asignan y
exigen esos comportamientos, les tratan como si se comportasen de esa manera y los miran e
instigan a todos a mirarlos del mismo modo, hasta que se obtiene finalmente la respuesta
adecuada al rol asignado.
La carga estigmática que conlleva todo contacto con el sistema penal en las personas
carenciadas y en algunas otras hace que algunos círculos ajenos al sistema penal se
comporten como continuación del mismo, lo que también se condiciona en estos círculos al
prohibirles la coalición con estigmatizados, so pena de considerarlos contaminados.
En el sistema penal no se trata meramente de un trato externo, sino que abarca un serio
“tratamiento” que está perfectamente legalizado a través de los registros de incidencia, de la
posibilidad de impedir o dificultar cualquier ejercicio laboral honesto por parte de las agencias
del sistema penal que se ocupan de publicitar el “status” del criminalizado, de privar de libertad
periódicamente a la persona convirtiéndola en un “sospechoso profesional”, de someterlo a
proceso por los antecedentes, de tomar los antecedentes como pruebas de cargo, incluso por
parte de los jueces, etc.
7-Las jaulas o máquinas de deteriorar.
No cabe duda que el maltrato, la tortura, los vejámenes y las amenazas, que son usuales en
la práctica de las agencias policiales, resultan altamente deteriorantes como condicionamiento
criminalizante.
La prisión o “jaula” es una institución que se comporta como una verdadera máquina
deteriorante: genera una patología cuya característica más saliente es la regresión. El preso o
prisionero es llevado a condiciones de vida que nada tienen que ver con las del adulto: se le
priva de todo lo que usualmente hace el adulto o debe hacerlo en condiciones y con
limitaciones que el adulto no conoce.
Por otra parte, se le lesiona la autoestima en todas las formas imaginables: pérdida de
privacidad y de su propio espacio, sometimiento a requisas degradantes, etc. A ello se agregan
las deficientes condiciones de casi todas las prisiones: superpoblación, alimentación
paupérrima, falta de higiene y asistencia sanitaria, etc.
El efecto de la prisión, al que se denomina prisionización, sin duda que es deteriorante y
sumerge a la persona en una “cultura de jaula”.
Pero la prisión no deteriora, sino que lo hace para condicionar: “invade” al sujeto con sus
requerimientos de rol, se trata de una continuidad deteriorante llevada a cabo por todas las
agencias –incluyendo la judicial- que implica un verdadero “lavado de cerebro”.
En un pequeño número de casos, esta invasión tendrá un efecto desestructurante y el
deterioro del sujeto será hacia la psicosis o el suicidio.
8-Las agencias ejecutivas como máquinas de policizar.
Llamamos agencias ejecutivas del sistema penal a sus segmentos institucionalizados no
judiciales, entre los cuales se destacan, por el papel protagónico central que se desempeñan,
debido a su altísimo poder configurador, las agencias policiales, en tanto que las penitenciarias
tienen muy poco poder configurador.
El policizado es seleccionado de la misma faja etaria masculina que los criminalizados y
también conforme a un estereotipo; se le introduce en una práctica corrupta, debido al poder
incontrolado de la agencia de la que pasa a ser parte; se le entrena en un discurso externo
moralizante, y en una práctica interna corrupta.
El policizado sufre una grave pérdida de identidad y, por ende, es parejo su grado de
deterioro, porque nadie puede estar en condiciones intelectuales ni emocionales de obrar
racionalmente en semejante anomia.
Pero la anomia y el deterioro se profundizan aún más si tenemos en cuenta el miedo que
necesariamente acompaña su comportamiento. Los mayores riesgos físicos en las agencias
del sistema penal los sufren los policizados.
Podríamos definir la policización como el proceso de deterioro al que se somete a las
personas de los sectores carenciados de la población, que se incorporan a las agencias
militarizadas del sistema penal, consistente en deteriorarles su identidad originaria y
reemplazarla por una identidad artificial, funcional al ejercicio de poder de la agencia.
9-Las agencias judiciales como máquinas de burocratizar.
El proceso de entrenamiento al que se somete a los sujetos es igualmente deteriorante de la
identidad y se lleva a cabo mediante una paciente internalización de signos de falso poder.
La introyección de estos signos de falso poder puede tener lugar tempranamente en la
propia universidad.
El único camino es la burocratización, o sea, las respuestas estereotipadas, la conformidad
con las pautas “de siempre”, la “ineficacia entrenada” mediante la elevación de los medios a la
categoría de fines, etc., es decir, todo lo que es bien conocido y descripto como
“comportamiento obsesivo” (aunque la definición es demasiado psicologista y no siempre
coincide con la realidad de la burocratización judicial).
Si el deterioro que el sistema penal produce en los policizados ha sido poco estudiado, la
burocratización como forma de deterioro de los operadores de las agencias judiciales de los
sistemas penales directamente nunca se ha estudiado y por ende, la situación violatoria de
Derechos Humanos que implica no tiene tratamiento, porque los mismos afectados no la
perciben.
10-Deterioros y antagonismos como productos de la operatividad de los sistemas
penales.
Contemplando la policización, la burocratización y la criminalización, el sistema penal es un
complejo aparato de deterioro regresivo humano que condiciona falsas identidades y roles
negativos.
Los sistemas penales violan los Derechos Humanos no solo de los criminalizados sino de
sus propios operadores: deteriora regresivamente incluso a quienes los manejan (o creen
manejarlos).
Por “sistema penal”, entendemos simplemente la suma de los ejercicios de poder de todas
las agencias que operan independientemente y en modo alguno lo que la voz “sistema” quiere
señalar en el terreno de la biología o en otros análogos.
11-La destrucción de los vínculos comunitarios.
Pese a que el sistema penal es plurifuncional, entre estas funciones emerge, como la más
notoria, la creación y profundización de antagonismos y contradicciones sociales y consiguiente
debilitamiento y destrucción de vínculos comunitarios, horizontales o de simpatía.
No en vano se permite y fomenta que el sistema penal genere estos antagonismos mediante
el deterioro regresivo de identidades y la creación de roles artificiales que ocupen el espacio
deteriorado, sean de “delincuentes” o de “policías” o de “jueces”, o los antagonismos entre
distintos grupos de carenciados, en el interior de esos mismos grupos, entre esos grupos y los
sectores, que provoquen con ello el constante reclamo de mayor violencia represiva y el
aumento del número de deteriorados, sino que todo esto lleva, en nuestro margen, a erigir al
sistema penal en el mayor obstáculo a la paz social y, fundamentalmente, a la coalición civil
frente al ejercicio arbitrario del poder.
El sistema penal es un poder local funcional a una red inmensa de poder planetario que, al
apoyarlo –por su funcionalidad- también lo transnacionaliza; no olvidemos la formidable
contribución que le presta el poder de la comunicación masiva transnacional. Este poder
planetario tiene sobradas razones para evitar la coalición civil en nuestro margen y la apertura
de vías de comunicación sólidas intra e interclasistas entre nosotros.
Es obvio que una sociedad verticalizada es una sociedad ideal para mantenerla dependiente
e impedirle cualquier tentativa de aceleración histórica, en tanto que una sociedad que equilibre
relaciones de verticalidad (de autoridad) con relaciones de horizontalidad (de simpatía o
comunitaria) es más resistente a la dominación neo y tecno-colonial.
La comunidad es todo lo contrario, es la posibilidad de resistencia anti-colonialista. El poder
central siempre quiere que en el margen haya una sola cabeza. La pluralidad comunitaria es
estigmatizada como “primitiva”, arcaica, desordenada, insubordinada, o subversiva.
Nuestros sistemas penales son los instrumentos de dominación neo-colonial y amenazan
con convertirse en los instrumentos de dominación tecno-colonial más eficaces que se hayan
inventado.
2-La necesidad de una respuesta marginal como imperativo jushumanista.
El ejercicio de poder de los sistemas penales resulta incompatible con la ideología de los
Derechos Humanos.
Los Derechos Humanos son un programa de transformación de la Humanidad de largo
alcance.
En tanto que los Derechos Humanos señalan un programa realizador de igualdad de
derechos de largo alcance, los sistemas penales son instrumentos de consagración o
cristalización de la desigualdad de derechos en todas las sociedades.
En cuanto a la ideología penal, así como el organicismo tecnocrático caracterizó la
civilización mercantil y su colonialismo esclavista y el organicismo “científico” fue propio de la
civilización industrial y de su neo-colonialismo, el organicismo sistémico parece ser el signo de
la civilización tecno-científica y de su tecno-colonialismo.
Lejos de limitar su poder con la revolución industrial, tal como lo postulaba el
contractualismo, se lo aumentó notoriamente mediante la generalización de las agencias
policiales en los siglos XVIII y XIX, que desde entonces son las que ejercen su más importante
poder: el positivo y configurador.
La configuración actual del sistema penal proviene del siglo XII y se refuerza en el siglo XIX,
en tanto que la formulación moderna de los Derechos Humanos proviene de la tentativa de
limitar este poder en el siglo XVIII. Es obvio que esta diacronía genealógica está mostrando la
contradicción entre la ideología de los Derechos Humanos y el reforzamiento del sistema penal.
III-La respuesta marginal como imperativo ético.
Quien participa como operador en alguna agencia del sistema penal en nuestro margen,
pero particularmente quien lo hace en las agencias reproductoras de ideología, esto es, en las
universidades, al reproducir el discurso de justificación que estas agencias proporcionan al
sistema penal, dada la manifiesta violencia con que operan estos sistemas y la que atraviesa
todo el contexto social en que tiene lugar ese ejercicio, no puede menos que detectar la
necesidad de enfrentar la deslegitimación, vivenciando esa necesidad como una urgencia de
carácter ético, una imposición o imperativo de conciencia.
Desde nuestro margen, desempeñar esa función operativa es una circunstancia que debe
ser entendida como milagrosa.
IV-La necesidad de respuesta es un planteo optimista.
Responder a la deslegitimación del sistema penal significa hallar una respuesta que
contribuya a disminuir la violencia en curso, que quiebre la curva ascendente de la misma.
Creemos que la decisión éticamente correcta es la que elige la valoración de la vida, pese al
coraje de pensar. Tener el valor de pensar y, pese a ello, elegir y apostar a la vida, es la actitud
de optimismo consciente que asumimos.
a) Pesimismo respecto del futuro del sistema penal. En este sentido, la ilusión de que en un
nebuloso futuro la realidad operativa del sistema penal se adecuará y cumplirá lo programado
jurídicamente, creemos que queda destruida
b) Pesimismo respecto del futuro de la violencia. Es posible caer en una visión apocalíptica,
conforme a la cual la situación no tendría salida alguna.
Creemos que es posible reducir los niveles de violencia, salvar muchas vidas humanas,
evitar mucho dolor inútil, y, finalmente, hacer desaparecer un día al sistema penal y
reemplazarlo por mecanismos reales y efectivos de solución de conflictos.
Las razones que nos mueven a ser optimistas en cuanto a las posibilidades reductoras de
violencia son varias.
En principio creemos que el hombre no es racional, pero puede (y debe) llegar a serlo.
Creemos que la especie humana no es suicida, como no lo es ninguna otra.
V-Las dificultades para una respuesta marginal.
Por hallarnos en un margen del poder mundial, no resulta sencillo estructurar una respuesta.
VI-Algunas bases para la selección realista y marginal de elementos teóricos.
1-El carácter realista de la respuesta.
Al rechazar toda idea de “sistema” en forma de “aparato perfectamente montado e
inteligentemente dirigido”, dejamos de lado las concepciones conspirativas, del signo que sean.
2-¿Qué es lo marginal?
La expresión “marginal” también la empleamos como sintética de varias notas que
deseamos destacar en la base de nuestra tentativa de respuesta:
a)Lo marginal denota en primer lugar que estamos ubicados en la periferia del poder
planetario, en cuyo vértice se encuentran los llamados “países centrales”, en este sentido,
“marginal” equivale a “periférico”, pero preferimos emplear ese adjetivo por ser más expresivo.
b)Por la misma razón, con “marginal” estamos señalando la necesidad de adoptar una
perspectiva de nuestros hechos de poder en el marco de la relación de dependencia con el
poder central, sin pretender identificarlos con los procesos originarios de ese poder, pese a
algunas analogías que, superficialmente consideradas, suelen llevar a una errónea
identificación.
c) Lo marginal también señala aquí a la gran mayoría de la población latinoamericana
marginada del poder, pero objeto de la violencia del sistema penal.
La marginación urbana, es una clase marginada de cultura industrial, que genera sus
propias relaciones de supervivencia, prescindiendo de las pautas estatales.
1.
