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Prática Educativa
Prática Educativa
Este pensamiento tantas veces expresado por el conjunto docente debemos hacerlo
prevalecer, buscando una estabilidad necesaria para un correcto crecimiento y enriquecimiento
educativo de nuestra cultura. Prevaleciendo por encima de toda situación social o política, que
trate de manipular o modificar a sus anchas el sistema educativo y con ello también la sociedad.
Es misión do todos y todas lograr el equilibrio entre la adaptación de la enseñanza a la
sociedad y a los cambios que ésta experimenta y la inmovilidad relativa de la educación ante los
cambios. Siempre evitando las separaciones infranqueables y desajustadas, que puedan suponer
precipicios insalvables cultural y educativamente.
Es verdad, que la modernización de las tendencias educativas, de las nuevas tecnologías,
de los recursos pedagógicos, tecnológicos, informáticos, curriculares ha avanzado muchísimo en
los últimos años y quizás los centros de formación de los nuevos docentes no han evolucionado
siempre al mismo ritmo. Pero, en gran medida, somos los propios docentes (medidas
administrativas aparte) los que debemos esforzarnos y no acomodarnos a nuestras rutinas. Ni por
nuestra calidad como docentes, ni por nuestras exigencias a las mejoras de las condiciones
laborales. Ambos aspectos parecen en muchos casos que se nos olvidan cuantos más años
llevamos ejerciendo nuestra labor. Es obligación de todos/as exigir nuestra mejora educativa,
formativa, laboral, salarial, etc. No podemos dejar de lado estas exigencias y necesidad si
queremos brindar una verdadera educación de calidad. ¿O es que no queremos realmente ofrecer
una escuela abierta y de calidad para todos/as?
Basta ya de sólo quejarnos en los recreos y galerías, que no hacen otra cosa que aumentar el
inmovilismo docente. Exijamos una escuela no discriminativa adaptada a las necesidades sociales
y que adapta las exigencias sociales a los principios de una educación básica de calidad para
todos/as. EL mercado laboral exige mucha mano de obra no cualificada y poca, pero con una gran
formación. Si la escuela se adapta sólo a las necesidades sociales, estaremos creando la etapa de
mayor desigualdad social de los últimos años. Si no democratizamos el acceso al saber, tan sólo
estaremos realizando declaraciones de intenciones vacías y huecas.
Los cambios económicos, políticos, culturales, demográficos, transforma también al
alumnado que llega a las aulas y obliga también a cambiar a la escuela.
Si apostamos por la eficacia, la eficiencia y la calidad en la educación escolar, debemos tener claro
que lo primero que necesitamos es un incremento en el gasto atribuido a la enseñanza. Pero
tendríamos que ver con qué medios reales cuentan los estados y gobiernos correspondientes.
No se puede exigir que los formadores tengan cada vez más responsabilidades como
educadores, mayor implicación, mayor nivel formativo del alumnado y mayor profesionalización
sin pagar por ello más.
Pero estas medidas que se encuadrarían dentro de la apuesta por un profesorado reflexivo
y crítico deberíamos cotejarlas con los ideales de los docentes en ejercicio y con los aspirantes al
ejercicio docente para ver si es esa la vocación de aquellos/as que se dirigen a esta profesión. No
obstante si se puede tener en cuenta para futuras reformas y adaptaciones de las exigencias
formativas y laborales para los docentes.
Parece una contradicción que actualmente países que cuentan con escasos recursos o que
están en vías de desarrollo depositan una gran confianza y concepción en la profesionalización
docente. Mientras que en nuestro país la concepción sobre el enseñante es bastante inferior, con
muchas exigencias y poca consideración, más allá de que den clases.
Para llevar a cabo la formación, es necesario establecer unas competencias didácticas y
disciplinares adecuadas a las necesidades, exigencias y contextos reales en los que se desarrolla
la función docente y que les permita a los docentes desarrollar prácticas educativas adecuadas a
las situaciones.
