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CENTRO UNIVERSITARIO DE VALLADOLID

CRIMINOLOGÍA Y CRIMINALÍSTICA 2-A


SOCIOLOGÍA CRIMINAL

REPORTE DE LECTURA HACIA LA SOCIOLOGIA.

Nombre del dicente:


C. Julian De Jesús Torres Zapata.

Nombre del docente:


Lic. Itzel Del Carmen Gómez León.

21/01/2021. Valladolid, Yucatán, México.


Objetivos.

El objetivo de este trabajo es el identificar temas importantes que fueron sucediendo a lo


largo de la creación de la sociología, desde su revolución a su nacimiento de la sociología, dando
a conocer mi opinión sobre las ideas y aportaciones de los precursores.

Objetivos específicos.

Identificar los conceptos de sociología criminal.

Aprender las aportaciones de los precursores.

Aprender sobre la sociedad actual.


Hacia la sociología

En la historia del pensamiento occidental, está la reflexión hacia la sociedad, donde se


remonta a los griegos. Tanto en los diálogos de Platón (en particular en "El banquete" y "Las
leyes"). Durante el renacimiento, una preocupación similar llevó a algunos importantes
pensadores a elaborar textos filosóficos que hablan a cerca de la sociedad perfecta.

En el avance de la economía capitalista y la formación de los estados durante los


diferentes siglos XVI y XVII orientaron la reflexión social hacia la economía y la política. Otros
autores, la sociedad no era sino un conglomerado más o menos sujeto a los vaivenes de la
política y la economía. prevalencia la idea de que el hombre es fundamentalmente egoísta y que
voluntariamente acepta un conjunto de controles que se ejercen sobre él para permitirle vivir en
la sociedad.

La revolución francesa hizo posible que la sociedad se considerara desde un nuevo punto
de vista. Con ella, las “masas” irrumpieron en el escenario político y obligaron a los seres
humanos a pensar en la sociedad como un ente colectivo en cuyo seno latía un enorme potencial
de cambio. La radical transformación sufrida por Francia y finalmente por Europa y América a
raíz de la revolución francesa produjo un verdadero cambio en las mentalidades.

Al impulso precursor de Montesquieu, cuyo interés por el estudio sistemático de la


sociedad se adelantó muchos años al surgimiento de la sociología, quizá debería sumarse esa
toma de conciencia propiciada por la revolución. A la vuelta del siglo XIX el “colectivismo” se
empezó a sustituir al individualismo y la sociedad a considerarse como algo digno de análisis y,
tal vez, la misma consideración con que en las décadas anteriores se habían estudiado los
fenómenos naturales.

Además de la francesa, las otras 2 revoluciones contribuyeron a desarrollar el interés por


la sociedad. La gran cantidad de descubrimiento que desde mediados del siglo XVII se venían
produciendo en las ciencias naturales a partir de la utilización del método experimental. En el
ejemplo de los científicos despertó en otros intelectuales la convicción de que la sociedad podía
estudiarse con la misma precisión que los objetos físicos. Él cual era el afán del conde Henri de
Saint-Simón cuando afirmaba que “el método de las ciencias naturales debía aplicarse a la
política”, así como de Auguste Comte, quien pretendía construir “la ciencia verdadera del
desarrollo social”.
En la aparición de los grandes núcleos urbanos, el surgimiento de la clase obrera y las
personas condiciones de vida de esta última, influyen en la vida colectiva de los seres humanos y
llevaron a los intelectuales a iniciar un estudio sistemático y razonado de la vida social. Muchos
pensadores a ello con propuestas en torno a su sociedad, ya considerada como un ente colectivo
con sus reglas propias.

Surgieron las utopías socialistas, producto de la imaginación de una generación de


intelectuales que, como dijo Federico Engels, "descubrir un sistema nuevo y más perfecto de
orden social para que se pueda implantar en la sociedad desde fuera por medio de la
propaganda".

Henri de Saint-Simon anunció la aparición de una nueva clase social, la de los


industriales que abarcaba lo mismo a los obreros que a los propietarios de las fábricas, se oponía
al ocio y la molicie de la aristocracia, las burguesías financieras y agrícolas de su tiempo.

Henri de Saint-Simon (1760-1825) trazó el camino al anunciar el advenimiento de una


nueva etapa en las sociedades, en la cual la racionalidad de la empresa industrial y la lógica de la
producción ocuparían el lugar central. Comenzaría así la etapa “positiva”, caracterizada por la
utilización de la ciencia en la comprensión de la realidad. La psicopolítica, o como se denominó
después los nombres de “ciencia del hombre”, “fisiología social” y “fisiología positiva”, se
aplicaría a la política y a la sociedad usando “el método de las ciencias de la observación”, cuyos
elementos, según Saint-Simon, eran “el razonamiento y la experiencia”.