2. Por último, marginal no sólo señala para nosotros la compleja
conceptualización del sector urbano más golpeado por los albores del tecno-
colonialismo, sino que también indica una situación generalizada en el plano cultural y
a la que nos referimos a continuación: el colonialismo, el neocolonialismo y el
tecno-colonialismo, han ido dando lugar a una configuración e toda la población
latinoamericana, que se ha gestado bajo el signo de la “marginación”
CAP I
La criminología siempre ha estudiado unilateralmente al delito. Esto es, desde el punto de vista
del delincuente. Ha elaborado teorías sobre las causas que lleva a delinquir, ha realizado
interpretaciones sociales y psicológicas de la violencia,pero en todos los estudios, la víctima no
ha sido considerada, sino que ha sido objeto de marginación ocultamiento. Por ello, en los
ámbitos de los estudios criminológicos, la victimología es una disciplina que surge en años
recientes. La victimología es una disciplina cuyo objeto lo constituye el estudio científico de las
víctimas del delito.
El objetivo fundamental de la misma es lograr que haya menos víctimas en todos los sectores
de la sociedad, buscar métodos para reducir los elementos perjudiciales de la situación y
disminuir la gravedad de las consecuencias, así como prevenir la reincidencia, os ea la
posibilidad de que el individuo llegue a ser víctima de nuevo
La victimología, desde la perspectiva de una criminología clínica atiende a la víctima, es decir a
la persona que padece un sufrimiento psíquico y social a consecuencia de la violencia. De este
modo, la víctima está íntimamente vinculada al concepto de CONSECUENCIAS DEL DELITO,
que se refiere a los hechos o acontecimientos que resultan de la conducta antisocial,
principalmente el daño, su extensión y el peligro causado individual y socialmente.. La víctima
sufre física, psicológica y socialmente.
Naciones unidas manifiesta que entenderá por víctimas a las personas que, individual o
colectivamente hayan sufrido daños, inclusive lesiones físicas o mentales, sufrimiento
emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de sus derechos fundamentales.
La víctima sufre a causa de la acción delictiva, el delito implica daño a su persona o a sus
pertenencias. Experimenta temor por su vida, humillación social, se siente vulnerable y por ello
siempre angustia, desconfianza.
La sensación de inseguridad se acentúa debido a que la víctima no recibe atención,
información y respuesta adecuada a su grave situación individual, familiar y social. La
inseguridad también está vinculada a dos aspectos: desprotección institucional en la población
e impunidad del delincuente (sentida por la víctima en el temor a que el delincuente regrese).
Las consecuencias del delito en la víctima generalmente son: pérdida-daño de objetos de su
pertenencia lesiones físicas-psíquicas y/o muerte de la víctima.
Las consecuencias varían según la gravedad del delito y la personalidad de la víctima, pero se
ha podido determinar: consecuencias inmediatas-traumáticas, consecuencias emocionales-
sociales y consecuencias familiares-sociales.
La respuesta institucional, la reacción social frente al delito, de parte de la policía, de la
administración de la justicia, serán importantes para tranquilizar a la familia y por consiguiente a
la víctima. Una respuesta institucional indiferente o'de rechazo provoca mayor angustia.
Una familia conciente del sufrimiento causado por la violencia,, respaldada por una actuación
seria y responsable de la administración de la justicia, serán fundamentales en la recuperación
de la dignidad de la persona que sufre la humillación social.
Los estudios señalan dos niveles: el daño producido por el delito y el daño producido por la
incomprensión y desconocimiento de los efectos y consecuencias.
CAP V
Todas las víctimas presentan secuelas que pueden ser físicas, emocionales y/o sociales. A
menor grado de cc de la víctima, mayor serán las consecuencias y secuelas por el delito.
El comportamiento de la víctima frente a la agresión permite distinguir: la víctima vulnerable no
percibe el peligro de la agresión, la víctima es ccc de la situación, o la víctima provoca el delito.
Entre las primeras víctimas suelen encontrarse los niños, los ancianos, los discapacitados, las
víctimas de grupos delictivos.
En el segundo caso la víctima es cc de la situación de peligro porque en situaciones pre-
delictivas existen antecedentes de amenazas, lesiones, maltrato. Entre estos casos se puede
mencionar el homicidio por alcoholismo, emoción violenta, etc
En el tercer caso la víctima se expone a una situación delictiva, es cocc del comportamiento
delictivo. Por ej una víctima de estafa.
UNIDAD 6
CONSENSO: que los regímenes donde imperan los planteos de la DSN aparecen
desprovistos de consenso no constituye ninguna novedad. La DSN, sin embargo, presupone el
consenso. Ello porque el Estado no aparece como el lugar donde puedan discutirse y
resolverse las contradicciones de la sociedad civil, sino como el instrumento que encarna a la
nacion para el coumplimiento de los objetivos que exige la conservación de la seguridad. Como
contrapartida, el disenso es considerado como un ataque del enemigo, interno o externo, a los
fines supremos de la Nación. Bajo las condiciones imperantes en el autoritarismo.
latinoamericano moderno, dos son las formas de consenso que los grupos en el poder pueden
esperar. Por una parte, un consenso “tácito” que se manifiesta en la despolitización, apatía,
refugio en la existencia privada cotidiana. Por otra, el miedo.
OPOSICIÓN POLÍTICA: Este concepto no forma parte del arsenal teórico de la DSN. El
lugar que posee la oposición política en las democracias parlamentarias es ocupado por el
concepto de enemigo en estas formas de autoritarismo. En la medida que la lucha contra la
subversión (el enemigo interno) define el imperativo fundamental de la seguridad nacional, la
oposición política deviene en sujeto de un proceso de criminalización. La distinción entre
enemigo público y privado es reemplazada por el criterio de enemigo total y permanente que
subyace en la DSN. Por último, la aceptación del concepto de oposición política implicaría la
negación del Estado, concebido como herramienta para dirimir el antagonismo entre los dos
bloques mundiales.
UNIDAD 7
Marianetti, Jorge Enrique: (1997) El daño psíquico. El daño psíquico y el daño moral.
Mendoza. Ediciones Jurídicas Cuyo.
Cap. 10: Daño psíquico
Mientras el daño sea objetivable, visible, no se plantean mayores dudas con respecto a su
valoración, pero con el daño psíquico resulta necesario dilucidar cómo evaluarlo, aunando
necesariamente criterios de diversas disciplinas que tienen como objeto al hombre. Para
evaluar lo que se entiende por daño psicológico debe existir un menoscabo resultante de una
alteración anatómica o funcional, física o psíquica, que lleve al organismo a una disfunción, que
implica una modificación del estado anterior de la persona, que afecta peyorativamente su
integridad, provocando un perjuicio susceptible de una apreciación pecuniaria. Comprender la
enfermedad de una persona como parte de su historia original e irrepetible, en donde la unidad
de sentido está dada dentro de su drama particular y que esa enfermedad tiene que ver con
esa persona y no otra nos posibilita la comprensión y da elementos para poder llegar desde un
compromiso profundamente humano a ayudar a alguien que sufre. Cuando aceptamos que lo
psíquico influye sobre el cuerpo, pensamos en lo psíquico como en una fuerza capaz de
generar una alteración en la maquinaria que constituye nuestro cuerpo físico. No es
encerrándose en el propio campo del saber donde uno se mueve el modo de llegar a una
mayor claridad conceptual, sino que resulta necesario abrirse a nuevas disciplinas, buscar un
consenso que haga más ágil, dúctil y humana la tarea de juzgar. La intervención frente al
padecimiento del otro no puede resultar peor para el paciente que el padecimiento mismo (“lo
primero es no hacer daño”, evitar iatrogenia). La tecnología ha brindado un sinfín de
comodidades y aceleraciones en los diagnósticos, que ha ido de la mano de un proceso de
deshumanización de la tarea médica y el profesional, especialmente en aquellos que se
dedican a la medicina aparatología, que terminan convirtiéndose en técnicos o, lo que es peor,
en tecnócratas (¿acaso como mecanismo de defensa para no participar del sufrimiento del
paciente? Por ejemplo al hablar de “casos” o “enfermedades” más que de “personas”). Es hora
que ello cambie, y para ello es necesario el enfoque multifactorial, multidisciplinario, la visión
holística de la problemática humana.
Daño psíquico o psicológico
♦ Una perturbación transitoria o permanente del equilibrio espiritual preexistente, de carácter
patológico, producida por un ilícito, que genera en quien lo padece la posibilidad de reclamar
una indemnización por tal concepto a quien la haya ocasionado o deba responder por ella
♦ Una perturbación patológica de la personalidad de la víctima que altera su equilibrio básico o
agrava algún desequilibrio precedente, ubicando en tal concepto, tanto a las enfermedades
mentales como a los trastornos pasajeros, trascendiendo en su vida espiritual o de relación
(Zavala de González).
♦ Una cierta clase de lesión inferida a la persona que constituye fuente de daños resarcibles…
y supone una perturbación patológica de la personalidad de la víctima, que altera su equilibrio
básico o agrava algún desequilibrio precedente (Z. de González). 142
♦ Un perjuicio producido por un evento no previsible e inesperado para el sujeto al que le
provoca determinadas perturbaciones, modifica su interacción con el medio y le origina
alteraciones en el área afectiva, volitiva, ideativa o en todas ellas, que desencadenan
patologías en mayor o menor grado. Se dan en el nivel ICC pero producen modificaciones
conductuales, repercusión en la esfera afectiva y en la interrelación con el medio. Por su
calidad de acontecimiento inesperado que desborda la tolerancia del sujeto, produce una
ruptura en su equilibrio homeostático donde el más mínimo desajuste de su sistema defensivo
adaptativo, será suficiente para inferir un perjuicio en su salud (Tkaczuk).
♦ La consecuencia traumática de un acontecimiento vivido en forma de ataque, que desborda
la tolerancia del sujeto. Este cuadro está constituido por fenómenos que producen una
importante modificación en la vida del sujeto, en grados y áreas variables, con detrimento de la
paz anímica, o sea, ocasionando estados de tristeza y descenso en el nivel de calidad de la
existencia. Tal acontecimiento inesperado afecta el equilibrio homeostático del sujeto,
produciendo un desajuste en sus sistemas de adaptación y defensa, de tal modo que conllevan
un perjuicio para su salud. Será importante evaluar los factores constitucionales, sus
experiencias previas, el funcionamiento de su economía mental y las condiciones previas y
posteriores al acontecimiento traumático. A pesar de que dentro de la esfera jurídica no se
contempla el daño psíquico, en la práctica, la noción suele estar cada vez más incorporada al
Derecho, por sus alcances y características. En el art. 1068 del Código Civil se habla del daño
en tanto menoscabo que se experimenta en la persona, en sus derechos o facultades. El bien
jurídico protegido sería aquí el equilibrio espiritual. El daño psíquico sería la resultante de un
acontecimiento traumático.
♦ Puede hablarse de la existencia de daño psíquico en un sujeto determinado, cuando éste
presenta un deterioro, disfunción, disturbio o trastorno, o desarrollo psicogenético que,
afectando sus esferas afectiva y/o intelectiva y/o volitiva, limita su capacidad de goce individual,
familiar, social y/o recreativo, como consecuencia de accidentes de cualquier índole,
reconocido legalmente y que, por ende, crea responsabilidades en quienes lo producen y
derechos resarcitorios para quienes lo padecen (De Filippis Novoa- Imbriano). Orígenes del
daño psíquico: de un accidente de tránsito, mala praxis médica, haber sido víctima de un delito,
de un accidente laboral, de un despido, de la muerte o desaparición de un ser querido en forma
traumática o inesperada, por exposición al uso de sustancias o productos tóxicos, etc. Resulta
de importancia establecer el grado de deterioro a partir del hecho traumático
(comparativamente con la vida anterior del examinado). Se requiere que el evento
desencadenante revista caracteres de traumático. Resulta incompatible con los rubros
reparatorios de un ilícito con efectos exclusivamente patrimoniales. Es posible un nexo entre
daño psíquico y lucro cesante, dado que puede ocurrir que una patología psíquica determine
durante un tiempo la pérdida de réditos legítimamente esperables (o debido al costo de una
terapia que resulte consecuentemente necesaria). Síntomas del daño psicológico [Del Pópolo,
tomando el caso de las reacciones de oficiales de policía después de hacer fuego a un sujeto]
Bloqueo o disminución de las diversas funciones del yo, accesos emotivos incontrolables, ira,
ataques convulsivos, insomnio, perturbaciones oníricas, sueños repetitivos, crisis de ansiedad,
confusión mental, complicaciones neuróticas secundarias, estados regresivos, pesadillas,
aislamiento, depresión, alienación, sentimientos de culpa, aflicción, remordimiento, problemas
con figuras de autoridad, problemas sexuales, uso de alcohol y drogas y pensamientos
suicidas.