La práctica educativa debe establecerse dentro de unas competencias mínimas, entre las que
podemos señalar
a) Organizar y animar situaciones de aprendizaje
b) Gestionar la progresión de los aprendizajes
c) Concebir y promover la evolución de dispositivos de diferenciación
d) Implicar a los alumnos en sus aprendizajes y su trabajo
e) Trabajar en equipo
f) Participar en la gestión de la escuela
g) Informar en implicar a los padres
h) Utilizar nuevas tecnologías
i) Afrontar los deberes y los dilemas éticos de la profesión.
j) Gestionar la propia formación continua.
La práctica reflexiva requiere una correcta actitud, conocimiento del trabajo, conocimientos
metodológicos (observación, interpretación, anticipación) y teóricos (saber estar, etc)
Debemos señalar que las competencias profesionales son cada vez más colectivas, lo que
requiere fuertes competencias de comunicación y de concentración.
No podemos esperar q que todo el mundo consiga los objetivos si “sólo enseñamos”, hay que
“hacer aprender a cada uno” encontrando la propuesta adecuada.
La enseñanza, su contexto, las circunstancias evolucionan cada vez a mayor velocidad, hasta
el punto en que es imposible mantenerse en la docencia y no quedar obsoleto, únicamente con lo
adquirido en la formación inicial.
La implicación activa y crítica para la que convendría preparar a los enseñantes podría
enumerarse en los cuatro niveles siguientes:
a) Aprender a trabajar y cooperar en grupo: actualmente, la lista de obligaciones
de los enseñantes no les obliga a trabajar conjuntamente, salvo en las reuniones de
coordinación de ciclo. La formación debe emplearse a fondo con el individualismo de
los docentes.
Resumen: Es un deber como docentes, reflexionar a cerca de la práctica diaria en las aulas. Este
proceso de evaluación personal nos lleva a corregir nuestros errores y poder reorientar
constantemente nuestros pasos, en busca del objetivo común, una educación de mayor calidad
tanto para el alumnado como para los docentes.
Palabras clave: Práctica reflexiva, implicación crítica, educación y retos docentes.
EXPECTATIVAS DE LOS FACILITADORES Y SUS EFECTOS EN LOS PARTICIPANTES.
En la actualidad con la inclusión y crecimiento acelerado de las diferentes TIC, a estos facilitadores
educativos se le reconoce mayormente dentro del ámbito abierto o a distancia dado que desde
sus inicios implementaron el actual modelo curricular basado en competencias. El estudiante en
lugar de memorizar la información proporcionada por el profesor, debe “aprender a aprender” de
forma significativa, por lo que el facilitador ya no actúa como el centro de la educación
transmitiendo esta información sino como facilitador de todo el proceso de aprendizaje que tenga
el alumno.
Josep María Duart Montoliu y Albert Sangrà (2000) en una de sus publicaciones mencionan:
“Esto no quiere decir que pase a limitarse a la simple gestión del aprendizaje. Por medio de la
orientación y de la inducción, la acción docente tiene como objetivo ofrecer al estudiante
herramientas y pistas que le ayuden a desarrollar su propio proceso de aprendizaje, a la vez que
atienda sus dudas y sus necesidades”. 2
Es el profesor (facilitador) en estos entornos virtuales de enseñanza que sufre cambios respecto al
rol que toma en el sistema de enseñanza convencional. Los cambios que se incluyen en este
nuevo modelo educativo es la presencia del uso de las diferentes TIC´s y diversos soportes de
información, encaminado a realizar un énfasis en la conducción de un proceso de aprendizaje que
aportan grandes beneficios en el proceso auto formativo. Generalmente entre las más destacadas
encontramos:
* Retroalimentaciones personalizadas tantas sean necesarias, sean por parte del facilitador o de la
comunidad de aprendizaje.
