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Universidad Central Del Ecuador

Facultad de Ciencias Económicas

Docente: Econ. Natalia Sandoval Aula: EST-003

Nombre: Mateo Almeida Fecha: 16/02/2024

Tema: Pensamientos Económicos Periodo: 2023-2024

Pensamiento Marxista

El pensamiento marxista es una corriente filosófica, económica y política basada en

las ideas del filósofo, economista y revolucionario alemán Karl Marx (1818-1883) y su

colaborador Friedrich Engels (1820-1895). Marx desarrolló su análisis crítico del

capitalismo en obras como "El Manifiesto Comunista" y "El Capital", donde exploró las

dinámicas económicas, sociales y políticas de la sociedad capitalista del siglo XIX.

Materialismo histórico: Este concepto sostiene que la estructura económica de una

sociedad, es decir, cómo se producen y distribuyen los bienes y servicios, determina en gran

medida su organización social, política e ideológica. Marx argumentaba que las relaciones

de producción, como la propiedad y el control de los medios de producción, crean una base

sobre la cual se desarrollan las instituciones y las ideas de una sociedad.

Lucha de clases: Marx y Engels postularon que la historia de la humanidad es la

historia de la lucha de clases, donde los conflictos entre diferentes grupos sociales,

especialmente entre la clase trabajadora (proletariado) y la clase propietaria (burguesía),


impulsan el cambio social. En el contexto del capitalismo, Marx identificó la explotación

económica de los trabajadores por parte de los capitalistas como la principal contradicción

y motor de la lucha de clases.

Plusvalía: Marx introdujo el concepto de plusvalía para explicar cómo los

capitalistas obtienen ganancias en el sistema capitalista. La plusvalía es la diferencia entre

el valor creado por el trabajo de los trabajadores y el salario que reciben. Marx

argumentaba que los capitalistas extraen plusvalía al pagar a los trabajadores menos de lo

que valora su trabajo, lo que constituye la base de la explotación capitalista.

Alienación: Marx describió la alienación como un estado en el que los individuos

se sienten desconectados y separados de sí mismos, de su trabajo y de los demás. En el

capitalismo, la alienación se deriva de la división del trabajo, donde los trabajadores son

fragmentados en tareas especializadas y pierden el control sobre el proceso de producción,

así como de los productos de su trabajo. Esta alienación también se extiende a la relación

entre los trabajadores y los productos de su trabajo, que son apropiados por los capitalistas

como propiedad privada.

Socialismo y comunismo: Marx y Engels propusieron el socialismo como una

etapa de transición entre el capitalismo y el comunismo. En esta etapa, los medios de

producción serían propiedad colectiva y la producción estaría orientada hacia el bienestar

de todos los miembros de la sociedad. El comunismo, en su visión, sería una sociedad sin

clases ni Estado, donde la propiedad privada y la explotación habrían sido eliminadas por

completo, y donde cada individuo contribuiría según su capacidad y recibiría según sus

necesidades.
Crítica al capitalismo: El pensamiento marxista ofrece una crítica radical al

capitalismo, señalando sus tendencias inherentes hacia la explotación, la desigualdad y la

alienación. Marx argumentaba que el capitalismo generaba crisis periódicas, exacerbaba la

pobreza y la desigualdad, y alienaba a los individuos de su trabajo y de sí mismos. Además,

sostenía que el capitalismo llevaba consigo la semilla de su propia destrucción, ya que sus

contradicciones internas eventualmente llevarían a crisis sistémicas y a la posibilidad de

una transformación revolucionaria hacia el socialismo y el comunismo.

Representantes del pensamiento marxista

El pensamiento marxista ha sido influenciado y desarrollado por una amplia gama

de pensadores, líderes políticos y académicos a lo largo del tiempo, algunos de los

representantes más destacados del pensamiento marxista en diferentes momentos

históricos:

Karl Marx (1818-1883): Como el principal fundador del marxismo, Marx

desarrolló las bases teóricas del materialismo histórico, la teoría del valor trabajo, la lucha

de clases y la crítica del capitalismo en obras como "El Manifiesto Comunista" y "El

Capital".

Friedrich Engels (1820-1895): Colaborador cercano de Marx, Engels coescribió

"El Manifiesto Comunista" y contribuyó significativamente al desarrollo del materialismo

histórico. También editó y completó el segundo y tercer volumen de "El Capital" tras la

muerte de Marx.