Distingue tres fases de reacción frente a un evento traumático en policías: 1. Fase de impacto:
comienza con el evento traumático y continúa hasta que el agente estresante ya no tiene efecto
directo. Pueden existir sentimientos o actos sin sentido o torpeza. 2. Fase de aislamiento: dura
hasta que la persona retorna a la vida y rutina diarias. Tiene necesidad de contar su historia, en
un intento de dominar al stress. 3. Fase postraumática: con síntomas típicos (incluyendo
jaquecas, vértigos, cefaleas, opresiones precordiales, taquicardias, síntomas digestivos,
fotofobia, etc.). Cabe recordar la importancia que tiene la respuesta diferente de cada uno
frente a un trauma, debido al significado simbólico particular, individual del trauma, y los
factores cognitivoconductuales que le dan un sello único a cada caso. Autonomía del daño
psíquico: La consideración de interrogantes sobre el modo de reparar los daños a la persona
debe realizarse teniendo muy en cuenta todas las dimensiones del afectado por el perjuicio. La
magnitud del daño psíquico exige una afinada percepción del impacto que en esa esfera ha
producido el siniestro sobre los integrantes del núcleo familiar y, especialmente, sobre el propio
damnificado. Factores causantes del daño psíquico El trastorno psíquico puede ser de cuatro
tipos: deterioro cognitivo, cambio de personalidad, psicosis, y neurosis. Si se toma en
consideración el factor temporal, pueden considerarse alteraciones con efectos psicológicos
agudos o crónicos. Los cambios de carácter, junto a las manifestaciones neuróticas, son los
trastornos más comunes, mientras que los defectos cognitivos suelen ser los menos frecuentes
entre las secuelas psiquiátricas. Deterioro cognitivo: es casi siempre el resultado de un daño
directo sobre el tejido cerebral, ya que las lesiones menores suelen acompañarse de una
recuperación intelectiva completa. La persistencia del trastorno cognitivo es proporcional al
daño cerebral ocasionado. El pronóstico debe vincularse con la edad y localización de la lesión.
Deterioro cognitivo focal: es más frecuente como consecuencia de las heridas penetrantes y
cursa con déficits de memoria, lenguaje y visión espacial, trayendo aparejados trastornos
deficitarios en la atención y velocidad mental. Suele persistir un deterioro selectivo de la
memoria, aun habiéndose restituido otras funciones intelectuales. Aclara diferenciaciones sobre
si el daño es sobre el hemisferio dominante o el no dominante, pero son irrelevantes. Deterioro
intelectual generalizado: cuando existen lesiones cerebrales cerradas, el deterioro intelectual
tiende a hacerse global, con importante pérdida de funciones cognitivas. Así, la demencia
postraumática se ve acompañada habitualmente de hemi y tetraparesias y otros importantes
desajustes neurológicos, mutismo e inmovilidad, disartria y apatía, labilidad emocional.
Cambios de personalidad: son alteraciones en las actitudes y patrones del comportamiento del
sujeto. Para los familiares y el entorno, constituyen uno de los aspectos más angustiantes
aparecidos como secuela, después de una lesión cerebral. El paciente puede ser CC de ello,
pero frecuentemente lo olvida. Cambios de personalidad con daño cerebral: estos pueden
fluctuar a partir de una leve pérdida de finura o una vitalidad disminuida. En los casos de
demencia grave, aparecen alteraciones de la motivación, pérdida de la libido y cambios
afectivos con embotamiento, inestabilidad emocional, apatía o euforia, irritabilidad y situaciones
de ira y marcado egocentrismo, conductas antisociales e irresponsables, desinhibición, que
pueden ocurrir sin evidencia de deterioro en los test de habilidad cognitiva. Aparece un
deficiente control de la agresividad (arrebatos), exagerándose los rasgos de la personalidad de
base. También puede darse una euforia jocosa, apatía, egocentrismo, tendencia a la
satisfacción inmediata de los apetitos, indiscreción, falta de tacto social, etc. Psicosis después
de lesión cerebral: en estos casos la etiología resulta compleja. El daño cerebral puede
contribuir por sí mismo al desarrollo de su trastorno o puede actuar como precipitante en
individuos predispuestos (se inclina por esta opción). Esquizofrenia después de lesión cerebral:
varias lesiones cerebrales han desembocado en el desarrollo de diferentes formas de
esquizofrenia, siendo las más frecuentes las de tipo paranoide, habiéndose observado su
presencia con mayor frecuencia en las lesiones leves, lo que sugiere que existen factores
independientes del daño lesional en el desencadenamiento del trastorno. Para establecer el
diagnóstico de esquizofrenia postraumática, deben darse las siguientes condiciones: 1. Que el
traumatismo craneal tenga intensidad suficiente como para inducir un síndrome confusional
inmediato 144 2. Que el cuadro esquizofrénico presente predominancia notable de signos
productivos, en particular, ideas delirantes 3. El problema central de la esquizofrenia
postraumática es el delirio paranoide, que se caracteriza por ser del tipo interpretativo (se
interpreta el traumatismo craneal mismo como una agresión, una persecución vivida por el
sujeto como particularmente importante). Psicosis paranoide: es frecuente la aparición de ideas
persecutorias o de infidelidad matrimonial, en individuos de edad mediana, no asociadas a
daño cerebral importante, ni con un determinado asentamiento sobre una región cerebral
concreta. 1. Psicosis afectivas: en presencia o no de daño cerebral, soliendo ser más frecuente
la psicosis depresiva que la hipomanía. 2. Otras psicosis: psicosis epilépticas, episodios
delirantes, psicosis histéricas, hipocondrías. Neurosis postraumática cerebral: son la secuela
psiquiátrica más común posterior a lesión cerebral. Aquí se incluyen desajustes emocionales,
estados de tensión y ansiedad, a menudo con sintomatología fóbica, reacciones neurasténicas
con fatiga, irritabilidad y sensibilidad al ruido, histeria de conversión, neurosis obsesiva, cefalea,
sensación de vértigo o mareo. El cuadro depresivo a menudo se asocia con anorexia,
insomnio, dificultad de concentración, pérdida de interés, características paranoides,
hipocondría y cefaleas fluctuantes. La ansiedad puede presentarse aislada o asociada a la
depresión. La reacción neurasténica se caracteriza por cansancio, falta de energía, fatiga
mental y disminución de la actividad, depresión neurótica o hipocondríaca, perturbaciones
neurovegetativas cardiovasculares, digestivas y respiratorias. La irritabilidad es la consecuencia
más frecuente de los aspectos emocionales de la lesión, con pérdida del control, haciéndose
difícil la distinción entre una perturbación afectiva sobre una base neurótica o a un cambio de
personalidad consecuencia de un daño orgánico cerebral. Los síntomas histéricos pueden
aparecer como estados disociativos (fugas, amnesia, parálisis motoras, anestesias, etc.). Es
difícil discernir esta sintomatología de la simulación con imitación de las manifestaciones.
También pueden aparecer síntomas obsesivo-compulsivos acompañando la depresión o la
ansiedad, coloreando el cuadro. El paciente está preocupado por la lesión cerebral, está tenso
y prodiga la atención en su problemática, apareciendo, a veces, síntomas de
despersonalización. Cuadros secundarios al impacto emocional: 1. Trastorno de estrés
postraumático: aparecen síntomas característicos después de un acontecimiento
psicológicamente desagradable, que se encuentra fuera del marco normal de la experiencia
habitual. El agente estresante productor de este síndrome es marcadamente angustiante para
casi todo el mundo y, por lo general, se experimenta con intenso miedo, terror y sensación de
desesperanza. Los síntomas característicos suponen la re-experimentación del acontecimiento
traumático, la evitación de los estímulos asociados con él, o una falta de respuesta general y
aumento de la activación. El diagnóstico no debe efectuarse si la alteración dura menos de un
mes. Se trata de traumas, que pueden ser experimentados en solitario o en grupo. Los agentes
estresantes que producen este tipo de trastorno pueden ser también desastres naturales,
accidentales, o causados deliberadamente. El acontecimiento traumático puede ser re-
experimentado de diversas maneras. Por lo general el individuo tiene pensamientos recurrentes
e invasores del acontecimiento, o bien sueños angustiantes durante los que se reexperimenta
el traumatismo. Se reviven los componentes del acontecimiento y el individuo se comporta
como si lo estuviera experimentando en aquel mismo momento. A menudo existe también un
intenso malestar psicológico, cuando el individuo se ve expuesto a acontecimientos que
recuerdan algún aspecto del traumatismo. Hay una evitación persistente de los estímulos
asociados al trauma, o una falta de la capacidad general de respuesta, fenómenos ausentes
antes del mismo. Esto puede suponer una amnesia psicógena que afecta aspectos importantes
del acontecimiento traumático, y una pérdida de la capacidad para interesarse en actividades
que previamente le atraían o un descenso marcado de la capacidad para sentir emociones de
cualquier tipo. Los síntomas persistentes de aumento de la activación, que no se encontraban
antes del traumatismo son, por ejemplo, la dificultad para conciliar el sueño o mantenerlo
(pesadillas recurrentes donde se revive el acontecimiento traumático), hipervigilancia y una
exageración de la 145 respuesta de alerta. Hay también dificultades para concentrarse o para
acabar las tareas. Muchos de los afectos manifiestan también cambios en su nivel de
agresividad, irritabilidad con miedo a perder el control, llegando incluso a explosiones
impredecibles de conducta agresiva o bien a una incapacidad para expresar los sentimientos
de ira. a. Sintomatología asociada. Ansiedad, depresión, conductas impulsivas, síntomas de
trastorno mental orgánico (fallos de memoria, dificultad de concentrarse, labilidad emocional,
cefaleas, vértigo), sentimientos de culpa por el hecho de haber sido ellos los que sobrevivieron,
o por las cosas que tuvieron que hacer para sobrevivir. b. Deterioro y complicaciones. El
deterioro puede ser leve o grave y afectar todos los aspectos de la vida. La evitación fóbica de
las situaciones o actividades que recuerdan o simbolizan el trauma original puede interferir en
las relaciones interpersonales. La labilidad emocional, la depresión y los sentimientos de culpa
pueden dar lugar a conductas autopunitivas o intentos suicidas. 2. Síndrome postconmocional:
se presenta luego de un episodio de contusión o conmoción cerebral, que deja o no secuelas
(ejemplo de boxeadores). Existe cefalea paroxística, acompañada de vértigos, mareos,
náuseas, sensación de inseguridad, fatiga rápida e irritabilidad. La memoria está afectada; el
pulso es inestable. 3. Neurosis de renta, de indemnización o rentosis: la situación estímulo es la
de un accidente cubierto por un seguro, con opción a una indemnización o pensión.
