Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Buscando la felicidad duradera, se generan deseos y conductas de control, evasión y autoengaño, así
como situaciones de mucha intensidad, pero poca o nula intimidad. Poco a poco, lo que se creía
amor se convierte en sentimientos de culpa, vergüenza, ira, tristeza y descontrol.
Cuando la conducta del otro empieza a afectarnos, para aliviar este dolor, podemos creer
firmemente que es posible cambiar a la otra persona, afirmando que es “por su propio bien”.
Hablamos de necesidad cuando es indispensable para vivir, como dormir, respirar, comer, etcétera.
Un deseo es un motor para generar metas, planes y realizar proyectos.
Un capricho es querer algo que no se necesita ni se desea, pero se cree una necesidad; produce
sufrimiento y carece de sentido.
Los dos primeros conceptos son sumamente normales, mientras que el tercero, aunque es muy
común, no es normal. ¿A qué nos puede llevar el hecho de encapricharnos?
El discurso codependiente
Las personas comúnmente tenemos diversas adicciones en diferentes niveles, desde situaciones muy
sencillas que se hicieron un hábito o costumbre —como tomar café todas las mañanas o hacer
ejercicio durante horas—, hasta situaciones conflictivas, como la adicción a las drogas o al alcohol.
Las siguientes afirmaciones representan diversos ambientes en donde se pueden mostrar adicciones
o codependencia. Elige cuáles de ellas son necesidades, deseos o caprichos.
Instrucciones: elige la respuesta correcta a cada reactivo que se te presenta. Al finalizar podrás
conocer tu desempeño.
Haz una lista de necesidades, deseos y caprichos