Vladimir Lenin (1870-1924): Líder de la Revolución Rusa de 1917 y fundador del

Partido Comunista de la Unión Soviética, Lenin adaptó las ideas de Marx al contexto ruso y
desarrolló la teoría del imperialismo como la etapa superior del capitalismo. Sus obras más

influyentes incluyen "El Estado y la Revolución" y "¿Qué Hacer?".

Rosa Luxemburgo (1871-1919): Conocida por su activismo político y sus

contribuciones teóricas al marxismo, Luxemburgo abordó temas como la acumulación de

capital, la lucha de clases y la revolución. Su obra más destacada es "La acumulación del

capital".

Antonio Gramsci (1891-1937): Gramsci desarrolló el concepto de hegemonía

cultural, argumentando que el poder de la clase dominante se basa no solo en la coerción,

sino también en la construcción de consenso a través de la cultura y la ideología. Su obra

más influyente es "Cuadernos de la cárcel".

León Trotsky (1879-1940): Líder de la Revolución Rusa y fundador del Ejército

Rojo, Trotsky desarrolló la teoría de la revolución permanente, que postula que la

revolución socialista debe extenderse internacionalmente. Escribió numerosas obras,

incluyendo "La Revolución Traicionada".

Ernesto "Che" Guevara (1928-1967): Guevara fue un líder revolucionario y

teórico marxista que desempeñó un papel clave en la Revolución Cubana. Es conocido por

sus escritos sobre la teoría y la práctica de la guerrilla y por su enfoque en la construcción

del socialismo en América Latina.

Louis Althusser (1918-1990): Althusser fue un filósofo marxista francés conocido

por su crítica de la concepción humanista del marxismo y por su desarrollo de la teoría del

aparato ideológico del Estado en obras como "Ideología y aparatos ideológicos del Estado".
Revolución Rusa

La Revolución Rusa fue uno de los eventos más significativos del siglo XX, que

transformó radicalmente el curso de la historia mundial y estableció el primer Estado

socialista del mundo.

Antecedentes: La Rusia zarista del siglo XIX era una sociedad caracterizada por la

opresión política, la desigualdad social y económica, y el descontento generalizado. El

régimen autocrático del zar Nicolás II enfrentaba crecientes tensiones debido a la pobreza

de la mayoría de la población, las demandas de reformas políticas y la participación rusa en

la Primera Guerra Mundial, que provocó enormes pérdidas humanas y materiales.

Febrero de 1917 (Revolución de Febrero): La Revolución de Febrero comenzó el

23 de febrero (según el calendario juliano utilizado en Rusia en ese momento, equivalente

al 8 de marzo en el calendario gregoriano) con manifestaciones masivas y huelgas en

Petrogrado (ahora San Petersburgo), lideradas principalmente por mujeres trabajadoras. La

insatisfacción popular con la guerra, la escasez de alimentos y el desempleo alcanzó un

punto crítico. Las fuerzas armadas se amotinaron y se unieron a los manifestantes, lo que

llevó a la abdicación del zar Nicolás II el 2 de marzo (15 de marzo según el calendario

gregoriano).

Gobierno provisional: Tras la abdicación del zar, se formó un gobierno provisional

compuesto por líderes liberales y moderados socialistas, como Aleksandr Kerenski. Este

gobierno se comprometió inicialmente a continuar la participación rusa en la guerra, lo que

generó descontento entre la población y los soldados.


Octubre de 1917 (Revolución de Octubre): La Revolución de Octubre, liderada

por los bolcheviques bajo el liderazgo de Vladimir Lenin, derrocó al gobierno provisional y

estableció un gobierno comunista en Rusia. El 25 de octubre (según el calendario juliano,

equivalente al 7 de noviembre en el calendario gregoriano), los bolcheviques, con el apoyo

de los trabajadores y los soldados, tomaron el control de los principales puntos estratégicos

de Petrogrado y asaltaron el Palacio de Invierno, la sede del gobierno provisional. Este

golpe fue relativamente pacífico y se encontró con poca resistencia armada.

Consolidación del poder bolchevique: Después de la Revolución de Octubre, los

bolcheviques, ahora conocidos como el Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS),

consolidaron su poder en Rusia. Lenin proclamó el inicio de una nueva era socialista y

comenzó a implementar una serie de reformas revolucionarias, incluida la nacionalización

de la tierra y la industria, la redistribución de la riqueza y la firma del Tratado de Paz de

Brest-Litovsk con Alemania, que puso fin a la participación rusa en la Primera Guerra

Mundial.

Guerra civil: La Revolución Rusa desencadenó una guerra civil entre los

bolcheviques, conocidos como los Rojos, y sus opositores, conocidos como los Blancos.