Clínicamente, la sintomatología puede ser muy variada. Predominan las manifestaciones
histéricas, con dos características peculiares: una puede afectar a las funciones necesarias
para ejecutar el trabajo que efectuaba previamente el enfermo y la otra se fija muchas veces en
lesiones previas; por tanto, en ocasiones es la agravación del accidente o la exacerbación de la
enfermedad presente lo que complica mucho la valoración de las lesiones. Tampoco suelen
faltar las tendencias reivindicativas, la actividad querulante y pleitista ante los tribunales,
empeñándose el sujeto en una lucha o cruzada en pro de la justicia. “Extinguido el estímulo, se
extingue la reacción”, y para que se dé este caso, caben tres posibilidades: I. Negación de la
renta: las tendencias reivindicadoras se exacerban. II. Pensionar al enfermo: la afección dura lo
que dure la pensión, indefinidamente III. Conceder una indemnización única y suficiente (a
negociar): en este caso, el enfermo, después de un tiempo discrecional, adquiere su estado
habitual. La simulación no es competencia de la psiquiatría, por cuanto implica un fraude
consciente, está enraizado en la estructura de la personalidad que sea. La neurosis de renta y
la histeria forman un bloque más difícilmente diferenciable, pero de cualquier forma entran en el
ámbito del quehacer psicopatológico. En la neurosis de renta el paciente ha utilizado de forma
no CC su problema orgánico (accidentes, traumatismos, operaciones, etc.) para reorganizar su
vida obteniendo una ganancia secundaria, a partir de su enfermedad, gracias a la cual puede
abandonar sus obligaciones. Baremo de evaluación de las incapacidades psiquiátricas
Trastornos ligeros (Grupo I) Trastornos moderados (G. II) Trastornos medios (Grupo III) Los
síntomas son poco molestos y discapacitantes (ansiedad intermitente, nerviosismo, irritabilidad,
etc.), la exploración y la anamnesis no revelan nada muy particular. La eficiencia social, sobre
todo la profesional, es normal. El paciente sigue siendo autónomo para todos los actos de la
vida cotidiana. Los síntomas, de orden neurótico, son más molestos pero siguen siendo poco
discapacitantes (ansiedad, ideas depresivas, trastornos del sueño, etc.). No hay trastornos de
la expresión, de la presentación, del comportamiento. La eficiencia social del Los síntomas, de
orden neurótico, son notables y discapacitantes (angustia, depresión, fobias, obsesiones, etc.),
pero no hay trastornos del curso del pensamiento, ni alteración del raciocinio. Las anomalías
puestas de manifiesto por la exploración, si existen, son leves. La eficiencia social es
satisfactoria o relativamente 146 sujeto es normal (trabaja, tiene relaciones normales o
discretamente patológicas, está bien adaptado a su entorno, etc.). La autonomía intelectual es
total para los actos de su vida cotidiana. satisfactoria. El paciente puede ejercer una actividad
profesional, su integración en el entorno es correcta. La autonomía para los actos de la vida
cotidiana permanece. La dependencia de otra persona, si existe, no reviste un carácter muy
patológico o contrariante. Ejemplos: angustia flotante semiintermitente, irritabilidad simple,
trastornos del sueño poco marcados, inestabilidad emocional simple. Ejemplos: neurosis poco
invalidantes que permiten una vida afectiva correcta, una integración profesional normal, una
integración social satisfactoria. Neurosis simples, personalidades patológicas (histérica, fóbica,
obsesiva, etc.) satisfactoriamente integradas en su medio. Ejemplos: neurosis que entrañen
síntomas y sufrimiento notables, que sin embargo permiten una integración social y profesional
correcta. Déficit intelectual del tipo de debilidad ligera. Desequilibrios psíquicos que permiten,
pese a las molestias creadas por los síntomas y la inestabilidad, una integración afectiva, social
y profesional. Trastornos importantes (Grupo IV) Trastornos muy importantes (Grupo V) Los
trastornos y los síntomas son patentes o muy patentes, de orden neurótico e incluso psicótico
(depresión de larga evolución, ansiedad importante, fobias muy limitantes, obsesiones,
inestabilidad importante). Pueden existir producciones delirantes que, sin embargo, no invaden
el campo de la CC y permiten una capacidad de análisis y raciocinio correctos. Las relaciones
con la realidad siguen siendo satisfactorias o muy satisfactorias, aunque pueden presentarse
anomalías del comportamiento, la actitud y la expresión. La eficiencia social está comprometida
en diversos grados: en los casos más graves el sujeto no es apto más que para un trabajo muy
simple o estereotipado. Aun así, conserva su autonomía, con ayudas parciales de su entorno,
según el caso. Las relaciones con sus semejantes están muy Los síntomas son graves: ideas
delirantes, depresión crónica severa con apragmatismo, trastornos masivos del juicio, memoria,
razonamiento, etc. Aparecen anomalías patentes en la actitud, vestimenta, discurso. La
comunicación es posible (neurosis graves) o está comprometida (delirios, esquizofrenia), o
incluso muy comprometida o anulada (demencias). Las relaciones con la realidad están muy
perturbadas; la eficiencia intelectual se halla generalmente muy perturbada; la eficiencia social
es nula o casi, no puede ejercer ninguna profesión si no es más que a título ocasional o
marginal. El paciente sólo dispone de una autonomía reducida o incluso ha perdido + ó – su
autonomía. Como mínimo debe ser vigilado y acompañado o ayudado en su vida cotidiana. En
los casos más graves, no puede atender sus asuntos ni cuidar de sí mismo (llegando a
necesitar internación). Sus relaciones con sus semejantes están muy perturbadas o son muy
patológicas e incluso están ausentes. 147 perturbadas. Ejemplos: neurosis severas de
angustia, histérica, fóbica, con síntomas muy notables, importantes sufrimientos, y sin
embargo, el paciente sigue siendo capaz de asumir una actividad profesional. Psicosis
(esquizofrenia, manía, melancolía) relativamente bien compensadas. Debilidad mental media.
Desequilibrio psíquico que permite, durante periodos + ó – prolongados, una integración social
y profesional. Ejemplos: estados neuróticos muy severos con apragmatismo (neurosis de
angustia histérica, fóbica, obsesiva), lentitud ideatoria, resistencia a la terapéutica, desinterés
global, fatigabilidad psíquica e intelectual considerable. Psicosis alucinatorias crónicas.
Esquizofrenias graves, que apartan al paciente de la realidad, convirtiéndolo en incapaz para
cualquier actividad profesional. Deficiencias intelectuales graves, congénitas o adquiridas
(debilidad profunda, demencias, etc.)
Cap. 12: Daño moral y daño psíquico
El concepto de daño ♦ Según el D.R.A.E., dañar: “causar menoscabo, detrimento, dolor o
molestia”. ♦ Médicamente, se afirma que “daño es toda alteración anatómica o funcional
causada por agente/s externo/s o internos/s. ♦ En medicina legal, daño es “toda alteración
física o psíquica causada por agentes mecánicos, físicos, químicos o biológicos, derivados de
una acción exógena de carácter doloso o no”, asimilable al concepto de lesión, que implica un
“daño causado en la integridad corporal o en la salud física o psíquica de una persona”. ♦ El
concepto de daño como asimilable al de disfuncionalidad o funcionalidad alterada, que significa
actividad alterada, operatividad alterada, capacidad alterada de expansión en el ámbito social,
o una modificación peyorativa de una o más funciones corporales (Gisbert). ♦ El daño como
“toda alteración de la salud o enfermedad, tenga o no origen traumático (sentencia del Tribunal
Español) ♦ Daño como el menoscabo que a consecuencia de un evento determinado, sufre una
persona, ya en sus bienes vitales naturales, en su propiedad o en su patrimonio (Zannoni). ♦ El
daño con relación a la responsabilidad civil significa “el menoscabo que se experimenta en el
patrimonio por el detrimento de los valores que lo componen (daño patrimonial) y también es
lesión a los sentimientos, al honor y a las afecciones legítimas (Alsina). ♦ Para la Doctrina
Jurídica el daño comprende un menoscabo que a consecuencia de un evento determinado
sufre una persona en sus bienes vitales naturales, en su propiedad o en su patrimonio. Un
menoscabo material o moral, causado contraviniendo una norma jurídica, que sufre una
persona y del cual haya de responder otra. ♦ La valoración del daño corporal es la apreciación
de la naturaleza y alcance de la enfermedad o lesión del paciente en cuanto a que ha afectado
o alterado el estado anterior de la persona. Esta afectación o alteración del lesionado debe
consistir en una anormalidad anatómica o disminución funcional, considerada por el médico
como estable o progresiva en el momento de la evaluación. ♦ La O.M.S. entiende como daño o
dañar “la pérdida o anormalidad en una estructura o función psicológica, fisiológica o
anatómica, valorándose todo aquel daño que cause un defecto o deformidad que pueda ser
objetivable, afectando a cualquier parte del organismo” ♦ Código Civil, art. 1068: “Habrá daño
siempre que se causare a otro algún prejuicio susceptible de apreciación pecuniaria, o
directamente en las cosas de su dominio o posesión o indirectamente por el mal hecho a su
persona o a sus derechos o facultades”. Responsabilidad civil y daño. Para que exista
responsabilidad civil, debe existir un nexo causal entre el ilícito y el daño. Es necesario que el
acto sea ilícito, imputable subjetivamente al agente, que haya culpabilidad (u otro factor de
atribución determinado especialmente por la ley), que 148 exista un daño patrimonial o moral y
que medie un nexo de causalidad adecuado entre el hecho ilícito y el daño. La relación de
causalidad jurídicamente relevante es la que existe entre el daño ocasionado y el antecedente
que lo produce normalmente, según el curso natural y ordinario de las cosas. Desde lo jurídico,
daño psicológico es la perturbación transitoria o permanente del equilibrio espiritual
preexistente, de carácter patológico, producida por un hecho ilícito que genera en quien la
padece, la posibilidad de reclamar una indemnización por tal concepto a quien la haya
ocasionado o deba responder por ella. Este daño sería el resultado o la consecuencia
producida por un acontecimiento extraordinario, resultado de una situación de pérdida de gran
entidad, ya sea en la integridad física o en el mundo afectivo, reparable en principio sólo dentro
de la responsabilidad extra-contractual. Resultado entonces de hechos o fenómenos cuya
influencia produce una importante modificación en la vida del sujeto, que conlleva un
detrimento de su paz anímica, de grados y en áreas variables, produciendo un descenso en el
nivel de calidad de su existencia y provocando un cuadro en el que prevalece la tristeza como
principal estado de ánimo, producto de la activación o reactivación de toda una serie de
frustraciones emocionales experimentadas durante la vida temprana individual con gran
impacto, imposibilitándole al sujeto el poder encontrar sustitutos afectivos que hagan posible
cualquier trabajo productivo como consecuencia del duelo mismo. Breves consideraciones
finales sobre el daño moral y el daño psíquico ♦ El daño moral consiste en la violación de algún
derecho inherente a la personalidad, con prescindencia de las repercusiones anímicas en la
víctima (Brebbia). ♦ El daño moral es el menoscabo o pérdida de un bien –en sentido amplio-
que ocasiona una lesión a un interés amparado por el derecho, de naturaleza extra-patrimonial.
Dicho interés tiene un contenido puramente espiritual (sufrimiento, dolor, aflicción, angustia,
desánimo, desesperación, pérdida de la satisfacción de vivir) (Bueres). ♦ El daño moral es todo
menoscabo referido a los atributos o presupuestos de la personalidad jurídica, con
independencia de su repercusión en la esfera económica (Segundas Jornadas de Derecho
Civil). ♦ El daño moral es la lesión de razonable envergadura producida al equilibrio espiritual,
cuya existencia la ley presume –y tutela- y que atañe a una persona. Si ese equilibrio estuviera
ya alterado antes del hecho considerado como generador del daño moral, puede consistir en
una agravación, en una situación intensificadora. El daño moral es un acontecimiento
conmovedor. Hasta podría conllevar también una perturbación para el normal proceso de
pensamiento (Cipriano). El daño moral es una modificación disvaliosa del espíritu en el
desenvolvimiento de su capacidad de entender, querer o sentir, que se traduce en un modo de
estar de la persona, diferente de aquel en que se encontraba antes del hecho, como
consecuencia de éste y anímicamente perjudicial, o sea, es un perjuicio susceptible de
apreciación desde la óptica del entendimiento, de la sensibilidad o de la voluntad de la persona
(Z. de González). El daño moral incide sobre lo que el sujeto ES. Implica un defecto existencial
en relación a la situación subjetiva de la víctima precedente al hecho (disvalor personal),
aunque no todo estado espiritual disvalioso es un daño moral. ♦ En diversos fallos (españoles)
se dice: o La noción de daño moral se halla vinculada con el concepto de desmedro extra-
patrimonial o lesión en los sentimientos personales, en las afecciones legítimas o en la
tranquilidad anímica o El daño moral es aquel que en lo más íntimo de su ser padece quien ha
sido lastimado en sus afecciones legítimas y que se traduce en dolores y padecimientos
personales o Entendemos que el daño moral constituye una lesión a los derechos extra-
patrimoniales de naturaleza subjetiva que, sin abarcar los perjuicios que son recuperables por
vía del daño directo, recaen sobre el lado íntimo de la personalidad (vida, integridad física o
moral, honor, libertad) y no existe cuando se trata de un simple perjuicio patrimonial. o Siempre
que exista una lesión corporal, resulta razonable admitir que ha existido daño moral y, aunque
éste haya sido leve, ya que su efecto puede exceder el límite de las meras 149 molestias,
debería tenerse en cuenta que el hecho ha desencadenado angustia y sufrimiento, que exigen
ser satisfechos al haber transgredido intereses legítimos, de contenido extra-patrimonial. Tanto
en el daño moral como en el psicológico está afectado el equilibrio espiritual. En el daño
psicológico ese desequilibrio debe llegar a producir patología, para ser reconocido como tal. En
el daño moral se hace referencia a dolores, padecimientos y angustias. En el daño psicológico,
se tiende a resarcir la incapacidad que en ese campo produjo el accidente. Por lo que
sabemos, no es necesario llegar a probar la existencia o extensión del daño moral, cosa que no
sucede con el daño psíquico, que sí debe ser probado. El daño moral es un tipo de trastorno
lesional que puede generar angustia y afectar los sentimientos. Para establecer su existencia
deberá determinarse la naturaleza de los sufrimientos o la magnitud que alcanza el dolor
producido por el evento dañoso en el común de las personas. Por lo tanto, su determinación es
difícil, ya que por su naturaleza particular, este tipo de trastorno perjudicial viene traducido en
las vivencias personales del afectado. Para el juzgador, que carece de elementos para precisar
el “quantum” del sufrimiento, medir los sinsabores, los padecimientos, las perturbaciones o
incertidumbres que plantea el afectado en sus dichos, es una temática predominantemente
subjetiva. Aquí la ley deberá poner a disposición de la víctima elementos lo suficientemente
aptos para que el actor pueda tener acceso a gratificaciones viables acordes con la situación
de incapacidad resultante. Entendemos que en la lesión hay una afección en una determinada
esfera de la integridad psicofísica en la persona. La lesión no sería el daño, sino su causa. En
cuanto al daño, refiere a consecuencias o efectos dañosos o disvaliosos a nivel personal. El
daño será el producto, el resultado negativo de la violación de los derechos o bienes de la
víctima. Daño moral y psicológico tienen en común ser lesiones incapacitantes, dada la
imposibilidad de corregir lo global del menoscabo. El daño moral se manifiesta, en especial,
afectando el área afectiva o de los sentimientos. Las formas más frecuentes están dadas por la
angustia, pero también el pesar, el dolor, la tristeza, la tranquilidad de ánimo, la vergüenza. Se
configura el daño moral cuando el hecho ha afectado o comprometido de modo perjudicial no
sólo la esfera afectiva o de su sensibilidad (a través de cómo se siente el sujeto), sino también
su esfera intelectual y volitiva (Z. de González). Los límites entre lo psíquico y lo somático son
difusos de manera tal que las afecciones anímicas repercuten funcionalmente en la salud del
individuo y los menoscabos corporales no dejan de producir un quebranto en la personalidad
de quien los padece. No existe una incapacidad psíquica y una incapacidad física. Existe una
sola incapacidad y ella puede estar dada por la afectación del fondo vital o de la vida anímica
(Iturraspe). El daño psíquico ejerce una gravitación en la capacidad de la víctima, que se
traduce en una disminución de las aptitudes para el trabajo y la vida de relación. Siempre que
haya una enfermedad psíquica, coincidirá el daño psíquico con el daño moral. El daño psíquico
reside en la alteración patológica misma de la personalidad. El daño moral valora y recoge la
realidad como desequilibrio espiritual profundo. El daño psíquico, entonces, no implica
cualquier desequilibrio espiritual, sino uno patológico, diagnosticable y más o menos
clasificable por la ciencia médica. Si existe, producirá siempre un daño moral, pero no se
identifican conceptualmente ambas nociones, aunque éste derive de aquél. La lesión psíquica
puede ser causa o génesis de daño, no sólo moral, sino también eventual y frecuentemente
patrimonial, desde el punto de vista de la causalidad jurídica o principio de razón suficiente. La
enfermedad psíquica sería un factor de intensificación del daño moral resarcible (Z. de
González).