Augusto Comte (1798-1857), el secretario de Saint-Simon durante algunos años, se


separó de él en 1823 y continuó desarrollando el sistema de pensamiento de su maestro, la
llamada “filosofía positiva”, que Comte hizo culminar con la fundación de la ciencia de la
sociedad, la sociología, disciplina totalizadora que, según él, conduciría al verdadero progreso de
la humanidad.

En mi opinión, basándome de los párrafos anteriores, puedo decir que estoy de acuerdo
con las decisiones que se tomaron en aquellos siglos, donde los precursores con su interés por
la sociedad estudiaban sobre la revolución. Más en la revolución francesa donde ahí fue donde
contribuyeron a desarrollar el interés de la sociedad. Y en los inicios de las etapas positiva
usando diferentes ciencias, como la del hombre, filosofía social y positiva para el razonamiento
y experiencia.
Nuestras sociedades distan de mucho parecerse a la que Comte o Marx trataron de
explicar en el siglo XIX. A la revolución industrial sucedieron ya, cuando menos, otras dos, una
revolución energética y otra tecnológica. La primera se inició con la aparición del motor de
combustión interna y la utilización industrial de la energía eléctrica, que a su vez llevaron al
desarrollo de la siderurgia y de la industria del transporte, a la construcción de carreteras y a una
nueva expansión industrial y urbana. La segunda transformación, la llamada “revolución
tecnológica”, nos acerca cada vez más a una era automatizada en la que los robots y las
computadoras sustituirán al ser humano en infinidad de tareas.

Los seres humanos han viajado al espacio y abren sus nuevas fronteras a la ciencia y la
geografía política, mientras que los medios masivos de comunicación se desarrollan a un punto
tal que podemos estar informados de lo que acaba de suceder hace sólo unos minutos en
cualquier parte del globo terráqueo. Los dramas sociales se desarrollan con frecuencia ante los
ojos de millones de espectadores. La televisión, el cine, la radio y los modernos sistemas de
telecomunicación, como Internet, multiplican la información y, al mismo tiempo que acercan a
las sociedades, ponen de manifiesto la diversidad de sus problemáticas.

Estudiar este mundo complejo e interdependiente, dar respuesta a grandes cuestiones


relacionadas con su estructura global y con sus problemas particulares, orientar a quienes toman
las decisiones, al mismo tiempo que explicar la situación en la que vive el ciudadano común y
corriente, son las tareas y responsabilidades de una sociología que hoy debe apresurarse y revisar
muchos de sus supuestos teóricos para seguir acorde con la época. Sin embargo, ello no quiere
decir que los sociólogos deben olvidarse de los padres fundadores de su disciplina.

Cómo opinión sobre el tema de “hacia la sociología”, considero que fue de suma
importancia la manera en la que la sociología fue incluida en las universidades, como fueron
los primeros cursos en Estados Unidos. Se me hizo interesante saber cómo Comte había sido
rechazado en la universidad de París, de ahí se fue a otra escuela a impartir sus cursos.
Conclusiones.

Sabemos que la historia del pensamiento, fue en el occidental, donde podemos encontrar
la reflexión hacia la sociedad. A lo largo de la historia de fueron dando diferentes revoluciones
en la sociología, como lo fue la revolución francesa, la cual hizo posible que la sociedad se
concediera desde un nuevo punto de vista. Científicos despertaron la intelectualidad en la
convicción de la sociedad, con el afán de que Henri afirmara el método de las ciencias naturales.

Otro punto para retomar, fue el de las utopías, estas surgieron producto de la imaginación de una
gran generación de intelectuales, donde ellos afirmaron y de manera acertada que, el descubrir un
nuevo sistema y perfecto, se pueda implantar en la sociedad desde fuera por medio de la
propaganda. De igual manera, es importante recalcar que Henri (1760-1825) había trazado el
camino para anunciar un nuevo advenimiento de una nueva etapa en la sociedad.

Los seremos humanos hemos abierto nuevas puertas en la ciencia, la cual nos trae buenos
beneficios a nuestras sociedades, pues son una puerta a las nuevas generaciones y de evolución,
tal como el viaje al espacio, abriendo nuevas fronteras a la ciencia y la geografía política.
Bibliografías.

Montesquieu, Charles-Louis, Del espíritu de las leyes, Editorial Porrúa, México, 1995.

Clark, George, La Europa moderna 1450-1720, FCE (Breviarios), México, 1963.

HobsbawM, Eric, Las revoluciones burguesas, Guadarrama, Madrid, 1964.

VoVell, Michel, Introducción a la historia de la Revolución Francesa, Crítica/Grijalbo, México,


1984.

alexander, Jeffrey, Las teorías sociológicas desde la Segunda Guerra Mundial, Gedisa,
Barcelona, 1990.

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