Esta guerra se libró entre 1917 y 1922 y fue marcada por la intervención de potencias

extranjeras, como Gran Bretaña, Francia, Japón y Estados Unidos, que apoyaron a los

Blancos en un esfuerzo por sofocar la revolución. Los Rojos finalmente prevalecieron y

establecieron el control sobre la mayor parte del territorio ruso.

Creación de la Unión Soviética: En 1922, los bolcheviques establecieron la Unión

de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), un estado federal socialista compuesto por


repúblicas y regiones autónomas. La URSS se convirtió en el primer estado socialista del

mundo y sirvió como modelo para los movimientos revolucionarios en todo el mundo.

La Revolución Rusa marcó el inicio de una nueva era en la historia mundial, con

repercusiones duraderas en la política, la economía y la sociedad. Estableció el primer

estado socialista, inspiró movimientos revolucionarios en todo el mundo y contribuyó a la

configuración del siglo XX como una época de conflictos ideológicos y transformaciones

sociales.

Revolución China

La Revolución China fue un proceso histórico complejo que culminó con el

establecimiento de la República Popular China en 1949, liderada por el Partido Comunista

de China (PCCh) bajo el liderazgo de Mao Zedong.

Antecedentes: China, a principios del siglo XX, estaba dominada por una

monarquía débil y corrupta, el Imperio Qing, y sometida a la influencia extranjera,

especialmente de potencias occidentales y Japón. La sociedad china estaba marcada por la

pobreza generalizada, la desigualdad social y la opresión política.

Levantamientos y revueltas: A lo largo del siglo XIX y principios del XX, hubo

varios levantamientos y revueltas en China contra el gobierno imperial y la influencia

extranjera. Uno de los más importantes fue la Revolución de 1911, que llevó al

derrocamiento de la dinastía Qing y al establecimiento de la República de China, aunque

esta nueva república se vio sumida en la inestabilidad política y el conflicto interno.

Movimiento de mayo de 4 de 1919: El Movimiento de mayo de 4 de 1919 fue un

importante levantamiento nacionalista y antiimperialista que surgió en respuesta a la


humillante concesión de territorios chinos a potencias extranjeras después de la Primera

Guerra Mundial. Este movimiento marcó un despertar de la conciencia nacionalista y

revolucionaria en China, especialmente entre los jóvenes intelectuales.

Guerra Civil entre nacionalistas y comunistas: La década de 1920 y principios de

1930 estuvo marcada por una guerra civil entre dos facciones principales: el Kuomintang

(Partido Nacionalista Chino) liderado por Chiang Kai-shek, y el Partido Comunista de

China (PCCh) liderado por Mao Zedong. Aunque inicialmente se aliaron contra los señores

de la guerra y los imperialistas, pronto surgieron conflictos entre ellos por el control del

país.

La Larga Marcha: En 1934, el PCCh se embarcó en la Larga Marcha, una

estratégica retirada militar que llevó a sus fuerzas a través de miles de kilómetros de terreno

montañoso y hostil, escapando del acoso del ejército nacionalista. Esta marcha fue un punto

de inflexión crucial para el PCCh, consolidando su liderazgo bajo Mao Zedong y

fortaleciendo su posición entre las masas campesinas.

Segunda Guerra Mundial y posguerra: Durante la Segunda Guerra Mundial,

nacionalistas y comunistas formaron una tregua temporal para enfrentarse al invasor

japonés. Sin embargo, las tensiones entre ellos persistieron y se reavivaron después de la

guerra. La Guerra Civil China se reanudó en 1946 y, finalmente, los comunistas

prevalecieron, consolidando su control sobre gran parte del territorio chino.

Proclamación de la República Popular China: El 1 de octubre de 1949, Mao

Zedong proclamó la fundación de la República Popular China en Pekín, marcando el

establecimiento oficial del gobierno comunista en China. Esto puso fin a más de dos
décadas de guerra civil y estableció el régimen comunista que ha gobernado China desde

entonces.

La Revolución China transformó radicalmente la sociedad china, aboliendo las

estructuras feudales y semi-feudales, promoviendo la igualdad de género y llevando a cabo

reformas agrarias y sociales a gran escala. Estableció a China como una potencia mundial y

marcó el inicio de una nueva era en la historia del país

Revolución Cubana

La Revolución Cubana fue un proceso histórico que culminó con el derrocamiento

del régimen dictatorial de Fulgencio Batista y el establecimiento de un gobierno socialista

liderado por Fidel Castro en Cuba.