UNIDAD 8
FICHA DE CÁTEDRA DE VULNERABILIDAD
Vulnerabilidad deriva de herida. Refiere a la persona susceptible de ser dañada desde
distintas formas. la vulnerabilidad muestra al semejante en situación de ser herido o dañado por
la exclusión,, la marginación, la sanción circunstancial forma o informal.
Lo más fácil de lograr es comenzar por no cristalizar esa vulnerabilidad en algunos aspectos,
como en el momento de diagnóstico o en el posterior tratamiento o atención. Los
DIAGNÓSTICOS DE PELIGROSIDAD son la antípoda de la vulnerabilidad. El diagnóstico de
peligro siempre ha sido peligro para la organización social tal como está constituida. En el
Derecho, para la escuela clásica, para el positivismo o iusnaturalismo, la peligrosidad es
inherente al sujeto. La connotación de peligro siempre ha sido para el orden social, por lo tanto
la víctima no importa.
es el jus humanismo el que nos habla de una CORRESPONSABILIDAD SOCIAL. Esta
implica un compromiso ético de los grupos sociales que han transformado a un invidio en
peligroso; el peligroso no nace, se hace y si se hace quiere decir que cuando fue vulnerable
dejó avanzar el proceso de vulnerabilidad. Por lo tanto, cuando nos encontramos con el peligro
tenemos un doble trabajo: Resarcimiento de la víctima porque fue parte de un Olvido del
Estado (que alguien se torna peligroso para ella) y reconocimiento del victimario como un
vulnerable, por lo tanto una persona susceptible a quién se le deben cosas. Se trata de olvidar
un principio básico: nadie es peligroso si antes no fue vulnerable.
La doctrina peligrosista establece, casi siempre, un criterios electivo muy específico. La
concepción que se maneja es que la persona que está como vecino es un enemigo. En una
teoría peligrosista lo lógico es contener pero contener significa institucionalizar, armar
instituciones para depositar a aquellos que se han constituido en algún tipo de peligro y aun
para aquellos que están en riesgo y no tienen continencia privada.
A continuaciones se relata una experiencia en donde se toma nota de que había un grupo
pequeño que tenía una vulnerabilidad dada por elementos de alta patológica individual. Si esas
personas tenían estallidos se tornan más peligrosas para los demás pero a la vez son los más
vulnerables a la represión, a las situaciones de aislamiento,soledad y maltrato. Medicación
exacerbada, encierro exacerbado y discurso de justificación por el peligro. En el diagnóstico de
vulnerabilidad con esas personas no se trato de ver el peligro de su acción infractora, sino cual
es el elemento que lo torno peligrosos por haber sido vulnerable . En este caso lo que hay que
atacar primero es la situación de vulnerabilidad de la persona y proporcionar elementos que
puedan atenuar la. Había también grupos con un alto índice de vulnerabilidad por un
condicionamiento de tipo neurótico, otro grupo constituido por personas altamente vulnerables
por el largo tiempo de institucionalización y también otro grupo: los VULNERABLES
SITUACIONALES u ocasionales. La vulnerabilidad situaciones es patrimonio de cualquiera de
nosotros, que es susceptible de sufrir el control social punitivo represivo. Son aquellos que
cometen algún delito por su situación de vulnerabilidad psicosocial.
El criterio de peligrosidad sólo tiende a la consolidación del poder, ya que no aprecia a la
víctima sino que solamente verifica si se protege el orden social o no, no a las personas.
El grado máximo de vulnerabilidad es aquel en que se pone en riesgo la vida de una
persona y la reiteración de situaciones en las cuales se pone en riesgo la vida de esa persona.
A veces esa vulnerabilidad es más psíquica que social. Si uno asume la doctrina de la
SEGURIDAD NACIONAL lo que va a buscar es que la persona en conflicto no atente contra la
seguridad nacional. En cambio la DOCTRINA DE LOS DDHH es intervencionista: donde se
está atentando con el derecho a vivir, se interviene No hablamos nunca de sanar la
vulnerabilidad, está solo se reduce o se incrementa.
La institución surge en lo formal para contener la vulnerabilidad, pero rápidamente puede
perder el sentido en esa característica. En realidad, las instituciones se hicieron para atender a
quienes son vulnerables a los efectos de que esas personas, una vez contenidas y atenuada
su vulnerabilidad, egresen. Es decir, vuelvan a la comunidad originaria. Pero la realidad nos
muestra que las instituciones se transforman en si en un afuente de trabajo para los que están
en ellas como empleados, sean profesionales o no. Esto genera en lo que hace a las
relaciones vinculares, los pactos de silencio. La vulnerabilidad de muchas de esas personas es
su necesidad de trabajo y por eso se callan. En el aspecto vincular,, toda institución participa
de por lo menos 4 estamentos: el personal que custodia, el personal administrativo, el personal
técnico y los internos. La primera condición de transformación es pensar que el personal
técnico no es personal de escritorio, sino personal de contacto.
La crisis de la institución total en latinoamérica y su cada vez más profundo alejamiento de la
posibilidad de ejercicio de los DDHH, no es solo consecuencia de la crisis del sistema tutelar,
sino que lo es de la CRISIS DE LA POLÍTICA SOCIAL. Reaccionando en respuesta al acto
transgresor en el encierro en la institución total olvidamos que esa institución total es un
subproducto del modelo de desarrollo industrial y una delegación forzada por el mismo desde
la solidaridad social a la protección del Estado, delegación que lleva a coener en esas
instituciones a los seres humanos no integrables al sistema de producción o a quienes
obstruyen con sus transgresiones al proyectado desarrollo.
Si bien académicamente podemos hablar del agotamiento de la “privación de la libertad”,
empíricamente sabemos que trae como consecuencia la aplicación de las formas sustitutivas
de manera masiva. La sustitución de la pérdida de un tiempo de libertad, por otra pena privativa
que lesiona un derecho de un valor igual o más preciado que aquella: la vida.
Queremos decir que, en nuestro continente, la flexibilización legal y mayor permisividad “a la
europea”, nos trae un problema serio: ante la dificultad del Control Social legal se recurre con
demasiada frecuencia a ejecuciones extra legales.
Nuestra propuesta parte de tratar de cubrir, en la medida de las posibilidades, en las
instituciones cerradas, la carencia de algunos de los beneficios sociales que la formación
socioeconómico-cultural prevé supuestamente para todos sus habitantes a los efectos de
reducir la vulnerabilidad de los internos a los sistemas de control social.
A partir de la Revolución Industrial, la concepción del hombre norma u hombre sano es la del
hombre productor, el hombre que trabaja. Esa cuestión de poner el hombre normal como el
hombre que produce asignaba un rol al sexo femenino: la mujer era la infraestructura del
hombre que produce, y tenía dos tareas muy específicas: proporcionarle una matriz
(matrimonio) que permitiera, en algunos grupos sociales, transferir el patrimonio. A la vez los
niños eran considerados propiedades de los padres, y los padres tienen el derecho a tratarlos
como querían.
La condición humana de los latinoamericanos está formada por esclavos a quienes no se les
reconocía en su condición de seres humanos, por indios, también por europeos. Somos
productos de marginaciones y desarraigos y es la síntesis de eso lo que nos da nuestra
identidad.
Las instituciones totales son productos de la colonización cultural. Todo lo que de algún
modo no está integrado al proceso de producción, debe ser mantenido en determinada suerte
de cunas institucionales que son los que, de algún modo, van a impedir que se pierda y ver si
se pueden reincorporar. Pero si no se pueden incorporar van a seguir en la marginación. Pero
este mito pierde valor si tomamos en cuenta lo antedicho, que el problema de la marginación es
estructural a nuestro continente.
El modelo positivista marca una gran falacia: que nosotros somos una entidad BIO-PSICO-
SOCIAL y acá el orden de los factores tiene mucho que ver. La condición “bio” no determina la
condición humana, porque la condición “bio” sin un grupo de crianza específicamente humano,
como es el caso de los niños lobo o'de muchos seres humanos criados en condiciones de
grupos que no son específicamente humanos y no adquieren ni la bipedestación ni el lenguaje.
En esta concepción lo psíquico es un epifenómeno de lo biológico y lo social un epifenómeno
de un epifenómeno.
NOSOTROS PLANTEAMOS QUE EL MODELO QUE REALMENTE DEFINE A LA
CONDICIÓN HUMANA ES CONSIDERAR A LA MISMA COMO SER socio-bio-psíquico, LAS
CONDICIONES DEL GRUPO DE CRIANZA SON DETERMINANTES PARA QUE SE
DESARROLLEN LAS CONDICIONES BIOLÓGICAS DEL SUJETO.
POR LO TANTO EL EJE SON LAS CONDICIONES EN QUE SE DESARROLLA ESE
GRUPO DE CRIANZA.
¿EL CHICO ES PELIGROSO? ¿pARA QUIÉN? PARA UNA SOCIEDAD QUE LE FUE
MUCHO MÁS PELIGROSA ANTES. dECIMOS QUE DESDE EL PUNTO DE VISTA DE SU
EJERCICIO DE VIOLENCIA, SU VIOLENCIA ES REACTIVA, CASI SIEMPRE.
PARA HABLAR DE CLÍNICA DE LA PELIGROSIDAD DEBEMOS REMONTARNOS HASTA
EL nacimiento de la criminología Y DE TODAS LAS DISCIPLINAS SOCIALES, QUE NACEN
ALREDEDOR DE LOS AÑOS 1850-1880
De la idea de mestizaje tenemos que pensar que nuestras crías son vulnerables a un
sistema que aún no comparten y que lo que nosotros debemos hacer no son diagnósticos de
peligrosidad, sino diagnósticos de VULNERABILIDAD. Tenemos que ver cuales son los
beneficios sociales que el sujeto ha adquirido, a los que ha accedido Nosotros, tenemos que
modificar el aparato productor de ciertas conductas y no las conductas mismas.
Dentro de esto, hay un problema muy grande en A. Latina que está dado por la llamada
“DOCTRINA DE LA SEGURIDAD NACIONAL”Esta tiene una concepción de hombre muy clara
y respetable, solo que no compartible. Su base filosófica es el positivismo Su objetivo
específico es intimidar y el chico que está en su instituto es un enemigo. Sus programas son
uniformar, despersonalizar. Despersonalizar para dominar. El chico de la mirada evasiva, palo,
bronca es el enemigo. Pero él también está identificado al enemigo Por lo general no nos
fijamos en que beneficios sociales recibió ese chico para poder tener otro desarrollo. Tal vez si
nos fijamos más en la imputabilidad mental.