* "Un individuo que permite a grupos y organizaciones trabajar de forma más efectiva; a
colaborar y lograr sinergia. Un facilitador es imparcial, no toma partido y abogando por uno u otro
punto de vista en la reunión, con una metodología justa, abierta e incluyente, puede alcanzar las
metas de grupo."
* "Alguien que contribuye con estructura y proceso a las interacciones para que de esta forma los
grupos puedan ser capaces de funcionar efectivamente y tomar decisiones de calidad. Su objetivo
es brindar soporte para que otros tengan logros excepcionales."
* "El trabajo del facilitador es apoyar los mejores pensamientos y prácticas en todos los
participantes de un grupo. Para lograrlo, el facilitador promueve la máxima participación, el
entendimiento mutuo y cultiva las responsabilidades compartidas. Incitando a todos a lograr sus
más logrados pensamientos, permite a los miembros de un grupo buscar soluciones inclusivas y a
construir acuerdos sustentables."
* Objetivos de la facilitación consisten en lograr que el diálogo entre personas y grupos sea
eficiente, eficaz, significativo, productivo, integrador, formativo, motivante, creativo y placentero.
Además, facilitadores orientan a acuerdos y decisiones consensuadas hacia acciones necesarias,
respetándose e incluyendo en el proceso todos los puntos de vista, inclusive el apoyo
especializado cuando se requiere".
Un facilitador exitoso encarna el respeto por los demás y una conciencia vigilante de las muchas
capas de la realidad en un ser humano o grupo.
En caso de que no se pueda arribar a un consenso entre las partes, el facilitador ayudará al grupo
a entender las diferencias que hay detrás. La Asociación internacional de Facilitadores fue fundada
en 1993 para promover esta profesión. Habilidades generales de un facilitador.
Para ser buen facilitador son necesarias una serie de habilidades concretas. Las más básicas se
corresponden con las mejores prácticas a la hora de gestionar reuniones: gestión del tiempo,
seguimiento de una agenda previamente pactada y elaboración de un acta o registro que recoja
los temas tratados y los posibles acuerdos alcanzados. A un nivel más elevado, el buen facilitador
debe ser un experto en las dinámicas de grupo para poder gestionar el comportamiento grupal y
el de cada uno de los componentes. Adicionalmente, el facilitador debe contar con habilidades
para manejar discusiones estructuradas e informales, gestionar debates para que transcurran en
los términos pactados por el grupo, animar a la participación a personas reticentes a hacerlo y
gestionar situaciones o personas conflictivas.
Resulta crítico que el facilitador tenga un conocimiento suficiente de los temas tratados para que
sus intervenciones animen el debate interno en lugar de frustrarlo. En el caso de que no se
puedan llegar a acuerdos por consenso, el facilitador debería ser capaz de intervenir para hacer
visibles las diferencias que dividen a los integrantes del grupo y establecer una dinámica para
resolverlas.
El ser humano construye realidades sociales, desde el punto de vista de cada sujeto y a través de
las interacciones va creando interpretaciones sobre lo que es real o no, o más importante aún y
fundamental para cada individuo como es la realidad.
