El socialismo científico es una vertiente del pensamiento socialista
caracterizado principalmente por su estructura formal, basada en el estudio de la historia socioeconómica a través de los siglos y la aplicación de sus tesis frente al capitalismo. Fue específicamente Engels el autor de esta denominación, con la pretensión de distinguir el socialismo basado en el materialismo histórico y el estudio de la economía a lo largo del tiempo en las sociedades del resto de corrientes más enfocadas al pensamiento utópico. Comúnmente se identifica con el primer tipo al marxismo. Se ayuda de una metodología teórica, científica y primordialmente académica para estudio de sus tesis más destacadas. Campos como la filosofía, el derecho o la economía respondían a los planteamientos teóricos de esta corriente. El representante más característico es K.MARX. Uno de los puntos característicos era la interpretación materialista de la historia (los asuntos económicos crean conflictos en la sociedad, y éstos mueven la historia). Otra idea es la lucha de clases (cando el proletariado se una, podrá llegar al poder por medio de la revolución, anulando al capital estableciendo una sociedad sin clases), utiliza unos métodos políticos. Esta teoría se extiende por varios países. A raíz de este hecho, hubo una serie de barricadas en las cuales participaron, en curiosa mezcla obreros, guardias y antiguos militares napoleónicos. El 29 de julio, las barricadas llegaron al número de ¡6000! en las calles de Paris. En la época, la palabra “liberal” tenía un sentido bien diferente al actual (especialmente al término “neoliberal”). En efecto, la burguesía emergente se aliaba con las clases trabajadoras para oponerse a la nobleza. Felipe de Orleáns, colocado en el trono de Francia por los liberales en 1830 y tolerado por las fuerzas populares, fue derribado en 1848, debido a su gobierno corrupto. La tolerancia acabó y en las manifestaciones obreras la consigna era “nacionalizar fábricas y empresas”. De este modo París se levantó nuevamente bajo el impulso proletario. Ellos, según noticias de la época “preferían morir de un tiro que de hambre”. El gobierno francés, para aplastar la rebelión, llama al General Cavaignac, con sus tropas coloniales. Llegando a París quedó sabiendo que el “slogan” del gobierno del corrupto Rey Felipe de Orleáns era “Enriqueceos”. A pesar de las tropas, el Rey cayó en febrero de 1848. Coincidencia o no, en el mismo año fue elaborado el famoso “Manifiesto Comunista” de autoría de Marx e Engels, cuja palabra de orden era: “Proletarios de todos los países, uníos” Con estos estopines, el movimiento francés se extendió como un reguero de pólvora, especialmente en los países que actualmente llevan los nombres de: Alemania, Italia, Hungría, Austria y Republica Checa. Así el poderoso Matternich, el Rey Luis I de Baviera y otros personajes tuvieron que huir. Marx y Engels definieron que el camino del socialismo debía ser la eliminación de las clases en una sociedad. Afirmaban que la historia de la humanidad así lo demostraba y conformaron con sus ideas y publicaciones el grueso del pensamiento socialista. Nacía el socialismo científico, reglado formal, académica y científicamente. En otras palabras, el socialismo científico es entendido como el socialismo más aplicable a los distintos contextos sociales y políticos por su citada formalización. Es decir, se basa en comportamientos de los pueblos y estudia el efecto de fenómenos como la globalización, la industrialización o el capitalismo.