En el proyecto positivista, el trabajo en las instituciones cerradas se da en grandes grupos:
llega a buscar a los chicos y todos van a un determinado taller, salvo algunos que se separan
porque “son demasiado peligrosos”El trabajo positivista es el serie, es un engranaje en la pieza
para poder alcanzar el proyecto del hombre que trabaja. El personal es capacitado dentro de la
obediencia debida.
En cambio, la doctrina de los derechos humanos busca en lugar de intimidad, garantizar y
afirmar que el que está interno no es un enemigo, es un SEMEJANTE VULNERABLE, es un
compañero de existencia. No se busca despersonalizar sino personalizar. Y n se busca la
vulnerabilidad en lo que hace a la imputabilidad mental, se la busca en la CO
RESPONSABILIDAD SOCIAL. se trabaja para el aprendizaje de la autonomía por parte del
chicos y para enseñar la autonomía tenemos que enseñar también la co-gestión. No podemos
educar a los menores sin darles el derechoa disentir, tenemos que enseñarles a disentir. por lo
tanto, no podemos tener una verticalidad en el trato, sino que debemos facilitar una
HORIZONTALIDAD ORGANIZADA.
CAPÍTULO I
La criminología ha ejercido una función LEGITIMADORA. Por legitimación se entiende toda
forma de convalidar, autorizandolo, un sistema de dominación determinado. La criminología es
una mano importante del CONTROL SOCIAL., aquella orientada a asegurar los valores
esenciales de un sistema.
Es función legitimadora comienza con la ESCUELA CLÁSICA DE DERECHO PENAL.
la escuela clásica, se desentiende de la consideración particularizada del hombre
delincuente y se limita a tarifar, o poner precio, a la conducta definida como delictiva. Este
precio se traduce en una cantidad de libertad que debe perderse a medida que aumenta o
disminuye la gravedad convencionalmente establecida para el hecho cometido. Es decir, la
libertad es considerada en su valor de cambio y entendida también como mercancía. La
criminología de la escuela clásica racionalizo el control a través de las técnicas legislativas y de
la conceptualización de la llamada dogmática penal, usando las vías de la dominación legal.
La escuela positiva, por su parte, respondió a un llamo epistemológico de la época: Era
necesario recrear los mecanismos de la dominación. Si el derecho es pura ideología y por ende
la criminología de la represión, propia de la escuela clásica y pura ideología, ahora eso se
enriquece con aportes de la medicina, la antropología biológica, la psiquiatria, la psicologia.
Entre las nuevas técnicas empleadas por la criminología positivista para reproducir el orden
dado se encuentra la utilización del DELINCUENTE ESTEREOTIPADO DE CLASE BAJA el
cual permite fracturar la solidaridad intraclase, al orientar hacia la clase baja, la agresividad
contenida en la lucha de clases. El estereotipo del delincuente será transmitido por los
portadores de los sistemas normativos como la iglesia, la familia, la literatura, los partidos, los
sindicatos, la opinión pública, a través de las llamada “teoría del sentido común” y aun por la
misma ciencia que se pregona objetiva y neutral.
La criminología positivista especializa tanto el aspecto de la resocialización que, solo por ello
debería haber sido señalada como la “ciencia” del control social.
Algunos afirman que este tratamiento de la criminalidad ha fracaso. Pero no hay fracaso
cuando, tanto la cárcel (represión pura) como el tratamiento (represión ideologizada) han
logrado cumplir sus fines implícitos: reproducir el sistema de clases dejando las manos libres a
la clase hegemónica para que realice sus objetivos a través de la racionalidad del mercado y
ratificar las teorías del sentido común, las cuales, al ser para las clases delincuentes de las
clases no delincuentes, consolidan la estratificación.
La criminología, no solos e ha ocupado de la violación del orden sino de que este
permanezca. Todo va dirigido a que el orden no se cuestione. El orden social para mantenerse
requiere de la ideología. La ideología comienza a concretarse con los procesos de socialización
primaria. Esta es la forma más generalizada de control social y se aplica a todas las clases
sociales. La socialización secundaria es la que emerge cuando la primera fracasa. Es sobre
esta socialización donde generalmente se ha considerado centrada la criminología a través de
las teorías sobre la represión y el tratamiento.
La Criminología sirve para racionalizar el esquema prioritario del Estado: sustituir la política
social por el control del crimen. Es decir, que el estado capitalista prefiere, en vez de actuar con
inversiones sociales (crear fuentes de trabajo, por ejemplo, operar con costos sociales (reprimir
o tratar a los delincuentes contra la propiedad).
Si criminología es entonces control social. Criminología es poder.
CAPÍTULO II
El control social es “el conjunto de SISTEMAS NORMATIVOS (religión, ética, costumbres,
usos terapéutica y derecho) cuyos portadores a través de PROCESOS SELECTIVOS
(estereotipia y criminalización) y mediante ESTRATEGIAS DE SOCIALIZACIÓN (primaria y
secundaria) establecen una red de contenciones que garantizan la fidelidad (o el sometimiento)
de las masas a los valores del sistema de dominación, lo que por razones inherentes a los tipos
de conducta discordante, se hace sobre destinatarios sociales diferencialmente controlados
según su pertenencia de clase”.
La criminología tradicional es la organización sistemática de conocimientos y técnicas,
originales o provenientes de ciencias diferentes, orientada al reforzamiento del controls social y
al mantenimiento, por esa vía, del sistema al cual sirve.
La autora propone para Latinoamérica una Criminología orientada al estudio del control
social, pero dentro de una práctica teórico diferente: no una práctica teórica reproductora sino
una transformadora. Por eso propone para ella el nombre de TEORÍA CRÍTICA DEL
CONTROL SOCIAL.
La experienci latinoamericana muestra que la criminología entra a ocuparse del control
social, únicamente cuando ee control está orientado a la consolidación del sistema de clases.
CAPÍTULO III
Es marx quien crea la Crítica, una ciencia nueva. Marx no se contentó con describir al
sistema capitalista de producción: perforando la superficie económica del sistema, encuentra
que, detrás de ésta, se encuentra una ciencia antihumana y anti social. Marx hace así una
interpretación materialista del desarrollo histórico de la humanidad, entendiéndolo como el
resultado de enfrentamiento de intereses contrarios que se van superando a sí mismos. Esta
nueva dimensión de lo metódico establece que para alcanzar un conocimiento científico
coherente de los hechos sociales estudiados, es necesario estudiar, primero, la historia
constituyente (como devenir y desarrollo de la superación de la lucha entre contrarios) y lo
histórico constituido (como corte transversal de la historia, el momento coyuntural). El método
dialéctico explicará esas contradicciones como elementos de requerimiento recíproco: así, la
burguesía no exporta porque sea “mala” sino porque es justamente el antagonismo entre
clases lo que define las relaciones de producción existentes y él mismo modo de producción.
Así pues, historia, contradicción totalidad y dialéctica de lo real, son los principales elementos
metódicos para descubrir la verdad.
Pero Marx escribe en el siglo XIX. Su teoría nace de las contradicciones de la sociedad
capitalista de su época. La teoría crítica de Frankfurt, por su parte que se confiesa heredera de
marx, surge por la irracionalidad y la barbarie de la sociedad contemporánea. Ela acento se
pone en la ideología ya que el hombre ni siquiera es consciente de la irracionalidad en la que
está inmerso, está alienado de su propia alienación. Mientras marx hacia la crítica económica,
la Teoría Crítica la hace cultural. Es necesario combinarlos. La función de la teoría crítica será
desenmascarar todo tipo de legitimación ideológica, así como la de exigir una discusión
racional de toda la relación fáctica del poder.
Los elementos más útiles de la teoría crítica para guiar la investigación orientada a una
teoría crítica del control social son:
- La teoría crítica del control social debe ser anti formalizante y voluntariamente
sistemática. No tratar de consolidar, sino proponer una teoría que se sienta parte de un
proceso
- debe ser autorreflexiva e histórica
- tendra caracter dialectico
- Asumirá como un rechazo de las sociedades donde impere una racionalidad
tecnocrática y/o autoritaria a la vez que será un compromiso moral, arte de un proyecto
emancipatorio que se funda, por un lado, en la voluntad de diagnostica certeramente la
sociedad, más la voluntad de superarla, de negar.
Por otro lado, como elementos del método histórico, toda investigación de la teoría crítica del
control social deberá utilizar:
1- la comprensión cualitativa INTUITIVA LA CUAL SERÁ CUALITATIVA Y NO
NECESARIAMENTE CUANTITATIVA. dEBERÁ SER COMPRENSION DE PROPOSITO Y
SIGNIFICADO, MÁS QUE BÚSQUEDA CAUSAL EXPLICATIVA Y DEBERA UTILIZAR LA
IMAGINACIÓN COMPRENSIVA
2. El holismo, es decir entenderá los fenómenos dentro de una totalidad que es algo más
que la suma de las partes.
En resumen los elementos del método propuesto son: La historia constituyente y lo histórico
constituido, la búsqueda de esencia detrás de la apariencia, la dialéctica, las contradicciones, el
holismo, el análisis de lo real en vez de la metafísica, la autorreflexividad, la comprensión
intuitiva,un compromiso permanente con la emancipación y la realización plena de todos los
hombres, la voluntad de no formalizarse y la necesidad de ser una práctica teórica
transformadora.
Con una criminología entendida de esta manera, podrá hacerse el análisis y la denuncia de
la estructura del control social actual en América Latina. De esta manera, el análisis de las
conductas “discordantes” sólo deberá abordarse para observar cómo opera diferencialmente
sobre ellas el control social. Pero no debe quedar en pura denuncia. Esta teoría debería
sugerir, cuando sea oportuno, una estructura alternativa del control social, siempre en revisión.
A diferencia de la vieja criminología, la Teoría crítica del control social aspira a quebrantar el
orden ideológico que ha constituido una falsa ciencia del crimen y del criminal y a combatir las
formas ocultas de dominación. Deberá ella finalmente permitirnos hacer, frente a la vieja
criminología de la represión, una criminología de la liberación.
UNIDAD 9
LEY 13298: Las disposiciones de este instrumento prevé la protección de los niños por parte
del estado a partir del establecimiento de nuevas instituciones, programas, acciones y prácticas
que permitan su inclusión en las políticas públicas universales y en su ámbito familiar y
comunitario, revirtiendo la tendencia seguida por el modelo tutelar de segregación de los niños
en sistemas espaciales y represivos. Con Esto se produce un giro en las relaciones del estado
con los niños reduciendo la intervención la cual será canalizada en términos de programas y
prácticas centralizadas. La modificación supone intervenciones capaces e integrar acciones
sociales que apunten a la inclusión de los niños y adolescentes en su familia, escuela, servicios
de salud y comunidad. Será el ministerio de desarrollo humana a través de la subsecretaría de
niñez, la autoridad de aplicación del sistema de promocion y proteccion de los derechos del
niño, que tendrá a su cargo el diseño, instrumentación, ejecución y control de políticas dirigidas
a la niñez, pero su implementaciones era a través de la provincia y los municipios (tendiendo a
la desconcentración de las acciones territoriales). A nivel territorial, la ley provee la creación de
los “servicios locales de protección de derechos” en cada municipio. Será estas unidades
técnico operativos con una o más sedes que desempeñen funciones de facilitar que el niño que
tenga amenazados o violados sus derechos, pueda acceder a los programas y planes
disponibles en su comunidad.
UNIDAD 10
KRAUT. Salud mental: Tutela Jurídica.
Capítulo 5. La protección de las personas con/sufrimiento mental: de las normas a su
aplicación. El paciente como ciudadano
Con el desarrollo del ámbito jurídico los ciudadanos adquieren conciencia de que son personas
con derechos intangibles. Sus crecientes demandas van enriqueciendo y transformando el
discurso jurídico. La necesidad de garantizar estos derechos, conduce a fortalecer los
mecanismos que los protegen, pues en ellos está el resguardo de la dignidad esencial de las
personas.
Es importante asegurar la protección de los débiles jurídicos, entre los cuales, los pacientes
psiquiátricos son el paradigma de la hiposuficiencia (más en casos de internaciones
prolongadas), donde hay mayor dependencia del paciente respecto al profesional.
El tratamiento preferencial busca compensar la inferioridad que afecta a estas personas y fija
estándares para balancear esas desventajas. Sin embargo, las poblaciones vulnerables y
grupos diferenciados (enfermos, ancianos, disminuidos, menores, presos) especialmente los
internados en instituciones mentales, siguen discriminados y relegados por el sistema legal.
Los operadores jurídicos no se hacen cargo de estos colectivos y sus vicisitudes. El “loco”
sigue expuesto, excluido, olvidado y desprotegido de sus derechos. Las sólidas bases
constitucionales no se concretan, ni se difunden las experiencias de transformación.