Esta realidad social nos genera formas de actuar, de relacionarnos y conocer. Puedo señalar que
la procedencia social y cultural influye sobre la EDUCACIÓN y por ello también sobre el
funcionamiento INTELECTUAL. Al hablar de sociedad, en cómo ésta influye sobre la educación,
llegamos al tema del mundo que el niño crea, conoce o simplemente las prácticas educativas que
el sujeto ha tenido antes de entrar a la escuela, estas prácticas marcan la diferencia de manera
significativa y refuerzan la desigualdad en el sistema educativo. Prácticas educativas las cuales
son fundamentales en la educación, estas restringen el acceso al conocimiento a las distintas
clases sociales más bajas existentes en el mundo. A pesar del aspecto negativo la clase social
menos favorecida facilita el aprendizaje a la clase más acomodada. La diferencia de aprendizaje
que existe en la educación, en la práctica de ésta ya sea dentro y fuera garantiza una discrepancia
no solo de conocimiento, sino también de la capacidad de sacar mejor provecho a la educación. La
diferencia que existe en las prácticas educativas o simplemente en el sistema educativo influye en
las capacidades que tienen los niños de clase social baja. Un ejemplo concreto son las repetidas
experiencias de fracaso escolar que tienen los alumnos durante su etapa inicial. Los fracasos
vividos por el sujeto lo pueden llevar al convencimiento de que todo lo relacionado con escuela
carece de importancia y utilidad. Tal como lo afirman STODOLSK y LESSER (1967), “cuando se
combinan datos sobre la inteligencia con datos sobre el rendimiento precoz, se pueden hacer
predicciones muy precisas, en la mayoría de los niños de ambientes poco favorecidos que acceden
por primera vez a la escuela arrojan un pronóstico muy poco prometedor”. Cabe destacar que no
queda duda alguna de que la vida intelectual de cualquier niño resultará enriquecida por el simple
hecho de que asista a la escuela, a pesar de su situación social, aunque hay muchos factores los
cuales influyen en el interés del niño por su rendimiento intelectual, como por ejemplo la
protección de la madre.
FACTORES QUE INTERVIENEN EN EL APRENDIZAJE
Aprender es un proceso complejo de pensamiento y de comportamiento en el que la persona que
está involucrada requiere de la participación de múltiples factores para realizarlo con éxito. Son
pocas las manifestaciones innatas que traemos como base de nuestro despertar en la vida. Casi
todo se aprende gracias a la capacidad y habilidades que contienen la carga genética, la
configuración neurofisiológica de cada uno y las experiencias que aporta el medio. El aprendizaje
se da de acuerdo con determinados procesos y procedimientos tales como las operaciones del
pensamiento, el funcionamiento de los hemisferios cerebrales, la capacidad de concentración y
memoria y las técnicas y estrategias adecuadas. También influyen y son muy importantes la
actitud, la motivación, la voluntad, las relaciones personales y la organización.
FACTORES NEUROPSICOLÓGICOS
Éstos englobarían a los que otros autores llaman cognitivos, sensoriomotores, aptitudinales y
perceptivo-intelectuales. Considerando que debemos favorecer que el niño vaya descubriendo los
principios ortográficos de su vocabulario usual y desarrollando una adecuada conciencia
ortográfica a partir de la observación, la atención, la concentración, el análisis y la síntesis, todas
estas capacidades constituyen factores que hay que tener en cuenta. Comentemos algunos de
ellos:
El sentido auditivo junto al visual son relevantes a la hora de adquirir y desarrollar las habilidades
lingüísticas. En este caso se trata de la capacidad de observación, atención y retención de los
símbolos orales, una correcta percepción del dato sonoro requiere el adecuado reconocimiento y
discriminación de los fonemas de la cadena hablada.
FACTORES SOCIOAFECTIVOS
3. Autoafirmación. Prado (1998: 75) distingue la autoafirmación del joven como uno de los
factores que intervienen en el aprendizaje . En la etapa de la adolescencia el alumno tiene la
convicción de que debe imponer su personalidad ante la sociedad y por ello se revela frente a todo
tipo de normas que le llegue desde ésta.
FACTORES PEDAGÓGICOS
Motivación. A propósito de esta nueva metodología que se precisa, Romero (1989: 46-49) señala
como principios básicos en los que se debe basar: el interés, la motivación, la individualización, la
participación y la autenticidad. De ellos destacamos la motivación como indispensable para lograr
un buen rendimiento escolar. En definitiva, es importante desarrollar en los alumnos una actitud
positiva hacia el aprendizaje en general y hacia el aprendizaje ortográfico en particular,
facilitándoles métodos de trabajo y estudio, creándoles hábitos para ello porque, en fin, de
cuentas, la ortografía es un hábito. Por otro lado, el profesor debe adquirir el papel de asesor o
guía del alumno para que éste trabaje con autonomía y llegue a autocorregirse sus propios textos.