Antecedentes: Cuba estaba bajo el control de una dictadura corrupta y represiva

encabezada por Fulgencio Batista, quien gobernó el país con el apoyo de los Estados

Unidos. La economía cubana estaba dominada por intereses extranjeros, especialmente

estadounidenses, y marcada por la desigualdad social, la pobreza y la falta de oportunidades

para la mayoría de la población.

Movimientos de oposición: A lo largo de la década de 1950, surgieron diversos

movimientos de oposición al régimen de Batista, incluidas organizaciones políticas,

sindicales y estudiantiles. Entre estos grupos se encontraba el Movimiento 26 de Julio,

liderado por Fidel Castro, que buscaba derrocar a Batista y establecer un gobierno

democrático y progresista en Cuba.

Asalto al Cuartel Moncada: El 26 de julio de 1953, un grupo de jóvenes rebeldes

liderados por Fidel Castro llevó a cabo un audaz intento de derrocar al gobierno de Batista
atacando el Cuartel Moncada en Santiago de Cuba. Aunque el asalto fracasó y muchos de

los rebeldes fueron capturados o asesinados, este evento marcó el inicio de la lucha armada

contra el régimen de Batista y el surgimiento de Fidel Castro como líder revolucionario.

Exilio y regreso de Castro: Después del fracaso del asalto al Cuartel Moncada,

Fidel Castro y otros rebeldes fueron arrestados y encarcelados. Sin embargo, Castro fue

liberado poco tiempo después y se exilió en México, donde continuó organizando y

planificando la lucha contra Batista. En México, Castro conoció a Ernesto "Che" Guevara,

quien se convertiría en uno de los líderes más importantes de la Revolución Cubana.

Desembarco del Granma y guerra de guerrillas: En diciembre de 1956, Fidel

Castro y un grupo de aproximadamente 80 rebeldes, incluido el Che Guevara, regresaron a

Cuba a bordo del yate Granma, con el objetivo de iniciar una guerra de guerrillas contra el

régimen de Batista. A pesar de los contratiempos iniciales y la emboscada del ejército

cubano, Castro y sus seguidores lograron escapar y establecer una base en las montañas de

la Sierra Maestra, desde donde lanzaron una insurgencia armada contra el gobierno de

Batista.

Apoyo popular y resistencia armada: La guerrilla de Castro en la Sierra Maestra

ganó gradualmente el apoyo de la población cubana, especialmente de los campesinos y los

sectores desfavorecidos de la sociedad. La propaganda revolucionaria, el discurso

antiimperialista y la promesa de reformas sociales y económicas atrajeron a muchos

cubanos a la causa de la revolución. Mientras tanto, el régimen de Batista se vio debilitado

por la corrupción, la represión y el descontento generalizado.


Ofensiva final y caída de Batista: Después de casi dos años de lucha armada, las

fuerzas de Castro lanzaron una ofensiva final contra el gobierno de Batista en diciembre de

1958. Las tropas revolucionarias avanzaron desde la Sierra Maestra hacia La Habana,

mientras que el régimen de Batista se desmoronaba rápidamente debido a la deserción y la

falta de apoyo popular. El 1 de enero de 1959, Batista huyó del país y Castro y sus

seguidores entraron triunfalmente en La Habana, marcando el fin de la dictadura y el

comienzo de la Revolución Cubana.

Establecimiento del gobierno revolucionario: Tras la caída de Batista, Fidel

Castro asumió el poder en Cuba y estableció un gobierno revolucionario con el objetivo de

transformar la sociedad cubana mediante la implementación de reformas sociales,

económicas y políticas. Se nacionalizaron las industrias clave y se llevaron a cabo

programas de reforma agraria y redistribución de la tierra. Se establecieron relaciones

diplomáticas y económicas con la Unión Soviética y otros países socialistas.

La Revolución Cubana tuvo un profundo impacto en la historia de Cuba y en la

política internacional. Estableció a Cuba como un bastión del socialismo en América Latina

y desafió la hegemonía estadounidense en la región. Sin embargo, también generó

controversia y conflicto, especialmente en relación con las políticas de derechos humanos y

la represión política bajo el gobierno de Castro.

Resumen

El pensamiento marxista desempeñó un papel crucial en estas tres revoluciones al

proporcionar una ideología y una estrategia política para la lucha contra regímenes

opresivos y la transformación de la sociedad. Estas revoluciones no solo cambiaron


radicalmente el curso de la historia en sus respectivos países, sino que también tuvieron un

impacto duradero en la política mundial y en la difusión de las ideas del socialismo y el

comunismo.

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