Las normativas internacionales básicas de los DDHH tienen jerarquía constitucional:
a) Personalidad jurídica: según la ley todo hombre como portador de derechos merece la
protección del ordenamiento jurídico. Esto se relativiza en el caso de quienes sufren
padecimientos mentales, cuando la capacidad de obrar se halla restringida y debe ser
sustituida, el ejercicio efectivo de los derechos se diluye , y la representación jurídica no opera
en beneficio de sus intereses por falencias legales y operativas.
b) Derecho a la vida: es el primer derecho de la persona humana reconocido y garantizado por
la Constitución. Es un goce potencial para los restantes bienes, siempre que se lo proteja como
el “derecho a vivir digna y plenamente”. Su contenido se expresa en determinada calidad de
vida, digna y con un mínimo ético de justicia. Contiene el derecho a la preservación de la salud,
obligación para la autoridad pública que debe garantizar con acciones positivas. El hombre es
el eje y centro del sistema jurídico, y su persona constituye un valor fundamental con respecto
al cual los restantes tienen carácter instrumental.
La vida humana y el progreso médico plantean interrogantes y distintas situaciones que
conducen a encrucijadas cuando la técnica colisiona con la ética. La bioética y el derecho
(U10) son el rechazo de tratamientos, el aborto, la eutanasia y la muerte digna. La cuestión es
más honda cuando el paciente no posee lucidez para expresar su voluntad o está cuestionada
su voluntad jurídica. El sistema normativo acentúa esta desventaja y legitima, con escasas
trabas y controles, la posibilidad de intervenir coercitivamente.
c) Derecho a la libertad y seguridad personal: en el orden internacional hay un reconocimiento
amplísimo de estos derechos. El “principio de legalidad” de estos derechos se hallan en el
Art.19 de la Constitución donde se expresa que “nadie puede ser obligado a hacer lo que la ley
no mande, ni privado de lo que ella no prohíbe”. Su propósito es afianzar la seguridad
individual. La ley predetermina conductas debidas o prohibidas. La autonomía es la capacidad
de autogobierno inherente que permite elegir y actuar de forma razonada a partir de una
apreciación personal de las futuras posibilidades, evaluadas según el propio sistema de
valores. Esta autonomía no es absoluta en el área de salud mental, muchos están privados de
la capacidad de decidir. El tratamiento busca preservar e incrementar su independencia
personal.
En el Art 18 se establecen garantías mínimas relativas a la libertad ambulatoria o física que
significan limitaciones al poder del Estado en materia penal. El respeto de estos derechos es de
vital importancia en las personas con padecimiento mental que tienen restringida su libertad
ambulatoria. Aquí no se adecua la ley a la Declaración de Caracas y los Principios de Salud
Mental, en tanto no garantiza la protección tendiente a evitar internaciones innecesarias, ni
permite el control eficaz de los derechos de los internados. Estos pacientes tienen derecho a
ser atendidos institucionalmente, siempre que el encierro no sea un fin en sí mismo, y si el
tratamiento restrictivo es necesario debe durar el menor tiempo posible, la internación es un
proceso destinado al egreso.
d) Derecho a la integridad personal y al trato humano: abarca la esfera orgánica como la
psíquica. Es el derecho de protección de la persona como unidad, frente al atentado o
amenazas de agresiones corporales realizadas por terceros. Las personas pueden disponer de
su cuerpo dentro de los límites que ordenan el orden público, la moral, la ley, las buenas
costumbres y el respeto a la vida, al cuerpo y a la salud humana. El Art 5 explicita que nadie
debe ser sometido a penas, torturas, tratos indebidos, crueles, inhumanos o degradantes. Se
supone resarcimiento para reponer las cosas a su estado anterior y en caso de ser imposible,
indemnización con dinero.
Este derecho en el caso de pacientes institucionalizados implica su protección contra daños,
sufrimientos o humillaciones causadas directa o indirectamente por padecer una enfermedad
mental, incluye preservarlo de la administración injustificada de medicamentos y los malos
tratos.
e) Derecho a la dignidad: Aglutina todos los derechos restantes: a la libertad, a no ser sometido
a tratos crueles, a no ser discriminado, a la intimidad, al honor, etc.
f) Derecho a la salud: es una extensión del derecho a la vida y a la integridad psicofísica. No es
un derecho “de” sino un derecho “a” es prestacional, da lugar a exigir una prestación del
Estado, y conlleva un gasto social que depende de la voluntad política. Está vinculado a la
calidad de vida. El acceso al cuidado de la salud plantea polémicas de orden ético y político,
económico y jurídico, sobre las condiciones mínimas exigibles. El Estado tiene la obligación de
tutelar la salud individual y de la comunidad. Se requiere aún de leyes que reglamenten los
derechos constitucionales y les den contenido y eficacia, especialmente, a normas mínimas de
atención y a los derechos de los pacientes. El derecho a la salud y a la calidad de vida son
inaccesibles para un amplio sector de la población que carecen de cobertura asistencial
privada, los excluidos del sistema. Para poder instrumentar el derecho a la salud y alcanzar una
efectiva protección es indispensable establecer entre los sectores involucrados una
comunicación multidisciplinaria.
g) Derecho a la intimidad, honra y reputación: “Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en
su vida privada, su familia, domicilio, correspondencia, ni ataques a su deshonra o reputación”,
reglamentado en el Art 19 de nuestra Constitución. Este derecho contribuye al reconocimiento
de la persona y sus ideales de vida. El derecho civil regula la intromisión arbitraria en la vida
ajena, con un contenido preventivo, sancionatorio y reparador del daño injusto.
La atención de las personas que padecen algún tipo de afección mental está ligada a este
tema, porque suelen ser disgregadas de la sociedad, aislados en asilos u hospitales por el solo
infortunio de su enfermedad. Su honra y reputación se ven afectadas de modo tal que no le es
posible desarrollar una vida plena. Cargan con estigmas, los perseguirá el prejuicio social. Es
regla constante la violación del derecho a la intimidad de las personas institucionalizadas.
h) Derecho a la igualdad y no discriminación: para asegurar a todos los mismos derechos, es
necesario que el Estado remueva los obstáculos de tipo social, cultural, político y económico
que limitan la igualdad. Esto supone instaurar un orden social y económico justo, a fin de
igualar las posibilidades de desarrollo integral y garantizar el acceso efectivo al goce de
derechos proclamados. “Todos son iguales ante la ley, y tienen derecho a igual protección
contra toda discriminación.” (Art 7, Declaracion DDHH). La discriminación implica el trato
diferencial hacia una persona o grupo por determinadas características; constituye un ataque al
principio de igualdad y se vincula con el derecho a la vida y a la libertad. Limita las
posibilidades de acceso a una subsistencia digna. La Constitución Argentina (art 16) consagra
la igualdad “ante la ley”. La “igualdad” importa un grado de suficiente razonabilidad y de justicia
en el trato que se depara a los hombres, No significa igualitarismo. Hay diferencias que deben
tomarse en cuenta y se expresan en el derecho a la identidad y a ser diferente.
Quienes padecen algún tipo de afección mental deben sortear numerosos obstáculos que
favorecen la desigualdad, estimulan discriminaciones injustas y generan inferioridad. El acceso
a un trabajo digno y su integración en la comunidad quedan limitados. Son abandonados en
instituciones que no poseen las instalaciones adecuadas, donde conviven con otros pacientes
con otras patologías. Lo importante es que la actitud sea justa, que se trate a los iguales de
modo igual y a los desiguales de modo desigual. Ningún principio es absoluto, y corresponde al
legislador establecer categorías que supongan un tratamiento diferenciado. Los pacientes con
padecimiento mental requieren de un tratamiento desigual que les asegure justicia y aliente su
equiparación. Se trata de avanzar hacia su condición de sujetos de derecho y de ciudadano.
Un avance son los instrumentos internacionales de rango constitucional porque limitan la
posibilidad de relativizar o ignorar la normatividad. La protección de personas con minusvalía
física o psíquica en situación de debilidad jurídica también es fundamental.
La Convención es depositaria de los principios que rigen el sistema de derechos
fundamentales, constitucionales. Su reconocimiento en nuestro país marcó un hito histórico.
Pero requiere el acompañamiento de garantías y la promoción que aseguren su libre ejercicio y
de jueces responsables que le den substancia. La Constitución, los derechos fundamentales y
los procesos son tres pilares que unidos por el ordenamiento jurídico, sostienen un mismo
edificio: el Estado de Derecho.
La especial situación de debilidad jurídica de pacientes mentales determina una tutela
diferenciada que ha de ser objeto de análisis. Los derechos subjetivos de los pacientes son una
extensión de los derechos a la vida, salud, libertad y dignidad son: el derecho a la
personalidad, a la vida y a la integridad personal, a no ser sometidos a tratos inhumanos o
degradantes, a la libertad y seguridad personal, a las garantías de debido proceso, etc.
La responsabilidad y los problemas mentales. Un sujeto (S) es imputable (condición normal) si
tiene capacidad psíquica de culpabilidad para hacerse cargo para responder por sus injustos.
Esto involucra un conjunto de facultades psíquicas mínimas. La enfermedad mental supone
posibilidad de excluir o atenuar la responsabilidad criminal del sujeto, ya que la ilicitud penal es
una acción antijurídica (contraria al derecho), culpable (dolo o culpa) típica (descripta), y si el
sujeto no se haya en condición de comprender la norma, o la naturaleza antijurídica de su acto
queda exento de la responsabilidad criminal, ya que madurez (edad), conciencia (comprensión)
y autonomía (libertad) son presupuestos de la imputabilidad concebida como capacidad de
culpabilidad. Por eso, la enfermedad mental (locura) configura un típico supuesto de
inimputablilidad (exención de responsabilidades). Pero, mientras la culpabilidad (juicio de
reproche por la comisión de un acto contrario al derecho) y la responsabilidad (obligación de
resarcir el daño injusto causado) son términos jurídicos, la imputabilidad/inimputabilidad son
términos jurídico-biológicos, porque el médico psiquiatra es el que asesora a los tribunales de
justicia. En casos de psicosis donde el paciente “ha perdido la razón” el enfoque legal es claro.
Aumenta la complejidad si se trata de pacientes fronterizos, psicópatas u oligofrénicos, o
cuando la drogadependencia exime o atenúa la responsabilidad penal. Inteligencia y voluntad
son las facultades aludidas.
El Código Penal prevé la internación en instituciones como medida de seguridad privativa de la
libertad en un establecimiento adecuado. Si el condenado de cualquier delito dependiere física
o psíquicamente de estupefacientes, el juez ordenará una medida de seguridad curativa que
consistirá en un tratamiento de desintoxicación y rehabilitación por el tiempo necesario, y
cesará por resolución judicial. Establecida la inimputabilidad hay que atender el desarrollo
posterior de la enfermedad, otorgándole tratamiento en una institución para personas con
discapacidad mental, con las medidas de seguridad de un paciente criminalizado. Esta
potestad de disponer un internamiento forzado y posterior supervisión de la evolución del
paciente debiera tener una finalidad terapéutica. Pero en la realidad, para la ley vigente el
inimputable debiera permanecer manicomializado el resto de su vida. Pocas veces se lleva a
cabo el control sobre la situación legal del psiquiatrizado y el respeto por su condición de
ciudadano. En los manicomios judiciales conviven personas afectadas de serias patologías con
jóvenes adictos. Todos padecen violación a sus derechos.
Así, el psiquiatrizado es excluido y su situación es de mayor indefensión que la del propio
penado, deja de ser un ciudadano para convertirse en un tutelado, por lo que el loco es menos
escuchado que el preso, y nunca es escuchado ni visto por el sistema judicial.
La legislación civil para las personas con discapacidad mental es arcaica y discriminatoria, no
cumple sus objetivos sino que los contradice.
Capacidad es la posibilidad de que las personas estén o no habilitadas para gozar de derechos
y contraer obligaciones. Solo una ley puede restringir el derecho de plena capacidad. Estas
personas se consideran incapaces absolutos. Para suplir su incapacidad la ley autoriza a tener
un representante, que es quien expresa las prerrogativas jurídicas del incapaz en los actos
jurídicos que corresponda. Es importante destacar que no debe asociarse enfermedad mental a
incapacidad o falta de aptitud para obrar de manera sistemática. Los pacientes SON capaces
de tomar sus propias decisiones, a menos que se pruebe lo contrario.
Para los enfermos mentales se establece la plena capacidad mental o su incapacidad total
(todo o nada), formulación insostenible. Este modelo tajante no se vincula con la necesidad real
de las personas afectadas, por cuanto la capacidad de estas para realizar actos jurídicos varía
a lo largo de la vida. Además restringir totalmente su capacidad y nombrar a otra para
sustituirla conspira contra la recuperación del afectado
Declaración de demencia. La apertura del proceso puede ser por denuncia del cónyuge,
parientes, el ministerio de menores, cualquier residente del lugar en caso de tratarse de un
paciente que incomoda a sus vecinos. Quienes interponen la insanía deben acreditar su
legitimación con los documentos pertinentes (certificados médicos), si ello no fuera posible el
juez requerirá la opinión de dos médicos forenses. El juez nombrará un curador a fin de
representar y defender al denunciado hasta la sentencia, fijará un plazo probatorio que no
exceda los 30 días.
Medidas precautorias: si la demencia es notoria e indudable, el juez podrá decretar medidas
cautelares respecto de los bienes de la persona afectada, designandfo un curador provisional.
Si el denunciado es menor de edad, serán el padre, la madre o el tutor. A su vez se inhiben los
bienes, medida conveniente para proteger los intereses patrimoniales del incapaz. Si la
persona fuese peligrosa para el resto o para sí puede ordenar el juez su internación en un
establecimiento público o privado, aún contra la voluntad del afectado.
El juez antes de dar su fallo entrevistará a la persona acusada.
La incapacidad se declara si los datos acumulados demuestran indudablemente la ineptitud del
paciente para administrar sus bienes y dirigir su persona. Si existiesen dudas se prioriza la
capacidad. Si no se verifica la demencia pero hay prueba de disminución de las facultades
mentales dañosa para su persona o patrimonio, el juez tiene la potestad de declararlo
inhabilitado. En la sentencia de interdicción se designa al curador definitivo. Recae
prioritariamente en el cónyuge, luego en los hijos mayores, y si no en la madre o el padre. No
existiendo parientes se nombra un curador dativo (pariente cercano).
Inhabilitación. Estados intermedios y fronterizos donde sin llegar al extremos de la incapacidad,
requieren ser tutelados por hallarse en juego su persona o sus bienes (ebrios, toxicomaníacos,
pródigos, y disminuidos mentales). Aquí la pericia médica es esencial, el proceso puede
convertirse en un proceso de insania, si se mediare esa petición.
En el derecho civil la estructura que prima es que las personas son sanas o insanas, cuerdas o
“dementes”, y por lo tanto, gozan de capacidad o sufren de incapacidad total. Ante un enfermo
pasible de ser interdicto, los criterios normativos son endebles, ambiguos y faltos de rigor,
contrarios a la actual visión de la psiquiatría, que busca la rehabilitación y resocialización
intentando generar “capacidades”.
En materia de insania, la calificación legal, choca con las posibilidades de rehabilitación y
resocialización del enfermo o disminuido mental. Entre la capacidad total y la incapacidad total
existen infinitos grados, matices y circunstancias. El juez debe buscar el punto justo donde la
persona y la sociedad queden amparadas
“Demencia” es una noción criticada por amplia e inexacta. Emplearla hoy en lo jurídico implica
estigmatizar y marginar a quien padece una afección física y sancionar la diferencia. Hablamos
de “insano” para la persona a la que no le han declarado su incapacidad por sentencia de
interdicción, y “demente” para quienes han sido declarados judicialmente interdictos. La
diferencia está en la aplicación de medidas para su protección. Por ej: el demente sólo puede
actuar a través de su curador.
Interdicción es la veda o prohibición genérica de obrar que emana de la incapacidad declarada,
se incluyen todas las enfermedades mentales y se admite el criterio biológico jurídico para
ponderar y decidir una incapacidad legal. Se requiere la concurrencia del factor psiquiátrico,
psicológico o social, manifiestos en la falta de aptitud para dirigir su persona y administrar sus
bienes.
Capítulo 14. Los derechos específicos de los pacientes mentales.
Las personas privadas de libertad poseen un conjunto de derechos fundamentales: a la vida, a
la salud, a la defensa, el respeto, la dignidad, libertad, debido proceso, igualdad, honor,
intimidad personal y familiar, patrimonio, reunión, comunicación, información sobre su situación,
trabajo, manifestar, expresarse libremente, peticionar, participación en asuntos públicos,
seguridad, educación, protección fliar, régimen penintenciario y condiciones de detención, etc.
Se trata de sujetos de derechos pero con limitaciones derivadas de la situación de reclusión. La
regla habrá de ser el pleno reconocimiento, ejercicio y tutela de esos derechos no afectados
por la sentencia. Los instrumentos internacionales establecen que al tiempo de ejecutarse la
sanción tienen validez los principios de humanidad y legalidad, sientan reglas para la ejecución
de la pena privativa de la libertad: defensa de la dignidad e inviolabilidad del interno, derecho a
condiciones de encierro adecuadas, prohibición de torturas, tratos y penas crueles, no
discriminación, readaptación social, y el acceso al debido proceso, la justicia y la tutela
suficiente.
Las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos que no han sido incorporadas en la
Constitución y carecen de jerarquía constitucional, son el estándar internacional. También son
importantes sobre la Declaración sobre protección de todas las Personas Contra torturas y
Otros Tratos o Penas Crueles, su Convención y las observaciones del Comité de DDHH
respecto de las Torturas, Penas, Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes. A nivel
constitucional hay una serie de garantías procesales que ponen límite a la actividad represiva
del Estado y los instrumentos para hacerla efectiva. El Art18 de la Constitución dice que “las
cárceles serán sanas y limpias, para seguridad y no para castigo de los reos detenidos en
ellas”.
El cumplimiento de la pena privativa de la libertad es una aplicación de la ley penal, está
regulada por las garantías específicas del derecho material y procedimental penal. El
magistrado debe registrar la pena, establecer la determinación temporal de la sentencia, su
tenor, lugar de encierro, condiciones de detención y otras cuestiones que hagan a la ejecución
de la pena, como la libertad condicional.
Un artículo del CC que habilita a las autoridades policiales a disponer de las internaciones para
personas con padecimientos mentales, alcohólicas crónicas o toxicómanas, establece la
obligatoriedad de informar a la justicia. Se refiere a la peligrosidad como fundamento de la
internación coactiva y se emplea ese concepto en sentido vago y general. Por ello la
internación involuntaria, en casos donde el juez lo haya dictaminado, deberá sustentarse en el
padecimiento de una afección mental pasible de internación, en tanto contexto terapéutico.
Reglas mínimas:
- La persona privada de libertad es un sujeto de derechos
- Por resolución judicial tiene restringida su libertad ambulatoria
- Conserva todos los demás derechos vigentes en la Constitución y los tratados internacionales
- Es titular de garantías propias de un proceso en el cual puede disponerse forzadamente una
privación de la libertad.
-Toda decisión que afecte y determine el internamiento de una persona debe ser tomada por
un juez, respetando debido proceso, defensa en juicio, y juez imparcial.
- El respeto por los DDHHH, condiciones de detención digna y segura.
El Comité e DDHH de la ONU expresó que las condiciones de detención en Argentina no
cumplen con los requisitos establecidos en el Pacto Internacional de los DD Civiles y Políticos.
La superpoblación y la pobre calidad de los servicios respecto a las necesidades básicas de los
detenidos (alimentación, ropa, asistencia médica) eran incompatibles con un trato digno y
humano. En la mayoría, las celdas albergaban al doble de personas de lo que su capacidad
física permitía; bajo personal policial para permitir la salida de los detenidos de sus celdas. Se
comprobaron malas condiciones sanitarias, sin acceso a servicios mínimos de higiene y
desagüe; hacinamiento y malas condiciones materiales; no aplicación del principio de
separación entre condenados y procesados; detenidos enfermos que no recibían medicación.
Muchas personas tenían prisión preventiva, y el encarcelamiento debió hacerse en
dependencias carcelarias propiamente dichas. Asimismo se exhortó adecuar la legislación
procesal penal en materia de prisión preventiva y excarcelación a los estándares
internacionales (caso Walter Bulacio).
Con respecto a los derechos específicos de las personas con padecimiento mental. No hay en
nuestro país un estatuto especial referido a los derechos de las personas con dolencias
mentales y a los deberes específicos que atiendan las propuestas internacionales. La vida de
un paciente psiquiátrico, especialmente si está internado, se regula por normas institucionales
no escritas: sumisión y sanción frente a transgresiones. No existe diálogo entre internos y
autoridades, ni con el órgano judicial, garante de derechos. Así la debilidad jurídica que padece
una población de por sí vulnerable a los abusos crea verdaderos “grupos de riesgo” en cuanto
al goce de derechos fundamentales. Tal situación genera la necesidad de contar con una tutela
normativa eficaz, tendiente a la rehabilitación y reinserción del paciente en vías de
recuperación.
Derechos mínimos. Se pueden clarificar según diversos criterios:
Principios vinculados a la asistencia en SM: Diagnóstico, pronóstico, tratamiento y
rehabilitación adecuados
1. Derecho a ser informado
2. Derecho al consentimiento informado
3. Derecho a negarse a recibir un determinado tratamiento
4. Tratamiento y autonomía del paciente (que preserve e incremente la independencia
personal)
5. Derecho a un diagnóstico adecuado (con arreglo a normas médicas internacionales)
6. Derecho a la mejor atención y al tratamiento apropiado y menos restrictivo disponible. Todo
paciente mental tiene derecho a ser tratado según sus necesidades en el sistema sanitario
social con las mismas normas profesionales y éticas que cualquier otro paciente
7. Derecho a recibir los medios adecuados tendientes a la cura o mejoría
8. Derecho a la continuidad del tratamiento
9. Derecho a la terapia farmacológica adecuada (la medicación no se suministrará nunca como
castigo)
10. Derecho a participar de su programa de curación
11. Derecho a un registro preciso del proceso terapéutico (historia clínica) y a acceder a ello
12. Derecho al tratamiento menos represivo y limitativo posible
13. Derecho a la reserva y confidencialidad del tratamiento (que lo protege y asegura su
confianza en él)
14. Derecho a no ser objeto de pruebas clínicas ni tratamientos experimentales sin previo
consentimiento
15. Se prohíbe la esterilización y quedan limitados los tratamientos psicoquirúrgicos
16. Derecho a la asistencia en su propia comunidad (si el tratamiento lo requiriese)
17. Ante violación a los derechos, se denuncian ante la justicia competente, defensoría del
pueblo o subsecretaria de DDHH.
Principios vinculados con las restricciones a la libertad: internación psiquiátrica involuntaria
1. Derecho a la internación (breve con propósitos de observación y tratamiento)
2. Estándares para la internación involuntaria
3. Derecho a rechazar la internación
4. Derecho a ser tratado en la institución con la solicitud y respeto propio de su condición de
persona
5. Derecho a la internación en condiciones ambientales gratas
6. Derecho a oponerse a una transferencia institucional injustificada
7. Derecho al egreso
8. Derecho al alta médica y a la externación judicial
9. Derecho a la información y la comunicación
10. Derecho a mantener, en la medida de lo posible, la capacidad legal
11. Derecho a la seguridad y a la indemnidad
12. Derecho a la protección de patrimonio y del lugar físico q el paciente ocupaba antes de
internarse.
13. Reparación por internación o retención institucional innecesarias o arbitrarias
Reglas de garantía del debido proceso p/la aplicación de instrumentos de DDHH: Se promueve
y protege la salud mental no sólo con psicotrópicos, sino con psicoterapia o rehabilitación
psicosocial, y la aplicación de instrumentos de DDHH. Para ello es necesario contar con:
1. Garantías procesales (p/protección contra reclusiones arbitrarias)
2. Garantías judiciales
3. Derecho al debido proceso de internación psiquiátrica (tener un representante,
audiencia/juicio p/la determinación de insania)
4. Control jurisdiccional sobre las condiciones de la internación (que reciba el tratamiento
adecuado)
5. Acciones disponibles (habeas corpus y amparo, denuncia penal o juicios por daños y
perjuicios por fallas imputables a los profesionales del campo de salud mental)
Principios relativos a otros derechos fundamentales del paciente con discapacidad mental.
1. Derecho a no ser calificado como enfermo mental ni objeto de diagnósticos o tratamientos,
por razones políticas, sociales, raciales, religiosas u otros motivos ajenos al estado de salud.
2. Derecho a no ser discriminado a causa de una afección/discapacidad mental
3. Derecho a la intimidad
4. Derecho a la confidencialidad
5. Derecho a la personalidad civil y a la capacidad
6. Derecho a la igualdad de derechos
7. Derecho a trabajar y a recibir la correspondiente remuneración
8. Derecho a la rehabilitación y resocialización
9. Derecho a libertad de religión y conciencia
10. Derecho a la protección del Estado
1. Soborno.
Uno de los más comunes de nuestros días. Consiste en ofrecer dinero o regalos para influir en
las acciones de un individuo. Dichas acciones normalmente conllevan un beneficio para el
sobornador y sobornado, y que a su vez podrían causar problemas a otras muchas personas o
empresas.
Ejemplo: Una empresa podría sobornar a un político dándole dinero para asegurarse que el
político contrate los servicios de esta empresa en lugar de otra. A veces es difícil detectar este
delito debido a que el soborno se realiza de forma legal, como por ejemplo donar una cantidad
de dinero a un partido político. Aunque por regla general se hace a través de sobres o
maletines de dinero.